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| El nuevo Pacto para Israel | 2007-04-20 | 1 | Cayey | PR | 00:00:00 | false |
Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes y los que están a través del satélite Amazonas o de internet en diferentes naciones. Que las bendiciones del Dios Altísimo, sean sobre todos ustedes.
Mi cordial saludo para el reverendo y misionero Miguel Bermúdez Marín, que se encuentra en Bogotá, junto al doctor Camilo Montoya Reyes y demás pastores reunidos en esta noche en el auditorio “Jesucristo, Sol de Justicia.” Que Dios les bendiga grandemente, y les use grandemente con esta OFICINA MISIONERA NACIONAL DE APOYO EVANGELÍSTICO, que han fundado para apoyar a todo Colombia para que llegue el mensaje de Cristo al corazón de las personas, y que esto mismo ocurra en todos los demás países.
Así que, Miguel, de mi parte tienes mi apoyo para esta labor, para el apoyo del evangelismo en Colombia y también en todas las demás naciones; y que Dios te use grandemente junto a todos los ministros, no solamente de Colombia sino de todas las demás naciones, llevando el Evangelio de Cristo y trayendo a los Pies de Cristo a todos los que faltan por llegar.
Y también estas invitado, Miguel, y todos los ministros que están contigo en esta noche, y los que están en otras naciones también, para el viaje a Jerusalén en el mes de junio con AMISRAEL, para las actividades que estará llevando a cabo AMISRAEL en Jerusalén.
A todos aquellos ministros que puedan ir, tengan las facilidades económicas para ir y no se les interrumpa su labor con esta labor misionera y todas las labores que están llevando a cabo con el misionero Miguel Bermúdez Marín, pues están invitados para estar en Jerusalén en el mes de junio.
Para más información pueden acercarse a la página de AMISRAEL en internet, para que así puedan tener toda la información para estar en esas actividades; o pueden también llegarse al delegado de AMISRAEL en el país en el cual ustedes están, para así tener más información y también estar en la lista de los que han de ir a Jerusalén en el mes de junio.
Desde principios de junio comenzarán las actividades allá en Jerusalén, desde el día 4... o el día 4 será el viaje (ahí ustedes investiguen bien), y serán unos diez días; ya del día 15 al 16 ya se estará viajando de Jerusalén cada cual a su país.
Así que, están todos los ministros invitados y también todos los miembros de todas las congregaciones que deseen ir, puedan ir, tengan las facilidades económicas y no se les afecten las labores que están llevando a cabo con el reverendo misionero Miguel Bermúdez Marín, pues él tiene un programa muy importante que está llevando a cabo, que tiene muchas facetas y que es muy importante en la Obra de Dios.
Pero a todos aquellos que no se les interrumpa ese programa que llevan a cabo con Miguel, y que tengan las facilidades para ir, están todos invitados, tienen que alistarse o registrarse lo más pronto posible, antes de que se cierre ya la oportunidad para ir.
Allá en Colombia pueden comunicarse con el ingeniero Iván Sarmiento o la persona que está a cargo para el viaje a Jerusalén, el cual le indicará el ingeniero Iván Sarmiento.
También mi saludo al reverendo Andrés Cruz Gallego y al licenciado Benjamín Cruz Alfaro, que se encuentran en Nicaragua, reunidos con los ministros de Nicaragua (ya esto es para mañana: la reunión de ministros), mi cordial saludo para ustedes también, y que en mutuo acuerdo lleven a cabo siempre la labor, tanto espiritual con los ministros en las iglesias y la evangelización, como también los que pertenecen a AMISRAEL, lleven en mutuo acuerdo la labor correspondiente con los diferentes cuerpos de gobierno y demás entidades de Nicaragua y de Honduras también.
Así que, que Dios los use grandemente también en el proyecto de AMISRAEL, “los Agentes de la Paz” en los diferentes niveles de la sociedad de Nicaragua y de Honduras también y también allá en la República Mexicana.
Para esta ocasión es importante decirte, Miguel, que es muy favorable para el cristianismo el que establezcas así una oficina nacional de apoyo al evangelismo en cada nación. Mi respaldo a ti, Miguel, en esta gran labor.
Y ahora, leemos en Jeremías, capítulo 31, versos 31 en adelante, donde dice:
“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.
No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.
Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
“EL NUEVO PACTO PARA ISRAEL.”
Israel tiene esta promesa de un Nuevo Pacto, para lo cual se requiere un Sacrificio de Expiación que sea realizado, para que por medio de ese Sacrificio se lleve a cabo el perdón de pecados y sean limpios de todo pecado y tengan una sangre: la Sangre de ese nuevo Pacto que los limpie de todo pecado, y sean reconciliados con Dios para vivir eternamente (Israel) como el pueblo escogido de Dios.
Ahora, el pueblo de Israel cuando estaba en la etapa del reino de Salomón, recibió de parte de Dios una sentencia, y fue que el reino sería dividido en dos reinos, y diez tribus le serían dadas a Jeroboam, un descendiente de José por la línea de Efraín, hijo de José.
Por lo tanto, un miembro de la tribu de Efraín recibiría diez tribus, el cual fue Jeroboam; tenía que ser de la tribu de Efraín, que es el que tiene la Bendición de la Primogenitura, y por consiguiente es el que tenía que recibir esa bendición, al ser dividido el reino de Israel o Reino de David.
Luego al descendiente de Salomón y por consiguiente de David, le tocó la tribu de Judá y la tribu de Benjamín; y a ella (a ese reino) se unió también parte de los levitas, de los sacerdotes y también del resto de los levitas, y por consiguiente tenían el orden del templo con el orden (por supuesto) sacerdotal con los levitas.
Y ahora, el pueblo de Israel tenía la promesa de que Dios le daría un nuevo Pacto, porque ellos invalidaron el pacto que les había dado por medio del Profeta Moisés.
Y ahora, cuando nos habla de un nuevo Pacto, ya el pacto que fue dado por Dios a través del Profeta Moisés, ya queda invalidado al establecer un nuevo Pacto, es dado por viejo, y lo que se da por viejo está por desvanecerse.
Y ahora, el Nuevo Pacto tendría un Sacrificio, tendría una Sangre que los limpiaría de todo pecado y serían reconciliados con Dios; este nuevo Pacto ha sido prometido para ser dado por Dios al pueblo a través del Mesías Príncipe, el cual es puesto por Pacto al pueblo. Por lo tanto, el Mesías conforme a las profecías de Daniel y de Isaías, aparecería en la Tierra y moriría como Expiación por el pecado.
Veamos esta profecía de Isaías, capítulo 53, verso 10, para tener el cuadro claro. 53 de Isaías, verso 10, dice:
“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.”
Aquí nos muestra este capítulo mesiánico, que el Mesías pondrá Su vida en Expiación por el pecado de Su pueblo; y por consiguiente en la Venida del Mesías Él está prometido que moriría; por lo tanto, la Venida del Mesías tendría dos partes: una como Cordero de Dios para morir por el pueblo, por eso sería Su Primera Venida un misterio muy grande; aunque se habló de Su Venida, y aún más, se dijo el tiempo en que Él aparecería en Su ministerio. Veamos aquí en Daniel, capítulo 9, versos 24 en adelante, dice:
“Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad (o sea, sobre Jerusalén, y sobre Su pueblo: el pueblo hebreo), para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad (si va a expiar la iniquidad, pues tiene que aparecer un Sacrificio por el pecado, un Sacrificio de Expiación), para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas...”
Siete semanas y sesenta y dos semanas, que son cuatrocientos ochenta y tres años. Sigue diciendo:
“... se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías...”
Y ahora, esta promesa se cumpliría después de las sesenta y dos semanas. Antes de las sesenta y dos semanas transcurrirían siete semanas y luego sesenta y dos semanas, que suman sesenta y nueve semanas; o sea, después de esas sesenta y nueve semanas (que son semanas de años), después de cuatrocientos ochenta y tres años, entonces vendría el tiempo para que la vida al Mesías le fuera quitada, y por consiguiente corresponde a la semana número setenta, en donde el ministerio del Mesías duraría tres años y medio y sería quitada la vida al Mesías al final de Su ministerio dentro de la semana número setenta.
O sea, que durante esa última semana que corresponde a los últimos siete años para completar cuatrocientos noventa años; o sea, desde los cuatrocientos ochenta y tres años en adelante la vida al Mesías le sería quitada. En algún momento entre el año cuatrocientos ochenta y tres en adelante la vida al Mesías le sería quitada, por lo tanto, el Mesías estaría presente en ese tiempo, ahí tendría Su ministerio y moriría en Expiación por el pecado, pondría Su vida voluntariamente en Expiación por el pecado.
Esta profecía tenía que ser cumplida en ese tiempo, y ya han transcurrido dos mil años desde que la primera parte de la semana número setenta se cumplió: los primeros tres años y medio de la semana número setenta ya se cumplieron, y se detuvo esa semana al final del ministerio del Mesías; Su ministerio duró tres años y medio, al final de esos tres años y medio ¿qué viene a ser? Al final de la mitad, al final de la mitad de la semana número setenta el Mesías murió (ahí dice que moriría, le sería quitada la vida al Mesías).
Y si no pueden los seres humanos estudiosos de las Sagradas Escrituras judías, presentarle a otra persona, alguna persona que haya cumplido esa profecía y haya muerto en Expiación por el pecado del pueblo hebreo y de todo ser humano, entonces solamente hay una persona que llenó todos estos requisitos para ser proclamado y reconocido como el Mesías Príncipe que murió en la semana número setenta, a la mitad de esa semana en Expiación por el pecado del ser humano, y fue puesto por Pacto al pueblo.
El único hombre que vivió en esta Tierra y que murió en la semana número setenta, a la mitad de esa semana y cumplió todos los requisitos bíblicos para ser proclamado como el Mesías Príncipe es uno solo: nuestro amado Señor Jesucristo, un descendiente del rey David y por consiguiente un hijo de Abraham, un descendiente de Abraham.
Y todas las promesas dadas a Abraham y a su simiente, corresponden al Mesías Príncipe; y por consiguiente la simiente de Abraham, la simiente de la promesa es Cristo, el cual es el Mesías y el cual traería la bendición para Israel y para todas las naciones, y por medio de la simiente de Abraham serían benditas todas las naciones.
La bendición espiritual ha venido a los gentiles por medio de Cristo, la simiente de Abraham; y la bendición física vendrá por medio del Mesías Príncipe, el Cristo, para el glorioso Reino del Mesías Príncipe en donde Israel como pueblo, como nación recibirá Su redención y luego otras naciones recibirán también redención.
Por lo tanto, la redención para Israel como nación, como pueblo, será bajo el nuevo Pacto en donde será restaurado Israel al Reino de David y por consiguiente ese será el Reino de Dios en la Tierra que gobernará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones, y todos estarán bajo el nuevo Pacto con Israel en ese Reino del Mesías, porque no hay otro pacto después de ese nuevo Pacto que está aquí prometido.
Está prometido que ciento cuarenta y cuatro mil, doce mil de cada tribu de los hijos de Israel, van a ser llamados y sellados con el Sello del Dios vvo, por el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, lo cual ocurrirá muy pronto; y ya de ahí en adelante ellos se encargarán de evangelizar al mundo con el Evangelio del Reino, y ellos trabajarán para beneficio de todo el Programa Divino, aunque ellos morirán durante la gran tribulación porque el anticristo enviará ejércitos contra ellos y los matarán, pero luego resucitarán al final de la gran tribulación para estar en el Reino Milenial con Cristo.
Por lo tanto, el nuevo Pacto para Israel lo hará o lo establecerá con Israel el Mesías Príncipe, por eso es que San Pablo hablando acerca de ese nuevo Pacto, citando las palabras de Isaías, capítulo 59, versos 17 al 21, dice:
“Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto,
como para vindicación, como para retribuir con ira a sus enemigos, y dar el pago a sus adversarios; el pago dará a los de la costa.
Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.
Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová.
Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.”
Tomando San Pablo estas palabras en Romanos, capítulo 11, da a conocer que Dios se tornará a los judíos o hebreos cuando haya entrado la plenitud de los gentiles, o sea, cuando haya entrado al Cuerpo Místico de Cristo (o sea, a la Iglesia de Jesucristo) hasta el último escogido, elegido escrito en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero que formaría parte de la Iglesia de Jesucristo.
O sea, que los que formarían la Iglesia del Señor Jesucristo, están escritos desde antes de la fundación del mundo en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, por eso son llamados elegidos y fieles, escogidos; son los mismos que aparecen en Apocalipsis, capítulo 17, versos 14 al 15, los que vienen con Él, con el Rey de reyes y Señor de señores, los cuales son fieles, y son elegidos, fieles a Cristo y elegidos desde antes de la fundación del mundo.
En Apocalipsis, capítulo 19, versos 11 al 21, también vienen con Él, vienen con Cristo, con el Mesías, vienen ya resucitados los que partieron y luego son resucitados en cuerpos eternos, inmortales y glorificados. Y los que estemos vivos seremos transformados y seremos a imagen y semejanza de Cristo, del Mesías, y estaremos como Reyes, como Sacerdotes y Jueces en el Reino del Mesías.
Vean, aquí San Pablo hablando de Israel en el capítulo 11 de Romanos, versos 25 al 27, dice:
“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;
y luego todo Israel será salvo, como está escrito:
Vendrá de Sion el Libertador,
Que apartará de Jacob la impiedad.
Y este será mi pacto con ellos,
Cuando yo quite sus pecados.
Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres.
Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.”
Así que, Dios volverá a tratar con el pueblo hebreo cuando haya entrado hasta el último elegido, escogido, predestinado de Dios, escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida desde antes de la fundación del mundo.
Por eso es tan importante esa labor de apoyo al evangelismo que está llevando a cabo el reverendo Miguel Bermúdez Marín con los ministros de Colombia y también de otras naciones, porque se requiere que sea completada la Iglesia del Señor Jesucristo con los últimos escogidos de este tiempo final que aparecerían en este planeta Tierra en este tiempo final.
Por lo tanto, adelante misionero, reverendo Miguel Bermúdez Marín junto a todos los ministros que apoyan este importante proyecto de apoyo al evangelismo.
Y también el proyecto de AMISRAEL es muy importante en este tiempo final, porque trabaja en favor, en pro de la paz de toda la humanidad, trabaja en favor del Medio Oriente (para que se establezca la paz en el Medio Oriente), y en lo que llega la paz imperecedera que establecerá el Mesías Príncipe en la Tierra en Su Reino, sobre y para Israel y para todas las naciones, para todo el Medio Oriente (todas las naciones del Medio Oriente) y de todos los demás continentes, trabajamos también en favor de la paz temporera o temporal que antecede al Reino del Mesías, porque todos queremos tener paz, todos queremos que nuestra familia pueda vivir en paz en la comunidad, en la ciudad y nación donde vivimos. Así queremos que sea en todas las naciones.
Por lo tanto, trabajamos por la paz: por la paz imperecedera y también por la paz temporal que antecede a la paz imperecedera.
Así que, AMISRAEL también cumple un propósito divino en todos los niveles de la sociedad, por lo cual AMISRAEL también tiene mi apoyo incondicional; como lo tiene también el reverendo Miguel Bermúdez Marín en su labor y proyecto nacional de apoyo al evangelismo, el cual no debe ser solamente nacional sino internacional.
Así que, oren mucho por toda la labor que junto a los ministros lleva a cabo el reverendo Miguel Bermúdez Marín, y también por los proyectos que lleva a cabo AMISRAEL.
AMISRAEL trabaja con toda la sociedad en todos sus niveles, trabaja con el mundo político, con el mundo académico, con el mundo cívico y cultural y también con el mundo religioso, con todos los grupos: religiosos, sociales, políticos, con todos los grupos y también con todas las naciones.
Todos también los que desean trabajar con AMISRAEL en todas las naciones, pueden hacerlo siendo parte de AMISRAEL como Agentes de la Paz y apoyando a AMISRAEL en todos los campos.
Nuestro tema para esta ocasión ha sido: “EL NUEVO PACTO PARA ISRAEL.”
A este nuevo Pacto para Israel entrarán las tribus de Israel y se formará el Reino del Mesías. Pero este nuevo Pacto ha estado siendo recibido y predicado, proclamado entre los gentiles, y han estado entrando al nuevo Pacto millones de seres humanos, no solamente de los judíos, sino de entre los gentiles también.
Y es muy posible que millones de los que han recibido a Cristo, sean descendientes de Abraham, de Isaac y de Jacob, pertenecientes muchos de ellos al reino del Sur y otros al reino del Norte y por consiguiente a las tribus perdidas de Israel, o sea, del reino del Norte.
Eso lo vamos a saber cuando estemos transformados, porque la Escritura dice que Dios no socorrió a los Ángeles, sino que socorrió a la simiente, o sea, a la descendencia de Abraham, eso está en el capítulo 2 del libro a los Hebreos, escrito por San Pablo.
Y ahora, Dios todavía está llamando entre los gentiles un pueblo para Su Nombre, para lo cual se predica el Evangelio de Cristo, y Cristo dijo:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (San Marcos 16:15-16)
Tan simple como eso. Ese es el propósito de la predicación del Evangelio de Cristo y por consiguiente el propósito de la evangelización: que escuchen la predicación del Evangelio de Cristo, nazca la fe de Cristo en el alma de las personas y den testimonio público de su fe en Cristo, y lo reciban como único y suficiente Salvador, para que sean perdonados y limpiados con la Sangre de Cristo de todo pecado, y Cristo los bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en esas personas el nuevo nacimiento, nazcan a una nueva vida: a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno y entren por consiguiente al Nuevo Pacto que ha sido establecido y en el cual Cristo ha sido puesto por pacto al pueblo.
El Sacrificio de Cristo ha sido colocado como el Sacrificio de Expiación por el pecado de Israel y de todo ser humano, es el Sacrificio de Expiación para judíos y para gentiles.
Yo escuché la predicación del Evangelio de Cristo y nació la fe de Cristo en mi alma, creí en Cristo, dí testimonio público de mi fe en Cristo recibiéndolo como mi único y suficiente Salvador y fui bautizado en agua en Su Nombre, Él me bautizó con Espíritu Santo y Fuego y produjo en mí el nuevo nacimiento y así me sacó del reino de las tinieblas y me colocó en Su Reino. ¿Y quién más? A cada uno de ustedes también le sucedió lo mismo.
Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como su único y suficiente Salvador y en esta ocasión ha nacido la fe de Cristo en su alma, puede dar testimonio público de su fe en Cristo recibiéndolo como único y suficiente Salvador, para lo cual puede pasar al frente aquí o donde usted se encuentra en la nación donde usted se encuentra, para que Cristo le reciba en Su Reino, le perdone y con Su Sangre le limpie de todo pecado y sea usted bautizado en agua en Su Nombre y Él le bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en usted el nuevo nacimiento, y así nazca en el Reino de Dios, entre al Reino de Dios.
Cristo dijo a Nicodemo en el capítulo 3 de San Juan: “De cierto, de cierto te digo, que el que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios.” Toda persona quiere entrar al Reino de Dios para vivir eternamente con Cristo en Su Reino, para lo cual necesita nacer del Agua y del Espíritu, nacer de la predicación del Evangelio de Cristo y del bautismo del Espíritu Santo, para lo cual ahora tienen la oportunidad, los que todavía no habían recibido a Cristo tienen la oportunidad de recibirlo, para dar testimonio público de su fe en Cristo en estos momentos, para lo cual pueden pasar al frente los aquí presentes, y los que están en otras naciones pueden pasar al frente, los que todavía no han recibido a Cristo, pueden pasar al frente para recibirlo como vuestro único y suficiente Salvador.
Los que se encuentran en Colombia, en el Perú, en el Ecuador, en Venezuela, en Paraguay, en Bolivia, en Chile, en Argentina, en el Brasil, en República Dominicana, en Haití y demás islas del Caribe, los que se encuentran en la República Mexicana, en Guatemala, en El Salvador, en Honduras, en Nicaragua, en Costa Rica, en Panamá, y los que se encuentran en Norteamérica o en Canadá, o en el Japón, o en el África o en algún otro país de algún continente, pueden también venir a los Pies de Cristo en estos momentos para dar testimonio público de vuestra fe en Cristo recibiéndole como vuestro único y suficiente Salvador.
También los que se encuentran aquí en estos momentos presentes que no han recibido a Cristo, lo pueden hacer en estos momentos y yo oraré por todos ustedes. Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que en diferentes países han recibido a Cristo en estos momentos como vuestro único y suficiente Salvador.
Todos los que han recibido a Cristo como su único y suficiente Salvador en otras naciones, ahora podrán dar testimonio público de vuestra fe en Cristo para lo cual vamos a orar, y repitan conmigo esta oración los que han venido a los Pies de Cristo en estos momentos.
Con nuestras manos levantadas al Cielo a Cristo, repitan conmigo esta oración, nuestros ojos cerrados:
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón, creo en Ti de todo corazón, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por mis pecados y por los de todo ser humano. Doy testimonio público de mi fe en Ti reconociendo que soy pecador y necesito un Salvador, y Te recibo como mi único y suficiente Salvador, me rindo a Ti en alma, espíritu y cuerpo, me entrego a Ti Señor.
Sálvame, Señor, Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre y produzcas en mí el nuevo nacimiento. Me entrego a Ti, me rindo a Ti Señor, sálvame, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén y amén.
Y ahora, los que en diferentes países han recibido a Cristo como único y suficiente Salvador, pueden preguntar lo siguiente de todo corazón: “¿Cuándo me pueden bautizar?” Pues Cristo dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo.” Ustedes me dirán: “Quiero cumplir el mandato de Cristo completo. ¿Cuándo me pueden bautizar?” Es la pregunta desde lo más profundo de vuestro corazón.
Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón y se han rendido a Él, lo han recibido como Salvador, bien pueden ser bautizados en agua en estos momentos, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.
Donde ustedes se encuentran hay bautisterios, hay ministros que les bautizarán y hay ropas bautismales y vestidores de ropa, vestuarios donde se colocarán las ropas bautismales, hay personas que les ayudarán también para llegar a los vestuarios o vestidores de ropa. Y que Dios los bendiga grandemente a todos, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y nos veremos el domingo Dios mediante en la actividad de la mañana, y luego en la actividad que tendrá AMISRAEL luego de tomar alimentos; eso será como una hora después de terminada la actividad de la mañana (como una hora después) AMISRAEL tendrá su actividad, a la cual son invitados todos los que están aquí presentes y los que estarán presentes el próximo domingo en la actividad de la mañana, están invitados también para estar en la actividad de AMISRAEL en la tarde, una hora después de terminada la primera actividad, la de la mañana.
También en todas las naciones podrán reunirse para, no solamente para la primera actividad, sino para la segunda actividad, para la actividad de AMISRAEL, todos podrán reunirse para que así estén disfrutando de la actividad de AMISRAEL en la tarde del próximo domingo.
Bueno, ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión.
Que Dios les bendiga grandemente y les guarde y les use también en Su Obra en este tiempo final; y un recordatorio: los que han de ir para Jerusalén, para Israel en junio, hagan con tiempo sus registros con las personas a cargo aquí en Puerto Rico o a través de la página de internet. Ya el próximo domingo en la reunión de AMISRAEL se estará hablando también sobre el viaje a Israel.
Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador, bajo el Nuevo Pacto que ha sido establecido, y al cual yo entré. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también.
Dios les bendiga y les guarde a todos. Con nosotros el reverendo José Benjamín Pérez para finalizar.
Dios les bendiga.
“EL NUEVO PACTO PARA ISRAEL.”