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Palabras de saludo	2008-10-07	1		Villavicencio	Meta	CO	00:00:00	false		true

Muy buenas tardes, ministros compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo nuestro Salvador; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor del Programa Divino y Su Palabra correspondiente a este tiempo final.

Reciban todos un saludo, los que están aquí presentes y los que están también en otras naciones, y que Cristo, el Ángel del Pacto, les bendiga y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final.

Siendo que lo que sabemos, hablamos, entonces sabemos de lo que estamos hablando, así ha sido de edad en edad y así es en nuestra edad, la cual, usted examina la Palabra que ha venido a nuestra edad, y encontrará usted que cualquier mensaje del año ¿qué diríamos, Miguel? Ese mensaje: “Despertando a la Realidad,” que fue en el año 1978, ¿por ahí, Miguel? ‘78 en Norteamérica; si usted le quita la fecha y le pone la fecha del domingo pasado, está tan vigente, ¿verdad, Miguel? Es lo mismo que hemos hablado todo el tiempo, porque en nuestra edad lo que sabemos, hablamos y por consiguiente sabemos de lo que estamos hablando en las diferentes ocasiones.

Y Dios nos ha permitido, miren: de edad en edad se entra a la escuela de Dios y ahora ya estamos para graduarnos de universidad, estamos para ser adoptados ya en y para aquello para lo cual Dios nos ha llamado en y para Su Programa.

Estamos en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, en donde veremos la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual ha viajado a través del tiempo de edad en edad y de nación en nación, ahora, veremos que llegará a su parte culminante de su historia, en donde recibirá una manifestación plena de Dios; en donde, así como Dios vino al tabernáculo que construyó Moisés, templo o tabernáculo que Dios le mandó a Moisés a construir, y descendió cuando ya estaba terminado ese tabernáculo, y Dios moró allí en ese templo, en el Lugar Santísimo, en medio de los dos querubines de oro.

Si ustedes leen en Levítico, capítulo 16, ustedes encontrarán que esto Dios también lo dio a conocer. O sea, que dio a conocer el lugar de morada de Dios en ese tabernáculo o templo que le mandó a construir a Moisés. Dice capítulo 16, verso 1en adelante, dice:

“Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron.

Y Jehová dijo a Moisés: Dí a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.”

¿Dónde aparecería Dios? En la nube sobre el propiciatorio, y Dios estaría en medio de los dos querubines de oro, estaría Dios en esa nube apareciéndole a Moisés y también apareciéndole a Aarón en las ocasiones correspondientes, como en el día de la expiación.

Y aquí le muestra a Moisés lo que le tiene que decir a Aarón para poder entrar al Lugar Santísimo, le dice todos los requisitos para entrar al Lugar Santísimo. También para entrar a formar parte del Lugar Santísimo en nuestra edad, hay unos requisitos que tienen que ser cumplidos para poder decir que se está en la Edad de la Piedra Angular, que es la edad del Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo.

También en el tabernáculo o templo que construyó el rey Salomón, encontramos que cuando ya estuvo terminado, Salomón lo dedicó a Dios, y Dios descendió en la Columna de Fuego, en esa nube, y entró al Templo y entró al Lugar Santísimo. Dice la Escritura que los sacerdotes no podían ministrar por la presencia de Dios, la gloria de Dios que estaba allí manifestada en aquella nube. Así como fue también en el tabernáculo que construyó Moisés en su tiempo.

Y ahora, ha estado siendo construido un nuevo Templo, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, para morada de Dios en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia; de edad en edad ha estado en medio de Su Iglesia manifestado a través del ángel mensajero correspondiente a cada edad, y ha estado llamando y juntando Sus escogidos de cada edad, y produciendo en esas personas el nuevo nacimiento; y así han sido llamadas, juntadas y selladas con el Sello del Dios vivo, que es el Espíritu Santo.

Y ahora, todo eso ocurrió en el Lugar Santo durante la Dispensación de la Gracia, la parte del lugar del Atrio, eso corresponde de Adán a Cristo, la edad del tiempo de Adán al tiempo de Cristo; y luego de Cristo al tiempo del séptimo ángel mensajero, corresponde el Lugar Santo; y después de eso el Lugar Santísimo, que es el lugar a donde Dios nos ha llamado para formar parte del Lugar Santísimo de Su Templo espiritual como piedras vivas siendo colocadas por el Espíritu Santo, que es el albañil perfecto que está construyendo ese Templo, usando instrumentos humanos de edad en edad, y ahora en nuestra edad; y colocando piedras vivas, seres humanos en ese Templo para formar la parte correspondiente al tiempo que nos toca vivir, como hizo en edades pasadas.

Y ahora, de un momento a otro se completará ese Templo y todas las labores de ese Templo, que no es solamente colocar piedras, sino también preparar todo y acondicionarlo en la forma que tiene que estar, estar colocada el Arca del Pacto, con la cubierta que es el propiciatorio con los querubines de oro; todo eso tipo y figura de lo que estaría en la Iglesia del Señor Jesucristo en el Día Postrero, así como lo que estuvo en el Lugar Santo se materializaría en la Iglesia durante las siete etapas de la Iglesia.

Y ahora, miren todo lo que corresponde a nuestro tiempo lo cual tiene que materializarse, tiene que estar ahí para el Señor al terminar de llamar y juntar Sus escogidos de Su Iglesia, luego venir a Su Iglesia, a Su Templo con el Título de Propiedad, venir a Su Iglesia en esa visitación final en toda Su plenitud para manifestar Su gloria, entrar a Su Iglesia como entró al tabernáculo que construyó Moisés y como entró al templo que construyó el rey Salomón.

La Iglesia del Señor Jesucristo es el Templo más glorioso: más glorioso que el templo que construyó el profeta Moisés en el desierto, y que el tabernáculo que construyó o templo que construyó el rey Salomón; porque el que está construyendo Cristo por medio de Su Espíritu Santo es un Templo humano, un Templo con seres humanos formado por los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo, para Dios morar en Su Iglesia en toda Su plenitud.

Por eso Él va a transformar a los escogidos que estarán en Su Iglesia y estarán vivos en el Día Postrero, cuando resuciten los muertos creyentes en Él, y entonces Dios estará en toda Su plenitud en Su Iglesia; y ahí tendremos la plena manifestación de Dios en Su Iglesia, para lo cual conforme a lo que fue visto, habrá en la parte culminante de la Iglesia en su trayectoria, habrá una Carpa-Catedral gigante que aparecerá en la parte de la vida diaria de la Iglesia, lo cual será la materialización de una visión que le fue dada al reverendo William Branham, en donde él vio lo que estaría sucediendo en la Iglesia del Señor Jesucristo, la Iglesia Novia del Señor, al tiempo final o al final del tiempo de la Iglesia aquí en la Tierra.

Esa etapa que viene, será la que impactará a la Iglesia plenamente y en donde recibirá la fe para ser transformados los escogidos, y los muertos en Cristo van a ser resucitados en cuerpos eternos, y en donde el poder de Dios estará manifestado tan grandemente, que grandes maravillas, prodigios y milagros se llevarán a cabo, porque Dios estará en la Columna de Fuego en el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual, y a cada lado estarán los ministerios de Moisés y de Elías.

De en medio de los ministerios de Moisés y de Elías será que la manifestación de Dios estará siendo hecha en el Día Postrero, y estará hablando de en medio de los dos ungidos, dos Olivos que estarán en el Día Postrero en medio de la Iglesia de Jesucristo, en la etapa del Lugar Santísimo, que es la Edad de la Piedra Angular.

De en medio de esos ministerios es que se verán los grandes milagros, las grandes maravillas, porque de en medio de esos ministerios es que estará Cristo en Espíritu Santo manifestado en toda Su plenitud.

Por lo tanto, estamos llegando a ese momento glorioso, por lo cual estamos viendo ese movimiento de una Carpa-Catedral que está siendo construida, o sea, que la construcción de ese lugar tiene sentido, sentido bíblico, sentido profético; porque si no tuviera un sentido profético para ser cumplido, entonces no estaríamos trabajando en ese proyecto, porque con el local que se tiene allá, es suficiente para las personas que están asistiendo allá.

Pero hay una visión que tiene la Iglesia del Señor Jesucristo, y es que todo culminará en una Carpa-Catedral gigante, en donde estará la manifestación plena del poder de Dios, y por consiguiente hay que trabajar en ese proyecto, porque la Iglesia es la ayuda idónea del Señor Jesucristo, y le corresponde hacer el trabajo que le ha sido encomendado.

Dios obró por medio de Cristo, en quien colocó toda Su plenitud, y ahora, Cristo ha estado obrando por medio de Su Iglesia y continuará obrando, o sea, que todas las cosas que Cristo hará, será por medio de Su Iglesia, ahí por consiguiente tienen que estar los ministerios correspondientes al Día Postrero. La Iglesia tiene la Bendición de la Primogenitura y por eso tantas bendiciones prometidas para la Iglesia.

Es para mí un privilegio grande vivir en este tiempo, en donde la culminación de la Obra de Dios entre los gentiles, de la Obra de Dios con Su Iglesia, ya la estamos visualizando, porque está en las profecías bíblicas dadas por los diferentes profetas hasta el séptimo ángel mensajero; y si alguna otra cosa falta, la recibiremos, será hablado en nuestra edad en este tiempo final.

Por lo tanto, adelante trabajando en la Obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano, estamos trabajando con y para el personaje más importante, que es Jesucristo nuestro Salvador, Él es el centro de nuestra vida, Él es el centro de nuestra fe y de nuestra esperanza, y Él es el centro de nuestro trabajo también.

Aprecio mucho y agradezco todo lo que han estado haciendo, están haciendo y continuarán haciendo por Puerto Rico y este proyecto que allí se está llevando a cabo. Yo también estoy brazo a brazo con Puerto Rico en ese proyecto, respaldándolo en todo, y el reverendo Miguel Bermúdez Marín está trabajando en ese proyecto grandemente no solamente con ustedes aquí, sino en todas las naciones.

Por lo tanto, tiene una labor muy grande que está llevando a cabo, y espero que Cristo le recompense grandemente en Su Reino, y en ese glorioso Reino Milenial tenga una posición bien importante con Cristo en Su Reino. Y ustedes también, los cuales junto a Miguel han estado trabajando grandemente en la Obra del Señor.

Hemos pasado y hemos caminado muchos años juntos, y hemos estado brazo a brazo y hombro a hombro todos en las buenas y en las malas, y continuaremos así brazo a brazo en todas las labores de la Obra del Señor.

Cuando estemos transformados, ya de ahí en adelante ya todo será en las buenas, y cuando estemos en la Cena de las Bodas del Cordero, ahí hay muchas cosas buenas para mí, ¿y para quién más? Para ustedes también. Y cuando estemos en el Reino milenial de Cristo también hay muchas cosas buenas para nosotros.

Yo siempre he dicho que la etapa de la Iglesia que recibirá los galardones más grandes, más importantes, será la Edad de la Piedra Angular, y eso lo vamos a comprender cuando estemos allí.

Así que, Dios les bendiga y les guarde, y adelante trabajando en la Obra del Señor siempre, sabiendo que todo lo que hacemos aquí, en el Reino de Cristo será recompensado; y allá, cuando estemos allá, lo único que podremos decir es: “Y yo no sabía que iba a ser tan grande, escuché y sabía que iba a ser grande la bendición acá, pero no sabía que era tan grande como la que estoy viendo, yo hubiera trabajado más y la bendición sería mayor.” Pero trabajó hasta donde trabajó.

¿Quiere una bendición mayor, un galardón mayor? Trabaje más, porque Él pagará a cada uno según sea, ¿qué? Su obra; o sea, que tiene que trabajar para la parte de los galardones. La Vida eterna no es por lo que haya trabajado, es por la fe en Cristo; pero los galardones es por lo que haya trabajado.

Así que, Dios les bendiga y les guarde y les continúe usando grandemente en Su Obra en este tiempo final. Dejo con ustedes nuevamente al reverendo Miguel Bermúdez Marín para continuar. Y ya creo que tenemos que concluir, porque ya el otro grupo que viene para estar en la segunda actividad, todos los hermanos, ya deben de estar por aquí. No sé si es aquí o en otro salón. Es aquí en el otro salón. ¿Ya están allí? Ya están allí, así que ya están por comenzar el devocional.

Así que, Dios les bendiga y les guarde y nos vemos ya en la próxima actividad. Pasen todos muy buenas noches.

“PALABRAS DE SALUDO A LOS PASTORES.”