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Jacob bendiciendo a sus hijos 2006-07-22 1 Cayey PR 00:00:00 false true

Muy buenas tardes ministros, compañeros en el Reino de Dios; es una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para lo cual leemos en el capítulo 49, verso 1 en adelante, donde dice en Génesis (esto fue cuando Jacob fue a bendecir a sus hijos, en donde estaba contenida una profecía, la profecía del futuro de sus hijos que formarían esas diferentes tribus, y formarían un pueblo grande.):

Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los días venideros. (O sea que en lo que iba hablar, la bendición que les iba a hablar contenía el futuro de ellos)... y os declararé lo que os ha de acontecer en los días venideros. (O sea, que Jacob sabía el futuro de su descendencia.)

Juntaos y oid, hijos de Jacob,

Y escuchad a vuestro padre Israel.

Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor;

Principal en dignidad, principal en poder.

Impetuoso como las aguas, no serás el principal,

Por cuanto subiste al lecho de tu padre;

Entonces te envileciste, subiendo a mi estrado.

Simeón y Leví son hermanos;

Armas de iniquidad sus armas.

En su consejo no entre mi alma,

Ni mi espíritu se junte en su compañía.

Porque en su furor mataron hombres,

Y en su temeridad desjarretaron toros.

Maldito su furor, que fue fiero;

Y su ira, que fue dura.

Yo los apartaré en Jacob,

Y los esparciré en Israel.

Judá, te alabarán tus hermanos;

Tu mano en la cerviz de tus enemigos;

Los hijos de tu padre se inclinarán a ti.

Cachorro de león, Judá;

De la presa subiste, hijo mío.

Se encorvó, se echó como león,

Así como león viejo: ¿quién lo despertará?

No será quitado el cetro de Judá,

Ni el legislador de entre sus pies,

Hasta que venga Siloh;

Y a él se congregarán los pueblos.Atando a la vid su pollino,

Y a la cepa el hijo de su asna,

Lavó en el vino su vestido,

Y en la sangre de uvas su manto.”

Y ahora, vamos a pasar a la bendición que le fue echada a José. Capítulo 49, verso 22:

Rama fructífera es José,

Rama fructífera junto a una fuente,

Cuyos vástagos se extienden sobre el muro.

Le causaron amargura,

Le asaetearon,

Y le aborrecieron los arqueros;

Mas su arco se mantuvo poderoso,

Y los brazos de sus manos se fortalecieron

Por las manos del Fuerte de Jacob

(Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel),

Por el Dios de tu padre, el cual te ayudará,

Por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá

Con bendiciones de los cielos de arriba,

Con bendiciones del abismo que está abajo,

Con bendiciones de los pechos y del vientre.

Las bendiciones de tu padre

Fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores;

Hasta el término de los collados eternos

Serán sobre la cabeza de José,

Y sobre la frente del que fue apartado de entre sus hermanos.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su palabra y nos permita entenderla.

JACOB BENDICIENDO A SUS HIJOS.”

Y ahora, Jacob bendiciendo a sus hijos está hablándole proféticamente el futuro de ellos, y por consiguiente, la vida de la descendencia de Jacob estará marcada por la profecía bíblica, o sea que en la descendencia de Jacob se estará cumpliendo la Palabra profética de Dios, que ha sido hablada por medio del Espíritu de Dios a través de los profetas de Dios; tanto bendiciones como maldiciones se estarán cumpliendo en la descendencia de Israel, de Jacob.

Y ahora, encontramos que a José le dice que es rama fructífera. De esto fue de lo cual habló en el capítulo 48 cuando para bendecir a José, bendijo a sus hijos Efraín y Manasés. De Efraín y Manasés se dice en el capítulo 41, versos, verso 51 en adelante:

Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés (Y ahora, Manasés dice que significa: “El que hace olvidar. Luego dice:) porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre.

Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.”

Y ahora, el nombre Manasés significa: “El que hace olvidar” y Efraín significa: “Fructífero.” Manasés es tipo y figura de Israel, del pueblo hebreo, de los judíos; y Efraín es tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, el nombre Efraín significa: “Fructífero,” por lo tanto, la Iglesia del Señor Jesucristo representada en Efraín, será fructífera: Tendrá muchos hijos e hijas de Dios; y por consiguiente, en Ella se van a encontrar las tribus perdidas de Israel en su mayoría. O sea, en medio del Cristianismo van a encontrarse millones de descendientes hebreos de las diez tribus del Norte, del reino del Norte, las tribus llamadas tribus perdidas de Israel. Aun en el tiempo en que fueron obligados a convertirse al Cristianismo, y luego les llamaron “marranos,” nombre que no es bueno, pero le pusieron ese sobrenombre a los convertidos, los judíos convertidos al Cristianismo.

Y ahora, encontramos que dentro del Cristianismo, los descendientes de las tribus del Norte se encuentran en su mayoría, y otros podrán estar en otros lugares, pero estos que se encuentran en medio del Cristianismo descendientes de Jacob o Israel pertenecientes a las tribus del Norte, tienen la Bendición de la Primogenitura que corresponde a José; y esa Bendición de la Primogenitura que corresponde a José, por cuanto él fue el hijo mayor, el primogénito de Jacob y su esposa con la cual él se casó.

Y ahora, Jacob pasa la Bendición de la Primogenitura que él tenia, la pasa a José al bendecir a los hijos de José.

Esta Bendición de la Primogenitura es como bendición la más grande; siendo que es la más grande tiene un valor muy grande para Dios y para el pueblo de Israel. Siendo que José es el primer hijo que tiene Jacob a través de su esposa Raquel, por la cual había trabajado siete años, y después trabajó siete años más; porque Jacob no trabajo por Lea, Jacob trabajó por Raquel que fue la joven con la cual él y de la cual él se enamoró, la cual amaba y de la cual fue su novia, fue su prometida. Lea nunca fue novia de Jacob ni las demás que él tuvo, las siervas, la sierva de Lea y la sierva de Raquel, nunca fueron novias de Jacob; por eso es que Raquel representa la Iglesia Novia del Señor.

Ahora, encontramos que es en José donde es depositada la Bendición de la Primogenitura; por eso cuando fue Jacob ya a terminar sus días en la Tierra, vino José el cual era profeta, y sabiendo que Jacob tenía la bendición de Dios, que había pasado de Isaac, de Abraham a Isaac y de Isaac a Jacob, ahora José quiere agarrar esa bendición, él sabe que él es el hijo de la mujer amada de Jacob, y José sabe que él es el hijo amado de Jacob, al cual Jacob le había hecho una túnica de muchos colores; y esa túnica representa al Espíritu Santo. Y ahora, José tipifica a Cristo.

Y ahora, veamos aquí cuando José lleva sus hijos para que reciban la bendición de Israel; y van a recibir la bendición de Israel y la herencia la van a recibir en forma de Palabra hablada, porque las cosas que se ven son hechas de las que no se veían. Y ahora, de algo que no se ve: una Palabra que va a ser hablada, pero que no la puede ver a menos que la escriba, de eso que va ser hablado siendo una Palabra creadora de Dios, se va a materializar la Bendición de la Primogenitura en esta bendición que le va a ser echada a José. Y para bendicir a José pues va a bendicir a los hijos de José. Vamos a ver en el capítulo 48, verso 3 en adelante, dice [Génesis]:

y dijo a José (o sea, Jacob dijo a José): El Dios Omnipotente me apareció en Luz en la tierra de Canaán, y me bendijo (lo bendijo cuando le hablo la Palabra de bendición. Luz, ese lugar es Bethel , le puso Jacob luego por nombre Bethel.)

y me dijo: He aquí yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de naciones; y daré esta tierra a tu descendencia después de ti por heredad perpetua.

Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes que viniese a ti a la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y Simeón, serán míos. (Y ahora los adopta como hijos suyos a Manasés y a Efraín; por lo tanto, tiene que bendecirlos a ellos porque ya ha dicho que son de él, por lo tanto vendrán a ser cabezas de tribus.)

Y los que después de ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades.”

Por lo tanto, los demás hijos de José y los descendientes de ellos vendrían a pertenecer a esas dos tribus: la tribu de Efraín y la tribu de Manasés, o sea que estarían en medio de esas tribus, pero no serían cabezas de tribu.

Y ahora, en el verso 13 en adelante, de este mismo capítulo 48, dice:

Y los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda de Israel, y Manasés a su izquierda, a la derecha de Israel; y los acercó a él.”

O sea que Jacob o Israel estaba sentado en la cama, y José quedo frente a su padre Jacob con sus dos hijos, como llega una persona con sus hijos a ver a su padre que está enfermo, y él se sienta en la cama para recibirlo. Y ahí, vean ustedes, un hombre que está enfermo, ahora va a echar una bendición muy grande sobre sus nietos. Y casi siempre el abuelo quiere a sus nietos tanto que algunas veces regaña a su hijo o a su hija si los trata un poco mal, aun si hacen cosas que sus hijos habían hecho, por lo cual ese padre los había regañado, los había corregido o les había pegado, pero ahora no quiere que su hijo haga eso con los nietos.

Ahora, José coloca a su mano izquierda, la mano izquierda de José coloca a Efraín que queda frente a la mano derecha... vamos a ver... No, José coloca a su mano derecha a Efraín que queda frente a la mano izquierda de Jacob, para que su padre Jacob extienda la mano izquierda sobre la cabeza de Efraín. Pensó que iba a hacer lo que una persona que esta toda enferma o ya por morir, podía hacer estirar la mano así se podía hacer; pero no, no iba a suceder de esa forma. Y colocó a su hijo Manasés en su mano izquierda para quedara frente a la mano derecha de Jacob; y Manasés que era el mayor, Jacob colocara su mano derecha sobre la cabeza de Manasés y echara la Bendición de Primogenitura para Manasés que era el primogénito de Jacob.

Ya Jacob había pasado una experiencia, siendo que su hermano Esaú había nacido primero, pero Jacob había luchado desde el vientre de su madre por la Bendición de la Primogenitura, y siendo el menor humanamente hablando, pero el mayor ante la presencia de Dios, porque Dios había tenido en Su Mente primero a Jacob y después a Esaú.

Y ahora vean, la Escritura dice: “A Jacob amé y a Esaú aborrecí.” Por lo tanto, la descendencia de Jacob será amada de Dios y la descendencia de Esaú será aborrecida, no comprenderá el Programa divino, no estará en el Pacto divino, no comprenderá esos misterios del Pacto divino, y así por el estilo. Por eso Esaú que viene a ser luego (sus descendientes) el pueblo de Edom, de él salieron príncipes y esos príncipes vinieron a ser cabezas de tribus, pero de tribus de Edom; y de ahí es que viene a través de uno de esos príncipes, Roma; o sea que corresponde a uno de los descendientes de Esaú, Roma. Y eso lo vamos a dejar quietecito ahí; por eso donde usted encuentra las profecías que hablan de Edom, parte se cumplirán en los descendientes que están en el Medio Oriente y parte se cumplirán en Roma.

Ahora, veamos aquí, ustedes encontraran muchas profecías que hablan de Edom y de Seir, ya esas más adelante las estaremos viendo, para ver lo que estará sucediendo porque todo está aquí en la Escritura, en la Escritura todo esta profetizado. Capítulo 48, verso 13 en adelante del Génesis, dice:

Y los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda de Israel, y Manasés a su izquierda, a la derecha de Israel; y los acercó a él.

Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito. (Ahora vean, para Jacob, o sea Israel, para José y para estos jóvenes no era lo mismo la mano derecha que la mano izquierda.)

Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día,

el Angel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes... (Y ahora, dice: “El Dios en cuya presencia anduvieron mis padre Abraham, Isaac, el Dios que me mantiene desde que soy hasta hoy, el Ángel que me liberta de todo mal...” Vean, y esto por consiguiente es Dios en Su Ángel, Dios en el Ángel estuvo libertando a Jacob, cuidándolo protegiéndolo.)

el Angel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra. (O sea que es una bendición para que se multipliquen, es una bendición para que el nombre también de Abraham de Isaac y de Israel permanezca en ellos y su descendencia.)

Pero viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, le causó esto disgusto; y asió la mano de su padre, para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés.

Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.

Mas su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido; pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará multitud de naciones.”

Y ahora, por cuanto Manasés representa a los judíos, a los hebreos, vean, vendrá a ser un pueblo, él vendrá a ser un pueblo: El pueblo de Israel...

... pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará multitud de naciones.”

O sea, que la Bendición de la Primogenitura dada a Efraín, esa parte grande de la Bendición de la Primogenitura es para formar multitud de naciones; y por cuanto él es la cabeza de las diez tribus del norte, vean ustedes, ahora encontramos que las tribus perdidas de Israel estarán esparcidas por el mundo entero, y va a ser formada una multitud de naciones, y sobre todo Efraín que tendrá la Bendición de la Primogenitura; y para donde quiera que se muevan esas tribus (las diez tribus), ahí estará también la tribu de Efraín.

Por lo tanto, las tribus no están perdidas como piensan que están perdidas; Dios las colocó entre los gentiles para multiplicarse la tribu de Efraín y también multiplicarse cada una de esas tribus (diez tribus del Norte), multiplicarse entre los gentiles.

Y ahora en medio del Cristianismo encontramos las tribus perdidas del reino del Norte, o sea que en medio del Cristianismo estarán en su mayoría. Por eso es que tiene para el recogimiento de esas tribus, la promesa de una Gran Voz de Trompeta o Grande Trompeta en Isaías 27, verso 13. Lo mismo que nos habla San Pablo en Primera de Corintios en el capítulo 15, verso 49 al 58 que nos habla de una Final Trompeta, nos dice:

... porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.”

Es la misma Trompeta, es la Trompeta de las Fiesta de las Trompetas, correspondientes a la Fiesta de las Trompetas, el llamado final de Dios; el cual escucha primero el grupo de escogidos de Dios correspondientes a la Iglesia del Señor Jesucristo, y luego lo escuchan esas tribus perdidas en medio de los gentiles para su regreso a la tierra prometida, y también escucharán esa Voz el resto de los descendientes de Israel.

Esa fiesta de las Trompetas en donde se toca esa Trompeta estará hablando el juicio divino que ha de venir sobre la raza humana en el tiempo final; y estará mostrando quiénes vivirán y quiénes morirán, tanto para naciones como para individuos.

Con ese Mensaje de la Gran voz de Trompeta serán llamados y juntados todos los escogidos de Dios, primero los pertenecientes a la Iglesia de Jesucristo como escogidos que serán transformados en el Día Postrero y los que han de resucitar en cuerpos glorificados, ellos también escucharán esa Trompeta aunque estén en el Paraíso, porque ellos desde allá pueden ver y escuchar lo que pasa en medio de la Iglesia de Jesucristo.

Y ahora, hay una bendición muy grande entre los gentiles. ¿Qué bendición es? La Bendición de la Primogenitura. Y en donde esté la descendencia de Efraín, ahí estará la Bendición de la Primogenitura; y esa bendición la necesita Israel, los judíos, para poder ser restaurados al Reino de Dios, y por consiguiente al Reino de David.

Por lo tanto, para este tiempo final todo esto se va a dar a conocer, van a aparecer las tribus perdidas va a aparecer la tribu con la Bendición de la Primogenitura, y va a surgir una restauración al Reino de David; el pueblo hebreo será restaurado al Reino de David que es el Reino de Dios; y entonces tendrá paz Israel, felicidad, prosperidad, tranquilidad, amor; y también las demás naciones que formarán parte de ese Reino de David que será el Reino del Mesías.

Por lo tanto, en la bendición dada por Jacob a sus hijos está marcado el futuro de la descendencia de Jacob. Por lo tanto, las cosas que estarán pasando en este tiempo como las que pasaron en otros tiempos, ya fueron habladas y lo que ha sucedido con Israel es que las profecías bíblicas han estado cumpliéndose en él; y por consiguiente, las correspondientes a este tiempo también se están cumpliendo.

Y está dicho que para este tiempo final, para este tiempo final dice que Dios va a traer a todos los enemigos de Israel... Vamos a ver cómo lo dice, capítulo 12, verso 6 [Zacarías] en adelante, dice:

En aquel día pondré a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos alrededor; y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar, en Jerusalén.”

Ahora, miren lo que será el futuro de los pueblos que estarán alrededor de Israel; el futuro para ellos es triste en ciertos momentos, pero luego cuando comience el Reino del Mesías será glorioso no solamente el futuro de Israel sino el futuro de todos los demás pueblos que estarán unidos a Israel. Por lo tanto, para ese tiempo Egipto y Siria serán bendecidos en ese Reino Milenial del Mesías, será un tiempo tan grande y glorioso en donde la bendición cubrirá el planeta Tierra.

La Escritura dice que Israel será tercero con Egipto y con Siria; o sea que habrá un tiempo glorioso. Esto será en el Reino del Mesías; pero antes de eso habrá problemas, hay grandes problemas en la actualidad y continuarán; y si lo que está sucediendo en estos días es esta profecía cumpliéndose, pues entonces estamos muy cerca de la conversión a Dios de ciento cuarenta y cuatro mil judíos, y de que el pueblo de Dios, el pueblo de Israel despierte a la realidad del tiempo en que estamos viviendo. Vean, también en el capitulo 14 , verso 1 al 3, dice:

He aquí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos. (O sea, el Día del Señor que corresponde al milenio séptimo de Adán hacia acá, conforme al calendario gregoriano, y que está representado en el día sábado; y en ese tiempo vendrá la gran tribulación que corresponde al Día ardiente como un horno. Dice:)

Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.

Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla.”

Ahora, hay profecías que se han cumplido temporalmente, pero el cumplimiento pleno corresponde a este tiempo final; o sea, cumplimiento a corto alcance, pero el cumplimiento a largo alcance corresponde a este tiempo final.

Y ahora, en las bendiciones echadas por Dios a través de Jacob sobre sus hijos está toda la bendición de Dios que será manifestada para el pueblo hebreo, para Israel, incluyendo no solamente la tribu de Judá y la tribu de Benjamín sino las doce tribus, las cuales en este tiempo final van a ser restauradas a su tierra, y va a ser consolidado un Reino con las doce tribus. Y esa será la restauración de la Monarquía en medio de Israel.

Esa nación tiene una promesa divina, tiene la promesa de la venida del Mesías para restaurar el Reino de David, y por consiguiente, para establecer el Reino Mesiánico que será de bendicion para Israel y para todas las naciones; y todo eso está en las bendiciones que fueron habladas por Jacob a sus hijos. Por eso dice que:

No será quitado el cetro de Judá,

Ni el legislador de entre sus pies,

Hasta que venga Siloh.”

Por lo tanto, nos habla ahi de la venida del Mesías. Así que hasta de la Venida del Mesías profetizó ahí Jacob, hablandonos de la Primera Venida del Mesías.

JACOB BENDICIENDO A SUS HIJOS.”

La bendición de Abraham por medio de Cristo ha pasado a los gentiles, en donde estarían los descendientes de las diez tribus de Israel y también descendientes de las otras dos tribus.

Por lo tanto, las bendiciones que vendrían a los gentiles ya fueron habladas; y lo que ha estado sucediendo es la materialización de esas bendiciones, bendiciones que han estado cumpliéndose también en la Iglesia del señor Jesucristo, en donde Dios ha estado tomando un pueblo para Su Nombre de entre los gentiles, y ha estado siendo formada la Iglesia del Señor Jesucristo que es un pueblo de sacerdotes, reyes y jueces.

Vean, la bendición que había sido dada allá en el Éxodo de que sería un pueblo de sacerdotes, un reino de sacerdotes, ahora vean, el reino pasó a la Iglesia del Señor Jesucristo.

“No temáis manada pequeña, ¿por qué? Porque al Padre le ha placido daros el Reino.” Los miembros de la Iglesia de Jesucristo nacidos de nuevo, son las personas más importantes con el nivel más alto de jerarquía en el Programa divino; son los reyes, sacerdotes y jueces del Orden celestial de Melquisedec, del Templo celestial, de la Jerusalén Celestial; por eso el nombre de cada una de esas personas está escrito en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, está escrito en la Ciudad celestial, porque cuando nace de nuevo la persona nacel del Cielo, porque el nuevo nacimiento es del Cielo, y por consiguiente, nace de la nueva Jerusalen de la Ciudad celestial.

Así cuando una persona nace le colocan el lugar en donde nació, y la ciudad a la cual pertenece ese lugar; y el nuevo nacimiento por cuanto es del Cielo, cada creyente en Cristo nacido de nuevo ha nacido del Cielo ha nacido en la Nueva Jerusalén que es eterna, y por consiguiente ha nacido a la vida eterna. Ahí está el nombre escrito en el Libro de la Vida del Cordero, cuando nace, así como los padres en su mayoría cuando engendran un bebé, el padre y la madre buscan un nombre para colocarle a ese niño; otras veces antes de tener, antes aun de casarse algunos ya tienen nombre para cuando tengan hijos. Y Dios desde antes de la fundación del mundo ha tenido los nombres de todos los hijos que tendría, por lo tanto, Él los coloco en el Libro de la Vida del Cordero y esos son los que son llamados y redimidos a través de las diferentes etapas de la Iglesia del Señor Jesucristo. Esos son los que forman la Iglesia del Señor Jesucristo, esos son los reyes, sacerdotes y jueces, según el orden de Melquisedec, los que reinarán con Cristo por el milenio y por toda la eternidad, los que tendrán la posición más importante en el Reino del Mesías. Por eso es una bendición y privilegio grande pertenecer a la Iglesia del Señor Jesucristo. Dice Cristo: “No me escogiste vosotros a mi yo os escogía a vosotros.”

Por eso son llamados los escogidos de Dios, todas esas personas que forman la Iglesia del Señor Jesucristo, sobre los cuales vienen todas esas bendiciones de la Primogenitura que fue hablada por Abraham, por Isaac, por Jacob, y así por el estilo.

Estamos viviendo en el tiempo más glorioso de todos los tiempos. Aquí tenemos una promesa también en el Salmo 80, dice:

Oh Pastor de Israel, escucha;

Tú que pastoreas como a ovejas a José,

(Y vean, cómo dice aquí el salmista, nos muestra que Dios pastorea a José como ovejas, a esa tribu de José.)

Que estás entre querubines, resplandece.

Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés.”

Efraín hijo de José, Manasés hijo de José y Benjamín hijo de Jacob, y hermano por parte de padre y de madre de José.

Ahora, vean delante de quién va a despertar Su poder Dios, según la petición hecha aquí. Estos también son los que forman las tres tribus del Oeste, que estaban a la parte Oeste del tabernáculo que construyó Moisés; eran los que estaban en la parte correspondiente al Oeste del lugar santisimo.

Y ahora:

Despierta tu poder delante de Efraín (y Efraín representa la Iglesia ¿Delante de quién más?) Benjamín (Benjamín representa los ciento cuarenta y cuatro mil) y de Manasés (Manasés representa a Israel. Miren delante de quién pide el Salmista aquí que Dios manifieste, despierte Su poder. Aquí hay una revelación. Dice:)

Y ven a salvarnos.

Oh Dios, restáuranos;

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.”

O sea, que se pide aquí una restauración, una restauración a lo que eran en el tiempo de David y de Salomón: Un Reino unificado con doce tribus.

Y Ahora, para eso tiene que resplandecer Dios delante de Efraín, de Benjamín y de Manases, lo cual corresponde a la Tercera Etapa, de la cual habló el Reverendo William Branham que ha de ser manifestada para este tiempo final.

Por lo tanto, ahí podemos ver que ya todo está profetizado y lo que va a estar sucediendo es el cumplimiento de lo que está en las profecías bíblicas correspondientes a este tiempo final.

Estamos en el tiempo más glorioso de todos los tiempos. Antes pensábamos: “¿Cómo es que vamos a poder llegar a Israel para hablar?” Pero ahora pensamos: “¿Cómo es que podremos separarnos de ellos?” Porque es difícil separarnos de ellos; ya hay unos lasos de amor y amistad, los cuales van a permanecer. Y más necesitan ellos de nosotros, que lo que nosotros necesitamos de ellos. No es que nosotros vamos a querer irnos allá; más bien va a llegar un tiempo que ellos van a querer que nos vayamos allá, que nos van a rogar. Porque por acá nosotros estamos bien, no se oyen disparos, no se oyen tiros, no se oyen... La América Latina es un territorio que aun con todos los problemas que tiene, es un territorio de paz, de amor, de compañerismo; es un territorio que tiene todo lo que se necesita: Tiene agua, tiene oxígeno suficiente, tiene petróleo también, tiene la agricultura, alimento en toda la América Latina, o sea que tiene de todo, tiene para abastecer a todo Europa y a muchos otros lugares.

Así que la América Latina y el Caribe tienen todo lo que se necesita, aun para ser una nación unificada, y ser ya sea en un reino o una nación con un presidente; tiene todo. Para un reino tiene aun la bendición de Dios, porque la Bendición de la Primogenitura está ligada a la América Latina y al Caribe; lo correspondiente a la tribu de José, sobre todo lo correspondiente a Benjamín tiene que ver con la América Latina y el Caribe.

También se dice que la tribu de Manasés corresponde ahí a Norteamérica, a ciertas personas que se identifican con esa tribu. Pero la Bendición más grande corresponde a Efraín, y esa es la que Dios ha escondido de la vista de los seres humanos como Él sabe hacerlo; pero esa Bendición donde esté y quien la tenga, el pueblo que la tenga, tendrá eventos en su historia que serán inexplicables, porque la Mano de Dios estará ahí para extender la Bendición del Cielo.

Israel... el tema es: “JACOB BENDICIENDO A SUS HIJOS.”

Hemos visto que esa Bendición que fue echada allá todavía es tan buena como lo fue en aquel tiempo; no ha sido eliminada sino que se ha extendido, ha pasado hacia los gentiles porque ahí están los descendientes de las tribus del Norte, como también hay de las otras tribus: De la tribu de Judá y de la tribu de Benjamín.

JACOB BENDICIENDO A SUS HIJOS.”

Vean, una costumbre muy importante es esa entre los hebreos, entre los judíos y también esa costumbre la vemos entre los latinoamericanos y caribeños, en donde también los niños cuando se van para la escuela le dicen: “Bendición papi,” y “bendición mami.” Y los padres le dicen: “Que Dios te bendiga hijo (o hija.)” O sea, que hay ahí una señal muy hermosa de que esa forma continúa: los padres bendiciendo a sus hijos, aunque entre los latinos no los bendicen cuando va a morir la persona sino que todo el tiempo están bendiciendo a sus hijos; y aun muchos cuando van a morir también bendicen a sus hijos; y aun más a los puertorriqueños les llaman: “Los benditos,” también. Debe ser que han visto alguna bendición o porque dicen: “¡Ay bendito!” Pero hay una bendición de parte de Dios en Puerto Rico y para los puertorriqueños y para los latinoamericanos y caribeños porque por toda la América Latina y el Caribe se han extendido la descendencia de l os hijos de Israel. Y por consiguiente, así como cuando se mudan para un sitio las personas se llevan todo lo que tienen, la bendición que fue echada allá se la han llevado para los territorios a os cuales han ido, y por eso encontramos que los territorios donde han estado los judíos en el tiempo que han estado, han prosperado esos territorios. Cuando se han ido o los han echado fuera, esos territorios esos países han perdido esas bendición.

JACOB BENDICIENDO A SUS HIJOS.”

Bendiciéndolos en el Nombre del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; pidiendo que el Ángel del Pacto los bendiga.

Y ahora, que Dios nos continúe bendiciendo a todos y nos llene del conocimiento de todo Su Programa, y nos use también grandemente en Su Obra. Ya estaré viajando en estos días, tenemos mucho trabajo; vamos a estar por la República Mexicana también donde hay mucho trabajo, y también durante el año tenemos muchos compromisos tanto en iglesias, como en gobiernos y también en universidades, en donde esperamos que Dios nos de lo que debemos hablar para que así sean de bendición estas actividades que hemos de tener.

Oren mucho por mi y por el misionero Reverendo Miguel Bermúdez Marín, y también por el grupo de Amisrael: El Doctor Salomón Cunha y su esposa Kélita, y también oren por Erica la cual me acompaña en muchas ocasiones en estos viajes que vamos a tener; por lo menos en estos dos próximos viajes me va a estar acompañando. Cuando me acompaña pues es de grande bendición, y ella pues entiende el Programa que Dios está llevando a cabo y trabaja de todo corazón en la Obra del Señor.

Les agradezco también a los que han estado trabajando y colaborando para el pronto pago del terreno, el cual ya se dio del nuevo terreno; y también han estado colaborando para el pago mensual que se está llevando a cabo, les agradezco grandemente lo que están haciendo ustedes junto a sus congregaciones por esta obra aquí en Cayey, Puerto Rico, en donde esperamos que grandes bendiciones Dios derrame sobre esta obra que se esta llevando a cabo aquí en Cayey, Puerto Rico.

Esperamos tener un lugar grande en donde puedan reunirse más de veinte mil personas, digamos cincuenta mil personas, porque lo que está prometido es grande; y si está prometido algo grande para ser llevado a cabo hay que tener algo grande en donde se puedan reunir las personas. Y ya sea que sea en un solo lugar o sea en diferentes naciones, pues hay que tener el lugar preparado; no esperar que llegue el momento para entonces preparar un lugar, porque ya cuando eso ocurra, ya no hay tiempo para estar preparando lugar. Por eso es que aunque tenemos terreno y locales acá, se ha estado comprando ese otro lugar que ha sido una bendición para nosotros.

Aunque de momento no lo comprendamos pero más adelante lo vamos a entender, porque lo que no entendemos ahora lo vamos a entender después.

Cuando hay la oportunidad de obtener las cosas hay que obtenerlas en ese momento, porque si uno deja pasar el momento después ya no las puede obtener.

Estamos en un tiempo en que nos estamos preparando para algo grande que viene, porque “una grande lluvia suena.” Está aquí en la Escritura, y estamos esperando esa lluvia de bendición; y cada cual en su país pues desea la bendición de Dios. Y si Dios me deja a mi que yo escoja, pues yo escogería para Puerto Rico todas las bendiciones, pero por cuanto tenemos también el canal por el satélite Amazonas, entonces también se transmite para las demás naciones, y ellos con sus antenas y sus pantallas de televisión allá toman esa señal, y la ven allá las diferentes congregaciones, los diferentes auditorios; o sea que estamos en un tiempo en que lo que... las actividades que se llevan a cabo en un sitio pueden verlas los demás grupos en sus auditorios, sin tener que dar un viaje a otra nación. O sea que Dios nos ha dado en este tiempo todas las facilidades; lo que tenemos es que agarrar todas las facilidades que hay y ponerlas a funcionar en favor del pueblo de Dios.

Bueno oren mucho por mi también, pues en estos viajes, ahora en estos días las cosas están difíciles para Israel, están difíciles en todas las naciones también, las naciones que no comprenden bien lo que está sucediendo; y necesitamos la oración de ustedes para que yo hable aquello que debo hablar, para que sea de bendición, sea respaldado por Dios.

Así que Dios les continúe bendiciendo a todos y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final.

También no dejen de estar brazo a brazo con Miguel en la obra Misionera que él esta llevando a cabo en todos los países; y sin dejar de trabajar en favor de Puerto Rico para los pagos en Puerto Rico, y sin dejar de trabajar junto a Miguel Bermúdez Marín.

Tienen también la oportunidad de trabajar con Amisrael todos los que deseen junto a sus congregaciones, orando por Amisrael y sus miembros, y todos los que trabajan con Amisrael; y también colaborando económicamente todos los que así lo deseen. No es una obligación (como diríamos) sino todos los que de corazón deseen hacerlo lo pueden hacer; y que Dios les bendiga grandemente por lo que hagan por Amisrael, por la obra misionera que está realizando Miguel Bermúdez Marín y por la labor aquí en Cayey, Puerto Rico.

Los galardones más grandes que Cristo ha de repartir, mi deseo es que sean para los hijos e hijas de Dios de la Edad de la Piedra Angular; o sea, para ustedes y para mi, y para los que están en otras naciones también trabajando en la Obra del Señor. Y los galardones conforme a lo que esta dicho es: “He aquí vengo y conmigo mi galardón, para recompensar a cada uno según sea ¿qué? Su obra.” O sea, que trabajando es que se pueden obtener grandes galardones.

Por lo tanto, cuando yo digo que deseo los más grandes galardones para todos los ministros y todos los hijos e hijas de Dios de nuestro tiempo, les muestro cómo trabajar, porque trabajando es que se obtendrán los galardones. Es como el salario que una persona recibe, trabaja y después recibe el salario; y el obrero es digno de su salario. Y también nos habla que el labrador siembra y después con paciencia espera el fruto de su trabajo.

Nosotros trabajamos y luego el galardón Cristo lo dará cuando llegue el momento; mientras tanto tenemos tiempo para trabajar, y Cristo después se encargará de los galardones para todos aquellos que de corazón sincero han trabajado en la Obra del Señor. No trabajando porque queremos recibir un galardón sino trabajando porque amamos a Cristo, amamos Su Obra y queremos que Su Obra eche hacia adelante; pero automáticamente ya sabemos que vamos a recibir una recompensa, un galardón. Estamos como obreros en Su Iglesia, y por consiguiente, Él se encargará de pagar a cada uno según sea su obra.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos y les use grandemente en Su Obra; y grande sea vuestro galardón en el Reino de Jesucristo. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Bueno, muchas gracias por vuestra amable atención; y con nosotros nuevamente el Reverendo José Benjamín Pérez para continuar.

Y allá Miguel si todavía está en la línea y los ministros allá reunidos, que Dios te bendiga Miguel y a todos ustedes ministros que están en Venezuela reunidos en esta tarde; y en Colombia los que están en Colombia, y en las demás naciones: Que Dios les bendiga grandemente a todos.

JACOB BENDICIENDO A SUS HIJOS.”