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title: 'Voz de Arcángel'
date: 2012-01-20
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city: Santiago de Cali
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Muy buenas tardes, ministros compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo nuestro Salvador; es una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, es la lectura que hemos de tener. Dice el capítulo 4, verso 13 en delante, de Primera de Tesalonicenses:

*“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.*

*Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.*

*Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.*

*Porque el Señor mismo con voz de mando* (esto es aclamación)*... con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.*

*Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.*

*Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.”*

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Estuvimos hablando en estos días, domingo pasado creo que fue, del tema: “Aclamación,” y aquí tenemos un tema que dice: “Aclamación, Voz de Arcángel y Trompeta de Dios,” pero no podemos hablar de los tres a la vez, y quizás de ninguno de los tres, porque aquí este tema es muy importante: **“VOZ DE ARCÁNGEL.”** Sería el que le sigue a la Aclamación.

La Aclamación, dice el reverendo William Branham en el libro de *“Citas,”* donde tenemos una cita del mensaje *“El Rapto”* (página 169, párrafo 1507), que es un extracto del mensaje *“El Rapto,”* de la página 29 en español. Dice:

*“La aclamación es un mensajero preparando a la gente.”*

La Aclamación es un mensajero preparando a la gente. Si es un mensajero, pues trae un mensaje. Si no trae un mensaje, pues no es un mensajero:

*“La segunda cosa es la voz de la resurrección.”*

Si es una voz, tiene que estar hablando algo, y lo que tiene que estar hablando tiene que ser lo que corresponde para ser hablado para que ocurra la resurrección. Dice que la segunda cosa es la Voz de la Resurrección, o sea, la Voz de Arcángel es la Voz de la resurrección:

*“Es la misma voz de la resurrección. Es la misma voz que encontramos en Juan 11:38-44, la cual llamó a Lázaro del sepulcro. Tenemos pues la preparación de la Novia...”*

Lo cual viene ¿con qué? Con la Aclamación, que es un mensajero, un profeta con un mensaje llamando y preparando la Iglesia, un mensaje que precursa la Segunda Venida de Cristo.

Ese mensaje lo trajo el reverendo William Branham, el mensaje precursor de la Segunda Venida de Cristo: un mensajero con un mensaje, con el mensaje que precursa la Segunda Venida de Cristo. Por eso le fue dicho: “Tu mensaje introducirá a Cristo al mundo, precursará la Segunda Venida de Cristo.”

Y ahora, la segunda cosa es la Voz de Arcángel. Un Ángel es un mensajero, porque la palabra Ángel significa: Mensajero.

Y ahora, encontramos que cuando se nos dice un Ángel, es un mensajero; y cuando se nos dice un Arcángel, es un mensajero también, con un mensaje también; su mensaje viene a ser la Voz de la Resurrección.

Ahora, cuando se nos dice de un mensajero Arcángel, Voz de Arcángel ya es un mensajero dispensacional.

¿Quién fue y en dónde fue reflejada la Voz de Arcángel? Cuando Cristo fue a resucitar a Lázaro de entre los muertos.

¿En qué tiempo fue? Al cuarto día, porque le fue dicho a Jesús, cuando Él dice: “Quita la piedra.” Marta le dice: “Señor, hace cuatro días que murió, ¡hiede!” Y Él le dice: “¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?”

Es un asunto de creer lo que la Voz de Cristo —que allí es la Voz de la Resurrección— está diciendo. Y le dice, le había dicho Cristo a Marta en ese mismo capítulo 11, verso 21 al 27: “Lázaro tu hermano, resucitará.” Marta le dice: “Yo sé que resucitará en la resurrección en el Día Postrero.” Eso estaba correcto y es una promesa.

Y recuerden que allí se está reflejando lo que será la Voz de la Resurrección en el Día Postrero y lo que será la resurrección de los muertos en Cristo.

Y recuerden, hay resurrección física que va a ocurrir, de los creyentes que murieron físicamente, y hay resurrección espiritual. Siempre encontraremos que viene una resurrección espiritual la cual no la perciben muchas personas.

Por ejemplo, la Escritura dice: “Despiértate tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo,” pero no le está hablando a los muertos físicos, le está hablando a muertos espirituales, que perdieron... que no tienen la vida eterna que cuando Adán pecó, murió a la vida eterna ese mismo día, y Eva también; y por consiguiente, toda la descendencia de Adán y Eva están muertos, están muertos a la vida eterna; y son llamados de etapa en etapa por la Voz de Dios, la Voz de Cristo; y cuando despiertan, eso es un despertamiento espiritual: Despiertan a la vida eterna al recibir a Cristo como Salvador, ser bautizados en agua en Su Nombre y recibir el Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo, y obtener así el nuevo nacimiento, nacer a la vida eterna. Eso es un despertamiento a la vida eterna. Despierta a la vida eterna y, por consiguiente, resucita a la vida eterna, el alma de la persona.

También esto para Israel, por cuanto Dios trata con Israel como nación (eso lo veremos más adelante). En la actualidad Israel ha nacido como una nación libre y soberana (eso es una resurrección también como nación), pero va a nacer o a resucitar como nación, como una nación en el Reino de Dios, en el Reino del Mesías que será, que nacerá como la nación que nace en el Reino de David, “nacerá una nación en un día (Día Postrero).”

Vamos a ver si esa es una promesa divina. Y recuerden que todo lo que pasará en la Iglesia se refleja en Israel, en Israel como nación, Oseas, capítulo 5, verso 15 dice:

*“Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán.”*

O sea, que será en un tiempo de angustia, la angustia de Jacob... ¿De Jeremías, capítulo 30 es? Jeremías, capítulo 30, nos habla de esa angustia de Jacob.

(Cuando lo tengas, el versículo, el pasaje completo, me lo pasas, Miguel, si me haces el favor).

Ya llevamos 41 años trabajando en la Obra del Señor, brazo a brazo, desde el año 1971; y comenzamos trabajando juntos en la República Mexicana. ¿Así fue, Miguel? ¿Salimos del colegio “Luis Alarcón” fue? ¿En México? En México. De ahí salimos viajando y todavía continuamos viajando.

Sigue diciendo en...

Ahora vean, ¿tienen la Escritura? Capítulo 30 de Jeremías nos habla de una apretura por la cual pasará: Capítulo 30, verso 23 al 24 de Jeremías, dice:

*“He aquí, la tempestad de Jehová sale con furor; la tempestad que se prepara, sobre la cabeza de los impíos reposará.*

*No se calmará el ardor de la ira de Jehová, hasta que haya hecho y cumplido los pensamientos de su corazón; en el fin de los días entenderéis esto.”*

O sea, algo que es para comprender en este tiempo final. Y el 31 dice:

*“En aquel tiempo, dice Jehová, yo seré por Dios a todas las familias de Israel, y ellas me serán a mí por pueblo.”*

¿Por qué? Porque va a ser restaurada a Israel las tribus perdidas. Es el tesoro perdido o escondido de San Mateo, capítulo 13, verso 44 al 45 por ahí.

Hay más lugares por ahí que hablan acerca de esa apretura de Israel... En el capítulo 13 nos habla de la restauración, del regreso de Israel; después ustedes pueden leer ese pasaje completo, y comprenderán mejor; pero ahora veamos, aquí nos habla también: Capítulo 6 de Oseas, verso 1 en adelante, dice:

*“Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.”*

Todo eso con relación a todos esos tiempos de persecución, de apretura y muerte por las cuales ha pasado el pueblo hebreo:

*“Nos dará vida después de dos días…”*

Y un día delante del Señor es como mil años, y mil años como un día: Salmo 90, verso 4 y Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8.

*“...después de dos días* (o sea, después de dos mil años, porque un Día delante de Dios es como mil años)*; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.”*

Una resurrección como nación y también va a incluir no solamente la parte política, sino la parte espiritual.

*“Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová* (o Elohim o Adonai)*...”*

Zacarías, capítulo 14, verso 9, nos dice: *“En aquel día Jehová será uno, y uno Su Nombre.”*

Y también nos dice Habacuc, capítulo 2, verso 14: *“Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.”*

Y también Isaías, capítulo 11, verso 9, nos dice lo mismo.

Por lo tanto, va a ser llena la Tierra del conocimiento de la gloria del Dios de Israel, van a conocer a Dios y van a recibir una restauración como nación y una restauración espiritual también, y van a recibir un avivamiento.

En el campo espiritual la reunión de los huesos secos de Ezequiel, capítulo 37, verso 1 al 14, es también un avivamiento; para lo cual Israel tiene la promesa de los Dos Olivos de Zacarías, capítulo 4, versos 1 al 14, y Apocalipsis, capítulo 11, versos 2 al 7 o al 14.

\[Oseas 6:3\]

*“...Como el alba está dispuesta su salida...”*

Como el alba, como la mañana, como el amanecer. Y eso concuerda… o el cántico que tuvimos, el último: “Por el Este ya se ve una luz aparecer,” concuerda con esa promesa.

El mismo Sol que estuvo allá y dijo: “Yo soy la Luz del mundo,” ha estado recorriendo desde Israel, allá en el Medio Oriente (el Este), Asia Menor, Europa, el continente americano, Norteamérica primero, y la América Latina y el Caribe.

La parte del continente americano, el Oeste, es la parte donde surgió en Norteamérica la bendición. Y encontramos también que el Caribe y toda Suramérica, vean ustedes, es la parte... es parte del continente americano.

Del continente americano es que después pasa a Israel. Como los judíos trajeron el Evangelio a los gentiles, allá, pues en la casa de Cornelio, Pedro llevando el Evangelio y también San Pablo llevando el Evangelio a los gentiles en Asia Menor. O sea, que San Pedro y San Pablo son tipo y figura de los Dos Olivos, de los ministerios de Moisés y Elías; y vean, ellos siendo judíos y habiendo estado bajo la Ley, después pasan a la Dispensación de la Gracia y predican el Evangelio de Cristo a judíos; y de los judíos pasa el Evangelio a los gentiles.

Hubo un entrelace dispensacional en aquel tiempo, el entrelace de la Dispensación de la Gracia con la Dispensación de la Ley. Para este tiempo final es el entrelace de la Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia, y por consiguiente el Evangelio del Reino se entrelaza con el Evangelio de la Gracia, el Evangelio de Cristo.

Recuerden que Pedro y Pablo eran del mensaje de la Ley y de la Dispensación de la Ley, y pasaron a la Dispensación de la Gracia; y luego tenían el mensaje de la Dispensación de la Gracia pero eran conocedores del mensaje de la Dispensación de la Ley.

Un mensajero dispensacional primeramente está en la dispensación y el mensaje de la dispensación con la cual el nuevo mensaje y nueva dispensación se va a entrelazar, si no, no puede hacer el entrelace Dios por medio de ese mensajero.

Solamente los mensajeros dispensacionales son los que hacen entrelaces dispensacionales; o sea, Dios por medio del Ángel del Pacto a través de esos mensajeros, porque ellos de sí mismos no son los que hacen esa labor, sino Dios por medio del Espíritu Santo, del Ángel del Pacto, o sea, por medio de Cristo, el Ángel del Pacto manifestado en Espíritu Santo en esos mensajeros dispensacionales. Y siempre anuncian bendiciones y también juicio divino, y siempre son profetas, profetas dispensacionales.

\[Oseas 6:2\]

*“...En el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.*

*Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida...”*

Como la mañana, así está dispuesta la salida.

Y en Malaquías, capítulo 4, verso 2, dice: “Mas a los que temen mi Nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación.” Para Israel como nación así va a ser, y para la Iglesia del Señor Jesucristo bajo la Voz de Arcángel, la Voz de la Resurrección.

*“...y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.”*

Y ahora, estos términos, vean cómo muestra la Venida del Señor ya para el Día Postrero, cómo muestra la Voz de Arcángel; de lo cual el reverendo William Branham dice que Cristo descendiendo hace las tres cosas: Aclamación, Voz de Arcángel y Trompeta de Dios. Es una obra de Cristo.

Y ahora, leamos lo que dice el reverendo William Branham acerca de esta Voz de la Resurrección, que ya les dije que es la misma Voz que resucitó a Lázaro, y por consiguiente el mismo Cristo. Dice libro de *“Citas,”* página 48, párrafo 417, dice:

*“La misma voz que llamó a Juan que subiera...”*

Ahora vean, es la misma Voz que llama a Juan en Apocalipsis, capítulo 4 también, que le dice: “Sube acá.”

*“La misma voz que llamó a Juan que subiera, la misma voz que dijo a Juan, ¡Sube acá!, es la misma voz que llamará a la Iglesia algún día. ¡Amén! Llama la Iglesia también, la misma voz que llamó a Juan que subiera es la misma voz que llamó a Lázaro de la tumba. Esa misma voz del Arcángel. Cristo es la voz del Arcángel, la voz del Arcángel. ¿Ve? Oh, esa voz de trompeta de Cristo llamó a Juan que subiera. La misma voz llamó a Lázaro en el sepulcro de Lázaro. El habló con fuerte voz... esa misma voz dijo a Juan: ‘¡Sube acá! Yo te enseñaré unas cosas que han de suceder.’ Esa misma voz sonará cuando los muertos en Cristo resuciten, porque la trompeta, la trompeta... ¿Qué es una trompeta? la voz de Cristo: el mismo que dijo: ¡Sube acá!”*

Ahora vean, la Voz de Arcángel es la Voz de Cristo hablándole a Su Iglesia, es la Voz de Cristo que resucitará a los muertos creyentes en Él, de edades pasadas y algunos de nuestro tiempo que han partido, algunos que han partido y los cuales regresarán; a ellos será a los que conoceremos, porque los del tiempo de San Pablo ¿cómo los vamos a conocer si no vivimos en ese tiempo? Pero si resucita un familiar nuestro, un amigo o una amiga o alguna persona que conocíamos, o un joven, una joven, y nos dice: “Ya estoy aquí de regreso,” y como sabemos que van a resucitar en cuerpos glorificados, que son cuerpos jóvenes que representarán de 18 a 21 años de edad, pues no vamos a tener problema para comprender que nos están diciendo la verdad.

No vamos a tener el problema que tuvieron los apóstoles y los creyentes en Cristo cuando Cristo resucitó, que no lo conocían, habiendo estado con Él en Su ministerio por tres años y medio, y otros habían estado muchos años anteriores al comienzo de Su ministerio y ahora no lo conocían.

Y si las personas piensan en la misma forma, quizás, que pensaban ellos, que al resucitar sería y se vería igualito a como se fue, igualito a como lo vieron por última vez, pues entonces no veremos, no entenderemos ni comprenderemos cuando aparezcan los creyentes que resucitarán y nos digan: “Ya estamos de regreso.”

En la resurrección, para los creyentes en Cristo es en cuerpos glorificados, jóvenes, eternos, inmortales, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo; y es interdimensional, no habrá límites para ese cuerpo.

Y ahora, se necesitan estas tres cosas que sean cumplidas: Aclamación, Voz de Arcángel y Trompeta de Dios, y entonces los muertos en Cristo resucitarán primero y los que vivimos seremos transformados.

Vimos que la Aclamación es un mensajero en la Tierra, lo leímos aquí en la página 169, párrafo 1507:

*“La aclamación es un mensajero preparando a la gente. La segunda cosa es la voz de la resurrección. Es la misma voz de la resurrección. Es la misma voz que encontramos en Juan 11:38-44, la cual llamó a Lázaro del sepulcro.”*

Y ahora, podemos ver que la Voz o **la Aclamación** es la misma de San Mateo, capítulo 25, verso 10 al 13 \[6\]:

*“Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!”*

Lo cual se cumplió por medio del ministerio del Espíritu Santo a través del reverendo William Branham. Pero dejó Dios dos grandes bendiciones para nuestro tiempo:

**La Voz de Arcángel**, que es la Voz de Cristo, que es la Voz de Arcángel, Cristo hablándole a Su Iglesia en este tiempo final y preparándola para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos.

Y luego **la Trompeta de Dios** tiene que estar representada y tiene que ver con Levítico, capítulo 23, verso 24: la Fiesta de las Trompetas, que está ligada a Israel, se refleja con la Iglesia del Señor Jesucristo, pero en su materialización para Israel está ligada a los ministerios de los Ángeles del Hijo del Hombre enviados en San Mateo, capítulo 24, verso 31 donde dice:

*“Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos...”*

Y para la Iglesia, para rapto o arrebatamiento, para ir a la Cena de las Bodas del Cordero. Y no vamos a explicar mucho por el momento, de esas dos partes que quedan.

Recuerden que estas promesas son para la Iglesia, e Israel va a recibir también bendición. Israel es llamado bajo la Fiesta de las Trompetas en el Día Postrero, en donde la Séptima Trompeta corresponde a Moisés y Elías, los Dos Olivos llamando a Israel y juntándolos.

Por eso es que no han podido convertir al pueblo hebreo a Dios en la forma en que el cristianismo ha querido hacerlo, ¿por qué? Porque es por medio de esta Trompeta de Dios en donde se cumplirá la Fiesta de las Trompetas, la cual fiesta que se celebra, llamada también el año nuevo, o sea, el año nuevo para Israel; el año nuevo secular es señalado en la fiesta de las trompetas, pero ahí es donde se está ligado a la proclama del juicio divino para la humanidad; bajo el mensaje que es dado a conocer ahí, se revela el día de venganza del Dios nuestro.

Dice poco ahí en la Escritura de la Fiesta de las Trompetas; y ahí hay un misterio grande y tiene que ver con el juicio divino, donde se dará a conocer quiénes van a morir y quiénes van a vivir para entrar al Reino del Mesías, y se dará a conocer naciones que van a dejar de existir y naciones que van a continuar existiendo, que van a entrar al Reino del Mesías.

Eso, el mismo Cristo lo dice en la parábola allí, donde dice, capítulo 25 de San Mateo, verso 31 al 46 donde dice: “Cuando el Hijo del Hombre se siente en el Trono de Su gloria,” dice que “juntará a las naciones como el pastor junta, reúne las ovejas y coloca las ovejas a su derecha y los cabritos a la izquierda,” y ahí viene el juicio del Mesías sobre las naciones: Unas serán echadas al fuego y otras entrarán al Reino del Mesías.

Naciones que se levanten en contra de Israel tendrán graves problemas en ese tiempo, naciones que se han puesto a favor del bienestar y de la existencia de Israel, tendrán bendiciones. Pero eso lo vamos a ver más adelante, y cuando se abra esa Trompeta de Dios para Israel, Israel lo va a recibir, va a recibir el mensaje; y vienen Sus Ángeles “con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos.” San Mateo, capítulo 24, verso 31.

Y eso va a ser sencillo, porque cuando llegue el tiempo para Dios cumplir lo que Él prometió, es sencillo; y lo que han tratado por miles de años, de hacer que se cumpla, Dios lo va a cumplir en el momento correspondiente en forma sencilla.

La misma luz que por el Oeste se manifiesta y luego se esconde, será la misma luz que por el Este va a salir; por lo tanto, lo que van a ver ellos, lo van a ver los creyentes en Cristo en el Día Postrero. ¿Dónde? En el Oeste. Y ellos lo verán luego, los del Este lo verán luego, verán la Luz del Oeste revelada para el Este también.

Cuando vean a Cristo viniendo por Su Iglesia, por Su Novia, ellos dirán: “Este es el que nosotros estamos esperando,” y entonces la Luz del Oeste va a ir para el Este; pero recuerden que Él viene por Su Novia, por Su Iglesia, ahí es donde lo van a ver, ahí en esa Tercera Etapa; y ya ustedes conocen que está ligada al cumplimiento de la Visión de la Carpa todo eso, y todo eso se va a hacer una realidad en la etapa final, en la etapa que corresponde al cuarto día de la resurrección de Lázaro.

¿Y cómo vamos a encontrar el cuarto día? Bueno, edad luterana: primer día, edad wesleyana: segundo día, edad pentecostal: tercer día, y Edad de Piedra Angular: cuarto día. No ocurrió en el primer día (la edad luterana), ni en el segundo día (la edad wesleyana), ni en el tercer día (la edad pentecostal); por lo tanto, solamente queda el cuarto día: la Edad de la Piedra Angular, para la resurrección de los creyentes en Cristo que partieron y para la resurrección de Israel como nación en el Reino de Dios, el Reino del Mesías. En el Reino de Dios es que será restaurado.

Bueno, vimos así a la ligera las tres. Les dije que no las íbamos a tocar, que no íbamos a hablar acerca de esto, sino así por encima nada más, alguna cosa; pero con lo que hemos escuchado yo creo que es suficiente para saber que hay una bendición grande para los creyentes en Cristo y también para el pueblo hebreo.

Ahora, cuando usted va a un supermercado o va a un lugar de venta de autos o va a algún lugar, y ve algo y dice: “Esto era lo que yo estaba buscando,” ¿qué trata usted? Si es un negocio y tiene dinero, va a tomarlo, pagarlo en la caja y se lo va a llevar.

Vigilen eso, porque el reverendo William Branham dice que cuando los judíos vean a Cristo viniendo por Su Iglesia-Novia, ellos dirán: “Este es el que nosotros estamos esperando,” el que están buscando.

Así que, va a haber un acercamiento, porque para ellos verlo, van a acercarse. Va a ser la misma experiencia de Jacob con el Ángel que le apareció, y Jacob luchó con él y no lo soltaba hasta que el Ángel lo bendijera; y cuando el Ángel ya lo bendijo, cambiándole el nombre, entonces vean, vino a ser un hombre nuevo, otra persona, Israel vino a ser - Jacob vino a ser Israel, ya tenía ahí la bendición de Dios por medio del Ángel para poderse enfrentar a su hermano Esaú que venía a matarlo.

Pero ¿a quién, Esaú dijo que iba a matar? A Jacob, pero ahora cuando aparece Esaú, se encontró con otro que no era el que él iba a matar, se encontró con Israel, un príncipe de Dios, uno que tenía la bendición de Dios, uno que había sido cambiado, uno que se había encontrado con el Ángel y había recibido por medio de la Palabra hablada del Ángel, la bendición divina.

Recuerden también que cuando los hermanos de José se encontraron con José fue en territorio gentil, fue para el Oeste de Israel o Suroeste. Así que, todas estas cosas tenemos que tenerlas en cuenta. Lo encontraron hablando otro idioma, ni sabían que era él hasta que él se reveló a ellos.

Bueno, hemos platicado una plática acerca de las tres cosas que Cristo descendiendo hace en el tiempo final: Aclamación, Voz de Arcángel y Trompeta de Dios.

Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final y los prospere espiritualmente y materialmente, y muchas almas vengan a los Pies de Cristo en vuestras congregaciones. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Bueno, ya podemos tener nuevamente al reverendo Miguel Bermúdez Marín, ya que hay también otras actividades, así que Dios les continúe bendiciendo a todos y nos continuaremos viendo hasta por la noche el día de hoy, o sea, que el día de hoy va a ser bien aprovechado. Que Dios les bendiga y les guarde.

**“VOZ DE ARCÁNGEL.”**