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Salid de Babilonia pueblo mío 2001-05-12 2 Cárdenas Tabasco MX 00:00:00 false

Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos reunidos en esta tarde, aquí en Cárdenas, Tabasco, República Mexicana; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual quiero leer en Apocalipsis, capítulo 18, versos 1 en adelante, donde Dios hablando dice:

Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria.

Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.

Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.

Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;

porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.

Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble.

Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto;

por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga (porque poderoso es Dios, el Señor que la juzga).

Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio,

parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Aquí en la Escritura tenemos un misterio muy grande y es el misterio de Babilonia. Por eso es que en la Escritura se nos habla de Babilonia. Y encontramos en este misterio de Babilonia... veamos en el capítulo 17, verso 1 en adelante, encontramos que este es un misterio muy grande, dice:

Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas;

con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.

Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos.

Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación;

y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.

Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.

Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos.”

Aquí podemos ver que es un misterio la mujer que viene sobre esa bestia y es el misterio de Babilonia. El misterio de Babilonia está en esa mujer, tiene escrito en su frente un misterio: “BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.”

Ahora, Babilonia existió. Fue en Babilonia donde Nimrod estableció el primer reino sobre la Tierra, y luego también fue el imperio de Babilonia, el imperio babilónico el que en los tiempos del Antiguo Testamento llevó cautivo al pueblo hebreo a Babilonia; y allí fueron: Daniel, Sadrac, y Abednego. Y fue en ese tiempo en donde el reino o imperio de los gentiles, dio comienzo en cumplimiento a la estatua que vio el rey Nabucodonosor con la cabeza de oro, que representaba el imperio babilónico, y por consiguiente a su rey: Nabucodonosor.

Luego ese imperio de los gentiles pasaría a otra etapa, que está representada en el pecho y los brazos de plata, que fue el reino o imperio medo-persa. Luego ese reino de los gentiles pasaría a una tercera etapa, que fue la etapa del vientre y los muslos de bronce, que fue el imperio de Grecia, donde Alejandro el grande fue su líder principal.

Luego ese imperio de los gentiles pasaría a su cuarta etapa, que fue las piernas de hierro, lo cual fue el imperio de Roma (o romano de los Césares).

Y después ese mismo imperio cuarto, el cual tiene dos partes: ya la primera fue el imperio o parte de los Césares. Luego la segunda parte de ese imperio romano corresponde a los pies de hierro. ¿Ven? Al ser de hierro es parte de las piernas, porque es lo que está conectado con las piernas; o sea, que la parte de los pies de hierro y de barro cocido es lo que está conectado con el imperio romano; los pies son de hierro y barro cocido, y las piernas son de hierro, o sea, que es el mismo imperio romano dentro del barro, porque están cubiertos los pies con barro.

Ahora, encontramos que por cuanto ese reino de los gentiles comenzó con la cabeza de oro, y comenzó en Babilonia, y su rey fue el rey Nabucodonosor. Por esa causa todo ese reino de los gentiles pasando por sus diferentes etapas, es conocido como Babilonia: porque su cabeza fue Babilonia.

Es como el Reino de Dios es conocido por Su Cabeza, que es Cristo. Y por eso son cristianos los hijos del Reino de Dios: porque tienen el nombre de Cristo, que es Su cabeza.

Ahora, encontramos que ese reino de los gentiles para este tiempo final estaría en los pies de hierro y de barro cocido, por cuanto en el reino de los gentiles comenzando en Babilonia, en la cabeza de oro y terminando en el Día Postrero, en los pies de hierro y barro cocido; siendo que ese reino de los gentiles corresponde y está gobernado por el diablo, el trono de Satanás está en ese imperio de los gentiles, ha estado de etapa en etapa.

Por eso fue que el diablo cuando Cristo ayunó por cuarenta días y cuarenta noches, luego el diablo vino a tentarlo, y en una de las tentaciones le ofreció los reinos de este mundo; porque los reinos de este mundo están bajo el control del diablo, por cuanto el diablo es el príncipe de este mundo, y por consiguiente de los reinos de este mundo; se los ofreció a Cristo.

Por lo tanto, el diablo le ofreció a Cristo hacerlo rey de ese reino de los gentiles, que estaba en la etapa de las piernas de hierro, estaba en la etapa del reino de los Césares; y el diablo le daría a Cristo ese reino, y entonces Cristo establecería la adoración al maligno; porque el mismo Cristo tenía que adorar al diablo, como le exigía el diablo, cuando le dijo que todos los reinos del mundo se los daría a Cristo si postrado lo adoraba.

Así como todos los imperios tenían adoración al maligno, ahora el diablo le ofrece la posición de rey de ese reino y le exige, para esa posición que le ofrecía, que la adoración fuera al maligno, a Satanás; y comenzaría esa adoración con el mismo Cristo. Si aceptaba ese reino, Cristo sería el primero que adoraría; la cabeza de ese reino, que sería Cristo, ofrecería adoración al maligno, y por consiguiente todo el reino.

Ustedes recuerdan que en Egipto y en otros reinos, esos faraones tenían sus dioses y ofrecían adoración a esos dioses, que es adoración satánica, adoración al maligno.

Y ahora, el maligno, el diablo, deseaba que Jesús fuera el rey de ese reino del maligno; por lo tanto el diablo quería tener un instrumento como Jesús, a través del cual manifestarse, y el cual lo adorara y exigiera que todo el mundo adorara al maligno. Pero Jesús rechazó la oferta del diablo, pues Jesús sabía y sabe que los reinos de este mundo van a ser Suyos, y que El se va a sentar no en el Trono de Satanás, que le ofrecía el diablo, que era el trono babilónico (o el trono babilónico que ya había pasado por diferentes etapas en el reino de los gentiles, y que ya estaba en la etapa romana, por lo tanto era el trono de los Césares). Y Cristo no acepto, porque la promesa para Cristo es que El se sentará en el Trono de David, porque Cristo es el Heredero al Trono de David, y desde ese Trono El gobernará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones.

Por lo tanto, Cristo consciente de cuál era el plan de Dios, para el establecimiento del Reino de Dios en la Tierra, rechazó la oferta del diablo; porque en una ocasión Cristo dijo que vendría el maligno, el diablo, pero que no tenía ninguna parte en El, en Jesús. Así que, no tenía nada que ver el diablo con Jesús, porque el diablo tiene su reino; pero Dios tiene Su Reino, y Su Rey es Jesucristo.

Así que, Cristo sabiendo cuál era el Programa de Dios, no aceptó el reino, el trono romano de los Césares, porque Cristo tiene de parte de Dios la promesa que recibirá el Trono de David.

Ahora, el trono de los Césares es el trono de Satanás, el trono del reino de los gentiles de etapa en etapa ha sido el trono de Satanás.

Y ahora, en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido está el trono de Satanás; aunque el diablo ha tratado de ocultar la verdad en cuanto a su reino en la Tierra, y ha querido hacerlo pasar como que es el Reino de Dios. Pero no ha podido, porque Dios no ha permitido que sea ocultada la verdad en cuanto al reino del maligno, porque Dios desea que en el tiempo final todos sepan cuál es el reino del maligno y cuál es el Reino de Dios.

Y ahora, el reino del maligno entre los gentiles, por cuanto comenzó con el reino babilónico, es conocido el reino del maligno como babilonia. Y el misterio de Babilonia es el misterio del reino del maligno, del diablo, de Satanás, en medio de la raza humana.

En Zacarías, capítulo 2, dice el verso 7... aún un poquito antes, verso 1 en adelante para que tengan el cuadro claro:

Alcé después mis ojos y miré, y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir.

Y le dije: ¿A dónde vas? Y él me respondió: A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura, y cuánta su longitud.

Y he aquí, salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro,

y le dijo: Corre, habla a este joven, diciendo: Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella.”

Ahí está otro Angel profetizando, diciéndole a este Angel que le dijera a este joven (a Zacarías) lo que iba a suceder con Jerusalén.

Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella.

Eh, eh, huid de la tierra del norte, dice Jehová, pues por los cuatro vientos de los cielos os esparcí, dice Jehová.”

Y ahora, vean ustedes cómo Dios dice que huyan, que escapen, de la tierra del norte. Dice:

Oh Sion, la que moras con la hija de Babilonia, escápate.”

Y ahora, el llamado o Mensaje de Dios es para escapar, para la hija de Sion que mora con la hija de Babilonia, escaparse de Babilonia, escaparse de la tierra del norte.

Encontramos que esto tiene cumplimiento profético para el pueblo hebreo y para la Iglesia del Señor Jesucristo, porque ambos pueblos son Israel: uno es el Israel terrenal y el otro es el Israel Celestial.

Y ahora, el Israel terrenal, encontramos que escapa de Babilonia, de la tierra del norte. Y en este tiempo final, por cuanto habían sido esparcidos por todas las naciones, encontramos que de Rusia escaparon los hebreos y regresaron a la tierra de Israel muchos de ellos, los que quisieron salir de allá de Rusia y también de toda Europa, y se han ido a la tierra de Israel muchos hebreos. Y así saliendo de diferentes naciones y regresando a su tierra, a la tierra de Israel, se ha formado así una poderosa nación que tiene hasta poder atómico, tiene su propia moneda, tiene su propia bandera, y así por el estilo. Y está esperando la Venida del Señor, la Venida del Libertador.

Ahora, para el Israel terrenal y para el Israel Celestial, babilonia corresponde a la etapa de los pies de hierro y de barro cocido del reino de los gentiles, como en la primera etapa del reino de los gentiles correspondía a la Babilonia literal, para la segunda etapa correspondía al reino medo-persa, para la tercera etapa correspondía al reino de Grecia y para la cuarta etapa corresponde al reino o imperio romano de los Césares. Y luego en este tiempo final, la segunda parte del reino romano, pues corresponde a los pies de hierro y de barro cocido; y es en esta etapa de los pies de hierro y de barro cocido que el maligno consolidará su reino.

El hombre de pecado, el anticristo, es el rey de ese reino, lo consolidará, y todos aquellos que no estén de acuerdo con él serán perseguidos, como fueron perseguidos los cristianos en otras etapas del reino de los gentiles, en la etapa del imperio romano.

Ahora, para este tiempo final el diablo se va a encarnar en el anticristo, en el hombre de pecado, que es el representante del maligno, del diablo, en la Tierra. Y por lo tanto es el rey y representante del reino de los gentiles, en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido, como fue representante de ese reino de gentiles, el emperador o rey que estuvo en cada uno de esos reinos o imperios gentiles.

Ahora, para el Reino de Dios el representante de Dios en la Tierra es Cristo, el cual se sentará en el Trono de David. Y el Rey que se sentará en el Trono de David será el que representará a Dios en la Tierra, el Rey de los Cielos será representado en la Tierra, a través del Rey que se sentará en el Trono de David, eso es en la parte del Reino de Dios siendo establecido en la Tierra.

Ahora, para este tiempo final, Cristo ha prometido en Apocalipsis, capítulo 3, verso 21:

Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono (es una promesa de Cristo).”

Y ahora, es Cristo el que ofrece al Vencedor sentarlo en Su Trono. El trono de Cristo es el Trono de David. Por lo tanto, habrá un hombre Vencedor que vencerá al diablo, al anticristo, al hombre de pecado, y a todo ese sistema de los pies de hierro y de barro cocido, y se sentará con Cristo en Su Trono.

Ahora, podemos ver que para este tiempo, así como el diablo se encarnará en el anticristo, en el hombre de pecado, y eso es en el reino de los gentiles en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido; por otro lado en el Reino de Cristo, en el Reino de Dios, en el Día Postrero, en la etapa de la Cabeza de Oro del Reino de Dios; porque el reino de los gentiles comenzó con la cabeza de oro, y ahora se encuentra en este tiempo en los pies de hierro y barro cocido; pero el Reino de Cristo, el Reino de Dios comenzó de abajo hacia arriba, de los pies hacia la cabeza, y ahora se encuentra en la etapa de la Cabeza de Oro del Reino de Dios, del Reino de Cristo.

Es en esta etapa gloriosa de la Edad de la Piedra Angular, la edad de la Cabeza de Oro del Reino de Cristo, que Cristo reclamará Su Trono terrenal, el Trono de David, y se sentará en ese Trono y con El, el Vencedor del Día Postrero, el cual es enviado a la Iglesia del Señor Jesucristo para dar testimonio de estas cosas que deben suceder pronto, como está en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, donde nos dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto (para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto).”

Y ahora, las cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, son reveladas a la Iglesia del Señor Jesucristo, por medio del Angel del Señor Jesucristo enviado para este propósito. Ninguna persona podrá comprender claramente todas las cosas que estarán sucediendo en este tiempo final, excepto por medio del Angel del Señor Jesucristo.

También en... eso es Apocalipsis, capítulo 22, verso 6. Y Apocalipsis, capítulo 22, verso 16, dice el mismo Cristo:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

Este Angel del Señor Jesucristo es un Profeta, el Profeta del Señor Jesucristo que El envía en el Día Postrero, para ser el Mensajero de la Edad de la Piedra Angular, y a través de él dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Este es el Instrumento de nuestro amado Señor Jesucristo, éste es el hombre del Señor Jesucristo, el Mensajero del Señor Jesucristo, en donde Jesucristo se hará carne, se manifestará a través de él y nos hablará todas estas cosas y nos traerá todas estas revelaciones divinas que Cristo ha prometido darle a Su Iglesia en este tiempo final, para que obtenga el conocimiento de todas estas cosas que deben suceder pronto.

Este es el Instrumento donde el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo, se hará carne, se manifestará a través de carne humana. Y éste será el Angel Mensajero que será adoptado, estando vivo en la Tierra; por lo cual será el primer Mensajero de Cristo, y por consiguiente el primer miembro de la Iglesia del Señor Jesucristo, que será adoptado; y por consiguiente será el que se sentará con Cristo en Su Trono.

Ahora, para este tiempo final habrá un enfrentamiento grande entre Cristo y el diablo. Y por consiguiente el diablo encarnado en el hombre de pecado, en el anticristo, luchará en contra de Cristo, que estará manifestado a través de carne humana en Su Angel Mensajero. Pero la victoria corresponde a Cristo.

No importa que el anticristo sea un gigante como Goliat, y el ungido con el Espíritu de Cristo sea pequeño como David.

David era un pastor de ovejas, por lo tanto, el Angel del Señor Jesucristo también será un Pastor de ovejas, un Pastor de las ovejas del Señor Jesucristo del Día Postrero. Y así como David era el octavo hijo de Isaí, el Angel del Señor Jesucristo será el octavo Mensajero del Señor Jesucristo. Y así como David fue ungido para sentarse en el Trono de Dios aquí en la Tierra; porque el Trono de David es nada menos que el Trono de Dios en la Tierra, para gobernar sobre el pueblo hebreo.

Por eso cuando los enemigos del pueblo hebreo luchaban contra Israel, estaban luchando en contra del Trono de Dios; porque Dios estaba gobernando sobre el pueblo hebreo.

Vean, en el Exodo, capítulo 17, verso 16, donde hubo una guerra, en donde Amalec peleó en contra el pueblo hebreo; luego al final de ese capítulo dice, en el verso 16, del capítulo 17 del Exodo: “Y dijo...” Vamos a ver un poco antes: versos 8 en adelante, dice:

Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim.

Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.”

Y por cuanto aquí Amalec representa al anticristo, al diablo, para este tiempo final en que habrá este enfrentamiento y habrá una apretura, Moisés estará sobre la cumbre del Monte de Dios, que es la Edad de la Piedra Angular, el ministerio de Moisés estará ahí.

E hizo Josué como (y estará con la vara de Dios en su mano. La vara representa la Palabra de Dios, la Palabra creadora de Dios)...”

E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado.

Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.

Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol.

Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada.

Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y dí a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo.

Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nisi (Jehová-nisi, lo cual es muy significativo para el pueblo de Dios).”

Ahora, sigue diciendo:

Y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de generación en generación.”

Y ahora, vean ustedes, Amalec levantándose en contra Moisés y el pueblo hebreo, se estaba levantando en contra del Trono de Dios.

Y ahora, Dios estaba gobernando como rey al pueblo hebreo a través del Profeta Moisés. Por eso Moisés fue: Rey, Libertador, Sacerdote y Profeta.

Ahora, veamos lo que nos dice la Escritura en *Primera de Crónicas, capítulo 28 (primero), verso 5 en adelante, dice:

Y de entre todos mis hijos...”

Vean, David dice: “Y de entre todos mis hijos...”.

Hay que comenzar en el verso 4:

Pero Jehová el Dios de Israel me eligió de toda la casa de mi padre, para que perpetuamente fuese rey sobre Israel; porque a Judá escogió por caudillo, y de la casa de Judá a la familia de mi padre; y de entre los hijos de mi padre se agradó de mí para ponerme por rey sobre todo Israel.

Y de entre todos mis hijos (porque Jehová me ha dado muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de Jehová sobre Israel (el Trono del Reino de Jehová sobre Israel).

Y me ha dicho: Salomón tu hijo, él edificará mi casa y mis atrios; porque a éste he escogido por hijo, y yo le seré a él por padre.

Asimismo yo confirmaré su reino para siempre, si él se esforzare a poner por obra mis mandamientos y mis decretos, como en este día.”

Y ahora, pasamos al capítulo 29, versos 20 en adelante, donde dice... 20 al 25 del capítulo 29 de Primera de Crónicas, dice:

Después dijo David a toda la congregación: Bendecid ahora a Jehová vuestro Dios. Entonces toda la congregación bendijo a Jehová Dios de sus padres, e inclinándose adoraron delante de Jehová y del rey.

Y sacrificaron víctimas a Jehová, y ofrecieron a Jehová holocaustos al día siguiente; mil becerros, mil carneros, mil corderos con sus libaciones, y muchos sacrificios de parte de todo Israel.

Y comieron y bebieron delante de Jehová aquel día con gran gozo; y dieron por segunda vez la investidura del reino a Salomón hijo de David, y ante Jehová le ungieron por príncipe, y a Sadoc por sacerdote.

Y se sentó Salomón por rey en el trono de Jehová en lugar de David su padre, y fue prosperado; y le obedeció todo Israel.”

¿En qué Trono se sentó Salomón? Dice:

Y se sentó Salomón por rey en el trono de Jehová en lugar de David su padre.”

Porque el Trono de Jehová, el Trono de Dios en la Tierra es el Trono de David. Por eso es que el Arcángel Gabriel le dice a la virgen María que tendrá un hijo ella, y que ese hijo será llamado Hijo de Dios, Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el Trono de David, Su Padre.

San Lucas, capítulo 1, verso 31 en adelante, dice:

Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús.

Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;

y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.”

Es a causa de que ese Trono de David es el Trono de Jehová aquí en la Tierra, y está en medio del pueblo hebreo. Ese es el Trono desde el cual se gobernará sobre el pueblo hebreo, y se gobernará sobre todas las naciones; ese es el Trono de Dios en la Tierra, ese es el Trono de Jehová en la Tierra. Y tiene que sentarse en ese Trono un hombre para reinar sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones, en la restauración del Reino de Dios en esta Tierra, y por consiguiente la restauración del Reino para el pueblo hebreo. Ese es el Trono del cual Cristo habla cuando dice:

Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.”

Así como Cristo venció, murió, pero resucitó glorificado, y ascendió al Cielo y se sentó en el Trono del Padre en el Cielo, en esa misma forma Dios le dará al Vencedor del Día Postrero que se siente en Su Trono, que es el Trono de David aquí en la Tierra. Y así como recibió un Nombre Nuevo Cristo, cuando ascendió victorioso al Cielo, y se sentó en el Trono de Dios, Cristo le dará un Nombre Nuevo, le escribirá sobre el Vencedor un Nombre Nuevo, el cual es el Nombre de nuestro Dios, Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y Nombre Nuevo de nuestro amado Señor Jesucristo.

En Apocalipsis, capítulo 3, verso 12, está esa promesa divina. Por lo tanto, un hombre, un Mensajero, el cual obtendrá la victoria en contra del diablo, en contra de Satanás. Ese que obtendrá esa victoria, es el que recibirá la bendición de obtener de parte de Cristo un Nombre Nuevo escrito, que ninguno conoce sino aquél que lo recibe, como dice Apocalipsis, capítulo 2, verso 17. También estas dos Escrituras son muy importantes. Vamos a leer la del capítulo 2, verso 17 primero, donde dice:

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido (el Maná escondido es la revelación de la Segunda Venida de Cristo. Porque no solamente de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios.), y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.”

Cristo es la Piedra del Angulo, la Piedra que los edificadores desecharon, la Piedra no cortada de manos que vio el rey Nabucodonosor, y también vio el Profeta Daniel. Esa Piedra no cortada de manos, cortada de la montaña de Dios, que es la Segunda Venida de Cristo con un Nombre Nuevo; porque la piedrecita tiene un Nombre Nuevo, es el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo, y ese Nombre Nuevo es el mismo Nombre de Dios, y de la Ciudad de nuestro Dios.

Y ahora, el que recibe esa piedrecita blanca con un Nombre Nuevo, o sea, el que recibe la Segunda Venida de Cristo en el Día Postrero con un Nombre Nuevo, es el Vencedor del Día Postrero, es el Angel del Señor Jesucristo enviado para dar testimonio de estas cosas que deben suceder pronto. Por lo tanto, él es el que recibirá a Cristo en Su Segunda Venida, como la Piedra Blanca, Piedrecita Blanca con un Nombre Nuevo.

Vean, si usted le pregunta a todos los grandes teólogos acerca la Segunda Venida de Cristo, y cómo vendrá, y qué nombre tendrá, pues le van a decir: “Pues Jesús.” Pero ahora Jesús dice que El tiene un Nombre Nuevo.

El resto de los grandes estudiantes de la Biblia, los teólogos, los doctores en divinidad, no se han dado cuenta que Cristo tiene un Nombre Nuevo, y que ese es el Nombre que El usará en Su Segunda Venida, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo: “Y en Su vestidura tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores.”

Ahora, podemos ver que hay un misterio aquí, pero es un misterio divino que tiene que ser cumplido en este tiempo final.

Ahora, solamente aquel que recibe esa piedrecita blanca con un Nombre Nuevo, aquel que recibe a Cristo en Su Segunda Venida con un Nombre Nuevo, será el que conocerá el misterio de ese Nombre Nuevo que ninguno conoce.

Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 3, verso 12, la promesa es que Cristo escribirá ese Nombre sobre el Vencedor. El Vencedor es aquel que recibirá esa piedrecita blanca, recibirá a Cristo en Su Segunda Venida con un Nombre Nuevo y Cristo escribirá sobre el Vencedor ese Nombre Nuevo; porque nadie conoce ese nombre sino aquel que lo recibe; recibirá ese Nombre Nuevo el Vencedor.

Apocalipsis, capítulo 3, verso 12 dice:

Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.”

Y ahora, es un misterio el Nombre Nuevo del Señor, pero será escrito sobre el Vencedor. Por lo tanto será revelado al pueblo de Dios en el Día Postrero, el misterio de la Segunda Venida de Cristo con un Nombre Nuevo; porque Cristo escribirá sobre el Vencedor Su Nombre Nuevo, y por consiguiente él vendrá (el Vencedor) trabajando en la Obra de Cristo en el Nombre del Señor Jesucristo, él vendrá en el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo, realizando las obras que Cristo ha prometido para este tiempo final, y él es el que obtendrá la gran victoria en el Amor Divino, porque Cristo en él y a través de él, luchará en contra del enemigo, del diablo, y Cristo obtendrá la victoria en contra del diablo; y todos seremos transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo.

Este es un tiempo en que hay un Tercer Exodo.

Y por eso, así como Dios libertó al pueblo hebreo de Egipto, lo sacó de Egipto, ahora en este Tercer Exodo dice: “Salid de Babilonia.” Por lo tanto los escogidos de Dios son llamados a salir de todo sistema humano religioso, porque todo sistema humano religioso, todo sistema denominacional es parte de ese reino babilónico, pertenece a Babilonia; y por consiguiente se requiere que todos los escogidos escuchen la Voz de Cristo por medio de Su Angel Mensajero, que los llama a salir de Babilonia, para recibir las bendiciones de Cristo prometidas para este tiempo final.

Ahora, el rey de Babilonia en el tiempo final en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido, es el anticristo, el hombre de pecado. Pero el Instrumento de Cristo en el Reino de Dios, en la Iglesia del Señor Jesucristo, es el Angel del Señor Jesucristo; como ha sido el Angel que Cristo ha enviado en cada edad el Instrumento de Cristo en Su Iglesia, para cada edad, en favor de todo el pueblo de Dios de esa edad.

Ahora, este misterio de las dos personas de carne, en los cuales se hacen carne, en uno: en el anticristo, el espíritu del diablo se hace carne; y el otro: en la otra persona, en la cual se hace carne el Espíritu Santo, es el Angel del Señor Jesucristo.

Así que, hay dos personas muy importantes para el Día Postrero, para ser el templo y trono de dos espíritus grandes, los dos espíritus que gobiernan el Universo completo. Dos espíritus que están en lucha, dos poderes que están en lucha: el diablo luchando en contra de *Cristo; pero todavía no ha tenido ninguna victoria. Y en las ocasiones que el diablo ha creído que ha tenido alguna victoria, no ha tenido realmente ninguna victoria, porque lo que él ha creído que es una victoria, ha sido algo que ha obrado para bien para el Programa de Dios. Por lo tanto, el único que ha estado teniendo victorias es Cristo, nuestro Salvador, y obtendrá la gran victoria en el Amor Divino en este tiempo final, en favor de Su Iglesia.

Ahora, es muy importante oír la Voz de Cristo en este tiempo final, llamando y juntando a los escogidos de Dios, sacándolos de Babilonia, sacándolos de la etapa final del reino de los gentiles, sacándolos de la etapa final del reino del anticristo, y colocándolos en el Reino de Cristo, en la etapa de la Edad de la Piedra Angular.

Ahora, por el momento no podemos hablar abiertamente, por completo, acerca del anticristo, del hombre de pecado; aunque podríamos identificarlo como individuo, pero eso lo dejamos para más adelante.

Ahora, el llamado es a salir, salir de Babilonia en este tiempo final: “SALID DE BABILONIA PUEBLO MIO.” Es el llamado, el Mensaje de Cristo en este tiempo final.

En edades pasadas, vean ustedes, también estuvieron saliendo de la Babilonia, del reino del maligno, que está representado en el reino de babilonia, y por consiguiente está representado en cada una de las etapas del reino de los gentiles. En esa estatua que vio el rey Nabucodonosor, está representado el reino del maligno, gobernando el maligno sobre el reino de los gentiles.

Así que, hemos visto el Mensaje que llama al pueblo de Dios a salir de Babilonia. Babilonia, siendo la cabeza del reino de los gentiles, tiene entonces ese nombre de Babilonia todo el cuerpo de esa estatua que vio Nabucodonosor.

Como cada persona también cuando se le ha colocado un nombre, y las personas son presentadas a Dios y se ora por la persona, y se le pone la mano en la cabeza al bebé, se le habla el nombre que se le ha sido puesto a ese bebé; y todo el cuerpo de ese bebé tiene ese mismo nombre.

Por lo tanto, cuando las personas lo ven a usted, ven su rostro, dicen que es usted, lo llaman por su nombre. Pero también si ven sus brazos y lo conocen, o ven su pecho y lo conocen, o ven sus piernas y lo conocen, o sus pies y lo conocen, pues lo llaman por el mismo nombre; si ven su mano y la conocen, le dicen: “Tú eres fulano de tal, fulano de tal ven.” ¿Por qué? Porque sus manos y todo su cuerpo es parte de esa cabeza, es parte suya; no solamente la cabeza sino todo el cuerpo; por lo tanto todo el cuerpo es llamado por ese nombre que le colocaron cuando nació.

Y el nombre que fue colocado al reino de los gentiles cuando nació fue: “Babilonia.” Por eso es babilonia en todas sus etapas, aunque en algunas ocasiones le pongan reino medo-persa, o reino de Grecia, o reino romano; siempre seguirá siendo Babilonia.

Así como a ustedes le pueden decir cualquier sobrenombre, o le pueden poner otro nombre sus amistades, o tomar el nombre suyo y ponerlo pequeño; como a Francisco le dicen: “Pancho.” Pero sigue siendo Francisco. A José le dicen: “Pepe.” Pero sigue siendo José. ¿Ve?

Y a la etapa del reino, la segunda etapa del reino de los gentiles. se llama: “Reino medo-persa.” Pero sigue siendo reino babilónico. A la tercera etapa se le llama: “Reino de Grecia.” Pero sigue siendo el reino babilónico, sigue siendo llamado por el nombre primero que tuvo el reino de los gentiles. Y por eso al final en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido se le llama: “MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS FORNICACIONES.”

Ahí hay un misterio grande, pero por ahora lo vamos a dejar quietecito (por el momento). Pero eso va a ser proclamado por la radio, por la televisión, por la prensa, y en todos los medios de comunicación (cuando llegue el momento); eso será cuando llegue la apretura y cuando nosotros estemos transformados; y entonces no podrán hacer nada los enemigos del Reino de Dios, en contra de los hijos e hijas de Dios, porque ya todos estaremos adoptados, con cuerpos eternos; por lo tanto ya estaremos en forma glorificada, y estaremos inmortales en cuerpos inmortales.

Por lo tanto, toda persecución que lancen contra de la Iglesia del Señor Jesucristo, cuando ya estemos transformados, será inútil; más bien será un problema para las personas o naciones que se levanten en contra de la Iglesia del Señor Jesucristo, cuando ya esté adoptada.

Ahora, podemos ver que el llamado es a salir de Babilonia. Babilonia como nación que comenzó el imperio de los gentiles, fue la Babilonia del rey Nabucodonosor. Luego tenemos que la que representó a Babilonia antes de Babilonia, fue el imperio del faraón de Egipto; porque ese imperio también fue una manifestación del reino o imperio del maligno, de ese reino invisible, pero que se hace visible por medio del reino egipcio, del reino del faraón. Y el diablo se hace visible en sus obras por medio del faraón, por lo tanto, el faraón es tipo y figura del anticristo que vendrá en el Día Postrero.

Y ahora, encontramos que este imperio babilónico o Babilonia, es el reino terrenal donde el reino invisible del diablo se hace carne, se manifiesta en ese reino, y gobierna a la raza humana, por un lapso de tiempo señalado por Dios. Pero cuando termina el tiempo señalado por Dios, entonces el reino le será quitado, y entonces el reino de este planeta Tierra corresponderá a Cristo; y Cristo desde Su Trono, el Trono de David, gobernará sobre la raza humana, porque ése es el Trono de Dios en la Tierra.

Y el Trono de Dios en el Cielo, pues está en el Cielo, y en ese Trono se sentó Cristo nuestro Salvador al obtener victoria en contra del diablo y de la muerte. Y para el Día Postrero el Mensajero que estará vivo y obtendrá la victoria en contra del diablo, se sentará con Cristo en Su Trono, o sea, se sentará con Cristo en el Trono de David, y recibirá autoridad sobre las naciones. Ese es el Siervo fiel y prudente al cual Su Señor puso sobre Su Casa, para que les dé el Alimento a tiempo a todos los hijos e hijas de Dios, en la Casa de Dios, o sea, en la Iglesia del Señor Jesucristo.

Dice: “¿Quién es el Siervo fiel y prudente, al cual puso Su Señor sobre Su Casa, para que les dé el Alimento a tiempo? De cierto os digo que cuando su Señor venga y le halle haciendo así, sobre todos Sus bienes lo pondrá.” O sea, lo pondrá como Administrador de los bienes del Señor, lo sentará con El en Su Trono, y por consiguiente ése será el Administrador del Reino de Cristo, él será el Instrumento de Cristo para la administración de ese Reino; y por consiguiente tendrá una parte muy importante en el glorioso Reino Milenial de nuestro amado Señor Jesucristo.

Y los que con él hayan trabajado en el Reino de Jesucristo, en la Iglesia de Jesucristo en el Día Postrero, tendrán una posición muy importante en ese Reino Milenial de Cristo; y será una posición tan importante, que nunca se han imaginado los escogidos de Dios del Día Postrero y los colaboradores que tendrá ese Angel Mensajero, que era posible una posición tan alta como esa en el Reino de Cristo; pero la tendrán todos aquellos que estarán trabajando en el Día Postrero, con el Angel del Señor Jesucristo, que será el Vencedor del Día Postrero, para sentarse en el Trono de Cristo, que es el Trono de David.

Así que, hay una bendición muy grande para todos los escogidos de Dios que estarán viviendo en este tiempo final, pues si va a estar administrando los negocios del Reino de Cristo, porque se sentará con Cristo en Su Trono; él tendrá colaboradores también allá, para trabajar en esa administración. Así como hemos trabajado aquí brazo a brazo con el Angel del Señor Jesucristo, trabajaremos en ese Reino Milenial y por toda la eternidad. O sea, que la parte más alta, la posición más alta, estará en esa etapa nuestra, en esta etapa nuestra acá, para luego ser manifestada allá en el glorioso Reino Milenial, y luego en la eternidad.

Como en un gobierno, hay muchas personas de gobierno que trabajan en diferentes posiciones; pero está el círculo más cercano al presidente de la nación o al rey de la nación, y esos son los que tienen la posición más importante con el rey o presidente de esa nación, así será también para los escogidos de Dios del Día Postrero, en la administración del glorioso Reino Milenial y en la eternidad.

Por lo tanto, estemos conscientes de la bendición tan grande que tenemos aquí, para que la aprovechemos bien y para que luego en el Reino Milenial y en la eternidad, se materialice en nosotros también. Si en lo poco somos fieles en lo mucho El nos pondrá.

Ninguna persona estará en una posición importante en el Reino Milenial, si no ha trabajado en el Reino de Cristo aquí en la Tierra, cuando estuvo en carne humana. O sea, que lo que hacemos aquí será recompensado allá, y la posición que tengamos aquí luego la tendremos allá engrandecida.

Así que, toda persona que trabaja aquí en el Reino de Cristo, con toda su alma y sin limitaciones, estará en una posición bien importante en ese glorioso Reino Milenial de nuestro amado Señor Jesucristo; sea hombre o mujer, sea anciano o anciana, sea adulto o adulta, sea joven, varón o hembra, sea niño o niñita, no importa quién sea; cuando estemos en el cuerpo nuevo todos tendremos un cuerpo igual, glorificado, y con una apariencia de 18 a 21 años de edad, o sea, que nadie dirá: “Tú eres un niño.” Y el otro dirá: “Tú eres un anciano.” No, todos seremos jóvenes en ese glorioso Reino de Cristo.

Ahora, podemos ver que esto es para los que habrán escapado de Babilonia. Los que han salido de Babilonia serán los que tendrán esta bendición tan grande de parte de nuestro amado Señor Jesucristo, y nosotros ya hemos escuchado el llamado de Cristo a salir de Babilonia; y llevando el Mensaje por todos los lugares, lo escuchan también otras personas, y salen de Babilonia, y quedan libertados, y reciben la bendición de Cristo en el glorioso Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.

Ahora, hemos visto a Babilonia también como el Reino del maligno, el reino de las tinieblas, pero ese reino de las tinieblas se manifiesta por medio del reino de los gentiles, en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido; y el rey de ese reino es el anticristo, el hombre de pecado.

Ahora, vamos a dejarlo ahí quietecito para no entrar en muchos detalles, porque todavía no es el momento para hablar más claramente de lo que les he hablado hasta el momento.

Ahora, lo importante es estar conscientes de que hemos salido de Babilonia, y de que Dios nos llama pueblo Suyo. Somos pueblo Suyo, por lo tanto, tenemos todas las bendiciones de Cristo; y por consiguiente en el Reino Milenial estaremos con Cristo, reinando y disfrutando ese Reino de paz, de gozo, de prosperidad y de Amor Divino.

Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, y Su Reino, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto Cristo complete Su Reino, Su Iglesia; y pronto resucite a los muertos creyentes en El, y nos transforme a nosotros los que vivimos, y nos lleve con El a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes, y los que están a través de Internet. Y que las bendiciones de Cristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes. Mientras cantamos, a la misma vez que escuchamos, el cántico que nos habla del Hombre que nos transformó, pasará nuestro amigo y hermano, el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, para finalizar nuestra parte en esta ocasión.

Será hasta mañana Dios mediante (en la mañana) en que estaremos reunidos, los que estarán allí en Villahermosa, para las actividades de mañana, Dios mediante.

Mientras pasa nuestro hermano Miguel, les hice este anuncio, el cual pues les confirmará nuestro hermano y amigo, el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín.

Bueno: que Dios les continúe bendiciendo a todos y continúen pasando una tarde llena de las bendiciones de nuestro amado Señor Jesucristo, del Rey de reyes y Señor de señores. Amén y amén.

Con nosotros el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, mientras cantamos y escuchamos este cántico.

SALID DE BABILONIA PUEBLO MIO.”