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|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| La Restauración de Israel | 2003-12-19 | 1 | Cayey | PR | 01:01:49 | false |
Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta noche, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.
Para esta noche leemos en San Lucas, capítulo 21, versos 25 en adelante, donde nos dice:
“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;
desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.
Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria.
Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.
También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles.
Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca.
Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema es: “LA RESTAURACIÓN DE ISRAEL.”
En este pasaje que hemos leído, Cristo nos habla de la Señal del Hijo del Hombre en el Cielo, nos habla de la Venida del Hijo del Hombre en las nubes, y nos habla también de la higuera, que es Israel, y Él nos habla de la restauración de Israel; y nos dice que cuando veamos suceder estas cosas, viéndolo nosotros mismos (o sea, las personas que vivan en el tiempo en que esto se estará cumpliendo), estemos atentos, levantemos nuestras cabezas al Cielo, porque nuestra Redención está cerca, o sea, nuestra transformación, que es la Redención del cuerpo.
Ahora: “la higuera, mirad la higuera, y todos los árboles (o sea, mirad a Israel y a las demás naciones).” Israel ya está en su tierra desde hace muchos años, y pronto Dios va a tornarse al pueblo hebreo, y va a llamar y a juntar ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, y así comenzará Dios a tratar con el pueblo hebreo, para la restauración del pueblo hebreo.
El pueblo hebreo: Israel, es el pueblo terrenal de Dios, el Israel terrenal, el cual es tipo y figura del Israel celestial. El Israel celestial es la Iglesia del Señor Jesucristo. Todas las etapas por las cuales pasó el Israel y por las cuales está pasando el Israel terrenal, son tipo y figura de las etapas que la Iglesia del Señor Jesucristo pasaría; porque es el tipo y figura del Israel Celestial el Israel terrenal.
Ahora, la restauración del Israel terrenal vendrá después de la restauración del Israel celestial. Así como Dios llamó de Egipto un pueblo, llamó un grupo de esclavos y con ese grupo de esclavos creó una nación. Dios libertó del poder del faraón y del imperio del faraón a ese pueblo de esclavos. El faraón y su imperio de Egipto, tipifican al imperio del maligno, del diablo, el reino del maligno; y el faraón tipifica al maligno, al diablo.
Ahora, el Israel Celestial, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, encontramos que todas esas personas pertenecientes al Israel Celestial, estaban esclavizadas en el reino de las tinieblas, en el mundo, y Cristo es el que nos ha libertado del reino de las tinieblas y nos ha colocado en Su Reino: Dios a través de Cristo. Y así es como Cristo ha estado restaurando al Israel Celestial, restaurándolos a su lugar original: al Reino de Dios.
Y por esa causa es que Dios ha estado llamando de entre los gentiles y también de entre los hebreos, un pueblo para Su Nombre; o sea, personas, individuos, los cuales Él los llama por Su Nombre y para Su Nombre, y los coloca (Cristo) en Su Reino, los saca del reino de las tinieblas y los coloca en Su Reino; y así es como ha estado llevando la restauración, llevando a cabo la restauración del Israel Celestial. Y produce esa restauración, primero en lo espiritual, produciendo esa Redención interior, y dándonos Vida eterna; y luego producirá la Redención del cuerpo, que es nuestra transformación, y nos colocará por consiguiente en un cuerpo eterno y glorificado.
Ahora, todo eso está tipificado en la restauración del pueblo hebreo a su tierra prometida, cuando Dios los libertó por medio del Profeta Moisés y luego a través de Josué los colocó dentro de la tierra prometida.
Ahora, Moisés tipifica a Cristo, y Josué tipifica al Espíritu Santo. Vean, luego que Cristo murió, ha sido el Espíritu Santo el que ha estado colocando en la tierra prometida del Bautismo del Espíritu Santo a todos los hijos e hijas de Dios, y por consiguiente colocándolos en el Reino de Cristo. Y todo eso ha estado sucediendo en la esfera espiritual, por consiguiente hemos estado pasando del reino de las tinieblas, de la quinta dimensión, al Reino de Cristo de la sexta dimensión, y por eso hemos recibido un cuerpo angelical teofánico de la sexta dimensión.
Y si algún creyente en Cristo nacido de nuevo muere físicamente, va a vivir a la sexta dimensión, de donde es el cuerpo angelical que recibió al recibir el Espíritu Santo. Y luego que todas esas personas escritas en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, pertenecientes al Israel Celestial, hayan todas entrado al Reino Espiritual de Cristo, al Reino de esa sexta dimensión, luego ese Reino se materializará en esta dimensión en el Reino Milenial, para lo cual antes Él nos dará un cuerpo físico, glorificado, eterno, inmortal e incorruptible, con el cual viviremos con Cristo en ese Reino Milenial, y reinaremos con Cristo como Reyes y Sacerdotes.
Pero iremos de luna de miel con Cristo a ese Reino Milenial. Pero antes de eso, iremos a la gran Fiesta de la Cena del Cordero, a la Casa de nuestro Padre Celestial; o sea, que iremos a la séptima dimensión.
Ahora, el Reino de Cristo va a ser establecido en la Tierra físicamente en ese Reino Milenial, y con Él estaremos nosotros viviendo en cuerpos físicos glorificados, como el cuerpo físico glorificado que Jesucristo tiene.
Ahora, el Israel físico, pues estará en el reino físico viviendo, y él va a tener una restauración, y por consiguiente va a tener un cambio, un cambio en todas las esferas de la vida terrenal del pueblo hebreo. Por ejemplo, va a tener un cambio en el campo político, del tipo de gobierno que existe actualmente en medio del pueblo hebreo, tendrá un cambio a un tipo de gobierno de monarquía, y también estará fusionado con la teocracia.
Por lo tanto, habrá un cambio en el aspecto político en medio del pueblo hebreo para el Reino Milenial. Pero primero el pueblo hebreo tiene que recibir un Mensaje que será de Oeste a Este. Así como nosotros en el Oeste, hemos recibido un Mensaje de Este a Oeste: el Mensaje del Evangelio de la Gracia que comenzó en el Este, la tierra de Israel, y ha venido viajando como el sol: del Este hasta llegar al Oeste.
Y en el Oeste, cuando sean llamados y juntados todos los escogidos de Dios que faltan, con ese Mensaje, ahí mismo también estarán recibiendo el Mensaje de Oeste a Este. El Mensaje de Este a Oeste, gira alrededor de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario como Cordero de Dios. El Mensaje de Oeste a Este, gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. Y así como comenzó en el Este el Mensaje que revela la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, comenzó en el Este y viajó hacia el Oeste; fue un Mensaje de Este a Oeste, nació en el Este y se extendió hasta llegar al Oeste, el continente americano.
Y ahora, el Mensaje que el pueblo hebreo recibirá, el cual es el Mensaje de la Segunda Venida de Cristo, el Mensaje que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo, es un Mensaje que nace en el Oeste y se tornará hacia el Este en el tiempo señalado por Dios. Pero primero lo disfrutarán los que estarán viviendo en el Oeste y de ahí se extenderá hacia otras naciones.
Ahora, eso es así porque el lugar santísimo del tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó el rey Salomón, estaba en el Oeste, donde estaba el arca del pacto, donde estaba el propiciatorio y los dos querubines de oro, y estaba la Luz de la Shekina: la Columna de Fuego, y estaban también allí los Dos Querubines de Olivo. Por lo tanto, los Dos Olivos estarán en el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, la Iglesia del Señor Jesucristo, en medio del Israel Celestial, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual ha estado siendo restaurada en el campo espiritual.
El Israel Celestial ha estado siendo llamado y juntado en el Cuerpo Místico de Cristo, o sea, los miembros del Israel Celestial. Y en este tiempo final, en el Oeste, se completará la Iglesia del Señor Jesucristo con el Mensaje del Oeste; aunque se extenderá hacia otras naciones, donde llamará los escogidos que estén en esas otras naciones.
Y luego que se haya completado la Iglesia, entonces vendrá la parte física, que será la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos; y así quedará restaurada la Iglesia de Jesucristo a la Vida eterna, no solamente espiritual, sino física también. Y eso será en la restauración del Israel Celestial.
Tenemos el Israel Celestial y el Israel terrenal. Tenemos los hijos de Sion, del Israel Celestial, y los hijos de Sion, del Israel terrenal; por lo tanto, luego vendrá la restauración del Israel terrenal. Ya podemos ver que ha estado reverdeciendo la higuera, el Israel terrenal, y ha estado pasando por diferentes etapas. Pero le falta una etapa muy importante, le falta la etapa en donde el Espíritu de Dios tiene que entrar al pueblo hebreo.
En Ezequiel, capítulo 37, nos habla de esas diferentes etapas, y también en Isaías. Por ejemplo, en Isaías, capítulo 66, dice verso 6 en adelante, dice:
“Voz de alboroto de la cuidad, voz del templo, voz de Jehová que da el pago a sus enemigos.
Antes que estuviese de parto, dio a luz; antes que le viniesen dolores, dio a luz hijo.
¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos.”
Y ahora, encontramos que tenemos el Sion Celestial, que es la Iglesia de Jesucristo, y tenemos el Sion terrenal, que es el pueblo hebreo; y ambos tienen sus hijos.
Y ahora, los hijos del Sion Celestial son los miembros de la Iglesia de Jesucristo, que han estado naciendo en un día, en el Día de la Dispensación de la Gracia, naciendo en el campo espiritual. Y nacerán físicamente al ser transformados también, y luego Dios tratará con el pueblo hebreo.
Vean, en Gálatas, capítulo 4, versos 20 en adelante, dice... 22 en adelante, vamos a leer, mejor, dice:
“Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre.
Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa.
Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar.
Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud.
Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.
Porque está escrito:
Regocijate oh estéril, tú que no das a luz;
Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto;
porque más son los hijos de la desolada, que de la que tiene marido.
Así que hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.
Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el espíritu, así también ahora.
Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.
De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre (o sea, de la Jerusalén Celestial).”
También en Hebreos, capítulo 12, verso 22 en adelante, dice San Pablo... aquí nos habla de cuando Moisés estaba en el Monte Sinaí, vean, aquí también nos habla, allí estaba temblando por todo lo que se escuchaba. Vamos a ver del 18 en adelante dice:
“Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad (o sea, que así era como estaba el Monte Sinaí cuando Dios estaba hablándole al Profeta Moisés allí. Vean, estaba ardiendo en fuego, tenía oscuridad también de tinieblas y tempestades).
Al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,
porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;
y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;
sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,
a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos (¿ven? La congregación de los que están inscritos en los Cielos son los miembros de la Jerusalén Celestial); a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,
a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.”
A todo esto nos hemos acercado cuando hemos recibido a Cristo como nuestro Salvador, y hemos entrado al Nuevo Pacto. Las personas que han entrado al Nuevo Pacto pertenecen al Israel Celestial y han nacido en el Monte de Sion, son los hijos de Sion, del Sion Celestial, del Israel Celestial.
Ahora, así como Dios ha estado produciendo un nacimiento de hijos e hijas de Dios en el Sion Espiritual, la Iglesia del Señor Jesucristo; vean, también nos habla que una nación va a nacer en un día. Por lo tanto, en el Día de la Dispensación del Reino, Dios en el comienzo de esa Dispensación, la cual actualmente se está entrelazando con la Dispensación de la Gracia, va a nacer, el pueblo hebreo, como nación ante Dios, Dios va a tratar con el pueblo hebreo como nación; o sea, que el pueblo hebreo va a entrar como nación al Reino de Dios, va a dar el paso al Reino.
Para lo cual, Dios así como envió a Moisés para la liberación del pueblo hebreo, Dios envió a Moisés para restaurar al pueblo hebreo a su tierra, la tierra donde vivió Abraham, Isaac, Jacob, y vivieron los patriarcas también, pero que luego tuvieron que ir a Egipto. Y para ese paso que será dado, Dios tiene una forma para llevar a cabo todo ese Programa. No puede ser de otra forma. ¿Por qué? Porque ya Dios lo diseñó de la forma en que Él lo va a hacer; por lo tanto, no habrá otra forma mejor que la que Dios ya diseñó desde antes de la fundación del mundo.
Dice en la página 30, el Rvdo. William Branham, en el Libro de “Las Edades,” dice:
“Ahora, ¿cuándo volverá el Evangelio a los judíos? Cuando se haya terminado la dispensación de los gentiles, el Evangelio está a punto de volver a los judíos. ¡Oh, si tan sólo les pudiera decir algo que está a punto hoy en este nuestro día! Esta gran cosa que va a suceder, recorrerá hasta Apocalipsis 11, y aquellos dos testigos, aquellos dos Profetas: Moisés y Elías, trayendo el Evangelio de nuevo a los judíos.”
Es por medio del ministerio de Moisés y Elías, de los Dos Olivos, que el Evangelio regresará a los hebreos. ¿De dónde regresará? Del Oeste, del Oeste va para el Este, así como el sol se pone en el Oeste y después regresa ¿dónde? Al Este.
“Estamos listos, todo está en orden. Igual como los hebreos trajeron el Evangelio a los gentiles, así también los gentiles se lo llevarán de regreso a los judíos, y el Rapto sucederá.”
Ahí podemos ver que algo muy grande Dios tiene para llevar a cabo dentro de muy poco tiempo. Eso está a la vuelta de la esquina.
Vean, aquí también en este... dice que habrá un tiempo sobrante, esos son los tres años y medio, en donde Dios tratará con el pueblo hebreo. También él nos habla del pueblo hebreo recibiendo el Mensaje de Dios para este tiempo final. Y él nos dice que Dios va a enviar al pueblo hebreo un Profeta; eso es los Dos Olivos llevando el Evangelio de regreso a los hebreos, y eso también es el Ángel de Apocalipsis, capítulo 7, con el Sello del Dios Vivo, o sea, con el Espíritu Santo en él llevando el Mensaje a los hebreos, y llamando y juntando y sellando ciento cuarenta y cuatro mil hebreos.
Esos son los escogidos que formarán esos ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, que son doce mil de cada tribu; esos son los escogidos de entre los hebreos, pero no forman parte de los escogidos de la Iglesia del Señor Jesucristo. Puede Dios tener hebreos escogidos que forman parte de la Iglesia, y hebreos escogidos que no forman parte de la Iglesia, pero que forman parte del grupo de ciento cuarenta y cuatro mil hebreos.
En Isaías, capítulo 59, también nos dice... verso 20 en adelante, aun el 19, dice, verso 19 en adelante, dice:
“Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová.”
¿Por qué desde el Occidente? Porque en el Occidente estará el Nombre de Dios, porque del Occidente es que va el Evangelio de en medio de la Iglesia de Jesucristo al pueblo hebreo.
“Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová.”
¿Dónde estaba en el templo el Nombre de Dios? En el Occidente en el lugar santísimo, allí era donde estaba Dios en la Columna de Fuego, y por consiguiente el Nombre de Dios.
“Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria (o sea, desde Israel); porque vendrá el enemigo como río (o sea, el anticristo, el hombre de pecado, la bestia), mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.”
Esos serán los ministerios que el Espíritu Santo estará obrando, operando, los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías.
“Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieron a la iniquidad en Jacob, dice Jehová.
Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.”
Y San Pablo hablándonos de esa Escritura y dándonos una explicación del porqué el pueblo hebreo había rechazado a Cristo, nos dice en el capítulo 11 de su carta a los Romanos... capítulo 11 de su carta a los Romanos, dice San Pablo, dice:
“Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.
Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.
Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar.”
Y volverlos a colocar en el árbol de Olivo, eso es restaurarlos al Árbol de Olivo.
“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles.”
Cuando se complete la Iglesia, cuando haya entrado hasta el último escogido en la Iglesia de Jesucristo, ya se ha completado la Iglesia, y entonces Dios se tornará al pueblo hebreo. Y vean que nos habla aquí, que ellos fueron cortados y luego los gentiles fueron injertados. El Cristianismo, vean, fue colocado en el Buen Olivo. Por lo tanto, cuando termine Cristo de completar Su Iglesia, cuando la complete, luego termina con los gentiles (porque ya habrá completado Su Iglesia), y luego comenzará a tratar con los hebreos e injertará, restaurará, Cristo, al Buen Olivo, a ciento cuarenta y cuatro mil hebreos. Y después en el Reino Milenial, todo el pueblo hebreo estará en el Reino de Dios, todos estarán en el Buen Olivo. Por eso les manda Dos Olivos, Dos Árboles de Olivo.
“Y luego todo Israel será salvo, como está escrito:
Vendrá de Sion el Libertador,
Que apartará de Jacob la impiedad.
Y este será mi pacto con ellos.
Cuando yo quite sus pecados.
Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres.
Porque irrevocable son los dones y el llamamiento de Dios.”
Ahora, podemos ver que la restauración del pueblo hebreo está muy cerca, ya pronto van a ser restaurados al Reino de Dios, y por consiguiente tendrán la bendición de Dios, el Espíritu de Dios estará en medio de ellos.
En Ezequiel, vean ustedes, en el capítulo 37, nos dice... capítulo 37, verso 7 en adelante, dice:
“Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.
Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.
Y me dijo: Profetiza al Espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.
Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos.
Por lo tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel.
Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío.”
Eso es una resurrección para Israel, o sea, una restauración, siendo sacados de todas las demás naciones de entre los gentiles, donde fueron esparcidos y de ahí son traídos a la tierra de Israel nuevamente.
“Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.”
El Espíritu de Dios, encontramos que vino el Día de Pentecostés a ciento veinte que estaban allí. El mismo Espíritu que estaba en Jesucristo, el cual fue rechazado, ahora el Día de Pentecostés, regresa y viene a ciento veinte y produce el nuevo nacimiento de esos ciento veinte; por eso fueron colocadas o descendieron sobre ellos lenguas como de fuego, y de ahí en adelante siguió el Espíritu Santo produciendo el nuevo nacimiento de todos los miembros del Israel Celestial.
De ahí pasó a Asia Menor, de Asia Menor pasó a Europa, donde tuvo cinco etapas de la Iglesia, y luego de Europa siempre manifestado en un Mensajero. Y cada vez que tenía que surgir una Edad con un Mensajero le venía un dolor de parto al cristianismo, a la Iglesia, y surgía un Mensajero proclamando un Mensaje y se formó la parte del cuerpo Místico de ese tiempo. Y así cada dolor de parto que le dio al cristianismo, a la Iglesia, produjo el nacimiento de un Mensajero con su grupo, y así tuvo siete hijos; así como Isaí tuvo siete hijos, pero luego tuvo el último que fue David.
Y luego encontramos la Iglesia, Cristo con Su Iglesia, para después de las siete edades tiene que tener el Benjamín de la familia con su grupo. O sea, cada Mensajero con su grupo, eso es un hijo que es nacido en la Iglesia cuando le ha dado un dolor de parto a la Iglesia. ¿Ven? Tiene un hijo, nace ese hijo y se forma la familia de esa edad. Ese hijo es la cabeza de esa familia, porque en ese hijo está el Espíritu de Cristo, trayendo la bendición para ese tiempo, formando esa edad, esa parte del Cuerpo Místico de Cristo.
Y luego de las siete edades con los siete Mensajeros, los siete grupos de las siete edades, luego la Iglesia de Jesucristo, encontramos que es una Iglesia joven, es una Iglesia que en este tiempo final tiene la bendición más grande de todas las bendiciones.
Para este tiempo final el cristianismo, vean, produce un hijo, Cristo produce en el cristianismo un hijo y con ese hijo se forma una familia, que es el grupo de la Edad de la Piedra Angular; y todo eso pertenece al Israel Celestial. Pero ese hijo es el mismo hijo en donde Cristo en Espíritu Santo se manifestará al pueblo hebreo, operará en él el ministerio de los Dos Olivos, porque ese es el Ángel con el Sello del Dios Vivo, con el Espíritu Santo para el Día Postrero.
Y ese grupo que viene con ese Mensajero, es el grupo de los escogidos de Dios del Día Postrero, que en su mayoría permanecerán vivos para ser transformados cuando Cristo resucite a los muertos creyentes en Él. Por lo tanto, el grupo del Día Postrero es el grupo más importante de todos los grupos. David y su descendencia, de todos los hijos de Israel, fue el grupo más importante de los hijos de Isaí.
Ahora, de todos los grupos con los Mensajeros, vean, ya todos los Mensajeros partieron. Por lo tanto, ningún grupo de ningún Mensajero de ninguna edad pasada podrá hacer nada para conquistar al pueblo hebreo, y cumplirse así lo que está prometido que Cristo se revelará al pueblo hebreo. Pero Cristo tendrá, por medio de Su Iglesia en el cristianismo, por un dolor de parto, nacerá ese Mensajero en la Iglesia de Jesucristo, y también su grupo; y entonces con ese Mensajero y ese grupo es que Cristo se revelará al pueblo hebreo.
Ahora, por eso es que también el Rvdo. William Branham dijo que nadie puede recorrer ese camino si Dios no está con él. ¿Y con quién Dios ha prometido que estará para recorrer el camino de Oeste a Este, y llevarle el Evangelio de regreso a los judíos? Es con el ministerio de los Dos Olivos, de Moisés y Elías, que estarán en el Ángel del Señor Jesucristo siendo operados, manifestados en medio de la Iglesia de Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular. Todo eso corresponde a nuestro tiempo para la restauración del Israel Celestial a la Vida eterna física, y también para la restauración del Israel terrenal.
Por lo tanto, estamos viviendo en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, el tiempo donde Dios dijo: “Yo restituiré, o sea, restauraré.” Por lo tanto, vamos a ser restaurados físicamente a la Vida eterna. Pero primero somos restaurados espiritualmente a la Vida eterna en el Reino de Cristo, entramos a ese Reino Espiritual, para luego estar en el Reino físico también. Y así es como somos restaurados a todo lo que perdió Adán y Eva en la caída allá en el Huerto del Edén. Por lo tanto somos restaurados espiritualmente primero, y después seremos restaurados físicamente a la Vida eterna.
Por eso en los escogidos de la Iglesia de Jesucristo se concreta, se hace realidad lo que está escrito en el Libro de los Siete Sellos; y los nombres que están escritos allí de los escogidos se hacen realidad en los creyentes en Cristo nacidos de nuevo de cada edad, de cada etapa.
Y ahora, los nombres de los últimos escogidos escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, son los nombres ¿de quiénes? De nosotros.
Por eso cuando hubo el llamado para que alguien se levantara y tomara el Libro y lo abriera en el Cielo, hubo un lapso de tiempo en que no aparecía nadie, porque todavía Cristo estaba haciendo Intercesión por los últimos que tenían sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero; o sea, haciendo intercesión por los escogidos de este tiempo final, por los escogidos de la Edad de la Piedra Angular, por todos nosotros; o sea, que lo que ocasiona que Juan no encuentre a nadie que tome el Libro, y comience a llorar - o sea, que el lloro de Juan lo causaron los escogidos de este Día Postrero, que no habían llegado todavía, que faltaban de llegar para completarse la Iglesia del Señor Jesucristo. Pero Juan luego dejó de llorar, cuando se le dijo: “He aquí el León de la tribu de Judá, el cual ha vencido para abrir el Libro, tomar el Libro y abrir sus Sellos.” (Capítulo 5 del Apocalipsis).
En usted y en mí se está concretando, haciendo realidad, lo que está escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, el Libro que es un Libro abstracto, pero que se concreta, se hace realidad en usted y en mí. Esos nombres que están allí, se hacen realidad en nosotros. Por lo tanto, desde antes de la fundación del mundo estamos allí escritos, y por consiguiente estamos elegidos por Dios para ser restaurados a la Vida eterna.
Por eso es que escuchamos la Voz de Cristo y lo recibimos y lo seguimos, y no hay otra cosa que nos pueda apartar del Amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro; eso está acá. Vean, somos Simiente de Dios, eso es alma de Dios; porque la simiente es el alma de la persona, esa es la Simiente, y por consiguiente somos almas de Dios, hijos e hijas de Dios acá en nuestra alma.
Por lo tanto, tenemos las más grandes promesas para ser cumplidas en nosotros. Nuestro cuerpo angelical, eso era una cosa segura; y al recibir a Cristo como Salvador, arrepentidos de nuestros pecados y pedirle perdón a Cristo, y Cristo nos perdona, nos limpia con Su Sangre preciosa y somos bautizados en agua en Su Nombre, y Él nos bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y produce en nosotros el nuevo nacimiento, y obtenemos el cuerpo angelical.
Eso es una cosa segura, porque estaba predestinada por Dios desde antes de la fundación del mundo, ese es el Plan de Redención: ser restaurados a la Vida eterna en un cuerpo angelical eterno, y luego ser restaurados a la Vida eterna en un cuerpo físico eterno y glorificado. Por lo tanto, nos falta la parte física, la restauración a la Vida eterna física en un cuerpo físico glorificado.
Y eso será la restauración doble del Israel Celestial: la restauración espiritual y la restauración física. En la restauración espiritual recibimos el cuerpo angelical, y en la restauración física, recibimos el cuerpo físico glorificado. Eso también es algo seguro, porque está predestinado por Dios desde antes de la fundación del mundo. Fuimos predestinados por Dios para ser adoptados hijos e hijas de Dios, por medio de Jesucristo nuestro Salvador, para ser a Su Imagen y a Su Semejanza.
Hemos visto: “LA RESTAURACIÓN DE ISRAEL,” del Israel Celestial y del Israel físico también.
Cuando el pueblo hebreo, el Israel terrenal, sea restaurado completamente y comience el Reino Milenial después de la gran tribulación, ese pueblo ya no tendrá los problemas que ha tenido en el pasado y los que tiene en la actualidad, tendrá Rey para el Milenio y para toda la eternidad, y el Espíritu de Dios estará en medio del pueblo hebreo para siempre; y desde ahí Cristo gobernará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones; allí estará el Trono terrenal de Dios del Reino terrenal de Dios, que es el Trono de David, al cual Cristo es Heredero, y del cual Cristo dice: “Al que venciere, Yo le daré que se siente conmigo en mi Trono, así como Yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su Trono.”
En la misma forma en que Cristo se sentó con el Padre Celestial en Su Trono Celestial, se sentará con Cristo en Su Trono terrenal el Vencedor del Día Postrero; y su grupo será el más privilegiado.
Así que, podemos ver: “LA RESTAURACIÓN DEL ISRAEL CELESTIAL Y DEL ISRAEL TERRENAL.”
El misterio del porqué habrá una persona que se sentará con Cristo en Su Trono, es por la misma razón por la cual hubo UNO que se sentó con el Padre en Su Trono Celestial: porque ése que se sentó con su Padre en Su Trono Celestial fue el Ángel de Jehová, se sentó en el Trono de Dios Celestial. Y por esa misma causa, el que se sentará con Cristo en Su Trono, será el Ángel del Señor Jesucristo. ¿Ven? En la misma forma y por la misma causa. Todo es sencillo. Las cosas grandes son las cosas más sencillas.
Así que hemos visto: “LA RESTAURACIÓN DE ISRAEL.” Tanto del Israel Celestial, como del Israel terrenal.
Todo el mundo ve que la conversión del pueblo hebreo a Cristo, es una cosa bien, pero que bien difícil. Vean, llevan dos mil años y todavía como nación no los han podido convertir del judaísmo al cristianismo. Pero esa es la cosa más sencilla, lo primero es que tiene que ser en el tiempo que Dios ha señalado, y tiene que ser por medio del instrumento que el Espíritu Santo ha predestinado para usar en el Día Postrero, y tiene que venir con el Mensaje correspondiente para hacer ese llamado, que es la Gran Voz de Trompeta, que es el Evangelio del Reino.
Así que, vean todo es sencillo, lo que sucede es que han tratado fuera del tiempo; han tratado con un mensaje que no es el que el pueblo hebreo recibirá; y han tratado con personas, que no son las personas señaladas para esa labor. Por lo tanto, el Espíritu Santo no los puede usar; y aunque hayan sido Mensajeros en edades pasadas, tampoco las puede usar para esa labor, porque ya Él tiene predestinado a quién usará para esa labor.
Cuando el Rvdo. William Branham quiso ir a Israel, el Señor le dijo: “No vayas, no es el tiempo; tiene que ser de acuerdo a la Escritura (o sea, de acuerdo a Apocalipsis, capítulo 11, o sea, tiene que ser los Dos Olivos: Moisés y Elías).” Y aunque el ministerio de Elías estaba en el Rvdo. William Branham, era el ministerio de Elías en su cuarta manifestación, y tiene que ser en su quinta manifestación.
Por lo tanto, el pueblo hebreo va a responder cuando llegue el momento. Pero mientras tanto los escogidos del Israel Celestial, tienen que ser restaurados espiritualmente primero, tienen que ser llamados y juntados en el Día Postrero, en el Cuerpo Místico de Cristo, tienen que ser sacados del mundo y colocados en la Iglesia del Señor Jesucristo, y así entrar en la fase espiritual; y luego seremos transformados cuando los muertos en Cristo sean resucitados, y entonces recibiremos esa restauración física también a la Vida eterna, y entonces tendremos las dos porciones: la porción del Bautismo del Espíritu Santo, donde obtenemos el cuerpo angelical, y la porción del cuerpo físico glorificado; entonces tendremos la plenitud de Dios.
¿Vieron lo sencillo que es todo? Todo es sencillo en el Programa Divino.
“LA RESTAURACIÓN DE ISRAEL.”
Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: “LA RESTAURACIÓN DE ISRAEL.”
Oren mucho por mí, para que el domingo próximo Cristo me dé todo lo que debo hablar en esa actividad del domingo 21. El tema es: “EL MISTERIO DE LA CREACIÓN DEL PUEBLO HEBREO.” O sea, que está en línea con lo que hemos estado hablando en esta ocasión. Hemos dicho que en el Israel terrenal está reflejado el Israel Celestial. Por lo tanto, en la Creación del Israel terrenal se refleja la Creación del Israel Celestial.
Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, nuestro Salvador, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y nos llene del conocimiento de todo Su Programa y nos prepare para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. En el Nombre eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Muchas gracias por vuestra amable atención, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.
Dejo nuevamente con nosotros al Rvdo. José Benjamín Pérez, para finalizar ya nuestra parte en esta noche, dando gracias a Cristo, y así tener también algún cántico, y regresar a nuestros hogares agradecidos a Cristo por Sus bendiciones.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos, y pasen todos muy buenas noches.
“LA RESTAURACIÓN DE ISRAEL.”