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Palabras de saludo 2008-06-21 1 Cayey PR 00:00:00 false true

Muy buenas tardes, compañeros en el ministerio en el Cuerpo Místico de Cristo; es una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión aquí en Puerto Rico, y con todos ustedes ministros que están en otras naciones reunidos en estos momentos escuchando y viendo esta transmisión directa desde Puerto Rico.

Un saludo muy especial para el reverendo Miguel Bermúdez Marín donde quiera que se encuentre en estos momentos.

Leemos un pasaje muy importante de Levítico, capítulo 23, verso 23 al 25, que dice:

Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación.

Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.”

Luego le sigue a este pasaje, el verso 26 en adelante que dice:

También habló Jehová a Moisés, diciendo:

A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.

Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios.

Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su pueblo.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

El día del mes séptimo, o sea, el primero del mes séptimo hay algo muy especial: es la fiesta, es un día de reposo y es una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación.

Este día es muy importante en el Programa Divino, pues este día nos habla de algo muy, pero que muy importante, y no da mucha explicación de esa fiesta, de esa conmemoración.

Quiero leer algún, algunas líneas de este libro titulado: “La Religión de Israel,” por el señor S. Bloch, es un libro judío. Recuerden que esta fiesta al son de trompetas, es el día de año nuevo que celebra el pueblo hebreo en la actualidad.

El año nuevo israelita, el primero de Tishrei, el es el día augusto (o sea, el día grande y terrible) en que de acuerdo a nuestras tradiciones, Dios juzga a los hombres y fija sus destinos de acuerdo con sus obras.

La santa Escritura que indica la causa y el objeto de todas las demás fiestas, dice: El primero de Tishrei solamente que ese día sea para vosotros de reposo, una conmemoración de trompeta (o sea, Jatsotserah) y una santa convocación (Levítico, capítulo 23, verso 25).

Ese silencio acerca de esa fiesta tan solemne anunciada, es uno de los indicios más graves en favor de la tradición. La opinión de algunos escritores según el cual el séptimo mes debía tener su importancia como el séptimo día y el séptimo año, no basta para explicar y motivar esa gran solemnidad. Es esa santa convocación.”

Y más abajo dice:

Pero ¿qué recuerdo de evoca, qué idea representa el aniversario del séptimo mes, si no es el recuerdo y la idea del juicio de Dios revelado por la tradición?”

Ahora, ¿qué importancia tiene esta fiesta al son de trompetas? ¿Qué tiene que ver esa fiesta del día primero del mes séptimo de cada año del calendario hebreo o judío? Pues que todo el programa que Dios llevaría a cabo está tipificado, representado en esas fiestas del pueblo hebreo que Dios dio a través del Profeta Moisés.

Por ejemplo, tenemos la Pascua, la cual representa al Mesías muriendo como Cordero de Dios, como el Cordero pascual. Por eso San Pablo dice en Primera de Corintios, capítulo 5, verso 7:

Porque nuestra pascua, la cual es Cristo, ya fue sacrificada (ofrecida) por nosotros.”

O sea, que esas fiestas tienen que ver con el Programa Divino que Él llevaría a cabo; y aunque esas fiestas hebreas conmemoran algo que ya sucedió y por consiguiente son una conmemoración, también en el sentido profético hablan de algo que Dios hará, lo cual está representado o tipificado en lo que ya Dios hizo.

La Escritura nos dice que lo que fue, ya es; y lo que ha de ser, ya fue; y Dios restaura lo que pasó. [Eclesiastés 3:15] Miren ustedes los días de la semana, de esta semana que va a comenzar, no es otra cosa que los mismos días de la semana pasada repitiéndose: domingo el primer día, lunes el segundo, martes el tercero, miércoles el cuarto, jueves el quinto, viernes el sexto, y sábado el séptimo día; o sea, se repiten esos días mencionados por esos nombres pero bajo un nuevo ciclo, bajo una nueva etapa, y así son los meses también.

El año que viene es una repetición de lo que es este año que está sucediendo, y este año que entró al séptimo mes según el calendario gregoriano, no es otra cosa sino la repetición del año pasado, los mismos meses con los mismos días y con las mismas horas, aunque en algunos meses hay una variación, pero vean ustedes, solamente un mes: el de febrero, cuando es bisiesto tiene un día más.

Así que, vean ustedes, se repite el año y los meses del año, los días del año, las semanas del año y las horas del año también; y así es todo el Programa Divino, porque el Programa Divino es perfecto y Dios restaura lo que ya sucedió.

Y ahora, en estas fiestas encontramos que lo que Dios haría, ya lo hizo en aquellas ocasiones en que esas fiestas, vean ustedes, que se celebraban o se celebran en medio del pueblo hebreo, están dando testimonio de algo que ya Dios hizo.

Y ahora, luego Dios lo hará de nuevo en otro ciclo divino, y por consiguiente aquello es tipo y figura de lo que Dios hará. Por lo tanto, la fiestas hebreas son tanto históricas, conmemoran eventos históricos, y también son proféticas porque hablan de lo que Dios hará.

Y ahora, vimos la Pascua, lo cual se efectuó allá en Egipto por Moisés y su pueblo y fue para la preservación de la vida de los primogénitos hebreos; y los que no estaban bajo esa fiesta, bajo esa Pascua, los primogénitos egipcios murieron, aun de los animales.

Luego encontramos otras fiestas que se llevan a cabo, las cuales dan testimonio de algo que ya sucedió en el pasado, la fiesta de la gavilla mecida, la cual representa a Cristo resucitado, y la fiesta del Shavuot o Pentecostés, la cual conmemora el día en que la ley o las tablas de la ley fueron dadas por Dios a Moisés.

Y luego encontramos la Fiesta de las Trompetas, la cual está ahí en el día de año nuevo que el pueblo hebreo conmemora cada año, y eso nos habla del día... hay un silencio ahí porque todo eso está ligado al día grande y terrible del Señor, del cual habla Malaquías, capítulo 1. Vamos a verlo aquí, capítulo 4, verso 1 en adelante, dice:

Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.”

O sea, que es un día, un tiempo terrible en el Programa Divino, es tiempo de juicio divino, y eso está contenido ahí en el día de la Fiesta de las Trompetas o la fiesta al son de trompetas. Pero dice:

Mas a vosotros los que teméis mi nombre (o sea, los creyentes), nacerá el Sol de justicia (eso es la Venida del Mesías, la Venida del Señor a Su Iglesia), y en sus alas traerá salvación (sus alas, lo cual nos habla de Moisés y Elías, pues en el Monte de la Transfiguración estuvo Moisés a un lado y Elías al otro lado de Jesús); y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.

Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.”

Y durante el Reino Milenial los hijos e hijas de Dios caminarán sobre las cenizas de los malos que estarán quemados, porque durante la gran tribulación el fuego quemará a los malos, porque será un día ardiente como un horno, y por consiguiente la radioactividad se soltará en ese tiempo, la cual está almacenada en bombas nucleares, o sea, que habrá una guerra mundial durante la gran tribulación, y eso traerá graves consecuencias para la raza humana.

Por eso ustedes pueden ver que el reverendo William Branham habla de una situación difícil para Norteamérica, en donde va a ser atacada en una guerra y va a ser afectada grandemente Norteamérica. Enemigos tiene de más, y muchos de ellos están bien preparados, pero será inevitable esa guerra porque está en la Escritura y tiene que cumplirse. Dice:

Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.”

Y aquí nos habla de Moisés y las ordenanzas y leyes que Dios dio a través de Moisés, por lo tanto el ministerio de Moisés aparecerá en este tiempo final.

He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.”

Y aparecerá también el ministerio de Elías, que son los dos Olivos de Zacarías, capítulo 4, versos 9 al 14; y también Apocalipsis, capítulo 11, versos 3 en adelante.

El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.”

O sea, que antes que Dios hiera la Tierra con maldición tienen que aparecer estos Mensajeros: Elías tiene que aparecer para hacer una labor en favor del pueblo de Dios, obrará ese ministerio tanto con la Iglesia como con los judíos o con los hebreos, y está ligado a las doce tribus perdidas del reino del Norte, o sea, de Israel, que fue dado a la tribu de Efraín cuando le fue dado el reino de esas diez tribus, le fue dado a Jeroboam, un descendiente de Efraín, pues Efraín es el que tiene la Bendición de la Primogenitura, por cuanto esa bendición fue dada a José y pasó a los hijos de José.

Y por consiguiente en este tiempo final la bendición para Israel irá de Efraín, porque Efraín es el que tiene la Bendición de la Primogenitura; e Israel, o sea, el pueblo hebreo que está como una nación libre y soberana necesita la Bendición de la Primogenitura y por consiguiente necesita la reunión de las tribus perdidas, porque en una de ellas, en la tribu de José, está la Bendición de la Primogenitura (está en Efraín).

Y las tribus del Norte por cuanto fueron esparcidas y perdieron su identidad como tribus, y fueron asimiladas en las naciones a las cuales fueron esparcidas, luego encontramos que han estado entrando miles o millones de los descendientes de esas tribus, han estado entrando a un nuevo Pacto, al entrar al cristianismo como creyentes en Cristo. O sea, que en el cristianismo a través de estos dos mil años han estado entrando millones de descendientes de las diez tribus perdidas del reino o de la casa de Israel, del reino del Norte, y por consiguiente han entrado a un nuevo Pacto, el cual Dios dijo que haría con la casa de Israel; eso está en Jeremías, capítulo 31, versos 31 al 36, y en el capítulo 31, verso 9 en adelante también de ese mismo libro de Jeremías, nos habla de Efraín, y dice: “Efraín es mi hijo, mi primogénito.” Lo mismo que dijo de Israel a Moisés cuando le dijo que le dijera a Faraón: “Israel es mi hijo, mi primogénito.”

Y por consiguiente tiene una bendición grande, así como Israel fue sacado de Egipto y llevado a la tierra prometida, también el reino del Norte, el reino de Israel tiene que ser reunido una cantidad de descendientes de ese reino, tienen que ser restaurados a la tierra prometida y tienen que tener la Bendición de la Primogenitura, y por consiguiente la tribu de José representada en Efraín con la primogenitura, porque la primogenitura fue dada a los hijos de José. Eso está en Primera de Crónicas, capítulo 5, verso 1 al 3.

Por lo tanto, la nación de Israel sin las diez tribus perdidas está incompleta, y en Isaías, capítulo 27, verso 13 tenemos la promesa que se tocará con gran trompeta y los que habían sido esparcidos, desterrados, regresarán; y todo esto está ligado a esta Fiesta de las Trompetas.

Así como todo lo que ocurrió con Cristo: Su muerte, sepultura y resurrección estaba ligado a la Fiesta de la Pascua, y la resurrección estaba ligada a la Fiesta de la Gavilla mecida; y el Día de Pentecostés donde recibieron el Espíritu de Cristo ciento veinte personas, estaba ligado al día cincuenta, donde se llevaba a cabo en medio del pueblo hebreo esa fiesta que estaba ligada a la agricultura.

Y ahora, miren ustedes cómo cada cosa que Dios ha estado haciendo, estos eventos grandes: la Venida del Señor, Su muerte, Su resurrección, la Venida del Espíritu el Día de Pentecostés; y todo eso, vean cómo ha estado ligado a fiestas hebreas, por lo tanto, la parte profética se ha estado cumpliendo en esas etapas.

Y ahora, estamos caminando en una etapa muy importante.

Ahora, también recuerden que la Dispensación de la Gracia cubre o la cubre el Día de Pentecostés; o sea, que se ha estado en la Fiesta de Pentecostés desde el Día de Pentecostés, pero después de esa fiesta viene ¿qué? Viene la Fiesta de las Trompetas.

Encontramos ahí también una profecía doble, porque las siete etapas o edades de la Iglesia durante estos dos mil años, también están tipificadas en los siete sábados y siete semanas que anteceden al Día de Pentecostés.

Por lo tanto, habrá una repetición nuevamente de un nuevo Pentecostés, lo cual será la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los que estarán vivos nacidos de nuevo, y por consiguiente serán llenos de toda la plenitud de Dios. Es aplicada todas esas etapas, es aplicada a la Iglesia como Cuerpo Místico de creyentes también.

Y ahora, estamos viviendo el tiempo más glorioso de todos los tiempos. Vean, antes de llegar el año del jubileo, también transcurrían cuarenta y nueve años. ¿Ven? Lo mismo que ocurría cuarenta y nueve días de después de la Pascua, se comenzaba a contar el tiempo; y desde la resurrección de Cristo se comienza a contar el tiempo hasta el Día de Pentecostés, y son cincuenta días, pero Cristo no les dijo que cincuenta días después de Su resurrección iban a recibir el Espíritu Santo.

Dios deja muchas cosas en secreto para que se cumplan y no sean interrumpidas por el enemigo.

Ahora, así como hubo cuarenta y nueve días y luego el día cincuenta era el Día de Pentecostés donde recibían el Espíritu de Cristo, ahora también encontramos que hay cuarenta y nueve años y luego viene el año cincuenta, el año del jubileo, el año donde los esclavos regresan a su familia libres, las propiedades regresan a sus dueños originales sin pagar nada, y todo eso muestra lo que ha de acontecer en el tiempo final.

Luego de las siete edades representadas o que están dentro de los cuarenta y nueve años, luego de eso viene el año cincuenta que corresponde a la Edad de la Piedra Angular, y que si contamos los años sabáticos, o sea, el año séptimo de cada una de las semanas de años, la Edad de la Piedra Angular, vean ustedes, corresponde al año de fiesta número 8, porque el año de fiesta número 7 corresponde a la séptima edad de la Iglesia; o sea, que vemos esos ciclos divinos.

Por eso la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los vivos no podía ocurrir en ninguna de las siete edades de la Iglesia, está señalada para ocurrir en la Edad de la Piedra Angular, que es la edad del año de Pentecostés, y la edad octava de la Iglesia, pero que es una edad eterna, se entra a eternidad, porque se entra a un ciclo en que todo regresará a su dueño original y por consiguiente regresarán a la Vida eterna física también los escogidos de Dios.

Y ahora, en el Programa Divino, vean ustedes, así como en el tiempo de Moisés y del rey Salomón; vean, Salomón está ligado a un templo que es un tabernáculo en donde Dios habitó un templo, y Moisés está ligado a un tabernáculo que por orden divina construyó allá en el desierto y el cual era un tabernáculo móvil, lo movían, lo desmontaban y lo llevaban a los lugares donde ellos iban.

El ministerio de Moisés está prometido para ser repetido en este tiempo final, porque habrá un profeta como Moisés en la escena, y eso los judíos lo saben y lo están esperando, un profeta como Moisés, y ellos saben que ése será el Mesías para ellos; y están esperando también a Elías, y el ministerio de Moisés está ligado a un tabernáculo, o sea, a una carpa que fue construida en el desierto y que viajó con ellos hasta entrar en cierto tiempo al lugar prometido, y el Arca del Pacto, que era lo más importante que estaba allí con la presencia de Dios, entró a la tierra prometida.

Y ahora, para el tiempo final vamos a ver a Moisés relacionado con la ley divina y relacionado con un templo, con un tabernáculo; y la promesa de Dios es que habrá en el tiempo final para la manifestación plena de Dios, para el poder de Dios ser manifestado en toda Su plenitud, en donde no habrá limitaciones en cuanto a la manifestación del poder de Dios y en donde la adopción de los hijos de Dios será manifiesta, ahí habrá un ministerio que será adoptado, y por consiguiente por la Palabra creadora hablada ocurrirán cosas que en otro tiempo no fueron vistas en medio del pueblo de Dios, pero que fueron dadas ciertas muestras o pruebas de cómo va a ser.

A través del reverendo William Branham Dios mostró las muestras, o sea, dio los ejemplos de cómo va a ser cuando él dijo que vio la poderosa mano de Dios manifestada cinco veces; pudo haberla visto más, pero usó cinco veces porque es número de gracia.

La resurrección de un pececito que ya estaba muerto, lo cual representa la resurrección de los muertos en Cristo, porque los creyentes en Cristo están representados en peces. Cristo dijo a Sus apóstoles: “Venid en pos de mí, y yo os haré pescadores de hombres.” [San Mateo 4:19] La resurrección de ese pececito fue por la Palabra hablada, es la Palabra creadora que Dios colocó en la boca de ese profeta de Dios.

También la sanidad de su esposa fue por la Palabra creadora siendo hablada, estando él en Jeffersonville, Indiana, y ella estando en Arizona, digamos Tucsón, Arizona; o sea, que no hay distancias para esa manifestación de la Palabra creadora siendo hablada.

Recuerden que Jesús en diferentes ocasiones habló la Palabra para personas que estaban en otro lugar, y cuando llegaron las personas que pidieron la salud, la sanidad de esas personas, hijos o siervos, cuando llegaron a donde estaban luego esas personas, encontraban que ya habían sido sanados a la hora que Jesús había hablado la Palabra; o sea, que no habrá distancias para esa Palabra creadora que estará siendo hablada; esa será la espada de Dios que sale de la boca del Señor, lo cual es la Palabra creadora de Dios.

También cuando detuvo la tormenta, aquella tormenta de nieve que venía, lo cual nos habla de poder y control de la naturaleza; y también nos habla de la creación de ardillas que no existían allí, habló la Palabra y fueron creadas, y eso sucedió unas cuantas veces.

Cristo también multiplicó los panes y los peces, es el mismo Espíritu de Dios, porque solamente Dios es el Creador, es la Palabra de Dios por Su Espíritu colocada en la boca de un hombre, y hablando a través de ese hombre esa Palabra.

También encontramos otra señal: la salvación de los hijos de una creyente en Cristo, o sea, que habrá oportunidad para los hijos, para los familiares de los creyentes nacidos de nuevo. Por esa causa en la Visión de la Carpa donde la promesa es que estará la presencia de Dios, la Columna de Fuego y el Ángel del Pacto, el Ángel que acompañaba al reverendo William Branham estará allí en esa Carpa-Catedral, y entrará al cuarto o cuartito pequeño, y la Columna de Fuego estará allí.

Vean ustedes, por consiguiente habrá una manifestación plena de Dios por medio de la Palabra creadora que estará Dios hablando por medio de Su Espíritu, y por consiguiente habrá un instrumento a través del cual Dios se estará manifestando; y las señales, milagros y maravillas que están prometidas para ser hechas por los dos Olivos, estarán siendo vistas en esa manifestación. Será un tiempo muy glorioso para la Iglesia del Señor Jesucristo.

Cuando el reverendo William Branham recibió o tuvo esa Visión de la Carpa, él estaba en el aire y quería bajar pero no podía, él fue a cierto lugar, vio esa Carpa-Catedral que nunca había visto en su vida y que era gigante, por lo tanto, ya estaba hecha y era de alguna persona y de algún grupo.

Y por cuanto la Tercera Etapa que es producida por la Voz del Ángel Fuerte que desciende del Cielo clamando como cuando ruge un león y Siete Truenos emiten sus voces, la Voz de Cristo es la Voz de los Siete Truenos emitiendo sus voces en forma consecutiva, por consiguiente la Voz de Cristo estará allí y por consiguiente ya los truenos estarán allí; estará tronando, hablando ahí Cristo por medio de Su Espíritu y todo estará sucediendo, eso será la visitación más grande de Dios por medio de Cristo, por medio de Su Espíritu a Su Iglesia en el Día Postrero.

Así como la tuvo a través de los apóstoles, a través de San Pablo en la primera edad, a través de cada mensajero en cada edad, y a través del reverendo William Branham en la séptima edad. Pero la visitación de Dios en el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular, será mayor, más amplia que todas las demás.

Y vean ustedes, para las demás no fue hablado de un cierto lugar, excepto también en la séptima edad al reverendo William Branham acerca del tabernáculo que llevaba su nombre, en el cual él habló, predicó “Las Setenta Semanas de Daniel,” “Las Siete Edades de la Iglesia” y “Los Siete Sellos” de Apocalipsis, capítulo 5, capítulo 6 y capítulo 8 y capítulo 7.

Y ahora, nos estamos acercando al cumplimiento de la Fiesta de las Trompetas, y por consiguiente siendo que la Fiesta de las Trompetas nos habla del juicio divino, en esa Fiesta de las Trompetas se va a estar hablando del juicio divino que va a venir sobre la raza humana. Bajo la Séptima Trompeta se estará abriendo el misterio de las siete trompetas y de las siete plagas, las siete copas y todas estas cosas.

Por eso el reverendo William Branham quería obtener una carpa grande para predicar las trompetas, las copas y las plagas contenidas en esas copas; o sea, que todo eso está ligado a una carpa catedral gigante y a un ministerio: el ministerio de Elías y el ministerio de Moisés.

Y alguien en algún lugar tiene que trabajar junto a todos los creyentes de ese lugar y de todos los lugares, todos los ministros junto con sus congregaciones tienen que trabajar para que se haga realidad la Visión de la Carpa, aparezca la carpa, y luego aparecerá el ministerio correspondiente, Dios lo enviará y obrará en ese lugar como está prometido.

Por lo tanto, no hay que preocuparse quién va a ser el instrumento, sino vamos a hacer el lugar; como cuando Moisés recibió la orden de hacer un tabernáculo: “Vamos a hacer conforme a como Dios ha mostrado, y Dios se encargará de habitar ahí.” Y así sucedió con Salomón.

Vean, el ministerio de Moisés está prometido para el Día Postrero y también la Venida del Hijo de David representado en Salomón; y el Hijo de David es Cristo, el heredero al Reino de David y Trono de David.

Bueno, ya podemos ver cómo está ligada esa Visión de la Carpa al ministerio del Día Postrero, los ministerios de los dos Olivos y el ministerio de Cristo, y a todo lo que va a o lo que está prometido para ser hablado: las trompetas, las copas, las plagas y un sinnúmero de cosas más, y llamamiento para salvación y también para sanidad.

Dice el reverendo William Branham, que luego de la predicación y el llamado hicieron la fila para la sanidad, para sanidad divina, y era tan larga la fila que salía hasta la calle, y dijo que no había fin; o sea, no habrá fin ni para la fila ni para el tiempo que terminará, y que eso era algo gigante. Cuando habla de que será algo gigante, será grande, y que la Carpa-Catedral era también grande.

Por lo tanto, hay que trabajar en grande entonces para que Cristo tenga un lugar dónde cumplir lo que Él ha prometido; y si estuviéramos trabajando para que se hiciera en Brasil, teníamos que estar creyendo que iba a ser en Brasil esa manifestación.

Por lo tanto, donde se haga un auditorio esperando que se cumpla esa visión, hay que estar creyendo que va a ser en ese lugar que se va a cumplir.

Y si se tiene que cumplir en diferentes lugares a la misma vez, diferentes naciones, se trabajará para hacerse lugares grandes; y si desde un solo lugar va a llegar esa transmisión para otros lugares y se van a reunir en otros lugares, en otras naciones, en auditorios, habrá equipos para transmitir todo lo que estará sucediendo allí, y va a ser por poco tiempo.

¿Y por qué tanto trabajo para un corto tiempo? Si así Dios lo determinó, así hay que hacerlo. No hay que razonar, sino creer y hacerlo.

En el templo que construyó Salomón se gastó más que todo lo que hemos nosotros de gastar, y ya fue destruido; y así nuestro deseo es que durante la gran tribulación permanezca, para cuando regresemos del milenio lo podamos ver y dar nuestra vueltita ahí para visitar el lugar donde Él cumpla la Visión de la Carpa.

Será en el territorio donde va a estar el ministerio de los dos Olivos y el ministerio de Cristo operando, y por consiguiente estará en donde esté el mensajero para esa edad eterna, la Edad de la Piedra Angular.

Por lo tanto, él sabrá dónde trabajar para que aparezca en la escena ese lugar, y todos nosotros como ministros brazo a brazo con él, y la congregación donde él esté, brazo a brazo con él, y todas las congregaciones brazo a brazo con él, para que pronto aparezca, porque ahí será la culminación del Programa Divino con Su Iglesia. Siendo que ahí será la manifestación plena de la Tercera Etapa, si la resurrección no ha ocurrido todavía, ocurrirá en esos días en que se estará Cristo manifestando en el cumplimiento de la Visión de la Carpa.

Así que, vean todas las cosas que están ligadas a la Visión de la Carpa y su cumplimiento, y serán bienaventurados y bendecidos todos aquellos que estarán trabajando en pro de ese proyecto divino, no será un proyecto humano sino un proyecto divino.

Y esperamos que haya en abundancia, de tal manera que suceda como sucedió en el tiempo de la construcción del tabernáculo y en el tiempo de la construcción del templo de Salomón, que Dios tenga que decir: “Ya no más ofrendas para la construcción, ya es suficiente.”

Y entonces se usarán para otras cosas las ofrendas que traigan las personas, porque habrá siempre mucho trabajo y muchas cosas para invertir dinero, porque hay que pagar luz, ticket de luz eléctrica o energía eléctrica, agua, también alcantarillados y también los impuestos que el gobierno cobre por terrenos, propiedades, los pagos mensuales de los terrenos.

Ahora, en lo que se está es en el pronto pago, pero luego hay que seguir los pagos de la hipoteca que también se desea que se pueda pagar todo lo más pronto posible, y así por el estilo, pero será la inversión mejor que estaremos haciendo.

Y cuando terminemos de pagar, valdrá más de lo que nos costó; todo, las propiedades que hayamos comprado, valdrán más, o sea, que si se venden, se saca más de lo que se pagó cuando se compró.

Es que no hay pérdidas para el pueblo de Dios, y Dios dará los galardones a todos aquellos que habrán trabajado en ese programa que está prometido para ser llevado a cabo, y son bienaventurados los que trabajan en ese programa.

No estamos trabajando porque queremos un lugar grande, pues tenemos uno y todavía no está lleno, estamos trabajando basados en una promesa divina en favor del programa de Dios. Por eso es que estamos trabajando en esa forma, y esperamos que todos así lo comprendan y todos los ministros, para que también trabajen brazo a brazo con Puerto Rico y todos los ministros de Puerto Rico y la congregación de Cayey y todas las congregaciones de Puerto Rico.

Yo respaldo ese trabajo que está haciendo, que está llevando a cabo La Carpa en Puerto Rico, lo respaldo con todo mi corazón, con todas mis fuerzas, y con todo lo que tengo y con todo lo que Dios me dé.

La meta será ver el cumplimiento de esa Visión de la Carpa. Cualquiera puede decir: “¿Y si no fuera esa?” Pues será en algún otro lugar, otra, y esperamos que esa sea llena y de ahí nos transmitan acá todo lo que pase. Si hay alguna persona que tenga alguna duda estaremos entonces esperando la transmisión de donde sea; pero nadie más ha tomado ese proyecto en serio para llevarlo a cabo.

Y aquí en Puerto Rico lo han tomado en serio porque lo han creído, y todos los ministros que están brazo a brazo con Puerto rico también lo han tomado en serio, porque es la Palabra de Dios para Su Iglesia para este tiempo final.

Así que, yo aprecio que todos los ministros hayan tomado en serio lo que fue prometido y estén trabajando en pro de ese proyecto divino.

Y que Dios los bendiga grandemente y los use grandemente en ese trabajo y prospere grandemente vuestras congregaciones espiritualmente y materialmente también, y aumente cada día más vuestras congregaciones y sean congregaciones grandes, y que reciban todas las bendiciones que Dios esté dando desde ese lugar que está siendo construido.

Está prometido que el Mensajero a Israel, el Ángel del Pacto, el cual es Cristo, el Espíritu Santo, vendrá, y es el Mensajero a Israel; pero Él vendrá por Su Iglesia, por Su Novia; y cuando los judíos lo vean viniendo por Su Iglesia, por Su Novia, dirán: “Éste es el que estamos nosotros esperando.” Lo van a ver en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo; y eso, si no lo ven antes, lo van a ver en el cumplimiento de la Visión de la Carpa, y van a decir: “Un profeta como Moisés, hasta tiene un tabernáculo, una carpa como Moisés.”

Vamos a dejarlo ahí y después lo veremos todo eso cuando esté cumpliéndose plenamente. Ya ustedes han estado viendo ese acercamiento que hay de los judíos, se están acercando, saben que hay algo de parte de Dios.

¿Vieron ya todos la subida al Monte Sinaí? Difícil, y Moisés por romper las tablas de la ley tuvo que subir por segunda vez; y en aquellos días de seguro era más difícil de lo que es en la actualidad. Subir una vez es difícil, subir dos veces más difícil, pero fue posible para Moisés teniendo 80 años, cuánto más para los que fueron allá que yo creo que ninguno tenía 80 años.

Excepto la abuelita de Kélita, probablemente tenía 80 ó 80 y algo y ella quedó en el hotel. Pero fue conveniente porque subir a ese monte es difícil; pero con el corazón ella subió y nos acompañó, y la felicito por haber estado allá en Israel y también allá en Egipto, y estar allí viendo también el monte, aunque no subió hasta arriba.

Pero no hay ningún problema, los que no subieron, recuerden que solamente Moisés subió y Josué le acompañó hasta cierto sitio y el resto del pueblo se quedó abajo esperando a que él bajara con la ley. Así que, para los que subieron fue un privilegio porque lograron hacer lo que hizo Moisés: subir a la cima del Monte Sinaí.

Bueno, ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir estos momentos de compañerismo ministerial con ustedes, y tenerles al día, al tanto de lo que está sucediendo en el Programa Divino y de cómo trabajar para que se cumpla la Visión de la Carpa.

En estos días Puerto Rico junto a todos los ministros y todas las congregaciones, está haciendo un esfuerzo grande, pero que Dios lo va a recompensar.

Por lo tanto, les felicito a todos ustedes en Puerto Rico y a todos los que están en diferentes naciones, a los ministros y a todas las congregaciones por este esfuerzo grande que están haciendo, para antes que llegue el día 30 de este mes tener esa cantidad para el pronto pago del terreno que están adquiriendo para la Obra de Dios, porque se necesita mucho terreno para estacionamiento y para las personas caminar.

En Puerto Rico no es como en otros países, en Puerto Rico en los hogares algunas veces tienen un auto y otras veces tienen dos autos o tres autos, porque los hijos, cada cual quiere también tener su auto, y cuando van al trabajo salen unos a una hora y otros a otra hora, salen en sus propios autos cada uno (los hijos en su auto). Y si hay 5 hijos, algunas veces los hijos tienen cada uno un auto y ya son bastantes autos.

Así que, se necesita un estacionamiento grande para acomodar tantos autos, y también para autobuses, para ese tiempo, pues vendrán autobuses también, así que se necesita mucho terreno, y para caminar las personas también.

Por lo tanto, queremos tener, o en Puerto Rico quieren tener todas las facilidades para el pueblo, y eso está muy bien. No se desea que las personas estén todas apretadas, sino cómodas para escuchar la Voz de Dios y para recibir las bendiciones de Dios.

Como les dije, es Miguel, el misionero, doctor Miguel Bermúdez Marín: está a cargo de esta parte del trabajo para conseguir los fondos para todo ese proyecto que se está llevando a cabo, desde los terrenos y también la construcción de esa Carpa-Catedral.

Que Dios te bendiga Miguel y te use cada día más y más en Su obra, y te recompense grandemente en Su Reino cuando Cristo reparta los galardones a todos los creyentes; y también a todos los ministros que brazo a brazo han estado trabajando en el Programa Divino del tiempo final, de la edad correspondiente a nuestro tiempo; y también han estado trabajando y están y continuarán trabajando en este proyecto divino de la construcción de esta Carpa-Catedral.

Recuerden que Dios siempre le da el privilegio y bendición al ser humano de ser socio con Él, y por consiguiente le da una parte para que el ser humano haga, y Dios hace la más importante, la que no puede hacer el ser humano, esa le toca a Dios; y la que puede hacer el ser humano, entonces Dios se la otorga al ser humano para que la haga y tenga parte en la Obra de Dios para el tiempo en que está viviendo.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Mañana continuaremos en la mañana, la actividad de mañana domingo en la mañana.

Dejo con ustedes al reverendo José Benjamín Pérez para continuar, y si tiene que darles algunos detalles más de esto que hemos hablado, lo puede hacer también.

Y mañana es bueno pasar alguna vista de los terrenos que se están comprando, para que en todos los países las congregaciones vean de qué se trata ese terreno, cómo son y así por el estilo.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde a todos, y continúen pasando una tarde llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.

PALABRAS DE SALUDO A LOS PASTORES.”