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| El Testigo fiel y verdadero | 2006-03-13 | 2 | Porto Velho | Rondônia | BR | 00:00:00 | false |
Muy buenas noches, amables amigos y hermanos presentes y los que están a través de internet o del satélite en diferentes naciones; es un privilegio y bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para dar testimonio de: “EL TESTIGO FIEL Y VERDADERO.”
En la lectura que nos dio el reverendo Miguel Bermúdez Marín, de Apocalipsis, capítulo 3, verso 14, dice:
“Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Jesucristo es el Testigo fiel y verdadero; y mientras estuvo en la Tierra, Él dio testimonio de la verdad porque Él es el Testigo fiel y verdadero, y por consiguiente Él dio testimonio de las cosas que Él vio y oyó del Padre (de las cosas que Él vio y oyó en otra dimensión) y las notificó a los seres humanos.
Un testigo es uno que da testimonio de algo que ha visto y ha oído.
Y ahora, siendo que Jesucristo es el Testigo Fiel y Verdadero, cuando Él se fue al Cielo envió Su Espíritu Santo a los creyentes en Él, y ha estado en medio de Su Iglesia todo el tiempo.
Vean, aquí en San Mateo, capítulo 28, Él dice de la siguiente manera, comenzando en el verso 16, dice:
“Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.
Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban.
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.”
Todo el poder del Cielo y de la Tierra ha sido dado a Jesucristo, por cuanto Él se sentó a la diestra de Dios. A través de Jesucristo es que Dios manifiesta Su poder:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.”
El Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo es SEÑOR JESUCRISTO.
Y ahora, sigue diciendo:
“Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
¿Y cómo estaría Jesucristo en medio de Su Iglesia todos los días hasta el fin del mundo? Él dijo: “Donde estén dos o tres reunidos en mi Nombre, allí yo estaré.” [San Mateo 18:20] ¿Cómo estaría? En Espíritu Santo. El Espíritu de Cristo estaría en medio de los creyentes en Él.
El Día de Pentecostés vino el Espíritu Santo y ha estado en medio de Su Iglesia todo el tiempo, y por consiguiente Jesucristo, el Testigo fiel y verdadero, ha estado en Su Iglesia en Espíritu Santo todo el tiempo, dando testimonio de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario.
Y todos los creyentes en Él, dice el mismo Cristo que Él los ha ordenado para ellos también dar testimonio de Él, de Cristo. En San Juan, capítulo 15, versos 26 al 27 dice Cristo:
“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.”
El Espíritu Santo en medio de Su Iglesia ha estado dando testimonio acerca de Jesucristo, es el Espíritu de Cristo dando testimonio de Cristo, y por lo tanto, el Testigo fiel y verdadero en medio de la Iglesia de Jesucristo, es el Espíritu Santo. Sigue diciendo:
“Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.”
Y ahora, los creyentes en Cristo, por cuanto son testigos de Cristo, dan testimonio también acerca de Cristo, y por consiguiente tenemos a Cristo en Espíritu Santo como el Testigo Fiel y Verdadero, dando testimonio acerca de la Obra de Cristo en la Cruz del Calvario.
Y nosotros como creyentes en Cristo, llenos del Espíritu de Cristo, y por consiguiente el Espíritu de Cristo en nosotros, dando testimonio acerca de Cristo. Siendo nosotros instrumentos de Cristo y por consiguiente somos reconocidos por Cristo, como testigos fieles y verdaderos.
En el libro de los Hechos también, Cristo dijo en el capítulo 1, verso 6 al 8:
“Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
Y ahora, los creyentes en Cristo con el Espíritu Santo, son testigos de Cristo y de todas las cosas que Cristo realizó en Su Primera Venida, para así dar a conocer a la humanidad la Obra de Redención realizada por Cristo en la Cruz del Calvario, para la reconciliación del ser humano con Dios, para que todo ser humano pueda obtener la Vida eterna, por medio del testimonio del Testigo fiel y verdadero, de Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia y a través de Su Iglesia, dando testimonio de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, llega al corazón y a la mente de los seres humanos el conocimiento de cómo obtener la Vida eterna, que es exclusivamente a través de Jesucristo nuestro Salvador.
Con la predicación del Evangelio de Cristo, que es el testimonio que se da por el Espíritu Santo acerca de Cristo, nace la fe de Cristo en el alma de la persona, la persona cree en Cristo de todo corazón, porque la fe viene por el oír la Palabra de Dios. “Y con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” [Romanos 10:10]
Y la persona tiene la oportunidad de confesar con su boca públicamente a Cristo como su único y suficiente Salvador, recibiéndole como su único y suficiente Salvador, y así entregando su vida en alma, espíritu y cuerpo a Cristo, para que Cristo le dé la salvación y Vida eterna.
“Porque no hay otro nombre bajo el Cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos,” dice San Pedro en el libro de los Hechos, capítulo 4, verso 12.
Y si no hay otro nombre en que podamos ser salvos, todos tenemos que venir a Jesucristo para obtener la salvación y Vida eterna. Ese es el testimonio de Cristo por medio de Su Espíritu Santo, en medio de Su Iglesia y a través de Su Iglesia.
Yo escuché el testimonio de Cristo por medio de Su Espíritu Santo, hablando en este tiempo final, nació la fe de Cristo en mi alma, y lo recibí como mi único y suficiente Salvador, y obtuve la salvación y Vida eterna. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también.
Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador, lo puede hacer en estos momentos y yo oraré por usted para que Cristo le reciba, le perdone y con Su Sangre le limpie de todo pecado, y sea bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en usted el nuevo nacimiento, y así usted entre al Reino de Dios. Cristo dijo: “El que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios,” dijo Cristo a Nicodemo en San Juan, capítulo 3, verso 1 al 6.
Por lo tanto, en estos momentos si usted no ha recibido a Cristo todavía como su único y suficiente Salvador, puede hacerlo, puede recibirlo y yo oraré por usted. Puede pasar acá al frente para yo orar por usted para que Cristo le reciba en Su Reino.
Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo. Los que están en otras naciones también pueden venir a los Pies de Cristo para que queden incluidos en esta oración.
Vamos a dar unos minutos en lo que vienen a los Pies de Cristo todas las personas que han escuchado el testimonio de Cristo por medio de Su Espíritu Santo y nació la fe de Cristo en su alma, nació la fe de Cristo para creer en Cristo y recibirlo como su único y suficiente Salvador y ser rociados con la Sangre de Jesucristo y limpiados de todo pecado.
Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo. Dios tiene mucho pueblo aquí en Porto Velho, y los está llamando.
Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo. Todavía vienen más personas, estamos esperando que lleguen, porque así como ustedes quieren vivir eternamente, quieren la Vida eterna, hay más personas que también quieren la Vida eterna, porque quieren vivir eternamente con Jesucristo en Su Reino eterno, para lo cual han estado escuchando el testimonio del Testigo fiel y verdadero, de Jesucristo por medio de Su Espíritu Santo a través de la predicación del Evangelio de Cristo, que es el testimonio del Espíritu Santo.
Los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo, pues ya tienen edad y tienen conocimiento del bien y del mal.
Es un asunto de Vida eterna recibir a Cristo como único y suficiente Salvador.
La decisión más importante que un ser humano hace en su vida y que le coloca en la Vida eterna, es recibir a Cristo como único y suficiente Salvador. Cualquiera otra decisión que la persona haga en su vida, puede ser muy grande, pero no le coloca en la Vida eterna.
La única decisión que coloca al ser humano en la Vida eterna, es recibir a Cristo como único y suficiente Salvador, y en esta noche usted tiene la oportunidad de hacer la decisión más grande de su vida: la decisión que le coloca en la Vida eterna, la cual es recibir a Cristo como único y suficiente Salvador.
La exclusividad de la Vida eterna la tiene Una persona, y toda persona que quiere la Vida eterna, tiene que llegar a esa persona que tiene la exclusividad de la Vida eterna, y esa persona es nuestro amado Señor Jesucristo. Por lo cual todos necesitamos venir a los Pies de Cristo para que Él nos dé la Vida eterna.
El ser humano tiene el deseo de vivir eternamente, y por consiguiente el ser humano tiene la oportunidad de vivir eternamente; y por cuanto tiene libre albedrío, necesita elegir la Vida eterna, y la Vida eterna es Cristo. Él dijo: “Yo Soy la Verdad.” Él dijo también: “Yo Soy el Camino, la Verdad, y la Vida; y nadie viene al Padre, sino por mí.” [San Juan 14: 6].
Recibir a Cristo es recibir la Vida eterna. La exclusividad de la Vida eterna la tiene nuestro amado Señor Jesucristo, para otorgarla a todos los que lo reciben como único y suficiente Salvador. Por eso es tan importante recibir a Cristo como único y suficiente Salvador.
Todavía vienen más personas de camino que quieren recibir la Vida eterna a través de Jesucristo, pues no hay otra forma que el ser humano pueda obtener la Vida eterna. Si falta alguna persona por venir, puede venir para que quede incluido en esta oración que haré por todos los aquí presentes.
Los que están en otras naciones también pueden continuar viniendo a los Pies de Jesucristo. Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo. Unos segundos y ya oraremos por todos. Si falta alguna persona por venir, puede venir.
Si oyes hoy Su Voz, la Voz de Cristo, el Testigo fiel y verdadero, no endurezcas tu corazón, Él te está llamando para darte la Vida eterna y así tengas asegurado tu futuro eterno con Cristo en Su Reino eterno.
No puedes asegurar tu futuro eterno con otra persona ni en otro lugar, sino con Cristo, que es el que tiene la exclusividad de la Vida eterna, para darla a todos los que lo reciben como su único y suficiente Salvador.
Vamos ya a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo. Si falta alguno por venir, puede venir inmediatamente para que quede incluido en esta oración.
Veo que vienen más personas de camino, pueden acercarse más. Es que Dios tiene mucho pueblo en esta ciudad y en las ciudades cercanas y en toda la República del Brasil. El Reino de Dios se está llenando de brasileros, y eso está bueno.
Cuando estemos en el Reino Milenial de Cristo, ustedes me dirán: “Yo viví en el Brasil cuando tenía mi cuerpo de carne, yo era un brasilero, y recibí a Cristo y obtuve la Vida eterna y por esa causa estoy viviendo eternamente con Cristo en Su Reino.”
Esa es la única forma en que usted puede obtener la Vida eterna. La única forma de Vida eterna es Cristo.
Vamos ya a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo. Recuerden que es un asunto de Vida eterna.
Vamos ya a orar. Los que están en otras naciones y los que están aquí presentes, levantemos nuestras manos al Cielo a Cristo. Vamos a esperar unos segundos en lo que llegan las personas que vienen de camino.
Es que Dios tiene mucho pueblo en esta ciudad y los está llamando. El nombre de ustedes está escrito en el Cielo en el Libro de la Vida, ustedes son hijos del Reino, del Reino de Dios. Vamos ya a orar.
Vienen todavía de camino más personas, vamos ya a orar. Nuestros ojos cerrados, nuestras manos levantadas al Cielo y repitan conmigo esta oración, los aquí presentes y los que están en otras naciones que han venido al frente para dar testimonio público de su fe en Cristo:
Señor Jesucristo, he escuchado la predicación de Tu Evangelio, nació Tu fe en mi corazón, creo en Ti de todo corazón, creo en Tu Primera Venida, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo, dado a los hombres en que podemos ser salvos; creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de la Expiación por mis pecados, doy testimonio público de mi fe en Ti reconociendo que soy un pecador y necesito un Salvador.
Doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi único y suficiente Salvador. Salva mi alma, y perdona mis pecados Te lo ruego, y con Tu Sangre límpiame de todo pecado y bautízame con Espíritu Santo y Fuego, luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y Te ruego produzcas así el nuevo nacimiento en mi vida.
Quiero nacer en Tu Reino eterno, quiero nacer en la Vida eterna, porque quiero vivir eternamente Contigo en Tu Reino. En Tus Manos encomiendo mi alma, Te lo ruego. Te ruego salves mi alma, sálvame Señor, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso Señor Jesucristo. Amén y amén.
Y con nuestras manos levantadas al Cielo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén y amén.
Y ahora, ustedes me dirán: “He escuchado la predicación del Evangelio de Cristo, nació la fe de Cristo en mi alma y lo recibí como mi único y suficiente Salvador, Él dijo: ‘El que creyere y fuere bautizado, será salvo,’ me falta ser bautizado en agua en Su Nombre. ¿Cuándo me pueden bautizar?” Es la pregunta de ustedes. Por cuanto ustedes han creído de todo corazón en Cristo, bien pueden ser bautizados en agua en estos momentos.
Pregunto al ministro Leví: ¿Si hay agua? ¿Si hay bautisterio? ¿Si hay ropas bautismales? ¿Si hay ministros que les bautizarán? Me dice que sí. ¿Y hay quiénes les ayudarán a llegar a los vestidores de ropa para colocarse las ropas bautismales? También hay.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, donde se identificarán con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección.
Y que Jesucristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento. En el Nombre del Señor Jesucristo.
Y que Cristo llame a vuestros familiares y los traiga a Sus Pies y les dé también la salvación y Vida eterna, para que estén con ustedes en el Reino eterno de Jesucristo por toda la eternidad. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Y ahora, dejo al reverendo Leví para continuar.
Muchas gracias por vuestra amable atención. Fue un privilegio grande para mí darles testimonio de: “EL TESTIGO FIEL Y VERDADERO,” que es Jesucristo nuestro Salvador.
Con nosotros el reverendo Leví, para indicarles hacia dónde caminar para colocarse las ropas bautismales y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“EL TESTIGO FIEL Y VERDADERO.”