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| La Voz de la Sangre | 2002-01-30 | 1 | Cartagena | Bolivar | CO | 01:40:44 | false | true |
Muy buenas noches, ministros compañeros en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino en este entrelace dispensacional; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo ministerial alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.
Para lo cual leemos en Génesis, capítulo 4, verso 8 al 13, donde dice:
“Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su
hermano Abel, y lo mató.
Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?
Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano
clama a mí desde la tierra.
Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y
extranjero serás en la tierra.
Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado”.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema lo tomamos del capítulo 4, verso 10, donde dice:
“Y él le dijo (Dios le dijo): ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”.
“LA VOZ DE LA SANGRE”.
En la sangre está la vida, y la vida es el espíritu, el cual está manifestado en el cuerpo de la persona. Por ejemplo: la Vida de la Sangre de Cristo es el Espíritu Santo.
Y ahora, encontramos que en este pasaje que leímos clama a Dios la Sangre de Abel desde la Tierra. Y en Apocalipsis, capítulo 6, versos 9 al 11, dice:
“Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.
Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?
Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos”.
Y ahora, aquí en Apocalipsis, capítulo 6, versos 9 al 11, están clamando estas personas, porque son los que murieron bajo las persecuciones allá de Hitler y otros dictadores; y son hebreos estas personas, y tiene que ser completado el número de los que han de ser muertos como ellos, que son ciento cuarenta y cuatro mil hebreos.
Ahora, podemos ver que hasta cierto tiempo no se lleva a cabo la venganza de parte de Dios.
Ahora, vamos a ver el capítulo 19 del Apocalipsis, verso 1 en adelante, donde dice:
“Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro;
porque tus juicios son verdaderos y justos; pues has juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella”.
Y ahora, vean ustedes cómo aquí Dios venga la sangre de Sus siervos de mano de la gran ramera; esto es así porque Dios a través de Cristo es el vengador de la sangre de Sus siervos y de todos Sus hijos, tanto vengador de la sangre del pueblo hebreo, como vengador de la sangre de Su Iglesia.
Y ahora, el vengador de la sangre de Sus siervos y de Sus santos es nuestro amado Señor Jesucristo. En Deuteronomio y también en Números nos habla acerca de esto… vamos a ver en Deuteronomio, capítulo 32… capítulo 32 de Deuteronomio, versos 40 en adelante, dice:
“Porque yo alzaré a los cielos mi mano, Y diré: Vivo yo para siempre,
Si afilare mi reluciente espada, Y echare mano del juicio,
Yo tomaré venganza de mis enemigos,
Y daré la retribución a los que me aborrecen. Embriagaré de sangre mis saetas,
Y mi espada devorará carne (eso lo cumple en Apocalipsis, capítulo ¿qué? 19, verso 11 en adelante);
En la sangre de los muertos y de los cautivos, En las cabezas de larga cabellera del enemigo. Alabad, naciones, a su pueblo,
Porque él vengará la sangre de sus siervos, Y tomará venganza de sus enemigos,
Y hará expiación por la tierra de su pueblo.
Vino Moisés y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Josué hijo de Nun”.
Y ahora vean cómo queda esta profecía grabada en un cántico para el pueblo hebreo.
Ahora vean, Dios vengará la sangre de sus siervos, esa es la promesa divina. También en Números, en el libro de Números tenemos también esa promesa… eso está en Número… vamos a ver Número 35 a ver, verso *30:
“Cualquiera que diere muerte a alguno, por dicho de testigos morirá el homicida; mas un solo testigo no hará fe contra una persona para que muera (por lo tanto tiene que ser por medio de dos o más testigos).
Y no tomaréis precio por la vida del homicida, porque está condenado a muerte; indefectiblemente morirá.
Ni tampoco tomaréis precio del que huyó a su ciudad de refugio,
para que vuelva a vivir en su tierra, hasta que muera el sumo sacerdote.
Y no contaminaréis la tierra donde estuviereis; porque esta sangre amancillará la tierra, y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó”.
Ahora, aquí tenemos una ley divina: vean, el homicida está sentenciado a muerte. No el que mató sin intención, no el que mató por accidente, sino el que mató habiendo pensado en hacerlo, premeditadamente. Y por dos o tres testigos será condenado el homicida. Por eso para el tiempo final tenemos los Dos Testigos y luego el Testigo Fiel y Verdadero, que es Jesucristo. Así que tenemos ahí tres testigos; por lo tanto esos tres testigos estarán dando testimonio acerca de esa mujer que ha derramado la sangre de los santos y también de los siervos de Dios.
Y vean ustedes, vendrá ese juicio divino; pues vean ustedes, en el Cielo, el Trono de Dios, mientras está la Sangre de Cristo allí sobre el Propiciatorio, es un Trono de Misericordia; pero cuando Cristo termine Su Obra de Intercesión, lo cual sucederá cuando haya entrado hasta el último escogido de Dios al Cuerpo Místico de Cristo, y Cristo haya hecho intercesión hasta por ese último escogido, entonces habrá terminado la Obra de Intercesión de Cristo en el Cielo en el Trono de Dios.
Y sucederá como sucedía cuando el sumo sacerdote salía del lugar de intercesión: cuando ya terminaba todas sus labores, encontramos que ya el que no había afligido su alma, ya cuando él terminaba sus labores ya era demasiado de tarde, y entonces el juicio divino iba a venir sobre esas personas que no se habían arrepentido de sus pecados y no habían afligido sus almas por haber pecado contra Dios; por lo tanto, no fueron incluidos en los que fueron reconciliados con Dios por medio del sacrificio del macho cabrío de la expiación y su sangre, la cual fue llevada al lugar santísimo y colocada sobre el propiciatorio cuando el sumo sacerdote esparcía con su dedo siete veces sobre el propiciatorio (esparcía esa sangre) [Levítico 16:1-34, Levítico 23:26-32].
Ahora, Dios le ha dado al ser humano cerca de dos mil años de la muerte de Cristo hacia acá, para que todo ser humano se arrepienta de sus pecados y aflija su alma por haber pecado ante Dios; por eso a través de estos dos mil años se ha estado predicando el Evangelio. Y miren cómo Pedro, el cual fue el primero que comenzó a predicar el Evangelio de la Gracia allá, el cual tenía las llaves del Reino de los Cielos, vean cómo dice en el libro de los Hechos, capítulo 2, verso 34 en adelante, dice:
“Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas”.
Ahora, vean cómo Pedro llamó el pueblo al arrepentimiento y a ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, para recibir el Espíritu Santo y así obtener el nuevo nacimiento y nacer en el Reino de Cristo, y obtener así el cuerpo angelical teofánico, igual al cuerpo angelical de Jesucristo, y así comenzó la Dispensación de la Gracia abriendo sus puertas a todos los que afligidos en sus almas, arrepentidos de sus pecados, recibirían a Cristo como su Salvador. Y la Puerta es Cristo, fue abierta la Puerta, Cristo, el misterio de Cristo en Su Primera Venida como Cordero de Dios para quitar el pecado del mundo.
Sin Cristo y Su Sacrificio en la Cruz del Calvario ninguna persona puede obtener perdón de pecados, y por consiguiente no puede obtener salvación.
Vean lo que dice San Lucas en el capítulo 24, versos 46 en adelante, dice… 45 en adelante, dice:
“Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;
y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
Y vosotros sois testigos de estas cosas.
He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”.
Ahora vean cómo el arrepentimiento y el perdón de los pecados se predica, se enseña, ¿dónde? Se enseña en el Nombre del Señor Jesucristo, porque no hay otro nombre en el cual podamos ser salvos, sino en el Nombre del Señor Jesucristo. No hay otro nombre dado a los hombres en el cual podamos ser salvos [Hechos 4:12].
Y ahora, la puerta de la Salvación se abrió el Día de Pentecostés, Pedro la abrió teniendo Él las llaves del Reino de los Cielos.
Y ahora, vean ustedes cómo Dios le ha dado a la raza humana todo este tiempo, y todavía hay tiempo aunque la Puerta está por cerrarse.
Vean, en San Lucas, capítulo 13, verso 22 en adelante, dice:
“Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén.
Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo:
Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.
Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois”.
Ahora, vean ustedes cómo la Puerta de la Gracia va a ser cerrada y ya de ahí en adelante ninguna persona podrá recibir salvación ni perdón de pecados, porque ya se habrá cerrado esa Puerta. Por eso es que dice en Apocalipsis, para cierto tiempo, el santo sea santificado todavía, pero el que esté sucio… vamos a ver lo que dice ahí. Verso 11 de Apocalipsis 22, dice:
“El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía”.
Ahora, podemos ver que habrá un tiempo en donde no habrá más oportunidad de salvación, eso será cuando haya entrado hasta el último de los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo, y entonces Cristo se levante del Trono del Padre y resucite a los muertos creyentes en Él y a nosotros nos transforme; y ya para ese tiempo no habrá Sangre sobre el propiciatorio porque ya Cristo habrá salido del Trono del Padre, ya para la humanidad no habrá oportunidad de salvación.
Ahora, veamos en la página 82 del libro de Los Sellos, dice:
“110. Ahora ¿qué hizo? Ha estado…”. Un poquito antes, vamos a comenzar en la 81, primer párrafo dice:
“[102]. Entonces salió el Cordero y Sus días de intercesión habían cesado, los días de mediación, entonces es cuando este Ángel aparecerá. Espere hasta que lleguemos a los sellos mismos y El dirá: ‘El tiempo no será más’. Entonces entra a la media hora de silencio y fíjense bien las cosas que sucederán durante esa media hora del séptimo sello, Dios mediante”.
Esa media hora del Séptimo Sello, esa media hora de silencio, tiene cosas que van a estar sucediendo.
“103. Él ahora sale del lugar de intercesión ¿para qué? Para hacer Su reclamo. Él ha hecho la obra del Redentor. Bajó y se hizo hombre, murió e hizo la obra del Redentor semejante, pero todavía no había hecho Su reclamo. Ahora viene a la escena para reclamar Sus derechos. Fíjense bien lo que sucede ahora. Estos son los derechos por los cuales murió, porque vino para ser pariente humano, para morir en su lugar y así redimirlo, pero el anciano estaba correcto cuando dijo que era un león, porque El había sido un Cordero, un intercesor, el Cordero ensangrentado, pero ahora viene como un León. Los días de intercesión han cesado. ‘El que esté sucio, ensúciese todavía; el que es justo, sea todavía justificado; y el que es santo sea santificado todavía’. La situación ahora ha terminado. ¡Oh hermano! ¿Y entonces qué? ¿Entonces qué? Y recuerde, ¡esto viene durante la séptima edad de la Iglesia cuando los misterios de Dios serán abiertos!
104. Ahora fíjense muy bien, esto es algo que ustedes tienen que captar. Él había estado haciendo Su obra de mediación, intercediendo por el creyente, por dos mil años como un Cordero. Ahora Él está tomando un paso, saliendo de la eternidad para tomar el Libro del acta del título y abrir los sellos y revelar los misterios. ¿Cuándo? En el tiempo del fin.
105. El viene para abrir los sellos y soltar todos los misterios para el séptimo ángel cuyo mensaje es revelar todos los misterios de Dios. Los misterios de Dios están aquí en estos siete sellos, así lo dijo El. Ahora viene el Cordero y cambia de ser un mediador entre Dios y los hombres y se convierte en un León, y cuando llega a ser un León toma el libro que contiene Sus derechos. Dios lo ha retenido y es un misterio, pero ahora viene el Cordero. Nadie podía tomar el Libro porque todavía estaba en las manos de Dios”.
Seguimos leyendo en la página 81:
“106. Entonces, si este Libro de misterios es la Palabra de Dios, el séptimo ángel tiene que ser un profeta para que la Palabra tenga a dónde llegar (y más abajo… vamos a ver, dice). Ningún Papa, sacerdote u otra persona le puede recibir (o sea, no puede recibir ese libro), porque la Palabra de Dios no viene a los tales. La Palabra de Dios viene siempre y únicamente a un profeta. Malaquías cuatro así lo promete, y cuando él haya aparecido tomará los misterios de Dios, y restaurará la fe de los hijos a los padres, porque la iglesia se enredó tremendamente en todas estas denominaciones, luego vendrá el terrible juicio sobre el mundo y la tierra será quemada, luego los justos hollarán a los malos, los cuales serán ceniza bajo sus pies (bajo la planta de sus pies) durante el milenio.
Y ahora, más abajo dice:
“108. Ahora fíjense bien: Entonces es Él, el Cordero, Quien toma Su lugar majestuoso cuando Sus santos llegan para coronarle ‘Rey de reyes y Señor de Señores’. ¿Ve usted? En Apocalipsis 10:6 vemos que el tiempo se acaba”.
Y en la página 82 dice:
“110. Ahora ¿qué hizo? Ha estado intercediendo hasta que Su sangre ha hecho expiación por cada persona, y ahora el Cordero conoce lo que está escrito en el Libro. El conoció desde antes de la fundación del mundo que sus nombres estaban escritos allí, y Él ha estado allá haciendo la obra de intercesor hasta que todos los que están escritos en el Libro hayan sido redimidos, y en eso la obra esté completa y El sale. Él ha terminado Su obra del Redentor Semejante. La obra del pariente fue de dar testimonio ante los ancianos; y ustedes se acuerdan de nuestro estudio como sucedió con Booz que se quitó el zapato y las otras cosas que hizo. Todo esto ya Él lo ha hecho, ahora viene para llevarse Su Novia; viene como Rey buscando Su Reina. ¡Amén!
111. En este Libro está el secreto de todas estas cosas y envuelto en siete sellos. ¡Oh hermano! Los siete sellos, esperando Su venida”.
Y ahora, en la página 83, al final dice:
“118. Ahora Él tiene el acta del título de la redención en la mano. La mediación ha cesado. Recuerde, por todo este tiempo ha estado en la mano de Dios, pero ahora está en la mano del Cordero. Fíjense bien: El título de la redención de toda la creación está en Su mano y Él ahora ha venido para reclamarlo todo para la raza humana; no lo reclama para los ángeles, sino para los humanos, a quienes fue dado originalmente, para volverlos a ser hijos e hijas de Dios, volviéndolos al Huerto de Edén y a todo lo que perdieron: los árboles, los animales y toda la creación. ¿No le hace esto sentirse gozoso? Yo pensaba antes que estaba cansado pero ahora ya no. A veces pienso que estoy envejeciendo hasta donde no podré predicar más, luego veo algo como esto y pienso que soy joven de nuevo”.
Porque viendo esto es que nosotros vamos a ser rejuvenecidos, al ver esto es que nosotros vemos que vamos a ser jóvenes nuevamente pero en un cuerpo eterno.
“119. Esto me transforma, porque sé que hay Alguien allá esperándome. Hubo Uno que pagó el precio que yo jamás podría pagar. Correcto. Él lo hizo por mí y por usted y por toda la raza humana, y ahora viene para reclamar los derechos que ha redimido. ¿Para quién los está reclamando? No para Sí mismo, sino para nosotros. Él es uno de nosotros; es nuestro Semejante. Él es mi Hermano, mi Salvador, mi Dios, es mi Redentor semejante. Él es mi todo, porque sin Él, ¿qué era yo? O sin Él, ¿qué podría ser? Entonces Él es mi TODO. Y allí está como nuestro Semejante y ha estado intercediendo por nosotros hasta este tiempo, y ahora sale y toma el libro de la Redención para reclamar Sus derechos por lo que hizo por nosotros”.
Sigue diciendo más abajo:
“[119]. Jesús dijo:
Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque
esté muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.
¿Crees esto?
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna;
y le resucitaré en el día postrero.
Juan 11:25-26, 6:54
120. Ya sea que duerma con Dios en la primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta o aun en la séptima vigilia (o sea, en la séptima edad), donde quiera que suceda lo que sucederá, la trompeta de Dios sonará, y esa última trompeta sonará al mismo tiempo cuando el último ángel esté predicando su Mensaje y cuando se abra el último sello (cuando se abra el Séptimo Sello); y la última trompeta sonará y el Redentor vendrá para tomar Su posesión redimida, la Iglesia lavada en la sangre.
121. Ahora, toda la creación está en Sus manos. El plan entero de la redención está sellado con siete sellos misteriosos en este Libro que Él tomó. Ahora fíjense bien: Sólo Él puede revelarlo a quien Él desea. Lo tiene en la mano y prometió que sería revelado en este tiempo. Está sellado con siete sellos misteriosos, eso es el Libro de la redención”.
Y ahora vamos a ver algo muy importante: página 86, dice:
“[128]. El Cordero abrió los sellos y se los reveló a Su Iglesia para así recoger sus súbditos para Su reino, Su Novia. Él ahora quiere traer Sus súbditos a Sí mismo. ¿Cómo lo hará? Del polvo de la tierra, de las profundidades de la mar, de los abismos y de todas partes donde fueron colocados, de las regiones de tinieblas, del paraíso y dondequiera que se encuentren; El llamará y ellos responderán.
129. Él viene para llevarse Sus súbditos. Él reveló Sus secretos y ellos lo reconocieron. Luego para ese tiempo, el tiempo no será más, ya se acabó, ha terminado. Bien, ahora, Él deja el Trono donde ha estado como Cordero Intercesor, para ser el León, un Rey para traer el mundo a juicio, el cual ha rechazado Su Mensaje. El ya no es Mediador”.
Ahora, todo esto es cuando Él termine Su Obra de Intercesión, se levante del Trono del Padre y tome el Título de Propiedad.
“129. El viene para llevarse Sus súbditos. Él reveló Sus secretos y ellos lo reconocieron, luego para ese tiempo, el tiempo no será más, ya se acabó, ha terminado. Bien, ahora, Él deja el Trono donde ha estado como Cordero Intercesor, para ser el León, un Rey para traer el mundo a juicio (¿para traer qué? El mundo a juicio), el cual ha rechazado Su Mensaje. El ya no es Mediador. Recuerde la enseñanza del Antiguo Testamento: Cuando la sangre se apartaba del propiciatorio ¿qué sucedía? Su convertía en tribunal de juicio. Y ahora cuando el Cordero inmolado salió de la eternidad, del Trono del Padre, y tomó Sus derechos, fue entonces un tribunal de juicio; y Él entonces ya no es un Cordero sino un León, el Rey, y clama por Su Reina que venga a pararse a Su lado.
¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo?
Primera de Corintios 6:2
130. Daniel dijo en el capítulo 7 y versículo 10 que ‘el Juez se sentó y los libros se abrieron, y millones de millones asistían delante de él’ (el Rey y la Reina). Luego vemos en Apocalipsis 20:12: ‘y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida’. Eso es para la iglesia. Allí se pararon el Rey y la Reina. Esto me hace pensar en una poesía (y comienza ahí a hablar de una poesía)”.
Ahora, en la página 88 dice:
“133. Ve usted quién es el Patrón de los jinetes? Ese es el Cordero a los siete mensajeros, los cuales están cada uno en su puesto y conocen todas las marcas.
134. Noten ahora, Él sale y deja el Trono como Intercesor, como el Cordero inmolado, para ser un León, el Rey, para traer al mundo entero ante el tribunal de juicio, el mundo que le ha rechazado. Entonces nuestro pariente como Redentor es Rey sobre todo. ¿Por qué? Porque tiene el acta del título de la redención en Sus manos. Estoy tan contento que le conozco. Entonces Él reclama Su herencia, la Iglesia, o sea la Novia. Entonces Él echa al suelo Su contendiente Satanás. Él echa a Satanás en un lago de fuego juntamente con todos los que fueron inspirados por Satanás para rechazar Su Palabra de redención. Él ahora es Rey.
Más abajo dice:
“136. Ahora Él viene y sale de la Eternidad allá del Trono del Padre, donde ha estado como Intercesor y viene para ser Rey, para reinar sobre todas las naciones con la vara de hierro. El juicio está listo”.
Y en la página 89, párrafo 3 o 4, dice:
“138. Ahora, fíjense bien en lo que sucedió cuando Él hubo hecho esto. ¡Qué gran jubileo! Esto es exactamente cuando son abiertos estos Sellos. En seguida veremos la media hora de silencio. Estamos empezando hoy y el domingo entrante terminaremos aquí mismo. Escuchen bien. Si están listos digan: ‘Amén’.
139. Cuando Él hubo hecho esto, cuando toda la Creación estaba gimiendo y nadie sabía qué hacer, allí estaba Juan llorando, entonces se presentó el Cordero. El Libro estaba en las manos del dueño original porque el hombre había caído y perdido el Libro y no había otro hombre digno de tomarlo para redimir la Tierra. Ningún sacerdote, ni papa, ni nada, como dije anteriormente. Pero vino el Cordero… no fue ninguna virgen María, ni Santa Fulana ni San Mengano, sino el Cordero fue Quien vino, sangrando e inmolado, y tomó el Libro de la diestra de Aquel que estaba sobre el Trono. Y cuando vieron que en verdad había un Redentor… Todas las almas bajo el altar, los ángeles, los ancianos y toda la Creación vio que esto sucedió… Ahora, todo esto queda todavía en el futuro. Esta noche Él todavía es un Mediador, pero esto le queda en el futuro. Fíjense”.
O sea que en la predicación de los Sellos, durante toda esa semana que el reverendo William Branham estuvo predicando sobre los Sellos (desde el día 17 de marzo hasta el 24 de marzo), aunque Él está hablando acerca de los Sellos, todavía el Cordero no se ha levantado del Trono del Padre porque todavía está haciendo intercesión; él lo dice: “Todavía Él es un Intercesor, todavía está haciendo intercesión, todavía está en el Trono del Padre; esto le queda (¿cómo?) en el futuro”. Pero él está obteniendo una revelación de lo que va a suceder más adelante.
Y en el reverendo William Branham Dios está reflejando lo que Él va a hacer más adelante, y le está mostrando al reverendo William Branham lo que Dios va a hacer más adelante.
Y todavía está en el Trono del Padre haciendo intercesión; pero cuando se complete el número de los escogidos de Dios entonces se levantará del Trono del Padre, tomará el Título de Propiedad, lo abrirá en el Cielo, y lo trae a la Tierra y se lo entrega a un hombre que se lo coma.
Siendo el Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra, de toda la Creación, vean, regresa el Título de Propiedad a la raza humana cuando Cristo lo toma, siendo el representante de la raza humana, y luego lo trae a un hombre a la Tierra que se lo coma; y eso muestra la adopción, la adopción de un hombre, el cual, luego de eso, toda la Creación le obedecerá en todo lo que Él le diga.
Miren, aquí está: página 254 del libro de Los Sellos, dice:
“106. Ahora anoche vimos que venía con su grande espada para matar, y también vimos que él será muerto con la Espada (o sea, el anticristo viene con una espada para matar, pero será muerto con una espada también, la Espada de Cristo que es la Palabra que sale de Su boca), la espada de la Palabra. La Palabra de Dios es una espada de dos filos que lo matará (ese es el Espíritu de la boca de Cristo). Espere usted hasta que esos Siete Truenos pronuncien sus voces; y aquel grupo que en verdad puede tomar la Palabra de Dios y colocarla bien, entonces cortará y partirá; podrán cerrar el cielo; podrán hacer esto o aquello o lo que les plazca.
107. El será aniquilado (o sea, el anticristo) con la Palabra que procede de Su boca (de la boca de Cristo), la cual es más aguda que toda espada de dos filos. Ellos podrán llamar cien billones de toneladas de moscas si así lo desean. ¡AMEN! Lo que ellos digan así sucederá, porque será la Palabra de Dios procediendo de la boca de Dios. Es la Palabra de Dios, pero Él siempre usa al hombre para ponerla por obra. Dios pudo haber llamado las moscas allá en Egipto, pero dijo: ‘Moisés esto te corresponde a ti. Yo te digo lo que debes hacer, y tú anda y hazlo’. Así lo hizo. Pudo haber escogido el sol para esa obra, o la luna o el viento, pero dijo: ‘Moisés’. El escogió Su hombre (Su Profeta)”.
Ahora, podemos ver que hay algo grande delante de nosotros para ser cumplido en este tiempo final cuando se termine la Obra de Intercesión, entonces eso es cuando entre hasta el último de los escogidos de Dios, y entonces viene la adopción para los muertos en Cristo y la adopción para los que estamos vivos.
Y en este tiempo final será la única ocasión en que un hombre con un ministerio de Dios será adoptado estando vivo, será transformado y vendrá a ser a imagen y semejanza de Jesucristo.
Miren aquí en… ¿Vieron que lo que nos habla aquí, de esos truenos y de esa Palabra siendo colocada bien, y luego nos habla de que podrán hablar moscas a existencia, podrán tener cuantas plagas quieran? Eso es el ministerio ¿de quién? De Moisés y Elías, porque el ministerio de Moisés y Elías es un ministerio adoptado.
Ahora, vamos a ver algo más: en la página 361… 361, dice:
“152. Sabemos que el fuego del capítulo 19 de Apocalipsis, viene de Cristo, una espada sale de Su boca, la cual es la Palabra. ¿Correcto? Oh, hermano, obtenga el conocimiento de estas cosas para la apertura del Séptimo Sello mañana. Con la espada, Dios devora a Sus enemigos.
153. Ahora fíjense en esto: Cuando estos dos profetas están profetizando, si cualquier hombre les hace daño, entonces fuego sale de su boca, el Fuego del Espíritu Santo –la Palabra. La Palabra es Dios, la Palabra es fuego, la Palabra es Espíritu, la cual procede de sus bocas. Fíjense en Moisés: Allá en Egipto estaban maltratando a los judíos, Faraón no los dejaba ir. Entonces Dios puso Su Palabra en la boca de Moisés, eran los pensamientos de Dios entrando al corazón de Moisés; y entonces él sale para expresar estos pensamientos, y cuando los expresa, vienen a ser la Palabra de Dios. Estiró la mano y dijo: “Sean las moscas.” Y de repente aparecieron moscas. Entonces, “si alguno les dañare, sale fuego de sus bocas y devora a sus enemigos.” Allí está. Pueden hablar lo que les plazca, y así sucederá. ¡Amén! “Y si alguno les quisiere hacer daño, es necesario que él sea así muerto”.
154. Sí, hermano, Dios estará en la escena entonces. Ellos tendrán el poder para cerrar los cielos para que no llueva durante el tiempo de su profecía —el ministerio de Elías. Él sabe cómo hacer eso, porque lo ha hecho antes. ¡Amén! Moisés también sabe cómo hacerlo, porque lo ha hecho antes. Por esa razón, estos dos fueron reservados para este tiempo. ¡Amén!
155. Aquí yo podría decir algo muy tremendo, pero creo que sería mejor dejarlo para mañana. Bien. Y tendrán poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y también poder para herir la Tierra con las plagas cuantas veces quieran. ¿Qué es? ¿Qué otra cosa fuera de la Palabra puede producir estas cosas? Ellos podrán hacer que la naturaleza haga lo que ellos quieran (¿Ven?).
156. ¡Aquí está! Ellos son los que producen este Sexto Sello. Lo descubren y lo abren; es el poder de Dios para interrumpir la naturaleza. El Sexto Sello es totalmente una interrupción de la naturaleza.
157. ¿Me entienden? Allí está el Sello. ¿Quién lo hace? Son los profetas, del otro lado del Rapto. Ellos con el poder y la Palabra de Dios condenarán la naturaleza. Podrán producir terremotos, convertir la luna en sangre, o hacer bajar el sol; en fin, cualquier cosa que ellos demanden, eso va a suceder ¡Amén!
Y ahora, las cosas, las plagas postreras, vean ustedes, las aguas son convertidas en sangre y miren… así que podemos ver que hay algo muy importante aquí que va a suceder.
Estamos en el tiempo más grande de todos los tiempos, el tiempo en donde van a ser adoptados los hijos e hijas de Dios de este tiempo final y en donde un mensajero va a ser adoptado.
Y Dios no tiene dos mensajeros ni tres al mismo tiempo; por lo tanto, un mensajero va a ser adoptado. Pero están prometidos Moisés, Elías y Jesús; esos son los ministerios de Jesús, de Moisés y de Elías, los cuales van a estar en un solo hombre.
No pueden estar dos profetas al mismo tiempo para la misma edad o misma dispensación, como mensajeros para esa edad o para esa dispensación, pero pueden estar dos ministerios o tres ministerios en el mismo hombre para esa edad o para esa dispensación.
Y ahora, vean ustedes, por cuanto esto tiene que ver con la Bendición de la Primogenitura, vean la bendición de un ministerio doble.
Una dualidad podemos ver en cuanto al ministerio de los Dos Olivos, y tiene que ver con la Bendición de la Primogenitura que corresponde a la Iglesia del Señor Jesucristo. Por lo tanto, Cristo tiene que manifestar ese ministerio doble, así como ha manifestado el ministerio correspondiente a cada edad en el mensajero de cada edad.
Ahora, la voz de la sangre clama, y la voz de la sangre de Abel clamaba ante Dios; y vean, Dios vino y trajo a juicio a Caín y habló una maldición sobre la tierra [Génesis 4:8-15].
Y ahora, bajo el ministerio de los Dos Olivos, vean ustedes, viene una maldición también.
Ahora, por causa de que tanto los siervos de Dios (el pueblo hebreo) como los hijos e hijas de Dios (los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo) han sido perseguidos y matados, y han sido mártires en sus diferentes etapas, ahora la sangre de los santos de la Iglesia de Jesucristo, como también de los siervos de Dios, del pueblo hebreo, clama ante Dios.
¿Vieron en Apocalipsis, capítulo 6?, que estaban clamando esas almas a Dios por venganza, por su sangre, que fue derramada.
Y ahora, Dios dijo en el Antiguo Testamento y los Apóstoles también dijeron: “No os venguéis vosotros mismos”. Y dijo: “Mía es la venganza, yo pagaré”. Y eso es para el Día de venganza del Dios nuestro, conforme a Isaías, capítulo 63, donde nos dice:
“¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿éste hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.
¿Por qué es rojo tu vestido, y tus ropas como del que ha pisado en lagar?
He pisado yo solo el lagar, y de los pueblos nadie había conmigo; los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y manché todas mis ropas (eso está en Apocalipsis, capítulo 14, verso 17 al 20 también).
Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos ha llegado”.
Y ahora, el año de los redimidos es el Año 50, el Año del Jubileo; porque el año de los redimidos es Año de Jubileo para todos los hijos de Dios, porque serán transformados los que estamos vivos (seremos transformados), y los muertos en Cristo serán resucitados en cuerpos glorificados.
Pero para el mundo que ha rechazado a Cristo, y para las naciones, será el día de venganza del Dios nuestro. Siendo que es el día de venganza del Dios nuestro, vean:
Isaías 63:4
“Año de los redimidos del Señor” para los escogidos, y “día de venganza del Dios nuestro” para el mundo y para toda persona que ha rechazado a Cristo como su Salvador.
Porque cuando Cristo salga del Trono del Padre ya no habrá esperanzas para la humanidad, toda oportunidad habrá terminado; y entonces es que Cristo toma el Título de Propiedad, lo abre en el Cielo, y lo trae a la Tierra y lo entrega a un hombre; y ahí es que entra en el Cielo la media hora de silencio, en donde cosas estarán sucediendo aquí en la Tierra.
Eso es la Tercera Etapa con la adopción de los hijos de Dios; y con un ministerio, el cual estará en un hijo de Dios adoptado. Y eso será un corto tiempo, en donde lo que sucedió cuando Cristo descendió al infierno y predicó a las almas encarceladas estará repitiéndose aquí en la Tierra; será el ministerio de Cristo, de Moisés y de Elías, manifestados aquí en la Tierra.
Vean en la página 114, vamos a ver aquí 114 del libro de Citas, párrafo 1002 (o sea, mil dos), dice:
1002 - “La mujer que vive en esta condición mundana, mientras vive está ya muerta. Y si ella rechaza la misericordia, puede cruzar la línea de separación; y entonces ya no habrá lugar para ella. Entonces, ¿adónde estará con sus ojos pintados y su cabello cortado? Es que ella ha cruzado la línea y no hay manera de volver. Y tiene que haber un ministerio que les predique. Pero recuerden, para ese tiempo ya todo habrá cesado. ¡Es una cosa horrenda! Habrá un ministerio que mostrará grandes maravillas (¿y cuál es el ministerio que mostrará grandes maravillas? El ministerio de los Dos Olivos, y eso cumplirá la Tercera Etapa de la Visión de la Carpa), Joel así lo dijo. Pero no habrá tiempo para la redención (no habrá tiempo para la Redención, ¿por qué? Porque ya Cristo habrá salido del Trono de Intercesión). Todo entonces es terminado, porque el Cordero ya habrá tomado su Libro y la redención habrá cesado. Jesús predicó y fue rechazado; luego prosiguió hacia aquellos que estaban encarcelados y no podían arrepentirse; ya no había tiempo para la salvación (eso fue cuando descendió al infierno y les predicó a los espíritus que estaban encarcelados, los cuales habían sido desobedientes en el tiempo de Noé. Eso está ahí en Primera de Pedro, capítulo 3, verso 17 al 22) …”.
Dice:
1002 - “No podían arrepentirse; ya no había tiempo para la salvación ¡Ese mismo ministerio tendrá que repetirse! ¿Qué tal si eso pudiese ser la Tercera Etapa, a los que están perdidos eternamente? (¿ven?).
1003 - El Cordero tomó Su Libro cuando el Séptimo Sello estaba a punto de ser abierto. Vimos el Sexto Sello, pero Él no nos dejó ver el Séptimo Sello. Él no lo dio a conocer. El Ángel estuvo de día en día diciéndome esas cosas, pero luego no lo hizo con este”.
Y ahora, pasamos a la página 119 del libro de Citas, párrafo 1057, vamos a leer una parte de ese párrafo, dice:
1057 - “Esto será lo que empezará la fe para el rapto para irse. Yo tendré que quedarme callado por un tiempecito. Ahora recuerden; (y tú que estás oyendo esta cinta). Tú vas a ver un cambio en mi ministerio luego. Decayendo… no levantándose, decayendo. Ya estamos en la edad y no puede ir más allá. Tenemos que esperarnos aquí un minuto hasta que esto acontezca acá para alcanzarlo y entonces viene el tiempo y la presión está en un lugar donde tú estás oprimido. Entonces mira lo que estoy preparando para decirte en estos momentos: Mire la Tercer etapa, entonces será absoluta y totalmente para los perdidos, pero será para la Iglesia y la Novia”.
Más abajo sigue diciendo en el 1058 de esa misma página, dice (esa misma página 119):
1058 - “Tal vez sea que estoy construyendo una plataforma para que alguien más suba en ella, tal vez yo sea llevado antes de este tiempo… pero yo creo que estamos tan cerca que yo no me moriré de edad avanzada. Y siendo de cincuenta y cuatro años, no me moriré viejo hasta que Él esté aquí, o sólo que sea disparado, o asesinado o alguna otra cosa, de algún modo muerto pero no por la edad avanzada hasta que El venga, tal vez yo no lo haré pero ese mensaje introducirá a Jesucristo al mundo. Así como Juan el Bautista fue enviado como precursor a la primera venida, así este mensaje será precursor de la segunda venida, y Juan dijo ‘He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo,’ así es que será paralelo en todo y yo sé que será”.
Ahora podemos ver que está anunciada una apretura, y cuando venga esa apretura ahí es que la Tercera Etapa va a surgir, donde grandes maravillas y milagros van a ser llevados a cabo. La Tercera Etapa es para los perdidos del mundo, es para la Iglesia, el cristianismo completo, y para la Novia, los escogidos de Dios.
Ahora, hay una promesa de que habrá un ministerio siendo operado, y será en una Carpa que estarán siendo llevados grandes milagros y maravillas. También el hermano Branham dice que es un auditorio y es una Carpa que él nunca había visto, parece que no es como las demás carpas, algo…
Ahora, vean en la página 136 del libro de Citas, párrafo 1208, dice:
1208 - “[Pregunta 253]: ‘¿La Novia antes que venga Jesús, ella tendrá todo poder del Espíritu Santo para hacer milagros, levantar muertos, y así sucesivamente como en la lluvia tardía—o es esta lluvia tardía para los 144.000 judíos? ¿Tendrán todos los ministros esto? ¿Y estamos sólo esperando la venida?
Ahora la contestación es:
1208 - “Ahora, lluvia tardía, 144.000 judíos, no, eso es cuando Elías y Moisés. Allí es donde los milagros, tienen lugar”. ¿Bajo qué ministerio es que los milagros tienen lugar? Bajo Moisés y Elías.
Ahora, podemos ver que estamos viviendo en un tiempo donde Dios se está preparando para llevar a cabo una adopción, tanto de un mensajero como del grupo de ese mensajero también, porque es el mensajero y su grupo en la edad que le corresponde donde va a ser llevada a cabo la adopción.
Ahora, podemos ver que algo grande Dios está preparando para llevar a cabo, y todo eso está dentro de la media hora de silencio en el Cielo. Ahora, media hora del silencio en el Cielo está prometida en Apocalipsis, capítulo 8, verso 1 en adelante (verso 1), y eso es cuando Cristo se levanta del Trono del Padre, tome el Título de Propiedad y lo abra en el Cielo. Ahí es que entra la media hora de silencio en el Cielo, y cosas sucederán aquí en la Tierra.
Ahora, mientras llega ese momento, pues tenemos que estar trabajando en la Obra de Cristo, sabiendo que la voz de la sangre está clamando ante Dios, y que en algún momento Cristo terminará Su Obra de Intercesión, y entonces el Trono de Dios se convertirá en Trono de Juicio; y la Corte entonces toma el caso de las naciones y de toda persona que no ha querido recibir a Cristo como su Salvador, y entonces los juzgará en el Trono celestial y materializará en la Tierra ese juicio sobre la raza humana; y así la voz de la sangre tendrá la respuesta de parte de Dios, conforme a Apocalipsis, capítulo 19; porque Dios vengara la sangre de Sus santos y también de Sus siervos, el pueblo hebreo. Capítulo 19, verso 1 al 3, dice:
“Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro;
porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.
Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos”.
Ahí podemos ver que durante la gran tribulación es que el juicio y lo que Dios dicta en ese juicio en Su Corte celestial, se materializará en la Tierra, y para eso están los instrumentos de Dios, los Ángeles de Dios y los ministerios de Moisés, de Elías y de Jesús, y los ángeles mensajeros con sus grupos, que es la multitud que viene sobre caballos blancos, vestidos de blanco en Apocalipsis, capítulo 19 con el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19.
Así que hay algo muy grande preparándose para suceder, porque la voz de la sangre está clamando ante Dios; pero por cuanto es un Trono de Intercesión todavía, no puede haber respuesta para vengar la sangre de los santos y del pueblo hebreo. Pero pronto será quitada la Sangre del lugar de Intercesión y entonces vendrá el juicio, Dios juzgará en Su Trono y desde Su Trono, el cual se convierte en Trono de Juicio cuando no está la Sangre; y esa sentencia se materializará sobre las naciones y sobre los seres humanos como individuos.
Y ahora, la Sangre de todos los mártires de Jesucristo, del Nuevo Testamento y también de los hebreos del Nuevo Testamento y también del Antiguo Testamento, será vengada de los que moran en la Tierra; porque este es el tiempo en donde el reino de los gentiles está en la cuarta etapa, la cuarta etapa tiene dos partes: las piernas de hierro y los pies de hierro y de barro cocido, está en la última parte de la cuarta etapa del reino de los gentiles.
Por lo tanto, Dios tomará venganza, vengará la sangre de sus santos, de mano del reino del anticristo en este tiempo final. Por eso es que vendrá ese fuego atómico, se va a desatar para vengar la sangre de los santos de Dios, porque la sangre clama, la voz de la sangre clama ante la presencia de Dios.
Vean ustedes, cómo cuando estos hebreos clamaron por venganza, les fue dicho: “Esperen un poco hasta que se completen vuestros consiervos”.
Ahora, vean ustedes cómo antes de entrar y aún de morir, antes de morir los 144.000 hebreos, ya están clamando por venganza estos hebreos que fueron martirizados por Hitler, Mussolini y Stalin, y otros dictadores a través de la historia del pueblo hebreo.
Ahora, podemos ver que aunque aparentemente Dios se tarde en vengar la sangre de Sus santos, llega siempre el momento en que Él lo hará, porque hay tiempo para todo en el Programa de Dios. Él no puede vengar la sangre de Sus santos durante la Dispensación de la Gracia, porque la Sangre está todavía (la de Cristo) en el Trono de Dios, haciendo intercesión. Pero cuando ya estemos transformados, entonces ya Cristo habrá salido del Trono de Intercesión y ya es Trono de Juicio, para traer el mundo a juicio, y ya Cristo estará como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores.
Todo el misterio está dentro del Séptimo Sello, aún el Sexto Sello gira alrededor del Séptimo Sello.
Así que, sabemos que la sangre de los santos de Dios clama a Dios, la voz de la sangre Dios la escucha. Y vean, la sangre: aunque la sangre de los santos, aunque haya llovido y aparentemente haya desaparecido, está en la Tierra, porque no puede ser borrada. Científicamente también han descubierto que permanece la sangre, puede en alguna pared, aunque la laven y la piten la pared, ahí está, aunque nadie la vea, pero hay equipos con los cuales puede ser vista.
Y ante los ojos de Dios ¿qué se puede esconder? Y de los oídos de Dios ¿qué puede ser oculto u opacado? Si los pensamientos de nosotros y de todo ser humano hablan más fuerte que nuestras palabras en el Cielo, cuánto más la sangre de Sus santos.
Así que la sangre de los santos de Cristo es escuchada, la voz de la sangre de los santos de Cristo es escuchada en el Cielo, y la voz de la sangre del pueblo hebreo también.
Así que vean ustedes cómo la humanidad se está preparando para ser juzgada con la sangre de los hebreos que han sido martirizados y por la sangre de los miembros del Cuerpo Místico que han sido martirizados, y Dios pagará a cada uno conforme a sus obras. Cristo dijo y la Escritura dice: “Mía es la venganza, yo pagaré”. Está en el Antiguo Testamento y San Pablo también lo repite, lo da a conocer.
Por lo tanto, el día de venganza del Dios nuestro, que es el día para el juicio divino sobre la humanidad, ahí es donde Dios vengará la sangre, no solamente de los hebreos que han sido martirizados, sino la sangre de Su Iglesia que ha sido derramada a través de la historia de la Iglesia en las diferentes persecuciones a las cuales el mundo ha sometido a la Iglesia de Jesucristo.
Ahora, “LA VOZ DE LA SANGRE”. Ahora, ¿la voz de la sangre quién la escucha? Dios. Por lo tanto, la voz de la sangre clama ante Dios, y el Vengador de la sangre, que es Jesucristo, vengará la sangre de Sus santos y de Sus siervos, de Sus santos, de Su Iglesia, y de Sus siervos, el pueblo hebreo.
Estamos viviendo en un tiempo muy, pero que muy, importante. Por lo tanto, estemos preparados para nuestra transformación, la cual va a suceder antes de que se acabe todo el Programa de Cristo entre los gentiles. Y luego que seamos transformados, aunque vengan los juicios divinos no nos preocupará porque estaremos en un cuerpo glorificado; y como hay una fiesta grande en el Cielo que va a ser llevada a cabo durante el tiempo en que los juicios divinos van a estar cayendo en la Tierra, entonces nos iremos con Cristo a esa gran fiesta.
Así que, estaremos los tres años y medio en la Cena de las Bodas del Cordero con Cristo en la séptima dimensión, mientras Cristo venga la sangre de Sus santos, la cual clama ante Dios. Dios juzgará por medio de Jesucristo a los vivos y a los muertos. Eso es lo que dice San Pablo, tanto en… lo dice también el libro de los Hechos y en Timoteo; también nos dice San Pablo en Timoteo… Segunda de Timoteo, capítulo 4, verso 1, y también en el libro de los Hechos, capítulo 17, verso 31; y Primera de Pedro, capítulo 4, verso 5 al 6.
Es por medio de Cristo que Dios juzgará al mundo. Así que podemos ver que la humanidad está llegando a un ciclo en donde se tendrá que enfrentar al juicio divino que saldrá del Trono de Dios.
Ahora es un misterio cómo todos estos juicios divinos van a venir, pero está todo ya profetizado en la Palabra profética, pero está profetizada también la bendición que está prometida para nosotros, antes que caigan los juicios de la gran tribulación sobre la raza humana. Miren lo que dice en la página 246 el reverendo William Branham [Libro de Los Sellos]:
“[72]. En ese séptimo Sello son derramadas las copas y todo lo demás”.
En el Séptimo Sello, vean ustedes todo lo que está señalado para suceder en ese tiempo. Ese Séptimo Sello tiene, hay cosas que han de suceder. En la página 352, dice el penúltimo párrafo:
“[107]. Y sucederá que al tiempo cuando el anticristo venga en su plenitud, Dios también vendrá en Su plenitud para redimirnos. Siempre corren paralelos. Caín y Abel, el cuervo y la paloma en el arca, Judas y Jesús”.
Esto también va con la página 146, último párrafo dice:
“[192]. Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre”.
Ahora podemos ver la bendición tan grande que está prometida para los escogidos de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo, y todo eso es el Séptimo Sello. Y ahí lo vamos a dejar, porque no queremos dar mucha explicación para que no se interrumpa el Programa de Dios.
Ahora, los escogidos de Dios del Día Postrero van a ver dónde se va a encarnar la Palabra, tendrán el conocimiento de ese misterio y por consiguiente estarán al lado de la Palabra hecha carne, estarán en pie delante del Hijo del Hombre. Y mientras la Sangre clama, la voz de la sangre clama, los escogidos estarán recibiendo las bendiciones de Dios.
“LA VOZ DE LA SANGRE”.
Vean, es la voz de la sangre de los escogidos clamando ante Dios, y la voz de la sangre de Cristo, pues clama por nosotros en la intercesión que Cristo está haciendo en el Cielo, que es una Sangre mejor que la de los animalitos que eran sacrificados en el Antiguo Testamento, y mejor que la de Abel que fue derramada en Tierra, esa Sangre clama por nosotros.
Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: “LA VOZ DE LA SANGRE”.
Mañana en la mañana, tempranito, ¿mañana es cómo? Un Jueves-Domingo. Estaremos tempranito, ¿a las 8:00 o a las 7:00, Miguel? 7:00. Bueno, a las 7:00. Yo voy a estar antes, pues estoy aquí. Así que estaré con ustedes en esa actividad de la mañana, y ya pues viajaremos luego conforme a como está todo planificado.
Mañana… déjeme ver… mañana es: “LA TRAYECTORIA DEL TRONO DE DIOS”. Ahí hay muchas cosas, que si Dios nos permite, pues hablar de ellas, veremos un sinnúmero de cosas grandes que hay ahí; porque Dios desde Su Trono en el Cielo comunica en la Tierra y manifiesta en la Tierra en Su Trono terrenal las cosas del Trono Celestial. Ahí lo vamos a dejar, y mañana pues veremos el misterio que hay ahí en: “LA TRAYECTORIA DEL TRONO DE DIOS”.
Oren mucho por mí para que Dios me dé todo lo que debo hablar mañana, y podamos ver el Trono de Dios en su trayectoria y lo que está siendo hablado desde el Trono de Dios.
Así que oren mucho por mí para que Él me dé todo lo que debo hablar y para que me use también hablando todo lo que debe ser hablado, y que Dios me los bendiga grandemente a todos, me los guarde, y continúen pasando todos una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.
Que Dios les bendiga y les guarde, y nuevamente con nosotros nuestro amado hermano y amigo Miguel Bermúdez Marín para continuar en esta noche con ustedes en la reunión de ministros.
Dios les bendiga y les guarde.
“LA VOZ DE LA SANGRE”.