8.2 KiB
| title | date | activity | place | city | state | country | duration | public | youtube | translations | files |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Palabras de saludo | 2006-06-14 | 1 | Jerusalén | IL | 00:00:00 | false |
Mi amigo y hermano, reverendo Miguel Bermúdez Marín, junto a tu esposa Ruth, y junto a la Iglesia “La Fe Viva,” recibe un saludo de mi parte y de parte de Erica, desde Jerusalén, Israel.
Y que las bendiciones de Jesucristo sean sobre ti y sobre todos los hermanos allá en Venezuela. Que Dios les use grandemente ahí en Valencia, Venezuela, y en todas las ciudades donde están trabajando en la Obra del Señor.
Estamos viviendo en un tiempo muy importante, en donde un entrelace dispensacional se está llevando a cabo, y Dios está llamando a Sus últimos escogidos con los cuales completará Su Iglesia.
Por lo tanto, si oyes hoy Su Voz, tú que me escuchas en los diferentes lugares de Venezuela, responde al llamado del Señor, porque eres un escogido de Dios y por eso estás escuchando el Mensaje correspondiente a este tiempo final.
Cristo está completando Su Iglesia en este tiempo final. Por lo tanto, vosotros ministros allá en Venezuela, junto al reverendo y misionero Miguel Bermúdez Marín, adelante trabajando en esa Obra, y que Cristo les use grandemente en Su Obra en este Tiempo final.
Estamos en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, en el tiempo en que los últimos escogidos serán reconciliados con Dios por medio del Sacrificio Expiatorio, realizado por Jesucristo en la Cruz del Calvario, para lo cual Jesucristo mandó a Sus discípulos a predicar el Evangelio por testimonio a todos los gentiles, a todo el mundo. Él dijo:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
La predicación del Evangelio de Cristo, da a conocer el misterio de la Primera Venida de Cristo y Su muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de la Expiación por nuestros pecados, para que así nazca la fe de Cristo en nuestra alma y de todo corazón creamos en Él, porque la fe viene por el oír la Palabra de Dios, el Evangelio de Cristo. “Y con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” [Romanos 10:10]
Luego que la persona ha escuchado la predicación del Evangelio de Cristo, y ha obtenido el conocimiento de la Primera Venida de Cristo y Su muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados, la fe de Cristo ha nacido en su alma y la persona entonces tiene la oportunidad de dar testimonio público de su fe en Cristo, porque con la boca se confiesa para salvación; y la persona da testimonio público de su fe en Cristo, recibiéndolo como único y suficiente Salvador.
Luego es bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, habiendo confesado a Cristo sus pecados, y Cristo lo perdona y con Su Sangre lo limpia de todo pecado, y lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego y produce en la persona el nuevo nacimiento. Y así la persona nace a una nueva vida: a la Vida eterna en el Reino eterno de nuestro amado Señor Jesucristo, y así la persona ha obtenido, ha obtenido la salvación y Vida eterna.
Por lo tanto, ya yo lo recibí como Salvador y obtuve la salvación y Vida eterna. ¿Y quién más de ustedes que están presentes ahí en Venezuela, en la Iglesia: “La Fe Viva”?
Si hay alguno que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador y mientras escuchaba nació la fe de Cristo en su alma, puede recibirlo en estos momentos levantando su mano y pasando al frente para dar testimonio público de su fe en Cristo, para lo cual tendrán unos minutos en lo que llegan al frente, para orar por ustedes para que Cristo les reciba en Su Reino.
Pueden venir a los Pies de Cristo, pueden pasar al frente para orar por ustedes en esta ocasión. Vamos a dar unos minutos.
Recuerden que Cristo dijo: “El que me confesare delante de los hombres, Yo le confesaré delante de mi Padre que está en los Cielos.” Y también dijo: “El que me negare delante de los hombres, Yo le negaré delante de mi Padre que está en los Cielos.” San Mateo, capítulo 10, versos 32 al 33.
Por lo tanto, sea usted de los que confiesan públicamente a Cristo como único y suficiente Salvador, para que Cristo le confiese delante del Padre Celestial y usted entre al Reino de Dios y asegure así la Vida eterna para vivir con Cristo por toda la eternidad: vivir en Su Reino.
Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo pasando al frente, para que queden incluidos en esta oración que estaré haciendo por ustedes.
Los que están en otras naciones también pueden venir a los Pies de Cristo. Los que están a través del satélite Amazonas pueden continuar viniendo también a los Pies de Cristo. Los que están a través de internet escuchando y viendo esta transmisión, pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo. Y los que están en diferentes auditorios y en diferentes Iglesias, pueden continuar también viniendo a los Pies de Jesucristo.
Dentro de algunos segundos estaré orando por ustedes. La fe de Cristo ha nacido en vuestra alma, en vuestro corazón, y ahora tienen la oportunidad de dar testimonio público de vuestra fe en Cristo.
Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo. Los niños también de diez años en adelante pueden venir a los Pies de Cristo. Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo.
Vamos todos a estar puestos de pie en los diferentes países para la oración que estaré haciendo en estos momentos en que ustedes estarán dando testimonio público de vuestra fe en Cristo, dando testimonio público con vuestra boca para salvación.
Vamos a levantar nuestras manos al Cielo a Cristo, y repitan conmigo esta oración:
Señor Jesucristo, vengo a Ti creyendo de todo corazón en Tu Primera Venida, luego de haber escuchado el misterio de Tu Primera Venida.
Creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por mis pecados, creo en Tu Nombre, como el único Nombre bajo el Cielo dado a los Hombres en que podemos ser salvos.
Doy testimonio público de Tu fe en mi y Te recibo como mi único y suficiente Salvador, reconociendo que soy pecador y necesito un Salvador. Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre.
En Tus Manos encomiendo mi alma, salva mi alma, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén y amén.
Y ahora, ustedes me preguntarán: “¿Cuándo me pueden bautizar? Porque ya escuché la predicación del Evangelio de Cristo, nació la fe de Cristo en mi alma, creí y lo he recibido como mi único y suficiente Salvador.”
Pregunto al reverendo Miguel Bermúdez Marín si hay agua en el auditorio: “La Fe Viva”, en Valencia, Venezuela, y en los demás auditorios de las diferentes ciudades de Venezuela, y de otros países, pregunto también a los diferentes ministros.
También hay ropas bautismales, hay ministros que les bautizarán y personas que les ayudarán para guiarles a los vestidores donde podrán colocarse las ropas bautismales para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua en estos momentos.
Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Y ahora, Miguel, ya dentro de una o dos horas estaremos en la actividad del cumpleaños, y estaré cumpliendo año y también estaré en el aniversario de boda. Hoy es un día muy importante para mí: cumpleaños y aniversario de boda.
Oren mucho por mí, para que Dios me acompañe y me bendiga y me dirija en todo momento.
También para Puerto Rico: Cayey, Puerto Rico que Dios les bendiga grandemente a todos ustedes, y también para todos los creyentes en Cristo en toda la América Latina, el Caribe, Europa, el África y demás naciones.
Y que Dios continúe añadiendo a Su Iglesia los que han de ser salvos y pronto se complete ese número, pronto se complete la Iglesia del Señor Jesucristo.
Que Dios les bendiga, les guarde a todos, es mi petición desde Jerusalén al Dios eterno. En el Nombre del Señor Jesucristo.
“PALABRAS DE SALUDO.”