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title: '¿Dónde estás tú?'
date: 2006-06-23
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city: São José dos Campos
state: São Paulo
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Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes, y los que están a través del satélite Amazonas en el canal WSS: “el Mensajero de la Paz,” y también los que están a través de internet o de algún otro medio de comunicación.
***Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén, amén.***
Para esta noche, para mí es un privilegio grande estar con ustedes junto a mi esposa Erica, y también con el reverendo Florisvaldo Machado, que es el que está en la cámara.
Para esta ocasión leemos en el Génesis, capítulo 3, verso 6 al 13, donde dice:
“*Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.*
*Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.*
*Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.*
*Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?*
*Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.*
*Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?*
*Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.*
*Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.”*
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema es: **“¿DÓNDE ESTÁS TÚ?”**
Dios colocó al ser humano en Su Reino, y le dio este planeta Tierra para que fuera rey sobre este planeta Tierra y gobernara para Dios. Pero la serpiente inspirada por el diablo engañó a Eva, y por consiguiente Adán y Eva quedaron como esclavos en el reino de las tinieblas, y por consiguiente perdieron la Vida eterna porque fueron cambiados del Reino de Dios (que es el único Reino que tiene Vida eterna), al reino de las tinieblas que no tiene Vida eterna. Adán y Eva murieron ese día, como Dios le había dicho.
Ahora, encontramos que Adán continuó viviendo físicamente, y él vivió una cantidad grande de años, que son 930 años, eso está en el capítulo 5 del Génesis, verso 5.
Ahora, Dios le había dicho: “El día que comas, morirás,” así como el ser humano cuando muere físicamente, murió a la vida terrenal, a la vida física, a la vida temporal.
En el Reino de Dios cuando Adán y Eva pecaron, murieron a la vida de ese Reino que era la Vida eterna; no era vida temporal, era Vida eterna, y pasaron del Reino de Dios al reino de las tinieblas donde la vida es temporal.
Y ahora, Dios juzgó a Adán y a Eva y a la serpiente también, y luego le dio vestiduras a Adán y a Eva porque estaban desnudos. Dice la Escritura en el capítulo 3, verso 21 del Génesis:
“*Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.”*
Y ahora, encontramos ahí que para Dios darle vestiduras de pieles a Adán y a Eva tuvo que morir un animalito, y por consiguiente eso tipifica la muerte del Mesías que está profetizado en Isaías, capítulo 53, verso 10, el cual pondrá Su vida en Expiación por el pecado, para restaurar el ser humano al Reino de Dios y por consiguiente a la Vida eterna.
Ahora, cuando Dios le da a Adán y a Eva vestiduras de pieles, está ahí mostrando el Programa de Redención.
El ser humano encontramos que recibe primero un cuerpo espiritual angelical cuando Dios lo creó, y después le dio el cuerpo físico de carne, y ahora, cuando el ser humano peca, pierde la Vida eterna y solamente le queda vida temporal.
Y ahora, Dios lo tiene que restaurar a la Vida eterna por medio de un Sacrificio, el cual será el Sacrificio del Mesías, representado en la muerte del animalito que murió, para las pieles de ese animalito ser dadas a Adán y a Eva.
El ser humano es restaurado primeramente espiritualmente, o sea, vuelve a como es el Programa de creación: comienza en el mundo espiritual, comienza por consiguiente siendo restaurado espiritualmente, y ahí el ser humano obtiene el cuerpo angelical, obtiene el nuevo nacimiento de lo cual habló Jesús a Nicodemo en el capítulo 3, verso 1 al 6, cuando le dijo: “El que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios.”
Y ahora, encontramos que nacer del Agua es nacer de la predicación del Evangelio de la Gracia, donde nace la fe de Cristo en el alma, en el corazón del ser humano, y luego la persona confesando a Cristo como Salvador, luego es bautizado en agua en Su Nombre, y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego.
El bautismo del Espíritu Santo es nacer del Espíritu, y así la persona entra al Reino de Dios, es restaurado al Reino de Dios, obtiene el cuerpo angelical y por consiguiente entró naciendo en el Reino de Dios; así como para aparecer en esta Tierra, tuvo que nacer para aparecer en el Reino eterno de Dios, tiene que nacer de nuevo del Agua y del Espíritu; y la persona obtiene la Vida eterna para su alma, al obtener el espíritu de Dios.
Y ahora, el ser humano nacido de nuevo ha sido restaurado a la Vida eterna, tiene nuevamente la Vida eterna, aunque físicamente no la tiene, pero en su alma y en su espíritu sí tiene Vida eterna. Lo único que le falta es la restauración física a la Vida eterna, la cual será cuando los muertos en Cristo resuciten en cuerpos glorificados, eternos, inmortales, como el cuerpo glorificado de Jesucristo; y los vivos creyentes en Cristo nacidos de nuevo, serán transformados, y entonces todos habremos regresado a la Vida eterna y por consiguiente al Reino eterno de Dios: habremos regresado físicamente también.
Ahora, podemos ver que hay un Programa de Restauración para toda persona que tiene su nombre escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, esos son los elegidos de Dios, los primogénitos de Dios, que escucharán la Voz de Cristo, del Mesías.
Jesucristo dijo: “El que es de Dios, la Voz de Dios oye,” San Juan, capítulo 8, verso 47, y San Juan, capítulo 10, versos 1 al 30, donde Él nos habla de que Él es el Buen Pastor, y Él también dice que Sus ovejas oirán Su Voz.
¿Por qué? Porque el que es de Dios, la Voz de Dios oye. Por eso Jesús podía decir: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen.” Así como... “Y yo les doy Vida eterna,” dice Cristo; es Vida eterna lo que Cristo le da a las ovejas, a las personas que el Padre le dio para que las buscara y les diera Vida eterna:
“*Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,*
*y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.”*
Ahora, podemos ver que esas personas tipificadas en ovejas, son esos hijos e hijas de Dios escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Por eso es que en la parábola de San Mateo, capítulo 13 nos habla de la Palabra y nos habla de los hijos del Reino; los hijos del Reino son los que escuchan la Palabra del Reino y llevan fruto a ciento por uno, a sesenta por uno y a treinta por uno.
Los hijos del Reino son los hijos del Reino eterno de Dios, y por consiguiente esos son los miembros de ese Reino eterno, ese Reino va a ser establecido en este planeta Tierra; de ese Reino fue que habló Cristo en San Mateo, capítulo 6, verso 10 enseñando a orar a Sus discípulos y en Su oración les enseñó a pedir la venida del Reino de Dios: “Venga Tu Reino, hágase Tu voluntad como en el Cielo, así también en la Tierra.”
La venida de ese Reino y Su establecimiento en la Tierra, colocará a todos los que vivirán en ese Reino en el Huerto del Edén nuevamente. Por eso el Reino Milenial del Mesías será el regreso al Huerto del Edén, será también la luna de miel de Cristo y Su Esposa, con Su Iglesia, Su Esposa.
Toda persona desea vivir eternamente, vamos a ser sacados de este reino temporal en lo físico; ya en lo espiritual hemos sido sacados del reino de las tinieblas y colocados en el Reino de Dios.
Ya tenemos Vida eterna, pero físicamente no tenemos Vida eterna, pero la vamos a tener cuando físicamente seamos colocados en el Reino de Dios con cuerpos glorificados y eternos, como el cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador. Estamos en el proceso del regreso al Edén.
“**¿DÓNDE ESTÁS TÚ?”**
Es importante que sepamos dónde estamos espiritualmente, estamos llamados a estar en el Reino de Dios espiritualmente, y ahí restaurados a la Vida eterna, con la esperanza de vivir físicamente en el Reino del Mesías con cuerpos eternos.
Es una promesa para mí ¿y para quién más? Para cada uno de ustedes también, yo la creo de todo corazón. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también, pues nos vamos a encontrar muy pronto en ese Reino Milenial de Cristo, porque estamos en la esfera espiritual en el Reino del Señor.
Y cuando Él establezca Su Reino físicamente, ahí vamos a estar también; primero tenemos que estar en lo espiritual y después en lo físico.
“**¿DÓNDE ESTÁS TÚ?”**
Yo estoy en el Reino del Señor Jesucristo, Reino que está en la esfera espiritual, yo entré a Su Reino, al nacer del Agua y del Espíritu nací en Su Reino, soy parte de Su Reino. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también.
Por lo tanto, la pregunta: ¿Dónde estás tú? La cual yo hice a ustedes y ustedes me hacen a mi, la respuesta es: Yo estoy en el Reino del Señor Jesucristo, que es el Reino de Dios; y la respuesta de ustedes es, ¿cuál? Ustedes también.
Por lo tanto, vamos a estar en la parte física también. Recuerden que primero Adán fue creado en la parte espiritual, un cuerpo angelical; y así es para nosotros también, para estar en el Reino eterno de Dios obtenemos Vida eterna al obtener el nuevo nacimiento, y por consiguiente obtener el cuerpo angelical que es eterno.
Y luego para estar en el Reino físico eterno, nos dará un cuerpo físico eterno también. Pronto yo lo voy a recibir. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también.
El reino de las tinieblas manifestado en el reino de los gentiles, se encuentra en su etapa final en los pies de hierro y de barro cocido, y luego de esa etapa ¿qué viene? El Reino del Mesías, el Reino de Dios; y todos aquellos que han confirmado su lugar en el Reino de Dios, todos aquellos que han entrado al Reino de Dios en la esfera espiritual en la cual estamos, estaremos también en la esfera física, cuando sea establecido ese Reino, pues va a ser quitado el reino de las tinieblas que está bajo el reino de los gentiles, y va a ser establecido el Reino de Dios, con el pueblo hebreo y con las naciones que entrarán a ese Reino y con todos los creyentes nacidos de nuevo. Y reinaremos con Cristo por el milenio y por toda la eternidad.
Si hay alguna persona que no ha confirmado su lugar en el Reino de Dios, es importante que lo confirme para que pueda vivir en el Reino de Dios.
“**¿DÓNDE ESTÁS TÚ?”**
Si estás en el Reino del Mesías, en el Reino de Cristo que está en la esfera espiritual, tienes esperanza para estar en el Reino físico del Mesías. Si no estás en el Reino espiritual del Mesías, habiéndolo recibido como Salvador, has escuchado el Evangelio de Cristo en esta noche y la fe de Cristo ha nacido en tu alma, porque la fe viene por el oír la Palabra de Dios, y con el corazón se cree para justicia, y estás creyendo en tu corazón en Cristo.
Y ahora, con la boca se confiesa para salvación, eso está en Romanos, capítulo 10, verso 1 al 21.
Y ahora, tienes la oportunidad de confesar públicamente a Cristo como tu único y suficiente Salvador, para confirmar tu lugar con Cristo en la Vida eterna, para lo cual daré algunos minutos para que puedas venir al frente, dando testimonio público de tu fe en Cristo, para que Cristo te reciba en Su Reino.
Pueden venir al frente en estos momentos y yo estaré orando por ustedes, también los que están en otras naciones a través del satélite Amazonas, en el canal WSS: “el Mensajero de la Paz,” o a través de internet, pueden también venir a los Pies de Cristo.
Vamos a dar unos minutos en lo que vienen a los Pies de Cristo para orar por ustedes. Los que no han recibido a Cristo como Salvador, ahora es el momento de hacerlo dando testimonio público de vuestra fe en Cristo, fe que ha nacido en estos momentos al escuchar la predicación del Evangelio de Cristo y la fe de Cristo ha venido a vuestro corazón.
Todos necesitamos estar seguros de que viviremos eternamente con Jesucristo en Su Reino. Vamos a dar unos segundos más en lo que llegan las personas que falten por llegar, en los diferentes países y también aquí en los que están presentes.
Vamos a estar puestos en pie, vamos a levantar nuestras manos al Cielo, a Cristo, y vamos a orar por ustedes, y repitan conmigo esta oración que estaré haciendo por ustedes.
Con nuestras manos levantadas al Cielo, todos los que han venido a los Pies de Cristo aquí presentes, y los que están a través del satélite o de internet, repitan conmigo esta oración los que han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión:
***Señor Jesucristo, he escuchado Tu Palabra, Tu Evangelio, y ha nacido Tu fe en mi corazón, creo en Ti de todo corazón.***
***Señor Jesucristo, creo en Tu Primera Venida, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por mis pecados, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo, dado a los hombres en que podemos ser salvos. Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, y reconozco que Tú eres mi único y suficiente Salvador, doy testimonio público así de mi fe en Ti y Te recibo como mi único y suficiente Salvador. Salva mi alma, Te lo ruego, perdona mis pecados y con Tu Sangre límpiame de todo pecado, y bautízame con Espíritu Santo y Fuego y sea producido en mi el nuevo nacimiento. Quiero nacer en Tu Reino, quiero vivir eternamente.***
***Señor Jesucristo, salva mi alma, Te lo ruego. En Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén y amén.***
Y ahora, Cristo dijo:
“*Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.*
*El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”* San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16.
Ustedes escucharon la predicación del Evangelio de Cristo, y creyeron y lo recibieron como Salvador, ustedes me dirán: “Me falta ser bautizado en agua en Su Nombre, quiero ser bautizado lo más pronto posible,” me dirán ustedes.
Por cuanto ustedes han creído de todo corazón, bien pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, en donde se identificarán con la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo.
Estábamos en Jesucristo cuando Él vino a la Tierra y murió, fue sepultado y resucitó; y ahora, en el bautismo en agua todo eso es representado, el bautismo en agua es tipológico. La persona al recibir a Cristo ha muerto al mundo; y cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado; y cuando lo levanta de las aguas bautismales está resucitando a una nueva vida: a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno.
Por lo tanto, conscientes de que el bautismo en agua es tipológico y el agua no quita el pecado, sino la Sangre de Cristo, ahora ustedes pueden dar testimonio público de la muerte, sepultura y resurrección de ustedes con Cristo, y así Cristo luego bautizarles con Espíritu Santo y Fuego y producir en ustedes el nuevo nacimiento.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua; pregunto al reverendo Gian del Corto si hay agua: ¿Hay agua actualmente? Hay agua. ¿Hay ropas bautismales? Hay ropas bautismales también. ¿Hay ministros que les bautizarán? Hay ministros que les bautizarán. ¿Hay personas que les ayudarán también? Hay personas que les ayudarán para llegar a los vestidores de ropa y colocarse las ropas bautismales. Ellos cuidarán de vuestras ropas mientras ustedes serán bautizados.
En los diferentes países también hay bautisterios, ministros que les bautizarán, ropas bautismales y personas que les ayudarán.
***Y que Jesucristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, luego que ustedes sean bautizados en agua en Su Nombre. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.***
Bien pueden ser bautizados.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“**¿DÓNDE ESTÁS TÚ?”**