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El éxodo del Día Postrero 2008-02-24 1 Paraguaçu Paulista São Paulo BR 00:00:00 false

Muy buenos días, amables amigos y hermanos presentes y también los que están a través del satélite Amazonas o de internet en diferentes naciones; que la paz y bendición de Dios sean sobre todos ustedes por medio de nuestro amado Señor Jesucristo.

Para esta ocasión leemos en el Evangelio según San Mateo, capítulo 24, versos 27 en adelante, estas palabras proféticas del Profeta Jesús:

Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.

Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.

E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

EL ÉXODO DEL DÍA POSTRERO.”

En este pasaje podemos ver lo que será el Éxodo del Día Postrero, y por consiguiente nos recuerdan los días de Moisés y el pueblo hebreo en Egipto como esclavos, pero con la promesa que serían libertados después de cuatrocientos años de esclavitud.

Esa promesa le fue hecha a Abraham antes de nacer Jacob y también antes de nacer Isaac, porque Dios ve las cosas que han de suceder, las ve desde el principio; o sea, eternamente antes de la existencia de los planetas, ya Dios vio todas las cosas que iban a suceder, y por consiguiente antes de la Creación Él nos vio aquí reunidos en esta ocasión.

Y ahora, veamos lo que le dijo Dios a Abraham, en el capítulo 15 del Génesis, versos 12 en adelante dice:

Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.

Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.

Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.

Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.

Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí.”

En este pasaje podemos ver a Dios revelándole a Abraham las cosas que iban a sucederle a su descendencia:

Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.

En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eúfrates;

la tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos,

los heteos, los ferezeos, los refaítas,

los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.”

Toda esa tierra que estaba ocupada por esos pueblos le sería dada a la descendencia de Abraham, y por consiguiente en algún tiempo de la historia de la descendencia de Abraham todas estas cosas se cumplirían: estarían en una tierra extraña, serían esclavos allí por cuatrocientos años y luego Dios los libertaria. En la cuarta generación ellos regresarían a la tierra de donde habían salido, ellos irían a la tierra prometida en donde se establecerían como una nación; tendrían jueces, o sea, tendrían jueces a través de los cuales Dios reinaría sobre el pueblo, y luego tendrían reyes los cuales estaban llamados a reinar para Dios.

El más sobresaliente de todos fue el rey David, y fue el rey que fue confirmado en el Reino y su dinastía fue confirmada para siempre, y por consiguiente el Reino del Mesías será a través de un descendiente de David, y por consiguiente la dinastía de David es la única que tiene por decreto divino el derecho a reinar sobre todo Israel y también sobre todas las naciones, lo cual será una realidad en el glorioso Reino del Mesías durante el Reino Milenial, en el cual el Mesías Príncipe se sentará sobre el Trono de David y restaurará el Reino de David.

El Reino de David es el Reino de Dios en la Tierra, y el Trono de David es el Trono de Dios en la Tierra, para Dios por medio de un hombre reinar sobre Israel y también sobre todas las naciones. Este Reino crecerá y llenará toda la Tierra; todas las naciones estarán representadas en la corona del Rey de reyes y Señor de señores, del Mesías Príncipe.

Por lo tanto, todas las naciones que estarán en la Tierra en esos días, estarán bajo la corona del Mesías; todos sujetos al Mesías y Su Reino, y la paz saldrá de Jerusalén y llenará toda la Tierra, y la Palabra de Dios saldrá de Jerusalén para todos los habitantes de Israel y todas las naciones.

Por lo tanto, en el Programa Divino hay grandes *bendiciones para las naciones como para los individuos.

Y ahora, para este tiempo final viendo que en el Programa Divino está el (Dios) enviar a Sus Ángeles con gran Voz de Trompeta para llamar y juntar a Sus escogidos, tenemos que estar a la expectativa porque esto es una promesa divina para este tiempo final.

Ya hemos tenido dos Éxodos: el Éxodo que llevó a cabo Dios por medio del Profeta Moisés, sacando a los hebreos de Egipto y por consiguiente de la esclavitud, llevándolos por el desierto hasta la tierra prometida.

Moisés no pudo entrar con el pueblo al otro lado del Jordán, pero le repartió a dos tribus y media su territorio antes de cruzar el Jordán. Pero Josué, el sucesor de Moisés, los llevaría a la tierra prometida. Dios por Moisés estuvo pastoreando Su pueblo, Dios es el Pastor: [Salmo 23:1-3]

Jehová es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar (esa es la promesa).

Junto a aguas de reposo me pastoreará.”

Y todo eso lo hace Dios, que es el Pastor de Su pueblo y por consiguiente de cada individuo, a través del Profeta Moisés y después a través de Josué pastoreó a Su pueblo con Su Palabra. Luego los introdujo a la tierra prometida donde les repartió su herencia (Dios) a través de Josué. Josué representa al Espíritu Santo.

Y ahora, hemos visto ese primer Éxodo, Dios libertando un pueblo, sacándolos de Egipto y llevándolos a la tierra de Canaán.

Luego el segundo Éxodo lo llevó a cabo aquel que dijo: “Yo soy el buen Pastor, el buen Pastor Su vida da por Sus ovejas.” San Juan, capítulo 10, versos 1 al 30, y también Él dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen, y yo les doy Vida eterna.”

Y ahora, Cristo es la persona en la cual estaba Dios para llevar a cabo el segundo Éxodo, sacando al pueblo de una condición espiritual y llevándolos a una condición espiritual mejor; sacando al pueblo del mundo que es el Egipto espiritual, sacando al pueblo del reino de las tinieblas y colocándolos en Su Reino, con el Espíritu Santo.

Por medio de la predicación del Evangelio de Cristo nace la fe de Cristo en el alma de las personas, y dan testimonio público de su fe en Cristo recibiéndolo como su único y suficiente Salvador y siendo bautizadas en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, como hacían los apóstoles y demás ministros en los tiempos de los apóstoles; y así ha continuado llevándose a cabo en medio del cristianismo, y así han estado siendo sacados del reino de las tinieblas en el segundo Éxodo, y colocados en el Reino de Dios, que es el Reino de Cristo, el cual se encuentra en la esfera espiritual.

Miren las palabras del apóstol Pablo en Colosenses, capítulo 1, versos 12 en adelante donde dice:

Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.”

Así como Dios libertó al pueblo hebreo del poder, de la potestad del faraón y los llevó a la tierra prometida, ahora Cristo ha libertado a todas las personas que lo han recibido como único y suficiente Salvador, o sea, los ha sacado del reino de las tinieblas, del reino del maligno, y los ha colocado en Su Reino, el Reino de Cristo es el Reino de Dios, y es uno de los misterios del Reino de los Cielos.

Este segundo Éxodo que ha estado llevándose a cabo en donde millones de seres humanos han sido libertados del poder del enemigo, del poder de las tinieblas, y han sido colocados en el Reino de Cristo con Vida eterna, y por consiguiente han sido restaurados a la Vida eterna y al Reino de Dios que es eterno. Eso es lo que ha estado sucediendo por estos dos mil años que han transcurrido: el segundo Éxodo siendo llevado a cabo.

Y ahora, tenemos la promesa de un tercer Éxodo, así como hubo estos dos Éxodos anteriores; en el primero fueron sacados de una condición física y llevados a la tierra prometida, a una tierra física.

El segundo, de una condición espiritual; al Reino de Dios fueron llevados, el cual se encuentra en la esfera espiritual.

Y el tercer Éxodo es para ser llamados, juntados, recogidos y llevados al Reino literal del Mesías que será restaurado. Por eso nos habla de los Ángeles con la gran Voz de Trompeta que llamará y juntarán a los escogidos de Dios.

Primero entre el cristianismo aparecerán estos Ángeles que son los ministerios de los dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías, y luego entre los hebreos aparecerán estos ministerios para el Éxodo de los judíos también.

El tercer Éxodo será como fue en los días de Egipto (como en los días del Éxodo primero), será un Éxodo para entrar a la tierra prometida del glorioso Reino del Mesías, y por consiguiente la Trompeta o gran Trompeta o gran Voz de Trompeta estará llamando y juntando a todos los escogidos de Dios, porque a la final Trompeta, “Porque será tocada la Trompeta, y los muertos en Cristo resucitarán primero en cuerpos incorruptibles, y nosotros los que vivimos seremos transformados.” [Primera de Corintios 15:52]

Y entonces entraremos físicamente al Reino de Dios con cuerpos eternos y glorificados, entraremos al Reino celestial físicamente y después regresaremos, después de la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo, regresaremos a la Tierra para el establecimiento del glorioso Reino del Mesías en donde estaremos como Reyes, Sacerdotes y Jueces; o sea, estaremos como el gabinete del Mesías Príncipe trabajando en ese Reino, compartiendo con Cristo ese Reino; porque a todo lo que Él es heredero, también lo son todos los creyentes en Él, porque somos herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús Señor nuestro. Por lo tanto, heredaremos con Cristo el Reino.

Para este tiempo el Éxodo del Día Postrero es muy importante en el Programa Divino, todos los escogidos estarán escuchando la gran Voz de Trompeta, es la misma gran Voz de Trompeta o Trompeta de la Fiesta de las Trompetas del día primero de mes séptimo de cada año, conforme al calendario hebreo.

Esa gran Trompeta es la que llamará y juntará ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu, esa es la gran Trompeta prometida en Isaías, capítulo 27, verso 13, para juntar al pueblo de Dios, juntar a los hebreos, doce mil de cada tribu y también juntar los escogidos del cristianismo para tener la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Por lo tanto, el Éxodo del Día Postrero traerá las bendiciones más grandes que las personas se hayan imaginado, pues traerá la materialización de las promesas divinas para la Iglesia de Jesucristo y también para los judíos, para los hebreos.

Estamos en el Día Postrero o séptimo milenio conforme al calendario gregoriano; conforme al calendario hebreo faltan algunos 30 años más o menos, conforme al calendario *hebreo estamos en el siglo último del año seis mil, y ya cerca de finalizar ese sexto milenio.

Pero conforme al calendario gregoriano ya entramos al séptimo milenio, ya estamos en el Día Postrero. Cristo dijo (hablando de los creyentes en Él): “Y yo les resucitaré en el Día Postrero.”

Así como en los días de la semana, el séptimo día, el sábado, es el Día Postrero de la semana y es de reposo, de descanso, así también el séptimo milenio es el milenio de reposo para el pueblo, reposará de todas las labores y problemas que ha tenido durante estos seis mil años que han transcurrido conforme al calendario gregoriano.

Será un día de paz para los escogidos de Dios, será el milenio para el establecimiento del Reino del Mesías, “y toda la Tierra será llena del conocimiento de la gloria del Señor, como las aguas cubren el mar,” dice Habacuc, capítulo 2, verso 14 e Isaías, capítulo 11, verso 9; y por consiguiente la humanidad obtendrá el completo entendimiento de Dios y Su programa, todos conocerán a Dios, todos conocerán el programa de Dios y por consiguiente terminarán las diferencias religiosas en medio de la familia humana, todos creerán de la misma manera, porque cuando llega la verdad, los que son de la verdad oyen la verdad y la siguen.

Por lo tanto, para el Reino del Mesías todos conocerán a Dios, y Dios estará en el Mesías Príncipe gobernando sobre Israel y sobre todas las naciones, estamos en un tiempo muy importante, estamos en el tiempo de la preparación para la entrada a ese Reino del Mesías, y están siendo llamados y preparados todos los escogidos del cristianismo, para ser transformados y llevados con Cristo al Cielo, a la Cena de las Bodas del Cordero.

También el pueblo hebreo recibirá la preparación para entrar a la restauración del Reino del Mesías; ellos van a entender, y por consiguiente serán preparados para el gran evento de la Venida del Mesías y la restauración del Reino de David.

Todavía faltan personas de entrar a formar parte de la Iglesia de Jesucristo, porque tienen sus nombres escritos en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, y Él los ha estado llamando desde el Día de Pentecostés hacia acá.

Y cuando entre al Cuerpo Místico de Cristo y por consiguiente al Reino de Cristo que está en la esfera espiritual, cuando entre hasta el último, se habrá completado todo lo relacionado al segundo Éxodo, y el tercer Éxodo entrará de lleno para el cristianismo y para los hebreos también.

Y todo lo relacionado al Reino del Mesías será abierto a Israel y a todas las naciones, y muchas naciones se unirán a Israel para la restauración del Reino de David, esas naciones vendrán a formar parte del Reino del Mesías, en donde obtendrán la paz y la felicidad. Así como Dios ha obrado con individuos, luego obrará con naciones, bajo la Dispensación del Reino.

EL ÉXODO DEL DÍA POSTRERO.”

Estemos preparados, estemos en el Cuerpo Místico de Cristo con nuestras lámparas encendidas, porque está muy cerca la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos eternos, y la transformación de los vivos creyentes en Cristo para obtener la inmortalidad física y entrar físicamente al Reino de Dios.

Ya en lo espiritual han entrado millones de personas, pero falta la parte física en la cual entraremos con un nuevo cuerpo, con un cuerpo eterno, inmortal y glorificado, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador.

Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador para entrar al Reino de Cristo que está en la esfera espiritual, pues Él dijo: “El que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios.”

Nacer del Agua es nacer de la Palabra, del Evangelio de Cristo al escucharlo, y nacer del Espíritu es recibir al Espíritu Santo, al recibirlo nace en el Reino de Cristo y por consiguiente a la Vida eterna, obtiene la Vida eterna.

Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo o que se descarrió, puede recibirlo en estos momentos, puede ser reconciliado con Dios en estos momentos. Yo estaré orando por usted, pueden venir acá al frente y yo oraré por usted.

Y ustedes que se encuentran en otras naciones y no han recibido a Cristo todavía, lo pueden hacer en estos momentos para que queden incluidos en la oración que estaré haciendo por ustedes.

Vamos a dar unos minutos mientras llegan las personas para recibir a Cristo como único y suficiente Salvador. Él dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen.” Por lo tanto, Él les está llamando en este día, porque el nombre suyo está escrito en el Cielo en el Libro de la Vida. Él dijo que llamaría Sus ovejas, Él dijo: “También tengo otras ovejas que no son de este redil, las cuales también debo traer, y oirán mi Voz, y habrá un rebaño y un pastor.”

El Pastor es Cristo, el Rebaño es la Iglesia del Señor Jesucristo, y las ovejas son las personas que reciben a Cristo como único y suficiente Salvador.

Dios tiene mucho pueblo en esta Ciudad y los está llamando, y también en toda la América Latina, también en Norteamérica, también en el África, en Japón, en China y en las demás naciones, los está llamando porque este es el tiempo del llamado para el tercer Éxodo, y por consiguiente miles de personas estarán respondiendo a ese llamado, millones de personas responderán al llamado de Dios correspondiente a este tiempo final.

Vamos ya a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo. Si falta alguna persona por venir, puede venir para que quede incluida en esta oración que estaré haciendo.

Vamos también a pedirle a los que están en las computadoras, que nos avisen si ya en los demás países están listos para la oración por los que han venido a los Pies de Cristo. En las diferentes naciones pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo para que queden incluidos en esta oración que estaré haciendo.

Ya vamos a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo. Si todavía falta alguno por venir, puede venir, pues Cristo les está llamando en esta ocasión por medio de Su Palabra, es el llamado de Cristo el Buen Pastor, llamando a Sus ovejas, que son las personas que tienen sus nombres escritos en el Cielo en el Libro de la Vida.

Ustedes se encuentran aquí y los que están en otras naciones escuchando la predicación del Evangelio de Cristo, porque el nombre de ustedes está escrito en el Cielo en el Libro de la Vida.

Vamos ya a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo. Todavía si falta alguna persona, puede venir.

Es un asunto de Vida eterna recibir a Cristo como Salvador, la decisión más grande que una persona puede hacer es recibir a Cristo como único y suficiente Salvador, esa es la única decisión que coloca a la persona en la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno.

Cristo dijo que en el Cielo hay gozo cuando un pecador se arrepiente, por lo tanto, hay gozo en el Cielo entre los Ángeles en estos momentos. Ellos están viendo lo que está sucediendo aquí y lo que está sucediendo en cada nación en donde están recibiendo a Cristo como único y suficiente Salvador. Es un momento de gozo en el Cielo, y no solamente de gozo en el Cielo sino de gozo entre nosotros también.

Vamos ya a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo. Con nuestras manos levantadas al Cielo, con nuestros ojos cerrados aquí y en todos los países, los que han venido a los Pies de Cristo repitan conmigo esta oración:

Señor Jesucristo, nació Tu fe en mi corazón y doy testimonio público de mi fe en Ti, creo en Ti de todo corazón, creo en Tu Primera Venida y en Tu Obra de Redención en la Cruz del Calvario, creo en Tu muerte como el Sacrificio de Expiación por mis pecados, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos.

Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, un Redentor; doy testimonio público de mi fe en Ti y me rindo a Ti, me entrego a Ti en alma, espíritu y cuerpo, y Te recibo como mi único y suficiente Salvador. Salva mi alma Te lo ruego, perdona mis pecados y con Tu Sangre límpiame de todo pecado, y bautízame con Espíritu Santo y Fuego y sea producido en mí el nuevo nacimiento. Quiero nacer en Tu Reino eterno.

Señor, en Tus manos me encomiendo; luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, bautízame con Espíritu Santo y Fuego y sea producido en mí el nuevo nacimiento. Quiero nacer en Tu Reino, quiero entrar a Tu Reino, quiero vivir eternamente Contigo en Tu Reino, sálvame Señor, salva mi alma, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén y amén.

Y con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén y amén.

Cristo les ha recibido en Su Reino porque ustedes escucharon la predicación del Evangelio de Cristo, el Evangelio de la Paz, y lo han recibido como único y suficiente Salvador, Él dijo:

Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Tan simple como eso.

Ahora, ustedes me dirán: “Ya lo recibí como mi Salvador, ahora quiero ser bautizado en agua en Su Nombre lo más pronto posible. ¿Cuándo me pueden bautizar?” Es la pregunta desde lo profundo de vuestro corazón. Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón, bien pueden ser bautizados en agua en estos momentos.

Pregunto al ministro, José Cándido si hay agua: hay agua, hay bautisterios, por lo tanto, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.

El bautismo en agua es simbólico, el agua no le quita los pecados. En el bautismo en agua la persona se identifica con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección.

Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo; y cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado; y cuando lo levanta de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida, a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Ese es el simbolismo o tipología del bautismo en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, para identificarse con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección.

Conociendo ahora el simbolismo del bautismo, bien pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, como hacían los apóstoles con los que recibían a Cristo como Salvador. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso Reino de Jesucristo nuestro Salvador.

Muchas gracias por vuestra amable atención, y continúen pasando una tarde llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador. Dejo aquí al reverendo José Cándido para que les indique hacia dónde dirigirse para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, él les dirá hacia dónde dirigirse para colocarse las ropas bautismales y ser bautizados; y en cada nación dejo al ministro correspondiente para que se haga cargo de esta parte también, y que Dios les bendiga y pasen todos un día feliz junto a sus familiares.

Dios les bendiga.

EL ÉXODO DEL DÍA POSTRERO.”