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El tabernaculo de Dios 2008-09-06 1 Cayey PR 00:00:00 false true

Muy buenas tardes, ministros compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo, el Templo espiritual de Cristo, compañeros ministros aquí en Puerto Rico y también en todos los países en la América Latina, en Norteamérica y todos los demás países que están reunidos en estos momentos.

Y para ti Miguel un saludo también de todo corazón; y que Dios te bendiga siempre y te use grandemente en Su obra en este tiempo final, y también para ti Salomón y Kélita allá en el Brasil.

Para esta ocasión hemos estado viendo estas tres últimas conferencias que fueron dictadas en Río de Janeiro, Brasil, y en donde Dios nos ha permitido ver lo que corresponde a Su Programa para este tiempo final.

Y viendo que el tiempo está muy avanzado, queremos tener concluido todo el trabajo de los terrenos y la Carpa-Catedral, ese nuevo auditorio que en Puerto Rico se está construyendo, para lo cual Puerto Rico y todos los demás países están haciendo un esfuerzo grande para el pronto pago de este terreno último que se compró.

Ya se dio la primera mitad del pronto pago, y ya tenían que dar la segunda mitad y todavía no han podido porque no tienen todavía el dinero completo, y nos dijo el reverendo José Benjamín Pérez que el banco cada vez le está preguntando cuándo van a dar la segunda parte del pronto pago, y es muy importante que se cumpla esa parte también.

Por lo cual yo aprecio y agradezco mucho a todos ustedes ministros de todos los países y de Puerto Rico, el que estén brazo a brazo y hombro a hombro con este proyecto de esta compra de los terrenos y también de la Carpa-Catedral que ya se mandó a construir, en donde esperamos que la gloria de Dios se manifieste en toda Su plenitud y dé cumplimiento a lo que fue visto en la Visión de la Carpa.

Esperamos que ese sea el lugar, por lo cual trabajamos con amor, no obligados sino con mucho amor para ese proyecto, el cual está basado en esa visión; y si alguien tiene otro lugar, le toca construir el lugar.

Si en alguna otra nación o en Europa o en algún lugar, piensa alguien que tiene que ser en su lugar, le toca a él y a ellos construir en su lugar, y a nosotros los latinoamericanos, nos toca construir en algún lugar de la América Latina, y en la América Latina está incluido todo el Caribe.

Bueno, esperamos que este esfuerzo en estos días sea grande, para que así Puerto Rico dé la segunda parte del pronto pago de ese terreno que se va a necesitar también.

Dios le mostró al reverendo William Branham algo grande y con mucha gente, y para que vengan gente tienen que venir autobuses y automóviles, porque acá la transportación pública de autobuses no es eficiente para venir desde todo Puerto Rico a Cayey, y la de metro y trenes, no existe.

Acá, pues la cultura en esa parte es que cada cual tiene su automóvil, y el que no lo tiene, pues tiene que tomar autobuses y hay muy pocos que llegan hasta Cayey.

También si conforme a la visión habrá mucha gente, pues se necesita mucho terreno para los automóviles, los autobuses que puedan venir contratados y también para la gente caminar y así tener las facilidades necesarias; se van a necesitar también cafeterías, restaurantes y todas esas cosas porque la gente come también, y un sinnúmero de cosas más.

O sea, que en un proyecto de una carpa como esa que fue vista, hay muchas cosas que tienen que ser incluidas. El mejor lugar, pues yo creo que todos estamos de acuerdo en que sea Puerto Rico, también está la República Mexicana y también el Brasil, son dos lugares también importantes, en donde también puede hacerse posible una bendición así tan grande.

Pero Puerto Rico yo creo que de todos los lugares, es el mejor, aunque en el Brasil hay más personas que en Puerto Rico y también en la República Mexicana. También Colombia es un lugar muy grande y también con muchas facilidades. Todos esos lugares que les mencioné son grandes y con muchas facilidades.

Ahora, el lugar va a ser el que vio el reverendo William Branham en la Visión de la Carpa. Ahora, no vamos a hablar mucho sobre eso, solamente quiero agradecer a todos los ministros y sus congregaciones el que se hayan colocado brazo a brazo con Puerto Rico en ese proyecto.

Y yo, aunque no estoy en Puerto Rico, vengo de visita, casi nunca estoy en Puerto Rico también estoy brazo a brazo con ese proyecto. Y yo creo que está la invitación también para estar en la dedicación de ese nuevo auditorio, en donde espero acompañarles para disfrutar esos días de dedicación y también otras actividades que se llevarán a cabo.

Todo, pues comenzará de seguro en forma sencilla, y a medida que Dios vaya derramando bendiciones, se irá entrando en todo lo que fue visto.

Así que no sabemos cómo comenzará todo, pero sabemos que al final todo lo que él vio estará siendo cumplido, porque él no vio el comienzo, si hubiera visto el comienzo vería cuando estarían levantando las piezas, preparando el piso, pasando las máquinas y levantando el techo.

Nada de eso él vio, solamente él vio la parte donde estaba funcionando esa manifestación de Dios en medio del pueblo. En otras experiencias o visiones pueden aparecer algunas cosas en donde se pueda localizar el sitio, y en alguna ocasión yo les estaré diciendo acerca de eso.

Siempre a través de la historia de la Iglesia en las diferentes edades, encontramos que donde haya sido enviado el mensajero con el pueblo con el cual o al cual haya sido enviado, ahí estará el mensajero y estará ahí Dios con él.

Cuando el tiempo de Moisés, ¿dónde estaba la presencia de Dios? Con Moisés, y le tocó a Moisés y a su pueblo construir el tabernáculo donde Dios moraría y desde donde Dios se manifestaría a Moisés: de sobre el propiciatorio que es la tapa del arca, de en medio de los dos querubines de oro, desde ahí se manifestaba a Moisés, Moisés veía la presencia de Dios en la Columna de Fuego, y lo podía ver también en algunas ocasiones en forma de hombre (el Ángel), forma de un cuerpo angelical, y hablaba Dios con Moisés cara a cara. Y eso era en el lugar santísimo.

Por lo tanto, para la manifestación plena de Dios tenemos que buscar el Lugar Santísimo de un templo, de un templo que haya estado siendo construido, y el único templo que ha estado siendo construido es el Templo espiritual de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ya en el templo que estaba en Jerusalén, ahí no puede ser porque ya fue destruido, pero un Templo ha estado siendo construido, del cual San Pablo habló y es un Templo espiritual, al cual pertenecen personas que también como individuos son un Templo espiritual.

Dice San Pablo en Primera de Corintios, capítulo 3, versos 9 al 10, y después continuamos con el verso 12 (o continuamos ahí directo). Dice:

Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.”

¿Y qué clase de edificio? Un templo para Dios:

Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.

Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.”

O sea, que a ese Templo, a ese edificio que está siendo construido nadie puede venir a colocar otro fundamento, porque el fundamento ya fue puesto, y es Jesucristo, el cual es el Líder de ese Templo, el cual es el Líder de esos creyentes de esa Iglesia, de ese Templo espiritual; o sea, que otro no puede venir con otro fundamento, decir: “No, ahora vamos a colocar a Buda como fundamento.” No puede ser, o algún otro líder como el líder en la Iglesia, otro líder de otra religión (cada religión tiene su líder fundador).

Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,

la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará...”

Y el día, vean, es sencillo; durante las siete edades de la Iglesia se ha estado viviendo en la etapa de noche, porque los días conforme al Génesis y conforme a las enseñanzas del judaísmo, los días comienzan en la tarde, y seguida que se va la luz de la tarde, ¿qué comienza? La noche, y luego el día continúa, cuando amanece continúa el día, porque el día tiene 24 horas, y muchas veces son doce horas de noche y doce horas de día.

Y las primeras doce horas tienen luz en el tiempo de la tarde, o sea, el día siempre comienza con luz, poca luz en la tarde, y se va la luz y entran las tinieblas, entra la noche y luego en la madrugada comienza a salir nuevamente la misma luz. O sea, el mismo sol que alumbraba en la tarde comienza a salir en la mañana, y ahí continúa el día hasta la tarde, o sea, que cada día tiene dos tardes: la tarde en que comienza y la tarde en que termina, por eso el cordero pascual era sacrificado entre las dos tardes: la tarde que comenzó el día de la víspera de la pascua, y la tarde que concluía la víspera de la pascua.

Cuando se habla entre las “dos tardes,” vean qué sencillo es: la tarde que comienza el día, antes de comenzar la noche, y la tarde que termina el día antes de comenzar la noche del otro día, o antes de comenzar en donde se entrelazan dos días, siempre se entrelazan en la tarde.

Y ahora, el día, el tercer día, que es el séptimo día de Adán hacia acá en donde Cristo establecerá Su Reino, ahí cuando salga la luz del día, la luz en donde ya las edades de la Iglesia ya terminaron, las cuales vivieron en la noche porque el mundo ha estado en oscuridad, en noche, por eso es que en la parábola de las diez vírgenes, vean, todo ocurre en la noche.

Y ahora, el día milenial, séptimo milenio de Adán hacia acá, va a ser el tiempo en donde va a ser declarado todo, donde se abrirán esos misterios completamente.

La obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.”

Durante la gran tribulación el fuego quemará todo lo que no era real; pero la Iglesia Novia del Señor Jesucristo que es el Templo espiritual de Cristo, va con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, y esa obra que fue hecha por el Espíritu de Dios a través de las edades, a través de cada mensajero, permanecerá, van a estar con Cristo; y ellos allí les toca presentar su grupo a Cristo, para así entrar a la Cena de las Bodas del Cordero.

Estamos explicando a medida que vamos leyendo, para ir economizando tiempo también. Sigue diciendo:

Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó...”

O sea, cada uno en su edad, el que le toca edificar en cada edad es al mensajero de cada edad, y los que junto a él trabajan, están trabajando bien; es como en la construcción: se va construyendo un edificio, y el maestro de obra tiene las personas correspondientes para el trabajo, está también el arquitecto que da su vuelta para ver que todo esté siendo hecho correctamente, y el ingeniero también; y se va llevando a cabo la obra.

El maestro de obra es el que está frente al trabajo, como el mensajero de cada edad está frente al trabajo que se lleva a cabo, y tiene su gente para trabajar, y tiene el plano. El plano no lo tiene cualquier persona en la construcción, sino el maestro de obra al cual le fue entregado por el ingeniero y el arquitecto, por lo tanto él es el que responde de ese trabajo.

Si alguno de los trabajan ahí, quiere decir: “Ese maestro de obra como que está equivocado,” como pensaban acerca de Moisés: “Si este viajecito de Egipto a la tierra de Canaán, eso es cosa de tres meses, y éste Moisés está dando vuelta y vuelta y no nos lleva a la tierra prometida.”

Pero no era Moisés, era la Columna de Fuego, la nube que los acompañaba que los guiaba, para donde la nube se dirigía el que pueblo tenía que caminar; y durante todo ese tiempo, cuarenta años, era para que saliera lo que había en el corazón de ellos, si iban a amar a Dios o no; o sea, que era una etapa de prueba.

Cuando pudieron entrar, en donde fueron enviados los espías, cuando regresaron los espías vinieron dando malas noticias, y miren lo que le sucede a los que escuchan las cosas negativas: se levantaron contra Moisés y querían apedrear a Moisés. Dios dijo: “Ahora estarán por cuarenta años y esta generación no entrará a la tierra prometida porque no creyó, sus hijos serán los que entrarán.”

Y los que entrarían serían los que salieron de Egipto de veinte años hacia abajo, más los que nacieron en el desierto, y quizás no todos los que tenían veinte años, de veinte años hacia abajo, porque si se rebelaron contra Dios tampoco entrarían; y tuvieron que estar cuarenta años en lo que morían todas esas gentes problemáticas que no creían lo que Dios les había dicho y no creyeron la buena noticia.

Vean, diez dando malas noticias, y dos, Josué y Caleb dando buenas noticias: “La tierra es como Dios dijo, por lo tanto, es nuestra, aunque haya gigantes allí, Dios dijo que sería nuestra.” Así que, Josué y Caleb entraron a la tierra prometida y los que creyeron a lo que Josué y Caleb hablaban, también entraron.

Ahora, Josué fue el que introdujo al pueblo a la tierra prometida, fue muy fiel a Dios y a Moisés, era el que estaba siempre allá en el tabernáculo, era el servidor de Moisés, y pasó a ser el sucesor de Moisés, así que tuvo una buena temporada de entrenamiento; y Josué no clamaba a Dios, no preguntaba, él hablaba la Palabra y seguía adelante.

Josué representa al Espíritu Santo, Josué representa al Mesías, Josué es Salvador, Redentor, el nombre Josué es el mismo nombre de Jesús, lo que pasa es que Josué es en otro idioma, se traduce al español y es Jesús.

Y ahora vean, Moisés supo el Nombre de Dios en el capítulo 3 [Éxodo], y ahora le pone a su sucesor el nombre Josué, el nombre Salvador, Redentor, el nombre que llevaría el Mesías cuando apareciera en la Tierra.

Josué siendo tipo del Espíritu Santo, es el que nos lleva a la tierra prometida produciendo el nuevo nacimiento y nos entra al Reino de Dios que está en la esfera espiritual, y es el que nos entrará a la tierra prometida física, al Reino del Mesías físicamente, es el que también nos llevará a la tierra prometida del nuevo cuerpo, del cuerpo glorificado.

El Espíritu de Cristo, el Espíritu Santo ha estado con Su Iglesia todo el tiempo, pues Cristo dijo: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.” Es Cristo en Espíritu Santo el que ha estado en Su Iglesia, en la construcción de Su Templo espiritual, de Su Iglesia.

Y ahora, continuamos aquí, dice:

Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.”

O sea, que pasará por muchas situaciones difíciles, y no quiere decir que va a pertenecer al Cuerpo Místico de Cristo, a la Novia, puede pertenecer al otro grupo; porque por ejemplo en la gran tribulación, ahí van a ser purificados los que luego van a vivir eternamente pero que no pertenecen a la Iglesia Novia del Señor, por ejemplo, los ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu.

¿No sabéis que sois templo de Dios...?”

Y aquí, vean, dice que somos templo de Dios. Dios dice:

¿... y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”

Ahora, cada creyente en Cristo como individuo es un templo de Dios, por eso tiene atrio, que es el cuerpo físico; por eso tiene espíritu, que es el lugar santo; y por eso tiene alma, que es el Lugar Santísimo de la persona como templo de Dios. Por eso Cristo allá en Jerusalén frente al templo dijo: “Destruyan este templo, y en tres días yo lo levantaré,” y todos decían: “En cuarenta y seis años fue levantado este templo, ¿y ahora tú dices que en tres días lo vas a levantar, que lo destruyamos?”

Si lo destruyen ese templo iban a ir presos todos, pero Él no se refería al templo físico, el templo físico lo iba a destruir una persona con su ejército que no iba a ir preso porque sería el hijo del emperador romano, del César, sería el hijo del emperador Vespasiano, y el hijo era Tito Vespasiano, el general de ese ejército que destruiría el templo, y después de destruir el templo lo harían el emperador, o sea, que subiría de rango. Capítulo 2, verso 19 en adelante de San Juan (capítulo 2, verso 18), dice:

Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto? (o sea, cuando volcó las mesas y echó fuera los cambistas)

Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.

Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?

Mas él hablaba del templo de su cuerpo.

Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.”

Aquí vean, al tercer día fue resucitado Cristo; si para el Reino milenial tiene que surgir un templo físico, pues sería el tercer día también. En el primer día de los tres días postreros fue destruido el templo en Jerusalén.

Y ahora, si tiene que ser levantado otro templo allí en Jerusalén para adorar a Dios, tiene que ser en el tercer día, que viene a ser el séptimo milenio de Adán hacia acá, y que viene a ser el milenio donde el Mesías establecerá Su Reino, por eso los judíos creen que el Mesías será el que construirá el templo en Jerusalén. Y ahora, continuamos leyendo [Primera de Corintios 3:17]:

Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.”

O sea, que la Iglesia del Señor Jesucristo, siendo el Templo de Dios y cada creyente en Cristo siendo un templo de Dios, es para Dios un tesoro, es la heredad de Dios; y cualquiera que obre algo en contra de un creyente en Cristo, tiene problemas, y cualquiera que obre algo en contra de la Iglesia del Señor Jesucristo, tendrá problemas también, dice: “Dios lo destruirá a él.”

Por eso encontramos que en el juicio de las naciones de San Mateo, capítulo 25, el Hijo del Hombre se sentará en el Trono de Su gloria, que es el Trono de David, serán reunidas delante de Él todas las naciones, unas a la derecha (las naciones representadas en las ovejas) y otras a la izquierda (representadas en los cabritos), y los de la derecha recibirán la bendición de entrar al Reino del Mesías, y las de la izquierda serán destruidas.

Eso es lo que nos muestra esa parábola del juicio del Mesías, del Hijo del Hombre sobre las naciones, y esas naciones serán las que habrán obrado (las que van a ser destruidas)... las que habrán obrado en contra del pueblo hebreo o en contra de la Iglesia del Señor Jesucristo o de los miembros de la Iglesia de Jesucristo.

Obrar en contra de un miembro de la Iglesia de Jesucristo, es obrar en contra de la Iglesia del Señor Jesucristo, obrar en contra del Templo o Tabernáculo de Dios del nuevo Testamento.

Y ahora, “EL TABERNÁCULO DE DIOS,” o sea, el Templo de Dios, Templo de Dios del nuevo Testamento.

Pueden tomar asiento si tienen la bondad, así descansaron un poquito ustedes que están aquí presentes y los que están en otros países, yo continuaré descansando de pie, pues el viaje que tuve ayer fue desde San Pablo, porque el otro tramo anterior a ese, tuve un descansito, pero desde San Pablo hasta Miami fueron como 9 horas sentado, ahí no me levanté hasta llegar a Miami, desde San Pablo a Miami; y luego de Miami a Puerto Rico son como ¿cuántas horas? Dos a dos y media, tres horas (por ahí más o menos).

Así que estuve bastante descansando, o algunas veces el descanso es poco tiempo, cuando se pasa de tiempo y se descansa más de la cuenta, de ahí en adelante ya lo que hace es cansar el cuerpo, y ya uno se cansa de estar sentado y necesita caminar; y ahora tengo la oportunidad de estar en pie con ustedes y de caminar también.

El Templo de Dios, vean ustedes, en el Antiguo Testamento el tabernáculo fue construido por Moisés, mensajero dispensacional, donde moró la presencia de Dios en el Lugar Santísimo, recordando que el lugar más importante en el templo es el Lugar Santísimo, y que solamente entra ahí un hombre: el sumo sacerdote, y es donde está la presencia de Dios y donde puede ser vista la presencia de Dios por un hombre: el sumo sacerdote, y no puede entrar a ministrar otra persona en ese lugar. Trataron de entrar a ese lugar a ministrar los hijos de Aarón, dos de los hijos de Aarón, y murieron.

Y ahora, el sumo sacerdote llevaba el Nombre de Dios en la frente en una laminilla de oro (le toca al sumo sacerdote llevar el Nombre de Dios). Si en algún momento Dios va a escribir el Nombre de Él en un hombre, tiene que tener un ministerio que pueda entrar al Lugar Santísimo.

Y ahora, en el tabernáculo que construyó Moisés, vean ustedes, estaba lo más grande: la presencia de Dios sobre el propiciatorio en medio de los dos querubines de oro, esos dos querubines de oro representan en el Cielo a Gabriel y Miguel, y en el Día Postrero serán los dos Olivos en el Templo o Tabernáculo de Dios, donde se tiene que cumplir todo ese tipo y figura del antiguo Testamento.

Así como lo que Moisés construyó es lo que está en el Templo celestial, y lo que está en el Templo celestial fue allá en el tabernáculo que construyó Moisés y en el Templo que construyó el rey Salomón, fue representado en aquellos tipos y figuras, como nos dice el apóstol San Pablo en Hebreos, capítulo 9, verso 11 en adelante. Dice:

Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación (no es terrenal),

y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.”

Entró al Lugar Santísimo del Templo celestial con Su propia Sangre como Sumo Sacerdote según el Orden de Melquisedec, así como entraba el sumo sacerdote al Lugar Santísimo del templo terrenal; y entraba acá en la tierra al templo terrenal para interceder por el pueblo.

Y Cristo entrando al Cielo, al Templo celestial, al Lugar Santísimo con Su propia Sangre, entra para interceder por Su pueblo, para interceder por todos los escritos en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, por todos aquellos que vendrían a formar el tabernáculo de Dios, el Templo espiritual de Dios.

Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,

¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.

Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador.

Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive.

De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre.

Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo,

diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado.

Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.

Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.

Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así...”

O sea, que las cosas que en el Templo estaban, incluyendo al pueblo y los vasos del ministerio en el templo y todo el tabernáculo, es el tipo y figura, la sombra del Templo celestial con lo que hay en ese Templo celestial; y los tipos y figuras, esos símbolos en la Tierra, en aquel tabernáculo, símbolos de las cosas celestiales, fue necesario que fueran purificadas con esos sacrificios de animalitos, de animales, ahora vamos a ver lo que dice:

... pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.”

Y ahora, las cosas celestiales serían purificadas con un Sacrificio mejor: el Sacrificio de Cristo, y limpiadas de todo pecado con la Sangre de Jesucristo.

La Iglesia del Señor Jesucristo, este Templo, no es terrenal, aunque son llamados aquí en la Tierra y viven en cuerpos físicos y mortales, pero ellos pertenecen al Cielo. Dice en Filipenses, capítulo 3, versos 20 al 21:

Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;

el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas (o sea, que Él tiene el poder para producir esa transformación).”

Y ahora, el nuevo nacimiento no es terrenal, es del Cielo, y por consiguiente este nacimiento es del Cielo, el nacimiento terrenal que obtuvimos por nuestros padres terrenales, nos colocó en esta dimensión terrenal, en este Reino terrenal que es temporal o temporero, y por consiguiente la vida aquí en esta dimensión es por un tiempito.

¿Cien años qué es comparado con el milenio? Una décima parte. ¿Y comparado con la eternidad? Comparado con la eternidad vendría a ser con la huella que queda cuando usted coloca el dedo en el agua y lo quita, y hace como un oleaje y después desaparece. Cien años aquí en la Tierra es poco tiempo.

En el tiempo de Adán, miren, Matusalén vivió 969 años, pero con todo y eso tuvo que morir aunque vivió tanto tiempo, por lo tanto, no es cuánto vamos a vivir estando en estos cuerpos terrenales, lo importante es tener a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador, y así recibir Su Espíritu y obtener el nuevo nacimiento y nacer de nuevo como dijo Cristo a Nicodemo: “El que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios.”

Lo importante es entrar al Reino de Dios naciendo del Agua: del Evangelio, y del Espíritu Santo, y así asegurar nuestro futuro en el Cielo, en el Reino de Cristo, y así ser parte de este Tabernáculo, de este Templo que es la Iglesia del Señor y por consiguiente ser de los miembros del Templo celestial. Y siendo de los miembros del Templo celestial... porque las cosas celestiales mismas serían purificadas no con sacrificios de animalitos, sino con el Sacrificio y Sangre de Cristo derramada en la Cruz del Calvario.

Y ahora, estamos viendo el Tabernáculo o Templo de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes, y es también cada creyente en Cristo como individuo.

Hay diferentes etapas para el Templo espiritual o Tabernáculo de Dios, tanto para el individuo como también para la Iglesia como Cuerpo Místico de creyentes; las diferentes etapas o edades de la Iglesia, vean ustedes, las encontramos... tenemos el Lugar Santo; tenemos el Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo.

De Adán hasta Cristo el Atrio; de Cristo o de los apóstoles hacia adelante, hasta el reverendo William Branham, hasta la séptima edad de la Iglesia, Lugar Santo, por eso están el candelero o candelabro con siete lámparas, y las siete lámparas son los siete mensajeros de las siete edades encendidos con el Fuego del Espíritu Santo, y el candelero o candelabro la Iglesia, y estaba ¿dónde? En el Lugar Santo.

En el Lugar Santísimo no entra el candelabro, porque allí hay Luz propia: la presencia de Dios en medio de los dos querubines de oro sobre el propiciatorio, y allí con la presencia de Dios, la Luz de Dios se manifiesta y se refleja en los querubines que están allí presentes sobre el propiciatorio que es de oro también.

Tenía que ser todo cubierto de oro, porque el oro representa la Divinidad, y esos Ángeles son los Ángeles a través de los cuales la Divinidad se manifiesta, son Gabriel y Miguel o Miguel y Gabriel. Miguel para los judíos, para el pueblo hebreo, para Israel, para los judíos o el pueblo hebreo, y Gabriel tiene que ver con la Iglesia y con todos los gentiles y todos los pueblos gentiles, y con las naciones que vendrían de Efraín.

Recuerden que en la bendición que le echó Jacob a Efraín y la que le echó a Manasés, hay una diferencia muy grande. José quería que la mano derecha de Jacob fuera sobre la cabeza de Manasés, porque era el mayor, y al mayor es al que hay que bendecir primero, para que se hable la Bendición de la Primogenitura que está en el que va a bendecir, para que la pase al otro, y eso ocurría ya cuando estaba cerca de morir la persona.

Recuerden que en el tiempo de Isaac, Jacob que le había comprado la Bendición de la Primogenitura, la primogenitura a Esaú por un plato de lentejas (ese fue el mejor negocio que hizo Jacob, y después siguió haciendo buenos negocios) y cuando ya está muy anciano y sabe que le queda poco tiempo de vida y ciego, Isaac llama a Esaú y le dice: “Ve al campo para que caces un animalito, prepares un guisado para mí como tú sabes prepararlo, y yo comeré y te bendeciré.”

Siempre ustedes pueden ver que lo que tiene que ver con los judíos, siempre hay comida y hay bendición también. Cuando Dios con Sus Ángeles visitó a Abraham, Abraham enseguida le ofreció una ternera, un becerro tierno para comer, y también Dios le confirmó la promesa del hijo que le había prometido.

Siempre cuando se come se está en mejores condiciones para hablar de paz, hablar mucho mejor, porque cuando uno tiene hambre, cualquier cosita le molesta, le da mal humor a la persona, y no se puede tratar con la persona con hambre.

Ahora, la madre de Esaú y de Jacob, que es la esposa de Isaac, escuchó la conversación, y como Esaú era el que estaba siempre apegado al papá, y el papá a él (a Isaac), y Jacob era el apegado a su mamá; siempre el que es apegado a la persona es el que la persona va a proteger, va a querer lo mejor para él. Por lo tanto, estemos bien apegados a Cristo, para que todas las bendiciones Cristo las hable sobre nosotros.

Y ahora, cuando ya Esaú se va, viene Rebeca y le dice a Jacob: “Mira, tu padre va a morir pronto, ya envió a tu hermano Esaú a ir de cacería para que consiga un animalito, lo prepare en un guiso, y él comerá y lo bendecirá, hablará la Bendición de la Primogenitura sobre él, así que prepárale una comida buena a tu papá, un guiso que es lo que él pidió.”

Y Rebeca sabía lo que le gustaba a su esposo, y prepararon el guiso, Jacob tenía miedo, él decía... “Y entonces tú vas y le llevas la comida y le dices que tú eres Esaú y que le preparaste la comida, que coma para que te bendiga.”

Siempre la mamá buscando lo mejor para sus hijos amados, luchando por la bendición de Dios, y estando aún en el vientre ya la bendición era para Jacob, por lo tanto, por eso dice la Escritura: “A Jacob amé y a Esaú aborrecí.” Y dijo que eran dos pueblos que estaban en el vientre de *Rebeca.

Así que, podemos ver ahí dos pueblos representados en dos niños que todavía no han nacido, están luchando, y todavía están luchando los descendientes de ellos, pero ya en sus padres ancestrales, ya la bendición cayó sobre Jacob y su descendencia.

Y ahora, él obtuvo esa bendición de su padre, y en la bendición le fue dicho: “El que te maldiga será maldito, y el que te bendiga será bendito.” Así que ni Isaac podía maldecir a Jacob por haber ido con esa comida para que comiera y le echara la Bendición de la Primogenitura.

Y luego le dice: “Yo lo bendije y será bendito,” es que Isaac sabía que él era profeta, y que lo que él habló fue por inspiración divina, fue Palabra de Dios a través de un hombre, ellos sabían que lo que ellos hablaran, eso se cumpliría.

Y ahora, vean ustedes cómo vino la bendición para los descendientes de Isaac por la línea de Jacob.

Y ahora, el pueblo hebreo es un pueblo que tiene una parte importante en el Programa Divino. El pueblo hebreo fue formado por doce tribus, y una tribu que servía al pueblo en el campo ministerial, vendrían a ser trece tribus por consiguiente, dos que eran descendientes de José por cuanto él tenía la Bendición de la Primogenitura, la cual pasó a sus hijos, y en la Bendición de la Primogenitura todo es doble.

Por eso en la Bendición de la Primogenitura que cayó la mayor parte sobre Efraín. Y de Efraín dice la Escritura en el capítulo 48 del Génesis, esto fue cuando Jacob fue a pasar la Bendición de la Primogenitura, capítulo 48, verso 17 en adelante, dice:

Pero viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, le causó esto disgusto; y asió la mano de su padre, para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés.

Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.”

Él pensó que porque él era el príncipe allí en Egipto y tenía una posición política mayor que la de Jacob su padre, y que ya Jacob estaba viejito; y como no podía ver bien o no podía ver, entonces se había equivocado; pero era que estaba pasando lo mismo que pasó con Jacob, que siendo el menor cayó la Bendición de la Primogenitura sobre Jacob, y de seguro en todos esos años de esos niños o jóvenes, en todos esos años de seguro el más apegadito a Jacob era el menor; eran mitad judío por José y mitad gentil por Asenat, la esposa de José.

Y miren ustedes cómo la Bendición de la Primogenitura se va desfilando para una persona y luego personas que serán medio judíos y medio gentiles, medio hebreos y medio gentiles.

Y ahora, otra cosa importante es los nombres que José le coloca a sus hijos, dice el capítulo 41 del Génesis, verso 50 en adelante, dice:

Y nacieron a José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera sacerdote de On.”

Antes, o sea, durante los siete años de abundancia también tuvo esos dos hijos:

Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre.”

Por eso el nombre de Manasés, vean ustedes, si tienen una Biblia que tiene el significado ahí al lado, dice, significa: “El que hace olvidar.”

Y llamó el nombre del segundo (o sea, el segundo hijo), Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.”

Y Efraín significa fructífero, por lo tanto uno significa “el que hace olvidar,” y el otro “fructífero.” ¿Cuál es el que va a ser fructífero entonces? Efraín. Vamos a ver capítulo 48, verso 18 en adelante dice, para continuación:

Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.

Mas su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido; pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará multitud de naciones.”

¿Cuál sería fructífero? *Efraín, la descendencia de *Efraín que formaría multitud de naciones:

Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Hágate Dios como a Efraín y como a Manasés. Y puso a Efraín antes de Manasés.”

Y el que Dios pone primero, al que el instrumento de Dios coloca primero aunque haya nacido segundo, ése será el que tendrá esa bendición.

Y ahora, esa multitud de naciones serán las que entrarán al glorioso Reino milenial, esa multitud de naciones tenía que ser formada, una, por las tribus del Norte, diez tribus perdidas, que son encabezadas en el reino que le fue dado a Jeroboam por la tribu de Efraín a la cual pertenecía Jeroboam.

¿Ven? Fueron dadas esas diez tribus, y después por la idolatría que estableció Jeroboam colocando un becerro de oro en Bet-el y otro en Samaria, luego fueron desarraigadas de su tierra, llevadas a Asiria, y de ahí más adelante fueron llevadas a otras naciones, a otras naciones los descendientes de las diez tribus.

Pero como para Dios todas las cosas obran a bien, ¿ven ustedes? La promesa, todo ocurre en línea con la Palabra de Dios, por lo tanto, esas promesas tienen que estar aquí, si no, no pueden ser sostenidas, vamos a ver:

En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.” (Génesis 22, verso 18). Y la simiente es Cristo, el Hijo de Abraham. Pero vamos a ver algunos otros lugares para que tengamos el cuadro claro de lo que estamos hablando. Capítulo 17, verso 15 en adelante, dice:

Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre.

Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.”

Y ahora, hay una bendición para naciones y que reyes vendrán también de ella, y ella lo que tuvo fue un hijo: Isaac, por lo tanto, con la expulsión de las tribus del Norte se han llenado todas las naciones, y también luego más adelante con la tribu de Judá y de Benjamín cuando fueron llevados cautivos a Babilonia.

Esto todo es para que se cumplan estas profecías, y por consiguiente luego cuando viene el nuevo Pacto del cual habla en Jeremías, capítulo 31, verso 31 en adelante, dice:

He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.”

Y siempre colocando a Israel primero, la casa de Israel, y después la casa de Judá, y ya cuando dice: “Este es el Pacto que haré con la casa de Israel,” ahora coloca la casa de Israel primero y omite el nombre de Judá.

Y ahora, con el ministerio de Jesús en la tierra de Israel, encontramos que Él dice: “Yo no he venido sino a las ovejas perdidas de la casa (¿de dónde?) de Israel.” Y ahora, al hablar de la casa de Israel se está refiriendo a las tribus perdidas del reino del Norte, eso ya todos sabemos que es algo indiscutible.

En Oseas también nos habla en el capítulo 1, versos 9 al 11, de la casa de Israel, la esposa, y también los hijos, las hijas de Oseas, están representando ahí al reino del Norte.

Jesús hablando del reino del Norte dice:

No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” (Capítulo 16, verso 24 de San Mateo).

Y en el capítulo 10, verso 5 al 6, dice:

A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis,

sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.”

O sea, los manda a predicar en la parte Norte de la tierra de Israel, y yendo a predicar: “El Reino de los Cielos se ha acercado.” Y ahora, luego Cristo ya resucitado ordena a Sus discípulos a ir por todo el mundo predicando el Evangelio a toda criatura.

Y ahora, muchas de las cosas que sucedieron allá en el tiempo de los apóstoles, serían tipo y figura de lo que sería realizado en medio del cristianismo.

Y ahora, la casa, las ovejas de la casa de Israel son los descendientes de las tribus del Norte, y Dios dijo que haría un nuevo Pacto con ellos. Y Pablo dice en Hebreos, capítulo 13, verso 20 al 21, que la Sangre de Cristo es la Sangre del nuevo Pacto.

El mismo Cristo en la víspera de la Pascua tomando el pan dio a Sus discípulos en el capítulo 26, versos 26 al 29 de San Mateo, y dijo: “Comed, este es mi cuerpo que por vosotros o por muchos...” Vamos a ver cómo lo dice aquí para que lo tengan claro:

Tomad, comed; esto es mi cuerpo.

Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;

porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”

Y ahora, aquí Cristo está mostrando lo que es el nuevo Pacto y lo que es la Sangre del nuevo Pacto. En Isaías, capítulo 42, verso 6 al 8 e Isaías, capítulo 49, verso 8 dice: “Te he puesto por Pacto al pueblo.”

Y ahora, Cristo es puesto por Pacto para el pueblo, el Pacto nuevo que Él haría, del cual San Pablo en Hebreos, capítulo 8 también nos habla refiriéndose al nuevo Pacto que Dios dijo por medio del profeta Jeremías; y dice capítulo 8, verso 8 en adelante, dice:

Porque reprendiéndolos dice:

He aquí vienen días, dice el Señor,

En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;

No como el pacto que hice con sus padres

El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;

Porque ellos no permanecieron en mi pacto (o sea, lo invalidaron),

Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.

Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel (y aquí omite la casa de Judá).

Después de aquellos días (con la casa de Israel), dice el Señor:

Pondré mis leyes en la mente de ellos,

Y sobre su corazón las escribiré;

Y seré a ellos por Dios,

Y ellos me serán a mí por pueblo;

Y ninguno enseñará a su prójimo,

Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;

Porque todos me conocerán,

Desde el menor hasta el mayor de ellos.

Porque seré propicio a sus injusticias,

Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.

Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.”

El nuevo Pacto es el Pacto eterno, ese es el que permanecerá, en el cual todos conocerán a Dios, y en aquel día el Señor será uno, y uno Su Nombre.

Todo esto del nuevo Pacto se mueve en el Templo o Tabernáculo de Dios, el Templo espiritual que es la Iglesia del Señor Jesucristo, ahí fueron pasadas toda esa bendición de Abraham (la bendición de Abraham fue pasada a los gentiles).

Y ahora, en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo es que ha estado el Espíritu de Dios llamando y juntando Sus escogidos de edad en edad, por eso salió o se movió de Jerusalén hacia los gentiles la presencia de Dios, para buscar y juntar a todos los escogidos de Dios. También permaneció con los creyentes en Cristo nacidos de nuevo que permanecieron en la tierra de Israel.

Y ahora, hemos visto lo que ha estado haciendo la presencia de Dios en medio de los gentiles: llamando y juntando Sus escogidos de entre los cuales una multitud muy grande pertenecen a las tribus perdidas del reino del Norte, del reino de Israel o de la casa de Israel, o del reino de Judá, y también han entrado descendientes del reino del Sur, de la casa de Judá, pues han entrado al cristianismo y eso ha sido una bendición, pero han entrado como individuos.

Pero la nación de Israel como nación, no ha entrado, por lo tanto, vendrá un momento en donde Dios va a tratar con ambas casas en forma física para la restauración física del Reino de David; ya eso se entra a la esfera física, mientras tanto Dios ha estado tratando en la esfera espiritual por cuanto el Reino de Dios está en la esfera espiritual.

Pero cuando le corresponda a la esfera física, entonces Dios tratará en la esfera física y así es como va a tratar con Israel, en donde juntará el reino del Norte y el reino del Sur para la restauración del Reino de Dios, que es la restauración del Reino de David.

Ahora, por cuanto la presencia de Dios en Espíritu ha estado en medio de Su Iglesia, Su Templo espiritual, para el Día Postrero tenemos la promesa de un entrelace dispensacional, así como en el tabernáculo hubo entrelaces, vean ustedes, hubo entrelace entre el lugar del Atrio al Lugar Santo, eso fue con la muerte de Cristo.

Cristo ministró en la parte del Atrio, o sea, en el Atrio que corresponde a esa parte del tiempo de Cristo, porque el pueblo de Dios tiene Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo. De Adán hacia Cristo el Atrio; de Cristo o de los apóstoles hasta la séptima edad, Lugar Santo; y de ahí en adelante Lugar Santísimo. ¿Dónde está ubicado usted?

Una nueva edad: la Edad de la Piedra Angular, en donde se entrelaza la Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia, es ahí donde las cosas grandes prometidas por Dios para el Día Postrero serán cumplidas, si son prometidas para el Día Postrero, el Día Postrero es el séptimo milenio, por lo tanto, no podían ser cumplidas en tiempos pasados.

Es para la edad del Reino, es para la Edad de la Piedra Angular, la edad eterna, y por eso fue que Dios no le permitió al reverendo William Branham ir a Jerusalén, todo era para más adelante, aunque él había visto ya muchas cosas, pero no le correspondía a él.

Él fue mensajero de una edad, no mensajero dispensacional, para un cambio dispensacional del cual él habló que vendría un cambio de dispensación, le corresponde a un mensajero dispensacional, el cual Dios tiene que enviar y a través de él hacer ese cambio dispensacional, y darle el entendimiento, el conocimiento de todas esas cosas, para que él pueda hacer un cambio correcto en el Programa Divino, o el Espíritu de Dios a través de él, porque humanamente no puede un hombre hacerlo, tiene que ser Dios a través de un hombre, y tiene que ser un mensajero dispensacional, y solamente falta uno en el Programa Divino.

Tuvimos a Adán para la primera Dispensación de la Inocencia, tuvimos a Set para la Dispensación de la Conciencia, tuvimos a Noé para la Dispensación del Gobierno Humano, tuvimos a Abraham para la Dispensación de la Promesa (cuarta dispensación), tuvimos a Moisés para la dispensación quinta, la Dispensación de la Ley, tuvimos a Jesús para la Dispensación de la Gracia (la sexta dispensación).

Y ahora, falta el mensajero de la séptima dispensación para la Dispensación del Reino, el cual tiene que aparecer primeramente en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo que es con la cual está Dios tratando, y luego dice la Escritura y también dice el reverendo William Branham, que los judíos cuando lo vean viniendo por Su Iglesia, ellos lo van a reconocer; o sea, que hay un trabajo importante en medio de la Iglesia para que eso se cumpla.

En la Visión de la Carpa, si no lo han visto, ahí lo van a ver, en el cumplimiento de la Visión de la Carpa, porque ahí estará la manifestación de Dios en toda Su plenitud.

Eso será Dios obrando a través de Su Iglesia bajo el ministerio correspondiente de parte de Dios en medio de Su Iglesia, que será el ministerio que el Espíritu Santo estará operando: el ministerio de Moisés, el ministerio de Elías y el ministerio de Jesús. Tan simple como eso.

Primero verán a Elías, y dirán: “Es Elías,” porque verán las características ministeriales de Elías y el mensaje que él estará trayendo, ellos ya saben de qué va a estar hablando Elías, por eso lo están esperando y por eso no han recibido a ninguna otra persona; han ido evangelistas, han ido pastores, católicos y evangélicos, pero Israel como nación no los ha recibido para que sea establecido el cristianismo en medio del pueblo hebreo como nación oficial del Estado.

Israel está a la expectativa, todo el pueblo hebreo está a la expectativa de la venida de Elías primero, como precursor de la Venida del Mesías, porque en Malaquías, capítulo 4, dice:

He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.

... no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.”

O sea, antes de la gran tribulación Elías tiene que aparecer y ser visto. El pueblo hebreo y la Iglesia verán a Elías primero, después verán a Moisés, y después verán al Mesías, y todo eso será tan sencillo, pero será entendido en el momento correspondiente, todo será el Espíritu de Dios obrando todas esas cosas; y más cuando hablan acerca de Elías, dirán: “Pero no será Elías Tisbita, será un hombre de este tiempo,” y también así hablan de Moisés.

Estamos en el tiempo más importante de todos los tiempos en el Templo espiritual de Cristo, en la edad del Lugar Santísimo, donde todo lo que fue visto en el Lugar Santísimo tiene que hacerse una realidad en el Templo, en el Tabernáculo Dios, en la Iglesia del Señor Jesucristo, porque eso es lo mismo que está en el Lugar Santísimo en el Cielo, y tiene que hacerse una realidad para Dios morar en Su Iglesia en toda Su plenitud.

Para que así como vino Dios en la Columna de Fuego al tabernáculo que construyó Moisés y al templo que construyó el rey Salomón, venga a Su Iglesia, Su Templo espiritual, Su Tabernáculo, el Tabernáculo de Dios como Cuerpo Místico de creyentes y también venga a cada creyente en Cristo como Templo espiritual y produzca ¿qué? La transformación.

Así como transformó el lugar santísimo que construyó Moisés y el que construyó Salomón, construyó un lugar terrenal, era un lugar terrenal pero lo transformó en un lugar celestial, era el lugar de la presencia de Dios, y por consiguiente fue convertido, transformado en un lugar celestial.

Así convertirá, transformará nuestro cuerpo físico en un templo, en un cuerpo celestial, un cuerpo glorificado. Tan simple como eso.

Bueno, y la Iglesia completa estará transformada y ya físicamente será un pueblo celestial, porque no tendrá cuerpos físicos terrenales, sino celestiales, glorificados; y ahí vamos a comprender mejor que nuestra ciudadanía está en el Cielo, ese cuerpo no será terrenal, por lo tanto será totalmente cada creyente en Cristo ciudadano celestial de la nueva Jerusalén o de la Jerusalén celestial.

Ya físicamente no tendremos un cuerpo terrenal, sino celestial, y así la Jerusalén celestial y sus miembros, todos con el Sacrificio de Cristo y Su Sangre estarán redimidos, porque lo terrenal, el templo terrenal con lo que tenía, es tipo y figura de lo que está en el Cielo, del Templo celestial, de la Jerusalén celestial.

“EL TABERNÁCULO DE DIOS,” el Templo de Dios. Hemos visto lo que es el Templo de Dios como individuos, como fue el cuerpo físico de Cristo, templo donde habitó la plenitud de Dios; también nuestro cuerpo es un templo humano para morada de Dios en Espíritu Santo.

Y cuando estemos transformados tendremos la plenitud de Dios, y también la Iglesia como Templo espiritual cuando se manifieste toda la plenitud de Dios en Su Iglesia y seamos transformados, la Iglesia tendrá la plenitud de Dios, y por eso serán las grandes maravillas, milagros y señales que van a ser manifestados ahí, donde aun partes del cuerpo de personas que les faltan, serán creados.

Dios nos dio la prueba, la muestra, a través del reverendo William Branham, a través de Jesús también multiplicando los panes y los peces, estuvo multiplicando la creación y haciendo un sinnúmero de cosas más, y también Moisés. O sea, que tenemos la muestra en hombres del pasado y también en hombres de este siglo pasado, el reverendo William Branham, y también en los apóstoles hubo algunas muestras ahí también, y también en el profeta Elías.

Así que, miren, en el profeta Elías ordenando que no lloviera y después ordenando que lloviera, tenía control sobre la naturaleza, y también Moisés trayendo las plagas, y el reverendo William Branham ordenándole a la tormenta que se fuera.

Eso es control sobre la naturaleza y por consiguiente sobre la creación, y Josué diciéndole al sol que se parara y a la luna también, se detuvieran en lo que él terminaba la batalla para obtener así la victoria, y el día se alargó como si fuera otro día casi.

Bueno, “EL TEMPLO O TABERNÁCULO DE DIOS.” Pertenecemos a ese Templo de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo, y como individuos somos también un templo, un Templo espiritual.

Y ahora, así como Dios está obrando en la construcción del Templo en la parte del Lugar Santísimo, está obrando también acá en el Lugar Santísimo nuestro que es el alma, y por eso el mensaje, la Palabra es para el alma de todos nosotros, es una obra que está haciendo en el alma de todos los creyentes, por eso es que la Palabra va directa al alma, no a los sentidos sino al alma de cada creyente.

Y ahora, para terminar ya que estuvieron viendo los tres videos de las últimas tres conferencias en Río de Janeiro, miren a ver esto, lo que vieron allá a ver si se está acercando a esto que dice aquí, página 10A, párrafo 99 del libro de “Citas,” dice:

¡En el mismísimo minuto en que ese mundo denominacional de afuera comienza a recibir este Mensaje, esa es exactamente la hora de Su Venida...”

Y un día delante del Señor es como mil años, una hora es unos 41 años y algo; o sea, en ese ciclo, vamos a decir de 41 años y algo por ahí, esto tiene que cumplirse:

Cuando las vírgenes fatuas comprendieron que no tenían suficiente aceite en sus lámparas y cuando vinieron a golpear la puerta para obtenerlo, ahí fue exactamente cuando la Novia se fue, cuando las vírgenes prudentes se fueron. Eso es correcto. Ellas no entraron. No. Sus organizaciones no podrán entrar. Ellas no tendrán la oportunidad: en el momento en que el Mensaje esté en circulación, la Iglesia se habrá ido.”

O sea, que es un tiempo de estar con nuestros ojos abiertos porque algo grande va a suceder en este tiempo final. Aquí hay que juntarle esto otro para que lo cuadren bien, ustedes lo deben tener por ahí si tienen el libro de “Citas.” Les voy a leer una partecita del párrafo de la página 119, párrafo 1057 y 1058, dice:

Nosotros sabemos dónde está, así que la Tercer etapa está aquí, es tan sagrado que no debo hablar mucho de ello, como Él me dijo en el principio. Él me dijo: De esto no hables nada. ¿Ustedes recuerdan años atrás? Ella habla por sí mismo.”

O sea, que no hay que estar diciendo: “Esto es tal cosa,” solamente se compara eso que está pasando con lo que fue prometido, y lo que estará sucediendo estará hablando de lo que fue prometido, estará mostrando lo que estará aconteciendo, que es el cumplimiento, que es algo que ya había sido prometido, eso hablará por sí mismo, dice:

Pero traté de explicar los otros (o sea, las otras etapas) e hice un error en mi opinión. (Yo no digo que el Señor me dijo esto) Esto será lo que empezará la fe para el rapto para irse (o sea, todavía nos falta algo y lo vamos a recibir ahí en esa manifestación de la Tercera Etapa). Yo tendré que quedarme callado por un tiempecito. Ahora recuerden (y tú que estás oyendo esta cinta); tú vas a ver un cambio en mi ministerio luego. Decayendo... no levantándose, decayendo.”

Esto es como Juan el Bautista que dijo: “A mí me conviene menguar y a Él crecer,” y los discípulos de Juan no podían continuar siguiendo a Juan, sino que tenían que pasar a seguir a Jesús que era el que le convenía crecer, a Juan le convenía menguar. Y los que seguían con Juan, siguieron menguando, y de la historia de Juan y sus discípulos se cuenta muy poco, y de la historia del que tenía que crecer, todavía estamos hablando de Él, y todavía Su obra sigue adelante:

Ya estamos en la edad y no puede ir más allá...”

¡Ah! Es que no puede ir más allá, o sea, que no puede pasar a otra edad y no puede pasar a otra dispensación, no puede continuar adelante, tiene que llegar a su final, por lo tanto, sigue diciendo:

Tenemos que esperarnos aquí un minuto hasta que esto acontezca acá para alcanzarlo...”

O sea, lo que él estaba esperando en aquel tiempo no se podía alcanzar, tenía que esperarse un tiempo para poderlo alcanzar; o sea, hasta que aconteciera y entonces lograrían alcanzarlo.

Y entonces viene el tiempo y la presión está en un lugar donde tú estás oprimido; entonces mira lo que estoy preparando para decirte en estos momentos: Mire la Tercer etapa entonces, será absoluta y totalmente para los perdidos...”

Por lo tanto, tendrá que ver con todas las esferas de la humanidad, el mundo político, el mundo académico, toda la sociedad, tendrá que ver también con la cultura de diferentes naciones, con todas las cosas:

Pero será para la Iglesia (o sea, el cristianismo, por lo tanto, impactará al cristianismo la Tercera Etapa), y la Novia...” Cuando los judíos vean eso, van a decir: “Éste es el que nosotros estamos esperando.”

Y más abajo en el párrafo 1059 de esta misma página 119, dice:

Ahora, yo soy sólo tu hermano. Yo estoy seguro que entiendes eso, yo soy un hombre; Él es Dios. Pero Dios sólo puede trabajar y siempre ha trabajado y solamente ha trabajado por medio del hombre.”

O sea, si Dios ha prometido algo, enviará un hombre a la Tierra para usarlo en el tiempo en que Él vaya a cumplir eso que ha prometido.

“EL TABERNÁCULO, EL TEMPLO DE DIOS.”

Todo eso tiene que hacerse una realidad en el Templo de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo y son los miembros del Templo celestial también.

Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean con ustedes ministros aquí presentes y colaboradores, y con todos ustedes ministros allá en las diferentes naciones que están conectados por vía satélite Amazonas y por internet.

Y que Dios te bendiga Miguel allá en El Salvador y a todos los ministros que están allá, y también a ti Salomón y Kélita y los ministros que están allá en Brasil reunidos con ustedes, y los que están en diferentes lugares también del Brasil, en diferentes ciudades reunidos en esta ocasión, y a todos los que están en las demás naciones.

Que Dios los bendiga grandemente y los use en este tiempo final, y que brazo a brazo estemos trabajando para que se haga una realidad lo que Él ha prometido, porque así como Dios obró a través de Cristo, estaría obrando a través de Su Iglesia y todas las cosas estarían siendo cumplidas en y a través de Su Iglesia, donde Él colocaría los diferentes ministerios a través de los diferentes mensajeros que Él enviaría.

Por lo tanto, el último mensajero de Dios surgirá de la Iglesia del Señor Jesucristo, así como surgieron los otros mensajeros, y así como del Cielo salen los Mensajeros, los Ángeles, también de la Iglesia han salido los mensajeros, los Ángeles correspondientes a cada edad del Templo de Dios.

Por lo tanto, lo que ocurre en el Cielo, se refleja en la Tierra en el Templo espiritual de Dios que es la Iglesia del Señor Jesucristo, y se hace una realidad lo que en el Cielo, en el Templo celestial se realiza, se hace, se habla, luego se pasa a través de la Iglesia a la humanidad.

Es muy sencillo todo el Programa Divino, es como cuando usted piensa, digamos, en ganar dinero o en tener unas plantaciones, ¿qué hace? Lo pone en práctica a través del cuerpo físico que usted tiene. En alguna forma usted podrá decir: “No, yo pago,” pero para tener ese dinero tuvo que trabajar, o sea, que siempre usó las manos para hacer realidad lo que usted pensó, y lo que usted pensó fue lo que estaba en su corazón, que lo pasó del corazón al espíritu, y luego del espíritu lo pasa al cuerpo.

Y el Cuerpo Místico de Cristo es Su Iglesia, los pensamientos de Dios, del corazón de Dios, pasan a Su Iglesia en cada edad a través del mensajero de cada edad.

Que Dios nos permita ver, comprender siempre todo el Programa de Dios, y trabajar brazo a brazo y hombro a hombro en ese Programa de Dios, que siempre ha sido en cada edad el proyecto divino para cada edad.

Que Dios nos permita ser obreros trabajadores de todo corazón en el proyecto divino correspondiente a la Edad de la Piedra Angular y a la Dispensación del Reino. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión. Que Dios me los bendiga a todos y les guarde, y nos vemos mañana Dios mediante en la próxima actividad, y siempre nos estamos viendo los domingos mayormente, también algunos viernes también, pero los domingos mayormente, y también yo los veo algunas veces cuando me pasan la imagen de ustedes a través del satélite y la pasan allá y me tienen algún televisor, yo los veo también a ustedes.

Bueno, que Dios les bendiga y dejo con ustedes al reverendo José Benjamín Pérez para continuar o finalizar ya en esta tarde.

Y oren mucho por mí porque algunas veces cuando decimos: “Ya estamos terminando el trabajo del Programa de Dios,” estamos terminando una etapa para comenzar otra hasta que seamos transformados, y después ya la que comenzaremos cuando estemos transformados, ya va a ser más fácil, porque con el cuerpo glorificado ya todas las cosas serán más fáciles para nosotros.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde; y recuerden, les reitero mi agradecimiento y aprecio por todo lo que han estado haciendo y lo que están haciendo con Puerto Rico para que se complete ese trabajo, los pagos del pronto pago, (el pago del pronto pago) que ya en el banco le están pidiendo que lo hagan, y todavía no han completado esa parte del pronto pago.

Y esperamos que ya en estos días sea completada con la bendición de Dios y la ayuda de todos ustedes ministros, junto a vuestras congregaciones en todos los países de la América Latina y demás naciones, y con esta congregación también, su ministro, sus ministros y todos los colaboradores y hermanos de Puerto Rico y las diferentes congregaciones que hay.

Dios les bendiga y les guarde, y adelante trabajando en el Programa de Dios correspondiente a este tiempo final.

Y también aprecio mucho todo lo que hacen, el apoyo que le han dado a AMISRAEL que está haciendo una labor muy importante en el Programa de Dios.

Aprecio mucho la colaboración de ustedes con vuestras oraciones y también económica en cuanto al trabajo de AMISRAEL, y también las ocasiones en que hay actividades de AMISRAEL, aprecio mucho la asistencia de ustedes aquí en Puerto Rico y en las demás naciones.

Es un trabajo muy importante que se está haciendo y que todos los ministros también están con la oportunidad de respaldar a AMISRAEL y todas sus labores, por lo tanto, siéntanse libres en estar brazo a brazo también con AMISRAEL en todos sus trabajos.

Estas actividades que vieron hoy, fueron preparadas por AMISRAEL, porque AMISRAEL también por cuanto trabaja con el ser humano integral, trabaja la parte física para el ser humano, también la parte intelectual del ser humano que corresponde al espíritu de la persona, y trabaja también con la parte del alma de la persona que es la parte espiritual con la Palabra de Dios, que es el alimento espiritual para el alma de las personas, y así les da a conocer esa parte que corresponde al alma de las personas.

Por eso ustedes ven que AMISRAEL también prepara actividades en intercambios religiosos y también visitas a Iglesias como la que ustedes vieron en la transmisión que tuvieron en esta ocasión en esta reunión de ministros, y los que están aquí presentes vieron también esa actividad que fue efectuada en Río de Janeiro en la Iglesia del fundador de la Iglesia: “Las Asambleas de Dios.”

Así que, ustedes ven porqué también AMISRAEL atiende esas peticiones del campo religioso, y tiene también, prepara también los intercambios religiosos con personas, ministros de todas las religiones existentes.

Bueno, oren mucho también por AMISRAEL y sus directores: el doctor Salomón Cunha como director ejecutivo, la directora administrativa Kélita Machado de Cunha, y vuestro servidor como director internacional de AMISRAEL, y los diferentes delegados en los diferentes países, y también todos los colaboradores que trabajan organizando junto a los delegados las actividades de AMISRAEL junto a los directores, y todos los Agentes de la Paz que trabajan también brazo a brazo con AMISRAEL en todos los países.

Que Dios les bendiga y les guarde a todos, y hasta mañana Dios mediante en que estaré nuevamente con ustedes en la mañana.

Y oren mucho también por las actividades de la República Mexicana, y por el viaje, porque el tiempo está un poquito con problemas por estas tempestades que están pasando por el Caribe y subiendo a Miami, a la Florida y a otros lugares, y afectan un poco los viajes y son un poquito algunas veces movidos. Así que oren mucho para que todo vaya bien en estos viajes que hemos de tener.

Que Dios les bendiga y les guarde a todos, y hasta mañana en la mañana Dios mediante.

El reverendo José Benjamín Pérez con nosotros.

Todavía no ha comenzado a hablarles... ¿vieron que lo que dijo el hermano Branham que el mundo denominacional va abrir su corazón y sus puertas? Oren mucho por eso porque ya están abiertas, y los judíos también, el judaísmo también; o sea, que todo está llevándose a cabo conforme a como ha sido prometido, y sin discusiones, sin peleas como decimos nosotros, sin discusiones, sin nada de eso, todo en lo que es nuestra edad: la edad del Amor Divino, todo en Amor Divino.

Bueno, eso es lo que nos dará la victoria: el Amor Divino, la gran victoria del Amor Divino es para nuestra edad.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde a todos.

EL TABERNÁCULO DE DIOS.”