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| Proyecto de Vida | 2007-01-12 | 1 | Brasília | Distrito Federal | BR | 00:00:00 | false |
Muy buenas noches, amables amigos y hermanos presentes aquí en Brasilia, y también los que están a través de internet o del satélite Amazonas en diferentes naciones y también en diferentes lugares de la República del Brasil.
Que las bendiciones del Dios Creador de los Cielos y de la Tierra, sean sobre todos ustedes, y en esta ocasión nos abra el entendimiento y las Escrituras para comprender Su Programa correspondiente a este tiempo final. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Para esta ocasión leemos en el libro del Génesis, en el capítulo 1, verso 1 al 3, donde nos habla acerca de un Programa Divino que fue llevado a cabo y produjo lo que hoy podemos ver con nuestros propios ojos. Dice así Génesis, capítulo 1, verso 1 al 3:
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día (ese fue el primer día).”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema es: “PROYECTO DE VIDA.” Éste es un proyecto de vida que Dios puso en acción.
En este pasaje que hemos leído, tenemos quince cosas muy importantes: Principio, creación, Dios, Cielos, Tierra, desorden, vacía o vacío, tinieblas, abismo, Espíritu de Dios, acción, aguas, orden (cuando dice: sea la luz, o sea, eso es Palabra hablada ordenando a existencia lo que ha sido hablado), luz (y como resultado fue la luz; o sea, el resultado de la Palabra que ordenó a existencia la luz).
Ahora, en este capítulo 1, verso 1 al 3, vean todo lo que tendríamos que estudiar en esta noche para dejarlo completamente en claro este primer día.
Si hay una creación, alguien la hizo; si usted va por la calle ve muchos edificios, ve también automóviles, ve también carretera y ve seres humanos también. Si alguien le dice a usted: “Todo eso apareció.” Y usted pregunta: “Pero, ¿cómo apareció? ¿Quién lo hizo?” Porque una construcción tiene un constructor. También las carreteras y los autos fueron construidos. Si alguien le dice: “Eso nadie lo hizo, eso apareció así de la noche a la mañana.” Usted le diría a la persona: “Tú eres un ignorante o estás loco.”
Y si miramos el planeta Tierra y miramos la luna, el sol y las estrellas, toda esa creación, y alguien nos dice: “Eso apareció así porque así,” usted le diría que es un ignorante. Si hay una creación tiene que haber un Creador, y ése es Dios, el Dios Creador de los Cielos y de la Tierra, el cual también es el Arquitecto y Constructor, por consiguiente es el que pensó y diseñó como Arquitecto toda la creación.
Y ahora, hemos visto que hay un Dios. Muchas personas desean conocer a Dios, al Creador de los Cielos y de la Tierra. En la creación lo encontramos expresado como Arquitecto y Constructor y Sustentador de toda esa creación.
Ahora, vamos a ver con un poco más de detalles quién es Dios. Dios creó al ser humano a Su imagen y a Su semejanza, por consiguiente lo más que se parece a Dios es el ser humano, y lo más que se parece al ser humano es Dios. Dios creó al ser humano a Su imagen y a Su semejanza.
¿Qué o cuál es la imagen de Dios, y cuál es la imagen del ser humano? La imagen del ser humano es su espíritu, el cual es un cuerpo espiritual de otra dimensión, parecido al cuerpo físico pero de otra dimensión, un cuerpo como el de los Ángeles.
¿Y cuál es la semejanza física o la semejanza del ser humano? Su cuerpo físico, por consiguiente el ser humano tiene cuerpo y espíritu.
¿Y qué es el ser humano? Alma viviente: por lo tanto el ser humano es alma con un cuerpo espiritual y con cuerpo físico. Si muere físicamente continúa viviendo en un cuerpo espiritual, y por consiguiente va a otra dimensión, a la dimensión de ese cuerpo espiritual que tiene.
Y ahora, Dios tiene una imagen y tiene una semejanza, porque Dios creó al ser humano a Su imagen y a Su semejanza. Dios es el Alma eterna viviente, pero Su semejanza y Su imagen son dos cuerpos, un cuerpo espiritual (o sea, de otra dimensión) y un cuerpo físico.
Y ahora, vamos a ver ese misterio en forma sencilla, para eso vamos a la Escritura, que es el Libro de Dios. Veamos lo que nos dice en Hebreos, capítulo 1, versos 1 al 3 el Apóstol San Pablo, y aquí podemos comprender el misterio de la creación también. Dice:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas (ahí tenemos el misterio de los Profetas también, han sido los velos a través de los cuales Dios habló en el pasado),
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo...”
En esos días del Apóstol Pablo, él dice: “En estos postreros días,” porque los postreros días son los últimos tres milenios. “Porque un día delante del Señor es como mil años, y mil años como un día.” Eso está en Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8 y el Salmo 90, verso 4.
Y ahora, los días postreros comenzaron en los días de Jesucristo; Él nació el año 4 al año 7 del quinto milenio, o sea, 4 a 7 años antes de comenzar el quinto milenio. Luego de pasados esos años, comenzó el quinto milenio de Adán hacia acá, y por consiguiente comenzaron los días postreros, así como para nosotros en la semana tenemos los tres días postreros, que son jueves, viernes y sábado.
Y ahora, los días postreros delante de Dios, son el quinto milenio, sexto milenio y séptimo milenio; por eso la promesa de la Venida del Espíritu Santo es para los días postreros, y comenzó el Día de Pentecostés y ya han transcurrido dos mil años, que son dos días delante de Dios, y ya entramos al séptimo milenio de Adán hacia acá, que es el Día Postrero delante de Dios, de esta semana de Génesis hacia acá, de Adán hacia acá.
Y ahora, en el Día Postrero tendremos el cumplimiento de grandes profecías, para lo cual tenemos que tener nuestros ojos espirituales bien abiertos, porque todo lo que ha sido prometido para el Día Postrero corresponde al séptimo milenio de Adán hacia acá, que comenzó y ya lleva siete años, ya entramos al séptimo año de ese nuevo milenio.
Y ahora, en el Proyecto de Vida grandes cosas Dios tiene para este tiempo, por lo tanto, tenemos que comprender lo que corresponde a nuestro tiempo; porque así como sucedió en aquellos tiempos pasados en donde Dios llevó a cabo Su Programa de Vida, Su Proyecto de Vida, para nuestro tiempo, Su Proyecto de Vida Él lo estará llevando a cabo.
Ahora, en el Proyecto de Vida del capítulo 1 del Génesis, veamos cómo fue todo aquello allá. En este pasaje de Hebreos, San Pablo dice:
“...en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo (o sea, por Jesucristo), a quien constituyó heredero de todo (el heredero de toda la creación es Jesucristo), y por quien asimismo hizo el universo.”
O sea, que Dios creó el universo a través de Jesucristo y para Jesucristo. Jesucristo es la persona más importante que ha pisado este planeta Tierra. Por medio de Jesucristo Dios creó todas las cosas, y para Jesucristo. ¿Por qué? Lo vamos a ver:
“...el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia...”
La imagen de Dios es Jesucristo (dice San Pablo), ese Ángel del Pacto que apareció al Profeta Moisés y que le había aparecido también a otros personajes de la Biblia, y luego le apareció a diferentes hombres de la Biblia luego de Moisés, como a Josué, como a Gedeón, como a Manoa y la esposa de Manoa (que son los padres de Sansón), también le apareció al rey David y a otras personas, y era un hombre de otra dimensión. Ése era el Ángel del Pacto o Ángel de Jehová o Ángel de Dios, en el cual estaba el Nombre de Dios y el cual estaba guiando al pueblo hebreo, porque ese Ángel es la imagen de Dios (o sea, el cuerpo angelical de Dios), por eso el Nombre de Dios está en Él.
Y ahora, en Malaquías, capítulo 3, dice que Dios enviará Su Mensajero delante de Él:
“...y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros...”
El Señor, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, la imagen de Dios, el cuerpo angelical de Dios, vendría en medio del pueblo hebreo. ¿Cómo vendría? Vendría en carne humana, pues Él estaba en cuerpo angelical, pero la promesa es que aparecería en cuerpo físico en medio del pueblo hebreo, y por esa causa Dios creó en el vientre de la virgen María la vida; Dios creó una célula de vida, la cual se multiplicó y vino a ser el cuerpo que nació de la virgen María, al cual pusieron por nombre: “Jesús,” que significa: “Salvador o Redentor.” Y ese cuerpo ha tenido una trayectoria de 33 años en la Tierra para realizar un Proyecto de Vida, de Vida eterna.
Y ahora, ese cuerpo llamado Jesús es el cuerpo físico de Dios, donde Dios habitó en toda Su plenitud y en donde fue manifestado Dios por consiguiente en toda Su plenitud; y ahí podemos ver la manifestación de Padre, Hijo y Espíritu. Esa es la plenitud de Dios: Padre, Hijo y Espíritu, y ese es el misterio de Dios el Padre y de Cristo. De eso hablaba San Pablo en Colosenses, capítulo 2, versos 1 al 3.
Y ahora, podemos ver lo importante que es Jesucristo, es la imagen y semejanza de Dios, donde Dios habitó en toda Su plenitud. Dios creó todas las cosas por medio de Cristo, estando Cristo en Su cuerpo angelical.
Y ahora, veamos lo que nos dice a continuación San Pablo:
“...y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder...”
O sea, que sustenta toda la creación, todo eso es Dios a través de Cristo, por eso está sentado a la diestra de Dios, y todo poder le ha sido dado en el Cielo y en la Tierra. Sigue diciendo:
“...habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”
Y ahora, vean ustedes quién es Jesucristo, está sentado en el Trono de Dios con Su cuerpo glorificado, por lo tanto, Él es Rey de reyes y Señor de señores, Él es Rey en el Cielo, Él es Rey en el Paraíso, y Él es Rey en esta Tierra, el cual gobernará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones cuando establezca el Reino de Dios en la Tierra.
Por eso Él dijo a Sus discípulos, y por consiguiente a toda persona que cree en Él, que oren por la Venida del Reino para que se haga la voluntad de Dios como en el Cielo, también en la Tierra.
Y ahora, estamos viendo este misterio de quién es Dios. En San Juan también, capítulo 1, verso 1 dice:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho (o sea, que Dios creó todas las cosas a través de Cristo, y no hay nada creado que no haya sido por Cristo).”
Y ahora, nos dice que aquella Luz verdadera venía a este mundo [verso 10]:
“En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció (no conoció el misterio de la creación de Dios, de la creación del universo, no conoció quién creó el universo).”
Y ahora, nos dice el verso 14 de San Juan, capítulo 1:
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros...”
Cuando el Verbo se hizo carne, cuando el Ángel del Pacto se hizo carne, habitó en medio de la raza humana, en medio del pueblo hebreo y fue conocido por el nombre de Jesús; el Verbo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová en el cual estaba Dios, se hizo carne, y cuando se hizo carne dentro de ese cuerpo de carne estaba el Ángel de Dios, el Ángel de Jehová, y ahí estaba dentro del Ángel de Jehová, Dios, el Alma eterna.
Y por medio de Jesucristo Dios obró muchas maravillas y también le habló al pueblo hebreo. Por eso Jesucristo podía decir: “Antes que Abraham fuese, Yo Soy.” Y le preguntaron diciéndole: “Aún no tienes cincuenta años, ¿y dices que has visto a Abraham?” Jesucristo les contesta: “Antes que Abraham fuese, Yo Soy.”
¿Cómo era Jesucristo antes de Abraham? Era el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, el cual le aparecía a los Profetas, el cual le aparecía también a Adán en el Huerto del Edén. En ese Ángel del Pacto estaba Dios, porque el Ángel del Pacto es el cuerpo angelical de Dios, y el cuerpo de carne llamado Jesús es el cuerpo físico donde Dios habitó en toda Su plenitud, por eso fue llamado por el Profeta Isaías en el capítulo 7, verso 14: Emanuel, que traducido es “Dios con nosotros.”
Ahora, podemos ver quién es Dios y cómo es Dios: tiene un cuerpo angelical llamado el Ángel del Señor o Ángel de Jehová, y tiene un cuerpo físico llamado Jesús; ese cuerpo físico murió por nuestros pecados, con Su Sangre nos limpió de todo pecado y luego resucitó al tercer día, estuvo con los discípulos por cuarenta días, ascendió al Cielo luego y se sentó a la diestra de Dios, se sentó en el Trono de Dios, y ha estado como Sumo Sacerdote haciendo intercesión con Su Sangre por cada persona escrita en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero.
Él esta en el Templo celestial desde que subió al Cielo, y está como Sumo Sacerdote. Ya no se necesita un templo terrenal con sacrificios de animalitos, ya el Sacrificio perfecto fue efectuado por Jesucristo en la Cruz del Calvario; y ahora Él está en el Templo celestial donde se presentó con Su propia Sangre, para interceder por cada persona que lo recibe como su único y suficiente Salvador y entra al Programa de Vida, de Vida eterna que Dios está llevando a cabo por medio de Jesucristo.
Jesucristo es el Segundo Adán, y Dios está creando una nueva raza con Vida eterna, ése es el Proyecto de Vida, de Vida eterna para todo ser humano que pasa por este planeta Tierra.
Así como Dios llevó a cabo un Proyecto de Vida trayendo a vida peces, aves, animales y seres humanos, y trayendo luz a esta Tierra; luz para el día con el sol, y luz de noche con la luna reflejando el sol en diferentes estaciones del año, y colocó estrellas para que todo sea señales de días, de meses y de años.
Y ahora, trajo a existencia en el Proyecto de Vida toda la creación. El ser humano perdió la Vida eterna en el Huerto del Edén, y mostró Dios que tendría un Proyecto de Vida eterna, el cual llevaría a cabo más adelante a través del Mesías Príncipe.
Por eso el Proyecto de Vida, de Vida eterna, lo lleva a cabo Cristo produciendo el nuevo nacimiento de toda persona que lo recibe como único y suficiente Salvador, la persona nace a la Vida eterna en el Reino de Dios. De eso habló a Nicodemo Cristo, cuando le dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios.”
Toda persona desea entrar al Reino de Dios para obtener la Vida eterna. Cristo dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad, y la Vida; y nadie viene al Padre, sino por mí.”
Por lo tanto, el camino para llegar al Reino de Dios y por consiguiente a la presencia de Dios, es Cristo. Cristo tiene el Proyecto de Vida eterna para efectuarlo y otorgarle Vida eterna al ser humano, no hay otra forma en que el ser humano pueda obtener la Vida eterna. Por eso el Proyecto de la Vida eterna ha estado siendo proclamado desde los tiempos de los Apóstoles.
¿Y cuál es el Proyecto de la Vida eterna que ha estado siendo proclamado? ¿Qué proclama ese Proyecto? El Evangelio de Cristo, el Evangelio de Cristo proclama el Proyecto de la Vida eterna para todo ser humano. Por eso Él dijo:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Tan simple como eso.
Por esa causa se ha estado predicando el Evangelio de Cristo por dos mil años, y se continúa predicando hasta que se complete el número de la Iglesia de Jesucristo, los cuales están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Ahora, hemos visto el porqué Cristo en San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16, dijo:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
Es para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, sino que entre al Proyecto de la Vida eterna y tenga un futuro eterno con Cristo en Su Reino eterno.
Yo entré al Proyecto de la Vida eterna, ¿y quién más? Cada uno de ustedes también. Si hay alguno que no ha entrado al Proyecto de la Vida eterna, lo puede hacer en estos momentos y yo oraré por usted, para que Cristo le coloque en Su Proyecto de Vida eterna y usted pueda tener su futuro asegurado con Cristo en Su Reino eterno. Cristo dijo: “¿De que le vale al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (San Mateo, capítulo 16, versos 26 al 28).
De nada le sirve a una persona vivir en esta Tierra si no entra al Proyecto de la Vida eterna.
En estos momentos toda persona que todavía no ha entrado al Proyecto de la Vida eterna, al escuchar la predicación del Evangelio de Cristo ha nacido la fe de Cristo en su alma, porque la fe viene por el oír la Palabra, el Evangelio de Cristo, y con el corazón se cree para justicia.
Ya usted está creyendo, está creyendo en Cristo, ha nacido la fe de Cristo en vuestra alma, y con la boca se confiesa para salvación.
Usted quiere obtener la salvación y Vida eterna, usted quiere asegurar su futuro eterno con Cristo en Su Reino eterno, por lo tanto, tiene la oportunidad de confesar con su boca públicamente a Cristo como vuestro único y suficiente Salvador.
Por lo tanto, puede venir al frente para recibir a Cristo como Salvador, dando testimonio público de vuestra fe en Cristo, yo oraré por usted y lo presentaré ante Cristo como una persona que ha reconocido a Cristo como su único y suficiente Salvador.
Los que están en otras naciones, también pueden venir a los Pies de Cristo, pues tienen la oportunidad en estos momentos aunque están a través del satélite Amazonas o de internet, pueden también venir a los Pies de Cristo los que están en otras naciones, pueden pasar al frente para que queden incluidos en esta oración. Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo. También los niños de diez años en adelante pueden venir a los Pies de Cristo.
Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo, para que Cristo les reciba en Su Reino. Si falta alguna persona por venir, puede venir.
Nunca se avergüence de Cristo, Él es la persona más importante y murió por nosotros en la Cruz del Calvario, para que podamos entrar al Proyecto de la Vida eterna y asegurar nuestro futuro eterno con Cristo en Su Reino eterno.
Dios tiene mucho pueblo en esta Ciudad de Brasilia y en toda la República del Brasil, y en toda la América Latina y el Caribe, y también en Norteamérica, en el Canadá, en Japón, en el África, en China y en todas las naciones, y los está llamando en este tiempo.
Si oyes hoy Su Voz, no endurezcas tu corazón, Él te está llamando para darte Vida eterna en Su Proyecto de Vida eterna.
Vamos a levantar nuestras manos al Cielo a Cristo, y repitan conmigo esta oración las personas que han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión; los que están en otras naciones también con sus manos levantadas, nuestros ojos cerrados, y repitan conmigo esta oración los que han venido a los Pies de Cristo:
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón, creo en Ti con toda mi alma, creo en Tu Primera Venida, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo en que podemos ser salvos, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por mis pecados; reconozco que soy pecador y necesito un Salvador.
Señor Jesucristo, me rindo a Ti, me entrego a Ti en alma, espíritu y cuerpo, dando testimonio público así de mi fe en Ti.
Señor Jesucristo, Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y sea producido en mi el nuevo nacimiento. Quiero vivir eternamente, quiero entrar a Tu Reino eterno, Señor Jesucristo, sálvame, Te lo ruego en Tu Nombre Eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.
Y ahora, con nuestras manos levantadas al Cielo, todos decimos: ¡La Sangre de Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre de Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La sangre de Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén.
Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado, porque ustedes escucharon la predicación del Evangelio de Cristo, nació la fe de Cristo en vuestra alma y han dado testimonio público de vuestra fe en Cristo, recibiéndole como único y suficiente Salvador.
Ahora, ustedes me dirán: “Yo he creído de todo corazón, pues Él dijo: ‘El que creyere...” y ya he creído. Y dijo también: y fuere bautizado, será salvo.’ Quiero ser bautizado en agua lo más pronto posible.”
Pregunto al reverendo, doctor Salomón Cunha si hay agua: Hay agua, hay bautisterio. ¿Hay ropas bautismales? Hay ropas bautismales también. Voy a pedirle al doctor Salomón Cunha se acerque. ¿Hay personas que les bautizarán también? Hay personas que les bautizarán también. ¿Hay personas también que les ayudarán a llegar a los vestidores de ropa? ¿Hay ropas bautismales? Hay también ropas bautismales.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua en estos momentos, ustedes que están presentes que recibieron a Cristo y también los que están en otras naciones y recibieron a Cristo; donde ustedes se encuentran en otras naciones, hay ropas bautismales y personas que les ayudarán a llegar a los vestidores de ropa, porque hay vestidores de ropa también, y hay ministros también que les bautizarán, hay bautisterios también.
Por lo tanto, bien pueden también ustedes que están en otras naciones, ser bautizados, para lo cual dejo aquí en Brasilia al reverendo, doctor Salomón Cunha, para que les indique hacia dónde caminar para colocarse las ropas bautismales y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.
Y en las demás naciones dejo con ustedes al ministro correspondiente, para que les indique hacia dónde caminar para colocarse las ropas bautismales y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Y que Jesucristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego luego que sean bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.
Muchas gracias por vuestra amable atención, y con ustedes nuevamente el doctor Salomón Cunha para continuar, y en cada país el ministro correspondiente.
Buenas noches.
“PROYECTO DE VIDA.”