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El Dios proveedor 2011-07-19 1 Buenos Aires AR 00:00:00 false true

Muy buenos días, ministros compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo nuestro Salvador; es para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión aquí en la Argentina, Buenos Aires, Argentina, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para lo cual leeremos unas Escrituras en Romanos, capítulo 8, versos 31 al 32, donde nos dice Dios por medio de Su Espíritu a través de San Pablo. Vamos a comenzar un poco antes, verso 28 al *39, dice:

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Como está escrito:

Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;

Somos contados como ovejas de matadero.

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Tomamos este verso, este pasaje del capítulo 8, verso 31 al 32, y de ahí tomamos estas palabras:

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”

EL DIOS PROVEEDOR.”

Dios había prometido proveer, proveer sacrificio o proveer el sacrificio para el pecado, para ser quitado el pecado; y por cuanto Dios sabía que no había ninguna persona digna para ser el sacrificio por el pecado del ser humano... porque tenía que venir a realizarse un sacrificio perfecto, porque los sacrificios que se efectuaban allí en el Antiguo Testamento no eran perfectos; lo primero, porque eran hechos con animalitos, y ninguno de los animalitos era a imagen y semejanza de Dios; y por consiguiente tampoco era a imagen y semejanza del ser humano, pues los animales tienen cuerpo y tienen espíritu pero no tienen alma, y por consiguiente, el espíritu del animalito no puede venir al creyente que ofrecía esos sacrificios, que creía en esos sacrificios. Tenía que venir un sacrificio, efectuarse un sacrificio perfecto con algo que fuera a imagen y semejanza de Dios; y todos los seres humanos habían pecado al pecar Adán y Eva.

Es como cuando encontramos que en una semilla o en una planta se mete una plaga, después las semillas, el fruto ya tiene problema. Y usted siembra una semilla de ese árbol que fue contaminado con una plaga, ¿y qué va a ser el fruto? Pues un fruto contaminado.

Y así fue con Adán y Eva: Fue contaminado el ser humano allá con el pecado, y por consiguiente el fruto luego ya venía con el problema del pecado, y se efectuaban sacrificios de animalitos para cubrir el pecado en lo que llegaba un sacrificio perfecto, en lo que llegaba una semilla perfecta. Recuerden que Cristo dijo: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, él solo queda; pero si cae en tierra y muere, mucho fruto lleva.” Siendo el Hijo de Dios, ¿qué fruto sería el que traería? Hijos e hijas de Dios.

Y ahora, Él es el grano de trigo perfecto, la simiente de Dios, Él es la imagen y semejanza de Dios. En Su cuerpo angelical llamado el Ángel del Pacto, Él es la imagen de Dios, esa es la imagen de Dios.

Recuerden, vean aquí: Hebreos, capítulo 1, verso 1 en adelante, dice:

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,

en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;

el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia...”

¿Quién es y cuál es la imagen misma de la sustancia divina? Jesucristo en Su cuerpo angelical. Él es el Ángel del Pacto, Él es el que le dio la Ley al pueblo hebreo en el monte Sinaí a través del profeta Moisés; por eso Él podía decir: “Antes que Abraham fuese, Yo soy.” (San Juan, ¿capítulo qué? Capítulo, 8 versos 56 al 58).

Y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”

Y ahora, por medio de Sí mismo se llevó a cabo la purificación de nuestros pecados. Él mismo llevó a cabo la purificación de nuestros pecados, y vino a ser el Sacrificio perfecto tipificado en el sacrificio que Abraham efectuó con un corderito o macho cabrío que apareció para ser sacrificado en lugar de Isaac.

Isaac fue, en la mente y el corazón de Abraham, sacrificado, pero físicamente su cuerpo físico no fue sacrificado, el Ángel lo detuvo, lo iba a sacrificar, lo detuvo; aun si lo hubiera hecho no hubiera quitado los pecados de la humanidad; pero es tipo y figura de Cristo, el cual Dios lo colocaría como el Sacrificio de Expiación por los pecados del ser humano. Por eso Dios luego le provee a Abraham un animalito para ocupar el lugar de Isaac y ser sacrificado a Dios; por lo tanto, aquel animalito representa también a Cristo que sería sacrificado.

Y vean, en el monte de Dios, el monte Moriah, el monte donde Abraham sacrificó en su corazón a Isaac, en su mente, para él ya era un caso resuelto; por eso Dios juzga las intenciones del corazón. Si no lo detiene el Ángel, lo hubiera hecho, ya dentro tenía la intención, y ya lo había hecho todo dentro allá en su mente, en su corazón, ahora le faltaba físicamente.

Y entonces, le fue dado un animalito, Dios creó allí un animalito; no estaba pero apareció, Dios lo creó para que Abraham lo sacrificara; tipo de Cristo: Un hombre perfecto no aparecía en la Tierra, descendiente de Adán, pero Dios por medio de Su Espíritu hizo sombra sobre la virgen María y trajo a existencia un cuerpo que fue creado en el vientre de María, una célula; y célula sobre célula formó ese cuerpo el cual tenía vida eterna. Pero al ser colocados los pecados de todos los seres humanos en Él, y Él aceptarlos, Dios ahí puso sobre Jesús todos los pecados del ser humano.

Él tomó nuestros pecados, y como tenía que ese día efectuarse la muerte de todos los seres humanos... así como en Egipto en la noche de la pascua tenían que morir todos los primogénitos.

¿Y cómo escaparían los primogénitos del pueblo hebreo? Pues por medio de la sangre aplicada de un corderito de un año, que habían separado el día diez, y el día catorce lo sacrificaron y colocaron la sangre, cada padre de familia colocó la sangre del corderito que había sacrificado (cada padre de familia), la colocó sobre el dintel y los postes de sus hogares; Dios había prometido que la muerte no entraría a ese lugar, el ángel de la muerte no entraría a ese lugar que tuviera la sangre aplicada, y por consiguiente la muerte de los primogénitos que estaban en ese lugar no ocurriría. Podía ser primogénito el papá y podía ser primogénito un hijo también, y si estaba el abuelo y era primogénito, también.

Así que, vean ustedes, creyendo lo que Dios había dicho, lo cual era tipo y figura de un Sacrificio que vendría más adelante; por eso tenía ese valor delante de Dios. El valor estaba en lo que significaba, porque de por sí no había valor en un animalito y en la sangre de un animalito, valor redentivo; pero por cuanto iba ese animalito... vean, los demás podían morir, los demás animalitos, pero ése que era elegido para ser el corderito que se sacrificaría y se usaría la sangre para colocarla en el dintel y los postes de los hogares, ése corderito tenía valor redentivo, tipológico, que representaba al Mesías como el Sacrificio de Expiación por los pecados del ser humano.

Y era un privilegio grande para un animalito; el animalito más privilegiado de todos era ése, porque ése era el tipo y figura de Cristo. Y de seguro vamos a ver cada animalito de esos en el Reino del Mesías. ¿Y por qué decimos eso? Si el caballo del reverendo William Branham y el perrito del reverendo William Branham él lo vio en el Paraíso... no que vio el cuerpo físico de carne que tenía en la Tierra, sino el cuerpo espiritual, el espíritu.

Hay que saber entender que, en el Paraíso, cuerpo de carne no existe, sino cuerpo espiritual, parecido al cuerpo físico de acá pero de otra dimensión. Eso es lo que no entendió una persona que le escribió al reverendo William Branham que allá en el Cielo no hay animales; de carne no, sino de cuerpo espiritual; pero él no comprendió eso y por eso criticó al reverendo William Branham; pero esos animalitos van a venir para tomar cuerpo también físico y van a estar en la Tierra. Es que lo que se ve, es hecho de lo que no se veía.

¿De dónde vino el espíritu de los animales que están acá en la Tierra? De otra dimensión. Bueno, usted quiere que todos los animales sean buenos, pues traiga el espíritu del Paraíso, de una dimensión buena. Animales malos, pues el espíritu, pues viene de otra dimensión. Tan sencillo como eso. Así que va a ser resuelto el problema de los animales salvajes, después no van a ser salvajes, es sencillo; no hay otra forma más sencilla que esa.

Como para las personas. El espíritu de las personas en la Tierra reciben un cambio, hay un cambio en el interior. Dice la Escritura: “Yo le pondré un espíritu nuevo.” Y si es un espíritu nuevo del Cielo, del Paraíso, entonces cuando la persona muere pues va al lugar de donde es ese espíritu; y el que no recibe ese cambio, esa transformación, esa adopción espiritual, entonces no tiene un espíritu, no ha recibido un espíritu de la dimensión del Paraíso, de la sexta dimensión, no ha recibido el Espíritu Santo, el espíritu de la sexta dimensión; y por lo tanto, no puede ir a esa dimensión, porque la persona va a la dimensión de la cual es el espíritu que recibe. Por eso viene el Espíritu Santo, produce el nuevo nacimiento en la persona.

Recuerde que la persona cuando nace recibe un espíritu y es un espíritu del mundo, por eso tiene que nacer de nuevo para recibir un espíritu del Cielo, de la sexta dimensión, para así entrar al Reino de Dios, entrar a ese Reino de esa sexta dimensión, los cuales luego vendrán; mueren, pero van a esa dimensión; luego vendrán a la Tierra para tomar un cuerpo físico, glorificado e inmortal: no morirán más.

Y ahora, podemos ver que hay algo grande. Todo eso está en el Programa de Dios. ¿Cuántos años lleva eso en la mente de Dios, en el Programa de Dios? Eternamente, porque los pensamientos de Dios son eternos.

Cualquier persona puede pensar: “Bueno, Dios va a pensar algo ahora.” No, ya no... Sus pensamientos son eternos. ¿Y qué es entonces lo que Dios hace? Materializando Sus pensamientos. Él pensó en cada uno de nosotros eternamente, desde antes de la fundación del mundo.

Por eso es que las personas se preguntan: “Bueno, ¿antes del Big-Bang o antes de la Creación, qué había?” Dios. “¿Y qué hacía Dios?” Pues estaba Él programando lo que Él iba a hacer. Él tuvo pensamientos, y si tuvo pensamientos, entonces, pues tiene que materializarlos.

Así que Él sabía todas las cosas, en Él estaba el que yo estuviera aquí hoy con ustedes. Y no estaba programado, aparentemente, pero por Dios sí. Y después se hizo un programa para estar acá con ustedes, incluirlos en este recorrido. ¿De dónde salió esto? Pues de Dios, eternamente estaba así ya programado.

Las cosas no ocurren por casualidad, aunque aparentemente es una casualidad; pero no es una casualidad. Para Dios no hay casualidad, para Dios no hay casualidades: Él dirige Su Programa, y como estamos en Su Programa, estamos dirigidos por Dios, dirigidos por el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo; y el espíritu que hemos recibido de parte de Cristo concuerda con el Espíritu de Cristo, y somos guiados por el Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo.

Él nos guiará, dijo Cristo que vendrá el Espíritu Santo y Él nos guiará a toda justicia y a toda verdad, “y les dará a conocer las cosas que han de venir.” Dice: “También tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar, pero cuando venga el Espíritu Santo (o sea, el Espíritu de verdad, el Espíritu Santo) Él os enseñará todas las cosas, y os hará saber todas las cosas que han de venir, y os guiará a toda justicia y a toda verdad.” Se los estoy diciendo acá en estas palabras, pero vamos a leerlo para que lo tengan claro: Capítulo 16 de San Juan dice, verso 12 en adelante:

Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”

Ahora, ¿de dónde va a oír todas las cosas que Él va a hablar? Y dice que va a dar a conocer y hará saber las cosas que habrán de venir. Así que el profeta es el Espíritu Santo, pero a los hombres que usa para traer esas profecías son llamados profetas; hombres que ven donde y lo que otros no pueden ver. Lo que las demás personas no pueden ver ni escuchar, esas personas llamadas profetas, escuchan la Voz de Dios en otra dimensión y ven donde otros no pueden ver, en otras dimensiones.

Ahora, ¿de dónde oye Él (el Espíritu Santo)? Vamos a ver, porque dice Cristo:

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad (a toda la verdad divina; y esa verdad divina es: ASÍ DICE EL SEÑOR), porque no hablará por su propia cuenta...”

¿Y por qué el Espíritu Santo no habla por su propia cuenta? Recuerden que el Espíritu Santo es el Ángel del Pacto, el cuerpo angelical de Dios, el cual es Cristo en Su cuerpo angelical.

En Primera de Corintios, capítulo 2, verso 6 en adelante, dice:

Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.

Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,

la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.

Antes bien, como está escrito:

Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,

Ni han subido en corazón de hombre,

Son las que Dios ha preparado para los que le aman.

Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.”

¿Y de dónde escucha el Espíritu Santo, el Ángel del Pacto? De Dios. Aun lo profundo de Dios lo escudriña. ¿De dónde busca el Espíritu Santo, el Ángel del Pacto, Cristo en Su cuerpo angelical, de dónde busca todas esas cosas que Él ha prometido dar a conocer a los creyentes en Él? De Dios, de lo profundo de Dios Él trae toda esa revelación para los que aman a Dios, por medio de Cristo. Por eso Cristo decía también que Él no hablaba nada, sino lo que oía del Padre.

Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? (sino el espíritu del hombre que está en él). Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino (sino ¿quién?) el espíritu de Dios.”

El Espíritu de Dios es el único que conoce las cosas de Dios. ¿Y las cosas profundas de Dios? El Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, el Ángel del Pacto, Cristo en Su cuerpo angelical es el que las conoce, así como nadie conoce las cosas del hombre, de la persona, sino el espíritu del hombre que está en el hombre, en el ser humano.

Y ahora, las da a conocer, ¿a quién? A Su Iglesia, y por eso para darlas a conocer a Su Iglesia, pues usa diferentes hombres. Por ejemplo, tenemos a San Pedro al cual Dios usó por medio de Su Espíritu, tenemos a los otros apóstoles a través de los cuales Dios habló, pero el líder de ellos allá era San Pedro entre los judíos, y para los gentiles levantó a San Pablo, le dio la revelación divina de la Palabra, el mensaje para la Dispensación de la Gracia para el cristianismo. Y vean, Pablo dice que lo que él aprendió, lo que él sabía, no lo recibió de hombre alguno. ¿De dónde lo recibió? Del Espíritu de Dios.

Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,

lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.”

Y ahora, las que enseña el Espíritu a San Pablo, San Pablo las enseñó a la Iglesia; por eso tenemos las cartas de San Pablo enviadas a las Iglesias.

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.

Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”

Así que, podemos ver que es el Espíritu Santo, el cual sabemos que es Cristo en Su cuerpo angelical o cuerpo angelical de Cristo, y es por medio de ese cuerpo angelical llamado también el Verbo que era con Dios y el Verbo por el cual fueron hechas todas las cosas; y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros los seres humanos, y fue llamado Jesús (eso está en San Juan, capítulo 1, verso 1 al 18). También dice: “A Dios nadie le vio jamás,” y los que decían que habían visto a Dios, lo que vieron fue el cuerpo angelical de Dios, vieron a Cristo en Su cuerpo angelical. Y dice: “El Unigénito Hijo que está en el Seno del Padre Él le declaró, le ha dado a conocer.”

Cristo en Su cuerpo angelical era el que daba a conocer, revelaba a Dios; Dios estaba revelado desde el Génesis hasta Juan el Bautista en y con Su cuerpo angelical, y luego aparece vestido de carne humana. Eso es lo que nos enseña Malaquías, capítulo 3, cuando dice que envía a Su mensajero delante de Él, y luego “vendrá a Su Templo el Señor (o sea, Dios el Padre) y el Ángel del Pacto a quien deseáis vosotros,” dice. ¿Ven? O sea, que viene Dios con Su Ángel del Pacto, viene Dios con Su cuerpo angelical a Su templo, Su templo humano, que es el velo de carne que nació a través de la virgen María; y entonces aparece en Su templo humano y ahí está Dios en toda Su plenitud.

La plenitud de la Divinidad moró en Jesús. Ése es el misterio de Dios, el Padre y de Cristo, de Colosenses, capítulo 2, verso 2 al 3, y tenemos ahí el misterio de Dios, el Padre y de Cristo, lo tenemos ahí en un velo de carne llamado Jesús. Por eso decía Cristo: “El Padre que mora en mí, Él hace las obras.” Y también decía: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido.” Y comienza a enumerar las cosas por las cuales había sido ungido, ahí en San Lucas, capítulo 4, citando el pasaje de Isaías, capítulo 61; y luego se detiene en ese mismo capítulo 61 en el verso 2, se detiene cuando dice:

...a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová...”

Y ahí se detuvo, no continuó leyendo, ahí hubo una coma (,); y la continuación de esa lectura, de ese pasaje, de ese verso 2, decía: “Y el día de venganza del Dios nuestro.” Porque el día de venganza será predicado en este tiempo final, corresponde a la Segunda Venida de Cristo la predicación del día de venganza. Y el día, el año de la buena voluntad, corresponde a la Primera Venida de Cristo. Por lo tanto, Jesucristo, Jesús sabía, conocía lo que se iba a cumplir en su tiempo.

La Primera Venida de Cristo está ligada a las primeras cuatro fiestas del pueblo hebreo. Tenemos ahí la Pascua, tenemos unas cuantas fiestas ahí: la Pascua, los Panes sin levadura, las Primicias y Pentecostés; todo eso está ligado a la Primera Venida de Cristo; pero ya la fiesta de las Trompetas, eso es para este tiempo.

El Día del perdón para el pueblo hebreo, para ellos comprender, es para este tiempo, porque llevan dos mil años y no han comprendido —Israel como nación— ese misterio. Aunque el Sacrificio de Cristo, la muerte de Cristo, cumple la fiesta del Día del Perdón, el Día de la Expiación, pero recibir la revelación Israel, eso va a ser para este tiempo final; ahí es que ellos llorarán, se separarán y todas esas cosas, dándose cuenta lo que pasó.

Lo mismo que pasó con José cuando él se reveló a ellos: se dieron cuenta que el que ellos habían vendido, su hermano, no estaba muerto. Y Jacob luego lo vio y se dio cuenta que estaba vivo; estuvo pensando por muchos años que estaba muerto pero estaba vivo; tipo y figura de Cristo siendo vendido, siendo crucificado y luego siendo resucitado, y luego sentado a la Diestra de Dios. Todo eso va a ser después comprendido en cierto momento.

Pero todo eso está ligado a la fiesta de las Trompetas, la fiesta de Yom Kipur, o sea, del Día del Perdón o de la Expiación, fiesta de la Expiación y también la fiesta de las Cabañas o Tabernáculos; eso es para ser cumplido para este tiempo. La fiesta de los Tabernáculos, eso es en el Milenio.

En el Milenio se estará celebrando esa fiesta. ¿Y qué significa eso? Zacarías, capítulo 14, se estará cumpliendo en ese tiempo, el Reino del Mesías, ese Reino del Mesías estará cumpliéndose en la fiesta de los Tabernáculos; todo el Reino del Mesías será el cumplimiento, la materialización de la fiesta de los Tabernáculos en el cumplimiento máximo de esa fiesta.

Así que no les extrañe que en el Reino Milenial veamos algunos tabernáculos o cabañas, casas de campañas, porque terminando la gran tribulación no espere usted ir a un hotel o que lo lleve un taxi; la Tierra va a pasar por una etapa en donde los juicios divinos van a caer sobre la Tierra, y si usted quiere saber un poquito cómo será, pues piense lo que dice San Pablo en Hebreos, capítulo 12, versos 25 al 29, en donde dice que Dios una vez más va a hablar y la tierra va a ser estremecida, y va a caer todo lo que puede ser movido, removido.

Así que... y eso también está con Hageo, por ahí Hageo, capítulo 2, verso 5 al 7, parece que es, ahí usted lo encontrará; así que luego de una catástrofe, como vendrán muchas catástrofes durante la gran tribulación, durante tres años y medio... eso va a ser un tiempo como fue el tiempo en que Moisés fue a Egipto para la liberación del pueblo hebreo y diez plagas vinieron sobre el pueblo egipcio. Eso es tipo y figura de lo que vendrá durante la gran tribulación; por eso se repetirán los ministerios de Moisés y Elías, los Dos Olivos.

¿Y ahí cómo va a ser todo? Espere o estar o ver de lejos lo que pasará. Es mejor verlo de lejos, ¿verdad? Eso sí que, verlo desde la Cena de las Bodas del Cordero, allá desde el Cielo, sí, el que quiera mirar... aunque quizás estemos tan ocupados viendo lo que está pasando arriba, que no esté alguno interesado en ver lo que está pasando abajo; pero, por lo tanto no les voy a explicar cómo será que el ministerio de Moisés y Elías va a operar en ese tiempo.

Pero todo lo que fue hecho por Moisés allá en Egipto, vean, en Apocalipsis, capítulo 11 se repite. Y si quieren saber un poquito más, léanse el quinto y sexto sello del libro de “Los Sellos”, y parte también del séptimo sello; pero léase el quinto y sexto sello; porque la apertura del sexto sello es y la hacen los ministerios de Moisés y Elías. Pero vamos a dejar eso quietecito ahí.

Nuestro tema es: “DIOS PROVEEDOR.”

Él cumple lo que Él ha prometido, y Él provee lo que Él ha prometido. Él proveyó un Sacrificio de Expiación para la raza humana. Cuando la raza humana nunca pudo proveer uno, solamente tenía sacrificios de animalitos y no podía proveer un hombre la raza humana, Dios lo proveyó. Y entonces vino a ser el pariente Redentor, vino a ser el eslabón entre Dios y el ser humano.

Y ese cuerpo, fue colocado en ese cuerpo los pecados del ser humano, por eso se hizo mortal; y hubo un propósito: la redención del ser humano. Por lo cual le damos gracias a Dios por todo eso que sucedió. Y ahora Jesucristo, pues está mejor que lo que estaba con el cuerpo de carne, está mejor con el cuerpo glorificado; y ya, vean ahora el programa con el cuerpo glorificado, vean: Él recibió todo poder en el Cielo y en la Tierra; y bajo Su gobierno y bajo Su autoridad están principados, potestades, reinos, príncipes, todo está bajo Su autoridad.

EL DIOS PROVEEDOR.” Él provee lo que nosotros necesitamos.

¿Cuántos años lleva el ser humano sobre la Tierra? Unos seis mil años y algunos días o años más, porque ya hemos entrado al séptimo milenio de Adán hacia acá, conforme al calendario gregoriano. Y Él ha provisto comida, alimento, pues le ha dado sol y agua al planeta Tierra, y por consiguiente al ser humano, porque sin sol la vida no existiría y sin agua tampoco. Y sin alimento y sin agua y sin sol, no hay alimento, no hay vida; y vean, Dios ha provisto luz, sol, agua y alimento sobre la Tierra, alimento vegetal, y permitió también el alimento animal (comer carne).

Para el milenio, pues no va a verse eso, el hombre volverá a ser vegetariano; ahora no es necesario ser vegetariano, pero el que quiera hacerlo está bien, aunque tiene que cuidarse porque hay cosas que el ser humano necesita, que no lo va a conseguir en los vegetales, algunas cosas que tienen que ver con la sangre; y eso lo consigue en alimentos que usen - está en las carnes, pero si lo consigue en vitaminas, esas cosas, pues también está muy bien.

Pero uno no puede fanatizarse en cuanto a los alimentos, pues el mismo Dios le dijo a Adán y a Noé: “Pueden comer de tales animales; otros inmundos, pues no coman de ellos porque causan problemas en la salud, es por eso que no deben comer.” Pero luego ya en el tiempo de los apóstoles Dios le muestra a Pedro unos animales inmundos y le dice: “Maten y coman, no llames inmundo a lo que Dios limpió.” Y Pablo dice que ya no hay cosa inmunda, animales inmundos ni nada de eso, con la oración es purificado todo; si cuando las temporadas de hambre: burros y de todo se comen; así que... y hasta se comían a los hijos algunas veces.

Así que, uno tiene que ver que en la Dispensación de la Gracia por la oración... por eso es que oramos dando gracias a Dios y que Dios bendiga los alimentos, sean santificados; y con la oración, dice Pablo que es purificado, santificado todo. Así que ni Dios es vegetariano. Y esa es una expresión que cualquier persona diría: “Eso es imposible.”

Bueno, cuando le apareció a Abraham, Abraham le ofreció un becerrito tierno y Dios dijo que sí, Elohim dijo que estaba bien; y los Arcángeles, los Ángeles Gabriel y Miguel, que eran los que acompañaban a Dios, a Elohim, comieron también con Abraham, y los tres comieron con Abraham el becerrito tierno, la mantequilla y todo lo que le pusieron. Y la mantequilla ¿de qué lo hacen? De leche; así que... y las tortillas o arepas o como le llamen, de harina. Todo eso es una comida para un visitante especial o unos visitantes especiales, pues lo mejor Abraham lo ofreció. Así que, como algunas veces Miguel dice: “El que no quiera carne, pues me la trae para acá.”

Así que no hay problema en esa parte, pero el que prefiere tener una dieta vegetariana pues se le respeta también su forma de pensar que es la mejor forma de alimentarse; y si lo toma por la línea religiosa, ya eso es algo personal; para el Milenio eso vendrá automáticamente, porque eso es volver al Edén.

Yo por lo menos no voy a adelantarme a eso, si no, no podría venir a la Argentina. Así que no hay necesidad de ir más allá. ¿Y por qué en el Milenio no va... por qué va a cambiar la dieta? Porque los animales ya no son para morir, no van a morir, no es para comer animales, y por lo tanto entonces la dieta cambia.

Pero también... eso lo dejamos quietecito ahí, no vamos a discutir. Si alguien pues dice que van a haber animales y van a morir, pues lo dejamos así. Cuando estemos allá pues entonces veremos cómo es, no vamos a tener una disputa por un punto de vista que tenga una persona diferente a otra persona. Lo importante es amarnos los unos a los otros, recibir la Palabra correspondiente a nuestro tiempo y servir al Señor de todo corazón.

Y lo que Él ha prometido, pues lo va a cumplir, porque Él es el Dios proveedor y va a proveer todo lo que haga falta.

Cuando Elías tenía la promesa de que tenía que irse, Eliseo lo sabía; y le decían a Eliseo: “Mira, tu Señor, Dios lo va a quitar hoy de ti, de entre de ti.” Eliseo no se preocupa de eso, se preocupaba de estar con él todo el tiempo para estar cuando Dios se lo llevara. Y le fue hecha la promesa a Eliseo, le fue dicho: “Pide lo que quieras y te será concedido.” Y Eliseo, con una palabra como esa, cualquiera pide, y pide lo mejor, y pide lo más difícil, porque lo mejor casi siempre es lo más difícil.

Lo mejor delante de Dios, lo mejor, porque para lo que para uno es lo mejor aquí terrenalmente, quizás delante Dios no es lo mejor para la persona. Y Eliseo pidió una doble porción del espíritu que estaba en Elías, y Elías le dice: “Cosa difícil has pedido.” Porque nadie puede decir: “Yo quiero ser un profeta,” y ya Dios decirle: “Sí, ya te lo voy a conceder.” Porque eso es algo que es predestinado, elegido desde antes de la fundación del mundo por Dios.

Los profetas ya vienen profetas, vienen con las dos conciencias juntas, y comienzan en cierto tiempo. Algunas veces ni saben que son profetas hasta que Dios los unge y les habla y comienza a usarlos. Otros, pues desde niños ya saben, tienen experiencias y ven cosas, y tienen experiencia y conocen cosas, pero no saben que es porque son profetas; vienen a descubrirlo después cuando ya están en el ministerio.

Así que nadie puede decirle a Dios que quiere ser un profeta, orar mucho, ayunar mucho para que Dios lo haga profeta. Es el problema de algunas personas que quieren ser profetas, y porque oran mucho, ayunan mucho, o que leen mucho la Biblia o que hacen tales y tales cosas, creen que ya son profetas y tratan de actuar como si fueran profetas, y cometen muchos errores que hacen daño al pueblo y a ellos mismos; y entonces se convierten en falsos profetas, falsos ungidos, y hacen una representación incorrecta y entonces no pueden traer la Palabra para su tiempo; porque la Palabra para cada tiempo, la Palabra de Dios, viene por revelación divina, y solamente los profetas (porque vienen con las dos conciencias juntas) son los que tienen acceso a esa audiencia con Dios en los diferentes momentos en que Dios va a dar o da la Palabra revelada; o la Palabra que tiene que ser revelada al pueblo, primero la revela al mensajero, al profeta.

Los que quisieron en el tiempo de Moisés meterse en la posición de Moisés, tuvieron problemas. Dios no puede cambiar un mensajero de una edad o de una dispensación, no puede cambiar un profeta de una edad o de una dispensación por otro, sino que para cada edad o dispensación Dios tiene un mensajero, y ese es el hombre para ese tiempo; les guste o no les guste al pueblo; o sea, les guste o no les guste algunas cosas de él, pues ese es el mensajero. Y Dios se lo puede llevar un tiempo para otro sitio y después traerlo, como hizo con Moisés: se lo llevó para entre los gentiles y después lo trajo de entre los gentiles a los judíos; y aun lo tuvo entre los gentiles: todo el tiempo encontramos a Moisés allá en la casa del faraón cuando niño, cuando jovencito, y después de cierto tiempo fue que él se fue para vivir entre los judíos; al visitar y ver la aflicción en que estaban, después ya se identificó completamente con los judíos y sufrió entre los judíos también.

Así que Moisés tiene una relación directa con los judíos, pero también tiene una relación con los gentiles; pero no es el mensajero para los gentiles, excepto de juicio. Elías sí, Elías ministraba para gentiles y judíos también.

Ahora, estamos en un tiempo en que Dios va a proveer lo que Él ha prometido. Por ejemplo, Él mostró al reverendo William Branham que va a haber una Gran Carpa-Catedral, pues eso ya está en el Programa Divino desde antes de la fundación del mundo, desde antes de mostrársela al reverendo William Branham, desde antes de Adán estar en la Tierra ya eso estaba en el Programa Divino.

Y estaban también tabernáculos, el tabernáculo; estaba el templo que construyó Salomón, todo eso estaba en la mente de Dios. Pero a alguien y a alguien tenía que darle la revelación, y tenían que haber personas que trabajaran en ese proyecto divino, que trabajaran de acuerdo a esa revelación divina de ese proyecto de Dios.

Por ejemplo, para el tiempo de Moisés, cuando le fue revelado por Cristo... decimos por Cristo porque es el Ángel del Pacto, ese es el Cristo, el Ungido con la presencia de Dios, el Padre, la presencia de Dios en ese Ángel del Pacto, en ese cuerpo angelical que salió de Dios. Y por medio del Ángel del Pacto le habla a Moisés también, para que construya un tabernáculo, un templo. Le da todos los detalles y le dice: “Hazlo conforme a como te fue mostrado en el monte.”

Es tipo también de la Iglesia ese templo, ese tabernáculo, y es tipo y figura de lo que hay en el Cielo, del Templo celestial.

Así también pasó con David. David tenía materiales, oro y de todo preparado porque él le quería construir un templo a Dios, él había recibido también revelación divina, y Dios le dice: “Pero tú no lo vas a hacer, sino tu hijo.” Y entonces entrega los planos a su hijo y le dice que fueron trazados por el dedo de Dios.

Tenía que ser hecho, tenía que ser construido y tenían que, personas llevar a cabo esa labor y darle la oportunidad al pueblo, tanto la construcción del tabernáculo y también para construir el templo, darle la oportunidad al pueblo que ofrendara, contribuyera voluntariamente de todo corazón. Porque la oportunidad es dada para el que quiera, pero que lo haga de todo corazón; el que no lo haga de corazón, no debe participar en ofrendar para ese propósito.

Y también tenemos la promesa de que habrá una Gran Carpa-Catedral. Ese es el proyecto divino de construcción de un edificio donde va a estar la gloria de Dios, la presencia de la Columna de Fuego, la presencia del Ángel que acompañaba al reverendo William Branham; y también el reverendo William Branham va a estar ahí. Y van a venir también ángeles, van a venir también los que vengan en la resurrección, van también a visitar ese lugar. Recuerden que cuando Cristo resucitó dice que aparecieron con Él —y aparecieron a muchos en la ciudad— santos que habían resucitado. Eso está, es de esa manera.

Así que en algún sitio va a haber una Gran Carpa-Catedral en medio del cristianismo, y tiene que ser en la etapa o edad en donde esa promesa tiene que ser cumplida. ¿Y cómo vamos a saber en qué tiempo y en qué edad? Bueno ya han transcurrido siete edades y no fue, no se cumplió allá. El reverendo William Branham dice: “Hay una cosa que todavía no se ha cumplido,” y es la Visión de la Carpa. Por lo tanto, él trató; él no fue negligente, él trató; y después de ver todo lo que pasaba allí, cualquiera trata; pero no es del que quiere ni del que corre, es de Dios; Él es el que determina cómo, cuándo y a través de quién va a llevar a cabo Su Obra.

Le fue mostrado para que hablara, lo diera a conocer y quedara como una profecía; y alguien tiene que trabajar en ese proyecto: Tiene que ser la Iglesia del Señor Jesucristo, porque así como Dios obró a través de Jesucristo, Cristo obra a través de Su Iglesia. Desde el Día de Pentecostés hacia acá ha estado obrando a través de Su Iglesia, porque al estar obrando aquí en la Tierra, tiene que tener carne a través de la cual manifestarse y obrar.

Y ahora, hemos visto todo lo que ha sucedido a través de estos dos mil años en y a través de la Iglesia del Señor Jesucristo. Y todavía queda la mejor parte, y eso es para la Edad de Oro de la Iglesia, que es la Edad de la Piedra Angular. ¿Y por qué sabemos que es para esa Edad? Porque no hay otra edad, ya las otras pasaron, las pasadas ya no pueden dar hacia atrás, y los mensajeros ya tuvieron su tiempo de ministerio.

Por lo tanto, tiene que surgir en nuestro tiempo todo lo que Dios ha prometido en esa Visión de la Carpa, y Dios tiene que proveer, proveer terreno; y para proveer terreno tiene que proveer dinero para comprar; y para proveer dinero tiene que proveer gente; y para proveer gente que ofrenden, que contribuyan para ese proyecto, pues tienen que trabajar; tienen que evolucionar, trabajar, tener negocios o tener diferentes formas de entrada de dinero, y tener ese sentir hermoso para hacer dadores alegres, porque Dios ama al dador, al ofrendador alegre.

Vean, en el tiempo de David dice que el pueblo ofrendaba con alegría, porque Dios ama al dador alegre. David vio eso, experimentó eso y por eso él puede hablar de que Dios ama al dador alegre; y todos, San Pablo puede hablar de eso, porque eso fue visto cuando el templo fue a ser construido. Pues miren, ya en el tiempo de David se estaba reuniendo dinero; un proyecto de esa clase no se hace en un año, ni en cinco años tampoco, eso toma tiempo, y para comprar los materiales hay que reunir dinero. Y a medida que se compran los materiales sigue habiendo necesidad de más dinero para seguir comprando materiales, para seguir pagando terrenos, lo que se compre, hasta que se construya el lugar, y después para mantener el lugar; o sea, que siempre habrá necesidad.

Así que podemos ver que en los proyectos divinos físicos, está el proyecto más importante. Así como hemos construido templos que son proyectos divinos para una congregación, para un proyecto local; y una Gran Carpa-Catedral que fue vista, pues ese es un proyecto divino para beneficio no solamente local sino mundial. Habiendo esa promesa en la Escritura, en la Palabra profética, pues habrá personas que serán usadas para Dios por medio de ellos hacer realidad esa promesa.

Dios proveerá la gente, Dios proveerá el dinero, Dios proveerá los terrenos, Dios proveerá los materiales, Dios proveerá los permisos, pero todo será usando personas, porque el socio de Dios es el ser humano.

Ahora, no quiere decir que todos van a estar de acuerdo, todos los seres humanos nunca han estado de acuerdo en un Programa Divino, solamente el grupo de personas que ha tenido esa visión profética ha estado de acuerdo con Dios.

¿Cuántos estaban de acuerdo con Noé, en construir un arca para él salvarse, venir un diluvio y él salvarse y que el resto de la gente muriera? Muy pocos estarían de acuerdo con él; pero se cumplió el propósito divino. Dios le dijo a Noé que hiciera un arca, le dio las medidas, le dio todo, y él tenía un propósito y Dios proveyó; tardó muchos años pero se hizo realidad el proyecto.

Desde que Noé vio el arca en visión y todo el trabajo que tenía que llevar a cabo, los materiales y todo, transcurrieron muchos años. ¿Cuántos ya han transcurrido desde que le fue mostrado al reverendo William Branham? Quizás más de 50 años. Así que él tuvo esa visión de esa Gran Carpa-Catedral, y no importa cuánto tiempo ha transcurrido, va a aparecer en la Tierra en algún lugar.

Miren, aquí tengo en la página 14 del libro de “Citas,” página 14, párrafo 103, aquí habla de la Visión de la Carpa, y si vamos un poquito... eso es en el 56. Y un poquito antes del 56... En el 56 también, en enero 1° del 56, en la página 10, párrafo 87, también habla algo, habla ahí de esa Gran Carpa-Catedral, y ahí él dice que eso será, el Ángel le dice: “Yo te encontraré allí,” ese será el tercer halón, la Tercera Etapa.

Así que vean, vamos a colocar desde el 1.956, enero 1°, día primero del 56; si hay una fecha antes de esa, después la encontraremos y la mencionaremos. Así que, tomando en cuenta o tomando esa fecha del 56, de enero del 56 a enero del 2.006, son 50 años; así que ya van más de 50 años. Así que, no importa cuántos años pasen; ¿cuántos pasarían desde que Dios le dio la Palabra a Noé? Más de 50 años, pero se hizo realidad, Noé trabajó en ese proyecto y se hizo realidad.

Así que habrá personas en nuestro tiempo que estarán trabajando en ese proyecto, y que para ellos será un privilegio trabajar en ese proyecto. ¿A cuántos le hubiera gustado trabajar en el proyecto de Noé? Si hubiéramos vivido en ese tiempo hubiéramos trabajado con él; estamos representados en los que trabajaron con él, en Noé.

Y ahora, Dios proveerá gente para trabajar en ese proyecto, proveerá el dinero, proveerá los planos, proveerá terreno, proveerá todo; y lo más importante es que va a estar presente Dios, porque la Columna de Fuego aparece allí, el Ángel que acompañaba al reverendo William Branham también.

Por lo tanto, es un proyecto divino que será respaldado por Dios, que Dios vela por esa Palabra para ponerla por obra usando personas, personas que estarán bajo la bendición de Dios, y que con alegría estarán trabajando en ese proyecto divino que tan claramente fue mostrado, y que hasta ahora no se ha hecho realidad, pero está en proceso.

Recuerden que a medida que pasa el tiempo va el proceso llevándose a cabo. Así como vienen las luchas de los permisos, también vienen las luchas de que unos pueden decir: “No, eso es espiritual, para...” El vago siempre dice: “No, eso no es así.” Otros se ponen a pensar de otra forma y no hacen nada; otros lo toman en serio y dicen: “Dios ha dicho, el reverendo William Branham trató de hacerlo; no pudo, pero no significa que no había que hacerlo, significa que no era en el tiempo de él.”

Como cuando Dios le dice a Elías en el Monte Sinaí, allá en una cueva le dice: “Ahora regrésate y unge a Hazael por rey de Siria, a Jehú por rey de Israel y a Eliseo por profeta en lugar tuyo.” Elías ya baja del Monte Sinaí, se va de regreso por el camino que había venido y se encuentra con Eliseo arando en la hacienda o en el campo, echa su manto sobre él y luego Eliseo le dice (ya sabía que era Elías): “Permíteme despedirme de la familia y entonces seguiré contigo, te seguiré.” Elías le dice: “¿Qué te he hecho yo?” Pero Eliseo va, mata a los bueyes y con el arado los prepara, los cocina, los asa, hace una... digamos una fiesta de una comida de despedida, y luego se va.

O sea, no pensaba regresar, porque con lo que trabajaba, los bueyes, ya los mató y se los comieron, ya al regresar no tenía trabajo ya; los bueyes, los instrumentos de trabajo, ya él había salido de ellos. Siguió a Elías. Y ahora ya encontramos a Elías encontrándose con el último que Dios le dijo. Así que los primeros, postreros; y los postreros, primeros.

Luego se va en un carro de fuego sin haber ungido a Hazael, sin haber ungido a Jehú tampoco; y cuando se va, Eliseo recibe la doble porción; y ahí está ungido con la doble porción que estaba en Elías. Y luego Eliseo, cuando se encuentra en otra ocasión, no sabemos cuánto tiempo pasó, o años, se encuentra con Hazael, y entonces cuando lo mira, se queda mirándolo y comienza a llorar, y entonces Hazael le dice: “¿Por qué lloras?” Recuerden que es un gentil, y entonces le dice Eliseo lo que ha visto, vio todo lo que Hazael iba a hacer con los hebreos, y entonces ya ahí comienza a conversar.

Y vean, no hacen otra cosa, le dice que va a ser rey, Eliseo le dice: “Tú vas a ser el rey y vas a hacer todas esas cosas en contra del pueblo hebreo, en contra de mi pueblo.” Después se fue y allá hizo ciertas cosas en contra del rey que había mandado a preguntarle a Eliseo si él viviría o moriría.

Recuerden que el ministerio de Elías trabaja con gentiles y con judíos, por eso encontramos que gentiles venían donde Elías, donde Eliseo y así por el estilo. Y no dice que tomó aceite en una botija y le echó en la cabeza y lo ungió, pero con lo que dijo luego ya... y lo que después hizo Hazael, por lo cual murió el rey y quedó en su lugar Hazael.

Y luego para Jehú, lo que hace es que envía a uno de los hijos de los profetas con la botija de aceite, que vaya donde el joven Jehú (era joven todavía) y lo llame aparte y lo unja, y le diga que va a ser rey sobre Israel, sobre el reino del Norte. Y lo que Elías había recibido como orden: que ungiera a Hazael y a Jehú, lo hace Eliseo.

Cosas que fueron habladas para el reverendo William Branham hacer, o que el creyó que le tocaban a él, y no fueron hechas... y la Visión de la Carpa no se hizo, no se hizo realidad; es que corresponden a este tiempo final.

Y los ministerios prometidos para lo que va a suceder dentro... vean, el ministerio de Elías continuó en Eliseo, fue Elías el que ungió a Hazael y a Jehú, porque el ministerio continuó, la obra la continuó. O sea, que cuando Dios le dice a un profeta que va a hacer tal cosa y no la hizo, el que le sucede, el que viene después de él, viene con el mismo espíritu ministerial y lo hace.

Así que, lo que no hizo el primer Elías, pues lo hizo el segundo, es la continuación del ministerio; y lo que no hizo el segundo, pues lo hizo el tercero, Juan el Bautista; y lo que no hizo el tercero, pues lo hizo el cuarto; y lo que no hizo el cuarto y está prometido que tiene que ser hecho por Elías, pues lo hará el quinto Elías. Tan sencillo como eso.

Y en cuanto, por ejemplo, las fechas que dio el reverendo William Branham, no hay ningún problema, Dios difiere Su ira, dice en Isaías, ¿qué capítulo y qué verso es? Dice: “Diferiré mi ira por amor...” No sé si dice: “Por amor a mi Nombre.” No sé si está por el capítulo 59 o algún capítulo por ahí... ¿cuál? 48:9.

Cuando se hace una transmisión diferida ¿es qué? Que se hizo en un momento pero se transmite en otro momento. Se va a hacer una actividad en donde en muchos países están reunidos para escuchar la actividad que va a ser efectuada a las 10:00 de la mañana, y luego se le pasa a la 1:00 de la tarde, ¿qué pasó ahí? Pues estaba todo listo, se grabó todo y se les pasó a las 2:00 de la tarde, y se anuncia algunas veces que es diferida.

Y así también, Dios lo habló y eso no puede dejar de cumplirse, pero difiere la hora, el día, el mes, el año. ¿Y Dios ha hecho eso? Claro que sí, ¿no le dijo a Jonás que fuera a Nínive y dijera que dentro de cuarenta días Nínive iba a ser destruida? Y Jonás fue. No quería ir, ¿por qué?, porque él sabe que Dios es misericordioso y después de anunciar todo eso, si el pueblo y el rey se arrepentían, entonces Dios no lo iba a hacer.

Y eso fue lo que pasó, pero como Jonás era el profeta que tenía que hacerlo, era el elegido para eso... aunque prefirió ahogarse: se fue en un barco para otro sitio; pero la trayectoria era rumbo a Nínive, no era para Jope, y Dios le tiene que cambiar el medio de transportación: “Ya que quieres irte por agua, Jonás, pues ese barco va para otro sitio, no va para el sitio que yo te dije.” Así que le mandó una ballena, y ahí tuvo el medio de transportación desde el corazón ahí de la ballena, desde lo profundo ahí, desde el vientre de la ballena oró a Dios, y entonces Dios lo escuchó y entonces la ballena lo llevó al lugar, y ahí quizás no bajó no tan cómodamente, pero de seguro bajo rápido.

La ballena, pues lo sacó de su vientre, y ya lo reciben allí. ¿Cómo sería, si habían pescadores por allí? Ver una ballena como esa y después salir de la ballena un hombre, y comenzar a predicar que iba Dios a destruir ese lugar dentro de 40 días.

El rey, al rey le llegaron las noticias y el rey enseguida se humilló delante de Dios con el pueblo todo; y si supieron que vino en una ballena ese personaje, ¿cómo estarían asustados? Y entonces se llenaron en ceniza (esa era la costumbre) y pidieron misericordia a Dios, no porque eran buenos sino porque Dios es misericordioso y se arrepiente del castigo; entonces pospuso Dios la destrucción. Siempre destruyó a Nínive, pero más adelante; entonces la Palabra profética que fue hablada, vino a cumplirse.

Entonces fue ¿qué? Diferido el juicio de ese tiempo, de ese año (vamos a decir) o de esos días, porque después de los 40 días vendría el juicio. Ya Dios lo difirió, fue diferido para otro tiempo; pero siempre fue destruida Nínive, pero diferido.

Es como también ha pasado con algunas fechas que dio el reverendo William Branham. Y la gente en vez de criticar, lo que deben es dar gracias a Dios que ha diferido cosas que podían haber pasado tiempo atrás, pero por amor y misericordia hacia los escogidos del Día Postrero...

Recuerden que Dios también tuvo paciencia en los días de Noé, por amor ¿a quién? A Noé y su familia, que no habían terminado el arca, y si no, no estarían viviendo seres humanos en la actualidad porque Noé también hubiera sido destruido con el diluvio.

Así que, Dios es paciente; para Dios diferir algo, diferirlo por cien años o mil años, eso es nada para Dios; mil años dentro de la eternidad es menos que un granito de arena. Dios es paciente, y por amor Él hace muchas cosas en favor de Sus hijos.

Así que, muchas cosas pueden haber sido diferidas. Y aún hay bendiciones que están para nosotros en nuestro tiempo, las cuales no fueron dadas, excepto la muestra solamente fueron dadas allá en tiempos pasados. Lo que viene para el pueblo de Dios, la Iglesia, y para los judíos, es grande, es un avivamiento muy grande. Un avivamiento que va a impactar al mundo entero.

Ahí es que van surgir los ministerios de Moisés por segunda vez y de Elías por quinta vez. Y digo de Moisés por segunda vez, pero también si quieren contar el ministerio de Moisés en Jesús, entonces sería en Jesús por segunda vez el ministerio de Moisés, y luego el ministerio de Moisés por tercera vez en el Día Postrero.

Bajo esos ministerios es que muchas cosas van a suceder; por lo tanto va a tener alguna relación el pleno cumplimiento de la Visión de la Carpa con los ministerios de Moisés y de Elías.

Recuerden que cuando el pueblo hebreo iba por el desierto, iba Moisés y le acompañaba un tabernáculo, una carpa, un tabernáculo en donde estaba la presencia de Dios. En el ministerio del cuarto Elías también hubo carpas donde él predicaba y donde miles de personas asistían, en diferentes países levantaban carpas. Las carpas son, es de lo mejor para tiempos de problemas del medio ambiente, es lo más seguro.

Un edificio con un terremoto se rompe, una carpa resiste movimientos sísmicos; y con tantas profecías que hablan de terremotos, pues Dios también tiene que tomar en cuenta todo eso y entonces eso ayuda más a la seguridad para el pueblo.

Y acercándonos tanto a la fiesta de los Tabernáculos... recuerden que una carpa es un tabernáculo como los que tenía el pueblo hebreo, ellos vivían en tabernáculos, en carpas.

Así que, todo eso está ligado para ser cumplido en fiestas hebreas, cuando se conecte con los hebreos el cumplimiento de la Visión de la Carpa; tiene que ver con la Iglesia y luego con los hebreos; está ligado al Séptimo Sello también y al Sexto Sello.

Pero eso no se puede explicar mucho para que no haya imitaciones y para evitar que el enemigo se levante en contra. Y sin hablar mucho de ello, vean, hay luchas, hay pruebas y hay personas que no les gustaría que se cumpla esa Visión. Por eso se es reservado en todo, pero se le ha estado dando informe, Puerto Rico ha estado dando informes de una Gran Carpa-Catedral que está construyendo y los permisos que tienen y todas estas cosas; y de seguro ya pronto pasaran algún informe de cómo ha ido adelantando todo ese trabajo; y ojala que el cumplimiento de la Visión de la Carpa sea eso.

Porque si es ése, realmente estamos bien cerca de nuestra transformación y rapto, y estamos bien cerca del cumplimiento de grandes bendiciones para la Iglesia del Señor.

Cuando se cumpla la Visión de la Carpa no sabemos cuánto tiempo estará la Iglesia del Señor en la Tierra después que ya esté en cumplimiento la Visión de la Carpa, no sabemos. Pero sí, Dios lo sabe; y lo vamos a saber cuando estemos transformados. Ya cuando estemos transformados, ya vamos a saber cuándo va a ser el rapto, el arrebatamiento y todas esas demás cosas.

Ahora, lo que nos debe interesar es que se lleve a cabo ese proyecto que Puerto Rico tiene, porque es para bendición de todo el cristianismo, de los judíos y de toda la humanidad, de los árabes también, del mundo musulmán, de los chinos, de los americanos, de todos, porque es para bendición de todos.

No tiene barrera Puerto Rico ni los creyentes en Cristo tampoco pueden tener barreras. Cristo dijo: “Predicad el Evangelio a toda criatura; y el que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Así que siempre dejamos un porcentaje, para los que tengan alguna duda, pues digan: “Pues por lo menos dan un porcentaje.” Si no es, pues es otra, pero que deseamos que sea esa la que cumpla esa profecía. Pero si no es esa, pues no hay ningún problema, aparecerá otra; esa la aprovecharemos bien en la Obra de Dios. Pero cuando uno hace un trabajo tiene que estar seguro y consciente y creyendo que es ése el que está señalado en la Escritura.

Estamos viviendo ya al final del camino; y por cuanto estamos al final del camino tenemos que ver en la Escritura y en las profecías de los diferentes mensajeros, qué cosas están prometidas para nuestro tiempo y en qué cosas tenemos que estar trabajando, y los ministros con sus congregaciones en qué cosas están llamados a estar trabajando, en adición a la predicación del Evangelio y a mantener sus congregaciones firmes en la fe de Cristo, alimentándolas con el alimento de la Palabra de Dios para nuestro tiempo.

Tenemos que estar conscientes de estas cosas, y de mantener viva la fe en lo que Dios ha prometido para nuestro tiempo, y mantener viva la fe en Cristo, porque el que se aparte de Cristo se apartó del Nuevo Pacto y no puede ir hacia atrás al pacto antiguo porque ya estamos en un tiempo en que un Nuevo Pacto ha sido establecido. Y no hay otro sacrificio por el pecado, es el Sacrificio de Cristo el único; ni siquiera hay sacrificios de animalitos los cuales tenían que ser hechos en el templo, pues ya no hay templo allá en Jerusalén.

Por lo tanto, el que pone su mano en el arado y mira hacia atrás, no es apto para el Reino. Dice por ahí por el capítulo 6, que no hay otro sacrificio por el pecado; y por lo tanto la persona queda expuesta al juicio divino.

Nunca se aparte de Cristo, no importa los problemas que usted tenga. Ore a Cristo, confiese sus faltas, errores y pecados a Cristo, y crea que Cristo lo perdona y con Su Sangre lo limpia de todo pecado y sigue adelante; y también así enseñe a las personas de su congregación.

Ayúdelos siempre, y mantenga la fe de ellos en alto siempre, que no importa los problemas, hay una meta. ¿Cuántos problemas no tuvo el pueblo hebreo desde que salió de Egipto, y aún desde antes? Y sin embargo era el pueblo que tenía la promesa de llegar a la tierra prometida.

Por lo tanto, con nuestra fe puesta en Cristo, siempre fortaleciéndola porque si la fe viene por el oír la Palabra, luego la fe se aumenta escuchando más la Palabra, recibiendo más y más Palabra de Dios.

Si usted busca en la Escritura, encontrará que la fe puede ser aumentada. Los mismos discípulos le decían a Cristo: “Señor, auméntanos la fe.” Esto fue cuando bajaron del Monte de la Transfiguración Pedro, Santiago y Juan, y tenían un problema allá con un niño, un jovencito que su padre lo trajo porque era lunático, estaba mal con un espíritu malo; y los discípulos no podían echarlo fuera ese espíritu, lucharon y no pudieron, y Cristo vino y lo echó fuera; y le preguntan a Cristo: “Señor, nosotros no pudimos echarlo fuera, ¿qué pasó?” Y ellos habían echado fuera demonios y no pudieron ese. Eso es tipo y figura también, todo lo del Monte de la Transfiguración, y cuando bajó del Monte de la Transfiguración, todo eso es tipo y figura de las cosas que pasarán en nuestro tiempo.

Pero eso lo vamos a dejar quieto, porque si tocamos eso nos tenemos que meter un poquito más, y les aseguro que vamos a cenar pero no almorzar. Pero ya tenemos la próxima actividad por ahí; así que, cuando seamos transformados, lo que ese espíritu lunático de aquel joven representa en el tiempo final, va a ser echado fuera cuando estemos transformados.

Pero vamos a dejarlo quietecito ahí porque no queremos tocar mucho ahí, de todo lo que hay ahí. Solamente en eso que es histórico ya, pero que recuerden, la historia se repite; y cuando se repite, no necesariamente tiene que ser literalmente. Se puede repetir en términos espirituales, puede tipificar luego todo eso, tipificar algo que va a acontecer más adelante. Así que, vamos a dejar eso quietecito ahí para algún mensaje profético en donde estemos viendo algún tema, en donde estemos tocando sobre cosas que van a suceder.

EL DIOS PROVEEDOR.”

Él ha provisto para Su Iglesia todo el tiempo lo que se ha necesitado, y lo hará, lo está haciendo y lo continuará haciendo para Su Iglesia en nuestro tiempo. Ha provisto para nosotros como individuos muchísimo.

Cuando usted cuente los años que usted tiene, Dios le ha provisto todos esos años a usted, años de vida. Le ha provisto oxígeno, no ha tenido que pagar oxigeno; le ha provisto agua, esa sí la ha tenido que pagar pero no a Dios; y luz también: la eléctrica la paga a la compañía eléctrica, pero la luz del sol no ha tenido que pagarla.

Y así por el estilo, alimento también ha provisto, aunque haya que comprarlo; algunas veces comprándolo sale más barato que uno - que sembrando, y nos ha dado muchas bendiciones; a Su Iglesia le ha provisto todo lo que tiene y le va a proveer todo lo que ha de tener.

Dios le proveerá a Su Iglesia todo para que trabaje y se haga realidad la Visión de la Carpa, porque esa Visión es para ser cumplida en y a través de la Iglesia del Señor Jesucristo. Ahí es que los judíos van a ver a Cristo manifestado, y dirán: “Esto es lo que estamos esperando.” Pero vamos a dejar eso quietecito ahí.

Que Dios me los bendiga y les guarde, y sepan que Dios proveerá, porque Dios ¿es qué? “EL DIOS PROVEEDOR.”

Que Dios me los bendiga y los guarde, y por aquí vamos a dejar al reverendo Guillermo Rodríguez para continuar.

Continúen pasando una tarde feliz, y ya nos vemos en la próxima actividad, Dios mediante. Oren mucho por la próxima actividad, que es a las 5:00 de la tarde, ¿y son qué? 1:30. Estamos a buena hora.

Bueno, Dios les bendiga y les guarde, y con el permiso de ustedes.

EL DIOS PROVEEDOR.”