obsidian/es/conferencias/2010/01/spa-2010-01-30-1-un_entrelace_dispensacional-SANCO.md

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title: 'Un entrelace dispensacional'
date: 2010-01-30
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city: Santiago de Cali
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Muy buenas noches, ministros, compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo nuestro Salvador; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para lo cual leemos en Efesios, capítulo 1, versos 1 al 14 en donde San Pablo nos dice:

“*Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso:*

*Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.*

*Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,*

*según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,*

*en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,*

*alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,*

*en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,*

*que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,*

*dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,*

*de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.*

*En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,*

*a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.*

*En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,*

*que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.”*

Y leemos también el verso 30 del capítulo 4 de esta misma carta de Efesios, donde dice:

“*Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”*

**Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.**

“**UN ENTRELACE DISPENSACIONAL.”**

A través de la Escritura podemos ver que hay diferentes edades y diferentes dispensaciones, y por eso hay tiempo para todo el Programa Divino, porque para llevarse a cabo el programa de Dios hay un tiempo para cada parte del programa de Dios, hay una edad dentro de una dispensación, donde hay siempre un sinnúmero de edades (siete edades) en donde se cumple el programa correspondiente para esa dispensación.

Y luego, el resto del Programa Divino que falta por ser cumplido, se cumple en otra nueva dispensación que tiene que aparecer en donde habrá diferentes etapas, donde se estarán cumpliendo diferentes partes del Programa Divino para esa nueva dispensación. Y para cada dispensación como también para cada edad Dios envía Su Palabra al pueblo a través de Su Espíritu Santo, en un hombre y a través de un hombre al cual se le revela Dios, en el cual Dios coloca Su Espíritu Santo, y al cual viene la Palabra de Dios para ese tiempo.

Ese hombre es un profeta, como siempre ha sido a través de la historia bíblica, “porque no hará el Señor Jehová, sin que antes revele sus secretos a sus siervos Sus profetas.” Las cosas para ser reveladas de parte de Dios, vean ustedes, vienen por el Espíritu de Dios que es el que lo escudriña todo, aun lo escondido u oculto de Dios.

Y luego por medio del Espíritu Santo viene al mensajero de esa edad o de esa dispensación; si es un mensaje para una edad, está ese mensaje sujeto al mensaje de esa dispensación. O sea, que un mensajero de una edad, no puede establecer algo que es para otra dispensación, solamente puede colocar el tipo y figura de lo que va a ser en otra dispensación, y para eso Dios le da los tipos y figuras que tiene que utilizar.

Y ahora, encontramos que un mensajero de una edad está sujeto al mensajero de esa dispensación que vino primero que él; el mensajero de una dispensación es el que trae el mensaje para la dispensación completa, y luego los demás mensajeros de las diferentes edades o etapas de esa dispensación hablan alrededor de ese mensaje dispensacional.

Ahora, tenemos siete dispensaciones con siete mensajeros dispensacionales y siete mensajes dispensacionales, solamente siete mensajeros dispensacionales. Esos son los mensajeros, los profetas más grandes que Dios tiene en Su Programa.

Ahora, a cada mensajero dispensacional le es dado un mensaje para esa nueva dispensación que va a comenzar, y ese mensajero aparece para una nueva dispensación, pero tiene que venir de entre la dispensación que va a terminar.

No puede aparecer si no dentro de la dispensación que va a finalizar, y él entonces conocerá el mensaje de esa dispensación que va a finalizar y le es dado el mensaje para la nueva dispensación, que tiene que comenzar el Espíritu Santo por medio del mensajero de esa nueva dispensación.

Esa nueva dispensación la comienza Dios con el mensaje para esa nueva dispensación, y con el mensajero para esa nueva dispensación, y ahí viene, para que ocurra eso, un entrelace dispensacional.

Por eso los entrelaces dispensacionales son como los entrelaces de las diferentes edades en una dispensación, esos son entrelaces más pequeños, pero cuando viene un entrelace dispensacional, traerá un cambio para toda la humanidad.

Tenemos la primera dispensación, la Dispensación de la Inocencia, con su mensajero: Adán, en el cual estaba el Espíritu de Dios manifestándose y en el cual se manifestaba el Espíritu de Dios y le hablaba y le estableció el mensaje para esa dispensación.

Luego vino el segundo mensajero dispensacional para la segunda dispensación el cual fue Set, con el mensaje de la conciencia. Luego viene el tercer mensajero dispensacional con el mensaje del gobierno humano el cual fue Noé.

Siempre viene un juicio divino cuando aparece el mensajero para esa dispensación, así como cuando termina el ministerio el mensajero de una edad, luego viene un juicio divino para aquellos que no creyeron, pero para los creyentes, pues viene una bendición de Dios bajo el ministerio de ese mensajero.

Primero viene la bendición para los creyentes, y después viene el juicio o maldición para los que no creyeron, y eso está de acuerdo a las bendiciones y maldiciones que fueron habladas en el monte Gerizim, las bendiciones fueron habladas allá en la tierra de Israel, y las maldiciones también fueron habladas en el monte Ebal.

Así que podemos ver que hay bendiciones y maldiciones; por creer y mantenerse en la Palabra, pues vienen las bendiciones, por no creer, pues las personas no se mantienen en la Palabra, en el mensaje de su tiempo y entonces le vienen las maldiciones. Algunas veces hemos escuchado, no sé si ustedes, a algunos judíos que dicen: “No sabemos porqué nos ha venido todo este problema del holocausto.” Vayamos a la Palabra de Dios, porque también escuchamos que han dicho: “Solamente el Señor sabe,” claro que Dios sabe y está aquí en la Escritura.

Por lo tanto, en las bendiciones y maldiciones, los que permanecen en la Palabra de Dios, reciben las bendiciones. Los que desvían de la Palabra de Dios y dejan a Dios, y se tornan a la idolatría, entonces le vienen las maldiciones, eso fue lo que Dios dijo. Tan sencillo como eso.

Y aun el rey Salomón cuando fue a comenzar su reinado, Dios le dijo que Él lo bendeciría y confirmaría su trono, si él permanecía sirviendo a Dios; pero si se tornaba a los ídolos, a la idolatría, entonces Dios lo castigaría con vara de hombre, o sea, con sus vecinos, con naciones que con sus ejércitos vendrían a hacerle la guerra a Israel.

Y ya cuando estaba con bastante edad, dice: “ya viejo,” se tornó a la idolatría influenciado por sus mujeres que tenían diferentes religiones, porque muchas o la mayor parte de ellas eran hijas de reyes con las cuales él se había casado, y tenía una cantidad grande, por lo tanto, tenía una cantidad grande de problemas y una cantidad grande de formas de pensar esas mujeres, e influenciaron en su vida y lo arrastraron a llevar a cabo cosas en contra del Programa Divino: la construcción de templos paganos en la tierra de Israel y sobre todo en Jerusalén que era la Capital.

La adoración a los ídolos, a dioses paganos, y por consiguiente el pueblo era también influenciado, porque si veían al rey que iba a esos templos paganos con sus esposas, imagínese usted, cada vez que se iba a llevar a cabo la inauguración o dedicación de un templo de esos, allí estaba el rey; y cuando se llevaba a cabo una fiesta (de seguro tenían muchas fiestas, pero una fiesta de adoración a ese ídolo), allí tenía que estar el rey con la mujer o esposa que tenía esa religión, y el pueblo viendo fue acercándose también y trayéndole el mismo problema al pueblo.

Y por cuanto Dios trata con Israel, con el pueblo hebreo como nación, vean, los problemas que causaba el rey, las consecuencias también las pagaba el pueblo; por eso es que David en una ocasión cuando ve al Ángel de Dios destruyendo a Jerusalén, entonces él ora y le pide que no destruya a Jerusalén, sino... no fue un solo hombre el que pecó, o sea, que venga el juicio sobre él y no sobre el pueblo, pero Dios trata con el pueblo hebreo como pueblo, como nación y no como individuo.

Encontramos que luego que es hablada la sentencia de la división del reino, fue hablada a Salomón, porque Salomón se desvió de Dios, ya no agradaba a Dios, no servía a Dios como al principio ni como lo hacía el rey David, y entonces le dijo que su reino iba a ser roto, iba a ser dividido, y esa fue una mala noticia para Salomón, pero fue por causa de que Salomón se buscó ese problema para él y su descendencia y para el pueblo hebreo, pero le dijo: “Pero por amor a David no lo voy a llevar a cabo esto en tus días, sino en los días de tu hijo.”

Vean, una maldición, un problema trae a Salomón para que lo herede su hijo. Recuerden que la Escritura dice que Él juzgará a la persona hasta la cuarta generación de la persona, y el juicio, vean ustedes, algunas veces como en el caso de Salomón, no vino en el tiempo de Salomón, pero vino esa división en el tiempo de Roboam, el hijo de Salomón, y le fueron dadas diez tribus a Jeroboam; vean, se parecía el nombre, excepto que tenía “Je” primero, y ese “Je,” tiene que ver con Dios, con Jehová o *Yavé*.

Y ahora, es un descendiente de Efraín, y Dios le dice que si se mantiene cumpliendo los mandamientos divinos, Dios va a confirmar Su Reino para siempre, lo mismo que le dice a Salomón, pero por miedo de que Roboam lograra conquistar a los descendientes de las diez tribus, o las diez tribus, porque si iban a Jerusalén a adorar en alguna forma podía conquistarlas y ellas unirse de nuevo al reino de Roboam, unificarse el reino nuevamente y entonces mataban a Jeroboam que era el que había causado la división.

Pero fue Dios el que hizo esa división y él tenía que confiar en que Dios lo cuidaría, en que Dios confirmaría su trono para siempre, pero consulta a personas que no eran espirituales sino políticos y militares, y le aconsejan que establezca una nueva religión: la religión babilónica que también la tenían en Egipto, la misma religión que en el monte Sinaí quisieron un grupo de líderes del pueblo hebreo que salieron de Egipto, le pidieron a Aarón que les estableciera una nueva religión, que le estableciera la religión del becerro de oro.

Ese becerro de oro representa a Nimrod, el toro encuernado. Recuerden que le sacrificaban niños y así por el estilo, y esa religión es la que ha ido pasando de imperio a imperio, a través de los diferentes imperios: el babilónico, el medopersa, el griego y el romano. Pero no vamos a explicar mucho ahí.

Ahora, esa es la religión del anticristo, vamos a dejarlo quietecito ahí, cómo eso desemboca en el anticristo; recuerden que es... él tiene el dios de la fuerzas de la naturaleza, algo así, dios que no conocieron él y sus padres. Daniel, ¿capítulo qué es, Miguel: capítulo 9 ó capítulo 7? Por ahí de... o capítulo 8 de Daniel, no vamos a explicar mucho de eso, eso está para algún día, pero eso es algo que va a ser abierto bajo el ministerio de los dos Olivos y el ministerio del Mesías, el cual y del cual San Pablo dice: “No juzguéis nada antes de tiempo hasta (¿qué? ¿Cómo dice, Miguel?), hasta que venga el Señor el cual aclarará lo oculto de las tinieblas.”

Y ahora, aplicado lo oculto de las tinieblas, lo que está oculto, o sea, lo que está en tinieblas va a ser abierto, y lo oculto del reino de las tinieblas va a ser abierto en algún momento. Así que vamos a dejar eso quietecito, eso corresponde al tiempo en que Cristo toma el Título de Propiedad, lo abre en el Cielo y hable todos esos misterios, lo cual en tipo y figura fue llevado a cabo bajo el ministerio del séptimo ángel mensajero.

Pero él dice que cuando Cristo tome ese Título de Propiedad, ya no habrá Sangre en el propiciatorio, ya se habrá convertido en el León de la Tribu de Judá, Rey de reyes y Señor de señores; pero por cuanto el séptimo mensajero, en un profeta vean, Dios refleja lo que va a ser más adelante, pero él dice: “Así será cuando Él se levante del Trono y tome el Libro, así va a ser.” Pero dice: “Todavía está en el Trono, esto está en el futuro.”

O sea, que está poniendo el fundamento de lo que Dios va a hacer, Dios está reflejando en lo que Él está haciendo a través de ese mensajero, está reflejando lo que va a ser en una escala mayor más adelante. Y cuando lo haga en esa escala mayor, ya no habrá intercesión en el Cielo porque ya Cristo habrá terminado Su Obra de Intercesión, porque ya habrá completado Su Iglesia.

Eso está en las primeras páginas del libro de “Los Sellos...” aquí se ve más pequeño, pero es el mismo; lo que pasa es que el papel es más fino y por lo tanto es más cómodo para meterlo en el maletín, así como las Biblias también cuando usen el papel fino, entonces se ve más pequeña, pero el contenido es el mismo. La diferencia que hay con este es que este también tiene unas cuantas páginas adicionales, aquí tiene unas cinco páginas que fueron escritas, que fueron colocadas de cosas que el reverendo William Branham dijo que fueran colocadas.

Ahora, el tiempo en que ese Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos va a ser abierto, será el tiempo del Ángel que viene volando de Oeste a Este, y por lo tanto tendrá Su ministerio en el Oeste, y es el que llevará el mensaje para el Este, para Israel, tan sencillo como eso. Y a él lo acompañan siete Ángeles que son los mensajeros de las siete edades de la Iglesia.

Ahora, la explicación a eso no la vamos a dar, vamos a dejar que todo ocurra, pero cuando ustedes vean de en medio del Cristianismo, cuando ustedes vean un mensaje saliendo del Cristianismo para el Judaísmo, abran los ojos.

El reverendo William Branham quiso ir con el mensaje que recibió en el Oeste, para el Este, y le fue dicho: “No, no es el tiempo todavía,” tiene que ser conforme a la Escritura, o sea, a Apocalipsis 11; él solamente tenía el ministerio de Elías en su cuarta manifestación, pero es el ministerio de Elías en su quinta manifestación, con el ministerio de Moisés. Y él no tenía nada más que el ministerio de Elías en si cuarta manifestación, y un ministerio de edad, no dispensacional, que es una diferencia grande delante de Dios.

Ahora, en los mensajeros de las diferentes edades de una dispensación, se refleja y refleja el Espíritu Santo, lo que será el ministerio que el Espíritu Santo va a operar en el mensajero dispensacional que va a venir. Tan sencillo como eso.

Y ahora, podemos ver porqué el mensajero para una nueva dispensación tiene que venir, aparecer primero en la dispensación que va a terminar, él tiene que estar en esa dispensación y vivir como parte del pueblo de esa dispensación que va a terminar. Como el caso de Jesús, Él era un judío cumplidor de la ley de Moisés, nació bajo la Dispensación de la Ley dentro de la Dispensación de Ley, bajo el mensaje de la ley.

Así que podemos ver cómo surgen estos cambios dispensacionales y cómo aparece el mensajero de una nueva dispensación; y por eso ustedes encontrarán que en la nueva dispensación hay cosas que vienen de dispensaciones anteriores; por ejemplo, lo más importante, el Dios de la primera dispensación es el Dios de la segunda, de la tercera, de la cuarta, de la quinta, de la sexta y de la séptima también.

Ahora, la tercera dispensación, la Dispensación del Gobierno Humano, encontramos que su mensajero fue Noé. Noé, el mensajero de la Dispensación del Gobierno Humano, el cual está haciendo un entrelace ahí, el Espíritu de Dios está haciendo un entrelace con él porque la Dispensación de la Conciencia iba a terminar, y Dios va a comenzar una nueva dispensación. Sino escuchar el mensaje de un mensajero de una edad, luego cuando termina ese ciclo de esa edad, viene un juicio, Dios se lleva al mensajero y a las personas de ese tiempo, y luego viene un juicio para esa edad y para el territorio donde se cumplió esa edad, cuánto más con un mensaje dispensacional. El mensaje dispensacional es para todo el mundo, todo pueblo, nación y lengua y para todos los idiomas; y la bendición comienza en un territorio y se extiende para todos los territorios del planeta Tierra.

Y luego que termina esa dispensación, pues viene un juicio divino sobre todo el territorio que cubrió esa dispensación, y como es mundial, entonces viene un juicio para el pueblo. Por eso es que encontramos el diluvio, un juicio mundial.

Y ahora, tenemos la quinta dispensación, la Dispensación de la Ley, y su mensajero fue Moisés con el mensaje de la Ley para el pueblo, y Dios no estaba tratando con los gentiles, sino con el pueblo hebreo. Dice San Pablo en Efesios, capítulo 2 hablando de esto, versos 11 en adelante, dice:

“*Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.*

*En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.”*

Porque con el único pueblo que Dios estaba era con el pueblo hebreo, revelado al pueblo hebreo, las demás naciones lo que tenían eran diferentes religiones, diferentes dioses, pero Israel era el que tenía el conocimiento del Dios verdadero, porque Dios estaba tratando con el pueblo hebreo:

“*Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.*

*Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,*

*aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,*

*y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.*

*Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;*

*porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.*

*Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.”*

Y si somos miembros de la familia de Dios, somos hijos e hijas de Dios, y si somos hijos de Dios, somos herederos de Dios y coherederos con Cristo Señor nuestro, conforme a la Escritura.

Y ahora, pertenecer al Cuerpo Místico de Cristo, es pertenecer a la familia de Dios, o sea, a la realeza celestial:

“*Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas...”*

¿Ven? Edificados, ¿qué fundamento tienen los creyentes en Cristo? El fundamento de los apóstoles y profetas, ¿ven? Porque una nueva dispensación tiene un fundamento en lo que Dios hace para comenzar esa nueva dispensación, y también tiene fundamento en lo que hizo en otras dispensaciones, porque viene el Programa Divino encadenado, unido, uniendo una dispensación con otra y aunque hay cierta separación, no hay contradicción de una con la otra, es un Programa Divino que se va llevando a cabo, el cual Dios diseñó.

Y de acuerdo a esa dispensación que comienza, es que Dios va a tratar con los seres humanos, ya no va a tratar con el ser humano con una dispensación que ya pasó, es con la que esté vigente en el tiempo en que las personas están viviendo. Sigue diciendo:

“*Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,*

*en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;*

*en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.”*

Y ahora, Dios está construyendo un Templo con piedras vivas, con seres humanos, y ahora, es un Templo de seres humanos, o sea, una casa de morada de Dios; como individuos somos templo de Dios para el Espíritu de Dios morar en nosotros, y como miembros de la Iglesia, del Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia es un Templo espiritual compuesta por piedras vivas, seres vivos para el Espíritu de Dios morar en medio de la Iglesia. El mismo orden divino que es usado para el ser humano como templo, es el mismo orden para la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, en el Programa Divino hemos estado viendo las dispensación y cómo hay un mensajero dispensacional, un mensaje dispensacional y un pueblo donde surge esa dispensación; pero al entrelazarse una dispensación con otra, vean, el mensajero viene de una dispensación que va a pasar, que va a terminar, recibe el mensaje para una nueva dispensación, comienza a proclamarlo y comienza a entrelazarse una nueva dispensación con esa dispensación que ha llegado a su final.

Para los días de Moisés podemos ver el establecimiento de esa dispensación y el mensaje de esa dispensación: la ley que fue dada por Dios a Moisés en el monte Sinaí para que le entregara al pueblo.

Luego más adelante, aparece un niño que nace en Belén de Judea llamado Jesús, que por orden del Ángel Gabriel le fue puesto el nombre Jesús o *Yeshua,* y ese es el Hijo de Dios porque no fue por medio de la unión de un hombre y de una mujer que vino, sino por obra y gracia del Espíritu Santo en la virgen María, una descendiente no solamente del rey David; no solamente vino de la tribu de Judá, sino que también era parienta o pariente, parienta de Elisabet, la esposa del sacerdote Zacarías, y por consiguiente tenía descendencia de Aarón, porque dice la Escritura en San Lucas, capítulo 1, verso 5:

“*Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet.”*

Y si Elisabet era de las hijas de Aarón, podemos ver a María ahí conectada con el sumo sacerdote, Aarón, con el primero, y al sacerdocio corresponde a la descendencia de Aarón, y los sumos sacerdotes tienen que ser de la descendencia de Aarón, tienen que ser descendientes de Aarón, y también los demás sacerdotes; los levitas podían ser de otros descendientes no de Aarón, pero los sacerdotes exclusivamente descendientes de Aarón.

¿Recuerdan cuando hubo el conflicto en donde quién era Coré, Datán y Abiram? Querían el sacerdocio, o sea, querían ser los que tuvieran el sacerdocio en el templo o tabernáculo, o sea, ser la realeza sacerdotal porque creían que cualquiera podía ser sacerdote o que se podía luchar para convertirse en sacerdote, pero los que eran descendientes de Leví solamente podían llegar a ser levitas trabajadores en el templo, pero no podían ministrar las cosas santas y cosas santísimas en el templo.

Y entonces Dios le dijo a Moisés que tomaran varas y que para Aarón y Aarón tomara vara, una vara de almendro y las pondrían allí en el Lugar Santísimo en el arca, y la señal de a quién pertenecería el sacerdocio, sería que la vara que echara, que reverdeciera y echara frutos, reverdeciera, echara hojas y fruto, esa sería, el de esa vara, sería él y su descendencia los elegidos para el sacerdocio, sería de ellos el sacerdocio, y en una noche la vara de Aarón reverdeció, echó hojas y echó fruto. Ahí dio Dios testimonio a quién pertenecía el sacerdocio: a Aarón y su descendencia.

Y ahora, la virgen María miren por dónde tiene también ascendencia, no solamente por el rey David, sino por el rey David a través de Natán, sino también por Aarón; y no solamente la virgen María viene por esa línea como Elisabet, porque también la madre de Jacobo (o sea, Santiago), el mayor, y Juan, son hermanas; y viene a ser Juan el discípulo amado que era quizás más o menos de la edad de Jesús, y Jacobo, vienen a ser primos hermanos de Jesús según la carne, porque la madre de ellos, esposa de Zebedeo... ¿cómo se llamaba la madre de ellos? Salomé.

Y ahora, miren cómo descendientes del rey David estaban viviendo allá en Galilea, y cómo en el Programa Divino aparecen para este entrelace dispensacional. Vean, la bendición tan grande que tenía Jacobo y Juan y también Pedro, pero de Pedro no se dice así.

Pero vean, ahora Jacobo y Juan querían unos ministerios, los ministerios de Moisés y Elías porque querían hacer bajar fuego del cielo como lo hizo Elías, para quemar a los samaritanos; y Jesús les puso por nombre a ellos Boanerges, o sea, ‘hijos del trueno,’ no eran muy mansitos aunque Juan es llamado el apóstol del amor: “Amaos unos a otros (pero ahora está lleno del Espíritu de Dios ya),” pero en aquellos días ellos estaban esperando la venida del Reino y establecimiento del Reino literalmente para comenzar el Reino de David, ser restaurado el Reino de David. Por lo tanto, ellos esperaban una revolución, y esperaban que el Mesías encabezara esa revolución.

Y ahora, Juan el Bautista también es de la familia, de la familia de los sacerdotes y por consiguiente descendiente de Aarón, porque Zacarías, el padre de Juan el Bautista también era un sacerdote descendiente de Abdías, el cual era descendiente por consiguiente de Aarón. Eso lo puede buscar usted en Primera de Crónicas, capítulo 24, verso 10.

Y ahora vean, el problema en los días de Jesús era un asunto no solamente político, sino religioso; y siendo un descendiente de Aarón y también un descendiente del rey David, se reunía en Jesús todo lo que está prometido que será el Mesías: Rey y Sacerdote, Sumo Sacerdote. Pero siendo Cristo el Sacrificio de Expiación por el pecado del ser humano, tenía que morir; y continúa Él Su ministerio pero como Sumo Sacerdote en el Cielo conforme al Orden de Melquisedec, porque en el Cielo el sacerdocio no es el de Aarón, porque el de Aarón solamente es el tipo y figura del sacerdocio celestial.

Y ahora, todos los creyentes en Cristo nacidos de nuevo son Reyes y Sacerdotes del Reino celestial, y cuando se establezca el Reino terrenal en la Tierra, pues ahí estaremos como Reyes y Sacerdotes también, dice: “Y reinaremos sobre la Tierra.” Y también dice: “Y reinarán con Él (con Cristo) por mil años.” Así que, las cosas van a estar buenas en el Reino del Mesías, en el Reino milenial.

Ahora, ¿saben ustedes que Jesús no era el Mesías hasta que llegó a los 29 años y medio? ¿Por qué? Porque el Mesías lo que significa es “el ungido,” el Cristo, el ungido, y Él cuando Juan lo bautizó fue ungido con el Espíritu Santo y ahí comenzó como el Mesías en Su ministerio mesiánico.

Y ahora, antes de eso, el Hijo de Dios. Pero ahora, comienza como el Mesías, el Hijo de Dios comienza como el Mesías desde que fue bautizado y lleno del Espíritu de Dios; y así también cada creyente en Cristo, vean ustedes, cuando recibe el Espíritu de Dios es que nace de nuevo, nace como un hijo o una hija de Dios.

Son cosas que están en la Escritura, en donde aparece que a todos los que le recibieron les dio potestad de ser ¿qué? Hechos hijos de Dios. Esa es la adopción espiritual, y después viene la adopción física que será nuestra transformación y entonces estaremos vestidos físicamente como hijos de Dios con un cuerpo glorificado, que es la vestidura física que tienen que tener los hijos de Dios, una vestidura de la realeza, en donde todos seremos como Jesucristo nuestro Salvador.

Luego de Moisés nace el mensajero para la sexta dispensación: la Dispensación de la Gracia, lleva unos 29 años y medio dentro de la Dispensación de la Ley, y ya a los 29 años y medio, luego que es bautizado por Juan el Bautista, su primo, vean cómo en medio de una familia hubo tanta bendición: la familia de Judá y la familia de Leví; la descendencia de David, de la tribu de Judá, la familia de David (o la descendencia de David); y por la tribu de Leví Aarón, de Aarón.

Y ahora, ahí convergen la descendencia de Aarón y la descendencia de David. Para este tiempo final va a converger, van a converger dos o tres descendencias.

Y ahora, en el entrelace para la Dispensación de la Gracia ya vimos quién es el Mensajero: Jesús, comienza Su ministerio cuando tiene unos 29 años y medio, es ungido como el Mensajero para esa nueva dispensación, trae el mensaje que hace el entrelace para esa nueva dispensación; y luego más adelante, en el Día de Pentecostés comienza la Dispensación de la Gracia que ya lleva unos dos mil años de Cristo hacia acá, del día de la crucifixión hasta acá, aunque aparentemente no lleva dos mil años, porque si le restamos 33 años a 2010, no lleva todavía dos mil años, ¿verdad? Pero si le añadimos los años de atraso que tiene, que son como 28 a 29 años, entonces ya ha pasado de los dos días, ya ha pasado de dos mil años del Día de Pentecostés hacia acá.

Y ahora, encontramos que hemos estado disfrutando dos mil años de Dispensación de la Gracia del Día de Pentecostés hacia acá, pero Dios tiene una nueva dispensación, no podemos estancar a Dios en una dispensación; no pudieron estancar a Dios en la Dispensación de la Ley, no se podía estancar, tenía que venir la Dispensación de la Gracia.

Quienes han tratado de estancar a Dios en una dispensación, se han quedado sin trato con Dios. Tan sencillo como eso. Uno tiene que moverse como era en el tiempo en que Dios estaba llevando al pueblo hebreo a través de Moisés por el desierto: hacia donde se movía Dios en la Columna de Fuego, hacia allá era que tenía que el pueblo viajar con Moisés, y Moisés iba con el pueblo y Dios iba en Moisés, y se veía la Columna de Fuego de noche, y la Columna de Nube de día guiando al pueblo.

Y cuando se detenía, todo el pueblo tenía que detenerse, o sea, que era un asunto de Dios guiando Su pueblo, de Dios reinando sobre Su pueblo a través de la Columna de Fuego, el Ángel del Pacto, por medio del profeta Moisés. Eso era la teocracia, Dios reinando por medio de un hombre como lo hizo también hasta el profeta Samuel, después el pueblo quiso un cambio de gobierno divino, quiso que ya Dios no reinara sobre ellos, recuerden que cuando Samuel se pone muy triste porque el pueblo le pidió rey, Dios le dice... y pensó Samuel que lo habían rechazado a él, y Dios le dice: “No te han rechazado a ti, sino a mí, para que no reine Yo sobre ellos.”

Ahora querían que fuera un hombre el que reinara sobre ellos; Dios le había dicho que cuando quisieran podían tener rey, pero recuerden que tiene que ser el rey que Dios escoja, y le había dado los detalles y ellos quisieron adelantarse, todavía no había nacido el rey conforme al corazón de Dios que sería David. Les fue puesto un rey no conforme al corazón de Dios sino conforme al corazón del pueblo, y le trajo muchos problemas.

Y ahora, encontramos que todo eso ocurrió bajo la Dispensación de la Ley, hubo un cambio allá de reino, de reino y de etapa, de Dios guiar a Su pueblo de la teocracia a la monarquía. Y ahora, todos tenían que moverse a la monarquía en donde un rey estaría reinando para Dios.

Ahora, encontramos que las cosas fueron diferentes para el pueblo, pero Dios estaba con el pueblo y el profeta Samuel les dijo que aunque habían hecho eso, no se apartaran de Dios. Samuel también oró por ellos, por el pueblo, ya Samuel estaba por irse, estaba anciano, y ninguna de las palabras de Samuel había caído por el piso y no había dejado que ninguna Palabra de Dios cayera por tierra, fue muy fiel a Dios; fue el último de los jueces, porque Dios reinaba a través de los jueces en medio del pueblo hebreo y sobre el pueblo hebreo.

Ahora, encontramos que en los días de Jesucristo hubo un entrelace dispensacional y por eso hubo tanta lucha, siempre en los entrelaces dispensacionales de edades hay una lucha grande porque la gente quiere quedarse en la edad que está llegando a su final.

Y cuando es un entrelace dispensacional, el problema es mayor, la lucha es mayor porque la gente quiere quedarse en la dispensación que está terminando. Pero Dios tiene un programa y va hacia adelante en el programa, y a Dios nadie lo puede hacer desistir del programa que Él ya pensó y estableció para llevar a cabo.

Y ahora, para este tiempo final habrá un cambio de dispensación, y para eso tiene que haber un entrelace dispensacional. Conforme a los cambios de edades encontramos el reflejo en los cambios de días, y así es también en los cambios de dispensaciones. Por ejemplo, ¿qué día es hoy? Para algunos todavía es sábado, pero conforme al calendario divino y el calendario dado al pueblo hebreo, ya cuando yo les dije: “Buenas noches,” ya estábamos en el día domingo.

Es en el tiempo de la tarde donde ocurren los cambios de días y también los cambios de años; pero no es a la medianoche, el calendario gregoriano sí dice que es a la medianoche, pero el calendario que Dios le dio al pueblo hebreo, el cambio de un año a otro es en la tarde, porque ahí en la tarde se comienzan los días.

Y ahora, encontramos que es en la tarde de una edad cuando se llega al final de la edad, es en la tarde en que se entrelaza una nueva edad; y es en la tarde de una dispensación en que se entrelaza otra nueva dispensación, y el que no conoce, cree que todavía está viviendo en una edad que ya pasó o en un día dispensacional que ya pasó, pero se está haciendo un entrelace, y ahí es donde los entendidos pueden entender a través de la luz de la Palabra de Dios para ese tiempo. Y esa misma luz de la Palabra, ese mismo mensaje que va surgiendo en la tarde de un nuevo día dispensacional o de una nueva edad, es la misma luz que luego en la mañana va a ser vista.

Por lo tanto, la luz que va a ser vista en la mañana de la Dispensación del Reino, es la luz que estarán viendo los escogidos en el tiempo de la tarde, y el tiempo de la tarde siempre corresponde ¿a qué? Al Occidente, el sol de un día se oculta, termina su trayectoria en el Oeste, en el Occidente, y ahí es donde termina un día y comienza otro día; y por lo tanto se estará viendo la luz del sol todavía en ese nuevo día que está comenzando ahí, y esa misma luz, ese mensaje que viene ahí, luego en la mañana sale por el Este para toda la gente, y el pueblo del Este comienza a ver un nuevo amanecer, un nuevo día.

“A los que temen mi Nombre (¿qué?), nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salud,” el mismo sol que comienza alumbrar ese nuevo día, luego en la mañana que continúa el día, entonces aparece que es lo mismo que se tenía en el Oeste, pero recuerden que entre la luz del nuevo día en el Oeste, a la luz del nuevo día en la mañana, en el Este, hay un lapso de oscuridad, y eso corresponde a la gran tribulación.

En el Reino milenial lo que vamos a tener es lo que estemos viendo en el Oeste en el tiempo de la tarde, en ese entrelace dispensacional. Ahora el mundo está en tinieblas y sigue en tinieblas, y durante la gran tribulación entrará en más tinieblas, pero para el pueblo hebreo la promesa es que “a los que temen mi Nombre, nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salud, salvación, y saldréis y saltaréis como becerros de la manada.”

En el Reino milenial saltando como becerros de la manada, y allí también estarán todos los creyentes en Cristo en ese Reino milenial, saltando como becerros de la manda, o sea, felices, contentos en ese Reino del Mesías.

El entrelace dispensacional es lo que es complicado para la gente y los pueblos, porque los que se quedan o quieren quedarse en la dispensación que está terminando, le hacen la guerra a los que están viendo un entrelace dispensacional, le hacen la guerra al mensajero, le hacen la guerra al mensaje que él trae, le hacen la guerra al Programa Divino que está ahí entrelazándose con la dispensación que está llegando a su final.

Pero “el que es de Dios (dijo Cristo), la Voz de Dios oye.” En aquellos días de Jesús Él decía: “El que es de Dios, la Voz de Dios oye,” los que lo estaban escuchando estaban siendo identificados como personas de Dios y como las ovejas que el Padre le dio para que les dé Vida eterna, para que las busque y les dé Vida eterna.

Así será en este tiempo final. A través de la Escritura podemos ver que todo el Programa Divino de la Dispensación de la Gracia y de la Dispensación del Reino, están reflejados en las siete fiestas del pueblo hebreo; y esas fiestas son cumplidas en la Venida del Señor.

Encontramos el pasaje de Isaías 61, donde dice: “El Espíritu del Señor está sobre mí por cuanto me ha ungido,” y comienza a decir para qué ha sido ungido, “para predicar el año agradable del Señor,” y luego se detiene y no continúa el pasaje, ¿por qué? Porque la segunda parte de ese pasaje dice: “Y el día de venganza del Dios nuestro.”

Y el día de venganza es predicado en este tiempo final, el día de venganza es para la segunda Venida de Cristo; el día o el año de la buena voluntad del Señor la predica Cristo en Su primera Venida, y en Su segunda Venida es que predica el Ángel del Pacto el día de venganza del Dios nuestro, y el año de la buena voluntad del Señor lo predica el Ángel del Pacto a través de Jesús; es el mismo Ángel del Pacto, y ese es el mismo Ángel Fuerte que desciende del Cielo, Cristo, el Ángel del Pacto, el Espíritu Santo, Cristo en Su cuerpo angelical viniendo a la Tierra.

La fiesta de la pascua, la fiesta que le sigue a la fiesta de la Pascua, que es la tercera, la de la gavilla mecida, y después la fiesta de pentecostés, que es donde se recoge el fruto el día 50, la primera corresponde a la Pascua, donde comen el cordero pascual que se cumplió en Cristo; San Pablo dice: “Porque nuestra Pascua, la cual es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.” (Primera de Corintios, capítulo 5, verso 7). Y luego el día domingo en la mañana con la resurrección de Cristo, la gavilla mecida es presentada ante el Señor, la fiesta de la gavilla mecida; y luego, 50 días después, porque tienen que pasar primero 49 días desde el día que resucita Cristo, contando ese día transcurren 49 días, más el domingo, que viene a ser el día 50. En ese lapso de tiempo hay siete sábados que corresponde a las siete etapas de la Iglesia.

Y ahora, para el Día Postrero será la resurrección de todos los muertos en Cristo, y la transformación de los vivos, la gran cosecha de la parábola del trigo y de la cizaña de San Mateo, capítulo 13, versos 30 al 43.

Ahora, esa fiesta la cumplió Cristo allá en esa esfera, pero luego se va a repetir en una escala mayor el día o año de pentecostés; allá fue el Día de Pentecostés, pero ahora han transcurrido siete semanas de edades. O sea, en esas siete semanas, en esas siete etapas, siete días sabáticos se han cumplido, que corresponde al tiempo en donde envió un mensajero y se manifestó a través del mensajero, y así ha sido durante siete etapas de la Iglesia, y después viene ¿qué? La etapa que está representada en el Día de Pentecostés para año de pentecostés, porque pentecostés es 50.

Y ahora, viene la fiesta más importante que corresponde a la Edad de la Piedra Angular, representada en el año 50, el año de esa santa convocación, el año en donde cada uno regresará a su familia, a su tierra, a su herencia; eso será la redención del cuerpo de la cual habla San Pablo en Romanos, capítulo 8, versos 14 al 31; y Efesios, capítulo 4, verso 30.

“*Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”*

Y el día de la redención, vean ustedes, es el tiempo del año del jubileo, como en lo espiritual fue el tiempo del Día de Pentecostés; recibimos la redención espiritual y comenzó ese Día de Pentecostés, ese día 50, siendo materializado en la Iglesia del Señor Jesucristo, pero ahora para el tiempo final viene el año de pentecostés representado en el Día de Pentecostés, el año 50 donde cada cual regresará a su herencia, a su familia, a su tierra, y por consiguiente regresará a la Vida eterna cada creyentes en Cristo nacido de nuevo, los que murieron resucitando en cuerpos glorificados y eternos y los que estemos vivos siendo transformados.

Ahora, vean ustedes, en esta esfera espiritual o esta esfera física también, ya la fiesta de la Pascua fue cumplida, la fiesta de la gavilla mecida también fue cumplida, la fiesta de pentecostés también, falta una: la de los panes sin levadura; las otras tres corresponden a la segunda Venida de Cristo. O sea, la fiesta de las trompetas de Levítico, capítulo 23, verso 24 al 25; la fiesta de la expiación... esa fiesta de la trompeta, es el día en que el pueblo hebreo celebra el Año nuevo civil, luego viene la fiesta de la expiación donde el macho cabrío es sacrificado el día diez del mes séptimo de cada año.

En la fiesta de Año nuevo, que es la fiesta de las trompetas, es que Dios llama al ser humano a juicio, pero todo eso fue representado allá; y viene una etapa en donde las personas tenían que prepararse para el día de la expiación, ¿cómo? Arrepintiéndose de sus pecados, pidiendo perdón a Dios, y todo aquel que no se arrepintiera en ese día, sería cortado del pueblo, conforme a Levítico, capítulo 23, versos 26 al 29, en donde el juicio divino caería sobre todos aquellos que no se habían arrepentido; y los que sí se habían arrepentido fueron reconciliados con Dios, serían reconciliados con Dios.

Luego de esa fiesta comienza una fiesta muy importante: la fiesta de las cabañas, la fiesta de las tabernáculos, que corresponde al Reino milenial del Señor.

Ahora, el juicio cayendo sobre todos aquellos que no se habían arrepentido el día de la expiación, los cuales encontramos que por cuanto no se arrepintieron, no obtuvieron el perdón de sus pecados, vean, la sentencia es que serán cortados del pueblo: durante la gran tribulación, va a pasar eso.

Y ahora, la fiesta de las trompetas, fiesta de la expiación y fiesta de las cabañas, corresponde a la segunda Venida del Señor; y eso con más detalles, más adelante va a ser dado a conocer, y recuerden que Dios va a estar tratando con el pueblo hebreo como nación, y va a venir el momento en que habrá redención para Israel y para otras naciones.

Todo eso va a estar ligado a esa fiesta, esas tres fiestas, la de las trompetas sonar, la fiesta de las trompetas tiene que ver con la Voz de Dios hablando en este tiempo final, esa es la gran Voz de Trompeta o trompeta final, esa es la trompeta de Dios “y a la final trompeta, porque será tocada la trompera, y los muertos en Cristo resucitarán incorruptibles y nosotros los que vivimos seremos transformados,” esa es esa trompeta (Primera de Corintios, capítulo 15, versos 49 al 58), y es la misma trompeta allá en Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, verso 13 al 17; y también Isaías, capítulo 17, verso 13, donde nos habla que será tocada con gran trompeta y los desterrados vendrán, y los esparcidos.

Esa trompeta llamará también al pueblo hebreo, ¿ven? Bajo la fiesta de las trompetas es que Dios le va a estar hablando al pueblo hebreo, y eso corresponde a este tiempo final, ¿ven por qué el pueblo hebreo como nación no ha creído en el Evangelio de Cristo? Porque es para este tiempo final cuando suene esa Trompeta final, la fiesta de las trompetas, y sea llamado el pueblo hebreo bajo la fiesta de las Trompetas, y la Trompeta es la misma Trompeta de la cual Cristo dice:

“*Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos...”*

Los Ángeles son los ministerios de Moisés y Elías, y la Trompeta es la Trompeta del Evangelio del Reino, la Trompeta de Dios, la Trompeta, el mensaje que no solamente estará anunciando las bendiciones de Dios, sino el juicio divino; es ese el mensaje de la predicación del Evangelio del Reino, del cual Cristo dijo en San Mateo, capítulo 24, verso 14:

“*Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”*

O sea, entonces vendrá la gran tribulación, que es el fin del tiempo, y también es el Ángel que viene con el Evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la Tierra, a toda nación, pueblo, lengua y tribu, y viene diciendo: “Adorad a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio (la hora de Su ira, de su juicio, de su ira) ha llegado.” O sea, que es el mensajero enviado por Dios y por consiguiente es un mensajero dispensacional para hacer ese entrelace dispensacional, es el mensajero que viene anunciando las bendiciones de Dios para el pueblo de Dios y también los juicios divinos que han de venir sobre la raza humana, y eso será bajo el ministerio de los Ángeles del Hijo del Hombre, los ministerios que vienen con la gran Voz de Trompeta, los ministerios de los dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías repitiéndose en el Día Postrero.

Esos ministerios estarán introduciendo una nueva dispensación, haciendo ese entrelace de una nueva dispensación con el mensaje del Evangelio del Reino. Cristo en Espíritu Santo estará ahí presente, el Ángel del Pacto, en el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, el Ángel que estará llamando y juntando ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu, conforme a Apocalipsis, capítulo 7, versos 1 al 7; y tendrá que ver también con las vírgenes insensatas de Apocalipsis, capítulo 7, verso 8 al 17, que es la multitud grande que viene con palmas en las manos, viene saliendo de la gran tribulación.

“¿Quiénes son estos y de dónde han venido?” El Ángel o anciano le dice a Juan: “Estos son los que han venido, han salido de la gran tribulación. Ahora, en Apocalipsis, capítulo 14 aparecen ciento cuarenta y cuatro mil con el Sello del Dios vivo en sus frentes, con el nombre de Dios y del Cordero; ya están sellados porque el Ángel con el Sello del Dios vivo los selló, es el mismo Ángel de Ezequiel, capítulo 9 con el tintero escribano en su cintura, para llamar y sella ahora ciento cuarenta y cuatro mil. Él fue el que estuvo sellando el Día de Pentecostés con el Espíritu Santo a ciento veinte y después continuó sellando, es Cristo el Ángel del Pacto, el Espíritu Santo.

Y ahora, para este tiempo final Cristo, el Ángel del Pacto es el que siempre ha estado haciendo los entrelaces, y ha establecido siempre la nueva dispensación, y ha cerrado la dispensación que tiene que cerrar para que comience luego abiertamente la nueva dispensación. Él es el que cierra una dispensación y ninguno la puede abrir, y Él es el que abre una dispensación y nadie la puede cerrar, Él es el que cierra y ninguno abre y el que abre y ninguno cierra. No importan las persecuciones, cuando Él abre nadie puede cerrar una dispensación o un nuevo día de edad.

Miren todas las persecuciones por las cuales ha pasado el Cristianismo y sin embargo no ha podido cerrar esa puerta que fue abierta el Día de Pentecostés; pero va a ser cerrada cuando el que abre y ninguno cierra, cierre esa puerta y ninguno la podrá abrir.

Estamos en un entrelace dispensacional, estamos doblando una esquina dispensacional, estamos doblando una esquina de una dispensación a otra, pero en la esquina se ve la dispensación que está llegando al final y se ve la nueva dispensación que está comenzando ahí, y se ve todo el trayecto que va a tomar esa nueva dispensación; es como la construcción de un edificio: que se construye una pared, pero no se sigue esa pared porque es un edificio, hay una esquina que tiene que ser doblada, y así son las dispensaciones porque Dios está haciendo un edificio no una pared, no un muro.

Por eso el reverendo William Branham habló tanto acerca de las dispensaciones y dijo: “Estamos doblando una esquina, estamos en un entrelace dispensacional.” Eso es como en las carreteras que hay un entronque, estamos en ese tiempo; desde aquel tiempo vean cómo todo ha estado sucediendo, y cuando se está en un tiempo de entrelace, ahí no va una construcción como viene en la pared, con un mensaje de edad; en la esquina, es una columna fuerte, y por consiguiente es un mensaje dispensacional que tiene que ser colocado ahí para luego continuar esa dispensación. Tan sencillo como eso.

Y ahora, podemos ver que Dios tiene diferentes dispensaciones, siete dispensaciones; y ahora estamos en el entrelace de la Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia, y para ese entrelace dispensacional viene el mensaje del Evangelio del Reino siendo predicado a todos los moradores de la Tierra, comienza en medio del Cristianismo, nace ese mensaje, surge ese mensaje pero es para una nueva dispensación.

En tipos y figuras el mensaje del Evangelio del Reino que es el Evangelio eterno y predica el Ángel que viene con el Evangelio eterno de Apocalipsis, capítulo 14, verso 6 al 7, vean ustedes, ese mensaje es el que estará girando alrededor de la segunda Venida de Cristo para darle la fe, la revelación de la segunda Venida de Cristo, para que el pueblo tenga esa fe: “¿Cuando el Hijo del Hombre venga hallará fe en la Tierra?” ¿Creerán en la Venida del Hijo del Hombre, tendrán la fe, la revelación de la Venida del Hijo del Hombre, de la Venida del Señor para el Día Postrero? Ese mensaje del Día Postrero será el que le dará la fe, la revelación para tener fe y creer en la Venida del Hijo del Hombre, recibirlo y ser preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Así como para creer en la primera Venida de Cristo del Hijo del Hombre, la Venida del Señor dos mil años atrás, está el Evangelio de la Gracia (y el Evangelio de la Gracia es la Lluvia temprana y el Evangelio del Reino es la Lluvia tardía. Tan simple como eso); la Lluvia tardía, para la gran cosecha, el recogimiento del trigo en el Día Postrero, el recogimiento de los hijos e hijas de Dios en el Reino de Dios con Vida eterna, siendo recogidos y transformados para ser llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Y así es como está prometido en Oseas, que “vendrá como la Lluvia tardía y temprana a nosotros,” dice y dice que vendrá también como la aurora, para Israel como la aurora, como la luz de un nuevo día dispensacional y de un nuevo día milenial. Tan simple como eso. (Malaquías, capítulo 4, verso 2; y también Oseas, capítulo 6, versos 1 al 6).

Algo grande está prometido para suceder en este tiempo final, por lo cual el precursor de la segunda Venida de Cristo, sabemos que fue dicho que será tan sencillo todo, que el que no vigile, lo pasará por alto o lo pasará por encima y no verá lo que estará sucediendo. Eso está por ahí por la página, si me consiguen... ahí donde dice: “y de diez cosas, nueve se cumplen alrededor y no se dan cuenta.” En la página 17, el primer párrafo, dice:

“*Muchos lo pasan por alto por razón de la manera en que se revela. El hombre tiene sus propias ideas de lo que debe ser Dios y sobre lo que Dios hará. Como he dicho muchas veces, el hombre es igual a como siempre ha sido; él siempre está alabando a Dios por lo que hizo, mirando a lo que Dios hará en el futuro, pero ignorando lo que Dios está haciendo en el presente. Así es. Miran para atrás y ven la cosa tan grande que Dios hizo, pero no pueden ver la cosa tan sencilla que Dios usó para efectuarla. Miran adelante y ven lo grande que viene, y en nueve de diez casos, las cosas ya están sucediendo todo a su derredor, sin embargo es tan sencillo que no lo saben.”*

O sea, que no lo entienden, que no lo pueden ver, y él cuando habla de ese tiempo final y de lo que Dios hará, dice 472 del libro de *“Los Sellos,”* dice:

“*El domingo pasado, hace una semana hoy, cuando estaba predi­cando sobre: ‘Sed humildes, sed humildes, recuerden que Dios obra en cosas pequeñas,’ en verdad no me daba cuenta de lo que estaba hablando, pero ahora lo veo bien. Será de una manera tan humilde. Uno pensaría que una cosa tan tremenda sería revelada allá en el Vaticano, pero mas bien viene como vino Juan el Bautis­ta; viene como el nacimiento de nuestro Señor, ¡allá en un establo! ¡GLORIA A DIOS! ¡La hora está a la mano! ¡Aquí esta­mos!”*

¿Y cómo fue dos mil años atrás? Dice: “Vino o viene Juan el Bautis­ta.” ¿Y cómo vino Juan el Bautista? Vino como Elías, ¿y cómo vino? Dice: “Y como el nacimiento de nuestro Señor.” ¿Cómo vino? Como el Hijo de Dios, todavía no estaba como el Mesías porque tenía que esperar a ser bautizado por Juan, ¿cómo vino? Como Hijo de Dios.

Eso es muy importante porque tiene que venir entre los hijos de Dios, y ahí no vamos a dar mucho detalle. Ahora, dice, estamos en la página 472, dice:

“*Esto muestra que viene de Dios, porque vemos que cuadra perfecta­mente con las promesas de Dios para el mensaje del tiempo del fin.”*

El mensaje del tiempo del fin, el mensaje que tiene que ser predicado antes que venga el día grande y terrible del Señor, antes que venga ese momento en donde los juicios divinos caerán sobre la Tierra, tiene que, el ministerio de Elías, estar en la Tierra por última vez, y tiene que estar predicando el Evangelio del Reino; y tiene que saber ese quinto Elías lo que es el Evangelio del Reino, tiene que saber el contenido del Evangelio del Reino, el Evangelio de la Gracia, ese contenido de la primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, para producir Su Iglesia, para producir la planta de trigo y los frutos, los granos de trigo; y el mensaje del Evangelio del Reino gira alrededor de la segunda Venida de Cristo como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo para dar la fe para ser transformados y para la introducción al Reino milenial.

El séptimo Sello introduce el milenio, por lo tanto tiene un mensaje para introducir al milenio: el Evangelio del Reino.

“*Noten bien el Mensaje del tiempo del fin (este Sello)...”*

El mensaje del tiempo del fin es el séptimo Sello, el mensaje del tiempo del fin es el mensaje de la segunda Venida del Señor, como León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores para la restauración del Reino de Dios en la Tierra, para la restauración del Reino de David.

Por eso en aquel tiempo, dos mil años atrás, quería coronarlo como rey, por cuando no era el tiempo, Él no aceptó luego del milagro de los panes y los peces; y aún cuando entró a Jerusalén en el burrito, entró como Rey, Sus discípulos clamaban: “Hosanna al Rey que viene en el Nombre del Señor,” pero el pueblo y la nación como nación, la gente, no lo recibieron. ¿Ven? No era el tiempo para la restauración del Reino de Dios en la Tierra, tenía que llevarse a cabo primero la Dispensación de la Gracia para que el pueblo pudiera tener un sacrificio de Expiación por sus pecados y ser reconciliados con Dios. Ahora:

“*Noten bien el Mensaje del tiempo del fin (este Sello)... Él nos ha revelado los seis Sellos, pero no dice nada del séptimo. El Sello del tiempo del fin, cuando empiece* (o sea, cuando comience) *será algo completamente secre­to, según la Biblia. Pero antes de conocer eso... Recuerden Apocalipsis 10:1-7: que al fin del mensaje del séptimo ángel, TO­DOS los misterios de Dios, serían conocidos. Estamos en el tiempo del fin - la apertura del séptimo Sello.”*

Y ahora, la apertura o comienzo del séptimo Sello, dice: “Será un secreto por completo,” aunque la primera Venida de Señor no fue prometida como un secreto, porque fueron dadas muchas señales, una virgen concebiría y tendría un hijo y sería Emanuel, sería llamado Emanuel, que traducido es: “Dios con nosotros,” y sería una joven hebrea, porque sería un descendiente del rey David, y nacería en Belén de Judea; y así por el estilo.

Y ahora, para muchos fue un misterio que nunca estuvo abierto ante sus ojos, aunque estuvo cumpliéndose ante los ojos. Pero Cristo dijo: “Son ciegos, y si el ciego sigue al ciego, ambos caerán en el hoyo (en el hueco).” Un ciego no puede ver lo que está sucediendo, puede escuchar muchas cosas, pero no puede ver; escuchaban muchas cosas acerca de Jesús, pero no podían comprender (ver es entender).

Y ahora, el séptimo Sello cuando comience será un misterio por completo, pero viene como vino Juan el Bautista y como vino el Señor allá en un pesebre naciendo, o sea, miren no lo coloca, lo que será un secreto por completo viene a ser desde su nacimiento hasta que comienza su ministerio mesiánico, por eso no tenemos mucha historia de la vida de Jesús desde su nacimiento hasta antes de comenzar su ministerio, muy pocas cosas tenemos registradas.

Y ahora, habrá un tiempo, un lapso de tiempo, vean ese lapso de tiempo de Jesús desde Su nacimiento hasta comenzar Su ministerio ¿qué hacía? Era un miembro más de la comunidad judía, guardador de la Ley, iba a Jerusalén con sus padres en la Pascua, para hacer la oración de la pascua allá en Jerusalén, y trabajaba en la construcción pues José era un carpintero; y quizás en aquel tiempo el carpintero cubría muchas ramas de la construcción, podía cubrir la parte de la madera y también podría cubrir parte que tiene que ver con el hierro, porque en construcción se trabaja con hierro, con bloques y con madera, pero la más que resalta es la parte de la madera, al decir que era carpintero pues ya resalta más esa parte.

Y ahora, esa etapa de la vida del Hijo de Dios, vean, no era comprendida, no se tienen muchos detalles, la virgen María era la que podía dar muchos detalles a San Lucas y alguno de los escritores de los Evangelios y a los apóstoles, pero si apuntaron algo, algo más de lo que ya está dado, no lo tenemos a la disposición del pueblo. De seguro escribieron muchas cosas, pero en el Reino milenial las vamos a ver, las vamos a comprender.

Para el Reino milenial la historia del Cristianismo completa, va a estar registrada, va a estar escrita y también el entrelace dispensacional, y luego se estará registrando lo que estará pasando en el Reino milenial. Así que no hay ningún problema, recuerden que en los reinos, las crónicas de los reyes y de los reinos se lleva por escrito, por eso tenemos el libro de Crónicas. Es la historia de los reyes y de sus reinos.

Bueno, ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche, en esta platica: **“UN ENTRELACE DISPENSACIONAL.”**

Ya mañana nos vemos Dios mediante. Oren mucho por la actividad de mañana, para que Dios nos bendiga grandemente.

Dejo nuevamente con ustedes al misionero Miguel Bermúdez Marín, para finalizar nuestra parte, y ya lo vamos a tener por aquí, le voy a pedir pase por acá.

Aprecio y agradezco mucho el respaldo que le están dando al proyecto de La gran Carpa -Catedral y también el respaldo que le están dando a AMISRAEL, y el respaldo que le están dando al proyecto que AMISRAEL está llevando a cabo: *“Los pueblos del mundo escriben la Biblia;”* y también el respaldo que le están dando al misionero Miguel Bermúdez Marín y el trabajo que están llevando a cabo junto a todos los ministros la obra misionera y evangelística, y también el respaldo que le están dando al programa de televisión que está siendo llevado a cabo o trasmitido desde Bogotá.

Quisiera saber si ustedes, adónde ustedes viven está llegando por la televisión... si mira hacia atrás Camilo, doctor Camilo, puede ver cuántas manos tenemos levantadas, así que es de ustedes el programa, respalden ese programa, respalden al doctor Camilo Montoya, recuerden que los gastos de esos programas son altos, se paga mensualmente una cantidad, ¿más de un millón? Dos millones de pesos, más los gastos de preparar el programa.

Así que, hay un gasto pero es efectivo el programa, y eso es lo importante. ¿Cómo cuántas personas estarán viendo el programa? ¿Cuántos millones de personas o hasta dónde llega esa emisora de televisión, ese canal de televisión? ¿Llega a cuántos millones? Llega a unos cuantos millones. Si le damos un paquete de literatura a cada uno de ustedes ministros, para que cubran todas esas personas a las cuales... los territorios donde los cuales llega la onda de televisión, ¿cuántos se gastaría en transportación, en producir todo ese material? Para que cada mes se lleve a cabo, todos los días que se transmite el programa, que usted vaya personalmente con un grupo de personas, con su congregación se gastaría más; por lo tanto tenemos que aprovechar los avances de la ciencia, porque Dios dijo que la ciencia se multiplicaría y entonces la usamos para beneficio de la Obra de Dios.

Como la imprenta se ha estado usando para beneficio de la Obra de Dios al imprimir la Biblia, al imprimir tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento, imprimir los mensajes de los diferentes mensajeros de Dios, así también se usa la radio, la televisión y la prensa.

Bueno, vamos a dejar por aquí al Misionero Miguel Bermúdez Marín para finalizar ya nuestra parte y mañana nos vemos ¿dónde? Aquí mismo nos vemos mañana Dios mediante. Así que ya estoy cerca, pero aunque siempre cuando he estado lejos, que hay que ir al centro, también he llegado temprano, porque entonces he madrugado más y ya ¿a qué hora estoy casi siempre cuando es en el centro? De 7:30 a 8:00 ya estamos allá, o sea, que a lo mejor estando cerca llego más tarde que cuando estoy lejos, porque siempre los últimos que llegan son los que viven más cerca; pero mañana vamos a estar a buena hora, ¿a qué hora va a ser mañana? A las 9:00 de la mañana, entonces a las 9:00 estaremos acá para la actividad de mañana Dios mediante, y luego continuaremos viajando.

Oren mucho por la actividad de mañana y oren mucho por todo el proyecto divino que tiene diferentes facetas, en las cuales todos tenemos la oportunidad de participar, de hacer nuestra parte en todas esas áreas del Programa Divino.

Los que van a estar en Israel con tiempo tengan sus boletos, porque el que espera para lo último, paga el doble o el triple; el que con tiempo tiene sus pasajes, puede conseguir un precio más bajo.

Bueno, algunos darán gracias a Dios porque les salió barato (bajó el precio) y otros dirán, se quejarán porque les salió muy caro, pero ahí está la diferencia: en el tiempo en que se saca el boleto.

Bueno, vamos a dejar por aquí al Misionero Miguel Bermúdez Marín para finalizar nuestra parte en esta ocasión. Que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando una noche feliz llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.

“**UN ENTRELACE DISPENSACIONAL.”**