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l juicio del Sexto Sello 1977-04-03 1 Cayey PR 00:00:00 false

Muy buenos días, amados hermanos, el Señor nos continúe bendiciendo a todos en esta hermosa mañana en que podemos congregarnos, para adorar a nuestro Dios y oír Su gloriosa Palabra.

En esta mañana, pues como hemos visto, tenemos a nuestros amados hermanos de Venezuela, de Bolivia. ¿Y de qué otro lugar más? Hay otros lugares más, parece o están por llegar, de Colombia también… México, no sé cuándo llegue alguno.

Bueno, tenemos estos países aquí representados, y esperamos que cada uno de los que se encuentra aquí de otros países, reciba grandes bendiciones como también nosotros esperamos recibirlas en estos días; y siendo unos días tan importantes como estos de Semana Santa, y siendo un tiempo en que hemos visto a través de muchos años, que para el mes de marzo y el mes de abril siempre en el Plan de Dios algo importante se mueve; así ha sido así a través de todos los tiempos.

En el mes de marzo fue que los Sellos fueron abiertos allá en Indiana, y luego de eso encontramos que luego el Nombre nuevo fue conocido por ahí por este mismo ciclo de marzo (de febrero a marzo, me parece que fue en marzo), y luego el Nombre nuevo comenzó a usarse un poquito más adelante.

Y luego el año pasado vimos aquellos cultos de Semana Santa cómo Dios se movió, y luego seguidamente entramos a una etapa en la cual, nos hemos estado gozando muchísimo viendo, viendo ese tema “La Venida del Reino”, y lo que conlleva la Venida del reino; y yo creo que en estos días algo de parte del Señor puede acontecer, y espero que el Señor, nos ayude si Él tiene algo para hacer, espero que Él nos ayude a estar preparados para que así Él pueda hacer lo que Él tenga que hacer.

Yo mismo no sé ni cómo comenzar en esta mañana, pero vamos a comenzar en algún lugar; quizás a medida que vayamos entrando en el mensaje el Señor nos vaya ayudando. Vamos a leer en Apocalipsis, capítulo 8, y dice así la Palabra del Señor:

“Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas.

Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.

Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.

Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto”.

Oremos al Señor:

Dios eterno, he aquí ante Tu presencia estamos, Te damos gracias por Tus bendiciones, y Te rogamos en esta mañana Tú hables a nuestros corazones y nos edifiques a todos, ¡oh, Dios eterno! En Tus manos estamos, y Te lo ruego todo en el Nombre del hijo de David. Amén, amén.

Como hemos estado viendo en estos cultos anteriores, hemos estado observando con relación a los Truenos, las Trompetas, los Sellos, que están sellados a la parte atrás del libro y todas estas cosas que estaban prometidas que el Señor habría de dar a conocer.

Ahora, a través de la Palabra hemos visto que están los Sellos de adentro del Libro y están los Sellos de la parte de afuera del Libro, como nos dice nuestro amado hermano Branham en el mensaje: “Señores, ¿es este el tiempo?” Ahí encontramos que él nos dice que hay siete Sellos, siete Sellos sellados a la parte de atrás del Libro, y eso sería abierto después que el misterio de Dios fuese consumado. Dice aquí, déjenme leerlo aquí en la página de… en el mensaje: “Señores, ¿es este el tiempo?”

Aquí nos habla con relación a estos Sellos que están sellados a la parte de atrás, a la parte de atrás del Libro… “Señores, ¿es este el tiempo?” Déjenme ver qué número es: 43 y 44, nos dice así la Palabra del Señor:

“Ahora, hay Escritura en el interior del Libro, pero por detrás tiene siete Sellos detrás de él que no estaban escritos en el Libro. Ahora, este es el revelador hablando: Juan. Ahora recuerden que no estaba escrito en el Libro. “Y en los días de la voz del Séptimo Ángel todo este misterio, que está escrito por dentro, será consumado.” En aquel día deberá ser tratado.

¿Ven ahora a lo que me refiero? ¿Me están siguiendo?

Entonces, al tiempo de la revelación de las Siete Voces de Revelación 10, cuando el Libro sea consumado, solamente queda una cosa, y eso es las siete misteriosas voces del trueno que estaban escritas por detrás, por detrás del Libro que a Juan le fue prohibido escribir”.

Entonces él comienza a leerlo ahí, y dice [Apocalipsis 10:17]:

“Y cuando los Siete Truenos hubieron hablado sus voces, yo iba a escribir (fue dicho algo. No solo fue un ruido. Algo fue dicho. Él iba a escribir); y oí una voz del cielo que me decía (fíjense a dónde estaban las voces de los Truenos, no en el Cielo ¡en la tierra! Los Truenos nunca hablaron desde los Cielos, hablaron desde la Tierra)…”

“…Yo iba a escribir; y oí una voz del cielo que me decía: Sella (mayúsculas: S-E-L-L-A)… sella las cosas que los siete truenos han hablado y no las escribas (está por la parte de atrás).

Cuando el libro sea completado… ahora Él no dijo en el lado del frente, Él dijo en la parte de atrás. Después que todo esté completado, entonces, estos Siete Truenos, voces, es la única cosa que está pegada al Libro que no está revelada, ni aún está escrita en el Libro (ni aún está escrito en el libro).

¡Oh, vaya! Quisiera hacerle entender eso a la gente y efectivamente pudiese… ¡no fallen, no fallen por favor, no fallen esta vez! Estoy preparándome para dejarles. ¡no fallen! Si alguna vez atendieron, atiendan: estos Sellos están en la parte de atrás del Libro; y al tiempo que el Séptimo Ángel esté tocando, son completados todos los misterios que están escritos en el Libro. E inmediatamente el Libro que fue abierto, y escrito por dentro ¡es cerrado! Los misterios de Dios son consumados; y este es los misterios de Dios, la ida de la Iglesia, y todas estas otras cosas. Los misterios terminan.

Cuando ese ángel suene cada misterio, termina todo. Sea quien él sea y a donde quiera que él esté. La Palabra de Dios no puede fallar”.

Bueno, ahora ustedes vieron que cuando los misterios sean consumados, es entonces que después vienen las voces de los Truenos; fíjense aquí en la página 45 dice [párrafo 240]:

“Ahora, cuando él comience a sonar, el misterio será consumado. Ahora noten: entonces (entonces después que el misterio es consumado)… entonces es tiempo para que las Voces de los Siete sellos de Revelación 10 sea revelado”.

Usted sabe, las voces del Séptimo Sello son los truenos, porque el Séptimo Sello es la Segunda Venida del Señor, y la Segunda Venida del Señor aparece en el Séptimo Sello o es el Séptimo Sello, y aparece en Apocalipsis 10. Cuando aparece en Apocalipsis 10, ¿qué está apareciendo ahí? El Séptimo Sello, y entonces ruge como un león y siete Truenos emiten Sus voces; o sea, que las voces que son oídas ahí, son las voces del séptimo Sello, o sea, que son las voces del Señor en Su segunda Venida.

Y encontramos que ahí, ahí en las voces del séptimo Sello o las voces de los truenos, ahí es que es revelado todo lo que no era dado a conocer en las edades de la Iglesia y lo que no fue dado a conocer a través del séptimo mensajero.

Encontramos que entonces es dado a conocer públicamente al pueblo del Señor; encontramos que los truenos, los truenos vienen a ser siete Sellos, porque los siete Truenos están sellados, y entonces para saberse lo que los siete Truenos han hablado, los siete Truenos tienen que ser quitado el sello a los truenos.

Y entonces, cuando se conoce lo que esos Sellos tienen sellado, entonces, pues es que uno conoce las cosas que estaban para después de las edades de la Iglesia; o sea, la promesa que Dios le hace a aquellos que suben arriba, la promesa que Él le hace ahí es: “Sube acá, y Yo te mostraré las cosas que han de ser después de estas”.

Ahora, ¿cuáles son las cosas que han de ser después de éstas? Dice página 20 y 21 del mensaje titulado: Revelación, capítulo 4, (parte 1). Dice:

“Sube acá. Guerra. Este es el desenlace de la gran batalla, la gente que rechazó el mensaje de Dios, rechazó el Espíritu Santo, el mensaje, el mensajero de las siete iglesias. El que había rechazado este mensaje de Su gracia, no le quedó nada más. Pero el juicio estaba preparado, ¡oh! Mientras Él estaba, ahora preparándose para derramar las plagas sobre la tierra…”.

“Mientras Él estaba preparándose para derramar las plagas sobre la Tierra”. ¿Qué pasa? que Dios habla: “Sube acá”. Es el llamado de subir arriba; y entonces, si es el llamado de subir arriba, entonces es el llamado para los hijos de Dios de subir; y si tienen que subir, entonces tienen que salir de algún sitio. Entonces, tienen que salir de las edades terrenales, tienen que salir de la Edad de Laodicea, que es la última edad terrenal que queda, para subir arriba a la Edad de la Piedra Angular.

Ahora, recuerde que hay un rapto espiritual y hay un rapto literal; y aquí este: “Sube acá”, es el llamado para ser raptado. Ahora recuerde, un rapto espiritual y uno literal. “Sube acá, y yo te mostraré lo que está preparado para acontecer”.

“El rechazo de Cristo, impíos, pecadores. “Voy ha derramar mi ira sobre ellos.” Vigile el desenlace, mientras ellos no, a través de la noche, tendrán más de esto y más de esto todo el tiempo.

No podemos obtenerlo todo aquí, tenemos que referirnos de lugar a lugar, como eso ha de ser una cosa horrible para aquellos, cuando suene la última trompeta, y cuando sea peleada la última batalla, cuando el último sermón sea predicado, cuando el último himno sea cantado, y estemos en pie ante el asiento de juicio de Cristo, les será preguntado: “¿Por qué no lo recibieron? ¿Qué hicieron con la vida que yo les di?” O sea, les pedirá razón. ¿Entonces qué?…”.

Bueno, fíjese, aquí encontramos entonces, que cuando suene la última trompeta, en el sonar de la última trompeta entonces es que los juicios van a ser derramados.

Ahora, usted puede ver que los siete mensajeros o los siete Ángeles ahí que aparecen en Apocalipsis en lo que leímos aquí (Apocalipsis 8 fue que leímos), en la apertura del Séptimo Sello. En la apertura del Séptimo Sello, dice:

“Cuando el abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas”.

Ahora, encontramos más abajo que este Ángel, el cual dice que otro Ángel vino:

“Otro ángel, vino entonces y se paró ante el altar con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.

Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.

Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto”.

Ahora, si ustedes pueden notar acá en las trompetas, vea usted que todo esto sucede en la apertura del séptimo Sello. Aquí cuando es abierto el séptimo Sello hay silencio en el Cielo, y entonces encontramos todo este panorama que está aquí narrado.

Y ahora fíjese, encontramos en el sonar de la séptima Trompeta, en el sonar de la séptima Trompeta, aquí encontramos algo que nosotros no debemos de dejar pasar, porque es algo que, fíjense, al sonar la sexta trompeta (entonces, al sonar la sexta trompeta)… luego de la sexta trompeta sonar, entonces viene Apocalipsis 10, el Ángel Fuerte desciende del Cielo.

Luego encontramos que después de Apocalipsis 10 está Apocalipsis 11, que son los dos testigos o los dos Profetas; o sea, que es vista en los dos ángulos que puede ser vista: la Venida del Señor en el ángulo celestial, y la Venida del Señor en el aspecto visible que será visto aquí en la Tierra, porque la Venida del Señor conforme al orden, es con Moisés y Elías.

En palabras más claras, que Apocalipsis 10 y Apocalipsis 11 son lo mismo, pero visto desde dos ángulos diferentes. Entonces Apocalipsis 11 es el mensajero a Israel: Moisés y Elías, y Apocalipsis 10 es el mensajero a Israel: es Cristo; entonces en Apocalipsis 11 es Cristo en carne humana en Moisés y Elías, son el ministerio de Moisés y Elías velando ese ministerio en carne humana.

Ahora, no sé si ustedes han notado… fíjense, acá en Apocalipsis 10, ahí es que suenan los truenos, y al finalizar de los truenos sonar y todo esto, entonces es que el Ángel Fuerte aparece con el Libro en la mano, el Librito en la mano, y ya había sido abierto en el Cielo; y ahora, aparece en la Tierra con el Libro abierto.

Vean ustedes que el Libro abierto, encontramos que aparece en la Tierra cuando se cumple Apocalipsis 10. Entonces, encontramos que luego de eso le es ordenado a Juan a comerse el Librito, y le es dicho. Dice:

“La voz que oí del cielo hablo otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que está escrito en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra.

Y fui al ángel diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.

Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.

Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”.

Entonces es dado a alguien que se coma ese Librito, porque Juan representa a alguien; entonces, luego de comerse ese Librito, entonces mírelo aquí: luego de comerse ese Librito aquí está y aquí lo vemos entonces profetizando a pueblos, naciones y lenguas, porque le fue dicho: “Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”.

Y ahora, en Apocalipsis 11, aquí vemos que ya se había comido el Librito y que ya entonces comenzó a profetizar, porque ya se lo comió todito el Librito abierto; y dice:

“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días vestidos de (saco) cilicio”.

Es dicho arriba: “Cómelo, porque es necesario que profetices otra vez a muchos pueblos, naciones y lenguas”. Y luego en Apocalipsis 11, verso 3, dice:

“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días vestidos de cilicio”.

Entonces ya se habían comido el Librito Moisés y Elías, y ahora les tocaba profetizar conforme a la Palabra.

Imagínense que le sea dicho aquí: “Cómete el Librito para que profetices a toda lengua, nación y pueblo”, y después que Dios ponga a profetizar a otro; a quien se come el Librito luego le toca entonces profetizar sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.

Y entonces, aquí entonces lo vemos profetizando, y dice:

“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.

Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.

Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera”.

O sea, fuego: la Palabra hablada sale y lo que sea hablado se tiene que cumplir; o sea, que va a venir un tiempo, aquí por la Palabra vemos que va a venir un tiempo en que van a haber ciertas, ciertas personas, por lo que se ve ahí, que van a tratar de hacerle daño a estos dos profetas; pero también está dicho ahí que cualquiera que quiera hacerles daño, la Palabra: fuego, la Palabra va a salir de su boca, y los va a matar. Dice:

“Y si alguno quiere hacerles daño debe morir él de la misma manera.

Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran”.

Así que las plagas están a cargo de Apocalipsis 11:

“Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará.

Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado”.

Bueno, vamos a pasar adelante y vamos a ver algo aquí que debemos de ver. Ya vimos:

“Y los pueblos, tribus, lenguas y naciones, verán sus cadáveres por tres días y medio y no permitirán que sean sepultados. Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra (habían atormentado a los moradores de la tierra).

Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron.

Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.

En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo.

El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto”.

Ahora, vean ustedes que aquí ocurre un terremoto también cuando se levantan Moisés y Elías, cuando resucitan ocurre un terremoto. Ahora, vamos a ver acá, si seguimos leyendo aquí en el sonar de la séptima Trompeta; entonces, vea usted que el sonar de la séptima Trompeta está también en Apocalipsis 11. Dice:

Ahora, vean ustedes que aquí ocurre un terremoto también cuando se levantan Moisés y Elías, cuando resucitan ocurre un terremoto. Ahora, vamos a ver acá, si seguimos leyendo aquí en el sonar de la séptima Trompeta; entonces, vea usted que el sonar de la séptima Trompeta está también en Apocalipsis 11. Dice:

“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido hacer de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.

Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,

diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.

Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.

Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo”.

Ahora, vea usted que con la apertura del séptimo Sello ¿qué fue lo que hubo? Más abajo entonces encontramos los siete Ángeles, encontramos después un Ángel ahí, encontramos un Ángel que toma el incensario y lo llenó del Fuego del altar y lo arrojó a la Tierra, y hubo truenos, voces y relámpagos y un terremoto (truenos, voces y relámpagos y un terremoto). Y aquí en el sonar de la séptima Trompeta ¿qué es lo que hay? Hubo relámpagos, voces, truenos y un terremoto y grande granizo.

Ahora, vea usted que ocurre la misma cosa aquí también en el tocar de la Séptima Trompeta, encontramos entonces que todo esto se entrelaza, y que es en el sonar de la Séptima Trompeta donde entonces ocurren todas estas cosas que están prometidas que han de ocurrir.

El Sexto Sello, que es el Sello de la ira de Dios, el cual se abrirá… ese Sello se abre en el tiempo del sonar de la Séptima Trompeta; ese Sello, conforme a la Palabra de Dios es el Sello del juicio y es el Sello en donde también aparecen los ciento cuarenta y cuatro mil, es el Sello donde aparece Moisés y Elías.

El Sexto Sello, en el Sexto Sello aparece Apocalipsis 11, ahí encontramos que también ahí aparecen los ciento cuarenta y cuatro mil y todas estas cosas; o sea, entre el Sexto Sello y el Séptimo Sello es que se ven todas estas cosas moviéndose, y ahí es que todo esto que ustedes han visto en la Palabra, que ha de acontecer y que será una bendición para el pueblo de Dios.

Usted dice: “Y toda esa destrucción y todos esos juicios que han de venir sobre la Tierra, ¿será de bendición para el pueblo de Dios?” Claro que sí, porque es el tiempo en que los reinos del mundo entonces vienen a ser los Reinos de nuestro Señor, es el tiempo entonces en que todo será destruido, y entonces luego establecido el milenio; y encontramos que eso es una bendición para todo el pueblo de Dios, porque es el tiempo entonces para cumplir lo que fue dicho: que los mansos heredarían la Tierra.

Ahora, vean que el Señor viniendo con Sus santos es el que destruye la Tierra, y eso es conforme a Apocalipsis 10 y Apocalipsis 11, porque la destrucción de todo acontece en Apocalipsis 11; con esas plagas que han de venir entonces toda la Tierra será destruida.

Y aquí la página 267 de “Las Edades”, ahí encontramos sobre esto también; y también aquí en “El sonar de la séptima Trompeta”, párrafo 18, dice:

“Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu Nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra”.

Mire que tiempo tan grande y glorioso es ese, para los santos de Dios, para los profetas de Dios y para todos los santos de Dios, tiempo de recibir el galardón.

Pero para los que destruyen la Tierra (los que han destruido la Tierra) es el tiempo en que el Señor los destruye a ellos, es el tiempo del Sexto Sello en donde la destrucción de la Tierra ha de ocurrir”.

Ahora, vean aquí también página 267 de Las Edades, dice:

“Pero viene el día cuando el Señor dirá: “Traed mis enemigos ante mí y matadlos.” Entonces, cuando Su justa indignación caiga sobre los blasfemos, será cuando los justos estarán con su Señor. Los justos, viniendo con Él en gloria, destruirán a aquellos que destruyeron la tierra e hicieron ruina a los santos de Dios”.

Entonces vean ese tiempo tan grande y glorioso; como hemos visto, ese es el tiempo en que la ira de Dios se derrama sobre la Tierra, es el tiempo del sexto Sello, es el tiempo en que las plagas caen sobre la Tierra y destruyen, destruyen todo lo que hay sobre la Tierra.

Ahora, vamos a ver un poquito más sobre este sexto Sello, porque el sexto Sello es el Sello del juicio del mundo, es el Sello en donde aparecen Moisés y Elías, o sea, que ellos producen ese Sello.

Ahora, vamos a ver página 365 o 364 (un poquito antes), comenzaremos ahí, dice [Los Sellos]:

“Ahora cuando Dios estaba a punto de libertar a su Hijo unigénito, quien en verdad así era; porque aunque Jacob era su hijo, éste era su hijo unigénito. Veamos cómo lo dice en Mateo 27, recuerden, Su Hijo ya había sido azotado y abatido, se habían mofado de Él, y ahora estaba sobre la cruz a las 3 de la tarde del Viernes Santo:

Y desde la hora sexta fueron tinieblas sobre la Tierra hasta la hora novena (Mateo 27:45).

Ahora, veamos rápidamente lo que dice Apocalipsis 6:12…”.

Ahora, vean ustedes que va a comparar la muerte del Señor allá, y luego el momento en que vinieron tinieblas sobre toda la Tierra. A las 3:00 de la tarde vinieron tinieblas sobre toda la Tierra, era de día pero vinieron tinieblas, se oscureció. Entonces él compara aquello de allá con el Sexto Sello, en donde Dios va a libertar a Su Hijo que es Israel.

Cuando Su hijo iba a ser libertado vinieron tinieblas, entonces cuando Su hijo Israel va a ser libertado, entonces viene ¿qué? Es el tiempo del sexto Sello, y en el tiempo del sexto Sello ahí vienen tinieblas, y ahí viene un terremoto como lo hubo allá cuando vinieron tinieblas sobre la Tierra, cuando el Señor estaba muriendo allí. Dice:

Ahora vamos a ver rápidamente lo que dice Apocalipsis 6:12:

“Y miré cuando él abrió el sexto Sello, y he aquí fue hecho un gran terremoto, y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna se puso toda como sangre”.

En Egipto hubo tinieblas y oscuridad (ahora lo compara también como cuando fue allá en Egipto, en el tiempo en que Dios fue a sacar a Israel de Egipto a través de Moisés) … en Egipto hubo tinieblas y oscuridad. Cuando Dios estaba libertando a Jesús, cuando estuvo sobre la cruz; antes de levantarlo en la resurrección, primero hubo tinieblas y oscuridad. El sol se oscureció a mitad del día y las estrellas no dieron su luz. Dos días después Él iba a resucitarlo con triunfo poderoso; después que todo esto sucedió en Egipto, Él libertó a Israel y lo inició en su viaje hacia la tierra prometida.

Ahora, en el tiempo de la tribulación encontramos a estos dos profetas quienes tienen el control de todo con la Palabra que Dios les da. Solamente podrán hablar a medida que Dios les dé la Palabra (no pueden hablar cuando quieran; cuando Dios les da algo para hablar, lo hablan, y tiene que cumplirse). Ellos no son dioses, sino apenas en el sentido superficial, porque aún Jesús dijo eso: “Si fueron llamados dioses aquellos a quienes vino la Palabra…”. a éstos Dios envía Su Palabra (¿a quiénes? A Moisés y Elías), y cuando ellos la hablan, ¡sucede! Y ahora aquí los vemos con una comisión de Dios para herir la tierra cuando ellos quieran”.

Ahora, vamos a ver, fíjense ¿cómo la hieren? Dice:

“¡Ciérrense los Cielos! Y así sucede ¿qué está sucediendo? Dios está a punto de redimir a los ciento cuarenta y cuatro mil que están en el Libro de redención. Eso está bajo el sello de la redención en el sexto Sello (¿eso esta qué? Bajo el Sello de la redención ¿cuál es el Sello de la redención? El sexto Sello). Ahora, eso es. Ese es el Sexto Sello que ha sido tan misterioso.

Hay tanto sobre esto que podríamos ir de lugar en lugar en las Escrituras; pero temo confundirlo cuando les doy mucho. Y yo no puedo mantener la cosa como debo.

El profeta Isaías vio la apertura de este Sexto Sello y habló de ello. Y esto es tan importante que el plan completo de la redención está bajo estos Sellos, el Libro entero. Ahora recuerden, hemos visto que Jesús vio este sello ¿verdad? Jesús lo vio, y ahora hallamos que otros también lo vieron. Vimos que está tipificado en Jacob, con Israel, en Egipto. Vimos el tipo allá en la crucifixión de nuestro Señor”.

El sexto Sello está tipificado allá en Israel cuando está saliendo de Egipto, lo vimos también en la ocasión de la crucifixión del Señor, y en todo eso está tipificado, representado el sexto Sello.

“Ahora busquemos Isaías. Tengo varios profetas anotados aquí. Abran conmigo sus Biblias en Isaías capítulo trece.

Ustedes saben que el libro de Isaías en si, es una Biblia completa. Isaías comienza con la creación, en la mitad del libro habla de Juan (de Juan el bautista) y al final habla del milenio. Hay 66 libros en la Biblia, y también 66 capítulos en el libro de Isaías. Es como una enciclopedia completa”.

Ahora vamos a leer [13:6]:

“Aullad, porque cerca está el día de Jehová: vendrá como asolamiento del Todopoderoso”.

Eso es el sexto Sello. Isaías vio la apertura del sexto Sello, y cuando vio la apertura del sexto Sello, lo que vio fue el día del Señor que vendría como asolamiento del Todopoderoso.

“Ahora, fíjese bien en la apertura de este sello. Setecientos trece años antes de Cristo y eso ya hace dos mil años, así que ya hacen como dos mil setecientos años cuando Isaías vio este sello:

Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre

¿Qué dijo Jesús?: “Por haberse multiplicado la maldad, la caridad de muchos se resfriará, y los corazones de los hombres les fallarán, habrá tempestad.

…Y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto, se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas.

He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores”.

Ahora, eso es el sexto Sello, y el sexto Sello quien lo lleva a cabo es Moisés y Elías, o sea, Dios en Moisés y Elías. Dice:

“Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor.

Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes”.

Ahora, vea ahí todo lo que está en ese sexto Sello, vea ahí los profetas del pasado cómo hablaron de ese sexto Sello; y vamos a ver aquí cómo es que ellos pueden hacer todas estas cosas. Ya ustedes vieron que las plagas, las plagas son derramadas bajo el ministerio de Moisés y Elías. Ahora, miren aquí la página 360 de Los Sellos, dice aquí:

“Ahora fíjense como dice acá en Apocalipsis: “Y el sol se puso negro como un saco de cilicio.” ¿Ve usted? Son la mismas cosas, los mismos acontecimientos en la naturaleza. ¿Qué fue? ¿Qué sucede cuando acontecen estas cosas en la naturaleza? Dios está llamando a Israel, aquí Dios estaba a punto de libertar a Israel de Egipto…”

O sea, que las mismas plagas, las mismas señales que fueron hechas allá bajo el ministerio de Moisés, vuelven en Apocalipsis, capítulo 11, para ser llevadas a cabo bajo la apertura del sexto Sello. Ahora dice:

“Y aquí Dios estaba a punto de libertar a Israel de Egipto de mano de sus enemigos (eso fue allá en aquel tiempo bajo el ministerio del primer Moisés). Pero acá (bajo el ministerio del segundo)… pero acá en este tiempo de la tribulación, lo vemos libertándolos de la mano de los romanos (no de los egipcios, sino de la mano de los romanos) con los cuales hacen el pacto, y las mismas cosas suceden. Durante ese tiempo, caerán las plagas sobre los gentiles”.

Ahora, ¿se dan cuenta ustedes lo que esas plagas han de hacer, y sobre quién han de caer esas plagas? Han de caer sobre los gentiles, y han de caer en el tiempo en que Dios esté llamando a Israel, en el tiempo de la liberación de Israel, en donde ellos serán liberados de los romanos, del Pacto ese que ellos hacen con los romanos.

Ahora, ustedes entiendan bien que el pacto que ellos hacen con los romanos, recuerden que hay un pacto financiero que ellos hacen ahí con los judíos; pero hay otro pacto que es un pacto espiritual, que es el pacto que ellos hacen al unirse en el concilio mundial de Iglesias.

En ese pacto es que, y de ese pacto y en ese tiempo, es que ellos van a ser liberados. Serán liberados de los romanos, porque entonces ellos han de conocer el error que ellos ha cometido al unirse en ese asunto de ecumenismo, al unirse en ese asunto con el concilio mundial de Iglesias; por lo tanto, entonces ellos van a ser libertados, libertados; y al ser libertados, entonces ya usted podrá ver, podrá darse cuenta que ellos han de huir.

Entonces la religión judía se quedará enredada en ese pacto con los romanos, igual que el protestantismo, el pentecostalismo se quedará enredado y unidos en ese pacto que ellos hacen; pero encontramos que las personas que han sido escritas en el Libro de la Vida del Cordero, esos ciento cuarenta y cuatro mil, ellos saldrán, ellos entonces saldrán de su denominación, así como los escogidos de entre los gentiles salen de su denominación o de sus denominaciones.

Entonces, estos Profetas lo que harán es que le darán a conocer a ellos su error, el cual han cometido al unirse en el asunto ese del concilio mundial de iglesias, y ahí ellos son libertados y salen y reciben vida espiritual después de dos días.

Después de dos días, pues es al tercer día, después de la primera dispensación y la segunda dispensación, después también de los dos días de la gracia, de los dos mil años de la gracia, pues después de esos dos días, que son principalmente los que representa esos dos días, porque la Dispensación de la Gracia ha estado por aproximadamente dos mil años, por dos días, pero al tercer día Dios le da vida espiritual a Israel, y entonces lo saca de esos sepulcros denominacionales, lo saca del judaísmo y entonces los mete al mensaje del Evangelio del Reino.

Encontramos que en ese tiempo en que Dios está para libertar a Su pueblo, en ese tiempo es el tiempo en que las plagas comienzan a caer; encontramos entonces esa hora tan grande y tan importante a la cual nos estamos aproximando nosotros en este tiempo.

Vamos a ver por aquí un poquito más aquí… ese es el tiempo también en que Israel será libertado conforme a la profecía de Daniel, dice:

“Ahora, queremos leer en Daniel, capítulo 12 donde dice: “Mas en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallaren escritos en el libro. Recuerden, Daniel está hablando allí de este mismo tiempo cuando estas cosas deben suceder (¿de qué está hablando Daniel? Del sexto Sello o del tiempo del sexto Sello). O sea, cuando Israel será libertado al final de la semana setenta.

Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo (esos son judíos)…”.

Ahora, vamos a dar un paso acá… sigue diciendo acá [página 361]:

“Entonces en Daniel 12, leímos que todos aquellos cuyos nombres fueron hallados escritos en el Libro, esos serán libertados. Ahora aquí Dios está a punto de dar libertad a su segundo hijo, Israel, después de la tribulación”.

Israel después de la tribulación. Está a punto de libertar a Israel después de la tribulación de aquellos días que dice la Escritura. Después de esa tribulación a la cual fueron sometidos por Hitler, Mussolini, Stalin y todos esos dictadores, entonces al finalizar o al fin de la tribulación a la cual ellos fueron sometidos, entonces encontramos que todas estas cosas deben suceder; y entonces Dios está a punto de libertar a Su hijo Israel, y entonces Él hace como hizo allá en Egipto. ¿Cómo hizo? Trajo las plagas bajo el ministerio del primer Moisés; y bajo el ministerio del segundo Moisés traerá plagas. Y recuerden que también bajo el ministerio del primer Elías trajo plagas sobre la Tierra.

Así que, si en aquel tiempo hubo plagas allá en Egipto con el ministerio de un solo hombre y bajo un solo ministerio, ¿cómo será bajo un ministerio doble? Bajo el ministerio de Moisés y Elías.

Así que, entonces encontramos que todas esas plagas deben caer sobre la Tierra, dice:

“Ahora, Israel es el hijo de Dios, y Él lo va libertar en el tiempo de la tribulación, exactamente de la misma manera como lo hizo en Egipto.

Nos conviene hacer otra pausa aquí y ver otro detalle importante. Fíjese en lo que harán estos dos profetas, igual como hicieron exactamente allá en el principio:

Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.

Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.

Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos (ustedes recuerdan que de la boca de Cristo sale la espada, la Palabra), y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera”.

Ahora, vea usted cómo juntó ahí Apocalipsis 11 con Apocalipsis 19; porque Apocalipsis 10, Apocalipsis 11 y Apocalipsis 19 van ¿cómo? Trabajan juntos, van juntos.

“Sabemos que el fuego del capítulo diecinueve de Apocalipsis, viene de Cristo, una espada sale de Su boca, la cual es la Palabra, ¿correcto? Oh hermano, obtenga el conocimiento de estas cosas para la apertura del Séptimo Sello mañana. Con la espada, Dios devora a Sus enemigos”.

Vea usted que con la espada, con la Palabra es que Dios devora a Sus enemigos a través del ministerio de Moisés y Elías, porque ellos son los que tienen la Palabra para hablarla.

“Ahora fíjese en esto: cuando estos dos profetas están profetizando, si cualquier hombre les hace daño, entonces fuego sale de su boca, el Fuego del Espíritu Santo, la Palabra. La Palabra es Dios, la Palabra es fuego, la Palabra es Espíritu, la cual procede de sus bocas. Fíjense en Moisés allá en Egipto, estaban maltratando a los Judíos; faraón no los dejaba ir, entonces Dios puso su Palabra en la boca de Moisés, eran los pensamientos de Dios entrando al corazón de Moisés; y entonces él sale (Moisés)… él sale para expresar estos pensamientos; y cuando los expresa, vienen a ser la Palabra de Dios”.

Cuando los expresa, cuando los habla. Él capta primero el pensamiento de Dios, y ese pensamiento de Dios entra al corazón humano; y entonces después ¿qué hace? Entonces ya tiene la revelación ahí, ya se encarnó ese pensamiento de Dios, esa Palabra está ahí encarnada, y ahora lo que tiene que hacer ¿es qué? Bueno, hablarla, y cuando la habla entonces lo está expresando, y al expresarlo entonces se cumple, se cumple lo que Dios dijo que se iba a cumplir.

Lo que Dios dijo que habría de hacer en este tiempo final, tiene primero que ser hablado, y antes de ser hablado tiene que ser captado, cada cosa en su tiempo preciso. O sea, que no podrán hablar nada hasta que le es dado. Solamente pueden hablarla a medida que le es dada la Palabra para que la hablen; o sea, que no podrán hablar nada fuera de tiempo, no podrán hablar nada por sí mismo, no podrán decir: “Oscurézcase el sol”. No podrán decir: “Ciérrense los Cielos”. No podrán decir: “Ocurra esto o lo otro”, hasta que primero por revelación sea captado el pensamiento de Dios; Dios le habla al corazón, se encarna ahí, y entonces ya tiene la Palabra ahí encarnada, y entonces el próximo paso es salir y hablarlo públicamente; y entonces se tiene que cumplir eso que está prometido ahí; o sea, que cualquier persona no puede producir esas cosas que van a acontecer.

“Y entonces, él sale para expresar estos pensamientos, y cuando los expresa vienen a ser la Palabra de Dios. Estiró su mano y dijo: “Sean las moscas.” Y de repente aparecieron moscas, entonces “si alguno les dañaré, sale fuego de su boca y devora a sus enemigos.” Allí está, pueden hablar lo que les plazca, y así sucederá”.

Pero eso que les plazca hablar primero lo tienen que captar de parte de Dios para poderlo decir; si Dios le da a conocer que deben hablar tal cosa para que acontezca, lo captan, se hace realidad allá adentro del corazón, se hace carne y luego lo hablan y tiene que acontecer. No habrá nada que pueda impedirlo.

“Pueden hablar lo que les plazca, y así sucederá, ¡amén! “y si alguno les quiere hacer daño, es necesario que él así sea muerto”.

Imagínense, con la Palabra hablada, así que nadie los podrá parar; nadie podrá parar a Moisés y a Elías en ese tiempo que tengan que hablar las plagas, porque cualquiera que trate impedirlo, cualquiera que trate de hacerle daño de una forma o de otra, cualquiera que trate de hacerle daño en lo físico o en lo moral o en lo espiritual, entonces por la Palabra que saldrá de su boca, entonces produce muerte.

“Si hermano! Dios estará en la escena, entonces…”.

¿Cuándo es que Dios estará en la escena entonces? Cuando entonces aparezcan Moisés y Elías, ahí es el tiempo en que Dios estará en la escena.

Ahora, si toda persona y todo grupo y toda religión que desee ver a Dios en la escena se diese cuenta cómo es que Dios va a aparecer en la escena, entonces desearía que Dios haga conforme a Apocalipsis 11: que envíe a Moisés y a Elías, y que lo pueda ver. Bueno, vamos a seguir aquí:

“Si hermano! Dios estará en la escena, entonces ellos tendrán el poder para cerrar los Cielos para que no llueva durante el tiempo de su profecía - el ministerio de Elías (Elías fue ¿Quién? El que cerró los Cielos. Él sabe cómo hacer eso)… el ministerio de Elías sabe cómo hacer eso, porque lo ha hecho antes; ¡amén! Moisés también sabe cómo hacerlo, porque lo ha hecho antes. Por esa razón, estos dos fueron reservados para este tiempo. ¡Amén!

Aquí yo podría decir algo muy tremendo, pero creo sería mejor dejarlo para mañana…”. Algo que puede ser hablado ahí en el sexto Sello, que tiene que ver con el sexto Sello. Dice: “Pero mejor sería dejarlo para mañana”. Para hablarlo en el séptimo Sello, ¿y por qué? Porque el séptimo Sello es la segunda Venida del Señor, y conforme al orden de la segunda Venida del Señor es con Moisés y Elías.

Y cuando el séptimo Sello aparezca, cuando el séptimo Sello se abre o cuando el séptimo Sello es revelado o abierto al público, ¿qué es revelado? La Segunda Venida del Señor con Moisés y Elías. Entonces está listo el sexto Sello para ser abierto o cumplido en cualquier momento, porque el séptimo Sello viene para cumplir el sexto Sello.

Yo creo que ustedes han entendido: quien cumple el sexto Sello y quien hace todo lo que va a ser hecho en el sexto Sello, es el séptimo Sello; por eso fue que usted ve en la apertura del séptimo Sello, cuando se abrió hubo silencio en el Cielo por media hora, y entonces ahí usted encuentra que más abajito, ahí mismo usted encuentra que cuando ese Ángel tomó fuego del Altar, luego lo echó sobre la Tierra y entonces ocurrieron truenos, relámpagos y un gran terremoto, ¿y qué es eso? Eso es ¿qué? Lo que ocurre en el sexto Sello. Vamos a seguir adelante, aquí:

“Aquí yo podría decir algo muy tremendo, pero creo sería mejor dejarlo para mañana. Bien. Y tendrán poder sobre las aguas para convertirlas en sangre; y también poder para herir la tierra con las plagas cuantas veces quieran. ¿Qué es? ¿Qué otra cosa fuera de la Palabra puede producir estas cosas (¿qué otra cosa fuera de la Palabra puede producir estas cosas? ¿Qué otra cosa fuera de la Palabra encarnada puede producir esas cosas?) Ellos podrán hacer que la naturaleza haga lo que ellos quieran”.

¿Qué les parece eso? Ellos podrán hacer que la naturaleza haga lo que ellos quieran; o sea… vamos a seguir:

“¡Aquí está! Ellos son los que producen este sexto Sello (¿quiénes? Moisés y Elías, el ministerio de Moisés y Elías son los que producen ese sexto Sello). Lo descubren, y lo abren…”.

Pero, ¿y no estaba abierto? En los Sellos que usted lee, usted encuentra lo que Dios ha de hacer; por eso usted encuentra que cuando el hermano Branham estaba predicando los Sellos, él dice del capítulo… o del primer Sello al cuarto Sello, ahí está todo lo que Dios hace aquí en la Tierra y todo lo que ocurre aquí en la Tierra, hasta que terminan las edades de la Iglesia; luego del quinto Sello para adelante, eso es lo que ocurre en el Cielo, entonces dice: “Pasaremos para ver lo que ocurre en el Cielo”.

Bueno, encontramos entonces que cuando el cuarto Elías estuvo hablando de los Sellos, cuando habló del uno al cuatro (del Sello uno hasta el cuatro), él habló y mostró la historia y mostró todo lo que estuvo ocurriendo en las edades de la Iglesia y cómo terminarían las edades de la Iglesia, y mostró hasta el tiempo presente cómo las cosas se moverían; pero luego cuando pasó al quinto y al sexto Sello y al séptimo Sello, él lo que vio y lo que relató, esas cosas que él estuvo viendo y relatándolas (él las estuvo viendo porque le fueron reveladas), pero todavía en la Tierra no estaban aconteciendo.

Por eso entonces él muestra el cuadro y dice: “Vamos a trasladarlo ahora al Cielo, porque más bien estas cosas todavía no están aconteciendo aquí en la Tierra, son cosas que están más adelante;” el quinto Sello, pues son las almas de los mártires hebreos, de los mártires judíos que murieron bajo el tiempo de Hitler, Mussolini, Stalin y todos estos dictadores; y esto todavía, pues “está en el futuro” dice él, del quinto Sello para delante son cosas que están en el futuro; entonces él comienza a narrar las cosas que han de acontecer.

Ahora, usted entonces encontrará que el sexto Sello fue dado a conocer, ¿ve? Fue dado a conocer en el Cielo que el sexto Sello era el ministerio de Moisés y Elías, era el tiempo del juicio, era el Sello del juicio, y todas esas cosas estaban en el futuro, todavía no estaban aconteciendo.

Por lo tanto, entonces él siendo Profeta (el cuarto Elías siendo profeta), pues entonces miró a través de la cortina del tiempo, y vio las cosas que habrían de acontecer en el tiempo en que el sexto Sello estuviera abierto o manifestándose o cumpliéndose aquí en la Tierra. Entonces vea usted, dice aquí el cuarto Elías:

“¡Aquí está! Ellos son los que producen este sexto Sello (¿quién? Moisés y Elías lo producen). Lo descubren y lo abren (abrió… ¿y no estaba abierto?); es el poder de Dios (es el poder de Dios) para interrumpir la naturaleza. El sexto Sello es totalmente una interrupción de la naturaleza”.

¿Qué les parece eso? ¿Ve usted entonces el sexto Sello en tipos y figuras allá en el pasado? Una interrupción de la naturaleza allá en el tiempo de Moisés cuando fue a sacar a los hijos de Israel de Egipto, ¿ve? El sexto Sello fue una interrupción de la naturaleza allá en aquel tiempo, interrumpió todo.

Cada vez que Dios le daba uno de Sus pensamientos a Moisés, y Moisés captaba el pensamiento o la mente de Dios, eso entraba ahí, se sellaba, se encarnaba y luego salía Moisés y decía: “Venga tal plaga”. Él no dijo en un solo día, o en una sola ocasión él no habló todas las plagas, él solamente hablaba a medida que Dios le daba para hablar, él captaba por revelación el pensamiento de Dios, Dios le hablaba directamente al corazón.

Y entonces cuando él sabía lo que Dios le hablaba, cuando él lo aceptaba, cuando él lo aceptaba y le decía: “Amén”, eso se encarnaba ahí adentro, y entonces tenía, tenía libertad para ir a hablar esa Palabra que ya estaba ahí encarnada, entonces iba y la hablaba y después se iba, eso era todo su trabajo; era un transmisor de la mente de Dios, del pensamiento de Dios, era un transmisor de Dios.

Ahora, ¿usted ha visto lo que es un transmisor? Fíjense, un transmisor toma esta voz que está siendo hablada aquí, la toma, aquí usted está viendo; por ejemplo, si yo me retiro del micrófono usted está viendo que yo estoy hablando, pero ese transmisor o ese amplificador la toma a través de un cable que va (y si es por control remoto, la toma por control remoto), pero usted no ve la voz cuando va hacia el transmisor.

El pueblo de Israel podía estar viendo a Moisés cuando estaba recibiendo la Voz de Dios, pero nadie veía la Voz de Dios viniendo a Moisés. Entonces luego esa Voz va por ahí, pasa al transmisor o al amplificador; y luego sale a través de las bocinas y usted la escucha allá; o sea, en palabras más claras, las gentes para oír a Dios no tenían que ver a Dios, más bien podían oír a Dios a través del transmisor que Dios tenía.

Entonces, encontramos que estaba identificado que era la Voz de Dios lo que estaba saliendo por ese transmisor, porque cada vez que hablaba se cumplía al pie de la letra lo que hablaba; entonces encontramos que Moisés era un transmisor, el transmisor de Dios, el transmisor a través del cual Dios estaría transmitiendo Su programa para esa hora.

Entonces, encontramos que ahí se mostraba todo el programa de Dios para ese tiempo, se mostraba el programa de la liberación del pueblo de Israel y todas las cosas que debían de acontecer; por lo tanto, tenían que ser habladas y luego acontecían, y nadie lo podía impedir.

Sexto Sello: una interrupción de la naturaleza, de toda la naturaleza; o sea, que todas las cosas, todas las cosas de la naturaleza podían caminar en el orden que tenían, hasta que llega el sexto Sello. El sexto Sello interrumpe la naturaleza completa. Ahora vamos a ver aquí, dice:

“¿Me entienden? Allí está el sello. ¿Quién lo hace? Son los profetas, del otro lado del rapto. Ellos con el poder y la Palabra de Dios condenarán la naturaleza. Podrán producir terremotos, convertir la luna en sangre, o hacer bajar el sol, en fin, cualquier cosa que ellos demanden, eso va a suceder. ¡Amén!”

Ahora vean, podrán producir terremotos, podrán convertir la luna en sangre, podrán hacer bajar el sol, en fin, cualquier cosa que ellos demanden, que ellos hablen, tiene que suceder o va a suceder.

“Allí lo tienen: ¿ven cómo los Sellos se abren juntamente con las edades de la Iglesia, y cómo muestra los mártires? Y ahora vemos a los dos profetas parados allí con la Palabra de Dios para hacer con la naturaleza lo que gusten (lo que quieran), y hasta pueden sacudir la tierra. Muestra exactamente quiénes hacen esto, son Moisés y Elías. Porque esos son sus ministerios repitiéndose (es una repetición de sus ministerios). ¿Lo pueden ver? ¿Pueden ver lo que es el sexto Sello? Son esos dos profetas.

Ahora, fíjense bien y no dejen que esto les escandalice: fíjense quienes fíjense quienes abrieron este sello: ¡Profetas!…”.

¿Y no dejen qué?: “Y no dejen que esto les escandalice”. Bueno, quizás para muchas personas puede ser un escándalo que dos Profetas, dos ministerios proféticos o dos ministerios de Profeta vayan a estar en un hombre, y que a través de ese hombre Dios vaya a destruir la Tierra completa, Dios vaya a destruir todo lo que hay. Eso puede escandalizar, si una persona no está bien agarrada de la Palabra y sabe que Dios ha dicho que Él va a hacer eso; y para hacerlo tiene que velarse en carne humana, entonces… y dice: “Y no hará nada el Señor Jehová, sin que antes revele sus secretos a sus siervos los profetas”. [Amós 3:8]

Entonces le revela Sus secretos a Sus siervos los Profetas de Apocalipsis 11, se los revela y entonces ellos vienen y hablan, y al hablar ocurre lo que Dios dijo que habría Él de hacer.

Ahora, vieron ustedes que estos profetas pueden hacer lo que les plazca, pero sabemos que ellos van a hacer de acuerdo a la Palabra. Todo lo que Dios ha dicho que Dios va a hacer en este tiempo en esta Tierra, y todos los juicios que Él ha dicho que va a traer sobre la Tierra, van a ser traídos por Dios a través de Moisés y Elías.

“¡Amén! Allí lo tienen ¡Oh hermano! ¡Estamos viviendo en el día del Águila! Ellos abrieron el sexto Sello porque tenían el poder para hacerlo. AMÉN. Allí se está abriendo el sexto Sello.

Ahora, retrocediendo un poco, podemos ver que Jesús dijo que esto sucedería, y allá en el Antiguo Testamento, Ezequiel también dijo cómo sería. Y ahora aquí vemos el sexto Sello ya abierto”.

Él está mostrando al pueblo, cuando ese Sexto Sello sea abierto, todas las cosas que van a acontecer; y entonces aquí a través de la Palabra, él está mostrando el sexto Sello abierto a través de la Palabra, pero todavía el sexto Sello no está cumplido. O sea, el cumplimiento del sexto Sello todavía está en el futuro, pero él a través de la Palabra (el cuarto Elías) está mostrándole al pueblo las cosas que han de acontecer, y quiénes son los que han de abrir el Sexto Sello y quiénes son el sexto Sello. Entonces dice:

“Ahora aquí vemos el Sexto Sello ya abierto. Usted dirá: Eso es algo muy misterioso ¿cómo sucedió? Aquí está la clave, el secreto: fueron los profetas, porque así lo dice la Biblia. Ellos lo pueden abrir en cualquier tiempo (y eso es otra cosa que hay que considerar, ellos lo pueden abrir en cualquier tiempo); pueden hacer lo que quieran con la naturaleza. Y hacen lo mismo que hicieron en su ministerio anterior porque ya saben como hacerlo ¡amén! ¡Gloria!

Cuando yo vi esto, me levanté de la silla y comencé a dar vueltas en el cuarto. Pensé: “¡Oh, cuán agradecido estoy, Padre Celestial!” Allí está, eso es. Ellos abrieron ese sexto Sello. ¡Amén! Fíjense en ellos. Si alguno les dañare, fuego sale de su boca la Palabra. El Espíritu Santo vino sobre los apóstoles y también fuego, la Palabra, procedió de sus bocas.

Y acá en Apocalipsis capítulo diecinueve vemos la misma cosa: “Y de su boca sale una espada aguda.” La Palabra. Es Cristo el que viene y con esta espada aniquila a Sus enemigos ¿correcto? Ahora Él ya viene”.

Bueno, entonces ya vemos qué es Apocalipsis 19, ¿verdad? Apocalipsis 19 es la Venida del Señor con Moisés y Elías; Apocalipsis 10: la Venida del Señor con Moisés y Elías; Apocalipsis11: Elías y Moisés con el Señor o el Señor en Moisés y Elías cumpliendo las cosas que Él dijo que habría de llevar a cabo.

“Estos tienen poder para cerrar los cielos para que no llueva durante los días de su profecía. ¡Eso sí es poner una interrupción a la naturaleza! (Poder cerrar los Cielos para que no llueva hasta que ellos terminen de dar el mensaje).

Ahora, ¿por cuánto tiempo cerró los cielos el profeta Elías? Tres años y medio, exactamente. Ahora, ¿cuánto tiempo dura la última parte de la semana setenta de Daniel? Tres años y medio.

¿Qué hizo Moisés? Convirtió las aguas en sangre e hizo todos los demás milagros, exactamente como está predicho que sucederá bajo este sexto Sello. Y acá los vemos en Apocalipsis once haciendo estas mismas cosas. ¡AMEN! Allí tienen en tres diferentes lugares, cómo las Escrituras unen la cosa completamente. Esto es la apertura del sexto sello. ¡Amén! ¡Gloria!

Ahora Dios está a punto de libertar a Su hijo Israel de la misma manera como lo hizo cuando las tribulaciones le vinieron allá en Egipto. El mandó a Moisés para libertar a Israel. ¿Correcto? Y él entonces hizo estas mismas cosas.

Dios mandó a Elías a Achab, y de allí salieron siete mil. ¿Correcto? Ahora, lo manda de nuevo acá en el tiempo de la tribulación, y llama a los ciento cuarenta y cuatro mil”.

Elías llama a los ciento cuarenta y cuatro mil. Elías le lleva el mensaje a los judíos, y cuando lo pongan todo bajo el ministerio de Elías, cuando le pongan todo, entonces ¿qué pasa? Ahí estará el otro ministerio: el ministerio de Moisés, y entonces encontramos que no va a haber ningún problema. Esa es la promesa hecha ahí.

Ahora, noten que entre el sexto y séptimo Sello encontramos el séptimo capítulo de Apocalipsis, colocado matemáticamente correcto”.

Entre el sexto y Séptimo Sello encontramos ¿qué? Apocalipsis 7 donde aparecen ciento cuarenta y cuatro mil y donde aparecen las vírgenes fatuas.

Bueno, déjeme seguir más adelante, ya ustedes vieron cómo es que van a venir los terremotos, cómo van a venir esas plagas, ya ustedes saben que es a través del ministerio de Moisés y Elías que vienen todas esas plagas.

Ahora, vamos a ir aquí al mensaje titulado: “¿Cuál es la atracción en el Monte?” página 17 y 18, y nos dice:

“Ahora, veamos un suceso típico en los últimos días, pasemos algunas páginas en Zacarías y veamos qué dice él sobre esto. Luego tornémonos para los últimos días, esa fue la edad media.

Ahora, tornémonos a los últimos días y tornémonos a Zacarías 14 (Zacarías 14 habla de los últimos días), empezando en el verso 4 y escuchen: vamos a leer una porción de la Escritura alrededor de nueve versículos, del 4 al 9, escuchen bien.

Y está profetizando de Su segunda venida…”.

Está profetizando de Su Segunda Venida, Zacarías 14 está profetizando de Su segunda Venida:

De Su segunda Venida, los últimos días. Por lo tanto, escuchen bien, esto es ¡ASÍ DICE EL SEÑOR! Son las Escrituras, Zacarías 14, recuerden lo que dice en Zacarías 9: “Y no le reconocieron”.

Ahora, ¿qué es hoy? Zacarías 14 hablando de Su venida (de la segunda por supuesto).

“Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.

Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá (otro temblor de tierra partió en dos la Tierra)”.

Bueno, ahí lo tienen en Su Segunda Venida, el Señor viniendo en Su Segunda Venida con Moisés y Elías, ahí en ese tiempo ¿qué pasa? Ahí en ese tiempo va a suceder ¿qué? Dice que: “Otro temblor de tierra partiendo la Tierra”

“Si usted quiere seguir la escritura aquí note en el capítulo 5, explica que la hendidura del Monte de Olivos se debe a un temblor de Tierra, y esto es confirmado por Isaías 29:6”.

Vamos a leer Isaías 29:6, y usted verá lo que dice ahí, aquí hay una parte solamente de lo que dice Isaías 29:6, pero vamos nosotros a buscarlo completo. Isaías 29:6 dice… vamos a comenzar en el 5, si ustedes desean. Dice:

“Y la muchedumbre de tus enemigos será como polvo menudo, y la multitud de los fuertes como tamo que pasa; y será repentinamente, en un momento.

Por Jehová de los ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor”.

Eso es lo que dice Isaías 29:6. Ahora, aquí también el hermano Branham cita una parte, y dice:

“Y vendrá el Señor tu Dios, y con Él todos los santos”.

Aquí entonces también está citando a Isaías, me parece que es 13, Isaías, capítulo 13, déjenme ver si es ese. En Isaías 13, ahí habla acerca de la Venida del Señor, y dice:

“Levantad bandera sobre un alto monte; alzad la voz a ellos, alzad la mano, para que entren por puertas de príncipes.

Yo mandé a mis consagrados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria.

Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla.

Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su ira, para destruir toda la tierra.

Jehová y los instrumentos de su ira, para destruir toda la tierra.

Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso.

Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre,

y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas.

He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores.

Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor.

Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes”.

Entonces usted puede ver que viene Jehová, el Señor viene, y viene con Su ejército, con Sus instrumentos para destruir a los moradores de la Tierra ¿y para qué? Para dejarla vacía. Entonces Él viene con Sus instrumentos.

Ahora, ¿quiénes son Sus instrumentos con los que Él viene? Conforme a la Palabra, déjenme ver la página 267 de Las Edades, dice:

“Entonces, cuando Su justa indignación caiga sobre los blasfemos, será cuando los justos estarán con su Señor. Los justos, viniendo con Él en gloria…”.

Ahí tienen los instrumentos, ahí tienen con quién viene el Señor para destruir a los que destruyen la Tierra:

“Los justos, viniendo con Él en gloria, destruirán a aquellos que destruyeron la tierra e hicieron ruina a los santos de Dios”.

Ahí entonces usted puede ver con quién es que viene el Señor, ahí usted puede ver entonces con quién viene el Señor en Moisés y Elías. El Señor viene en Su Segunda Venida conforme al orden de Su Venida, viene con Moisés y Elías, y Él viene para destruir la Tierra dejar la Tierra en soledad, raer de la Tierra a todos los pecadores ¿y qué más? No viene solo, sino que viene acompañado, y aquí vemos en la manera que viene. Dice:

“Y Jesús viene del cielo con Sus millares de Santos, y la Biblia dice que los cielos fueron vacíos por el espacio de media hora”. Libro de Citas, página 45.

“Jesús viene del Cielo con Sus santos millares”. Ahora, eso es lo que dice el Profeta Zacarías, el Profeta Zacarías, capítulo 14 es el que dice que el Señor viene con Sus santos millares. Y aquí conforme a como leímos en el mensaje titulado “¿Cuál es la atracción en el Monte?” dice Zacarías 14, empezando en el verso 4, y ahora donde dice que el Señor viene con Sus santos millares es en el verso 5.

En el verso 4 dice, empezando en el verso 4, y escuchen, vamos a leer una porción de la Escritura alrededor de nuevos versículos, del 4 al 9:

“Escuchen bien, y está profetizando de Su segunda Venida” (está profetizando de Su Venida, está profetizando ¿de qué?) de los últimos días. Por lo tanto, escuchen bien, esto es !ASÍ DICE EL SEÑOR! Son las Escrituras, Zacarías 14. Recuerden lo que dice en Zacarías 9: “Y ellos no le reconocieron”.

Ahora, ¿qué es hoy? Zacarías 14 hablando de Su venida.

Ahora, vean que Zacarías 14 hablando de Su Venida y el hermano Branham dice: “Vamos a leer del 4 al 9”, y entre el 4 y el 9 está el verso 5, vamos a ver el verso 5 aquí, dice:

“Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.

Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos”.

Ahora, ya ustedes pueden ver entonces… miren, y el verso 9 aquí dice, vamos a seguir verso 8, y dice:

“Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas”.

En ese día de la segunda Venida del Señor saldrán de Jerusalén aguas vivas:

“La mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno.

Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre”.

Y será Rey sobre toda la Tierra. Por eso como Rey sobre la Tierra regirá con vara de hierro a través del ministerio de Moisés y Elías. Entonces, fíjense aquí esto que dice:

“Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno”.

¿Qué es eso? Dice: el Evangelio yendo hacia judíos y gentiles, ¿ven? La venida del Señor en Su segunda Venida con Moisés y Elías, entonces son las aguas del Evangelio, las aguas del evangelio del Reino yendo para judíos y para gentiles.

Ahora, usted puede ver estas cosas que están profetizadas ahí que han de acontecer, y estas cosas usted puede ver que acontecen en este tiempo final en la Venida del Señor; y encontramos que la hora en que nosotros estamos viviendo es más delicada de lo que nosotros nos podemos imaginar.

Si usted examina esas siete plagas que caen sobre la Tierra, esas siete plagas que derraman los siete Ángeles, usted encuentra que esas siete plagas que son derramadas sobre la Tierra, usted encuentra que esas son las cosas que Moisés y Elías hablan y tienen que acontecer. Esas siete cosas usted tiene que darse cuenta que son las cosas que acontecen bajo el ministerio de Moisés y Elías.

Por ejemplo, si observamos que dice: La primera plaga que cae es, dice que una úlcera maligna y pestilente cayó sobre los hombre que tenían la marca de la bestia y que adoraron su imagen.

Ahora, vea usted que estas plagas caen bajo el sexto Sello, y que bajo el sexto Sello y bajo ese tiempo es que cae sobre lo que adoraron a la imagen de la bestia, y tenían la marca de la bestia, tenían la marca de la bestia y entonces vemos que sobre todos estos que se unen al Concilio Mundial de Iglesias y que entran en esa unión, sobre ellos es que caen estas plagas.

Encontramos allí que esta plaga cae, esta plaga de una úlcera… esto tiene que ser una enfermedad terrible que va a caer sobre todos estos que están metidos en este asunto ecuménico, que están metidos en el Concilio Mundial de Iglesias, y que cuando empiecen a caer esas plagas ya no hay tiempo de salir de esa unión. Entonces, dice que esa úlcera, esa plaga maligna cae sobre los que tienen la marca de la bestia y han adorado la imagen de la bestia.

Así que, sobre los escogidos, sobre el pueblo de Dios no hay nada de eso. ¿Ven? Sobre los ciento cuarenta y cuatro mil tampoco ocurrirá nada de eso.

Entonces vemos que es el ministerio de Moisés y Elías llevándose a cabo aquí en la Tierra y produciendo todas estas cosas.

La segunda plaga ¿es qué? Dice que el segundo Ángel derramó su copa sobre el mar, y este se convirtió en sangre como de muerto, y murió todo ser vivo que había en el mar. Esa es la segunda plaga. ¿Y quién fue el que hizo eso allá? Moisés.

Ahora, la tercer plaga… y esas plagas se derraman en el Sexto Sello, entonces la tercer plaga ¿es qué? La tercer plaga, dice que el tercer Ángel derramó su copa sobre los ríos y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre ¿quién hizo eso allá también? Moisés y Elías.

Luego, encontramos, fíjense, yo se los voy a leer aquí, la página 363 de Los Sellos, dice:

“¿Qué hizo Moisés? Convirtió las aguas en sangre e hizo todos los demás milagros, exactamente como está predicho que sucederá bajo este sexto Sello”.

Entonces la cuarta plaga es cuando el cuarto Ángel derrama su copa sobre el sol. Dice:

“Al cual fue dado quemar a los hombres con fuego.

Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria”.

Ahora, vemos que esta plaga que es derramada entonces está relacionada con una interrupción en el sol; y aquí entonces encontramos en la página 262 y 263, encontramos que aquí ocurre algo en el sol, lo cual es hablado por el ministerio de Moisés y Elías, dice:

“Y tendrán poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y también poder para herir la tierra con las plagas cuantas veces quieran. ¿Qué es? ¿Qué otra cosa fuera de la Palabra puede producir estas cosas? Ellos podrán hacer que la naturaleza haga lo que ellos quieran.

¡Aquí está! Ellos son los que producen este sexto Sello. Lo descubren y lo abren; es el poder de Dios para interrumpir la naturaleza. El sexto Sello es totalmente una interrupción de la naturaleza.

¿Me entienden? Allí está el Sello. ¿Quién lo hace? Son los profetas, del otro lado del rapto. Ellos con el poder y la Palabra de Dios condenarán la naturaleza. Podrán producir terremotos, convertir la luna en sangre, o hacer bajar el sol”.

¿Ven? Convertir la luna en sangre, hacer bajar el sol, y entonces ¿qué dice?

“Derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego”.

Aquí dice: “Ellos pueden bajar el sol y convertir la luna en sangre; y si bajan el sol entonces ¿qué pasa? Pues la gente entonces son quemadas:

“En fin, cualquier cosa que ellos demanden, eso va a suceder”.

Ahora, ya ustedes pueden ver aquí con estas cositas que ya les he mostrado, que estas plagas son derramadas bajo el ministerio de Moisés y Elías; y Moisés y Elías son los que hablan estas plagas a la existencia y se tienen que cumplir. Dice:

“El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas,

y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras”.

Ahora, la quinta plaga es derramada sobre el trono de la bestia; y entonces ahí usted encuentra la forma de afrontar esa plaga, la forma de afrontarla ellos es una forma rebelde, es la forma en la cual blasfeman a Dios por esa plaga que les viene.

Ahora, ya ustedes pueden ver que el ministerio de Moisés y Elías, en una de las fases del Moisés y Elías se torna hacia el trono de la bestia y su reino.

El ministerio de Moisés y Elías por la Palabra hablada se tornará cierto tiempo contra la bestia, contra el trono de la bestia y entonces dice que su reino se va a cubrir de tinieblas, y esto ya usted puede ver que entonces van a acontecer ciertas cosas allá en el reino de la bestia y en el trono de la bestia.

Encontramos entonces que ellos blasfeman a Dios por esa plaga, y encontramos que ellos se ponen rebeldes contra esos dos Profetas, contra Moisés y Elías; y encontramos que dice el cuarto Elías que estos Profetas le van a hacer el camino duro a la bestia y a la imagen de la bestia, ellos le van a hacer un camino muy duro para caminar a ellos.

Un camino muy duro para ellos caminar en el plan que ellos tienen, de un gobierno mundial con la unión de todas las religiones y la unión de todos los sistemas mundiales, y entonces con el mensaje de Moisés y Elías, será un mensaje tan poderoso que va a interferir con el plan que la bestia y la imagen de la bestia tienen.

Imagínese que con el mensaje de Moisés y Elías tienen van a ser libertados los ciento cuarenta y cuatro mil de esa liberación que ellos necesitan, porque el pueblo de Israel se unirá en el plan este ecuménico y está unida en el plan ecuménico; pero el pueblo escogido, los que están escritos van a ser libertados, van a salir de ahí.

Entonces como su denominación, los de la ley, el judaísmo no va a salir, ellos van a salir. Así como de entre los gentiles entonces encontramos que las denominaciones no van a salir de esa unión, pero van a ver gente saliendo de esas denominaciones. Entonces ¿qué hace eso? El mensaje de Moisés y Elías va a interrumpir el plan de la bestia y la imagen de la bestia, y su reino va a ser un reino muy tenebroso, va a ser lleno de tinieblas y todas estas cosas, así que van a venir plagas sobre ellos.

Ahora, recuerde que hay plagas espirituales y plagas literales. Aquí encontramos en el derramamiento de estas plagas bajo el sexto Sello, que cubre todos los aspectos. Encontramos que en las edades de la Iglesia usted encuentra que una trompeta sonaba, Fíjense se abría un Sello, el mensajero captaba el mensaje, lo recibía en el corazón, se encarnaba ese mensaje, lo predicaba y eran llamados los escogidos, rescatados; luego puestos a dormir el mensajero y el mensaje, y luego caía una plaga.

Ese mensajero tocaba la trompeta porque él tenía la trompeta para llamar al pueblo. Entonces al tocar la trompeta una guerra espiritual se llevaba a cabo una guerra espiritual, luego una plaga espiritual caía sobre los que rechazaron. Entonces, encontramos que así por el estilo hasta que los siete mensajeros tocaron sus trompetas.

Luego encontramos que esa plaga espiritual que caía, pues destruía a aquellos que le habían hecho guerra espiritual a los escogidos de ese día.

Ahora Fíjense, en el tiempo final en que nosotros estamos nosotros viviendo, encontramos que la última plaga, la última plaga, vea usted que fueron siete plagas, y la última plaga, la última plaga allá en Egipto fue muerte. Y la última plaga que hiere a la edad pentecostal, la última plaga que hiere a la Iglesia es muerte. Ahora, eso es muerte espiritual para los que combatieron el mensaje de la séptima edad.

Para todos los que combatieron el mensaje del cuarto Elías, encontramos que una muerte espiritual cae sobre todos ellos. Aquí en el mensaje: “Discerniendo el Cuerpo del Señor”, página 10 y página 11 nos habla acerca de esta plaga, y nos dice:

“Por no discernir el Cuerpo del Señor muchos están debilitados y enfermos, muchos duermen (muertos, muertos espiritualmente). La última plaga que azotó a Egipto fue la muerte; la última plaga que azotó a la Iglesia es la muerte espiritual (la muerte espiritual)”.

Ahora, luego que todas esas plagas espirituales que tenían que caer a causa de que la gente rechazaron y combatieron el mensaje de cada edad, luego de eso encontramos que hay siete trompetas que suenan para Israel, y encontramos que también hay siete plagas.

Entonces hay: las siete primeras trompetas que fueron las que sonaron en las edades, y hay las siete postreras trompetas que son para Israel. Y también hay las siete postreras plagas; en esas siete postreras plagas es que se consuma la ira de Dios, y entonces viene a ser tipos y figuras las plagas y las trompetas de las edades, vienen a ser tipos y figuras de las plagas y las trompetas finales que han de tocar y que han de derramarse sobre la Tierra.

Ahora, encontramos que para cada trompeta allá en las edades sonar, para cada uno necesitaba dos mil años aproximadamente; y cada mensajero tocó la trompeta en cada tiempo.

Encontramos que bajo el sexto Sello suenan todas las trompetas para Israel. Encontramos que también bajo el sexto Sello caen todas las plagas para los gentiles, para todos los que rechazaron la Palabra para el tiempo en que estamos viviendo.

En palabras más claras: este mundo, los sistemas mundiales, los gobiernos mundiales las religiones mundiales y todo, rechazará el mensaje del Evangelio del Reino. Y por rechazar el mensaje del Evangelio del Reino, por oponerse a él entonces encontraremos que los que harán burla y se mofarán de la predicación de ese mensaje y la predicación de las plagas, esas plagas que serán anunciadas…

Imagínense, el mundo cree que le queda mucho tiempo, y oír la predicación de esas plagas y oír el tiempo en que estamos viviendo, y oír que todo eso va a venir y aún oír fechas, entonces muchos se van a burlar, los gobiernos se reirán. ¿Ven? Pero entonces luego de eso de oír esas cosas, luego de Egipto y faraón oír la predicación de las plagas cuando Moisés se las predicó, se las iba y se las predicaba.

Luego de oírlas ¿qué pasaba? Se burlaba y no dejaba ir al pueblo, se ponía bravo con él. “Y ahora los voy a maltratar más”. ¿Ven? Y entonces venía la plaga, venía la plaga y eso era el juicio de Dios para la liberación del pueblo del Señor, del pueblo de Israel.

Ahora, en este tiempo los gentiles se van a burlar, los gobiernos gentiles, las religiones gentiles, todos se van a burlar ¿de qué? De la predicación de las plagas, se van a burlar del mensaje del Evangelio del Reino, porque en el mensaje del Evangelio del Reino es que se predican las plagas.

En el mensaje del Evangelio del Reino ¿es que se proclama qué? La Segunda Venida del Señor con Moisés y Elías para el establecimiento del Reino de Dios. ¿Ve? La introducción del milenio. Y si se predica la introducción al milenio, entonces se predica también ¿qué ? El derramamiento de las plagas sobre los gentiles, para la destrucción de los gentiles para entonces venir ¿qué? El milenio literalmente.

Entonces encontramos que cada plaga de esas ocurre bajo el Sexto Sello, y cada plaga de esa aparece cuando Moisés y Elías la habla, entonces se tiene que cumplir, tiene que acontecer, ¿cuántos minutos y días después? Eso no lo sabemos, primero nosotros oiremos sobre estas plagas, oiremos la predicación de ellas y luego es que ellas vendrán.

Ahora fíjense, todas estas cosas que ocurren bajo el derramamiento de estas plagas, es exactamente en el ministerio de Moisés y Elías viniendo y trayendo a existencia todas estas plagas.

Ahora, déjenme ver si tengo anotado algo aquí. Dice:

“El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente”.

Y ahora, esto también tiene su cumplimiento. Ahora, bajo el ministerio de Moisés y Elías. Entonces la séptima plaga ¿es cuál? dice:

“El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está.

Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra”.

Ahora, si usted no ha notado, fíjense, en la séptima plaga ocurre lo mismo que ocurre en la Séptima Trompeta. ¿Quién suena la Séptima Trompeta? Moisés y Elías es el que suena la Séptima Trompeta. Y en la Séptima Trompeta Moisés le suena, Moisés y Elías le tocan a los judíos las siete trompetas.

Bueno, espero que me entiendan, bajo el Sexto Sello suenan las siete trompetas completas. Entonces Moisés y Elías con la Séptima Trompeta, entonces le suenan todas las otras trompetas, o sea, le dan a conocer la historia del pueblo judío y el plan y propósito de Dios con ellos.

Entonces lo mismo que ocurre con los Sellos acá, es lo mismo que ocurre con las trompetas allá, es el tiempo del séptimo Sello es que los demás seis Sellos son abiertos, los Sellos de las edades. Y con la séptima Trompeta las otras seis trompetas anteriores son abiertas o dadas a conocer a Israel.

Entonces, lo mismo que ocurre bajo el séptimo Sello, fíjense, bajo el séptimo Sello ¿qué ocurrió? Truenos, relámpagos, voces y un terremoto. ¿Qué ocurre bajo la séptima Trompeta? Truenos, relámpagos, voces y un terremoto. ¿Y qué ocurre bajo la séptima plaga? Truenos, relámpagos y un terremoto. Y dice:

“Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.

Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira.

Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.

Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento (cien libras, un talento son cien libras); y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande (fue grande en gran manera)”.

Ahora, si ustedes pueden ver, ahí en ese tiempo que ocurre el terremoto entonces, ahí entonces es que comienza toda esta, parte porque el sexto Sello se abre con un terremoto. El sexto Sello se abre con un terremoto, y entonces vienen todos esos juicios bajo el sexto Sello.

Y todos estos juicios que hubieron en las edades pasadas, juicios espirituales, luego en este tiempo se convierten en juicios literales, guerras espirituales que hubieron allá, luego acá habrán guerras espirituales, pero guerras también literales. ¿Ven? Por lo menos una guerra literal tiene que haber, lo cual ya ustedes saben que es una guerra que va a ser muy dañina para los seres humanos.

Luego, también encontramos que todo eso se moverá en todos los campos a la misma vez: en el campo espiritual y en el campo literal. En el campo literal, entonces esos juicios en el campo literal serán juicios para la destrucción de todos los pecadores que hayan sobre la Tierra.

Ahora, vea usted que bajo la séptima plaga ocurre todo eso, en palabras más claras la séptima plaga es un resumen de todas; y en la séptima están todas las demás plagas, como en el séptimo Sello están todos los demás Sellos, como en la séptima Trompeta están todas las demás trompetas, como en Moisés y Elías hablando la Palabra están las siete copas siendo derramadas; o sea, que habrá un ministerio séptuple, un ministerio séptuple en el ministerio de Moisés y Elías para producir todo eso que ha de ser producido, un solo hombre con ese ministerio traerá todas esas cosas que están ahí habladas en la Palabra del Señor.

Bueno, no hemos entrado por completo. Para mí ha sido bastante difícil poder hablar en esta mañana, pero hemos estado hablando sobre estas cosas de las plagas en esta mañana, y vemos que la cosa es más sencilla de lo que nosotros nos podemos imaginar. Quizás cualquier persona deseará: “Bueno, yo quisiera ver el primer Ángel, el segundo, el tercero o el cuarto o el quinto o el sexto o el séptimo, derramando su Copa”.

Cuando usted vaya a ver el derramamiento de esas Copas, de esas plagas sobre la Tierra, lo que estará viendo será a Moisés y Elías hablando esa Palabra y entonces todo se cumple. Y muchas personas pensarán o dirán: “Bueno, ¿y el Ángel número tal o número tal?” Lo que se verá aquí será a Moisés y Elías derramando esa Palabra. Derramando esa Palabra, y entonces todo eso cumpliéndose conforme a como está prometido.

Ahora, yo no sé si ustedes han notado algo, fíjense, la sexta Copa es derramada sobre el río Éufrates, la cuarta es derramada sobre el sol, la quinta es derramada sobre el trono de la bestia, la cuarta es derramada sobre el sol, la tercera es derramada sobre los ríos, la segunda es derramada sobre el mar, la primera es derramada sobre los hombres (sobre los hombres que tienen la marca de la bestia), pero la séptima es derramada por el aire, vea usted, la séptima es derramada por el aire.

Ahora, vemos entonces la hora en que estamos, vemos que en esa hora en que estamos nosotros viviendo, es la hora en que todas estas cosas que están ahí han de cumplirse y que ya el mensaje está por abiertamente y públicamente salir hacia el mundo gentil, para dar a conocer estas cosas, para estas cosas ser habladas, y luego más adelante ver el cumplimiento de estas cosas.

Luego que estas cosas sean habladas entre los gentiles, luego el mensaje se torna a los judíos, y entonces vemos que las plagas plenamente estarán manifiestas aquí en la Tierra.

Bueno, vamos a dejar esto por ahí quietecito; ya ustedes vieron que estas siete plagas aquí en la Tierra, aquí en la Tierra las derrama un solo mensajero; o sea, que a través de un solo mensajero: Moisés y Elías, es que son habladas todas esas plagas; o sea, fíjense, cuando vino el Señor la primera vez, encontramos que en Jesús estaba Daniel, estaba José, estaban todos los profetas; él era la plenitud de todos los profetas. Bueno, el Señor en Su segunda Venida con Moisés y Elías… en Moisés y Elías estará la plenitud de los siete mensajeros, ahí estarán los siete mensajeros, la plenitud de ellos. Así que, ellos venían señalando lo que habría de acontecer en la Segunda Venida del Señor.

Entonces, encontramos que Jesús era José, Jesús era Daniel, era cada uno de los profetas; porque ellos lo tipificaron a Él. José siendo vendido por aproximadamente treinta piezas de plata, representaba a Jesús siendo vendido por treinta piezas de plata; y así por el estilo encontramos que cada uno de ellos lo representó a Él, pero Él fue la plenitud de todos ellos, y la plenitud de los siete mensajeros será Moisés y Elías.

Entonces, él tendrá un ministerio séptuple, y teniendo un ministerio séptuple, entonces todas las plagas que están ahí que han de venir, entonces él las podrá hablar y tienen que venir; y todas las bendiciones que hay ahí habladas para los hijos de Dios tienen que cumplirse bajo ese ministerio, y entonces el pueblo de Dios recibirá la bendición que hay para ellos.

Entonces, encontramos que es el tiempo de liberación, Dios liberando a Sus hijos, es el tiempo más grande de toda la historia bíblica, porque es el tiempo en que todas las cosas se reúnen en este tiempo para todo concluir.

Entonces, encontramos que así como Moisés y Elías será la plenitud de los siete mensajeros, encontramos que el grupo de la Edad de la Piedra Angular, el grupo de los escogidos, será la plenitud de los escogidos de todas las edades pasadas; por eso también encontramos que ellos no pueden ser perfeccionados sin nosotros; porque tiene que haber un grupo que llegue a la perfección, para que pueda entonces, logre el resto ser perfeccionado.

Entonces ahí podríamos hablar muchísimas cosas más, pero vamos a dejarlo para durante la semana que el Señor siga trayéndolo, siga dejándonos ver estas cosas; yo creo que ya en esta semana el Señor nos puede aclarar completamente el cuadro que tenemos nosotros que ver en esta hora; y dentro de poco ya entonces estará la Palabra hecha carne en cada uno de nosotros en toda Su plenitud.

Bueno, después de las Copas ¿qué viene? Es lo final, es lo último; así que yo pienso… ahora déjenme decirlo de esta manera: Yo pienso, yo creo, yo sospecho que después de las Copas, bueno, ya entonces esté todo encarnado. Es lo que yo pienso.

Después de las Copas no sé qué otra cosa más pueda haber por Dios darnos a conocer, no sé qué otra cosa más pueda haber. Sino no hay más ninguna otra cosa, entonces al finalizar de conocer el misterio de las Copas, la Palabra estará entonces encarnada plenamente en cada uno de nosotros, si no hay nada más para ser dado a conocer. Si hay algo más, entonces cuando sea dado, habrá terminado el proceso de la encarnación de la Palabra en cada uno de nosotros.

Ahora, recuerde: yo sospecho que después de las plagas entonces ya todo ha terminado; luego de las plagas ser predicadas a los gentiles, luego de eso es que se torna el Evangelio a los judíos; y cuando se torne a los judíos, ya está la Palabra encarnada en cada uno de nosotros.

Bueno, estamos en una hora muy importante para nosotros, así que esté preparado en esta hora, esté preparado porque la bendición es muy grande la que nos ha tocado a cada uno de nosotros, y realmente necesitamos del Señor para poder captar, para poder ver lo que corresponde para nosotros ver en esta hora.

Así que, Dios nos bendiga en esta mañana. No sé si ustedes han notado la forma en que he estado hablando, realmente es porque la cosa es muy delicada, muy delicada, y ya está pronto para salir todo esto fuera (fuera de entre nosotros).

Ahora, esto debe salir de la manera correcta y conforme al orden en que debe salir y debe ser predicado y publicado al mundo de afuera; o sea, que la predicación de las plagas tiene su orden, y conforme a la Palabra, Moisés y Elías es el que predica las plagas y es el que luego trae las plagas por la Palabra hablada.

Por lo tanto, siendo ese el orden, entonces nosotros estaremos al lado de ese ministerio prometido, para entonces nosotros llevaremos ese mensaje, nosotros llevaremos ese mensaje a través del ministerio de Moisés y Elías, y estaremos al lado de ese ministerio en todo momento. Y estando al lado de ese ministerio en todo momento, entonces nosotros a través de ese ministerio estaremos predicando; así como cuando el hermano Bermúdez ha salido y ha ido a México y ha ido a otros países, ustedes han ido también con él. De esa misma manera.

Bueno, todo tiene un orden, por lo tanto, no debemos interrumpir el orden del Señor, porque cualquier otro que tratara de imitar allá en el tiempo de la predicación de las plagas, en el tiempo de Moisés, corrió mucho peligro. Por supuesto, hubo imitadores. Moisés vino y habló las plagas y vinieron también Janes y Jambres para predicar de las plagas también.

Entonces no debe nadie imitar estas cosas que deben ser predicadas y deben ser habladas al mundo, sino más bien todos al lado de ese ministerio para decir amén a lo que Dios dice por Su Palabra; y así es que estaremos nosotros todos predicando las plagas (todos las estaremos predicando) de esa manera.

Bueno, estemos pendientes, estemos preparados, porque la hora en que vivimos es muy importante; recuerde que en esta hora es que de momento van a aparecer manifiestos más ampliamente muchos personificadores, y tratarán de interrumpir el plan de Dios; pero la vara de Moisés, el mensaje de Moisés (porque la vara representa la Palabra, el mensaje) se comió a las demás varas, a los demás mensajes; o sea, en palabras más claras, no importa cuántos personificadores salgan tratando de imitar el mensaje de Moisés y Elías, que es el mensaje del Evangelio del Reino, en donde están todas esas plagas y donde está todo.

Bueno, no importa cuántos personificadores traten de imitar ese mensaje, no importa cuántos salgan. El mensaje, la vara de Moisés se comerá, se tragará la vara, el mensaje de cualquier personificador, y se quedará sin mensaje, se quedarán sin mensaje, porque Janes y Jambres se quedaron sin vara.

Así que en esta hora es una hora muy importante, todo el mundo y todos los predicadores dicen que tienen el mensaje y que tienen el mensaje de la hora; pero la vara de Moisés se tragará a todos los que dicen que tienen el mensaje y que están proclamando el mensaje correcto. Si no es la misma (la vara de Moisés), cualquier otra vara, cualquier otro mensaje está equivocado; por lo tanto, la promesa es que la vara de Moisés, el mensaje de Moisés y Elías, se tragan las demás varas.

Entonces, ya usted puede darse cuenta de lo que va a pasar dentro de poco, usted se podrá dar cuenta entonces que… fíjese, con la vara de Moisés fueron hechas las señales, las plagas, todas esas cosas vinieron por la vara de Moisés, que es tipo del mensaje de Moisés y Elías. Por el mensaje de Moisés y Elías siendo hablado, es que vendrán todas esas plagas.

Ahora, ya vemos entonces la hora en que estamos, vemos que por la vara de Moisés también fue que salió el pueblo de Israel, por la vara de Moisés también es que tienen que salir los ciento cuarenta y cuatro mil, eso es conforme a la Palabra.

Bueno, es mejor entonces nadie tener vara, y decir: “No, no. Yo estoy conforme con la vara de Moisés, yo no tengo ninguna”. Porque si tiene alguna, se la va a comer la vara de Moisés; o sea, que en palabras más claras todo el mundo aquí en la Tierra se quedará sin mensaje, solamente habrá un mensaje, y por ese mensaje Dios cumplirá todo lo que Él ha dicho que va a hacer aquí en la Tierra. Todo: bendiciones y maldiciones; bendiciones para el pueblo de Dios y maldiciones para el mundo gentil.

¿No fue eso lo que hizo la vara de Moisés? Con la vara de Moisés trajo maldiciones para Egipto (que representa a los gentiles), y trajo bendiciones para el pueblo de Israel; por lo tanto, entonces se fueron las otras varas, desaparecieron las otras varas.

Bueno, Dios nos bendiga en esta mañana, Dios nos guarde y nos ayude en esta hora en que estamos viviendo, en donde ya Dios nos está abriendo el cuadro de estas cosas, y entonces estaremos muy contentos, porque estaremos del lado de la bendición; no del lado del juicio, sino del lado de la bendición. Para el lado del juicio o del lado del juicio estará el mundo gentil, los reinos gentiles, las religiones gentiles, todos estarán de ese lado equivocado y los juicios caerán sobre ellos.

Bueno, durante la semana seguiremos escudriñando sobre estas cosas y vamos a ver muchas cosas. En esta mañana no escudriñamos tanto, sino que hablamos, leímos y lo trajimos ahí, todo ahí de un cantazo, fue traído ahí todo de un cantazo; pero que a medida que el Señor nos ayude durante la semana, entonces vamos a entrar en explicación de muchas cosas que hay ahí, para verlas más claramente conforme a cómo debemos nosotros verlas en esta hora en que estamos viviendo.

Así que, si usted no entendió algo en esta mañana, quédese quietecito que durante la semana el Señor nos permitirá entonces entrar más abundantemente en estas cosas, y entonces a medida que usted vaya escuchando, usted va a entender lo que no haya podido entender en esta mañana.

En esta mañana ha sido traído así todo de un cantazo, sin mucha explicación, pero yo espero que ninguno de ustedes tropiece.

Durante la semana habrá un poco más de explicación sobre estas cosas, conforme a como el Señor quiera que se haga, conforme a como el Señor dé para hacerse. Así que yo creo que estaremos, de parte del Señor estaremos entrando más hondamente en este tema de las Trompetas y de las plagas o de las Copas, y vamos a verlo más y más ampliamente lo vamos a ver, y vamos a ver lo sencillo que es todo esto.

Yo creo que ya usted en esta mañana ha visto que es bastante sencillo todo esto conforme a la Palabra, pero yo creo que el Señor nos permitirá verlo aún más sencillo, que hasta los niños que están aquí en esta… aunque todos somos niños en el sentido de que no conjeturamos y no tenemos nuestra manera de pensar, sino que lo creemos todo, pero me refiero a los niños literales.

Aun hasta los niños van a poder entender estas cosas, porque la Palabra es para todos, y en esta hora aun los niños tienen el privilegio de que el Señor puede obrar dentro de ellos, y en ellos encarnase la Palabra y ellos poder entender estas cosas.

Bueno, algunas veces algunos niños, algunos de nuestros hijos nos sorprenden en algunas conversaciones que les oímos hablar; es que nosotros algunas veces creemos que ellos vienen y no aprenden nada como los mayores, y algunas veces descubrimos que saben hasta más que los mismos mayores, algunas veces descubrimos en conversaciones que ellos tienen, que ellos han captado algunas veces hasta mejor que muchos de los mayores.

Bueno, si usted le pregunta a sus niños, quizás usted puede ver hasta dónde ellos han entendido sin nadie estar obligándole ni estar forzando a enseñarles en una forma intelectual; o sea, sin tener nosotros los niños por allá separados para una escuela dominical y por los sentidos: “Bueno esto es esto, y esto es esto”, sino a través de la predicación de la Palabra, ellos también tienen el privilegio de captar la Palabra porque Dios está con ellos también, ellos son parte del pueblo del Señor, de los escogidos, y en ellos también se encarna la Palabra del Señor.

Bueno, y en la transformación no van a haber niños, van a ser transformados los que hayan sido predestinados y que son escogidos, pues se encarnó en ellos la Palabra y van a ser transformados, y entonces ya no van a ser niños, sino personas mayores.

Bueno, es el tiempo donde más rápido van a crecer, no van a tener necesidad de esperar a cinco, diez o veinte años para ser grandes, sino que de un momento a otro ellos serán transformados y estarán ya adultos conforme a la Palabra del Señor.

Bueno, vamos a dejar esto quieto por aquí, ya seguiremos el jueves próximo Dios mediante.

“EL JUICIO DEL SEXTO SELLO”.