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Descubriendo la verdad	2009-08-20	1		San Luis Potosí	San Luis Potosi	MX	01:24:00	false

Muy buenas noches, amables amigos y hermanos presentes, y todos los que están a través del satélite Amazonas o de internet en diferentes naciones. Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes.

Doctora Nelly Fuentes: te reitero un feliz cumpleaños junto a tu esposo. Y que Dios te bendiga espiritualmente y materialmente junto a tu esposo y te use grandemente en Su Obra, en Su Reino en este tiempo final. Dios te bendiga Nelly.

Aprecio y agradezco mucho todo lo que están haciendo por el importante proyecto de La gran Carpa- Catedral en Puerto Rico.

Para esta ocasión leemos en San Juan, capítulo 16, luego el capítulo 8, lo vamos a leer también. Capítulo 16 de San Juan. Dice Cristo, comenzando en el verso 12, hasta el verso 15, dice (esto es cuando Cristo está orando por Sus discípulos al Padre), dice:

“Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.

Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.”

Que Dios bendiga nuestras alma con Su Palabra y nos permita entenderla.

“DESCUBRIENDO LA VERDAD.” Es nuestro tema para esta ocasión.

A través de la historia del ser humano encontramos que todas las personas han querido saber cuál es la verdad, aún Pilatos en una ocasión le pregunta a Cristo: “¿Qué cosa es la verdad?” Y estaba frente a la verdad, pues la verdad todo el mundo la desea, pero no todo el mundo la desea para aceptarla, sino que quiere saber la verdad y algunas veces cuando la sabe o cuando se le da a conocer, no le gusta y la rechaza.

Ahora, en la historia de la raza humana, encontramos que han estado sucediendo muchas cosas y vienen a ser la historia de la raza humana; y esa es en cuanto a historia, la verdad de la raza humana.

Ahora, estos eventos mundiales de los reinos que vendrían sobre la Tierra bajo el imperio de los gentiles, vean todo eso se lo dio a conocer un hombre de otra dimensión, llamado Gabriel, llamado el Ángel o mensajero Gabriel, el cual fue enviado de la presencia de Dios al profeta Daniel para que le diera a conocer todas estas cosas.

Y vean en unos de los pasajes en donde aparece el Ángel Gabriel al profeta Daniel le habla de la siguiente manera, veamos el capítulo 10, verso 5, en adelante dice:

“Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz.

Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.”

Y sigue mencionando toda su experiencia en este encuentro con un ser de otra dimensión, de la dimensión de los ángeles; porque es un Ángel mensajero de Dios que está delante de la presencia de Dios. Por eso cuando le hubo aparecido al sacerdote Zacarías, ya más adelante y Zacarías no creyó completamente lo que le decía el Ángel acerca del hijo que iba a tener Zacarías por medio de su esposa Elisabet, y el cual sería llamado profeta de Dios, sería grande delante de Dios; porque una persona grande delante de Dios, de los más grandes son los profetas de Dios. Y eso es un hijo grande delante de Dios, del cual está hablando el Ángel Gabriel al sacerdote Zacarías, y le da hasta el nombre, y así por el estilo; y le dice que va a venir preparándole el camino al Señor.

Pero ahora, el sacerdote Zacarías, que ya estaba avanzado en edad, pues si su esposa estaba avanzada en edad, ¿cómo estaría él? Le llevaría quizás algunos años a ella. Pero ese gran hombre de Dios, ese sacerdote, no recordó que Abraham había recibido la promesa de que tendría un hijo cuando tenía unos setenta y cinco años; y transcurrían los años (y Sara tenía sesenta y cinco), o sea, que le prometió un hijo a unos ancianos; y Abraham lo creyó.

Y todavía cuando tenía noventa y nueve años, todavía Abraham lo creía y le apareció Dios con Sus Arcángeles Gabriel y Miguel, que son esos varones, esos ángeles que aparecieron a Abraham y almorzaron con Abraham, o sea, la hora del calor del día, que es de 12:00 a 2:00 de la tarde, o digamos de 11:00 a 2:00 de la tarde ó a 3:00 de la tarde, depende el país donde usted se encuentre; a la hora de almorzar, ¿cómo le llaman a la hora de las 12:00 a 2:00 de la tarde? Hora de comer acá en México. A esa hora del día le apareció Dios con Sus dos Arcángeles a Abraham.

Y Abraham seguida lo invita a comer, como si fuera en la mañana, pues lo invita más a un café, pero ahora es el mediodía y hay que invitarlo al almuerzo, o sea, a comer; y le da el menú enseguida, no espera a que le pregunte cuál es el menú que le tiene; le da el menú: una becerra tierna y con panes cocidos al rescoldo, leche también, queso, todas esas cosas que van con una buena comida, un buen almuerzo para un invitado muy especial.

Y le fue dicho a Abraham: “Haz como has dicho.” Fue aceptada la invitación, no sabemos cuanto tiempo se tardó Abraham en traerle todo, pero le dice a su siervo... Abraham mismo tomó un becerro le entregó a su siervo, le dice: “Préparalo rápido, date prisa.” Y fue preparado, ¿cuánto tardarían ustedes en preparar, matar, preparar un becerrito tierno y después asarlo? ¿Tomaría más de una hora verdad?

Pero mientras pasa el tiempo se habla, y más con personajes como Dios con Sus Arcángeles, pues si pasaban dos o tres horas a Abraham le convenía porque estaría hablando con Dios directamente cara a cara. Ahora, cara a cara aunque en la Biblia dice que a Dios nadie le vio jamás, pero cara a cara a través del cuerpo angelical de Dios, en el cual Dios estaba; y los Arcángeles también; se materializaron y pudieron comer.

Ahora, estos Arcángeles tenían una misión no solamente era visitar a su amigo, visitar a un amigo, es como cuando una persona va para hacer un negocio en cierto lugar y vive un amigo suyo, va también le da la vuelta, lo visita se toma un café o almuerza con él y luego va a hacer el negocio, y ahí conversando les va a averiguar si el negocio que va a hacer es bueno; si conoce a la otra persona, y así por el estilo.

Ahora, luego de comer con Abraham, dos de los visitantes que eran Gabriel y Miguel se fueron a Sodoma para llevar a cabo la misión para la cual vinieron, que era destruir a Sodoma y a Gomorra, pero están allá en la plaza y Lot los ve, ve que son extraños, no eran de ese territorio y quiere llevárselos para su casa para darles de comer y para que duerman, no quieren que pasen la noche en la plaza. Lot sabía que era una ciudad violenta y quizás para él había peligro para esas personas; pero el peligro era para las personas, no para ellos, no para los Ángeles.

Y ahora, la misión de ellos era destruir a Sodoma y Gomorra, estos Ángeles aparecen en algunas ocasiones para bendición de algunas personas, de los que sirven a Dios; pero también aparecen para ejecutar los juicios divinos. Siempre que el juicio divino es ejecutado sobre un pueblo, nación, lengua o territorios, la orden viene de parte de Dios a través de esos Arcángeles.

Vean en el caso del profeta Daniel, cuando tenía que surgir un cambio entre el reino de los gentiles, del imperio Babilónico al imperio Medo-Persa y del imperio Medo Persa al imperio de Grecia y del imperio de Grecia al imperio Romano, el Ángel Gabriel intervenía, o sea, vemos que tiene, está ligado el reino de los gentiles al ministerio divino manifestado a través del arcángel Gabriel.

Y la Escritura nos dice acerca del Arcángel Miguel, que es el Príncipe que está por los hijos del pueblo de Daniel, o sea, por el pueblo hebreo. En casi todas las naciones se habla acerca del ángel de las personas y también el ángel de la nación; el ángel guardián de la persona que es para la persona el espíritu de la persona, para los escogidos el cuerpo angelical que reciben los escogidos del cual en los libros de los Hechos, cuando los miembros de la Iglesia del Señor supieron acerca de que Pedro estaba preso y fue libertado, y vino a la puerta a tocar; ellos no sabían que había sido libertado y la joven llamada Rode, cuando oyó que él tocó la puerta fue a abrir la puerta, y al oír que era Pedro, de gozo no abrió la puerta.

Así que, conocía muy bien la voz de Pedro y le dicen a los que están en la casa: “Es Pedro el que está tocando la puerta.” Ellos le dicen: “¡Rode estás loca, es su ángel!” Pensaron quizás que durante la noche así como las personas salen de su cuerpo en el cuerpo espiritual y visitan a otras personas, sueñan que están en tal o tal lugar, es que están viajando en el cuerpo angelical y pensaron que Pedro estaba visitándoles en el cuerpo angelical, llamado el ángel de la persona o que había muerto y ya estaba... y ya lo que le quedaba era su cuerpo angelical, ya su cuerpo físico había muerto. Y le dicen: “No es Pedro, es su ángel.”

Cada creyente en Cristo tiene su ángel, su cuerpo angelical; en el cuerpo angelical cuando la persona aparece es un ángel, es un cuerpo angelical; y el cuerpo angelical de los cristianos es de la dimensión de los ángeles buenos, de la sexta dimensión a la dimensión a la cual van los creyentes en Cristo cuando mueren físicamente.

Y ahora, este Ángel Gabriel, como el ángel o Arcángel Miguel, están en sus cuerpos angelicales; y son los que están ángeles a la diestra de Dios, o sea, que son Ángeles a través de los cuales Dios manifiesta Su poder.

Y ahora, veamos aquí... y no son Ángeles que están sin actuación, actúan en medio de la historia de la raza humana. Miren este Ángel Gabriel le dice al profeta Daniel en esta ocasión del capítulo 10, es este varón vestido de lino, ceñido sus lomos de oro de Ufaz, y su cuerpo era como berilo, o sea, verde. Dice que Daniel estaba débil, vamos a continuar leyendo aquí:

“Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.

Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron (cualquiera se asusta).

Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno.

Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra.

Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos.

Y me dijo: Daniel, varón muy amado (vean, en diferentes ocasiones le dice a Daniel que es muy amado, muy amado en esa dimensión de los ángeles, muy amado por los ángeles, muy amado por Dios)...”

Dice:

“...varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando.

Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.

Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes...”

O sea, hay más príncipes. Recuerden que así como en esta Tierra hay presidentes, hay gobernadores, hay alcaldes y hay diferentes posiciones en los gobiernos, en otros tipos de gobiernos, está también la monarquía en donde hay reyes, y así por el estilo.

En el Reino espiritual encontramos que hay Príncipes, hay líderes del mundo espiritual como el Arcángel Miguel del cual dice Gabriel que es uno de los principales Príncipes; es el Príncipe que está por los hijos de Israel, o sea, el Ángel guardián de Israel. El reino de ese Príncipe protege al pueblo hebreo, o sea, que ese Príncipe que viene a ser un rey que está a cargo de un reino celestial con Su Reino, Sus ejércitos celestiales, protege al pueblo hebreo.

Ahora, sigue diciendo:

“Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.

He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.”

O sea, que este Ángel Gabriel conoce lo que ha de suceder y viene al profeta Daniel a darle el conocimiento, a darle a conocer las cosas que han de suceder, es el Ángel con la revelación de las cosas que han de suceder; es el Ángel que tiene acceso al Libro de la Verdad. Sigue diciendo:

“Mientras me decía estas palabras, estaba yo con los ojos puestos en tierra, y enmudecido.

Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza.

¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento.

Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció.”

Tenía semejanza de hombre, era un hombre de otra dimensión; por eso Gabriel, lo cual significa: Hombre de Dios, varón de Dios.

“...y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo (habla de paz, es también un mensajero de paz para los que son amados por Dios); esfuérzate y aliéntate...”

Es un mensajero que le dice a las personas que se esfuercen, se esfuercen y tomen ánimo: esfúerzate y aliéntate, toma aliento para seguir adelante, para fortalecerte, para tomar ánimo en tu vida. No estés desanimado en la vida, hay un Programa Divino en el cual tú estás incluido y hay una meta. La meta es la transformación nuestra, para tener cuerpos eternos, cuerpos inmortales, cuerpos glorificados. Y vamos a llegar esa meta, ya el camino fue hecho por Dios a través de Cristo y Cristo es el camino, la verdad y la vida.

Por lo tanto, hay un camino para llegar a Dios, hay un camino para llegar a esa meta, la meta de la inmortalidad y eso es a través de Cristo nuestro Salvador. “El que oye mi Palabra y cree al que me envió, tiene Vida eterna y no vendrá a condenación más ha pasado de muerte a Vida.” (San Juan, capítulo 5, verso 24). Y la cita que les dí anteriormente es San Juan, capítulo 14, verso 6, donde dice:

“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”

Así que, la verdad como hombre, como el Mesías es Cristo; al única verdad y el único camino a la Vida eterna para llegar al Padre es Cristo y la Vida es Cristo. En Él estaba la Vida y la Vida era la luz de los hombres.” Y por eso Él puede impartirle Vida eterna a todos los que los reciben como único y suficiente Salvador, pues Él dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy Vida eterna.” Eso está en San Juan, capítulo 10, versos 27 al 30.

Así que, por medio del Evangelio, que es la Voz de Cristo nos ha llamado, Él nos ha recibido, Él nos ha reconocido porque Él nos conoce desde antes de la fundación del mundo; porque nuestros nombres, ¿están dónde? Escritos en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero. Él dijo: “Gozáos que vuestros nombres están, ¿dónde? En el Cielo, ¿dónde? En el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero.”

Así que, por esa causa Él nos ha llamado por medio de Su Evangelio, que es Su Palabra, la Voz de Cristo y nos ha traído a Su Redil, nos ha dado la Vida eterna. No hay otra persona que nos pueda dar Vida eterna. Dice: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy Vida eterna.” Esa es la única verdad de y para recibir la Vida eterna, esa es la única verdad para llegar al Padre y ser reconciliados con Dios el Padre, esa es la única verdad para entrar al Reino de Dios.

Por lo tanto, la verdad del Evangelio de Cristo se predica a todo ser humano: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Y el que no crea perderá la bendición de la Vida eterna.

Y ahora, continuamos aquí:

“...y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.”

Y ahora vean, hablándole recibió fuerza y ánimo, es como cuando uno está en etapas difíciles que las palabras buenas de una persona estimulan y fortalecen interiormente a la persona que está débil, que está sin ánimo por algunos de los problemas de la vida.

Recuerde que hay una meta divina para cada creyente, en el camino de la Vida eterna; y el camino de la Vida eterna es Cristo. Él es el camino verdadero, no hay otro camino verdadero y no hay otra verdad para la redención del ser humano, es por medio del Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario que recibimos el perdón de nuestros pecados, somos limpios de todo pecado con la Sangre de Cristo y somos bautizados en agua en Su Nombre y Él nos bautiza con Espíritu Santo y Fuego y produce en nosotros el nuevo nacimiento. Esa es la verdad divina contenida en el Evangelio de Cristo, no hay otra verdad que reconcilie al ser humano con Dios y lo coloque en la Vida eterna. Esa es la verdad, la verdad divina.

Ahora, hay muchas personas que escuchan la verdad divina y no les interesa; pierden la bendición que está contenida en esa verdad divina, pierden la bendición de la Vida eterna. Ahora continuamos con esta conversación del Ángel con el profeta Daniel.

Ahora vean, habla palabras que alientan, que fortalecen a la persona. Tenemos una meta en el Programa Divino: llegar a la inmortalidad, a la Vida eterna física, pues ya tenemos la Vida eterna espiritual, la Vida eterna de nuestra alma y de nuestro Espíritu; solamente nos falta una tercera parte, la Vida eterna física y esa es la más sencilla. Ya el Programa de la redención fue llevado a cabo por Cristo en la Cruz del Calvario.

Ahora, se está entrando a ese Programa desde el Día de Pentecostés en adelante y son millones los que han entrado a ese Programa y han sido restaurados a la Vida eterna para su alma y su Espíritu. Y solamente nos falta una tercera parte: la Vida eterna del cuerpo físico que será para los muertos en Cristo, la resurrección en cuerpos eternos, inmortales, jóvenes y glorificados como el cuerpo glorificado de Jesucristo; y para los que estemos vivos en ese momento de la resurrección, será la transformación de nuestros cuerpos; y entonces habremos recibido la redención del cuerpo y seremos inmortales; y por consiguiente una nueva raza de inmortales iguales a Jesucristo nuestro Salvador.

Esa era el Programa Divino originalmente, una raza de inmortales, pero por el pecado en el Huerto del Edén el ser humano perdió la Vida eterna. Pero ahora por medio del segundo Adán Cristo está siendo restaurado al Reino eterno y a la Vida eterna, todos los que están escritos en el Cielo en el Libro de la Vida, de la Vida eterna, de la Vida del Cordero.

Ahora, continuemos aquí leyendo:

“Él me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti?...”

Y ahora esa es un pregunta muy buena, que un Ángel, un Arcángel que viene de la presencia de Dios le aparezca a usted o a mí, y nos pregunte: “¿Sabes por qué yo he venido a ti?”

Ahora, él había dicho que desde que Daniel puso su corazón para entender y para humillarse delante de Dios. La oración de Daniel fue escuchada, o sea, que vino a causa de la oración que había hecho Daniel; como también cuando vino al sacerdote Zacarías, pues ese sacerdote Zacarías había orado por un hijo, como oran también los matrimonios que no tienen niños y le piden a Dios un niño o una niña.

Y ahora, por causa de la oración de Daniel Dios le envió al Ángel Gabriel, al Ángel de la revelaciones divinas, al Ángel que tiene acceso al Libro de la Verdad. Por lo tanto, lo que le va a decir, ¿qué es? La verdad. Ahora:

“Él me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá.”

O sea, que es un Ángel guerrero también, él tenía que ver con el cambio de gobierno del imperio Medo Persa al imperio de Grecia, o sea, que tiene que ver con esos cambios. Por lo tanto, va a tener que ver con el cambio del reino de los gentiles al Reino del Mesías en este tiempo final. Y él es conocedor de la verdad contenida en el Libro de la Verdad, el Libro que contiene todo lo que ha de acontecer en medio de la raza humana. Como el plano o la profecía o libro profético de las cosas que han de suceder.

Por eso fue que también le había dado al profeta Daniel, en el capítulo 2, y demás capítulos, como el capítulo 7, la revelación divina del reino de los gentiles representado en la estatua gigante que vio el rey Nabucodonosor y luego el profeta Daniel, que tenía la cabeza de oro que representa el imperio de los gentiles en el tiempo de Nabucodonosor, con su imperio babilónico y que tenía el pecho y los brazos de plata, que representa al imperio Medo-Persa; y que tenía el vientre, los muslos de bronce que representa al imperio de Grecia; y que tenía las piernas de hierro y los pies de hierro y de barro cocido, que representa el imperio Romano, en sus dos etapas. La etapa de las piernas de hierro: el imperio Romano en el tiempo de los césares, y luego los pies de hierro y barro cocido, que es lo que le siguió a ese imperio Romano que todavía existe en los pies de hierro y de barro cocido.

El hierro es ese imperio Romano que está cubierto de barro, y que corresponde a todo ese tiempo que ha transcurrido hasta nuestro tiempo, de la caída del imperio Romano y luego la herida de muerte que fue curada; y luego continúa existiendo en los pies de hierro y de barro cocido el reino de los gentiles. Pero, también está la promesa que en el tiempos de los pies de hierro y de barro cocido, la Piedra no cortada de manos, que es la segunda Venida de Cristo va a resolver ese problema y va a desaparecer el reino de los gentiles, y va a ser establecido el Reino de Dios en la Tierra, el Reino del Mesías.

Esa Piedra va a crecer y va a llenar toda la Tierra; porque el Imperio o Reino del Mesías cubrirá toda la Tierra, será un Imperio mundial; porque el Mesías como Hijo del Hombre es el heredero al mundo entero con todos sus habitantes, y con todo lo que tenga. Y como Hijo de David, Él es el heredero al Trono y Reino de David.

Y ahora, continuamos aquí, dice:

“Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad...”

O sea, que hay un Libro en el Cielo, al cual Gabriel tiene acceso, el cual él conoce, él sabe las cosas que han de suceder en esta Tierra, él sabe todo lo relacionado a lo que sería la historia de la raza humana, lo que sería la historia de los diferentes imperios del reino de los gentiles, y sabe todo lo relacionado también al Reino del Mesías. Por eso en el capítulo 9, versos 21 al 27, les habló de las setenta semanas que están determinadas para el pueblo hebreo, y les dijo que después de las siete semanas y sesenta y dos semanas (que aparecerá) hasta el Mesías Príncipe (vean, le está hablando de la Venida del Mesías), y luego la vida al Mesías le será quitada.; o sea, que sabía, conocía el misterio de la primera Venida del Mesías y de la muerte del Mesías como el Sacrificio de Expiación.

Por eso le apareció a la virgen María, y le dijo: “¡Muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre todas las mujeres.” Porque era la mujer que traería esa Simiente, el Mesías Príncipe; era la mujer más bienaventurada, la cual la primera vez en la historia de la raza humana, una mujer sin la unión y relación íntima con un hombre, quedaría embarazada por obra del Espíritu Santo y concebiría, y daría a un luz un niño y le llamaría Jesús.

El Ángel le dijo el nombre que le tenía que poner, el cual significa Salvador; y “sería llamado Hijo de Dios; y Dios le dará el Trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Israel, ¿para cuánto tiempo? Para siempre.” (San Lucas, capítulo 1, versos 30 al 36).

Ahora vean, sabe el ángel Gabriel todo lo relacionado al Mesías, al Reino del Mesías, que será el Reino de David que será restaurado, sabe que es el heredero al Trono de David, o sea, que todo el Programa Divino, con relación a la Venida del Mesías y las dos etapas que tiene la Venida del Mesías, él las conoce y sabe que será el Mesías Príncipe el se que sentará en el Trono de David y reinará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones. “Pero yo te declararé lo que está escrito en el Libro de la Verdad.” O sea, que las cosas que le hablaría a Daniel, están escritas en el Libro de la Verdad, son cosas verdaderas, son como el Ángel se las estaría diciendo a Daniel. Dice:

“...y ninguno me ayuda (no me ayudó)... y ninguno me ayuda (o sea, siempre me ayudó, me ayuda y me ayudará siempre)... y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe.”

Y si Miguel es el Príncipe de los judíos. ¿Príncipe de qué y de quién y de quiénes es este Ángel Gabriel? Vean, está ligado al reino entre los gentiles: está a cargo del Ángel Gabriel esos cambios de etapas del reino de los gentiles.

Por lo tanto, él también estará trabajando para el cambio del reino de los gentiles al Reino de Cristo. Es el Ángel que tiene acceso al Libro de la Verdad; por eso siempre le he llamado Ángel o Arcángel profeta de otra dimensión. Recuerde que los profetas de sí mismo no profetizaron; aquí el profeta Daniel luego que escribe todas estas profecías, vean no fue de él mismo, fue del Ángel Gabriel que se las dio.

Y ahora, en el libro de San Juan, del Evangelio Según San Juan. Cristo dice: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad...” Ahora vean, el Espíritu de verdad. Por lo tanto, ¿qué estará hablando ese Espíritu de verdad? Toda la verdad, un Espíritu es un cuerpo de otra dimensión (para que tengamos el cuadro claro). El Ángel del Pacto es el Espíritu Santo, o sea, Cristo en Su Cuerpo angelical, el cual dijo: “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” (San Mateo, capítulo 28, verso 20).

Ahora, “cuando venga el Espíritu de verdad que nos guiará a toda la verdad,” y toda persona que quiere conocer la verdad en cuanto a las cosas de Dios, tiene la necesidad de escuchar, de saber lo que el Espíritu de verdad, el Espíritu de Cristo, el Espíritu Santo ha dicho, tanto en el pasado como en el presente, y lo que dirá para el futuro; las profecías bíblicas del Antiguo y Nuevo Testamento han sido traídas por el Espíritu de verdad o de la verdad.

Y ahora, la promesa es que vamos a ser guiados a toda la verdad, toda la verdad divina, toda la verdad de las cosas de Dios, toda la verdad en cuanto también al reino de los gentiles y las cosas que han de suceder.

Y ahora, ¿cómo y dónde estará el Espíritu de Verdad en medio de Su Iglesia, para llevar a cabo toda esa labor? Ha estado en medio de Su Iglesia todo el tiempo.

Por eso vean ustedes, lo que nos habla Cristo acerca del Espíritu Santo en San Juan, capítulo 14, verso 26:

“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre (¿con qué Nombre viene el Espíritu Santo? Con el Nombre del Señor)... a quien el Padre enviará en mi nombre; él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Ahora vean, viene enseñando todas las cosas de Dios, todas las cosas del Programa de Dios, por medio del Evangelio de la Gracia mostrándole al pueblo el nuevo Pacto que Dios ha hecho, ha establecido con Su pueblo, del cual la Sangre del nuevo Pacto, es la Sangre de Cristo derramada en la Cruz del Calvario, pues Él mismo dijo en San Mateo, capítulo 26, versos 26 al 29, en la última Cena, dio pan a Sus discípulos para comer, y les dijo: “Comed; este es mi cuerpo.” Y luego tomó la copa, y dando gracias al Padre dijo a Sus discípulos: “Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo Pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.” O sea, que la Sangre del nuevo Pacto, es la Sangre de Cristo; y Cristo es el que instituye el nuevo Pacto del cual Dios habló a Su pueblo Israel, en Jeremías, capítulo 31, versos 31 al 36, cuando dijo:

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.”

Y ahora, el nuevo Pacto, vean, lo establece Cristo y la Sangre del nuevo Pacto es la Sangre de Cristo. Como dispensación y como mensaje dispensacional, para cada dispensación hay un mensaje y un mensajero dispensacional; y son siete dispensaciones: La Dispensación de la Inocencia y su mensajero Adán y su mensaje de la Inocencia.

Luego la segunda dispensación, la Dispensación de la Conciencia y su mensajero fue Set con el mensaje de la Conciencia. Y luego viene Noé, tercer mensajero dispensacional, profeta mensajero dispensacional para la Dispensación del Gobierno Humano.

Y luego la cuarta dispensación, la Dispensación de la Promesa, para la cual viene el cuarto profeta dispensacional, que fue Abraham, profeta mensajero dispensacional. Luego, para la quinta dispensación, viene el profeta Moisés, quinto profeta mensajero dispensacional con el mensaje de la Ley.

Ahora, siempre el mensaje verdadero para cada dispensación, es el que trae el Espíritu Santo a través del profeta mensajero dispensacional.

Y luego, dentro de cada dispensación hay diferentes etapas o edades; y el mensajero para cada etapa o edad, trae el mensaje para esa edad que está contenido en el mensaje de la dispensación que trajo el mensajero dispensacional; no se puede salir del mensaje que trajo el mensajero dispensacional, porque la verdad para esa dispensación es el mensaje que trajo el mensajero dispensacional.

Vean, para el tiempo de Noé, ¿cuál era la verdad en cuanto al futuro del mundo o del pueblo antidiluviano? La verdad era que el juicio de Dios vendría sobre la Tierra y destruiría al mundo antidiluviano; y fue la verdad, así sucedió; pero la verdad para escapar, cómo escapar, ¿cuál era la verdad? Pues el arca; y la señal de que había llegado el fin para el mundo antidiluviano era un profeta dispensacional, con un mensaje dispensacional y con una labor, con un proyecto, el proyecto de la construcción del arca, donde se salvarían Noé, su familia y animales, aves que entrarían al arca. Ese es un proyecto verdadero, un proyecto divino siendo realizado por medio de un hombre llamado Noé, cualquier otro proyecto no era la verdad (proyecto físico).

Y ahora, para la Dispensación de la Ley, ya vimos que es Moisés. El proyecto de la construcción del tabernáculo, era un proyecto divino; y todas las cosas que Moisés realizó conforme a la Palabra de Dios, era la verdad para el pueblo hebreo bajo la dispensación de la Ley, bajo el Pacto que Dios estableció con Su pueblo allá en el monte Sinaí.

Pero luego bajo la Dispensación de la Gracia, la sexta dispensación, su mensajero es Jesús, sexto profeta dispensacional; y el mensaje para esa dispensación es el mensaje del Evangelio de la Gracia, con el nuevo Pacto y la Sangre del nuevo Pacto, que es la Sangre de Cristo nuestro Salvador.

Para la Dispensación de la Gracia, la verdad como mensaje es el Evangelio de la Gracia, y como Pacto el nuevo Pacto; y la Sangre del nuevo Pacto, la verdadera Sangre no es la de un animalito, es la Sangre de Cristo nuestro Salvador; y como pueblo dentro del nuevo Pacto, pues la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y en esa Dispensación de la Gracia, Dios ha enviado a diferentes mensajeros, pues Cristo dijo que enviaría profetas, sabios y escribas. Y luego San Pablo dice que Dios ha colocado en Su Iglesia... eso está en el capítulo 23, de San Mateo; y en Efesios, capítulo 4, verso 11; y también en Primera de Corintios, también nos habla San Pablo (en esos dos pasajes) acerca de lo que Dios ha colocado en Su Iglesia, dice que ha colocado en Su Iglesia: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Eso lo encontramos ahí en la Carta a los Efesios capítulo 4, verso 11; y en Primera de Corintios, capítulo 12, verso 28.

Así que, esa es la verdad de lo que Dios ha colocado en medio de Su Iglesia como ministerios: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.

En Primera de Corintios, capítulo 12, verso 28, ahonda un poquito más y muestra más ampliamente toda la labor ministerial en la Iglesia.

Por lo tanto, así como no hay ovejas sin pastor en lo literal, en la Iglesia del Señor Jesucristo Él ha colocado pastores, evangelistas, maestros, profetas y también apóstoles (apóstoles son misioneros). Todo eso tiene que estar en la Iglesia del Señor Jesucristo, en el pueblo que está dentro del nuevo Pacto.

Cualquier persona que piense como Jesús dijo: “Los profetas hasta Juan profetizaron; ya no hay profetas,” pero son los profetas del antiguo Testamento, del antiguo Pacto que llegaron hasta Juan. Pero miren, el mismo Jesucristo es un profeta mayor que Juan el Bautista. El mismo Juan dijo: “El que viene después de mí es mayor que yo, que yo no soy digno de desatar la correa de Su calzado.”

Y ahora, en la Iglesia del Señor Jesucristo bajo el nuevo Pacto, Dios ha colocado a estos ministerios y son para la perfección de la Iglesia del Señor Jesucristo, del Cuerpo Místico de Cristo; y por lo tanto las ovejas del Señor que llamaría el Señor, el buen Pastor y las colocaría en Su Redil, estarían bien atendidas bajo estos misterios. En Ezequiel, capítulo 24, versos 21 en adelante; y también capítulo 37, verso 21 en adelante, dice que: “Dios pondrá pastores sobre esas ovejas.” Y si dijo que pondría pastores, pues habrá pastores.

Por lo tanto, cada persona de asistir a una congregación y estar bajo el ministerio pastoral que está en ese lugar, para que ahí se alimente con la Palabra que viene para todas las ovejas.

Recuerden que los pastores son siervos colocados en la casa de Dios para que le den el alimento a tiempo a las ovejas que Dios ha colocado en su congregación; así como el mensajero de la edad y de la dispensación es el pastor de esa edad, si es un mensajero de una edad para traer el mensaje, el alimento para esa edad, y el de una dispensación es el mensajero para esa dispensación, para traer el alimento espiritual, el mensaje para el pueblo de esa dispensación.

Así que, tienen que trabajar en armonía los pastores y demás ministerios con el mensajero de su edad, y con el mensajero de su dispensación. No pueden decir: “Este mensajero de esta edad no se puede meter en las cosas de mi congregación.” Recuerde, ése está como pastor de esa Edad completa, y el mensajero de una dispensación está sobre los mensajeros de las edades.

Por lo tanto, a cargo de ése está la labor a nivel mundial de toda la Obra de Dios para el pueblo de Dios y para todas las naciones; ése es el pastor de todos, sean creyentes o no sean creyentes; ése viene con el alimento para el alma de todos los seres humanos. Así ha sido siempre y así será en la Dispensación del Reino también, con el mensaje del Evangelio del Reino será que serán alimentados durante el Reino milenial, todas las personas que vivirán en el Reino del Mesías.

Y ahora, esa es la verdad para cada edad y también para cada dispensación; y el mensajero de cada dispensación es el verdadero mensajero de esa dispensación y el de una edad es el verdadero mensajero para esa edad.

Por lo tanto, vamos descubriendo la verdad en todas las esferas del mundo religioso, del mundo espiritual. Y también hemos estado viendo la verdad del mundo político del reino de los gentiles, y hemos tocado no tanto de la verdad en cuanto al reino de los gentiles, pero en lo que hemos hablado está incluido toda la realidad política de todas las naciones.

Ahora, el Ángel Gabriel, como el Arcángel Miguel para Israel, es el mensajero, el Príncipe, tiene que ver con lo religioso y también con lo político; y Gabriel tiene que ver con todos los aspectos tanto el político como el religioso de todas las naciones.

Ahora, ¿cómo vendría la verdad a la Iglesia del Señor Jesucristo de las cosas que sucederían? Que lo diga el mismo Cristo por medio de Su Espíritu a través de Su Palabra, y así veremos como es que ha estado viniendo la verdad de todas las cosas que han de suceder. En Apocalipsis, capítulo 1, verso 1 al 3, dice:

“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan.”

¿Cómo vino la declaración de la revelación de Jesucristo, de cómo Jesucristo se revelaría, se manifestaría, en Su Iglesia de edad en edad? Vino por medio del Ángel del Señor Jesucristo.

Y ahora continuamos, pasamos al capítulo 19, versos 9 al 10, que dice:

“Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero...”

Este ángel sabe acerca de la Cena de las Bodas del Cordero, este ángel sabe todas las cosas que van a suceder y es enviado para dar a conocer las cosas que han de suceder pronto.

“...Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.”

Este ángel trae la Palabra verdadera de las cosas que han de suceder, así como vino Gabriel a Daniel trayéndoles las cosas verdaderas contenidas en el Libro de la Verdad:

“Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.”

Y en el capítulo 22, verso 6, sigue hablando el Espíritu Santo, que es Cristo en Su cuerpo angelical, sigue hablando de Su Ángel, y dice:

“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas...”

El Dios de los espíritus de los profetas el cual está enviando, este Espíritu de profeta llamado el Ángel del Señor Jesucristo.

Ahora, sigue diciendo:

“...Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”

Y ahora, las cosas que deben suceder pronto son mostradas, dadas a conocer de parte de Dios a través del Ángel del Señor Jesucristo.

El reverendo William Branham hablando acerca de este Ángel dice que ése es un espíritu de profeta. Dice: “Pudo haber sido el profeta Elías, o sea, el espíritu del profeta Elías, o de algún otro profeta, pero es un profeta.” Es que viene profetizando y si viene dando a conocer las cosas que han de suceder, viene profetizando, para lo cual tiene que ser un profeta.

Ahora, capítulo 22, verso 16, del Apocalipsis:

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias...”

Y ahora, Cristo mismo en Espíritu Santo aquí está diciendo que Él ha enviado Su Ángel para dar testimonio de estas cosas en las Iglesias, de todas estas cosas que deben suceder pronto.

“...Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”

Y ahora, hemos visto cómo serían dadas a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, de la cual el mismo Ángel dice: “Estas son palabras verdaderas de Dios.” Es la Palabra de Dios que viene en la boca de ese Ángel mensajero, y ese mensaje es la verdad para la Iglesia del Señor Jesucristo a través de toda la historia de la Iglesia del Señor Jesucristo, en donde Cristo ha tenido a Su Ángel en medio de Su Iglesia en cuerpo angelical.

Pero en el Día Postrero lo va a vestir de carne humana, o sea, le va a traer en medio de Su Iglesia en carne humana, y lo vamos a conocer y lo vamos a escuchar. ¿Y cómo lo vamos a conocer? Por su mensaje; porque su mensaje serán palabras verdaderas de Dios; por donde quiera que examine su mensaje lo encontrará en la Escritura; y estará... miren aquí en Apocalipsis, capítulo 14, versos 6 al 7, dice:

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel (recuerden que ángel es un mensajero), que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo.”

Si tiene el Evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la Tierra, pues tiene que venir a la Tierra para predicarlo. Por lo tanto, tiene que ser un profeta:

“Diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado (viene profetizando que la hora del juicio divino ha llegado); y adorad a aquel que hizo el Cielo y la Tierra, el mar y las fuentes de las aguas.”

Y ahora, este Ángel mensajero es el que viene dando a conocer las cosas que han de suceder pronto, viene predicando el Evangelio eterno, el Evangelio del Reino, para todas las naciones, de lo cual Cristo dijo en San Mateo, capítulo 24, versos 13 al 14, hablando del tiempo final.

“Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”

Y este Ángel mensajero con el Evangelio eterno, con el Evangelio del Reino es el que trae ese mensaje predicándolo a todos los moradores de la Tierra, a toda nación, pueblo y lengua; y cuando la humanidad esté viendo a ese mensajero predicando el Evangelio eterno, el Evangelio del Reino se ha llegado el tiempo final. Dice:

“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”

O sea, que bajo el tiempo y al final del tiempo y ministerio de ese mensajero la humanidad llegará a su final, como llegó el mundo antidiluviano al final del mensaje del profeta Noé; y como llegó al final Sodoma y Gomorra, al final del mensaje de Dios a Abraham, y de los Ángeles a Lot, que le dijeron. “Hemos venido para destruir esta ciudad.”

Y ahora, Abraham representa la Iglesia del Señor y vamos a dejar quietecito, no se vayan a ofender cuando escuchen a otras personas, pero recuerden que tanto Abraham y Lot son tipo y figura de personas, de grupos que existirán en este tiempo final.

Los que van a ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero están representados en Abraham, los que se van a quedar están representados en Lot, y ahí sin explicar mucho.

Los que van a ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, están representados en las vírgenes prudentes que conocerán la Venida como ladrón en la noche de Cristo a Su Iglesia, y los que se van a quedar no van a entrar con Cristo a las Bodas del Cordero, están representados en las vírgenes insensatas que representa el mundo religioso que va a pasar por la gran tribulación, que no va a ver la Venida del Señor a Su Iglesia que será como ladrón en la noche; porque estarán confundiendo lo que será la Venida del Señor a Su Iglesia como ladrón en la noche, con lo que será la Venida del Señor con toda Su Iglesia ya glorificada después de la Cena de las Bodas del Cordero y después de la gran tribulación que vendrá para establecer el Reino milenial.

Y ahora, hemos estado en este estudio bíblico descubriendo la verdad. Así es como se puede descubrir la verdad a través de la Biblia, a través de las Escrituras; y hemos visto que el que trae la verdad a la Iglesia del Señor Jesucristo es Cristo en Espíritu Santo por medio de Su Ángel, al cual envía para dar testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto.

Y ese Ángel estuvo en cuerpo angelical a través de las diferentes etapas o edades de la Iglesia; pero al final estará en carne humana en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo. Así como el Ángel del Pacto, que es Cristo en Su Cuerpo angelical, estuvo en medio del pueblo hebreo todo el tiempo en cuerpo angelical. Pero luego se hizo carne y estuvo en medio del pueblo hebreo como un hombre del pueblo hebreo, nacido en Belén de Judea y siendo un carpintero, o sea, que trabajaba, no un vago, un hombre de trabajo, y así por el estilo. Pero en Él estaba el Nombre de Dios. Recuerden que Cristo dice:

“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo (o sea, va a estar en una persona, ese va a ser el vencedor, ese va a ser el Ángel del Señor Jesucristo).” [Apocalipsis 3:12].

“DESCUBRIENDO LA VERDAD.”

Ahora, no siempre la verdad es bien recibida. Cuando le preguntan a Jesús: “Señor...” O le pregunta el sumo sacerdote: “No nos turbes más el alma, dinos si Tú eres el Cristo, dilo ya.” Cristo le dice: “Ya lo he dicho y no han creído.” Y les dice: “Tú los has dicho.” En San Marcos, dice: “Yo soy.” Y también dice que “van a ver al Hijo del Hombre a la diestra del Poder de Dios;” o sea, sentado a la diestra de Dios en el Cielo, y por lo tanto va a tener todo el poder de Dios.

Por eso Cristo en San Mateo, 28, versos 16 en adelante, dice: “Todo poder me es dado en el Cielo y en la Tierra.” Porque se sentó en el Trono de Dios, a la diestra de Dios eso es lo que significa y cuando dijo eso, ¿qué dijo el sumo sacerdote? “Has blasfemado.” ¿Ven? La verdad, Cristo la estaba hablando y Él mismo era la verdad, la verdad personificada; y cuando la verdad se personifica en una promesa que está hecha que vendrá un mensajero, y llega esa es la verdad de esa profecía personificada, hecha carne. Por eso Cristo podía decir: “Yo soy la verdad, el camino y la Vida, y nadie viene al Padre sino por mí.” Así que, no hay otra verdad, no hay otro camino, ni hay otra vida.

“DESCUBRIENDO LA VERDAD.”

Hemos también al escuchar la predicación del Evangelio de Cristo, hemos descubierto la verdad del Evangelio de Cristo y Su Programa de redención para el ser humano y lo hemos recibido como nuestro único y suficiente Salvador.

Si hay alguno que todavía no lo ha recibido, puede recibirlo en estos momentos y estaremos orando por usted, para que Cristo le reciba en Su Reino, pues todos queremos entrar al Reino de Dios y vivir eternamente con Cristo; para lo cual pueden pasar acá al frente y estaremos orando por usted.

Los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo, para que Cristo les reciba en Su Reino, pues Cristo tiene lugar en Su Reino para los niños también. Cristo dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el Reino de los Cielos.” Los que están en otras naciones también pueden venir a los Pies de Cristo para que Cristo les reciba en Su Reino.

Hemos escuchado la verdad divina contenida en la Escrituras, la Palabra. La sagrada Biblia como Libro es la verdad, la verdad divina. Por eso Cristo decía:

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.” [San Juan 5: 39]. Porque cuando Dios cumple la promesa de enviar a un mensajero, está en la Escritura y cuando se cumple esa promesa, ese mensajero es la verdad profética hecha carne en medio del pueblo.

Dios tiene mucho pueblo en esta ciudad de San Luis, Potosí, y los está llamando y en todo el Estado de San Luis, Potosí, y en toda la nación mexicana; y los está llamando y el Reino de Dios se está llenando de mexicanos y también de personas de otras nacionalidades que lo están recibiendo como único y suficiente Salvador.

Por lo tanto, los que están en otras naciones pueden también pasar al frente para que queden incluidos en la oración que estaremos haciendo. Dios tiene mucho pueblo en toda la América Latina y también en Norteamérica y en todas las naciones y los está llamando con el Evangelio, que es la Voz de Dios, la Voz de Cristo.

Él dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz, yo las conozco y me siguen y yo les doy Vida eterna.” Para recibir la Vida eterna hay una verdad, que es Cristo, recibiéndole como nuestro único y suficiente Salvador.

Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo.

Si falta alguno por venir, puede venir para que Cristo le reciba en Su Reino.

Lo más importante para el ser humano es la vida, y si la vida física temporera, que es mortal, es tan importante. Cuánto más la Vida eterna. La Vida eterna es lo más importante para el ser humano, sin ella la persona no puede vivir eternamente y todos queremos vivir eternamente, para lo cual se predica el Evangelio de Cristo dando a conocer la Obra Redentora de Cristo en la Cruz del Calvario.

Ya vamos a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo. Con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, los que están presentes y los que están en otras naciones y nuestros ojos cerrados, los que han venido a los Pies de Cristo, repitan conmigo esta oración.

Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón, creo en Tu primera Venida, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados; creo en Tu Nombre, como el único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos; reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, un redentor. Doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi único y suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo y fuego, y produzcas en mí el nuevo nacimiento.

Señor, Sálvame Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso. Señor Jesucristo. Amén.

Y con nuestras manos levantadas al Cielo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén.

Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado porque ustedes le han recibido como vuestro único y suficiente Salvador. Él dijo: “El que creyere (y ustedes han creído) y fuere bautizado, será salvo.” [San Marcos 16: 15 al 16].

Por lo cual me dirán: “Quiero ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, lo más pronto posible.” El bautismo en agua no quita los pecados, es la Sangre de Cristo nuestro Salvador; pero el bautismo en agua es un mandamiento del Señor Jesucristo.

En el bautismo en agua nos identificamos con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador muere al mundo; y cuando es sumergido en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado; y cuando es levantado de las aguas bautismales está resucitando a una nueva vida, a la Vida eterna con Cristo en su Reino eterno.

Por lo tanto, el bautismo en agua es necesario para todos los que reciben a Cristo como Salvador, así como fue necesario el bautismo en agua para Cristo, el cual cuando Juan estaba bautizando en el Jordán, vino adonde Juan, entró a las aguas y juan no lo quería bautizar, decía: “Yo tengo necesidad de ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí para que yo te bautice?” Y Jesús le dice: “Nos conviene cumplir toda justicia.” Y entonces no resistió más y bautizó a Jesús.

Y si Jesús para cumplir toda justicia tenía que ser bautizado; porque el Cordero tiene que ser lavado; cuánto más nosotros. Por lo tanto, podemos ser bautizados, pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento; y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.

Que Dios les bendiga y les guarde y continúen pasando una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo.

Dejo al ministro reverendo Pedro Martínez Aguilar, para que les indique cómo hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y en cada nación dejo al ministro correspondiente para que haga en la misma forma.

Que Dios les bendiga y les guarde a todos.

“DESCUBRIENDO LA VERDAD.”