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Si alguno me sirve, sígame 2013-06-29 1 Ciudad de Guatemala Guatemala GT 00:00:00 false true

Muy buenas tardes, ministros, compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo nuestro Salvador. Es una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Hemos estado en estos días también con actividades de la Embajada de Activistas por la Paz en la Cancillería de Guatemala, República de Guatemala, y también en una cena con la comunidad judía en el Hotel Intercontinental; eso fue el jueves 27: en la mañana fue en la Cancillería y en la noche fue la cena con la comunidad judía.

Y luego, ayer viernes 28, estuvimos acompañándoles en la sinagoga en la actividad de Shabat, comienzo del Shabat, que comienza siempre viernes después de la caída del sol, en la noche pues tienen esa actividad, estuvimos también con ellos compartiendo.

Y ya en la actividad de hoy en la tarde de la Embajada de Activistas por la Paz con ustedes, tendremos una porción de lo que fue la actividad en la Cancillería; y luego el domingo próximo ya se les pasa más ampliamente; por ahora solamente unos aperitivos nada más para los que estén, ya a la próxima actividad, a las 2:00 ó 2:30 de la tarde; y después habrá otra después de esa actividad (una tercera actividad), de la cual ya Miguel les anunciará en la próxima actividad.

Han sido un éxito las actividades que ya se han tenido (tres actividades): la Cancillería, la cena en el Hotel con la comunidad judía, y la visita a la sinagoga judía askenazi; y todo ha sido en amor divino.

Sabemos quién es Israel y sabemos que como nación es el hijo primogénito de Dios; y por consiguiente, le corresponde que el Reino y el Trono, el Trono y el Reino del Mesías sea con Israel, en el territorio de Israel; y desde ahí saldrá la paz, desde el trono del Mesías, desde Jerusalén, saldrá la paz para todas las naciones, porque Él es el Príncipe de paz, el Hijo de David, heredero al Trono de David, y por consiguiente al reino de David.

El mismo Cristo, hablando de Su Reino, dijo: “Vosotros que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos, y juzgaréis a las doce tribus de Israel.” Y en esa forma en que fue con los apóstoles, y en la misma forma en que fue también con los patriarcas… porque son veinticuatro ancianos que aparecen sentados en veinticuatro tronos: doce tronos para los doce patriarcas y doce tronos para los doce apóstoles. Uno perdió el trono, Judas Iscariote, y otro lo heredó; porque la bendición nunca se pierde, la pierde la persona, pero pasa a otra persona, por eso dice: “No dejes que otro tome tu corona.”

O sea, que la bendición que Dios le ha dado a usted, usted la tiene que cuidar: que permanezca con usted; porque si la pierde, la pierde usted, pierde la bendición, pero esa bendición pasa a otra persona que la ame, como fue con Jacob y Esaú.

Esaú no amó la bendición de la primogenitura, pero Jacob la amaba; y la obtuvo, y nadie se la puede quitar. Y fue confirmada por el Ángel cuando lo bendijo cambiándole su nombre, en Génesis, capítulo 32, versos 24 al 32; vio a Dios cara a cara. Lo cual se repetirá en este tiempo final, que será la experiencia de Israel bajo el cumplimiento de la Venida del Espíritu Santo en los ministerios de Moisés y Elías, y en donde se revelará el Mesías a Israel en el tiempo correspondiente, y lo verán en medio de la Iglesia primeramente.

Será una experiencia como la que tuvo Jacob allá con el Ángel, cuando se encontró con Él y recibió un cambio de nombre; ahí en el cambio de nombre estaba toda la bendición para Jacob.

Porque el nombre siempre influye en la vida de la persona, y sobre todo, en la vida de los mensajeros de Dios, los profetas de Dios, los patriarcas, y así por el estilo; por eso el nombre es muy importante.

Por eso los padres siempre, cuando se casan y piensan tener niños, una de las primeras cosas que deben conseguir es un libro de nombres con el significado de los nombres; porque usted le va a colocar un nombre, ustedes como padres le van a colocar un nombre a sus hijos, el padre y la madre, que va a influir en la vida de ellos, que traerá bendición o le traerá muchos problemas.

Ahora, leemos en San Juan, capítulo 12, versos 23 en adelante, 23 al 26, dice:

“Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.

De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.

El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.

Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.”

“Si alguno me sirve, sígame,” dice Jesucristo.

“SI ALGUNO ME SIRVE, SÍGAME,” son palabras de Cristo; porque si alguno sirve a Cristo, tiene que seguir a Cristo, tiene que seguir a Aquel al cual le está sirviendo.

Es importante conocer a Dios, creer en Dios, servir a Dios, siguiéndole de acuerdo a Su Palabra, de acuerdo a Su Palabra correspondiente al tiempo que le toca vivir, de acuerdo a la dispensación y el Mensaje correspondiente a esa dispensación; y de acuerdo a la edad y Mensaje para esa edad y mensajero para esa edad, en el cual está Cristo en Espíritu Santo en cada etapa de la Iglesia del Señor Jesucristo.

De edad en edad viene el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo, al mensajero, y a través de ese mensajero comienza a revelarle a ese mensajero Su Palabra. Ese mensajero ungido por el Espíritu Santo… en palabras más claras: el Espíritu Santo a través de ese hombre comienza a hablar esa Palabra semilla o simiente, para la creación de los hijos e hijas de Dios que nacerán en esa edad, en la Iglesia del Señor Jesucristo, en ese Cuerpo Místico de creyentes; para así, por consiguiente, entrar al Reino de Dios, que está en forma espiritual, en la forma de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y no se entra a ese Cuerpo Místico de creyentes excepto por el nuevo nacimiento. “El que no nazca del Agua y del Espíritu no puede entrar al Reino de Dios,” dice Cristo a Nicodemo en el capítulo 3, versos 1 al 6 [San Juan].No puede ver el Reino de Dios, dice Cristo, el que no nazca de nuevo, no puede ver el Reino de Dios, no lo puede entender.

Así como no puede ver el reino terrenal en que vivimos, el que no nazca en esta Tierra, el que no nazca a través de sus padres o en la forma que científicamente ya lo están haciendo; el que no nazca, no puede ver este reino terrenal.

Y el que no nazca de nuevo, del Agua y del Espíritu, no puede ver el Reino espiritual, el Reino de Dios, al cual y en el cual nacen los hijos e hijas de Dios; los cuales han nacido en esta Tierra por medio de sus padres terrenales, pero ese nacimiento no fue a y para vida eterna; fue para una vida temporal, que es buena, que tiene mucha importancia delante de Dios, porque es para que, estando aquí en esta Tierra en esta vida temporal, escuchemos la predicación del Evangelio de Cristo y nazca la fe de Cristo en nuestra alma, porque la fe viene por el oír la Palabra de Dios, el Evangelio de Cristo, para la etapa que le toca vivir a cada persona.

Y nace la fe de Cristo en su alma, cree; y eso no tiene explicación, cómo es que surge todo eso; pero la explicación es que la fe viene por el oír la Palabra, la Palabra de Dios, para el tiempo en que la persona está viviendo.

Es una Obra del Espíritu Santo hablando en el tiempo que a la persona le toca vivir, y llegando esa Palabra al alma de la persona, que es la parte más importante de la persona; pasa por el oído: “El que oye mi Palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas pasó de muerte a vida.” ¿Dónde está eso? Juan 5:24. Ahí nos dice Cristo que pasa de muerte a vida el que oye la Palabra, porque nace la fe de Cristo en su alma, cree, y lo recibe como Salvador, es bautizado en agua en Su Nombre, y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y produce el nuevo nacimiento de esa persona.

Así es de edad en edad, y así es como nacen en el Reino de Dios a Vida eterna, y así es como vienen a ser ciudadanos celestiales: “Porque vuestra ciudadanía no está en la Tierra, nuestra ciudadanía (dice San Pablo) está en los Cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea conforme al cuerpo de Su gloria (para que sea un cuerpo glorificado, el que Él ha prometido para los creyentes en Él), el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra para que sea semejante al cuerpo de la gloria Suya, con el poder con el cual puede también sujetar a Sí mismo todas las cosas.” ¿Dónde está esa cita bíblica? Filipenses, capítulo 3, verso 20 al 21.

Vean, San Pablo está hablando las mismas cosas que Jesús habló acerca de resurrección en cuerpos glorificados, de transformación para los vivos, y así por el estilo, es una promesa divina para los creyentes en Cristo. Si muere la persona físicamente, no importa, va al Paraíso a vivir en cuerpo angelical, y luego regresará para tomar el cuerpo físico y glorificado que Cristo le dará en Su segunda Venida, y a los que estén vivos los transformará.

Yo deseo estar vivo en ese momento para mi transformación, para lo cual tenemos que tener fe para ser transformados y raptados, la cual vendrá por medio de la Palabra revelada para el Día Postrero. Y eso será la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final sonando, llamando y juntando a todos los escogidos del Día Postrero, y preparándolos para la transformación.

Es la trompeta de Isaías, capítulo 27, verso 13: “Porque se tocará con gran trompeta,” dice ahí Isaías. Esa es la gran trompeta de Levítico, capítulo 23, versos 24 al 25, que corresponde a la Fiesta de las Trompetas, que corresponde al día de año nuevo judío.

Ya cuatro fiestas han sido cumplidas de las siete fiestas, y falta la Fiesta de las Trompetas (que es la fiesta de año nuevo), también falta la Fiesta de la Expiación… La fiesta de año nuevo es la del día primero del mes séptimo de cada año del calendario judío religioso; y la Fiesta de la Expiación, que corresponde al día diez del mes séptimo de cada año del calendario judío; y la Fiesta de los Tabernáculos. Esas tres fiestas son las que corresponden a este tiempo final. Las anteriores, Cristo las cumplió en Su Primera Venida; las otras serán cumplidas en la Segunda Venida de Cristo.

Así que, vamos a ver identificado a Cristo en Su Segunda Venida con esas fiestas restantes, así como lo vimos identificado con las fiestas anteriores, las fiestas que aparecen en Levítico, capítulo 23, de ahí en adelante, del verso 1 en adelante, tenemos todas esas fiestas; y ya sabemos entonces de qué Cristo va a estar trabajando, hablándonos y cumpliendo en este tiempo final.

El hermano William toma un momento para espantar una mosca Editor

Si una sola mosca molesta tanto, ¡cómo sería en Egipto! Y si vuelven a repetirse esas plagas… así que, vamos a dejar eso quietecito ahora. Cuando hablemos acerca de los Dos Olivos, entonces hablaremos acerca de esas plagas que han de venir.

Es importante conocer cuáles son las promesas divinas para este tiempo final; porque si las personas no saben cuáles son las promesas divinas que Cristo va a cumplir en este tiempo final, estarían sin entendimiento, y estarían rechazando el cumplimiento de lo que Dios ha prometido para nuestro tiempo, como sucedió en otros tiempos cuando Dios cumplió Su promesa para edades y dispensaciones pasadas.

Hay que servir a Dios en la dispensación y edad que le corresponde a la persona, en el tiempo que le ha tocado vivir. En cada edad y en cada dispensación es que encontramos, en la Dispensación de la Gracia en cada edad, que Dios por creación divina por medio de Su Espíritu, viene a Su Iglesia, que es Su segunda Eva, y Cristo es el segundo Adán; y por esa relación espiritual Él se reproduce en hijos e hijas de Dios en esa edad.

Ese ciclo… recuerden que la Iglesia está representada en una mujer, porque mujeres representan iglesias y también naciones y organizaciones; y la Iglesia del Señor Jesucristo, San Pablo dice que es una virgen pura para Cristo.

Por lo tanto, así como una mujer en todos los días del mes no puede tener hijos, no puede concebir, tiene que ser en el tiempo exacto del ciclo que está fértil para concebir. Así es la Iglesia del Señor Jesucristo; cuando llega ese ciclo, entonces baja el Espíritu Santo, trae al mensajero al cual ya lo coloca en la Tierra, nace en la Tierra, y ya comienza Dios a moverse; y luego que le da o comienza el ministerio ya pre-ordenado por Dios… Un mensajero para una edad o una dispensación no se hace mensajero: ya es mensajero desde antes de la fundación del mundo en el Programa Divino. Como los escogidos de cada edad: ya desde antes de la fundación del mundo están en el Programa Divino; por eso son los elegidos, los escogidos, los predestinados.

Y cuando llega ese ciclo, entonces Cristo en Espíritu Santo se manifiesta en el mensajero correspondiente a ese tiempo; y ahí en esa relación espiritual y ese despertamiento, ese avivamiento, esa manifestación de amor divino de Cristo hacia Su Iglesia y de Su Iglesia hacia Cristo, concibe —por esa Palabra— hijos e hijas de Dios; por medio del Espíritu Santo hablando esa Palabra. Es por creación divina, es una Obra divina.

Por eso son trasladados de las tinieblas al Reino de Su amado Hijo. Así como nacieron en el reino de las tinieblas al nacer físicamente por los padres terrenales, nacen por medio del Espíritu Santo en el Reino de Cristo, son trasladados a ese Reino divino, con vida eterna.

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.” (San Juan, capítulo 10, versos 27 al 30).

Y dice: “El Padre y yo, una cosa somos.” Es así como usted, que es alma, espíritu y cuerpo, no son tres personas, es una sola persona. El cuerpo es la casa terrenal, un templo humano; como Cristo dijo: “Destruyan este templo y en tres días yo lo levantaré.” Pensaron que era del templo de piedras que estaba hablando; pero Él siendo la Piedra del Ángulo, estaba hablando de Su cuerpo, que era el Templo donde moraba Dios en toda Su plenitud.

Y luego, así como tenemos espíritu (un cuerpo de otra dimensión), el cuerpo de otra dimensión de Dios es el Ángel del Pacto, que es el cuerpo angelical de Dios o cuerpo angelical de Cristo, el Ángel del Pacto. Y: Dios, que equivale en el ser humano al alma de la persona.

Por lo tanto, Dios teniendo dos cuerpos: el cuerpo angelical y el cuerpo físico, no lo hace tres personas. Una sola persona, con Su cuerpo angelical, que es la imagen del Dios viviente, Cristo en Espíritu Santo, Cristo el Ángel del Pacto…

Por eso los que vieron al Ángel del Pacto decían: “Hemos de morir, porque hemos visto a Dios cara a cara.” Génesis, capítulo 32, versos 24 al 32, que fue el encuentro de Jacob con el Ángel del Pacto, el cual le cambió el nombre de Jacob a Israel; y Jueces, capítulo 13, en donde Manoa y la señora Manoa vieron al Ángel del Pacto, al Ángel de Dios, y Manoa le dijo: “Hemos de morir, porque hemos visto a Dios cara a cara,” y su esposa le dice: “No hemos de morir; porque si fuéramos a morir, no nos diría que vamos a tener un hijo.” El hijo fue Sansón, fue el hombre más fuerte; pero no era fuerte de sí mismo sino que era cuando el Espíritu de Dios venía sobre él, por lo tanto era el poder de Dios, la fuerza de Dios manifestada a través de Sansón.

Lo mismo pasaba con David, cuando venía el Espíritu de Dios sobre David no había ni lobo, ni león, ni oso, que pudiera contra David. Ni Goliat tampoco pudo; solamente con una piedrita lo derrotó. Ahora, si en aquel tiempo pudieran haber medido la velocidad con que iba esa piedra, de seguro iba más rápida que una bala de un rifle, del rifle más potente que hayan construido; dio en el lugar que tenía que dar, fue dirigida por Dios.

Así que David creía en el poder de Dios, porque él decía: “El Dios que me dio la victoria contra el oso y el león, me la dará contra este incircunciso.” O sea, que él creía en lo que iba a hacer, y él sabía que él era enviado para ese trabajo. Él había sido ungido por rey, ya el Espíritu de Dios se manifestaba sobre él, y ya él sabía que tenía que pasar por diferentes etapas para llegar al trono; y por lo tanto, tenía que luchar, pasar diferentes etapas que lo llevaran hasta el lugar correspondiente a la unción con la cual Dios lo había ungido como rey sobre Israel.

Ya él sabía, él nació rey. Ese era el rey que Dios tenía en Su mente dar a Israel; no era Saúl, era David, pero el pueblo quiso adelantarse y con adelantarse no se logra nada bueno. El que se adelanta solamente puede obtener cosas en la permisiva voluntad de Dios; y en la permisiva voluntad de Dios hay muchos problemas.

Y ahora, Cristo, el cual fue reflejado en los hombres de Dios desde Adán: en el primer Adán se reflejó el segundo Adán, en la primera Eva se reflejó la segunda Eva, que es la Iglesia del Señor Jesucristo; y así por el estilo encontramos en el Antiguo Testamento el reflejo de lo que sucedería en el Nuevo Testamento y las personas que serían parte del Nuevo Testamento.

¿Y qué significa eso? Que usted está reflejado en personajes del Antiguo Testamento. ¿Y cómo puede ser posible eso? Bueno, los creyentes están reflejados en los creyentes del pasado; y los incrédulos, pues, en los incrédulos del pasado.

Cada persona encontrará el personaje al cual más se ajusta usted, con lo que hace, lo que cree y lo que piensa. El problema es que los que son identificados o cumplen las cosas de los incrédulos, nunca quieren reconocerse que están reflejados en esos incrédulos. Pero el creyente sabe quiénes son los personajes que lo representan a él; y algunas veces un personaje del Antiguo Testamento puede representar no solamente a una persona sino a muchas personas; muchas personas pueden estar reflejadas en una sola persona.

Y una sola persona del Nuevo Testamento puede estar reflejado en muchos personajes del Antiguo Testamento; un creyente del Nuevo Testamento, del Nuevo Pacto, pues está reflejado en todos los creyentes del Antiguo Pacto.

Así que, siempre vea en quién usted está reflejado. Por ejemplo, cuando usted dice: “Yo y mi familia servimos al Señor y queremos servir al Señor,” ¿quién dijo así en una ocasión? Uno dijo: “Yo y mi casa serviremos al Señor.” Y le dijo al pueblo: “Y ustedes miren a quién van a servir; si quieren servir a los dioses a los cuales vuestros padres servían al otro lado del río, allá en Ur de los caldeos, sirvan a ellos; pero yo y mi casa serviremos al Señor, al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, a Jehová,” como está la traducción del Nuevo Testamento en la mayor parte de las versiones; pero si lo buscan en hebreo, entonces diría: “el Señor” o “el Eterno” o así por el estilo.

Esa es la decisión más hermosa que una persona puede proclamar: “Yo y mi casa serviremos al Señor.” Vean en quién está usted reflejado, y vean, hay otros reyes también, que hablaban o hacían en esa misma forma, guiaban al pueblo a servir a Dios.

Es un privilegio grande servir a Dios y seguir a Dios en el tiempo en que a la persona le toca vivir; y servir a Dios y seguir a Dios de acuerdo a la Palabra correspondiente al tiempo, a la edad y dispensación que le toca vivir a la persona.

“Si alguno me sirve (dice Cristo), sígame.” Seguir a Cristo conforme a Su Palabra, a Su Mensaje, al Pacto correspondiente a la dispensación que a usted le toca vivir; sin mirar hacia atrás, porque si alguno pone su mano en el arado, coloca su mano en el arado y mira hacia atrás, ¿qué le pasa? No es apta para el Reino; quedó descalificada para ser parte del Reino de Dios.

“Servid a Jehová con temor,

Y alegraos con temblor.”

(Salmo 2, verso 11).

Los compañeros del profeta Daniel: Sadrac, Mesac y Abed-nego, cuando no quisieron adorar la imagen (y la sentencia era que serían echados en un horno de fuego), ellos dijeron [Daniel 3:17-18]:

“He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.

Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.”

O sea, que ellos daban su vida por lo que ellos creían, y no daban su brazo a torcer retirándose de su fe para aceptar otra forma de religión; una forma de religión pagana que era lo que tenía el rey, religión babilónica.

“…tampoco adoraremos la estatua que has levantado.”

Y la estatua era la estatua del dios… y como a Daniel le pusieron el nombre de dios, entonces vean, le pusieron una imagen de alguien que ellos conocían: su compañero; pero ellos no estaban dispuestos a adorar a ese dios representado en Daniel. Porque Daniel, el nombre que le pusieron a Daniel, ¿fue cuál? Beltsasar. O sea, algunas veces le pueden cambiar el físico o el nombre de un dios pagano, de una imagen pagana, de un dios pagano, y le ponen un nombre moderno, pero con todo y eso no le pasaron ese dios pagano con la imagen de Daniel; aunque le pusieron a Daniel el nombre de ese dios e hicieron la imagen de ese dios con el físico de Daniel; o sea, no le pasaron “gato por liebre”, como decimos nosotros.

El creyente en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob está dispuesto a dar su vida, si tiene que darla, por su fe en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, y su servicio al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; y no dejar de seguir al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Cristo dijo:

“Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará (no así con los que no sirven al Señor).”

Luego el rey, en otra ocasión, por cuanto Daniel tampoco estaba dispuesto a cambiar de su Dios al dios del rey, fue echado en el pozo o foso de los leones. Pero el rey amaba mucho a Daniel, y le debía mucho; y Daniel venía a ser el segundo en el reino. Y luego que lo echa con dolor porque le tuvieron envidia otros líderes políticos, y quisieron destruirlo políticamente y destruirlo físicamente; políticamente no pudieron, y entonces optaron por la muerte para Daniel, acusándolo falsamente o acusándolo porque oraba a otro Dios que no era el dios del rey, no era el dios de la nación, sino que oraba al Dios de Israel, al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.

Y cuando salió la noticia que todos tenían no podían orar a otro dios, entonces Daniel abrió las ventanas de su casa, de su apartamento, de su casa, las abrió y oraba abiertamente; como un testimonio de que él amaba a Dios, servía a Dios, sin importar las consecuencias que pudiera tener, aun a costa de su vida.

Luego cuando fue echado en el foso de los leones, al otro día, el rey en la mañana va muy triste, porque con los leones que los dejaban hambrientos para que cuando echaran a alguien no durara mucho tiempo; cuando al otro día por la mañana va, muy triste, y dice: Daniel, capítulo 6, verso 20, en adelante... la primera fue Daniel, capítulo 3, verso 17 al 18, que fue el horno de fuego de los amigos de Daniel: Sadrac, Mesac y Abed-nego. Ahora le toca a Daniel, y cuando va (ya lo habían echado en el foso de los leones), y ahora cuando va, dice, en la mañana el rey va:

“Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?”

Y Daniel le respondió que sí. Pero a Daniel no le importaba si lo libraba o no lo libraba; él continuaría sirviendo a Dios y orando a Dios abiertamente; sin esconderse para orar, como algunas personas lo hacen. Aunque Cristo dice que: “Cuando ores, entra en tu cámara secreta, y ahí ora a tu Padre celestial que ve en secreto, te ve en secreto y te recompensará en público.” Y esa promesa tendrá su máximo cumplimiento en un cuartito pequeño que estará, ¿dónde? En una Gran Carpa-Catedral.

Y ese cuartito pequeño, el reverendo William Branham dice que será de madera; y se verá, o es, como de unos 12 pies de ancho por 20 de largo. Eso aparentemente es grande, pero dentro de una Gran Carpa-Catedral que vio el reverendo William Branham, eso es como una cajita, él decía “una cajita.” Y normalmente en la América Latina o en algunos países, dirían “una cajita de fósforos.” Es como una “cajita de fósforos,” diríamos, comparado con una Gran Carpa-Catedral como la que él vio, en donde él estaba en la parte alta, o sea, estaba en el aire, porque él está en una visión, y ya, por consiguiente, él había terminado su tiempo.

Por eso ve también... Oye la voz que le hablaba siempre, luego ve la Luz que se va, la Columna de Fuego se va a ese cuartito pequeño, pero el Ángel todavía estaba con él hablándole; también él dice que trataba de bajar, de poner su pie a tierra, en el piso, pero no podía bajar.

Es que los que están en el Paraíso no pueden venir para acá, hasta que llegue la resurrección con Cristo; o sea, Cristo cuando los resucite, entonces es que vienen y estarán con nosotros, pero en cuerpos glorificados, que se podrán hacer visibles cuando ellos quieran o invisibles cuando ellos quieran, como Cristo ya resucitado se hacía invisible, y en otras ocasiones se hacía visible, entraba donde estaban Sus discípulos con las puertas cerradas y desaparecía después. Ellos decían: “¡Es un espíritu!” Pero Él decía: “No, ¿tienen algo de comer?” Le dan un pedazo de pescado y le dan un panal de miel, y come delante de ellos, y les dice: “El espíritu no tiene hueso y carne como ustedes ven que yo tengo.”

O sea, que ahí nos dio una descripción de lo que es un cuerpo glorificado como el que Él tiene, para que sepamos cómo va a ser el cuerpo, pero que no tendrá limitaciones de tiempo ni de lugar. No tendrá limitaciones: podrá pasarse de una dimensión a otra, podrá viajar de un sitio a otro, aparecer en otro sitio, como sucedía en los días de Jesús ya glorificado.

O sea, que nos está dando una descripción de cómo es el cuerpo que Él ha prometido para todos los creyentes en Él, y que podremos, cuando lo tengamos, viajar de un sitio a otro. ¿Qué significa eso? Él tenía… dice el libro de los Hechos y en Corintios (si me los busca, Miguel, lo que dice en Corintios, que le apareció como a quinientos, y en el libro de los Hechos, capítulo 1). Primera de Corintios 15:6, dice [verso 1]:

“Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis;

por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.

Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;

y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce.

Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez…”

O sea que no fue solamente a los doce apóstoles, sino que apareció también, ya resucitado, a más de quinientos hermanos a la vez.

“…de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen (o sea, ya murieron físicamente).

Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;

y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.

Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.

Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído”

Y ahora vamos a ver, apareció a más de quinientos a la vez. ¿Y qué significa eso? Vamos a ver: libro de los Hechos, capítulo 1, verso 1 en adelante, dice:

“En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,

hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;

a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.”

Y hablándoles, predicándoles. Algunas veces tenía doce o más, pero también hasta quinientos; apareció también (¿a quinientos o más de quinientos?) a más de quinientos. O sea, que siguió dando culto, siguieron las actividades, pero ahora con los creyentes; no dice que le apareció a los incrédulos, sino a los creyentes, y hubo uno que era medio incrédulo: Tomás.

Yo creo que nadie se quiere identificar con Tomás. Cristo le dice: “Bienaventurados los que no vieron, y creyeron.” Y los que no vieron las heridas de Cristo y creyeron, pues son los creyentes que, después de Su partida al Cielo, no pudieron ver las heridas ni nada, pero creyeron; son bienaventurados.

Pero queda para nuestra admonición, para nuestra enseñanza también, lo que Tomás pensaba y decía. Los que buscan pruebas físicas siempre tienen problemas, porque si no ven, dicen: “Si yo no veo, no creo.” Esos son incrédulos; y la persona no debe permanecer incrédula, debe permanecer basado en lo que está prometido en la Escritura; y en la Escritura, cuando es vivificada, traída a vida, traída a cumplimiento, permanecer creyendo esa Escritura en su cumplimiento también.

Luego de la resurrección, dice el reverendo William Branham, que entonces nos vamos a reunir; o sea, que seguirán las reuniones. Y la ventaja es que si no tienen que ser solamente en un solo sitio… en el cumplimiento de la Visión Carpa, si no tienen que ser solamente en ese lugar… si es en ese lugar solamente, pues se transmite por satélite, no hay problema: llega a todas las congregaciones. ¿Pero qué si llegan a haber días que no haya culto? Aunque yo creo que van a faltar días; porque serán pocos días después de la resurrección, dice el reverendo William Branham que será un corto tiempo.

¿Cuánto tiempo fue después de la resurrección de Cristo hasta que Cristo se fue? Unos cuarenta días; por lo tanto, de treinta a cuarenta días, en treinta a cuarenta días se puede hacer mucho. Y como eso principalmente es para bendición de los escogidos, pues, no habrá problemas. Pero si tienen que darse una escapadita a otro país, también pueden aparecer allá, pueden aparecer todos; o todos los otros países, entonces pueden aparecer en el lugar del cumplimiento de la promesa de la Gran Carpa-Catedral. Antes de eso, no deben moverse para decir: “Yo me quiero ir allá, o acá.” En el sitio donde esté, esté sirviendo a Cristo de todo corazón, y hasta ahí le llegará la señal de lo que se esté llevando a cabo.

Por lo tanto, adelante trabajando en el Programa Divino, sirviendo a Cristo y siguiéndolo de todo corazón. Nuestro Dios tiene grandes promesas para este tiempo final, para los que le sirven y le siguen todos los días de su vida.

Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes, y les fortalezca, les bendiga y les use grandemente en Su Reino en este tiempo final.

Dejo con ustedes al reverendo José Benjamín… o Miguel Bermúdez Marín con nosotros para continuar, y luego… es que como estamos hablando de la transformación, pues… y en la transformación todos vamos a estar jóvenes, ya uno, pues, se confunde con jóvenes.

Lo importante no es cuántos años la persona tenga en el cuerpo físico, mortal, corruptible (el que nos dieron papá y mamá), sino el que nos dará el Señor Jesucristo, que será un cuerpo eterno, inmortal, joven, glorificado, como el cuerpo glorificado que Jesucristo nuestro Salvador tiene, el cual es el modelo, el paradigma, del cuerpo glorificado que recibirá cada creyente en Cristo.

Así que, con la muestra ya sabemos la bendición tan grande que vamos a tener. Se habrá terminado el tiempo de pagar boletos por líneas aéreas; no habrá ningún avión que vuele más rápido que el cuerpo glorificado: podrá pasar de una dimensión a otra en la velocidad del pensamiento. ¿Cuánto tiempo usted tarda en pensar que está en la luna? Digamos, un segundo, como mucho. ¿Y cuánto tiempo tarda en pensar que está en Júpiter? Lo mismo. O sea, que no habrá tiempo, no estará sometido al tiempo el cuerpo glorificado.

Así que, así de rápido… Es un ejemplo. De seguro es más rápido que el pensamiento pero es un ejemplo; pero pongamos… el pensamiento en el cuerpo glorificado, que es más rápido que el pensamiento en estos cuerpos, porque algunas veces para pensar algunas cosas nos toma mucho tiempo; y en el cuerpo glorificado —como no hay tiempo, es un cuerpo eterno— eso es pensar y ya está (ya está en el sitio).

Es importante saber estas cosas para saber lo que estamos esperando, y en qué edad y dispensación están prometidas estas cosas para ser cumplidas, para qué dispensación y para qué edad serán cumplidas estas promesas. Cristo dijo: “Yo lo resucitaré (¿cuándo?) en el día postrero.” Y es importante saber que el Día Postrero es el séptimo milenio de Adán hacia acá o tercer milenio de Cristo hacia acá.

Y lo otro es saber, estar conscientes de que conforme al calendario gregoriano ya estamos en el tercer milenio de Cristo hacia acá o séptimo milenio de Adán hacia acá; esas cosas son importantes para usted saber por qué está esperando en este tiempo la resurrección de los muertos en Cristo, la Venida del Señor con los muertos en Cristo resucitándolos, y la transformación para los que están vivos.

El hermano William hace referencia al hermano Miguel Editor

Ahora con ustedes Miguel Bermúdez Marín, y que Dios les bendiga y les guarde a todos.

Y ya nos vemos dentro de algunos minutos. Miguel les va a dar un tiempito para que tomen un café, aunque sea, y después pues estaremos aquí. Y luego después de esa actividad habrá otra, y después nos iremos a cenar cada cual al sitio que sea. Y luego mañana, tempranito, ¿dónde? Salón 8 del Parque de la Industria, a las 9:00 de la mañana, y los que lleguen antes lograrán tomar mejor posición en los asientos; sí, porque el que llega primero, puede escoger, el que llega último no tiene derecho a escoger; de lo que quedó, pues ahí escoge lo más que le convenga.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando una tarde feliz llena de las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto.

Siempre Miguel se aguanta porque Miguel le gusta el postre siempre, en lo físico, y lo cual pues refleja también lo espiritual en Miguel.

Bueno, algunas veces hemos estado en mensaje tantos minutos y después en el postre hemos estado más, o una cantidad bastante extendida; pero, ya recibimos, Miguel, el almuerzo espiritual y el postre también.

Así que, ya llevamos unos minutitos. Vamos a dejar a Miguel por aquí para que ustedes en lo físico vayan y tomen algo, o coman algo, y luego nos veremos nuevamente aquí para platicar sobre lo que ya se les anunció sobre la Embajada de Activistas por la Paz. Y ahí es que vamos a tener una muestra nada más, un poquito, lo llaman un adelanto, una picadita, un poquitito de cada cosa; pero luego el domingo que viene, cuando ya se haya montado todo bien, se haya hecho la redacción que haya que hacerle, ya entonces se verá desde Puerto Rico a través del satélite para todos los países.

No estaba en el plan mostrarles algo hoy, pero yo le he pedido a Gabriela Lara, que es la Administradora General de la Embajada de Activistas por la Paz, como a mi hija Ruth Soto, que es la Gerente de Administración y Finanzas de la Embajada de Activistas por la Paz, es Ruth Soto; y ya nos concedieron que les dé un aperitivo de lo que fue la actividad de la Cancillería acá en Guatemala, del día 27, jueves 27 de este mes de junio.

Bueno, ya Miguel puede pasar acá, y nos veremos ya dentro de corto tiempo para continuar aquí con ustedes. Lo que Miguel les dé está bien, él les va a dar el mismo tiempo que él va a usar. Así que, Miguel por aquí puede ya pasar para continuar, y que Dios me los bendiga y les guarde a todos.

Dios te bendiga Miguel. Vamos a pedirle a Miguel que se acerque… Cuando Cristo vaya a dar los galardones, yo espero verlos a todos ustedes recibiendo grandes galardones y Cristo diciéndoles: “En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor.”

Y apareciendo allí lo que ustedes han hecho en el Programa Divino, pues Cristo dice: “He aquí vengo pronto y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” Y las obras nuestras tienen que ser de acuerdo a las Obras de Dios, a las que Él prometió hacer, pero las tiene que hacer ¿por medio de quién? De miembros de Su Cuerpo Místico de creyentes. Y podamos decir todos: “Yo estuve brazo a brazo en el proyecto de la construcción de la Gran Carpa-Catedral.” Eso va a aparecer allí.

Espero que todos ustedes puedan, en ese momento, dar gracias a Dios por haber estado participando activamente en el Proyecto de la Gran Carpa-Catedral.

Bueno, el proyecto… Cuando un proyecto es ya mostrado por Dios, como la construcción del tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó Salomón, cuando estaban construyendo el tabernáculo, eso era una Obra de Dios llevada a cabo por medio de Moisés y la gente de trabajo que estaban en ese proyecto trabajando, y con los que estuvieron ofrendando; dice que ofrendaron, trajeron aportaciones, a tal grado que ya había llegado al máximo y ya ni era necesario traer más.

En el tiempo del rey Salomón también: el pueblo tenía alegría, gozo de corazón, porque un proyecto divino físico estaba llevándose a cabo, fue mostrado para llevarse a cabo, y Dios les dio la oportunidad de que participaran brazo a brazo con Dios en ese proyecto.

Así también es para el proyecto de la Gran Carpa-Catedral que le mostró Dios al reverendo William Branham, el profeta precursor de la Segunda Venida de Cristo, mensajero de la séptima etapa de la Iglesia, la edad o etapa representada en la iglesia de Laodicea, la séptima iglesia de las siete iglesias de Asia Menor que representaban las siete etapas de la Iglesia.

Así que, es una bendición grande trabajar en un proyecto divino, como trabajó David; pero no vemos que trabajara David, trabajando en la construcción: todo lo que él juntó, él lo fue juntando para ese proyecto; y David deseaba hacerlo él, pero Dios le dijo: “No, tú has derramado mucha sangre; lo hará tu hijo Salomón.” Y entonces lo orientó, le dijo cómo hacer las cosas y le dijo que le dio los planos, y le dijo: “Fue por Dios, por el dedo de Dios fue ese diseño.” Fue diseñado (¿cómo es lo que dice, Miguel?)… “Fue diseñado por el dedo de Dios.” ¿Eso lo puede leer? Está en algún sitio…

El hermano Miguel lee Primera de Crónicas 28:19:

*“Todas estas cosas, dijo David, me fueron trazadas por la mano de Jehová, que me hizo entender todas las obras del diseño.*

“Por la mano,” dice. Verso 11 también creo que lo dice:

*Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio* (él le dio los planos de todo eso).*”*\]

El verso 19, 28:19:

*“Todas estas cosas, dijo David, me fueron trazadas por la mano de Jehová, que me hizo entender todas las obras del diseño.”*

Como le fue trazado a David, también a Moisés, y le fue dicho: “Hazlo conforme a como te fue mostrado en el monte.”

Ahí dejo a Miguel que continúe.

Hebreos 8:5… Eso le dejamos a Miguel que lo lea.

\[El hermano Miguel lee Hebreos 8:5:

*“…Los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.”*\]

Le fue mostrado el modelo en otra dimensión, y él lo trajo a esta dimensión diseñándolo y construyéndolo. O sea, que viene de otra dimensión. Y el reverendo William Branham, la Visión de la Carpa fue en otra dimensión, viene de otra dimensión ese proyecto.

“Las cosas que se ven, son hechas…” (Para que lo cites…)

\[Hermano Miguel: “Las cosas que se ven, son hechas de las que no se ven.”\]

Hebreos 11:3

\[Hermano Miguel: *“…de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.”*\]

¿De dónde se vio el tabernáculo que construyó Moisés? De lo que Moisés vio en otra dimensión; de lo que no se veía físicamente surgió todo y se materializó bajo el ministerio de Moisés.

¿Y de dónde salió el templo que construyo Salomón? De lo que no se veía también, pero lo vio el rey David.

¿De dónde saldrá el cumplimiento de la Visión de la Gran Carpa-Catedral? De donde no se veía, pero lo vio el reverendo William Branham, al cual le fue mostrado, y fue hablada esa Palabra: tiene que materializarse.

Y cuando digan: “¿De dónde salió esa Gran Carpa-Catedral?” ¡De lo que no se veía!

De lo que no se veía vienen las cosas de Dios. Lo que es hecho, fue hecho de lo que no se veía.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y ya dejo a Miguel por aquí con ustedes para…

\[Hermano Miguel: Hay otro versículo ahí\]

Él va a continuar, yo voy a escuchar *allá*...

\[Hermano Miguel: Se los leo para que él nos dé algo de esto (Segunda de Corintios 4:18):

*“…no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”*\]

Abraham buscaba también una ciudad, dice Pablo, ese es en el capítulo 11 también por ahí \[Capítulo 11, por ahí, de Hebreos\]… Buscaba una ciudad y era una ciudad eterna que él buscaba, pero esa ciudad estaba en otra dimensión; y estaba sobre el territorio donde él estaba. De seguro la vio en visión o en sueño, y se puso a buscarla y no la encontró. Es la ciudad de Dios, la Nueva Jerusalén, la que tiene fundamentos.

Bueno, si seguimos aquí se nos juntan las tres actividades a la vez y… quizás sea mejor porque ya no tienen… van a cenar después. Bueno, Miguel, Dios te bendiga, gracias por la oportunidad de estar con ustedes acá.

**“SI ALGUNO ME SIRVE, SÍGAME.”**