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| Los Obreros del Día Postrero | 2002-09-14 | 1 | Villahermosa | Tabasco | MX | 00:00:00 | false |
(Nota - Audio de origen comienza cortado)... con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Reciban también saludos de mi esposa Erica y también de mis niñas América y Yahannah Gabriela.
Dice la Escritura... dice Jesús en San Lucas, capítulo 2, verso 49:
“Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?”
“LOS OBREROS DEL DÍA POSTRERO.”
Nuestro amado Señor Jesucristo vino a la Tierra con un propósito divino: vino para trabajar en los negocios de nuestro Padre Celestial y hacer las obras de nuestro Padre Celestial. Las obras que eran realizadas por Jesucristo eran las obras de Dios prometidas para ser hechas por Dios en ese tiempo, y estaban siendo hechas por el mismo Dios, a través de carne humana, a través de Jesucristo nuestro Salvador, el cuál siempre estuvo en los negocios de Su Padre, en los negocios del que lo envió a la Tierra.
Y ahora, El ha enviado a la Tierra a cada alma de Dios que El Padre le ha dado para que le dé Vida eterna, lo ha enviado a la Tierra a cada persona escrita en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, para que haga contacto con el Programa divino y entre a la Obra de Dios del tiempo que le toca vivir, en donde todos los que entran al Programa de Dios del tiempo que les toca vivir, están trabajando en la Obra del Señor.
Y nos conviene estar en los negocios de nuestro Padre Celestial, trabajando en Su Obra de tal modo que Jesucristo en Espíritu Santo haga la Obra correspondiente a nuestro tiempo, ¿a través de quién? A través de ustedes y de mí, porque somos Sus manos, Sus ojos, Sus pies, somos la parte física que El tiene aquí en la Tierra para El manifestarse y obrar a través de nosotros.
Y ahora, ¿nos conviene estar dónde? En los negocios de nuestro Padre Celestial, que son los negocios de Cristo ¿dónde? En Su Iglesia. Vean, ¿dónde estaban los negocios del Padre, cuando Jesús dijo estas palabras? Estaban en la tierra de Israel, que es el Israel terrenal.
Y ahora, ¿dónde están los negocios del Señor Jesucristo? En Su Iglesia. Y es en Su Iglesia que nos conviene estar trabajando en Su Obra todos los días de nuestra vida, sabiendo que nuestro trabajo en el Señor no es en vano. ¿Eso esta dónde? En Primera de Corintios, capítulo 15, verso 58. Y vean cómo Pablo sabía eso, pues Cristo mismo dijo en San Mateo, capítulo 16, versos 26 en adelante: “¿De qué le vale al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre...” Vamos a leerlo tal y como está aquí:
“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.”
Y en Apocalipsis, capítulo 22, verso 12, Cristo dice:
“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.”
Y Cristo mismo había dicho que el obrero es digno de su salario. Eso está también en San Mateo, capítulo 10, verso 10, y San Lucas, capítulo 10, verso 17. Y si el obrero es digno de su salario, entonces a los obreros, los que han trabajado en la Obra de Cristo, Cristo les recompensará cómo El lo ha prometido; nos dará conforme a cómo El ha prometido y la Vida eterna. Viviremos eternamente con Cristo en Su Reino, nos colocará en una posición importante cómo El lo ha prometido y disfrutaremos en Su Reino todo el gozo que El tiene preparado para cada uno de ustedes y para mí también.
Por lo tanto, adelante trabajando en la Obra de Cristo en las diferentes formas en que se trabaja en la Obra de Cristo.
En este tiempo Cristo ha enviado más obreros a Su Obra, no solamente ministros, y no solamente ayudantes de ministros, sino también hermanos y hermanas para estar brazo a brazo con los ministros y el Mensaje del Día Postrero, trabajando en la Obra del Señor.
Cristo dijo en una ocasión que la Obra era grande y que los obreros eran pocos, y pidió que oraran para que el Padre enviara más obreros a Su viña, a Su Obra.
Y ahora, nosotros hemos dicho: ¡Presente! En este tiempo final, y aquí estamos trabajando en la Obra de nuestro amado Señor Jesucristo. Y yo les digo: “Y vuestro trabajo no es en vano.” Vean, es el único trabajo que no es en vano: el que hacemos en la Obra de Cristo.
El ser humano trabaja, estudia, se prepara y trabaja y gana mucho dinero y después que se muere pasa a otra dimensión, no tiene el trabajo que tenía, la profesión que tenía tampoco la tiene, allí no necesitan su profesión, no tiene el dinero que tenía acá. Vean, de qué le valió su estudio o sus estudios y su trabajo, trabajó y trabajó ¿para qué? Para comer y vestir. Pero el que ha trabajado en la Obra de Cristo su trabajo no es en vano, será recompensado por Cristo nuestro Salvador.
Pero vean, los que no ha trabajado por Cristo, no han trabajado por Dios; miren el hombre rico, no trabajó por Dios y cuando fue al infierno era tan pobre que no tenía ni para un vaso de agua, ni tampoco lo había allí; se conformaba con que Lázaro fuera con su dedo mojado en agua para colocarlo en su lengua, y tampoco le fue concedido, ¿de qué le valió el dinero? De nada.
Pero Lázaro, aunque era pobre servía a Dios, amaba a Dios, y cuando murió fue llevado por los Ángeles al Seno de Abraham. Toda persona que vive en esta Tierra al momento de su partida quiere que Dios le envíe Ángeles para que lo lleven al Paraíso, pero no a todo mundo le llegan Ángeles de Dios para llevarlos, llevarlo al Paraíso; al hombre rico le llegaron ángeles, pero malos, para llevarlo al infierno; pero a Lázaro Dios le envió Ángeles para que lo llevarán al Paraíso.
Y todos los que trabajan en la Obra de Cristo, los cuáles han recibido a Cristo como su Salvador, han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, han sido bautizados en agua en Su Nombre, y han recibido Su Espíritu Santo y luego han estado en la Obra de Cristo trabajando, esas personas cuando les toca partir, Cristo les envía Ángeles para que los lleven al Paraíso.
Así que, podemos ver que es una bendición grande ser un creyente en Cristo, y trabajar en la Obra de Cristo, y así estar en los negocios de nuestro Padre Celestial, los negocios de nuestro amado Señor Jesucristo.
Y ahora, ¿dónde están los obreros del Día Postrero que están trabajando en la Obra de Cristo, en los negocios de nuestro amado Señor Jesucristo? Pues aquí estamos en este tiempo final, en el Día Postrero, el séptimo milenio de Adán hacía acá, trabajando en la Obra del Señor, en la Viña del Señor, y conscientes de que aunque no le hemos pedido a Cristo que nos recompense ya El lo prometió, sin nosotros pedirlo.
Ahora, podemos estar tranquilos trabajando en la Obra de Cristo sabiendo que El nos ayudará en todo, y sabiendo que hemos sido llamados por Cristo para trabajar en Su Obra en este tiempo final. En otras edades otros trabajaron, y ahora, ¿les a tocado a quiénes trabajar en la Obra de Cristo? A todos nosotros, hombres y mujeres creyentes en Cristo nuestro Salvador.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes: damas, maestras y hombres y mujeres del Evangelio del Reino, ha sido una bendición grande estar con ustedes, dándoles testimonio de: “LOS OBREROS DEL DÍA POSTRERO.”
¿Y quiénes son esos obreros del Día Postrero? Somos nosotros, trabajando en la Obra de nuestro amado Señor Jesucristo, trabajando en la Iglesia del Señor Jesucristo en la creación de una Nueva Raza que El está llevando a cabo; en esa labor que El está llevando a cabo nosotros estamos brazo a brazo con Cristo trabajando en Su Obra, llevando el Mensaje, para que llegue al alma de las personas y Cristo llame esas personas, y los salve, y produzca en ellos en nuevo nacimiento, y así produzca esa Nueva Raza en esta Tierra con seres humanos.
Recuerden que El está creando una Nueva Raza, la cual es Su Iglesia; primero nos da el cuerpo angelical, y después nos dará el cuerpo físico glorificado. Cuando tengamos el cuerpo físico glorificado seremos una Super Raza, con el poder de Dios manifestado en nosotros en toda su plenitud, porque tendremos la doble porción; la primera porción es el Bautismo del Espíritu Santo, donde obtenemos el cuerpo angelical, y la segunda porción es el cuerpo físico glorificado.
Así que, en la creación de esta Nueva Raza nosotros estamos trabajando en esa Obra de Cristo nuestro Salvador, pero El es el que crea esa Nueva Raza.
Así que, trabajando en la Obra de Cristo, continuemos hacía adelante valientes de este tiempo final, obreros del Día Postrero.
Que Dios les bendiga, que Dios les guarde, y hasta mañana Dios mediante en que estaré con ustedes en la actividad de mañana domingo en la mañana. Oren mucho por mí, para que Dios me dé todo lo que debo hablar mañana domingo. El tema ya lo tenemos, el tema de mañana domingo es muy importante: “DIOS ESTÁ CON NOSOTROS.”
Vean, la humanidad se pregunta: ¿Dónde está Dios? Mandan los cohetes para diferentes lugares; y los Rusos decían, algunos dijeron que estuvieron allá en la luna y no encontraron a Dios. Pero Dios está en Su Iglesia.
Así que, vean lo sencillo que es encontrar a Dios: El está en Su Iglesia en Espíritu Santo realizando la creación de una Nueva Raza.
Así que, Dios les bendiga, Dios les guarde, y oren mucho por mí para la actividad de mañana domingo y también la actividad que tenemos acá con los ministros en esta tarde, donde el tema es realmente importante, el tema es: “EL ENVIADO DEL SEÑOR JESUCRISTO.”
Bueno, que Dios les bendiga, que Dios les guarde y dejó nuevamente aquí con nosotros a Fidelina para continuar.
Que Dios les bendiga y les guarde.
“LOS OBREROS DEL DÍA POSTRERO.”