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La Obra de Dios Hoy 2002-06-26 2 Ciudad Victoria Tamaulipas MX 00:00:00 false

Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes aquí en Ciudad Victoria, Tamaulipas, República Mexicana; es para mí una bendición grande estar entre ustedes, para tener unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Dice en San Mateo, capítulo 24, versos 30 al 31:

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”

LA OBRA DE DIOS HOY.” Ese es nuestro tema para esta ocasión.

Para cada tiempo Dios ha asignado Su Palabra, y lo que El ha asignado por medio de Su Palabra para cada edad y para cada dispensación es lo que Dios cumple en medio de la raza humana; y eso que Dios cumple es la Obra de Dios correspondiente a ese tiempo, y Dios la realiza por medio de Su Espíritu en medio de la raza humana; y para realizarla, la Palabra creadora viene siendo hablada por el Espíritu Santo a través del instrumento que Dios tenga en ese tiempo.

En Isaías, capítulo 55, versos 8 en adelante, dice:

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,

así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.”

Y ahora, la Palabra que Dios ha hablado para cada edad y para cada dispensación tiene que ser cumplida, no puede regresar a Dios vacía, y cuando llegue ese tiempo Dios envía un Profeta, un Mensajero, para ese tiempo, para esa edad o para esa dispensación, y viene ese Mensajero predicando esa Palabra, viene ese Mensajero hablando de las cosas que Dios prometió para ese tiempo, y viene Dios en ese Mensajero en Espíritu Santo cumpliendo lo que El prometió para ese tiempo; y así Dios vindica, confirma, lo que El prometió para ese tiempo, cumpliéndolo en medio de la raza humana, y produce aquello que El dijo que iba a producir, aquello que Dios dijo que iba a producir Su Palabra, porque Su Palabra es la simiente original.

Lo que Dios dijo que iba a producir en ese tiempo es producido por medio de la Palabra revelada para ese tiempo, en donde son reveladas todas las cosas que Dios prometió para ese tiempo; y Dios lleva a cabo la Obra correspondiente a ese tiempo, y se obtiene el resultado que Dios dijo que se obtendría en ese tiempo; y así es como la Obra de Dios para cada edad y para cada dispensación se lleva a cabo.

Primero tiene que venir la Palabra siendo hablada, porque es una Palabra creadora, y tiene que ser hablada de acuerdo a lo que ya fue prometido en la Escritura que Dios haría en ese tiempo, porque ya están las profecías bíblicas; no puede venir diciendo que Dios va a hacer otra cosa que no haya sido lo que ya Dios prometió a través de esos Profetas.

Y ahora, miren ustedes lo que dice el Rvdo. William Branham en el mensaje de “Las Siete edades,” nos dice:

Pablo dijo: Yo oraré en el Espíritu, yo cantaré en el Espíritu, yo viviré en el Espíritu. Si hay algo bueno que vendrá a mí, tiene que ser revelado por el Espíritu, confirmado por la Palabra, y hecho manifiesto por medio de los resultados que produce.”

¿Ven? Es el Espíritu Santo el que revela las cosas, y tiene que ser revelado de acuerdo a la Palabra prometida, de acuerdo a lo que Dios prometió para ese tiempo. No puede venir una revelación contraría a lo que Dios ha prometido para ese tiempo, tiene que venir de acuerdo a las profecías bíblicas que fueron habladas para ese tiempo, en donde Dios las cumpliría.

Por lo tanto, tiene que ser revelado por el Espíritu Santo. “...Confirmado por la Palabra.” ¿Ven? Por la Palabra escrita es que tiene que ser confirmado. “...Y hecho manifiesto por medio de los resultados que produce.” Porque tiene que producir aquello para lo cual Dios envía Su Palabra, cumpliendo esa Palabra en ese tiempo, tiene que producir los resultados.

Si dice que enviará Sus Angeles con Gran Voz de Trompeta y juntarán a los escogidos, ¿qué tiene que hacer esa Palabra prometida en el tiempo de Su cumplimiento? Tiene que estar sonando la Gran Voz de Trompeta, que es el Mensaje del Evangelio del Reino, y tiene que estar llamando y juntando a los escogidos de Dios, y tiene que verse ese resultado.

Por lo tanto, los escogidos de Dios en este tiempo final de entre los gentiles de la Iglesia de Jesucristo, son llamados y juntados con la Gran Voz de Trompeta, esa Trompeta final de la cual San Pablo dice en Primera de Corintios que sonará a la final Trompeta, y luego los muertos en Cristo serán resucitados en cuerpos glorificados y eternos, y nosotros los que vivimos seremos transformados; pero primero tiene que sonar la Trompeta final, que es la predicación del Evangelio del Reino que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo, alrededor del Séptimo Sello, ¿y que tiene que producir? El recogimiento de los escogidos del Día Postrero en la Iglesia de Jesucristo; y después producirá el recogimiento de los escogidos del pueblo hebreo, que son ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu.

Ese recogimiento de los escogidos no lo puede hacer ninguna persona, no es algo que humanamente puede ser posible, tiene que ser el Espíritu Santo manifestándose en el Día Postrero y ungiendo al instrumento que El tiene para el Día Postrero, llamado el Angel del Señor Jesucristo, y colocando en él Su Palabra revelada, revelándole Su Palabra, y el Espíritu Santo hablando por medio de lo que Dios ha prometido para este tiempo, y abriendo esas profecías, esas Escrituras, para que se produzca el llamado de los escogidos del Día Postrero.

Y ahora, cuando vemos lo que está sucediendo por unos cuantos años: gente viniendo a Cristo al escuchar la predicación de la Palabra revelada para nuestro tiempo, ¿qué es eso? El resultado de la Palabra prometida para nuestro tiempo, porque la Palabra de Dios no vuelve a Dios vacía, sino que hace aquello para lo cual Dios la envió, y es prosperada en aquello para lo cual Dios la envió; o sea, que esa prosperidad que vemos (espiritual), en donde cada día vienen más personas a Cristo, cada día vienen más personas, reciben la Palabra, y son colocadas en el Cuerpo Místico de Cristo, es el resultado de la Palabra prometida para nuestro tiempo, llamando y juntando los escogidos del Día Postrero. Y así es como se lleva a cabo la Obra de Dios hoy, prometida por Dios para ser realizada por el Espíritu Santo en este tiempo final.

Y ahora, así como Dios en Espíritu Santo se manifestó en medio de Su Iglesia de edad en edad en el Mensajero de cada edad, y Dios en Espíritu Santo llevó a cabo la Obra correspondiente a cada edad, y fueron llamados y juntados los escogidos de cada edad, en este tiempo final Cristo en Espíritu Santo está en medio de Su Iglesia también, llamando y juntando Sus escogidos del Día Postrero en Su Iglesia, en Su Cuerpo Místico de creyentes, y después llamará y juntará los escogidos del pueblo hebreo, que son ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu.

Y eso será el resultado ¿de qué? Será el resultado de la Palabra prometida para este tiempo final siendo confirmada, siendo vindicada, siendo cumplida en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo. Y esa Palabra siendo confirmada, siendo cumplida, realizará la Obra prometida de Dios para este tiempo final en medio de Su Iglesia, y luego en medio del pueblo hebreo. Y esa es una Obra divina. No es con ejércitos ni es con fuerzas ni con espada, sino que es con el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios. Como dice Zacarías, capítulo 4: “que no es con ejércitos ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho el Señor.”

Es una obra que el Espíritu Santo hace en el corazón de las personas al escuchar la Palabra de Dios revelada para nuestro tiempo, así como fue en edades pasadas: cuando las personas escucharon la Palabra de Dios revelada en la edad que les tocó vivir, llegó a lo profundo de sus almas, fueron llamados por el Espíritu Santo y fueron colocados en el Cuerpo Místico de Cristo, recibieron a Cristo como su Salvador, lavaron sus pecados en la Sangre de Cristo, fueron bautizados en agua en Su Nombre, y recibieron el Espíritu Santo y nacieron en la Iglesia de Cristo, o sea, nacieron en el Cuerpo Místico de Jesucristo nuestro Señor, que es Su Iglesia. Y así se llevó a cabo la Obra correspondiente a cada edad del pasado, y Dios cumplió la Palabra prometida para cada edad del pasado.

Dice el Rvdo. William Branham en este libro de “Citas,” tenemos un extracto muy importante que se encuentra en la página que se encuentra en la página 156, párrafo 1399, dice:

Para esa cierta edad Dios ha predestinado una cierta cosa para que acontezca y no hay otra cosa que puede tomar su lugar. No me importa lo que es, cuántos logros hechos por el hombre, nada puede tomar su lugar. El predestinó a un hombre, tal vez un hombre ignorante; El le pudiera haber predestinado otro tipo de hombre. Cualquier cosa que él sea, El le da su clase, su don; le da su natura (o sea, su naturaleza), su estilo, y lo que sea; cómo él se expresa y cualquier cosa que él haga. El hace que el hombre de la hora tome la gente de la hora.”

¿Ven cómo es que se lleva la Obra de Dios en cada edad? Dios ha ordenado Palabra para cada edad, y envía al Mensajero de esa edad en el tiempo correspondiente, y ese hombre comienza a hablar esa Palabra, comienza a revelar esa Palabra divina para ese tiempo, y comienzan las personas ordenadas para Vida eterna, escritas en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, comienzan a escuchar esa Palabra, y comienzan a venir a los pies de Cristo, a recibir a Cristo como su Salvador, lavar sus pecados en la Sangre de Cristo, a ser bautizados en agua en Su Nombre y a recibir el Espíritu Santo y así a obtener el nuevo nacimiento y nacer así en el Reino de Cristo, nacer en la Iglesia, nacen en la Iglesia del Señor Jesucristo, y vienen a ser nuevas criaturas y vienen a ser ciudadanos celestiales nacidos del Cielo por medio del nuevo nacimiento; y así se lleva a cabo la Obra de Dios en cada edad, y así es la Obra de Dios hoy.

Por medio de la predicación del Evangelio, por medio de la Gran Voz de Trompeta, la predicación del Evangelio, están siendo llamados y juntados los escogidos de Dios del Día Postrero. A los escogidos de Dios del Día Postrero, el Espíritu Santo les está abriendo las Escrituras correspondientes a este tiempo final, para que las podamos entender.

Y a medida que va abriéndonos las Escrituras, va enseñándonos todas las cosas que El prometió para nuestro tiempo, y vamos viendo cómo El va cumpliendo esas promesas correspondientes a este tiempo final, cómo El va cumpliendo esas profecías correspondientes al Día Postrero, y cómo va llamando y juntando a Sus escogidos. Por lo tanto, este movimiento espiritual, en donde se está predicando la Palabra y las gentes están viniendo a Cristo, y están recibiéndolo como su Salvador y están siendo bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo dando de Su Espíritu Santo y dándoles el nuevo nacimiento, no es una obra humana, es la obra del Espíritu Santo, la Obra de Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia en este tiempo final.

Esa es la Obra de Dios hoy en la Edad de la Piedra Angular, en medio de los latinoamericanos y caribeños, como fue la Obra de Dios en cada edad pasada en el territorio donde se cumplió la Obra de Dios de cada edad, en donde envió al Mensajero de cada edad, y de esos territorios se extendió a otros territorios, a otras naciones y a otros continentes.

Y el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta con el cual son llamados y juntados los escogidos de Dios, surge en la América Latina y el Caribe y se extiende a otras naciones y continentes. Pero el grupo grande de escogidos está ¿dónde? En la América Latina y el Caribe, son latinoamericanos y caribeños; y aunque se hayan ido a Norteamérica o a Europa u a otros continentes, hasta allá les llegará el Mensaje, la Palabra revelada de Dios para nuestro tiempo, hasta allá les llegará la Gran Voz de Trompeta, y los llamará y los juntará en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. ¿Por qué? Porque esta es la Obra de Dios hoy.

LA OBRA DE DIOS HOY.”

Y ahora, usted puede comprender porqué usted está aquí en esta ocasión, y porqué usted recibió el Mensaje de Dios correspondiente a este tiempo final, porque esta es la Obra de Dios hoy, y usted está escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, y los escogidos serían llamados con la Gran Voz de Trompeta en este tiempo final, en la Obra de Dios para este tiempo final.

Por lo tanto, permanecemos en la Obra de Dios Hoy, escuchando Su Voz. Y Cristo en Espíritu Santo permanece en Su Obra correspondiente al Día Postrero en medio de Su Iglesia, en la etapa correspondiente a nuestro tiempo, que es la etapa de la Edad de la Piedra Angular. Por lo tanto, siempre la Palabra de Dios prometida para cada edad y para cada dispensación lleva a cabo la Obra de Dios correspondiente a ese tiempo, y obtiene los resultados prometidos para ese tiempo.

La Obra de Dios siempre tiene resultados. No se puede decir que un Mensaje que se predique y que no obtenga resultados, no se puede decir que esa es la Obra de Dios, tiene que obtener los resultados que Dios dijo que obtendría para ese tiempo; pueden personas decir que tienen el Mensaje final, pueden aparecer personas que digan que tienen el Mensaje final, que están sonando la Trompeta de Dios, pero si no obtienen los resultados prometidos para el Día Postrero, de llamar y juntar a los escogidos, esa no es la Trompeta de Dios.

Y aun más: luego que sean llamados y juntados por la Trompeta de Dios, la predicación del Evangelio del Reino (todos los escogidos de Dios), luego vendrá la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos; o sea, que serán coronados los escogidos de Dios con la transformación de sus cuerpos, porque estarán escuchando la Gran Voz de Trompeta para el Día Postrero, y estarán en la Obra de Dios del Día Postrero, y serán el resultado de la Obra de Dios del Día Postrero.

Y ahora, hemos visto el misterio de la Obra de Dios del Día Postrero, en donde Cristo en Espíritu Santo, así como hizo en edades pasadas, que reveló Su Palabra prometida para cada edad al Mensajero de cada edad, y él la proclamó, para este tiempo final Cristo dice: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas.” (Apocalipsis, capítulo 4, verso 1).

Y en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, dice la forma en que El estará revelándole a Sus hijos todas estas cosas que deben suceder pronto. Dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”

Para mostrar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto, ¿a quién, dice Jesús, que ha enviado? A Su Angel. Ese es el enviado de Jesucristo para mostrar a la Iglesia de Jesucristo todas estas cosas que deben suceder pronto, ese es el Angel Mensajero que viene con la Gran Voz de Trompeta o Trompeta final, llamando y juntando a los escogidos del Día Postrero.

En Apocalipsis, capítulo 22, verso 16, también Cristo confirma quién es Su enviado, y dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las Iglesias.”

Ese Angel Mensajero viene en medio del cristianismo, viene a la Iglesia del Señor Jesucristo en la edad correspondiente a este tiempo final, en la Edad de la Piedra Angular, para Cristo por medio de El llevar a cabo la Obra del Día Postrero, y llamar y juntar los escogidos del Día Postrero.

Muchas personas estarán viendo a las personas venir al Mensaje de ese Angel Mensajero, y pensarán que las personas son seguidores, seguidoras de esa persona, pero no; las personas creyentes son seguidoras de Jesucristo nuestro Salvador. El Angel solamente es el instrumento de Jesucristo nuestro Salvador.

Y ahora, en San Juan, capítulo 13, verso 20, dice:

De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.”

Y ahora, ¿quién es el enviado para el Día Postrero? El Angel del Señor Jesucristo. Y los que estarán recibiendo al Angel del Señor Jesucristo estarán recibiendo a Jesucristo, que vendrá en Espíritu Santo manifestado en Su Angel, revelándonos todas estas cosas y llamando a Sus escogidos con Gran Voz de Trompeta en este tiempo final, y juntándolos en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, y preparándolos para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Por lo tanto, el enviado estará siendo el instrumento a través del cual las Obras que Jesucristo ha prometido hacer para este tiempo final, estarán siendo vistas, realizadas a través del Angel del Señor Jesucristo; pero no será de sí mismo el Angel el que hará estas obras, sino Cristo en Espíritu Santo a través de Su Angel, serán las obras de Cristo, del Espíritu Santo a través de Su Angel Mensajero; porque es enviado Su Angel para ser el instrumento a través del cual las obras de Cristo prometidas para el Día Postrero serán hechas y serán vistas.

Y Cristo así llamará y juntará Sus escogidos del Día Postrero en Su Cuerpo Místico de creyentes, y les dará la fe, la revelación, para ser transformados y raptados, que es la revelación de la Segunda Venida de Cristo, para así pronto ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. Y todo esto es prometido para ser llevado a cabo, ¿dónde? En la Obra de Dios hoy.

En la Obra de Dios hoy todas estas cosas estarán sucediendo, todas estas cosas que estarán siendo vistas. La predicación del Evangelio del Reino que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, lo cual es la Gran Voz de Trompeta, Trompeta final llamando y juntando los escogidos, no es la obra de un ser humano, sino la Obra de Jesucristo en Espíritu Santo a través de Su Angel Mensajero.

Pero no es la Obra del Angel sino la Obra de Cristo en Espíritu Santo usando a un hombre, a un Profeta Mensajero dispensacional. A través de ese Angel será vista la Obra de Jesucristo prometida para este tiempo final, y así será que se realizará la Obra de Dios hoy prometida para este tiempo final en el cual nosotros estamos viviendo.

Y ahora, ¿dónde se encuentra usted? Pues en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, en la Obra de Dios hoy. Ahí estamos en la Obra de Dios hoy, en la etapa de la Edad de la Piedra Angular en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, escuchando la Voz de Cristo, esa Gran Voz de Trompeta, revelándonos todas estas cosas que deben suceder pronto, y siendo llamados y juntados todos los escogidos de Dios de este tiempo final; y así es como Cristo vindica, cumple Su Palabra prometida para este tiempo final, y hace la Obra de Dios correspondiente a este tiempo final, y esa es la Obra de Dios hoy.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: “LA OBRA DE DIOS HOY.”

¿Y quiénes son o quiénes serían los que escucharían esa Gran Voz de Trompeta, y vendrían a Cristo y recibirían a Cristo como su Salvador y serían bautizados en agua en Su Nombre y recibirían el Espíritu Santo y nacerían en el Reino de Cristo? Pues todos nosotros que estamos en la Obra de Dios hoy. Por eso estamos en la Obra de Dios hoy, del tiempo presente.

Que las bendiciones de Cristo, el Angel del Pacto, prometidas para Su Obra hoy, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto se complete el número de los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo, y pronto Cristo se levante del Trono del Padre, resucite a los muertos creyentes en El, en Su Obra de Reclamo, y nos transforme a nosotros los que vivimos y nos lleve con El a la Cena de las Bodas del Cordero al Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Ha sido un privilegio para mí estar con ustedes, dándoles testimonio de: “LA OBRA DE DIOS HOY.” Continuaremos en la próxima actividad a las 7:00 de la noche, en el tema: “LAS GRANDES OBRAS DE DIOS.” Por lo tanto, continuaremos hablando de las grandes obras de Dios prometidas para este tiempo, y también mostrando las grandes obras de Dios que El hizo en edades pasadas.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y adelante en la Obra de Dios hoy, y trabajando en la Obra de Dios hoy, todos los días de nuestra vida. Y si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como su Salvador, y Su Palabra, la Palabra de Cristo ha llegado a su alma, puede levantar su mano para que nuestro hermano Bermúdez ore por usted, usted reciba a Cristo como su Salvador, y Cristo le reciba a usted y perdone sus pecados, y lo coloque en Su Cuerpo Místico de Creyentes.

Dejo nuevamente al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín con ustedes en esta ocasión.

Que Dios les bendiga, y hasta la próxima actividad Dios mediante en el lugar que ya todos ustedes saben, a las 7:00 de la noche.

LA OBRA DE DIOS HOY.”