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Prosigo adelante - Via telefonica 2002-08-16 1 Cayey PR 00:00:00 false true

Muy buenos días, amados ministros, compañeros en este Día Postrero en el Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia del Señor Jesucristo, reunidos en Guatemala, República de Guatemala; es para mí una bendición grande dirigirme a ustedes, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

La lectura que tenemos para esta ocasión es Filipenses, capítulo 3, verso 7 al 14, donde dice:

Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.

Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,

y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;

a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,

si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.

No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás,

y extendiéndome a lo que está delante,

prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”

El tema es: “PROSIGO ADELANTE.”

En el Programa Divino siempre hay que seguir adelante, porque en el Programa Divino hay una meta divina, y esa meta es que todos lleguemos a ser a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo; y por consiguiente hay un Programa para llegar a esa meta, y ese Programa es el que está desarrollándose en la Iglesia del Señor Jesucristo, el cual Cristo en Espíritu Santo está llevando a cabo.

Y en ese Programa El llama y junta a todas las personas escritas en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, los llama y los junta en Su Cuerpo Místico de creyentes; el llamado lo escuchan a través de la predicación del Evangelio y reciben a Cristo como su Salvador, son llamados arrepentidos de sus pecados, bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y reciben el bautismo del Espíritu Santo, reciben el bautismo del Espíritu Santo y obtienen el nuevo nacimiento y obtienen un cuerpo angelical teofánico de la sexta dimensión, igual al cuerpo angelical de nuestro amado Señor Jesucristo.

Y luego que se complete el número de los escogidos de Dios en la Iglesia de Jesucristo, luego Cristo se levantará del Trono del Padre, resucitará a los muertos creyentes en El en cuerpos glorificados, y a nosotros nos transformará, y todos entonces habremos llegado a la meta: a ser a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo.

Por lo tanto, como individuos proseguimos adelante hasta llegar a la meta de ser a imagen y semejanza de Cristo; y como Cuerpo Místico de creyentes seguimos adelante hasta que Cristo complete Su Iglesia y llegue a ser el Cuerpo Místico perfecto de Cristo; y como edad hemos llegado a la Edad de la Piedra Angular, la edad perfecta, en donde todos llegaremos a la meta, todos llegaremos a la perfección.

Por lo tanto, proseguimos adelante en el Programa Divino hasta obtener nuestra transformación, hasta obtener la imagen y semejanza de Cristo nuestro Salvador; y así habremos llegado al cumplimiento pleno del Programa de Dios para con nosotros. Así que adelante trabajando en el Cuerpo Místico de Cristo, todavía Cristo está en el Lugar Santísimo haciendo intercesión por cada persona que tiene su hombre escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, tanto por los que ya están como también por los que han de venir. Por lo tanto, El hace intercesión por los que ya están, por los cuales ya ha hecho intercesión, y sigue haciendo intercesión en cada ocasión en que confiesan a Cristo sus faltas, errores y pecados, y Cristo con Su Sangre nos limpia de todo pecado.

Y ahora, falta un grupo todavía que no sabemos de cuántas personas por llegar al Cuerpo Místico de Cristo. Por eso llevamos el Evangelio de la Gracia juntamente con el Mensaje del Evangelio del Reino por todos los lugares, y así cae la Lluvia Temprana y Tardía en esta Tierra, en el territorio latinoamericano y caribeño principalmente, y de ahí se extiende a otros países y continentes, para que así sean llamados y juntados los escogidos de Dios de este tiempo final.

Por lo tanto, llevando el Mensaje es que van a escuchar la Voz de Cristo, y van así a ser llamados y juntados en el Cuerpo Místico de Cristo los que faltan por ser llamados y juntados, y se va a completar la Iglesia de Jesucristo, se va a completar el grupo de los escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.

Después el próximo llamado que habrá será para ciento cuarenta y cuatro mil hebreos. Por lo tanto, en el momento, en la actualidad, el llamado es para los escogidos que forman la Iglesia de Jesucristo, los últimos escogidos que en el Cuerpo Místico de Cristo serán colocados en este tiempo final, que son los correspondientes a la Edad de la Piedra Angular, la edad perfecta del Cuerpo Místico de Cristo, o sea, de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Así como encontramos que Elías estuvo en el Monte de Dios, que es el Monte Sinaí, el Monte Horeb, él se fue allá al Monte Horeb cuando Jezabel lo perseguía, y allí se quedó en una cueva, y Dios le habló y le dijo: “Elías, ¿qué haces aquí?” Ahora vean dónde fue hallado Elías: Elías es hallado en el Monte de Dios, el Monte Sinaí; y el Monte Sinaí ahora es tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Vean dónde aparece Elías, el ministerio de Elías en el Nuevo Testamento. Después de ser visto en medio del pueblo hebreo a través de Juan el Bautista, luego aparece en la séptima edad de la Iglesia, en el Rvdo. William Branham en el Monte de Dios; y luego cuando desaparece, termina su ministerio el Rvdo. William Branham, desaparece de la vista de los seres humanos el ministerio de Elías, ¿y dónde estará? Pues estará en el Monte de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo, estará en una cueva, o sea, estará dentro del Monte en la Edad de la Piedra Angular, ahí es donde sube y se esconde de la vista de los que lo habían visto manifestado a través del Rvdo. William Branham.

Luego Dios le dice a Elías: “Elías, ¿qué haces aquí? Ahora, en la Iglesia del Señor Jesucristo ¿qué haría Elías dentro de una cueva? Escondido del pueblo hebreo, los cuales lo rechazaron cuando vino manifestado en Juan el Bautista. Encontramos que Elías estará allí por un motivo.

Pero ahora pasa delante de Elías un viento recio que rompía las rocas, y dice: “Y Dios no estaba allí.” Luego pasó un terremoto y Dios no estaba allí; y luego pasó un fuego y Dios no estaba allí. Ahí tenemos en el viento recio... eso está en Primera de Reyes, capítulo 19; en el viento recio, ahí tenemos el movimiento luterano; luego en el terremoto tenemos el movimiento wesleyano con la edad wesleyana; y luego en el fuego tenemos la edad pentecostal. Ahora vean, y Dios no estaba allí. Luego viene el silbo apacible, y allí sí estaba Dios. Vean, en Primera de Reyes, capítulo 19, verso 8 en adelante, dice:

Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.

Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.”

Para este tiempo final el último de los profetas de Dios será aquél en quien estará el ministerio de Moisés, de Elías y de Jesús, y estará en el Monte de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo. Por eso el Rvdo. William Branham dice que así también como los hebreos, los judíos, trajeron el Evangelio a los gentiles, los gentiles lo llevarán a los hebreos. Y sabemos que el Evangelio, el Mensaje llevado a los hebreos es por medio de los ministerios de Moisés y de Elías.

Ahora, continuando aquí lo que estamos leyendo, dice:

El (Dios) le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.

Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.

Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?

El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.

Y le dijo Jehová: Vé, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria.

A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar.”

Ahora vean ahí cómo Dios estaba en el silbo apacible. El Rvdo. William Branham hablándonos acerca de este silbo apacible nos dice que es necesario hallar y escuchar ese silbo apacible. Ese silbo apacible es Dios hablando en este tiempo final a Su pueblo, a Su Iglesia. Sin ese silbo apacible es imposible que el pueblo de Dios escuche la Voz de Dios en este tiempo final. En el silbo apacible es que Dios está en este tiempo final hablándole a Su pueblo, a Su Iglesia, y revelándole todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final. En ese silbo apacible y bajo ese silbo apacible es que Dios habla a Su pueblo, y nosotros proseguimos hacia adelante escuchando la Voz de Cristo en este tiempo final. Es una voz suave, es una Voz para la Iglesia de Jesucristo.

Vean, en el Mensaje: “¿Qué haces aquí?...” o sea, hablando de Elías, cuando Dios le dice: “¿Qué haces aquí Elías?” En el Mensaje “¿Qué haces aquí?” Predicado por el Rvdo. William Branham en el año 1959 en primero de marzo de 1959, en la página 10, párrafo 94, dice:

Hay una sola cosa por hacer. Dios, llévame a una cueva en donde pueda encontrarlo. Consigamos esa Voz suave y apacible, ese algo que pone dulzura a la vida, ese algo que aunque hablare en lenguas humanas y angélicas, y no tengo eso, usted no es nada; aunque usted profetice y hable en lenguas, en otras señales y maravillas, y obre milagros y haga grandes señales, pero si esa pequeña Voz suave y apacible no está allí, usted no es nada. Lo dice la Escritura. Eso es lo que estamos escuchando.

Hemos tenido los truenos, hemos tenido fuego, hemos tenido vientos recios y terremotos. Pero Dios, envíanos esa Voz suave y apacible. Eso es lo que necesitamos. Escúcheme hermano:

Necesitamos esa Voz suave y apacible que habla. La Biblia dice de Jesús: No alzará Su Voz ni la hará oír en las calles. El fue nuestro modelo. Mírelo a El, Su Espíritu fue comparado con el de una dulce paloma.”

Ahora, vean ustedes, dice nuestro hermano Branham que lo que necesitamos es esa Voz dulce y apacible. Ya se ha pasado por la etapa del viento recio que fue la edad luterana, se ha pasado por la etapa del terremoto fuerte que fue en la etapa wesleyana, y se ha pasado ya por la etapa del fuego, que fue en la etapa de la edad pentecostal.

Y ahora, estamos en el tiempo de la Voz suave, la Voz apacible, que es lo que necesita la Iglesia del Señor Jesucristo, y eso es para la etapa de la Edad de la Piedra Angular; en las otras etapas encontramos el viento recio en la etapa luterana, en la etapa wesleyana encontramos el terremoto, en la etapa pentecostal encontramos el fuego; y ahora en la etapa de la Edad de la Piedra Angular encontramos la Voz apacible, y con ella proseguimos adelante escuchando todas estas cosas que deben suceder pronto.

Y continuemos hacia adelante trabajando en la Obra de Jesucristo nuestro Salvador. Por lo tanto, adelante, trabajando en la Obra de Cristo como ministros de nuestro amado Señor Jesucristo en la Iglesia del Señor Jesucristo. Y que Dios les bendiga y los use grandemente en Su Obra ahí en Guatemala y en todos los demás lugares que ustedes lleven el Mensaje.

Y Andrés Cruz, que Dios te bendiga, te use grandemente en Su Obra en este tiempo final, tanto en México como en Guatemala y demás países de la América Latina y el Caribe, y cualquier otro país que vayas llevando el Mensaje; y también allá en Norteamérica. Si Tirzo está entre ustedes en estos momentos, que tenga un feliz cumpleaños hoy viernes, y que Dios lo use grandemente también en Su Obra.

Ministros, compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo, todos ustedes son estrellas en el Cielo Espiritual, estrellas de las que habló Dios a Abraham, de que su simiente sería como las estrellas del Cielo.

Por lo tanto, adelante resplandeciendo con el Mensaje de la Voz suave y apacible en este tiempo final. Y que Cristo los use grandemente en Su Obra en este tiempo final.

Muchas gracias por vuestra amable atención, y dejo nuevamente los micrófonos a Guatemala.

Que Dios les bendiga y les guarde a todos.

PROSIGO ADELANTE.”