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El Conocimiento de la Verdad 2003-04-03 1 Santiago de Cali Valle del Cauca CO 00:00:00 false

Muy buenos días, amables amigos y hermanos presentes; es para mí un privilegio y una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios. Reciban todos saludos de mi esposa Erica, y también de mis niñas América y Yahannah Gabriela.

Para esta ocasión en Tito, capítulo 1, verso 1 al 3, y San Juan, capítulo 8, versos 31 en adelante. Dice San Pablo en la carta a Tito, capítulo 1, verso 1 en adelante:

Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad,

en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos,

y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador.”

Y en San Juan, capítulo 8, verso 31 en adelante, dice:

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;

y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?

Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.

Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.

Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema es: “EL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD.” “EL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD.”

Toda persona quiere conocer la verdad; la ciencia también quiere conocer la verdad acerca de todas las cosas; por ejemplo la ciencia ha buscado la verdad en cuanto al agua y ha descubierto que es H2O.

Y ahora, encontramos que la ciencia al descubrirlo, ahora puede unir el Oxígeno y el Hidrógeno en la composición correcta y produce agua. Siempre que se obtiene el conocimiento de la verdad acerca de alguna cosa, entonces se obtiene el mecanismo completo, se conoce el mecanismo completo y cómo funciona.

Y ahora, para la liberación de todo hijo e hija de Dios, hay un mecanismo, y conocer la verdad de ese mecanismo causa la liberación de la persona, así como conocer la verdad para la liberación del pueblo hebreo, causó la liberación del pueblo hebreo, la cual estaba prometida en la Escritura.

En el capítulo 15 del Génesis, verso 12 en adelante, antes de suceder el Éxodo en Egipto, todavía no habían nacido los patriarcas, y ahora, vean como ya Dios le está dando a conocer a Abraham lo que ha de suceder más adelante. Dice capítulo 15, verso 12 en adelante del Génesis:

Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.

Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.

Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.

Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.

Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí.”

Aquí podemos ver cómo ya Dios le está diciendo a Abraham lo que ha de suceder a la descendencia de Abraham, y todavía Abraham no había tenido el hijo prometido el cual fue Isaac, pero ya le está dando a conocer lo que será la historia del pueblo hebreo.

Por lo tanto, la historia del pueblo hebreo será el cumplimiento de las profecías bíblicas, será el cumplimiento de la Palabra profética hablada por Dios a través de Sus santos profetas. Por lo tanto conocer la verdad acerca del pueblo hebreo y de las profecías correspondientes al pueblo hebreo, es una bendición muy grande.

El que conoce la verdad acerca del pueblo hebreo y las profecías que están habladas por Dios acerca del pueblo hebreo, sabe que ese es el pueblo de Dios, creado por Dios, escogido por Dios, en donde Dios colocará Su Reino terrenal, y donde estará el Trono terrenal de Dios que es el Trono de David.

Por lo tanto, al conocer la verdad acerca del pueblo hebreo, uno sabe también que todos los problemas que le han venido al pueblo hebreo ha sido por causa de la desobediencia del pueblo hebreo a la Palabra de Dios, porque Dios colocó delante del pueblo hebreo la bendición y la maldición, y recomendó al pueblo que escogiera la bendición.

El dijo que si no eran obedientes a la Palabra que Dios había dado a través del Profeta Moisés, entonces vendrían todos aquellos juicios que ya Dios había hablado a través del Profeta Moisés.

Y eso es lo que ha pasado con el pueblo hebreo, por eso los problemas del pueblo hebreo, pero está prometido que Dios va a restaurar al pueblo hebreo y va a dar un corazón nuevo, un espíritu nuevo para que sirvan a Dios, y entonces obedecerán a Dios.

Dios ha prometido que va a llenarlos con Su Espíritu; el Espíritu de Dios va a ir al pueblo hebreo y entonces el pueblo hebreo va a servir a Dios, y van a venir todas las bendiciones divinas que Dios ha hablado en Su Palabra, van a venir sobre el pueblo hebreo.

Y Dios establecerá Su Trono en la Tierra, el Trono terrenal de Dios que es el Trono de David, donde Cristo se sentará como el Hijo de David, el cual es el heredero al Trono de David y por consiguiente al Reino de David, que es el Reino de Dios en la Tierra, del cual Cristo dijo que todos estuviésemos orando, diciéndole a Dios: “Venga Tu Reino, hágase Tu voluntad como en el Cielo aquí en la Tierra.”

Así que la voluntad de Dios se hará en la Tierra en el Reino Milenial, o sea, esto es para el mundo entero, pero para los creyentes en Cristo la voluntad de Dios se hace aquí en la Tierra, en el alma de los creyentes en Cristo que escuchan la Voz de Cristo, la Voz de Dios y hacen conforme a la voluntad de Dios, esas personas pertenecen al Reino de Cristo, al Reino de Dios, son los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ahora, ¿cómo estas personas han venido a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo? Porque han conocido la verdad de la salvación, han conocido a Cristo, que es el Camino, la Verdad y la Vida, y le han recibido como su Salvador personal.

Conocer a Jesucristo y recibirlo, es conocer la verdad de la Vida eterna que es Jesucristo nuestro Salvador, y por consiguiente la persona que conoce la verdad de Cristo, entonces lo recibe como su Salvador personal.

Así que el misterio de todas las verdades bíblicas todos los creyentes en Dios quieren conocerlos. Pero Cristo mismo hablando de todos estos misterios del Reino de Dios, dijo en diferentes ocasiones cosas que nosotros no podemos dejar pasar por alto, como en el capítulo 11 de San Mateo, versos 25 al 27, donde dice:

En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.

Sí, Padre, porque así te agradó.

Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.”

Y ahora, el conocimiento de la verdad de quién es Jesucristo el Hijo de Dios, y quién es el Padre, viene por revelación divina; Cristo por medio de Su Espíritu Santo revela a la persona este misterio de quién es Dios y quién es Jesucristo nuestro Salvador. Ese es el misterio de Dios, el Padre y de Cristo.

Y ahora, en San Mateo, capítulo 13, también nos habla de los misterios del Reino de Dios, y dice en el capítulo 13 de San Mateo, versos 9 en adelante, dice:

El que tiene oídos para oír, oiga.

Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?

El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.”

Y ahora, aquí Cristo establece que a unas personas les es dado conocer los misterios del Reino de los Cielos, y a otras personas no les es dado conocer los misterios del Reino de los Cielos.

Y ahora, por consiguiente este es un misterio de porqué a unos es concedido y a otros no es concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos; es como a un carpintero no le es dado conocer los misterios de la mecánica de un motor de avión, porque él no es un mecánico de avión.

Por lo tanto, el carpintero puede ver un motor de un avión y saber que funciona pero no saber el mecanismo. Y a un mecánico de avión, pues no le es dado conocer los misterios de la agricultura, porque él no va a estar trabajando en la agricultura sino en los aviones.

Y ahora, veamos aquí en la misma parábola que está aquí establecida, dice Cristo en el capítulo 13, verso 16 al 17 de San Mateo:

Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.

Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.”

Ahora, todo esto que estaban escuchando los Apóstoles y que estaban viendo bajo el ministerio de Cristo, fue lo que desearon ver los Profetas y los justos del Antiguo Testamento pero no lo vieron, eran cosas que serían vistas en el cumplimiento de la Primera Venida de Cristo; ellos desearon ver la Venida del Mesías y Su ministerio, y profetizaron acerca de la Venida del Mesías y Su ministerio, pero no tuvieron el privilegio de vivir en el tiempo donde el Mesías estaría en la Tierra.

Pero los Apóstoles, vean, estaban allí presentes viendo al Mesías, escuchando al Mesías y viendo las obras que Dios hacía a través del Mesías, y esa era una bienaventuranza grande: “Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.”

Estaban oyendo al Mesías y viendo al Mesías hacer las obras de Dios.

Y ahora, veamos también en San Mateo, capítulo 13, verso 34 al 35, lo que contiene las parábolas de Cristo, como también las parábolas del Antiguo Testamento:

Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba;

para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:

Abriré en parábolas mi boca;

Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.”

En estas parábolas de nuestro amado Señor Jesucristo están escondidas cosas desde la fundación del mundo, que no eran comprendidas, y ahora Cristo está hablando de esas cosas, de esos misterios que no eran comprendidos en los tiempos anteriores, por ejemplo: el misterio de la raza humana.

Ahora, veamos aquí en San Mateo, a continuación aquí mismo dice:

Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.

Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.

El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino...”

Los hijos del Reino de Dios, los hijos del Reino de Luz son representados en el trigo:

...y la cizaña son los hijos del malo.”

Y ahora, aquí podemos ver cómo Cristo está hablando del misterio de los hijos de Dios y de los hijos del diablo, y está hablando acerca de este misterio de los hijos de Dios y de los hijos del maligno, está hablando de este misterio a través de esta parábola del trigo y de la cizaña:

El enemigo que la sembró (o sea, que sembró la cizaña) es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.

De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.

Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,

y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.”

Y ahora, aquí establece Cristo que la raza humana está compuesta de trigo y de cizaña, la raza humana está compuesta de hijos de Dios e hijos del maligno, por lo tanto, esta es una verdad bíblica de la cual habló Cristo, la cual no puede ser negada; y todas las personas desean conocer la verdad acerca de los hijos de Dios y de los hijos del maligno.

Y ahora, para el tiempo final Cristo dice que será el tiempo de la siega, en donde el Hijo del Hombre enviará Sus Angeles. Y ahora, todos desean saber el misterio de los Angeles del Hijo del Hombre, porque todos deseamos conocer la verdad, la verdad de todas las cosas, y sobre todo de las cosas que están escritas en la Biblia, todos deseamos conocer los misterios de la Biblia.

Y hay una forma para conocer los misterios de la Biblia y obtener el conocimiento de la verdad de todas las cosas. Vean, aquí mismo en el capítulo 13, verso 30, vamos a ver cuando Cristo habló de esta parábola, al principio dice en el capítulo 13, verso 24 en adelante (24 al 30), dice:

Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;

pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.

Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.

Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?

El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?

El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.

Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.”

Aquí tenemos la profecía en esta parábola de que la cizaña en el tiempo final será atada en manojos, para ser quemada con el fuego que habrá en el tiempo final, en el Día Postrero durante la gran tribulación, porque será fuego atómico en una tercera guerra mundial que será atómica, en donde se va a desatar el fuego atómico y también se va a desatar el fuego de los volcanes (erupciones volcánicas) y también maremotos y terremotos, y eso será el juicio divino sobre la cizaña, sobre los hijos del malo, y así Dios vengará la sangre de todos los siervos de Dios que ha sido derramada en la Tierra, los siervos de Dios que han sido masacrados en las diferentes edades y dispensaciones por la cizaña.

O sea, que la cizaña en el tiempo final recibirá el juicio divino, Dios pagará con el juicio divino a la cizaña, o sea, a los hijos del malo. En Malaquías, capítulo 4, verso 1 en adelante, tenemos ahí el juicio para la cizaña, y también tenemos la bendición para el trigo. Dice capítulo 4, de Malaquías:

Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará (o sea, los quemará), ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.”

Ese es el juicio de la gran tribulación donde el fuego atómico se va a desatar sobre la raza humana, sobre la cizaña:

Mas a vosotros los que teméis mi nombre (o sea, al trigo, a los hijos de Dios). Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación.”

Eso es la Segunda Venida de Cristo a la Iglesia del Señor Jesucristo y después al pueblo hebreo.

...y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.

Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.

He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.

El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.”

Antes de la destrucción del juicio divino sobre la raza humana durante la gran tribulación, antes Dios envía a Elías el Profeta.

El ministerio de Elías que estuvo en Elías Tisbita, fue el ministerio del Espíritu Santo a través de Elías Tisbita, luego estuvo en Eliseo, el cual fue el segundo Elías con una doble porción del espíritu que estaba en Elías, así fue el ministerio de Elías en Eliseo.

Luego el ministerio de Elías, el Espíritu Santo operando el ministerio de Elías por tercera vez, lo operó en Juan el Bautista, del cual el Arcángel Gabriel dijo al sacerdote Zacarías, que ese hijo que tendría Zacarías, el cual Dios le prometió, vendría con el espíritu y virtud de Elías. Eso está en San Lucas, capítulo 1, versos 13 en adelante, dice:

Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.

Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento;

porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.

Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.

E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.”

Ahora, vean cómo el Arcángel Gabriel dice que este hijo que va a tener el sacerdote Zacarías, será un Profeta, será grande delante de Dios, y vendrá con el espíritu y virtud de Elías; el Espíritu Santo en Juan el Bautista estaría operando el ministerio de Elías por tercera vez, por eso fue lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre Juan el Bautista, para el Espíritu Santo operar en él el ministerio de Elías por tercera ocasión. El que siempre ha operado el ministerio de Elías es el Espíritu Santo.

Y ahora, para el tiempo final también la promesa es que vendrá Elías para convertir el corazón de los hijos a la fe de los padres, a la fe de los Apóstoles, los padres apostólicos de la Iglesia del Señor Jesucristo; y ese Elías es la cuarta manifestación del ministerio de Elías, operado ese ministerio por el Espíritu Santo en un hombre.

Y ese hombre para quienes lo quieran recibir fue el Rvdo. William Branham, el cual vino con el espíritu y virtud de Elías en su cuarta manifestación, el Espíritu Santo en él operando ese ministerio y convirtiendo el corazón de los hijos de Dios a la fe de los padres los Apóstoles, para ser restaurados a la doctrina apostólica, para que la Iglesia de Jesucristo volviera a ser como la Iglesia apostólica de cerca de dos mil años atrás, y tenga las doctrinas apostólicas, y tenga el conocimiento de esas doctrinas que fueron establecidas por el Espíritu Santo a través de los Apóstoles del Señor Jesucristo.

Y así la Iglesia del Señor Jesucristo estaría nuevamente llamando al pueblo al arrepentimiento, predicando a Cristo en la forma en que los Apóstoles predicaban, y bautizando a las personas en el Nombre del Señor Jesucristo en agua, como lo hacían los Apóstoles del Señor Jesucristo en cumplimiento a la orden de Cristo de: ir y *bautizad todo el mundo, y en todo el mundo, y bautizar en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo es “Señor Jesucristo.” Por es que los Apóstoles bautizaban a las personas en el Nombre del Señor Jesucristo. Esto lo vemos en el libro de los Hechos, cuando el Espíritu Santo ungió a Pedro, y predicó Pedro ungido con el Espíritu Santo su primer Mensaje. Por lo tanto, fue Pedro hablando (ungido por el Espíritu Santo) la Palabra de Dios. Y vean lo que dice aquí... ahora, recuerden que en San Marcos también Cristo habló del bautismo en agua. Y luego les leeré el libro de los Hechos, capítulo 2, verso 34 en adelante; ahora, vamos a leer capítulo 16, verso 15 al 16 de San Marcos, dice:

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

Y ahora, podemos ver porqué se predica el Evangelio de Jesucristo a todo ser humano: para que la persona sepa que hay un Salvador y para que la persona tenga la oportunidad de ser salvo, recibiendo a Cristo como su Salvador personal, y ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautizará con Espíritu Santo y Fuego y la persona obtendrá el nuevo nacimiento y así entrará al Reino de Dios.

Cristo en San Juan, capítulo 3, versos 1 en adelante, dice en esta conversación que tuvo El con Nicodemo, vamos a ver:

Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.

Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”

Y ahora, Cristo aquí establece claramente que para una persona entrar al Reino de Dios necesita nacer de nuevo, es por medio del nuevo nacimiento que la persona entra al Reino de Dios, así como usted y yo para entrar a esta dimensión terrenal y vivir como seres humanos mortales, tuvimos que nacer. Por medio del nacimiento que obtuvimos a través de nuestros padres terrenales, entramos a esta vida terrenal como seres humanos.

Y ahora, para entrar al Reino de Dios la persona tiene que nacer de nuevo, nacer del Agua y del Espíritu, tiene que nacer de la Palabra, del Evangelio, escuchar la predicación del Evangelio y creer en Jesucristo como su Salvador personal, y Cristo lo perdonará y le limpiará con Su Sangre preciosa, y la persona será bautizada en agua en el Nombre del Señor Jesucristo y Cristo lo bautizará con Espíritu Santo y Fuego, y la persona así obtendrá el nuevo nacimiento, la persona nacerá en el Reino de Cristo, entrará al Reino de Cristo.

No hay otra forma para entrar al Reino de Dios, solamente naciendo del Agua y del Espíritu, recibiendo a Cristo como nuestro Salvador personal y siendo bautizados en agua en Su Nombre, y Cristo nos bautiza con Espíritu Santo y Fuego.

Ese es el orden divino para nacer en el Reino de Cristo, por eso es tan importante tener el conocimiento de la verdad del nuevo nacimiento, de la verdad de entrar al Reino de Cristo, de la verdad de recibir a Cristo.

¿Por qué usted necesita recibir a Cristo como su Salvador? Es importante que usted conozca la verdad del porqué todo ser humano necesita recibir a Cristo como su Salvador personal, ninguna persona puede quitarse la mancha del pecado por sí mismo, sino que tiene que ser por medio de la Sangre de Cristo, por consiguiente necesita a Cristo, para que Cristo con Su Sangre lo limpie de todo pecado.

Ninguna persona puede perdonar mis pecados o los pecados suyos, excepto uno solo, el cual es nuestro amado Señor Jesucristo. Ahí podemos ver la verdad de porqué necesitamos recibir a Cristo como nuestro Salvador.

En el Antiguo Testamento se efectuaban los sacrificios por el pecado, el sacrificio del macho cabrío de la expiación el día diez del mes séptimo de cada año, para la persona ser perdonada y ser cubierta con la sangre de ese sacrificio, ser cubiertos los pecados de las personas y así ser reconciliados con Dios por un año.

¿Por qué por un año? Porque el sacrificio de esos animalitos no era un sacrificio perfecto, ni la sangre de los animales tampoco es perfecta porque los animales no tienen alma, por lo tanto esos sacrificios eran temporales, pero cuando llegara un Sacrificio perfecto ya entonces el pueblo no iba a necesitar efectuar más sacrificios con animalitos por el pecado.

Aquellos sacrificios estaban señalando, apuntando a un Sacrificio perfecto que vendría más adelante, el cual quitaría el pecado del ser humano, no lo cubriría, sino que lo quitaría. Por lo tanto, la Sangre de ese Sacrificio que vendría más adelante, sería la Sangre que todo ser humano necesitaría para ser limpio de todo pecado.

Ahora, recuerden que las personas que en el Antiguo Testamento el día diez del mes séptimo, no venían arrepentidos de sus pecados y afligidos en sus almas por haber pecado contra Dios, no quedaban reconciliados con Dios, sus pecados no quedaban perdonados y no quedaban cubiertos con la sangre de la expiación, la sangre del macho cabrío; por lo tanto eran cortados del pueblo, el juicio divino venía sobre esas personas, y en ese año morían esas personas porque no quedaban reconciliados con Dios para vivir en ese año.

Y todo ser humano en el Nuevo Testamento que no viene a Cristo para obtener el perdón de sus pecados, y ser limpio con la Sangre de Cristo de todo pecado, pierde el derecho y la oportunidad de ser reconciliado con Dios para vivir no por un año más sino para vivir por toda la eternidad.

Por lo tanto, el día de la expiación allá del Antiguo Testamento, es tipo y figura del Día de la Dispensación de la Gracia, en donde millones de seres humanos están siendo reconciliados con Dios al recibir a Cristo como su Salvador, lavar sus pecados en la Sangre de Cristo, y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.

Esta verdad divina toda persona necesita conocerla para que sepa porqué necesita recibir a Cristo como su Salvador personal; de otra forma la persona no puede recibir a Cristo como su Salvador personal, y no puede ser reconciliado con Dios para vivir eternamente en el Reino de Dios, en el cual Cristo estará sobre el Trono de David gobernando sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones.

En ese Reino es que vivirán todos los que han recibido a Cristo como su Salvador personal, y han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, y han sido bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo los ha bautizado con Espíritu Santo y Fuego y han obtenido el nuevo nacimiento, han nacido en el Reino de Dios, han entrado al Reino de Dios y tienen Vida eterna. Esas personas nunca perecerán, esas personas han quedado reconciliadas con Dios para vivir por toda la eternidad.

Y ahora, si nuestra casa terrenal se deshace, muere, tenemos un edificio no hecho de mano, hecho por Dios, un nuevo cuerpo, un cuerpo angelical teofánico; y luego nos dará también un cuerpo físico glorificado para vivir y reinar con Cristo por el milenio y por toda la eternidad.

Por lo tanto, si un creyente en Cristo muere, no tiene ningún problema, sigue viviendo en otra dimensión, llamada esa dimensión el Paraíso, que es la sexta dimensión, sigue viviendo en su cuerpo angelical teofánico; y cuando Cristo haya completado Su Iglesia, entonces Cristo resucitará a los creyentes que ya han muerto físicamente, los resucitará en cuerpos nuevos glorificados y aparecerán a los creyentes de este tiempo final.

Y nosotros seremos transformados y entonces tendremos un nuevo cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, y todos seremos iguales a nuestro amado Señor Jesucristo, con un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, todos seremos a Su imagen y a Su semejanza, y así estaremos adoptados, restaurados a la Vida eterna físicamente también, para reinar con Cristo en Su Reino por el milenio y por toda la eternidad.

Por eso es tan importante tener el conocimiento de la verdad, para tener la verdad en nuestra alma. “Compra la verdad, y no la vendas,” así dice la Escritura (Nota - Proverbios 23:23).

Toda persona está comprometida con la verdad. No tenga miedo, cuando usted adquiera la verdad no tenga miedo, no importa que lo critiquen, no importa lo que digan acerca de usted, siga hacia adelante.

De Cristo hablaban muy mal, pero El siguió hacia adelante; de los discípulos del Señor Jesucristo hablaban muy mal, pero ellos siguieron adelante; de los creyentes en Cristo a través de todas las edades han hablado mal y los han perseguido, pero ellos han seguido hacia adelante. La Iglesia del Señor Jesucristo ha seguido hacia adelante con todos los redimidos por Cristo.

Y ahora, nos encontramos en la etapa final del Programa de Dios, conociendo la verdad, la verdad de Dios el Padre, y de Cristo nuestro Salvador, y conociendo las doctrinas de Cristo en Su Iglesia.

Por lo tanto, caminamos hacia adelante en nuestra vida cristiana, conociendo la verdad y así siendo libre, libres de opiniones humanas, siendo libres de supersticiones, siendo libres de religiones paganas, siendo libres de todo lo que no es la verdad. Porque cuando la persona obtiene la verdad queda completamente liberado, libertado de todo lo que no es la verdad.

Todo lo que no es la verdad pertenece al reino de las tinieblas, y toda la verdad pertenece al Reino de Cristo, el Reino de Luz. En el Reino de Luz es donde únicamente se puede conocer la verdad, porque hay luz para ver, para entender la verdad divina.

Y ahora, hemos visto que de etapa en etapa hay un grupo de seres humanos en la Tierra, que obtienen el conocimiento de los misterios del Reino de Dios y por consiguiente han obtenido el conocimiento de la verdad para el tiempo que les ha tocado vivir.

Y ahora, encontramos que los creyentes en Cristo han obtenido el conocimiento de la verdad de la Redención, han obtenido el conocimiento de la verdad de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, han obtenido la verdad de la predicación del Evangelio, y del llamado al arrepentimiento y del perdón de pecados en el Nombre del Señor Jesucristo, han obtenido el conocimiento de la verdad del bautismo en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, porque el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo es “Señor Jesucristo.” Y por esa causa los discípulos bautizaban en el Nombre del Señor Jesucristo en cumplimiento a la orden divina.

Solamente bautizando en el Nombre del Señor Jesucristo, se está bautizando en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porque el Nombre del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo es “Señor Jesucristo.”

Y ahí podemos ver el misterio de porqué bautizaban en el Nombre del Señor Jesucristo: porque el Nombre del Señor Jesucristo es el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo ¿Cuál es el Nombre del Hijo? Jesús, ¿ven? Y ahora, hay que usar el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Cuando la persona es bautizada en agua el ministro dice: “Yo te bautizo en el Nombre del Señor Jesucristo,” y lo sumerge en las aguas del bautismo, y ha sido invocado sobre la persona el Nombre del Señor Jesucristo. “Y todo aquel que invocare el Nombre del Señor, será salvo.” Y ahí se invoca el Nombre del Señor cuando se dice: “Yo te bautizo en el Nombre del Señor Jesucristo.” Ahí está invocando el Nombre de salvación sobre la persona. “Porque no hay otro nombre dado a los hombres en que podamos ser salvos.” Dice San Pedro en el libro de los Hechos, capítulo 4, verso 12.

Así que podemos ver el misterio del bautismo en agua. El bautismo en agua también tipifica, representa que usted cuando Cristo murió, usted murió con El porque usted y yo estábamos en Cristo; así como nuestro cuerpo físico estaba en nuestro padre terrenal, y así como Leví estaba en los lomos de Abraham, el cual era el bisabuelo de Leví.

Y ahora, estábamos en Cristo, por lo tanto cuando El murió, nosotros estábamos muriendo con El, es como cuando usted tiene un grano de trigo o una semilla de mango o de aguacate, donde quiera que usted lleve esa semilla, ahí está usted llevando un árbol lleno de fruto, pero está ese árbol lleno de fruto potencialmente en esa semilla.

Por lo tanto, el árbol que va a nacer, está ahí en esa semilla, cuando nace el árbol usted puede decir: “Este árbol yo lo traje de tal país, vino conmigo, vino en esa semilla que yo traje, ahí estaba.”

Y Cristo, que es la simiente original, la semilla de Dios, viene en El todos los hijos e hijas de Dios, por lo tanto cuando Cristo murió en la Cruz del Calvario, allí estábamos muriendo con El. Cristo dijo: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, él solo queda.”

Vean, en un grano de trigo están todos los granos de trigo que han de nacer a través de la planta de trigo que será el producto de ese grano de trigo. Cuando es sembrado ese grano de trigo, nace una planta de trigo, y luego nacen muchos granos de trigo en esa planta de trigo. ¿Dónde estaban? En el grano de trigo que fue sembrado en tierra.

Y Cristo siendo el grano de trigo que fue sembrado en tierra, el Hijo de Dios, ahí estábamos en El todos nosotros, somos simiente de Dios que estábamos en Cristo, el grano de trigo que fue sembrado en tierra. Por lo tanto cuando El murió, allí estábamos nosotros muriendo con El, cuando El fue sepultado, estábamos nosotros siendo sepultados con El, cuando El fue resucitado, estábamos nosotros siendo resucitados con El.

Por lo tanto, en el bautismo en agua está representada la muerte, porque solamente se sepultan los muertos. Por lo tanto cuando usted va a ser bautizado, eso representa que usted murió al viejo hombre, usted murió al recibir a Cristo como su Salvador.

Y ahora, cuando es sepultado en las aguas bautismales, representa que usted fue sepultado con Cristo cuando El fue sepultado; y cuando usted es sacado de las aguas bautismales, representa que cuando Cristo resucitó usted resucitó con El, porque usted y yo estábamos en Cristo, y representa que usted cuando fue sepultado, fue sepultado el viejo hombre o la vieja mujer. Y luego cuando es sacado de las aguas, ha salido, ha resucitado un nuevo hombre o una nueva mujer a una nueva vida cristiana en el Reino de Cristo, en la Iglesia del Señor Jesucristo.

El bautismo en agua es simbólico, el bautismo en agua es un memorial, pero es ordenado por Cristo que se lleve a cabo como testimonio de lo que ha sucedido en nuestra vida como creyentes en Cristo, como personas que hemos recibido a Cristo como nuestro Salvador personal. Por eso Cristo dijo:

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

Por eso es que las personas cuando reciben a Cristo como su Salvador, luego seguida preguntan: “¿Cuándo yo voy a ser bautizado?” Porque saben que Cristo dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo.”

Ahora, en una ocasión el eunuco, al cual Felipe le predicó y él creyó, vio un lugar con agua y dijo: “He aquí agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?” Y Felipe le dice: “Si crees puedes ser bautizado.” Y el eunuco dijo: “Sí, yo creo.” Y bajaron del carro donde iban y Felipe lo bautizó.

Y así es para toda persona que recibe a Cristo como su Salvador: seguida que recibe a Cristo como su Salvador, es un testimonio que ha creído en Cristo como su Salvador personal, por lo tanto el próximo paso es ser bautizado y por eso la persona seguida pregunta: “¿Cuándo yo voy a ser bautizado? Porque Cristo dijo: El que creyere y fuere bautizado, ya yo he creído y ahora quiero ser bautizado.” ¿Por qué? Porque toda persona quiere ser salva, toda persona quiere vivir eternamente en el Reino de Cristo nuestro Salvador.

Y ahora, ¿cómo va a ser bautizada la persona? Dice el libro de los Hechos, capítulo 2, verso 34 en adelante:

Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice:

Dijo el Señor a mi Señor:

Siéntate a mi diestra,

Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.”

Y por esa causa es que a Jesús lo llamamos “Señor Jesucristo,” porque Dios lo ha hecho Señor y Cristo:

Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.”

O sea, que la bendición del bautismo del Espíritu Santo es para todos los que el Señor nuestro Dios llame. Toda persona que recibe a Cristo como su Salvador, ha sido llamada por Cristo, por lo tanto, es bautizada en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautizará con Espíritu Santo y Fuego, y así obtendrá el nuevo nacimiento, así entrará al Reino de Dios.

Porque no hay otra forma para entrar al Reino de Dios, solamente por medio del nuevo nacimiento, por medio de nacer del Agua y del Espíritu:

Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.

Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.”

Luego en el verso 47 dice cómo después ellos se encontraban, gozosos, dice:

Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”

Los que han de ser salvos y han de vivir eternamente son añadidos a la Iglesia del Señor Jesucristo, son los que reciben a Cristo como su Salvador y arrepentidos de sus pecados los confiesan a Cristo, y Cristo los perdona y Cristo los llama, y Cristo los limpia con Su Sangre preciosa, y son bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo los bautiza con Espíritu Santo y Fuego. En el capítulo 13 del libro de los Hechos, versos 48 al 49, dice:

Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.”

Los que han de vivir eternamente están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, están ordenados para Vida eterna, esos son los que están tipificados en el trigo, esos son también los que están tipificados en las ovejas que el Padre le dio a Cristo para que les dé Vida eterna, esas son las personas a las cuales Cristo vino a buscar y a salvar: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”

Por lo tanto, esas son las personas que recibirán a Cristo como su Salvador en el tiempo que les toca vivir, son el trigo de Dios y son las ovejas de Dios que el Padre le dio a Cristo para que les dé Vida eterna, y Cristo vino para buscar esas ovejas, esas personas, y darles Vida eterna.

Y ahora, hemos obtenido el conocimiento de la verdad acerca de quiénes somos y del porqué hemos recibido a Cristo como nuestro Salvador: es porque somos ovejas de Dios que hemos sido entregados a Cristo para que El nos dé Vida eterna.

Por eso El murió en la Cruz del Calvario, El murió por ustedes y por mí, y eso ya Dios lo había determinado, lo había destinado desde antes de la fundación del mundo. Eso está en Primera de Pedro, capítulo 1, verso 17 en adelante, donde nos hable él de la forma en que nosotros hemos sido rescatados del reino del maligno. Dice capítulo 1, verso 18 de Primera de Pedro, dice:

Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,

sino con la sangre preciosa de Cristo.”

¿Con qué hemos sido rescatados? Con la Sangre preciosa de Cristo:

Como de un cordero sin mancha y sin contaminación,

ya destinado desde antes de la fundación del mundo.”

¿Desde cuándo Cristo fue destinado como Cordero de Dios para morir en la Cruz del Calvario y rescatarnos? Desde antes de la fundación del mundo.

Pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros.”

Manifestado en los postreros tiempos que son los días postreros, los cuales comenzaron cuando Cristo estaba en la Tierra, porque los días postreros delante de Dios son los milenios postreros, los cuales son quinto milenio, sexto milenio y séptimo milenio.

Y cuando Cristo tenía de 3 a 7 años de edad comenzó el quinto milenio y por consiguiente comenzaron los días postreros, en los cuales la bendición de la reconciliación del ser humano se convertiría en una realidad, el ser humano tendría la oportunidad de ser reconciliado con Dios, recibiendo a Cristo como su Salvador, lavando sus pecados en la Sangre de Cristo y siendo bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautizará con Espíritu Santo y Fuego y así la persona obtendrá el nuevo nacimiento, y así entrará al Reino de Dios y así será y estará reconciliado con Dios para toda la eternidad.

Esa es la forma divina establecida para el ser humano ser reconciliado con Dios. De esto habló San Pablo en Romanos, capítulo 5, verso 8 en adelante, donde dice:

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira (seremos salvos de la ira de Dios).

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.”

El misterio de la reconciliación es que por medio de Jesucristo es que somos reconciliados con Dios. No hay otra forma para el ser humano ser reconciliado con Dios y ser restaurado a la Vida eterna.

El ser humano para ser reconciliado, primero tiene que ser perdonado y ser limpiado de todo pecado con la Sangre de Cristo; y para ser perdonado, la persona tiene que arrepentido de sus pecados venir a Cristo, recibirlo a El (a Cristo) como su Salvador, arrepentido de sus pecados, Cristo lo perdona, lo limpia con Su Sangre preciosa y la persona es bautizada en agua en el Nombre del Señor Jesucristo y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y así la persona obtiene el nuevo nacimiento, y así la persona entra al Reino de Dios, entra a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo, y queda dentro del Nuevo Pacto cubierto con la Sangre del Nuevo Pacto, que es la Sangre del Señor Jesucristo.

Por eso, Cristo hablando de Su Sangre, dijo en San Mateo, capítulo 26, versos 26 al 29:

Y mientras comían (esto fue en la última cena), tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.

Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;

porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”

Y ahora, la Sangre del Nuevo Pacto fue derramada en la Cruz del Calvario, la cual es la Sangre de nuestro amado Señor Jesucristo, la cual es derramada ¿para qué? Para remisión de los pecados.

Ninguna persona puede ser limpia de todo pecado, excepto por medio de la Sangre de Jesucristo nuestro Salvador.

Por lo tanto, todo ser humano necesita a Cristo para que Cristo lo perdone y lo limpie con Su Sangre preciosa y la persona sea bautizada en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautice con Espíritu Santo y Fuego, y así la persona obtenga el nuevo nacimiento, así la persona nazca del Agua y del Espíritu, y quede reconciliada con Dios, y quede así restaurada la persona a la Vida eterna.

Y ahora, ¿quiénes son y dónde están las personas que han obtenido el conocimiento de la verdad y han recibido a Cristo como su Salvador, han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo y han sido bautizados en agua en Su Nombre? Aquí estamos presentes, dándole gracias a Dios por habernos dado a conocer la verdad, la verdad del Padre y de Cristo Su Hijo, la verdad de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario.

Por lo tanto, hemos sido libertados, hemos sido libertados por Cristo, El nos ha libertado del Reino de las tinieblas y nos ha colocado Cristo en Su Reino. “Conoceréis la verdad y la verdad os libertará.”

Hemos sido libertados porque hemos conocido a Cristo que es la verdad, y hemos obtenido nuestra liberación; como el pueblo hebreo fue libertado del faraón y el reino del faraón, así hemos sido libertados nosotros del diablo, que es el faraón de este mundo y del reino del diablo, que es el reino de las tinieblas.

Y ahora, hemos sido colocados en el Reino de Jesucristo nuestro Salvador con Vida eterna. Toda persona que ha recibido a Cristo como su Salvador, ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo y ha sido bautizado en agua en Su Nombre y ha recibido Su Espíritu Santo tiene Vida eterna, y no perecerá jamás, vivirá eternamente con Cristo en Su Reino. Primera de Juan, capítulo 5, verso 10 en adelante, dice San Juan, en Primera de Juan, capítulo 5, verso 10 en adelante:

El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.

Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.”

Y ahora, toda persona que no tiene a Jesucristo, el Hijo de Dios, que no lo ha recibido como su Salvador, no tiene la vida, no tiene la Vida eterna, pero los que lo han recibido tienen la vida, la Vida eterna.

Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.”

Y ahora, podemos ver que en esta forma tan sencilla de creer en Jesucristo el Hijo de Dios, hemos obtenido el perdón de nuestros pecados, hemos sido lavados con la Sangre de Cristo, hemos sido justificados, o sea, hemos quedado como si nunca en la vida hubiésemos pecado, hemos sido bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo nos ha bautizado con Espíritu Santo y Fuego, y hemos obtenido el nuevo nacimiento, hemos nacido del Agua y del Espíritu y hemos entrado al Reino de Dios. Todo ha sido tan sencillo que hasta nos maravillamos de que algo tan grande haya sucedido en forma tan sencilla.

Así también fue nuestro nacimiento físico; en nuestro nacimiento físico encontramos que todo sucedió en forma sencilla; nuestros padres no tuvieron que ser científicos, pero vean lo que los científicos no pueden hacer, vean sucedió en forma tan sencilla que nosotros hemos aparecido en estos cuerpos mortales.

Y también es sencillo el nuevo nacimiento, el nacimiento en el Reino de Cristo, el cual Cristo efectúa en todos los que reciben a Cristo como su Salvador personal; es una Obra divina, es una Obra que hace Jesucristo en ustedes y en mí. “No es con ejércitos, no es con fuerza sino con mi Espíritu ha dicho Jehová de los Ejércitos” (Zacarías, capítulo 4, verso 1 al 14).

Así que es una Obra del Cielo, una Obra Celestial la que sucede para la persona nacer en el Reino de Dios; por lo tanto, colocando nuestras almas en las manos de Cristo, El se encarga de producir el nuevo nacimiento.

Por lo tanto, conociendo la verdad de Cristo y conociendo a Cristo como la única Verdad, entonces podemos obtener todas las bendiciones de Dios.

Y ahora, en Cristo están todas las verdades divinas, por lo tanto, de Cristo vendrá el conocimiento para conocer todas las verdades del Reino de los Cielos o Reino de Dios, y todos queremos conocer todas esas verdades.

EL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD.”

Ese conocimiento viene por medio del Espíritu Santo a cada uno de ustedes y a mí también. En San Juan, capítulo 14, verso 26 dice Cristo:

Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Y ahora, ¿quién es el encargado de enseñar todas las cosas, quién es el Maestro para darnos a conocer todas las cosas, para darnos a conocer la verdad? El Espíritu Santo, es el Espíritu Santo nuestro Maestro. También en San Juan, capítulo 15, verso 26 al 27, dice:

Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad (si es el Espíritu de verdad, el Espíritu Santo, ¿qué estará dando a conocer? La verdad)... el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.”

El Espíritu Santo da testimonio acerca de Jesucristo, y Jesucristo es la verdad.

Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.”

Y en San Juan, capítulo 16, versos 12 al 15, dice:

Aún tengo muchas cosas que deciros (o sea, que hay muchas cosas que Cristo dijo que tenía que darle a conocer a Su Iglesia, a los creyentes en El), pero ahora no las podéis sobrellevar.”

En aquellos días en que Cristo está hablando estas cosas, ellos no podían llevar, conocer estas cosas. No las pueden sobrellevar.

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad.”

¿Cómo pueden las personas obtener el conocimiento de la verdad? Por medio del Espíritu de la verdad, por medio del Espíritu Santo que estaría en la Iglesia del Señor Jesucristo guiando a la Iglesia a toda justicia y a toda verdad, y dándole a conocer toda la verdad divina, dándole a conocer las cosas que han de suceder. Vean, sigue diciendo:

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”

¿Quién es el que estará mostrando las cosas que habrán de venir? El Espíritu Santo. ¿Quién es el que estará dando testimonio de la verdad? El Espíritu Santo. ¿Quién será el que estará guiando a la Iglesia a toda la verdad? El Espíritu Santo. Eso es Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia. Su cuerpo físico glorificado está en el Cielo pero El está en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia guiando a Su Iglesia a toda la verdad; por lo tanto la Iglesia va obteniendo gradualmente el conocimiento de la verdad divina y de toda las cosas que han de suceder.

El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.”

Y ahora, hemos visto que es el Espíritu Santo el que es enviado para dar a conocer todas las cosas que han de suceder.

Y ahora, veamos aquí en Apocalipsis, capítulo 1, verso 1 al 3, dice:

La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,

que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.”

Y ahora, el Ángel del Señor Jesucristo es enviado por Cristo para dar a conocer, para manifestar todas estas cosas que deben suceder pronto. En Apocalipsis, capítulo 4, verso 1 también dice Cristo con esa Voz de Trompeta:

Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”

Y en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”

Y ahora, la pregunta es: ¿Y no era el Espíritu Santo el que iba a dar a conocer las cosas que iban a suceder pronto, y ahora Cristo envía a Su Ángel y dice que él es el que va a dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto? Es que en el Ángel del Señor Jesucristo viene el Espíritu Santo dando a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.

Este es el Ángel de Apocalipsis, capítulo 7, verso 2 en adelante que viene con el Sello del Dios Vivo para llamar y juntar ciento cuarenta y cuatro mil hebreos. El Sello del Dios Vivo es el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo en él estará dando a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto y estará llamando y juntando a todos los escogidos de Dios en este tiempo final. En Apocalipsis, capítulo 22, verso 16 también dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

¿Quién es el enviado de Jesucristo para dar testimonio de estas cosas que deben suceder? El Ángel del Señor Jesucristo. ¿Pero no era el Espíritu Santo el que vendría para dar a conocer todas las cosas que iban a suceder y guiar a la Iglesia? Claro que sí. Pero el Espíritu Santo viene en el Ángel del Señor Jesucristo manifestado dando a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.

Ahora, el Ángel del Señor Jesucristo no es el Señor Jesucristo, el Ángel del Señor Jesucristo es el Profeta final que Dios envía en carne humana en el tiempo final, el Profeta de la Dispensación del Reino con el Espíritu Santo y con los ministerios del Espíritu Santo manifestados en él, los ministerios de Moisés, de Elías y de Jesús, y bajo el ministerio del Espíritu Santo en el Ángel del Señor Jesucristo, la Iglesia obtiene el conocimiento de todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final luego de las que ya han sucedido en edades pasadas.

Y ahora, hemos visto cómo la Iglesia de Jesucristo en este tiempo final obtendrá el conocimiento y la verdad de las cosas que no habían entendido en otros tiempos pasados en adición a las cosas que ya ha entendido en tiempos pasados.

Y ahora, hemos visto nuestro tema: “EL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD.”

Por lo tanto, ahora en este tiempo final, todas las cosas que deben suceder pronto, Cristo las estará revelando por medio de Su Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero, a través del cual estará dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y estará guiando a Su Iglesia a toda justicia y a toda verdad, dándole el conocimiento de toda la verdad.

EL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD.”

Y ahora, teniendo el conocimiento de la verdad toda persona que ha recibido a Cristo como su Salvador, ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo y ha sido bautizado en agua en Su Nombre y Cristo lo ha bautizado en Espíritu Santo, esa persona ha obtenido el nuevo nacimiento, esa persona ha entrado al Reino de Dios, esa persona ha sido reconciliada con Dios y tiene Vida eterna, y está dentro del Nuevo Pacto, dentro del Pacto Divino correspondiente a este tiempo, o sea, a la Dispensación de la Gracia y a la Dispensación del Reino y está cubierta con la Sangre del Nuevo Pacto que es la Sangre de Jesucristo nuestro Salvador, y por consiguiente ha sido reconciliada con Dios.

Pero toda persona que no ha recibido a Cristo, todavía no está reconciliada con Dios, no tiene Vida eterna, sus pecados están todavía en él, por lo tanto necesita recibir a Cristo como su Salvador, para que Cristo lo perdone, lo limpie con Su Sangre preciosa y sea bautizado en agua en Su Nombre, y Cristo lo bautice con Espíritu Santo y Fuego, y quede reconciliada con Dios (la persona) y quede sellada con el Sello del Dios Vivo y tenga Vida eterna, y luego cuando llegue el momento de la transformación de los creyentes en Cristo, sea transformada la persona y tenga un nuevo cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado.

Por lo tanto, toda persona que todavía no ha recibido a Cristo como su Salvador, lo puede hacer en esta ocasión.

Y ahora, los que han recibido a Cristo como su Salvador ya tienen Vida eterna. ¿Dónde están las personas que ya tienen Vida eterna? Aquí estamos presentes en esta ocasión.

Todavía hay lugar en el Reino de Cristo, hay lugar y por lo tanto los que todavía no han recibido a Cristo lo pueden hacer en esta ocasión. Cuando el siervo, el Espíritu Santo fue al Padre y le dijo: “He hecho todo lo que dijiste y todavía hay lugar en la casa.” Está hablando de nuestro tiempo. Hay lugar todavía en nuestro tiempo, hay lugar en la Casa de Dios, en la parte de la Edad de la Piedra Angular, y por lo tanto reciba a Cristo como su Salvador, para que entre a la Casa de Dios, la Iglesia de Jesucristo, el Reino de Dios con Vida eterna.

Y ahora, toda persona que desea recibir a Cristo como su Salvador puede levantar su mano y el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín estará orando por ustedes, para que Cristo lo reciba, le perdone sus pecados y lo limpie con Su Sangre preciosa y sea bautizado en agua en el Nombre de Jesucristo, y Cristo lo bautice con Espíritu Santo y Fuego, y así obtenga el nuevo nacimiento y entre al Reino de Dios, y así obtenga Vida eterna y sea reconciliado con Dios.

Muchas gracias por vuestra amable atención amados amigos y hermanos presentes, y dejo al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para que ore por las personas que recibirán a Cristo como su Salvador personal, para que así reciban salvación y Vida eterna, y tengan la esperanza de una Vida eterna con un cuerpo eterno en el Reino de Cristo.

Vamos a dejar al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín aquí, para orar por las personas que recibirán a Cristo como su Salvador personal, luego de haber escuchado y haber obtenido el conocimiento de la verdad, y así saber porqué usted necesita recibir a Cristo como su Salvador personal.

Con nosotros nuevamente el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín.

Muchas gracias por vuestra amable atención y continúen pasando un día lleno de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.

EL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD.”