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¿Qué quiere decir esto? 1976-04-11 1 Ponce PR 00:00:00 false

Vamos a buscar en nuestras Biblias en el capítulo 2 del libro de los Hechos, nos dice:

Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.

Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;

y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.

Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.

Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.

Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?

¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?

Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,.

en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,

cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.

Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros:

¿Qué quiere decir esto?

Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.”

En esta mañana vamos a hablar sobre el tema: “¿QUÉ QUIERE DECIR ESTO?”

Esa es la pregunta que todos se hacen, y en esta mañana vamos a poner esa pregunta que todo el mundo se está haciendo en la actualidad, vamos a ponerla frente a nosotros para tratar de traer en esta mañana la contestación a esa pregunta.

Vamos entonces a pedirle al Señor en esta mañana que Él nos bendiga con Su Palabra para nosotros. Oremos al Señor:

Padre, aquí ante Tu Presencia estamos, y Te pedimos en esta mañana, ¡oh, Dios eterno! Que este tema y esta pregunta que todos se hicieron allá: ¿QUÉ QUIERE DECIR ESTO? Tú la contestes en esta mañana, cuando hoy en día se hacen la misma pregunta, ¡oh, Dios eterno! Te ruego nos enseñes en esta mañana lo que quiere decir esto, así como Tú le enseñaste a aquel pueblo, en el Día de Pentecostés, lo que quería decir aquello a través de labios humanos, en el mensaje que predicó Tu siervo, el apóstol Pedro.

Ahora, Padre celestial, háblanos en esta mañana y dínos a nosotros lo que esto quiere decir. Te lo pido en el Nombre eterno del Hijo de David. Amén, amén.

“**¿QUÉ QUIERE DECIR ESTO?” ****Es una pregunta que todo el mundo se hace cuando ven que algo sucede, y todo el mundo comienza a preguntarse: “¿Qué quiere decir esto?”

Ahora, en esta mañana, viendo lo que pasó allá, entonces tenemos nosotros que ver y saber que siempre que hay esa pregunta: ¿Qué quiere decir esto? Hay una contestación de parte de Dios. Tenemos que ver y reconocer que Dios siempre está haciendo algo, y ese algo que Dios siempre está haciendo, es: cumpliendo Su Palabra; cumpliendo lo que Él prometió que habría de hacer, y cuando Dios hace lo que Él prometió que habría de hacer, todo el mundo se pregunta: “¿Qué quiere decir esto? ¿Qué significa esto?”

Encontramos en esta ocasión que el Día de Pentecostés Dios estaba cumpliendo lo que Él había prometido; Él había prometido a través del profeta Joel, que Él habría de derramar de Su Espíritu sobre toda carne; y allí en esa ocasión, estamos viendo que Él está cumpliendo esa promesa que Él había hecho; y cuando Él está cumpliendo esa promesa, y encontramos que también el mismo Señor, cuando estuvo aquí, les dijo a Sus discípulos: “Vayan a Jerusalén, y asienten allí hasta que sean investidos de poder de lo alto.” [San Lucas 24:49].Y también les había dicho*:* “Yo vendré a vosotros, y estaré con vosotros, y en vosotros.” [San Juan 14:20].Y Él les dijo*:* “Yo me tengo que ir, porque si Yo no me fuera, el Espíritu Santo no podría venir.” [San Juan 16:7].

O sea, que Él mismo **habría de venir en forma de Espíritu, estaba en forma de carne con ellos, pero estando en forma de carne con ellos, Él no podía venir a ellos en forma de Espíritu; aunque eran la misma persona, pero esa persona estaba cubierta con carne humana, y con carne humana no podía meterse dentro de ellos.

Entonces, tenía que terminar Su trabajo con el velo de carne aquí en la Tierra, y venir en forma de Espíritu Santo a ellos, para así cumplir lo que dijo el profeta Joel, que “Él habría de derramar de Su Espíritu sobre toda carne.” [Joel 2:28]. ¿Cuándo? En los postreros días, y allí el Día de Pentecostés comenzaron los postreros días.

Los postreros días son: los postreros dos mil años, los cuales comenzaron el Día de Pentecostés, ¿y eso sería qué? Esos dos mil años, o esos postreros días, serían los días de las edades de la Iglesia en los cuales Dios estaría derramando de Su Espíritu a través de las edades de la Iglesia. Eso sería de esa manera por esos dos mil años, eso sería de esa manera en ese lapso de tiempo de las siete edades de la Iglesia.

Ahora, vea que Él prometió todas estas cosas las cuales Él habría de cumplir, y las cuales el mismo Señor cuando estuvo aquí en la Tierra, Él habló de esas cosas, y les dijo la manera correcta para ellos esperar y recibir lo que había sido prometido conforme a lo que dijo el profeta Joel.

Entonces, vea usted que esto, cuando se cumplió, produjo una atracción; porque siempre que Dios cumple lo que Él prometió, siempre produce una atracción, siempre atrae a la gente; y cuando atrae a la gente, la gente que son atraídas están seleccionadas o divididas en tres grupos, y son atraídos los tres grupos: creyentes verdaderos, creyentes manufacturados o intelectuales, ¿y creyentes qué? Incrédulos, o sea, los incrédulos.

Así que, las tres clases de creyentes están presentes en el tiempo y el momento en que Dios cumple lo que Él prometió que habría de hacer. Por eso, no se nos puede escapar este detalle, porque es muy importante.

Ahora, veamos cómo ocurre cuando Dios cumple lo que Él promete que ha de llevar a cabo. Vamos a buscar aquí en el mensaje:“¿Cuál es la atracción en el Monte?” Y aquí nos habla acerca de la situación o la condición en que se encuentra el pueblo en ese tiempo, y la gente que es atraída por lo que Dios hace. Dice [página 9]:

Oh, ¡Cómo me gustaría cambiar mi texto por unos minutos y decir esto! Esa, esa es la cuestión hoy.”

Está hablando acerca de la entrada triunfal del Señor a Jerusalén, y todo el mundo estaba a la expectativa, y todo el mundo estaba esperando que el Señor llegase, ¿por qué? Porque aunque no había radio, ni televisión, ni periódicos, así como los hay hoy en día, sin embargo, la noticia se había corrido de que el Señor habría de estar en la Pascua, porque Él dijo que iba a estar allí, y Él mandó a buscar un burrito para llegar allá a Jerusalén para estar en la gran Pascua, y la noticia se corrió de que Él iba a estar allí, y todo el mundo estaba a la expectativa, vigilando y esperando que el Señor entrase allí conforme a como estaba prometido. Él habría de entrar por la puerta de Jerusalén como estaba prometido que Él habría de entrar.

Toda la multitud que estaba congregada en Jerusalén, por causa de que era el tiempo de fiesta, un tiempo de fiesta, todo el mundo estaba vigilando; porque habían hablado de que el Señor habría de venir, y todo el mundo estaba a la expectativa; porque el Señor era un caso muy especial para aquella gente. Pero con todo y eso, estaban las tres clases de creyentes allí en medio del pueblo, y las tres clases de creyentes estaban a la expectativa.

Las tres clases de creyentes estaban allí a la expectativa; para unos les sería de bendición, para otros les sería motivo para criticar, para otros les sería motivo para rechazarlo. Ahora vemos, fíjese aquí página 8, dice:

Ahora, encontramos que mucha de la gente que había entendido...Ellos no tenían literatura como nosotros tenemos hoy, ellos no tenían televisión o teléfonos ni nada en ese día, pero se corrió el rumor de que El iba a estar en la pascua. Para mucha gente, siendo de mente espiritual, sabían que El era aquel Cordero pascual, porque El ya les había dicho las cosas que iban a suceder.

Y entonces, desde luego, sabiendo que El iba a estar allí y amándole a El en la forma que Le amaban, ellos estaban esperando por El. Allí había una multitud que probablemente estaba empujando, y observando de una puerta a la otra, observando en todas direcciones, porque ellos sabían que en algún momento, El aparecería. Ellos estaban vigilando.

Otros estaban extrañados sobre qué le sucedería a esta gente corriendo de puerta a puerta. ¡Cuál era la atracción?

Y ellos mirarían a este lado y mirarían a aquel lado, para buscar.”

Estaban mirando para este lado y para aquel lado, cosa que no se les fuera a pasar, y ellos... no les fuera a pasar por alto. Ellos estaban esperando y vigilando cuando entrase, no fuera que fuera a entrar y no se dieran cuenta.

Y ellos mirarían a este lado y mirarían a aquel lado, para buscar. Parecía que ellos estaban buscando algo, bajo expectación de que algo iba a suceder.”

Estaban buscando algo, bajo expectación de que algo iba a pasar.

Oh, ¡Cómo me gustaría cambiar mi texto por unos minutos y decir esto! Esa, esa es la cuestión hoy. La gente que está buscando Su venida está bajo gran anticipación y expectación.”

La gente que está buscando ¿qué? Su Venida hoy. Recuerde que Él vino en Su Primera Venida en carne humana, pero después Él dijo: “Voy a venir otra vez a ustedes, y voy a meterme dentro de ustedes.” Y el Día de Pentecostés regresó, pero en forma, no de carne, sino en forma de Espíritu, para tomar carne, la carne de aquellos que habían creído en Él. Él dijo, en palabras sencillas, Él dijo que “recorrería nuevamente ese camino.” **Es la misma cosa.

Él estaba con ellos y dijo que se iba a ir, pero dijo: **“Pero Yo volveré otra vez, y estaré con vosotros y en vosotros.” Y Él estuvo con ellos caminado para arriba y para abajo, y la gente ni se daba cuenta, pero estaba, ¿dónde después? Cuando regresó estaba en aquellos ciento veinte. Y aún cuando Saulo empezó a perseguir a aquellos creyentes, el Señor le apareció: Jesús, el mismo Jesús, le apareció ¿cómo? En forma de Pilar de Fuego, ¿ve? Entonces le dijo:

Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” [Hechos 9:4].

¿Y a quién era que estaba persiguiendo? A los discípulos. Pero estaba persiguiendo al mismo Señor, porque el Señor había regresado y estaba en ellos.

Por eso el Día de Pentecostés, cuando regresó, ¿cómo regresó? En forma de Pilar de Fuego, y se metió dentro de ellos. Porque el Señor y el Pilar de Fuego eran la misma cosa, la misma persona; el Pilar de Fuego se había hecho carne.

Y luego, dejó la carne que tenía y regresó en forma de Pilar de Fuego para tomar otra carne, la carne de aquellos ciento veinte, y caminó en ellos y obró a través de ellos. Recorriendo nuevamente ese camino, y vemos que las mismas cosas que hizo cuando estaba en un solo cuerpo, en aquel cuerpo llamado Jesús de Nazaret, fue la misma cosa que después hizo a través de aquellos otros cuerpos donde Él se metió.

Entonces, encontramos que era una atracción cuando estaba en un solo cuerpo, y fue una atracción también después cuando regresó y se metió en ciento veinte cuerpos, los cuales estaban ordenados y preparados para ese Día de Pentecostés. Fue una atracción en un solo cuerpo, y fue una atracción en ciento veinte cuerpos; porque era el mismo Pilar de Fuego, el mismo Señor cumpliendo lo que había prometido; prometió que habría de venir en un cuerpo, y vino en un cuerpo: Jesús de Nazaret, vino como el Mesías.

Pero, luego prometió que habría de venir en otros más, y les dijo a esos en los cuales Él habría de venir, les dijo: “Vayan a Jerusalén y asienten allí, hasta que sean llenos, investidos, de poder de lo alto.” [San Lucas 24:49]. O sea, hasta que Yo me meta dentro de ustedes, como estoy en este cuerpo me meteré dentro de ustedes, o sea, estaré en cada uno de ustedes.

Entonces, vemos que si fue una atracción grande cuando estuvo en un solo cuerpo el Pilar de Fuego metido, cuando el Pilar de Fuego vino y se dividió en ciento veinte partes y se metió en ciento veinte cuerpos, fue también una atracción. Una grande atracción.

Entonces, el día en que eso aconteció, ¿fue el día de qué? El Día de Pentecostés, que es: Cincuenta, el día cincuenta fue el día en que esto aconteció; porque el día cincuenta ¿es el día qué? El Día de Pentecostés. Contando cincuenta días después de la Pascua, el día cincuenta después de la Pascua ¿es qué? El Día de pentecostés.

Ahora, vea que Dios en Sus planes Él tiene todo preparado para llevar a cabo lo que Él prometió que habría de llevar a cabo.

Entonces vemos que todo eso se estaba moviendo de esa manera, y la gente preguntaba, cuando esto se estaba cumpliendo, preguntaba la gente: “¿Qué quiere decir esto? Nosotros...” porque fíjese: todos los que estaban allí presentes eran judíos, eran hebreos, eran israelitas, pero que habían nacido en otros países; unos habían nacido por allá, por la India, otros en Egipto, y así por el estilo, porque estaban regados, por causa que en aquella ocasión, que hubieron, en algunos tiempos, hubieron los cautiverios estos que venían otros países, otros pueblos, otras naciones, y venían y se llevaban cautivos a unos pocos de los hebreos en esas guerras, por causa de que el pueblo había pecado delante de Dios.

Y para allá, para Babilonia se llevaron una multitud grande, y así también en Egipto había algunos más, y por allá por la India vivían otros, y así por el estilo encontramos que los hebreos estaban regados por algunos sitios, una multitud por un sitio, otros por otro, pero que ellos, ellos recordaban siempre su fe, y ellos, aunque estaban lejos, ellos permanecían creyendo de la manera que creían; y por lo que vemos, ellos cuando era el tiempo de la fiesta, de la fiesta de la Pascua, que era una vez al año, y luego de eso contaban cuarenta y nueve días, y en el día número cincuenta era la gran Fiesta de Pentecostés, era el Día de Pentecostés.

Entonces, ellos estaban en esos días de fiesta, ellos estaban allá en Palestina, ellos estaban en Jerusalén llevando a cabo o celebrando la Fiesta de la Pascua y luego la Fiesta de Pentecostés, o sea, ellos estaban entonces por un lapso de tiempo aproximadamente de cincuenta días de fiesta allá en Palestina, y esos eran unos días muy especiales para todo el pueblo de Israel.

Ahora, estas personas que vivían en esos diferentes países, pero que venían una vez al año para la Pascua, y luego para el Día de Pentecostés, ellos sabían el idioma del país donde habían sido nacidos y donde habían sido criados; pero además de eso, todo hebreo, aunque viva en otro país, todo hebreo es instruido en su lengua original que es la lengua hebrea.

Entonces, aunque... fíjese: aunque haya judíos que sean fieles, que vivan en Puerto Rico, o en España, o en Rusia, o en cualquier país de esos, con todo y eso el pueblo hebreo, esté donde esté, ellos le enseñan a sus hijos su lengua original, que es la lengua hebrea; así que, un hebreo, no importa dónde viva, si es un hebreo genuino, y sus padres son fieles a la Palabra de Dios, le enseñan su idioma original, no importa que no lo necesiten en el país que están viviendo.

Entonces, encontramos también que en cuanto a la parte religiosa, en las sinagogas el idioma que usan viene a ser principalmente el idioma hebreo, allá conforme a como era practicado allá en Israel, en Palestina; entonces encontramos que estas personas, bueno... los árabes, los judíos que vivían en Arabia, sabían el idioma de los árabes, pero sabían también el idioma hebreo.

También encontramos que los que vivían en Egipto sabían el idioma allá de los egipcios, pero sabían el idioma hebreo; los que vivían en la India, sabían el idioma hindú, sabían hindú, porque nacieron y se criaron allá en la India, pero también sabían el idioma hebreo. Y así por el estilo, cada uno conocía su idioma hebreo, pero conocía el idioma del país donde había nacido, o la nación donde había nacido.

Y encontramos que en el Día de Pentecostés que el idioma que era hablado allí, el Día de Pentecostés, era un solo idioma: era el idioma común de aquellos ciento veinte, era el idioma común del pueblo, era el idioma y la forma de hablar de los galileos, con el acento de los galileos. O sea, que no era tampoco el idioma hebreo en forma refinada, sino que era el idioma en forma común y corriente como lo habla la gente común del pueblo, o sea, la gente que no tiene educación avanzada.

Entonces, lo que le estaba raro a esta gente era que ellos oían a estas personas que lo que estaban hablando era el idioma común del pueblo hebreo, que ellos le oían en el idioma en que ellos habían sido nacidos y criados, o sea, si estaba allí uno que había sido criado en Egipto, cuando los oía hablar a ellos, ellos entendían en el idioma de los egipcios; también si estaban allí los que habían sido criados en la India, pues aunque estaban hablando allí en el idioma común del pueblo, ellos entendían en el idioma de los hindúes. Es igual que si en esta mañana estuvieran aquí personas de la India, del África, y de todos esos países, y sin embargo nosotros aquí predicando en español, ellos sentados ahí estarían entendiendo ¿en qué? En su propio idioma.

Ahora, esto pasó el Día de Pentecostés, y Pentecostés quiere decir: cincuenta. Y el Día de Pentecostés era un día de jubileo, era un día grande, un día de fiesta, era un día en que el pueblo se regocijaba en grande manera.

Ahora, vea que en ese día fue que vino un viento recio del Cielo, o sea, el Pilar de Fuego descendió, el Señor descendió en forma de Pilar de Fuego, y allí se cumplió lo que el profeta Joel había dicho que “Dios derramaría de Su Espíritu sobre toda carne.” [Joel 2:28]. Y esa promesa fue cumplida allí, y allí comenzó a ser, toda carne, ser llena del Espíritu de Dios.

Ahora, vea que esto ¿trajo qué, produjo qué? Eso produjo una tremenda atracción; eso produjo tal atracción para el pueblo, que el pueblo se acercó para ver lo que estaba pasando. El pueblo se acercó para ver lo que estaba pasando en aquella ocasión, y cuando se acercó para ver lo que estaba pasando, ellos no entendían lo que estaba pasando, y comenzaron a preguntarse: “¿Qué quiere decir esto? ¿Qué significa todo esto que estamos viendo nosotros aquí? ¿Qué es lo que está pasando en estos momentos?” Era una cosa rara, era una cosa que la gente no estaba esperándolo de esa manera.

Y cumplirse en un día tan importante como el Día de Pentecostés, pues era una cosa rara. Entonces:¿Qué quiere decir esto? O ¿Qué significa esto? Unos decían: “Estos están llenos de vino, estos están llenos de mosto.” O sea: “estos están borrachos, estos están borrachos, están borrachos y por eso están actuando de esa manera, tambaleándose y actuando de esa manera en que están actuando”. Otros decían una cosa, otros decían otra, y unos decían: “¿Qué quiere decir esto?” Una buena pregunta para el Señor contestarla.

Y el Señor, oyendo las preguntas de un lado, y viendo también la mofa de otros, porque allí frente al cumplimiento de lo que Dios había prometido (allí frente), habían sido atraídos tres clases de creyentes; allí estaban tres clases de creyentes parados mirando fijamente lo que Dios había prometido, viéndolo cumplido delante de ellos; unos decían, burlándose: “Están borrachos, están llenos de mosto.” Otros decían: “¿Qué quiere decir esto?”

Pero había un grupo allí, genuino, de creyentes que sabía lo que era aquello, y que podía contestar a aquella pregunta. ¿Qué quiere decir esto? Era la pregunta importante para aquella ocasión.

Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están ebrios (borrachos), como vosotros suponéis...”

Pedro y los demás sabían la suposición que tenía aquella gente, muchos de ellos suponían que estaban borrachos, ¿ve? Y Pedro, enseguida, lleno del Espíritu Santo les dijo:

“...como vosotros suponéis, que estamos borrachos, esto no es que estamos borrachos...”

...puesto que es la hora tercera del día.

Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:

  • Y en los postreros días, dice Dios,*

Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,

Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán...” [Hechos 2:14-17].

Y por ahí sigue explicándoles el apóstol Pedro, lo que era aquello que ellos estaban viendo, lo que era aquello que les había atraído; él les está dando la explicación, les está enseñando qué era lo que estaba aconteciendo; les está enseñando qué era lo que Dios estaba haciendo. Les está explicando lo que estaba pasando, les está dando a conocer que aquello no es ni borrachera, ni aquello es cosa humana, sino que aquello es: el cumplimiento de la Palabra de Dios dicha por el profeta Joel.

Y eso era lo que les había atraído a ellos: lo que Dios estaba haciendo.

Pero siempre que Dios hace algo, unos preguntan: “¿Qué es esto?” Otros dicen: “Eso es fanatismo, eso es una locura. Eso es que están borrachos con vino, con mosto.” Y así por el estilo cada cual y cada grupo tiene su explicación a lo que Dios está haciendo.

Ahora, vea usted que la explicación de lo que Dios está haciendo depende del grupo y de la persona que esté dando esa explicación. Si la persona que está explicando lo que está pasando es un incrédulo, la explicación que él dará de lo que Dios está haciendo, será una explicación contraria o en contra de lo que Dios está haciendo, será una explicación ¿cómo? Una explicación llena de incredulidad a lo que Dios está haciendo. Será una explicación en contra de lo que Dios está haciendo, será una explicación, ¿cómo? Una explicación que contradecirá lo que Dios está haciendo, y le llamará de todo menos de Dios.

Será una explicación en donde se explicará que eso que está pasando no es de Dios; le llamarán que es que están borrachos, que es que están borrachos en algún fanatismo, en alguna cosa, que es que han bebido vino. Recuerde que vino, ¿vino es tipo de qué? Del estímulo que se recibe por la Palabra revelada.

Entonces, no es lleno de mosto, no es lleno de vino viejo, sino que ellos allí estaban recibiendo Vino nuevo. En el mensaje titulado*:“Fe perfecta,”* Él habla allí, Dios habla allí acerca del vino nuevo y de lo que el Día de Pentecostés ellos estaban recibiendo. Ellos estaban recibiendo allí Vino nuevo: revelación fresca, para ellos estaba viniendo allí; porque ese Vino nuevo era una revelación fresca que estaban ellos recibiendo. Era fe, porque revelación es fe, por eso ellos estaban tan estimulados en aquella ocasión, ellos estaban muy gozosos y muy estimulados de lo que ellos estaban recibiendo.

Ahora, podemos encontrar aquí un poquito más acerca del vino, para que tengamos una idea más clara:

“*Ahora, el aceite simboliza al Espíritu Santo, y hallamos que el aceite y el vino están relacionados en la adoración; siempre están relacionados. Ahora, dije que el vino (y esto es lo que me fue revelado) simboliza el poder del estímulo por la revelación *****(el poder del estímulo por la revelación). Cuando algo ha sido revelado, entonces produce estímulo al creyente porque es presentado por revelación. Es algo que Dios ha dicho, es un misterio, algo que no entienden; pero después de un tiempo, Dios lo revela y lo vindica. Recuerden: Si la verdad es revelada, entonces también será vindicada.”

Ahora, vamos a seguir en la página... esta fue la página 239 de ****“Los Sellos.” Y ahora seguimos en la página 240, a la mitad de esa página dice:

El poder de la revelación trae estímulo al creyente. El poder del vino natural trae estímulo a la persona que se siente todo derrotado; pero el poder de la revelación de la Palabra trae estímulo de gozo para el creyente, es estímulo de satisfacción, estímulo de saber que es vindicado y probado. Esto es llamado en las Escrituras: el vino nuevo, o aun mejor dicho: vino Espiritual. Así como el vino natural estimula poder, el vino nuevo hace lo mismo a medida que se revela la Palabra de Dios, la cual es Espíritu. La Palabra misma es Espíritu. ¿Lo creen Uds. así? Vamos a leerlo en Juan capítulo seis para que no vayan por allí diciendo que alguien lo dijo. Veamos quien lo dijo, entonces sabremos si es la verdad o no.

El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu, y son vida. (Juan 6:63).

La Palabra misma es Espíritu, es el Espíritu en forma de Palabra. Luego cuando es vivificada, el Espíritu de la Palabra comienza a obrar por hechos.”

Ahora, vamos a pasar a la página 241, otro párrafo ahí dice:

...pero cuando Ud. comienza a presentarles la Palabra, y eso es lo que trae vida la Palabra y el gozo del estimulo del vino nuevo... Y así fue allá en el día de Pentecostés cuando la Palabra fue vindicada.”

Así fue allá. Ahora, vamos a pasar a la página 242. Estamos leyendo todo esto para que usted lo tenga, y a medida que traemos la Palabra usted pueda recordar estas Escrituras, estos sitios:

Y el vino nuevo trae la revelación; así sucedió en el día de Pentecostés. Ellos sabían que debía haber un derramamiento del Espíritu y esperaron hasta que esto sucedió; y cuando llegó la vindicación de la revelación, entonces también llegó el estímulo. Y en verdad se llenaron de fuego; pues salieron a la calle después de estar detrás de puertas trancadas a predicar el Evangelio a la gente a quienes antes le temían. Correcto. Algo había sucedido: La verdadera Palabra de la promesa había sido vindicada. Ahora paremos aquí por un ratito.

Si eso trajo tal seguridad a esos hombres que casi cada uno de ellos selló su testimonio con su sangre... no importa lo que vino, mientras ellos vivieron ellos nunca se les acabó eso. Eso permaneció allí, porque era la verdadera Palabra de promesa vindicada. La revelación les fue vindicada, y ellos murieron sellando su testimonio con su propia sangre.

Ahora, fíjense en la promesa de los últimos días, aquí la vemos vindicada, aquí ante nosotros; la actual venida del Espíritu Santo y las obras que El haría; hallamos esto en nuestro medio. ¡Oh, debemos...! ¡Oh, hermano! Cuando la Luz hace contacto con esa simiente que mora en el creyente verdadero, sincero y predestinado, algo brota a nueva vida.”

Ahora, vamos a pasar a la página **269:

Entonces El tiene escrito VIDA, y Él viene sobre un caballo blanco: y acá está un hombre con tres poderes mezclados, llamado Muerte...”

Está hablando de los dos: está hablando de Cristo que es la Palabra que vendrá en forma de hombre con...escrito en su muslo “Vida,” tiene escrito “Vida,” entonces también muestra que en otro lado hay otro hombre con el nombre “Muerte,” que es el anticristo, que es el falso profeta.

Ahora muestra uno con el nombre de “Vida” y el otro con el nombre de “Muerte.”

Ahora vamos a ver:

Entonces El tiene escrito VIDA, y viene sobre un caballo blanco: y acá (acá al otro lado) está un hombre con tres poderes mezclados, llamado Muerte, juntando sus súbditos terrestres...”

Él está juntando sus súbditos terrestres, ¿quién? Ese hombre con ese nombre llamado “Muerte.”

...pero Cristo está juntando Sus súbditos que son nacidos del Cielo.”

El nuevo nacimiento no es un nacimiento terrenal, es un nacimiento celestial, usted cuando nace de nuevo nace de arriba, del Cielo.

Este (el anticristo) tiene escrito Muerte pero Cristo tiene escrito Vida. Los que vienen con Cristo, vienen también sobre caballos blancos, y son llamados: Escogidos desde antes de la fundación del mundo.¡AMEN! Y además, son fieles a la Palabra. ¡AMEN! Me gusta eso. Son llamados: Escogidos desde antes de la fundación del mundo, y luego son fieles a la Palabra por su escogencia; bien estimulados con vino nuevo y aceite, vienen cabalgando, bajando para encontrarlo. Ellos saben que los truenos mostrarán esto muy pronto.

Entonces si El es la Palabra y Su Nombre es la Palabra, la Palabra es Vida.

Ahí lo tienen, entonces vea usted que esos otros que vienen con Cristo, que es la Palabra, y viene Cristo en un Caballo Blanco, ¿es qué? Es la Palabra hecha carne, esto lo dice aquí, lo voy a leer, el cumplimiento de eso es aquí, la 256, página 256 de “Los Sellos,” dice:

Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la tierra, El vendrá sobre un caballo blanco como la nieve y será completamente Emanuel la Palabra de Dios encarnada en un hombre.”

Entonces, vea usted que la Venida de Cristo en un Caballo Blanco ¿es qué? La Palabra de Dios encarnada en un hombre, y un caballo es un poder, ¿y viene cabalgando sobre qué? Sobre el poder puro de la Palabra pura, ¿ve? Ese Caballo Blanco es el poder de la Palabra.

Entonces los escogidos que vienen con Él, fíjese: los escogidos que vienen con Él, vienen cabalgando también ¿sobre qué? Sobre Caballos Blancos, sobre la Palabra pura, la cual es ese poder, ese poder es ese Caballo Blanco. ¿No dijo él: “Yo cabalgaré este camino otra vez?” Si lo va a cabalgar ¿es sobre qué? Sobre un caballo, y él lo cabalgó ¿sobre qué? Sobre un Caballo Blanco, ¿qué le parece eso?

Entonces los que vienen con Él vienen cabalgando también, ¿sobre qué? Sobre Caballos Blancos. Así que Él viene para recoger ¿a quién? A Sus escogidos, y Sus escogidos vienen con Él cabalgando sobre Caballos Blancos también; y vienen y están bien estimulados ¿con qué? Con Vino nuevo, con Vino nuevo y están llenos del Aceite. Vienen estimulados con Vino nuevo ¿que es qué? Vino nuevo es un estímulo nuevo causado ¿por qué? Por una nueva revelación: la revelación correspondiente para esta tercera dispensación, y esa revelación estimula a esos escogidos que vienen cabalgando ¿sobre qué? Sobre el poder de la Palabra pura correspondiente para este tiempo.

Ahora vea usted que ellos... [Corte de audio]... El poder de la Palabra verdadera, y entonces ahí es la gran batalla, la gran pelea, y por eso es que usted vio cómo el Jinete del Caballo Blanco viniendo cabalgando sobre ese Caballo Blanco como la nieve, vea usted cómo peleó en contra ¿de quién? Cómo peleó en contra del otro jinete que venía cabalgando sobre un caballo amarillento, sobre el caballo de los dogmas, credos y tradiciones, sobre el caballo de la palabra adulterada o pervertida, ¿y quién ganó la batalla? Ganó la batalla ¿quién? ¡Oh! Ganó la batalla el del Caballo Blanco; porque ese era ¿quién? Dios, Emanuel, ¿que es quién? Bueno, como les leí aquí (se los voy a repetir para que usted se dé cuenta lo que estuvo pasando):

Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la tierra, El vendrá sobre un caballo blanco como la nieve y será completamente Emanuel la Palabra de Dios encarnada en un hombre.”

Así apareció, lo que pasa es que la gente cuando se habla de un caballo blanco, están esperando literalmente un caballo blanco; pero la Biblia nos enseña que un caballo representa un “poder.” Y si es un Caballo Blanco como la nieve, representa: el poder de la Palabra, y viniendo sobre el poder de la Palabra y con el poder de la Palabra ¿fue que vino quién? Dios en forma de carne humana, y sobre ese caballo, sobre esa Palabra, cabalgó, y venció, y destruyó ¿a quién? Destruyó al anticristo, destruyó al caballo amarillento que el anticristo estaba montando. Destruyó los dogmas, los credos y las tradiciones, fueron destruídos, y fue matado también el anticristo (hablando en términos espirituales) fue matado ¿con qué? Con la Espada que salía de la boca del que venía cabalgando ese Caballo Blanco como la nieve, ¿y quién era? Dios en forma de hombre.

Y con esa Espada de dos filos, que es la Palabra de Dios, con esa Palabra de Dios fue que le dio muerte espiritual, ¿a quién? Al que viene cabalgando ese caballo amarillento, ¿a quién? Al diablo hecho carne. Y entonces también destruyó ¿qué? El caballo, el poder sobre el cual venía cabalgando, ¿no destruyó los dogmas, credos y tradiciones, no los mató? Fueron destruidos con la Palabra, fueron destruidos con esa espada de dos filos; por eso es que ustedes vieron esa tremenda batalla, esa tremenda pelea, y ustedes creían que era el hermano Branham que estaba peleando contra la gente.

Pero, él no estaba peleando contra la gente, más bien era el Señor, era la Palabra, la Espada de dos filos destruyendo y matando a todo el sistema denominacional, matando y destruyendo al anticristo, matando y destruyendo al jinete que viene cabalgando ese poder amarillo, lo destruyó en términos espirituales, y entonces también destruyó su caballo. Está destruido en lo espiritual, está destruido.

Por eso es que los que vienen con el Señor, ¿qué les pasa? Los que vienen con el Señor vienen también sobre caballos blancos, ¿y vienen cómo? Ellos vienen también destruyendo, ellos vienen matando.

Porque el diablo viene sobre un caballo amarillo y el Caballo Blanco del Señor lo destruyó. Pero el diablo viene recogiendo ¿quién? A sus súbitos de la Tierra, y ellos vienen también montando caballos amarillos o amarillentos ¿que es qué? Cabalgando o caminando sobre antipalabra: sobre dogmas, credos y tradiciones, sobre toda cosa pervertida; y ahí es que entonces, fíjese, el Jinete del Caballo Blanco se enfrenta al jinete del caballo amarillo, y los jinetes de los caballos blancos se enfrentan a los jinetes de los caballos amarillos; porque es una lucha, es una guerra... realmente es una guerra en el campo espiritual.

Por eso usted veía esa guerra tremenda y muchas personas pensaban que era el hermano Branham que estaba peleando en contra de la gente, pero en contra de la gente, en lo literal él no tenía nada en contra de la gente, él más bien estaba peleando una pelea espiritual en contra del diablo que estaba en las denominaciones, ¿ve? Y que estaba dirigiendo (el diablo) a través de la denominación, estaba dirigiendo a la gente de la manera incorrecta, y entonces tuvo Dios que venir para pelear esa batalla Él mismo, para que nosotros pudiéramos tener la victoria.

Ahora encontramos que esa guerra, esa pelea, ha sido una pelea o una guerra realmente fuerte, en la cual espiritualmente muchos han sido matados.

Ahora, ¿usted quiere ver entonces esa batalla cómo se desarrolló? Vamos a ir por aquí a la página 272 y 273 [“Libro de Los Sellos”], voy a leer aquí un lugarcito, por ahí por la mitad. Vamos a empezar al comienzo, vamos a empezar de una vez:

El caballo amarillo: Separación eterna de Dios. Este es el cuarto punto, y allí ve Ud. el cuatro de nuevo. ¡Alabado sea Dios!”

Fíjese: el caballo amarillo, eso es separación eterna. Es una de las cosas que representa ahí el caballo amarillo.

¿Me permiten otros diez minutos? He tenido tantas llamadas hoy relacionadas con el hecho de que estoy predicando aquí. Y ha surgido tanto fanatismo en cuanto a Elías hasta que... Pues la verdad es que lo han echado a perder con tanto hablar. Pero que Dios me ayude para ayudarles a ustedes a que vean lo que estoy mirando. Haga usted el esfuerzo.”

Bueno esto, fíjese, tenemos que apartarnos del fanatismo.

Ahora, ya para terminar; para aquellos que no creen que el último mensajero de las edades de la Iglesia es también Elías el profeta, un hombre ungido de esa manera. Después de la muerte de esta última edad de la Iglesia, sus cadáveres son destruidos por animales salvajes. Sabemos que es la verdad porque es el tipo de la destrucción de Jezabel.”

¿Los cadáveres de quién? De esta última edad de la Iglesia que es la edad ¿de qué? De Laodicea, y a la edad de Laodicea pertenecen ¿qué? Todas las denominaciones, y los cadáveres ¿serán echados dónde? A las bestias del campo.

Ahora, Jezabel fue el tipo de estas iglesias del día moderno, no de la Novia. Jezabel en el Antiguo Testamento fue el tipo de la iglesia de hoy, según la Palabra de Dios, Apocalipsis 2:18-20: ... permites aquella mujer Jezabel (que se dice ser profetiza). ¿Correcto? Esto hoy es el tipo perfecto de Jezabel.

Podríamos citar Escritura tras Escritura probando que la última edad consistirá de un Mensaje profético a la Iglesia, llamándolos de nuevo a la Palabra original. ¿No es así? Malaquías cuatro así lo dice, también Apocalipsis 10:7, y otros. Jesús mismo predijo, diciendo: Como fue en los días de Lot. Y así siguen muchas citas.

Jezabel es el tipo de la iglesia moderna de hoy, porque los Católicos y los Protestantes hoy mismo se están uniendo. No hay como negar eso. Ambas son denominaciones, son madre e hija. A veces se pelean y tienen sus diferencias, pero son de lo mismo ambas son rameras. Yo mismo no estoy diciendo esto, estoy citando de ASÍ DICE EL SEÑOR. Bien.

Ahora note bien: Jezabel fue muerta por mandato de Dios. Dios hizo que Jehú fuera y mandara a echar a Jezabel de la ventana (2 Reyes 9:30-37); y murió, y los perros comieron su carne. ¿Correcto? Esa fue la Jezabel literal. Y Acab, el rey, la cabeza de Jezabel, los perros también lamieron su sangre, según la predicción del primer Elías. Ahora ¿ve usted a dónde vamos a llegar? El primer Elías fue un hombre rechazado por las iglesias. Y Acab y Jezabel fueron la cabeza de esas iglesias; tenían la iglesia y el Estado juntos. Elías le reveló a Acab sus pecados, y mandó que la iglesia entera se volviera a la Palabra verdadera.

Eso exactamente debe hacer también el Elías del día presente cuando viene a la iglesia de hoy, restaurarlos otra vez a la fe original. No puedo ver como lo van a evadir. Será para volverlos a la Palabra verdadera. Correcto.

Ahora si usted quiere ver los cadáveres...”

Los cadáveres ¿de quién? De la Jezabel espiritual, o sea, de la Iglesia, si ustedes quieren ver los cadáveres de Laodicea.

Ahora si usted quiere ver los cadáveres, veamos aquí en Apocalipsis 19 después que la Palabra los ha matado.”

¿Apocalipsis 19 es qué? La Palabra hecha carne viniendo en el Caballo Blanco como la nieve, y entonces dice:

...veamos aquí en Apocalipsis 19 después que la Palabra los ha matado.

Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre: y su nombre es llamado El verbo de Dios.

Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos blancos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio.

Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella las gentes: ( de Su boca. Como de la boca de Dios a la boca de Moisés.) y él los regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso.

Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre. REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

Y vi un ángel (ahora Él viene hiriendo, y ¿a quién está hiriendo? A Jezabel y Acab el falso profeta) que estaba en el sol, y clamó con gran voz, diciendo a todas las aves que volaban por medio del cielo: Venid, y congregaos a la cena del gran Dios. (Apocalipsis 19: 13-17).

Él allí los entrega para que las bestias y las aves se los coman. Ahora, fíjense acá en el otro capítulo:

...y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las bestias de la tierra. (Apocalipsis 6:8).

La iglesia Jezabelina, su cuerpo será comido por las bestias de la tierra. Igual como sucedió con Acab y Jezabel en lo natural, sucederá con ellos en lo espiritual la iglesia. ¿Ven lo que quiero decir?”

Ahora cuando la iglesia jezabelina, Laodicea, la cual está compuesta de católicos, protestantes, y aún pentecostales, porque todos están unidos en el concilio mundial de iglesias, sus cadáveres son comidos por los animales de la Tierra y las aves del cielo, y esto ¿es qué? En una forma espiritual, ¿qué le parece de eso?

Y son muertos espiritualmente aunque estén vivos en lo literal, están muertos espiritualmente ¿por quién? Por la Palabra de Dios que los mató espiritualmente; porque el mismo Señor cuando vino montando el Caballo Blanco como la nieve, ¿era qué? Era Emanuel, Dios con nosotros, la Palabra hecha carne en un hombre.

Y vino y mató espiritualmente, ¿mató a quién? Mató a la Jezabel espiritual y al Acab espiritual. Entonces, encontramos que los mató espiritualmente a ambos.

Por lo tanto, encontramos que en lo espiritual ha habido muerte espiritual por la Palabra de Dios. Por eso usted encuentra el mensaje predicado:“Almas encarceladas hoy.”

Ahora en lo literal, en lo físico, siguen viviendo, lo más duro y lo más triste es estar muerto y estar vivo a la misma vez; estar vivo en la carne y estar muerto espiritualmente esa es la muerte más triste; es una muerte muy triste por causa de que la persona, después que muere, el pecador después que muere ¿a dónde va? Al infierno, a la quinta dimensión. Y después que una persona en lo espiritual ha muerto ¿a dónde se encuentra, a dónde va, a dónde es encarcelado? En la quinta dimensión; y por eso es entonces que podemos ver y oír el mensaje predicado “Almas encarceladas hoy.”

Estando vivas, están muertas espiritualmente y están en el infierno ya encarceladas en la quinta dimensión y no lo saben. Por eso es que el que muere espiritualmente ya pertenece a la quinta dimensión, y entonces la vida que vive es una vida ¿de dónde? De la quinta dimensión, una vida espiritual de la quinta dimensión, y esa es la clase de vida espiritual que está siendo vivida por la iglesia, por Laodicea.

Laodicea se encuentra viviendo una vida espiritual de la quinta dimensión, en donde las aves y las bestias del campo, estas aves y bestias del campo son: aves y bestias espirituales, que no es otra cosa sino espíritus o demonios de la quinta dimensión, manifestándose y destruyendo a los que están ahí en la edad de Laodicea.

Por eso es que el que se queda en la edad de Laodicea, ahí lo que hay es muerte, y ahí lo que está ¿es qué? El infierno sobre la edad de Laodicea, la quinta dimensión manifiesta plenamente en la edad de Laodicea, la última edad.

Entonces, ¿es el qué? Es ése el edén de Satanás donde él ha establecido la quinta dimensión, y entonces la quinta dimensión está encarnada, ¿en dónde? Está encarnada en Laodicea, está encarnada en el mundo denominacional y cualquiera que crea o practique o viva las cosas correspondientes para la edad de Laodicea, mire dónde se encuentra, y mire de dónde está recibiendo las cosas que está recibiendo, y mire de dónde está predicando las cosas que está predicando: de la quinta dimensión.

Y entonces mire usted quién es su rey: Luzbel; mire a quién le está sirviendo entonces: a Luzbel. Por eso es que como ese lugar ya fue convertido en el edén de Satanás, por eso Dios dice a Sus hijos: “Salgan de ahí, salgan de ahí.” Entonces son colocados en el Edén de Dios, arriba.

Entonces vemos la hora y el momento en que estamos viviendo, vemos la hora y el momento en que Dios prometió que habría de hacer ciertas cosas, y vemos que la pregunta hoy en día es la misma: ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué significa esto?

Cuando Dios estuvo en carne humana en Jesús había esa pregunta, y unos decían: “¿Y no es éste el hijo de José el carpintero? Si a éste lo conocemos nosotros, ¿qué quiere decir todo este alboroto? ¿Qué quiere decir esto en este día viniendo este joven montado sobre ese burrito blanco, cabalgando con ese grupo de gente clamando y diciendo: ¡Hosanna al que viene en el Nombre del Señor! ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué significa esto?”

Si hubieran ido a la Palabra de Dios, hubieran sabido qué significaba todo eso, hubieran sabido que la Palabra de Dios decía: “¡Alegráte hija de Sión, da voces de júbilo!” Eso era lo que estaba ahí dicho que habría de suceder; vamos a buscarlo para leerlo directamente, y usted verá. Eso está ahí en Zacarías, capítulo 9:

Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo...”

Era tiempo para alegrarse y era tiempo de júbilo, para dar voces de júbilo.

...da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.”

Entonces, fíjese, si ellos hubieran ido, si ellos hubieran ido a la Palabra, ellos hubieran entendido qué significaba aquello, ellos hubieran entendido que esto significaba lo que el profeta Zacarías había dicho y que eso era el cumplimiento de lo que estaba prometido. Ellos hubieran sabido que aquello ¿era qué? Era el Rey viniendo en un burrito como estaba prometido.

Pero ellos en vez de ir a la Palabra para ver lo que significaba aquel alboroto, para ver lo que significaba todo aquel jubileo, todo aquel regocijo, con aquel grupo pequeño de personas ignorantes diciendo y clamando: ¡Hosanna al que viene en el Nombre del Señor! Si hubieran ido a la Palabra, ellos hubieran entendido qué significaba todo aquel jubileo, no era un alboroto, era un jubileo; pero para la gente aquella era ruido, era alboroto, pero para los que estaban participando de eso, aquello era un tremendo jubileo.

Aquello era regocijo y alegría porque así estaba prometido, y así había sido dicho:

Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, da voces de júbilo, hija de Jerusalén.”

Y cuando esto se cumplió, se vio el jubileo, el regocijo, la alegría, pero, ¿qué pasó? La gente preguntaba: “¿Y esto qué quiere decir?” Y allá los líderes religiosos, por no haber ido a la Palabra para ver qué significaba todo eso, le dijeron al Señor: “Mira lo que esta gente está diciendo, mira lo que esos niños están diciendo; manda a callar a esos muchachos, manda a callar a esos niños, porque están cantando a Tu nombre.”

¿Qué le parece? “Están alabándote, están exalsándote, están hablando bien de ti, están proclamándote como el Rey venidero, como el Rey que habría de venir.”

¿Y qué hizo el Señor? ¿Les dijo: “Miren, ustedes no canten más esas cosas, no canten más en mi nombre o a mi nombre, no digan más esas cosas, no estén con tanta alegría y con tanto regocijo clamando y proclamándome como Rey, como el que habría de venir, proclamando mi nombre, no estén haciendo eso más, porque a esta gente no le ha gustado, porque a los doctores de la Ley no les ha gustado y ellos creen que eso está en desacuerdo con la Palabra.?” El Señor no dijo eso.

El Señor enseguida fue a la Palabra y les dijo: “¿Y qué? ¿No habéis leído donde dice: ¿De la boca de los chiquitos y de los que maman fundaste la sabiduría? ¿Ustedes no han leído eso? Dejen que ellos hagan eso, porque eso está escrito que así habría de ser, que los que habrían de estar regocijándose y alabándome serían los niños, ¿no lo habían leído ustedes?

No estaba dicho que serían los grandes, no estaba dicho que serían ustedes, el sumo sacerdote y los doctores de la Ley. No, no estaba dicho que ustedes serían los que me alabarían y me exalsarían y me proclamarían como el Rey, sino que serían los niños. Ustedes no, ellos sí, ellos lo verían en la Palabra. Ustedes no han ido a la Palabra para verlo y por eso están en contra de eso que ellos están haciendo.”

¿Quiénes estaban en lo correcto? Allí había una atracción ¿qué era? Dios cumpliendo lo que Él prometió: viniendo sobre un pollino hijo de asna, viniendo el Rey de ellos; pero por aquellos líderes no haber ido a la Palabra, por ellos no haber buscado la Palabra, por eso ellos fallaron y no lo recibieron. Aquí en la página 10, estamos leyendo del mensaje “¿Cuál es la atracción en el Monte?” dice [página 10]:

¿Por qué no pudieron ellos ver que ésa era la profecía siendo cumplida? Por la misma razón que ellos no lo pueden ver hoy (¿qué le parece eso?). Ellos habían tomado la Palabra de Dios y la habían hecho inefectiva para el pueblo, enseñando (por tradición) por doctrina las tradiciones de hombres.”

¿Ve? Ellos no lo pudieron ver allá, ni tampoco acá, ¿cuál fue la causa? Ellos habían tomado la Palabra de Dios y la habían hecho inefectiva para el pueblo, enseñando, ¿ve? Porque como se hace inefectiva o efectiva para el pueblo, es por la enseñanza; si se da una enseñanza mala, equivocada, interpretando las cosas de una manera equivocada, se hace inefectiva para el pueblo, y el pueblo que recibe una enseñanza incorrecta, pues es inefectiva la Palabra de Dios para ellos y Dios viene y cumple lo que Él prometió, y usted teniendo una enseñanza equivocada, cuando Dios lo cumple no lo puede ver, porque la enseñanza que usted recibió es contrario a la forma en que Dios cumple lo que Él prometió.

Entonces la enseñanza que le habían dado al pueblo con relación a esas promesas, era contrario a la forma en que Dios lo estaba cumpliendo. Le habían dado una enseñanza intelectual, y le habían enseñado por doctrina esas tradiciones de los hombres; y entonces, dice:

Y si los escribas, predicadores, ministros, hombres espirituales (así llamados), ungidos, si sólo hubieran leído la Biblia, ellos no se preocuparían por lo que estaba sucediendo, ellos sabrían que era Dios cumpliendo Su Palabra.”

Si ellos, si estos hombres ungidos, hombres espirituales así llamados, hubieran leído la Escritura, ellos se hubieran dado cuenta que eso que estaba pasando era el cumplimento de la Palabra y no hubieran estado escandalizados, y no hubieran estado tampoco preocupados por lo que estaba sucediendo; no hubieran estado preocupados, sino que hubieran estado contentos y alegres viendo el cumplimiento de lo que Dios había prometido. Pero ¿ellos qué? Ellos no fueron a la Palabra para ver lo que estaba sucediendo, ellos no fueron a la Palabra para saber si eso estaba prometido que acontecería de esa manera; pero si ellos hubieran ido, hubieran encontrado que el profeta Zacarías, en el capítulo 9, decía que su Rey habría de venir montado sobre un pollino, hijo de asna.

Y allí estaba cumpliéndose y no lo veían. ¿Por qué? ¿Por qué no lo veían? Porque cuando una persona no puede ver la Palabra, tampoco podrá ver cuando esa Palabra se cumpla; cuando una persona no puede ver lo que Dios ha prometido que va a hacer, no lo puede ver en la Palabra, cuando Dios haga eso que Él prometió tampoco podrá ver y reconocer que eso es el cumplimiento de la Palabra. No pudieron ver la Palabra que estaba prometida de esa manera, por lo tanto cuando Dios lo hizo, tampoco pudieron reconocerlo como que era el cumplimiento de esa Palabra.

Ahora, encontramos que [página 11] :

Cuando Dios cumple Su Palabra, siempre causa una atracción, siempre sucede así. Causa una atracción porque no es lo común. Tan raro, cuando El cumple Su Palabra a la tendencia moderna del día, hace que la tendencia moderna del día no Lo crea. Ellos tienen su propia forma (o sea, su propia interpretación).”

Cuando Dios cumple Su Palabra y es contraria a la tendencia de la gente, a la forma en que ellos lo están esperando, cuando es contrario a la forma que ellos lo están esperando, ¿qué pasa? Se les pasa por alto y no lo pueden ver. Entonces, sin embargo es lo que Dios prometió.

Ahora vemos aquí cuando Dios se hizo carne, lo cumplió todo como estaba prometido y se les pasó por alto y no lo recibieron; porque ellos no pudieron ver y reconocer lo que estaba prometido, y luego cuando se cumplió, tampoco lo pudieron ver cumplido ya. Luego, después dijo que habría de venir y vino, y cuando vino, entonces ¿qué pasó? Cuando vino, y cumplió lo que Él prometió que habría de cumplir cuando regresase... Él dijo que regresaría, entonces cuando lo cumplió, ¿qué pasó? No lo pudieron ver tampoco.

Entonces cumplió a Joel, capítulo 2, cumpliendo lo que dijo que “derramaría de Su Espíritu sobre toda carne.” Y allí el Día de Pentecostés lo vemos derramando de Su Espíritu sobre toda carne, y tampoco lo pueden reconocer, y se preguntan: “¿Qué es esto? ¿Qué significa esto?” Otros dicen: “Están borrachos, están llenos de mosto.”

Y así por el estilo, cada cual ¿tenía qué? Su propia interpretación de lo que estaba pasando. Pero si hubieran ido a la Palabra de Dios para ver aquello que estaba pasando, verlo a la luz de la Palabra de Dios, hubieran visto y se hubieran dado cuenta que aquello era el cumplimiento de Joel, capítulo 2: Dios derramando de Su Espíritu sobre toda carne.

Y entonces la pregunta fue: ¿Qué quiere decir esto? La contestación de parte de Dios fue, a través del apóstol San Pedro: “Esto lo que quiere decir es: Joel 2, donde dice: Yo derramaré de mi Espíritu sobre toda carne. Esto es esa promesa siendo cumplida en medio de nosotros y frente a cada uno de ustedes; esto no es que estamos borrachos, llenos de mosto, es la hora tercera del día, es todavía por la mañana. Por lo tanto, no estamos borrachos como muchos de ustedes están pensando, no estamos borrachos, estamos llenos del Espíritu Santo, estamos llenos del Vino nuevo, revelación nueva.”

Si ellos hubieran ido a la Palabra, se hubieran dado cuenta que así era que habría de venir el Espíritu Santo en aquella ocasión, y así fue que vino.

Ahora, en este tiempo se repite la misma historia; fíjese la atracción cuando vino Dios en carne humana en Jesús, y después nuevamente otra atracción cuando vino el mismo Dios para meterse en carne humana en aquellos ciento veinte, volvió a haber otra atracción; y volvieron a haber preguntas, y volvieron a haber las diferentes formas de cada cual mirar y ver lo que estaba pasando a la luz de la manera en que ellos creían o veían lo que estaba pasando.

Pero sabemos que siempre de parte de Dios está la respuesta, cuando hay una pregunta, hay una respuesta. Cuando hay una pregunta bíblica, hay una respuesta bíblica; ellos preguntaron en aquella ocasión: “¿Qué quiere decir esto, qué significa esto que está sucediendo?” Y la contestación de parte de Dios fue: “Esto es aquello que fue profetizado por el profeta Joel, que en los postreros días Dios derramaría de Su Espíritu. Eso es esa promesa cumplida, Dios está derramando de Su Espíritu”. Fueron atraídos los tres clases de creyentes.

Ahora, Dios en este tiempo final vino en carne humana en un cuerpo, y fue una atracción, fue una tremenda atracción, la cual causó la Venida del Señor en carne humana en este tiempo en que estamos nosotros viviendo. Fue una tremenda atracción.

Miren aquí cuando Dios vino en carne humana cumpliendo Malaquías 4:5, Apocalipsis 10, del 1 al 7, Lucas 17:30 (la manifestación del Hijo del Hombre), y todas estas Escrituras, dice, página 16 y 17 en el mensaje titulado: “¿Cuál es la atracción en el Monte?” dice:

El pueblo religioso (después de la crucifixión) después de crucificar al Príncipe de la Vida, y todas esas cosas, continuaron sin ver la promesa de la venida del Espíritu Santo. La atracción: ¿Quién es éste? ¿Qué significa esto? ¿Qué sucede con esa gente?

¡Oh mí! Es lo mismo hoy. Hemos pasado todo esto para traerlo a esta hora. La misma cosa sucede hoy. La misma cosa está tomando lugar, se hacen las mismas preguntas: ¿Qué es todo este bullicio? Miran calle arriba y calle abajo, carros de Michigan hacia Florida, de Maine hacia California. Esta mañana cuando yo estaba guiando, o justo después del mediodía, íbamos calle abajo, mi esposa y yo estuvimos mirando las tablillas de los carros (o sea, las placas, las tablillas de los carros). Allí fue que pensé en este texto.

¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?

Tal como dije, ¡Donde estuviera el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas!

Le dije a mi esposa, Querida, ¿recuerdas la otra noche cuando tuve que decir adiós a todo lo que me es querido en la tierra, e ir a los campos para comenzar algo que Dios había ordenado? Tú cantaste esa canción.

Oh, ellos vendrán desde el Este y el Oeste,

Ellos vienen de tierras lejanas,

Para festejar con nuestro Rey, para cenar con Sus invitados...”

¿Qué está hablando ahí? Todos estos automóviles de un estado y de otro estado viniendo para estar allí en Jeffersonville, Indiana, para estar allí en esos cultos especiales, ¿qué era eso? Viniendo del Este y del Oeste para festejar ¿con quién? Con nuestro Rey, para cenar con Sus invitados, ¿con quién? ¿Para festejar con quien? Con el Rey.

Porque el Rey de reyes y Señor de Señores estaba allí presente, ¿quién era? Era Dios en forma de carne humana, era el Espíritu Santo hecho carne, o sea, en un velo de carne: encarnado, para cenar con Sus invitados, para cenar una cena espiritual, para cenar ¿en qué? En la Palabra, cenar la cena de la Palabra, como fue dicho: “Donde estuviere el cuerpo muerto allí se juntarán las águilas ¿para qué? Para cenar la carne fresca del Hijo del Hombre.

Ahora, vea usted cómo todo eso ha estado, o estuvo moviéndose cuando Dios estuvo en un solo cuerpo humano.

ESA ERA LA ATRACCIÓN. La simiente predestinada de Dios, quien no puede hacer otra cosa, sino seguirla, significa más que la vida para nosotros.”

Y ahora vamos a pasar a la página 22 y 23, para ver cuando vuelve y se repite la misma cosa.

Así como ocurrió cuando el Señor fue hecha la atracción y preguntaron: “¿Qué quiere decir esto?” Y cuando en el hermano Branham estuvo Dios en toda Su plenitud, “¿qué quiere decir esto,” la misma pregunta; luego cuando regresó el Señor, regresó a los ciento veinte en el Día de Pentecostés, preguntaban: “¿Qué quiere decir esto?” Y la explicación fue dada.

Luego cuando vimos a Dios manifestado en carne humana en este tiempo, preguntaban: “¿Qué quiere decir esto?” ¿Y qué era, era qué? El Rey de reyes y Señor de señores, Dios manifestado en carne humana aquí como el Hijo de David, pero que nadie sabía que era el Hijo de David. Y entonces estaba como Hijo del Hombre; porque siempre que el Señor viene en toda Su plenitud en carne humana, cuando viene, ya sea en Su primera Venida o en Su Segunda Venida, siempre es conocido ¿cómo qué? Como Hijo de Hombre, ¿viene cómo? Viene como un profeta. Siempre la Venida del Señor es manifiesta como un profeta en la escena, por eso Moisés dijo: “Profeta como a mí os levantará el Señor, a él oid.”

¿De qué estaba hablando? Estaba hablando de la Venida del Señor, la Primera y la Segunda Venida también; porque el Señor cuando viniera en Su Primera Venida y cuando viniera en Su segunda Venida, sería conocido ¿cómo? Como un profeta, y ese profeta o Dios manifestado como profeta, ¿sería quién? Sería el Mesías, sería el Rey de reyes.

Ahora, Él dijo que Él habría de irse, cuando estuvo aquí en carne humana en el hermano Branham Él dijo que habría de irse, pero Él dijo que regresaría y que recorrería el mismo camino nuevamente.

Así que las mismas cosas acontecerían nuevamente y volvería a haber una atracción ¿dónde? Habría una atracción en el Monte, ¿en qué Monte? Hubo una atracción en Jerusalén, hubo una atracción también allá en el Monte en el Día de Pentecostés, porque ellos estaban en el Aposento Alto, allá en Jerusalén en el monte, porque Jerusalén es un monte en la parte alta y allá en el aposento alto, en la parte alta, allí hubo una atracción.

Y ahora, encontramos que ha habido una atracción en Jerusalén, así como la hubo allá en Jerusalén, en la Jerusalén literal, hubo una atracción cuando el Señor entró en un burrito blanco; y ahora acá en la Jerusalén espiritual, que es la Iglesia, hubo una atracción que ¿es qué? El Señor entrando a la Jerusalén espiritual que fue la Iglesia, ¿y era quién? Era el Señor, Dios, entrando en forma de carne humana, ¿a dónde? A la Iglesia.

Pero luego, en el Aposento Alto Él descendió en forma de Pilar de Fuego a un grupito nada más, de los que estaban en Jerusalén; por eso les dijo: “Asienten allá en Jerusalén.” No les dijo para que tomaran para otro sitio, sino en Jerusalén.

Entonces allí entró Él en forma de Pilar de Fuego, entró a ellos, y esa fue la atracción; porque Él dijo que vendría de esa manera, y ahora cuando vino por segunda vez en este tiempo, vino a Jerusalén, la entrada triunfal a Jerusalén.

Y ahora, luego se fue y dijo que regresaría, que recorrería ese camino nuevamente, y cuando lo recorriera nuevamente, ¿qué estaría pasando? ¿O qué pasaría? Esa sería la atracción, cuando Él lo estuviera recorriendo nuevamente.

Ahora, veamos cómo Él lo estaría recorriendo, y cómo y cuál sería la atracción, y cuál sería la actitud de la gente, habrían tres clases de actitudes, porque habrían tres clases de creyentes, página 22 y página 23 dice:

OH, EN LOS ULTIMOS DIAS HABRA UNA REAL LLUVIA TEMPRANA Y TARDIA SOBRE ESE PEQUEÑO GRUPO QUE VIENE CON EL EN ESTE PEQUEÑO BURRITO, MANSO Y HUMILDE, SIN DUDA NI DENOMINACION, CLAMANDO, HOSANNA AL REY QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR! ¿CUAL ES LA CUESTION HOY? ¿ CUAL ES LA ATRACCION EN EL MONTE?”

Ahí la tiene, ¿Cuál es la atracción en el Monte? Un pequeño grupito clamando: ¡Hosanna al que viene en el Nombre del Señor! Hosanna ¿a quién? Al Rey que viene.

Por eso es que habría un grupito pequeño proclamándole, porque viene en el Nombre del Señor, viene con el Nombre del Señor puesto.

Entonces, es lo mismo cuando el Señor dijo allá: “Yo he venido en el Nombre de mi Padre.” Porque Él traía el Nombre del Padre para Redención. Ahora cuando regresa por segunda vez, viene en el Nombre del Señor, ¿por qué? Porque trae el Nombre eterno de Dios. Y entonces habrá un pequeño grupito que proclamará y reconocerá y publicará el Nombre del Señor y le reconocerá a Él viniendo con el Nombre del Señor, y le reconocerá como Rey de reyes y Señor de señores, le reconocerá como el Hijo de David; y cuando esto esté sucediendo, ¿cuál es la atracción en el Monte? ¿En qué monte? En el Monte de Sión.

¿Cuál es la atracción en el Aposento Alto? Como fue en el Aposento Alto allá en Pentecostés, ¿cuál es la atracción acá en el Aposento Alto, la Edad de la Palabra? ¿Cuál es la atracción? Un pequeño grupito de ignorantes proclamándole Rey de reyes y Señor de señores, proclamándole Hijo de David, proclamando Su Nombre como el Nombre eterno de Dios. ¿Cuál es la atracción hoy? ¿Cuál es la cuestión? ¿Qué quiere decir esto que está viendo la gente hoy en día, un grupo que ha salido proclamando al Señor Rey de reyes y Señor de señores, el Hijo de David, proclamándole como el Dios Todopoderoso que ha venido por segunda vez en forma de hombre?

¿Cuál es la cuestión? ¿Qué significa todo esto? Pues lo que significa es que Él ha cumplido lo que Él prometió cumplir, Él prometió que regresaría y recorrería ese camino nuevamente; Él prometió que Él vendría en forma de mensaje y estremecería al mundo. Él prometió que Él habría de regresar; el mensaje y el mensajero son la misma cosa y el Elías de esta edad es el mismo Señor Jesucristo.

Y si el Elías de esta edad, y el mensaje y el mensajero son la misma cosa, cuando regresa el mensaje, está regresando el Elías. Cuando regresa el mensaje, está regresando el mismo Señor.

Por lo tanto, estamos hoy en día viendo el regreso del Señor a ese grupito pequeño y está regresando en forma de Palabra, en forma de mensaje, y esa es la causa por la cual la gente se pregunta: ¿Qué quiere decir todo ese alboroto? ¿Qué quiere decir todo ese fanatismo? ¿Que qué quiere decir? Es la pregunta de todos, pues nada menos quiere decir que Él ha regresado como Él lo prometió, para recorrer este camino nuevamente.

Así estaba prometido y así estaría actuando el grupito pequeño, y así estaría proclamándole ese grupito pequeño. Proclamándole como Rey de reyes y Señor de señores y proclamando Su Nombre como el Nombre del Señor.

Por lo tanto, la pregunta es: ¿Qué quiere decir todo esto? Y la contestación es: Esto es lo que fue prometido que habría de suceder. Esto fue lo que Él prometió y esto es el cumplimiento de ello.

Por lo tanto, no es que estamos llenos de vino, de vino viejo, no, no, no; no es que estamos llenos de mosto (vino viejo) no es eso, no es que estamos llenos del vino viejo de la edad de Lutero, no es que estamos llenos del vino viejo, del mosto viejo de la edad de Wesley, no es que estamos llenos del vino viejo de la edad Pentecostal. Es que tenemos el Vino nuevo y ese Vino nuevo, ese estímulo nuevo, tenemos ese estímulo nuevo, el cual es producido por la Palabra revelada para nosotros.

Por lo tanto, tenemos lo que produce ese estímulo, hemos recibido lo que produce ese estímulo, así como ellos recibieron allá... Ellos recibieron allá el Pilar de Fuego dividido en ciento veinte partes, lo cual produjo ese estímulo que ellos tenían.

¿Y qué es lo que produce el estímulo hoy al creyente? Lo que produce el estímulo hoy al creyente es: la Palabra cuando viene revelada para los escogidos, entonces produce en nosotros ese estímulo nuevo, ese Vino nuevo.

Por lo tanto, estamos sí llenos de estímulo nuevo, de Vino nuevo por la revelación de esta hora en que nosotros vivimos.

¿Qué quiere decir todo esto? Quiere decir nada menos, que estamos llenos del Vino nuevo por la revelación de la Palabra.

Estamos entonces llenos de ese mensaje, de ese mensaje que habría de venir, y cuando ha estado viniendo, ha estado estimulándonos a nosotros, y ha estado produciendo todo lo que hemos estado viendo que ha sido producido; ningún hombre ha producido las cosas que han sido producidas, las ha producido ¿quién? El mismo Señor en forma de mensaje. Él es el que ha producido toda esta condición espiritual en la cual estamos envueltos en el Amor del Señor, y en la cual estamos regocijados, llenos de júbilo espiritual.

Por lo tanto, esto que hemos visto es para todos aquellos que están escritos en el Libro de la Vida del Cordero, para los que están cerca y para los que están lejos, para todos aquellos a los cuales nuestro Dios llamase (o llame) para entrar y recibir estas mismas cosas, las cuales son parte de los escogidos que han de hacer el rapto literal.

Esto no es solamente para nosotros, ha comenzado con nosotros, pero es para todos los predestinados, los escogidos del Señor, los que están cerca y los que están lejos; para todos es esto que hemos estado viendo, lo cual es lo que fue prometido.

Estaba prometido que el Señor regresaría, y que cuando Él regresase el Séptimo Sello sería abierto al público. Ha sido abierto al público el Séptimo Sello, ha sido dado a conocer lo que los Truenos hablaron. Entonces el Señor ha regresado en esta ocasión, en la forma que Él dijo que habría de regresar: en forma de Palabra, de mensaje, siendo enseñado al pueblo, y eso es lo que vemos en esta hora, y eso es lo que atrae a la gente.

Esa es la atracción en esta hora: Dios cumpliendo lo que Él prometió, y cuando lo vemos a Él cumpliendo lo que Él prometió, eso atrae a la gente. Unos piensan de una manera y otros piensan de otra, atrae a la gente y atrae a los tres grupos. Unos para gozarse y regocijarse y recibir lo que Dios tiene; otros para criticar y rechazar y menospreciar y desvirtuar lo que Dios está haciendo, y mofarse de ello.

Están los creyentes verdaderos que reciben lo que Dios tiene para ellos. Están los creyentes manufacturados que lo que hacen es buscándole faltas a ese mensaje, y ese mensaje es el mismo Señor en forma de mensaje siendo enseñado al pueblo; cuando podemos ver personas alrededor del mundo buscándole faltas a ese mensaje que es el Señor que ha venido en forma de Palabra, en forma de mensaje, para darse a conocer a Sus escogidos, cuando les vemos buscándole faltas, eso no es otra actitud sino actitud de creyentes manufacturados, actitud de Judas.

Cuando vemos también los que no pueden creer, vemos también la actitud de los incrédulos, no lo pueden creer; es una cosa demasiado grande y manifestada demasiado simple; porque cosas tan grandes como esas, todos las estaban esperando manifestadas en una forma grande en la forma de verse. Pero cuando Dios dice que va a hacer una cosa grande, es grande a la vista de Dios, pero cuando la hace, a la vista de nosotros los humanos es una cosa sencillita, una cosa bien simple, que si usted no va a la Palabra para examinar eso que está pasando, se le pasa por alto. Pero cuando usted va a la Palabra y lo examina, entonces usted puede regocijarse, usted puede entrar en ese jubileo y darle gloria a Dios por lo que está pasando.

Porque es Dios manifestando Sus cosas grandes en forma sencilla, Dios cumpliendo Sus grandes promesas en forma sencilla, Dios haciendo las cosas grandes en forma simple: Dios en simplicidad.

¿Cómo pensaría la gente de aquel tiempo cuando Dios cumpla eso que dice Joel: Que derramará de Su espíritu sobre toda carne? El primero va a ser Caifás, el segundo van a ser los sacerdotes y todas estas cosas...¡Y qué va! Cuando lo cumplió, la gente ignorante, los pobres, los sencillos, en personas sencillas Dios hizo esas cosas grandes; porque lo grande no era la gente, lo grande era lo que Dios estaba haciendo en esas personas sencillas.

Por lo tanto, cuando Dios anuncia una cosa grande, Dios lo hace en forma sencilla, y si anuncia para gente, para personas, que Él va a hacer en personas, en seres humanos, cosas grandes, no esté buscando personas grandes en las cuales Dios las va a hacer; las estará haciendo en personas sencillas.

Si Él ha prometido para alguna persona alguna cosa grande, sepa entonces que será una persona sencilla en la cual Dios lo hará; si Él ha prometido que va ha hacerla en un grupo de personas, no esté esperando que lo haga en un grupo de personas grandes e importantes, sino en un grupo de personas pequeñas, sencillas e ignorantes que no saben nada de eso, sino que ellos ven y saben que es una promesa, y Dios la cumple en ellos.

Y entonces cuando la cumple, lo grande es lo que Dios está haciendo, eso es lo grande, y es más grande todavía cuando Dios lo hace en esa forma sencilla; porque lo grande de Dios es que Dios siendo tan grande, se puede hacer tan simple, de modo que los sabios y entendidos no lo pueden ver, pero a los niños le es revelado, ¿ve? A los niños.

Por lo tanto, los niños verán siempre a Dios cuando Él cumpla lo que Él prometió.

Ahora, la pregunta ha sido contestada en esta mañana: ¿Qué quiere decir todo esto? ¿Qué quiere decir todo esto? Un grupo de personas sencillas, de personas ignorantes, que ni pueden ir, la mayoría de ellos, a los originales de allá del inglés, como tampoco aquellos ciento veinte tampoco podían ir a los originales del hebreo, ¿ve? Para buscar el significado de esta palabra en hebreo significa esto; ellos nada de eso sabían, pero ellos tenían la Palabra donde estaba lo que le había sido prometido.

Ellos tenían la Palabra donde decía Joel: “Que Dios derramaría de Su Espíritu sobre toda carne.” Ellos tenían la Palabra del Señor donde Él había dicho que Él volvería a ellos, y estaría dentro de ellos y con ellos.

Ellos tenían esa Palabra, y esa era la misma Palabra que los grandes no tenían, ellos tenían esa Palabra que le había sido prometida, y así también el grupo pequeño de escogidos tiene la Palabra que fue prometida para Dios cumplirla en este tiempo y cuando Él la cumple, ¡oh, Gloria a Dios! Eso concuerda con lo que estábamos esperando, porque no le habíamos dado ninguna interpretación a eso, sino que estábamos esperando que Él lo cumpliera; y cuando lo vemos cumplido, entonces nos regocijamos en eso que Él ha estado cumpliendo.

Y ahora, vimos que Dios estaba velado en carne humana en nuestro hermano Branham, y dijo que regresaría y recorrería ese camino nuevamente. Bueno, estaba velado en carne humana y recorrió ese camino, y ahora Él dice que regresará a recorrer el mismo camino.

Entonces estaba velado en carne humana recorriendo el camino y lo recorrió y tiene que regresar para recorrer nuevamente el mismo camino. Para recorrerlo nuevamente, tiene que volverse a velar en carne humana; y eso es lo que estamos viendo: Él está regresando y velándose en carne humana, porque Él prometió que recorrería este camino nuevamente.

Bueno, no vamos a seguir adelante porque esto está... Ahora ha llegado una etapa en la cual a esta hora, en la cual si seguimos ahí nos vamos a tener que quedar hasta por la tarde; pero yo les digo a ustedes en esta mañana: ¿tiene usted la respuesta para la pregunta que el mundo haga o que las religiones hagan, o que nuestros amados hermanos del mensaje puedan hacer con relación a lo que está pasando en medio nuestro? ¿Qué quiere decir, qué significa todo eso que está pasando entre ustedes, qué significa todo ese alboroto, proclamándole como Rey de reyes y Señor de señores, el Hijo de David, y todas esas cosas, y adorándole y cantándole al Nombre nuevo del Señor? ¿Qué significa todo eso? ¿Tiene usted la respuesta para eso? Lo que significa es: que Él ha regresado y se está velando en carne humana, así como estuvo velándose en carne humana, una porción de Dios en el Día de Pentecostés, el Pilar de Fuego empezó a velarse en carne humana en aquellos ciento veinte, y se veló en carne humana, una porción de Dios en cada uno de ellos, y ahora Él ha regresado, el mismo Señor en forma de Palabra, en forma de mensaje, siendo enseñado, y está velándose en carne humana nuevamente.

Se está velando en usted, se está velando en mí y en todos aquellos que están ¿dónde? En el Aposento Alto. ¿Y qué día fue? El día cincuenta, porque cincuenta es Pentecostés; día cincuenta. Entonces, en el año cincuenta era el día también del jubileo.

Y ahora nosotros estamos en el año cincuenta, que viene a ser también el año número ocho, el ocho y el cincuenta es el mismo, el número ocho es la Edad de la Palabra, la Edad de la Piedra Angular, y el año cincuenta es la Edad de la Piedra Angular también, porque es el número cincuenta contando los siete años, multiplicados por siete son: cuarenta y nueve, y el número cincuenta es el año del jubileo, o sea, el año del tremendo jubileo grande, un verdadero Pentecostés, porque cincuenta es Pentecostés.

Entonces, estamos en el Año de Pentecostés, ellos estuvieron allá en el Día de Pentecostés, la cosa hoy es más grande que lo que fue en aquella ocasión. Allá ellos recibieron el día de Pentecostés y nosotros también lo recibimos, pero ahora una cosa que ellos no habían recibido la estamos recibiendo nosotros: el Año de Pentecostés y lo que había para Dios derramar en el Año de Pentecostés. Eso nunca antes había sucedido.

Por lo tanto, estamos en ese tiempo tan grande y tan glorioso, en el cual Él está cumpliendo lo que Él prometió; está cumpliéndolo en esta hora en que vivimos, y el Día de Pentecostés se proclamó el mensaje correspondiente para aquel tiempo, para el Día de Pentecostés. El mensaje de Pentecostés lo predicó Pedro el Día de Pentecostés.

Ahora recuerde: estamos, no en el día, sino en el Año de Pentecostés, por lo tanto el mensaje del Año de Pentecostés es un mensaje abarcador, es un mensaje abarcador en el cual vemos que ha estado siendo predicado desde el1974 para acá, es un mensaje abarcador, todavía está siendo predicado, porque todavía estamos en el Año de Pentecostés.

En el Día de Pentecostés, ese día fue predicado el mensaje de Pentecostés. Pero ahora, como estamos en el Año de Pentecostés, pues el mensaje del Año de Pentecostés no puede ser predicado en un solo día, sino en un lapso de tiempo más largo; en el día de Pentecostés, ese día fue predicado el mensaje de Pentecostés. Pero ahora, como estamos en el Año de Pentecostés, pues el mensaje del Año de Pentecostés no puede ser predicado en un solo día, sino en un lapso de tiempo más largo.

Entonces, hemos estado escuchando el mensaje del Año del jubileo, eso es lo que estamos escuchando; y en el mensaje del Día de Pentecostés se proclamó ¿a quién? A la Venida de Dios manifestado en carne, la Venida del Mesías, Jesús de Nazaret se proclamó ¿como quién? Como Rey de reyes y Señor de señores, se proclamó como Señor y Cristo, se proclamó como el Mesías, en ese mismo día se proclamó, ¿a quién se proclamó de esa manera? A la Palabra que había venido en carne y la habían crucificado.

Y es la misma cosa hoy: ¿A quién se proclama como Rey de reyes y Señor de señores, como el Hijo de David? ¿A quién? A la Palabra que vino en carne humana en este tiempo final, la misma cosa, el mismo mensaje, pero en otra dispensación y en otro tiempo de Pentecostés, de jubileo, no en el día sino en el Año de Pentecostés; por eso el tiempo es más abarcador, y el mensaje es más abarcador, porque es el tiempo del jubileo.

¿QUÉ QUIERE DECIR ESTO?” Esa es la pregunta: “¿QUÉ QUIERE DECIR ESTO?”

Pues ya usted tiene la respuesta, quiere decir todo eso que usted ha estado escuchando del 74 para acá, quiere decir todo esto.

Por lo tanto, Dios nos bendiga en esta mañana, Dios nos guarde y nos ayude. Y nos ayude el Señor en estos días de Semana Santa, donde esperamos que el mensaje del Año de Pentecostés, o sea, el mensaje del Año del Jubileo, sea traído ampliamente y sea dado a conocer más ampliamente para beneficio de aquellos que no lo conocen todavía, para beneficio de aquellos que están viviendo en un tiempo que ya pasó, y que no es el tiempo presente, y puedan ellos beneficiarse y entrar al mensaje correspondiente al Año del Jubileo.

Oremos al Señor mucho, para que Dios sea el que obre en esos días y sea de grande bendición para todo el pueblo del Señor.

Vamos a estar puestos en pie en esta mañana. Recuerden: no sabemos quiénes serán los predicadores. Esperamos que el Señor sea el que dirija todas las cosas; y oren mucho para que así sea hecho de esa manera y Dios sea glorificado. Vamos a cantar un corito y luego vamos a ser despedidos en oración, algún corito que tenga que ver con lo que hemos estado hablando en esta mañana.

¿Se goza usted y se alegra usted de ser súbdito de Él, del Rey de reyes y Señor de señores y gema de Su corona? ¡Oh, bendito el Señor para siempre! Es un privilegio ser gemas de Su corona en esta hora en que vivimos nosotros.

Vamos a inclinar nuestros rostros y vamos a ser despedidos en oración en esta mañana, todos nuestros rostros inclinados:

Padre nuestro que estás en el Cielo, Dios eterno, he aquí en esta mañana ante Tu Presencia estamos. Te damos gracias, ¡oh, Dios! Por Tus bendiciones, gracias Señor por esta bendición de poder estar escuchando Tu Palabra gloriosa. Gracias Señor por ello.

Ahora Señor, Tú nos has enseñado Tu Palabra en esta mañana, nos has mostrado cuál es la atracción en esta hora, ¡oh, Dios eterno! Dios Santo. Ahora, ayúdanos para que, Señor, sigamos regocijándonos en este glorioso jubileo, proclamándote, Señor, de todo corazón, Señor, y ensalzando Tu Nombre eterno y glorioso, y proclamándote como el Hijo de David.

Ahora Señor, mira ya Señor en esta semana próxima, Señor, esta Semana Santa en que estaremos congregándonos todos juntos para, Señor, alabar Tu Nombre, glorificarte y oír Tu Palabra. Señor, mira estos cultos especiales, los cuales comenzarán, Señor, en Sabana Seca, martes y miércoles, y luego pasaremos a Caguas. ¡Oh, Dios eterno! Y mira también Señor estas reuniones de ministros y estos ministros que nos visitarán en estos días.

Dios eterno en Tus manos ponemos todo, y Te rogamos a Ti Señor que Tú obres y Te manifiestes poderosamente Señor en estos días, de modo que, Señor, el mensaje de esta hora correspondiente a esta tercera dispensación y la forma de Tú obrar en esta hora, quede clara y establecida en medio de Tu pueblo, Señor, y todo Tu pueblo se regocije, Señor, en lo que Tú estás haciendo en este día final, oh Dios eterno.

Ahora, Señor, no sabemos quiénes han de ser los instrumentos Tuyos para la predicación de Tu Palabra, para Tú hablar a Tu pueblo. Te rogamos Señor que Tú seas el que señales a los instrumentos que Tú desees usar en estos días, Señor.

Señor, si Tú deseas usar cinco, diez, doce, quince o veinte, o uno solo, para la predicación de Tu Palabra, para Tú usarlo poderosamente y manifestar Tu poder de revelación para todo Tu pueblo, Señor, Te rogamos que Tú lo hagas, Te rogamos que Tú Te muevas en medio de los ministros y dejes sentir Señor Tu voluntad, hagas entender Tu voluntad a cada uno de los ministros, para que todos, Señor, estemos dispuestos y de acuerdo, Señor, en los instrumentos o el instrumento que Tú desees usar para esos días.

Señor que podamos todos decir: Ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros. Y podamos, Señor, entonces hacer saber al pueblo quiénes o quién ha de ser el instrumento Tuyo para la predicación de Tu Palabra, Señor.

Ahora, Dios eterno, Dios Santo, en Tus manos está todo y Te rogamos Tú obres de esa manera, Tú hagas entender Tu voluntad en todo, oh Dios eterno.

Ahora Señor, hemos de regresar a nuestros hogares y Te rogamos vayas con cada uno de nosotros y que Tu Ángel que acampa en nuestro derredor, se encargue de cuidarnos de todos los peligros espirituales y también los físicos, oh Dios.

Y Te lo pido todo en Tu Nombre eterno y glorioso, en el Nombre del Hijo de David, Rey de reyes y Señor de señores, el León de la Tribu de Judá. Amén, amén.

Y el pueblo del Señor dice:¡Amén! Dios nos bendiga a todos.

¿QUÉ QUIERE DECIR ESTO?”