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| Palabras en Actividad de Bautismos | 2001-12-02 | 2 | Cayey | PR | 00:00:00 | false |
PALABRAS DE APERTURA:
Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión en esta actividad, este culto de bautismo en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.
Es muy importante el bautismo en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, porque es una ordenanza divina para todos los creyentes en Cristo, y es algo que debe ser realizado por un ministro, para que así conste delante de Dios de que se llevó a cabo el bautismo en agua conforme a la ordenanza divina.
Nuestro amado Señor Jesucristo dijo en San Marcos, capítulo 16, verso 15 al 16:
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
Siendo que es una ordenanza divina de parte de Cristo, debe ser cumplida y debe tenerse entendimiento de que es un acto simbólico, el cual no quita los pecados, sino que da testimonio de que la persona murió, fue sepultada y resucitó, por lo tanto fue sepultada con Cristo; y ahora en el bautismo en agua cuando la persona entra al agua y es sumergida representa la muerte de la persona, o sea, la sepultura de la persona, y cuando se levanta del agua representa la resurrección de la persona.
Así que para esta ocasión estaremos en este acto simbólico bautizando a todos los creyentes que en esta ocasión están preparados para ser bautizados y dar testimonio así de que han muerto con Cristo, han sido sepultados con Cristo y han resucitado con Cristo. Y Cristo les dará Su Espíritu Santo, para que así nazcan en el Reino de Cristo, entren al Reino de Cristo y vivan para toda la eternidad en el Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.
Luego de Cristo morir, ser sepultado, resucitar, y 40 días después ascender al Cielo, encontramos que los discípulos de Jesucristo se reunieron conforme a la orden de Cristo en Jerusalén en el Aposento Alto, y esperaron allí el bautismo del Espíritu Santo; o sea, que ninguno de ellos había nacido de nuevo, solamente eran creyentes en Cristo, y luego que recibieron el Espíritu Santo Pedro predicó su primer Mensaje en el libro de los Hechos, capítulo 2, versos 14 en adelante, y ya cuando va por el verso 34, dice:
“Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.”
Ahí encontramos cómo comenzó la Iglesia del Señor Jesucristo luego del Día de Pentecostés o en el Día de Pentecostés, luego de recibir el Espíritu Santo podemos ver cómo comenzó a bautizar a todos los que creyeron el Mensaje de Pedro y recibieron a Cristo como su Salvador, y bautizando San Pedro y los demás Apóstoles en el Nombre del Señor Jesucristo, estaban bautizando en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porque el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo es Señor Jesucristo.
Y bautizando en agua en el Nombre del Señor Jesucristo se cumple la orden, el mandato de Cristo de bautizar en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porque Señor Jesucristo es el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Ahora, hemos visto porqué los Apóstoles bautizaron en el Nombre del Señor Jesucristo.
También tenemos el bautismo de San Pablo narrado en el capítulo 22 del libro de los Hechos, verso 16, donde Ananías le dijo:
“Ahora, pues, ¿por qué te detienes ? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.”
O sea, siendo bautizado San Pablo en el Nombre del Señor Jesucristo estaba siendo invocado el Nombre del Señor sobre San Pablo, y así estaba cumpliéndose en San Pablo la ordenanza divina de ser bautizado en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; por eso los Apóstoles bautizaban en el Nombre del Señor Jesucristo.
Ahora, podemos ver que no hay ninguna contradicción en la orden de Cristo: “Id y bautizad en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,” y la realización de esos dos bautismos por los Apóstoles.
Vean, Cristo dijo:
“Por tanto, id, y haced discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.”
Y cuando fueron a la práctica bautizaron en el Nombre del Señor Jesucristo, porque ese es el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. No bautizar en el Nombre del Señor Jesucristo es no bautizar en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que es el Nombre del Señor Jesucristo. Podemos ver que esta es una ordenanza divina y hay que cumplirla conforme a lo que significa esa ordenanza divina.
Así que en esta tarde para todos los que están preparados y ya con las vestiduras, las túnicas para ser bautizados, irán a las aguas del bautismo siendo bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo, que es el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Por eso bautizaron los Apóstoles en el Nombre del Señor Jesucristo.
En esta tarde nuestro amado hermano y amigo, el reverendo y misionero Miguel Bermúdez Marín efectuará los bautismos en agua en el bautisterio en el Nombre del Señor Jesucristo. Y ya para terminar le oí Primera de Pedro, capítulo 3, versos 19 en adelante, donde dice:
“...en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados (o sea, que Cristo cuando murió descendió al infierno y predicó a los espíritus encarcelados; y Jesús predicó, fue en espíritu y predicó a esos espíritus encarcelados),
los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.
El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,
quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.”
Que Dios les bendiga a todos ustedes, a los que también van a ser bautizados y a nuestro hermano Miguel Bermúdez Marín, y Dios les dé el Espíritu Santo a todos ustedes.
Dejo con nosotros a nuestro amado hermano y amigo, el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, para que pase y lleve a cabo los bautismos.
Y que Dios les dé el Espíritu Santo a todos los que serán bautizados en esta tarde. Amén
Hemos visto el porqué se requiere a todo creyente en Cristo ser bautizado en el Nombre del Señor Jesucristo. Ya dentro de unos momentos ya estarán siendo bautizados todos los que están listos para ser bautizados, mientras tenemos también los cánticos correspondientes.
Vamos a dejar por aquí a nuestro hermano Félix, el cual, pues tendrá los cánticos o la cinta, lo que tengan preparado para esta ocasión.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos.
PALABRAS DE CIERRE:
Le damos gracias a Dios por estas personas que han sido bautizadas en esta tarde, porque Dios está añadiendo a Su Iglesia los que han de ser salvos como dice la Escritura en Hechos, capítulo 2, verso 47:
“alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”
Es Cristo, es Dios, el que añade a Su Iglesia los que han de ser salvos, porque es Dios el que conoce quiénes son los que están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Y en Hechos, capítulo 13, verso 48 al 49, dice:
“Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.
Y la palabra del Señor se difundía por toda aquella provincia.”
¿Quiénes creyeron? Los que estaban ordenados para Vida eterna. Esos son los que están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, esos son los que reciben a Cristo como su Salvador, lavan sus pecados en la Sangre de Cristo y son bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, a los cuales Cristo les da Su Espíritu Santo, y obtienen el nuevo nacimiento, y obtienen el cuerpo teofánico angelical de la sexta dimensión, y así son nuevas criaturas en el Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.
No sé si nuestro hermano Bermúdez ya va a pasar acá. Bueno, si él no llega, pues continuaremos nosotros y finalizaremos.
En esta tarde hemos visto que Dios ha estado añadiendo a Su Iglesia en la etapa correspondiente a nuestro tiempo más personas, y todavía en este año puede añadir más personas aquí en Puerto Rico y también en las demás naciones. Y cuando se complete el número de los escogidos de Dios, entonces Cristo se levanta del Trono del Padre, tomará el Título de Propiedad, lo abrirá en el Cielo, y hará Su Obra de Reclamo, resucitará a los muertos en Cristo y nos transformará a nosotros los que vivimos.
¿Vieron lo sencillo que es todo Su Programa? Pero todo tiene un tiempo para ser cumplido, y va en una forma progresiva todo ese Programa de Redención para todos los hijos e hijas de Dios escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, que son los que han de ser salvos cada uno en su tiempo. Y ahora nos ha tocado a nosotros en este tiempo final.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde, y dejo nuevamente a Félix Caro con nosotros para finalizar en esta ocasión esta actividad de esta tarde, en donde han sido bautizados un grupo de personas creyentes en Cristo. Que Dios les bendiga a ellos y les llene de Su Espíritu Santo y les ayude a vivir todos los días de sus vidas en el Camino de Cristo.
Bueno, con nosotros Félix Caro para finalizar en esta ocasión esta actividad.
Dios les bendiga y Dios les guarde a todos.
“PALABRAS DE APERTURA Y CIERRE EN ACTIVIDAD DE BAUTISMOS.”