4.7 KiB
| title | date | activity | place | city | state | country | duration | public | youtube | translations | files |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Palabras de Saludo | 2009-08-27 | 1 | Vicente Guerrero | Durango | MX | 00:00:00 | true |
Muy buenos días, amados amigos y hermanos, y hermanas presentes; es una bendición y privilegio grande estar con ustedes aquí en Durango, República Mexicana.
Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes, y les bendiga y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final; les bendiga espiritualmente y materialmente. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Es realmente una bendición y privilegio grande vivir en este tiempo, aunque hay problemas en todos los países, pero lo glorioso es que estamos viviendo en el tiempo para el cumplimiento de las promesas correspondientes al Día Postrero, al fin del siglo, al tiempo final, todas esas promesas tienen que ser cumplidas en este tiempo final.
También la promesa para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los vivos en Cristo, promesa que Cristo mismo también hizo que será para el Día Postrero, y nosotros ya sabemos que el Día Postrero es el séptimo milenio de Adán hacia acá, o sea, el séptimo día milenial o tiempo milenial y también el séptimo día dispensacional. Todo eso concuerda con el tiempo en el cual nosotros estamos viviendo.
También nos habla la Escritura de los días postreros, que ya sabemos que son los milenios postreros que comenzaron en el tiempo de Jesús; y desde aquel tiempo la Escritura nos dice que Dios en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, o sea, por Jesucristo, el cual es el heredero de todo; porque así mismo hizo el Universo todas estas cosas que habla San Pablo en Hebreos, capítulo 1, versos 1 al 3.
Y ahora, vean ustedes, no solamente estamos viviendo en los días postreros nosotros, sino que esos días postreros que son milenios, días mileniales delante de Dios, comenzaron en el tiempo de Jesús.
Pero estamos viviendo en los días postreros, ¿pero y cuál de los días postreros? En el último de los días postreros que de Cristo hacia acá es el tercer milenio en el cual conforme al calendario gregoriano ya hemos entrado; y por consiguiente Dios cumplirá todas esas promesas que Él hizo para el Día Postrero, las cumplirá en este séptimo milenio de Adán hacia acá o tercer milenio de Cristo hacia acá.
Por lo tanto, conscientes de que estamos viviendo en el Día Postrero tenemos que conocer cuáles son las promesas hechas para el Día Postrero; porque esas son las cosas que Dios va a hacer, que Dios va a realizar, por lo tanto es importante conocer en la Biblia qué Dios ha dicho para llevar a cabo en este tiempo final.
Y así no solamente ser espectadores de lo que Dios estará haciendo, sino actores en el Programa Divino, como Cristo decía ya a los doce años de edad: “En los negocios de mi Padre me conviene estar.” Pero no estar como espectador, Él estaba allí como actor hablando con los grandes maestros que allí estaban presentes y le estaban haciendo preguntas a Él y Él también contestaba, y le hacía preguntas a ellos, y se maravillaban de la sabiduría que tenía el niño Jesús. ¿Ven? Estaba en los negocios del Padre, que era cumplir lo que Dios había prometido para ese tiempo.
Y Él había prometido la Venida del Mesías y allí estaba el Mesías. Aún siendo un niñito, estaba allí cumpliendo el Programa de Dios para ese momento, para esa edad que Él tenía, o sea, que ya estaba trabajando en los negocios del Padre que son: cumplir la Palabra prometida para su tiempo.
La Escritura nos enseña que somos colaboradores de Dios, o sea, que los socios de Dios en Su Programa, en Su proyectos somos nosotros, somos socios de Dios; y por consiguiente un socio anualmente cuando se reparten las ganancias, le toca una buena parte al socio, si hubo buenos negocios.
Y así en los negocios del Padre celestial siempre han sido buenos; por lo tanto, cada uno recibirá su recompensa de acuerdo a la obra que haya llevado a cabo; porque Él pagará a cada uno según sean sus obras, las cuales están registradas en el Libro de las Memorias de todo lo que hace cada hijo e hija de Dios.
Por lo tanto, adelante trabajando en la Obra del Señor, conscientes del tiempo en que nos ha tocado vivir y de las promesas correspondientes a este tiempo final.
Aprecio y agradezco mucho el respaldo que le están dando al proyecto de La gran Carpa-Catedral en Puerto Rico.
Que Dios les bendiga y les guarde, y adelante sirviendo a Jesucristo nuestro Salvador con toda nuestra alma y con todo nuestro amor hacia Él.
Continúen pasando un día feliz, lleno de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.
Dejo aquí al ministro para continuar.
Dios les bendiga y les guarde a todos.
“PALABRAS DE SALUDO.”