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title: 'Cristo nuestro ejemplo'
date: 2002-07-02
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city: Torreón
state: Coahuila
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Muy buenas noches, amables amigos y hermanos presentes; es para mí un privilegio y bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Reciban también saludos de mi esposa Erica y también de mis niñas América y Yahannah Gabriela.
Para esta ocasión leemos la Escritura de Primera de Pedro, capítulo 2, versos 21 en adelante, donde dice:
“*Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;*
*el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;*
*quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;*
*quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.*
*Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.”*
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema es: **“CRISTO NUESTRO EJEMPLO.”**
Cristo es nuestro ejemplo, El es nuestro modelo, El es el modelo de una nueva raza con Vida eterna, una nueva raza que ha sido redimida por Cristo nuestro Salvador, el cual tomó nuestros pecados y murió en la Cruz del Calvario por nuestros pecados. El llevó en su cuerpo nuestros pecados, y El es el hombre perfecto que no tenía pecado, pero se hizo pecado por nosotros al tomar nuestros pecados, y el cual siendo la Vida eterna se hizo mortal al tomar nuestros pecados para morir por nosotros, para que así nosotros podamos vivir eternamente.
Cristo es el hombre perfecto, el modelo perfecto, para que nosotros sigamos sus pisadas, y nosotros lleguemos a ser perfectos también; para que así como en Cristo estaba la naturaleza divina, en el cual moró la plenitud de la deidad, de la divinidad corporalmente, nosotros lleguemos a ser perfectos también en espíritu y en cuerpo, y more Dios en toda Su plenitud en nosotros también.
Ahora, para poder llegar a ser perfectos como Cristo enseñó: “Sed perfectos como vuestro Padre que está en los Cielos es perfecto”, El señaló que tenemos que ser perfectos, y por consiguiente hay una forma para ser perfectos: es recibiendo a Cristo como nuestro Salvador, reconociendo que somos pecadores, y necesitamos a Cristo para que El nos limpie de todo pecado, El perdone nuestros pecados, nos limpie de todo pecado con Su Sangre, y nos llene de Su Espíritu Santo y nos haga perfectos delante de Dios, nos justifique y quedemos como si nunca en la vida hubiésemos pecado, y así obtengamos la perfección espiritual, y luego obtendremos la perfección física del cuerpo físico perfecto, que será el cuerpo nuevo y glorificado que El nos dará.
Y ahora, Cristo es nuestro ejemplo. Cristo dijo en San Juan, capítulo 8, versos 28 al 29, algo muy importante que todos debemos considerar para ser imitadores de Cristo, seguir el ejemplo de Cristo nuestro Salvador. Dice San Juan, capítulo 8, versos 28 al 29:
“*Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.*
*Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.”*
El nos enseñó hacer siempre lo que le agrada a Dios, el Padre Celestial, y por consiguiente nosotros estamos llamados a hacer siempre lo que le agrada a Dios. Dice en San Juan, capítulo 14, versos 20 en adelante, dice:
“*En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.*
*El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.*
*Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.*
*El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.*
*Os he dicho estas cosas estando con vosotros.*
*Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”*
Y ahora, nosotros somos enseñados por Cristo a hacer como El hizo, a hacer lo que le agrada al Padre. Y Cristo dijo: “El que me ama mi Palabra guardará, el que me ama guardará mi Palabra, y mi Padre le amará y vendremos a El y haremos morada con El.” O sea, que la persona tendrá a Dios dentro por medio del bautismo del Espíritu Santo.
Y ahora, Cristo es nuestro ejemplo, Cristo es el modelo de y para todo Cristiano, para todo creyente en Jesucristo nuestro Salvador. Pablo fue un imitador de Cristo, y toda persona creyente en Cristo es un imitador de Cristo, porque sigue el ejemplo de Cristo nuestro Salvador; porque Cristo es nuestro ejemplo, nuestro modelo de lo que tiene que ser un creyente en Cristo nacido de nuevo, uno que conoce la Palabra, la voluntad de Cristo, y hace conforme a Su Palabra, a la voluntad de Cristo expresada ahí, Su Palabra.
Y ahora, Cristo es el modelo, el ejemplo, de lo que es un hombre perfecto, un ser humano perfecto. Y nosotros vamos hacia la perfección. La meta nuestra es llegar a ser como nuestro amado Señor Jesucristo, y la meta de Dios es que todos lleguemos a ser a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo, para que así todos seamos perfectos espiritualmente, y perfectos físicamente también, obteniendo el cuerpo físico, inmortal, incorruptible y glorificado que El dará a todos los que le aman y siguen Sus pisadas, y siguen Su ejemplo.
Y ahora, de edad en edad Cristo en Espíritu Santo ha estado en Su Iglesia manifestado por medio de cada Angel Mensajero, llamando y juntando a Sus escogidos en Su Iglesia, Su Cuerpo Místico de creyentes, y los ha estado enseñando a seguir el ejemplo de Cristo, a seguir las pisadas de Jesucristo nuestro Salvador. Toda esa obra la ha hecho el Espíritu Santo de edad en edad en medio de Su Iglesia. Y para este tiempo final Cristo, el Angel del Pacto, dice:
“*Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”*
Así como habló el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo por medio de cada Angel Mensajero en cada edad del pasado, en este tiempo final, Cristo en Espíritu Santo estará hablándole a Su Iglesia y dándole a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, y estará guiándonos y enseñándonos a seguir a Cristo y seguir las pisadas de Cristo, seguir a Cristo como nuestro ejemplo, seguir el ejemplo de Cristo.
Y ahora, toda persona que ha leído la Biblia y la ha creído con todo su corazón, ha deseado ser ¿cómo quién? Como nuestro amado Señor Jesucristo, por lo tanto ha deseado ser una persona perfecta. Y ese es el deseo de Dios: de que todos seamos perfectos. Y Cristo dijo: “Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto, como vuestro Padre que está en el Cielo es perfecto.” Cristo dice, nos enseña, que nosotros seamos perfectos.
Y ahora, vamos hacia la perfección, siguiendo el ejemplo de Jesucristo nuestro Salvador. El es nuestro ejemplo, y El llegó a la Adopción, y El llegó a obtener Su glorificación. Y nosotros siguiendo a Cristo como nuestro ejemplo llegaremos a obtener nuestra glorificación, llegaremos a ser transformados, llegaremos a tener cuerpos glorificados y eternos como nuestro amado Señor Jesucristo. Eso es porque estamos siguiendo el ejemplo perfecto: a Jesucristo nuestro Salvador como nuestro ejemplo.
Y ahora, toda persona que no ha recibido a Cristo como su Salvador está perdida, y necesita un Salvador; se encuentra perdida como Pedro cuando estuvo caminando sobre las aguas y luego dudó y se hundió, se hundía en las aguas embravecidas, y dijo: “Señor, sálvame que perezco.” Así se encuentra toda persona sin Cristo, toda persona que ha dudado, que ha sido incrédulo a la Palabra de Cristo, se encuentra en esa condición, y necesita clamar a Cristo y decirle: “Señor, sálvame que perezco.” Necesita extender su mano hacia Cristo, hacia el Cielo, para que Cristo lo tome de su mano y lo salve.
Y ahora, toda persona que no ha recibido a Cristo como su Salvador, puede levantar su mano como Pedro y decir: “Cristo, Señor, salvame que perezco.” Toda persona - pues- quiere ir al Cielo. Para ir al Cielo, Cristo dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida; y nadie viene al Padre sino por mí.” No hay otro camino, no hay otra forma, no hay otra persona que lo pueda llevar al Cielo, solamente Jesucristo nuestro Salvador.
Y usted se preguntará: “¿Y deseará Cristo llevarme al Cielo, llevarme a la Casa del Padre Celestial?” Claro que sí. Pero la pregunta para usted es la siguiente: ¿Y usted quiere? Cristo quiere, ¿y usted quiere?. Hubo un hombre que estaba enfermo y le dijo a Jesús: “Señor, si quieres puedes sanarme.” Y Cristo dijo: “Sí, quiero.”
Y usted, que nunca ha recibido a Cristo como su Salvador, preguntaría: “Señor, si quieres puedes salvarme.” Y Cristo le dice: “Sí quiero.” Por lo tanto, levante sus manos si quiere que Cristo lo salve, si nunca antes ha recibido a Cristo como su Salvador. Cristo lo salvará, perdonará sus pecados y lo limpiará con Su Sangre preciosa, y quedará justificado, eso es como si nunca en la vida hubiese pecado, y será presentado ante Dios limpio de todo pecado, y así será reconciliado con Dios usted, será lleno del Espíritu de Dios, y será una nueva criatura, una nueva creación en Cristo Jesús, Señor nuestro, y llegará a la perfección, llegará a ser perfecto como nuestro amado Señor Jesucristo, será a la imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo.
Por lo tanto, el único camino para llegar a la perfección es Jesucristo nuestro Salvador. Por lo tanto, Cristo es nuestro ejemplo.
En esta ocasión todos los que quieren que Cristo los salve y los lleve a la perfección y los lleve a la Casa de nuestro Padre Celestial, levantarán sus manos en esta noche, para recibir a Cristo como su Salvador, y nuestro hermano Bermúdez orará por ustedes, para que Cristo les reciba, les perdone y les limpie con Su Sangre, y los justifique y los dejé como si nunca en la vida hubiesen pecado, y sean reconciliados con Dios, luego sean bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, para Cristo darles Su Espíritu Santo, darle a cada persona Su Espíritu Santo y producir en la persona el nuevo nacimiento, y hacernos perfectos espiritualmente y entrar en Cristo, el Camino a la perfección, para llegar a la perfección física también, en donde obtendremos el cuerpo físico perfecto, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, como el cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo.
Leo en Filipenses, capítulo 3,verso 20 al 21, la promesa de Cristo a través de San Pablo dada aquí, que será cumplida en la Segunda Venida de Cristo. Dice:
“*Mas nuestra ciudadanía está en los cielos.”*
Toda persona creyente en Cristo nacida de nuevo es ciudadano celestial, porque la persona es ciudadana del lugar en donde nace. Somos ciudadanos terrenales porque nacimos físicamente aquí en la Tierra, y somos ciudadanos de la nación donde nacimos; y al nacer de nuevo, al nacer del Cielo, al nacer de Cristo somos ciudadanos celestiales, somos ciudadanos del Cielo.
“*Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;*
*el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.”*
Y ahora, la promesa es que Cristo en Su Segunda Venida transformará el cuerpo de la humillación nuestra, el cuerpo de la humillación nuestra es este cuerpo mortal, corruptible y temporal, en el cual hemos aparecido en la Tierra como pecadores, porque hemos nacido en una raza caída. Pero por medio del nuevo nacimiento hemos nacido en una raza celestial, de la cual Cristo es la cabeza, de la cual Cristo es el primero. Y Cristo es nuestro hermano mayor, y Cristo no se avergüenza de llamarnos a nosotros hermanos; y nosotros tampoco nos avergonzamos de Cristo al llamarlo nuestro hermano mayor, porque lo es, y nosotros somos Sus hermanos.
Y ahora, Cristo transformará en Su Segunda Venida el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria Suya, para que sea un cuerpo glorificado el cuerpo nuevo que El nos dará, un cuerpo como el cuerpo de Jesucristo: glorificado, eterno, inmortal, incorruptible y jovencito y perfecto para toda la eternidad. No habrá imperfecciones en ese nuevo cuerpo, y será jovencito para toda la eternidad.
Todos hemos deseado permanecer jóvenes por toda la eternidad, y miren, el secreto está en Jesucristo nuestro Salvador, siguiendo Sus pisadas, siguiendo a Cristo como nuestro ejemplo.
Así que, firmes en Cristo vamos hacia la perfección, teniendo a Cristo como nuestro ejemplo. El es el ejemplo de una raza perfecta, y nosotros pertenecemos a esa raza que Cristo está creando, nuestra alma ha venido del Cielo, de Dios; y ahora El está creando esa nueva raza, dándoles primeramente un cuerpo angelical, teofánico de la sexta dimensión, y luego nos dará un cuerpo físico glorificado, y entonces veremos espiritualmente y físicamente personas perfectas iguales a nuestro amado Señor Jesucristo.
Y esto es así porque hemos tomado a Cristo como nuestro ejemplo, y hemos seguido Sus pisadas. “Si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.” Y Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo a nosotros, y nos ha hecho una nueva criatura, una nueva creación; pertenecemos a una nueva creación de la cual Jesucristo es el Segundo Adán.
Por lo tanto, Cristo es nuestro ejemplo, y por esa razón seguimos las pisadas de Cristo y le servimos con toda nuestra alma.
Y ahora, los que quieren tener a Cristo como su ejemplo, y seguir las pisadas de Cristo para ser a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo, levantarán sus manos para recibir a Cristo como nuestro Salvador; también los que se habían apartado de Cristo, también lo harán en esta noche de todo corazón, para que Cristo les perdone y les restaure y les reconcilie y sean restaurados en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. Esta puede ser la última y la única oportunidad que ustedes tengan en su vida, pues nadie sabe cuántos días le ha dado Dios para vivir en la Tierra.
Hay personas que mueren ancianitas, pero hay personas que mueren a mediana edad, y hay personas que mueren jovencitas, y hay personas que mueren estando en la edad de niños, y otros en la edad de bebé. Por cuanto nadie sabe el día en que tiene que dejar esta vida terrenal, necesita recibir a Cristo como su Salvador. Por lo tanto hoy es el día de salvación. Si oyes hoy Su Voz no endurezcas tu corazón, El te está llamando porque tú eres un alma de Dios, y El te está llamando para darte Vida eterna.
Así que nuestro hermano Bermúdez pasará para esa parte en donde orará por todas las personas que levantarán su mano para que nuestro hermano Bermúdez ore por ustedes, y para que Cristo tenga Misericordia de ustedes y les perdone y les restaure en la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora, ¿dónde están los que tienen a Cristo como su ejemplo? Pues aquí estamos presentes escuchando la Voz de Jesucristo nuestro Salvador, y siguiendo Sus pisadas; y toda persona que no lo había hecho antes, lo puede hacer en esta noche: recibir a Cristo, para que Cristo sea su ejemplo, y siga las pisadas de Cristo.
Cristo dijo: *“Yo Soy la Luz del mundo, el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la Luz de la vida.”* (San Juan, capítulo 8, verso 12.”
Así que ésta es la oportunidad para los que no han estado siguiendo a Cristo. Y para los que han estado siguiendo a Cristo, en la oración que hará nuestro hermano Bermúdez, orará para que Cristo los afirme más y más en Su Camino, en el Camino de Dios, que es Cristo nuestro Salvador, el cual dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida; y nadie viene al Padre sino por mí.”
Dejo al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para continuar con esta parte siguiente, en donde orará por todos los que levantarán sus manos para recibir a Cristo como su Salvador, y seguir a Cristo como su ejemplo, seguir las pisadas de Cristo.
Muchas gracias por vuestra amable atención, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador, y nos veremos mañana Dios mediante en la actividad de la mañana, que será a eso de las 9:00 de la mañana. Ya nuestro hermano Bermúdez y el pastor, les anunciará exactamente la hora, aunque ya ustedes saben a qué hora ha de ser la actividad; dice que a las 9:00 de la mañana será la actividad.
Así que nos veremos mañana Dios mediante a las 9:00 de la mañana en la próxima actividad, en donde esperamos que Cristo en Espíritu Santo nos hable Su Palabra y nos edifique *acá* en nuestra alma.
Con nosotros nuevamente el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para continuar en esta ocasión.
“**CRISTO NUESTRO EJEMPLO.”**