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Conociendo el Programa Divino 2002-07-06 4 Villahermosa Tabasco MX 01:11:46 false true

Muy buenas tardes, amados ministros, compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo en la Edad de la Piedra Angular; es para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final, Programa que todo ministro debe conocer.

Nuestro tema es: “CONOCIENDO EL PROGRAMA DIVINO.” Para lo cual leemos en Apocalipsis, capítulo 1, versos 12 en adelante, donde dice:

Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,

y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;

y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.

Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;

y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por

los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.

El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

CONOCIENDO EL PROGRAMA DIVINO.”

En el libro del Apocalipsis, que es la revelación que fue dada a Juan el Apóstol por medio del Angel de Jesucristo, está contenido todo el Programa Divino. Y todo el Programa Divino que Dios llevaría a cabo en la Dispensación de la Gracia y en la Dispensación del Reino, en Su Iglesia está contenido en esta revelación de Jesucristo que Dios le dio a Juan por medio del Angel del Señor Jesucristo.

Y ahora, vemos a Jesucristo obrando por medio de Su Angel en el Nuevo Testamento, así como Dios obró por medio del Angel de Jehová en el Antiguo Testamento.

Y ahora, todo el Programa Divino que debe conocer la Iglesia de Jesucristo está contenido en esta revelación de Jesucristo, dada por el Angel de Jesucristo al Apóstol San Juan.

Y ahora, Juan el Apóstol fue el último de los Apóstoles, el cual estuvo vivo para recibir esta revelación de Jesucristo por medio del Angel del Señor Jesucristo; y así como le fue prometido a Juan el Apóstol por Cristo, cuando dijo: “Yo quiero que él quede hasta que yo venga.” Como también dijo en otra ocasión: “Algunos de los que están aquí no gustarán la muerte, hasta ver al Hijo del Hombre viniendo en Su Reino con Sus Angeles.” Esto está por ahí por el capítulo 16 y 17, de San Mateo. En el 16 dice que el Hijo del Hombre vendrá con Sus Angeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. Capítulo 16, verso 26 en adelante, dice, vamos a ver:

Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.

De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.

Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;

y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.

Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.

Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.”

Aquí se cumplió lo prometido por Cristo, que algunos de los que estaban allí no gustarían la muerte hasta ver al Hijo del Hombre viniendo en Su Reino, ellos lo vieron en esa visión del monte de la transfiguración; por lo tanto, ellos son tipo y figura de los que estarán vivos en el Día Postrero, cuando se cumpla esa visión, cuando se cumpla eso que fue allí presentado.

Allá fue una visión. Para este tiempo final esa visión se convertirá en una realidad para la Iglesia del Señor Jesucristo, y los que están vivos estarán experimentando lo que Pedro, Jacobo y Juan vieron allí en visión, lo estarán experimentando en el cumplimiento de lo que fue mostrado en aquella visión. Por lo tanto, estarán viendo aquella visión siendo confirmada, siendo vindicada, siendo cumplida en este tiempo final.

Y ahora, vean, como le habían hablado a Cristo, diciendo: “Algunos...” No dijo: “Uno de los que están aquí.” Sino: “Algunos de los que están aquí.” Por lo tanto, eran Pedro, Jacobo y Juan.

Pero luego en San Juan, antes de Cristo irse al Cielo, luego de la pesca milagrosa, encontramos que Jesús va con Pedro caminando, y Pedro ve que Juan sigue detrás de ellos, y le pregunta a Jesús: “Señor, ¿qué de éste?” Jesús le dice: “¿Qué a ti? Si yo quiero que él quede hasta que yo venga.” Por eso muchos pensaron que Juan no moriría, y por consiguiente que la Venida del Señor era para aquellos días, la Segunda Venida de Cristo.

Pero esa promesa le fue cumplida a Juan en una Isla, en la Isla de Patmos, cuando Cristo, el Angel fuerte que desciende del Cielo, en Apocalipsis, capítulo 10, descendiendo del Cielo fue a Juan y le entregó el Título de Propiedad, y todavía eso es una visión; la realidad es para ser cumplida en este tiempo final. Por eso Juan el Apóstol representa la Iglesia del Señor Jesucristo, por eso Juan es el discípulo amado, porque la Iglesia de Jesucristo es Su Iglesia amada.

Y Juan el Apóstol, Juan el Apóstol según la carne es primo de Jesús, primo hermano, porque Salomé, la madre de Juan el Apóstol y de Santiago, es hermana de la virgen María; según la carne para todos los de aquel tiempo, Jesús y Jacobo, y Juan, eran familia, eran de la familia, eran primos.

Así que vean ustedes, Jacobo y Juan también pertenecen a la realeza de David, son descendientes del rey David, con razón estaban buscando la bendición de la derecha y de la izquierda. Podían decir: “Si nosotros somos descendientes del rey David también, y nosotros reconocemos que el heredero al Trono es Jesús, nuestro primo; por lo tanto queremos una bendición ahí en ese Reino, porque somos también de la realeza del rey David.”

Y ahora, la Iglesia del Señor Jesucristo es de la realeza, está escrita en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero y estaba con Cristo eternamente. Por eso cuando Cristo vino, vinimos nosotros con El; cuando Cristo tuvo Su ministerio, ahí estábamos con El en ese ministerio; cuando Cristo murió o cuando Cristo entró a Jerusalén montado en un burrito, allí estábamos con El; cuando Cristo fue rechazado, también fuimos rechazados con El; cuando Cristo fue tomado preso, juzgado y condenado, allí también nosotros estábamos con El; cuando Cristo fue rechazado también, juzgado y rechazado por Pilato y condenado a la muerte, ahí estábamos con El también.

Vean, el pueblo hebreo así como rechazó a Cristo, rechazó la Iglesia del Señor Jesucristo, el pueblo hebreo como nación, y el pueblo hebreo con su religión hebrea, la religión del Judaísmo, rechazaron a Cristo y rechazaron también la Iglesia de Jesucristo, la cual nació el Día de Pentecostés, pero la cual estaba en Cristo, de Cristo nació, de Cristo vino, de Cristo surgió la Iglesia, los creyentes en Cristo. Y también fue perseguida por el judaísmo, y después perseguida por roma.

Por eso, vean ustedes, así como Roma representada en Pilato, condenó a Cristo a la muerte, aunque no halló culpa en El para crucificarlo, para matarlo, no halló motivo de muerte, con todo y eso lo hizo; y en la Iglesia del Señor Jesucristo el imperio romano no halló culpa para destruir la Iglesia, pero con todo y eso persiguió la Iglesia, y ya sabemos la historia del imperio romano en contra de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Como también tenemos y sabemos la historia del imperio romano contra Cristo; como también tenemos la historia de la religión hebrea, del judaísmo, contra Cristo y contra la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ahora, vean ustedes, así como Eva estaba en Adán, la Iglesia estaba en Cristo, porque la Iglesia es la Segunda Eva y Cristo es el Segundo Adán. Dios tenía en Adán a Eva, el espíritu femenino que estaba en Adán sería el que Dios tomaría, y del costado de Adán tomaría una costilla y formaría una mujer, una compañera idónea para Adán, y colocaría su espíritu en esa compañera que Dios la haría a Adán; y entonces la presentó a Adán.

Y en Jesucristo estaba el Espíritu que Dios colocaría en Su Iglesia. Por eso es el Espíritu de Cristo, el Espíritu del Hijo de Dios, el que ha venido a la Iglesia del Señor Jesucristo. Eso está por ahí en Gálatas, capítulo 4, verso 6, y otros lugares más. Capítulo 4, verso 6, dice.

Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!”

Cuando dice: “Abba, Padre.” No es que está diciendo dos cosas, sino cuando dice: “Abba,” eso es: “Padre.” Está diciéndolo ahí en Hebreo y después tenemos la traducción al español.

Y ahora, también Cristo encontramos que en algunas ocasiones usó aun otros idiomas. Por ejemplo en la Cruz El dijo: “Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?” ¿Y eso en qué idioma es? Búscalo por ahí Miguel a ver... búscalo por ahí, y después cuando lo tengas ahí se los pasamos. Eso está por ahí cuando fue crucificado el Señor Jesucristo.

Y también encontramos que en una ocasión cuando Jesús fue a resucitar a alguien, a una niña... vamos a ver, vamos a ver... después, yo creo que para otra ocasión podemos buscar ahí el significado de eso y en qué idioma está; porque ahí los que estaban allí presentes no entendieron y dijeron: “Está llamando a Elías.” Como dice: “Eloi.”

Ahí buscaremos después en otra ocasión, es para que luego tengamos el cuadro claro, y veamos que Jesús en algunas ocasiones habló cosas... cuando resucitó a una niña

¿fue? Búscate eso también. Mateo 5:41. ¿Mateo? En Mateo y en otro lugar también dice... Mateo 5... ¿Marcos qué? 5. Hay dos lugares entonces. 5:41, vamos a ver lo que dice por aquí:

Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate.”

Vean, con dos palabras nada más todo lo que dijo, cuando la traduce al español mire tan largo que es la oración ahí. Yo creo que eso es bueno, hacer buenas asignaciones para las reuniones de ministros. ¿La otra es 14 ó 15 de Marcos? “Eloí, Eloí.” ¿Dónde es, Marcos qué? 15:

Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”

Citando ahí Cristo... pero vean, lo cita usando palabras que ellos, los que estaban allí no comprendían. Si, Dios, pues, Eloí y todo lo que diga El... en hebreo, sí. Elí también era el sumo sacerdote del cual después Samuel fue su ayudante.

Ahora, podemos ver en todo esto que Cristo obraba en cierta forma, cumpliendo lo que estaba escrito, estaba cumpliendo ahí uno de los salmos, hablando como el salmista había dicho. Y el eunuco si llegaba a leer de esta Escritura, podía decirle también a Felipe: “Y esto aquí, ¿de quién está hablando?” Felipe le iba a decir enseguida: “Está hablando del Mesías, de Jesús, esto fue lo que dijo Jesús cuando estaba en la Cruz.” Porque esto estuvo reflejado en el rey David, era un reflejo en David, era Cristo en David reflejándose y mostrando lo que iba a hacer más adelante.

Vean, cuando el Angel de Jehová, el Angel del Pacto se hizo carne, ya había reflejado todo lo que El iba a hacer cuando se hiciera carne. Y tenemos la promesa que el Espíritu Santo se hará carne en el tiempo final, pero ya todo lo que va a hacer ya está reflejado, tanto en los Profetas del Antiguo Testamento como en los Mensajeros del Nuevo Testamento, los Apóstoles y los Angeles Mensajeros, y aun en el mismo Jesús El reflejó cosas que corresponden a este tiempo final.

Y de esas cosas, pues no quiero hablar mucho, porque hay cosas que no están cumplidas todavía y tienen que ser cumplidas, y para que se cumplan entonces las dejamos quietecitas ahí, ni las mencionamos cuáles son, para cuando se cumplan, pues entonces digamos: “Pero no sabíamos que eso iba a ser hecho.” Pero van a ser hechas algunas cosas que fueron reflejadas en nuestro amado Señor Jesucristo.

Ahora, el Programa Divino hay que conocerlo, hay que conocer la historia del Programa Divino que se llevaba a cabo en tiempos pasados, hay que conocer el Programa Divino que se llevó a cabo en el Antiguo Testamento, el Programa Divino que se llevó a cabo desde el Génesis hasta Juan el Bautista, el Programa Divino que se llevó a cabo a través de Jesús, el Programa Divino que se llevó a cabo con el precursor y con el precursado: Juan y Jesús, que según la carne pues también eran parientes.

Y ahora, esto nos muestra una cosa: que el precursor y el precursado estaban en el mismo pueblo de Dios. Eso es así para el tiempo pasado de Juan el Bautista y Jesús, y eso es así para el tiempo final: ambos tendrán que estar en el mismo pueblo, el cristianismo.

Y ahora, el Rvdo. William Branham dijo: “Este Mensaje, aunque yo no esté presente, éste Mensaje precursará Su Venida.”

¿Y cómo un mensaje va a precursar la venida de alguien que viene después, del que vino a preparar el camino? Ese misterio lo comprenderá el que vendrá después del precursor.

Así que, él sabrá, y todo el mundo verá ese Mensaje precursando Su Venida. El mecanismo él lo reservará. Dice nuestro hermano Branham, vamos a ver, y aquí está la parte más incomprensible para la mente humana, pero es tan sencillo que se cumplirá en esa forma. Esto no lo tenía apuntado aquí, pero vamos a ver si lo consigo, donde dice:

“Este Mensaje introducirá a Jesucristo al mundo.” Esa es la página 119, el párrafo 1057, donde él dice: “Yo no moriré de avanzada, de viejo, sin que él esté aquí.” Ahora, si tienen un poquito de paciencia yo les buscaré lo que él dice. Página 59 del libro de “Citas.” párrafo 519, dice:

En Malaquías el capítulo 4 y también en Apocalipsis el capítulo 3, nos dice que estará aquí en los últimos días, ese mismo que se parará en la brecha por la gente con un rebaño pequeño que Dios le dará. El vendrá en los últimos días. Dios lo dijo. El será una señal a esta nación Gentil que su tiempo ya no es. Y acuérdense cuando él aparece en la escena, el tiempo está a la mano. Oremos que Dios lo mande. El tiempo está a la mano. Tan pronto como su ministerio fue acabado (el de Juan, tipo y figura de cuando se acaba el ministerio del precursor de la Segunda Venida de Cristo. Ahora vean:). Tan pronto como su ministerio fue acabado, el Mesías se presentó El mismo. Tan pronto como esta gran persona que vendrá en los últimos días acabará su ministerio, el Mesías se presentará El mismo.”

Y el Mensaje que precursará Su Venida estará presente, aunque no esté presente el precursor. El dice: “Quizás yo no esté, pero este Mensaje introducirá a Cristo al mundo.” Y él dice también: “Eso fue lo que el Angel me dijo: Tu Mensaje introducirá la Segunda Venida de Cristo.”

Ahora, vamos a ver algo... ustedes pueden ver porqué antes de uno hablar, tiene que tomar tanto tiempo, y algunas veces hasta se le quedan cosas sin apuntar, y después pues es un poquito más difícil para estar buscándolas. Pero vamos a ver si encontramos esa... hay un lugar donde pregunta cómo lo vamos a conocer cuando él esté presente. Vamos a buscar la página 91, verso 92, a ver si ahí es donde está... No, aquí, no lo encuentro aquí. Voy a la 128 a ver... 128, párrafo 1140, dice, y aquí nos habla de la pirámide de Enoc, y también nos dice de las diferentes etapas y nos habla luego del séptimo escalón; luego ahí en el séptimo escalón está uno para introducir a los que suben, introducirlos a la cámara del Rey. Por lo tanto, la cámara del Rey es la Edad de la Piedra Angular, no hay otra, el séptimo escalón es la séptima edad de la Iglesia. Dice:

Entren en la cámara del profeta y miren esas siete gradas, ¿donde el guardia hizo frente al desafío de llevar al que venía a la presencia del rey a la cima de las gradas? Estaba en la séptima grada...”

O sea, el Profeta estaba en la séptima grada, el cual luego dice que... vamos a ver: “¿Ese Profeta hizo el frente al desafio de llevar al que venía a la presencia del rey a la cima de la gradas?” Esto aquí lo tienen como una pregunta. Dice: “Estaba en la séptima grada. Allí muestra que tenemos que venir otra vez con ese mismo Espíritu que estaba sobre Juan. El introdujo al Mesías; él era más grande que todos los profetas; él lo introdujo. Y tenemos que llegar a un lugar otra vez, a algo que va a introducir al Mesías. Y cómo el Mesías, ¿cómo sabrá la gente que cree a menos que esté constantemente en la Palabra para saber lo que es El?”

Aquí es que debe hacer la pregunta, ¿verdad? Sí, la otra no sería pregunta.

Ahora, ¿cómo va a saber la gente? Así como fue la Primera Venida de Cristo. Cristo estaba siempre dentro de la Palabra: “Escrito está.” O sea, que aunque decían: “Tú siendo hombre te haces Dios.” — Escrito está: “Yo dije Dioses soy.” Y si dijo Dioses a aquellos a quienes es hecha Palabra de Dios, a quienes vino la Palabra, la Escritura no puede ser quebrantada.”

Y así por el estilo siempre encontramos a Cristo dentro de la Palabra y cumpliendo la Palabra, y haciendo conforme a la Palabra, trayendo la enseñanza conforme a la Palabra de Dios, y cumpliendo las profecías Bíblicas correspondientes a aquel tiempo, las cuales el Mesías cumpliría. Y cuando eran vistas, cumplidas en un joven carpintero de Nazaret, mucha gente pensaba: “Ese no puede ser el Mesías, nosotros no estamos esperando a un carpintero sino a un rey.” Sin embargo del Rey vino como un carpintero sencillo, y la simplicidad cegó a los doctores en teología, a los doctores en divinidad, y eso ocasionó que rechazarán a Cristo por la simplicidad.

Y El cuando habla del Séptimo Sello, la Segunda Venida de Cristo, dice que será en simplicidad, todo tan sencillo. Dice que si no vigilamos nos pasará por encima y no nos daremos cuenta. Allá fue la Palabra hecha carne en un hombre llamado Jesús. Y tenemos la promesa de la Venida del Espíritu Santo en carne. Dice: “Cuando el Espíritu Santo que tenemos ahora mismo, llegue a encarnarse en la persona de Jesucristo, entonces le coronaremos Rey de reyes y Señor de señores; cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse.”

Ahora, vean ustedes cómo fue allá el Espíritu Santo que estaba en medio del pueblo hebreo, el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, vino hecho carne en el velo de carne llamado Jesús, pero le rechazaron como Rey. Eso fue la Venida del Mesías, la Venida del Espíritu Santo hecho carne en la persona de un joven carpintero de Nazaret, Jesús. No podía ser en un hombre que hubiera nacido por medio de la unión de un hombre y de una mujer, porque entonces no servía para el sacrificio por el pecado, porque Su Sangre estaría contaminada.

Pero ahora, tenemos la promesa del Espíritu Santo viniendo para el Día Postrero.

Y ahora, por cuanto la Sangre de Cristo nos limpia de todo pecado, puede el Espíritu Santo venir manifestado en carne humana en un redimido del Señor Jesucristo.

Por eso en... yo les cité la página 134 del libro de “Los Sellos,” y ahora en la página 146 del libro de “Los Sellos,” dice que cuando el diablo caiga del Cielo se encarnará en un hombre, en el anticristo, en el hombre de pecado, y dice: “Y el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre.” Y ahí tendremos la encarnación del Espíritu Santo en un hombre y la encarnación del espíritu del diablo en otro hombre, y ahí habrá un enfrentamiento en el Día Postrero. Y ahora, estarán los dos espíritus manifestados en un cuerpo de carne cada uno de ellos, uno en un cuerpo y el otro en otro cuerpo; uno en un cuerpo de la simiente de Dios, del trigo, y otro en otro cuerpo de la simiente del maligno, de la simiente de la cizaña. Ambos estarán en medio del cristianismo como estuvieron Jesús y Judas en medio del judaísmo allá dos mil años atrás.

Ahora, podemos ver lo que está prometido para este tiempo. ¿Pero cómo conoceremos, reconoceremos? Se mantendrá dentro de la Palabra, con un Mensaje por el centro de toda la Escritura, que podrá ser examinado desde el Génesis hasta el Apocalipsis, y se encontrará en el centro de la Escritura todo el tiempo.

Y ahora, ¿no dijo el Rvdo. William Branham que vendrá uno con un Mensaje directo de la Biblia, por el centro de la Escritura?

Ahora, todo eso fue reflejado en los Apóstoles y en los siete Angeles Mensajeros. Y si con el reflejo nada más vean todo lo que Dios hizo, ¡cómo será para este tiempo final, en donde tendremos la promesa del que fue reflejado allá, ser materializado en este tiempo final!

Y ahora, los escogidos de Dios, los ministros de Dios del Día Postrero, estarán conociendo el Programa Divino como es visto a los ojos de Dios, como el Espíritu Santo estará enseñándole a Sus ministros y a toda Su Iglesia. Por lo tanto, no será un Mensaje y una enseñanza intelectual, sino por revelación del Espíritu Santo para los ministros y la Iglesia del Señor Jesucristo del Día Postrero, en la etapa más gloriosa, la etapa de oro, que es la Edad de la Piedra Angular.

Y así como el reino de los gentiles comenzó con la cabeza de oro y después continúo bajando a los pechos, al pecho y los brazos de plata, y continúo bajando al vientre y los muslos de bronce, y continúo bajando a las piernas de hierros, y continúa bajando a los pies de hierro y de barro cocido, ¿ven? Decayendo, bajando, de oro llega a lo último hasta hierro y sucio, embarrado, hierro con barro. No hay hierro purificado, no hay hierro puro, hierro enlodado.

Ahora, el Reino de Dios, el Reino de Cristo va subiendo, creciendo, eso fue visto por Daniel cuando la piedra fue creciendo; porque el Reino de Cristo, el Reino de Dios, va creciendo a medida que Dios sigue añadiendo a Su Iglesia los que han de ser salvos; así va creciendo la Palabra del Señor con los escogidos que van siendo colocados en la Iglesia del Señor Jesucristo.

Miren lo sencillo que es para entender este misterio, cómo la Iglesia va creciendo como Cuerpo Místico de creyentes. San Pedro nos dice en Primera de Pedro, capítulo 2, verso 4 en adelante. Vamos a ver si estoy dando la cita correctamente. Dice, Primera de Pedro, capítulo 2, verso 4 en adelante, dice:

Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,

vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.”

Y ahora, Cristo es la Piedra del Angulo, Cristo es la Piedra viva, una Piedra viva, un Ser vivo, que es la Persona principal de la Casa de Dios.

Y ahora, los creyentes en Cristo están señalados aquí como piedras vivas, para ser edificados en un Templo, una Casa, sean edificados como una Casa espiritual y Sacerdocio santo.

Y ahora, usted toma un grupo de piedras y dice: “Voy a edificar una Casa, un Templo para Dios.” Va tomando esas piedras, y por cuanto esta Casa en la enseñanza que dio el Rvdo. William Branham en el Mensaje: “La estatura de un hombre perfecto,” representó la Iglesia en forma de un monte, de una montaña, en forma de pirámide; ahora usted toma, va tomando piedras, y las va colocando una encima de la otra en forma de una pirámide, y ahí usted ve que a medida que va colocando piedras, va creciendo ese monte, esa montaña, esa pirámide.”

Y así va creciendo el Monte Santo de Dios, del Nuevo Testamento, que es la Iglesia del Señor Jesucristo; a medida que Cristo va colocando más piedras vivas en ese Templo espiritual, va creciendo ese Templo Espiritual. Y cuando haya colocado las piedras vivas del Lugar Santísimo, se habrá completado el Templo Espiritual de Jesucristo nuestro Salvador.

Y ahora, para esa labor de la construcción de ese Templo hay un Programa Divino que Jesucristo nuestro Salvador estaría llevando a cabo, fue representado en Zorobabel construyendo el templo, llevando a cabo esa restauración del templo. Y Zorobabel tipifica a Cristo en la construcción del Nuevo Templo para Dios. Y el sumo sacerdote Josué también representa a Jesucristo como Sumo Sacerdote.

En el capítulo 6, verso 12 de Zacarías, dice:

Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová.”

Y ahora, este renuevo, ese renuevo de la descendencia de David tipifica a Cristo nuestro Salvador. Por lo tanto, en Zorobabel se reflejó lo que Cristo estaría haciendo. En el capítulo 4, verso 2, dice:

En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de Israel.

Y acontecerá que el que quedare en Sion, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes.”

Y ahora, en Isaías, capítulo 11, verso 1 en adelante, también dice:

Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.

Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.”

Y este renuevo, esta vara del trono de Isaí, este vástago, es Jesucristo nuestro Salvador, pero fue reflejado allá en Zorobabel construyendo el templo, restaurando el templo allá en Jerusalén.

Y ahora, Cristo está construyendo un Templo para Dios con piedras vivas, y esa es la Iglesia del Señor Jesucristo, esa es la Casa de Dios, sobre la cual Dios ha colocado a Jesucristo nuestro Salvador; así como colocó a Moisés sobre su casa, ahora ha colocado a Jesucristo sobre la Casa de Dios. Y San Pablo dice: “La cual Casa somos nosotros.”

¿Dónde está eso? En Hebreos, capítulo 3, verso 5 al 6, o aun verso 1 al 6, si queremos cubrir también lo que dice ahí acerca de Moisés.

Y ahora, Cristo es el que lleva a cabo esa labor de la construcción de la Casa de Dios, del Nuevo Testamento, que es la Iglesia del Señor Jesucristo. De etapa en etapa El ha colocado las piedras vivas en ese Templo espiritual, y no puede salir del Trono de Intercesión del Padre, hasta que haya colocado hasta la última piedra, el último hijo o hija de Dios en ese Templo Espiritual de Jesucristo, que es un Templo para Dios morar en toda Su plenitud en Espíritu Santo. Eso es en la Iglesia de Jesucristo como Templo Espiritual y en cada creyente como Templo Espiritual, como Templo humano de Dios, para Dios morar en cada uno de nosotros en toda Su plenitud cuando seamos transformados. Ahora, tenemos las primicias del Espíritu, al tener el Espíritu Santo tenemos las primicias del Espíritu, el Sello del Dios vivo con el cual hemos sido sellados para el Día de la Redención, y cuando seamos transformados tendremos la plenitud del Espíritu Santo, y Dios morará en nosotros en toda Su plenitud.

Por eso seremos iguales a nuestro amado Señor Jesucristo. Por eso Cristo, el grano de trigo tenía que morir, tenía que ser sembrado en tierra y morir, para poderse reproducir, para poder nacer la planta de trigo, la Iglesia de Jesucristo a través de la cual reproducirse para que en el Día Postrero hayan muchos granos de trigo a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo.

Cuando los muertos en Cristo resuciten y nosotros seamos transformados, ahí estará todo el fruto del grano de trigo que fue sembrado en tierra, muchos granos de trigo, muchos hijos e hijas de Dios a imagen y semejanza de Jesucristo nuestro Salvador; y con nosotros estará Cristo nuestro hermano mayor, el cual nos llevará con El a la Cena de las Bodas del Cordero, entonces lo veremos en Su cuerpo glorificado, y también veremos a cada Angel del Señor Jesucristo en cuerpo glorificado, y también veremos al Angel del Señor Jesucristo en Su cuerpo glorificado.

Por eso no confundimos ni a los Apóstoles con el Señor Jesucristo, ni a los siete Angeles Mensajeros, ni al Angel del Señor Jesucristo. Cada uno de ellos han sido Mensajeros para el tiempo en que Dios los ha enviado, y a través de ellos el Espíritu Santo ha obrado y ha llevado a cabo la Obra del Programa Divino correspondiente a cada etapa.

Y ahora, conociendo el Programa Divino y sus etapas, nos encontramos aquí escuchando Su Voz y conociendo el Programa Divino, nos encontramos en la cámara del Rey.

¿No dice en Cantares: El Rey me metió en Su cámara, y Su bandera sobre mí fue amor.? Porque es la Edad del Amor Divino. La Cámara del Rey es la Cámara del Amor. Por eso la Edad de la Piedra Angular siendo la Cámara del Rey es la Edad del Amor Divino.

Ahora, podemos ver, podemos conocer el Programa Divino y dónde nos encontramos en el Programa Divino, y qué cosas él ha prometido para esta etapa del Programa Divino, y por consiguiente toda bendición que El ha prometido para esta etapa del Programa Divino nosotros la creemos con toda nuestra alma, porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se hace confesión para salvación.

Por eso confesamos con nuestra boca lo que nosotros creemos en nuestro corazón: para que se materialice en nosotros toda bendición que El ha prometido para nosotros para este tiempo final, se materialice en nosotros como individuos y se materialice en la Iglesia de Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes.

Ahora, podemos ver y conocer el Programa Divino, y dónde nos encontramos, en qué etapa del Programa Divino nos encontramos en este tiempo final.

Y ahora, podemos ver que estábamos en el Programa Divino para la parte final del Programa Divino, de la Iglesia del Señor Jesucristo, y por eso nos encontramos aquí en esta noche. Si hubiésemos sido escogidos predestinados, elegidos, para ser parte del Programa Divino de la primera edad, estaría San Pablo con ustedes; pero ustedes no estarían aquí, estarían casi dos mil años atrás con San Pablo, brazo a brazo trabajando en la Obra del Señor allá en Asia Menor principalmente.

Eso es lo que dice nuestro hermano Branham que sucedía con cada Mensajero: que Dios colocaba al lado de cada Mensajero maravillosos colaboradores, ¿para qué? Para trabajar con él en el Programa Divino correspondiente a su tiempo, y Dios confirmaba Su Programa correspondiente a ese tiempo, lo confirmaba, lo vindicaba, lo materializaba, lo cumplía; y eso la Palabra vindicada de Dios para ese tiempo. Pero hay más Palabra para ser vindicada para la Iglesia de Jesucristo para este tiempo final, y esa es la que está El vindicando en este tiempo final, la que El está cumpliendo para este tiempo final; y la Iglesia de Jesucristo, los ministros del Señor Jesucristo tienen que conocer cuál es la Palabra prometida por Cristo para el tiempo en que viven, para ser vindicada esa Palabra, y ver cómo esa Palabra es vindicada, para que la llevemos a todo el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo; porque con esa Palabra vindicada es que Dios hará Su Obra correspondiente a nuestro tiempo, como lo hizo en edades pasadas.

Si llevamos el Mensaje de Noé, veríamos a las congregaciones cada una construyendo un arca que pudieran entrar todos sus miembros.

Y ahora, si Noé tuvo problemas allá para construir el arca, tuvo luchas y necesitó ciento veinte años, solamente para ocho personas entrar, y el resto animales y aves y reptiles, cada día se aumentan nuestras congregaciones. Usted diría: “Voy a construir un arca.” Y termina el arca, porque usted dice: “Es para tantas personas.” Cuando termina el arca, dice: “Pero ahora el número es mayor, ya esta no me sirve.” Es que lo que fue para el tiempo de Noé funcionó para aquel tiempo, y es tipo y figura, pero no la realidad de aquel tiempo; es el tipo y figura de lo que sería la realidad de nuestro tiempo.

Ahora tenemos a Cristo, el Arca donde entran todos, y ahí pueden entrar todos sin ningún problema (Nota - Aquí hubo un corte de luz)...

Vean, y ahora, el Espíritu Santo que tuvo que estar dentro de las denominaciones, los sistemas, ha sido libertado, y ahora está libre para obrar fuera de los sistemas humanos. Página 128 y 129 del libro de “Citas,” ahí lo encontrarán.

Y ahora, fue dicho que vendría un grupo con El sin duda y sin denominación, clamando: “Hosanna al que viene en el Nombre del Señor.” Ese grupo vendría ¿con qué? Habrá un grupo sobre el cual viene ¿qué? Vamos a ver página 155 del libro de “Citas,” dice... página 155, párrafo 1383, dice:

Oh, habrá una verdadera lluvia temprana y tardía en los postreros días sobre ese grupo pequeño que viene con El sobre este asno manso y humilde, sin una denominación, clamando: Hosanna al Rey que viene en el nombre del Señor.”

El Espíritu Santo está fuera de los sistemas humanos, y ahora el grupo que viene con El también está fuera de los sistemas humanos. Y sobre ese grupo dice: “Sobre ese grupo pequeño que viene con El sin duda y sin denominación.” Dice que habrá ese grupo pequeño.

...habrá una verdadera lluvia temprana y tardía en los postreros días sobre ese grupo pequeño que viene con El.” Sobre ese grupo pequeño que viene con El sin duda y sin denominación, es que vendrá la lluvia temprana y tardía, la lluvia temprana de la enseñanza de la Primera Venida de Cristo y todo Su Programa, y la lluvia tardía de la Segunda Venida de Cristo y todo Su Programa.

Y ahora, encontramos que el Programa de la Primera Venida de Cristo es el Programa de Redención, en Su Obra de Redención muriendo en la Cruz del Calvario; y todo ese misterio se conoce por medio de la lluvia temprana de la enseñanza del Evangelio de la Gracia, que gira alrededor de la Primera Venida de Cristo. Y por medio de la lluvia tardía de la enseñanza de la Segunda Venida de Cristo como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, se conoce el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Y en este tiempo estaría un grupo de ministros y de hijos e hijas de Dios en la etapa de la Edad de la Piedra Angular, conociendo el Programa Divino, conociendo el Programa Divino de la Primera Venida de Cristo bajo la lluvia de la enseñanza del Evangelio de la Gracia, y conociendo el Programa Divino de la Segunda Venida de Cristo bajo la lluvia tardía de la enseñanza de la Segunda Venida de Cristo.

Este grupo de ministros y grupo de hermanos que vienen con El en el Día Postrero, vienen con la lluvia de la enseñanza, la lluvia temprana de la enseñanza de la Primera Venida de Cristo y con la lluvia tardía de la enseñanza de la Segunda Venida de Cristo.

Usted no encontrará otro grupo con esas dos lluvias de enseñanza con la revelación divina de la Primera y de la Segunda Venida de Cristo, no encontrará ningún grupo con la lluvia de la enseñanza del Evangelio de la Gracia y con la lluvia de la enseñanza del Evangelio del Reino, solamente uno: el grupo del Señor Jesucristo del Día Postrero en la Edad de la Piedra Angular; y estará conociendo el Programa Divino bajo esas dos lluvias de enseñanza, bajo la predicación del Evangelio de la Gracia y bajo la predicación del Evangelio del Reino, ahí está la revelación de la Primera y de la Segunda Venida de Cristo.

Y los escogidos de Dios del Día Postrero estarán conociendo el Programa Divino de la Primera Venida de Cristo y el Programa Divino de la Segunda Venida de Cristo.

Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes, dándoles testimonio de nuestro tema: “CONOCIENDO EL PROGRAMA DIVINO.” Mañana continuaremos en la mañana con un tema similar a este, que será para toda la congregación, el cual se titula: “LAS ETAPAS DEL PROGRAMA DIVINO.” Ahí veremos las etapas del Programa Divino bajo la Dispensación de la Gracia, que fueron reflejadas en el Programa Divino que Dios realizó en la Dispensación de la Leyyen las dispensaciones anteriores, y también veremos el Programa Divino y sus etapas bajo la Dispensación del Reino, hasta donde Dios nos permita hablar para ver.

Así que, Dios les continúe bendiciendo a todos, Dios les llene del conocimiento de Su Programa Divino de la Primera Venida de Cristo y del conocimiento divino del Programa de la Segunda Venida de Cristo. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Dejo nuevamente con ustedes a nuestro amigo y hermano, el misionero, el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para finalizar nuestra parte en esta ocasión. Y mañana nos veremos nuevamente. Oren mucho por la actividad de mañana, para que Dios obre y siga añadiendo a Su Iglesia los que han de ser salvos, y siga también llenándonos del conocimiento de Su Programa y Sus diferentes etapas de Su Programa.

Y ahora, Miguel ya por aquí terminamos con luz, ¿Miguel? Así que, Dios nos permitió tener claridad, para así... fue solamente un fallito ahí parece de alguna conexión; pero ya pues hemos visto el Programa Divino, para así entender mejor la forma en que Dios está obrando a través de Jesucristo en Espíritu Santo en Su Iglesia.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo y con nosotros nuestro amigo y hermano, el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín.

CONOCIENDO EL TIEMPO.”