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| Palabras de Saludo | 2007-11-09 | Asunción | Asunción | PY | 00:00:00 | false | true |
Muy buenas tardes, ministros, compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo; es una bendición y
privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión para saludarles y pedirle a Cristo Sus bendiciones sobre cada uno de ustedes.
Que Cristo, el Ángel del Pacto, les bendiga y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final y les prospere espiritualmente y materialmente. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Como hemos estado viendo, se han estado abriendo las puertas en todas las esferas de la sociedad: en la política, en la académica, en la social, en la parte cultural también, en la ecológica también (en todas las esferas) y en la religiosa también; y en todas las esferas de la sociedad se han estado abriendo las puertas; y todo esto nos recuerda lo que el reverendo William Branham dijo que vendría una etapa, un tiempo en que sería para todos (esa etapa): para la Novia, y así por el estilo.
Pero que antes de llegar la parte culminante de una etapa, comienza (las cosas tienen un comienzo) como nosotros: comenzamos el cuerpo nuestro como un espermatozoide, y luego se unió con el óvulo de nuestra madre, y ahí miren, comenzó a formarse el cuerpo ya, y estuvo nueve meses. Normalmente es, para la mayor parte de la gente, nueve meses en el vientre de la madre: fue creciendo ahí también, luego nació y todavía era pequeño, siguió creciendo, hasta llegar a lo que somos en la actualidad. ¿Ven?
Para llegar a la etapa que estamos como personas en nuestro cuerpo, tuvo unas fases por las cuales tenía que pasar. Por ejemplo, también cuando fue anunciada la Venida del Mesías y que a la mitad de la semana, en la semana número setenta (o sea, después de las sesenta y dos semanas, y ya antes pasarían siete, o sea, sesenta y nueve semanas), dice que luego de esas semanas entonces el Mesías estaría en la Tierra, o sea, que al final de esas semanas aparecería el Mesías, estaría manifestado; sesenta y dos semanas están determinadas hasta el Mesías Príncipe; y primero hubo siete, son sesenta y nueve (con todas); y después vendría la semana número setenta.
Pero para aparecer, vean, tuvo que nacer unos veintinueve años y medio antes, y esa etapa era un secreto para el pueblo, excepto para María y José, y algunos, quizás de sus hermanos no; quizás para sus hermanos era un secreto también, porque mucho en su ministerio no creían, no eran creyentes, no eran seguidores de Jesús, aunque Él era... aparecía ahí frente a la familia, pero en la parte religiosa, ahí nos habla la Escritura acerca de eso.
Y siempre la base para algo grande que Dios hace, comienza sencillo todo, pero va en forma progresiva hasta que llega a la parte culminante. Y yo creo que pronto en el Programa Divino la Obra de Dios, Su Iglesia, va a llegar a la parte culminante, va a llegar a la manifestación plena de esa Tercera Etapa, la cual culminará en una carpa o catedral.
Vean, todo eso ya fue visto de antemano, Dios se lo mostró al reverendo William Branham. Por lo tanto, tienen que haber personas que antes de aparecer, estén trabajando en pro de eso que va a aparecer, y por consiguiente estén ya entendiendo, comprendiendo de que hay una trayectoria a seguir y habrá una trayectoria hasta llegar a esa parte culminante; porque cuando el reverendo William Branham vio en esa carpa o catedral todo lo que acontecía, ya tenía que haber tenido ya tiempo en ese trabajo, esa labor y él vio (digamos) un día, de no se sabe cuántos días (ya se estarían llevando a cabo esas actividades, y cuántos días más faltarían para terminar esa labor). Digamos que él vio a la mitad, para que podamos movernos para antes y para después.
Así que es muy importante trabajar en pro de lo que está prometido para que se haga realidad lo que Dios ha prometido; porque Dios tiene el ser humano como socio en Su Programa y Dios todo lo que hace, lo hace a través de seres humanos.
Yo les agradezco mucho todo lo que están haciendo también por Puerto Rico. Que Dios los bendiga a ustedes junto a vuestras congregaciones, y les multiplique en lo físico y en lo espiritual también, todo lo que ustedes han hecho; les recompense Dios por todo lo que han hecho, lo que están haciendo y lo que continuarán haciendo por Puerto Rico y la labor que allí se está llevando a cabo.
Estén al tanto, ustedes estén con el satélite Amazonas, tengan todo bien arreglado y también las recomendaciones que el reverendo José Benjamín Pérez les ha hecho también, para que todo llegue bien a Puerto Rico y tengan los papeles de la estación de satélite y de la transmisión, lo que están... los contratos que hicieron (Puerto Rico con los ministros de todos los países), para que así todo salga bien, y tengan allá también bien las cuentas con la Iglesia y también con el gobierno y con el banco también, porque ellos exigen todas estas cosas y quieren que estén al día también.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final.
“PALABRAS DE SALUDO.”