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Actividad Especial de Santa Cena	2007-12-23	2		Cayey		PR	00:00:00	false

Palabras de Apertura

Así como el pueblo hebreo sacrificó un cordero pascual, para la preservación de la vida de cada primogénito en su familia, también ha sido sacrificado el Cordero Pascual, el Cordero de Dios, Jesucristo, como nuestra Pascua.

San Pablo dijo en Primera de Corintios capítulo 5, verso 7:

“Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura, como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.”

Y ahora, en esta tarde estamos celebrando la Fiesta de la Pascua, que es Cristo, el cual fue sacrificado por nosotros, y el cual derramó Su Sangre en la Cruz del Calvario, la Sangre del Nuevo Pacto para entrar nosotros al Nuevo Pacto cubiertos con Su Sangre que nos limpia de todo pecado.

Y ahora, nos toca a nosotros conmemorar la muerte de Cristo, Su Sangre derramada, que es colocada en nuestra alma como fue colocada en el dintel y los postes de las puertas de los hogares hebreos.

Y ahora, en memoria de Cristo y Su Sacrificio en la Cruz del Calvario como nuestra Pascua, celebramos la Santa Cena en memoria de Cristo y Su Sacrificio en la Cruz del Calvario. Y lo continuaremos haciendo, celebrando esta Fiesta de la Pascua, hasta que Él venga, como dijo Pablo [Primera de Corintios 11:26]:

“Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.”

En la Santa Cena conmemoramos la muerte de Jesucristo en la Cruz del Calvario como el Cordero de Dios que fue sacrificado para quitar el pecado del mundo, como lo dijo Juan el Bautista, cuando vio a Jesucristo y lo señaló diciendo:

“He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” [San Juan 1:29]

Cuando tomamos la Santa Cena en memoria de Cristo conmemoramos Su muerte en la Cruz del Calvario.

Por lo tanto, anunciamos un evento divino que se cumplió dos mil años atrás en la Cruz del Calvario, y también anunciamos la Segunda Venida de Cristo, porque es hasta que Él venga que la Iglesia de Jesucristo estaría llevando a cabo la conmemoración, la Fiesta de la Pascua, personificada en Jesucristo nuestro Salvador.

En Él se hizo una realidad aquel sacrifico que fue en un animalito, un cordero pascual, y que luego era una conmemoración anual y luego se hizo real en un Sacrificio superior, pero que había sido representado en aquel sacrificio del cordero pascual que cada padre de familia sacrificó en la víspera de la Pascua.

Si estudiamos la Escritura, en la víspera de la Pascua cuando el pueblo celebraba, conmemoraba, el sacrificio del cordero pascual conmemorando aquel sacrificio allá en Egipto, Jesucristo tomó la santa cena durante la noche (y siempre para el pueblo hebreo los días comienzan en la noche). Y luego, durante ese mismo día de la Pascua o de la víspera de la Pascua, en la parte del día, murió en la Cruz del Calvario.

En la víspera de la Pascua Él tenía que morir. Y Él es nuestra Pascua, el cual fue sacrificado por mí para la preservación de la vida de mi alma, para así estar en Su Reino por toda la eternidad, fue para la preservación de la vida de los primogénitos escritos en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero.

Por lo tanto, fue sacrificado por mí. ¿Y por quién más ? Por cada uno de ustedes también. Por lo tanto, conmemoremos, celebremos nuestra Pascua, que es Cristo, el cual fue sacrificado en la Cruz del Calvario por nosotros.

Dejo al reverendo Miguel Bermúdez Marín para que continúe con esta fiesta, esta conmemoración de nuestra Pascua que fue sacrificada en la Cruz del Calvario, Jesucristo nuestro Salvador.

Palabras de Cierre

Hemos conmemorado nuestra Pascua, la cual efectúo Cristo en la Cruz del Calvario y por consiguiente, hemos celebrado nuestra liberación, libertados del reino de las tinieblas y colocados en el Reino de Cristo, por lo cual le damos gracias a Cristo.

Señor Jesucristo, gracias por la liberación que has efectuado, la cual en esta tarde hemos conmemorado al tener la Santa Cena y el Lavatorio de Pies en memoria de Ti y de Tu Sacrificio en la Cruz del Calvario y de Tu estadía en el Lugar Santísimo, en el Templo Celestial haciendo intersección por todos Tus hijos escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Gracias Señor, ahora despídenos hasta nuestros hogares en paz. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

El domingo próximo ya también se tendrá actividad y estaré con ustedes a través de la pantalla, transmitiéndoles a través de la pantalla, desde el Brasil. Y será el domingo, y el lunes ustedes estarán con sus familias en sus hogares como también harán mañana (estarán con su familia en sus hogares) el día de Nochebuena, pasando esa noche con la familia, y también cenando con su familia. Y el día de año viejo y año nuevo, despedida de año, también estarán con su familia cenando y compartiendo. No tendremos actividades acá, aunque en el Brasil es posible que haya actividades de AMISRAEL en la despedida de año.

Aprecio también mucho todo lo que han hecho por AMISRAEL, el apoyo que le han dado y el que le continuarán dando para que logre las metas que tiene AMISRAEL en beneficio de la familia humana.

Que Dios les bendiga y pasen todos una tarde llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.

Vamos a dejar al reverendo José Benjamín Pérez para él finalizar la parte que le corresponde, y nos veremos a través de la pantalla el domingo próximo y si los camarógrafos aquí los proyectan, a ustedes también los veré allá desde el Brasil.

Que Dios les bendiga y les guarde y con ustedes el reverendo José Benjamín Pérez.

Y tengan todos una Feliz Navidad y un próspero año nuevo 2008 junto a sus familias y junto a todos los hermanos.

“ACTIVIDAD ESPECIAL DE SANTA CENA.”