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Los Pensamientos de Dios 2001-09-19 1 Asunción Asunción PY 00:00:00 false

Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual leemos en Isaías, capítulo 55, versos 8 al 11, donde dice Dios por medio del Profeta Isaías:

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,

así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.”

Y Primera de Corintios, capítulo 2, versos 10 en adelante, dice:

Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,

lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.

Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”

Y ahora, nuestro tema es: “LOS PENSAMIENTOS DE DIOS.” Y nadie conoció la mente de Dios, y por consiguiente nadie conoció las cosas de Dios y los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios; así como nadie conoce las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre, ¿qué está donde? En el Hombre.

Y ahora, nuestro tema es: “LOS PENSAMIENTOS DE DIOS.”

¿Y cómo van a ser conocidos los pensamientos de Dios? Por el Espíritu de Dios, y son revelados a los Profetas de Dios. Por eso tenemos la Biblia, la Palabra de Dios, que son los pensamientos de Dios revelados a los hombres de Dios del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, hombres con las dos conciencias juntas, los cuales son Profetas de Dios.

Un Profeta se diferencia de los demás seres humanos, en que los seres humanos comunes tienen las dos conciencias separadas, pero un Profeta tiene las dos conciencias juntas, por consiguiente puede ver en otras dimensiones y puede escuchar la Voz de Dios, y puede traer al pueblo la Palabra de Dios, que son los pensamientos de Dios, los cuales le son comunicados a ese Profeta, y ese Profeta los da a conocer al pueblo. Esa es la única forma para conocer los pensamientos de Dios: son revelados a Sus Siervos Sus Profetas. “Porque no hará nada el Señor Jehová, sin que antes revele Sus secretos a Sus Siervos, Sus profetas.” Amos, capítulo 3, verso 7.

Y en Deuteronomio capítulo 18, verso 15 en adelante, dice:

Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis;

conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.

Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.

Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.

Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.”

Ahora, encontramos que los pensamientos de Dios son revelados a los Profetas de Dios, y Dios los coloca en la boca, corazón, mente y boca de esos Profetas, y ellos hablan esos pensamientos divinos que fueron revelados a ellos; y cuando hablan esos pensamientos divinos, entonces ese Mensaje, esa Palabra que ellos hablan, no es su propio pensamiento sino el de Dios, y por consiguiente viene a ser la Palabra hablada de Dios para el pueblo. Así vino la Palabra de Dios desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

Y ahora, encontramos que todos estos Profetas que Dios ha enviado han hablado la Palabra de Dios, que son los pensamientos de Dios que le fueron revelados a ellos.

Veamos a Ezequiel y a Jeremías. En Jeremías, capítulo 15, verso 16, dice:

Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.”

Y ahora, vean ustedes, los Profetas de Dios reciben la Palabra de Dios, los pensamientos de Dios, reciben la Palabra de Dios en pensamientos divinos, que son colocados por Dios en su alma y en su mente y en su boca para ser hablados, y cuando ellos los hablan ahí está la Palabra de Dios hablada, viene a ser entonces la Palabra; mientras tanto son los pensamientos de Dios, pero cuando son hablados por el Profeta para ese tiempo, que recibe esos pensamientos divinos, entonces vienen a ser la Palabra de Dios.

Y ahora, veamos cómo también Ezequiel nos habla de su experiencia en el capítulo *2 de Ezequiel, verso 7 en adelante (Ezequiel fue enviado al pueblo hebreo para llevar el Mensaje, para llevar los pensamientos de Dios en forma de Palabra hablada), dice:

Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar (capítulo 2, verso 7 en adelante de Ezequiel); porque son muy rebeldes.

Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy.”

Ahora, lo que Dios le da es Su Palabra, Sus pensamientos, y los Profetas se comen esa Palabra, esos pensamientos divinos.

Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un rollo de libro.

Y lo extendió delante de mí, y estaba escrito por delante y por detrás; y había escritas en él endechas y lamentaciones y ayes.”

Ahora, todo eso que está viendo Ezequiel, por cuanto es Profeta de Dios con las dos conciencias juntas, es la Palabra de Dios que él tiene que recibir, comérsela allá en su alma y en su espíritu, para luego hablarla al pueblo, profetizar esas cosas que van a suceder.

Y en el capítulo 3, verso 1 en adelante, dice:

Me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallas; come este rollo, y vé y habla a la casa de Israel.

Y abrí mi boca, y me hizo comer aquel rollo.”

Recuerden que en el Antiguo Testamento era en forma de rollos la Escritura, en pergaminos. Tenemos el Antiguo Testamento con la Biblia en rollos; por eso cuando Jesús en San Lucas, capítulo 4 estuvo en la sinagoga de Nazaret, se le dio el libro, el rollo, del Profeta Isaías, buscó allí donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor es sobre mí.” O sea, buscó Isaías 61, lo leyó y enrollando el libro de Isaías lo dio al sacerdote y se sentó, o sea, que no se... se cerraba el libro enrollándolo.

Y ahora nosotros en el Nuevo Testamento, vean ustedes, lo tenemos en libro, la Palabra de Dios en forma así, el libro en esta forma, no tenemos que enrollarlo sino que lo cerramos en esta forma. [Nota - El Hermano William muestra su Biblia, la levanta y la cierra].

Ahora, en el Antiguo Testamento ven ustedes cómo aparece aquí lo que tenía que profetizar Ezequiel al pueblo.

Y ahora, estos son los pensamientos de Dios con relación a lo que va a suceder al pueblo hebreo para ese tiempo en que el Profeta estaba presente, y también cosas que sucederán en otros tiempos.

Ahora, el Profeta para profetizar primero tiene que recibir los pensamientos divinos, recibirlos en su alma y en su espíritu, porque tiene las dos conciencias juntas, y entonces profetiza, habla esos pensamientos que El recibió de Dios, que es la Palabra; a él, a quien le fue revelada, habla eso que le fue revelado, y entonces viene a ser la Palabra de Dios siendo hablada para el pueblo, y entonces se tiene que materializar, se tiene que cumplir eso que fue hablado por ese Profeta en el tiempo correspondiente, conforme a como Dios lo ha determinado.

Ahora, hemos visto cómo aquí el Profeta Ezequiel recibe esa Palabra. Luego en el verso 10 al 11 de este mismo capítulo 3 de Ezequiel, dice:

Y me dijo: Hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que yo te hablaré, y oye con tus oídos.”

Ahora vean, siempre el Profeta que Dios tiene para cada tiempo escucha la Voz de Dios, recibe, coloca en su corazón, toma en su corazón y en su alma esa Palabra, y luego tiene ASI DICE EL SEÑOR, tiene la Palabra de Dios para su edad o su dispensación, y ése es el Mensajero que Dios envía al pueblo para esa ocasión.

Y vé y entra a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y háblales y diles: Así ha dicho Jehová el Señor; escuchen, o dejen de escuchar.”

O sea, que un Profeta habla la Palabra escuchen o dejen de escuchar, porque es la boca de Dios para expresar los pensamientos divinos. Así como todo ser humano cuando habla, ¿qué está haciendo el ser humano cuando habla? Expresando los pensamientos de su alma, de su corazón, los cuales pasaron por su espíritu, y entonces luego son hablados. Ese es el proceso que recorre lo que cada persona habla.

Aunque algunos dicen que hablaron sin pensar lo que hablaron. Algo está mal en esas personas. Del corazón salen todas las cosas que la persona habla o hace, por lo tanto tienen que pasar del corazón al espíritu de la persona, o sea, del subconciente al conciente, y luego de ahí pasan a ser habladas esas cosas. Ese es el orden, y en el orden divino podemos ver que así es como Dios hace.

Los pensamientos divinos vienen de Dios a Su cuerpo angelical, Su cuerpo teofánico, y de ahí pasan a los Profetas Mensajeros de Dios. Por eso es que Jesucristo nos dice en San Juan, vamos a ver... en San Juan Cristo nos habla cosas muy importantes que no podemos dejar pasar por alto. San Juan, capítulo 14, verso 7 en adelante, dice:

Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.

Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.”

Y ahora, las Palabras que Jesucristo hablaba no las hablaba de Sí mismo, sino que el Padre que moraba en El era el que hacía las obras, y esas palabras que Jesús hablaba eran los pensamientos de Dios revelados a El, mostrados a El, para El hablar esas Palabras y para hacer las Obras que El hacía.

Tenemos también en San Juan, capítulo 14, verso 24, donde dice Jesús:

El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.”

Siendo que Dios estaba y está en Jesucristo en toda Su plenitud, y Jesucristo en Su cuerpo físico, el cual está glorificado, antes de ser glorificado, pues estuvo en medio del pueblo hebreo, y ese cuerpo físico de Jesús sin estar glorificado y luego estando glorificado es nada menos que el cuerpo físico de Dios, el cual se creó Dios en el vientre de María, creando allí una célula de vida, la cual se multiplicó célula sobre célula, y fue creado así el cuerpo de Jesús, que es el cuerpo donde Dios habitó en toda Su plenitud.

Por lo tanto ese es el cuerpo físico de Dios, el cual ya está glorificado; y el cuerpo angelical teofánico de Dios es el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, ése es el cuerpo angelical de Jesucristo, llamado el Angel del Pacto o Angel de Jehová en el Antiguo Testamento. Por eso Jesucristo podía decir: “Antes que Abraham fuese, Yo Soy.” ¿Cómo era Jesús antes que Abraham? Era en Su cuerpo angelical teofánico, llamado el Angel del Pacto o Angel de Jehová (San Juan, capítulo 8, versos 56 al 58).

Y ahora, encontramos que Jesucristo es la imagen del Dios viviente, y es también la semejanza física del Dios viviente.

Veamos esto en Hebreos, capítulo 1, verso 1 al 3, dice:

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,

en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”

Dice que Dios habló por medio de los Profetas, y dice: “Y en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, o sea, por Jesucristo, al cual constituyó en heredero de todo y por quien asimismo hizo el Universo.” O sea, que Dios hizo el Universo por medio de Su Hijo, Jesucristo.

Y ahora, dice que Dios ha hablado por medio de Su Hijo en estos postreros días, y ya han transcurrido dos mil años aproximadamente de los días de Jesús hasta este tiempo, o sea, dos mil años.

¿Y cómo iban a ser los postreros días y ha transcurrido tanto tiempo? Es que delante de Dios mil años nuestros para Dios es un día. “Un día delante de Dios es como mil años y mil años como un día.” Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8; y el Salmo 90, verso 4, el cual es un Salmo del Profeta Moisés.

Dios también ha prometido enviar de Su Espíritu Santo y derramar de Su Espíritu Santo sobre toda carne, dice San Pedro en el libro de los Hechos, capítulo 2, el Día de Pentecostés cuando tuvo que predicar allí, dice capítulo 2, verso 15 en adelante:

Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.

Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:

Y en los postreros días, dice Dios,

Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,

Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;

Vuestros jóvenes verán visiones,

Y vuestros ancianos soñarán sueños.”

¿Para cuándo Dios ha prometido por medio del Profeta Joel enviar, derramar de Su Espíritu Santo sobre toda carne? Para los postreros días. Y el Día de Pentecostés estaba derramando de Su Espíritu Santo sobre toda carne.

Ahora, cuando habla de toda carne es toda persona que arrepentido de sus pecados recibe a Cristo como su Salvador, lava sus pecados en la Sangre de Cristo y es bautizado en el Nombre del Señor Jesucristo en agua, para esas personas es la promesa del Espíritu Santo, para todas esas personas que así hicieron en los días de los Apóstoles, y que han estado haciendo en diferentes edades, “porque es para vosotros, para vuestros hijos, para los que están cerca y para los que están lejos también.”

Y ahora, los postreros días comenzaron en los días de Jesús, porque los postreros días delante de Dios son los milenios postreros, que son el quinto milenio, sexto milenio y Séptimo Milenio, y en los días de Jesús cuando tenía de 3 a 7 años de edad comenzó el quinto milenio y por consiguiente comenzaron los días postreros.

Y ahora, nos encontramos nosotros todavía en los días postreros. Ahora, ¿en cuál de los días postreros? Pues nos encontramos en el Día Postrero, el cual conforme al calendario gregoriano comenzó este año 2001.

Ahora, si aplicamos el calendario profético del libro de Apocalipsis, capítulo 11, y del libro del Profeta Daniel, capítulo 12, entonces ya los Días Postreros comenzaron hace alrededor de 30 años más o menos.

Así que, vean ustedes lo que son los Días Postreros y por lo cual San Pablo y San Pedro pueden decir que aquellos días de Jesús eran ya los Días Postreros, ya habían comenzado los Días Postreros, y Dios comenzó a derramar de Su Espíritu Santo sobre Jesús primero, y luego el Día de Pentecostés sobre todos los creyentes en Jesucristo nuestro Salvador. Bien dijo el Profeta Juan el Bautista, cuando presentó a Jesús él dijo: “Este es el que les bautizará con Espíritu Santo y fuego, éste es el que bautiza con Espíritu Santo y fuego.” Cuando presentó a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Ahora, hemos visto lo que son los Días Postreros. Muchas personas hablan de los Días Postreros, y dicen: “Estamos en los Días Postreros.” Y eso está correcto. Pero no saben qué son los días postreros, ni saben cuándo comenzaron los Días Postreros.

Y ahora, estando en los Días Postreros no saben ni en cuál de los Días Postreros estamos, y piensan que los Días Postreros es solamente este tiempo. Pero los Días Postreros comenzaron en los días de Jesús, son los tres milenios postreros para la raza humana, que delante de Dios son los Días Postreros.

Y ahora ya nos encontramos en el Día Postrero, que es el último de los tres Días Postreros delante de Dios.

Y ahora, continuemos leyendo aquí lo que dice San Pablo en Hebreos, capítulo 1, donde dijo:

en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”

Y ahora vean, en los Días Postreros Dios ha hablado por medio de Su Hijo, por medio de Jesucristo, pero vean ustedes, dice: “Por quien asimismo hizo el Universo.” O sea, que antes de estar en carne humana Cristo existía. ¿Cómo existía? En Su cuerpo angelical. Es llamado el Verbo que era con Dios y era Dios, en San Juan, capítulo 1. San Juan, capítulo 1 da testimonio de Jesucristo y de Su preexistencia, o sea, que existía antes de venir a la Tierra y nacer en Belén de Judea. Capítulo 1 de San Juan, verso 1 al 18, dice:

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Este era en el principio con Dios.

Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho (o sea, que todas las cosas Dios las creó por medio del Verbo que era con Dios y era Dios).”

El Verbo es el cuerpo angelical, el cuerpo teofánico de Dios, llamado Angel del Pacto o Angel de Jehová, el cual es Jesucristo en Su cuerpo angelical. Por eso encontramos que Cristo existía antes de estar en carne humana, es el Angel del Pacto, el Angel de Jehová. En el mismo, capítulo 1, verso 14, dice:

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros.”

¿Ven? El Verbo se hizo carne, y por medio del Verbo fue que Dios creó todas las cosas; por medio del cuerpo angelical Suyo, llamado el Angel del Pacto, Angel de Jehová, fue que Dios creó todas las cosas.

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”

Ahora, aquí dice: “Y vimos Su gloria, gloria como del Unigénito del Padre.” Si es Unigénito no hay otro, no hay otro como El. ¿Qué significa entonces que es el Unigénito de Dios? Porque en otros lugares dice que es el Primogénito.

Ahora, aquí en el verso 18 también del capítulo 1 de San Juan, dice:

A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”

¿Quién le ha dado a conocer? El Unigénito Hijo de Dios. Y para darlo a conocer en esta dimensión terrenal, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová se hizo carne y habitó en medio de la raza humana, y fue conocido por el Nombre de Jesús, y en El estaba Dios en toda Su plenitud, Dios con Su cuerpo angelical estaba habitando en ese cuerpo de carne llamado Jesús. Así como usted y yo con nuestro cuerpo espiritual de otra dimensión estamos morando en un cuerpo de carne, somos alma viviente pero tenemos un cuerpo espiritual de otra dimensión. ¿Y dónde está? Está dentro del cuerpo de carne, estamos dentro del cuerpo de carne como alma vivientes, y tenemos un cuerpo de otra dimensión dentro del cuerpo de carne, llamado espíritu.

Ahora, podemos ver que en esa misma forma estaba Dios en Jesús, Dios con Su cuerpo angelical estaba dentro del cuerpo de carne llamado Jesús, y antes de tener un cuerpo de carne pues Dios estaba en Su cuerpo angelical. Ese es el Angel del Pacto, el Angel de Jehová que libertó al pueblo hebreo, el cual es Cristo en Su cuerpo angelical.

Ahora, podemos ver quién es nuestro amado Señor Jesucristo: es el Hombre más importante de la Tierra y del Cielo también, y es el Unigénito de Dios, y también es el Primogénito. ¿Cómo entendemos esto? ¿Qué misterio hay entre Unigénito y primogénito? Unigénito, pues que Cristo, el Verbo que era con Dios y era Dios salió de Dios, vino de Dios, y luego nadie más ha salido de Dios en esa forma, sino que luego toda la creación ha salido de Jesucristo, el Unigénito de Dios.

¿Ven? Pero es también Primogénito, ¿por qué? Porque Dios tendría más hijos, pero vendrían por medio del Unigénito de Dios, saldrían de Cristo, y toda la creación saldría de Cristo. Dios en Cristo en el cuerpo angelical de Jesucristo, que es llamado el Angel del Pacto, Dios estando ahí creó todas las cosas. Por lo tanto el cuerpo angelical de Cristo es el cuerpo angelical de Dios.

Por eso ustedes encuentran que en el Antiguo Testamento el Angel de Jehová algunas veces lo encontramos hablando en primera persona como Dios, como cuando le apareció a Moisés, y el Angel de Jehová y le dice: “Yo Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” ¿Por qué? Porque es el mismo Dios en Su cuerpo angelical.

Ahora, a Dios nadie le vio jamás. Encontramos a los santos del Antiguo Testamento que vieron al Angel de Jehová. Por ejemplo Jacob, también Moisés, Abraham también, y lo vieron en cuerpo también. Pero con todo y eso la Biblia dice: “A Dios nadie le vio jamás.”

¿Y entonces qué fue lo que vieron ellos? Porque Manoa dice que vio a Dios cara a cara, porque vio el Angel de Jehová, y Jacob luchó con el Angel de Jehová en el capítulo 32 del Génesis, y verso 24 en adelante, y no soltó al Angel de Jehová, y el Angel le decía: “Suéltame que tengo que irme, ya está amaneciendo, ya raya el alba.” Y no soltaba al Angel de Jehová, Jacob no soltaba al Angel de Jehová, y el Angel de Jehová tocó el encaje del muslo de Jacob, y se descoyuntó, quedó cojo, pero no soltaba al Angel de Jehová. Y es mejor una persona coja pero bien agarrado del Angel de Jehová para recibir y recibiendo la bendición de Dios, que una persona estando bien sin la bendición de Dios.

Y ahora, el Angel le dice: “¿Cómo te llamas?” Jacob le dice: “Me llamo Jacob.” El Angel le dice: “No se dirá más tu Nombre Jacob, sino Israel, porque has luchado, has peleado, has luchado con los hombres y con Dios y has vencido.” Porque estaba luchando con el Angel de Jehová y no lo dejo ir, hasta que recibió la bendición del Angel de Jehová, luchaba por la bendición de Dios, y la bendición de Dios venía por el Angel de Jehová, por el cuerpo angelical de Dios.

Y ahora, encontramos que Jacob recibió esa bendición y quedó satisfecho.

Ahora, podemos ver al Angel de Jehová en todo el Antiguo Testamento obrando, y eso es Jesucristo en el Antiguo Testamento en Su cuerpo angelical.

Y ahora, es un misterio grande, pero en Malaquías, capítulo 3, vean ustedes lo que nos dice verso 1 en adelante, dice:

He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí.”

¿Quién es el ese Mensajero que le preparara el camino al Señor? Juan el Bautista.

y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.”

¿Quién vendría? El Señor Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, al cual buscaba el pueblo hebreo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el cual deseaba el pueblo hebreo, y ahora venía ¿cómo? En carne humana, el Verbo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo en carne humana y no Lo reconocieron.

Vean, así como dio maná del Cielo al pueblo hebreo y carne al pueblo hebreo en el desierto, y agua, vean ustedes, lo encontramos en las bodas de Caná, tomando el agua y convirtiéndola en vino. No necesitó una planta de uvas para que el agua pasara por todo ese proceso, para luego convertir las uvas en vino. El hizo todo el proceso milagrosamente, porque El es el creador.

Luego encontramos en la multiplicación de los panes y los peces dando el alimento al pueblo también. ¿Ven? Lo mismo que sucedió allá en el desierto alimentando al pueblo y ahora alimentando al pueblo también. También a través de Elías y de Eliseo, también encontramos que alimentó a una viuda cuando Elías.

Ahora, encontramos que todas esas cosas que Cristo en Su cuerpo angelical hizo, usando a los Profetas del Antiguo Testamento y manifestándose, velándose y revelándose a través de ellos, usando cuerpos temporales en lo que El tendría un cuerpo, y luego cuando lo tuvo, vean ustedes, todos aquellos milagros que eran hechos por los Profetas, era el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, el cuerpo angelical de Dios, a través del cual Dios obraba, pero usaba cuerpos de carne temporalmente.

Luego, cuando estuvo en el cuerpo de carne Jesús, no hubo limitaciones, en El estaba la plenitud de Dios manifestada, y ese es el cuerpo de Dios, el cuerpo físico de Dios, el cual ya está glorificado; y el cuerpo angelical de Dios es el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el cual vendría, y el Angel del Pacto a quien deseáis vosotros, he aquí viene ha dicho Jehová de los ejércitos.

¿Ven quién era Jesucristo? El Angel del Pacto, el Angel de Jehová que vendría en carne humana para llevar a cabo la Obra de Redención.

Ahora, en una ocasión o en diferentes ocasiones, vean, Jesucristo dice que El no habla nada de Sí mismo sino lo que oye al Padre, lo que escucha al Padre hablar. O sea, que de Dios como alma pasa al cuerpo angelical de Dios, que es el Angel del Pacto, y de ahí pasa al cuerpo de carne, Jesús; y es hablado a través de labios humanos todo lo que es dado por Dios a través de Su cuerpo angelical a Jesús. Este es el Orden Divino, esa es la forma en que Dios obra.

Ahora, encontramos que hubo algo de lo cual Jesús dijo que nadie ni en el Cielo ni en la Tierra sabían, fue cuando habló de la Venida del Hijo del Hombre para el Día Postrero. Cuando habló de la Segunda Venida de Cristo El dijo que ni los Angeles en el Cielo sabían cuándo sería el día y la hora, el día y la hora en que el Hijo del Hombre vendría. Eso está en San Mateo, en San Mateo 24, y también en San Lucas, y en diferentes lugares de los Evangelios.

Ahora, este misterio es tan grande que ni los Angeles en el Cielo conocían ese misterio. San Mateo, capítulo 24, verso 36, dice:

Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.

Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.”

Ahora vean, aquí dice que nadie sabe, pero vamos a ver lo que nos dice San Marcos, capítulo 13, dice que “nadie sabe, ni aun los Angeles en el Cielo sino solo mi Padre Celestial.” Pero vamos a seguir: San Marcos, capítulo 13, verso 32, dice:

Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.”

Y ahora, Jesucristo dice que El no sabe ni los Angeles saben, ni El sabe tampoco cuándo será el día y la hora. ¿Cuál es el misterio aquí por lo cual El no sabe? Es que el Padre que estaba en El no se lo había revelado todavía. O sea, siendo que Dios está en Jesús, aquí tenemos a Jesús con Cuerpo, Espíritu y Alma, el Alma es Dios, el Espíritu es el Angel del Pacto, y el Cuerpo es el cuerpo de carne de Jesús.

Por lo tanto, del alma no había pasado al espíritu; de Dios, del Padre, no había pasado al Angel del Pacto, para el Angel del Pacto, el Angel de Jehová revelarlo a Jesús, y entonces Jesús poder hablar acerca de esto, de este misterio. Pero luego cuando ya Cristo murió, resucitó y ascendió al Cielo victorioso y glorificado, ya Jesús sí sabe, porque todo ya ha sido revelado a El. Pero en el momento en que El estaba diciendo esto, estaba profetizando acerca de la Venida del Hijo del Hombre, para ese momento El no sabía.

Como en ustedes hay muchas cosas en el subconciente de ustedes, que ustedes no comprenden porque no están reveladas a su espíritu. Nadie conoce las cosas del hombre, o sea, del alma del hombre, del subconciente del hombre, sino el espíritu que está en el hombre.

Y ahora, hay cosas que el espíritu del hombre no comprende de él mismo, las cuales están en su alma. Así sucedió con Jesús. Eso mismo sucede con la Iglesia como Cuerpo Místico de creyentes, y con cada persona como individuo. Así como tenemos a Dios en Jesucristo manifestado en toda Su plenitud y ahí tenemos a Dios hecho hombre; por lo tanto ahí está Alma, Espíritu y Cuerpo de Dios.

Y el ser humano es alma, espíritu y cuerpo también porque ha sido creado por Dios a Su imagen y a Su semejanza. Y la Iglesia del Señor Jesucristo también tiene Alma, Espíritu y Cuerpo; como el templo que construyó Salomón y el tabernáculo que construyó Moisés tiene alma, espíritu y cuerpo. Esas tres partes son halladas en la Iglesia también del Señor Jesucristo, en el tabernáculo que construyó Moisés y templo que construyó el rey Salomón, y en cada persona como individuo, y en Dios también.

El atrio del tabernáculo que construyó Moisés y del templo que construyó Salomón es el cuerpo, o está representando el cuerpo del ser humano. El lugar santo está representando el espíritu del ser humano y también de Dios. Y el lugar santísimo está representando el alma de la persona, y está representando a Dios, porque el lugar santísimo es el lugar de morada de Dios en el tabernáculo de Moisés y el templo que construyó el rey Salomón. Allí es donde está el arca del pacto y allí es donde está Dios en la luz de la Shekinah sobre el propiciatorio, y el propiciatorio es el trono de Dios en el templo que construyó el rey Salomón y en el tabernáculo que construyó el Profeta Moisés.

Y ahora, el atrio en cada persona es su cuerpo físico, el lugar santo en cada persona es su espíritu, y el lugar santísimo en cada persona es su alma; por lo tanto el lugar para Dios morar en la persona es su alma, su corazón, ahí está el trono para Dios morar y gobernar la vida de la persona. Por eso cuando se le habla de la oportunidad que todo ser humano tiene de salvación, se le dice: “Dale tu alma, tu corazón a Cristo.” ¿Por qué? Porque ese es el lugar santísimo del ser humano para Cristo entrar y morar en el corazón de la persona, sentarse ahí en el trono del alma de la persona y gobernar la vida de la persona, y ser Señor de la persona que lo recibe como su Salvador, ser la cabeza de esa persona.

Ahora, podemos ver este misterio en el templo que construyó Salomón y en el tabernáculo que construyó Moisés, y en cada persona como individuo, y también en Jesucristo. Cuerpo: Atrio; Espíritu, que es el Angel del Pacto, el Angel de Jehová: Lugar Santo; y el Alma, Dios en Jesús: ese es el Lugar Santísimo en Jesucristo.

Y ahora, en la Iglesia del Señor Jesucristo encontramos que por cuanto Dios está creando una Iglesia, encontramos que los santos del Antiguo Testamento pertenecen al Atrio de Adán hasta Jesús, los cuales resucitaron con Cristo cuando Cristo resucitó; todos ellos pertenecen al Atrio. Y luego los que pertenecen al Lugar Santo son los creyentes en Cristo, de Cristo en adelante, los cuales reciben a Cristo como su Salvador, y todos entran a formar parte del Lugar Santo del Templo Espiritual de Cristo. El Templo Espiritual de Cristo es una Nueva Raza con Vida eterna que Jesucristo está creando.

Y luego que transcurren siete etapas o edades de la Iglesia, las cuales corresponden al Lugar Santo y están representadas en el candelabro con siete lámparas encendidas, las cuales son las siete edades de la Iglesia con sus siete Angeles Mensajeros encendidos con el fuego del Espíritu Santo. Luego de la séptima edad viene la Edad de la Piedra Angular; y la Edad de la Piedra Angular es el Lugar Santísimo de la Iglesia del Señor Jesucristo, es el lugar donde entra Cristo, la Palabra, el Arca del Pacto, y en donde Cristo cuando se levante del Trono del Padre y tome el Título de Propiedad y lo abra en el Cielo, hará Cristo Su Obra de Reclamo, y vendrá a Su Iglesia, ¿a dónde? Al Lugar Santísimo de Su Iglesia y nos transformará, resucitará a los muertos creyentes en El de las edades pasadas correspondiente al Lugar Santo, porque ya los del Atrio ya fueron resucitados; y a los del Lugar Santísimo, los que permanezcan vivos hasta que ocurra la resurrección de los muertos en Cristo, seremos transformados. Porque la Edad de la Piedra Angular es el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, es el Alma de la Iglesia del Señor Jesucristo para Cristo morar en toda Su plenitud.

De edad en edad Cristo ha estado en Su Iglesia manifestado a través del Angel Mensajero de cada edad, morando en cada edad, y ha tenido una manifestación, Cristo en Espíritu Santo, a través del Mensajero de cada edad. Para el Día Postrero, en el Lugar Santísimo, tendrá una manifestación en carne humana a través del Angel Mensajero de la Edad de la Piedra Angular, que es el Angel del Señor Jesucristo; y estará llamando y juntado a los escogidos de Dios del Día Postrero, ¿dónde? En Su Iglesia, ¿en qué parte de Su Iglesia? En el Alma de Su Iglesia, que es la Edad de la Piedra Angular.

Por lo tanto, cuando se complete el recogimiento de los escogidos del Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, entonces se habrá terminado el recogimiento de los que vendrían a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ahora, hemos visto que esto es una Obra Divina, la cual Cristo está llevando a cabo. El ha estado creando Su Iglesia, Su Templo espiritual, con piedras vivas, como dice Primera de Pedro, capítulo 2, verso 4 al 10. Somos piedras vivas en el Templo de Cristo. Dice Primera de Pedro, capítulo 2, verso 4 en adelante:

Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,

vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.”

Ahora vean, así como Cristo es la Piedra viva del Angulo, la Piedra Angular, nosotros somos también Piedras vivas, seres humanos colocados por Cristo, por el Espíritu Santo, para ser colocados, ¿dónde? En el Templo Espiritual de Cristo. El es el que nos corta con Su Palabra, el Espíritu Santo nos corta con Su Palabra y nos coloca en Su Templo Espiritual, y así va creciendo el Templo Espiritual de Cristo de edad en edad; y ahora está colocando las últimas piedras vivas, ¿en qué parte del Templo? En el Lugar Santísimo de Su Templo Espiritual. Sigue diciendo:

Por lo cual también contiene la Escritura:

He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;

Y el que creyere en él, no será avergonzado.

Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen,

La piedra que los edificadores desecharon,

Ha venido a ser la cabeza del ángulo;

y:

Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”

Y ahora, como pueblo de Dios somos la Iglesia del Señor Jesucristo para el Día Postrero, así como para cada etapa de la Iglesia Cristo ha tenido Sus escogidos en cada edad con el Mensajero de cada edad.

En la construcción de una Nueva Raza con Vida eterna, que El está creando a Su imagen y a Su semejanza, por medio de creer en Cristo como nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en Su Sangre, ser bautizados en agua en Su Nombre y recibir el Espíritu Santo, obtenemos el nuevo nacimiento y obtenemos el cuerpo angelical, cuerpo teofánico, que es la imagen de Dios; y luego en el Día Postrero en adición obtendremos el cuerpo físico, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado que El nos dará; pero primero hay que recibir el cuerpo angelical, cuerpo teofánico, en la creación de esta Nueva Raza; ese es el Orden Divino.

Por lo tanto para este tiempo final Cristo estará completando en Su Iglesia el número de los escogidos de Dios escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, estará completando el número de los Primogénitos de Dios escritos en el Cielo.

Ahora, todo esto es un misterio del Reino de Dios, el cual Cristo ha estado cumpliendo de etapa en etapa, de edad en edad. Y por medio de los pensamientos divinos transmitidos por Dios, por el Espíritu Santo al Mensajero de cada edad, al él recibir esos pensamientos divinos, esa revelación divina, él la recibe en el alma, y luego él comprende esa revelación divina, sabe que es la Palabra, la coloca en la Palabra, y ve que es lo que fue prometido para ese tiempo lo que está recibiendo de parte de Dios, lo proclama, lo predica, y entonces es la Palabra de Dios hablada que hará la obra para lo cual es enviada; y son llamados y juntados los escogidos de ese tiempo, de esa edad, y son colocados en el Cuerpo Místico de Cristo, y así crea Jesucristo esa parte del Cuerpo Místico para esa edad.

Ahora, vean ustedes el porqué los pensamientos de Dios son transmitidos a los Mensajeros de Dios de etapa en etapa. Esos son los Profetas de Dios que vienen con las dos conciencias juntas para oír de Dios, recibir esos pensamientos divinos y luego proclamar esos pensamientos divinos, que es la revelación divina para ese tiempo.

Y ahora, hemos visto este misterio de los pensamientos divinos siendo luego hablados a través de carne humana. Para eso son los Profetas de Dios: para Dios colocar en su corazón y en su mente Sus pensamientos divinos, y en sus bocas, para que ellos hablen esa Palabra, y sean la Palabra creadora hablada, y se cumpla lo que Dios pensó antes de la fundación del mundo, eternamente, lo que Dios pensó para ese tiempo.

En el Mensaje: “Dios ocultándose en simplicidad,” página 35, párrafo 260 y 261, dice el Rvdo. William Branham:

Jesús mismo dijo: Si vuestra misma ley ha dicho que vosotros sois dioses, dioses amateur con el control de la Tierra. El dijo: Si llamaron dioses a aquellos a quienes vino la Palabra de Dios, los cuales fueron Profetas, la Palabra de Dios viene a los Profetas; y si llamasteis dioses a aquellos, ¿cómo es que me condenáis a mí cuando digo que soy el hijo de Dios?

Ahora, si el poder de los toros y de los machos cabríos podía infundir un poder en Moisés para salir por la comisión de Dios y levantar la vara y decir: Vengan las moscas. El tenía la Palabra de Dios y la habló, y al hacerlo cambió de ser pensamiento de Dios.”

O sea, se convirtió en Palabra de Dios siendo hablada, dejó de ser un pensamiento y ahora vino a ser una Palabra hablada. Fue revelado el pensamiento de Dios en forma de Palabra hablada, o sea, pasó de pensamiento a Palabra hablada. Y luego cuando Moisés habló esa Palabra, pasó de Palabra hablada a realidad, a materializarle en lo que fue dicho: vinieron moscas, y eso fue el pensamiento divino materializado.

... y al hacerlo cambio de ser pensamiento de Dios. Una palabra es un pensamiento expresado. Entonces cuando Dios lo pensó y lo colocó en la mente de Moisés, y él lo habló, allí se convirtió en Palabra, y Moisés se dio la vuelta y se fue; quizás no había ni una mosca en todo el país, quizás una hora después había por allí una sola mosca verde volando; pero dentro de media hora había moscas a cinco kilogramos por cada metro cuadrado. ¿Qué fue? La Palabra creadora de Dios que fue hablada por los labios de un hombre mortal.”

Ahora, vean cómo los pensamientos de Dios son revelados. Nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios, y ahora el Espíritu de Dios las revela a Sus Profetas, y cuando ellos las hablan es la Palabra hablada de Dios, es el ASI DICE EL SEÑOR, es la Palabra creadora de Dios para materializarse todo el pensamiento de Dios que ha sido transmitido a un Profeta y ha sido hablado por ese Profeta.

¿Qué es lo que está sucediendo de edad en edad y de generación en generación? Lo que Dios ha hablado por medio de los Profetas. Todo esto de guerras y de rumores de guerras, y de señales en el Cielo, en la Tierra, en el mar, y dondequiera, ¿qué son? Son los pensamientos divinos que fueron hablados por los Profetas y por el mismo Señor Jesucristo, y por los Apóstoles también y por los Angeles Mensajeros.

Y para la Iglesia del Señor Jesucristo Dios ha hablado Palabra que tiene que cumplirse y tiene que hacerse realidad en la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, para que podamos comprender todas estas cosas, Jesús dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.” (Apocalipsis 22, verso 16).

Podemos ver que hay una forma para poder comprender todas estas cosas que deben suceder pronto, de las cuales hablaron Jesucristo y también los Apóstoles y los Angeles Mensajeros de las edades de la Iglesia, y también los Profetas del Antiguo Testamento. Y para revelar todas estas cosas en el Día Postrero, las cosas que deben suceder en este tiempo final, cuando ya han terminado las edades de la Iglesia, Jesús dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

Ese es el Angel Mensajero de Jesucristo que viene abriendo esas profecías bíblicas, esas Escrituras, para que así todos podamos comprender las cosas que deben suceder en este tiempo final. Apocalipsis 22, verso 6, también dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para manifestar (para declarar)... las cosas que han de suceder pronto.”

Todas las cosas que han de suceder pronto, las cosas que han de suceder luego de las siete edades de la Iglesia, son dadas al Angel del Señor Jesucristo para que las dé a conocer. El fue el que le dio a Juan el Apóstol la revelación del Apocalipsis dos mil años atrás aproximadamente, y ese es el mismo Angel que Cristo para el Día Postrero envía a Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular, lo envía en carne humana para que nos dé a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Ahí estará la Palabra de Dios para el pueblo de Dios, y por consiguiente ahí estarán los pensamientos de Dios siendo revelados a la Iglesia del Señor Jesucristo; porque nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios. Y el Espíritu de Dios ¿estará dónde? Estará en el Angel del Señor Jesucristo, éste es el Angel de Apocalipsis, capítulo 7 que viene con el Sello del Dios viviente, y el Sello del Dios viviente es el Espíritu Santo, en él viene manifestado en el Día Postrero el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, el Espíritu Santo, para revelar todos estos pensamientos divinos que han sido hablados y son la Palabra de Dios.

Por lo tanto, la revelación de toda Palabra de Dios profética correspondiente al Día Postrero, que habla de este tiempo final será abierta por el Espíritu Santo a través del Angel Mensajero que El envía a Su Iglesia. Por lo tanto estará obrando por medio de ese Angel Mensajero el Espíritu Santo y dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Ahora, podemos ver porqué en este tiempo final Cristo envía Sus Angeles, que son los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías. Esa es una Palabra profética que tiene que ser cumplida en este tiempo final; y para poderla comprender tenemos que estar recibiendo la revelación divina de Cristo, del Espíritu Santo a través de Su Angel Mensajero, abriéndonos el misterio de Moisés, de Elías y del Hijo del Hombre, Jesucristo, estos ministerios que para este tiempo final están prometidos para estar manifestados en la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, todo esto son los pensamientos de Dios que han sido transmitidos a los Profetas de Dios del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, pero que no fueron abiertos esos misterios en tiempos pasados. Los misterios correspondientes a nuestro tiempo giran alrededor del Séptimo Sello. Por lo tanto, para este tiempo final tiene que aparecer en la Iglesia de Jesucristo el Angel del Señor Jesucristo en carne humana, para dar testimonio, darnos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.

Por lo tanto, los pensamientos de Dios que fueron manifestados por medio de los Profetas de Dios para este tiempo final, serán abiertos los que no han sido abiertos; o sea, esas profecías que no han sido abiertas, estarán siendo abiertas en este tiempo final, y por consiguiente el Angel de Jesucristo con el Mensaje que él estará dando al pueblo, estará revelando estos misterios, y por consiguiente Su Mensaje será la Palabra de Dios revelada al pueblo, abierta al pueblo.

Por lo tanto, los pensamientos divinos que han pasado de ser un pensamiento divino, han pasado a ser una Palabra hablada, creadora, en el Día Postrero los correspondientes del Día Postrero pasan a materializarse y pasan también a ser el Mensaje del Día Postrero, porque pasan también en forma de Mensaje a la Iglesia del Señor Jesucristo, y ese es el Mensaje del Angel del Señor Jesucristo para toda la Iglesia del Señor Jesucristo, y son los pensamientos de Dios siendo revelados a la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final; fueron hablados en Palabra profética, pero esos pensamientos tienen que cumplirse, y esos pensamientos también que están en forma de Palabra profética hablada, tienen que ser abiertos esos misterios para poder comprender todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Y este Angel hablando esa Palabra profética, traerá lo que Cristo ha prometido para Su Iglesia, traerá la bendición de Cristo a la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ahora, no será el hombre de sí mismo, sino Cristo en Espíritu Santo en Su Angel Mensajero abriéndonos las Escrituras. Por eso cuando Juan el Apóstol quiso adorar al Angel, el Angel le dijo que no lo hiciera, ¿por qué? Porque el Angel del Señor Jesucristo estará en carne humana en medio de la Iglesia de Jesucristo, y será uno de los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo, pero con el ministerio profético del Día Postrero y con las con las dos conciencias juntas, trayendo la Palabra revelada para este tiempo final.

Así es cómo los pensamientos de Dios en este tiempo final serán revelados, abiertos a la Iglesia de Jesucristo: ya están en la forma de Palabra profética en el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, y tienen que estar materializándose en la Tierra y tienen que estar siendo abiertos esos misterios a la Iglesia del Señor Jesucristo.

Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.” Apocalipsis, capítulo 4, verso 1.

Y Apocalipsis 22, verso 6, dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”

Es por medio del Angel del Señor Jesucristo que son mostradas todas estas cosas que deben suceder pronto, y es así cómo obtenemos el conocimiento de todas estas cosas que deben suceder pronto, las cuales son pensamientos de Dios; ya Dios lo pensó desde antes de la fundación del mundo, y luego lo reveló a Sus Profetas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento.

Y para este tiempo final las cosas correspondientes a este tiempo las abre a la Iglesia a través del Mensaje del Angel del Señor Jesucristo. En el Mensaje del Angel del Señor Jesucristo estará toda la revelación divina de todos estos pensamientos divinos que fueron hablados y vino a ser la Palabra de Dios.

Vean, ¿cuántos comprendían que los Días Postreros eran el quinto, sexto y Séptimo Milenio? ¿Y cuántos entendían que el Séptimo Milenio era el Día Postrero? No lo entendíamos pero ahora sí lo entendemos, ¿por qué? Porque esos pensamientos divinos que fueron hablados por los Profetas han sido abiertos, ya está en Palabra profética hablada, y ahora han sido abiertos para nosotros estos pensamientos divinos para que podamos comprenderlos.

¿Cuántos entendían que era en el Occidente, en la América Latina y el Caribe la manifestación final de Cristo en medio de Su Iglesia? Nadie lo entendía. Pero ahora sí lo entendemos porque ese misterio ya ha sido abierto, porque como el relámpago que sale del Oriente y se muestra ¿dónde? En el Occidente, así será la Venida del Hijo del Hombre.

Su Primera Venida en el Oriente allá en Medio oriente en la Tierra de Israel, y para el Día Postrero Su Segunda Venida conforme a la profecía corresponde ¿a dónde? Al Occidente, a la parte del continente Americano, y ya las siete edades se cumplieron, y la séptima edad corresponde a Norteamérica. Y ahora la Edad de la Piedra Angular corresponde a la América Latina y el Caribe, esa es la Edad que tiene la promesa de la Venida del Hijo del Hombre, como el relámpago resplandeciendo, ¿dónde? En el occidente.

Y ahora, el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo en el Occidente, ¿cuántos conocían ese misterio del Templo del Señor Jesucristo siendo construido del Este al Oeste, y en el Oeste Cristo construyendo con piedras vivas latinoamericanas y caribeñas Su Lugar Santísimo de Su Templo Espiritual? Ese era un misterio que no comprendíamos, pero ya ese misterio ha sido abierto.

Vean, fue tipificado en el Lugar Santísimo del tabernáculo que construyó Moisés y del templo que construyó Salomón, ese lugar santísimo estaba ¿dónde? En el Occidente del templo, o sea, en el Oeste, que tipifica la América Latina y el Caribe, donde construiría Cristo Su Lugar Santísimo de Su Iglesia, que es la Edad de la Piedra Angular.

Por eso en la América Latina y el Caribe es que ha surgido el Mensaje del Día Postrero, de la Gran Voz de Trompeta, llamando y juntando los escogidos de Dios, y así Cristo colocando en Su Iglesia los escogidos del Día Postrero y construyendo el Lugar Santísimo de Su Templo Espiritual, con latinoamericanos y caribeños; algunos ya se han ido a otras naciones también, pero hasta allá les llega el Mensaje. Y si hay personas de otras naciones y continentes que pertenecen al Lugar Santísimo del Templo Espiritual, hasta allá les llegará el Mensaje para poder ser colocados en la Edad de la Piedra Angular, que es el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo.

Y ahora, luego de los siete Angeles Mensajeros, ¿cuántos sabían que vendría un Angel Mensajero para la Iglesia del Señor Jesucristo, el Angel del Señor Jesucristo, el Mensajero de la Edad de la Piedra Angular? Nadie lo sabía.

¿Y cuántos sabían que después de las siete edades vendría una nueva edad, la Edad de la Piedra Angular? No se sabía. Pero vean ustedes, ya todos esto lo sabemos ¿por qué? Porque Cristo nos está abriendo los pensamientos divinos que ya han sido hablados. Están en las profecías, están en símbolos y en diferentes formas, pero ahora están siendo abiertos esos pensamientos divinos que están en forma profética, están siendo abiertos; por lo tanto la Palabra profética está siendo abierta a todos los escogidos de Dios en este tiempo final.

Y Dios continúa obrando para que se vaya materializando, se vayan cumpliendo todas estas profecías correspondientes a este tiempo final, porque son los pensamientos de Dios siendo materializados y revelados a la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final.

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

Por medio de Su Angel es que podemos conocer los pensamientos de Dios, que son la Palabra creadora hablada por medio de los Profetas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento. Ya se ha cumplido mucha Palabra en edades pasadas, pero falta la Palabra prometida para este tiempo final. Todo lo que ha sido prometido para este tiempo, conforme a los pensamientos divinos tiene que cumplirse, y a medida que va cumpliéndose Dios va revelándonos estos misterios, y también nos anuncia los que están más adelante, porque son los pensamientos de Dios que pasan a ser Palabra de Dios, y luego pasan a ser realidades, se materializa en medio de la raza humana.

LOS PENSAMIENTOS DE DIOS.”

¿Y saben ustedes una cosa? Antes de la fundación del mundo Dios pensó en cada uno de ustedes y en mí también, por lo tanto en la Escritura dice: “Y enviará a Sus Angeles con Gran Voz de Trompeta, y juntarán a Sus escogidos.” Vean, eso es un pensamiento divino que ha sido hablado.

Y ahora se está cumpliendo ese pensamiento divino en este tiempo final, y ahora los escogidos, lo cual Dios pensó desde antes de la fundación del mundo, ahora se ha estado materializando, ¿dónde? ¿y en quiénes? En cada uno de ustedes y en mí también; por lo tanto somos un pensamiento divino, un atributo del pensamiento de Dios materializado en este tiempo final.

Porque todos los pensamientos de Dios tienen que cumplirse, tiene que materializarse, se están materializando en ustedes y en mí, se están materializando en la Iglesia de Jesucristo, y se están materializando en este planeta Tierra. Todo lo que Dios pensó y ha hablado tiene que cumplirse. “Los Cielos y la Tierra pasarán (pero Cristo dijo) pero mi Palabra no pasará.” O sea, que se cumplirá todo lo que El ha dicho, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento.

Estábamos en los pensamientos de Dios desde antes de la creación, por lo tanto somos eternos, hemos venido de la eternidad para ser manifestados en la Tierra en carne humana, para hacer contacto con la Vida eterna, confirmar nuestro lugar en la Vida eterna, lo cual hacemos cuando recibimos a Cristo como nuestro Salvador, lavamos nuestros pecados en Su Sangre, somos bautizados en agua en Su Nombre y recibimos Su Espíritu Santo, y ahí somos sellados con el Espíritu Santo, obtenemos el nuevo nacimiento, y recibimos el cuerpo angelical, igual al cuerpo angelical de Jesucristo; y para el Día Postrero en adición recibiremos el cuerpo físico, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado. Y entonces estaremos en toda la plenitud manifestados como Jesucristo, a imagen y semejanza de Jesucristo nuestro Salvador.

Ese es el pensamiento de Dios: tener hijos e hijas iguales a nuestro amado Señor Jesucristo, y eso se materializará en este tiempo final, porque así está profetizado.

¿Y quiénes son esas personas que serán a imagen y semejanza de Cristo en toda Su plenitud? Pues todos nosotros. Ya eso Dios lo pensó desde antes de la fundación del mundo. Los pensamientos de Dios son eternos, por lo tanto somos eternos con Dios. No nos podemos perder, es imposible, nuestros nombres están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.

El ha estado confirmando Su Nuevo Pacto de edad en edad, y en este tiempo final está confirmando el Nuevo Pacto, Su Pacto bajo Su Sangre, a todos nosotros en la Edad de la Piedra Angular, como lo confirmó a todos los escogidos de Dios de edades pasadas en cada edad; cuando envió el Mensajero de cada edad, ahí estuvo confirmando su pacto, porque envió Su Espíritu Santo en el Mensajero para confirmar Su Nuevo Pacto y darle testimonio del Nuevo Pacto a todos los que estaban escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, para colocarlos dentro del Nuevo Pacto.

Y ahora, nosotros hemos sido colocados también dentro del Nuevo Pacto. Cristo confirmando Su Nuevo Pacto a Sus escogidos, los Primogénitos escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, y por consiguiente confirmándoles Su Nuevo Pacto a Su Iglesia de edad en edad, y en este tiempo está confirmando Su Nuevo Pacto a Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular.

Hemos visto que todas estas cosas que suceden es el pensamiento divino, lo que Dios pensó desde antes de la fundación del mundo, y Sus pensamientos son eternos.

Así que, vamos a regresar pronto a la casa de nuestro Padre celestial con cuerpos eternos, inmortales y glorificados, porque eso fue lo que Dios pensó desde antes de la fundación del mundo. Ese es el pensamiento eterno de Dios, pensó en ustedes y en mí con un cuerpo teofánico angelical, como el cuerpo teofánico angelical de Jesucristo, y pensó en nosotros con un cuerpo físico, glorificado, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo, y lo habló también por medio de esos Profetas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento. Por lo tanto tiene que hacerse realidad en cada uno de ustedes y en mí también.

Por eso les doy testimonio que pronto vamos a ser transformados, vamos a tener un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, porque esos son los pensamientos divinos que El ha tenido eternamente: tener hijos a Su imagen y a Su semejanza. Y muy pronto obtendremos la semejanza física; la imagen es la que obtenemos al recibir el Espíritu Santo y obtener el cuerpo angelical, obtenemos el nuevo nacimiento y obtenemos el cuerpo angelical, eso es recibir la imagen de Cristo; y recibir la semejanza es recibir el cuerpo nuevo, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, el cual pronto vamos a recibir, tanto nosotros los que vivimos como los muertos en Cristo también, porque van a resucitar en cuerpos glorificados.

Y ahora, ¿dónde están los que van a ser transformados conforme al pensamiento divino? Aquí estamos. Aquí estamos presentes creyéndolo con toda nuestra alma, recibiendo la fe, la revelación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta tarde, dándoles testimonio de: “LOS PENSAMIENTOS DE DIOS.”

LOS PENSAMIENTOS DE DIOS.”

Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, nuestro Salvador, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto el pensamiento de Dios de nuestra transformación se materialice en cada uno de ustedes y en mí también, y nos lleve con El a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes, y será hasta una próxima ocasión el año próximo Dios mediante, ya sea en estos cuerpos mortales o en el nuevo cuerpo. Y si en este año Cristo nos diera el nuevo cuerpo, pues entonces nos veríamos ¿cuándo? Este mismo año; porque no habrá limitaciones entonces.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, y muchas gracias por vuestra amable atención en esta ocasión y en las actividades pasadas también, de ayer y antier en la noche.

Dejo nuevamente con ustedes a nuestro amigo y hermano Tirzo Ramiro Girón Pinzón para finalizar nuestra parte en esta ocasión, y así dar gracias a Cristo por los pensamientos divinos siendo hablados y siendo materializados.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde, y con nosotros nuestro amigo y hermano, el Rvdo. Tirzo Ramiro Girón Pinzón con nosotros.

LOS PENSAMIENTOS DE DIOS.”