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| El hombre con mente espiritual | 2001-07-17 | 1 | Reynosa | Tamaulipas | MX | 00:00:00 | false |
Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es para mí un privilegio y bendición grande estar con ustedes en esta ocasión. Reciban saludos de mi esposa Erica, quien les ama, y los niños reciban saludos de América, quien también les ama y desea algún día verles acá.
Para esta ocasión, leemos en Primera de Corintios, capítulo 2, versos 6 en adelante, donde dice:
“Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.
Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,
la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.
Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”
Para nuestro tema tomamos las palabras del verso 15, donde dice:
“En cambio el espiritual juzga todas las cosas (hablando del hombre espiritual).”
Y del hombre natural dice: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura.”
Y ahora, nuestro tema es: “EL HOMBRE CON MENTE ESPIRITUAL.”
Para comprender este misterio del hombre con mente espiritual, tenemos que entender que cuando el ser humano cayó en el Huerto del Edén, todo ser humano que viene a esta Tierra, viene con una mente natural, una mente terrenal, viene con una mente de la quinta dimensión, porque viene con un espíritu del mundo, y ahí viene con una mente natural, terrenal: la mente del espíritu del mundo que recibió la persona, ese es el consciente de la persona.
Y ahora, el hombre con mente natural tiene muchos problemas delante de Dios, porque no percibe las cosas que son del espíritu de Dios. El espíritu del mundo con esa mente del mundo no percibe las cosas de Dios, por eso vive una vida terrenal.
Ahora, para los que están ordenados por Dios desde antes de la fundación del mundo y escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, Dios predestinó una mente espiritual, celestial.
Ahora, el hombre con mente natural es el viejo hombre.
Y ahora, el hombre con mente espiritual es el hombre que tiene la mente de Cristo, el cual ha recibido a Cristo como su Salvador, ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, ha sido bautizado en el Nombre del Señor Jesucristo y ha recibido el Espíritu Santo, y ha obtenido el nuevo nacimiento, y por consiguiente ha obtenido un cuerpo angelical teofánico de la sexta dimensión, y ha obtenido una mente celestial: la mente del cuerpo teofánico, cuerpo angelical.
Cristo dijo a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios (o sea, no lo puede entender).” Porque con una mente natural, que es la mente del espíritu del mundo, ese consciente que tiene el espíritu del mundo, pues con esa mente no se puede entender las cosas de Dios, no se puede comprender a Dios, y no se puede comprender la mente de Dios, y por consiguiente no se pueden comprender los pensamientos de Dios, los cuales han estado siendo hablados por Dios a través de Sus Profetas.
El ha comunicado Sus pensamientos a Sus Profetas, y Sus Profetas los han comunicado a la raza humana; y los pensamientos divinos siendo comunicados a la raza humana, son nada menos que la Palabra de Dios traída por el Espíritu Santo a través de esos Profetas; porque Dios ha colocado en el corazón y en la boca de Sus Profetas Su Palabra. Esos son Sus pensamientos, ellos los han hablado, y se han convertido esos pensamientos hablados en la Palabra hablada de Dios.
Y ahora, para poder entender, entrar al Reino de los Cielos, se requiere nacer de nuevo.
Cristo, cuando Nicodemo luego le dice: “¿Cómo puede hacerse esto? ¿Puede acaso el hombre ya siendo viejo entrar en el vientre de su madre y nacer de nuevo?” Cristo le dice: “De cierto, de cierto te digo, que el que no nazca del Agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.”
Y ahora, se requiere el nuevo nacimiento para poder entender el Reino de los Cielos y para poder entrar en el Reino de los Cielos o Reino de Dios, para poder ser parte del Cuerpo Místico de Cristo, de la Iglesia del Señor Jesucristo, que es el Reino de los Cielos.
Y ahora, Cristo es el que hace posible que el ser humano pueda obtener una mente espiritual, y eso es por medio del nuevo nacimiento.
Ahora, el hombre con mente espiritual es el hombre nacido de nuevo, el creyente en Cristo, que lo ha recibido como su Salvador, ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, ha sido bautizado en Su Nombre (en agua) y ha recibido Su Espíritu Santo, ése es el hombre espiritual, tiene una mente espiritual, una mente celestial, tiene la mente de Cristo, pues ha recibido el Espíritu de Cristo y por consiguiente ha recibido un cuerpo angelical teofánico, y la mente de ese cuerpo angelical, de ese cuerpo teofánico, es la mente espiritual de esa persona, es la mente que opera en la persona.
Y ahora, eso es lo que tiene el hombre espiritual, ese es el hombre nacido de nuevo, ese es el nuevo hombre, ese es la nueva criatura.
Y ahora, Cristo dice, o San Pablo dice: “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.”
Y ahora, vean ustedes, para el Israel terrenal, el cual tiene una mente terrenal, encontramos que Dios estableció un pacto con el Israel terrenal, y así como Moisés cuando descendió del Monte Sinaí con las tablas de la Ley, al ver a Israel sumergido en la idolatría adorando un becerro de oro, rompió las tablas de la Ley. Tipo y figura de Dios rompiendo el pacto del Antiguo Testamento, porque ese pacto fue dado al Israel terrenal; por lo tanto el Israel terrenal tiene una mente terrenal.
Pero así como luego Moisés subió al Monte de nuevo, llevó las tablas, unas nuevas tablas de piedra, y Dios escribió en esas tablas Sus diez mandamientos.
Y ahora, Dios coloca un Nuevo Pacto para el Israel Celestial, el Israel Espiritual, que como Cuerpo Místico de creyentes es la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora, así como Moisés proveyó las tablas de piedra, donde Dios escribiría Su Palabra, Sus mandamientos correspondientes al pacto, ahora el ser humano provee las tablas donde Dios escribirá sus mandamientos.
Y ahora, ¿dónde vamos a buscar esas tablas? ¿Dónde están? ¿Dónde las tenemos? Son nuestro corazón, ahí Dios escribe el Nuevo Pacto.
Dice Dios que escribirá sobre el corazón Su Ley, y por cuanto El escribe sobre el corazón Su Palabra, Su Ley, entonces Dios nos da un corazón en donde están escritas las Leyes divinas, las Leyes del Nuevo Pacto, y entramos así al Nuevo Pacto, quedamos dentro del Nuevo Pacto y quedamos cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto.
Y ahora, vean ustedes lo que nos dice por Jeremías, capítulo 31, verso 31 en adelante, dice:
“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.
No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto (o sea, que no será un pacto como aquel pacto; por lo tanto un Nuevo Pacto ya muestra que será otro pacto); porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.
Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.”
En este Nuevo Pacto obtenemos el perdón de nuestros pecados, la Sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado y ya Dios no se acuerda más de nuestros pecados, quedamos dentro del Nuevo Pacto con las Leyes divinas escritas en las tablas de nuestro corazón.
Y ahora, eso constituye a esa persona en un nuevo hombre, en una nueva criatura, en una nueva criatura nacida de nuevo, una nueva criatura en Cristo.
“Y si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” [Nota - 2 de Corintios 5:17].
Y también pasó el antiguo pacto, y también pasó todo lo del Antiguo Testamento y ahora son todas hechas nuevas. Y ahora tenemos la Ley acá en las tablas de nuestro corazón, tenemos un Nuevo Pacto y tenemos un Nuevo Sacrificio.
Ahora, el pueblo hebreo tenía el sacrificio por el pecado: el macho cabrío de la expiación, pero ahora nosotros tenemos a Jesucristo.
Y ahora, es un Nuevo Sacrificio, el cual fue representado en el sacrificio antiguo del Antiguo Testamento que se sacrificaba bajo el antiguo pacto, pero ahora bajo el Nuevo Pacto el Sacrificio es el Sacrificio de Cristo nuestro Salvador.
También tenemos un nuevo Sábado, el cual es Cristo, el Espíritu de Cristo en nosotros es nuestro Sábado, que nos da reposo, descanso, a nuestra alma todos los días de nuestra vida, y estamos en un Sábado eterno al estar en Jesucristo, nuestro Salvador.
No tenemos que estar guardando el sábado como un día religioso, porque estamos guardando los siete días de la semana viviendo una vida espiritual. Esa es la vida del nuevo hombre, la vida del hombre que tiene mente espiritual.
Ahora, hemos visto que esto está representado en Jacob y Esaú (Jacob y Esaú), y también en Isaac e Ismael; el hijo de la carne, el cual fue Ismael, el cual vino por medio de la sierva, la sierva representa al pueblo hebreo, a la Jerusalén terrenal, e Ismael representa los hijos del pueblo hebreo, los cuales han venido según la carne; y como vino Ismael según la carne, han venido por nacimiento natural según la carne como hebreos.
Y ahora, Isaac vino según la promesa porque Sara no podía tener hijo, y Abraham tampoco (ya estaban ancianos), pero ahora conforme a la Palabra creadora de Dios que le fue hablada, Dios obró, rejuveneció a Abraham y a Sara, y le dio el hijo que El le había prometido.
Y ahora, Isaac es el hijo de la promesa.
Y ahora, encontramos que Cristo es el hijo de la promesa, Cristo representado en Isaac es el Hijo de la promesa.
Y ahora, todos los que vienen según la carne como hijos de Abraham, son el Israel terrenal con una mente terrenal. Pero el que viene según la promesa por medio de Jesucristo, al creer en Cristo como nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en Su Sangre, y ser bautizados en Su Nombre y recibir Su Espíritu Santo, estos son el Israel Celestial, pertenecen al Israel Celestial, y son el hombre espiritual con una mente espiritual, una mente espiritual.
Tienen la mente de Cristo, porque tienen el Espíritu de Cristo y por consiguiente tienen el cuerpo teofánico de la sexta dimensión, y la mente de ese cuerpo teofánico angelical opera en esas personas que han nacido de nuevo, los cuales son una nueva criatura en Cristo Jesús. “Porque si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (Segunda de Corintios, capítulo 5, verso 17)
Ahí es donde encontramos esas palabras del Apóstol San Pablo. Dice:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
Y ahora, el llamado es a ser reconciliados con Dios, para obtener el perdón de sus pecados y ser restaurados a la Vida eterna, y venir a ser hombres y mujeres nuevas pertenecientes al Nuevo Pacto, y por consiguiente pertenecientes al Cuerpo Místico de nuestro amado Señor Jesucristo.
Todos los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo, que son las personas nacidas de nuevo en sus diferentes etapas de la Iglesia, son personas nuevas, son personas pertenecientes a la Nueva Creación, de la cual Cristo es el primero.
En Apocalipsis, capítulo 3, verso 14, dice hablando de Cristo, que es el Principio de la Creación de Dios, y nosotros somos la continuación de esa Creación de Dios, de esa Creación con Vida eterna, de esa Nueva Raza con Vida eterna y con mente espiritual, con mente de Dios.
Y ahora, conscientes de que el hombre, el ser humano con mente espiritual es la persona que ha creído en Cristo como su Salvador, ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, ha sido bautizado en Su Nombre, y ha recibido Su Espíritu Santo, y por consiguiente ha recibido el nuevo nacimiento y ha recibido un cuerpo angelical teofánico de la sexta dimensión que opera en él, y que opera esa mente espiritual celestial para poder entender las cosas que son del Espíritu de Dios.
Y ahora, con mente espiritual podemos entender las cosas de Dios; y para que entendamos las cosas de Dios que El ha prometido darnos a conocer en este tiempo, Cristo dice en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, El habla con esa Voz de Trompeta, diciendo:
“...y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”
Y ahora, ¿cómo nos va a dar a conocer todas estas cosas que deben suceder después de las que ya han sucedido en las siete etapas o edades de la Iglesia del Señor Jesucristo, durante estos dos mil años que han transcurrido aproximadamente del Día de Pentecostés hacia acá, o de Cristo hacia acá? Para darnos a conocer estas cosas, Cristo en Espíritu Santo vendrá manifestándose, y revelándose y dándonos a conocer, hablándonos todas estas cosas que deben suceder pronto, así nos estará revelando todas estas cosas.
Y ahora, ¿cómo lo va a hacer? Cristo en Espíritu Santo viene a Su Iglesia en este tiempo final, para revelarnos todas estas cosas que deben suceder pronto.
Y ahora, los de mente espiritual, los creyentes en Cristo que han sido bautizados en Su Nombre, han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo y han recibido Su Espíritu Santo, tienen mente espiritual porque tienen un cuerpo angelical teofánico de la sexta dimensión.
Y ellos entenderán, porque ‘los entendidos entenderán,’ dijo Dios por medio del Profeta Daniel. Y también Cristo dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen.” Y también Cristo hablando de la buena tierra dijo: “La buena tierra es aquella que oye, es aquel que oye la Palabra y la entiende y lleva fruto.” Unos a ciento por uno, a sesenta por uno y a treinta por uno; eso está en San Mateo, capítulo 13, verso 23.
Y ahora, ¿cómo nos va a dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto para que así los de mente espiritual puedan entender todas estas cosas que deben suceder pronto? O sea, para que así los miembros de la Iglesia de Jesucristo, que son las personas con mente espiritual, puedan comprender todas estas cosas que deben suceder pronto. La respuesta está en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, donde dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”
Y ahora, ¿cómo es que van a ser dadas a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto? Por medio del Angel del Señor Jesucristo, porque en el Angel del Señor Jesucristo, que es el enviado de Jesucristo, vendrá Cristo velado y revelado hablándonos todas estas cosas que deben suceder pronto.
Ahora, ese Angel no es el Señor Jesucristo, pero en ese Angel estará Cristo en Espíritu Santo revelándonos todas estas cosas que deben suceder pronto, y así es que entenderemos todas estas cosas que deben suceder pronto, porque los entendidos entenderán, porque los entendidos son los que tienen mente espiritual, son los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo, en los cuales opera la mente del cuerpo teofánico, ellos escuchan de su teofanía.
Y ahora, en Apocalipsis 22, verso 6 confirma nuevamente Cristo a quién El ha enviado. Apocalipsis 22, verso 16, dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
¿Quién es el enviado de Jesucristo? El Angel del Señor Jesucristo. ¿Quién es este Angel del Señor Jesucristo? Este Angel del Señor Jesucristo es un Profeta que Cristo para este tiempo final enviaría a Su Iglesia, para darle a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.
Y ahora, este Angel del Señor Jesucristo, enviado por Cristo para dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, es el que le dio a Juan la revelación del Apocalipsis, este Angel estaba en cuerpo teofánico en ese tiempo.
El Rvdo. William Branham hablando acerca de este Angel, dice que este Angel que le dio a Juan la revelación del Apocalipsis, es un Profeta, que es un Espíritu de Profeta el que le dio a Juan la revelación del Apocalipsis.
Si es un Espíritu de Profeta, un cuerpo teofánico angelical, tiene que venir a la Tierra en carne humana en el tiempo señalado por Cristo, para darle a conocer a la Iglesia de Jesucristo todas estas cosas que deben suceder pronto, y los escogidos entender todas estas cosas que deben suceder pronto.
Y porqué los escogidos, los miembros de la Iglesia de Jesucristo, los que han nacido de nuevo, los cuales han recibido a Cristo como su Salvador, han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo y han recibido Su Espíritu Santo, ¿por qué van a entender? Porque tienen mente espiritual, tienen la mente espiritual del cuerpo teofánico angelical operando en ellos, esa es la mente de Cristo.
Y ahora, hemos visto el porqué los escogidos entenderían en el Día Postrero: porque tienen mente espiritual, eso es lo que tienen las ovejas del Señor Jesucristo para escuchar la Voz de Cristo en el tiempo que les toca vivir, y recibir cada grupo de escogidos de cada edad, recibir a Cristo en Espíritu Santo manifestado en el Angel Mensajero de cada edad, y escuchar la Voz de Cristo a través de ese Mensajero de cada edad.
Y ahora, las personas que Lo reciben y oyen la Voz de Cristo a través de ese Mensajero, están recibiendo la revelación de Jesucristo para la edad en la cual ellos viven, y esas personas son bienaventuradas.
Vean, en San Juan, capítulo 13, verso 20, dice Cristo:
“De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.”
Y ahora, Cristo dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
Y el que recibe a ese Angel, recibe el Mensaje de testimonio que él trae, con el cual da a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y obtenemos toda esa revelación divina; y por cuanto tenemos mente espiritual, entendemos toda esa revelación divina que él nos trae de parte de Cristo, es Cristo en Espíritu Santo en Su Angel, revelándonos todas estas cosas que deben suceder pronto.
Pero ese Angel no es el Señor Jesucristo, por eso cuando Juan quiso adorarlo el Angel rechazó esa adoración que Juan quiso ofrecerle, y le dijo: “Adora a Dios.”
Y ahora, tenemos que saber hacer la separación entre Jesucristo y Su Angel. Su Angel es un Profeta dispensacional, el Profeta de la séptima dispensación: de la Dispensación del Reino, enviado con el Mensaje del Evangelio del Reino, a través del cual vienen todas estas revelaciones divinas correspondientes al Día Postrero, siendo abiertas, siendo dadas a conocer a la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y cada miembro de la Iglesia de Jesucristo por cuanto tienen mente espiritual, entenderá estas revelaciones divinas, entenderá todas estas cosas que deben suceder pronto, que estarían siendo dadas a conocer en este tiempo final.
Y ahora, nos encontramos en el tiempo final, en el Día Postrero, en el Séptimo Milenio de Adán hacia acá, que es el Día Postrero delante de Dios. “Porque un Día delante de Dios es como mil años, y mil años como un Día.” Dice el Profeta Moisés en el capítulo 90, verso 4 de los Salmos, en el Salmo 90, verso 4, y San Pedro en Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8. Ambos dicen que un Día delante del Señor es como mil años y mil años como un Día. De lo que dijo Moisés, fue que Pedro tomó esa revelación y la trajo con más luz.
Y ahora, nos encontramos en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, en el tiempo que - y para el tiempo que Cristo prometió enviar a Su Angel Mensajero con la revelación de todas estas cosas que deben suceder pronto, para darle a la Iglesia de Jesucristo la revelación de todas estas cosas que deben suceder pronto, y para así nosotros entender esas cosas en este tiempo final, y ser preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y ahora, esto es para los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo, que son los que tienen mente espiritual.
Y ahora, hemos visto quién o cuál es el hombre con mente espiritual. Tal como Cristo, el Hombre con mente espiritual, el Hombre Celestial con mente Celestial, tal también los celestiales, tales también los miembros de la Iglesia de Jesucristo nacidos de nuevo, tienen también mente celestial, mente espiritual.
Hombres y mujeres pertenecientes al Cuerpo Místico de Cristo, son personas con mente espiritual. Por eso creen cosas espirituales, las cuales están prometidas aquí en la Palabra de Dios para ser reveladas en este tiempo final.
No son como los saduceos: que no creían en Angel ni creían en resurrección, los de mente espiritual creen en Angel, creen en los Angeles de Dios y creen en los Angeles Mensajeros que Cristo ha enviado de edad en edad, y creen en el Angel de Jesucristo que El enviaría en este tiempo final, y reciben Su Mensaje, porque es el Mensaje de Cristo para los de mente espiritual. Toda persona de mente espiritual cree las cosas de Dios.
Y ahora, hemos visto cuáles son las personas que tienen mente espiritual: son los creyentes en Cristo nacidos de nuevo; esos son los que recibirían al Angel de Jesucristo, al que Cristo enviaría en este tiempo final, escucharían Su Mensaje y entenderían Su Mensaje, y lo creerían con toda su alma, y serán preparados para ser transformados y raptados, porque tienen mente espiritual y reciben la fe, la revelación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y ahora, hemos visto: “EL HOMBRE CON MENTE ESPIRITUAL.”
Hemos visto quiénes son los que tienen mente espiritual.
Y ahora, ¿dónde están los que tienen mente espiritual? Aquí estamos escuchando la Voz de Cristo, y Cristo grabando en nuestras almas Sus mandamientos, colocando en nuestras almas, en nuestros corazones, Su Palabra, escribiéndola en nuestras almas.
Y ahora, hemos visto el porqué eso está sucediendo en la Iglesia de Jesucristo, en la Edad de la Piedra Angular en este tiempo final: porque ahí están los que tienen mente espiritual, por lo tanto reciben la revelación del Cielo, pueden recibir la revelación de Jesucristo para este tiempo final.
Es por revelación divina que cada persona recibe la Palabra, la cree, la entiende, y se mantiene firme en ella, y es colocado en el Cuerpo Místico de Cristo.
Pero el hombre natural, terrenal, todo lo hace por sabiduría humana, por lo que sus sentidos humanos, terrenales, del espíritu del mundo que está en ellos, puede darles a conocer.
Ahora, con el nuevo nacimiento todas las cosas son hechas nuevas: “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas las cosas son hechas nuevas.”
Y ahora, un Nuevo Pacto ha sido establecido, el antiguo pacto cesó. Y cuando dice: “Un Nuevo Pacto,” entonces da por viejo el primero.
Y ahora, el antiguo pacto era para el Israel terrenal, los cuales tenían mente terrenal; pero ahora el Nuevo Pacto es para las personas con mente espiritual, los nacidos de nuevo en Cristo, los cuales son nueva criatura y están dentro de un Nuevo Pacto, cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto: la Sangre de nuestro amado Señor Jesucristo.
Cristo en la última cena dijo, tomando el pan dijo: “Este pan es mi Cuerpo que por vosotros es partido. Comed.” Y luego tomó la copa de vino y dijo: “Esta copa (de vino) es la Sangre del Nuevo Pacto que por vosotros es derramada.” Representó en el pan Su Cuerpo que sería crucificado, y representó en el vino Su Sangre que sería derramada.
Y ahora, estamos bajo el Nuevo Pacto, cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto: la Sangre de nuestro amado Señor Jesucristo, todas las cosas han sido hechas nuevas para los que están en Cristo, los cuales son nueva criatura, y tienen una mente nueva, una mente espiritual, celestial: la mente de Cristo operando en ellos.
“EL HOMBRE CON MENTE ESPIRITUAL.”
Hemos visto cuál es el hombre (eso incluye mujeres también), hemos visto cuál es el hombre de, o con mente espiritual.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con un pueblo de mente, con mente espiritual, un pueblo con una mente espiritual, un pueblo de una mente espiritual para entender las cosas espirituales, para escuchar la Voz de nuestro amado Señor Jesucristo, y entender; porque los que tienen mente espiritual son la buena tierra que oye y entiende la Palabra de Dios, la Palabra de Cristo.
Así que yo le doy gracias a Jesucristo, nuestro Salvador, por permitirme estar en medio de un pueblo con mente espiritual, que oye y entiende la Palabra de Cristo correspondiente a este tiempo final, y que está siendo preparado para ser transformado y llevado con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Ha sido para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: “EL HOMBRE CON MENTE ESPIRITUAL.”
“EL HOMBRE CON MENTE ESPIRITUAL.”
Que Dios les bendiga, les guarde, les guíe y les llene del conocimiento de toda Su Palabra correspondiente a este tiempo final; y pronto se complete el número de los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo, y pronto Cristo resucite a los creyentes en El que han partido y nos transforme a nosotros los que vivimos, y nos lleve con El a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Muchas gracias por vuestra amable atención amados amigos y hermanos presentes, y dejo con ustedes nuevamente el misionero y Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, para finalizar nuestra parte en esta ocasión, y pasen todos muy buenas noches.
“EL HOMBRE CON LA MENTE ESPIRITUAL.”