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El orden del rapto 1978-03-05 1 Cayey PR 00:00:00 false

Dios nos continúe bendiciendo en esta mañana, muy buenos días para todos. Vamos inmediatamente a buscar en nuestras Biblias, vamos a buscar en Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, verso 13 en adelante, dice:

  • “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.*
  • Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.*
  • Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron* (o sea, no los estorbaremos).
  • Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.*
  • Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.*
  • Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras”.*

Esta Escritura que hemos tenido en esta mañana, es una escritura muy importante, por lo tanto vamos a orar unos segundos a Dios para que Él nos hable en esta mañana.

Dios eterno, he aquí ante Tu presencia estamos y te rogamos hables a nuestros corazones y nos edifiques a todos, haz para nosotros, Señor, Tu Palabra, tan clara y sencilla que todos podamos entender. En Tus manos estamos, unge nuestros corazones, nuestros oídos y nuestros corazones en esta mañana. En el Nombre del Hijo de David, Te lo ruego todo. Amén, amén.

Este tema de la Venida del Señor es un tema muy importante y siendo un tema muy importante pues realmente es un tema del cual más se ha hablado a través de la historia bíblica, los predicadores, todos los predicadores que han habido en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento han hablado más de la Segunda Venida del Señor que de cualquier otro tema; y ellos han señalado que la Segunda Venida del Señor es la cosa más importante sobre la cual ellos han hablado.

Y quiero leer algunas cositas aquí, del cual el cuarto Elías nos dice con relación a la Segunda Venida del Señor, en el mensaje: “La Segunda Venida del Señor”, ahí él nos habla algo muy importante. Primero quiero decirles el tema para esta mañana para el estudio que tendremos, el estudio de enseñanza será: “EL ORDEN DEL RAPTO”.

Ahora, en el mensaje: “La Segunda Venida del Señor”, fíjese, “La Segunda Venida del Señor”, ese es un mensaje muy importante y dice el cuarto Elías en la página 16, nos dice:

  • “Estamos en el tiempo del fin; la Venida de Cristo está cerca. No hay otra esperanza en el mundo para la Iglesia”.*

Y eso lo predicó él en abril 17 del 57. En aquellos días dijo él: “la Venida del Señor está cerca, y no hay otra esperanza para la Iglesia”.

Ahora, vean ustedes que la única esperanza para la Iglesia, nos dijo el cuarto Elías que era ¿qué? La Segunda Venida del Señor, y no hay otra esperanza para la Iglesia.

Yo les leí la página 16 del mensaje: “La Segunda Venida del Señor”, y ahora en la página 6, vamos a leer también donde nos dice en el verso 22, y verso 21, dice… tenemos que empezar antes, en la página 5, dice:

  • “Ahora, esa pudiera parecer una Escritura muy rara para la Segunda Venida de Cristo, y sin embargo, está hablando de la Segunda Venida de Cristo”.*

Es donde está hablando acerca de la… dice:

  • “… ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?*
  • Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido”.*

Ahora, eso puede parecer como una Escritura muy rara para la Segunda Venida de Cristo, pero está hablando de la Segunda Venida de Cristo, fíjese una cosa tan sencilla, una parábola como aquella, dice el hermano Branham: “Está hablando de la Segunda Venida de Cristo”.

  • “Y este gran tema que tenemos aquí delante de nosotros, es uno de los temas más vitales en toda la Sagrada Escritura. No hay nada tan importante como la Venida del Señor Jesús”.*

Si usted encuentra otra cosa más importante que eso, yo no sé.

  • “No hay nada tan importante como la Venida del Señor Jesús. Porque si Él no viene, nosotros somos hallados falsos testigos* (vea usted), y nuestros muertos que están en el sepulcro están perdidos, y no queda ninguna esperanza para nosotros si Jesús no viene visiblemente por segunda vez. Y en la misma… esta luz, a la luz misma de la Segunda Venida, fue tan importante, tanto que esta Semana Santa a la cual nos estamos aproximando, lo cual Jesús, cuando Él estaba abordándola la primera vez en las mismas sombras de la Cruz, Él habló muy poco de Su muerte, sepultura y resurrección. Él habló más sobre Su Segunda Venida que lo que habló sobre Su muerte, sepultura y resurrección. Por lo tanto, a la luz de esto, debe ser un tema muy importante.
  • En el Antiguo Testamento, hay muchas más Escrituras en el Antiguo Testamento, tocante a la Segunda Venida de Cristo, que las que hubo para la Primera Venida de Cristo. Todo, para la raza humana, hoy día después de que la expiación ha sido hecha, descansa solamente sobre la Segunda Venida del Señor”.*

Les voy a leer esto de nuevo:

  • “Todo, para la raza humana, hoy día después de que la expiación ha sido hecha* (después que la Expiación fue hecha en la Cruz del Calvario, después de eso), descansa solamente sobre la Segunda Venida del Señor”.

Por eso fue que Juan estaba tan preocupado y lloraba mucho porque no había quien tomase el Libro y abriese el Libro, y si no aparecía entonces todo estaba perdido.

Ahora, tenemos diferentes religiones, y tenemos diferentes propósitos y diferentes teologías, pero nuestra religión cristiana está basada solemnemente sobre la muerte, sepultura, y resurrección, y la Segunda Venida del Señor. ¡Oh, es una pregunta importante! Y mientras que ahora nos estamos acercando, según mis más sinceros pensamientos, creo que estamos viviendo en las mismas sombras de Su Segunda Venida (está hablando en el 57, en abril). A mi manera de verlo, a la luz de las Escrituras, no queda esperanza alguna para la Iglesia, excepto la Segunda Venida del Señor”.

¿Qué otra esperanza hay? Ninguna otra, dice él.

  • “El mundo en su salvaje condición demoníaca, se ha salido completamente fuera de control de cada organización hecha por el hombre en el mundo. Los reyes no pueden controlar más a sus súbditos, tampoco los dictadores pueden ya más controlar a sus súbditos; la democracia no puede más controlar a sus súbditos. Y no existe esperanza alguna, fuera de la Segunda Venida del Señor Jesús.*
  • Y ahora es uno de los tiempos más horribles que el incrédulo y el pecador hayan jamás experimentado, por razón de que el tiempo del juicio final está a la mano. Pero, este es el tiempo más bendito para el creyente, por cuanto su redención está a la mano. Hay dos grupos en la tierra en esta noche: el creyente y el incrédulo.*
  • Aquel que el Señor viene a recibir y el otro que el Señor viene a condenar. En Su Venida, bendecirá a uno, y maldecirá al otro en Su aparición”.*

Ahora, vea usted lo importante de la Segunda Venida del Señor y las cosas que sucederán en la Segunda Venida del Señor, para unos la Segunda Venida del Señor será de bendición; para otros la Segunda Venida del Señor será de maldición, será de juicio.

Por lo tanto, vea usted lo importante para unos y para otros. Para unos sería hasta mejor que nunca viniera; para otros, si no viene estarían perdidos. Por lo tanto entonces, no para todo el mundo va a ser una cosa acogedora, no para todo el mundo va a ser una cosa que le va a agradar el cumplimiento de esta promesa de parte de Dios.

Ya nosotros sabemos el orden de Su Venida, sabemos conforme a la Palabra que Él viene en Su Segunda Venida como Él lo mostró allá en el Monte de la Transfiguración, esa es la forma, ese es el orden, de Su Segunda Venida. En Su Segunda Venida, al cumplirse Su Segunda Venida, lo que se ve es lo que se vio en el Monte de la Transfiguración; no puede ser vista ninguna otra cosa; si usted puede ver otra cosa no está viendo la Segunda Venida del Señor, tiene que ver exactamente lo que fue visto allí porque allí fue mostrado el orden de Su Segunda Venida, allí fue mostrado lo que Él haría en Su Segunda Venida, allí fue visto, ¿qué? La introducción del Milenio.

Ahora, usted puede ver que el hermano Branham dice: “Si Jesús no viene…” mire lo que dice:

  • “No hay nada tan importante como la Venida del Señor Jesús. Porque si Él no viene, nosotros somos hallados falsos testigos”.*

¿Y qué él dijo? 77 introduce, el Milenio.

Bueno, muchas personas dicen o piensan: “Bueno, el hermano Branham que creía que en el 77 el Milenio iba a ser introducido, y el hermano Branham que creía que en el 77 el Jubileo de la Novia gentil ocurriría, la subida hacia arriba de la Novia gentil y el retorno de Cristo a los judíos, y nada de eso lo hemos visto cumplido, así que el hermano Branham estaba esperando una cosa y no era como él esperaba”, eso es lo que muchas personas piensan, eso es lo que muchas personas piensan, pero el hermano Branham, cuando fue a predicar sobre la Venida del Señor, cuando fue a predicar sobre la Venida del Señor como el León de la Tribu de Judá para tomar el Libro y abrir los Sellos, él lo primero que hizo fue predicar el mensaje: “Dios en Simplicidad”, donde él muestra la primera Venida, el precursor de la primera Venida, y la primera Venida cumplida, en la forma sencilla en que se cumplió, y después muestra con relación a la Segunda Venida y el precursor de la Segunda Venida, la forma sencilla, y muestra también cómo la Segunda Venida sería una cosa sencilla también.

Y dice la página 17, del mensaje: “Dios en Simplicidad”, en el libro de Los Sellos, dice:

  • “58. Ahora de estas citas tomo este texto: Dios ocultándose en la Simplicidad luego Revelándose en ella misma.*
    1. Es muy extraño pensar como Dios hace esto. Dios se esconde en una cosa tan sencilla que hace que los sabios le pasen por alto por completo, luego vuelve en la misma cosa sencilla, en la sencillez de Su Palabra, obrando y revelándose de nuevo. Pensé que sería un buen punto de estudio antes de entrar en la gran enseñanza de los Siete Sellos.*
    1. Muchos lo pasan por alto por razón de la manera en que se revela. El hombre tiene sus propias ideas de lo que debe ser Dios y sobre lo que Dios hará. Como he dicho muchas veces, el hombre es igual a como siempre ha sido; él siempre está alabando a Dios por lo que hizo, mirando a lo que Dios hará en el futuro, pero ignorando lo que Dios está haciendo en el presente. Así es. Miran para atrás y ven la cosa tan grande que Dios hizo, pero no pueden ver la cosa tan sencilla que Dios usó para efectuarla. Miran adelante y ven lo grande que viene, y en nueve de diez casos, las cosas ya están sucediendo todo a su derredor, sin embargo es tan sencillo que no lo saben”.*

Eso es lo que dice el cuarto Elías con relación a estas cosas.

Ahora, recuerde que el tema nuestro en esta mañana es: “EL ORDEN DE RAPTO”.

Déjeme ver qué página les voy a leer aquí, página 46, y la 52, del libro de Los Sellos, les voy a leer aquí, les voy a leer la 52, dice:

  • “204. Recuerde amigo, no ande buscando las cosas grandes. Ud. dice: Pues Dios habla de grandes cosas. Vendrá el tiempo cuando habrá esto y aquello, cosas grandes. ¡Ojalá estén captando lo que les estoy diciendo! Ud. puede estar esperando algo tan grande y cuando en verdad suceda será tan sencillo que Ud. ni lo verá. Luego Ud. dirá: Pues eso nunca sucedió… Le pasó por encima y Ud. ni lo vio. ¿Ve Ud.? Es tan sencillo. Dios mora en la simplicidad para entonces manifestarse en grandeza. ¿Qué lo hace tan grande?* (¿Qué hace a Dios tan grande?) El hecho de que se puede simplificar”.

Ahora, usted puede ver todas estas cosas que el cuarto Elías nos ha dicho, y usted puede ver entonces que Dios nos habla en Su Palabra de cosas grandes que Él va a hacer en este tiempo, nos habla de Su Segunda Venida, y eso es una cosa grande; nos habla de que en Su Segunda Venida Él vendrá conforme al orden de Su Segunda Venida y la gente lo que estará viendo es ¿qué? Lo que fue visto en el Monte de la Transfiguración, estarían viendo a Jesús en Su Segunda Venida con Moisés y Elías, estarían viendo la introducción al Milenio, todo eso estaría viéndose en Su Segunda Venida.

Pero cosas tan grandes como han sido prometidas, al cumplirse se cumplen en forma tan sencilla, que entonces ahí es donde la gentes tropiezan, porque entonces dicen: “Bueno, pero todos los profetas y el hermano Branham creía que en 77, en el 77 era introducido el Milenio y que en el 77 el Evangelio retornaría a los judíos, en el 77, conforme a como él nos dice ahí en el mensaje: “Las Setenta Semanas de Daniel”, que es un mensaje muy importante para todo el pueblo, él dice ahí que el jubileo, que el septuagésimo jubileo, el jubileo 70, sería la subida de la Novia, la subida de la Novia gentil, la subida hacia arriba, y el retorno de Cristo a los judíos, y eso no lo hemos visto”, pueden decir muchas personas.

Bueno, vamos a ver aquí, dice:

  • “204. Levíticos 25, comenzando en el ocho. Dios llamaba a Jubileo cada cuarenta y nueve años, y el año cincuenta era el Jubileo. Sabemos Eso. Lo entendemos. El primer Jubileo fue el Jubileo de Levíticos 25:8, y en 1977 será el Jubileo setenta, dando un total de 3.430 años. Y Jubileo significa el subir, la liberación”.*

Eso es lo que tienen que entender las personas, lo que significa el jubileo, significa: el subir, y significa: la liberación.

  • “205. ¿Captó Ud. eso? Dios ha lidiado con nosotros exactamente el mismo número de años que lidió con los judíos desde que Él le dio la promesa a Abraham hasta el rechazamiento del Mesías en el año 33 después de Cristo, y fueron 1954 años. Y ahora nos restan diecisiete años más. Llevamos como unos 1930 años. Todavía restan diecisiete años más para 1977, el cuál será el Jubileo setenta desde el principio de Jubileos. ¿Y qué será eso? ¡Oh hermano! Ponga mucha atención. No se le vaya. Ser el Jubileo del levantamiento de la Novia Gentil y del retorno de Cristo a los judíos, cuando ellos salgan de esclavitud. ¡Amén! ¿Que no lo ven? Se están reuniendo de todas partes del mundo para ese día”.*

Ahora, fíjense que el hermano Branham marca, señala, ahí el año 77 como año clave, año cumbre, en que esas cosas se cumplirán. Muchas personas piensan que el hermano Branham pues fue un profeta irresponsable al estar mencionando fechas, porque casi nadie se atrevió a mencionar fechas, solamente el hermano Branham mencionó fechas.

Pero él sabía de lo que estaba hablando, él podía hablar de fechas, de días, de meses, de todas estas cosas, porque él sabía de lo que estaba hablando, él sabía que en el 77 concluían, llegaban a su fin, 1954 años, así como los 1954 años llegaron a su fin allá cuando los judíos mataron al Mesías. O sea, allí llegaron a su fin los 1954 años, y él sabía que los tres años y medio últimos de los 1954, el Mesías estaba sobre la Tierra allá, y por esa causa él podía hablar del jubileo, de la Novia gentil, de la subida hacia arriba, y podía hablar del retorno de Cristo a los judíos en el 77 porque él sabía que entonces los últimos tres años y medio de los 1954 años habría un ministerio aquí en la Tierra, lo cual sería un ministerio mesiánico, en el cual se estaría anunciando el Evangelio del Reino y el Evangelio del Reino, y el Evangelio del Reino el mensaje que tiene es un mensaje mesiánico que anuncia ¿qué? A José entre los gentiles. ¿Y quién es José? José es Jesús. Jesús entre los gentiles en Su Segunda Venida. Él sabía que en el 1977 se cumplían los 1954 años, y al cumplirse entonces eso pondría fin a la Dispensación gentil de las Edades. Las Edades de la Iglesia, la Edad de Laodicea, concluiría en el 1977.

Bueno, entonces luego de haber pasado el 1977, ¿en dónde nos encontramos si terminó la Edad de Laodicea ya? Nosotros entramos a una Edad eterna, no somos de la Edad luterana, ni de la wesleyana, ni de la Edad pentecostal. La pentecostal terminó en el 77, el tiempo de Laodicea terminó. Bueno, ¿y qué es lo que queda entonces para Laodicea? Pues la destrucción de ella. Después que una cosa termina, y termina mal, lo que le resta es la destrucción.

Por lo tanto entonces podemos ver todas estas cosas, podemos ver cómo Dios ha estado cumpliendo Su Palabra en una forma simple, en una forma sencilla, escondiéndose en simplicidad, y la gente ignorantes, las gentes que no pueden seguir a Dios a través de la historia bíblica y ver la forma sencilla que Él ha cumplido todas Sus promesas; entonces en esta hora final en que estamos le pierden de vista y no saben que Dios ha cumplido lo que Él ha prometido para este tiempo final conforme a la manera que Él dijo que lo iba a cumplir, no de la manera que las gentes se imaginaban que Él lo iba a cumplir, sino de la manera que Él dijo que lo habría de cumplir, de la manera que el cuarto Elías también creyó que lo iba a cumplir.

Y recuerden que el cuarto Elías fue unos de los mensajeros que más anunció la Segunda Venida del Señor y que más advirtió y alertó al pueblo de la simplicidad en que Dios cumpliría lo que Él prometió para este tiempo.

Por tanto, encontramos que en esta hora en que nosotros vivimos hay que bajar la simplicidad para poder ver el cumplimiento de las cosas que Dios prometió, porque de otra manera, de otra manera pensaríamos que el cuarto Elías fue una persona que se puso a predecir, que se puso a hablar cosas que no debió haber hablado; pero él sabía de lo que estaba hablando, él sabía que el tiempo de los gentiles terminaba en el 77 conforme a las matemáticas de Dios, y él conocía muy bien las matemáticas de Dios, por lo tanto él sabía de lo que estaba hablando y nosotros sabemos que él estaba correcto.

Bueno, muchos no han visto el jubileo de la Novia gentil, el jubileo de la Novia gentil en el cual Ella ha entrado, la subida que Ella ha tenido, es la subida, la salida, de la Edad de Laodicea y la subida hacia la Edad Eterna, la Edad de la Piedra Angular adonde Ella ha entrado, ¿a dónde? Al año cincuenta, y quiero explicar eso: en el tiempo de la Ley Dios dio a Israel ciertas fiestas en las cuales Dios estaba mostrando las cosas que Él haría en una forma más adelante para cumplir con el plan que Él habría de llevar a cabo. En todas esas fiestas que Israel estuvo celebrando, en esas fiestas Dios estaba mostrando en tipos y figuras las cosas que habrían de cumplirse en el plan de Dios.

Por ejemplo, encontramos siete fiestas que el pueblo de Israel celebraba y después de esas siete fiestas algunas personas pueden pensar “después de esas siete fiestas no había nada más”, sí que había algo más, además de esas siete fiestas había el año del Jubileo. Encontramos que ese año del jubileo era el año cincuenta, encontramos que las siete fiestas se efectuaban todos los años, pero encontramos que el año del Jubileo se celebraba cada cincuenta años, el año cincuenta venía a ser el año del Jubileo, también Dios le dio al pueblo de Israel el que el pueblo de Israel estuviera trabajando en la tierra seis años, y el séptimo año era un sábado para la tierra; porque fíjese que siempre el sábado es el día número siete o el año número siete.

Por lo tanto, cada siete años el año siete era un sábado para la tierra, porque sábado lo que quiere decir es: descanso; entonces la tierra descansaba en ese año, y luego que descansaba, entonces volvía a comenzar sus labores en el año siguiente y entonces comenzaba de nuevo, y comenzaba entonces siete años más, y el séptimo era de descanso; así por cuarenta y nueve años, el año número cuarenta y nueve era también descanso, era sábado, y luego del año cuarenta y nueve ¿qué sucedía? En el año cincuenta no volvía la tierra a la misma rutina, ese año venía a ser el año del jubileo en donde todas las posesiones de los hijos de Israel regresaban a sus manos nuevamente si las habían perdido, todo regresaba a su dueño original, los esclavos también venían a ser libres si ellos aceptaban la libertad.

Encontramos, que en ese Año del Jubileo la Trompeta del Año del Jubileo era sonada y era sonada en el mes séptimo y caía… el mes séptimo era un mes en donde se celebraba ¿qué? La Fiesta Pentecostal o la Fiesta de los Tabernáculos, la Fiesta de los Tabernáculos se celebraba en ese mismo mes.

Así que, vean ustedes, esas fiestas se celebraban todos los años, las siete fiestas, y en el Año del Jubileo, en el mismo mes que se tocaba la Trompeta del Año del Jubileo, era el mismo mes que se estaba celebrando la Fiesta de los Tabernáculos; por lo tanto caía eso junto ahí; y entonces encontramos que la Trompeta del Año del Jubileo se sonaba en ese mes y se sonaba por toda la tierra y no cualquiera podía sonar la Trompeta, no era cualquier persona.

Entonces encontramos que se proclamaba el Año del Jubileo, automáticamente todo regresaba a su dueño original, quiero leerles por aquí exactamente el día, el día en que se tocaba esa Trompeta, dice que se tocaba…

  • “Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra.*
  • Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia”.*

Ahora, vean ustedes que es un tiempo ¿de qué? De restauración completa, es un tiempo de regresar cada cosa a su sitio y cada uno a su familia.

Ahora, vean ustedes entonces que ese Año del Jubileo es lo más grande de todas las fiestas que se celebraban en Israel, cada cosa regresando a su condición original; y eso es lo que Dios ha prometido en este tiempo final: que cada cosa regresará a su condición original.

Encontramos que no todo el mundo podía tocar esa Trompeta del Año del Jubileo, eso es trabajo para el sumo sacerdote, eso es trabajo para el que tenía que tocarla, por lo tanto la Trompeta del Año del Jubileo, eso le corresponde tocarla… fíjese, las trompetas de las Edades de la Iglesia la tocó cada mensajero en cada Edad, pero la Trompeta del Año del Jubileo, la cual se suena o se toca ¿en qué Edad? En la Edad de la Piedra Angular, que no pertenece a las siete Edades de la Iglesia, es una Edad celestial, y ahí una trompeta es sonada porque esa trompeta tiene que ser sonada para que entonces luego de esa trompeta ser sonada todas las cosas regresen a su condición original; porque hay un orden conforme a la Palabra del Señor.

Entonces, esa es la Trompeta del Año del Jubileo, esa es la Trompeta que el Señor en Su Venida tiene que sonar, ¿ve? Porque el mismo Señor descenderá del Cielo con Aclamación, Voz de arcángel y Trompeta de Dios. Así que, es el mismo Señor haciendo estas cosas en Su Venida, esas cosas Él las hace en Su Venida conforme a lo que Él prometió; y si Él es el que hace esas cosas en Su Venida, entonces tenemos que entender que Él tiene que venir en Su Segunda Venida y hacer esas cosas.

Encontramos que esa Trompeta del Año del Jubileo, al ser sonada por toda la tierra dice que las ciudades amuralladas no escuchaban esa Trompeta, dice que esa Trompeta o los esclavos que estaban en esa ciudades amuralladas, pues para poder ser libertados tenían que salir fuera de esas ciudades amuralladas, porque dentro, para adentro de las ciudades amuralladas no había promesa de ser libertados, no había promesa de recibir esa liberación.

Encontramos que todo esto es lo que está prometido que tiene que suceder en este tiempo en el cual nosotros estamos viviendo. Sabemos que esas cosas son una promesa de parte del Señor, y si es una promesa de parte del Señor, entonces Dios cumple esas cosas de tal manera, de una manera tan sencilla, que la gente si no vigilan les pasa por alto todas estas cosas, y no escuchan ¿qué? La Trompeta sonando, la Trompeta del Año del Jubileo, donde el que la escucha entonces entra ¿en qué? Entra en el Año del Jubileo, y entonces puede recibir ¿qué? Puede recibir todos los beneficios del Año del Jubileo.

Ahora, recuerden que el Año del Jubileo ocurría pegado ¿a qué? Pegado al séptimo año de descanso de la tierra, y ese séptimo año de descanso de la tierra venía a ser el año cuarenta y nueve, y luego, además de eso, ocurría en el mismo mes en que se celebraba la fiesta de los tabernáculos; habían ahí tres cosas muy importantes ocurriendo, y entonces cualquier persona podía irse del lado del mensaje para el año de descanso, que era el año séptimo de esa fase o de esa etapa, que era el año cuarenta y nueve contando todos los años de descanso que habían ocurrido; y podía decir: “No, si yo estoy en el año cuarenta y nueve, yo estoy en la fiesta del año cuarenta y nueve”, y no darse cuenta que el año cuarenta y nueve había terminado y se había entrado al año cincuenta, podía también decir: “bueno, yo estoy celebrando (¿qué) yo estoy celebrando la Fiesta de los Tabernáculos”. Eso era muy bueno, pero más grande que eso era el Año del Jubileo, era la Trompeta del Año del Jubileo que era sonada y entonces se podían recibir todos los beneficios del Año del Jubileo.

Ahora recuerden, ese año cincuenta, la Fiesta de los Tabernáculos, eso duraba un lapso de tiempo, y todo eso ocurría en el séptimo mes. Pero el año del Jubileo era los doce meses del año, era algo más grande, duraba más tiempo ¿ve? Por lo tanto, ¿para qué estar en una cosa de unos diítas del séptimo mes, cuando hay algo del año completo?

Por lo tanto entonces, el mensaje más importante ahí para ese tiempo era el mensaje que daba la Trompeta del Año del Jubileo que era sonada por el sumo sacerdote. Así que ese mensaje proclamaba ¿qué? Libertad en toda la tierra y cada uno se unía a su familia, ¿ve? Por lo tanto, ese Año del Jubileo allá estaba mostrando el Año del Jubileo acá, luego de terminar las siete Edades de la Iglesia y la última fue la Edad de Laodicea, luego de la Edad de Laodicea ¿qué viene? Luego de la séptima fiesta ¿qué viene? Luego de eso es que viene lo bueno, luego de eso es que viene la Trompeta del Año del Jubileo.

Fue buena la trompeta que Pablo tocó, fue buena la trompeta que el segundo mensajero también tocó, fue muy bueno el mensaje que tocó el tercer mensajero de la tercera Edad; fue bueno el mensaje que tocó el mensajero de la cuarta, quinta, sexta, y séptima edad; pero sobre todo el mensaje que suena, que se suena en el Año del Jubileo es el mensaje mejor de todos, porque es el mensaje que proclama liberación, libertad.

¿Y qué es el septuagésimo jubileo? La liberación, ¿ve? Porque en el septuagésimo Jubileo es que se proclama la liberación, la subida hacia arriba de la Novia gentil ¿y hacia dónde? Hacia la Edad de la Piedra Angular, hacia una Edad celestial, hacia una Edad eterna, ¿en dónde? Ahí en esa Edad eterna todos nuestros familiares que hayan partido en las Edades pasadas se reunirán con nosotros, son nuestros hermanos, son nuestra familia. Entonces, la proclamación es hecha en la Trompeta de Dios, en la Trompeta del Año del Jubileo.

Ahora, ustedes pueden entender que esa Trompeta es sonada en toda la tierra, por lo tanto el mensaje que recorre toda la tierra para la liberación es el mensaje del Año del Jubileo en donde se es proclamada la liberación.

Encontramos que estas cosas son cosas muy grandes que han sido prometidas, que Dios prometió para este tiempo hacerlas, pero que Dios las cumple, las hace, en una manera tan sencilla, que la forma sencilla en que Dios las cumple es la misma cosa que ocasiona que muchas personas no vean lo que Dios ha prometido hacer.

Déjeme ver si les puedo conseguir un lugar donde el cuarto Elías, él mismo nos habla, él aquí en la página 14 primero, y luego leeremos en algún otro lugar. Página 14 del mensaje titulado: “Reconociendo el Día y Su Mensaje”. Ahí en la página 14… no sé si hay otro lugar más, pero quiero leer ahí en la página 14, vamos poquito a poco, no queremos fallar en estas cosas, página 14 nos dice:

  • “Las seis Trompetas sonaron bajo* (¿qué?) Bajo el SEXTO Sello…”

Dice: “todo esto fue bajo el Sexto Sello”.

  • “Las seis Trompetas sonaron…* (¿y para qué fue eso? para reunirlos, para juntarlos) la Séptima Trompeta es aquella grandiosa Trompeta que vimos el domingo pasado”.

Eso está hablando del mensaje titulado: “Fiesta de las Trompetas”, donde fue vista esa grandiosa Trompeta. Vamos a ver aquí esa grandiosa Trompeta de la cual él habla, vamos a verla para… dice página 46 y 47, del mensaje titulado: “Fiesta de las Trompetas”, dice:

  • “Ahora, recuerden, y yo les dije que traería de regreso esta: Gran Trompeta. Él dijo, lo que Él iba a hacer, en Isaías. Él dijo: La Gran Trompeta sonaría. ¡La Gran Trompeta! No Trompetas ahora, la fiesta de las trompetas; hay dos de ellos, Moisés y Elías, para llamar la Trompeta. Pero, bajo la Gran Trompeta, la Venida del Señor* (fíjese) Pero, bajo la Gran Trompeta, la Venida del Señor, para anunciar el regreso de José…”

Esa gran Trompeta ¿qué es lo que anuncia? A José volviendo, ¿qué es lo que anuncia? La Segunda Venida del Señor.

  • “… ¿ven? Para que todas las naciones se congreguen en Jerusalén. Amén. Uno encuentra eso en el Libro de Isaías. Se los acabo de dar a Uds., hace un rato, uno de esos capítulos que leímos; eso está en Isaías 18:1 y 3. Y en Isaías 27:12 y 13, es donde Él suena esa Trompeta, y todas las naciones reconocerán a Israel en su tierra, a Dios con ella.*
  • Luego la Novia vendrá a estar con el Novio, y el Novio con la Novia…”*

Ahora, vean ustedes cómo hemos estado hablando allá de esa gran Trompeta, y aquí dice:

  • “…la Séptima Trompeta es aquella grandiosa Trompeta que vimos el domingo pasado”.*

Usted sabe que de las siete Trompetas que suenan para Israel, seis ya sonaron y lo que le falta es la séptima Trompeta, y esa es la gran Trompeta.

  • “…la Séptima Trompeta es aquella grandiosa Trompeta que vimos el domingo pasado. Las Seis Trompetas sonaron bajo aquel SEXTO Sello de la misma manera que nuestro SEXTO Sello fue abierto, todo al mismo tiempo, solo que para los judíos, todo sonó de una vez, mientras nosotros hemos estado dos mil años en la Fiesta de Pentecostés.*
  • Ahora, han pasado dos mil setecientos años desde aquel tiempo. Él dijo que …en el tercer día seremos reunidos otra vez. Después de dos días, en el tercer día seremos reunidos otra vez y recibiremos vida delante de él. ¿Ve Ud. la promesa? La hora está perfectamente escrita en la pared. Vemos en donde estamos viviendo. Los judíos están en su tierra, esperando la Fiesta de las Trompetas para reconocer la expiación, para esperar la venida…”*

Ahora, recuerden que habíamos leído allá en el libro de Levíticos, capítulo 25, que el Año del Jubileo, la Trompeta del Año del Jubileo se tocaba en el mes séptimo, en el Día de la Expiación; y ahora fíjese:

  • “Los Judíos están en su tierra, esperando la Fiesta de las Trompetas para reconocer la expiación, para esperar la venida y para afligirse porque le rechazaron a Él la primera vez. Todo está debidamente colocado. Como un ministro del Evangelio no veo ninguna cosa que falte, sino el rapto de la Novia; y la Novia tiene que ser tomada antes de que Israel pueda reconocer lo que ha pasado.*
  • Ellos fueron esparcidos, cegados y ahora reunidos. ¿Qué falta ahora? La Novia tiene que ser tomada. Luego los profetas de Apocalipsis 11 los llamarán a la Fiesta de las Trompetas para hacerles reconocer lo que han hecho. Recuerde que entre esos Sellos apareció el Sexto Sello y habían ciento cuarenta y cuatro mil escogidos y llamados. Entre la Sexta y Séptima Trompeta aparece Apocalipsis 11 exactamente en acuerdo con el Sexto Sello.*
  • ¿Qué debía de hacer esto? Esto fue para traer a los dos testigos, Moisés y Elías. Ellos son profetas y los judíos sólo creen a sus profetas. Ellos vendrán con la señal de los profetas. Su labor será la de un profeta, porque ellos fueron profetas antes… mostrándonos que cuando Ud. muere, de modo que Ud. salga de este mundo, su naturaleza no cambia”.*

Ahora, usted puede ver todas estas cosas y usted puede ver que la Novia ya ha sido tomada arriba, está arriba en la Edad de la Piedra Angular, ha sido raptada espiritualmente, el Jubileo de la Novia gentil ha sido efectuado y todo esto ha sido llevado a cabo por Dios conforme a como Él ha prometido.

Ahora, en lo literal la traslación de nuestros cuerpos ya eso es una cosa más sencilla; lo más duro, lo más difícil, era esta parte. Encontramos que todo esto ha estado moviéndose de esa manera tan sencilla, y la Novia gentil, los escogidos de entre los gentiles, no están aquí en la Tierra aunque están aquí en la Tierra, no están aquí en la Tierra en lo terrenal, ellos están en el Cielo en una Edad celestial, aunque nuestros cuerpos están aquí en la Tierra.

¿Y cómo usted se puede explicar que estamos en el Cielo aunque estamos en la Tierra? ¿Qué cómo me lo puede explicar? Fácil y sencillamente se los voy a explicar por la Palabra: Uno que estaba en esa misma condición dijo: “Nadie subió al Cielo sino el Hijo del Hombre que descendió del Cielo, el cual está en el Cielo”. Se los cité así en palabras así corrientes. “Nadie subió al Cielo sino el que descendió del Cielo, el Hijo del Hombre que está en el Cielo”. Y estaba allí en la Tierra, de esa misma manera es que nosotros estamos allá arriba.

Bueno, encontramos que todas estas cosas son tan sencillas que la gente pues se rompe la cabeza esperando una cosa de una manera, y Dios viene y la cumple, y después de cumplirla, pues entonces la gente dice: “Bueno, se esperaba que sucediera tal cosa y que sucediera tal cosa y no ha acontecido” y lo que sucede es que Dios cumple de la manera que Él dijo que lo habría de cumplir y entonces las gentes ni lo ven.

Vamos a leer también la página 42, página 42 nos dice, del mismo mensaje: “Reconociendo el Día y Su Mensaje”. Nosotros tenemos que reconocer el Día nuestro, ¿y cuál es el Día nuestro? Nuestro día no es el Día de Laodicea, ya eso terminó, no es el Día de Lutero, ni es el Día de Wesley, nuestro Día es el Día del Hijo del Hombre, es el Día de la Edad de la Piedra Angular, que es una Edad eterna, que es una Edad celestial, y ahí en la página 42 del mensaje “Reconociendo el Día y Su Mensaje”, nos dice:

  • “Reconozcamos amigos, porque hemos sido llamados para reunimos para el sonido de la Trompeta”.*

Ahora, vean ustedes para qué hemos sido nosotros llamados en esta hora final en que estamos.

  • “Porque la Trompeta del Señor sonará y el tiempo ya no será más”.*

¿Qué es lo que hace que el tiempo se acabe? Que suene la Trompeta del Señor, y la Trompeta es la Trompeta del Año del Jubileo, al sonar el tiempo se acaba, ¿ve? No es que no vayan a haber más días, meses, y semanas, y años, no, no, no, es que el tiempo de los gentiles termina, el tiempo de los gentiles termina luego de haber sonado la Trompeta.

Entonces, fíjese, porque la trompeta de ¿quién? ¿La Trompeta de Lutero? o ¿la Trompeta del apóstol Pablo? (recuerde que cada mensajero tuvo una trompeta para sonarla) “La trompeta de Pablo sonará y el tiempo no será más”, ¿así dice? ¿o “la trompeta de Lutero”? ¿O “la de Wesley”? ¿Cuál de ellas? ¿Cuál Trompeta de las Trompetas de las siete Edades? ¿O dice “la Trompeta del Señor”? y eso tiene que ser, no en la Edad de Lutero, ni en la de Wesley, ni en la de Pablo, sino la Trompeta del Señor suena en la Edad del Señor, en la Edad de la Piedra Angular, en la Edad del Hijo del Hombre. ¿Y qué Trompeta? La Trompeta del Año del Jubileo, porque cada Trompeta proclama el mensaje de su Edad. La Trompeta de la Edad primera ¿qué mensaje iba a proclamar? ¿Iba acaso a proclamar el mensaje de Lutero? No, porque esa no es la Trompeta de la Edad de Lutero. Cada Trompeta proclama el mensaje de la Edad en que esa Trompeta es sonada, en palabras más claras: el apóstol Pablo, si llega a tomar la Trompeta que le tocaba sonar a Lutero, ¿qué hubiera predicado entonces pablo? Hubiera predicado justificación; si hubiera tomado la Trompeta que le tocaba a Wesley, hubiera tenido el mensaje de Wesley en aquel tiempo, ¿ve? Cada Trompeta suena el mensaje que le corresponde para cada tiempo.

Ahora, no es una trompeta literal, ¿ve? Por lo tanto estos son símbolos, símbolos bíblicos, los cuales una persona puede estar escuchando una trompeta sonando y no ve ninguna trompeta, porque lo que suena la Trompeta o lo que una Trompeta tiene es un mensaje, ¿ve? Entonces el mensaje es lo importante de esa Trompeta y de ese instrumento que Dios usa para sonar esa Trompeta, dice:

  • “Reconozcamos amigos* (es un llamado para reconocer), porque hemos sido llamados para reunimos para el sonido de la Trompeta”.

Ahora, vean ustedes que el cuarto Elías siendo el precursor de la Segunda Venida del Señor Él fue el instrumento de Dios para llamar al pueblo, para reunir al pueblo ¿para qué? Reunir al pueblo para oír la Trompeta, la Trompeta del Señor, para oír la Trompeta del Año del Jubileo, mire, esto es lo que él está diciendo. Muchas personas piensan que vino el cuarto Elías, vino el hermano Branham, trajo su mensaje, reunió al pueblo, y el pueblo pues se reunió, y de ahí no pasó nada, no, él dice: “Hemos sido llamados para reunirnos para el sonido de la Trompeta, porque la Trompeta del Señor sonará y el tiempo no será más”. O sea, que él preparó el terreno, preparó la gente ¿para qué? Y alentó a la gente para que reconocieran para qué fueron ellos llamados, y para qué fueron ellos recogidos. No para quedarse con los brazos cruzados sino para esperar el momento en que la Trompeta del Señor sonaría y el tiempo se acabaría.

Por lo tanto, ese es el propósito para lo cual Dios reunió al pueblo a través del cuarto Elías, y él dice:

  • “Porque la Trompeta del Señor sonará y el tiempo ya no será más”.*

Y las Edades terminarán, vea usted.

  • “Él ha reunido a Israel. Él dijo que los reuniría en el tercer día; (han pasado dos mil setecientos años) dijo que los reuniría en el tercer día y así lo ha hecho. Él dijo que daría a conocer el Camino de la Vida. Allí está Israel, simplemente esperando que la Novia se vaya para que los dos profetas puedan venir; profetas Hebreos. Ellos los reconocerán. ¿Se acuerdan cuando estuve allí en El Cairo, listo para pasar para allá?”*

Ahora, ya ustedes pueden ver más abajo, dice:

  • “El Espíritu Santo me dijo: Este no es tu lugar. Este no es tu tiempo. Te estás adelantando”.*

¿Ve? No era su tiempo ni era su lugar, es que ese era el lugar para otro y era en el tiempo de otro.

Bueno, ya ustedes pueden ver que la Trompeta del Señor sonará, eso lo que ha sido dicho; y al sonar esa Trompeta, entonces fíjese, esa Trompeta para los escogidos gentiles, la Trompeta del Señor al sonar para los escogidos gentiles anuncia ¿qué? Anuncia la Venida de José, anuncia la Segunda Venida del Señor.

Encontramos que eso es lo que está prometido, porque el mismo Señor descenderá del Cielo con aclamación, Voz de Arcángel, y Trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero.

Ahora, usted tiene que ver que en la Escritura una coma, un punto, una i, lo que sea, todo eso se cumple; mire, una coma, una coma en la Escritura, en profecía, una coma puede ser equivalente a mil años o dos mil años. En Isaías 61 encontramos que el Señor comenzó a leer la Escritura: “El Espíritu del Señor es sobre mí, porque me ha ungido”, y sigue leyendo así, y de momento se paró, se paró en la mitad de un versículo y ahí se paró. En Su Segunda Venida Él continúa leyendo esa Escritura, hizo una pausa, y en esa pausa ¿que hizo? ocurrieron casi dos mil años. En esa pausa que hizo entraron las Edades de la Iglesia y todas esas cosas acontecieron en esa pausa que hizo, ¿ve? Cualquier persona hubiera pensado: “¿qué le pasó a este muchacho que se le dio la Escritura para que la leyera y viene y la parte y deja la cosa sin terminar?”

Bueno, los teólogos de aquel tiempo cuando la leían la leían completa, por eso estaban tan confundidos, ellos quizás pues: “Bueno, eso es una coma ahí…” y seguían leyendo, pero cuando la leyó el que tenía que leerla, supo que tenía que pararse ahí y ahí tenía que cumplir todo lo que correspondía para ese tiempo, tenían que entrar las Edades de la Iglesia y luego entonces, cuando terminaron las Edades de la Iglesia, en ese tiempo entonces, al final de las Edades de la Iglesia, Él continuaría en Su Segunda Venida leyendo el verso que estaba leyendo.

Entonces vemos que para Dios eso… el tiempo para Dios es nada, porque Dios es eterno, mas bien fue una pequeña pausa para Dios, mas bien nosotros pues, usted y yo, pues las pausas que hacemos cuando vemos una coma, es una pausa tan pequeña que muy pocas personas lo notan, si soy yo el que estoy leyendo nadie nota donde va una coma, nadie nota donde va un punto suspensivo ni nada, porque yo algunas veces pues no aprendí muy bien, usted sabe, a leer, y algunas veces pues las comas para mí como que no existen.

Bueno, esto pues en lo natural pues algunas veces se me olvida hacer las pausas como las debo hacer, y otras veces hago las pausas donde no hay ninguna coma cuando ya no me queda aire para leer, hago una pausa y es para respirar, no es porque esté ahí, pero esa pausa que hizo el Señor no es para tomar aire sino para tomar los escogidos en cada Edad, los recogió a todos, y entonces continúa leyendo el resto.

Bueno, sabemos que hay un orden para el Rapto, sabemos que hay un rapto espiritual, un Jubileo espiritual, una subida hacia arriba espiritual, y eso tiene un orden, y eso es lo que hemos estado estudiando desde el 74 hasta el 77, y en este año 78 estamos repasando y estamos mirando las cosas que Dios cumplió durante el 74 hasta el 77, estamos solamente es un repaso y somos testigos de las cosas que hemos visto y hemos oído que Dios ha estado haciendo, ha estado cumpliendo, conforme a Sus promesas. Somos testigos de que Dios ha cumplido todas esas cosas de una manera simple, de una manera sencilla.

Ahora, ya a nosotros lo que nos falta es ser trasladados, ser transformados en lo literal y ser trasladados, y eso ocurrirá en cualquier momento, luego de haber terminado la Dispensación gentil, luego de haber terminado las Edades de la Iglesia, luego de haber terminado la séptima Edad de la Iglesia.

Bueno, en eso de haber terminado la séptima Edad de la Iglesia hasta que seamos transformados y raptados en lo literal, hay un lapso de tiempo ahí, podríamos decir como un tiempo sobrante en el cual pues Dios estará haciendo algunas cosas que Él tiene que hacer, las cuales pues nosotros reconocemos que tienen que hacerlas en este tiempo sobrante, ¿por qué? Porque no pertenecen a las Edades de la Iglesia, ni tampoco pertenecen a la gran tribulación, sino es un tiempo sobrante; Dios estará haciendo algunas cosas que Él quiere hacer, las cuales son muy importantes en Su plan.

Fíjese, aquí nos dice: La resurrección de los santos ocurre ¿cuándo? Al terminar las Edades, y ocurren antes de la gran tribulación, hay un sinnúmero de cosas que ocurren luego de las Edades haber terminado.

Ahora mire aquí, página 85 del libro de Los Sellos dice:

  • “124. Note que cuando Él tomó el Libro, el acta del título, estaba sellado. Retenga eso bien en la mente. Ahora abre los sellos de los misterios para revelarlos y traerlos a todos Sus súbditos redimidos. Ahora cuando llegamos a esto en el estudio de los sellos vamos a ver aquellas almas bajo el altar calmando: Señor, ¿hasta cuándo? ¿hasta cuándo? Y aquí está como Mediador sobre el altar, diciendo: Un corto tiempo más, porque hay otros que tienen que sufrir como Uds. Pero ahora Él viene de ese lugar en el último sello; ya no es Mediador sino Rey. ¿Y qué hace? Si es el Rey, entonces tiene que tener súbditos y Sus súbditos son aquellos que ha redimido. Y ellos no pueden venir ante Él hasta que él tome los derechos (¡Amén!); y aun aquellos que están vivos duermen, porque la trompeta de Dios sonará, en la última trompeta, cuando el último sello es abierto, cuando el séptimo ángel haya dado su Mensaje, entonces sonará la última trompeta y los muertos en Cristo resucitarán y nosotros que estamos vivos, que hayamos quedado, seremos arrebatados juntos para recibir al Señor en el aire. Él ahora se presenta para reclamar Su posesión”.*

Fíjese, acá nos dice: “Y los que hayan quedado hasta ver Su Venida”, y después abajo nos dice que vamos a recibirle en el aire, ¿cómo usted puede entender estas cosas? Bueno una cosa es cuando se ve Su Venida conforme a Su orden, luego otra cosa es cuando subimos también a la Edad de la Piedra Angular y nos encontramos con Él en el aire en una Edad celestial, y otra cosa también es cuando seamos transformados y seamos trasladados literalmente y nos encontremos todos allá, ve que son tres cosas diferentes.

Ahora, vean ustedes que después que el séptimo ángel ha dado su mensaje, después de eso es que suena la última Trompeta, o sea, la Trompeta del Señor, porque la Trompeta del Señor sonará y los muertos en Cristo resucitarán primero.

Ahora, encontramos que luego de la Trompeta haber sonado, luego de eso, no sabemos cuántos días, meses, no sabemos cuánto tiempo después de la Trompeta haber sonado, después del mensaje del Año del Jubileo después de haber sido dado completo, no sabemos cuánto tiempo después de eso es que ocurra la resurrección de los santos que han dormido en las Edades pasadas, y no sabemos cuánto tiempo tome después del mensaje del Año del jubileo haber sido dado completo, no sabemos cuánto tiempo tome o cuanto tiempo falte para nuestros cuerpos ser transformados, pero lo primero es la Trompeta del Señor sonar, y ha estado sonando.

Por lo tanto, encontramos que ya falta poco entonces para los amados hermanos nuestros de las Edades pasadas aparecer y nosotros ser transformados y luego ser trasladados a otra dimensión.

Ahora, todo esto en lo espiritual lo hemos visto, se ha cumplido, todo lo que se tenía que cumplir para este tiempo antes de las Edades terminar, en los últimos tres años y medio de las Edades gentiles, todo lo que se tenía que cumplir en ese tiempo, se ha cumplido, no ha faltado nada, y la introducción al Milenio la hemos visto, hemos visto todas estas cosas que Dios prometió que veríamos en este tiempo. Por eso nosotros tenemos que entender y saber el orden del Rapto, y el orden del Rapto está especificado en la Palabra de Dios. Aclamación, Voz de arcángel, y Trompeta de Dios.

Hemos estado viendo todas estas cosas de una manera sencilla, y si usted quiere ver un poquito más le voy a mostrar algo aquí, en la página 25, fíjese en la página 25, usted va a ver, del mensaje titulado: “El Rapto” usted va a ver el orden del Rapto y usted va a ver el orden para Dios hacer estas tres cosas: Aclamación, Voz de arcángel, y Trompeta de Dios, porque Dios tiene solamente una forma para hacer Sus cosas y Dios no cambia Su manera porque a algún teólogo no le agrade la manera de Dios, a Él le agrada la manera en que Él hace Sus cosas, ¿y quién le dirá a Dios por qué no las hace de otra manera? Eso es lo que los teólogos y los seminarios tratan de decirle a Dios: “Hazla de esta manera que nosotros interpretamos y lo vamos a creer cuando Tú lo hagas”. Y Dios viene y lo hace de la manera que Él pensó hacerlo, y entonces ni los seminarios, ni los institutos, ni los teólogos lo aceptan porque Dios lo hizo de una manera que no era la manera que ellos querían.

Ahora, Dios tiene una manera para hacer estas tres cosas: Aclamación, Voz de arcángel y Trompeta de Dios, dice el cuarto Elías.

  • “La aclamación, la voz, y una trompeta. Leamos el verso 16 para probarlo* (eso es Tesalonicenses, Primera de Tesalonicenses 4:16).
  • Porque el mismo Señor* (el mismo Señor) con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo…
  • Suceden tres cosas distintas: la aclamación, la voz, y la trompeta. Estas cosas tienen que suceder antes de la aparición de Jesús. Ahora, la aclamación… Jesús ejecuta las tres cosas en Su descenso. ¿Qué es una aclamación? Es el Mensaje, y sale primero. El Pan de Vida trayendo la Novia a… (fruición dice ahí, a juntar). Ahora Dios tiene un modo de hacer las cosas (y esa es la cosa importante: ver el modo de Dios hacer esas cosas); Dios tiene un modo de hacer las cosas y Él nunca cambia Su Plan porque es el Dios inmutable. Además, Él dijo:*
  • Porque no hará nada el Señor, sin que revele sus secretos a sus siervos los profetas (Amós 3:7).*
  • Y tan seguramente como lo prometió, así también es de seguro que lo hará”.*

Ahora, ya usted puede ver entonces cómo es que Él va a cumplir: Aclamación, Voz de arcángel, y Trompeta de Dios. “Porque no hará nada el Señor sin que revele Sus secretos a Sus siervos los profetas”. Así que, esas tres cosas Él las hace en Su descenso y Su pueblo va a ver y experimentar esas tres cosas, ¿y cómo lo va a ver? ¿Y cómo lo va a experimentar? ¿Y cómo lo ve en la Venida del Señor? Porque habrá un grupo vivo que verá la Venida del Señor, ¿y cómo lo hará Él si no la hace a través de carne humana? ¿Y cómo va a oír la Aclamación? ¿Y cómo va a oír la Voz de Arcángel? ¿Y cómo va a oír la Trompeta de Dios si no lo hace a través de carne humana?

Ahora, la cosa es tan sencilla que ahí es donde la gente tropiezan y ahí es donde le pierden de vista a Él, ahí es exactamente donde le pierden de vista a Él en Su manifestación, en Su Venida.

Ahora, vean que en Su primera Venida, fíjense, en Su primera Venida, después de estar anunciándose tanto Su primera Venida, después de miles de años anunciándose Su Venida, cuando vino ¿qué pasó? Vino de una manera tan sencilla, de una manera tan simple, que no lo pudieron recibir las religiones de aquel tiempo. El sumo sacerdote no lo pudo recibir; debió de haber sido él el primero en recibirlo y más bien fue el primero en condenarlo.

Encontramos que cuando aquellos magos… fíjese, si ellos hubieran estado al tanto y al día con los números matemáticos de Dios, por las profecías bíblicas, y hubieran estado al tanto con los números bíblicos que Daniel dio, entonces hubieran sabido que había llegado el tiempo para la Venida del Mesías y habían aparecido aquellos dos falsos mesías primero, que eran Teudas y Judas, pero ellos debieron de haber sabido que después de esos falsos haber aparecido tenía que aparecer el verdadero y tenía que aparecer exactamente en el tiempo señalado.

Teudas y Judas aparecieron un poco antes de tiempo; no aparecieron en el año mil novecientos cincuenta y uno y medio, ¿ve? Aparecieron un poco antes de tiempo; mil novecientos cincuenta y uno y medio del trato de Dios con ellos desde el tiempo de Abraham, aparecieron antes, y antes de tiempo Dios no vindica a nadie ni a nada que se haga antes de tiempo, y aquellos aparecieron siendo guiados por el diablo, porque el diablo sabía, el diablo sabe más de números que los mismos teólogos, o sea, él sabe el tiempo, él sabe el tiempo, pero trata de confundir a la gente para que no vean lo que Dios ha prometido, y entonces Él trata de levantar pervertidores y cosas así para tratar de hacer las cosas antes de tiempo, y entonces cuando se ve que es una perversión, entonces la gente dice: “Bueno, ya estamos cansados de tantas perversiones, de tantas imitaciones” y cuando llega lo correcto en el tiempo preciso de Dios, en el tiempo que tiene que aparecer ¿qué sucede? “Si ya… es la misma cosa que vino primero”, algunos dicen: “Bueno, es el mismo perro con otro collar”. Usted sabe lo que significa eso, es la misma cosa, pero otro hombre. Pero no era la misma cosa, era la cosa genuina que los otros estaban imitando, y apareció y encontramos que las gentes, bueno… [Corte de audio]

… los teólogos no sabían nada de esa estrella, sin embargo estaba en la Biblia que de Jacob saldría una estrella, los magos que estaban por allá por Babilonia entonces vieron la estrella, eran magos judíos, científicos judíos, ellos sabían y estaban esperando el cumplimiento de esa profecía y entonces ellos sabían que toda cosa que Dios va a hacer en la Tierra la muestra primero en los Cielos, porque la primer Biblia es el Cielo, es el zodíaco, y ahí Él lo muestra. Todas las cosas que van a suceder en la Tierra son mostradas primero en el Cielo.

Ahora, luego está la Biblia escrita, y la Biblia escrita decía lo que Dios iba a hacer aquí en la Tierra, entonces encontramos que está la Biblia, la Palabra hecha carne, que es lo que Dios ha prometido en la Palabra escrita, y lo que Dios muestra en la primera Biblia, en el Cielo, entonces lo muestra cumplido aquí en la Tierra, y ya eso es la Palabra hecha carne, la Palabra, la Biblia, hecha carne, cumplida plenamente.

Entonces, fíjese la primer Biblia, el zodíaco, los Cielos, estaban dando testimonio de que el Mesías estaba en la Tierra, los magos salieron, se echaron unos dos años caminando, en camellos, y cuando llegaron entraron a Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el Mesías? ¿Dónde está el Rey de los judíos? porque Su estrella hemos visto, ¿Dónde está?” Debe estar en el templo pensaron ellos, porque la Escritura decía que vendrá a Su templo el Señor, el Ángel del Pacto. “¿Dónde está? ¿Está en el templo?” Seguida de seguro Caifás dijo: “No sabemos de Él, no ha venido por aquí”, y siguieron estos magos caminando por el pueblo y proclamando que el Mesías estaba sobre la Tierra porque ellos habían visto Su estrella en el Cielo, y entonces se le tiraron encima los religiosos de aquel tiempo, los líderes: “Váyanse de aquí con ese fanatismo porque nosotros no sabemos nada de eso, y si estuviera en la Tierra estuviera aquí en el templo, porque tenemos la Escritura que dice que Él vendrá a Su templo, así que lo estamos esperando aquí quietecitos en el templo”.

Entonces los magos dijeron: “Bueno, en algún sitio tiene que estar, ha nacido en algún sitio, porque también el profeta Isaías dijo que un niño habría de nacer, así que a lo mejor es que no está grande, es que ha nacido; así que ¿dónde debe nacer entonces?”. Entonces, imagínese, el rey de aquel tiempo se escandalizó muchísimo, dijo: “Hay otro rey aquí, así que… y es el rey de los judíos así que voy para el piso, mi reino va para el piso, así que vamos a averiguar bien esto y a matar a este otro rey”. Y buscó a los líderes religiosos y a los magos y los juntó y preguntó: “Bueno, ¿dónde está supuesto que nazca el Mesías conforme a las profecías, porque un niño tiene que nacer y ese niño va a ser el Mesías”.

Entonces buscaron, quizás estaría llena de polvo esa parte ahí, porque ellos a lo mejor estudiaban: “tiene que venir al templo, de aquí no nos movemos”, pero no sabían qué iba a ir al templo cuando ya estuviera grande, y cuando buscaron: “en Belén de Judea”, cuando encontraron que en Belén de Judea era el sitio donde estaba supuesto a aparecer el Mesías, entonces… no se movieron de allí, los líderes religiosos dijeron: “No, nosotros seguimos esperando aquí, no vamos para allá, eso es Belén de Judea, si estamos en Jerusalén, ¿cómo vamos a tomar para otro sitio? Estando en Jerusalén el lugar donde está el templo, si nace en otro sitio tiene que venir para acá, así que lo vamos a esperar aquí”. Debieron de haber ido cuando estaba pequeño ¿verdad? Debieron ellos haber ido donde Él y no esperar que Él viniera donde ellos, porque si ellos hubieran ido donde Él, la cosa no hubiera sido como cuando Él vino donde ellos, porque cuando Él vino donde ellos les dijo: “Generación de víboras, serpientes”.

Así que, podemos ver esas cositas, fíjese con todo y eso no se movieron, si usted no había visto gente orgullosa, pues ahí las tiene, gentes que no estaban dispuestos a descender, tenían que bajar de Jerusalén, tenían que bajar para Belén, porque Jerusalén es alto y Belén es allá abajo; ellos no querían bajar, bajar a un sitio humilde, a un sitio que fue fundado por Rahab la ramera y su esposo, su esposo me parece que era Salmón, se llamaba, y entonces encontramos que no quisieron bajar para un sitio tan bajo cuando estaban allá en Jerusalén, un sitio tan alto donde estaba el templo, y entonces pues, fíjese: ni sabiendo que el Mesías en Belén de Judea era que tenía que nacer, aun viendo que científicamente estaba probado, científicamente estaba siendo probado allí que el Mesías había nacido y estaba en algún sitio y buscaron la Escritura y la Escritura decía: “Está en Belén de Judea”.

Bueno, no fueron para allá pero los científicos, los magos, salieron para allá porque ellos salieron a buscar al Mesías, como salieron a buscar al Mesías, siguieron adelante, y cuando llegaron lo encontraron, al encontrarlo entonces le adoraron, trajeron las cosas que tenían que traer, las cuales identificaban, con esos regalos, identificaba que ellos creían que ese era el Mesías, las cosas que ellos traían daban testimonio que aquel era el Mesías.

Ahora fíjese, el lugar, el lugar donde estaba, donde nació el Mesías, no era un lugar nada bonito, cuando los pastores estaban allí… ellos fueron invitados; y recuerde que Dios invita, y Dios lleva, y Dios hace las cosas, en medio de aquellos que lo van a creer, y Dios envía Su mensaje a aquellos que lo van a creer, Dios no va a perder tiempo con gentes incrédulas que no van a creer y que lo que se va a hacer es perderse dinero, perderse tiempo y perderse todo el plan de Dios. Cuando el apóstol Pablo quiso ir a un sitio, el Ángel del Señor le apareció y le dijo: “No, no, para allá no, toma para otro lugar”, y le mostró en visión a un varón macedonio y ese varón macedonio le dijo: “Pasa acá y ayúdame”, y entonces Pablo pasó a ese lugar y no fue al otro lugar que quería ir y la causa fue que en ese lugar que Pablo quería ir no estaban las ovejas de Dios que iban a escuchar el mensaje, sino que estaban en Macedonia y allá Dios llevó a Pablo, porque allá aquellos habrían de escuchar; en el otro lugar Pablo lo que habría de hacer era perder tiempo y Dios no quiere que Sus hijos pierdan tiempo.

Ahora fíjese, en el nacimiento del Señor allá en Belén de Judea, encontramos que fueron invitados allí pastores sencillos y humildes, y los líderes religiosos de allá de Jerusalén: el sumo pontífice, Caifás y Anás y todos aquellos líderes grandes, nada supieron del nacimiento del Mesías, nada supieron, y no estaban allí donde estaba el Mesías naciendo. ¿Y por qué Dios no les hizo saber que estaba naciendo allí y se los trajo a todos ellos? Vamos a ver lo que nos dice el cuarto Elías, y vamos a ver algo muy importante que tenemos que ver en el día de hoy. Página 14 y 15, del mensaje titulado: “¿Por qué tuvieron que ser pastores?” Nos dice el cuarto Elías, déjeme leer un poquito antes.

  • “Cuando ellos encontraron al Niño, qué gozo ha de haber sido para ellos, porque el Ángel que les dio el Mensaje… lo encontraron exactamente de la manera que el Ángel dijo que sería, y en el lugar exacto en donde el Ángel dijo que estaría. ¡Qué cosa ha de haber sido para ellos! (Para aquellos pastores sencillos y humildes).*
  • En un pesebre, ¿por qué? ¿Ven qué tan cómodos estaban estos pastores en el establo? ¿Qué piensan Uds. si un teólogo hubiera estado allí? Él se hubiera puesto unas pinzas de tender ropa en su nariz, y diría: Sáquenme de este lugar. ¿Ven? Él hubiera estado tan fuera de lugar, hubiera estado en desdicha”.*

Hubiera sido algo tan humillante para un teólogo, para el sumo pontífice de aquel tiempo, para Caifás o para Anás o para cualquiera de ellos, hubiera sido humillarlos tanto meterlos a un pesebre, a un lugar donde, usted sabe, que el olor no es muy bueno, imagínese olor a pasto, olor a oveja, olor… toda clase de olores que pueda haber en un pesebre; entonces… los pastores que estaban ahí también, imagínense, pastor huele a ovejas; así que no era la clase de perfume que ellos estaban acostumbrados a usar allá en Jerusalén aquellos grandes teólogos.

Entonces si hubieran ido allí no se hubieran adaptado al sitio, hubieran encontrado por donde quiera mucha suciedad y… “todo esto está lleno de gérmenes, por donde quiera hay gérmenes aquí, lo que puedo tomar es una enfermedad de esas terribles que ni el médico chino me va a curar, así que me voy de aquí”.

Es que la gente no sabe, la gente no sabe que la vacuna mejor contra todo germen es ¿sabe cuál? Adaptarse al sitio donde tiene que estar, muchas gentes tienen los niños en tal manera que se enferman por cualquier cosa, ¿sabe por qué? Porque los tienen tan mimados y los cuidan más de lo que deben cuidarlos, entonces ¿qué les pasa? Entonces después con cualquier bacteria se enferman de tal manera que se ponen graves.

Pero cuando uno hace que los niños se adapten al ambiente que rodea a uno, pues automáticamente ellos se… no sé cómo es la palabra… se me olvidó, se inmunizan a todas esas cosas, entonces se vuelven inmunes, eso es una vacuna para ellos, ¿qué es una vacuna, cuando le ponen la vacuna de viruela a uno, qué es? Lo que le ponen es el germen de viruela, entonces eso combate cualquier germen de viruela que esté en el ambiente que quiera atacar a la persona.

Entonces, los pastores estaban ya vacunados, ellos… cualquiera de allá de Jerusalén podían decir: “Pero esto aquí huele mal, apesta, esto aquí está muy sucio, esto aquí está lleno de bacterias, ¿tú no sientes ningún olor por ahí pastor de oveja? Todo me huele bien a mí”. ¿Ve? A un pastor de ovejas usted no le puede decir que peste hay aquí en medio de las ovejas, ese es su ambiente, ya él está adaptado a ese ambiente de tal manera que a él no le molesta eso.

Ahora si le viene y le echan un poco de perfume de ese de allá de Jerusalén o de cualquier sitio puede salir estornudando, él no está adaptado a eso.

Ahora, delante de Dios, delante de Dios realmente lo que huele bien delante de Dios es lo que para muchos no huele bien; y lo que huele bien para muchos apesta delante de Dios, ¿ve? ¿No dice Él en muchas ocasiones que le apesta, que le hiede, y que todas las mesas están llenas de vómito? Así Dios ve la situación de los grandes, de los entendidos, acá en la Tierra y de las reuniones que la gente grande dice que son reuniones importantes.

Sin embrago, aquella reunión de gentes quizás sin haberse bañado bien, quizás no se hayan bañado, imagínese, en esos sitios el agua escasea bastante; y en un ambiente como ese aquello olía bien delante de Dios, era algo agradable, y habían ángeles en toda aquella área, ¿ve usted? Así que, lo que la gente llama grande Él lo llama pequeño, Dios lo llama insignificante, lo que la gente llama glorioso, Dios lo llama abominación; y lo que la gente llama algo ridículo, algo que no sirve, Dios le llama grande.

La gente siempre a las cosas que Dios hace en cada tiempo la han llamado cosa de locos, cosa que no vale la pena; pero Dios ha dicho: “Esto es la cosa grande que Yo dije que habría de hacer”. Pero cuando Dios hace Sus cosas grandes son tan simples, tan sencillas, que las gentes no le encuentran ningún sabor espiritual, no le encuentran ninguna atracción, pero para cada tiempo Dios tiene gente predestinada, ordenada, ¿para qué? Para creer, para recibir, y adaptarse al ambiente que tiene que rodear a las cosas que Dios tiene para ese tiempo.

¿No hubieran habido más gentes en el nacimiento de Jesús si Él hubiera nacido en Jerusalén, allí en medio de la alta sociedad? Seguro que sí, pero Dios hace las cosas en tal sencillez para que ninguna carne se gloríe, todo Dios lo hace tan sencillo, que nadie se puede gloriar de que esto es así o esto es así porque sucedió entre gente grande, no, las cosas grandes de Dios, Dios las hace en forma sencilla y entre gente sencilla para que nadie se gloríe.

Ahora, fíjese, cualquiera que fuera a estar en el nacimiento de Jesús se tenía que adaptar a la suciedad que había allí, pero para los pastores aquello no era suciedad, para los que estuvieron allí aquello no era suciedad, para los magos que caminaron dos años para llegar hasta Belén, ellos no se pusieron a buscar la ciudad a ver si la ciudad era limpia o sucia, ellos estaban buscando otra cosa, ellos estaban buscando al Mesías, y como ellos salieron a eso, no importaba las circunstancias que rodearan el ambiente, ellos salieron a una cosa y eso fue lo que ellos encontraron.

Bueno, siempre usted y yo tenemos que mirar y ver cuál es el motivo, qué es lo que nos motiva a nosotros a ir a algún sitio, si nuestro motivo es correcto y es bíblico, no miremos el ambiente que nos rodea para ponerle faltas, miremos lo que la Palabra de Dios ha prometido y recibamos lo que la Palabra de Dios ha prometido porque Dios lo ve todo bien. Imagínese, cuántas cosas podían suceder allá en aquel establo, desagradables quizás para la gente fina, imagínese… y si caía alguna lloviznita o algo, entonces la cosa era más fuerte, era peor.

Allí no se podía ir con el propósito de tener unos zapatos bien bonitos, bien limpiecitos, allí el que lo llevara bien limpiecitos no iba a tomar para allí; por eso Dios tenía ya a los que iba a ir para allí que tenían los zapatos, la clase de zapatos, que se metían por dondequiera y no estaban que si se me ensució el zapato por aquí con esto y con lo otro, eso es natural, que si se me rompió, eso pues busca otro cuando puedas, o se queda descalzo.

Bueno Dios obra en forma tan sencilla y de tal manera que cuando Dios cumple lo que Él ha prometido, el ambiente que rodea, el ambiente acá en lo humano, que rodea las cosas y el cumplimiento de las cosas que Dios ha prometido, el ambiente no es adaptable para persona fina y educada que quieran mantener su alta sociedad y su alta compostura, buscando a Dios, tienen que bajar y ser como todos los demás, como los pobres, como la gente sencilla, que si le pasa esto como a los demás le pasa, pues, eso no es ningún problema, a lo que venimos no es a buscar faltas, ni tampoco es a tratar de que no se nos rompan los zapatos o que no se nos ensucien los zapatos o que no nos mojemos, o que no se nos atuelle el carro.

Imagínese, en aquel tiempo no se le iba a atollar el carro, se le podía atollar un burro o un camello o un caballo atollárselo en algún sitio, pero mire, dos años viajando en camello esos científicos, esos magos, para después llegar a ese lugar, imagínese si después de haber viajado tanto ellos después dicen: “Y tanto viajar y Dios anunciar en los Cielos que nació el Mesías, y Dios anunciar todas estas cosas, y ahora donde tenemos que venir es a Belén, el sitio más malo, más bajo. Había que bajar de Jerusalén…” ellos, ellos dijeron, pensaron seguida: “Bueno, como el que nació fue el Mesías vamos para el sitio más alto, a Jerusalén, que es el sitio más alto, pero en el sitio más alto nada sabían; ni se estaba predicando que el Mesías estaba sobre la Tierra; pero en el sitio más bajo, allá en Belén, un sitio bajo, tuvieron que bajar y entonces después, entonces allá lo encontraron.

Ahora, imagínese si después de viajar tanto, “Bueno, ¿y para llegar hasta aquí fue que nosotros hemos viajado tanto, y que Dios ha anunciado en los Cielos todas estas cosas?” Y después preguntar: “Bueno, ¿y dónde fue que nació?” ¿Ah, quieren saber dónde fue que nació? Como que les vamos a dar un viaje de turista, cuando le dan un viaje de turista para ver, imagínese.

Ahora, así son todas las cosas: el que se pone a buscar comodidad, el que se pone a buscar la limpieza, que según la ciencia llama limpieza, mire lo que le estoy diciendo: según la ciencia, lo que la ciencia llama limpieza, si lo analizamos bien, mire: el hombre, el hombre tiene todas las impurezas y todas las cosas que la misma tierra, así que de tierra a tierra no nos llevamos nada. Así que, “No, que por ahí hay muchos gérmenes en la tierra, en los anaqueles, en dondequiera. Mire Job dijo que estábamos llenos de gusanos y que los gusanos que se comen el cuerpo cuando lo echan a la tumba son los gusanos del propio cuerpo nuestro, andamos con ellos encima, así que de qué tanto cuidarnos si lo tenemos en nuestra propia carne.

Miren, cuando el cuerpo, cuando una persona muere, cuando sale la vida de la persona, después de las 72 horas, después de las 72 horas… los gusanos del cuerpo están quietecitos, pero después de las 72 horas ya no hay quien los aguante.

Así que, tenemos que saber que estamos en estos cuerpos terrenales y que estos cuerpos terrenales tenemos que adaptarnos al ambiente que haya en los sitios que nosotros vayamos detrás de la Palabra.

Ahora si lo que nos mueve son otros intereses y no el cumplimiento de la Palabra de Dios, pues ya entonces vamos a ver todos los obstáculos que hay para la comodidad, para el beneficio humano, para… todas estas cosas humanas, y entonces lo que podemos decir es: “Bueno, si hubiera más comodidad, si en vez de tenernos esas sillitas así que uno se cansa un poquito nos tuvieran de esas que son bien acojinadas, si nos tuvieran, en vez de un piso de tierra así, de gramillas en donde los zapatos, bueno el que venga a estrenar zapatos para acá le va a dar una buena estrenada, todo el uso que le puede dar en un año, y lo que le puede durar en un año lo puede usar en un solo día, y después a lo mejor cuando usted los mira, puede decir: “Bueno, están tan viejos como si los hubiera usado seis meses o un año”. Bueno, se le rompen los zapatos y todas estas cosas, pero esto es lo que Dios ha provisto, Dios nos ha hecho provisión de esto y esto es lo que tenemos.

Ahora, aquí nosotros no venimos por las comodidades que tenemos, aquí venimos por la Palabra que Dios nos ha prometido para este tiempo que Él prometió que nos daría, y eso es lo que nos interesa.

Si venimos pensando en un mensaje de quince minutos, bueno, oí un mensaje de quince minutos, sí que lo puede oír, lo que pasa es que después de los quince minutos, o los quince minutos puede oírlo después en la despedida, nosotros no venimos aquí con el propósito de estar a nuestro gusto, sino estar al gusto de Dios y de que Dios nos de lo que tiene para nosotros y nosotros sabemos, reconocemos, que bastante tiempo perdimos muchos años atrás; y si perdimos bastante tiempo ahora no queremos desperdiciar el tiempo, y menos por un día en semana nada mas, un día en semana, imagínese tenemos que aprovecharlo bien.

Ahora, fíjese que en Jerusalén tenían sus dogmas, tenían esto, tenían lo otro, imagínese, cuando Jesús está con los discípulos y se sientan a la mesa, porque los invitaron en un sitio a comer, se sientan a la mesa y Sus discípulos vienen y agarraron su pedazo de pan y sus cosas por acá y a comer, y aquellos que tenían un sinnúmero de reglas, de reglas de sanidad, bueno allá: “Mira, ¿y por qué Tus discípulos no se lavan las manos antes de comer?” Es las reglas, las reglas establecidas por los ancianos, porque todas las cosas están llenas de gérmenes y todas estas cosas y esto es una regla de salud, de higiene, Tus discípulos, y ellos han aprendido contigo, porque los discípulos aprenden de su maestro, así que, ¿por qué Tú no le has enseñado eso que es una cosa tan sencilla y tan esencial? Tú sabes que todo está sucio, está lleno de gérmenes; y esas manos han estado tomando dinero por acá y han estado tomando muchísimas cosas, imagínese después de todo el día de tanto trajín, ahora tomar con las manos sucias y ponerse a comer, agarrar el pan, se van a llenar de gérmenes”, es que nos saben que el cuerpo humano se inmuniza, y entonces pues ellos tratan de ir más allá y hacerse más limpios para aparentar que son más limpios, más puros, y todo esas cosas, y Dios no mira eso.

Mire, de Juan el Bautista dice el cuarto Elías que nunca se lavó la boca, ahora ¿desearía usted que alguien le hable por la mañana acabadito de levantarse sin lavarse la boca? Verdad que no.

Así que, ¿le hubiera gustado entonces a ustedes estar cerquita de Juan o dormir en la misma habitación o en el mismo sitio donde Juan durmiera y que Juan le dijera por la mañana:

Mira fulano de tal, búscame un traguito de café por ahí.

Pero Juan ¿no te vas a lavar la boca? Lo que pasa fue que en el seminario que yo estaba no me enseñaron eso, no lo aprendí, así que como no lo aprendí y nunca me hizo falta, así que búscame un traguito de café que es lo que necesito.

Mira Juan, es hora de ir para el culto.

Pues, vámonos.

Pero Juan, ¿no te vas a bañar?

Dice el hermano Branham que se bañaba una vez cada uno o tres meses, y eso que estaba metido en el agua bautizando algunas veces, y no aprovechaba; así que imagínese todas las reglas de salud y de higiene científicas encontramos que ni Juan ni Jesús las guardaban. Tomó en una ocasión Jesús, escupió la tierra y con eso hizo fango, lodo, y se lo pasó en los ojos a un ciego, ¿ve que no es el guardar ciertas reglas acá humanas, sino que es el guardar la Palabra lo que tiene importancia?

Ahora, usted puede ver que no es la parte acá higiénica la importante. Mire, guardando todas las reglas de higiene que puedan haber en el mundo, con todo y eso la persona se muere, guardando todas las cosas que pueda guardar, con todo y eso los gusanos que están en el cuerpo se comen a la gente. Guardando toda las cosas, usted me dirá: “¿Y las momias, están muertas o están vivas?” ¿Y de qué sirve? Entonces usted puede hace todo lo que humanamente se pueda hacer, pero eso de nada le sirve delante de Dios para agradar a Dios, lo único que le sirve para agradar a Dios es guardar Su Palabra, eso es lo único que le sirve al ser humano.

Le decían al Señor: “Pero, mira Tú no guardas estas reglas de…” el Señor les dice: “Miren, lo importante no es lo que la gente se comen por la boca, sino que lo importante es lo que sale del corazón, eso es lo que hace daño, no lo que entra por la boca”. Él les dijo: “Lo que entra por la boca después el resto se elimina, pero lo que sale del corazón, de ahí sale lo bueno y lo malo, de ahí… eso es lo que hay que guardar”. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; por eso entonces lo importante es eso.

Sí podemos mantener cierto grado de higiene, de limpieza, al alcance de nuestra parte económica y del tiempo que tengamos lo hacemos, pero no vamos a poner todo nuestro corazón en eso cuando eso no es lo más importante, no vamos a gastar todo el dinero en eso cuando eso no es lo más importante.

Entonces, encontramos que tenemos que ver las cosas de la manera correcta y adaptarnos a los sitios, adaptarnos a los ambientes, de acuerdo al sitio en que estemos y saber que si estamos en algún sitio, no estamos detrás del ambiente material, ni del ambiente económico, ni del ambiente social, ni del ambiente de salud, de salubridad, o lo que sea, sino que detrás de lo que estamos es detrás de la Palabra, cuando vemos eso, entonces todas las demás cosas no tienen importancia para nosotros para hacernos apartar del blanco que tenemos, en donde tenemos nuestros ojos puestos que es en la Palabra de Dios.

Cuando estamos con mucho resabio, ustedes saben, entienden esa palabra, ¿verdad? Muchos resabios, perdemos las grandes bendiciones de Dios, siempre las perdemos cuando estamos con mucho resabio.

Vea usted, déjeme seguir leyendo aquí.

  • “En un pesebre, ¿por qué? ¿Ven qué tan cómodos estaban estos pastores en el establo? ¿Qué piensan Uds. si un teólogo hubiera estado allí? El se hubiera puesto unas pinzas de tender ropa en su nariz y diría: Sáquenme de este lugar. ¿Ven? El hubiera estado tan fuera de lugar, hubiera estado en desdicha.*
  • Pero, ¿ven ustedes? (O sea, para los pastores). Pero, ¿ven ustedes? para el pastor era como estar en su casa. Dios sabe a dónde enviar Su Mensaje. ¿Ven? Exactamente correcto”.*

Dios sabe dónde mandar Su mensaje.

Ahora, imagínese en los tiempos allá ¿cuántos teólogos o líderes de aquel tiempo hubieran deseado entrar a la casa de un pastor, un pastor de ovejas? Si las ovejas tienen el olor que tienen, y los pastores tienen el olor que tienen, ¿cómo será la casa? Cuánta ropa se quita, esa está llena de ese olor; así que si abre la percha, no vamos a decir clóset, una percha a eso es que huele: al olor de las ovejas.

Bueno, y sin embargo a esos que no tenían el grado de… acá humano de inteligencia, de teología, y de cuidado acá en lo humano, sin embargo a esos fue que les vino un ángel o un ejército de ángeles anunciándoles y cantándoles sobre la Venida del Señor.

Así que, como decimos nosotros es mejor oler a oveja y que Dios esté con uno y no oler a los perfumes más fragantes de esta Tierra y que Dios no esté con uno. Es mejor estar en cualquier lugar corriente y común, aunque estén lleno de gérmenes, y no estar en un lugar que no haya gérmenes pero que no esté Dios.

Bueno, en Jerusalén allá tenían mucho orgullo, pero Dios les pasó por encima a todo eso y siguió hacia Belén.

Sigue diciendo:

  • “Exactamente correcto. En esta condición estaban los pastores allí adentro, en el establo de ellos con su Cordero* (el que había nacido, de todos los corderos que habían nacido por allí en aquel establo, uno era el Cordero de Dios): un Mensaje vindicado que ellos habían oído. ¡Cuán hermoso, en la Presencia del Mesías, la Palabra vindicada del Mensaje de ellos! Cuando los pastores oyeron que el Mesías estaba en la tierra, y entraron en Su Presencia, en Su propio ambiente…”

Oye, si hubiera venido en el ambiente allá de Jerusalén, pobres pastores; que este Ángel del Señor con esta legión de ángeles les hubiera anunciado: “Ha nacido el Mesías, el Rey de Israel ha nacido, y está allá en Jerusalén, vayan allá para adorarle, prepárense”. Qué problema hubiera sido para estos pastores, “¿dónde voy a conseguir una ropa de acuerdo a la que se usa allá, y perfume, y este olor a oveja no me lo quita ni un litro de perfume del más caro”, qué problema hubieran tenido estos pastores. Pero fíjese, fue en el ambiente de ellos, así que ellos ni tuvieron que irse a bañar, ni tuvieron que irse a perfumar. Así como estaban salieron corriendo hasta llegar al sitio y encontraron todito.

  • “… y encontraron que el Mensaje era verdad, que estaba vindicado allí, ¡cómo debió eso haber hecho a esos hombres sentirse al darse cuenta que Dios había hecho esta gran cosa para ellos!*
  • ¡Qué barbaridad!, los eruditos hubieran estado tan fuera de lugar allí, bajo tales circunstancias, y ellos se hubieran ido rápidamente. ¿Por qué? Los Mensajeros vinieron a pastores comunes. Quizás ellos no podían ni siquiera… estos… algunos de estos pastores ni siquiera hubieran podido firmar sus propios nombres; lo dudo mucho* (o sea, era muy dudoso que supieran firmar su nombre). Uds. saben de los pastores que Jesús escogió cuando Él estaba aquí en la tierra para pastorear Sus ovejas: ¿Me amas, Pedro, más que éstos?
  • Sí, Señor; Tú sabes que te amo.*
  • Apacienta Mis ovejas. Y la Biblia dice que Pedro era un hombre del vulgo y sin letras. Todavía escogiendo pastores.*
  • Los miembros de iglesia de esos días pasados, y sacerdotes, y la sociedad bien instruida de ese día, hubieran estado tan fuera de lugar en un establo. Ahora, yo no estoy muy seguro si muchos de Uds. pudieran entender (quizás, Uds. gente de la ciudad) a qué olía un establo de Judea, cómo se veía, con los animales en ese establo, y cómo hubiera sido. Bueno, algunos de éstos, de categoría, hoy estarían tan fuera de lugar allí, ellos ni siquiera hubieran entrado a la puerta, pero le agradó a Dios, por Su sabiduría infinita, revelarlo a aquellos que lo recibirían. Los eruditos y sabios de ese día, seguramente no lo recibirían. Hubieran sido tan humillados de ser sorprendidos en un lugar como ése”.*

Para la gente grande y sabia eso hubiera sido una humillación meterse en un establo así.

Bueno, ¿qué de nuestro Día? Nuestro Día es un Día muy grande, muy glorioso, pero Dios envía Su mensaje a aquellos que lo van a recibir, Dios no pierde tiempo ni quiere tampoco que Sus hijos pierdan tiempo, sino que Dios hace las cosas de la manera que Él ve que deben ser hechas, y ya Dios lo vio desde antes de la fundación del mundo, así que, Él no pierde tiempo.

Sigue diciendo en la página 23 del mensaje “¿Por qué tuvieron que ser pastores?”

  • “Recuerden, siempre hay cánticos en el nacimiento de un rey…”* [Corte de audio]

… vemos allí que ángeles cantaban, no había gente para cantar, ángeles cantaron allí. Allá también en la creación ángeles cantaron allá; y ahora en este tiempo hay hombres de Dios y mujeres de Dios que cantamos al Rey de reyes, porque siempre que nace un rey hay cánticos al rey.

Así que, nosotros en esta hora hemos tenido una grande bendición, hemos tenido un nuevo cántico, hemos visto las cosas que hemos visto, y todo ha sido tan sencillo y el orden de Dios ha sido tan simple que realmente nosotros tenemos que darle gracias a Dios porque todas las cosas que Dios ha hecho en esta hora, las ha hecho en el ambiente nuestro, y el ambiente que nos rodea es el ambiente común y corriente nuestro, y Dios ha estado moviéndose de esa manera.

Imagínese que hubiéramos tenido que en esta hora estar todos trajeaditos, de etiqueta, para poder venir a un culto, y tener que cada vez estar comprando un par de zapatos nuevos y un traje nuevo para venir a los cultos.

Así que, damos gracias a Dios por esto, sabemos que el ambiente que nos rodea a nosotros aquí en Puerto Rico, un ambiente común y corriente para nosotros, quizás para muchas personas de diferentes países este no sea un ambiente apto, porque es un ambiente demasiado sencillo, un ambiente de campo, es un ambiente en que hay que bajar el que esté alto tiene que bajar, tiene que bajar y adaptarse en limitarse para que no le haga daño sino tiene que salir corriendo. Así ha sido siempre y Dios no cambia Su patrón, así que Dios siempre actúa de la misma manera.

Jerusalén allá creía que como ellos estaban bien altos, bueno todas las cosas tendrán que ser a la altura, a la altura de Jerusalén, a la altura teológica, a la altura educacional, a la altura económica, a la altura social, a la altura… ¿cómo podríamos decir?: de las reglas de salud, y a toda esa altura. Y se quedaron tan altos que Dios les pasó por debajo, ¿ve usted? Así que no tenían buena… no tenían una buena opinión de Jesús; en todos los aspectos de la vida la opinión que tenían de Jesús era una opinión mala: como ministro tenían una opinión malísima de Él, como profeta una opinión malísima de Él, como Maestro una opinión malísima de Él, aunque no podían hacerle frente pero tenían una mala opinión que hablaban mal de Él, en lo económico tenían una mala opinión de Él. Imagínese, cuando necesitó dinero tuvo que decir; “Vete y tira el anzuelo para que consigas algo allá, está en la boca de un pez.

En lo social no tenían muy buena opinión de Él, imagínese, en lo social qué buena opinión podían tener de Él y como ministro qué buena opinión podían tener de Él cuando Él les dice en la cara a los líderes de aquel tiempo: “Generación de víboras, serpientes”.

La opinión de toda persona culta es que un ministro que quiera enseñar y traer la verdad, un mensaje de parte de Dios, pues debe de ganarse a la gente con cariño y hablarle bonito y pasarle la mano para ganarse a la gente, y no ofenderlos, porque si los ofende entonces no lo van a escuchar. Así que, cualquier persona que le aplicara eso a Jesús, tenía que decir que no tenía respeto, que era un indisciplinado, que era un irrespetuoso, que era un malcriado, que era un rebelde; así que mire todas las cosas malas que podían hablar de Él.

Ahora de Caifás, y Anás, el sumo pontífice, ah, de él sí podían hablar bien.

Pero Dios es el que habla de nosotros y lo que Dios dice de usted y de mí es lo que vale, no lo que fulano o zutano diga de usted, es lo que Dios dice de nosotros, eso es lo que tiene valor; y si Dios dijo de Caifás: “pared blanqueada”, eso fue lo que dijo Jesús ¿verdad? Entonces le dieron una galleta a Jesús, una bofetada, por decir eso… me parece que fue allí cuando estaba en el juicio.

Entonces encontramos… y a Pablo me parece que también le pasó lo mismo, encontramos que estas cosas no es lo que el hombre diga de uno, sino lo que Dios diga de nosotros, eso es lo que tiene valor. Dios de Caifás y de Anás dijo que eran paredes blanqueadas, que eran hijos de la serpiente, que eran todas esas cosas, y eso era lo correcto delante de Dios, lo que la gente y las religiones y los políticos dijeran de Caifás y de Anás, todo lo bueno que dijeran, eso no tenía ningún valor.

Así que, lo importante es lo que Dios dice, y recuerde que todas las cosas de Dios son simples, y el Rapto tiene un orden y hemos estado observando el orden del Rapto, hemos estado observando todas estas cosas, hemos estado observando cómo estas cosas han estado cumpliéndose en lo espiritual y cómo estas cosas han estado en forma tan simple y tan sencilla, que si cualquier persona viene con su grandeza que ha adquirido en alguna universidad o en algún colegio, en algún centro teológico, en algún seminario, o en algún instituto o donde sea, si viene con esas cosas grandes para tratar de actuar como una persona grande, se va a ver muy mal, se va a sentir muy mal y no va a aguantar mucho, tiene que bajar de Jerusalén y de todas las cosas de Jerusalén y de toda la grandeza de Jerusalén, tiene que bajar para ver las cosas sencillas que Dios ha estado haciendo, que son las cosas grandes de Dios, pero que son hechas en forma sencilla, de otra manera no podrá aguantar nadie el ambiente que rodeará el cumplimiento de las cosas de Dios, el ambiente sencillo, el ambiente simple, el ambiente ordinario, el ambiente de campo, no podrá ser aguantado por gentes de la ciudad, como dice el hermano Branham, dice: “La gente de…” él les dice: “Yo creo que ustedes no están entendiendo, ustedes gentes de la ciudad no saben a que puedo ver un pesebre allá en Judea”.

Así que, encontramos que ese ambiente es un ambiente muy común y corriente en el cumplimiento de las cosas grandes de Dios, porque Dios no quiere que Su pueblo se engrandezca sino que Dios quiere que Su pueblo sea humilde y sencillo y Dios nos baja a un nivel en donde vemos que somos nada, en donde vemos que tampoco podemos hacer grandes las cosas de Dios en cuanto al ambiente y en cuanto a las cosas visibles, sino que tenemos que aceptarlo y recibirlo, y adaptarlo al ambiente sencillo y simple que Dios provee para que rodee el cumplimiento de Su Palabra, el cumplimiento de que Él prometió.

¿Qué cree usted que será el ambiente que rodeará la Segunda Venida del Señor? ¿Un ambiente de grandeza humana? ¿Un ambiente de riqueza humana, un ambiente de intelectualidad humana y de sabiduría humana y de cosas humanas acá grandes? Nunca ha sido así ni lo podrá ser de esa manera, será un ambiente tan simple y tan sencillo, un ambiente de campo, que hay que bajar para saber entonces, entender y participar de todas esas cosas que Dios tiene para nosotros en este tiempo final.

Bueno, es que Dios se hace como nosotros: simple y sencillo, y los hijos de Dios siempre han sido simples y sencillos. La línea de los grandes y de los científicos ya usted sabe que es la línea de Caín. La línea de los hijos de Dios es la línea simple y sencilla, gente de campo, gente humilde.

Por lo tanto, a ese ambiente y a esa línea es que tenemos que bajar aunque hayamos estudiado algo, aunque hayamos ido a la escuela o a la universidad o hayamos recibido algún título acá humano, nosotros como hijos de Dios en nuestro interior y en la forma de expresarnos, para tener relación con las cosas de Dios tenemos que descender a ese nivel simple y sencillo; y aunque usted en lo humano acá sea grande, si ha recibido algo recuerde que delante de Dios no es grande nadie.

Por lo tanto, usted y yo tenemos que reconocer que somos nada delante de Dios, y que estamos en cuerpos que van a ser cambiados porque estos cuerpos no sirven para seguir adelante en la eternidad; así que somos nada, somos nadie y así tenemos que venir delante de Dios, no creyendo que somos algo; y aquí todos somos iguales, todos somos iguales, somos hijos de Dios todos, y aquí no venimos para ostentar ni el título ni la posición que tengamos allá afuera con el mundo, esa la tenemos allá con el mundo para trabajar en esta Tierra porque tenemos que hacer algo, tenemos que trabajar; pero acá entre nosotros no tratamos de ser grandes, sino que si en algo, si para algo puede servir lo que hemos obtenido en este mundo, ya sea profesión, ya sea trabajo, ya sea una cosa o la otra, si Dios desea usarla en alguna forma, la ponemos en la mano de Dios para que Dios la use; pero no para tratar de nosotros ser grandes sino para servirle a Dios en eso también, si Él desea, si Él desea usarla, sino pues mire…

Así que, pero si usted la rinde a Él y Él desea usarla, pues va a haber alguna oportunidad para que usted entonces sirva a Dios y lo ponga al servicio de Dios lo que Él le haya permitido obtener allá. Pero recuerde que no por lo que usted haya adquirido en esta Tierra es que usted ha sido escogido, usted fue escogido antes de la fundación del mundo sin todavía usted ser ni un estudiante de primer grado, sin todavía usted haber nacido.

Bueno, tenemos que ver el plan de Dios, tenemos que saber que somos hijos de Dios, eso sí tenemos que saberlo y que por esa causa es que hemos sido llamados, invitados, y estamos participando de estas bendiciones de Dios, pero no por lo que somos en lo material aquí, y siempre tenemos que tener en cuenta de que como Dios se hace simple y cumple Sus promesas, Su Palabra, en simplicidad, nosotros seamos simples y vivamos en simplicidad, actuemos en simplicidad en nuestras vidas en todas las cosas y démosle gracias a Dios por la simplicidad de Dios.

Tenemos que realmente darle gracias a Dios, imagínese si no hubiera Dios obrado en forma tan simple, si todas las promesas que Él ha dado y ha cumplido, hubiera sido allá entre reyes, entre líderes políticos, nos hubiéramos quedado nosotros fuera. Si hubiera sido entre gente grande que tuvieran que tener universidad, pobres de todos nosotros, que la mayoría ni el cuarto año ha terminado, pero sin embargo Dios se agradó de esa clase de gente, y así hasta ahí usted llegó, pues dele gracias a Dios por todo, porque lo más importante no es el logro, el logro en lo material, el logro material que usted haya obtenido aquí en la Tierra, sino más bien lo importante en nuestras vidas es el logro espiritual que Dios nos ha concedido, que Dios nos ha dado, eso es mas grande que todo lo que usted pueda obtener aquí en la Tierra, es tan grande que usted no puede compararlo con las cosas más grandes que puedan haber aquí en la Tierra.

Él dejó todo por nosotros y ahora vemos que nosotros algún día vamos a dejar todo aquí en la Tierra y vamos a partir de aquí, nuestro tesoro está en los Cielos.

Vemos en esta hora cosas maravillosas que Dios ha hecho, cosas grandes, y habernos tocado a nosotros, cuando digo a nosotros me refiero a los escogidos de este siglo XX que han visto el Plan de Dios para la hora en que estamos viviendo, hago esta aclaración para que no se vaya a poner alguien celoso que vaya a escuchar esta grabación y vaya a decir pues está hablando del grupito que está allí en Cayey y se están haciendo los únicos, no, estoy hablando de los hijos de Dios predestinados para esta hora para ver el Plan de Dios para esta hora, para ver el misterio del Séptimo Sello, ver el misterio de la Segunda Venida del Señor, ver el Plan de Dios, ver la Segunda Venida del Señor como Él lo anunció a Sus siervos los profetas que cumpliría en este tiempo final que sería la única esperanza y la única promesa para los hijos de Dios.

Por lo tanto, si esa es la única esperanza, pues realmente es un privilegio para todos aquellos que han de ver la Segunda Venida del Señor, y es la única esperanza, no hay otra esperanza, la esperanza y nuestra fe está puesta para ser transformados y ser trasladados a otra dimensión. Nuestra fe y nuestra esperanza no está puesta en el teólogo fulano de tal o fulano de tal, ni tampoco está puesta en el gobierno del presidente de tal o cual país, ni está puesta en el concilio tal o en el concilio tal, nuestra esperanza y nuestra fe está puesta en las promesas del Señor que Él cumplirá en Su Segunda Venida.

Por lo tanto, en Su Segunda Venida está depositada toda nuestra fe y toda nuestra esperanza, todo lo que esperamos y todo lo que creemos está depositado y está puesto en la Segunda Venida del Señor, sin el cumplimiento de la Segunda Venida del Señor entonces dice el hermano Branham seremos hallados testigos falsos, pero somos hallados testigos verdaderos en esta hora en que estamos viviendo.

Estamos realmente en una hora muy importante en la cual Dios ha cumplido todas estas promesas y que a través de los mensajes predicados desde aquí, a través de las grabaciones que salen hacia otros países, a través de los mensajes escritos en panfletos, a través de los mensajes que salen a través del periódico y mensajes que salen a través de cintas preparadas para televisión, que hay dos o más bien tres o cuatro ya preparadas, a través de todas esas formas en que puede proclamarse y puede anunciarse el mensaje, puede anunciarse el mensaje del Séptimo Sello, puede anunciarse el mensaje de las Trompetas, a través de todas esas formas podemos anunciar, proclamar, y mostrar, el cumplimiento de las promesas de Dios, ¿que si muchos no lo creerán? Bueno, actualmente aquí hay más que están creyendo en la Segunda Venida del Señor que los que habían en el tiempo de la Primera Venida del Señor, creyendo la Primera Venida del Señor; y eso si no es una victoria, si no es un éxito, yo no sé qué es un éxito entonces.

Ahora, nosotros hoy estamos viendo todas estas cosas conforme a la Palabra, también sabemos hacer la diferencia que había que hacerse allá en la Primera Venida del Señor en lo que era la parte humana y lo que era la parte divina y esas cosas sí nosotros sabemos diferenciarlas y por eso damos la gloria a Dios, no damos la gloria a ningún hombre, sino que damos la gloria a Dios.

Entonces conociendo esas cosas, sabiendo hacer esas diferencias, que son las diferencias que tenemos que saber hacer para no confundirnos y para no hacer cosas incorrectas, entonces estamos realmente regocijados, hemos estado disfrutando espiritualmente de una gran Cena, una gran Cena la cual es la gran Cena del Cordero, hemos estado disfrutando de esa gran Cena, la cual ha sido no abajo sino arriba, esa gran Cena del Cordero ha sido arriba, en la Edad de la Piedra Angular, en donde Él nos ha estado dando lo que Él dijo que nos daría, nos estaría dando ¿qué? La Santa Cena, ¿y qué es Santa Cena? Porque Él dijo: “No comeré ni beberé más del fruto de la vid hasta que lo coma y lo beba nuevo en el Reino de Dios, en el Reino de mi Padre”.

Ahora, está prometido que el Reino de Dios vendría, y el Reino de Dios vendría de acuerdo a como fue visto en el Monte de la Transfiguración, aquella fue la Venida del Reino conforme al orden de la Venida del Reino; y en el Reino entonces Él comería y bebería de nuevo ¿qué? Del fruto de la vid.

Ahora, eso sería nuevo, no sería viejo, no de la manera vieja, no de la manera antigua, de tomar un pedacito de pan y un poquito de vino, mas bien sería de la manera nueva, comiendo Su carne y bebiendo Su Sangre, comiendo Su Carne y bebiendo Su Sangre, la carne y la Sangre del Hijo del Hombre en el Reino, en el Reino de Dios; y eso acontecería como aconteció allá en el tiempo de Abraham cuando Melquisedec apareció, Melquisedec, él mismo le dio pan y vino, le sirvió la Santa Cena; pero está prometido acá en el tiempo final para los Hijos de Abraham que ellos tendrán una Santa Cena, la Cena del Cordero, donde nos será servido ¿qué? El verdadero pan y el verdadero vino.

Ahora, fíjese que ellos allá practicaban, en la Ley practicaban de comer el pan y beber el vino pero Jesús les dijo: “Yo soy el verdadero pan”.

Ahora, vean ustedes, en la segunda Dispensación comen el pan y beben el vino en la Santa Cena, pero cuando Él venga en Su Venida Él dirá que Él es el verdadero pan y Él es el verdadero vino, la verdadera bebida. Por lo tanto entonces, dice página 24 del mensaje titulado: “¿Quién es este Melquisedec?” dice:

  • “Fíjense después de que la batalla terminó, Melquisedec le sirvió la comunión a Su hijo victorioso; piensen en eso, ¡parte de Sí mismo!”*

¿Qué fue lo que le dio? Parte de Sí mismo, lo que la comunión, la Santa Cena, representa ¿es qué? El Cuerpo y la Sangre del Señor. Entonces, al terminar las Edades en el tiempo final, al final del camino, entonces el Hijo del Hombre le dará de Sí mismo a toda la simiente de Abraham, le dará de Sí mismo, Él es la Palabra, entonces Él les dará de Sí mismo, entonces al tomar de Sí mismo, entonces ellos se convertirán en la Palabra hecha carne; y entonces, en palabras más claras: cada uno vendrá a ser ¿qué? Carne de Su carne, Sangre de Su Sangre, ¿por qué? Porque Él nos dará de Sí mismo.

  • “Ahora queremos ver aquí. Aquí está en tipo, a la vista, la comunión. Después de la batalla, Él dio de Sí mismo, porque la comunión es parte de Cristo. Y después de que la lucha termina, después de que Uds. mismos se han cansado* (ya ha terminado todo), entonces es cuando participan de Cristo, llegan a ser parte de este Ser”.

¿Se hacen parte de quién? De ese Ser, de Melquisedec. Y recuerden que Melquisedec ¿es qué? Es un hombre de la sexta dimensión, Melquisedec, ese cuerpo en que le apareció a Abraham era en un cuerpo de la sexta dimensión, era el cuerpo teofánico del Señor.

Y ahora, aquí nos dice que después que todo ha terminado.

  • “…entonces es cuando participan de Cristo, llegan a ser parte de este Ser”.*

Se hacen parte ¿de qué? De la teofanía, del cuerpo teofánico, se hacen ¿qué? Se hacen la Palabra hecha carne.

  • “… ¿Lo captan?*
  • Jacob luchó toda la noche, y no lo soltó hasta que Él lo bendijo. Eso es correcto”.*

Ahora, vean ustedes lo de Jacob, se cumplirá también con Jacob allá, pero se cumple acá también con los escogidos, lo que Jacob va a hacer allá es lo mismo que los escogidos hacen primero.

  • “Eso es correcto.*
  • ¡Luchó ahí la Vida! Y después de que la batalla ha terminado, entonces Dios les da de Sí mismo. Esa es Su verdadera comunión”.*

¿Ve usted que no se trata de la comunión, de la Santa Cena literal, la cual es tomar un pedacito de pan y un poquito de vino para tomarlo? Sino que se trata de la verdadera Comunión, que es ¿cuál? Es la Comunión en donde Dios le da a cada uno, Melquisedec le da a cada uno, de Sí mismo, Él es la Palabra y les da la Palabra y la Palabra se hace carne en nosotros, y entonces venimos a ser la Palabra hecha carne en este tiempo.

Ahora, vean ustedes que todo esto tiene que ver con el cuerpo teofánico, vean ustedes que tiene que ver con el cuerpo teofánico, y eso es lo que está prometido para este tiempo, dice:

  • “Pero Melquisedec, después de que Su hijo Abraham había ganado la victoria, Melquisedec se encontró con él y le dio vino y pan; mostrando que después de que esta batalla terrenal termine, nos encontraremos con Él en los cielos y tomaremos la comunión otra vez. Será la Cena de la Boda. “No beberé más de la vid, o comeré del fruto, hasta que lo coma y lo beba con vosotros, de nuevo, en el Reino de Mi Padre”.*

Ahora, ustedes pueden ver entonces que todo esto es lo que ha estado sucediendo en este tiempo en que estamos viviendo. La batalla terrenal de las Edades ha terminado, estamos arriba en la Edad de la Piedra Angular, estamos arriba en el Reino; y estamos comiendo ahí y bebiendo de esa gran Cena y disfrutando de todas esas bendiciones.

Hay algunas cositas aquí, hay algunas cositas aquí muy importantes que Dios dice, aquí nos es mostrado que todos los hijos de Abraham, todos los hijos de Abraham llegarán a lo mismo que Abraham llegó, o sea, que llegarán a esa etapa y a ese tiempo en el tiempo final. Mírelo aquí, página 15, dice de este mismo mensaje: “¿Quién es este Melquisedec?” dice:

  • “Cuando Abraham se encontró con Él, Él era Melquisedec. Él despliega aquí lo que todos los atributos* (¿somos un atributo de Dios?) harán en el fin final, todo hijo de Abraham. Todo hijo de la Fe hará sin lugar a dudas lo mismo. Pero yo quiero observar cómo tenemos que venir nosotros”.

Cómo tenemos que venir a eso.

Así que, “EL ORDEN DEL RAPTO”.

Hemos estado… mas bien hemos estado repasando todo lo que en estos años atrás Dios nos ha venido dando, y en este repaso hemos estado viendo todas estas cosas que Dios ha venido haciendo en todos estos tiempos pasados, y hemos estado viendo algo muy importante en esta hora, y por esa causa es que el mensaje de Dios ha estado llamando a todo el pueblo de Dios a salir de la Edad séptima, de la Edad de Laodicea, salir de ahí y subir arriba para encontrarse con Jesús en Su Segunda Venida; porque allá arriba es que se puede ver, no abajo, sino arriba, no en las Edades terrenales sino arriba en esa Edad celestial.

Ahora, toda persona que no esté arriba pues está abajo, y toda persona que no esté arriba está fuera de paso, está caminando en una Edad que ya pasó, y esto lo vio, el cuarto Elías lo vio por anticipado, Dios se lo mostró, y cuando él vio esas personas fuera de paso, parte de la Novia fuera de paso, le fue mostrado de la siguiente manera, dice página 49 del mensaje: “Obra Maestra”, y él dijo que eso sería después que él se fuera, un grupo, una parte de la Novia, estaría fuera de paso, estaría fuera de paso después que él se fuera.

Bueno, ¿qué significa todo eso? Después que él se fuera había que dar un paso hacia adelante, a la parte que correspondía para este tiempo; y ahora fíjese, dice, vamos a leer un poquito aquí:

  • “¿Ven? ¿Notaron Uds. que la Novia apareció dos veces? La primera Semilla y la segunda Semilla, ambas exactamente la misma. Y la razón por la cual ellas estaban vestidas de diferentes formas, es porque ella vendrá de todas las naciones, así será formada la Novia. Cada una tenía el cabello largo y nada de maquillaje y eran jóvenes realmente bonitas. Y ellas me estaban observando. Eso representa a la Novia saliendo de todas las naciones. ¿Ven? Ella… Cada una representaba a una nación, mientras marchaban perfectamente en línea con la Palabra. ¿Ven?*
  • Y entonces, yo tengo que vigilarla a Ella. Ella podría salirse del paso de la Palabra si yo no vigilo, cuando Ella está pasando, si es que pasa. Quizás sea mi tiempo cuando llegue a mi fin ¿ven? Cuando yo haya terminado, o lo que sea”.*

Él piensa y cree que la Novia fuera de paso, la Novia estando fuera de paso será cuando él haya partido, cuando él haya terminado su trabajo, cuando él esté en la sexta dimensión, cundo él haya muerto o dormido porque los santos no mueren. Sigue diciendo:

  • “¡Vigilen! Ellas estaban regresando, haciendo todo lo posible (estaban regresando), para alinearse, porque habían estado mirando hacia afuera hacia algún otro lugar, observando a aquella iglesia que acababa de caer en un caos”.*

¿A qué Iglesia? ¿Cuál fue la última Edad? La Edad de Laodicea, y la Edad de Laodicea fue al caos; por eso cuando Dios se la mostró, la mostró en los Cielos, la mostró en el eclipse en oscuridad completa. ¿Y esas que se salieron de paso hacia dónde estaban mirando? Hacia atrás, hacia la Edad de Laodicea, tratando de vivir en el mensaje de la Edad de Laodicea cuando no es tiempo para estar en la Edad de Laodicea sino es tiempo de estar en la Edad de la Piedra Angular; y lo que identifica a una persona como que está en una Edad, ¿sabe cuál es la identificación de la Edad en que está una persona? El mensaje que cree, vive y proclama.

Cualquier persona que proclama el mensaje de la Edad de Lutero está metido en la Edad de Lutero y esa Edad terminó hace tiempo, pero está metido en esa Edad aunque no es tiempo para esa Edad. Cualquier persona que cree, practica y proclama el mensaje de la Edad wesleyana, pues está metido en la Edad wesleyana, cuando la Edad wesleyana terminó, está fuera de paso. Y cualquier persona que cree y practica el mensaje de la Edad de Laodicea, ¿ve? Y usted sabe todo lo que corresponde a la Edad de Laodicea, pues está metido en la Edad de Laodicea, y la Edad de Laodicea terminó ya; y entonces esa persona se encuentra fuera de paso; y si es una congregación completa, esa congregación completa está fuera de paso, aunque sea de la Novia, está fuera de paso, como lo vio el hermano Branham, y él dijo: “Esto será después que yo ya haya partido. Mire:

  • “Pero dos…Con las del frente no fue así. Las de atrás, sólo dos o tres de ellas, como que se salieron un poco hacia el lado derecho y parecía que estaban tratando de regresar a la línea mientras pasaban. Mientras pasaban delante de mí, oh, tan cerca como de aquí a la pared, pasándome. Y yo estaba parado allí.*
  • Y luego sólo las vi que se movieron todas y salir”.*

La Iglesia, cada nación. La Iglesia solamente apareció una vez, o sea, cada Edad de la Iglesia apareció una sola vez, pero la Novia viene dos veces.

Así que, usted puede ver, la Novia aparece dos veces, apareció allá el Día de Pentecostés y luego aparece acá nuevamente, casi no puedo aguantar leerles, leer una cosa que está aquí, se las voy a tener que leer porque dice que aparece dos veces, y eso es algo muy importante, la que apareció allá la primera vez fue la Novia, apareció la primera vez y era la Novia, era la Novia ¿qué? Hebrea, escuchen bien eso: fue la Novia hebrea, y esas fueron las raíces de la Iglesia. La Novia en hebrea fue la que tuvo el avivamiento, la Novia hebrea fue la que tuvo la Venida del Señor, la Novia hebrea fue la que entró al Día de Pentecostés.

Y ahora quiero leer, porque recuerde que el hermano Branham dice que las ramas son cortadas, pero de las raíces surge un retoño y ese retoño es el que llevará fruto, de las raíces. Y recuerden que las raíces eran hebreas, y recuerden que el Señor, cuando aparece en Su Segunda Venida, Él aparece ¿cómo? La raíz y linaje de David.

Ahora, vamos solo a observar cuando esta…

  • “… la Iglesia gentil ha tenido uno de los más grandes avivamiento que haya tenido desde los días de los apóstoles. Y la Iglesia gentil no tuvo el avivamiento entonces…”*

Allá en el Día de los apóstoles la Iglesia gentil no tuvo ningún avivamiento.

**"EL ORDEN DEL RAPTO".**