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| El Hijo del Hombre | 1991-11-17 | 1 | GT | 00:00:00 | false |
Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes, y también para cada uno de ustedes que están a través de la línea telefónica allá en Puerto Rico, en diferentes lugares del Caribe, y en toda la América Latina, y diferentes lugares de Norteamérica y del Canadá, y todo otro lugar que en esta mañana esté escuchando.
Que Dios les bendiga grandemente a todos y nos permita entender Su Palabra en esta mañana.
Quiero leer una Escritura en San Mateo capítulo 16, verso 25 en adelante, y dice de la siguiente manera: ``Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.
Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.''
La Venida del Hijo del Hombre está señalada en este pasaje que hemos leído; y por cuanto el Señor Jesucristo en Su Venida apareció como el Hijo del Hombre; y El anuncia nuevamente, para el fin del tiempo (o fin del siglo), la Venida del Hijo del Hombre, entonces es muy importante conocer el gran misterio del Hijo del Hombre en Su Venida.
``EL HIJO DEL HOMBRE.'' Que Dios en esta mañana nos bendiga.
``EL HIJO DEL HOMBRE.'' El Señor Jesucristo cuando apareció en la Tierra vino con cuatro nombres de Hijo: Vino como Hijo de Dios, Hijo de Abraham, Hijo de David, Hijo del hombre.
Estos cuatro nombres de Hijo son muy importantes, porque bajo estos cuatro nombres de Hijo quedan todas las bendiciones de Dios. Bajo esos cuatro nombres está toda la herencia divina; pero para que esa herencia divina se convierta en una realidad para los hijos de Dios, estos títulos de Hijos tienen que ser manifestados.
Cuando El estuvo aquí en la Tierra dos mil años atrás fue conocido como Hijo del Hombre. Y El siempre decía: ``El Hijo del Hombre;'' hablando acerca de El.
Hijo del Hombre siempre es un profeta. Cuando se habla del Señor Jesucristo que vino a la Tierra como Hijo del Hombre, se habla de Jesús como el profeta de Nazaret; se habla de Jesús como profeta cuando se usa el título de Hijo del Hombre.
Así que podemos ver que cuando Dios le anunció a Moisés, y Moisés se lo anunció al pueblo... porque ese es el orden divino: Dios le habla a Su profeta, y Su profeta le habla al pueblo.
Leamos en Deuteronomio capítulo 18, verso 15 en adelante: ``Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis (le está diciendo Moisés al pueblo hebreo)...'' Un profeta como Moisés, un profeta en donde estará el Pilar de fuego, en donde ese hombre será el velo de carne en donde aquella Columna de fuego que le apareció a Moisés estará velada en carne humana.
Dice: ``...conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oir la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.
Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.
Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú (le está diciendo Dios a Moisés; y él está narrando lo que Dios le dijo).
Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú (o sea un profeta como Moisés); y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.
Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.''
Ahora, aquí podemos ver que Dios le está hablando a Moisés de la Venida del Hijo del Hombre. Y todos los profetas que vinieron antes de Jesús fueron tipo y figura del Mesías que vendría más adelante. Por eso en cada uno de los profetas que Dios envió antes de aparecer Jesús de Nazaret, en ellos se reflejó el programa que el Señor Jesucristo llevaría a cabo, porque ellos eran un reflejo del Mesías; y en la vida de ellos, tanto en la parte ministerial como en su vida personal, se reflejó el programa divino.
Por eso ustedes pueden ver cómo en una ocasión Moisés estuvo reflejando a Cristo; porque Moisés es tipo y figura de Cristo. Y también José reflejó a Cristo: fue odiado por sus hermanos, fue vendido, y luego se sentó en el trono. José es tipo y figura del Señor Jesucristo, quien fue odiado por el pueblo hebreo, fue odiado por sus hermanos, vendido, y luego encontramos que murió, resucitó, ascendió al cielo y se sentó en el Trono en el cielo. El dice que se sentó en el Trono de Su Padre.
Así que podemos ver que la vida de los profetas es un reflejo del programa divino. Podemos ver también al rey David: David en una ocasión fue rechazado por su pueblo, y él lloró sobre Jerusalén cuando vio a Jerusalén, y se fue para los gentiles. El también en una ocasión dijo: ``Horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos.'' (Salmos 22:16-17)
El Señor Jesucristo estaba reflejado en el rey David, podemos ver que el Señor Jesucristo lloró sobre Jerusalén, fue rechazado y el lloró y dijo: Jerusalén, Jerusalén, si tu supieras hoy en este tu día lo que toca a tu paz, mas está escondido de tus ojos.'' Dijo: Como la gallina junta sus pollitos, yo quise juntarlos a ustedes, pero ustedes no quisieron. Mas días vendrán cuando no quedará piedra sobre piedra, vendrán días en que matarán a tus hijos.'' (San Mateo 23:37, San Lucas 19:41-44)
Y así por el estilo les dijo todas las cosas que vendrían sobre Jerusalén, sobre los habitantes de Jerusalén, porque no conocieron el día de su visitación, no conocieron el día en que el Hijo del Hombre los visitó, no conocieron el día en que el profeta del cual había hablado el profeta Moisés estaba en medio de ellos, el profeta que había sido reflejado en los demás profetas.
Encontramos que ellos no conocieron que allí estaba el Cristo, el Mesías, el Ungido (porque Cristo o Mesías significa Ungido) con la Columna de fuego que le apareció a Moisés, el Ungido con esa Columna de fuego que le dijo a Moisés: ``Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.'' Aquella Columna de fuego, el Dios de Abraham y de Jacob, estaba allí, velado en carne humana en Jesús de Nazaret.
Las personas veían a un hombre, veían a un sencillo carpintero de Nazaret, y ellos decían: ``No puede ser este carpintero el Cristo, el hombre Ungido, el profeta Ungido con el Pilar de fuego que anunció Moisés que vendría, no puede ser este el Rey de Israel que nosotros estamos esperando; pues nosotros no estamos esperando un carpintero, nosotros estamos esperando un Rey; nosotros no estamos esperando un obrero de la construcción, estamos esperando un Rey.''
Pero vean ustedes por el nivel de la raza humana que apareció el Mesías: por un nivel sencillo, el nivel de las personas sencillas que viven en esta Tierra y trabajan en la construcción, trabajan en los quehaceres acá de la Tierra. El Mesías no apareció a través de una persona que estuviera en un nivel social alto.
Ahora, aquel sencillo hombre de Nazaret era el hombre más importante de este planeta Tierra, el hombre más importante del pasado, del presente y del futuro; porque era el hombre en donde estaban cumpliéndose las promesas mesiánicas, el hombre en donde estaba la Columna de fuego, en donde estaba Dios manifestado, velado en carne humana; allí estaba el Hijo del Hombre. Y cuando se anuncia el Hijo del Hombre, se anuncia un profeta; cuando se anuncia la Venida del Hijo del Hombre, se anuncia la venida de un profeta; un profeta con el Pilar de fuego velado en él.
Ahora, aquí estando Dios, ese Pilar de fuego, velado en carne humana en toda Su plenitud, tenía ahí todos esos títulos de Hijo para ser manifestados, para cumplir alguno de esos títulos de Hijos; porque para ser manifestados esos títulos de Hijo, se requiere que el Pilar de fuego se manifieste en carne humana, y así ser expresado el título de Hijo.
Ahora, como profeta, Jesús aparece como el Hijo del Hombre, donde moró la Columna de fuego, y desde donde llevó a cabo la obra correspondiente para aquel tiempo; allí estaba una manifestación de Hijo acompañando al Hijo del Hombre.
La otra manifestación de Hijo era Hijo de Dios, por eso en una ocasión el Señor Jesucristo le preguntó a una persona que había recibido un beneficio de El: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?'' Y el hombre preguntó: ¿Quién es, para que yo crea en él?'' El le dijo: ``Yo soy.'' (San Juan 9:35). Se mostró a ese hombre como Hijo de Dios; porque siempre en el Hijo del Hombre están estos otros títulos, pero de acuerdo a la dispensación que debe comenzar o que está comenzando. El Hijo de Dios es el otro título que acompaña al Hijo del Hombre. Allí era Hijo del Hombre, Hijo de Dios.
Luego encontramos que cuando el Señor Jesucristo fue crucificado, murió, fue sepultado, y descendió al infierno en teofanía, y luego resucitó el domingo de resurrección en la mañana, después estuvo unos cuarenta días con los discípulos, apareciéndole a Sus discípulos, luego de eso ascendió al cielo, y diez días después encontramos a ciento veinte discípulos que ya llevaban diez días reunidos orando y colocando cada cosa en orden.
Encontramos que en el día décimo, que era el día cincuenta desde la resurrección del Señor, descendió el Espíritu Santo sobre ellos, y fue repartido allí en forma de lenguas de fuego; allí descendió aquella Columna de fuego que estaba en Jesús de Nazaret, descendió en forma de lenguas de fuego y se manifestó allí.
El había comenzado en Jesús de Nazaret una nueva dispensación cuando fue bautizado Jesús por Juan el Bautista. Vean ustedes, siempre encontramos en la Venida o manifestación del Hijo del Hombre, que se comienza una nueva dispensación.
Encontramos que el otro título de Hijo que le acompañaba: Hijo de Dios, estaba allí. Y el Hijo del Hombre estaba llevando a cabo la obra de Hijo de Dios, muriendo en la Cruz del Calvario y limpiándonos de todo pecado con Su Sangre preciosa, como Cordero de Dios para quitar el pecado del mundo.
En esa nueva dispensación que comenzó, conocida como la Dispensación de la Gracia, encontramos que desde el día de Pentecostés en adelante los apóstoles proclaman al Señor Jesucristo como el Hijo de Dios; porque la Dispensación de la Gracia comenzada por el Hijo del Hombre, es la Dispensación del Hijo de Dios.
Hay tres grandes dispensaciones: la Dispensación de la Ley, que es la Dispensación del Padre; la Dispensación de la Gracia, que es la Dispensación del Hijo; y la Dispensación del Reino, que es la Dispensación del Espíritu Santo. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Padre para la Dispensación de la Ley, Hijo para la Dispensación de la Gracia y Espíritu Santo para la Dispensación del Reino.
Ahora, este título de Hijo de Dios, en la Dispensación de la Gracia, era el título que acompañaba a la Venida del Hijo del Hombre y a la obra que el Hijo del Hombre llevaría a cabo allá en la Cruz del Calvario, allá en Su Primera Venida.
Y aunque el Hijo del Hombre también era el Hijo de Abraham y el Hijo de David, esos otros títulos de Hijo no podían ser manifestados para aquella Dispensación de la Gracia que había comenzado con el bautismo de Jesús; porque esos títulos de Hijo de David e Hijo de Abraham son títulos para ser manifestados en la Dispensación del Reino, y que estarán en la Segunda Venida del Hijo del Hombre.
Cuando termina la Dispensación de la Gracia, que es la Dispensación del Hijo de Dios, entonces la Dispensación del Reino en donde los títulos de Hijo de Abraham e Hijo de David tienen lugar, aparecen esos títulos de Hijo de Abraham e Hijo de David en la Venida del Hijo del Hombre en el fin del tiempo. Por eso la Venida del Hijo del Hombre es tan importante, porque la Venida del Hijo del Hombre es la Venida del Señor manifestado en carne humana, es la Venida del Señor en el fin del tiempo para cumplir estos títulos de Hijo del Hombre, Hijo de Abraham e Hijo de David, en la Dispensación del Reino.
Ahora, conociendo que estos títulos corresponden a la Dispensación del Reino, podemos ver por qué dos mil años atrás el Señor Jesucristo fue rechazado como Hijo de Abraham y fue rechazado como Hijo de David. Y la bendición que ellos perdieron se abre en el fin del tiempo en la Dispensación del Reino.
Ahora, por cuanto Dios ha estado tratando con los gentiles, y queda sobre la Tierra todavía un remanente de escogidos de entre los gentiles, que son la parte de la Esposa del Cordero que todavía queda viva aquí en la Tierra, El en Su Venida, ese Pilar de fuego que le apareció a Moisés y guió al pueblo hebreo, en el cumplimiento de la Venida del Señor, viene a la Esposa del Cordero y se manifiesta a ella en el fin del tiempo, y ahí estarán esos tres grandes títulos de Hijo: Hijo de Abraham, Hijo de David e Hijo del Hombre, para llevar a cabo la obra de reclamo de todo lo que El redimió con Su Sangre preciosa en Su Primera Venida como Hijo de Dios e Hijo del Hombre.
Por lo tanto en este tiempo final El se manifiesta y lleva a cabo Su obra de reclamo; porque El en la Dispensación del Reino tendrá todos los derechos para reclamar todo lo que El redimió con Su Sangre preciosa.
Por esa causa El toma el Libro allá en el cielo, el Título de Propiedad de los cielos y de la Tierra. Ese Librito que está en la mano del que está sentado en el Trono es el Libro o Título de Redención en donde están escritos los nombres de todos los hijos de Dios.
Y cuando llegó el tiempo para ese Libro ser abierto, no se hallaba a ninguno digno de tomar ese Libro y abrir esos sellos, ni siquiera se encontró ninguno digno de mirar ese Libro; pero el anciano cuando ve a Juan llorando mucho (pues Juan lloraba porque no se hallaba a ninguno digno de tomar ese Libro y abrir ese Libro)... Juan lloraba mucho por cuanto sabía que si no era abierto ese Libro, toda la Creación estaba perdida, todo regresaría a como era antes de la Creación, o sea regresaría a la nada.
Juan lloraba mucho, pero uno de los ancianos le dice a Juan: Juan, no llores más.'' Vino con buenas noticias para Juan. Y uno de los ancianos me dijo...'' Apocalipsis capítulo 5, verso 5, dice: ``Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.''
Había llegado el tiempo de la apertura de ese Libro, y llegó el que podía abrir ese Libro. Pero vean ustedes, el que aparece es el Señor Jesucristo; pero el anciano lo anuncia de acuerdo al programa divino que corresponde para esa nueva dispensación que está comenzando, lo anuncia en Su nueva obra, la obra del León de la tribu de Judá, la obra de reclamo: ``He aquí el León de la tribu de Judá, he aquí la raíz de David.''
Como raíz de David El es heredero al Trono; por lo tanto, como raíz de David El es el Hijo de David. Como León de la tribu de Judá El es Rey de reyes y Señor de señores, El es el Hijo de David, el León de la tribu de Judá, de donde vino el rey David. El entonces siendo la raíz de David, El es el heredero al Trono de David.
Por lo tanto El viene ante la presencia del que está sentado en el Trono y toma ese Libro, y luego desata esos sellos.
Ahora, Juan no conocía al Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá, porque él conocía al Señor Jesucristo como lo presentó Juan el Bautista: He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.'' Cuando Juan miró, vio al Señor Jesucristo y dijo: *Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos...''*
Siete cuernos son las siete etapas o Edades de la Iglesia gentil. Un cuerno representa un poder, siete cuernos: las siete Edades fueron siete poderes manifestados del Señor. Y los siete ojos: los siete Angeles mensajeros; porque los profetas también son representados con el ojo. Ojos representan profetas. Dice: ``los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.''
Los siete espíritus de Dios, los siete Angeles mensajeros, fueron enviados por toda la Tierra, o sea desde San Pablo (el primero) hasta el séptimo Angel mensajero, que fue el mensajero de la séptima Edad de la Iglesia gentil.
Dice: ``Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
(Dice:) Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.''
Las oraciones de todos los santos que partieron en el pasado estaban aquí; ellos en el Paraíso han estado orando por la Resurrección de ellos para nuevamente regresar a la Tierra en cuerpos eternos.
Dice: ``...y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.''
Ahora, vean que todas estas cosas que hablan acerca de este Cordero son cosas maravillosas que corresponden para ese tiempo, y le dicen: ``Digno eres de tomar el libro (le dicen a ese Cordero) y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios.''
¿Y quién fue el que fue inmolado y ha redimido a los escogidos para Dios, con Su Sangre? El Señor Jesucristo. Es el Señor Jesucristo el que está allí parado con ese Librito en Su mano, pero todavía lo tiene cerrado ahí en ese momento. Y le dicen: Tú eres digno de tomar el Libro y de abrir esos sellos.'' Ya lo había tomado: Eres digno de tomarlo, y de abrir esos sellos.'' Ellos estaban deseosos de que esos sellos fueran abiertos. Y siguen diciendo aquí, dice Juan: ``Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones;
que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.''
Así que el Cordero, el Señor Jesucristo, es digno de tomar el poder para ser Rey, como el descendiente directo de David, ser Rey como el Hijo de David, y sentarse en el Trono de David y reinar sobre las doce tribus de Israel, pero también de tomar el poder completo del mundo entero y ser el Rey de este planeta Tierra; porque El es el Rey del cielo y de la Tierra.
Ahora, vean ustedes que ese poder El no lo podía tomar en Su Primera Venida; porque El vino como Cordero en Su Primera Venida, y el título (de Hijo) que acompañaba al de Hijo del Hombre era Hijo de Dios; ese era el título de Hijo que estaba ahí manifestado, el cual estaba cumpliendo el programa de Hijo de Dios, que era el programa de llevar a cabo la redención por Su muerte en la Cruz del Calvario y limpiarnos de todo pecado con Su Sangre, redimirnos con Su Sangre; y para eso comenzó allá la Dispensación de la Gracia, la Dispensación del Hijo de Dios. Podemos ver que durante la Segunda Dispensación es conocido y predicado como el Hijo de Dios en Su Venida.
Ahora, encontramos que en los apóstoles y en los siete Angeles mensajeros, el Señor estuvo manifestado como el Hijo de Dios; por eso San Pablo decía: ``No vivo ya yo, mas vive Cristo en mí; y lo que vivo, lo vivo en la fe del Hijo de Dios.'' (Gálatas 2:20) Porque la fe de la Dispensación de la Gracia es la fe del Hijo de Dios, basada en ese título de Hijo de Dios manifestado en la Segunda Dispensación.
Ahora, acá, al tomar el Libro sellado con siete sellos, El se convierte de Cordero a León, pero es el mismo Señor, el mismo Cordero de la Dispensación de la Gracia, es el mismo León de la Dispensación del Reino, es el mismo Señor Jesucristo dando un paso hacia adelante y tomando estos otros títulos de Hijo que a El le pertenecen, para manifestarlos y cumplir el propósito de esos títulos de Hijo que no habían sido cumplidos todavía, pues fueron señalados para la Dispensación del Reino.
Ahora, El cuando recibe el Título de Propiedad, el Librito sellado con siete sellos, El está ahí recibiendo ese Título de Propiedad que le da derecho a reclamar todo lo que El redimió con Su Sangre preciosa.
Ahora, una persona no puede reclamar una propiedad a menos que no tenga el título de esa propiedad. El título de esa propiedad es la escritura o título en donde aparece quién es el dueño de esa propiedad; si es una herencia aparece ahí quién es el que le toca heredar esa propiedad.
Por lo tanto cuando El toma ese Título de Propiedad, El aparece ahí como el redentor, aparece ahí en ese Título de Propiedad como el que nos redimió con Su Sangre preciosa; por lo tanto El tiene derecho a ese Título de Propiedad, El tiene derecho a todo el contenido de ese Título de Propiedad, El tiene derecho a todos los que han sido redimidos con Su Sangre preciosa.
Por lo tanto El tiene derecho a reclamar la Resurrección de los santos y la Transformación de nosotros los que vivimos, El tiene derecho a reclamar el planeta Tierra completo como herencia que le corresponde a El y a los hijos de Dios como herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús. El tiene todos los derechos.
El toma esos derechos y abre ese Título de Propiedad, y así se abre una nueva dispensación: la Dispensación del Reino, en donde todos los derechos que tienen los hijos de Dios les serán restaurados en el programa divino del Señor Jesucristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, como la raíz de David.
Por lo tanto los títulos de Hijo de Abraham e Hijo de David comienzan, ahí en esa dispensación, a funcionar en favor de la obra divina, y comienza a llevarse a cabo la obra divina que corresponde a la Dispensación del Reino.
El abre esos sellos en el cielo, los siete sellos. Pero del Séptimo Sello se guardó silencio, no se escribió el contenido de ese Séptimo Sello, pues es la Venida del Señor conforme al orden de Su Venida, es la Venida del Señor prometida en las profecías del Antiguo Testamento y también del Nuevo Testamento, es la Venida del Señor, el cual estuvo aquí en la Tierra dos mil años atrás manifestado en carne humana, conocido como el Hijo del Hombre, pero que le acompañaba también el título de Hijo de Dios.
Y el mismo que estuvo como Hijo de Dios en las siete Edades de la Iglesia gentil, manifestándose en cada uno de los Angeles mensajeros, y también en los apóstoles del Señor, ese Hijo de Dios que se manifestó durante esas siete Edades de la Iglesia gentil, pues el Señor Jesucristo se manifestó como Hijo de Dios, esa Columna de fuego se manifestó como Hijo de Dios, esa misma Columna de fuego que le apareció a San Pablo y le dijo: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.'' Y Saulo le dijo, le preguntó: ¿Quién eres Señor?'' Porque sabía que aquella Columna de fuego, aquella luz, era el que le apareció a Moisés en la zarza que ardía y no se consumía allá en el monte Sinaí, y le dijo a Moisés cuando apareció: ``Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.''
Y esa Columna de fuego cuando le apareció a Saulo de Tarso, y Saulo le pregunta por Su nombre, no le dice: Yo soy el Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.'' Le dice: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.''
La Columna de fuego estaba manifestada con el nombre de redención: Jesús. El Señor había dicho: ``El consolador vendrá, y él vendrá en mi nombre.'' (San Juan 14:26) Por eso lo encontramos usando el nombre Jesús durante la Dispensación de la Gracia.
Así que el nombre Jesús, que significa redentor, para la Dispensación de la Gracia, esa Columna de fuego en la Dispensación de la Gracia, manifestándose como Hijo de Dios.
Así que hemos visto cómo se manifestó el Señor Jesucristo, esa Columna de fuego, a través de cada uno de los mensajeros como Hijo de Dios, llevando a cabo la obra de Hijo de Dios de las Edades de la Iglesia gentil durante la Dispensación de la Gracia, llamando de una y otra nación de los gentiles para Su nombre a cada uno de los que tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero, el cual sería abierto en el fin del tiempo.
Ahora, ya el Señor en la Dispensación del Reino toma Sus derechos como Hijo de Abraham e Hijo de David cuando toma ese Título de Propiedad y lo abre en el cielo. Y cuando El así lo hace, luego El desciende en Apocalipsis capítulo 10.
Y dice Apocalipsis capítulo 10: ``Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.''
¿Quién es este? Es el Señor Jesucristo descendiendo a la Tierra como el Sol de justicia, por eso Su rostro es como el sol; porque El viene de acuerdo a Malaquías capítulo 4 que dice que ``a los que temen mi nombre, nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salvación (salud).''
Dice: ``Tenía en su mano un librito abierto (el Librito de la Redención, el Libro que El tomó y abrió en el cielo, el Libro de los Siete Sellos, pero ya han sido abiertos cuando aparece en Apocalipsis capítulo 10, y tenía en Su mano ese Librito abierto); y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;
y clamó a gran voz, como ruge un león.''
¿Por qué? Porque ya con el Título de Propiedad en Su mano, y siendo el León de la tribu de Judá, El clama como león, como Rey; porque el rey de la selva es el león, y el Rey de este planeta Tierra, y el Rey de los cielos y de la Tierra, es el Señor Jesucristo: el León de la tribu de Judá.
``...y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces.'' El contenido de estos siete truenos es el gran secreto del Séptimo Sello, el gran secreto del misterio de la Segunda Venida del Señor Jesucristo, la Segunda Venida del Señor ya no como Cordero, sino como León, como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, como el Hijo de David, como Hijo de Abraham también.
Y para manifestar estos títulos de Hijo de Abraham e Hijo de David, El en Su Venida, o sea en el cumplimiento del Séptimo Sello, que es Su Venida, El viene con esos títulos de Hijo para ser manifestados y para así llevar a cabo, cumplir, la obra que corresponde a esos títulos, la obra de reclamo.
Por eso, con esos títulos El puede reclamar a la tierra de Israel como propiedad Suya; porque es una herencia que Dios le dio a Abraham; y El como Hijo de Abraham tiene derecho a esa herencia, a la tierra de Israel con todo lo que tenga esa tierra; y como Hijo de David El tiene derecho al Reino, El tiene derecho al Trono de David, y sentarse sobre el Trono de David, y reinar sobre las tribus de Israel, y reinar sobre el planeta Tierra completo.
Ahora, como Hijo de David, El tiene unos derechos muy especiales sobre Israel. Y vean ustedes, dice también que las demás naciones subirán a Israel, y van a ver ese Reino, y van a ver al Rey de Israel, y van a decir: Subamos a Israel, a Jerusalén, a Sión, para que nos enseñen sus caminos;'' y toda la Tierra será llena del conocimiento de Jehová (Isaías 11:9).'' Y en aquel día Jehová será uno y uno su nombre'' (dice la Escritura: Zacarías 14:9). Y todos me conocerán (dice el Señor).''
Todos conocerán a Dios, porque estará manifestado en medio del pueblo hebreo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, sentado en el Trono de David como Hijo de David.
Ahora, El ha reservado estos títulos de Hijo de Abraham e Hijo de David para manifestarlos en el fin del tiempo, para llevar a cabo una obra que corresponden a estos títulos en el fin del tiempo.
Para la manifestación de estos títulos (como les dije) se requiere el Título de Propiedad; y siendo que los escogidos también tienen la promesa dicha aquí en Apocalipsis capítulo 5, verso 10: ``y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.''
Vean ustedes, estos títulos de Reyes y Sacerdotes para reinar sobre la Tierra no estuvieron manifestados en las Edades pasadas, y solamente los hijos de Dios durante la Dispensación de la Gracia han estado manifestados como Reyes y Sacerdotes en lo espiritual, pero en lo literal, aquí en la Tierra, han estado como el resto de los seres humanos, sin ocupar una posición de reyes o de sacerdotes aquí en la Tierra, sino que han estado en una forma sencilla.
Porque la Dispensación de la Gracia corresponde a la obra del Cordero, y El ha estado manifestado como Hijo de Dios. Por lo tanto, ha sido una manifestación en los hijos de Dios como corderos: ``Yo os envío como ovejas, como corderos en medio de lobos'' dijo el Señor (San Mateo 10:16).
Así que, aunque El nos ha hecho Reyes y Sacerdotes durante la Dispensación de la Gracia, en lo literal no ocupamos la posición de reyes y sacerdotes para reinar sobre la Tierra, porque eso corresponde para la Dispensación del Reino, y durante el Reino milenial todos los escogidos estarán como Reyes y Sacerdotes. Y para que eso se haga posible para el Reino milenial, el Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá desciende a la Tierra como el Angel fuerte con el Librito abierto en Su mano, y ruge como un león.
Su Mensaje no es un Mensaje (para esta dispensación que ha comenzado), no es un Mensaje del Señor Jesucristo como Cordero, sino como León de la tribu de Judá; porque el Mensaje como Cordero de Dios corresponde a la Dispensación de la Gracia, en donde se presenta al Señor Jesucristo en Su Primera Venida como el Cordero de Dios, y se predica a Jesucristo durante la Dispensación de la Gracia como el Hijo de Dios, que dio Su vida por cada uno de nosotros.
Pero el Mensaje para la Dispensación del Reino, cuando ya El ha tomado el Libro y ha abierto sus sellos, es un Mensaje que presenta al Señor Jesucristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, lo presenta como el Hijo de David y como Hijo de Abraham para tomar el Reino, para tomar Sus derechos, para llevar a cabo Su obra de reclamo, y así producir todo el beneficio que contienen esos títulos de Hijo de David e Hijo de Abraham.
Ahora, todos estos títulos en este tiempo final estarán manifestados en la Venida del Hijo del Hombre; por esa causa en la lectura que tuvimos dice que ``el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de Su Padre con Sus Angeles, y entonces pagará a cada uno según sea su obra;'' porque El viene como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores.
Ahora, aquí Apocalipsis capítulo 10 es la Segunda Venida del Señor. Encontramos que Juan lo vio venir en esta visión de la Segunda Venida de Cristo; él lo vio venir estando Juan, que era el último de los apóstoles que acompañaron a Jesús, él lo vio venir en donde él estaba: Juan estaba desterrado en una isla, la Isla de Patmos, y ahí en visión se cumplió la Venida del Señor como el Angel fuerte.
Siendo Juan el discípulo amado el último de los apóstoles del Señor Jesucristo, encontramos que Juan (y siendo profeta) es tipo y figura del último profeta mensajero, del último mensajero del Señor Jesucristo que estará viviendo en este planeta Tierra cuando ya las Edades de la Iglesia gentil hayan terminado.
Apocalipsis capítulo 10 se realizó luego que las Edades de la Iglesia gentil habían concluido en estas visiones apocalípticas. Y el último Angel del Señor, el último profeta mensajero del Señor Jesucristo estará en la Tierra.
¿Y quién será ese Angel mensajero? Es el Angel del Señor Jesucristo que El dice que enviaría en Apocalipsis capítulo 22 y verso 16. Dice: ``Yo Jesús he enviado mi ángel para dar testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.''
Y envía a Su Angel, porque ha llegado el tiempo del Señor Jesucristo manifestarse en el cumplimiento de las promesas divinas correspondientes al fin del tiempo, en donde El manifestaría Sus títulos de Hijo de David e Hijo de Abraham.
Por eso cuando dice que envía a Su Angel para dar testimonio de estas cosas, de estas cosas que corresponden a la Dispensación del Reino, de estas cosas que corresponden a esta manifestación del Señor para Su Segunda Venida como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, como Hijo de David, y como Hijo de Abraham.
El envía Su Angel mensajero para dar testimonio de estas cosas, o sea para dar a conocer los misterios del Reino de Dios que envuelven esta manifestación y títulos de Hijo de David e Hijo de Abraham en el cumplimiento de la Venida del Hijo del Hombre como el relámpago que sale del oriente y se muestra en el occidente. El dijo: ``Así será la venida del Hijo del Hombre.'' (San Mateo 24:27).
Y en la Venida del Hijo del Hombre estarán esos títulos de Hijo de David e Hijo de Abraham para ser manifestados, para realizar la obra que El tiene que hacer con estos títulos de Hijo de David e Hijo de Abraham.
Y para la manifestación de estos títulos, El requiere la manifestación del título de Hijo del Hombre, que es la manifestación del título que hará manifiestos los demás títulos de Hijo de Abraham e Hijo de David; porque estarán esos títulos en la manifestación de Hijo del Hombre en el fin del tiempo. Porque el Hijo del Hombre nos habla de la Venida y manifestación del Señor Jesucristo en el fin del tiempo en un profeta mensajero. Y ahí estará el título de Hijo del Hombre.
Por esa causa el séptimo mensajero en el Mensaje y libro de los sellos, en la página 256, en español, hablando de Apocalipsis capítulo 19, dijo: ``Cuando nuestro Señor aparezca sobre la tierra, El vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel ─la Palabra encarnada en un hombre.''
Y eso será la Venida del Hijo del Hombre, la Venida del Señor, la Venida del Señor el cual le apareció a Moisés en la Columna de fuego y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y Dios de Jacob.'' Aquella Columna de fuego que le apareció a Saulo de Tarso y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.'' Esa Columna de fuego en el fin del tiempo estaría encarnada nuevamente en el último instrumento de carne que Dios utilizaría para cumplir la promesa: ``Yo Jesús he enviado mi ángel para dar testimonio de estas cosas en las iglesias.'' (Apocalipsis 22:16).
¿Vé usted? Es por medio del Angel del Señor Jesucristo que El cumplirá estos títulos de Hijo de David, Hijo de Abraham e Hijo del Hombre; porque el título de Hijo del Hombre es la manifestación de Dios en carne humana en un profeta. Hijo del Hombre es un profeta.
Por lo tanto el Pilar de fuego, la Columna de fuego, Jesús, en el fin del tiempo estará manifestándose en Su Angel mensajero, y estará hablando por medio de Su Angel mensajero a todos Sus hijos.
Por eso en Apocalipsis capítulo 1, verso 1, dice: ``La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel...'' a Juan en las visiones apocalípticas allá en una isla, y a todos los escogidos en el fin del tiempo, los cuales están representados en Juan.
Porque en un mensajero se representa el pueblo de ese tiempo, y un mensajero de una Edad o dispensación pasada, con el grupo de escogidos de su tiempo, está representando al mensajero de otro tiempo con el grupo de escogidos de otro tiempo que ha de venir, en el cual se cumplirán las cosas que le son prometidas a ese mensajero.
Ahora, el Señor envía Su Angel, él viene con la revelación de Jesucristo para dar a conocer las cosas que deben acontecer.
Por eso en Apocalipsis capítulo 4, que representa el rapto de los escogidos, tanto el rapto espiritual como también representa el rapto literal.
Ahora, aquí dice: ``Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo (esto es cuando ya han terminado las Edades de la Iglesia, cuando ya ha terminado la Dispensación de la Gracia)... Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.''
Las cosas que sucederían después de las siete Edades de la Iglesia gentil son dadas a conocer a todos los que son llamados para subir a una etapa o Edad más alta. En lo espiritual es la Edad de la Piedra Angular a la cual son llamados a subir todos los hijos de Dios.
Y esa Voz es la Voz de Cristo, la Voz del Señor Jesucristo, que a través de Su Angel mensajero estará dándole a conocer todas las cosas que han de acontecer en la Dispensación del Reino, dando a conocer estas cosas en la Edad de la Piedra Angular en la Dispensación del Reino.
Por eso esa Voz que dice: ``Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de ser después de estas,'' esa Voz estará en el Angel del Señor Jesucristo mostrándole a todos los hijos de Dios las cosas que deben suceder pronto.
Por eso Apocalipsis 22 y verso 6 dice: ``Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.''
La Voz en el capítulo 4 dice: Yo te mostraré las cosas que han de suceder.'' Y en Apocalipsis 22, verso 6, dice que Dios ha enviado Su Angel para dar a conocer las cosas que deben suceder pronto''; porque la Voz del Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, estará clamando y dando a conocer las cosas que deben suceder pronto, que deben suceder en la Dispensación del Reino, la cual ya ha comenzado; y el Mensaje de la Dispensación del Reino es el Mensaje del Señor Jesucristo en Su Venida como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, como Hijo de David, y como Hijo de Abraham, y como Hijo del Hombre en Su manifestación final.
El Señor Jesucristo dijo: ``Cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?'' (San Lucas 18:8) Pues ya la Dispensación de la Gracia, la Segunda Dispensación y las siete Edades de la Iglesia gentil han terminado, y se requiere la fe del Señor Jesucristo y en el Señor Jesucristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores.
Porque ha llegado la Dispensación del Reino, en donde El se manifiesta como León, como Rey de reyes y Señor de señores. El se manifiesta en la Dispensación del Reino para así realizar lo que va con esos títulos de Hijo de Abraham e Hijo de David. Y todo esto El lo realizaría en el fin del tiempo en la Venida y manifestación del Hijo del Hombre con Sus Angeles.
Por eso en San Mateo capítulo 17, en donde El subió con Pedro, Jacobo y Juan a un monte alto, en donde El se transfiguró delante de ellos y su rostro resplandeció como el sol, allí El estaba mostrándole en aquella visión a Pedro, a Jacobo y a Juan el orden de Su Segunda Venida, el orden de la Segunda Venida del Hijo del Hombre con poder y gloria, mostrándole la Segunda Venida del Señor como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores.
Aquí está mostrado todo lo que acontecería en el fin del tiempo en medio del pueblo de Dios, la Venida del Señor, la Venida del Hijo del Hombre con Sus Angeles. Por eso apareció Moisés y Elías, uno a cada lado, hablando con El acerca de Su partida, de Su entrada triunfal a Jerusalén.
Ahora vean, Moisés y Elías fueron grandes mensajeros durante la Dispensación de la Ley, por lo tanto aquí ellos están representando el ministerio de los dos olivos, que es el ministerio que corresponde para el fin del tiempo, para que así el pueblo hebreo pueda recibir lo que rechazó dos mil años atrás, pueda recibir lo que ellos estaban esperando, pero que no vieron que aquel joven de Nazaret tenía en El esos títulos de Hijo del Hombre, Hijo de David, Hijo de Abraham e Hijo de Dios; porque cuando aparece el Hijo del Hombre, ahí están esos títulos de Hijo de Dios, Hijo de Abraham e Hijo de David. Pero se lleva a cabo la obra que tiene que ver con los títulos correspondientes para esa dispensación.
Ahora, el Señor Jesucristo dijo también: ``Oren para que sean tenidos por dignos de evitar las cosas que vendrán (los juicios apocalípticos), y estar en pie delante del Hijo del Hombre.'' (San Lucas 21:36) Estar en pie delante del Hijo del Hombre, estar en pie delante de la Venida del Señor, estar en pie delante del Hijo del Hombre; porque ahí estarán los títulos Hijo de David e Hijo de Abraham para llevar a cabo la obra de reclamo que va con esos títulos, y para reclamar Su Esposa, la Novia o Esposa del Cordero, que fue lavada en la Sangre del Cordero para colocar en la posición original, colocar en la posición de Reyes y Sacerdotes a todos los escogidos.
El comparte con los escogidos las bendiciones que hay en esos títulos de Hijo, las comparte con los hijos de Dios; porque El es el Hijo de Dios; y nosotros somos los hijos de Dios. El es el Hijo de Abraham; y nosotros somos hijos de Abraham según la fe. El es el Hijo de David; y nosotros como Reyes somos hijos de David según la fe, y nos sentaremos con El en el Trono de David.
El promete: ``Al que venciere yo le daré que se siente conmigo en mi trono'', el Trono de David, cuando hablamos del Reino que será establecido aquí en la Tierra y que estará reinando por mil años para comenzar.
Ahora, cuando Dios hace una promesa al pueblo para una Edad o dispensación, el pueblo siempre está representado en el mensajero que Dios le envía; por lo tanto las bendiciones vienen al mensajero y de ahí son repartidas al pueblo.
Así que esta promesa de sentarse con el Señor en Su Trono, la agarra el mensajero que esté viviendo en el tiempo del cumplimiento de la Venida del Hijo del Hombre. El agarra esa promesa, la cree con todo su corazón, y esa promesa se le materializa al mensajero; y a todos los escogidos que viven en ese tiempo esa promesa también se le convertirá en una realidad, y seremos Reyes y Sacerdotes durante el Reino milenial.
El puede ofrecer esa posición de Reyes y Sacerdotes porque El es Rey, Hijo de David, y El también es el Melquisedec que le apareció a Abraham, El es el Rey de Salem (que es Jerusalén), y El es Sacerdote del Dios Altísimo, Sumo Sacerdote.
Por lo tanto nos ofrece y nos da esa bendición de ser Reyes y Sacerdotes según el orden de Melquisedec, así como El es Rey y Sacerdote según el orden de Melquisedec.
Así que vean ustedes, todas las bendiciones que El tiene las comparte con Su Angel mensajero y con todos los hijos de Dios; porque el Angel mensajero las comparte con todos los escogidos.
Ahora, que el Angel mensajero se sentará con El en Su Trono es una promesa del Señor. Y esa promesa fue hecha también en San Mateo capítulo 24, en donde habla de la Venida del Hijo del Hombre. Comenzando en el verso 42 dice: ``Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir...''
Si el padre de familia'', que es el mensajero. El mensajero de cada Edad es el padre de familia de esa Edad; porque engendra con la Palabra al grupo que pertenece a esa Edad. San Pablo decía: Ustedes son mis hijos; porque yo los he engendrado a ustedes en Cristo con el Evangelio (con la Palabra).'' (1 Corintios 4:15).
Ahora, ``...si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis.
¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? (el alimento espiritual que es el Mensaje que corresponde para ese tiempo)
Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así...''
Cuando se cumpla la Venida del Hijo del Hombre, en donde El viene como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores para manifestar esos otros nombres de Hijo de David e Hijo de Abraham: ``Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga le halle haciendo así:'' le halle dando el Mensaje que corresponde para esa Edad y dispensación.
En esa bienaventuranza está una bendición muy grande; porque en todo momento que el Señor habla de bienaventuranza, habla de bendiciones. En toda bienaventuranza hay una o más bendiciones.
Ahora, vean aquí: ``Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
(¿Por qué?) De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.''
Todos Sus bienes. Cuando dijo todos,'' no dejó fuera ninguno. También en Apocalipsis capítulo 21 y verso 7 está una bendición muy grande, y va con ese siervo fiel y prudente. Dice: *El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.''*
En Apocalipsis capítulo 3, verso 21, dice: ``Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.'' Y le da la promesa de que heredará, le dará, todas las cosas: El que venciere heredará todas las cosas, el que venciere se sentará conmigo en Mi Trono, el que venciere...
¿Y quién es el que vencerá? ¿Quién es el que le estará dando el alimento a tiempo, en el tiempo de la Venida del Señor, en el fin del tiempo, a la Casa de Dios? El Angel que el Señor Jesucristo envía después que las siete Edades de la Iglesia gentil han terminado, el mismo Angel que apareció allá en el cielo en teofanía en la aparición de los Angeles que arrebataron al aire al séptimo Angel mensajero de la séptima Edad de la Iglesia gentil.
Ese séptimo Angel que vio el mensajero de la Edad de la Iglesia gentil, dijo que era diferente a los demás Angeles de las Edades de la Iglesia gentil, era diferente y él miraba hacia el oriente (y el oriente representa a la tierra de Israel), era diferente a los demás y ese fue el que lo arrebató, lo subió, a esa constelación de Angeles en el año 1963. Es el mismo Angel que le apareció a Juan el discípulo amado en estas visiones apocalípticas y le trajo estas visiones apocalípticas.
Este Angel, en teofanía, en su cuerpo teofánico, le apareció a Juan el discípulo amado, y luego, dos mil años después, aproximadamente, le apareció a William Marrion Branham en la constelación de los siete Angeles.
Incluyendo al hermano Branham vienen a ser ocho Angeles en esa constelación de Angeles, ocho Angeles mensajeros; y uno de ellos tenía el Séptimo Sello, uno de ellos era el que tenía el Séptimo Sello; y el Séptimo Sello es la Segunda Venida del Señor, uno de ellos tenía la Venida del Señor, uno de ellos tenía la Venida del Hijo del Hombre prometida para el fin del tiempo.
Era el Angel mensajero enviado por el Señor Jesucristo en el fin del tiempo, en donde El manifestaría estos títulos de Hijos: Hijo de Abraham, Hijo de David e Hijo del Hombre; la Venida o manifestación del Hijo del Hombre en el Angel mensajero del Señor Jesucristo.
Ahora, el Angel mensajero no es el Señor Jesucristo, sino el velo de carne, el instrumento, en donde el Señor Jesucristo se manifestaría en el fin del tiempo como Hijo de Abraham, Hijo de David e Hijo del Hombre, y llevaría a cabo la obra de reclamo para así establecer el Reino de Dios en la Tierra, conforme a la promesa divina, y así quedar todo establecido para que pronto pueda comenzar el glorioso Reino milenial.
Estamos viviendo en el comienzo de la Dispensación del Reino, y así como en el comienzo de la Dispensación de la Gracia fue necesario el Hijo del Hombre manifestado; porque en esa manifestación o Venida del Hijo del Hombre estaba también el título de Hijo de Dios... El Señor Jesucristo tenía todos los títulos: Hijo del Hombre, Hijo de Dios, Hijo de Abraham e Hijo de David.
Ahora, como Hijo de Dios El llevó a cabo la obra de redención en la Cruz del Calvario, y para cumplir la obra de Hijo de Dios en la Cruz del Calvario, se requería la manifestación del título de Hijo del Hombre, que es la manifestación de un profeta.
Por lo tanto El siendo profeta, el profeta de los profetas, el Dios profeta, era conocido como Hijo del Hombre, y El decía: ``Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre que está en el cielo;'' y estaba en la Tierra; pero El siendo profeta portaba ese título de Hijo del Hombre.
Ahora, El en el comienzo de esa Dispensación de la Gracia tuvo estos títulos de Hijo; porque es en el comienzo de la Dispensación de la Gracia en donde tenía que manifestarse como Hijo del Hombre, y realizar una obra, la obra de redención, en donde El como Hijo de Dios cumpliría la redención por Su Sangre, conforme a la promesa mesiánica.
Ahora, muchas personas miraban a Jesús, y decían: Este parece que es el Cristo'', por los milagros que El estaba haciendo. Otros decían: ¿Acaso el Cristo, el Mesías, vendría de Nazaret? ¿No dice la Escritura que vendría de Belén? ¿Y como van a creer que es este el Mesías cuando El viene de Nazaret?''
Vean ustedes que Dios confunde y prende al sabio en su propia sabiduría. El que crea que porque conoce la letra de la Escritura, la Biblia, podrá descubrir por sí mismo los misterios del Reino de Dios, quiero decirle que nunca los descubrirá. Si no lo pudieron descubrir allá en el tiempo de la Primera Venida, si el Sumo Sacerdote que conocía todo el Antiguo Testamento, y los doctores de la Ley, y los sacerdotes que lo conocían, el Antiguo Testamento, no pudieron ver en la letra que aquel era el Mesías, menos en este tiempo por sabiduría o por esfuerzo humano la gente podrá conocer la Segunda Venida del Hijo del Hombre para manifestar Sus títulos de Hijo de Abraham e Hijo de David.
Ahora, vean ustedes, El había cumplido la profecía de que vendría de Belén; pero eso era para Su nacimiento, no para cuando ya El estaba grande; pero lo habían interpretado que El tenía que nacer, El tenía que criarse, y El tenía que comenzar Su ministerio allá en Belén de Judea; pero la Escritura no decía eso. Eso se lo inventaron ellos allá, ellos esperaban al Mesías de Belén, lo esperaban ya grande saliendo de Belén, pero El lo había cumplido cuando nació en Belén.
Así que encontramos que solamente por revelación divina se podrá conocer el misterio de la Segunda Venida del Señor.
Ahora, la Voz que dijo: ``Sube acá y yo te mostraré las cosas que han de ser después de estas'', prometió que daría a conocer las cosas que vendrían después de las Edades de la Iglesia gentil. Esa Voz estaría en una Edad más alta que las Edades de la Iglesia gentil.
Por lo tanto la Voz que dijo: ``Sube acá'', estaría dando a conocer el gran misterio del Séptimo Sello, el gran misterio de la Segunda Venida del Hijo del Hombre, estaría revelándole a la Esposa del Cordero ese gran misterio, y la Esposa del Cordero recibiría Su Mensaje, pues tanto la Esposa del Cordero como el mensajero están representados en Juan el discípulo amado; y él recibió la Venida del Señor con el Librito abierto.
Ahora, la Venida del Señor, la Venida del Hijo del Hombre, es la promesa más grande que ha sido señalada para el fin del tiempo; porque en el cumplimiento de la Venida del Hijo del Hombre estarán los títulos de Hijo de David e Hijo de Abraham manifestados, y estará el Título de Propiedad: el Libro que estaba sellado con siete sellos estará ya abierto para ser dado a todos los hijos de Dios.
Ahora, se requiere ese Título, porque el reclamo se lleva a cabo con ese Título de Propiedad. No tiene ninguna persona derecho a ser reclamado si no está en ese Título de Propiedad.
Ahora, El lleva a cabo Su obra como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores; y para eso El envía a Su Angel mensajero a la Tierra en carne humana para en él y a través de él manifestarse como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, manifestarse como Hijo de Abraham e Hijo de David.
Ahora, El necesita hacer esa obra, para luego que disfrutemos durante el Reino milenial los beneficios del Señor como Hijo de Abraham y como Hijo de David.
Es la Dispensación del Reino la que tiene estas bendiciones, pues la Dispensación del Reino es la Dispensación del Espíritu Santo que en el fin del tiempo se manifestaría y se expresaría en medio del pueblo a través del Angel mensajero de Jesús, y manifestaría estos títulos de Hijo de Abraham e Hijo de David en la manifestación del Hijo del Hombre. Detrás del título de Hijo del Hombre están estos otros títulos de Hijo, para beneficio de todos los hijos de Dios.
Ahora, por cuanto El comienza Su obra, no en medio de los hebreos, sino en medio de los gentiles, El entonces comienza Su obra en el campo o mundo espiritual a donde nosotros somos colocados para ver en el campo espiritual estas bendiciones siendo derramadas sobre los escogidos de Dios, para así ver estas bendiciones o títulos de Hijos: Hijo del Hombre, Hijo de Abraham e Hijo de David, en el pueblo de Dios; siendo manifestados estos nombres en la Edad de la Piedra Angular, en la Dispensación del Reino que es la Dispensación del Espíritu Santo, del mismo que en la Primera Dispensación se manifestó como Padre.
El mismo Pilar de fuego que se manifestó como Padre, en la segunda Dispensación de la Gracia se manifestó como Hijo, y en la Tercera Dispensación como Espíritu Santo. Como Hijo se manifestó en el nombre de la manifestación del Hijo del Hombre.
Vean ustedes, para el título que acompañó a la manifestación del Hijo del Hombre, dos mil años atrás, para ese título, luego el nombre manifestado en la Primera Venida del Hijo del Hombre fue el nombre que utilizó en la Dispensación de la Gracia como Hijo de Dios.
Ahora, el Señor dice: ``Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, con mi Dios, y mi nombre nuevo.'' (Apocalipsis 3:12)
Para la Dispensación nueva del Reino El tendrá Su nombre nuevo para ser manifestado y ser colocado en la obra que corresponde para la Tercera Dispensación. Y durante el Reino milenial, El reinando sobre las doce tribus del pueblo hebreo y sobre el planeta Tierra, el nombre que estará manifestado y que todos conocerán como el nombre eterno de Dios es el nombre nuevo del Señor Jesucristo.
Durante la Dispensación del Reino, que es la Dispensación del Espíritu Santo, El tomará y usará como Rey el nombre eterno de Dios, y será toda la Tierra enseñada, todos los habitantes del planeta Tierra serán enseñados en el nombre eterno de Dios, y el Espíritu Santo en la Dispensación del Reino estará con el nombre eterno de Dios, que es el nombre nuevo que el Señor Jesucristo dice que El tiene.
Cuando hay un cambio de dispensación hay un cambio de mensajero, hay un cambio de Mensaje, hay un cambio de nombre de Dios, hay un cambio en el orden divino, y por esa causa también encontramos que de la Dispensación de la Ley a la Dispensación de la Gracia cambió de Padre a Hijo, fue la Dispensación del Hijo, del Hijo de Dios, con el nombre que tomó como Hijo de Dios, y un nuevo mensaje en el cual se enseña todo el programa divino de la manifestación de Dios para esa dispensación, la cual la comienza y la establece al comienzo de esa dispensación; y luego en toda la dispensación se enseña la manifestación gloriosa que Dios tuvo al comienzo de esa dispensación, y los títulos de Hijo que El manifestó en el comienzo de esa dispensación; y luego esos títulos de Hijo son los que rigen esa dispensación, y bajo esos títulos de Hijo es que el Señor se manifiesta en esa dispensación, y el nombre correspondiente a Dios para esa dispensación es el nombre con el cual El estará manifestándose y será conocido en esa dispensación.
Vean ustedes, en la Dispensación de la Ley nadie conoció a Dios con el nombre de Jesús. En la Dispensación de la Ley El se reveló con un sinnúmero de nombres compuestos. Y cuando Moisés le preguntó por Su nombre, Dios le dijo: ``YO SOY, ese es mi nombre.''
También están las cinco letras consonantes como el nombre impronunciable de Dios que nadie ha podido pronunciar. Esas cinco consonantes estaban allá en el Antiguo Testamento. Esas cinco letras son las que los teólogos no han podido pronunciar. Ellos dicen que nadie sabe la pronunciación de esas letras. Ese es el nombre de Dios, el nombre que no pudieron pronunciar allá en el Antiguo Testamento; porque no saben cómo se pronuncia ese nombre. Aunque algunos teólogos dicen que algunos profetas, como Moisés, de seguro supieron pronunciar ese nombre, pero no dejaron registro de cómo se pronunciaba ese nombre; y por cuanto no tenían grabadoras para tomar la pronunciación de ese nombre, si era que en algún momento era hablado por alguno de los profetas que supiera ese nombre, no hay registro, no hay grabaciones de cómo se pronuncian esas cinco consonantes.
Así que la raza humana no ha conocido el nombre eterno de Dios, no ha conocido su pronunciación tampoco. El pueblo ha conocido el nombre Jesús, que es el nombre que Dios tomó para redimir a los seres humanos, el nombre Jesús para la Segunda Dispensación, el nombre Jesús que significa redentor; pero ese no es el nombre eterno de Dios, ese es el nombre para redención. El nombre eterno de Dios es el nombre que el Señor Jesucristo dice que El recibió. Y dice: ``Y escribiré sobre él (sobre el vencedor) mi nombre nuevo.''
Ese nombre nuevo es el nombre eterno de Dios, y ese es el nombre que El promete colocar sobre cada hijo de Dios de entre los gentiles y también de entre los hebreos. Ese es el nombre que aparece sobre la frente de 144 mil hebreos que obtendrán la victoria durante la gran tribulación, y que serán sellados con el sello del Dios vivo; y el sello del Dios vivo contiene el nombre del Dios vivo. Por eso el Angel viene llamando, juntando y sellando a todos los escogidos; porque viene con el sello del Dios vivo para sellar a todos los escogidos como propiedad de Dios, como propiedad redimida con la Sangre del Cordero de Dios.
Así que encontramos que para el glorioso Reino milenial en este planeta Tierra, en la predicación del Mensaje del Evangelio del Reino, se estará dando a conocer a todas las naciones que estarán viviendo aquí en la Tierra, se estará dando a conocer la Segunda Venida del Señor con Sus Angeles como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, y la obra que llevó a cabo en el fin del tiempo para que pudiera comenzar el glorioso Reino milenial.
Se estará dando a conocer Su obra de reclamo, se estarán dando a conocer estos títulos, El se estará manifestando con estos títulos de Hijos, y estará viniendo sobre las personas, sobre la Tierra y sobre el Reino del Señor, las bendiciones del Hijo de Abraham, las bendiciones del Hijo de David, las bendiciones divinas que corresponden para el glorioso Reino milenial.
Y esos títulos de Hijo estarán manifestándose y trayendo esas bendiciones que van con esos títulos, y será un tiempo maravilloso para todos los hijos de Dios, pues estaremos ocupando nuestra posición en el Reino de Dios en la Dispensación del Reino. Y el siervo fiel y prudente estará como dijo el Señor: ``Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.''
Y durante el Reino milenial tendrá la posición más importante del glorioso Reino milenial concedida a alguno de los mensajeros de Dios. Todos los mensajeros de Dios, los profetas, tendrán posiciones muy importantes en el glorioso Reino milenial, pero la más importante de todas será la del siervo fiel y prudente, que es el Angel del Señor Jesucristo, al cual Su Señor lo pondrá sobre todos Sus bienes. Y se cumplirá en él también la promesa: ``Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.''
Así que estas promesas corresponden para el Angel mensajero, y él las va a compartir con todos los escogidos de su Edad, de su tiempo, de su dispensación; y los de las demás Edades también recibirán de estas bendiciones. Por cuanto El le pondrá sobre todos Sus bienes, él ministrará para todos los de las Edades pasadas las bendiciones que corresponden para ese glorioso Reino milenial.
Y nosotros que vivimos en el fin del tiempo tenemos el privilegio más grande de todos los tiempos, y es el privilegio de trabajar unidos con y a este ministerio del Señor Jesucristo a través de Su Angel mensajero.
Por lo tanto los escogidos tenemos el privilegio de estar en pie delante del Hijo del Hombre y de trabajar juntamente con el Señor en Su obra en esta Dispensación del Reino; y así recibir las bendiciones que vienen a través de la manifestación de estos títulos de Hijo: Hijo de Abraham, Hijo de David e Hijo del Hombre; porque a través de la manifestación del título del Hijo del Hombre, se manifiestan estos otros títulos de Hijo de Abraham e Hijo de David.
Así que nosotros tenemos el privilegio más grande de todos los tiempos.
Ahora, siendo que este título de Hijo de David tiene que ver con el Trono de David, con el reinado milenial, con el Reino sobre Israel; siendo que ese Trono será el lugar en donde Dios estará manifestándose, y estará reinando sobre el pueblo hebreo en la Dispensación del Reino, en este tiempo en el cual nosotros vivimos, se manifiesta el Trono de David en forma espiritual.
Y el Trono de David en forma espiritual, siendo que el Trono es el lugar en donde se sentará el Señor como Hijo de David sobre el pueblo hebreo, en medio de los escogidos de entre los gentiles, el Trono de David actualizado, la representación del Trono de David, es la Edad de la Piedra Angular, en donde El como Rey de reyes y Señor de señores, como el León de la tribu de Judá, como el Hijo de David, se sienta en la Edad de la Piedra Angular, se sienta en esa Edad que representa el Lugar Santísimo del Templo del Señor, en donde el Señor, la Columna de fuego, entró y moró, y se sentó, se colocó, sobre el arca del pacto en medio de los dos querubines de gloria, en donde habitó y desde donde le habló al pueblo hebreo.
El dijo que de en medio de los dos querubines El le hablaría, le daría el Mensaje al pueblo hebreo, allá bajo la Ley. Y bajo la Dispensación del Reino, el Mensaje sale del Lugar Santísimo, del Templo espiritual del Señor Jesucristo, que es el cuerpo místico del Señor, la Esposa del Cordero; y ese es el Trono del Señor Jesucristo como Hijo de David en el cuerpo místico del Señor Jesucristo.
Y así como en el templo el lugar santísimo estaba en el occidente, en el Templo espiritual del Señor Jesucristo el grupo de escogidos que pertenecen a ese Templo, y pertenecen al Lugar Santísimo de ese Templo, se encuentran en el occidente: la tierra de América, que incluye a América Latina completa y todo el Caribe.
Latinoamérica y el Caribe en el Templo espiritual del Señor Jesucristo se encuentra en la parte en donde Dios tomaría a los que formarían la parte del Templo espiritual, la parte del Lugar Santísimo de ese Templo.
Por lo tanto la América Latina, Latinoamérica y el Caribe, tiene el privilegio de tener en su seno a las personas que componen el Lugar Santísimo del Templo espiritual del Señor Jesucristo; y por esa causa el Mensaje que sale del Lugar Santísimo del Templo espiritual, sale de Puerto Rico, el Caribe y toda la América Latina.
De ahí sale, surge, se escucha, la Voz del Señor en el tiempo final, en el tiempo de la Venida del Señor como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores. El clamaría como cuando ruge un león y los siete truenos emitirían sus voces, desde el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual que se encuentra en Puerto Rico, el Caribe y toda Latinoamérica.
Por eso El ruge como león en medio de la América Latina y el Caribe; porque es el continente en donde está el Lugar Santísimo del Templo espiritual del Señor Jesucristo. Y la promesa es: ``Y vendrá a su templo el Señor, el Angel del Pacto a quien vosotros buscáis.'' (Malaquías 3:1).
En la Primera Venida vino al pueblo hebreo, porque allí estaba el programa divino para ese tiempo. Y viene en el fin del tiempo al occidente como el relámpago que resplandecería en el occidente, porque es donde está el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual.
Pasó por Asia Menor, por Europa y Norteamérica, pero se detiene en Puerto Rico, el Caribe y Latinoamérica; porque ahí está el Lugar Santísimo de Su Templo, que son todos los escogidos de Dios; y ahí también coloca a Su Angel mensajero para que Lo reciba, así como Juan Lo recibió. Juan siendo profeta pudo verlo, y pudo ver esas visiones apocalípticas.
Así coloca a Su Angel mensajero en el occidente para que Lo reciba y para El morar en Su Angel mensajero, y morar en medio de Su pueblo, en el Lugar Santísimo, compuesto por los escogidos del fin del tiempo, y así los escogidos puedan ver la Segunda Venida del Señor como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, siendo El manifestado en el Lugar Santísimo de Su Templo a través de Su Angel mensajero.
Ese es el misterio del Séptimo Sello dado a conocer, hablado, por el Señor Jesucristo a través de Su Angel mensajero, ese es el Mensaje de la Segunda Venida de Cristo siendo dado a conocer a todos los escogidos, ese es el Mensaje que presenta al Señor Jesucristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, con los títulos de Hijo de Abraham, Hijo de David e Hijo del Hombre.
Sin la manifestación del título del Hijo del Hombre, los demás títulos no pueden ser manifestados y revelados a los hijos de Dios, para que reciban la bendición contenida en esos títulos de Hijo.
Así que por esa causa el Señor Jesucristo anunció la Venida del Hijo del Hombre para el fin del tiempo porque en la Venida del Hijo del Hombre vienen los títulos Hijo de David e Hijo de Abraham para ser manifestados y llevarse a cabo la obra de reclamo, y El reclamar el Trono de David, y reclamar la tierra de Israel como herencia como Hijo de David. Para eso es la Venida del Hijo del Hombre en el fin del tiempo.
Juan el discípulo amado quiso adorar delante del Angel del Señor Jesucristo en dos ocasiones. En la primera, en Apocalipsis capítulo 19, en donde es mostrada la Venida del Señor, la Venida del Verbo.
Y siendo la Venida del Verbo, que es Dios, que es el Señor Jesucristo, viniendo sobre un caballo blanco como la nieve, viniendo en el poder de la Palabra pura, viniendo el Señor en el fin del tiempo, cumpliendo Su Venida conforme a Su promesa... como dice el mensajero de la séptima Edad de la Iglesia gentil (el cual vio lo mismo que vio Juan el discípulo amado). El dijo: Cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, El vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel...'' (Emmanuel traducido es Dios con nosotros, el Pilar de fuego nuevamente con nosotros). Cuando El aparezca sobre la Tierra, vendrá sobre un caballo blanco como la nieve y será completamente Emmanuel, la Palabra encarnada en un hombre.''
Juan el discípulo amado vio de antemano lo que vio el séptimo mensajero de la Iglesia gentil; por eso fue que también él dijo de ese Angel que apareció en la constelación de Angeles (que contando al séptimo mensajero eran ocho Angeles): ``Ese es el Angel que a mí me pareció diferente a todos los demás, y fue el Angel que tuvo más importancia para mí, él es el que tiene el séptimo sello.'' Y el séptimo sello es la Venida del Señor, la Venida del Hijo del Hombre.
Ahora, Juan el discípulo amado cuando él vio todas estas cosas quiso adorar a los pies del Angel, y el Angel le dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy siervo contigo y con tus hermanos (o sea soy un profeta como los profetas''). Adora a Dios.'' Dios es Espíritu y El busca verdaderos adoradores que adoren al Padre en Espíritu y en Verdad.
Luego encontramos que en otra segunda ocasión Juan quiso adorar a los pies del Angel, y el Angel le dijo las mismas palabras.
¿Y por qué Juan siendo un apóstol del Señor Jesucristo, y siendo también profeta, quiso adorar delante del Angel del Señor Jesucristo? Porque él vio en el Angel al Señor Jesucristo manifestado como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, lo vio como el Hijo de David, lo vio como el Hijo de Abraham, lo vio como el Hijo del Hombre en Su Venida, en el fin del tiempo, manifestado en carne humana.
Pero el Angel hizo la diferencia entre el Señor Jesucristo y él; porque ninguna persona debe confundir las cosas de Dios.
El Angel no es el Señor Jesucristo, el Angel es un profeta mensajero enviado por el Señor Jesucristo para a través de Su Angel el Señor Jesucristo manifestarse como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes, como Señor de señores, como Hijo de Abraham, como Hijo de David, como Hijo del Hombre, y así traer las bendiciones que El ha prometido para todos Sus hijos en el fin del tiempo y durante el Reino milenial.
El Señor estableció el orden para nuestro tiempo, pero nosotros no debemos confundir una cosa con la otra: El Angel del Señor Jesucristo es un profeta mensajero, el último de los profetas mensajeros. Después de ese profeta no habrá más profetas, es el último, con la última manifestación del Señor, para que regresemos a la vida eterna con un cuerpo eterno, por eso seremos transformados, y para que los muertos en Cristo resuciten en cuerpos eternos. El viene con la trompeta final o gran Voz de trompeta a través de Su Angel mensajero.
Siempre lo que Dios ha usado en Su obra han sido profetas, para traer Su Palabra; por eso aquí en Apocalipsis capítulo 10 el Señor Jesucristo, el Angel fuerte, le entrega a Juan el discípulo amado el Título de Propiedad, el Libro que El abrió, el Libro de los Siete Sellos, y le dice: Cómelo, será dulce en tu boca, pero amargará tu vientre.'' Y Juan dice: Lo tomé, lo comí, y cuando lo hube comido amargó mi vientre, pero fue dulce en mi boca.'' Y le fue dicho: ``Ahora es necesario que profetices otra vez sobre pueblos, naciones, lenguas y reyes.''
Aquí Juan el discípulo amado está representando al Angel del Señor Jesucristo en el cual están representados todos los escogidos del fin del tiempo. Y El viene a Su Angel, le da el Título de Propiedad... vean ustedes, un Libro que nadie podía abrir en el cielo, solamente el Señor Jesucristo, después que lo abre, lo trae a la Tierra y se lo entrega a un hombre.
Y es en el fin del tiempo en donde el Señor Jesucristo en Su Venida trae ese Librito abierto en Su mano, y lo entrega a un hombre, a Su Angel mensajero, al último de los profetas, al Benjamín de los profetas, para que se lo coma y para que luego profetice, para que traiga el Mensaje profético para todos los seres humanos, para todas las naciones, el Mensaje de la Dispensación del Reino en donde son habladas las bendiciones para los hijos de Dios, y las maldiciones para el Reino de los gentiles que se ha de consolidar en los pies de hierro y de barro cocido. Esos juicios son las plagas apocalípticas que han de caer sobre el reino del anticristo en el fin del tiempo durante la gran tribulación.
Así que El entrega ese Titulo de Propiedad, El hace la obra de reclamo, El hace el reclamo, abre los Sellos en el cielo. Y le es dicho en Apocalipsis capítulo 5 (el cual habíamos leído): *``*Tú tienes derecho... Cantaban un nuevo cántico diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir los sellos.'' ¿Por qué? Porque El fue inmolado y con Su Sangre nos redimió.
Y luego en el verso 11 y 12 del mismo capítulo, dice: ``Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,
que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder...'' El poder ¿para qué? Para ser Rey sobre la raza humana, tomar el poder divino y reinar. Dice: eres digno de tomar el poder, las riquezas (también)...'' Porque cuando El murió y derramó Su Sangre, El pagó el precio de la redención, por lo tanto cuando El resucitó, todo le pertenece a El. Y cuando toma el Libro, toma el Título de Propiedad, todo le pertenece; y cuando lo abre es declarado quién es el Dueño de toda la Creación.
Así que El es digno de tomar el poder, de tomar las riquezas, de tomar la sabiduría, de tomar la fortaleza, de tomar la honra, de tomar la gloria, de tomarlo todo; porque todo le pertenece a El.
Y sigue diciendo: ``Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.''
Y en Apocalipsis capítulo 11, verso 19 en adelante... vamos a leer aquí el verso 15 en adelante que dice: ``El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de Su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.''
Los reinos del mundo al final de la gran tribulación pasarán a las manos de ¿quién? Del Dueño y heredero de la Tierra, el Dueño y el heredero de los cielos, el Dueño de toda la Creación; por lo tanto El destruirá el reino del anticristo, destruirá el anticristo, y tomará los reinos del mundo; ya no solamente sobre Israel y en Israel, sino el mundo entero será gobernado por el Señor Jesucristo directamente desde la tierra de Israel, en donde estará Su Trono, y en donde estaremos nosotros también. Porque somos simiente de Abraham según la fe, por lo tanto tenemos derecho a vivir en la tierra prometida de Israel, durante el Reino milenial.
Ahora, vean ustedes, sigue diciendo: ``Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,
diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.
Y se airaron las naciones...''
Ahora, antes de comenzar la gran tribulación El toma Su gran poder cuando ha tomado ese Título de Propiedad, y la gran tribulación será el juicio divino por el poder de Dios, el juicio divino para quitar el Reino del anticristo, de la bestia, y que solamente haya un Reino mundial: el Reino del Señor Jesucristo con Su Trono en Jerusalén.
``Porque has tomado tu gran poder, y has reinado.
Y se airaron las naciones...'' Las naciones van a estar llenas de ira en contra del programa de Dios, y en contra del instrumento de Dios a través del cual se esté llevando a cabo ese programa.
``Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, a los que temen tu nombre, y a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.
Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto, y grande granizo.''
Todo esto que es visto y escuchado en el Trono de Dios abierto en el cielo, luego se reflejará aquí en la Tierra en eventos grandes que han de acontecer.
Ahora, vean ustedes, todo esto que hemos leído está en el capítulo 11. Y el capítulo 11 de Apocalipsis es el capítulo en que aparecen los dos olivos: El ministerio de los dos olivos que es el ministerio de Moisés y de Elías en el Angel del Señor Jesucristo, en el ministerio de los dos olivos estará ese poder de Dios manifestado para la realización del programa divino.
Y por cuanto el Título de Propiedad es traído a la Tierra y entregado a un hombre, en ese hombre estarán estos ministerios de Moisés y Elías, el ministerio de los dos olivos, estará el Señor Jesucristo manifestando esos títulos de Hijo, estará ese poder, estará todo lo que el Señor Jesucristo tiene para llevar a cabo en el fin del tiempo.
Así que podemos ver la importancia del título el Hijo del Hombre; porque en la manifestación de ese título del Hijo del Hombre, en el fin del tiempo, estarán también los títulos de Hijo de Abraham e Hijo de David, para la realización del programa divino de la Dispensación del Reino.
Así que es tan grande lo que está escondido, pero revelado a los escogidos en el título el Hijo del Hombre, que nosotros necesitamos siempre estar escuchando el Mensaje del Señor Jesucristo enviado por medio de Su Angel mensajero dando testimonio de estas cosas, para que así conozcamos estos misterios de Hijo de Abraham, Hijo de David e Hijo del Hombre, y podamos recibir las bendiciones que están bajo esos títulos.
Así que hemos visto en este día: ``EL HIJO DEL HOMBRE.''
Yo les he dado en la forma más sencilla lo que El a mí me ha dado, y en la forma más clara que he podido darle a ustedes este mensaje bajo el tema ``EL HIJO DEL HOMBRE.''
Y estas son palabras fieles y verdaderas. No es lo que yo me imagino, sino lo que El me ha dicho, me ha revelado, y me ha dado para cada uno de ustedes, para que reciban todas las bendiciones y privilegios que hay bajo estos títulos de Hijo de Abraham, Hijo de David e Hijo del Hombre, bajo esta Tercera Dispensación del Espíritu Santo que ha comenzado en este tiempo final, en donde los escogidos estarían en pie delante del Hijo del Hombre.
``EL HIJO DEL HOMBRE'' para traer la fe para ser transformados y raptados nosotros los que vivimos, y los muertos en Cristo resucitar, para traer la fe en Jesucristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su obra de reclamo. Así como la fe de la Segunda Dispensación fue la fe en Jesucristo como el Hijo de Dios que murió en la Cruz del Calvario y nos redimió con Su Sangre preciosa.
Así que Dios nos continúe bendiciendo a todos, Dios nos guarde y nos ayude para entender todo lo que en este día ha sido dicho bajo este tema: ``EL HIJO DEL HOMBRE.'' El misterio por el cual hubo silencio en el cielo por casi media hora, el misterio que dijo Jesús que ni los ángeles sabían cuándo sería el día y la hora de la Venida del Hijo del Hombre, el día y la hora del cumplimiento del Séptimo Sello, de la Venida del Señor.
Así que yo le doy gracias a Dios, le doy gracias al Señor por estos títulos de Hijo. Y yo veo al Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, como el Hijo de David que se sentará en el Trono de Su Padre David, lo veo también como el Hijo de Abraham, y como el Hijo de Dios, el cual se manifestó en las Edades pasadas; pero que el mismo Hijo de Dios de las Edades pasadas, es el mismo Hijo de David, es el mismo Hijo de Abraham, es el mismo Hijo del Hombre manifestándose en Su Angel mensajero en el fin del tiempo, para cumplir la obra de reclamo que corresponde al fin del tiempo, y que nosotros podamos regresar a la vida eterna con un cuerpo eterno.
Y para eso el Señor Jesucristo, el Angel fuerte, viene con el Librito abierto y lo coloca en medio de la raza humana.
Y cuando escuchamos el Mensaje estamos recibiendo ese Librito que fue abierto en el cielo, el Título de Propiedad, lo estamos recibiendo en forma de Mensaje. Y en forma de Mensaje es que funciona para cada uno de nosotros.
Así que cuando estamos recibiendo el Mensaje del Evangelio del Reino, el Mensaje de la Dispensación del Reino, estamos recibiendo en forma de Mensaje el Librito que fue abierto en el cielo, estamos recibiendo el Título de Propiedad, el Libro de la redención, para tener derecho a un cuerpo eterno, para tener derecho a regresar a la vida eterna.
Ninguna persona regresará sin el Título de Propiedad, sin ese Librito, sin recibir ese Librito la persona no tiene derecho. Los derecho están en ese Título, en ese Librito, que ha sido traído y está siendo dado en forma de Mensaje, en el Mensaje del Evangelio del Reino.
Que Dios continúe dándonos ese Título de Propiedad, que Dios continúe bendiciéndonos grandemente con esos títulos de Hijo de Abraham, Hijo de David e Hijo del Hombre en este tiempo final, en la Venida, en la manifestación, del Hijo del Hombre como el relámpago resplandeciendo en el occidente.
``EL HIJO DEL HOMBRE.'' Dios nos continúe bendiciendo a todos. Y con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín. Pasen todos muy buenas tardes, y será hasta la noche, Dios mediante, en que estaré nuevamente con ustedes.
Así que muchas gracias por vuestra amable atención y pasen todos muy buenas tardes, y dejo con nosotros a Miguel Bermúdez Marín.
``EL HIJO DEL HOMBRE.''