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|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| El fin de todo | 1977-03-27 | 1 | PR | 00:00:00 | false |
Muy buenos días, amados hermanos. El Señor nos continúe bendiciendo a todos en esta hermosa mañana, en que podemos congregarnos para adorar al Señor y oír Su gloriosa Palabra.
Vamos inmediatamente a buscar nuestras Biblias, en el libro de Apocalipsis. Y dice así la Palabra del Señor [capítulo 10, versos 1 al 6]:
“Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.
Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;
y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces.
Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.
Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo,
y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más…”.
Vamos a orar al Señor.
Dios eterno, ante Tu presencia estamos. Te damos gracias por Tus bendiciones, oh Dios. Y ahora, en esta mañana te rogamos, Tu hables a nuestros corazones y nos des a conocer lo que debemos conocer en esta hora en que estamos. Y que nos ayudes para, oh Señor, actuar como debemos actuar, creer como debemos creer, estar preparados como debemos estar preparados. En Tus manos nos encomendamos, y te rogamos nos hables por Tu Palabra en esta mañana, Señor.
Dios eterno, en Tus manos está Tu pueblo, en Tus manos estoy yo, todos estamos en Tus manos; haz conforme a como Tu deseas hacer en esta mañana, conforme a Tu buena voluntad. Te lo ruego todo, oh Dios eterno, en el Nombre del Hijo de David: William Marrion Branham. Amén. Amén.
En esta mañana… Estaba muy preocupado anoche, porque no - no había recibido nada; y ahora estas, tengo algunas citas aquí, algunas cositas así, que mientras estaba allí en el cuartito preocupado, pues creo que el Señor me ha permitido hacer estos apuntes.
Y el tema para esta mañana será: “EL FIN DE TODO”.
Conforme a como leímos aquí en la Escritura, la Escritura nos enseña que cuando Juan vio ese Ángel Fuerte descender del Cielo, una de las cosas que Él hizo luego de haber rugido como león, luego “Él levantó Su mano al Cielo y juró. Y juró por el que vive para siempre, por el que vive por todos los siglos, por el que creó los cielos y la Tierra, y todo lo que hay en los cielos, la Tierra y el mar, y juró que el tiempo no sería más”.
En una declaración, es un anuncio, un mensaje jurado. Por lo tanto, entonces - entonces esto no es cualquier cosa lo que ocurre ahí, sino que es EL FIN DE TODO. El tiempo no sería más.
Ahora, vamos a examinar por unos momentos - vamos a examinar por unos momentos lo que significa todo esto. Ya todos ustedes saben, ustedes todos saben lo que significa la aparición de ese Ángel Fuerte. Todos ustedes saben ⸻conforme a la Palabra del Señor⸻ que ese Ángel Fuerte que aparece ahí − Siempre me gusta ir a lo que dijo el cuarto Elías, porque no hay otro lugar para ir.
Conforme a lo que Dios dijo, y eso es ASÍ DICE EL SEÑOR, página 57 de Los Sellos, dice:
“16. Este Libro sellado con siete sellos es revelado en el tiempo de los siete truenos de Apocalipsis 10. Demos lectura allí también para tener un mejor entendimiento antes de entrar más profundamente. Ahora, esto ya es el tiempo del fin porque dice así:
Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza...
- Ahora, si usted se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aún en el Antiguo Testamento Él fue llamado el Ángel del Pacto; y Él ahora viene directamente a los judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin. Bien, ahora continuando:
...y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.
- ¿Recuerdan el Ángel de Apocalipsis capítulo 1? (O sea, ¿recuerdan el Ángel de Apocalipsis, capítulo 1?) Este es el mismo (este de Apocalipsis 10, es el mismo Ángel de Apocalipsis 1). Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve usted? La Iglesia está a punto de ser raptada, Él viene por Su Iglesia. Ahora fíjese bien:
Y tenía en su mano un librito abierto…”.
Fíjese, es el Mensajero a Israel, y viene por Su Iglesia. ¿Ve? Es el Mensajero a Israel y viene por Su Iglesia, porque Su Iglesia todavía está aquí cuando ocurre Apocalipsis 10. Entonces, viene por Ella, porque Él es el que va a trasladarla, va a raptarla.
Y entonces, hay rapto o traslación espiritual y hay traslación literal. Y la Iglesia necesita la fe para el rapto. “Y cuando el Hijo del Hombre venga a la Tierra, ¿hallará fe en la Tierra?”. Entonces, si no la halla, tiene que darla; y la da con el Mensaje (¿de qué?) de los Truenos; o sea la fe de rapto. [San Lucas 18:8]
Bueno, si usted quiere ver si los Truenos son los que dan la fe para el rapto, usted solamente pues lo único que tendría es que buscar la Palabra, y usted encontrará que la fe para el rapto está en los Truenos; y si está en los Truenos la fe para el rapto, entonces es necesario - es necesario entonces que – es necesario oír los Truenos.
Dice [Reverendo William Marrion Branham, libro de Los Sellos, página 104, 105]:
“[37]. …Luego vienen siete truenos misteriosos que ni están escritos. Correcto. Y yo creo que por medio de los Siete Truenos será revelado en los últimos días lo que se necesita para aparejar la Novia para tener la fe del rapto; porque con lo que tenemos ahora no podríamos subir. Hay algo que tiene que venir para aparejarnos, porque como estamos ahora apenas podemos tener suficiente fe para la Sanidad Divina. Tenemos que tener suficiente fe para ser transformados en un momento y ser sacados de esta Tierra. Y veremos más adelante (Dios mediante), dónde está esto escrito”.
Así que no hay fe para el rapto sin la revelación de los Truenos, sin oír lo que los Truenos hablaron.
Ahora, usted puede entonces darse cuenta de lo que todo eso significa, y entonces, si eso tiene algún significado grande para usted, eso entonces está hablando (¿de qué?) de que usted está esperando la traslación (si es que lo que los Truenos hablaron, significa algo para usted).
Ahora, encontramos esto de la fe para el rapto: los Truenos son los que producen o dan la fe para el rapto. Encontramos también que el Ángel Fuerte que desciende del Cielo es el Mensajero a Israel y que ese Ángel Fuerte es el que tiene los Truenos. El Mensajero a Israel, ese Ángel Fuerte, es el que emite los Truenos.
Bueno, entonces cuando Él emite los Truenos, cuando Él da Su Mensaje, en Su Mensaje, encontramos que ahí al final, una de las cosas que Él habla al final ahí, una de las cosas que está ahí, ¿es qué? El fin de todas las cosas. Una de las cosas que es hablado ahí es “que el tiempo ya se acabó”. Y es una palabra que no es dicha simplemente por ser dicha, sino que es una palabra dicha ahí bajo un juramento.
Entonces, vea usted que Apocalipsis aquí, Apocalipsis 10 – Apocalipsis 10 es la Segunda Venida del Señor. Y conforme al orden de la Segunda Venida del Señor, Él viene con Moisés y Elías. Y Moisés y Elías es el Mensajero a Israel.
¿Ve usted que no hay ninguna contradicción entre el Mensajero a Israel (Moisés y Elías), y Apocalipsis 10, siendo el Mensajero a Israel? Es todo una y la misma cosa. Lo único es que tenemos siempre que mirar que cuando el Señor se dirige a Su pueblo, para dirigirse a Su pueblo, para hablarle a Su pueblo, para darle a conocer lo que Él tiene que darle a conocer a Su pueblo, tiene que hacerlo a través de carne humana.
En palabras más claras, Moisés y Elías no será el velo de carne en el cual Dios obrará. Más bien, Moisés y Elías es el ministerio, ese espíritu ministerial es Moisés y Elías.
Es igual que los cinco ministerios de Elías: el primero se llamaba Elías, Elías Tisbita; pero después el segundo se llamaba Eliseo; pero, sin embargo, Eliseo era Elías, Eliseo en el espíritu ministerial era Elías, porque era el mismo Espíritu de Cristo que estaba en Elías, pasó a Eliseo en un doble ministerio, en una doble porción; por eso pudo hacer más que el Elías anterior a él.
Entonces, usted encontrará que ninguno de los − el primer Elías, era el único que se llamaba Elías (o sea el primero en donde hubo esa clase de espíritu ministerial); luego los otros, encontraremos que ninguno a través de la historia, ninguno se llamaba Elías. Más bien encontramos que el segundo se llamaba Eliseo, se parecía mucho, pero tenía alguna palabrita cambiada. El tercero se llamaba Juan, pero era Elías. Era Juan en lo humano, pero era Elías en el espíritu ministerial, o sea el ministerio, era el ministerio de Elías. Luego el − eso fue el tercero, Juan. El cuarto, pues nuestro amado hermano Branham; no era Elías y era Elías. No era Elías en cuanto a su nombre, su nombre era William Marrion Branham, pero era Elías en cuanto al espíritu ministerial que había en él. Y Moisés y Elías, no será Moisés y Elías en cuanto a lo humano, pero será Moisés y Elías en cuanto al espíritu ministerial que estará en él.
Entonces, encontramos que el cuarto Elías y todos los Elías que ha habido, y todos los Moisés, eran y no eran Dios. Eran Dios y no eran Dios. No eran Dios en cuanto a lo humano, porque eran hombres; pero eran Dios, en cuanto a que Dios estaba en ellos, velado en carne humana en la porción que le correspondía a Dios velar en carne humana en ellos.
Entonces, encontraremos que en Moisés hubo una porción muy grande del espíritu ministerial de Dios en él. O sea, que en Moisés se veló – se veló la Palabra de la primera dispensación. En él se veló toda la Palabra de esa Dispensación de la Ley. En él se veló, y a través de él se reveló. Entiendan ustedes bien eso.
Jesús de Nazaret, pues era la Palabra hecha carne en toda Su plenitud. Y en Él se veló la Palabra en toda Su plenitud de la segunda dispensación y a través de Él se reveló. ¿Ve? Y entonces esa revelación corrió hacia cada uno de los mensajeros de cada edad, y entonces lo que se velaba en cada mensajero, luego se revelaba a través de cada mensajero.
O sea, que para Dios revelar algo, primero lo tiene que velar, lo tiene que encarnar en alguien para después poderlo revelar.
Entonces, encontramos que luego, fíjese, el Mensaje correspondiente, la Palabra correspondiente para cada dispensación, se tiene que velar en carne humana y luego revelarse a través de esa carne humana para que sea de beneficio para el pueblo. Y entonces ese Mensaje, luego es captado por los que son predestinados para captarlo. Ellos lo captan y esa Palabra se hace carne en ellos, se hace vida de ellos, y produce la bendición y el beneficio para lo cual esa Palabra se veló en carne humana y se reveló a través de esa misma carne humana, para beneficio del pueblo de Dios, que Él tenía aquí predestinado en esta Tierra que habría de captar, que habría de ver a Dios a través de carne humana revelándose.
Porque los hijos de Dios, no miran el velo de carne para tropezar, porque aún cualquier hijo de Dios que mira el velo de carne que Dios usa en cada tiempo y se pone a examinarlo y a buscarle faltas, le hallará faltas. Porque al ser un velo de carne, entonces todos tenemos errores, todos tenemos faltas, porque somos humanos. Pero los hijos de Dios, miran detrás del velo de carne y ven lo que Dios había prometido en Su Palabra, ven la promesa de Dios para ese tiempo en que viven y ven esa promesa hecha carne en ese velo de carne.
Entonces, por ejemplo, vamos a mirar hacia atrás y ver el tiempo de Moisés, y miramos hacia atrás y vemos aquel velo de carne: un velo de carne sencillo, había estudiado mucho al principio, pero eso no le sirvió. Y Dios lo envió, el mismo tiempo que le tomó a Moisés aprender y llegar a ser grande en Egipto, entonces Dios se lo llevó por 40 años, para sacarle todo eso allá en 40 años.
Entonces, luego lo trajo humilde, sencillo, que ahora decía: “Yo no sé ni hablar, yo soy tartamudo, no sé pronunciar nada de esto, las palabras, no se hablar. Así que yo no soy un buen orador”. Ahora, de seguro cuando estaba en Egipto lo era, probablemente; pero después en el entrenamiento que Dios le dio, pues de seguro hizo tantas cosas con él y en él, que lo preparó de tal manera, de modo que Moisés reconociera que él ⸻como un velo de carne⸻ era nada; que si algo habría de ser hecho, era Dios a través de él. Y Moisés, mirando su debilidad humana, su parte humana, su condición humana, Moisés tenía miedo.
Siempre, todos los profetas de Dios han tenido miedo, temor. Porque es que muchas personas dicen: “Bueno, todos los profetas de Dios son valientes y nunca tienen miedo”. Bueno, ellos nunca tienen miedo en cuanto a dar el Mensaje que Dios les da cuando ellos ya lo tienen y saben que es lo que tienen que predicar. Pero cuando ellos se enfrentan con Dios, delante de Dios, ¿quién no se pone miedoso?, ¿quién no se pone tembloroso? Y al saber la responsabilidad que le ha tocado para el tiempo en que ellos viven, ¿quién no podrá estar tembloroso? Y saber que tiene que ir a tratar con un pueblo que no está en la condición en que debe de estar.
O sea que está lleno de incredulidad, que está lleno de problemas: problemas de una clase, de otra, y que han ido tantos inspirados por el diablo a tratar de desviarlos, ¡que ya están cansados de oír a tantos predicadores! Entonces, saber también que, como Moisés decía: “Ellos, yo voy a allá y no me van a creer. Ese pueblo está lleno de incredulidad, y allá pues voy a ir y voy a perder el tiempo”. Porque Moisés estaba mirando la parte humana de él. Y si él va en lo humano, le pasa lo mismo que le pasó la primera vez cuando fue en lo humano, y estaba mejor preparado.
Ahora, no llevaba preparación humana, pero llevaba la preparación de Dios.
Entonces, aquella preparación que Dios le dio, aunque pareciera insignificante para él, esa era la preparación que tenía que tener, para entonces saber que él ⸻en lo humano⸻ nada podía hacer, sino que dependía de que Dios fuera el que hiciera la Obra que Él le había prometido a Abraham que habría de hacer; porque Él le dijo a Abraham: “Tu simiente será cautiva allá en Egipto. Será cautiva por cuatrocientos años, pero después de los cuatrocientos años Yo vendré, Yo descenderé y los sacaré con mano poderosa, y castigaré a la nación que les tiene cautivos”. [Génesis 15:13]
No es solamente que Dios va a sacar a un pueblo, sino que a los que han cautivado a ese pueblo, los va a castigar también.
Bueno, eso es lo que pasa con los escogidos también en este tiempo: Dios saca del mundo a Sus escogidos con mano fuerte, mano poderosa. Y después, ¿qué hace? Castiga este mundo, esta humanidad, por haber tenido presos (allá en las denominaciones) a esos hijos de Dios, teniéndolos allá trabajando - trabajando como esclavos, en esclavitud allá en las denominaciones. ¿Para hacer crecer qué? Para hacer crecer el imperio denominacional, como usaban a los israelitas, a los hebreos allá, para hacer crecer el reino de Egipto.
¿Pero qué hizo el Señor a través de Moisés? Derrumbó todo ese imperio de Egipto y con Plagas, con las Plagas ¿les destruyó qué? Todo ese imperio de Egipto, y en el Mar Rojo le destruyó todo ese poderoso ejército que tenía faraón.
Así que, un solo hombre con la Palabra y una vara, destruyó un imperio. Cuando trató de hacerlo él con su inteligencia humana, más bien tuvo que salir corriendo porque si no lo matan. Bueno, tuvo que salir corriendo para la universidad… Salió corriendo para la universidad de Dios, y allá entonces recibió un buen entrenamiento.
Ustedes saben que “la vara” representa ¿qué? La Palabra. Aquella era una vara corriente, pero de momento cuando se encontró con Dios, aquella vara ¿se convirtió en qué? Se convirtió en la Vara de Dios. La Vara de Dios. ¿Ve?
Entonces, Moisés tenía una vara pastoral - una vara pastoral para desarrollar o tener el ministerio pastoral que él tenía, porque con esa vara pastoral, pues él entonces podía ayudar a las ovejas, y le era de ayuda para él también sostenerse, y para subir por donde tenía que subir: por montes, por lugares malísimos…
Una vara – una vara quizás para un ciudadano que vive en la cuidad, una vara quizás de 6 o 7 pies de alto, le será un problema. Imagínese, si se va a montar en la guagua, en un automóvil, “¿dónde meto este canto de palo?”. (¡je, je!). Y si va a ir a un hotel o va a ir a cenar, “¿dónde engancho ese canto de palo?”. Pero, para un pastor de ovejas, que donde vive no es en la ciudad, sino que vive por el campo, por los montes, por los ríos… una vara significa mucho para él. Una vara es una ayuda para él, es una ayuda para el pastoreo de las ovejas, y es una defensa en contra de cualquier animal que venga a hacerle daño a él o a sus ovejas.
Usted sabe que un buen palo - un buen palo (¡je!) usted sabe que cualquier animal, si la vara es buena, un buen palo achueca a cualquier animal malo que venga a molestar. Así que la misma vara servía para bendición y para juicio; juicio de los enemigos y bendición de los escogidos.
No sabemos - no sabemos cuántas cosas haría Moisés con esa vara en el tiempo que él estuvo pastoreando las ovejas; no sabemos cuántos lobos o cuántas cosas llegó a golpear con esa vara, porque con esa misma vara, sería que él sacaría a esas ovejas que estaban allá en Egipto. Entonces, Dios le puso primero a pastorear o le puso a trabajar con el símbolo, para después trabajar (¿con qué?) con lo que representaba aquel símbolo.
Bueno, él hizo muy bien el trabajo de pastor de ovejas y entonces, tenía entonces que pastorear luego gentes, personas, pastorearlas con la Palabra: la vara en su mano, para bendición y para juicio. Con la misma vara hablaba bendición y hablaba juicio. Entonces, hizo el trabajo de pastor y después tuvo que seguir siendo pastor en el ministerio de profeta, pastoreando espiritualmente con la Palabra a todas las ovejas del Señor, a todo el pueblo de Israel.
Entonces vino a ser el pastor profeta de todo aquel rebaño, que eran unos dos millones, más o menos, dos millones aproximadamente de ovejas, o sea que era el pastor que más ovejas tenía por aquellos alrededores, ¿verdad? Era el pastor de ovejas que tenía una congregación de dos millones aproximadamente, entre los cuales ⸻dice la Escritura⸻ que no hubo ni uno enfermo. Y usted dice: “Pero, vinieron Plagas”. Esas Plagas venían por maldición sobre los desobedientes. ¿Ve? Cuando venían las Plagas, venía Juicio, ya eso era otra cosa (era por causa de la condición del pueblo); pero dice la Escritura que todos salieron de Egipto y no hubo entre ellos enfermo, y tampoco hubo hambre entre ellos, había alimento para ellos.
Ahora, ellos se quejaron en muchas ocasiones y eso desagradó a Dios, porque ellos quizás pensaban que Dios no tenía cuidado de ellos, y se quejaron. Delante de Dios se quejaron a Su profeta; porque cuando se quejaron a Su profeta, se estaban quejando a Dios; porque Dios estaba en Su profeta. Cualquier cosa que ellos hicieran contra Moisés, lo estarían haciendo contra Dios, porque ese era el velo de carne donde Dios estaba, y estando en él, toda cosa le era contada al pueblo como estando haciéndosela a Dios, porque ellos sabían que Dios estaba en Moisés.
Bueno, todo el bien también que hacían para Moisés, le era contado que se lo estaban haciendo a Dios.
Ahora, encontramos ⸻que nos dice la Escritura⸻ que las vestiduras de ellos nunca se envejecieron, las vestiduras de ellos nunca se envejecieron. Eso habla también de las vestiduras espirituales nuestras: esas no pueden ser cambiadas porque nunca se van a envejecer. Todo eso usted lo pasa al plano espiritual en esta hora en que vivimos, y usted verá más claramente la hora en que estamos nosotros viviendo.
Dice el cuarto Elías, dice: “¿Quién lo pastorea a usted?”. Entonces, encontramos que el pueblo tiene que ser pastoreado por la Vara Pastoral. Y esa vara pastoral, cada vez que Moisés la iba a usar, encontramos que cuando iba a hablar las Plagas, seguida Dios le decía: “Extiende tu vara, extiende tu mano con la vara hacia el oriente, hacia el este”. Y así hacía y todo ocurría.
Entonces, encontramos que él hizo con esa vara todo lo que Dios le dijo que hiciera. Ahora, ¿y por qué Dios le dice a Moisés que se lleve un canto de palo para allá?, ¿no podía hacerlo de otra manera? Bueno, es que cuando Dios dice: “Llévate la vara”, era con esa vara que tenía que ir. Cuando Dios le dijo en la montaña a Moisés: “Quítate los zapatos”, no era la vara lo que él tenía que echar a un lado; la vara: tenía que quedarse con ella, porque la vara, Dios le iba a decir: “¿Qué tienes en la mano?”. Así que él tenía que quedarse con ella en la mano; pero los zapatos se los tenía que quitar de sus pies. Porque los zapatos, representa ¿qué? Los zapatos en la Biblia, dice el apóstol San Pablo, dice: “El apresto del Evangelio”, “Calzados vuestros pies con el apresto del Evangelio”. Entonces, ¿eso representa qué? Eso representa el Evangelio.
Ahora, Moisés quitándose los zapatos allá, porque había llegado a un lugar santo. Usted sabe que cada vez que hay un cambio de dispensación, hay también un cambio de Evangelio: se cambió del Evangelio de la Ley, se cambió al Evangelio de la Gracia; y luego del Evangelio de la Gracia, de la segunda dispensación, se pasa al Evangelio del Reino; entonces se quitan los zapatos de un Evangelio, porque entonces se va a comenzar una nueva dispensación.
Bueno, entonces encontramos que había llegado el tiempo del fin para la esclavitud del pueblo de Dios, y había llegado también el tiempo del fin del imperio egipcio; porque aquello representa el fin de los gentiles - aquello representa el fin de los gentiles y la liberación del pueblo de Dios; representa la liberación de los escogidos. Pasar el Jordán, es pasar de un lado a otro. ¿Ve? Pasar el Mar Rojo, también representa el nuevo nacimiento.
Entonces, encontramos que se pasa de un sitio a otro, y eso también nos muestra que nosotros pasamos de un sitio a otro: primero pasamos de una dispensación a otra, de una edad, de la Edad de Laodicea a la Edad de la Piedra Angular; y pasamos (o pasaremos) de este mundo terrenal, de esta dimensión terrenal a la dimensión celestial. O sea, que es pasando de un sitio a otro.
Ahora, fíjese, allá hubo un tiempo que había que entrar: En el tiempo del arca, era entrando al arca; eso fue en el tiempo de Noé. En el tiempo de Moisés, era saliendo de Egipto. Y ahora, en el tiempo nuestro es: subiendo. ¿Ve? Entonces, ahora todo es subiendo. Entonces, si salimos de la Edad de Laodicea ¿para dónde vamos?, ¿para abajo? No; hacia arriba. Entonces, si salimos de esta dimensión, ¿hacia dónde vamos?, ¿hacia abajo? No, hacia abajo no, porque hacia abajo está la quinta, por ahí… Vamos hacia arriba, hacia la dimensión del Señor.
Bueno, entonces, fíjese cómo es que Dios siempre obra: siempre que Dios ha prometido que va a hacer algo, Él tiene las gentes en los cuales lo va a hacer, y tiene los instrumentos a través de los cuales Él lo hace. “Porque no hará nada el Señor sin que revele Sus secretos a Sus siervos los profetas”. Si Él ha prometido algo para un tiempo, Él tiene Sus gentes en ese tiempo y tiene Su instrumento que Él va a usar en ese tiempo. [Amós 3:7]
Ahora, encontramos aquí en el tiempo del fin que Dios prometió que Él habría de hacer algo en este tiempo, y que Él tendría un pueblo el cual recibiría lo que Él habría de hacer; pero también nos dice que habría otro pueblo que rechazaría lo que Dios habría de hacer. Laodicea lo rechaza, pero el grupo de escogidos lo recibe.
Yo creo que de todos los tiempos, el tiempo más grande y más glorioso es este en el cual nosotros vivimos, en donde es la única ocasión ⸻ESCUCHEN BIEN ESTO⸻: la única ocasión en que un pueblo entenderá mejor que nunca a Dios a través de carne humana. Será el tiempo más grande y más glorioso, en donde habrá un pueblo que podrá entender mejor que nunca antes a un profeta que Dios ha prometido que les va a enviar conforme a la Palabra. Y teniendo esas promesas, entonces nosotros somos gentes privilegiadas, y gentes a los cuales les ha sido dada una promesa en el libro de Daniel, que dice: “Los entendidos, entenderán”.
Esa es una bendición y un privilegio para cada uno de nosotros, porque si los entendidos han de entender, y Dios ha de estar hablando en ese tiempo, entonces se cumplirá en cada uno de nosotros el hecho de que entenderemos por primera vez en la historia, a un profeta más que en ningún otro tiempo. Somos gentes privilegiadas.
En los tiempos pasados solamente había uno, dos o tres que entendían bastante a un profeta, pero en este tiempo está prometido que va a haber un grupo de entendidos que lo va a entender: va a haber un grupo de entendidos entre los gentiles, y un grupo de entendidos entre los hebreos: 144.000.
Así que es el tiempo más grande, así que es el tiempo en donde todos los profetas desearon vivir; porque imagínese, todos los profetas a través de la historia bíblica han tenido el problema de que Dios le da un Mensaje a ellos, y ellos vienen y lo predican y las gentes lo malinterpretan, y las gentes no lo pueden entender, y las gentes vienen y lo persiguen a causa de la clase de Mensaje que están predicando.
Le llaman fanático, le llaman loco, y de cuanta cosa hay. Y después que muere, la otra generación que viene después dice: “Aquel hombre era un profeta, y nuestros padres fueron unos incrédulos y no pudieron creer a ese profeta tan vindicado”. Pero a los que les tocaba creer era a los que vivían en ese tiempo. Pero como después de esta generación no viene otra, para poder creer, para poder decidir entre una cosa y otra; porque la que venga después de esta generación, es la generación del Milenio, donde ya todo está arreglado; y ahí cualquiera entiende, ahí todos entienden, todos los que vivan ahí.
Pero − Porque el diablo estará atado, que es el que hace tanto enredo a través de los instrumentos que se dejen usar de él. El diablo no puede enredar a nadie a menos que haya instrumentos a través de los cuales el diablo puede obrar. ¿Ve?
Entonces, encontramos que es el tiempo más grande y más glorioso, porque es el tiempo del cumplimiento de todas las promesas del Señor. Es el tiempo del fin. Es el tiempo en que todas las cosas terminarán, y es el tiempo en donde el cuarto Elías dijo: “Ahora malinterpretan o malentienden el Mensaje, pero cuando yo me vaya, entonces entenderán”. ¿Ve?
Ahora, encontramos que este es el tiempo más grande, es el tiempo de entender.
Muchas personas dicen: “A mí no me interesa entender nada, todo eso es la verdad, toda esa Palabra, todo lo que el cuarto Elías dijo es la verdad, así es que no me interesa entender nada, yo lo creo todo”. Creerlo todo, eso está bien; pero pensar que porque diga que lo cree todo eso es suficiente, está muy equivocado. ¿Por qué? Porque para este tiempo está prometido que los entendidos entenderán. Por lo tanto, este es el tiempo para entender lo que significa la Palabra escrita. Y si es el tiempo para eso, entonces lo que usted no entendía en otros tiempos, lo entenderá ahora en este tiempo.
Entonces, siendo este el tiempo, entonces lo que usted no entienda, pregúntele al Señor: “Señor, yo no entiendo esto, permíteme entenderlo”, y a través de la Palabra, cuando sea predicada, usted lo va a captar. “¡Esto sí, ahora lo veo!”. ¿Ve? Tantas cosas que usted no entendía 10 años atrás, pero ahora las entiende. ¿Por qué? Porque este es el tiempo para entenderlas.
Ahora, usted no puede de momento entenderlo todo, pero gradualmente va creciendo en el conocimiento de la Palabra, y al ir creciendo va madurando, y al ir madurando pues va entendiéndolo todo lo que no entendía primero. Porque no lo entienda todo de un momento, o se predique algo y de momento usted no lo capte, no lo entienda: no se desanime; eso quiere decir que usted con su cabeza, nuca podrá entender la mente de Dios, nunca podrá entender la Palabra de Dios.
Así que, eso en parte es una bendición para usted, eso en parte le ayuda a usted a usted saber que si usted está aquí, no es porque su cabeza le permitió saber qué era lo correcto, sino porque usted estaba en los planes de Dios desde antes de la fundación del mundo, y ahora ha venido a vivir aquí en esta Tierra, y no sabía usted quién era usted mismo, pero ahora de la noche – de la noche a la mañana, usted se ha encontrado que cuando ha despertado - cuando ha despertado usted ve ahora (¿qué?) lo que no veía antes.
Bueno, de noche no se puede ver, pero de día sí, porque el sol sale por la mañana y alumbra, y entonces usted puede ver las cosas que no veía primero.
Bueno, entonces ahora usted sabe quién es usted, por qué vive en esta Tierra, y ahora usted sabe que aunque se muriese, no habría ningún problema con usted; está la promesa de que hay una resurrección para usted.
Entonces, todas estas cosas, lo que hacen en este tiempo en que el mundo está tan perplejo, tan confundido, en que el mundo está tan inseguro, en que el mundo no sabe ni la hora en que está viviendo, en que el mundo lo único que sabe es que de la noche a la mañana, una Tercera Guerra va a explotar ⸻que es inevitable⸻, y ahora con las cosas como se ven entre Rusia y Estados Unidos, ¡pues la humanidad está temblando!
Y después explotan terremotos por un lado y por otro, y la gente empieza a temblar. Y en los países y en los pueblos donde no han sentido un terremoto o un temblor fuerte, dicen: “¡No, eso es por allá!”. Pero si al otro día ocurre en su sitio, no encuentran ni dónde meterse. Y dicen las gentes que los terremotos son más malos que las tormentas. Como que ya las tormentas se han ido, ¿verdad? Muy pocas veces es que se oye hablar de las tormentas, eso viene pues por arriba; pero dicen que cuando un terremoto está ocurriendo en una ciudad, dicen que eso es un ruido horrible que se oye por debajo de la tierra, que las gentes se ponen a temblar.
Y de momento explota, hace el efecto el terremoto, y ahí se cae un pedazo de tierra que está por debajo, se cae para el centro de la Tierra, es lo que dicen, algo así. Y entonces, se abre la tierra en algunos lugares y pasan todas esas cosas, y nadie puede evitar un terremoto, y nadie puede defenderse de un terremoto, porque no sabe por dónde es que va a coger. ¿Ve?
Por supuesto, ahora los científicos pues están tratando de lograr lo que han logrado con las tormentas, saber de dónde van a salir y saber la ruta que van a coger. Pero, las casas no se las pueden llevar de esos sitios, ni los edificios; por lo tanto, lo único que podrían hacer es advertir que por tal área va a pasar un terremoto y no se sabe dónde es que vaya a causar los estragos.
Así que es una cosa que ya parece como que no tienen suficiente tiempo para prepararse en contra de eso que la Biblia dice que habría de ocurrir en este tiempo final ⸻conforme a Apocalipsis 11⸻. Porque una de las cosas, de los juicios que caen son terremotos, conforme a como el Señor había prometido.
Bueno, y ya sabemos cómo será eso. Ahora solamente lo que está ocurriendo solamente son… estamos en tiempo de Juicio, pero la plenitud de los juicios todavía no ha caído sobre la Tierra, porque los escogidos todavía están aquí en estos cuerpos, y todavía pues no se han convertido plenamente en la Palabra hecha carne. Deje que lleguemos todos a ser la Palabra hecha carne en toda Su plenitud, deje que la última Palabra sea predicada, y entonces – entonces usted verá cómo es que ese Sexto Sello se abrirá al mundo. Y vemos ahí en la Escritura que el Sexto Sello se abre con un tremendo terremoto.
Bueno, eso por lo que vemos, debe tener que ver con el ministerio de los juicios de Dios sobre los gentiles. Cuando se abra ese ministerio de Moisés y Elías, se abra al mundo gentil, y entonces ahí es que vemos que comienza con Juicio para el mundo gentil.
Bueno, encontramos entonces que Apocalipsis 1, es el Señor Jesucristo, el cual se manifestó en las edades a través de cada mensajero. Luego encontramos a Apocalipsis 10, que es el mismo Apocalipsis 11 ⸻digo, si miramos nosotros lo que estará detrás del velo de Apocalipsis 11⸻. Si miramos lo que estará detrás de ese Mensajero de Dios, de ese instrumento que Dios usará, si miramos lo que está detrás, notaremos que es el mismo de Apocalipsis 10, que es el Ángel Fuerte, que es Cristo.
Pero el Señor no será el velo de carne, el Señor será el que estará detrás del velo de carne. Eso siempre tenemos que saberlo separar, porque si no, lo mezclamos todo; y entonces al mezclarlo todo, entonces nos encontraremos tan enredados que no sabremos ni qué hora estamos viviendo, ni sabremos la Obra del Señor para este tiempo. Y entonces, lo confundiremos todo, de tal manera que pasará como en los tiempos pasados.
Fíjese, siempre que Dios obra a través de carne humana, Él lo hace aquí en la Tierra. Pero tenemos siempre que saber que cuando está en carne humana (Dios), tenemos que saber que en esa persona hay dos naturalezas: está la naturaleza humana. La naturaleza humana, es la naturaleza humana igual que la que usted tiene y que la que tiene todo el mundo y que bajo esa naturaleza humana, aún un instrumento de Dios puede cometer errores en la parte humana, como los comete todo el mundo ¿Ve? Y habla como habla todo el mundo.
Y muchas veces, algunas personas pueden confundir esa parte con la parte divina, y esa parte divina opera solamente cuando Dios la quiere operar. ¿Ve? Por ejemplo, sobre cualquier cosa usted puede estar conversando con… Vamos a ponerle ejemplos allí: Usted puede haber estado conversando con Elías, con Moisés, con Ezequiel, con Jeremías, con Isaías, con Eliseo, con Juan el Bautista, con Jesucristo (con Jesús de Nazareth), con el hermano Branham, con cualquiera de ellos puede haber estado hablando, y usted tiene que discernir esa conversación.
Usted tiene que discernir si está hablando con la parte divina que está en ellos, o si está hablando con la parte humana. ¿Ve? Entonces, de eso depende entonces los resultados que usted va a obtener, y de eso depende también la forma en que usted debe moverse por lo que haya oído que le ha sido hablado.
Por ejemplo, usted puede oír que le sea hablado tal cosa y luego que le sea hablado sobre esa misma cosa muy contrario a como le había sido hablado. Probablemente, pues primero en una ocasión oyó la parte divina hablando, y en otra ocasión oyó la parte humana.
Entonces, todo eso tenemos que tenerlo en cuenta, porque si no usted se encontrará tan enredado en esta hora en que vivimos, que usted no sabrá ni qué hora es la que está viviendo ni a qué atenerse en esta hora.
Fíjese, encontramos que la parte divina cuando opera, siempre es la Palabra; ahí no hay – ahí no hay lugar a que haya nada que tenga que…, como el hermano Branham, fíjese, cuando él dijo, cuando él habló ahí acerca del 1933 al 1977, él dice, fíjense ahí están un sinnúmero de cosas, ahí está la parte divina y la humana también de acuerdo las dos. Él dice:
“[15]. …Por el estudio – por el estudio a través de las condiciones cómo se mueven del cumplimiento de las profecías, y por inspiración Divina…”.
O sea que él bajo la inspiración divina, captó todo eso y lo habló; y la parte humana también estaba consciente de eso, y la parte humana entonces también podía hablar de la misma manera.
Entonces él dice - él dice que del 1933 al 1977 (del 1933 al 1977), él dice ahí “que todo tiene que ser cumplido, todo debe ser cumplido”. Y eso él lo dijo, ¿cuándo? En el 1933. O sea, que él diría: “Desde este año, hasta el 1977, todas estas siete visiones se van a cumplir, todo debe tener el pleno cumplimiento (¿y qué más?) y todo debe concluir, debe poner fin a los sistemas mundiales”.
Mírelo aquí. O sea, en palabras más claras, vamos a…, conforme a lo que leímos: Del 1933 al 1977 - del 1933 al 1977 debe aparecer Apocalipsis 10, el cual le pondrá fin a todas las cosas, el cual dirá: “El tiempo se acabó”. Si lo dijo, pues le pone fin a todo, lo concluye todo, y entonces los juicios caen y queda destruido todo.
Bueno, vamos a leer aquí. Dice [Reverendo William Marrion Branham. Libro de Las Edades, la Edad de Laodicea, página 361]:
“14. En la séptima y última visión oí una explosión terrible. Cuando di la media vuelta para ver, lo único que vi fueron ruinas, cráteres y humo sobre la tierra de Norteamérica”.
Mire lo que le espera a América…
“15. Basándome en estas siete visiones, juntamente con los cambios tan rápidos que han transcurrido en el mundo en los últimos cincuenta años, doy esta PREDICCIÓN (no es profecía): que estas siete visiones habrán llegado a cumplirse todas para el año 1977…”.
¿Cómo? Oh, entonces la explosión esa de los Estados Unidos, lo que le queda para esa explosión ¿es qué? Lo que queda de este año. Eso es el cuarto Elías hablando. ¿Se atreve usted a echar por el piso lo que él dijo?
“… Y aunque muchas personas juzgan que esto es un pronóstico irresponsable, en vista de que Jesús dijo: ´Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe´ (Marcos 13:32); con todo, me mantengo firme en mi creencia después de treinta años…”.
(¡Je!) ¿Y cómo usted se mantiene? ¿Se mantiene usted también firme en la creencia de que, si no ha ocurrido esto en América, este año tiene que ocurrir?
“… porque Jesús NO dijo que nadie conocería el año, mes o semana en que Su Venida habría de ser completada…”.
¿Cómo? ¿Completada? ¡Pues claro! Porque una parte de la Venida estaba en él, en el cuarto Elías; la otra parte estaría en Moisés y Elías. ¿Ve?
“… Así que, repito, yo sinceramente creo…”.
Esto no es: “me imagino”; esto no es “pienso” o no es “espero” con esperanza; sino “que creo”, con fe.
“… Creo y mantengo…”.
(¡Je!) No es: “Bueno, si no ocurre para ese tiempo, pues perdónenme”. No; “¡MANTENGO!”. Como lo mantiene usted: creyendo.
“… y mantengo como un estudiante particular de la Palabra (no tengo que ver con lo que digan los seminarios), juntamente con la inspiración Divina (ahí, ahí ya eso…), que el año 1977 debe poner fin a los sistemas mundiales e introducir el Milenio”.
Ya cuando dice “por inspiración divina”, ahí ya eso ya es un sello de Dios. Dios no puede inspirar a un profeta para decir algo, que después no se vaya a cumplir, ¿entonces de dónde era esa inspiración?
“… poner fin a los sistemas mundiales e introducir el Milenio”.
Ahora, guarden eso en mente:
“… poner fin a los sistemas mundiales e introducir el Milenio”.
Déjeme ver por aquí, yo estaba muy preocupado anoche y hoy, pero ahora la preocupación va a ser otra, no sé. Vamos a ver cómo es que le es puesto fin a los sistemas mundiales y cómo es que el Milenio tiene que ser introducido. Déjeme ver por aquí. Aja, ya tengo el otro librito por aquí; los tengo que tener toditos, porque no sé en cuál de ellos es que el Señor permita que busquemos.
El libro de “Las Setenta Semanas de Daniel”, página 122, 126 y 129. Ahí vamos a leer cómo es que Dios les pone fin a los sistemas mundiales e introduce el Milenio. Dice, página 122, aquí hay algo muy importante. Al principio dice [página 166]:
“[161]. … tenemos un ministerio que se moldea al ministerio de Jesucristo para recibir la Piedra cuando venga. ¿Qué es lo que resta por suceder? Eso puede ser cualquier minuto. Ya no falta más. Estamos en el tiempo del fin. ¡Oh, gloria! No sé si podré entrar en ese jubileo o no, pero yo quiero – quiero conseguir parte de eso para ustedes de todos modos”.
Él dice, el cuarto Elías dice:
“No sé si podré entrar en ese jubileo o no…”.
Usted sabe, al Año del Jubileo, donde se estará proclamando (¿qué?) el Mensaje del Año del Jubileo.
“No sé si podré (…) o no…”.
Él sabe si podrá o no podrá entrar, pero dice:
“… pero yo quiero – quiero conseguir parte de eso para ustedes de todos modos”.
En Palabras más claras: “Yo les quiero conseguir, aunque no les pueda conseguir todo el Mensaje del Año del Jubileo y proclamárselo a ustedes, yo quiero conseguirle algo, yo quiero conseguirle una partecita para dárselo, para tenerlos preparados, para anunciarles (por lo menos) cómo será cuando ocurra y cuando se esté llevando a cabo el Año del Jubileo, para que ustedes entren a ese Año del Jubileo. Yo quiero darles la muestra de eso (¿ve?). Yo quiero conseguirles algo, darles un aperitivo, para que cuando llegue, pues ustedes estén esperando y estén deseosos de eso que es prometido que ha de venir, y ya ustedes pues probaron un poquito”.
Por eso el cuarto Elías decía cuando hablaba del poder que estaba manifiesto en él, de la Palabra hecha carne en él, de la Palabra hablada que podía hablarla y ocurrían las cosas…, él decía: “Bueno, esto solamente es la muestra, solamente esto es una muestra, pero más adelante esto va a estar manifiesto plenamente”. Esto solamente es la muestra acá en el cuarto Elías, pero esto va a estar manifiesto allá en el quinto Elías y segundo Moisés allá, que tendrán la Palabra hablada, y hablarán. Y si hablan terremotos, terremotos vienen; si hablan Plagas, Plagas vienen; si hablan bendición, bendición viene; si hablan sanidad o un milagro para una persona que lo necesite, eso viene; si hablan salvación para perdidos, eso viene.
⸻“Pero… ¡Es que solamente Dios es el único que puede perdonar pecados!”.
Eso le dijeron al Señor Jesucristo. Y Él dijo:
⸻“Para que sepan que el Hijo del Hombre tiene potestad, tiene autoridad para perdonar pecados (dice): A ti te digo, levántate, toma tu lecho y vete a tu casa”.
Entonces, el Hijo del Hombre tiene potestad para perdonar pecados, y para hacer todas las señales y todos los milagros que tenga que hacer: para traer bendición, para traer juicio, para traer lo que tenga que traer. Y el Hijo del Hombre glorificado viene conforme al orden de la Venida del Señor: con Moisés y Elías. ¿Así que tendrá autoridad para perdonar pecados cuando esté manifiesto plenamente? ¿De qué otra manera usted cree que esa multitud que nadie podía contar, de qué otra manera usted cree que va a recibir lo que va a recibir? Si ya cuando todo eso se está moviendo, ya el Cordero (¿qué pasa?) es León.
Bueno, vamos a seguir adelante. Sigue diciendo… Ustedes vieron al cuarto Elías. En el cuarto Elías, estaba ¿quién? El Señor. Y él les dijo a dos jóvenes, cuando la hermana Hattie Wright no sabía ni que decir, porque Dios a través del hermano Branham (era Dios) le dijo: “¡Pide lo que quieras! Y si no se cumple, yo soy un falso profeta”. Era Dios hablando a través del hermano Branham. Ella no encontraba que pedirle, y él le decía: “Lo que quieras: Un millón de dólares; tus papás que están viejitos: ponerlos jóvenes de nuevo; tu hermana que está en una silla de ruedas ahí, paralítica: que quede sana; ¡lo que sea!”.
Pero, así como Dios se estaba moviendo en el cuarto Elías, se movió en el corazón de ella, y ella dijo: “Yo lo que quiero es la salvación de mis hijos”. De todo lo que podía pedir, en su corazón estaba una petición eterna, la Salvación es una cosa eterna. Un millón de dólares, si no lo sabe usar, el gobierno hasta se lo puede quitar si no sabe rendir bien los récords estos; y a lo mejor los recibe un millón de dólares una persona, y si no sabe bregar bien con los papeles de gobierno y eso, cuando viene a ver tiene que pagarle más de un millón de dólares al gobierno. O sea, que le sale peor la situación.
Bueno, y - o se los roban, y aunque se quede con ellos, ¿qué va a hacer con ellos? Si nada de eso entra para allá arriba. Por supuesto, a menos que usted lo use en la Obra del Señor de una manera correcta y de corazón. Tampoco para que digan que usted da o que usted está haciendo esto o lo otro; sino porque ama al Señor, ama Su Obra y Dios lo puso a usted para trabajar de esa manera y usted ha reconocido Su lugar y dice: “Bueno, Dios no me ha puesto para predicar, pero me ha dado algo con qué trabajar y voy a trabajar lo más que pueda. ¿Ve? Entonces, pues ya eso la persona lo toma como un ministerio de parte del Señor, como algo que Dios le ha dado para trabajar en la Obra del Señor. De otra manera, Dios no se agrada de lo que la persona pueda dar. Ni lo poco, ni lo mucho.
Porque en sí no es usted el que da, sino que Él le dio a usted primero para que pueda trabajar en una forma o en otra.
Bueno, vamos a seguir aquí, nos salimos un poquito de la línea. Pero ustedes vieron que como Dios estaba en el hermano Branham y estaba hablando a través de él, le dijo: “Pide lo que quieras”, y ella pidió la salvación de sus hijos. ¿Y qué Dios ⸻a través del hermano Branham⸻ dijo? Fue Dios: “¡Yo te los doy!”. Y dice que los muchachos se estaban mofando de lo que el hermano Branham estaba hablando, y con todo y eso no cruzaron la línea. ¿Ve?
Así que ya usted puede ver que hay un sitio donde único se cruza la línea.
Y esos muchachos actuando de la manera que actuaban y todos peludos, parece que eran medio hippies, con todo y eso, la misericordia de Dios se manifestó allí a través de carne humana y vino salvación para ellos.
Así que las gentes que están por allá en diferentes denominaciones o algo, aunque se mofen y se burlen de nosotros, déjelos quietecitos. Esperamos que Dios obre en algún momento y entonces vengan llorando para que reciban salvación. Aunque tendrán que enfrentarse (¿a qué?) al Juicio, pero ya tendrán esa parte arreglada antes de irse. ¿Por qué? Porque si no tiene nada adelantado acá que le salga a favor allá, pues entonces allá no podrán recibir nada; o sea que allá lo que va a recibir es de acuerdo a lo que hizo acá.
Bueno, ¿tenía autoridad el cuarto Elías para perdonar pecados? El hombre no tenía, pero el que estaba en el hombre sí que tenía, porque era el mismo que estaba en Jesús de Nazaret; y era el mismo que estaba en los demás profetas; y estaba en el cuarto Elías en toda Su plenitud, ahí estaba.
Bueno, ustedes saben, miren el tiempo - allí en el tiempo de Moisés, cuando Dios sacó al pueblo de Israel de Egipto, cuando Dios lo sacó de Egipto, encontramos que Moisés no les dio Ley; la Ley la pidió el pueblo: “Queremos hacer esto, queremos esto, queremos… Queremos que nos pongas ciertas reglas; queremos esto, queremos lo otro…”. Pidieron Ley, y Ley les fue dada en el Monte Sinaí.
Pero cuando Moisés los sacó de Egipto, no les fue dada Ley allí en la salida. Déjeme ver si pudiese conseguir dónde es que el cuarto Elías habla de esto. Encontramos que Dios les había provisto - le había provisto un camino de escape y una puerta de escape al pueblo hebreo, pero ellos la menospreciaron y le pidieron Ley. Y después, la Ley no la pudieron guardar. ¿Ve usted?
Ellos, antes de tener la Ley, tenían un camino que había sido provisto por Dios a través de Moisés. Y ustedes entonces pueden ver cómo era que Dios trataba a través de esa forma que Dios había dado para el pueblo: encontramos que era una forma maravillosa y encontramos la manera en que todo era arreglado; encontramos que todo era arreglado, pasaba algo, todo era arreglado, o sea que había misericordia.
Ahora, luego que ellos pidieron Ley y Ley les fue dada (¡Je!), entonces ya no tenían que ir donde Moisés a ver qué hacer. “Ahí está la Ley”. Que si estaban maldiciendo, o haciendo esto o lo otro: “Busquen lo que dice la Ley para los maldicientes”. Que si estaba blasfemando, que si estaba adulterando: “Busquen lo que dice la Ley para los adúlteros”. Que si estaba robando: “Busquen lo que dice la Ley para los… No me tienen que consultar nada, ya ahí está. Cuando no les había dado la Ley, entonces la cosa cambiaba. Pero ustedes quisieron Ley, pues ahora consulten la Ley y aplíquenle lo que dice la Ley”. ¿Ve?
Pero antes – antes la cosa pues ya usted sabe, el trato era diferente, era (en palabras más claras) en el trato que había antes de haber sido dada la Ley, era un trato en donde la persona tenía todas las ventajas. Todas las ventajas. Por lo tanto, entonces, imagínese usted por qué es que Dios va a sacar de la Ley a los 144.000. Bajo la Ley, ninguno las puede guardar, ni las guardaba; por lo tanto, no les puede venir ninguna bendición a ellos.
Entonces, ellos tendrán un camino que Dios ha de proveer para ellos, una puerta de escape; y no solamente para ellos, sino para todos nosotros, en el tiempo del cumplimiento de todas estas cosas que están prometidas.
Ahora, yo creo que ya pronto ya ustedes van a estar notando o se estarán dando cuenta del porqué de muchas cosas en este tiempo, que vienen como puerta de escape o como camino de salida para los hermanos, para el pueblo del Señor, y para los problemas del pueblo del Señor. Todo eso tiene que ver con esto que les he estado hablando.
No pude conseguir así de momento, dónde es que dice que ellos no tenían Ley. Cuando salieron de Egipto no tenían Ley; después fue que les fue dada la Ley, porque la pidieron; y si no la hubieran pedido, pues Dios no se la da. Entonces, Dios los llevó allí para ver la gloria, los llevó allí al monte para ver la gloria de Él; pero después, pues ya usted puede ver lo que pasó, y entonces fue que vino la Ley por ordenación de ángeles.
Así que ángeles había allí; estaban allí los ángeles del Señor, y en todo eso, pues ya usted puede ver, dice: “Por disposición de ángeles”, dice el Salmista; y dice la historia de Israel: “Por disposición de ángeles les fue dada la Ley”.
Vamos a seguir aquí, dice [libro de Las Setenta Semanas de Daniel, página 141]:
“170. Nosotros estamos en la Tierra. Los judíos están en la Tierra. Estamos en el fin de la edad, listos para el Rapto. El Rapto viene, la Iglesia sube, somos arrebatados para encontrarle en el aire. Todos sabemos eso. La Piedra que fue cortada de la montaña está lista para venir en cualquier tiempo…”.
Una Piedra cortada (¿de dónde?) de la Montaña. Eso fue lo que Daniel vio - eso fue lo que Daniel vio en el fin del reino gentil. O sea, en el fin de la dispensación gentil, lo que Daniel vio fue que del Monte, ¿qué monte? El Monte Sión, ¿y cuál es el Monte de Sión? La Novia. O sea, de ahí arriba, de la cima de la Montaña, de la Edad de la Piedra Angular, de ahí fue cortada una Piedra.
Ahora, no crean que es una piedra literal, recuerden que la Biblia dice - habla de la Piedra Angular. Dice:
“La Piedra que fue cortada de la montaña está lista para venir en cualquier tiempo. Y cuando venga, ¿qué va a hacer? Eso termina con la edad gentil…”.
¿Ahora, recuerdan lo que leímos hace algún rato?
“… 1977 debe poner fin a los sistemas mundiales…”.
Y los sistemas mundiales están encabezados y son (¿qué?) los gentiles, entonces:
“… debe poner fin (el 1977) a los sistemas mundiales e introducir el Milenio”.
¿Y qué es lo que pone fin a los sistemas mundiales? ¿Qué es lo que pone fin a la edad gentil? La Piedra no cortada de manos que sale de la cima de la Montaña. Y sale de la cima de la Montaña ¿a qué? A herir – a herir el sistema mundial, a herir la estatua que vio Nabucodonosor.
Él la vio: la cabeza era de oro, después sigue bajando en calidad, hasta que llega a los pies que son hierro y barro. Y cuando llega a los pies que son hierro y barro, él dice: “Yo estaba mirando la imagen y vi que de la Montaña salió una Piedra ⸻no cortada de manos⸻. No vi a ningún hombre cortando esa Piedra. No vi a ningún hombre allá en el seminario cogiendo esa Piedra y diciéndole: ´Esto es así, esto es así y esto es así´. No vi a ningún hombre cortando esa Piedra para darle un título de PhD., Ph ¡yo no sé qué! (yo ni los nombres esos, los títulos esos ni los conozco), Doctor en Divinidad, Doctor en esto… No, no, no. Esa Piedra no tenía un Doctorado en Divinidad, esa Piedra no tenía un Doctorado en Filosofía, esa Piedra no tenía un Doctorado de la Universidad de Harvard o de la Universidad de tal o cual sitio”.
Esa Piedra fue cortada, fue formada, no por mano humana sino por la mano de Dios, fue preparada. Ese ministerio de esa Piedra, no fue un ministerio dado por hombres, sino que esa Piedra fue cortada por la mano de Dios, fue preparada esa Piedra para que cuando saliera de la Montaña hiera en los pies de la imagen. Bueno, ¿y por qué no en la cabeza? Porque si da en la cabeza, hubiera sido en el tiempo allá de Nabucodonosor, y hubieran caído todos los reinos gentiles y allí hubiera comenzado el Milenio. ¿Ve? Porque el tiempo de la cabeza de oro era aquel tiempo, y aquel no era el tiempo en que el Señor vendría por segunda vez con Moisés y Elías.
Entonces, la Piedra sale de la Montaña, del Monte de Sión, de la cima del Monte, porque ahí es que esa Piedra es cortada, preparada, ahí es que el Señor lo prepara en todo, lo equipa de todo; y cuando sale de ahí, sale para llevar un ministerio en medio de los gentiles, un ministerio para el mundo gentil; pero será un ministerio (¿para qué?) para la destrucción de todos los sistemas mundiales. ¿No es eso Apocalipsis 11? ¿No es eso el ministerio de Apocalipsis 11?, ¿de dónde sale? Apocalipsis 11, sale del Monte de Dios, del Monte de Sión. Apocalipsis 11 es esa Piedra no cortada de manos.
Esa Piedra no cortada de manos es la Segunda Venida del Señor, es el Ángel Fuerte, y entonces se tiene que velar en carne humana para poder llevar a cabo ese ministerio en el cual herirá a la imagen, a la estatua que vio Nabucodonosor, la herirá en los pies (que son de barro y de hierro). Herirá los sistemas mundiales, los herirá (¿con qué?) con la Palabra. Y se desplomarán, porque tendrá (¿qué?) la Palabra hablada, y todo lo que hable tendrá que cumplirse.
Ahora, vean que es cuando sale de la montaña, que entonces viene para destruir (¿qué?) al mundo gentil, para que caigan todos los sistemas: sistemas políticos, sistemas económicos, sistemas religiosos, sistemas educacionales, sistemas… bueno, todas las clases de sistemas que haya tendrán que caer. Y dice la Escritura que cuando se desplomó todo, dice que esa Piedra creció y se convirtió (¿en qué?) en un grande Monte, un grande Reino. Entonces, vemos ¿qué? Vemos que esa Piedra entonces se convertirá en un Reino Eterno.
Ahora, vea usted entonces que esa Piedra, luego de tener ese ministerio para hacer caer o destruir todo el sistema mundial, todos los sistemas mundiales, luego establece (¿qué?) el plan: el Programa de Dios. Establece el Reino Milenial, y después del Milenio, sigue para adelante por toda la eternidad; porque el Milenio solamente es la prueba, la luna de miel.
Ahora, antes del Milenio, será dado una demostración de lo que será el Milenio y lo que será en la eternidad. Y todo será gobernado, no por el Consejo Mundial de Iglesias, no por la Confederación Mundial de Iglesias, no por el concilio ecuménico, no será gobernado el pueblo, no será gobernado ni dirigido por el seminario o por los diáconos, o por la junta de directores de tal denominación, o de tal denominación…; tampoco será dirigido el pueblo por los cardenales, ni por los papas, ni por los pastores, ni por nadie. Todo será dirigido por esa Piedra que sale de la Montaña, y será un reinado eterno.
Ahora, usted vea que será el Espíritu de Dios viniendo, será el Señor viniendo para Él entonces encabezar Su grupo. Él es la cabeza del grupo, y entonces Él por Su Palabra hablada, entonces nos hace saber cómo debemos actuar y todo lo gobierna por Su Palabra. Y somos gobernados nosotros (¿por qué?) por la Palabra de Él; no por la palabra nuestra, no por la palabra de alguna persona que quiera decirnos: “Ustedes tienen que hacer esto o lo otro”, sino por la Palabra del Señor; lo cual entonces será (¿qué?) “ASÍ DICE EL SEÑOR” para todos nosotros.
Entonces, no nos moveremos ni para un lado ni para otro a menos que estemos seguros de lo que debemos hacer. Porque entonces, cuando esa Piedra… Fíjese, esa Piedra es cortada arriba en la Montaña, y mientras esté en la Montaña, los que estén en la Montaña la ven. ¿Ve? Pero luego, cuando sale de la Montaña sale para un ministerio - para un ministerio, el cual será conocido y será visto por el mundo gentil, y será visto por el mundo hebreo también.
Pero mientras no llegue ese momento de ese ministerio, permanece ¿dónde? Pues en la Montaña. Cuando salga de la Montaña, sale directo para herir a la imagen en los pies, para herir la estatua en los pies. Y cuando eso ocurre, ahí es que las naciones, dice que todas las naciones le van a odiar. ¿A quién? A esa Piedra, porque está (¿qué?) destruyendo – destruyendo todos los sistemas mundiales.
¿Y cuándo debe poner fin?, ¿y cuándo es el tiempo en que es puesto el fin para los sistemas mundiales? El cuarto Elías dice:
“… 1977 debe poner fin a los sistemas mundiales e introducir el Milenio”.
¿Y quién es el que le pone fin a los sistemas mundiales? La Piedra Angular, la Piedra no cortada de manos. Por lo tanto, en palabras más claras: 1977 debe de estar allí la Piedra no cortada de manos, para que le ponga fin a todos los sistemas mundiales. E introduzca el Milenio. ¿Cómo? ¿Que la Piedra ⸻ésta⸻ no cortada de manos es la que introduce el Milenio?
Eso fue lo que vio Pedro, Jacobo y Juan allá. Mírelo aquí, página 26 de “Revelación”, capítulo 4, parte 1, dice:
“[134] … Él tomó a Pedro, a Jacobo, y a Juan, al monte, aparte, para ser testigos. Pedro, Jacobo, y Juan; y ellos vieron el Reino de Dios venir en poder…”.
¿Qué vieron ellos allí? El Reino de Dios viniendo en poder. ¿Y para qué viene el Reino de Dios en poder? El Reino de Dios viene en poder, es para el Reino de Dios ser establecido aquí en la Tierra, y si va a ser establecido, entonces tiene que (¿qué?) destruir los reinos gentiles. Dice:
“… y ellos vieron el Reino de Dios venir en poder, y ellos vieron la venida del Reino de Dios siendo ensayada. ¡Amén!...”.
¿Qué fue lo que el Señor les dijo a los discípulos?, cuando le dijeron: “Señor, enséñanos a orar como Juan enseñó a sus discípulos a orar”. El Señor les dijo: “Ustedes oren así…”. Y comenzó a explicarles, y una de las cosas que les dijo fue que pidieran algo muy importante: “Ustedes pidan que venga el Reino de Dios: Venga Tu Reino”. Y si pedían que viniera Su Reino, vamos a ver cómo habría de venir Su Reino. Dice:
“… ¡Amén! Oh, ellos fueron traídos a ver la vista para presenciar el Reino de Dios ser ensayado mientras venía…”.
Fueron “traídos”. Ellos fueron traídos al siglo XX en visión.
“… ellos fueron traídos a ver la vista para presenciar el Reino de Dios ser ensayado mientras venía, la introducción del Milenio. Ellos vieron el ensayo”.
Oh, entonces ellos estaban viendo el ensayo de la Venida del Reino de Dios, ellos estaban viendo el ensayo de la introducción al Milenio. Así que fíjese, lo que ellos vieron allá fue el ensayo de lo que acontecería en este tiempo final.
Y ahora, hemos estado brincando aquí de una página a otra, de un libro a otro, pero el Señor nos está ayudando. Vamos a la página…, eso fue la página 26 del mensaje titulado “Revelación”, capítulo 4, parte 1. Ahora, vamos a el libro de las Citas, página 42, párrafo 345, donde nos dice:
“345 - … Él fue transfigurado. ¿Qué hizo? Se pasó dentro de la transformación, hacia el día de Su Venida / Ellos habían llevado a Jesús a la montaña... o Él los había llevado y Él fue transfigurado ante ellos, transformado. Sus vestiduras brillaron como el sol en su fuerza y aparecieron con El Moisés y Elías. ¿En qué forma viene el Hijo del Hombre ahora? Y primero aparecerá, será Moisés y Elías. Ahora, fíjese, antes que Jesús vuelva a la Tierra... Ahora, es poco antes de tiempo, pero el Espíritu de Elías volverá a la Tierra y tornará los corazones de los hijos a los padres. La Biblia lo dice. Jesús lo vio aquí, los apóstoles lo vieron aquí, el orden de la Venida del Hijo del Hombre glorificado. El será glorificado y volverá. La primer cosa antes que lo vieran, ¿qué era? Elías. ¿Luego? Moisés; Israel volviendo hacia allá; los guardadores de la Ley. Y luego el Hijo del Hombre glorificado. ¡Aleluya! ¿Ve el orden de Su Venida?”.
Entonces, el orden de Su Venida, el Hijo del Hombre glorificado viniendo ¿es qué?, ¿cuál es el orden? Él viene conforme a Su orden: con Moisés y Elías, Él viene conforme a Apocalipsis, capítulo 11, Él viene con el ministerio de Moisés y Elías, y en el ministerio de Moisés y Elías velándose en carne humana.
Entonces, ellos ahí vieron el orden de Su Venida y la introducción al Milenio.
“… 1977 debe poner fin a los sistemas mundiales e introducir el Milenio”.
¿Y cómo es introducido el Milenio? El Milenio es introducido conforme al orden de la Venida del Señor. Porque en el Milenio lo que será colocado, ¿será qué? El Reino de Dios, y entonces tiene que ser introducido. Es introducido ¿en qué tiempo? Dice:
“… 1977 debe poner fin a los sistemas mundiales e introducir el Milenio”.
Entonces, nosotros estamos viviendo en este año, estamos viviendo en la introducción al Milenio. Y cuando ellos vieron la introducción al Milenio, ¿qué estaban viendo ellos? A Moisés y Elías. Ellos estaban viendo el ministerio que sería el ministerio que introduciría el Milenio. Porque el Señor en Su Venida trae el Milenio, y entonces lo que hace es (¿qué?) introducirlo.
Ahora, fíjese, para introducirlo, ¿qué hace? Tiene entonces que derrumbar los sistemas mundiales.
“… 1977 debe poner fin a los sistemas mundiales e introducir el Milenio”.
¿Cómo lo hace? “Cuando ese Ángel Fuerte (que es el que le toca introducir el Milenio y ponerle fin a los sistemas mundiales) levanta Su mano al Cielo y jura por el que vive para siempre, que el tiempo no es más”. Le pone fin a los sistemas mundiales ahí. ¿Ve? Hasta el 1977. Se acabó. El tiempo de los gentiles se acabó.
Entonces, ahí es puesto el punto final. Y luego de ahí para adelante – de ahí para adelante entonces en tres años y medio, son tres años y medio de destrucción para los gentiles. 1977 pone punto final a los gentiles. Y al ponerle punto final…
Bueno, vamos a ponerle algún ejemplo. Por ejemplo: usted tiene muchas cosas en su casa que están todavía allí en su casa, pero llega un momento que usted dice: “Hasta hoy llegaron”. Le pone punto final a todo eso, las coge y las echa allá a la basura y le pega fuego; y entonces, ahí empieza a quemarse, y a lo mejor pasa una hora, dos horas, tres horas…, y después se acabó todito. Pero ya usted le había puesto punto final, y después las echó al fuego o al zafacón de la basura y el truck [camión] de la basura se las llevó. ¿Ve?
Entonces, le es puesto el punto final a los gentiles, y luego al serle puesto el punto final, entonces son ordenadas (¿qué?) las Plagas. Entonces, es ordenado de la manera en que el mundo gentil tiene que desaparecer.
Y entonces, pues solamente lo que… después de ponerle punto final: “¡Se acabó todo! ¡Hasta aquí llegaron, hasta este año llegaron!”. Entonces, lo próximo es (¿qué?) hablar las Plagas, para que cada una ocurra en su tiempo y gradualmente todo va desapareciendo hasta que – hasta que no quedará ningún gobierno, ningún imperio, ningún reinado… nada quedará sino (¿qué?) cenizas. Porque dice la Escritura “que los justos viniendo con el Señor, destruirán a los que destruyen la Tierra”. Y luego, en Malaquías dice “que después los justos caminarán sobre las cenizas de los malvados, de los pecadores, de los inicuos”.
Por lo tanto, entonces cuando regresemos para el Milenio, lo que quedará aquí será (¿qué?) las cenizas de lo que fue una generación pasada, quedará solamente las cenizas de lo que fue el reino del mundo gentil.
Bueno, hay bombas atómicas por ahí. El cumplimiento de la séptima visión que vio el cuarto Elías, fue (¿qué?) una tremenda explosión - una tremenda explosión. Y cuando miró… Oh, pero espérense un momentito, vamos a examinar eso. Él dice que oyó una tremenda explosión… Déjeme ver:
“14. En la séptima y última visión oí una explosión terrible. Cuando di la media vuelta para ver…”.
“Media vuelta”. Mire: yo estoy mirando hacia ustedes, entonces, doy la media vuelta, quedo mirando para allá. ¿Dónde estaría él entonces?, ¿en qué posición estaría él? Estaba mirando para otro sitio. Bueno, ya no estaba mirando a América cuando ocurrió la explosión, pero cuando la oyó, miró para ver qué estaba pasando allá en América, y lo que vio fueron cráteres, humo y de… Bueno, parece que estaba en algún lugar donde no – donde no ocurrió la explosión, ¿verdad? Bueno, él miró para América, así que queremos estar donde él estaba parado y mirar de lejitos lo que va a pasar allá. Y dice que, dice que todo eso debe ser cumplido para el 1977. Así que…
Bueno, ¿cuántos les gustaría vivir en Estados Unidos?
“[14]. …lo único que vi fueron ruinas, cráteres y humo sobre la tierra de Norteamérica”.
Bueno, fue una buena observación y no dejamos que se nos pasara. Así que dele gracias al Señor, por estar viviendo donde vive.
Vamos a buscar un poquito más por aquí. Página 126, vamos a leer algo aquí. Empezamos en la página 125 [Reverendo William Marrion Branham, libro de Las Setenta Semanas de Daniel, página 145], aquí dice:
“181. ¿No están contentos por la luz del sol, por caminar en la luz del sol? ¿Dónde estamos nosotros, hermanos? ¡Es la última hora! ¡Puede suceder en cualquier momento! ¡Ya hemos llegado!
- El Mensaje ha salido a la Iglesia postrera; la iglesia ha rechazado a su Cristo. Los judíos están en su patria por el lapso de tiempo de 40 años. La nueva ciudad ha sido edificada. Ellos están vigilando ¿por qué? Un Mesías que viene. ¿Cuándo será eso? Yo no sé. Cuando esa Piedra hiera la imagen aquí, ella se ha ido. Todo habrá terminado entonces”.
Ahora, página 129 del mismo mensaje Las Setenta Semanas, dice:
“[198]. … Los judíos han estado regresando por 40 años. Ellos están en su tierra. ¿Qué es lo próximo para suceder? La venida de la Piedra. ¡Allí estamos! ¿En qué tiempo sucederá eso? Yo no sé. Pero, hermano, eso – para mí, yo quiero estar listo. Yo quiero tener mis vestidos listos”.
Bueno, ya vieron ahí sobre esa Piedra Angular. Ahora vamos a pasar aquí: la 256. Ya vimos que es la Venida (¿de qué?) del Señor, es la Venida de esa Piedra; entonces viene para – viene para la destrucción del mundo gentil.
Ahora, Egipto, cuando vio aquel hombre que se acercó con una vara, no sabía ni lo que se le estaba acercando. No sabía que lo que se le estaba acercando allí era la destrucción de su imperio egipcio. Lo vinieron a saber a lo último; cuando vieron las Plagas cayendo, ya iban entendiendo un poquito mejor. Pero, se aplacaba una Plaga, volvían a lo mismo, y le venía otra. O sea, que encontramos que no se arrepentían; se arrepentían momentáneamente, pero después que se arreglaba la cosa, volvían de la misma manera. Sus corazones estaban endurecidos.
Pero cuando esta Piedra aparezca sobre la Tierra, ¿qué será? Es el Señor en Su Segunda Venida:
“121. Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel —la Palabra de Dios encarnada en un hombre…”.
Ahora, vamos a ver eso: “La Palabra de Dios encarnada en un hombre”. Esa era la página 256 de Los Sellos, ahora vamos a la 369 y 370 de Los Sellos, donde dice:
“193. Ya pronto será tiempo para que acontezca todo esto del Sexto Sello. Y cuando eso suceda, será el FIN. Y en esa hora la Novia ya habrá subido, la Reina ya estará en su lugar. Mientras esto sucede sobre la Tierra, ella estará allá celebrando las Bodas con el Rey. Entonces el remanente de Israel es sellado y listo para salir, y en ese tiempo comienzan a estremecerse las fuerzas de la naturaleza. ¡Qué tiempo!
- Ahora fijémonos en los últimos dos versículos de Apocalipsis 6, o sea, lo que sucederá con los que hicieron mofa y se rieron de la predicación de la Palabra vindicada del Dios viviente. Esos profetas estarán allí y harán toda clase de milagros, oscurecerán el sol, y todas esas cosas a través de ese tiempo. Luego aquellos clamarán a las piedras y a los montes, que los escondan de la misma Palabra de la cual antes se habían burlado, porque ahora lo podían ver que venía. Decían: ´Escondednos de la ira del Cordero´. Él es la Palabra. Ellos se habían burlado de la Palabra y ahora allí estaba la Palabra encarnada. Ellos se habían mofado grandemente de esos profetas…”.
Recuerden que va a haber una mofa y una burla del mundo gentil, van a burlarse las denominaciones, los gobiernos, y todos se van a burlar (¿de qué?) de esos profetas; se van a burlar de Moisés y Elías, y luego – luego entonces se van a lamentar.
“…Ellos se habían mofado grandemente de esos profetas, pero ahora había venido la Palabra encarnada. ¿POR QUÉ NO SE ARREPINTIERON? No pudieron; ya era demasiado tarde. Y ellos conocían muy bien el castigo que les esperaba; habían oído todo eso. Ellos habían estado en cultos como éste, y habían escuchado todas esas cosas. Ellos sabían que estaban encarando las mismas cosas que esos profetas habían predicho…”.
Yo no se si usted podrá captar ahí algo: Primero, Moisés y Elías hablarán de las cosas que van a venir: de los juicios; y aparentemente, pues de momento no verán nada, pero después se cumplirán. ¿Ve?
Entonces, ellos habían predicho esas cosas que habrían de acontecer. Y luego, esas gentes se burlaron, y al burlarse, después, ya cuando se ven cumpliéndose todos esos juicios que ellos oyeron que Moisés y Elías les predicó, entonces trataron de arrepentirse, pero (¿qué pasó?) era demasiado de tarde, ya no había tiempo de arrepentimiento, ya no había lugar para salvación, ya no había oportunidad, ya habían salido los que habrían de salir, ya había salido la multitud que nadie podía contar; y esta gente no salieron con ese grupo, más bien se burlaron.
“…No pudieron; ya era demasiado tarde. Y ellos conocían muy bien el castigo que les esperaba; habían oído todo eso. Ellos habían estado en cultos como éste, y habían escuchado todas esas cosas. Ellos sabían que estaban encarando las mismas cosas que esos profetas habían predicho. Pero lo habían rechazado…”.
¿Ve que lo rechazaron? Cuando esa Piedra no cortada de manos sale de la cima del Monte para ir hacia el mundo gentil y para predicar el Mensaje que ellos tienen que oír, bueno, ahí algunos van a oír; pero los que no van a escuchar, sino que van a burlarse, entonces después se tienen que encarar a la realidad de los juicios que ellos, primeramente, van a oír siendo predicados. ¡Oh! Entonces aquí hay algo, hay algo que tiene que cumplirse.
Las Plagas, ¿dónde Moisés las habló?, ¿las habló en Gosén, o las habló en Egipto? Bueno, entonces, ya podemos ver dónde entonces las Plagas van a ser anunciadas.
“…Ellos habían estado en cultos como éste (…) Pero lo habían rechazado (lo habían rechazado), despreciaron la misericordia de Dios por última vez…”.
¿Por qué? Porque la misericordia de Dios estará manifiesta a través de un profeta, y en ese tiempo - y en ese tiempo habrá una oportunidad para ese grupo de gentes que está afuera, que no están todavía con los escogidos. Y ahí es que la multitud que nadie podía contar, esos que cantan un Cántico Nuevo, ahí es que tienen la oportunidad. ¿Por qué? Porque la misericordia de Dios en el tiempo de Noé estaba en Noé, y hacer lo que él decía, era alcanzar misericordia; hacer contrario y mofarse de Noé, era recibir lo que Noé estaba anunciando.
¡Oh! Como que el cuadro se nos está abriendo, ¿verdad? Como que el cuadro de la predicación de las Plagas, como que se nos está abriendo. Noé estaba predicando (¿qué?) la Plaga que venía para ese tiempo, y mostrando el camino de escape. Burlarse de Noé y rechazar el Mensaje de Noé, y la forma de escapar (¿era qué?) era estar preparándose (¿para qué?) para recibir la Plaga que habría de venir. Y era una plaga mundial, un Juicio de un diluvio que barrería la Tierra.
Bueno, él estaba predicando la Plaga de ese tiempo, pero acá será “las Plagas”. Un profeta la predicó allá. En Egipto un profeta predicó las Plagas que habrían de venir a aquel reino gentil; las anunció, las predijo y vinieron. ¡Oh, bendito el Señor para siempre!
Ellos sabían lo que había sido predicho. El mundo gentil sabrá lo que le va a venir. Por supuesto que no lo creerán de momento. Cuando las vean encima, entonces ya - ya será demasiado de tarde, ya será tan tarde que no habrá oportunidad, ¿por qué? Porque ya el Cordero no estará intercediendo por nadie; ya más bien será juicio para los gentiles y estará entonces la cosa para bendición de los judíos.
Bueno, entonces vemos que las Trompetas son para Israel.
Bueno, Moisés allá en aquel tiempo les predicó las Plagas a los gentiles y les tocó la Trompeta a los judíos. ¿No le tocó la Trompeta allá a los judíos, diciéndoles que Dios lo había enviado, que Dios le había hablado, que Dios se le había revelado, y le dijo hasta el Nombre que Dios le dijo que tenía? Moisés le preguntó por Su Nombre y Dios le dijo cuál era Su Nombre. Y Moisés se le presentó a Israel como el Libertador, como su Libertador; pero a los egipcios (a los gentiles) les predicó ¿qué? Las Plagas.
Bueno, entonces vemos, ya la cosa como que se va abriendo el cuadro, y vemos como que lo que va a ser predicado para los gentiles, como que es el Mensaje de las Plagas. Y entonces al oír de los juicios que han de venir, cada cual escapará por su vida (el que quiera escapar). Entonces se le mostrará la forma para escapar.
Ahora, escuche usted bien esto: Moisés predicó las Plagas a los gentiles; pero encontramos que algunos de los gentiles, cuando Moisés predicó allá, dice que de entre los egipcios salieron con Moisés y los hebreos, una multitud de toda suerte de gente. Ellos representan el grupo que va a salir.
Bueno, entonces ya como que esto se está definiendo. Yo les había dicho que cada vez que Dios quiere hacer algo, nos pone a rondar, a rondar por ahí, a merodear, y de momento ya como que ya esto se está definiendo - esto como que se está definiendo. Y en esta mañana, yo no lo sabía pues, pero ahí ha estado llegando esta mañana; y algunas veces yo me quejo mucho conmigo mismo y con el Señor. Le digo: “Señor a mí no me gusta irme a parar allí sin tener lo que va a ser predicado, sin tener ya la línea de mensaje que va a ser hablado”. Pero, estas ocasiones así uno no sabe ni lo que va a venir; pero vemos que siempre viene algo que no estaba - que no estaba en la mente nuestra que iba a venir, y de momento entra y ahí pues entonces, entonces vemos más claro el cuadro de lo que Dios tenía.
Vamos a seguir aquí leyendo, dice:
“…Pero lo habían rechazado, despreciaron la misericordia de Dios por última vez…”.
¿Y dónde estaba entonces la misericordia de Dios? Estaba en Moisés y Elías, cuando les estaban predicando las Plagas.
“…Y cuando uno desprecia la misericordia, lo único que le queda es el juicio. ¡Piénselo!
- Entonces allí se encontraban. No tenían ni en dónde esconderse. Y la Biblia dice: ´Y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos de la cara de aquel que está sentado sobre el Trono…”.
¿Dónde estaba sentado? Sobre el Trono. ¿Qué Trono? El Trono de David, el Trono de Juicio.
“´… escondednos de la cara de aquel que está sentado sobre el Trono y de la ira del Cordero´…”.
Usted sabe, el Cordero se había convertido en León, y estaba manifiesto a través de carne humana.
“´…escondednos (…) de la ira del Cordero´…”.
Si se ha convertido en un León, como Cordero no tiene ira, pero como León, la cosa cambia.
Entonces, ¿querían qué? Su petición era: escapar del Juicio que estaba cayendo - escapar del Juicio que estaba cayendo, porque había sido hablado (¿por quién?) por el Cordero que se había convertido en un León, y estaba ministrando a través del ministerio de Moisés y Elías. Y todo lo que había sido hablado se estaba cumpliendo. La ira de Dios tuvo que ser hablada, lo que habría de acontecer para entonces derramarse sobre la Tierra.
“…Ellos trataron de arrepentirse, pero el Cordero ya había venido para reclamar a los Suyos…”.
Había venido (¿para qué?) para reclamar a los Suyos.
“…Ellos clamaron a los montes y a las piedras; oraron, pero las oraciones fueron hechas muy tarde”.
Sus oraciones fueron hechas muy tarde, así que hasta para orar hay que saber el tiempo para orar. Y saber lo que uno va a pedir en el tiempo que lo va a pedir. ¿Ve? Por lo tanto, entonces eso es una gran lección para nosotros.
Tiempo de arrepentirse ⸻para nosotros⸻: este tiempo. Tiempo de recibir Juicio, pues después que se acaba el tiempo que Dios da para uno arrepentirse. Entonces, los que reciben juicio después, el Señor les puede decir: “Les di tiempo para arrepentirse y no se arrepintieron”. Por lo tanto, entonces, lo próximo es (¿qué?) el Juicio, porque Dios no envía juicio sin antes advertirles, para que tengan la oportunidad de arrepentirse, Dios siempre da primero la oportunidad.
Muchas veces las personas dicen: “Bueno, Dios es tan bueno que siempre, pues nos da oportunidad”. Siempre nos da oportunidad, pero usted no descubre que siempre que Dios nos da una oportunidad, es porque el Juicio está pegadito, y entonces da la oportunidad antes de derramarse el Juicio. ¿Ve? Entonces muchas personas dicen: “Dios da oportunidad, y está dando oportunidad y sigue dando…”, pero sépase que siempre Dios le pone fin cuando llega el tiempo de Él ponerle el fin a la oportunidad que le está dando, y después viene (¿qué?) el Juicio. O sea, que como dice el proverbista: “Hay tiempo (¿para qué?) para todo: tiempo para sembrar y tiempo para cosechar, y tiempo para comer…”. Así que, por lo tanto, en todo hay tiempo.
¡Y qué tiempo glorioso estamos viviendo nosotros!
Encontramos entonces, que también el Juicio comienza por la Casa de Dios. Cualquier juicio que vaya a caer sobre cualquier escogido de Dios, entonces tiene que caer antes que caiga el juicio para el mundo; y entonces cae sobre un hijo de Dios para beneficio, para regalo, para que no cobremos con el mundo. “Y si el justo con dificultad se salva, dónde va a aparecer el impío y el pecador”. ¿Ve usted?
Entonces, cualquier juicio que Dios tenga que derramar sobre los escogidos, porque alguien no se arrepienta de corazón (porque solamente es para los casos en que uno no se arrepiente), pues luego el juicio. ¿Para qué? Entonces para que la persona no se pierda. Si no – si no le viene antes de Dios derramarlo sobre el mundo, si no le viene antes, bueno, entonces hay algo malo en esa persona…
Lo primero es que no es un escogido, porque le tiene que venir antes, porque el Juicio comienza por la Casa de Dios.
¿Pero eso es para qué? Para beneficio de la persona, es mejor que le caigan a uno los juicios antes que caigan los del mundo. O sea que, usted sabe, en todo hay un propósito, y algunas veces, pues hay algunos que lo necesitan, porque de otra manera se perdería la persona; y Dios no quiere que Sus hijos se pierda. Por lo tanto, lo que tenga que pasarle a un hijo de Dios para evitar que se pierda, pues le tiene que pasar; aún si Dios tuviese que llevárselo, pues se lo lleva antes de tiempo. ¿Por qué? Porque si va a estar molestando, en vez de ser bendición es un problema, pues entonces Dios sabe cómo arreglarlo.
Bueno, vamos a seguir aquí. Habían esperado demasiado de tarde, pero hubo otro grupo, otro grupo se arrepintió, porque hubo oportunidad para ellos y la aprovecharon. Y entonces son los que cantan el Cántico Nuevo, el Cántico de Moisés; no el cántico de otra dispensación pasada, sino el de Moisés, el del segundo Moisés. Un Cántico Nuevo, tienen un Mensaje Nuevo, han creído en una nueva dispensación, tienen el Nombre Nuevo del Señor, le han reconocido como Rey de reyes y Señor de señores. ¿Cómo? Como Rey de reyes y Señor de señores.
Bueno, ¿y qué es eso? Le han reconocido como León de la tribu de Judá, le han reconocido como Hijo de David, le han reconocido en Su Segunda Venida, conforme al orden de Su Segunda Venida. ¿Ve?
Al reconocerle como Rey de reyes y Señor de señores, es como León de la tribu de Judá; no ya más como Cordero en las edades, sino como León. Bueno, en palabras más claras, han reconocido la Segunda Venida del Señor, en palabras más claras, han visto el orden de la Venida cumplida plenamente, han visto la introducción al Milenio, han visto todo, lo han creído y se han arrepentido, y han hecho entonces conforme a la manera para hacer en este tiempo.
Porque en cada tiempo tiene que haber una forma de escapar. En cada dispensación hay una forma de escapar; el que la rechaza, pues después si trata de escapar a través de su propia forma, no puede escapar; si trata luego de que pase el tiempo de escapar, trata de buscar arrepentimiento y trata de buscar una oportunidad, tampoco hay oportunidad. Ya cuando Dios esté tratando con Israel, ya se cerraron las puertas para los gentiles y entonces ya no hay oportunidad ¿Ve?
Entonces, ahí es que ya no hay oportunidad para gentiles, cuando Dios se torne a Israel, cuando el Mensaje regrese para Palestina, para Israel, cuando el Mensaje esté siendo recibido allá, y Moisés y Elías ⸻ese ministerio de Dios manifestado a través de carne humana en un hombre⸻ cuando esté entonces allá, ya no hay oportunidad para gentiles. Pero ya habrán salido los que tenían que salir, porque ellos lo encuentran entre los gentiles. ¿Qué estaba haciendo? Predicándole las Plagas. Pasa ahora acá y nos predica las Trompetas. Bueno, ustedes saben de lo que estamos hablando.
Ahora, déjeme seguir aquí. Nos mojamos allá afuera, nos mojamos acá adentro; allá afuera el agua de allá pues usted sabe, es la natural; acá, pues es el Agua de la Palabra. Son las Aguas de la Palabra, y usted sabe que esa multitud que nadie podía contar dice que fueron lavadas en las Aguas (¿de qué?) de la Palabra; fueron sumergidas, bautizadas (¿en qué?) en las Aguas de la Palabra.
Déjeme ver… Ah, por acá está la libreta. Unas veces la libreta misma se me pierde aquí mismo y no se ni dónde se encuentra. Déjeme ver aquí. Siempre he estado (estuve) tratando de hablarles sobre esto y parece que esta es la oportunidad, vamos a aprovecharla ahora. Se los voy a leer y entonces vamos a ver detenidamente lo que significa esto. Página 464 y página 465 de Los Sellos - 464 y 465 de Los Sellos, al final dice (esto hay que leer bastante aquí, parece):
“135. Ahora, ¿qué sucedió? Ellos fueron purgados durante el tiempo terrible de la tribulación. Ahora, si Dios va a esa virgen, la cual era una mujer buena, pero le faltó conseguir aceite para su lámpara, y Él la va a purificar con persecución; entonces por la misma razón Él coloca estas dos tribus, y las purifica durante el tiempo de la tribulación; porque en verdad es un tiempo de purificación, es juicio.
- Entonces acá aparecen los 144.000 después de la purgación de Israel, y también aparecen las vírgenes fatuas, ya purificadas y con sus vestiduras blancas. ¡Cuán perfecto es! ¡Cuán hermoso! Otro paralelo es el tiempo de angustia de Jacob.
- Él había errado y pasó por el tiempo de purificación, porque había hecho mal a su hermano Esaú. Él lo engañó para obtener la primogenitura. Pero tuvo que pasar por la purificación antes de que su nombre fuera cambiado de Jacob a Israel, lo cual también es un tipo del orden de Dios para hoy.
- Ahora veamos el primer versículo del capítulo 8 de Apocalipsis. Yo sé que están cansados, pero traten de escuchar por un tiempo más. Pedimos que el Dios del Cielo nos ayude, es mi oración. Debemos recordar que este Séptimo Sello es el fin del tiempo de todas las cosas…”.
Y el Séptimo Sello es (¿qué?) la Segunda Venida del Señor, la Venida del Ángel Fuerte; y el tiempo del Séptimo Sello es el tiempo del fin de todas las cosas.
“… este Séptimo Sello es el fin del tiempo de todas las cosas. Correcto. Las cosas escritas en el Libro de la Redención, sellado desde antes de la fundación del mundo con siete sellos, todo termina. Es el fin de este mundo agitado, el fin de la naturaleza agitada y es el fin de todo. En eso también encontramos el fin de las Trompetas, de las Copas, de la Tierra; y aun es el fin del tiempo. El tiempo termina, así nos lo dice la Biblia en Apocalipsis 10:1-7, donde el Ángel dijo: ´El tiempo no será más´. Y eso será en el día cuando este gran evento suceda. Allí todo termina.
- Al final de este Séptimo Sello…”.
Al final de este Séptimo Sello; no al comienzo…
“139. Al final de este Séptimo Sello es el fin de la edad de la Iglesia…”.
Y el fin de la edad de la Iglesia, ¿para cuándo fue que el cuarto Elías dijo que acontecería? En el 1977, alrededor del 1977 terminaría la Edad de Laodicea. Así que la Edad de Laodicea, lo cual es el sistema religioso mundial, termina en el 1977. Todos los sistemas terminan, por lo tanto, el sistema religioso ⸻el cual es el sistema de la Edad de Laodicea⸻ termina para el 1977.
“… es el fin de la edad de la Iglesia; es el fin del Séptimo Sello, es el fin de las Trompetas, es el fin de las Copas y aun es el fin de la entrada al Milenio. Todo eso es contenido en el Séptimo Sello”.
¡Oh!, ¿qué? “Todo eso es contenido en el Séptimo Sello”. Todo eso: la entrada al Milenio, las Copas, las Trompetas, el Séptimo Sello, el fin de la Iglesia, el final mismo del Séptimo Sello, todo eso es, está ahí en el Séptimo Sello, todo eso es contenido ahí.
Entonces, vamos a ver la explicación que él nos hace del Séptimo Sello. Esto es una explicación parabólica, ¿sabe? Porque usted sabe que siempre el cuarto Elías ⸻como todos los demás profetas⸻, siempre pues algo que quiere revelar, pues empieza a nombrar la naturaleza o empieza a mostrar cosas naturales que uno ya conoce y las tipifican con eso. Aquí, pues hay una explicación parabólica de lo que es el Séptimo Sello, pero una parábola bastante difícil de entender, yo nunca la había entendido, y me preguntaba: “¿Pero y qué significa eso?”. O sea, que la parábola es más difícil de entender que lo que es el Séptimo Sello en sí. (Je, je).
Para entender la parábola se necesita […]
…
Usted sabe que de ese tiempo para acá, pues se estaba en el tiempo de los disparos de cohetes y eso al aire, y en las fiestas patronales también disparan de esos cohetes y todas esas cosas; pero dice que es como disparar un cohete al aire.
“…Este cohete hace una explosión por aquí cerca; y luego mucho más alto hace otra explosión, y de allí…”.
De esa segunda explosión…
“…Una de esas cinco hace una explosión, y de allí salen otras cinco estrellas; y una de esas estrellas explota, y de allí salen otras cinco estrellas; y después desaparece gradualmente. Así es el Séptimo Sello…”.
Qué difícil, ¿verdad? Bueno, sigue diciendo:
“…Allí termina el tiempo para el mundo. Es el fin del tiempo para esto y aquello y todas las cosas. Todo termina con el Séptimo Sello. Ahora, ¿cómo lo va a hacer Dios? Eso es lo que no sabemos, no lo sabemos. En esto será el tiempo para todas estas cosas y la entrada del Milenio”.
Bueno, entonces ya usted sabe lo que es el Séptimo Sello, conforme al orden de la Venida del Séptimo Sello, que es conforme al orden de la Venida del Señor. El Séptimo Sello es la Segunda Venida del Señor. Pero ahora, lo que no sabemos es el significado de esa parábola, que es representada por un cohete que – un cohete que hace una explosión, un cohete que disparan al aire y hace una explosión, dice […]
…
O sea, ¿que hay cuántas explosiones de estrellas? Mire, de cohete hay dos explosiones nada más; de estrellas, ¿de estrellas hay cuántas? Déjeme ver por aquí. De estrellas hay - salen tres veces cinco estrellas, pero hay solamente dos explosiones de estrellas. O sea, que de las estrellas, solamente explotan dos; una estrella explota de un grupo y otra estrella explota de otro grupo; porque las primeras cinco estrellas salieron de la explosión del cohete, no de la explosión de una estrella, sino de la explosión de un cohete.
Bueno, a mí me tenía esto muy - muy preocupado, en el sentido de que, usted sabe, uno es un investigador, un averiguado ⸻como decimos nosotros⸻. Y más en las cosas del Señor, pues uno quiere saber lo que significa cada cosa, para entonces enseñarla correctamente; porque uno no se va a poner a decir: “Tal cosa significa tal cosa”, y después que no sea eso.
Entonces ¿qué pasó? El pueblo que creyó eso que uno dijo que no era de esa manera, eso equivocado se encarnó, y en vez de estarse encarnando la Palabra pura, lo que se está encarnando es antipalabra. Y entonces, los resultados de la vida de esa persona, será unos resultados (¿qué?) antipalabra.
Por lo tanto, la vida que vivirá esa persona después, de una manera de la cual él no se explica: “¿Y por qué yo creyendo en el Mensaje…?, ¿y por qué yo creyendo que soy un escogido esta vida incorrecta está saliendo de mí? ¿Por qué? Por la palabra que está encarnada en él: si es antipalabra, produce (¿qué?) una vida contraria a la Palabra de Dios. Pero si lo que se encarna es Palabra, tiene que automáticamente producir (¿qué?) una vida de acuerdo a la Palabra de Dios.
Por eso hermano Branham, dice: “No manufacture los frutos, no manufacture la vida”. Más bien, lo que sale es de acuerdo a lo que hay dentro; si lo que hay dentro es antipalabra, lo que sale fuera es antipalabra todito. Bueno, por eso el Señor dijo: “De adentro salen - de adentro es que salen todas estas cosas”.
Ahora, el Séptimo Sello es como un cohete que explota. Y el Séptimo Sello es (¿qué?) la Segunda Venida del Señor. La Segunda Venida del Señor es como un cohete que explota “… por aquí cerca”, dice él.
…
Y entonces, la Segunda Venida del Señor es como un cohete que es disparado, disparado al aire. La Segunda Venida del Señor disparada al aire, ahí está. ¿Y qué hace? Una explosión. Ahí tiene un Trueno. Una explosión. ¿Qué pasa? Ahí tiene a Elías. Pero luego, sigue más hacia arriba, para la Edad de la Piedra Angular, más hacia arriba. Y luego, hace ¿qué? Y luego, mucho más alto hace otra explosión. Ahí tiene ¿qué? - ahí tiene (¿qué?) la Segunda Venida, es la misma Segunda Venida haciendo dos explosiones. Dos explosiones hace la Segunda Venida.
Ya usted sabe entonces, que la Segunda Venida con Elías hizo una explosión tremenda con los Sellos. ¿Ve? Pero después más arriba, en la Edad de la Piedra Angular, el mismo Séptimo Sello hace otra explosión. Bueno, eso es entonces más arriba, y esa explosión no es otra sino la explosión de los Truenos, la explosión del Mensaje del Evangelio del Reino.
Con esa explosión, es el Séptimo Sello haciéndola, ¿es qué? La primera la hace el Séptimo Sello: Elías, el Séptimo Sello en Elías (o sea la Venida del Señor en Elías hace esa explosión, una explosión tremenda). Pero más adelante, más arriba, hace otra explosión. Usted sabe que vamos subiendo, desde la última parte de la Edad de Éfeso para arriba; por lo tanto, es para arriba.
Entonces, la primera explosión que hace, la Segunda Venida del Señor la hace al levantarse, pero no la hace muy alto; pero luego, la segunda explosión la hace bien arriba con Moisés y Elías. Una explosión, fuego tremendo, que lo estremece todo, y de ahí de esa segunda explosión salen cinco estrellas. Cinco estrellas salen.
Ahora, recuerde que el ministerio en las edades de la Iglesia – el ministerio de las edades de la Iglesia tenía que ver con estrellas, y la Palabra de Dios para el pueblo estaba allí manifiesta en cada una de las estrellas de cada edad; o sea que la Palabra se movía en el Mensaje, corría para el pueblo para la salvación de las gentes de cada edad. O sea que era el ministerio del Señor en cada tiempo.
Las estrellas, las siete estrellas de las edades de la Iglesia, era el ministerio del Señor moviéndose para la salvación de la gente, del pueblo de Dios.
Y aquí, en la segunda ocasión que este cohete, ese Séptimo Sello que la Segunda Venida explota, salen cinco estrellas. ¿Y qué es eso? Es nada menos que el ministerio del Señor - el ministerio del Señor surgiendo para el beneficio de las vírgenes prudentes, para darle a conocer el misterio del Séptimo Sello, darle a conocer el misterio de los Truenos, darle a conocer la fe para el rapto; todas esas cosas.
Pero luego de eso - luego de eso, una de esas estrellas (no las cinco, sino una de esas estrellas) explota. Al explotar salen cinco estrellas más. Ahora, vea que el cohete explota dos veces; y ahora, lo que le sigue aquí es (¿qué?) las estrellas explotando – estrellas explotando; pero solamente explota una en cada ocasión.
Ahora, vemos que luego que esas cinco estrellas llevan a cabo su trabajo - llevan a cabo su trabajo y son vistas, una de ellas explota. Ahora, recuerde que las primeras cinco tienen que ver con el ministerio que el Señor lleva a cabo en medio de los predestinados, de los escogidos, para darle a conocer lo que ellos deben conocer que les está prometido que ellos conocerían; y eso será visto desde la Edad de la Piedra Angular. Y ellos (los que están ahí en la Edad de la Piedra Angular) serán los que verán el ministerio de esas cinco estrellas, verán la Luz de esas cinco estrellas brillando, que es el ministerio del Señor – el ministerio del Señor manifiesto a través (¿de qué?) de Moisés y Elías. Esas cinco estrellas es el ministerio del Señor en Moisés y Elías.
Podríamos decir, en palabras más claras, podríamos decir, fíjense, cinco estrellas son − representan ministros o ministerios: los cinco ministerios en un hombre. ¿Ve? Entonces, de uno de esos (estrella) explota para adelante, y entonces se abre el campo para el ministerio del Señor ser visto nuevamente; así como fue visto en las primeras cinco estrellas, después una de ellas explota y entonces son vistas cinco estrellas. Entonces los que no habían visto estas otras, pues verán las otras.
Entonces, ¿qué es? Nuevamente el ministerio del Señor en toda Su plenitud manifestado (¿para qué?) para reunir la multitud que nadie podía contar. Ahí lo tiene. Y de esas cinco estrellas, a través de uno de esos ministerios, explota la cosa para adelante y el ministerio surge hacia delante y da otro paso de avance. ¿Y qué pasa? Una de esas explota y con uno de esos ministerios explota para adelante la cosa y cinco estrellas más aparecen. ¿Y qué es eso? El ministerio del Señor pasando para los judíos para la liberación de ellos. Ahí lo tiene.
Entonces, después de eso, todo gradualmente desaparece. Dice: “Así es el Séptimo Sello”. Vea usted que es el Séptimo Sello, es el Señor en Su Segunda Venida el que hace todo eso para escogidos, para gentiles y para judíos. Ahora, trae bendición para escogidos, trae bendición también para los gentiles que lo han de recibir y juicio para los que le han de rechazar; porque es el Séptimo Sello que le pone fin a todo. ¿Ve? Entonces, al ponerle fin, todo entonces va concluyendo.
Cuando, fíjese, cuando explota el cohete, explota y aparecen cinco estrellas ⸻eso es cuando explota el cohete, cuando explota la revelación de la Segunda Venida del Señor, explota para los escogidos⸻. Entonces al explotar, ahí tiene la Venida del Reino. Ahí explotó la cosa y entonces, cinco estrellas ahí siendo vistas, los cinco ministerios siendo vistos, y la Palabra de Dios viniendo para beneficio de todos nosotros.
En cada edad de la Iglesia, pues cada mensajero era una estrella, y solamente veían una estrella. ¿Ve? Un mensajero con un ministerio en cada tiempo; pero ahora, podrán ser vistos todos los ministerios en uno solo, y entonces para beneficio de todo el pueblo del Señor. Cuando termina el Séptimo Sello, Su manifestación para los escogidos, entonces la cosa explota para salir hacia afuera. Entonces, ya cuando eso ocurre, ya nosotros hemos recibido toda la Palabra que nos tenía que ser revelada.
Esto entonces, como que quiere decir que nosotros escucharemos primero que nadie muchas cosas que el mundo gentil las va a escuchar. Por lo tanto, entonces, probablemente, lo más seguro, yo creo que antes de las Plagas y las Trompetas serles predicadas a los gentiles y a los judíos, nosotros las vamos a escuchar antes que ellos; vamos a saber de qué se trata todo eso, y después ellos entonces vivirán el momento de ver todas esas cosas cumplidas.
Pero nosotros por revelación, a nosotros nos será mostrado todo lo que va a pasar, todo lo de las Plagas, todo eso de las Copas y lo de las Trompetas. O sea que vamos a tener (¿qué?) una visión anticipada de todo lo que ha de acontecer.
¿No fue eso lo que le fue dicho a Juan, y Juan representa a los escogidos? “Sube acá (arriba), y Yo te mostraré las cosas que han de ser después de estas. (¿Cuáles?) Después de las edades de la Iglesia. Después de todas las cosas de las edades de la Iglesia, después de todas las cosas que sucedieron en las edades de la Iglesia, las que han de suceder después de las edades. Yo te las voy a mostrar arriba, sube arriba. No te las voy a mostrar en la primera explosión del cohete, te las voy a mostrar en la segunda explosión. Bueno, Sube arriba y Yo te las voy a mostrar”.
Por lo tanto, lo que le sería mostrado a los que están representados, tipificados por Juan. Y Juan fue el que se comió el rollo, el Libro abierto, porque el Ángel lo tenía, el Mensajero a Israel lo tenía abierto, iba con el Libro abierto para Israel y le dijo a Juan: “Cómetelo. Cómetelo porque es necesario que profetices”.
Entonces la Novia gentil, el grupo gentil, va a ser un grupo con percepción profética, con Palabra profética, y es el grupo de escogidos que lleva el Evangelio a los judíos. Los gentiles llevarán el Evangelio a los judíos, pero los gentiles encabezados por el Séptimo Sello.
Bueno, ya sabemos entonces de qué se trata todo esto. Página 20 y 21 de “Revelación”, capítulo 4, parte 1, dice:
“[109] … ´¡Sube acá!´.
110 ¡Guerra! Este es el escenario de la gran batalla; la gente que rechazó el Mensaje de Dios, rechazó el Espíritu Santo, el Mensajero de las siete iglesias. Al que había rechazado este Mensaje de Su gracia no le quedó nada, más el juicio estaba listo; todo el tiempo, Él se está preparando para derramar ahora las plagas sobre la tierra…”.
Mientras estaba preparándose para derramar las Plagas sobre la Tierra, ¿qué es lo que viene?
“´…Sube acá y Yo te mostraré lo que está a punto de suceder…´”.
¿Y qué es lo que está preparado para acontecer? Vamos a ver:
“…Pecadores sin Dios, que rechazan a Cristo, yo voy a derramar Mi ira sobre ellos”.
“Sube acá, que Yo te voy a mostrar todo eso. Sube acá, que Yo te voy a mostrar las Copas; sube acá, que Yo te voy a mostrar las Plagas; sube acá, que Yo te voy a dar a conocer todas esas cosas. ¿Ve? Sube acá que te voy a abrir las Plagas, las Copas, para que sepas lo que es, para que sepas lo que le viene al mudo gentil. A los que han rechazado a Cristo”.
Así que por esas palabras, nosotros confiamos que Él nos permita ver todas estas cosas. Por esas palabras de promesa que hay ahí, nosotros esperamos confiados en que Él nos va a mostrar todas las cosas que tienen que ocurrir después de las edades de la Iglesia.
Entonces, mire el momento en que estamos, mire la hora gloriosa en que vivimos y dele gracias al Señor si usted ha subido arriba. Porque si ha subido, usted tiene que ver lo que Él prometió que habría de enseñar. ¿Ve?
Entonces, los Truenos son los que revelan o muestran todas las cosas. Los Truenos revelan las Plagas, los Truenos revelas las Trompetas; porque los Truenos son la Voz de Dios, la Voz de Cristo en Su Segunda Venida. Y los Truenos son los que revelan el Nombre Nuevo, los Truenos son los que revelan la fe para el rapto, los Truenos son los que revelan todas las cosas que habrían de ser después de las edades de la Iglesia.
Entonces, decimos: “Si queremos ver lo que son las Copas y lo que hay en las Copas; si queremos saber y conocer la revelación de las Copas y de las Trompetas, oigamos los Truenos”. ¿Ve? Porque los Truenos contienen (¿qué?) la revelación completa de todas las cosas que habrían de ser después de las edades de la Iglesia, después que las edades concluyeron.
Bueno, ya estamos – ya estamos concluyendo. El Séptimo Sello le pone fin ¿a qué? A todo. La Venida del Señor, la Venida de la Piedra Angular, la Venida de la Piedra no cortada de manos, la Venida del Señor con Moisés y Elías, le pone fin a todo. Al decir “fin a todo”, pues es a todo; y entonces, le pone fin hasta a la segunda dispensación, e introduce el Milenio. ¿Ve? E introduce – e introduce a la Palabra a todos aquellos que han de estar en el Milenio; e introduce a la Palabra a aquellos otros que han de salir bien en el Juicio Final, también.
Bueno, fíjese, entonces el Séptimo Sello – el Séptimo Sello es el fin de todas las cosas que tienen que terminar y la introducción a todas las cosas que van de venir. ¿Lo vieron ahora?
Y siendo el Séptimo Sello la Segunda Venida del Señor con Moisés y Elías, la aparición del Señor con Moisés y Elías, es la Señal del fin del mundo, y de la introducción o del comienzo del Reino Milenial. ¿Ve?
Porque en el Séptimo Sello está el fin de todas las cosas que tienen que terminar y el comienzo de todas las cosas que tienen que ser establecidas por toda la eternidad. Así que es fin y comienzo. El Séptimo Sello contiene todo eso. Y el Séptimo Sello es la Venida del Señor.
Así que esa era la única solución que había para el problema en este planeta Tierra.
Y entonces, fíjese, el tema de esta mañana ha sido sencillo, pero que yo espero que hayamos aprendido algo de parte del Señor. El tema ha sido: “EL FIN DE TODO”.
“EL FIN DE TODO”.
Cuando Apocalipsis 10 es visto, ha llegado entonces (¿qué?) EL FIN DE TODO.
Y conforme al cuarto Elías ⸻el fin de todo, conforme a la Palabra inspirada a él⸻, el fin de todo llegaría ¿cuándo? 1977 debe poner fin a todos los sistemas mundiales. Es puesto el fin en este tiempo, en este 1977. Luego, lo otro ¿es qué? Al ponérsele fin a todo, entonces automáticamente a través de las Plagas, entonces todo entra a la fase o etapa de destrucción.
Entonces, vemos la hora en que estamos. Vemos que entonces la destrucción del mundo - la destrucción del mundo, el derramamiento de las Plagas, comienza ya muy pronto; porque una cosa es la predicación o la enseñanza de las Plagas o de las Copas, y otra cosa es (¿qué?) el derramamiento sobre la Tierra de esos juicios.
Una cosa es hablar de ellas y otra cosa (¿es qué?) es el cumplimiento de ellas. Una cosa es oír de lo que va a venir, y otra cosa es ver de lo que está aconteciendo.
Mientras tanto, nosotros podremos hablar de lo que va a venir. Porque la promesa fue: “Sube acá, y Yo te mostraré las cosas que han de acontecer, que han de venir”. Tendremos el privilegio de saberlas antes de venir. Si tendremos ese privilegio, tendremos el privilegio entonces de escapar – de escapar de las cosas que han de venir, conforme (¿a qué?) a lo que dijo el Señor en San Lucas, capítulo 21 [verso 34], que dijo: “Velad en todo tiempo para que seáis tenidos por dignos…”. Déjeme ver si lo puedo conseguir rapidito. Aquí lo tengo, no lo teníamos en la lista, pero…
“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez…”.
Porque es un tiempo donde van a haber muchos glotones, muchos que estarán embriagados en diferentes cosas, no solamente en bebidas alcohólicas (aunque hay muchos en este tiempo). Pero hay quienes se emborrachan en cosas incorrectas, usted sabe, que no son en las que debe la persona estar ocupada.
Más bien, nos es dicho a nosotros que los escogidos estarán embriagados (¿con qué?) con Vino Nuevo. Entonces, estarán bien estimulados con la revelación correspondiente para el tiempo. Estar bien estimulados es estar llenos de Vino Nuevo, de la revelación correspondiente para el tiempo en que uno vive.
O sea, que el tiempo actual no es para embriagarse de vino literal, ni para emborracharse o embriagarse de las cosas de este mundo, estar allá borracho con las cosas de este mundo. Usted sabe que cuando una persona está borracha, está en su mundo allá, y así es en lo espiritual. Usted se emborracha allá con las cosas del mundo, con religión o con antipalabra, o con las cosas materiales de esta Tierra, y allá está embriagado y no sabe lo que está pasando en el plan de Dios. ¿Ve? Pero hay algo de lo cual los hijos de Dios están llamados a beber, y es del Vino Nuevo.
Entonces, la Palabra de Dios dice: “No hagáis daño al Vino y al Aceite”. O sea que hay una protección de parte de Dios para los escogidos de este tiempo, como la hubo para los escogidos del tiempo pasado; y más en este tiempo. Ellos están llenos de Aceite, del Espíritu de Dios, ellos tienen al Espíritu de Dios, conforme a la Promesa de la Segunda Venida del Señor, y ellos están estimulados con esa revelación, con ese Vino Nuevo que les trae, ¿Quién? Que les trae el Señor en Su Segunda Venida.
Dice:
“Mirad también por vosotros mismos…”.
“Mirad”, eso quiere decir que tenemos que cuidarnos espiritualmente, porque habrá muchas cosas en esta Tierra que podrán hacer que usted pierda las bendiciones espirituales que Dios le tiene a usted.
“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones…”.
¿Ve? En palabras más claras, tenemos que tener cuidado.
“El que vende, que sea como el que compra; el que vive en esta Tierra, como si no viviera en esta Tierra…”.
Quiere decir que no ponga su corazón en las cosas de esta Tierra, porque si pone su corazón en las cosas de esta Tierra, pues entonces le va a hacer daño.
“El que tiene dinero, como el que no tiene nada, el rico, como si fuera pobre”.
¿Ve? También:
“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra”.
Como un lazo, de repente. Como dice la Escritura que sería. ¿Por qué? Vendría sin advertencia:
“No diréis helo aquí, o helo allí…”
“… sino que vendrá como ladrón en la noche”.
“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”.
Ser tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas, de todas estas Plagas que han de venir sobre la Tierra, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre, porque el Hijo del Hombre vendría glorificado, conforme al orden de Su Venida. Entonces, estar en pie delante del Hijo del Hombre, estar en pie delante del Mensaje que Él nos traerá, estar en el Mensaje que el Hijo del Hombre glorificado nos traerá a través de Moisés y Elías.
Yo creo que estamos bastante maduros para oír las cosas bastante claras, porque si no se habla claro, hablándose claro uno evita, usted sabe, que cualquiera trate de malinterpretar las cosas. Yo creo que una de las cosas buenas que ha habido entre nosotros, es que podemos hablar claro. Hasta el momento, el Señor nos ha ayudado para que se hable tan claro como se pueda hablar.
Bueno, usted sabe, siempre nos gusta hablar claro, pero algunas veces por causa - por causa de que en algunas ocasiones hay personas que no están lo suficiente maduras para oír esas cosas claras, pues algunas veces uno las habla en forma parabólica o en forma indirecta, pero que los entendidos entienden.
Pero lo más hermoso es poder estar delante de un grupo que se le pueda hablar claro, y entonces, pues ya no hay que hablar en forma parabólica, sino que se puede hablar directamente, cuando un grupo sabe de lo que se trata todo el plan de Dios en el tiempo en que vive.
Bueno, entonces, si Dios nos ha permitido madurar hasta donde hemos madurado, y que nada nos escandalice, sino que cuando oigamos una cosa muy importante y la oigamos demasiado de clara, digamos: “Yo sabía que eso era así. Gracias al Señor porque eso es así”. Y entonces, pues usted sabe, cuando se habla claro, pues una de las cosas que se evita es que venga cualquier persona y diga: “No, lo que eso quiere decir es tal y tal cosa”. Que fue lo que pasó con el cuarto Elías.
Él tuvo que hablar muchas cosas de tal manera, que no las podía hablar abiertamente, directamente, por causa de que había muchos que lo iban a coger para criticarlo. ¿Ve? Y entonces, había otros que no estaban lo suficiente maduros, que iban a coger eso para entrar en fanatismo. Pero, cuando el Señor puede tener un pueblo que ni se vaya al fanatismo, ni se vaya a la crítica, pues entonces el Señor puede hablar tan claro, tanto de Su pueblo, como de Su manifestación. ¿Ve?
Entonces, eso no causará que haya orgullo en los hermanos; porque saber cada hermano lo que es cada uno de ellos, ¡eso es una cosa grande! Saber usted quién es usted, y que la Palabra se está encarnando en usted y que llegará el momento en que usted será (¿qué?) la Palabra hecha carne en toda Su plenitud, ¡una cosa grande! Pero que, sabiendo esa cosa tan grande, usted será tan sencillo y tan humilde, que usted no podrá decir: “Yo, yo, yo, yo…”, sino: “El Señor, el Señor, el Señor…”. “Que si entiendo esto, que si sé esto, que si estoy en el Mensaje, no es porque yo, yo, yo…, sino es porque el Señor - el Señor aquí me ayudó, el Señor aquí me permitió entender, en esto me abrió el corazón y yo dejé que entrara todo y ahora lo veo”.
Entonces, toda la gloria la damos al Señor. Entonces, podemos decir como decía el apóstol San Pablo, “que las gentes glorificaban a Dios en él”. No glorificaban a Pablo; cuando alguien podía hablar de Pablo, lo que decía era: “Bueno, antes de estar en el Mensaje, no era nada de bueno; luego, estando en el Mensaje, pues Dios lo cambió. Pero si lo miramos bien, tiene un montón de faltas: es un hombre chiquitito…”. Porque “Pablo”, quiere decir: pequeño; y él era pequeño también en estatura.
Imagínese, en una ocasión que lo iban a matar allá en Jerusalén, entonces cogieron y lo metieron en una canasta, y lo guindaron, lo tiraron por la… lo bajaron como si fuera un ascensor, lo bajaron por la pared de la ciudad. Usted sabe que en Jerusalén, tenía alrededor de la ciudad, tenía una muralla y eso era para tiempo de guerra, cerraban la puerta y el enemigo no podía entrar. Y en los días sábados, también cerraban las puertas para que los comerciantes no pudieran meterse a Jerusalén para estar vendiendo sus productos, porque ellos estaban sin estar trabajando.
Entonces, el que entraba a Jerusalén y las puertas estaban cerradas, era difícil para salir. Pero los hermanos cogieron al apóstol Pablo y lo echaron a guindar dentro de una canasta ⸻dice él⸻, y entonces se fue huyendo, porque lo estaban buscando y las puertas cerradas, ¡imagínese! O si no estaban cerradas, imagínese, en la puerta, en los portones tenía que haber alguien esperando que saliera por allí; pero, ¿qué pasó? Se fue huyendo por encima de la pared, los hermanos le ayudaron a escapar.
Bueno, no pesaba tanto; si hubiera pesado muchas libras, imagínese, qué problema hubieran tenido allá. Así es que no hay motivo para quejarse. Él no tenía motivo para quejarse de su estatura, mucho le había ayudado (je, je). Le había ayudado a escapar en muchas ocasiones, y entonces tenía sus ventajas. Si Dios lo predestinó de esa manera, imagínese. Cuando Dios predestina a una persona, lo envía preparado de todo, con el equipo por dentro y no puede ni añadirle ni quitarle a su estatura ni un codo; usted sabe, un codo es como dieciocho pulgadas, ¿verdad? Bueno, después que el hombre llega a su estatura, ya llegó ahí, pues se quedó.
Bueno, encontramos entonces que la cosa, pues es más seria de lo que uno se puede imaginar. Y el apóstol Pablo, pues tuvo esas ventajas aún con su estatura, aunque si los hermanos podían mirarlo a él, imagínese, el apóstol San Pablo tenía un aguijón. Y ese aguijón le había sido dado ⸻dice él⸻, ¿para qué? Para que la grandeza de las visiones que tenía… había ido al Tercer Cielo. ¿Era un qué? Era un interplanetario; había pasado de este mundo terrenal, había ido a otro sitio.
Así que había viajado y no había tenido necesidad de un avión ni de nada de eso. Había ido allá, había visto cosas que ojos no habían visto y había oído cosas que oído no habían oído, y cosas que no habían entrado al corazón del hombre. Así que ningún hombre había pensado que tales cosas existieran. ¿Ve?
Por lo tanto, entonces, él había experimentado todo eso y luego había tenido la revelación del Mensaje correspondiente para la segunda dispensación, y le había sido encomendado (¿qué?) la dispensación gentil a él. Y él era el primer mensajero para los gentiles. Imagínese qué tremendo privilegio y qué posición tan grande. Y el Señor le había aparecido a él como le apareció a Moisés, en una Luz. Era un hombre tan grande, pero chiquito en estatura.
Y dice: “Para que yo no me pueda exaltar por causa de las grandes visiones y grandes experiencias que he tenido con Dios, me es dado un aguijón en la carne”. Un aguijón en la carne, eso es una enfermedad. En la carne; no en el espíritu, no en el alma; o sea que él estaba lo más bien, lo más sano espiritualmente, pero en su carne tenía un problema ¿Ve? Entonces, si era la vista, ya usted sabe cómo estaría él, en cada ocasión que predicaba, cómo estaría él con el problema de sus ojos, si eran los ojos.
Bueno, en una ocasión cuando le apareció el Señor y cuando lo fueron a bautizar allá, le cayeron escamas; no se sabe si le siguieron cayendo escamas después, no sabemos; así que tenía su problema, el cual era un problema visible y que todos lo sabían. Bueno, si no era ese, era uno peor.
Así es que no era nada de bueno; y para un ministro como era él, y que oraba por los enfermos y se sanaban, y todas esas cosas, tener un problema él como ese, una enfermedad, un aguijón del diablo; porque toda enfermedad es del diablo, entonces muchos quizás le aplicarían el proverbio: “Médico cúrate a ti mismo. Tú que oras por los enfermos y se sanan, mira: tú”. Él dice: “Es por causa de que ha sido tan grande la bendición que he recibido, que Dios quiere que yo tenga este aguijón, me lo ha permitido, he orado unas cuantas veces y Él me ha dicho: ´Bástate mi gracia. Estate tranquilo´”. ¿Ve? Entonces: “De eso no vas a morir, estate tranquilo”.
Ahora, sabemos de otro que murió […]