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El Gran YO SOY 2003-07-12 1 Bogotá D.C. Cundinamarca CO 01:16:15 false true

Muy buenas tardes, amados ministros compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo en este Día Postrero en la Edad de la Piedra Angular; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para esta ocasión leemos en Éxodo, capítulo 3, verso 1 en adelante, dice:

Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.

Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza;

y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.

Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.

Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.

Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.

Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.

Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias,

y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que

fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.

El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.

Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.

Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?

Y él respondió: Vé, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.

Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?

Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema para esta ocasión es: “EL GRAN YO SOY.” “EL GRAN YO SOY.”

El Gran Yo Soy es el Dios creador de los Cielos y de la Tierra, el cual por medio del Verbo que era con Dios y era Dios, el cual es el cuerpo teofánico angelical de Cristo, creó todas las cosas. El Gran Yo Soy aparece aquí en el capítulo 1 de San Juan, versos 1 en adelante, donde dice de la siguiente manera:

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Este era en el principio con Dios.

Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.

Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.

Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él.

No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.

Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.

En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.

A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”

Y el verso... sigue diciendo:

Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo.

Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.

Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?

Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.

Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy.

¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.

Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?

Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.”

Aquí Juan el Bautista se identificó con la Escritura; o sea, Juan no negó de que él era el Profeta Mensajero precursor de la Venida del Señor, preparándole el Camino del Señor, clamando allá en el desierto, y diciéndole al pueblo: “Enderezad el Camino del Señor.” Vino restaurando el corazón de los padres a la fe de los hijos.

Ahora, el verso 18 dice:

A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”

Ahora, todas las veces que las personas como Adán, Set, Enoc, y Noé, y también Moisés, y todos los demás personajes bíblicos, Abraham también, Jacob, todas la veces que ellos vieron a Dios lo vieron velado en el cuerpo angelical, que es Jesucristo en Su cuerpo angelical, llamado en el Antiguo Testamento: “El Ángel de Jehová o Ángel del Pacto.” Si es el Ángel del Pacto, fue el que le dio el Pacto al pueblo hebreo. No lo podía hacer otro Ángel, sino el Ángel del Pacto. Y para dar un Nuevo Pacto tenía que el Ángel del Pacto venir en carne humana para establecer un Nuevo Pacto. Y ahora, el Gran Yo Soy, el Padre Celestial del cual Cristo hablaba, estaba velado en carne humana en la persona de Jesucristo nuestro Salvador. Por eso Él decía: “El padre que mora en mí, Él hace las obras.” Él dice a Felipe: “Tanto tiempo hace que estoy con vosotros Felipe y todavía no me has conocido, ¿no crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Y el que me ha visto a mí ha visto al Padre.” Por eso Él les dijo: “El Padre y yo una cosa somos.” Como usted, que es alma, espíritu y cuerpo: son una sola persona, una sola cosa.

Usted, que es alma viviente, es uno con su espíritu y su cuerpo, y así usted ha venido a ser un hombre terrenal. Y Dios se hizo hombre, Emanuel: “Dios con nosotros,” se hizo un hombre de carne viniendo, velado en carne humana en la persona de Jesús. Y eso hacía al Padre y a Jesús uno sólo.

Es como usted y yo que somos alma, espíritu y cuerpo, somos una sola persona, pero tenemos un cuerpo físico y un espíritu. Pero lo que en realidad somos es alma viviente. Eso es lo más grande que hay en usted, y Cristo dijo: “El Padre mayor es que yo.” ¿Ven? Porque el Padre estaba velado en Su cuerpo angelical en el

Antiguo Testamento, y luego con Su cuerpo angelical se hizo carne y habitó en un velo de carne; el Verbo, que es el cuerpo angelical se hizo carne y habitó en medio de la raza humana.

Para una persona, vean, vamos a ver esto aquí: San Juan, capítulo 5... San Juan, capítulo 5, verso 21, dice: “Porque como el Padre...” Un poquito antes, 19:

Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.

Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.

Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.

Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo.”

Y Dios, el Padre, es el Juez de toda la Tierra, y ahora todo el juicio dio al Hijo.

¿Y no es Dios el que va a juzgar la humanidad? Por medio de Jesucristo, porque todo el juicio lo dio al Hijo.

...para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.

De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.

De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.

Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;

y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre (Hijo del Hombre es Profeta).

No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;

y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juico es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.

Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.

Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.”

Ahora, no puede el hijo hacer nada de Sí mismo. Y Él Padre, que es el Juez de toda la Tierra, el Rey, el Creador, y así por el estilo, dice que todo el juicio lo dio al hijo. Por eso las obras de Dios son realizadas a través de Jesucristo, el Hijo de Dios. La Obra de la creación de todo el Universo dice que fue realizada por el Verbo que era con Dios y era Dios. Eso lo leímos en San Juan, y también en hebreos, capítulo 1, verso 1 al 3, dice Dios:

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,

en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”

¿Por medio de quién Dios hizo el Universo? Por medio de Su Hijo, Jesucristo.

...el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”

Ahora, hemos visto que fue por medio de Cristo en Su cuerpo angelical que Dios creó todas las cosas. Y por eso Cristo es el heredero de todas las cosas, creador y heredero. Dios creó a través de Él, y lo creó todo ¿para quién? Para Él. Eso está también en Colosenses, capítulo 1, verso 14 en adelante, dice:

...en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.”

Y ahora sabemos que la imagen es Su cuerpo angelical, el Verbo, ese hombre de la sexta dimensión, llamado Cristo, el Cristo.

Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.

Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;

y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;

por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud.”

Ahora:

...y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”

La reconciliación para el ser humano viene por medio de Cristo. Dios reconcilia consigo mismo a la raza humana, a través de Jesucristo nuestro Salvador. Y en Cristo fueron creadas todas las cosas. Así como en una semilla, ya sea de trigo, de mango, de aguacate, o de lo que sea, está en esa semilla creada, creado un árbol de mango (si es de mango la semilla), un árbol de aguacate (si es de aguacate la semilla), o una planta de trigo (si es de trigo la semilla).

Y si la semilla es guardada, nunca aparece lo que está potencialmente creado ahí. Hay un poder ahí, el cual es manifestado cuando se siembra esa semilla. Cristo hablando de Sí mismo, dijo: “Si el grano de trigo no cae en Tierra y muere, Él solo queda; pero si cae en Tierra y muere, mucho fruto lleva.” Él se comparó al grano de trigo y comparó a todos los hijos e hijas de Dios en granos de trigo que nacerían en la planta de trigo; y la planta de trigo es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Todo está creado en Cristo; o sea, en la Creación original. Y todo lo perteneciente a la Creación original, todo está en Jesucristo nuestro Salvador. Y por eso en su tiempo de vida es manifestado todo lo que está en Jesucristo.

Así como en Adán estaba su compañera y por eso Adán tenía una doble naturaleza, tenía un doble espíritu: espíritu masculino y espíritu femenino. Y en Adán también, cuando Adán obtuvo el cuerpo físico, en Adán también estaba el cuerpo físico de Eva, de su compañera. Y en Adán también estaba el Nombre de Su compañera.

Cuando Dios colocó sueño sobre Adán, abrió el costado de Adán, sacó una costilla, dice la Escritura, y cerró; y de esa costilla formó un cuerpo, y ahí pues colocó el espíritu femenino que estaba en Adán.

Y luego cuando Adán despertó, vio un ser parecido a él. Ya no era un león por allí, no era un buey o una vaca por allí, sino - ni tampoco un gorila, un mono o una mona, sino que lo que vio fue una mujer; y se puso contento, se puso muy contento, y dijo, vamos a ver capítulo 2, verso 21 en adelante, dice:

Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.

Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.

Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.”

¿Ven? Ishshah, porque del varón - el varón ¿cómo se leería Miguel? Ish. ¿Ven? Ahí está el Nombre para ella, fue llamada varona. Luego que entró el pecado, ya entonces recibió el nombre de Eva, que significa: “Madre de todos los vivientes, madre de los buenos y de los malos.”

Ahora, si fue grande esto aquí, cuando Dios le dio una compañera a Adán, la cual estaba ¿dónde? En Adán. Por eso es que cuando una pareja de novios se casan, vean, mientras son novios la joven tiene su nombre y su apellido. Pero cuando se casan, obtiene en adición el apellido de su esposo. Y aun puede ser llamada con el nombre y apellido de su esposo, diciéndole: “La señora fulana de tal.”

Ahora, esto sucede cuando se casan. Encontramos que cuando Dios envió al Segundo Adán, el cual es Cristo, dice el Rvdo. William Branham que era varón y hembra, o sea, que fue el segundo hombre en la historia de la raza humana que vino como varón y hembra, el primero fue Adán.

En la página 58 del libro de “Citas,” párrafo 508, dice:

Dios no es una mujer; Dios es un hombre. Y hay nada más uno verdaderamente y ése es un hombre. Una mujer es un producto secundario de un hombre. ¿Ven? Si Uds. nada más abrieran su entendimiento espiritual. ¿Ven ustedes? ¿Ven? Hombre... cuando el hombre primero vino sobre la tierra, él era los dos, VARÓN Y HEMBRA, FEMENINO Y MASCULINO (o masculino y femenino), antes que él llegara a ser sexo. ¿Ven? UN ESPÍRITU FEMENINO, EL ESPÍRITU MÁS BAJO, ÉL ES EL QUE ES TÍMIDO. Y ENTONCES TAMBIÉN HAY UN MASCULINO, HOMBRE. Pero cuando Él lo hizo y lo puso en diferente... a fin de reproducir el mundo, Él trajo el espíritu femenino fuera de él y puso de él una costilla de su lado e hizo una hembra (o sea, una mujer, una femenina).”

Ahora, vamos a ver la 146, párrafo 1299 del libro de “Citas,” dice: “Dios...” página 146, párrafo 1299:

Dios nunca había separado la Novia del Novio todavía. Así que cuando Dios miró hacia abajo sobre el Cuerpo de Cristo, Él vio ambos, varón y hembra. Todo fue redimido en ese cuerpo.

¿Ven? Ellos son uno, la misma Palabra. La misma Palabra que habló del Novio, habla de la Novia.”

Ahora, podemos ver que luego el Día de Pentecostés vino el Espíritu de Cristo y formó allí la Iglesia, nació la Iglesia del Señor Jesucristo. Gálatas, capítulo 4, verso 4 al 6, dice:

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,

para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!

Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.”

¿Por qué? Porque la esposa es heredera con el esposo, ella es coheredera con el esposo. Por lo tanto, la Iglesia de Cristo, es coheredera con Cristo nuestro Salvador.

Ahora, podemos ver que en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo ha estado el Espíritu Santo de edad en edad, llamando y juntando los escogidos de Dios, y trayendo la revelación divina correspondiente a ese tiempo, y con esa revelación es que son llamados y recogidos los escogidos de Dios en cada tiempo. Así ha sido de edad en edad y así es para nuestro tiempo también.

El Espíritu Santo ha estado manifestado en cada Ángel Mensajero de cada edad, velado y revelado a través de ese Mensajero en cada edad. Y luego para el Día Postrero dice el Rvdo. William Branham algo muy importante que no podemos dejar pasar por alto, porque si lo dejamos pasar por alto se nos escaparía todo lo correspondiente a este tiempo.

En la página 134 del libro de “Los Sellos,” dice:

Y noten Uds.: Cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio ahora mismo en la forma del Espíritu Santo, cuando Él llegue a ser encarnado en la Persona de Jesucristo, entonces nosotros le coronaremos como Rey de Reyes y Señor de Señores.”

La promesa es que el Espíritu Santo se encarnará en el tiempo final.

Y ahora, página 352, dice:

Y sucederá que al tiempo cuando el anticristo venga en su plenitud, Dios también vendrá en Su plenitud para redimirnos. Siempre corren paralelos. Caín y Abel, el cuervo y la paloma en el arca, Judas y Jesús.”

Y ahora, vean, para el tiempo en que el diablo se encarnará en el anticristo, en el hombre de pecado, en quien y a través del cual traerá una apretura, la cual más adelante se convertirá en una persecución. Pero Dios viene, para redimirnos, en toda Su plenitud. Y ahora, veamos la página 146 del libro de “Los Sellos,” dice: “Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre.”

Ahí tenemos nuevamente la promesa de la Venida del Espíritu Santo en carne humana. Y en la página 256 del libro de “Los Sellos,” dice:

Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emanuel - la Palabra de Dios encarnada en un hombre.”

Si conseguimos ese hombre, conseguiremos al Espíritu Santo manifestado en ese hombre en este tiempo final.

Y ahora, página 131:

Y ahora Jesús: Su Nombre sobre la tierra fue Jesús el Redentor, porque fue el Redentor cuando estuvo sobre la tierra; pero cuando conquistó el infierno y la muerte; los venció y ascendió, entonces recibió un nuevo Nombre. Por esa razón es que gritan y hacen tanto ruido y no reciben nada. Será revelado en los Truenos.

Fíjense en el misterio. Él viene cabalgando. Tiene que haber algo para cambiar esta iglesia. Uds. saben eso. ¡Tiene que venir algo!

Ahora noten: Nadie entendía ese nombre, sino Él mismo.

Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre: y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS.

Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio.

Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella las gentes; y él los regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso.

Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. (Apocalipsis 19:13-16).

Allí viene el Mesías, allí es donde está.”

Aquí hemos visto que el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19 es Cristo viniendo a Su Iglesia con un Nombre que nadie entiende sino Él mismo. Y dijo el Rvdo. William Branham que cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra será completamente Emanuel, vendrá sobre un caballo blanco como la nieve y será completamente Emanuel, la Palabra de Dios encarnada en un hombre (la Palabra, el Verbo).

Ahora, veamos en la página 166, párrafo 1485, dice:

Ahora, yo estaba poniéndome bastante viejo y pensé: ¿Habrá otro avivamiento, veré otro tiempo? Y sólo recuerden, del oeste vendrá un jinete en un caballo blanco. Cabalgaremos esta senda otra vez. Eso es correcto. Tan pronto como estamos casi listos. Ven Uds. es una promesa.”

Y ahora, el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis, capítulo 19, ¿de dónde está establecido que vendrá? Del Oeste, y el Oeste es el continente Americano. El Señor en medio de Su Iglesia, ha estado en Su Iglesia en Espíritu Santo todo el tiempo, y la última etapa entre los gentiles es en el Oeste, como fue también la séptima etapa de la Iglesia entre los gentiles, la edad de Laodicea, la séptima edad de la Iglesia, fue en la parte Norte del continente Americano.

Y ahora, en el año 1965, el 28 de Noviembre, o sea, menos de un mes antes de partir está anunciando que vendrá un Jinete en un caballo blanco, y dice que será del Oeste, y ése es el que trae el avivamiento del Día Postrero: el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19. Ése es el que trae la Voz de los Siete Truenos, el que habla con esa Voz de los Siete Truenos, porque los Siete Truenos son los que darán a la Iglesia el avivamiento.

Ahora, en la página 212 del libro de “Los Sellos,” dice:

La Novia todavía no ha tenido un avivamiento; todavía no ha habido allí ningún avivamiento, ninguna manifestación de Dios para sacudir a la Novia. Estamos esperando eso. Se necesitarán esos siete truenos misteriosos para despertarla. Él los mandará, lo ha prometido.”

Y ahora, miren, el avivamiento del Día Postrero para la Iglesia, después de la séptima edad y séptimo Mensajero, corresponde al Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, y corresponde a los Truenos de Apocalipsis, capítulo 10, y los Truenos son la Voz de Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo.

Ahora, ese Jinete trae, tiene un Nombre que nadie entiende, y es del jinete que viene del Occidente, porque miren ustedes en Isaías, capítulo 59... ¿cómo puede venir del Occidente ese Jinete con un Nombre que ninguno entiende, con un Nombre Nuevo? Vean en Isaías 59, verso 19 en adelante, dice... 17, hay que leerlo aquí desde el 17, dice:

Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto,

como para vindicación (o sea, para venganza), como para retribuir con ira a sus enemigos, y dar el pago a sus adversarios; el pago dará a los de la costa.”

O sea, que las costas corren grave peligro en este tiempo final. Y la Tierra se está calentando y los hielos se están derritiendo, y las aguas de los mares están ¿qué? Subiendo; y las costas corren peligro.

Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová.”

¿Por qué temerán desde...? Porque desde el Occidente vendrá el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19 con un Nombre que ninguno entiende.

...y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río (o sea, el anticristo vendrá como un río en el caballo amarillo de Apocalipsis, capítulo 6. Y, pero, Cristo, Dios, levantará... dice:), mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.”

El Espíritu de Dios levantará Bandera contra el enemigo, y esa Bandera la levantará en el Nombre de Dios, en el Nombre del YO SOY, porque temerán desde el Occidente Su Nombre, el Nombre de Jehová. También en el capítulo 52, verso 6, dice (de Isaías):

Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.”

Si continuamos viendo diferentes pasajes de la Escritura, encontraremos grandes cosas. Dice 62 de Isaías, verso 2:

Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará.

Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo.”

Ahora, está Dios, a través del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, hablando de Su Nombre.

Ahora, veamos el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19 viene con un Nombre que ninguno conoce.

Ahora, vamos a ver en el libro de “Los Sellos,” página 277, dice:

...pedimos que el Espíritu Santo venga ahora mismo, el Jinete del verdadero caballo blanco, mientras Su Espíritu, el Espíritu de Cristo, entre en confrontación con el anticristo, y Él llame los Suyos.”

Y ahora, más abajo dice:

...y entonces ponerse la vestidura de Vida Eterna, blanca como la nieve, las cuales son dadas por el Novio (o sea, dada por el Novio a la Novia, las vestiduras blancas que traen los que vienen con el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19. Y ese grupo que viene con Él es la Iglesia Novia del Señor Jesucristo), entonces algún día podrán subir en la Palabra vindicada de la resurrección a la Cena de las Bodas del Cordero.”

Toda esta bendición y el Nombre vendrá en la Palabra vindicada para este tiempo final. Es una promesa de parte de Dios para Su Iglesia, lo cual luego verá el pueblo hebreo.

Vean, aquí en el libro de “Citas,” página 22, párrafo 176, al principio y al final de ese párrafo, dice:

Cuando vean a Jesucristo viniendo por la Novia, ellos dirán: Mirad, éste es el Dios a quien esperábamos. ¡Éste es Él! Pero Él no viene por ellos, viene por Su Novia.”

Y más abajo ahí mismo en ese párrafo, dice:

Cuando el Señor Jesucristo venga por su Novia, y ellos lo vean a Él, ellos dirán: Ése es el que hemos esperado, allí está Él Él se levantará con sanidad en Sus alas.”

Y ahora, veamos en la página 57, cómo Él viene (del libro de

Los Sellos,”):

Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza...

Ahora, si Ud. se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento Él fue llamado el Ángel del Pacto; y Él ahora viene directamente a los Judíos porque la iglesia ha llegado a su fin. Bien, ahora continuando:

...y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

¿Recuerden el ángel de Apocalipsis capítulo uno? Éste es el mismo. Un ángel es un Mensajero, y él es un mensajero a Israel.

¿Ve Ud.? La iglesia está a punto de ser raptada, Él viene por Su iglesia.”

Y ahora, hemos visto cómo es que viene Cristo, el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, viene como el Ángel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10.

Y ahora, veamos la página 28 del libro de “Citas,” párrafo 1143, dice:

Debajo de la Séptima Trompeta es para Israel lo mismo que el Séptimo Sello fue para la Iglesia.”

O sea, que primero para la Iglesia el Séptimo Sello y después para el pueblo hebreo la Séptima Trompeta. Y en la página 129, párrafo 1110, dice:

Ahora, tan pronto como esta Iglesia, el misterio del Séptimo Sello es conocido, y los judíos son llamados por el misterio de la Séptima Trompeta que son dos profetas Elías y Moisés.”

¿Cuál es el misterio de la Séptima Trompeta? Elías y Moisés. Y ahora, la página 130 dice, párrafo 1164:

Recuerden que los que están vivos y queden no impedirán a los que están durmiendo, porque la Trompeta de Dios, esa última

Trompeta (la sexta acaba de tocar), y esa última Trompeta como el último Sello, será la venida del Señor; tocará, y los muertos en Cristo se levantarán primero.”

Lo que es el Séptimo Sello para la Iglesia Novia de Cristo es la Séptima Trompeta para el pueblo hebreo, la Venida del Señor. Será la Venida del Señor, tocará y los muertos en Cristo se levantarán primero. Y en la página 149, párrafo 1333, dice... eso fue ya en el año 65, el año de su partida:

Recuerden que los que viven y quedan no impedirán a los que duermen; porque la trompeta de Dios, esa última trompeta (la sexta acaba de sonar)... y esa última trompeta, con el último sello, será la venida del Señor. Tocará, y los muertos en Cristo se levantarán primeramente... sólo descansando hasta ese tiempo.”

Y ahora, el misterio de la Séptima Trompeta y del Séptimo Sello es lo mismo: La Venida del Señor. La Venida del Señor para la Iglesia y la Venida del Señor para el pueblo hebreo, porque el Hijo del Hombre viene con Sus Ángeles, viene con los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y de Elías.

Ahora, hemos visto aquí en lo que leímos que el Séptimo Sello y la Séptima Trompeta es la misma cosa: la Venida del Señor.

Ahora, veamos la página 458 del libro de “Los Sellos,” lo que nos dice ahí el Rvdo. William Branham. Dice:

Entonces es entre el sexto y séptimo Sello cuando Él llama esta gente, los cuales fueron mencionados por Jesucristo en Mateo 24:31. Cuando la trompeta suena, será la trompeta de los dos testigos de la edad de gracia para los judíos. Suena una trompeta... Ahora veámoslo más claro acá en Mateo 24:31: Y enviará sus ángeles (no es solamente uno, sino dos) con gran voz de trompeta. ¿Qué es? Cuando Dios habla, se oye el sonido de trompeta. Siempre ha sido así la Voz de Dios, llamando a la batalla. Dios está hablando. Estos dos ángeles vienen con el sonido de la trompeta. Y noten bien: Pero en los días de la voz del séptimo ángel, suena la trompeta. En los días de la voz del primer ángel, sonó la trompeta. En los días de la voz del segundo ángel, sonó una trompeta, y así fue cuando Él mandó a cada uno.

Pero cuando fueron anunciados los Sellos, estaban todos juntos en una gran escena divina para llamar un grupo de gente, y hubo el sonido de una sola trompeta; y fueron abiertos siete Sellos. Él está reuniendo Sus judíos escogidos de los cuatro ángulos de la tierra.

Como hemos visto, Él habló de los seis Sellos, pero no dijo nada del séptimo Sello. Vemos en Mateo 24:32 que Jesús entra a hablar en parábolas relacionadas al tiempo del llamamiento de los judíos escogidos.”

Ahora, hemos visto ahí que esa Séptima Trompeta, la cual es esa Trompeta no es una Trompeta más abajo acá en las siete edades, sino que es una Trompeta que suena después de las siete trompetas de las siete edades, después de las siete voces de Dios por medio de Su Espíritu a través de cada Ángel Mensajero, después de eso suena la Séptima Trompeta de Apocalipsis, capítulo 11, verso 13 en adelante. Y el misterio de la Séptima Trompeta son Moisés y Elías, son Moisés y Elías trayendo el Mensaje del Evangelio al pueblo.

Capítulo 11, verso 13 en adelante de Apocalipsis, dice:

En aquella hora hubo un gran terremoto.”

Eso fue... más abajo, en el 15, dice:

El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.”

Y ahora, esta es la Séptima Trompeta, y el Ángel suena esa Séptima Trompeta, ese Ángel es el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo en Apocalipsis, capítulo 7, para llamar y juntar ciento cuarenta y cuatro mil hebreos. Eso es el ministerio de los Dos Olivos siendo manifestados en la Tierra, en el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, que es el Ángel del Señor Jesucristo, en quien el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, el Espíritu Santo se manifestará y escribirá sobre él el Nombre de nuestro Dios, Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y Su Nombre Nuevo.

Pero ese misterio de cómo lo escribe y cuál es el Nombre, vean, lo que dice el Rvdo. William Branham en la página 44 y la página 46 del libro de “Citas.” Página 44, dice, verso, párrafo 379:

Y en la piedra estaba un nombre, un nombre que nadie sabía sino el que lo recibió. Él lo sabía, pero nadie otro lo podía saber sino Él. Cuando oyes a estos tipos que lo lisonjean, diciendo ellos son Juan, son Pablo, son María, son esto, eso o lo otro. No lo creas, porque si lo fuera, nunca diría algo sobre ello. ¿Ve? Eso es correcto. Lo tiene que guardar para Sí. Él sabía que nadie sabía sino Él Mismo. Pero Él sabía, porque cada perfecto vencedor recibe un nombre de esa manera... Y cada vencedor, quiero decir, entre tales así; esos líderes (o sea, no son todas las personas sino los líderes) y etc. Ahora, todos los hijos de Israel no tuvieron su nombre cambiado, naturalmente. Eso es correcto. Pero esos líderes grandes, cuando vencieron, habían recibido un nombre nuevo.”

Vean, Abraham, Jacob, Pedro, Pablo, y así por el estilo. Ahora, vamos a la página 146, párrafo 394, dice:

Y escribiré sobre él mi nombre nuevo. Es mejor dejar eso solo (o sea, es mejor dejar eso quietecito), ¿verdad? Muy bien. Fíjese: El allí es singular.”

O sea, “y escribiré sobre él,” no “sobre ellos,” sino “sobre él, el cual ninguno conoce sino el que lo recibe.”

Así que será escrito sobre el Vencedor ese Nombre Nuevo, y ese Vencedor tiene que ser un líder en la Iglesia de Jesucristo, y el último líder de la Iglesia de Jesucristo es el Ángel del Señor Jesucristo que viene con el Sello del Dios vivo, y el Sello del Dios vivo es el Espíritu Santo. En ese Ángel es que el Espíritu Santo se hará carne y cumplirá Apocalipsis 7, “el Ángel que sube de donde nace el sol, y que tiene o viene con el Sello del Dios vivo,” o sea, viene con el Espíritu Santo en él manifestado; porque vendrá el Espíritu Santo en Él hecho carne, manifestado, y llamará primero los escogidos de entre los gentiles, y luego a los escogidos del pueblo hebreo.

Pero el misterio de ese Nombre él lo guardará hasta que sea transformado, y después de eso es que vamos a saber más ampliamente el misterio de ese Nombre y de esa manifestación del Espíritu Santo, de Cristo (el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19) en él. Entonces vamos a comprender claramente el misterio de esa manifestación y el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo que Cristo escribirá sobre el Vencedor, que será el Ángel del Señor Jesucristo. Ahí está el misterio grande para el Día Postrero.

Por eso las Obras que estará haciendo Él no serán las Obras de un hombre sino las obras del Espíritu Santo manifestado a través de Él. Y por eso encontrarán que el Espíritu Santo estará colocando convicción de pecado en las personas que escucharán Su Mensaje, y las personas que estarán viniendo a Cristo; porque es el Espíritu Santo el que pone convicción de pecado en las personas, para que las personas reconozcan que necesitan a Jesucristo como su Salvador personal.

Por lo tanto, en medio de la Iglesia estará el Espíritu Santo en Su última manifestación, a través de carne humana en el Ángel del Señor Jesucristo, del cual dijo el Rvdo. William Branham que es un Profeta. Ése Ángel es un Profeta, dice el Rvdo. William Branham, y toda revelación tiene que venir por medio de un Profeta.

Y si la Iglesia de Jesucristo tiene la promesa que va a recibir la revelación de los Siete Truenos, que va a recibir la revelación del Séptimo Sello, que va a recibir la revelación del Nombre Nuevo del Señor Jesucristo, tiene entonces que tener en su medio un Profeta ministrando la Palabra de Dios para el tiempo final.

Si no tiene un Profeta entonces no se puede esperar que venga la revelación de Dios a la Iglesia del Señor Jesucristo, y entonces Dios falló en prometer algo y no tener el instrumento a través del cual traer esa revelación. Pero Dios no falla. Del Occidente vendrá un Jinete en un caballo blanco, ése será Cristo en Espíritu Santo encarnado en un hombre; será un occidental.

Y por cuanto ya hubo un occidental para la séptima edad en Norteamérica, ahora nos queda solamente la América Latina y el Caribe, por lo tanto, habrá un occidental latinoamericano y caribeño con el Espíritu de Cristo en Él, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Y el Espíritu Santo hará la Escritura tan clara para nosotros, porque nos abrirá las Escrituras, y será tan clara para nosotros las Escrituras que podremos decir: “Tan sencillo que es todo esto, y antes no comprendíamos estas cosas.”

¿Vieron ustedes cuando dice que Dios, que en Cristo estaban creadas todas las cosas? ¿Y cómo es eso: que estaban creadas todas las cosas? “Y por Él creó todas las cosas.” ¿Vieron que es bien sencillo? Como el grano de trigo, en él estaba la planta de trigo con todos los granos de trigo, en Cristo está toda la Creación, de Él vino toda la Creación porque Dios colocó en Cristo toda la Creación. Por lo tanto, en Cristo estaba todo el potencial para toda la Creación, fue Dios por medio de Cristo obrando la Creación invisible y también la visible, y sigue creando, porque está creando un pueblo nuevo con Vida eterna, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, y está en la etapa invisible, o sea, la etapa en donde les da el cuerpo angelical, que es invisible a la vista humana.

Está en esa etapa, pero pronto cuando complete esa etapa, entonces comenzará la etapa física de darnos el cuerpo físico glorificado. Porque así está establecido por Dios. Cristo no puede salir del Trono de Intercesión, hasta que complete esa fase espiritual, en donde Él tiene que producir en cada persona que tiene su nombre escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, Él tiene que producir esa transformación interior, y tiene que producir el nuevo nacimiento, tiene que producir en esa persona la entrada al Reino de Dios.

Se nace del Cielo en el nuevo nacimiento y se obtiene el cuerpo angelical. Y hasta que concluya esa etapa, Cristo puede salir del Trono de Intercesión, para tomar el Título de Propiedad y hacer Su Obra de Reclamo, reclamar a todos los que Él ya ha creado en el campo espiritual. Les ha dado un cuerpo angelical por creación divina, y falta darnos el cuerpo físico por creación divina.

Vean, es por medio de la predicación del Evangelio (eso es del Agua) y por medio del Espíritu Santo, que la persona obtiene el nuevo nacimiento, nace del Agua y del Espíritu, de la Palabra y del Espíritu Santo. Es esa Palabra creadora siendo hablada, siendo predicada en cada edad, que produce esa Nueva Creación de hijos e hijas de Dios en esa fase espiritual.

Como Adán estuvo en esa fase espiritual primero y después obtuvo la física. Y Cristo estuvo en esa fase espiritual en el cuerpo angelical, y después obtuvo Su cuerpo físico glorificado, o Su cuerpo físico, el cual después cuando resucitó, resucitó glorificado. Ahora, hemos visto que el Gran Yo Soy, el cual es el Dios creador de los Cielos y de la Tierra, para crear los Cielos y la Tierra lo hizo a través de Su cuerpo angelical, que es un hombre de la sexta dimensión, el cual es Cristo en Su cuerpo angelical.

Y ahora, para llevar a cabo la Nueva Creación, vean, se hizo carne y llevó a cabo la Obra de Redención, y ahora está en Espíritu Santo desde el Día de Pentecostés en medio de Su Iglesia, y por consiguiente en este planeta Tierra llevando a cabo la Obra de Creación de una Nueva Raza con Vida eterna.

Y pronto nos dará el cuerpo físico glorificado, será el mismo Cristo el que nos dará el cuerpo glorificado también, el mismo que nos ha dado el cuerpo angelical; porque es Dios por medio de Cristo llevando la Obra de la Creación de una Nueva Raza, es la Obra del Gran Yo Soy, el Gran Yo Soy manifestado por medio de Cristo nuestro Salvador.

Por eso Cristo decía, por ejemplo a la mujer samaritana cuando ella dijo que ellos sabían que el Cristo habría de venir, había de venir, y les enseñaría todas las cosas, Él le dijo: “Yo Soy.” Ahí se identificó como el Yo Soy. Y también en diferentes ocasiones. Y también Él dijo en una ocasión: “Si ustedes no creen que Yo Soy, en vuestros pecados moriréis.”

Ahora, podemos ver a Cristo como el Yo Soy, ¿por qué? Porque en Él está el Dios creador de los Cielos y de la Tierra, el Yo Soy estaba velado en carne humana en la persona de Cristo nuestro Salvador, así como ha estado en el cuerpo angelical de Cristo, que es el cuerpo teofánico angelical en el cual Dios ha morado y a través del cual creó todo el Universo, por medio de Él y para Él. Y cuando se hace carne sigue siendo el Gran Yo Soy, creador de los Cielos y de la Tierra.

Por eso podía decir: “Antes que Abraham fuese, Yo Soy.” Se identifica como el Gran Yo Soy. Le dijeron: “Tú no tienes cincuenta años, ¿y dices que has visto a Abraham?” —“Antes que Abraham fuese, Yo Soy.”

Entonces querían apedrearlo porque siendo hombre se estaba haciendo Dios. Él decía: “El Padre y yo una cosa somos.” Si son una cosa, entonces el Padre estaba ¿dónde? En Él. Así que el Padre Celestial, Dios, siendo que creó al ser humano a Su imagen y a Su semejanza, se aparece a la raza humana en Su imagen y semejanza en la persona de Jesucristo nuestro Salvador.

La imagen de Dios es el cuerpo angelical de Dios, que es el cuerpo angelical de Cristo, Cristo en Su cuerpo angelical. Y la semejanza física de Dios es el cuerpo físico de Jesús, el cual ya fue glorificado.

Ahora, podemos ver el misterio del Gran Yo Soy, el cual para el Día Postrero estará creando el cuerpo físico glorificado que Él ha prometido para todos nosotros. El Gran Yo Soy ha estado en Su Iglesia de edad en edad en Espíritu Santo, manifestándose y llamando a los escogidos correspondientes a cada edad, escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Y para este tiempo final el Gran Yo Soy estaría llamando y juntando Sus escogidos de entre los gentiles en la Iglesia de Jesucristo y después a los escogidos del pueblo hebreo.

No es la obra de un hombre, es la Obra del Yo Soy, del Dios creador de los Cielos y de la Tierra obrando a través de diferentes instrumentos en cada edad de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Por lo tanto, le damos gracias al Gran Yo Soy, a Dios, el cual por medio de Jesucristo se ha dado a conocer a la raza humana. “Porque a Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el Seno del Padre, Él le ha dado a conocer, Él le declaró.”

Dios eterno, Padre Celestial, Creador de los Cielos y de la Tierra ¡Oh, Gran Yo Soy! Te alabamos y Te glorificamos por medio de Cristo y a través de Cristo, y Te damos gracias por las bendiciones que nos has dado, gracias por haber colocado en el Libro de la Vida del Cordero, en el Libro de los Siete Sellos nuestros nombres para llamarnos en este tiempo final y colocarnos en Tu Cuerpo Místico de creyentes, en Tu Iglesia.

Gracias por habernos llamado y colocado en Tu Iglesia. Gracias por el Mensaje que has usado para llamarnos. Sigue llamando Señor los que faltan por ser llamados y colocados en Tu Cuerpo Místico de creyentes; y pronto se complete Tu Iglesia y nos lleves con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, a la Casa de nuestro Padre Celestial. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y Amén.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes, dándoles testimonio de: “EL GRAN YO SOY.” El cual cuando seamos transformados lo veremos en Su cuerpo glorificado, llamado Jesucristo nuestro Salvador, lo vamos a ver en Su cuerpo glorificado, cuando ya estemos transformados.

Bueno, ha sido para mí una bendición grande estar esta noche con ustedes compartiendo estos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios correspondiente a este tiempo final.

Dejo nuevamente con nosotros al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para continuar en esta noche y luego nos vemos mañana Dios mediante en la actividad de mañana en la mañana, donde esperamos que Jesucristo, el Gran Yo Soy se manifieste, nos abra las Escrituras y nos hable directamente a nuestra alma, y nos confirme, nos afirme en Su Camino; y llame también a los que todavía no han venido que estarán allí presentes.

Lleva Señor para la actividad de mañana muchas personas que todavía no te han conocido, pero que tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, y háblales directamente a sus almas, y tráelos a Tu Redil. En el Nombre del Señor Jesucristo Te lo ruego ¡Oh Padre Celestial! ¡Oh Gran Yo Soy! Amén y amén.

Bueno, ya tenemos a nuestro hermano Miguel Bermúdez Marín con nosotros.

En lo que llega... el Gran Yo Soy son cuatro consonantes que son Y (que es la i griega) Y H W H. Ahí está el Nombre de Dios, ahí está el Nombre de la Primera y Segunda Venida de Cristo, y ahí está el Nombre de la Iglesia del Señor Jesucristo también. Y ahí lo vamos a dejar.

Si estuvimos hablando que en Adán estaba también Eva, y por consiguiente estaba el nombre de ella, o sea, estaba la compañera de Adán; y en Cristo estaba Su Iglesia también. Por lo tanto, tenía que estar también su nombre. Pero por ahora eso se mantendrá todavía quietecito ahí, hasta cierto tiempo. Pero todo eso está en el Programa de Dios para ser revelado en este tiempo final.

Bueno, tiene que ser el Gran Yo Soy el que revele ese misterio, porque es el misterio del Nombre del Gran Yo Soy.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde, y con nosotros nuevamente nuestro amigo y hermano, el misionero, el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín. Pasen todos muy buenas noches. Y oren mucho por mí para la actividad de mañana.

Y si ustedes leen en todos los lugares donde en el Cielo alaban a Dios y dicen: “Aleluya.” Encuentran que terminan en (i griega): Y y A, y también en otros idiomas puede tener la “H,” y eso es las primeras dos letras de Y H W H. Y también en los Salmos, hay Salmos que dice: “YAH.” O sea: Y A H. Eso es ahí el Nombre. Vean, en el Cielo cuando dicen: “Aleluya,” están mencionando el Nombre de Dios también, porque es dedicada a Dios esa alabanza. Alabado sea Dios, alabado sea YAH.

Bueno, con nosotros nuevamente nuestro amigo y hermano Miguel.

EL GRAN YO SOY.”