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| Palabras de saludo | 2008-06-29 | 1 | Santiago de Chile | Región Metropolitana | CL | 00:00:00 | false | true |
Muy buenas noches, ministros, compañeros en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo; es un privilegio y bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.
Aprecio y agradezco mucho todo lo que están haciendo por Puerto Rico y el proyecto que allá se está desarrollando, en donde ciertos terrenos han sido ya comprados y falta el pronto, dar el pronto de ellos; ya está separado y falta el pronto que tiene que ser dado el día 30 o antes del día 30.
Y aprecio mucho todo el respaldo que ustedes han estado dándole a Puerto Rico para la compra de ese terreno, el pronto pago de ese terreno; y también todo lo que han estado haciendo para la Carpa Catedral que se ha mandado a construir; y todo lo que están haciendo para esos compromisos que Puerto Rico tiene para llevar a cabo ese proyecto, en favor no solamente de Puerto Rico sino de todas las naciones, de todo el cristianismo, del judaísmo, del Islam y de todos los creyentes en el Dios eterno, ya sea de una religión o de otra religión, y para toda la humanidad.
Esperamos que también se tengan todos los equipos no solamente en Puerto Rico sino en todas las naciones, para que no tengan que viajar los hermanos, sino que cada cual con su congregación esté viendo y oyendo lo que se esté llevando a cabo en esa Carpa Catedral.
Esperamos grandes bendiciones del Eterno; y por tal motivo, pues preparamos lugar para que Él, conforme a lo que ha sido mostrado, Él haga, y lo haga en donde Él mostró que Él lo haría. La parte de tenerle lugar preparado nos toca a nosotros, y la parte de lo que está prometido que Dios va hacer, le toca a Él hacerlo.
Así que esperamos que Dios nos ayude a hacer nuestra parte, y aprecio mucho todo lo que los ministros con sus congregaciones están haciendo respaldando a Puerto Rico; y si luego hay necesidad de otro lugar en otro país, también trabajaremos unidos para ese propósito.
Esperamos que todos tengamos lugares preparados con los equipos necesarios, para que todos podamos estar cada uno en su país con las pantallas de televisión. Ya recuerden que para cuando llegue el tiempo, más adelante, no nos va a dar abasto un televisorcito, sino que vamos a necesitar pantallas grandes. Ya en Puerto Rico se tienen dos pantallas grandes, y aquí mientras tanto van entrenándose.
Para algo grande se entrena desde cosas pequeñas, y luego ya llega la parte grande. Ya algunos quizás tengan pantallas grandes, que es lo mejor, para que vean cómodamente las transmisiones; las personas que están sentadas a la parte de atrás puedan ver como pueden ver también los que están al frente.
Tenemos grandes promesas de parte de Dios para este tiempo final, y tenemos que prepararnos para que esas promesas se hagan una realidad, y trabajar en pro de esas promesas, hacer el trabajo correspondiente.
Por ejemplo, Dios dijo que habitaría en medio de Su pueblo y le dijo a Moisés que construyera un tabernáculo y le dio las especificaciones; y para Dios morar en medio de Su pueblo en esa forma que le mostró a Moisés, había que construir un tabernáculo.
Y cuando Dios le dijo a Su pueblo que escogería una ciudad, y ahí Su pueblo iría a adorar a Dios y a llevar sus ofrendas y sus diezmos, y que irían tres veces al año, y que moraría en medio de ellos en esa ciudad, entonces vino la etapa de la construcción de un templo. Y David quería construirlo, porque todos quieren tener esa bendición de construir el lugar donde Dios va a morar, donde Dios va a manifestarse; pero David no podía hacerlo, y Dios le dijo —por medio del profeta Natán— que sería Salomón, el hijo que Dios le dio.
Y ahora, David no se puso celoso, se puso contento, porque su hijo iba a construir un templo para Dios, el templo para morar el Eterno, al cual David servía y el cual había elegido a David para ser rey de Israel sobre las doce tribus de Israel.
Y no podemos sentirnos celosos nunca, si le toca a un lugar o a otro lugar una bendición, sino ayudarlo. David almacenó oro, plata, cobre, hierro y de todo, y le dijo: “Y si falta algo haz esa partecita tú”, y todo el pueblo, se le dio la oportunidad al pueblo, y comenzaron también a traer ofrendas voluntarias, o sea, de todo corazón.
Porque lo que se hace para Dios, hay que hacerlo de todo corazón; si no, no cuenta para Dios, más bien desagrada a Dios; porque Dios no es un mendigo, a Dios hay que tratarlo correctamente conforme a Sus leyes; y tenemos que, cuando ofrendamos a Dios, pensar: “Dios me está dando la oportunidad de tener parte en el Programa Divino, lo cual es un privilegio, me está dando la oportunidad de ser un socio con Él”. Así que tenemos que pensar en la forma correcta en estas cosas que corresponden a la Obra de Dios.
Y ahora, estamos brazo a brazo con Puerto Rico, yo también estoy brazo a brazo con Puerto Rico en todo lo que allá están haciendo, aunque siempre estoy viajando; y así como vengo a ustedes acá, digamos dos o tres veces al año, así sucede con Puerto Rico, voy dos o tres veces al año allá, les visito, y aunque esté fuera, siempre estoy brazo a brazo con ellos en todo lo que allá hacen, en todo lo que ellos me necesitan.
Dios ha bendecido mucho a Puerto Rico y ha bendecido Su Obra allá en Puerto Rico, y la seguirá bendiciendo; y así como ha sido de bendición para todas las congregaciones y todos los ministros de toda la América Latina y del mundo entero, espero que sea así en una forma más abundante en este proyecto de los terrenos y la Carpa Catedral que allá están construyendo.
Les agradezco mucho todo lo que han hecho, lo que están haciendo y lo que continuarán haciendo.
En estos días me han hecho saber de un caso de emergencia, porque es una oportunidad que le fue dada a Puerto Rico, allá a La Carpa Corporation, de obtener ese terreno; y hay muchos comerciantes, mucha gente de mucho dinero que quieren ese terreno; y ya el banco está comprometido con la Carpa para ese terreno, pero hay que dar el pronto; si no se da el pronto, se pierde la oportunidad.
Y todos hemos estado brazo a brazo con Puerto Rico para que antes del día 30 ya tengan el dinero para dar ese pronto pago.
Ya hoy no sé si ustedes lo han visto en video, el terreno que se está comprando ahora; pues si se está construyendo una Carpa Catedral que acomoda de 50.000 a 65.000 personas, se necesita estacionamiento para autos y se necesita lugar para que las personas caminen; y se necesita lugar para construir un restaurante y también una cafetería y cosas así, porque la gente come también, no van a ir a la ciudad, pues la ciudad tendrá como 50.000 habitantes, o sea, todo Cayey.
Así que tenemos que tener nuestras propias facilidades, o sea, la Carpa tiene que tener sus propias facilidades; diríamos, ser autosuficiente, para que así no tengan problemas las personas; y también cada ministro con su congregación también que ser autosuficiente en el lugar donde esté para tener todo, que no tengan que moverse para otro país.
Bueno, no para desanimarlos, les diría cuáles son las necesidades que usted y su congregación tendrían si viajan: tendrían que conseguirle hospedaje, tendrían que conseguirle comida, tendrían que conseguirle transportación, estar pendientes de ellos; o sea, que es más fácil, en el lugar donde ya están, tenerles un buen auditorio con una buena pantalla, con una imprenta, con los folletos, con un buen equipo de reproducción para tener los DVD o video, lo que sea, para que tengan sus máquinas también, sus grabadoras, y en sus hogares continúen escuchando, y así por el estilo, y también puedan evangelizar en el lugar donde viven.
O sea, porque es un trabajo que cada congregación hace con su ministro en el lugar donde vive; y cuando ya ocurra la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los vivos, entonces estaremos todos juntos; entonces ya de ahí en adelante no tendrán que buscarle transportación ni comida ni hospedaje, porque ya con el cuerpo glorificado la persona es autosuficiente.
Los viajes, ya tiene el equipo por dentro el nuevo cuerpo para viajar. Dice el reverendo William Branham que será a la velocidad del pensamiento; y lo mismo que usted tarda en viajar de aquí a la pared o menos, o dar el primero paso, es el mismo tiempo que usted tardaría en viajar de aquí a Júpiter o al planeta más lejano de la galaxia más lejana. ¿Por qué? Porque es solamente pensar: pensó y ya está allá. O sea, que allá no hay tiempo, ya el tiempo desaparece, porque ya se entra a eternidad, donde no hay limitaciones.
Bueno, estamos esperando grandes bendiciones de parte de Dios, tenemos las promesas de que habrá una manifestación plena del poder de Dios y que eso vendrá cuando venga la apretura; por lo tanto, la apretura, que está dicha que ha de venir, trae detrás o vendrá detrás una bendición grande para el Cuerpo Místico de Cristo.
Por lo tanto, no nos va asustar la apretura, sino nos va a alegrar la bendición que viene en ese tiempo. Fue llamada la Tercera Etapa; y la Tercera Etapa es una manifestación (o habrá una manifestación) plena de Dios. La Voz de Dios, que son los Siete Truenos, estarán hablando consecutivamente y Dios estará obrando todo por medio de la Palabra hablada.
Ahí está el misterio: será en la Palabra hablada. Recuerden que Cristo habló acerca de tener fe como un grano de mostaza (eso está por ahí por San Marcos, capítulo 11), y dice: “Si dijeres a este monte: pásate de aquí allá, se pasará, y nada será imposible”[1]. San Marcos y San Mateo también hablan de esa fe como un grano de mostaza.
Y ahora, eso es “si dijere,” o sea, no es si Dios dice, sino la persona; por supuesto que esa persona tendrá la Palabra de Dios en su boca para la manifestación de esa Tercera Etapa que ha de venir. Por eso le será dado a comer el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos, y luego tiene que hablar su Mensaje profético para muchos pueblos, naciones y lenguas; y bajo ese ministerio habrá también grandes señales a nivel internacional, maravillas, milagros. Y todo eso, dice el reverendo William Branham que corresponde a los Dos Olivos: a Moisés y a Elías.
¿Y cómo pueden surgir milagros y maravillas a nivel internacional, si se estará en un solo sitio? A través de las pantallas estarán viendo y oyendo, por lo tanto, van a ocurrir muchas cosas desde un solo sitio hasta otros lugares por medio de esa Palabra hablada; porque la fe va a crecer al nivel en que podrán obtener todo, los que puedan creerlo.
La persona recibe por fe las bendiciones de Dios; todo lo que pueda creer que Dios ha prometido, lo puede recibir. La persona es la que le pone límites a la bendición que puede recibir de Dios. No le ponga límites a las bendiciones de Dios: créalas de todo corazón, para que reciba sin limitaciones las bendiciones de Dios.
Para el tiempo final, para cuando venga la apretura, miren lo que está prometido; y todo eso estará ligado a la Visión de la Carpa. Miren aquí, la página 68 del libro de Citas (los que tengan ese libro de Citas); página 68, párrafo 584, dice:
584 – “¿Ustedes saben qué creo yo? La semilla ha sido sembrada (¿Creerían ustedes eso?) para esa gran iglesia, así como los alambres han sido puestos a través del edificio, todo enchufe ha sido probado por la Palabra (¡Oh vaya!) todo enchufe probado por la Palabra... Toda luz está colgando en su lugar. La única cosa esperando, para que el Maestro allá atrás torne el conmutador (sí, señor) en la Palabra”.
“Torne el conmutador” ¿dónde? En la Palabra.
Y ahora, vamos a otro lugar: página 119… Recuerden que de edad en edad se ha encendido la Luz de la Palabra; Cristo, que es la Luz, ha alumbrado; y por consiguiente Él ha tenido un instrumento con el conmutador en su mano para encender la Luz de esa edad. Así de simple.
Y ahora, esto es una parte del mensaje donde él habla de una familia que fue con sus niños (un niñito y una niñita), y fueron a un lugar donde en el viaje turístico los llevaban a una cueva; tenía luz, pero luego el guía, o una persona que recibía la señal del guía, apagaba la luz. En una cueva, imagínense ustedes, quedaba muy oscura.
Y la hermanita, la niñita comenzó a gritar, a gritar por la oscuridad (eso da terror); pero el niñito había visto quién apagó la luz y él le dijo a la niñita: “Hermanita, no temas, no temas, hay un hombre con el conmutador en su mano, hay un hombre que puede encender la luz”; él lo había visto.
Y a través de la Escritura tenemos que ver quién es ese hombre, quién es el hombre que está prometido para el Día Postrero que encenderá la Luz de la edad correspondiente a este tiempo final y de la dispensación correspondiente a nuestro tiempo.
Ahora, leamos este pasaje: página 119, párrafo 1054, dice:
1054 – “Cuando esta persecución venga, no te asustes; hay una luz que dice que se llevará a Sus hijos. Ella no pasará por la tribulación. Ella nunca lo hará. Él dijo que ella no, ella será levantada”.
O sea, raptada, la Iglesia-Novia; esa es la niñita: la Iglesia-Novia, que gritó, tipificada en la niñita que gritó; y por supuesto el hermanito, pues tiene que ser uno de la misma familia, uno que conoce Quién es el que tiene el conmutador (el cual es Cristo, el Ángel del Pacto), y sabe cómo ese Ángel del Pacto se manifestará en este tiempo final: como lo ha hecho en todos los tiempos: a través del mensajero de cada edad se ha manifestado el Ángel del Pacto, que es Cristo, la Columna de Fuego.
Y ahora, cuando venga la apretura no nos podemos asustar; de momento va a parecer como que vendrá una oscuridad grande, una apretura y luego una persecución grande; pero no tenemos que asustarnos: hay una bendición grande de parte de Dios también, para la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo; y ahí será donde el poder de Dios será manifestado plenamente; pero hay que tener el sitio o los sitios para recibir las bendiciones de Dios.
Miren, aquí también, esta misma página 119, el párrafo 1057 dice:
1057 – “… la cosa que hemos estado mirando hacia adelante por tantos años, 4 o 5 años, puede ser que más... es la Tercera Etapa que ha sido vindicada, y yo estoy seguro que ustedes saben lo que es. Nunca habrá una personificación de esto, no puede haberla. Ahora está en existencia. Y yo he sido amonestado de esto… que esto aquí ya ha acontecido, para que pueda identificar su presencia entre nosotros”.
Ahora, vemos esa manifestación de Cristo allá, a través del ministerio operado en el reverendo William Branham; y vino a ser una prueba para lo que ha de venir; o sea, vamos a ver aquí:
“Pero esto no será usado en grande manera…”.
Vean, Dios dio una muestra a través del reverendo William Branham y el ministerio que Dios había colocado en él, de lo que será la Tercera Etapa, que será hablando la Palabra creadora; habló a existencia ardillas, habló a existencia las demás bendiciones: la resurrección del pececito, la salvación para los hijos de una creyente en Cristo, la sanidad para su esposa (la esposa del reverendo William Branham), o sea, que habló fuera de existencia aquel tumor; y también ordenó a la tormenta de nieve que venía, ordenó que se fuera, que desapareciera, ordenó a los vientos que se fueran, los vientos que traían esa tormenta.
O sea, poder sobre la naturaleza por medio de la Palabra creadora, poder sobre las enfermedades, poder para crear, traer a existencia cosas, poder para sacar de existencia un tumor, o sea, poder sobre las enfermedades, para sacarlas fuera de existencia, y también poder para salvación de hijos de creyentes fieles a Dios.
Por lo tanto, nuestros familiares tendrán una bendición grande en esa etapa; pero si vienen antes de tiempo, mucho mejor, porque estarían con nosotros ayudando, trabajando en la Obra del Señor. Sigue diciendo. Dice:
“Pero esto no será usado en grande manera…”.
Estaba en el reverendo William Branham pero no lo podía usar en grande manera; él quería usarlo en grande manera, como lo vio en la Visión de la Carpa, y por eso quería tener una carpa grande, para que se cumpliera todo lo que él vio en la Visión de la Carpa, que es donde se usará en grande manera, en una forma grande, esa Tercera Etapa, que será todo por la Palabra creadora siendo hablada.
Lo que tenía Adán antes de la caída: podía hablarle a los árboles, decirle: “Pásate tú de aquí allá”, y se pasaría, que es lo mismo que Cristo dice que el que tenga fe como un grano de mostaza puede decirle a este monte: “Pásate de aquí allá”, y se pasará, y nada será imposible; ¿y hay un monte?, también puede decirle: “Pásate de aquí allá al mar”, y se pasará. Y hay un monte: el reino de los gentiles, que tiene que ser quitado para ser colocado el Reino de Dios. Así que vamos a continuar aquí, dice:
“Pero esto no será usando en grande manera hasta que el Concilio empiece con su apretura (ya aquí vemos de dónde vendrá la apretura; pero vemos también que ese será el tiempo para ser usada esa Tercera Etapa, ser usado ese poder). Y cuando lo haga (dice), los pentecostales y etc. casi personificarán cualquier cosa que se pueda hacer. Pero cuando venga ese tiempo (la apretura), entonces ustedes verán lo que han visto temporalmente, manifestado en su poder absoluto (o sea, nos dio la muestra allá, pero vamos a tener nosotros la manifestación plena de eso). Ahora yo continuaré evangelizando. Así como fui comisionado al principio, así seguiré”.
Y mientras esperamos ese momento de la manifestación plena de ese poder divino para el tiempo de la apretura, pues ¿qué tenemos que estar haciendo? Evangelizando para que se complete la Iglesia del Señor Jesucristo; porque hasta que se complete, Cristo no puede salir del Trono de Intercesión y tomar el Título de Propiedad, el Libro de los Sellos, el Libro de la Vida del Cordero, donde están nuestros nombres, y hacer Su Obra de Reclamo. O sea, que tenemos una labor que hacer, la cual Él desde hace dos mil años atrás ordenó, la dio:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”.
La responsabilidad nuestra está en ir llevando el Evangelio de Cristo; y luego pasa, a cada individuo que escucha el Evangelio, la responsabilidad de recibir o no recibir a Cristo.
Así que tenemos esa responsabilidad desde hace dos mil años atrás, y queremos cumplir con nuestra comisión o la comisión que Cristo nos ha dado, de llevar el Evangelio por todas partes, para que los que están escritos en el Libro de la Vida del Cordero escuchen, nazca la fe de Cristo en su alma, y reciban a Cristo como Salvador; y así vaya completándose la Iglesia del Señor Jesucristo en la etapa o edad correspondiente a nuestro tiempo.
Recuerden que en cada edad Cristo reúne sus escogidos en la edad correspondiente donde Él enciende la Luz a través de la Palabra creadora, que es luz. Él es Luz y Su Palabra es Luz, porque Cristo y la Palabra son lo mismo. Él es el Verbo, la Palabra, y por consiguiente, por medio del mensajero que recibe en cada edad la revelación de Cristo y la habla, se enciende la Luz de esa edad, como se encendía el candelero o candelabro en el templo.
Y ahora, para el tiempo final, vean ustedes, dice Apocalipsis 11 que los Dos Olivos son los Dos Candeleros; y vamos a ver cómo lo dice (son los Dos Olivos y los Dos Candeleros):
“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.
Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra”.
Por lo tanto, van a alumbrar. Así es que vendrá la Luz en el Día Postrero: por medio de los dos candeleros que están en pie delante del Dios de toda la Tierra, ahí estará la Luz.
Y ahora, no vamos a explicar mucho de esto, no vamos a explicar mucho de esto, esto lo vamos a dejar para otra ocasión; sabemos que estamos en el tiempo correspondiente, en donde de un momento a otro la Tercera Etapa en toda su plenitud se desata y trae a existencia todo lo que fue visto por el reverendo William Branham, el cual dijo que eso sería algo muy grande, sería algo en una escala muy grande, sería algo maravilloso, y no pararía.
Él cuando vio la fila para la oración por los enfermos, dice que era muy larga, y era algo interminable; o sea que va a ser algo muy grande. Por lo tanto, habrá mucho trabajo y se van a beneficiar millones de seres humanos, será algo en favor de la humanidad; será entonces una manifestación de amor de Dios por los seres humanos que en esos días estarán sufriendo mucho.
Así que nos espera algo grande de parte de Dios, por lo cual estamos trabajando, porque fue vista esa manifestación grande de Dios en una Carpa o Catedral que fue mostrada al reverendo William Branham.
Así que trabajamos para que aparezca, surja, en algún lugar; y si es más de una, pues trabajaremos brazo a brazo todos para que surja la primera; y después, si hace falta la segunda que surja también, y también que haya diferentes auditorios en todos los países para que se puedan juntar las personas y ver todo lo que estará siendo transmitido… pues no habrá tanto lugar, aunque sea grande no habrá tanto lugar para tantas miles de personas de todos los países.
Por lo tanto, tenemos que prevenir y tener lugares preparados. No queremos... los ministros no quieren ser una carga con sus congregaciones llevándolos para un país…; el problema solamente de las visas, ya es un problema muy grande.
Así que esperamos tener también cada país, los ministros en cada país, tener todo ordenado con sus congregaciones, porque lo que estamos esperando es algo muy grande. Y si esa Tercera Etapa y esa manifestación, se va a llevar a cabo en diferentes países…, porque habrá, puede haber un recorrido también, pues estaremos preparados con equipos a través de los cuales se pueda transmitir a otros países.
Y ya estamos practicando desde hace años, transmitiendo de cada país las actividades que se llevan a cabo; y se llevan al satélite, y de ahí se transmiten a todos los países; o sea que estamos siendo entrenados para algo grande que ha de venir, pero lo que está sucediendo en la actualidad (por muchos años) es grande: están siendo alimentadas las congregaciones con esas transmisiones, también con los folletos, y también teniéndole a la disposición las grabaciones en DVD o videos para los que tienen equipos, y así puedan tenerlas y alimentarse, continuar alimentándose durante la semana en sus hogares.
Así que adelante trabajando en la Obra del Señor, y sabiendo que el que tiene el conmutador en su mano es el Ángel del Pacto, Cristo, el cual en cada tiempo, a través del mensajero al cual le es revelado Su Palabra…; y Él, Cristo, el Ángel del Pacto, a través del mensajero ha encendido la Luz de cada edad; y así es para la edad nuestra, la Edad de la Piedra Angular.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y les use cada día más y más en Su Obra; y mañana nos continuaremos viendo todo el día.
Mañana va a ser un día de fiesta en el cual en la mañana estaremos compartiendo con la comunidad judía en la actividad que ya está programada; y eso será un encuentro, podríamos decir, de descendientes de las tribus perdidas con las tribus del sur, porque la mayoría de los creyentes del Día Postrero son descendientes de las tribus perdidas, y muchos también de las tribus del sur; o sea, son descendientes de las tribus del reino del norte y de las tribus del reino del sur; o en palabras más claras, descendientes o miembros de la casa de Israel y de la casa de Judá.
Por eso ese amor tan grande. Es un amor de hermanos, es un amor de los hermanos del reino del norte con los hermanos del reino del sur, o de la casa de Israel y de la casa de Judá. Por eso ese amor no se lo pueden explicar; pero vean lo sencillo que es: es un amor hermanable, amor de hermanos.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde; y nos vemos mañana, Dios mediante, en las diferentes actividades que hemos de tener.
Dejo por aquí nuevamente al doctor Salomón Cunha, que fue el que me pasó aquí esta parte.
Estamos también muy felices con esta subida al Monte Sinaí, en el cual se celebró allí el Shavuot, o sea, la Fiesta de Pentecostés; y después que fue dada la Torá en el monte Sinaí, no sé cuántas conmemoraciones o fiestas conmemorando el día que fue dada la Torá, cuántas se han llevado a cabo o se han celebrado en el monte Sinaí.
No sabemos cuántas, pero sabemos que esta que se llevó a cabo es una de ellas; y es muy importante porque se llevó a cabo en el mismo lugar donde Dios le dio la Torá, la Ley, a Moisés, para que la diera a Su pueblo, al pueblo descendiente de Israel, o sea, de Jacob.
Sería bueno investigar qué número hace ese día que estuvimos allí en la celebración, la conmemoración y proclama del día en que fue dada la Torá a Moisés, y Moisés la dio a Su pueblo; y cuando sepamos qué número hace esa conmemoración que tuvimos allí…, o sea, conmemoración efectuada en el mismo lugar donde se dio la Torá.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y le vamos a dejar esa tarea al doctor Salomón que la investigue; y después, cuando la tenga esa información, la dé a conocer.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde; y con ustedes, con nosotros, el doctor Salomón Cunha para continuar y finalizar nuestra parte en esta ocasión.
No está con nosotros su esposa, porque ella está allá con las damas y a lo mejor todavía está hablando; terminamos nosotros primero quizás que ella. Hace un momentico terminaron, así que llevan horas allá; nosotros somos los menos que hablamos, así que están de fiesta allá; y nosotros también estamos de fiesta.
Llegamos de esa fiesta de allá en Egipto y pasamos a Israel, y de allá ya regresamos, estamos acá con ustedes; y mañana continuamos. Mañana vamos a subir a un monte pero son poquitos pasos parece, son unos pasos muy cortos el que tenemos que dar para estar en el monte en donde se va a llevar a cabo esa actividad de la conmemoración o celebración del Aniversario de Israel número 60.
Bueno, nos vemos mañana, Dios mediante. Pasen todos muy buenas noches.
“PALABRAS DE SALUDO A LOS PASTORES”.
[1] San Mateo 21:21-22, San Marcos 11:23-24