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| Palabras de saludo | 2007-12-29 | 1 | Goiânia | Goiás | BR | 00:00:00 | false | true |
Muy buenas noches, ministros, compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo presentes, y los que están también en otras naciones o que escucharán estas palabras en alguna ocasión.
Muy buenas noches también para la doctora Nelly, para la doctora Sonia de Montoya, y para Emira que también acompaña a la doctora Nelly; y para todas las demás personas que se encuentran aquí presentes, aquí los jóvenes de los equipos también y todos los que están colaborando para ésta y las demás actividades que se tienen programadas para estos días, en este y otros lugares en donde estaremos reunidos, no solamente para asuntos de Iglesia, sino también para las cosas de AMISRAEL, en donde esperamos ver con más claridad todo lo que AMISRAEL puede llevar a cabo en beneficio del cristianismo, del judaísmo, y por la paz de todos los grupos religiosos, políticos, académicos, todos los grupos y todas las esferas de la sociedad.
¿Saben ustedes que no hay paz con hambre? Y si no hay paz es porque hay hambre. Amós, capítulo 8, verso 11 que dice que “Dios enviará hambre sobre la Tierra, no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la Palabra del Señor, e irán errantes de mar a mar, del Norte al Sur,” y así por estilo buscando la Palabra de Dios y no la hallarán, por lo tanto, si no la hallan, pues no pueden hallar la paz. O sea, que lo más que contribuye para la paz es la comida; para la parte física la comida física, y para el interior del ser humano la comida espiritual.
Cuando hay hambre, se pelean hasta por un pedacito de comida si lo encuentran, y todo eso son los problemas que vemos: guerras, rumores de guerras, problemas entre las naciones, es por causa de la ausencia de la Palabra de Dios en el corazón de sus líderes políticos y también los demás líderes de las diferentes naciones.
Porque hablando en términos simbólicos, así como el alma de la persona es la parte principal, y de ahí es que salen las decisiones de la persona, las decisiones de las naciones salen, ¿de quién? De los líderes principales, de sus grandes líderes, por eso son el alma de las naciones, y hay que llegar hasta el alma de las naciones con el Alimento espiritual.
Si ellos son bien alimentados con la Palabra de Dios, están en paz y entonces las decisiones serán decisiones de paz y amistad con todas las naciones. Eso podría ser una tesis, ¿verdad? Lo vamos a ver más adelante, en lo que hablaremos en otra ocasión sobre la paz para naciones como también para individuos.
Vean, la paz para el alma viene de la Palabra de Dios, que es Cristo, el Verbo hecho carne, el cual dijo: “Mi paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.” Eso está por ¿dónde? San Juan, capítulo 14, verso 27.
Así que vean, por ahí estamos viendo el secreto de la paz, y el secreto de la paz para todas las naciones será el Mesías Príncipe prometido para aparecer en este tiempo final, ese es el que les traerá la paz a Israel y a todas las naciones, porque Él es el Príncipe de Paz prometido en Isaías, capítulo 9, verso 6 al 7, y Pablo dice que sigamos todo lo que contribuye ¿a qué? A la paz.
Por lo tanto, todo lo que contribuye a la paz va a estar en dirección a la Venida del Mesías para este tiempo final, y por consiguiente a todo el proyecto que tiene que ver con la Venida del Mesías y el establecimiento de Su Reino en la Tierra.
Por eso tenemos que conocer las Escrituras y ver qué cosas tienen que suceder en este tiempo, y trabajar para que puedan suceder, porque Dios usa seres humanos para llevar a cabo Su programa; y no hará nada Dios, a menos que sea a través de Cristo; y Cristo no hará nada, a menos que sea a través de Su Iglesia.
No puede tener hijos Cristo, a menos que sea a través de Su Iglesia, Su Esposa, a través de la cual ha estado teniendo hijos e hijas, naciendo ellos en el Reino de Cristo que está en Su esfera espiritual; y cuando esté en la esfera física, pues tendremos el cuerpo nuevo, es como nacer físicamente a una nueva vida pero eterna, con un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado.
Ahora, tenemos que estar trabajando en todo lo que contribuye a la paz y en todo aquello que es el programa de Dios para nuestro tiempo, todo lo que es el programa de Dios para la Iglesia del Señor Jesucristo; y como ministros tenemos que trabajar con nuestras congregaciones y todo lo que tiene que ver con el programa de Dios correspondiente a nuestro tiempo.
El trabajo de evangelización es conforme a la Palabra de Dios. ¿Si o no? Claro que sí, pues tenemos que trabajar en ese programa para que Dios llame a todos los que formarán la Iglesia de Jesucristo que falten por ser colocados en Su Iglesia, por eso Él dijo:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
No podemos desanimarnos por los que no creen, sino que tenemos que estar bien animados viendo los que creen, los que son bautizados y colocados en el Cuerpo Místico de Cristo, ese es un Programa Divino que fue abierto, revelado por Cristo a los creyentes en Él de aquel tiempo, y sigue siendo para los creyentes en Él de todos los tiempos; y por lo tanto, los ministros tenemos que trabajar en ese programa.
Hemos visto al misionero, doctor Miguel Bermúdez Marín trabajando en ese programa arduamente por muchos años, quizás muchos de ustedes no habían nacido cuando él comenzó. Él comenzó por ahí (quizás) antes del 60, de la década del 60 probablemente; yo comencé por ahí en el 62, ya en el 63, pues ya más formalmente entré al ministerio, y algunos de ustedes todavía quizás no habían nacido; pero estuvimos desde esos tiempos trabajando y continuamos trabajando, y hemos estado viendo el resultado: Dios llamando y juntando a Sus escogidos de Su Iglesia del Día Postrero.
Por eso estamos brazo a brazo con nuestro amigo y hermano, el reverendo Miguel Bermúdez Marín en esa labor misionera de evangelización, y en todos los países o casi todos los países han sido abiertas, quizás una o más de una oficina evangelística o misionera, para respaldar la labor de evangelismo.
Puerto Rico, en México, en Colombia también el doctor Camilo con Miguel han abierto una; y no sé si hay más de una en Colombia, y también aquí, también en el Brasil hay unas cuantas oficinas o grupos también, que trabajan en la obra misionera, como con el licenciado Oswaldo Aparecido (está por aquí, yo creo, en algún lugar), él trabaja arduamente con Miguel en esa labor y con trabajo de imprenta también.
Gian también, por aquí lo tenemos, desde muchos años, y muchos otros en diferentes ciudades también trabajan en esa labor, y ha sido un respaldo para la Iglesia del Señor en el Brasil, como también en diferentes países. Eso es estar trabajando en la obra del Señor en esa parte, y por consiguiente estar trabajando conforme a la Palabra del Señor.
También se ha abierto un campo que era desconocido para todos nosotros, pero que se había hablado con relación al pueblo hebreo; pero vean, ya está habiendo un acercamiento muy importante del pueblo hebreo con AMISRAEL, y se está trabajando en esa labor, fue hablado que vendría ese acercamiento; y no vamos a explicar mucho, pero ya ustedes han estado viendo, bueno, y escucharon que ya estamos invitados para después de Semana Santa para estar en Bogotá Colombia, ¿para estar en qué actividad? Fiesta de la Pascua, que es una fiesta bien importante.
Así que, estamos viendo ese acercamiento que está siendo dirigido por Dios, y esperamos que Dios cumpla el programa que Él tiene con el pueblo hebreo, no solamente con las dos tribus del reino del Sur, sino también con las diez tribus del reino del Norte que fueron proclamadas como perdidas, pero para Dios no hay nada que esté perdido, porque Él es Redentor, Salvador.
Si algo se le pierde a Dios, y es de Dios, y no lo puede rescatar, pues entonces no es Redentor, entonces no es Salvador; Él es Redentor, Salvador, y las tribus perdidas tienen promesa que van a ser redimidas, van a ser salvadas.
Por eso Él dijo que fue enviado a las ovejas perdidas de Israel, o sea, de las diez tribus del Norte, perdidas, pero Él vino para buscarlas, porque Él vino para buscar y salvar lo que se había perdido, y también Él dijo a Sus discípulos: “Id a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” [San Mateo 10:6] O sea, que bajo la Dispensación de la Gracia millones de los miembros de las tribus del Norte han entrado al cristianismo bajo un nuevo Pacto, y han sido cubiertos con la Sangre del nuevo Pacto, la Sangre de Cristo.
Y para el tiempo final, la promesa es que hay ciento cuarenta y cuatro mil que aunque no van a pertenecer a la Iglesia (por consiguiente no van a pertenecer al cristianismo y tendrán que pasar por la gran tribulación), con todo y eso, son escogidos de las doce tribus de Israel; ahí entran también de las dos tribus del Sur, doce mil de cada tribu, pero el grupo grande es de las tribus del Norte, porque de las tribus de Benjamín y de Judá, son doce mil de cada una, veinticuatro mil; y si colocamos la de Leví, son doce mil más, treinta y seis mil.
Pero de las tribus del Norte son sobre cien mil, si no contamos la tribu de Leví ahí junto con las dos tribus del Sur, entonces serían un poquito más: ciento veinticuatro mil, ciento veinte mil de las tribus del Norte. Pero Leví está mencionado, por lo tanto, vamos a dejarle doce mil más a las tribus del Sur.
Y si está prometido que va haber ese impacto de parte de Dios con ellos, pues hay un trabajo para ser llevado a cabo, hay un mecanismo para poder llevar a cabo esa labor, hay una forma para que haya ese acercamiento y por consiguiente haya amor en esa labor.
Y por cuanto estamos en la etapa o Edad de la Piedra Angular, la edad del Amor Divino, vamos a llamarla la Edad Alma de la Iglesia de Jesucristo, porque es la edad que corresponde al Lugar Santísimo, y el Lugar Santísimo del ser humano es el alma del ser humano, y ahí también la virtud es amor, Amor Divino.
Por lo tanto, en otra edad no podían ser llamados y juntados esos ciento cuarenta y cuatro mil. ¿Y por qué sabemos que es para nuestro tiempo, para nuestra edad? Por lógica, por eliminación; no fue en la primera, no fue en la segunda, no fue en la tercera, no fue en la cuarta, no fue en la quinta, no fue en la sexta y no fue en la séptima, solamente por cuanto lo que queda es la Edad de la Piedra Angular, pues automáticamente cualquiera sabe que es para nuestro tiempo, para nuestra edad, y para el ministerio correspondiente a nuestro tiempo.
Y así también la Visión de la Carpa, la tuvo la visión el reverendo William Branham, él trató de que se cumpliera en su tiempo, pero no, no pudo porque no era para su tiempo; por lo tanto, tenía que venir un tiempo donde eso se hiciera una realidad, para lo cual tienen que haber ministros que trabajen en ese proyecto, que lo vean, lo crean y trabajen por eso para que se haga una realidad, porque Dios obra por medio de seres humanos, usa seres humanos para cumplir lo que Él ha prometido.
Es como en el tiempo de Moisés, en el Programa Divino estaba un tabernáculo que iba a representar el Templo que estaba en el Cielo, pero ese tabernáculo no apareció así porque así. Dios le mostró a Moisés que tenía que hacerlo, y le dijo que le diera la oportunidad al pueblo para que cada uno ofrendara de su propia libertad, con libertad ofrendara a Dios de todo corazón; o sea, el que de todo corazón no lo podía hacer, no estaba llamado a ofrendar, aun cuando también... y apareció el tabernáculo para Dios estar ahí presente, y manifestar ahí Su gloria y hablar con Moisés.
Cuando llegó el tiempo para un templo en Jerusalén, ya Dios le mostró al rey David y le dijo: “Pero tú no eres el que lo vas a hacer, es tu hijo.” David había almacenado oro, plata, bronce, hierro y de todo para construirlo, pero no tuvo el privilegio de hacerlo, pero lo tuvo su hijo Salomón. Él no dijo: “No, pues voy a retirarle todo el oro y todo lo que tenía y que lo busque allá Salomón.” No. “Aquí esta hijo mío, está todo, tengo todos los materiales aquí, y si falta algo, encárgate tú de conseguirlo, te voy a dejar esa partecita a ti.”
Fue un privilegio para David sus riquezas, todo lo que había almacenado, sus tesoros ponerlos en las manos del Programa Divino que encomendó a Salomón, y apareció el templo. ¿Ven? Siempre Dios usando seres humanos que creen lo que Dios ha dicho y que trabajan por ese propósito.
¿Estará el proyecto de una carpa catedral en el Programa Divino? ¿Estará conforme a la Palabra de Dios? Fue hablado por un Profeta, ya eso es Palabra de Dios. ¿Y estará correcto que estemos trabajando en eso? Claro que sí.
Vean, vamos a leer aquí algún pasaje aquí del mensaje: “Haciendo a Dios un servicio sin Su voluntad.” Aquí nos muestra lo que es hacer sin Su voluntad y lo que es hacer en Su voluntad. Dice (voy a leer una parte de este pasaje):
“Ustedes les muestran aquí mismo en la Palabra de Dios donde es ‘así dice el Señor.”
Y ahora, esto es para los que no están de acuerdo:
“Pero (entonces dice) nuestro pastor (o sea: ‘Pero nuestro pastor dice diferente o no está de acuerdo.’)... Pero nuestro pastor... ‘ No me importa lo que dice su pastor, no me importa lo que digo yo, o dice cualquier otra persona. Si es contrario a la vindicada Palabra de Dios, la hora, el tiempo, el Mensaje, y así sucesivamente, olvídenlo. ¡Quédense lejos de ello!”
¿Ven? Lo que es contrario a la Palabra de Dios, al Programa de Dios, no esté en eso, manténgase alejado de eso. Pero si es conforme al Programa de Dios para el tiempo, para la hora, para la edad en que usted vive, entonces no podemos decir otra cosa, sino: “Manos a la obra,” a trabajar se ha dicho, para que se haga una realidad lo que está prometido.
Alguien tiene que creer lo que ha sido dicho en la Escritura y lo que ha sido dicho por el Espíritu Santo a través del reverendo William Branham; y los que lo creen, pues trabajan en lo que fue visto que será hecho una realidad en el tiempo final.
Bueno, les felicito por estar trabajando todos en todo esto que es para la paz del alma de individuos y de naciones también, con todos los que están trabajando brazo a brazo con AMISRAEL junto a sus congregaciones, en todos estos proyectos de AMISRAEL que tienen que ver con la paz de individuos, de Israel, del Medio Oriente y de todas las naciones, porque es la paz para el ser humano integral, para el alma, espíritu y cuerpo, y también por consiguiente para naciones, pueblos y lenguas.
Hay una necesidad mundial, y es de Alimento espiritual para el alma, porque el alma no se puede alimentar con pan físico, sino pan espiritual, y agua espiritual para la sed espiritual del ser humano.
Por lo tanto, adelante trabajando en todos los programas, o en todo el Programa Divino, y las prioridades mayores ya hemos visto cuáles son, y junto a esas hay otras que también tienen importancia, pero hay que enfocar con todo el esfuerzo las mayores, porque queremos que pronto se complete la Iglesia.
Por lo tanto, la parte de la labor misionera y evangelística tiene prioridad, y también lo que tiene que ver con el pueblo hebreo tiene prioridad porque hay ciento cuarenta y cuatro mil señalados ahí, que van a ser llamados y sellados con el Sello del Dios Vivo, y también lo que tiene que ver con una carpa-catedral.
Y todo eso tiene que ver con nuestra edad, por lo tanto, es en nuestra edad que tenemos que estar trabajando en todo ese programa. Fuera de nuestra edad no se puede creer ni trabajar, aunque se diga que se cree, pero trabajar en ese tipo de proyecto y trabajar de acuerdo al Programa Divino es imposible, y otra cosa sería una imitación, y una imitación no funciona, tiene que ser lo que es real.
Así que, aprecio mucho todo lo que están haciendo para todo este trabajo que tiene prioridad en nuestro tiempo, y que tenemos promesa que cuando entre hasta el último escogido, entonces Cristo se levanta del Trono del Padre, del Trono de Intercesión y se convierte en el León de la Tribu de Judá y Juez de toda la Tierra, y toma el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos, lo abre en el Cielo y hace Su Obra de Reclamo, reclama a todos los santos que han vivido en la Tierra y han muerto físicamente, los resucita, y a nosotros nos transforma si permanecemos vivos, si no, pues nos resucita.
Y también reclama Su Trono, el Trono de David, reclama también esos ciento cuarenta y cuatro mil, todo lo que Él tiene en Su programa de reclamo, reclama el Reino, reclama Su Reino aquí en la Tierra, o sea, reclama todo lo que en Su Programa de redención Él ha redimido, para así Él luego establecer Su Reino en la Tierra.
Yo creo que ya con lo que hemos escuchado es suficiente. Salomón les tuvo mucho rato sentados, ahora era momentito para uno estar un poquito más cómodo; y ya yo creo que pueden sentarse y ya dejo a Salomón nuevamente con ustedes para que él continúe, y luego estaremos en la parte del concierto que en esta noche está anunciado y que están esperando muchas personas afuera para entrar.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Dios.
“PALABRAS DE SALUDO A LOS MINISTROS.”