67 KiB
| title | date | activity | place | city | state | country | duration | public | youtube | rm | translations | files |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| El Liderato del Espíritu Santo | 2003-05-03 | 1 | Monterrey | Nuevo León | MX | 01:44:49 | false | true |
Muy buenas noches, ministros compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Leemos en San Juan, capítulo 14, versos 23 al 26, donde dice Cristo:
“Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he dicho estas cosas estando con vosotros.
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
“EL LIDERATO DEL ESPÍRITU SANTO.” Es nuestro tema para esta ocasión.
El Espíritu Santo siempre ha sido el líder del pueblo de Dios, porque ha sido Dios en Espíritu Santo en medio de Su pueblo manifestado. En el Antiguo Testamento encontramos que Dios por medio de Su Espíritu habló a Su pueblo. En Zacarías, capítulo 7, verso 11 al 12, dice:
“Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;
y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.”
¿Cómo Dios le hablaba al pueblo hebreo? Por medio de Su Espíritu. Encontramos en Éxodo, capítulo 23, verso 20 al 23, donde dice:
“He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.
Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.”
Y ahora, encontramos que Zacarías dice que Dios por medio de Su Espíritu Santo habló a través de los Profetas. Y ahora aquí en esta Escritura del Éxodo, encontramos que Dios habló por medio de Su Ángel, el Ángel de Jehová. Dios dijo: “Oye Su Voz, no le seas rebelde, porque Él no perdona vuestra rebelión, porque mi nombre está en Él.”
Y ahora, en el capítulo 9 de Ezequiel también encontramos algo muy importante, dice, verso 1 en adelante, dice:
“Clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir.
Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lino, el cual traía a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce.
Y la gloria del Dios de Israel se elevó de encima del querubín, sobre el cual había estado, al umbral de la casa; y llamó Jehová al varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano,
y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella.
Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia.
Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo.” Esta profecía tiene doble cumplimiento. Este varón con el tintero de escribano en su cintura es el Espíritu Santo, es el mismo Ángel de Jehová que libertó al pueblo hebreo por medio del Profeta Moisés.
Ahora, esto ya tuvo su cumplimiento cuando fueron sellados con el Espíritu Santo ciento veinte personas, y de ahí en adelante, desde el Aposento Alto, donde vino el Espíritu Santo y selló ciento veinte personas, eso fue ¿quién? El varón con el tintero de escribano en Su mano sellando a los escogidos de Dios. Y de ahí en adelante siguió sellando los escogidos. Y cuando llegó el momento de la destrucción de Jerusalén, ya Cristo les había advertido que cuando vieran a Jerusalén rodeada de Ejércitos, se fueran de la ciudad de Jerusalén (si estaban en ella), y si no estaban en ella, no entraran a la ciudad a buscar nada, se quedaran fuera de la ciudad. Esto fue el primer cumplimiento.
Ahora, habrá otro tiempo para sellar hebreos, porque allá los que estaban siendo llamados y sellados, vean, fueron los primeros hebreos.
Ahora, luego entraron gentiles. Habrá alguna profecía donde van a ser sellados escogidos de Dios del pueblo hebreo? Claro que hay esas Escrituras.
Ahora, el Espíritu Santo ha estado viajando entre los gentiles de edad en edad, y ha estado manifestándose de edad en edad por medio de cada Mensajero que ha estado llamando y juntando Sus escogidos, y sellándolos con el Sello del Dios vivo, y ha estado produciendo en ellos el nuevo nacimiento y han nacido ¿dónde? En el Reino de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.
Pablo decía en Efesios, capítulo 4, verso 30:
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”
O sea, para el Día en donde la Redención física, la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos físicos glorificados, y los vivos en Cristo serán transformados y obtendrán el cuerpo glorificado y eterno. Eso es la Redención del cuerpo, según San Pablo en Romanos, capítulo 8, versos 14 en adelante. Por esa libertad gloriosa de los hijos de Dios es que clama toda la creación, porque con esa Redención física; ya tenemos la espiritual; ahora, Cristo en la Cruz del Calvario ganó todo, pero recuerden: hay un proceso para alcanzar a todos los hijos e hijas de Dios. De edad en edad van siendo alcanzadas todas esas simientes de Dios, esas semillas de Dios, esas almas de Dios.
Recuerden que la simiente de Dios es el alma nuestra, por eso una persona que no es simiente de Dios, no tiene nada para ser vivificado, es lo mismo que una semilla o un huevo que no fue empollado o formado por la unión del gallo y de la gallina, viene a ser un huevo de purina, digamos, métalo debajo de una gallina, meta una docena a ver cuántos van a salir; más bien se pudren; y en vez de salir un pollo, no sale nada, ¿por qué? Porque no hay simiente en él. Así también es en toda cosa donde no hay simiente, solamente es apariencia.
Ahora, la simiente, recuerden, es el alma, eso es lo más importante. Si le sacan a una semilla la partecita esa que es la simiente, que es la vida, la siembra y no nacen, ¿por qué? Porque no tienen la vida ahí.
Ahora, cada persona recuerde que lo más importante que tiene es su alma. Si el alma es simiente de Dios, si es alma de trigo, entonces pertenece al grupo representado en el trigo de la parábola del trigo y de la cizaña.
Ahora, encontramos que esa simiente que está dentro, esa simiente de trigo, eso es alma de trigo, alma de Dios, un alma de hijo o hija de Dios, vino de Dios y ha pasado por esta Tierra sin pasar primero por la sexta dimensión a tomar su cuerpo angelical, ha venido a esta Tierra directamente y aquí recibió un cuerpo de carne y un espíritu del mundo; todo eso es temporal. Para nosotros como almas vivientes ser probados.
Y por eso siempre cuando la persona nace, ese espíritu del mundo inclina siempre hacia el mal a la persona. Pero Cristo habló de un nuevo nacimiento a Nicodemo y también en el Antiguo Testamento habló de que le daría a Su pueblo un nuevo espíritu, le daría un nuevo corazón y un nuevo espíritu para que teman a Dios. Por lo tanto, recibirá un espíritu que lo inclinará hacia Dios para tener a Dios y guardar los mandamientos de Dios, y servir así a Dios. Eso también está tipificado en la circuncisión, y en el Nuevo Testamento la circuncisión es acá en nuestra alma, en nuestro corazón.
Ahora, el Espíritu de Dios, del Cielo, de la sexta dimensión, el espíritu angelical que nosotros teníamos que recibir para aparecer aquí en la Tierra, como apareció Cristo, pues no lo recibimos si pasamos directo del atributo de alma, acá a esta dimensión, y obtuvimos el cuerpo físico, y un espíritu del mundo, todo eso temporal.
Ahora, Cristo encontramos que antes de venir a la Tierra en carne humana tenía Su cuerpo angelical. ¿Ven? Y luego, y ese cuerpo angelical es llamado: “El Ángel de Jehová o Ángel del Pacto.” Ese es el Espíritu Santo aquí en Ezequiel, capítulo 9, y también es el mismo que vio Moisés de espalda caminando. Él se mueve en una Luz llamada: “La Columna de Fuego.” Pero cuando se dejó ver de algunas personas, entonces vieron que era un hombre, un hombre vestido de una luz, que al salir de la luz es un hombre de otra dimensión. A través de ese hombre fue que Dios creó todas las cosas, porque ese hombre es Jesucristo en Su cuerpo angelical, el cual dijo: “Antes que Abraham fuese o fuera, Yo Soy.”
Ahora, ese es el Yo Soy que le apareció a Moisés y le dijo: “Yo Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” ¿Y por qué dijo que era el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob? ¿Por qué así habló el Ángel de Jehová? Porque el Ángel de Jehová es Cristo y en Cristo estaba Dios, era Dios hablando a través de Cristo en esa Columna de Fuego.
Ahora miren, un hombre que se identifica como el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, está dentro de una Columna de Fuego hablándole a Moisés. Y él quería ver a ese hombre, y le dijo: “Yo quiero que tú me muestres tu gloria.” Eso está por el capítulo 32 al 33 y 34, por ahí, del Éxodo. Ya él había tenido la experiencia de estar escuchando la Voz de ese Ángel, pero ahora él quería verlo cara a cara.
Capítulo 33, verso 18 al 23 del Éxodo, dice:
“El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.
Y le respondió: (o sea, Dios)... Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.
Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña;
y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.
Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.”
Ahora, encontramos que este Ángel de Jehová, del cual Moisés iba a ver las espaldas, es el mismo con el que luchó Jacob, y lo soltó hasta que recibió la bendición de él; y le cambió el nombre y lo bendijo, es el mismo que le apareció también a Abraham el Padre de la fe, le apareció como Melquisedec, y en otra ocasión le apareció como Elohim, como Melquisedec en el capítulo 14 del Génesis, al cual Abraham pagó, dio a Él los diezmos de todo; y Melquisedec le dio pan y vino a Abraham, tipo y figura de lo que Dios hará en este tiempo final, porque Melquisedec es Jesucristo. Por eso también Él estableció la Santa Cena, y Él dio pan a Sus discípulos, y vino también, tipo y figura del Cuerpo y la Sangre de Cristo, porque Cristo nos dará de Su cuerpo y de Su carne, seremos a Su imagen y a Su semejanza. La vida de la Sangre es el Espíritu Santo, Él nos da el Espíritu Santo y nos dará el cuerpo físico glorificado, eso será para este tiempo final.
Si ustedes leen el Mensaje: “¿Quién es este Melquisedec?” de la página 18 a la página 25, ustedes encontraran que el Rvdo. William Branham muestra ahí que Él nos va a dar de Sí mismo a nosotros. Por lo tanto, cuando recibamos esa bendición de que Él nos dará de Su Carne físicamente, eso será que nos dará el cuerpo físico glorificado.
Ahora, encontramos también que el Melquisedec está en el Cielo, en el Templo Celestial, haciendo Intercesión con Su Sangre por cada simiente de Dios, hasta que entre hasta el último escogido de Dios, hasta la última simiente de Dios, hasta que sea redimida, hasta que sea lavada con la Sangre de Cristo hasta la última simiente de Dios y obtenga el nuevo nacimiento y nazca por consiguiente en el Reino de Cristo; porque cuando nacimos a través de nuestros padres terrenales, nacimos en el reino de las tinieblas, y Él nos ha trasladado del reino de las tinieblas a Su Reino, el Reino de Cristo nuestro Salvador. Eso es lo que Dios ha hecho con nosotros, y tiene que hacerlo hasta con el último escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
También encontramos que cuando eso suceda, cuando haya entrado hasta el último es que Cristo se levanta del Trono del Padre, toma el Título de Propiedad, lo abre en el Cielo y hace Su Obra de Reclamo, reclama todo lo que Él redimió con Su Sangre preciosa. Por eso en el libro de “Los Sellos,” encontramos que el Rvdo. William Branham habla acerca de las tomas del libro por Cristo, y dice que eso será cuando Él haya terminado Su Obra de Intercesión.
Entonces cuando el Rvdo. William Branham habló o predicó acerca de los sellos ¿no había tomado Cristo el libro de los Sellos todavía? Claro que no. Pero Él está anunciando lo que va a suceder cuando Criso termine Su Obra de Intercesión.
Vean aquí en la página 102 y 103 del libro de “Los Sellos,” dice:
“Ahora el Cordero durante el tiempo de intercesión conoce los que tienen sus nombres en el Libro de la Vida desde antes de la fundación del mundo, y hasta que no vengan todos ellos a ser manifestados en esta tierra, Él no puede dejar ese lugar.”
¿Ven por qué todavía no hemos sido transformados? Porque todavía Él tiene que continuar completando Su Iglesia, llamando los que faltan.
“¿Entienden? Allí está perfectamente la predestinación, Él tenía que quedarse allí porque el vino a morir por todos aquellos que Dios había ordenado para Vida Eterna. Él los vio por Su conocimiento previo, no por Su propia voluntad, porque Su voluntad es que no se pierda ninguno, pero por Su conocimiento anticipado, Él sabía quién sería salvo y quién perecería. Entonces mientras faltara un solo nombre por ser declarado en la tierra, Cristo tendría que quedarse allí como intercesor para redimir ese individuo; pero tan pronto como ese último nombre haya sido echado al cloro, entonces los días de intercesión terminan. ‘El que es sucio, ensúciese todavía; y el que es santo, sea santificado todavía.’ Entonces Él deja el santuario, y ese lugar se convierte en tribunal de juicio. ¡Ay de todos aquellos que están fuera de Cristo en ese tiempo!
Ahora, estas cosas serán reveladas cuando el Cordero deje Su lugar de intercesión con el Padre (¿Ven? Todavía El está en el lugar de Intercesión, pero esas cosas corresponden para cuando Él deje el lugar de Intercesión). (Eso está en Apocalipsis capítulo cinco). Él toma el Libro sellado con los sellos y los abre y los muestra al fin de la edad cuando la intercesión ha cesado y las edades de la iglesia han terminado. El vino en la primera edad, Efeso, se reveló y envió el mensajero.”
Y ahí sigue señalando todo lo que fue, lo que ocurrió.
Ahora, vamos a ver otro lugar en la página 99 del libro de “Los Sellos,” dice:
“Ahora el Libro fue planeado y escrito antes de la fundación del mundo. Este mismo Libro, la Biblia, verdaderamente fue escrito antes de la fundación del mundo. Y Cristo, siendo, el Cordero, fue muerto antes de la fundación del mundo. Y los nombres de los miembros de Su Novia fueron puestos en el Libro de la Vida del Cordero antes de la fundación del mundo; pero este Libro ha estado sellado, y hasta ahora se están revelando los nombres que están allí y todo lo concerniente a ellos.”
Ahora, ¿cómo se están revelando los nombres que están escritos allí? Si el libro todavía está sellado, si el libro todavía está en la diestra de Dios, se están esos nombres revelando, manifestando, en la Tierra, porque están siendo manifestados en la Tierra de edad en edad los escogidos de Dios.
Por ejemplo, cuando aparece un escogido de Dios en la Tierra, cuando nace, Cristo dice: “Ahí nació uno de los que están aquí escritos.” Y ése es vigilado, Ángeles de Dios cuidan esa persona. Y cuando llega el tiempo oye la Voz de Dios, ¿por qué? Porque es un escogido de Dios, es alma de Dios, simiente de Dios, nadie lo tiene que obligar. El que es de Dios, la Voz de Dios oye.
Por lo tanto, Dios dice: “Llegó el momento del llamado para éste, para éste que está aquí.” Pero no, el libro está cerrado, pero Cristo conoce los nombres que están allí. Cristo conoce los nombres que están allí, por lo tanto Él le va, por medio de Su Espíritu Santo de edad en edad, llamando yjuntando Sus escogidos en Su Cuerpo Místico de creyentes. ¿Y con qué los llama? Con Su Palabra, con Su Mensaje correspondiente a cada edad. Ese Mensaje gira alrededor del Evangelio de la Gracia, revelando el misterio de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, para así ser llamados y juntados en el Cuerpo Místico de Cristo los escogidos escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Y reciben el Evangelio, creen en Cristo, y arrepentidos de sus pecados, arrepentidos por haber pecado contra Dios, confiesan a Cristo sus pecados, piden perdón a Cristo, Cristo los perdona, los limpia con Su Sangre, son bautizados en agua en Su Nombre, y Cristo los bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y obtienen el nuevo nacimiento, nacen en el Reino de Cristo como hijos e hijas de Dios, y así es como entramos al Reino de Cristo, y ahí ya estamos sellados por el Sello del Dios vivo, sellados por el Espíritu Santo, así como hizo aquí en el capítulo 9 de Ezequiel el varón con el tintero en su cintura.
Y ahora, encontramos que de edad en edad ha estado sucediendo esto entre los gentiles.
Ahora, Cristo continuará haciendo esto por medio de Su Espíritu Santo, hasta que haya entrado hasta el último escogido de Dios.
Vean en la página 89 del libro de “Los Sellos,” dice... esto fue, dice:
“Y él (el Cordero) vino, y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono (o sea, leí esto, comencé aquí para no leer mucho, dice).
Ahora, fíjense bien en lo que sucedió cuando El hubo hecho esto. ¡Qué gran jubileo! Esto es exactamente cuando son abiertos estos sellos. En seguida veremos la media hora de silencio. Estamos empezando hoy y el domingo entrante terminaremos aquí mismo. Escuchen bien. Si están listos digan: ‘Amén.’
Cuando Él hubo hecho esto, cuando toda la creación estaba gimiendo y nadie sabía qué hacer, allí estaba Juan llorando, entonces se presentó el Cordero. El libro estaba en las manos del dueño original porque el hombre había caído y perdió el libro y no había otro hombre digno de tomarlo para redimir la tierra. Ningún sacerdote, ni papa, ni nada como dije anteriormente. Pero vino el Cordero, no fue ninguna virgen María, ni santa fulana ni san mengano, sino el Cordero fue Quien vino, sangrando e inmolado, y tomó el libro de la diestra de Aquel que estaba sentado sobre el trono. Y cuando vieron que en verdad había un redentor, todas las almas bajo el altar, los ángeles, los ancianos y toda la creación vio que esto sucedió... Ahora todo esto queda todavía en el futuro.”
¿Ve? La toma y apertura del libro de Los Sellos que está en la diestra de Dios, todavía eso queda en el futuro, pero Cristo ha estado redimiendo a todos los que están escritos en ese libro, o sea, que el libro se ha estado cumpliendo, el contenido del libro se ha estado cumpliendo aquí en la Tierra. Pero todo eso está todavía sellado, ese libro está sellado y está en la diestra de Dios. Cuando Adán fue colocado en la Tierra, Dios dio el Título de Propiedad, pero cuando cayó Dios tomó el Título de Propiedad y ése es el libro de los Siete Sellos.
Ahora miren, el primer Adán cayó y le fue quitado el Título de Propiedad, y el Segundo Adán, Cristo, no cayó y le fue dado el privilegio de traer a Vida eterna y al Reino de Dios todos los hijos e hijas de Dios por medio del nuevo nacimiento, traer al Reino de Dios todas esas simientes de Dios.
Ahora, hemos visto que a través de las edades Cristo en Espíritu Santo ha estado en Su Iglesia haciendo una Obra muy grande, y esto es colocando con Vida eterna todas esas almas de Dios, llamándolas y juntándolas en Su Cuerpo Místico de creyentes, dándoles un cuerpo angelical, igual a Su cuerpo angelical, llamado el Ángel de Jehová. Por eso cada hijo e hija de Dios en el Reino de Cristo, en la Iglesia de Cristo tiene un Ángel, que es Su cuerpo angelical que ha recibido de parte de Dios por medio del nuevo nacimiento, por medio del nuevo nacimiento.
Y ahora, encontramos que todos los hijos de Dios, todas esas almas de Dios, han estado pasando por esa etapa espiritual, que tiene que ver con la sexta dimensión, donde Cristo está creando una Nueva Raza con Vida eterna. Y así como Él estaba primero en la sexta dimensión con Vida eterna, nos coloca en la sexta dimensión con Vida eterna. Y así como Él vino luego y se hizo carne aquí, luego nos dará un cuerpo físico de carne pero glorificado, igual a Su cuerpo glorificado, y entonces estaremos manifestados físicamente también como hijos e hijas de Dios, esto incluyendo a los varones y a las mujeres del Reino de Cristo, de la Iglesia de Jesucristo.
Ahora, ¿quién es el que ha estado haciendo esta obra? Jesucristo por medio de Su Espíritu Santo; es el mismo Dios obrando, lo cual Él tipificó, lo cual fue reflejado en el pueblo hebreo. Todo lo que ha estado pasando y todo lo que pasará en la Iglesia del Señor Jesucristo ya fue reflejado en el pueblo hebreo, porque el pueblo hebreo es la Iglesia del Antiguo Testamento, es el Israel terrenal; y la Iglesia de Jesucristo es el Israel Celestial.
Ahora, encontramos que así como Dios guió por medio de Su Espíritu Santo al Israel terrenal, al pueblo hebreo, y luego se hizo carne en medio del pueblo que Él estaba guiando por medio de Su Espíritu Santo. Y el pueblo que fue acompañado por la Columna de Fuego, ahora tiene la bendición (dos mil años atrás) de recibir al Ángel de Jehová, al Ángel del Pacto, en un cuerpo de carne, para ser visto, escuchar Su Voz, y para ver el poder de Dios manifestado a través de Él, haciendo las cosas que estaban profetizadas que el Mesías llevaría a cabo.
Cristo no hacía nada de Sí mimo, Él lo que hacía era lo que estaba ya preordenado por Dios para ser hecho, lo cual Dios le mostraba a Jesús.
Y las palabras que Él hablaba no las hablaba de Sí mismo, sino que lo que Él hablaba era lo que el Padre le daba para hablar; o sea, que era Dios hablando a través de Jesús.
Ahora, veamos lo que nos dice aquí, porque, ¿para qué vino el Espíritu Santo a la Iglesia? Para continuar la Obra del Señor Jesucristo; o sea, Cristo continúa Su Obra en la Tierra por medio de Su Espíritu Santo. Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia continúa Su Iglesia, y ahora, continúa Su Obra.
¿Y cómo entonces Cristo va a hacer Su Obra si ya no tiene un cuerpo de carne? No tiene uno, tiene miles: todos los redimidos de Jesucristo, y tiene un cuerpo, que es Su Iglesia, Su Cuerpo Místico de creyentes compuestos por muchos miembros. Y así como usted y yo, con las manos no hacemos lo que hacemos con los pies, y con las manos no hacemos lo que hacemos con los ojos. Usted no puede poner así: “Voy a mirar para...” Tiene que mirar con los ojos. Y Cristo por cuanto tiene un Cuerpo Místico de creyentes, que es Su Iglesia, ése es Su cuerpo de carne aquí en la Tierra, en la actualidad, porque Su cuerpo glorificado está en el Cielo.
Y ahora, cuando Cristo quiere, por ejemplo, hacer, ir a tal lugar, para que el Mensaje llegue a tal lugar, ¿pues qué hace? Nos usa a nosotros. Y cuando vamos llevando el Mensaje por tal lugar, es Cristo en usted y en mí. Por eso son benditos los pies de los que llevan las alegres nuevas, las alegres nuevas del Evangelio de Cristo.
Ahora, esos son los pies de los que van por los diferentes montes, las diferentes naciones, pueblos y lenguas, llevando el Evangelio.
Y ahora, hemos visto que el Cuerpo Místico de Cristo es el que Él usa, Cristo en Espíritu Santo por medio de Su Cuerpo Místico continúa Su Obra.
Ahora, Cristo tiene diferentes instrumentos, unos para una cosa y otros para otra cosa en Su Iglesia. Por ejemplo, Él tiene personas para este tiempo final, para hacer las tomas de videos, o para hacer folletos, para trabajar con computadoras, pero esas personas, vean, ya han sido preparadas para ese propósito.
Ahora, usted si no sabe de grabaciones, no va a decir: “No, yo quiero Señor que tú me uses tomando películas.” ¿Cómo va a tomar las películas, Miguel? Todo moviendo la cámara, y cuando viene a ver no se puede ver, como las primeras que tomamos nosotros, que se mueven más los edificios y todo que la misma gente.
Así que ¿ven?, Dios guía a cada uno de los miembros de Su Iglesia, para que se vayan preparando en aquello para lo cual Dios quiere usarlos, y para eso como que se les hace fácil: “Oye pero yo entiendo esto.” Mire, Miguel no sabía de imprentas y le pusieron la mano en una imprenta, se puso a estudiar cómo era, y salió trabajando en la imprenta. Y también escribiendo en máquina o maquinilla y después ya en computadora. ¿Ven? Y así por el estilo, eso fue el trabajo que hizo al comienzo, ya cuando llegó el Mensaje del hermano Branham.
Y ahora, cada uno fue en aquello en lo cual Dios le ha permitido conocer, ahí Dios lo puede usar. No trate de meterse en aquello que no conozca. Deje que en lo que no conoce, otro que conoce haga el trabajo para que salga bien.
Vean, el Espíritu de Dios por medio del bautismo del Espíritu Santo en cada persona obra y usa a cada persona, eso es para los miembros de la Iglesia de Jesucristo como individuos.
Ahora, para el Cuerpo Místico de Cristo como grupo, como Cuerpo Místico de Cristo, el Espíritu Santo ha estado en Su Iglesia obrando y manifestado por medio de cada Ángel Mensajero, como lo estuvo en el Antiguo Testamento manifestado por medio de cada Profeta que Él envió, y también por medio de Moisés y también por medio de Josué, y por medio de otras personas como los jueces y como Samuel, que fue el último de los jueces, y también fue el primero... el primero de los Profetas, ¿cuál fue? ¿O Elías o Samuel? Samuel, o sea, que fue las dos cosas a la vez, fue el último de los jueces y el primero de la lista de los Profetas, aunque Moisés también era un Profeta; pero la lista de los Profetas bajo la Ley, luego de los Jueces, pues Samuel fue el primero; y el último ¿quién fue Miguel? Juan, pues dijo Jesús: “Los profetas hasta Juan profetizaron.” Y sin embargo Jesús era un Profeta mayor que Juan. Pero Juan el Bautista vino como precursor, colocando el fundamento para otro mayor que vendría después de él, por eso Juan estaba muy contento, él decía: “Después de mí viene uno mayor que yo, del cual yo no soy digno de desatar la correa de Su calzado, Él les bautizará con Espíritu Santo y Fuego, yo solamente les bautizo con bautismo de arrepentimiento aquí en agua, pero el que viene después de mí, ése es más poderoso que yo.”
Él vino para preparar al pueblo para que estuviera alerta para recibir al que vendría después de Juan, él vino colocando una plataforma, preparando una plataforma para que otro viniera después de él y se parara en esa plataforma y trajera el Mensaje correspondiente.
Y el Mensaje de Juan vino colocando un fundamento, fue un fundamento para luego aparecer otro Mensaje, el Mensaje del que vendría después de él.
Ahora, un precursor trae un Mensaje como fundamento para un nuevo Mensaje que va a venir, y tiene un ministerio, que es un fundamento para un ministerio mayor que va a venir después, y coloca una plataforma anunciando que después de él viene otro mayor que él, coloca una plataforma para que venga y se coloque en esa plataforma otro después de él, mayor que él, para que Él llame al pueblo, le traiga el Mensaje al pueblo y haga la Obra prometida para ese tiempo, para que así el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, obre a través de ese hombre que fue anunciado.
El precursor lo que hace es con Su Mensaje poner el fundamento, anunciando que viene otro Mensaje después de su Mensaje.
Ahora, ¿no es esto lo que hizo Juan el Bautista? Claro que sí.
¿Y no es esto lo que hizo el Rvdo. William Branham como precursor de la Segunda Venida de Cristo? Ahora, el Rvdo. William Branham estuvo predicando por muchos años.
Pero miren, después de tantos años de estar predicando, en la página 162, vamos a ver... en la página 162, y esto es en el mes 11, Noviembre 21 del 1965, o sea, un mes antes de su partida, dice el Rvdo. William Branham... más o menos él partió el 24, y aquí es el 21 de Noviembre; o sea, un mes con tres días antes de su partida, él dice en el párrafo 1446, en la página 162:
“Pero miren La Novia espiritual, cuando ella comience a tener un despertamiento (o sea, un avivamiento), cuando ella comience a volver y colocarse en orden con la Palabra de Dios, miren entonces otra vez, ven, cómo que las Escrituras en ese tiempo, habrá un mensaje salir (aquí la traducción pues no está tan, como deben hacerla, aunque él haya hablado así en esa forma entre cortada, pero se puede hacer una traducción mejor; aunque aquí entendemos, dice) cómo que las Escrituras en ese tiempo, habrá un mensaje salir (o sea, saldrá un Mensaje) a tomar esa Novia (aquí dice: ‘coger,’ pero esa Palabra, pues en algunos países no suena también, pues se pone: ‘tomar.’) tomar esa mujer elegida.”
Eso concuerda con la visión de la Novia, la cual él vio al final la Novia volviendo.
Ahora, aquí está hablando un mes antes de su partida que va a venir un Mensaje, ¿ve? Porque el Mensaje que él trajo es el fundamento para un nuevo Mensaje que va a venir. Juan puso el fundamento con Su Mensaje, para un nuevo Mensaje que iba a venir, para el Mensaje de la Dispensación de la Gracia, el Mensaje del Evangelio de la Gracia. ¿Ven?
Ahora, en la página 157 del libro de “Citas,” párrafo 1407, dice:
“Estoy solamente edificando. La hora está cerca a la mano cuando Uds. van a ver pasar algo, cuando algo va a tener lugar y todo este fundamento, aquí sólo ha sido colocando una base para un corto mensaje rápido que sacudirá toda la nación.”
Y ahora, está anunciando, aquí estamos en el año, en el mes ocho, día 15 del año 65. ¿Ven? Aquí estamos en unos cuatro meses antes de su partida.
Y ahora, vamos a otro lugar en la página 168, párrafo 1496, dice... y esto fue también, esto fue el mes 11, día 28 del 1965, un mes con cuadro días... no, 26 días antes de su partida, ó 25 días antes de su partida, por ahí de 25 a 27 días vamos ponerle, 27 días antes de su partida, él dice:
“¿Por qué yo, un hombre viejo, sufrí toda mi vida (o sea, con el problema que él tenía), por qué El me curó ahora? (o sea, ‘¿por qué Él me sanó ahora?’) ¡Creo que cabalgaré esta senda otra vez, tengo que traer un Mensaje!”
¿Y no había traído un Mensaje por tantos años? Ahora está anunciando que tiene que traer un Mensaje, es el Espíritu de Cristo, es el ministerio de Elías diciendo que va a volver, que va a venir el espíritu ministerial de Elías para traer un Mensaje. Y si en la cuarta manifestación dice que va a traer un Mensaje, es para la quinta manifestación, y ese Mensaje que va a traer no es otro que el Mensaje que le corresponde a Moisés y Elías traer.
También vean aquí en otro lugar... página 160... vamos a buscar por aquí un poquito, en... la 162 ya creo que la vimos, creo que la vimos ya. No, 162, párrafo 1441, dice:
“Se volverá en el oeste, y cabalgará de vuelta otra vez uno de estos días. Sólo recuerden. Seguramente lo hará.”
Y ahora, este es el Jinete del caballo blanco que fue visto por una persona, en el cual Elías iba montado con una vestidura de un cacique indio, y en esa ocasión es que también la persona escuchó que él dijo: “Cabalgaré esta senda otra vez (o sea, una vez más).” Eso es Cristo, el Espíritu Santo, porque... vamos a ver quién fue el que estuvo en Elías Tisbita. Página 449 del libro de “Los Sellos,” dice el último párrafo, a la mitad del último párrafo dice:
“Y hay una sola persona quien podría dar cumplimiento a esa promesa. El único Espíritu que ha estado sobre la tierra, que yo sepa, tendría que ser Elías, como fue en su tiempo; y así fue predicho que sería, porque su Espíritu fue nada menos que el Espíritu de Cristo. Cuando Cristo vino, Él fue la plenitud, fue el Dios de los profetas.”
Y ahora, tenemos la promesa de que Elías regresará de nuevo, eso es el Espíritu Santo viniendo de nuevo a la Iglesia, y luego viniendo al pueblo hebreo.
Y ahora, el Espíritu Santo estará llamando y juntando los escogidos de este tiempo final, y serán los escogidos de la Iglesia y después los escogidos del pueblo hebreo. En Apocalipsis, capítulo 7, verso 2 en adelante, encontramos al Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, o sea, que viene con el Espíritu Santo, porque el Sello del Dios vivo es el Espíritu Santo. “No contristéis al Espíritu Santo de Dios con el cual fuisteis sellados para el Día de la Redención.” Dice San Pablo en Efesios, capítulo 4, verso 30, y también nos habla del Espíritu Santo, de las primicias del Espíritu, nos habla del Espíritu Santo en el capítulo 1, verso 13 al 14.
Y ahora, este Ángel viene con el Espíritu Santo, por lo tanto en y a través de ese Ángel Cristo estará llamando y juntando los escogidos de Dios del Día Postrero del pueblo hebreo.
Y ahora, en el capítulo (mismo) 7, dice que son ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu. Encontramos que este Ángel, vamos aquí a leerlo, estará llamando y juntando ciento cuarenta y cuatro mil hebreos en un tiempo de mucho peligro para el pueblo hebreo, en un tiempo de guerra, en un tiempo de peligros de una tercera guerra mundial.
Vean, aquí mismo en el capítulo 7, dice:
“Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.
Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil sellados.”
Y así sigue enumerando cada tribu y doce mil así de cada tribu. Ahora vean, estos son los que serán sellados del pueblo hebreo, y luego en Apocalipsis, capítulo 14, verso 1 en adelante, dice:
“Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.”
Y aquí aparecen con Cristo y creyendo, teniendo la revelación del nombre de Cristo, creyendo en Jesucristo, en el Nombre de Jesucristo, y sellados ya con Cristo; y también dice con el nombre de Su Padre, dice:
“... y tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.”
O sea, no es que literalmente, sino en la revelación, la revelación del Nombre de Jesucristo, para poder creer en el Nombre de Jesucristo, porque el que cree en el Nombre de Jesucristo tiene Vida eterna. Esto está por aquí en San Juan, capítulo 5, Primera de Juan, capítulo 5, verso 10 en adelante, dice: “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo;
el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído
en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.”
¿Quiénes son los que tienen Vida eterna? Los que creen en el Nombre del Hijo de Dios.
“...y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.”
Vean: “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.”
Y el pueblo hebreo va a llegar el momento en que va a creer, o sea, ciento cuarenta y cuatro mil, los escogidos, luego que hayan creído todos los escogidos pertenecientes al Cuerpo Místico de Cristo escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Y ahora, la página 2-A, párrafo 15, al final, vamos a leer al final donde dice:
“El mismo Espíritu Santo que cayó en el día de Pentecostés está aquí mismo para ustedes!’ Y el poder del Evangelio volverá a los judíos en ese tiempo. Entonces allí habrá un avivamiento entre aquellos judíos que llevarán miles y decenas de miles y ciento cuarenta y cuatro mil al Reino de Dios, serán sellados por el Ángel. Y allí mismo, tan pronto como el ángel empiece a sellar a esos ciento cuarenta y cuatro mil la puerta de la Iglesia Gentil es cerrada y los judíos llevan el Espíritu Santo a los judíos. ¡Y ellos tendrán un avivamiento que barrerá al mundo entero! ¡Aleluya! Y el poder de Dios será manifestado entre los judíos.”
Ahora vean cómo, así como el Espíritu Santo, el varón con el tintero en la cintura selló los escogidos allá antes de la destrucción de Jerusalén, y luego ha estado sellando a los escogidos de entre los gentiles también, cuando termine de sellar los escogidos, vean, porque aquí en el capítulo 7 del Apocalipsis no puede soplar una tercera guerra mundial sobre la Tierra, hasta que hayan sido sellados los ciento cuarenta y cuatro mil hebreos; así como no podía venir la destrucción de Jerusalén, hasta que el Ángel o el varón con el tintero en su cintura sellara los escogidos de Dios allá. Ahora vean, están - allá fue en un tiempo (la destrucción de Jerusalén) en un tiempo ¿de qué? De guerra. Acá también estamos en tiempo de guerras por todos los lugares con el temor (el mundo entero) de una tercera guerra mundial, la cual será atómica, y la cual está profetizada, y traerá así a cumplimiento el día ardiente como un horno, el día grande y terrible de Jehová.
Ahora, el Espíritu Santo ha estado en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo de edad en edad, ese mismo Espíritu Santo que ha estado en medio de la Iglesia de Jesucristo para el Día Postrero está prometido que se va a encarnar, esa es la promesa dada por el mismo Espíritu Santo a través del Rvdo. William Branham. Veamos la página 134, dice:
“Y noten Uds.: Cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio ahora mismo en la forma del Espíritu Santo, cuando Él llegue a ser encarnado en la Persona de Jesucristo, entonces nosotros le coronaremos como ‘Rey de Reyes y Señor de Señores.”
Y en la página 146, dice el libro de “Los Sellos:”
“Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre.”
En la página 352, dice:
“Y sucederá que al tiempo cuando el anticristo venga en su plenitud, Dios también vendrá en Su plenitud para redimirnos. Siempre corren paralelos. Caín y Abel, el cuervo y la paloma en el arca, Judas y Jesús, etc.”
Y ahora, encontramos que la Venida del Espíritu Santo en toda Su plenitud será la Venida del Espíritu Santo manifestado en carne. El Espíritu Santo vendrá en carne, se encarnará para redimirnos. Esa es la promesa que tenemos de parte de Dios, y eso es el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19. En la página 277 dice el Rvdo. William Branham orando:
“Pedimos que el Espíritu Santo venga ahora mismo, el Jinete del verdadero caballo blanco, mientras Su Espíritu, el Espíritu de Cristo, entre en confrontación con el anticristo, y Él llame los Suyos.”
Y ahora, en la página 131 también nos habla del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, y nos dice que la Iglesia tiene que ser cambiada y tiene que venir algo para cambiar esta Iglesia.
¿Y qué es lo que tiene que venir? El Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, porque eso es la Venida del Espíritu Santo en toda Su plenitud, la Venida del Espíritu Santo encarnado, porque Él viene en toda Su plenitud para redimirnos, para cambiarnos.
¿Qué es lo que tiene que venir entonces? Tiene que venir algo para cambiarnos, tiene que venir el Espíritu Santo en toda Su plenitud, tiene que venir el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19. Dice 131 del libro de “Los Sellos:”
“Y ahora Jesús: Su Nombre sobre la tierra fue Jesús el Redentor, porque fue el Redentor cuando estuvo sobre la tierra; pero cuando conquistó el infierno y la muerte; los venció y ascendió, entonces recibió un nuevo Nombre. Por esa razón es que gritan y hacen tanto ruido y no reciben nada. Será revelado en los Truenos.
Fíjense en el misterio. Él viene cabalgando. Tiene que haber algo para cambiar esta iglesia. Uds. saben eso. ¡Tiene que venir algo!
Ahora noten: Nadie entendía ese nombre, sino Él mismo.
‘Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre: y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS.
Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio.
Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella las gentes; y él los regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso.
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.’
Allí viene el Mesías, allí es donde está.”
Ahora, ¿vieron lo que la Iglesia tiene prometido de parte de Cristo para cambiarla? La Venida del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, que es la Venida del Espíritu Santo, el Espíritu Santo encarnándose en el Día Postrero, así como el Ángel de Jehová se hizo carne y fue conocido por el nombre de Jesucristo. Para el Día Postrero el Espíritu Santo que ha estado en la Iglesia de Jesucristo todo el tiempo, estará manifestado en medio de Su Iglesia en el Día Postrero en la Edad de la Piedra Angular, y con esa manifestación, con esa revelación será que la Iglesia recibirá la fe, la revelación, para ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; porque Él viene para ese propósito, para eso el Espíritu Santo estará en la Tierra en el Día Postrero en medio de Su Iglesia, estará en el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, vean, el Ángel que viene con el Espíritu Santo para llamar y juntar los escogidos de Dios del pueblo hebreo, pero antes tiene que llamar y juntar los últimos escogidos, y Dios tiene que resucitar a los muertos en Cristo y transformarnos a nosotros los que vivimos.
Todo ese ministerio es el ministerio que está dentro del Séptimo Sello. Pero recuerden que Cristo va cumpliendo esos sellos a medida que van pasando las edades. Por eso encontramos que en el primer sello, tanto de parte de Dios, encontramos lo que Dios hizo, como también lo que sucedió en el tiempo donde el primer sello fue cumplido, y así por el estilo. O sea, que lo que Dios hizo por nuestro hermano Branham, fue por medio de Su Espíritu Santo, revelarle lo que estuvo cumpliéndose bajo el primer sello, bajo el segundo, bajo el tercero; el cuarto es un sello predicho; el quinto ya tiene parte cumplida con los mártires hebreos, y falta una parte que se cumplirá con los mártires hebreos, que serán ciento cuarenta y cuatro mil hebreos. El... es el quinto sello; el sexto sello son los ministerios de Moisés y Elías en el tiempo en donde ya Cristo saldrá del Trono de Intercesión.
Ahora, el Rvdo. William Branham dice: “Ellos pueden abrir ese sello cuando ellos quieran, porque saben cómo hacerlo.” Déjenme ver si puedo buscarles ese lugar...
Y decir: que pueden abrirlo cuando ellos quieran, eso significa mucho. Vamos a ver la página 362.. 361 y 362, al final de la... por el medio dice:
“Entonces en Daniel 12 leímos que todos aquellos cuyos nombres fueron hallados escritos en el Libro, esos serán libertados. Ahora, aquí Dios está a punto de dar libertad a su segundo hijo, Israel, después de la tribulación. Ahora, Israel, es el hijo de Dios, y Él lo va a libertar en el tiempo de la tribulación, exactamente de la misma manera como lo hizo en Egipto.”
Y más abajo dice:
“Sabemos que el fuego del capítulo diecinueve de Apocalipsis, viene de Cristo, una espada sale de Su boca, la cual es la Palabra.
¿Correcto? Oh, hermano, obtenga el conocimiento de estas cosas para la apertura del séptimo Sello mañana. Con la espada, Dios devora a Sus enemigos.
Ahora fíjense en esto: Cuando estos dos profetas están profetizando, si cualquier hombre les hace daño, entonces fuego sale de su boca, el Fuego del Espíritu Santo - la Palabra. La Palabra es Dios, la Palabra es fuego, la Palabra es Espíritu, la cual procede de sus bocas. Fíjense en Moisés: Allá en Egipto estaban maltratando a los judíos. Faraón no los dejaba ir. Entonces Dios puso Su Palabra en la boca de Moisés; eran los pensamientos de Dios entrando al corazón de Moisés, y entonces él sale para expresar estos pensamientos, y cuando los expresa, vienen a ser la Palabra de Dios. Estiró la mano y dijo: ‘Sean las moscas.’ Y de repente aparecieron moscas. Entonces: ‘Si alguno les dañare, sale fuego de sus bocas y devora a sus enemigos (o sea, la Palabra hablada).’ Allí está. Pueden hablar lo que les plazca, y así sucederá. ¡Amén! ‘Y si alguno les quisiere hacer daño, es necesario que él sea así muerto.
Sí, hermano, Dios estará en la escena entonces. Ellos tendrán el poder para cerrar los cielos para que no llueva durante el tiempo de su profecía - el ministerio de Elías.”
¿Ven? ¿Lo cerró por qué? Por tres años y medio.
“El sabe como hacer eso, porque lo ha hecho antes. ¡Amén! Moisés también sabe como hacerlo, porque lo ha hecho antes. Por esa razón, estos dos fueron reservados para este tiempo.
Aquí yo podría decir algo muy tremendo, pero creo sería mejor dejarlo para mañana. Bien. Y tendrán poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y también poder para herir la tierra con las plagas cuantas veces quieran. ¿Qué es? ¿Qué otra cosa fuera de la Palabra puede producir estas cosas? Ellos podrán hacer que la naturaleza haga lo que ellos quieran.
¡Aquí está! Ellos son los que producen este sexto Sello. Lo descubren y lo abren; es el poder de Dios para interrumpir la naturaleza. El sexto Sello es totalmente una interrupción de la naturaleza.
¿Me entienden? Allí está el Sello. ¿Quién lo hace? Son los profetas, del otro lado del rapto. Ellos con el poder y la Palabra de Dios condenarán la naturaleza. Podrán producir terremotos, convertir la luna en sangre, o hacer bajar el sol, en fin, cualquier cosa que ellos demanden, eso va a suceder.”
Más abajo dice:
“...son Moisés y Elías, porque esos son sus ministerios repitiéndose.”
Y ahora, pasamos a la otra página, dice, una partecita aquí dice: “Y ahora aquí vemos el sexto Sello ya abierto. Ud. dirá: ‘Eso es algo muy misterioso. ¿Cómo sucedió?’ Aquí está la clave, el secreto: fueron los profetas, porque así lo dice la Biblia. Ellos lo pueden abrir en cualquier tiempo.”
¿Ven? Ellos lo pueden abrir en cualquier tiempo.
“...pueden hacer lo que quieran con la naturaleza. Y hacen lo mismo que hicieron en su ministerio anterior porque ya saben como hacerlo. ¡Amén! ¡Gloria!
Cuando yo vi esto, me levanté de la silla y comencé a dar vueltas en el cuarto.”
Y ahí lo vamos a dejar. Sí, llegué a la 363. Y recuerden que en la misma página 361 él muestra que es lo mismo de Apocalipsis 19: La espada saliendo de la boca es la Palabra saliendo de la boca, y eso es lo mismo que fuego saliendo de la boca. Por eso... vamos a ver un poquito aquí la relación que hay entre el sexto y séptimo sello, entre la séptima y sexta trompeta; y ya en la página 128, párrafo 1143, dice:
“Debajo de la Séptima Trompeta es para Israel lo mismo que el Séptimo Sello fue para la Iglesia.”
¿Qué es el Séptimo Sello para la Iglesia? La Venida del Señor.
¿Qué es la Séptima Trompeta para el pueblo hebreo? Los Dos Olivos, porque el Hijo del Hombre viene con Sus Ángeles. ¿Ven? Luego en la página 129, párrafo 1150, dice:
“Ahora, tan pronto como esta Iglesia, el misterio del Séptimo Sello es conocido, y los judíos son llamados por el misterio de la Séptima Trompeta que son dos profetas Elías y Moisés.”
Y ahora, el misterio de la Séptima Trompeta son Moisés y Elías, y el misterio del Séptimo Sello es el Señor, la Venida del Señor. Aquí vamos a ver la 130, párrafo 1164, dice:
“Recuerden que los que están vivos y queden no impedirán a los que están durmiendo, porque la Trompeta de Dios, esa última Trompeta (la sexta acaba de tocar), y esa última Trompeta como el último Sello, será la venida del Señor; tocará, y los muertos en Cristo se levantarán primero.”
Y si pasa a la 149, ahí también encontrará lo mismo, lo cual ahí fue dicho.
Así que la Séptima Trompeta es la misma gran Voz de Trompeta o Trompeta final.
Bueno, ya con lo que hemos visto tenemos un cuadro claro de lo que el Espíritu Santo ha estado haciendo, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, y luego lo que estará haciendo en este tiempo final y cómo lo estará haciendo.
Así que el que tiene el liderato en la Iglesia del Señor Jesucristo es el Espíritu Santo, Él es el que ha estado guiando a Su Iglesia, vean, y Él es el que continuará guiando Su Iglesia.
En San Juan, capítulo 16, verso 12 en adelante, dice:
“Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.”
Y ahora, ¿quién es el que guía a la Iglesia toda la verdad? Aquí Cristo dice: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad.”
¿Quién es el que guía a la Iglesia? El Espíritu Santo.
¿Y cómo Él guía a la Iglesia a toda verdad? Trayéndole la revelación a Su Iglesia de edad en edad. Él es el guía. Él es el que tiene el liderato en la Iglesia del Señor Jesucristo, el liderato del Espíritu Santo en la Iglesia del Señor Jesucristo. Ahí es donde encontramos el liderato del Espíritu Santo.
En el capítulo 15, verso 26 de San Juan también dice:
“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.”
Y ahora, el Espíritu Santo viene para dar testimonio de Jesucristo, es el Espíritu Santo. Por eso los que han hablado el Evangelio, dicen: “Por el Espíritu Santo.” Porque es el Espíritu Santo en los Apóstoles, en los diferentes hombres de Dios, los Mensajeros, y así por el estilo. Así como Dios por medio de Su Espíritu Santo habló a través de los Profetas al pueblo hebreo y ellos no quisieron escuchar, luego encontramos que habló por medio de Jesucristo, en quien estaba en toda Su plenitud.
Y ahí hay un misterio grande que todavía no puedo decirles a ustedes por completo, porque está ligado al Séptimo Sello, y por consiguiente todavía no puedo hacerlo saber, porque es un misterio tan grande que todavía no debe ser sabido bien, no debe ser revelado, hasta que se cumpla todo lo que está ahí bajo el Séptimo Sello.
Pero recuerden que la Tercera Etapa está ligada al Séptimo Sello. La Tercera Etapa está ligada a la Obra que el Espíritu Santo estará haciendo en este tiempo final. Por lo tanto, continuará el liderato del Espíritu Santo ¿dónde? En la Iglesia, continuará el liderato del Espíritu Santo entre nosotros. No hay otro guía, es el Espíritu Santo el guía que Cristo ha enviado para guiar Su Iglesia, por medio de la revelación divina para cada etapa. No por razonamiento, sino por revelación divina.
Ha sido para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes, dándoles testimonio de: “EL LIDERATO DEL ESPÍRITU SANTO,” el cual cuando se hizo carne en Jesús, estaba el liderato del Espíritu Santo en carne humana guiando a Sus discípulos.
Vean, así que el liderato del Espíritu Santo, el cual ha estado de edad en edad en el Mensajero de cada edad, para este tiempo final también estará en medio de Su pueblo y se hará carne el Espíritu Santo y tendremos el liderato del Espíritu Santo a través de carne humana manifestado. Esa es la parte culminante del liderato del Espíritu Santo.
Y hay todavía muchas más cosas para entenderlas más adelante, porque en esa manifestación prometida será que se cumplirá: “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono.” ¿Ven? Todo está ligado y todo después pasará al Reino Milenial.
Bueno, ahí vamos a dejarlo, eso es Dios en Morphe, ¿verdad Miguel? Dios en Morphe. Así que con eso no les dije quizás mucho, muy pocas palabras, pero les he dicho todo lo más que puedo, al decirles que eso es Dios en Morphe. Y si quieren que les lea lo que dice el Rvdo. William Branham de eso: Página 13-A, de “Citas...” a mí me da mucho trabajo para comenzar, para venir y estar con ustedes me tardo mucho, pero después me da mucho más trabajo para dejar de estar con ustedes.
Página 13-A del libro de “Citas,” párrafo 128, dice:
“Ahora, ¿qué prometió Él? Vindicarse a Sí Mismo en un hombre, un cuerpo humano, como lo hizo a Abraham, cuando el Hijo del Hombre. Sería el Hijo del Hombre, no el Hijo de Dios ahora, el Hijo de Dios en el Hijo del Hombre. En el capítulo 1, versículo dos de Ezequiel, Jehová llamó a Ezequiel, el Hijo del Hombre, exactamente como Jesús se llamó a Sí Mismo. Ustedes entenderán eso a través de la enseñanza de la semana.
Vean, ¿qué es el Hijo del Hombre? Profético. ¿Qué sería Malaquías 4? Un profeta. ¿Cuáles eran estas cosas que han de suceder en los últimos días? Ahora, El no dijo cuándo, El dijo que sucederían; sucedieron. Ahora, si usted... El aún es el Hijo de Dios, el Hijo del Hombre, listo para ser revelado en los últimos días en el trono de David como Hijo de David. Él es esa Palabra y Él sólo está cambiando Su máscara de lo que no podía verse a lo que está absolutamente declarado —la Palabra hecha carne.” Y ahora, hemos visto lo que aquí está prometido. Él ha estado de edad en edad manifestado, velado y revelado a través de cada Mensajero, como en el Antiguo Testamento estuvo velado y revelado a través de cada Profeta, en Moisés y demás Profetas, y obró a través de ellos, pero luego se hizo carne en Jesús, y ahí fue la parte culminante de la manifestación de Cristo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová del Antiguo Testamento, y fue conocido por un nombre que ellos no se imaginaban que iba a tener el Mesías.
Y así para el Día Postrero viene el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, con un nombre nuevo que nadie conocía sino Él mismo, es la Venida del Espíritu Santo, es el Ángel del Pacto, es el Espíritu Santo viniendo en el Día Postrero, el Espíritu Santo encarnándose en el Día Postrero; y eso está prometido para después de las siete edades de la Iglesia. Y cuando el diablo se encarne en el anticristo, el Espíritu Santo viene encarnado, sube y viene encarnado en un hombre (dice).
Ahora, cuando dice: “En un hombre...” ¿Ven? Está hablando de un hombre que va haber en la Tierra. Por eso cuando el Rvdo. William Branham habla del Séptimo Sello, Él dice: “Yo no sé quién será. No sé quién será.” Él dice: “Quizás este ministerio por el cual he tratado de ¿de qué? De convertir a la gente a la Palabra, a Cristo, ha servido de fundamento. Él dice: “No habrá dos aquí a la... si así es, si así es les voy a estar dejando para siempre, les dejaré para siempre. No habrá dos aquí al mismo tiempo; pero si así fuera (o sea, si estuvieran aquí los dos), si yo estuviera y él estuviera, el que va a venir después de mí, él crecerá y yo menguaré.” Lo mismo que dijo Juan el Bautista; porque el que pone el fundamento termina su labor, para que otro venga y trabaje sobre ese fundamento.
Ahora, Juan el Bautista, dice Cristo, que era más que Profeta, porque estaba poniendo un fundamento para uno que vendría después de él. Como en construcción, un albañil es algo grande, tipifica los Profetas de Dios. Pero cuando se trata de poner el fundamento, no basta con ser un albañil de poner bloques nada mas, se necesita uno que sepa cómo poner un fundamento que el edificio no se vaya a ir de lado, o que vaya a abrirse todo el edificio; uno que pone un fundamento tiene que saber, no solamente de concreto sino de acero también, y también de madera; porque si hay que poner algún molde, tiene que saber cómo ponerlo, o sea, que tiene que saber más que un simple albañil.
Y cuando hay que doblar una esquina, cuando se dobla una esquina, se necesita un albañil mayor, lo cual es un Profeta mayor; porque en una esquina, vean, usted quizás rompa una pared así, y no encuentra varrillas ni nada, pero cuando llega a la esquina, usted sabe que ahí no va a ser tan fácil para romper, como por la pared acá, porque en la esquina, en la esquina se coloca normalmente varilla y cemento sólido (cuando se hace un buen trabajo). Y ahí el albañil común no es el mismo que sabe hacer ese trabajo; o sea, el albañil es solamente tirar mezcla, no es el que sabe hacer ese trabajo. En esa esquina tiene que trabajar un carpintero para poner el molde, tiene que trabajar una persona que sepa de acero para poner el acero correctamente, y tiene que trabajar uno que sepa echar bien el cemento ahí, y luego que sepa trabajar esa esquina.
O sea, usted puede empañetar, poner bloques y empañetar una pared, pero cuando llega a la esquina, ahí es donde tiene que saber hacer ese trabajo de la esquina. Eso dice el hermano Branham: “Estamos haciendo un cambio de dispensación, estamos doblando una esquina.” Y por ahí mismo Él dice: “Se necesita... no estamos en una pared ya, estamos doblando una esquina, y se necesita un albañil (o sea, un buen albañil), un albañil, para doblar esa esquina, uno que sepa hacer una columna.”
¿Y no dice Apocalipsis 3:12: ‘Al que venciere yo le haré columna en el Templo de mi Dios.’? Tiene que saber hacer una buena columna, y ahí son dos columnas que estaban allá en el templo, las dos columnas. Así que esas son las Dos Columnas, los Dos Olivos, los Dos Candeleros, Moisés y Elías.
Bueno, ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes, y todavía no puedo irme de ustedes, pero vamos a hacer una pausa y mañana continuaremos con el tema de mañana, que será... Miguel ¿cuál es el tema de mañana? Ese es un tema que si Dios nos permite hablar todo lo que hay ahí, si Él nos diera luz verde para hablar todo, lo que no les pude hablar hoy, que les dije que no podía, porque hay cosas ahí que son del Séptimo Sello y no deben ser habladas, hasta que sean cumplidas completamente.
Pero vamos a ver mañana hasta dónde Dios nos va a dar. Pero sabemos que Dios está obrando, y sabemos que se están cumpliendo cosas en nuestra edad, que corresponden a sellos que no fueron cumplidos en las siete edades de la Iglesia. O sea, que hay cosas que corresponden a este tiempo final, que no podían ser cumplidas en tiempos pasados.
Así que oren mucho por mí, para que Dios me dé todo lo que debo hablar mañana, y para que no hable lo que no debo hablar; porque si hablo lo que no debo hablar, interrumpo el Programa de Dios, y lo que nos interesa es que se cumpla el Programa de Dios.
¿Recuerdan cuando el hermano Branham en la página 116 y 117, por ahí, o la 114, ¿cuál era Miguel? Del libro de “Los Sellos,” dice que Dios le decía a Juan, tratando de explicarnos a nosotros: “Juan, no escribas lo que los truenos han hablado, porque si tú lo escribes se interrumpe todo el Programa de Dios y se hecha a perder todo el Programa, o sea, todas las edades y todo se echa a perder, porque entonces el diablo escucharía e interrumpiría todo el cumplimiento de este Programa, impediría que se cumpla ese Programa.”
Por eso es que algunas cosas son mantenidas sin ser habladas para que no se interrumpa la forma correcta del cumplimiento de ese Programa, para que Dios lo cumpla en la forma que Él ya destinó, predestinó, para cumplir ese Programa, para que no sea alterado.
Vean, Moisés hirió la roca dos veces, cuando lo que tenía era que hablarle, y vean le costó no poder entrar al otro lado del Jordán, a la tierra prometida.
Y así por el estilo tenemos que ver que cualquier persona, aunque sea un Mensajero de Dios, puede interrumpir el Programa de Dios, si hace o habla algo que no debe hablar. Así que por eso algunas veces tengo que llegar hasta donde llego y ahí los dejo, y no les puedo explicar más, pero ya ustedes saben que se está cumpliendo un Programa, el cual está bajo el Séptimo Sello, y también bajo el Sexto Sello, todo eso que está ahí, y la parte final del Quinto Sello también que está ahí, y la parte del cuarto Sello. Todo eso, esa parte de esos sellos que faltan por ser cumplidos, se tienen que cumplir en nuestra edad, como se cumplieron otros sellos en edades pasadas: el primer sello, segundo sello y tercer sello, esos corresponden al tiempo de las edades. Todavía puede quedar del tercer sello, y estarse cumpliendo en la actualidad, porque tiene que ver con los escogidos siendo llamados también antes que Cristo salga del Trono de Intercesión.
Bueno, vamos a dejarlo ahí, porque ya estamos tocando algunas cosas que es mejor dejarlas quitecitas. Hemos visto porqué aunque el hermano Branham habla de que cada noche va a ser abierto un sello, después dice que no están abiertos y que esto va a ser cuando se complete el grupo de los escogidos de Dios en la Iglesia de Jesucristo, cuando Cristo haya hecho Intercesión hasta por el último escogido.
Pero gracias a Dios que nos dio toda esa revelación divina, que el Espíritu Santo dio, le dio y la dio a través de él, mostrándonos las cosas que están dentro de esos sellos. Y en las que no nos pudo hablar abiertamente, con todo y eso nos habló lo suficiente para saber las cosas grandes que hay bajo esos sellos.
Bueno, cuando ese libro sea tomado y abierto, luego es traído a la Tierra y entregado a un hombre. ¿Ven? Porque es el Título de Propiedad. Todo eso tiene que ver con la Adopción de un hombre y de todos los escogidos de Dios de la Iglesia de Jesucristo. Bueno, para regresar al Edén de nuevo, que será el Reino Milenial de Cristo.
Bueno, vamos a dejarlo aquí Miguel, vamos a pasar a Miguel por aquí, porque Miguel se nos queda allá. Siempre hace así, y mientras él no se mueva, yo tengo que seguir hablando; así como él hace comigo: coloca el himno y mientras yo no parezca, él tiene que seguir aquí, entonces pues, hacemos lo mismo de parte y parte. Cuando yo me aguanto sin llegar, y él sí tiene que seguir hablando, es porque estoy buscando más para ustedes. Y cuando ya me estoy despidiendo y Miguel se aguanta, yo tengo que seguir aquí dándoles lo que me queda que traje para ustedes. Y Miguel le llama a eso: “El postre.” Yo creo que hemos comido bastante postre ya Miguel.
Así que Dios me los bendiga, les guarde, y les guarde, y mañana Dios mediante nos vemos nuevamente en la actividad. Y oren mucho por mí para que Dios me dé todo lo que debo hablar y me use conforme a su voluntad.
Que Dios les bendiga y les guarde, y pasen todos muy buenas noches.
“EL LIDERATO DEL ESPÍRITU SANTO.”