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El propósito de las señales 2009-03-23 2 Mapachapa Minatitlán Veracruz MX 00:00:00 false

Muy buenas noches, amables amigos y hermanos presentes; es para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, aquí en Minatitlán, y también con ustedes a través del satélite Amazonas y de internet en diferentes naciones.

Aprecio y agradezco mucho el respaldo que le han estado dando al importante proyecto de La gran Carpa-Catedral de Puerto Rico, y espero que todo el esfuerzo que han hecho, que están haciendo y que harán, les quede acreditado en el Reino de Cristo para ser recompensado; quede acreditado como tesoros que ustedes están haciendo en el Reino de Cristo nuestro Salvador, para cuando esté Su Reino aquí en la Tierra, Cristo les recompense y disfruten todo lo que han hecho en el Reino de Cristo.

Nos estaba diciendo el misionero, reverendo Miguel Bermúdez Marín conforme a como le han informado de Puerto Rico, que se requiere un super esfuerzo para cumplir con lo que requiere la compañía que está fabricando la Carpa-Catedral, la cual ya casi la tiene completa toda la construcción, y ha estado enviando a Puerto Rico diferentes pares de ese edificio a medida que le han ido enviando el dinero correspondiente, pero ahora hace poco no se le pudo enviar, aunque ellos enviaron unas dos o tres partes que todavía, pues no se habían pagado.

Y ahora, la fábrica está tan adelantada que tiene un 90 y algo por ciento... el 97% dice el misionero Miguel Bermúdez Marín, el 97% de la fabricación de La Carpa-Catedral, y nosotros necesitamos hacer un super esfuerzo para que ocurra ese super milagro, pues nosotros estamos como por el 80%, y la fábrica ya está por el 97%. O sea, que nos pasó, así que necesitamos alcanzarla para estar ahí a la par con la fábrica, y que pronto todas esas piezas, esa Carpa-Catedral, ya sea todas las piezas enviadas a Puerto Rico, para después comenzar el proyecto del piso que es por supuesto un trabajo grande también. O sea, que todo eso tiene diferentes etapas para ser llevadas a cabo; y deseamos tener todo listo antes que la situación económica se ponga más difícil, porque mientras más difícil se ponga para el mundo la situación económica, más difícil es para el trabajo que se está llevando a cabo.

Aprecio también y agradezco mucho el respaldo que le han estado dando a AMISRAEL. Ya ustedes cuando entran en internet pueden ver todas las labores que AMISRAEL está llevando a cabo y en todas ha tenido éxito grande y continuará teniendo éxito.

Para esta ocasión leemos en San Mateo, capítulo 16, versos 1 al 4, y dice (y también San Mateo 24, verso 1 al 3)... dice:

Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.

Mas él respondiendo (o sea, Jesús)... mas él respondiendo les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.

Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!

La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue.”

Y San Mateo, capítulo 24, versos 1 al 3, dice:

Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.

Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.

Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?”

EL PROPÓSITO DE LAS SEÑALES.”

Y sobre todos los judíos piden y buscan señales para todo, por eso ahora encontramos que Jesucristo habla también de señales. Hemos visto que hay un propósito en la señales.

EL PROPÓSITO DE LAS SEÑALES.”

El propósito de las señales es identificar, identificar tiempo, persona, nación, Iglesia, o alguna otra cosa que tenga que ser identificada, alguna otra cosa que haya sido prometida, y por consiguiente para conocerla, habrá algunas señales.

Por ejemplo, cuando vino el Ángel de Dios, el Ángel de Jehová a Gedeón, y le dice a Gedeón, se queda mirándolo porque el Ángel había llegado donde vivía Gedeón, y él estando allí el Ángel se sentó debajo de una encina que está en Ofra, o sea, que era un hombre, un varón; se sentó allí debajo de una encina y dice que estaba Gedeón sacudiendo el trigo en el lagar para esconderlo de los madianitas, porque era que llegaban y se llevaban todo lo que había, y entonces él lo tenía que esconder; como hacen ustedes cuando no quieren que les lleven las cosas: las esconden muy bien.

Y ahora, el Ángel se queda mirándolo y le dice: “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente,” o sea, le habla muy agradable, palabras positivas, y entonces le responde Gedeón: “¡Ah, Señor mío!” [Jueces 6:11-40] Reconoció que era el Señor, el Dios de Israel en Su cuerpo angelical. Por eso siempre que aparecía el Ángel de Dios, el Ángel de Jehová, se decía que Dios le había aparecido y le había hablado:

Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.”

Y ahora, esta misma pregunta podrían hacer los judíos diciendo, si le decimos que Dios está con ellos: “Si Dios está con nosotros, ¿por qué nos ha venido la Shoá, el Holocausto en donde por poco Hitler extirpa de la Tierra a los judíos?”

Y mirándole Jehová, le dijo: Vé con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?”

Y ahora le dice: “¿No te estoy enviando yo?” Ese es el que envía, envía Sus mensajeros, envía Sus profetas, envía a los jueces, envía a los reyes como a David y como a Saul también, envía a Sus mensajeros de edad en edad. Sigue diciendo:

Entonces le respondió (Gedeón por supuesto): Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? (dice) He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre (el Benjamín como le llamamos normalmente al menor de la familia, y aquí vean, era de la tribu de Manasés, descendiente de José a través de Manasés, hijo de José).

Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo.”

Y ahora vean, Jehová le dijo: “Ciertamente yo estaré contigo.” Y es el Ángel el que está hablando con Gedeón, y ahora dice que Jehová le dijo: “Yo estaré contigo.” Es que el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto es el cuerpo angelical de Dios, a través del cual Dios se manifestaba en el Antiguo Testamento a los hombres de Dios, a los profetas, y el que a través de esos hombres hablaba Su Palabra, y llevaba a cabo grandes eventos, maravillas; libertó al pueblo hebreo a través del profeta Moisés, no fue Moisés, fue el Ángel del Pacto, Dios en Su cuerpo angelical velado en el cuerpo de carne de Moisés, hablando y llevando a cabo todas esas maravillas.

Siempre Dios obra por medio del ser humano, porque el ser humano es el socio de Dios; y algunas veces podemos ver que hay socios que tienen más acciones que otros en los negocios de nuestro Dios, eso es de esa forma y no lo podemos negar; por eso unos están para hacer ciertas cosas y otros están para hacer cosas mayores, de acuerdo a lo que Dios haya colocado en la persona, porque Él no coloca sobre la persona carga que no pueda llevar.

A unos da un talento, a otros da dos, a otros da tres, a otros da cinco, a otros da diez, de acuerdo a los talentos, y de acuerdo a eso es la inversión que hacen en el Reino de Dios, lo ponen a trabajar en la Obra del Señor. Lo que Dios les ha dado por bendición lo usan en la Obra del Señor y vienen a ser socios de Dios en el programa de Dios, y así almacenanos tesoros en el Reino de los Cielos, porque así es como los socios almacenan tesoros cuando tienen un negocio y son socios, pero el socio mayoritario, ¿quién es? Dios. Por eso es el que tiene la Palabra de decisión para todo Su Programa.

Y ahora, veamos aquí el caso de Gedeón, dice:

Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo (esa es la garantía más grande que un enviado de Dios puede tener: que Dios esté con él, porque cuando Dios envía a alguien, Dios va con él y va en él), y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre (o sea, que luchará con los madianitas como si estuviera peleando contra un solo hombre, y Gedeón era un hombre fuerte).

Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo.

Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti.”

Recuerden que siempre ofrecían la ofrenda a Dios, ofrecían también holocausto a Dios; y cuando aparecía el Ángel, lo ofrecían a Dios, porque el Ángel de Jehová y en el Ángel de Jehová está Dios. Hablar con el Ángel de Jehová era estar hablando con Dios, porque el que estaba dentro del Ángel era nada menos que Dios.

ahora vean lo que le propone Gedeón: “No te vayas de aquí.” Aparentemente lo está mandando:

No te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.”

Lo mismo pasó con el caso de Manoa, que Manoa le dice: “Detente, quiero ofrecerte un cabrito preparado.” Y el Ángel le dice: “Aunque me detengas...” ¿Ven? Se va a detener: “Aunque me detengas, no comeré de tu pan, pero si quieres ofrecer, si quieres sacrificar, sacrifícalo a Dios.” Y esperó a que viniera con el cabrito y toda la ofrenda para ofrecerlo a Dios, y cuando lo ofreció a Dios y el fuego del sacrificio subía, la llama de fuego subía, ahí mismo el Ángel subió, hizo milagro y fue una gran señal de que ése era el Ángel de Dios, el Ángel del Pacto, y entonces supo Manoa que ése era el Ángel de Jehová; o sea, que era el cuerpo angelical donde Dios estaba.

Y ahora, aquí Gedeón le va a pedir también señales. Más adelante dice (le pide una señal):

He aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho.

Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua.”

El vellón era un pedazo de piel, y cuando lo exprimió, como uno exprime una toalla, y como ustedes cuando acostumbran también a pasar en el piso con agua una tela o una toalla y después lo exprimen y sacan agua, así hizo: exprimió y sacó un tazón de agua y Dios le permitió esa señal, pero ahora, no estuvo conforme Gedeón y quiso la confirmación.

Y ahora, para no pensar que podía ser casualidad, ahora va a pedir la señal contraria a como fue la primera:

Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí (está previniendo porque sabe que se podía molestar porque no había creído completamente), si aún hablare esta vez (porque lo que va hablar otra vez, como que estaba medio dudoso todavía); solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra (o sea, que ya el rocío sobre la tierra, pero que el vellón que está tendido en el campo no tome el rocío, no se moje).

Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.”

Y con estas dos señales Gedeón estuvo seguro y confiado de que el Ángel del Pacto, que es el mismo Dios en Su cuerpo angelical, estaría con él y libraría a Israel de mano de los madianitas, usándolo ¿a quién? A Gedeón; porque Dios siempre usa al hombre, al ser humano, porque es el socio de Dios.

Y ahora, las señales son para identificar, para confirmar, para señalar el tiempo, identificar el tiempo; cuando llega el tiempo para cierta cosa, hay señales en el sol, en la luna, en las estrellas y en la Tierra que dan testimonio, que testifican que se ha llegado el tiempo que fue prometido.

Hay señales en el cielo literal y también en el Cielo espiritual; por ejemplo, está la luna, el sol y las estrellas en la forma literal, pero en la forma espiritual está el sol, la luna y las estrellas; allá en el tiempo de José: el sol y la luna eran Jacob y su esposa Raquel, y las estrellas eran los hermanos de José, y José por supuesto era un estrella mayor. Es que Dios le dijo a Abraham que su simiente, su descendencia, sería como las estrellas del cielo, las estrellas del cielo son tipo y figura de la descendencia de Abraham.

Por eso en algunos pasajes bíblicos se nos habla del cielo y de las estrellas, de la luna y el sol, y algunas veces se está hablando en términos espirituales y algunas personas lo interpretan en términos literales. Tenemos que ver las estrellas, la luna y el sol en la forma en que corresponde en el momento; y que también luego se puede cumplir en otra forma, se puede cumplir en lo literal y en lo espiritual también.

Ahora, vean ustedes, en Daniel nos habla de las estrellas en el capítulo 8, verso *8, y vamos a ver algo ahí a la ligera, no vamos a entrar mucho en lo que contiene eso ahí. Dice:

Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.

Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa.

Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó.”

Pero no se refiere a las estrellas literales. También vamos a ver aquí en la profecía del cuerno pequeño, en este capítulo, vean, ese cuerno pequeño era Antioco Epífanes por el año 175 antes de Cristo.

Luego en el capítulo 12 del Apocalipsis también nos habla de una mujer, y vean ustedes aquí cómo nos dice:

Apareció en el cielo una gran señal (¿ven? Es una señal): una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.

Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.

También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;

y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra.”

Pero todas las estrellas están allá en el cielo. ¿Ven? Entonces ya eso es en el campo espiritual, pero son señales que ocurren en el campo espiritual y se cumplen con naciones y seres humanos.

Y ahora, el propósito de las señales les dije que es identificar el tiempo, personas, naciones, iglesias, y eventos que están prometidos para ocurrir en naciones, en iglesias y en ciertos tiempos y por consiguiente aparecen ciertas señales, pueden aparecer en el Cielo literal o pueden aparecer en el Cielo espiritual, con estrellas espirituales que son seres humanos, o con estrellas literales, pero que esas estrellas las personas tendrían que tener un telescopio, ser científicos, astrónomos o astrólogos para saber leer lo que está sucediendo ahí en el Cielo y lo que significa eso que está sucediendo allá.

Por ejemplo, cuando nació Cristo por cuanto estaba prometida una estrella que saldría de Jacob en Números, capítulo 24, verso 17, lo cual profetizó Balaam, cuando unos astrónomos y astrólogos (porque antes en ese tiempo las dos estaban juntas, la astronomía y la astrología), y ellos vivían allá por Ur de los Caldeos, ese territorio del área Babilonia y Ur de los Caldeos (en palabras más claras ese territorio de Irak).

Y ellos observaban el cielo, porque siendo conocedores de que lo que va a suceder en la Tierra primero Dios lo muestra en el cielo, ellos estaban atentos y conocían las profecías bíblicas de los judíos y sabían que de Jacob saldría una estrella, por lo tanto en el cielo literal tenía que verse una señal. Señal que no vieron los líderes religiosos de aquel tiempo ni tampoco la vio el rey Herodes; pero ellos siendo científicos o astrólogos de ese tiempo, podían mirar y ver y entender lo que otros podían mirar y no ver, ni entender lo que estaban viendo.

Es como cuando se lee la Biblia, algunos pueden leer y entender, otros pueden mirar ahí, leer y no entender lo que significa eso que están leyendo.

Ahora, recordemos que siempre hay señales para indicar el tiempo para el cual Dios ha prometido ciertas cosas para llevar a cabo. Tenemos grandes señales en el cielo literal y en el Cielo espiritual. Por ejemplo, para el tiempo en que no iba a quedar piedra sobre piedra, Cristo comenzó a enumerar las señales que iban a ser vistas en el Cielo, tanto en el cielo literal como en el Cielo espiritual; y también les dijo que Jerusalén, cuando vieran a Jerusalén cercada de ejércitos había llegado el tiempo, o sea, que esa era una señal. ¿Ven? Y era una señal aquí en la Tierra, y que el que estuviera en Jerusalén se fuera de Jerusalén, y que el que estuviera fuera de Jerusalén no regresara a Jerusalén, porque había llegado el tiempo para su destrucción.

Tenemos que saber cuáles son las señales prometidas para el tiempo que nos toca vivir, para entonces saber qué cosas Dios va a estar cumpliendo, va a estar haciendo. Tenemos grandes promesas de parte de Dios.

Para el tiempo final, vean, Dios dice aquí en la Escritura con relación a la pregunta que le hicieron Sus discípulos: “¿Cuándo serán estas cosas?” O sea, la destrucción del templo y los edificios, “¿qué señal habrá de Tu venida y del fin del mundo o del fin del siglo?” Señal, la señal o señales, o la señal en específico, principal de la destrucción de Jerusalén era ¿cuál? Cuando vieran a Jerusalén cercada de ejércitos, había llegado el tiempo para su destrucción, cuando fuera vista esa señal, no pasaría ese tiempo sin que fuera destruida Jerusalén; o sea, que no se iban a ir, el ejército no se iba a ir de allí sin destruir primero a Jerusalén.

¿Qué señal habrá...? Vamos a leerlo otra vez:

¿Cuándo serán estas cosas (¿cuándo?) y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?

“¿Qué señal habrá de tu venida?” Una de las cosas que dijo Cristo es: “Y será vista la señal del Hijo del Hombre en el Cielo.” Si es en el cielo literal, algo tiene que pasar en el cielo literal, que las personas por cuanto no son científicos, excepto algunas personas, no van a poder detectar eso que está sucediendo en el cielo, pero será registrado en la historia de la ciencia.

Por ejemplo, se dice en el campo científico de la astronomía y de la astrología, que cuando Cristo nació, en el cielo literal hubo una señal: la alineación planetaria de Júpiter y Saturno. Esa fue una señal, y dicen muchos que esa fue la estrella de Belén, se veía más grande que en otras ocasiones, porque estaban los dos planetas uno detrás del otro, mirándolo desde la Tierra, y entonces la luz era mayor.

No hace mucho se estaba viendo una estrella demasiado de grande, una señal también en el cielo, era la estrella de la mañana, o sea, como que la estrella de la mañana, que es Cristo, el Espíritu Santo va a estar resplandeciendo más en este tiempo. Tan simple como eso.

Y es también la estrella de la mañana apareciendo señal de que un nuevo día está rayando, está por amanecer completamente. ¿Y por dónde se ve esa estrella? Por el Este, vigilen el Este, vigilen a Israel que está en el Este, hacia el Este; pero para ver también la estrella, vean ustedes, los magos o aquellos científicos que estuvieron en el tiempo de Jesús cuando ya tenía como dos años de edad, pero habían visto la estrella hacía dos años y la estaban siguiendo, ellos estaban mirando en donde ellos estaban, que estaban en el Este (Irak). Ur de los Caldeos y Babilonia, queda al Este de Israel, por lo tanto, ellos estaban mirando de Este a Oeste.

Y ahora, ellos vieron la señal en el cielo de la Venida del Mesías, y siguieron para encontrar lo que esa señal indicaba que había ocurrido en la Tierra; porque lo importante era lo que había ocurrido en la Tierra, había llegado el Mesías en Su primera Venida.

Siempre hay una señal en el cielo literal, pero no todos la ven a ver y no todos la van a entender. En el Cielo espiritual entonces se lleva a cabo con seres humanos aquí en la Tierra. Por eso vean, nos habla en la Escritura también de estrellas que caen del Cielo y cosas que ocurren en la Tierra, estrellas que representan seres humanos.

Algunas estrellas, seres humanos buenos, y otras estrellas, seres humanos malos; algunas estrellas, vean ustedes (a personas que están errados) en Judas, capítulo 1, verso 13, dice que son estrellas erráticas, o sea, que no están en su órbita correctamente, no tienen órbita, van de un lado hacia otro.

Y ahora, el propósito de las señales ya lo hemos visto.

Y ahora, para nuestro tiempo encontramos a través de la historia bíblica que en la historia de la Iglesia tendríamos la señal del Espíritu Santo manifestándose y creando una nueva raza de seres humanos con Vida eterna; y primero obtienen el cuerpo angelical eterno y después van a obtener el cuerpo físico, eterno y glorificado; es un proyecto divino, el más grande proyecto divino: la creación de una nueva raza que viene del segundo Adán, que es Jesucristo.

En medio del Cristianismo hemos visto diferentes estrellas, mensajeros, los mensajeros de cada una de las edades y también hemos visto la estrella resplandeciente de la mañana, que es Cristo, el Espíritu Santo en medio de Su Iglesia, en medio del Cielo espiritual; y también para el Día Postrero la señal de la Venida del Señor, ya se las mencioné sin especificarles mucho esa señal en el cielo literal. En el Cielo espiritual será el Espíritu Santo manifestado cumpliendo lo que Él ha prometido con relación a la Venida del Señor a Su Iglesia.

Luego aquí en San Mateo nos dice: “¿Qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo?” Vamos a ver lo del fin del siglo en San Mateo, capítulo 13, versos 30, y luego versos 36 en adelante, dice:

Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega (o sea, hasta la cosecha); y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.”

Habrá un recogimiento de la cizaña por un lado, y un recogimiento del trigo por otro lado, van a ser separados. Luego en el capítulo 13 mismo, versos 36 en adelante, los discípulos de Jesucristo le piden a Cristo que les explique esa parábola:

Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.

Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre (o sea, Cristo).

El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino (o sea, los creyentes en Cristo), y la cizaña son los hijos del malo.”

Y recuerden que el campo es el mundo, o sea, que en el planeta Tierra estarán tanto el trigo como la cizaña, los hijos de Dios y los hijos del malo.

Y ahora, hablando aquí Cristo de la cizaña y el padre de la cizaña, dice:

El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.”

¿Y cuál va a ser la señal? ¿Cuál va a ser la señal del fin del siglo? La aparición de los Ángeles que van a llevar a cabo la cosecha, porque ese evento de la siega, de la cosecha, es para el fin del siglo, para el tiempo en donde Él va a enviar Sus Ángeles segadores, cosechadores:

De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo (o sea, de este siglo que Él está hablando en el que se llevará a cabo la cosecha).

Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles...”

Y ahora, vean ustedes: “enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles.” Es lo mismo que después dice en San Mateo, capítulo 24, verso 30 al 31, en donde dice. “Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos.”

Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,

y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.”

Y ahora, la cizaña va a ser recogida y será echada en el fuego, en la gran tribulación, que será el día ardiente como un horno, en donde todos los soberbios serán estopa. “Y aquel día que vendrá los abrazará (o sea, los quemará), ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.” (Malaquías, capítulo 4, verso 1 en adelante).

Con el calentamiento global las cosas se están poniendo más difíciles, y con una tercera guerra mundial atómica que está señalada en las profecías para venir, se pondrán peores las cosas en el planeta Tierra, va a ocasionar que sea muy caliente este planeta.

Los polos se están derritiendo también por el calentamiento global, por lo tanto, las islas y las costas corren grave peligro de desaparecer. Dios dice: “Yo daré el pago a los de las costas.” Y el pago es el juicio divino que vendrá. Pero dice que los justos van a resplandecer como el sol en el Reino de su Padre, porque van a ser transformados los escogidos, van a ser llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero y así como Cristo resplandeció en el Monte de la Transfiguración, así van a resplandecer cuando estén todos los escogidos transformados.

Así que para los escogidos de Dios hay una bendición muy grande, y hay que estar pendiente a esas señales. La señal del fin del siglo, la señal para el fin de la Dispensación de la Gracia, es la aparición de los Ángeles que llevarán a cabo la cosecha, esos son los ministerios de Moisés y Elías surgiendo en medio del pueblo de Dios.

En la Iglesia del Señor surgirán, porque es la Iglesia donde está el Espíritu Santo a través de la historia de la Iglesia; y de ahí más adelante conectará con el pueblo hebreo, para llamar y juntar ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu.

Y ahora, en San Mateo también nos habla, capítulo 24, versos 32 al 33, que tengamos en cuenta la señal de la higuera que es Israel, dice: “Cuando vean que reverdece y echa hojas, el verano está cerca.” También dice: “Y cuando vean los demás árboles...” Eso está en San Lucas 21 también.

Y ahora, Israel ya está en su tierra, es un Estado libre y soberano, pero todavía no ha llegado la restauración de Israel; la restauración de Israel es la restauración del Reino de David en donde Israel entra a ese Reino de David y obtiene la bendición de ser gobernado por el Mesías Príncipe como Rey, el que traerá la paz para Israel, por lo tanto, va haber un cambio de la democracia a la monarquía.

Luego también Cristo nos dice que será como en los días de Noé y como en los días de Lot. En los días de Noé hubo un profeta dispensacional trayendo el mensaje final para aquella generación y mostrando la forma de escapar del juicio divino, lo cual el juicio divino es tipo de la gran tribulación; y un profeta dispensacional es tipo y figura del mensajero del Día Postrero que será un profeta mensajero dispensacional, con el mensaje del Evangelio del Reino para predicarlo por testimonio a todas las naciones.

Cristo mismo lo dijo: “Y será predicado este Evangelio del Reino por testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.” La señal del fin, vean, es la predicación del Evangelio del Reino por testimonio a todas las naciones, y eso le toca al ministerio de Moisés y Elías.

Luego encontramos también que será como en los días de Lot, en los días de Lot hubo también un profeta dispensacional que fue Abraham; y era el tiempo también para el juicio divino venir sobre Sodoma y Gomorra y ciudades cercanas, era el fin del tiempo para aquellas naciones.

Y luego también dice Cristo: “¿Quién es el siervo fiel y prudente, al cual puso su Señor sobre Su casa para que les dé el alimento a tiempo?” El alimento para la casa de Dios es la Palabra de Dios, el mensaje de Dios, de edad en edad hubo un mensajero siervo fiel y prudente, el mensajero de cada edad dando el alimento a tiempo en la casa de Dios, en la Iglesia del Señor Jesucristo. Y para el Día Postrero habrá uno también. Por eso dice:

¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente , al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?

Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.

De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.”

O sea, que vendrá a ser el segundo en el Reino del Mesías. Para que lo entiendan más claro, será el primer ministro del Reino del Mesías, será el virrey en el Reino del Mesías, y eso lo comprueba el mismo Cristo en Espíritu Santo hablando en Apocalipsis, cuando dice:

Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono (ese es el Trono de David), así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” Eso está en Apocalipsis, capítulo 3, verso 21. Y en Apocalipsis, capítulo 2, versos 26 al 28, dice:

Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones (sobre todas las naciones),

y las regirá (o sea, las gobernará) con vara de hierro...”

O sea, que no será un Reino de mano blanda, será un Reino de mano de hierro, porque ése es el Reino del cual Cristo dijo que orando pidiéramos la venida del Reino de Dios, dice orando: “Orad así: Venga Tu Reino, hágase Tu voluntad como en el Cielo aquí en la Tierra (o también en la Tierra).” San Mateo, capítulo 6, verso 10.

Y ahora vean, se va hacer la voluntad como se hace en el Cielo, aquí en la Tierra, por lo tanto, será un Reino de mano de hierro, por eso dice:

...y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre.”

En la misma forma que se sentó con el Padre en Su Trono y en la misma forma en que recibió poder en el Cielo y en la Tierra, pues Él dijo: “Todo poder me es dado en el cielo y en la tierra.” (San Mateo, capítulo 28, verso 16 al 20).

Y ahora, Él tiene la bendición de estar sentado en el Trono de Dios, y por lo tanto, el que está sentado en el Trono es el que tiene el poder, y ese Trono gobierna los Cielos y la Tierra, o sea, tiene poder sobre los Cielos y sobre la Tierra.

Y ahora, le va a dar poder, no dice sobre el Cielo, sino sobre las naciones, aquí en la Tierra, porque Dios colocó al ser humano, a Adán, aquí en la Tierra para ser rey, y le dio el poder pero se lo quitó ese reino mundial cuando perdió el Título de Propiedad, perdió la Vida eterna y por eso no pudo ser el rey para siempre en el planeta Tierra. Pero con el Título de Propiedad siendo restaurado a la raza humana, siendo dado a ése que va a sentarse con Cristo en Su Trono, entonces nuevamente el Reino de Dios será restaurado en la Tierra.

Y cuando veamos al siervo fiel y prudente dándole el alimento a tiempo en el Día Postrero, en el tiempo final, cuando las señales correspondiente al tiempo final las estemos viendo, cuando estemos viendo los ministerios de los Ángeles que son enviados para la cosecha, estaremos viendo a la misma vez al que va a recibir poder sobre todas las naciones, al que se va a sentar con Cristo en Su Trono, al que Cristo ha prometido escribir sobre él el Nombre de Dios, el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y Su Nombre nuevo; todas esas bendiciones van a ser manifestadas en el Día Postrero; y cuando estemos viendo eso, tenemos que entender que hemos llegado al tiempo final.

Y en medio del Cristianismo fue vista por anticipación una gran Carpa-Catedral que va a surgir en medio del Cristianismo en donde va a estar la Columna de Fuego, va a estar el Ángel del Pacto, y en donde va a estar el Nombre de Dios y en donde Dios va a estar manifestado en toda Su plenitud.

LA APARICIÓN DE ESA CARPA-CATEDRAL GIGANTE VA A SER UNA SEÑAL DEFINITIVA DE QUE SE HA LLEGADO AL FIN DEL TIEMPO, COMO CUANDO VIERON EL ARCA DE NOÉ, HABÍA LLEGADO LA HUMANIDAD ANTEDILUVIANA AL FIN. Y ahí lo vamos a dejar.

Son bienaventurados aquellos que se unen al proyecto divino, al proyecto de Cristo para este tiempo final. Cristo dijo algo muy importante, Él habló algo así como el que... “El que me honrare, será honrado por mi Padre.” También hay algo más que Cristo dice, por ejemplo: “El que recibe al que yo enviare, a mí recibe, y el que a mí recibe, recibe al que me envió, al Padre.” Eso está en San Juan, capítulo 13, verso 20. Pero ese otro pasaje que dice que el que honre a Cristo, será honrado por el Padre celestial, y también hay otro pasaje donde nos habla que será recompensado, no recuerdo bien el pasaje pero en otra ocasión se los mostraré. Dios lo va a honrar, por lo tanto, va a ser honrado en el Reino del Mesías, es uno de los lugares donde va a ser honrado, y también en la Cena de las Bodas del Cordero.

Por lo tanto, nos ponemos al lado del Programa Divino correspondiente para el Día Postrero, para el séptimo milenio de Adán hacia acá, que es el Día Postrero delante de Dios, porque “delante de Dios un día es como mil años, y mil años como un día,” nos dice San Pedro en Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8 y el Salmo 90, verso 4.

EL PROPÓSITO DE LAS SEÑALES.”

Y ahora, con tantas señales para el Día Postrero, estaremos más que seguros al verlas, que hemos llegado al Día Postrero. Conforme al calendario gregoriano, ya llevamos nueve años dentro del Día Postrero, o sea, del séptimo milenio de Adán hacia acá; aunque ese calendario tiene sus errores, y comience el año uno con el nacimiento de Cristo, pero Cristo nació unos cuatro a diez años antes de comenzar el quinto milenio.

Por lo tanto, hay que tener en cuenta eso también, y si tomamos en cuenta eso, entonces ya llevamos más de nueve años dentro del séptimo milenio. Pero también si sacamos los números con el calendario hebreo, ya nos da otros números pero nos coloca en el fin del siglo. Así que como quiera que se saquen, estamos en el tiempo en que las señales están diciendo lo que Dios prometió para nuestro tiempo y lo que Él está haciendo y lo que continuará haciendo, y todo eso es para nuestra edad: la Edad de la Piedra Angular, para la conexión de la Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia.

EL PROPÓSITO DE LAS SEÑALES.”

Antes que se cierre la Dispensación de la Gracia el llamado final lo hace el Espíritu Santo, llamando y juntando Sus escogidos en este tiempo final. Si alguno todavía no ha recibido a Cristo, se le está haciendo un poquito tarde, pero todavía hay oportunidad de entrar al Reino de Dios.

Cristo dijo: “El que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios.” Por lo tanto, se requiere que toda persona que desea vivir eternamente, que desea entrar al Reino de Dios, nazca del Agua y del Espíritu, lo cual es escuchando el Evangelio de Cristo y naciendo la fe de Cristo en su alma, y recibiendo a Cristo como único y suficiente Salvador, siendo bautizado en agua en Su Nombre y recibiendo luego el Espíritu Santo y así obteniendo el nuevo nacimiento, para lo cual si usted todavía no ha recibido a Cristo, este es el momento, pues ya escuchó el Evangelio de Cristo, nació la fe de Cristo en su alma y ahora tiene la oportunidad de dar testimonio público de su fe en Cristo, recibiéndole como su único y suficiente Salvador, para lo cual puede pasar acá al frente y estaremos orando por usted.

Dios tiene mucho pueblo en esta ciudad y los está llamando. Usted está escuchando el Evangelio de Cristo porque su nombre está escrito en el Cielo en el Libro de la Vida, usted es una oveja y Él lo está llamando. Él dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen, y yo las conozco y yo les doy Vida eterna.”

Es para recibir la Vida eterna que Él nos llama por medio del Evangelio y nosotros lo recibimos como nuestro único y suficiente Salvador. Todos queremos vivir eternamente, todos queremos asegurar nuestro futuro con Cristo en Su Reino, recibiéndolo así como nuestro único y suficiente Salvador.

Vamos a estar puestos en pie mientras vienen a los Pies de Cristo los que han obtenido la fe de Cristo en su alma, ha nacido la fe de Cristo en su alma para orar por ustedes en esta ocasión.

Cuando llegó el tiempo para entrar los que iban a escapar del juicio divino del diluvio, miren, entraron ocho personas al arca; no fueron muchos, pero eran los que se iban a salvar, así que, en este tiempo final estarán entrando los últimos escogidos al Reino de Cristo, recibiendo a Cristo como su único y suficiente Salvador, y así estarán asegurando su futuro eterno con Cristo en Su Reino eterno.

Recibir a Cristo como Salvador, es un asunto de Vida eterna, Cristo dijo: “El que oye mi Palabra y cree al que me envió, tiene Vida eterna, y no vendrá a condenación, mas pasó de muerte a vida.” No va a ser juzgado en el juicio final porque ya pasó de muerte a vida, tampoco va a pasar por la gran tribulación porque ya pasó de muerte a vida; y para los escogidos de Dios del Cuerpo Místico de Cristo, la gran tribulación no es para ellos.

Cuando la gran tribulación se esté manifestando en la Tierra, que son tres años y medio de juicios divinos sobre la Tierra, los escogidos de Dios, los miembros de la Iglesia de Jesucristo nacidos de nuevo, estarán en la Cena de las Bodas del Cordero con Cristo en la gran fiesta mayor que se haya llevado a cabo en el Cielo, y allí estaremos con Él, y estaremos viendo Su rostro, pues todos hemos deseado ver el rostro de Cristo, hemos deseado saber cómo era; lo vamos a ver, pero en cuerpo glorificado, o sea, como era cuando ya resucitó glorificado, cómo era, cómo es y cómo será por toda la eternidad, y Él nos va a ver a nosotros como vamos a ser en el cuerpo glorificado; o sea, que vamos a estar cara a cara con Él en el Reino celestial allá en el Cielo, y vamos a tener una experiencia única con Cristo en el Cielo. Él es nuestro hermano mayor, por lo tanto se va a reunir, es una fiesta de familia allá en el Cielo, de la familia de Dios, de la realeza celestial, porque Dios es el Rey del universo, y Sus hijos son príncipes y princesas, es una fiesta de la realeza en el Cielo, donde van a estar también los ángeles, y todas esas personas de la antigüedad van a estar allí.

Allí va a estar Adán, va a estar Eva también y los que hemos deseado saber cómo eran, allí los vamos a ver; a Adán y a Eva también.

Así que, todas esas personas de la historia bíblica que sirvieron a Dios, van a estar allí en esa gran Cena de las Bodas del Cordero, los escogidos del Antiguo Testamento y los escogidos del Nuevo Testamento, y los ángeles de Dios.

En las demás naciones también pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo para que queden incluidos en esta oración que estaremos haciendo, y también los niños de diez años en adelante pueden venir a los Pies de Cristo para que queden incluidos en esta oración que estaremos haciendo por ustedes. Cristo dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el Reino de los Cielos.”

Ya vamos a orar por todos los que han venido a los Pies de Cristo. Si falta alguno, puede venir para que quede incluido en esta oración.

Todavía vienen más personas que como ustedes quieren vivir eternamente con Cristo en Su Reino. Si oyes hoy Su Voz, no endurezcas tu corazón, es que eres una oveja del Señor y Él te está llamando para darte Vida eterna y colocarte en Su Reino.

Si falta alguno por venir, puede pasar acá al frente. Veo que vienen más personas, es que Dios tiene mucho pueblo, muchos hijos en esta ciudad, y hay muchos hijos aquí que todavía no han recibido a Cristo, y ya Cristo les habló al corazón y ya nació la fe de Cristo en sus corazones, y los está llamando para así que den testimonio público de su fe en Cristo recibiéndole como su único y suficiente Salvador.

A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.

Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.” (San Mateo, capítulo 10, versos 32 al 33, ahí es donde Cristo dice esas palabras).

Todos queremos que Cristo nos confiese como creyentes en Él, nos confiese delante del Padre celestial para tener la entrada al Reino de Dios.

Unos segundos y ya estaremos orando por todos. Vamos a levantar nuestras manos al Cielo los que están presentes y los que están en otras naciones; y con nuestros ojos cerrados los que han venido a los Pies de Cristo repitan conmigo esta oración:

Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón, creo en Ti con toda mi alma, creo en Tu primera Venida, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados. Creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo, dado a los hombres en que podemos ser salvos.

Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, un Redentor. Me rindo a Ti en alma, espíritu y cuerpo y doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi único y suficiente Salvador.

Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado y me bautices con Espíritu Santo y Fuego y produzcas en mí el nuevo nacimiento, quiero nacer en Tu Reino, quiero entrar a Tu Reino, quiero vivir contigo en Tu Reino por toda la eternidad.

Sálvame Señor, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.

Y con nuestras manos levantadas al Cielo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén.

Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado, porque ustedes escucharon Su Evangelio, nació la fe de Cristo en su alma y lo han recibido como vuestro único y suficiente Salvador.

Ahora, ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, porque Él dijo: El que creyere y fuere bautizado, será salvo. ¿Cuándo me pueden bautizar?” Es la pregunta de ustedes.

Por cuanto ustedes han creído en Cristo, bien pueden ser bautizados, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.

Cristo mismo fue bautizado por Juan el Bautista, y también los apóstoles de Cristo fueron bautizados por Juan, y si ellos fueron bautizados (Cristo y también los apóstoles) cuánto más nosotros necesitamos ser bautizados.

El bautismo en agua es un mandamiento del Señor Jesucristo, los que escuchaban a Cristo y creían, eran bautizados por los apóstoles, y luego el Día de Pentecostés Pedro bautizó como tres mil personas que recibieron a Cristo como su único y suficiente Salvador, y así ha sido a través de la historia del Cristianismo. En nuestro tiempo continúa siendo en la misma forma: todos los que escuchen el Evangelio de Cristo y creen y lo reciben como Salvador, son bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.

Y la promesa es que Cristo los bautizará con Espíritu Santo y Fuego y producirá en las personas el nuevo nacimiento, y así entrarán al Reino de Dios, así obtendrán el nuevo nacimiento.

En el bautismo en agua nos identificamos con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultada la persona, luego de haber recibido a Cristo como Salvador, porque al recibir a Cristo como Salvador ha muerto al mundo y ahora tiene que ser sepultado tipológicamente en el bautismo en agua; y luego cuando lo levanta de las aguas bautismales, está resucitando, levántandose a una nueva vida, a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno.

Es importante saber que el agua en el bautismo no le quita los pecados, es la Sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado, el bautismo en agua es tipológico, y es un mandamiento del Señor Jesucristo, en donde nos identificamos con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección.

Conociendo el simbolismo del bautismo en agua, pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento; y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.

Continúen pasando todos una noche feliz llena de las bendiciones de nuestro amado Señor Jesucristo. Dejo al reverendo Bladimiro Rivera Ortiz, para que les indique hacia dónde dirigirse para colocarse las ropas bautismales y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.

Hay agua, hay bautisterios, hay ropas bautismales también y hay vestidores de ropa donde están personas que les ayudarán para que así se coloquen las ropas bautismales y sean bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.

En los días de Juan el Bautista, de Jesús y de los apóstoles, a lo mejor se bautizaban con la misma ropa que iban, pues no tenían quizás las facilidades que tenemos en nuestro tiempo, pero en nuestro tiempo tenemos las facilidades de tener ropas bautismales, de tener vestidores de ropa y de tener también los bautisterios y personas que les bautizarán.

Por lo tanto, tenemos más facilidades en nuestro tiempo. Lo importante es luego de recibir a Cristo, ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. En algunas ocasiones algunas personas han dicho: “Yo me voy a bautizar con la misma ropa que tengo y con ella me regreso a mi casa mojado, pero feliz por haber recibido a Cristo como mi único y suficiente Salvador.”

Pero no es necesario entrar con la misma ropa que usted tiene, sino que hay ropas ya preparadas para los bautismos y luego usted nuevamente se coloca la ropa suya que estará seca para regresar a su hogar con la ropa seca suya, y con el corazón lleno de la bendición de Cristo por haberlo recibido como vuestro único y suficiente Salvador, y con la esperanza de la Vida eterna.

Que Dios les bendiga y les guarde, y con ustedes dejo al ministro, reverendo Bladimiro Rivera Ortiz, y en cada nación dejo al ministro correspondiente. Pasen todos muy buenas noches.

EL PROPÓSITO DE LAS SEÑALES.”