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Probad los espiritus	2005-03-05	3		Villahermosa	Tabasco	MX	01:34:36	false		true

Muy buenas tardes, ministros, compañeros en la Iglesia del Señor Jesucristo en este Día Postrero; es una bendición grande para mí estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para lo cual en esta ocasión leemos en Primera de Juan, capítulo 4, verso 1 al 6, donde dice:

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.

En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;

y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.

Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.

Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.”

Que Dios bendiga nuestras almas y nos permita en esta tarde escuchar Su Palabra abierta, que Él nos abra Su Palabra, nos dé la revelación de Su Palabra, nos permita entenderla, nos abra el entendimiento y el alma para recibirla y creerla de todo corazón. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Para esta ocasión nuestro tema es: “PROBAD LOS ESPÍRITUS.”

El Apóstol Juan en esta Primera carta, en el capítulo 4, verso 1 al 6, nos dice que probemos los espíritus para saber si son de Dios o no son de Dios.

A través de la historia bíblica, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento, encontramos que en medio del pueblo hebreo y después en medio de la Iglesia de Jesucristo, han habido espíritus de error y espíritu de verdad.

Encontramos en el Antiguo Testamento que todos aquellos que se rebelaron en contra del Profeta Moisés tenían espíritu de error; encontramos que fueron inspirados por espíritus de error, e hicieron una rebelión en contra de Dios, del Programa de Dios que estaba siendo manifestado a través del Profeta Moisés.

También encontramos que en la Escritura nos dice en Deuteronomio, capítulo 32, verso 16 en adelante, dice:

“Le despertaron a celos con los dioses ajenos;

Lo provocaron a ira con abominaciones.

Sacrificaron a los demonios, y no a Dios;

A dioses que no habían conocido,

A nuevos dioses venidos de cerca,

Que no habían temido vuestros padres.

De la Roca que te creó te olvidaste;

Te has olvidado de Dios tu creador.

Y lo vio Jehová, y se encendió en ira

Por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas.”

Y ahora, aquí encontramos que el pueblo hebreo en su trayectoria por el desierto, cuando llegaron a tener compañerismo con la gente de otras naciones, vean, dice que sacrificaron a los demonios y no a Dios, cuando ellos estaban supuestos a sacrificar a Dios sacrificios por medio del orden sacerdotal que estaba establecido por Dios.

Pero ellos se juntaron con otras personas de religiones paganas y sacrificaron a los demonios, porque esas religiones paganas eran establecidas por espíritus malignos, espíritus de error, demonios que se manifestaban y les enseñaban cosas erradas a la gente, y les establecían religiones paganas en donde aun sacrificaban personas, niños a esos demonios. Y el pueblo hebreo fue contaminado también por esos espíritus de error (parte del pueblo hebreo).

Y ahora, encontramos que también en los Salmos nos habla de esto. Vamos a ver el Salmo 106, verso 32, dice:

“También le irritaron en las aguas de Meriba;

Y le fue mal a Moisés por causa de ellos.”

Le fue mal aquí a su líder, a su Mensajero por causa del pueblo.

“Porque hicieron rebelar a su espíritu (hicieron rebelar a su espíritu),

Y habló precipitadamente con sus labios.”

Hicieron rebelar a su espíritu, o sea, al espíritu de Moisés, el espíritu de Moisés rebeló y habló aquellas palabras:

“Y habló precipitadamente con sus labios.

No destruyeron a los pueblos

Que Jehová les dijo;

Antes se mezclaron con las naciones,

Y aprendieron sus obras,

Y sirvieron a sus ídolos,

Los cuales fueron causa de su ruina.

Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios,

Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas,

Que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán,

Y la tierra fue contaminada con sangre.

Se contaminaron así con sus obras,

Y se prostituyeron con sus hechos.”

Ahora vean, el realizar aquellos sacrificios de aquellas religiones paganas era ¿qué? Sacrificar a los demonios, era una imitación de los sacrificios que Dios le estableció al pueblo hebreo; pero los sacrificios que Dios le estableció era con animales, que era tipo y figura de Cristo.

Y ahora vean, por mezclarse con esas religiones paganas y esas naciones paganas, les vino la ruina.

Y ahora, en Job encontramos en el capítulo 1, verso 6 en adelante (del 6 al 12), dice:

“Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.

Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.

Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?

Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?

¿No le has cercado alrededor a él y a su casa (lo había Dios protegido). Y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.”

¿Ven? Cuando Dios da bendición al trabajo que uno hace, aumenta los bienes, aumenta la obra, aumenta la labor.

“Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.

Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.”

Y luego, vean ustedes, le quitó a Job todo lo que tenía: los hijos y así por el estilo. Luego en el capítulo 2 vuelven a reunirse los hijos de Dios en el Cielo:

“Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová.”

Ahora, esto nos muestra también que cada cierto tiempo se presentan los hijos de Dios delante de Dios, se presentan esos espíritus de otra dimensión ante Dios.

“Y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.

Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.

Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?

Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.

Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.

Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.

Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.

Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza.

Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.

Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.”

Ahora vean, cómo desde otra dimensión se mueven las cosas, y Dios permite que vengan espíritus malos a la Tierra, y aun intervengan con Sus hijos.

Y ahora, vamos a ver, aquí lo vimos (al diablo) trayendo enfermedad sobre Job y trayendo también desastres, problemas en donde perdió a sus hijos y perdió también lo que tenía: su ganado y así por el estilo.

Pero ahora, vamos a ver también en Segunda de Reyes y Primera de Crónicas. Primera de Reyes, capítulo 22, versos...

Esto fue cuando Josafat le dijo al rey a Acab: ¿No hay otro Profeta al cual consultemos, otro Profeta de Dios, de Jehová? Y Acab le decía a Josafat: “Hay uno, pero siempre está me profetizando mal, nunca me tiene una profecía buena para mí.”

Y es que las profecías buenas vienen si la persona se está portando bien; y las profecías malas vienen si la persona se está portando mal.

Y ahora, en el capítulo 22, verso 16 en adelante, dice:

“Y el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces he de exigirte que no me digas sino la verdad en el nombre de Jehová?

Entonces él dijo: Yo vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor; y Jehová dijo: Estos no tienen señor; vuélvase cada uno a su casa en paz.

Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te lo había yo dicho? Ninguna cosa buena profetizará él acerca de mí, sino solamente el mal.”

Era un llorón, quejándose siempre de que las profecías de parte de Dios a través de Micaías eran siempre de mal, malas.

“Entonces él dijo (o sea, entonces Macaías)...

Entonces él dijo: Oye, pues, palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda.

Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra.

Y salió un espíritu y se puso delante de Jehová, y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué manera?

El dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y él dijo: Le inducirás, y aun lo conseguirás; vé, pues, y hazlo así.

Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, y Jehová ha decretado el mal acerca de ti.

Entonces se acercó Sedequías hijo de Quenaana y golpeó a Micaías en la mejilla, diciendo: ¿Por dónde se fue de mí el Espíritu de Jehová para hablarte a ti?

Y Micaías respondió: He aquí tú lo verás en aquel día, cuando te irás metiendo de aposento en aposento para esconderte.”

Y ahora, aquí nos presenta el cuadro de cómo es que vienen los espíritus de mentira al pueblo: cuando el pueblo y sus líderes se han apartado de la Palabra de Dios, entonces esos espíritus de mentiras piden permiso a Dios para venir a esas personas y grupos, y le es concedido, y vienen y son espíritus de mentira en la boca de sus líderes.

Como en esos líderes religiosos de aquel tiempo fueron espíritus de mentira, pero hubo un hombre que tenía Espíritu de verdad: Micaías, el cual hablaba conforme a como Dios había hablado a través del Profeta Elías.

O sea, que lo que hablaba Micaías era en línea con la Palabra profética que ya había sido hablada; lo que hablaban los hombres, aquellos líderes religiosos que estaban profetizando, no concordaba con lo que ya Dios había dicho a través del Profeta Elías. Y ahora le estaban profetizando bien como Dios había decretado mal contra Acab.

El espíritu de verdad no puede contradecirse y no puede contradecir lo que ya ha sido hablado; lo que ya ha sido hablado por el Espíritu Santo no lo puede contradecir otro hombre, otro Mensajero que venga con el espíritu de Dios, con el mismo espíritu que estaba en aquel otro Mensajero.

Pero los espíritus de error, de mentira sí se levantan en contra de lo que ya fue dicho, y se levantan en contra de todo Mensajero que Dios envíe para confirmar lo que ya había sido dicho. Por lo tanto, quizás estará solo ese Mensajero hablando conforme a lo que habló el Profeta anterior a él y los demás Profetas, pero estarán con la verdad.

Y los que estarán escuchando ese Mensajero, estarán escuchando la verdad, y por consiguiente estarán escuchando al Espíritus de verdad, al Espíritu Santo, hablando a través de un Profeta; y por consiguiente en ese Profeta estará un espíritu ministrador enviado de parte de Dios para ministrar a los siervos de Dios conforme a Hebreos, capítulo 1, verso 14:

“¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”

Y ahora, estos espíritus ministradores enviados para servicio, a favor de los que serán herederos de la salvación, han sido enviados de edad en edad y de dispensación en dispensación.

Cuando ha aparecido un Mensajero, un Profeta en cada edad o en cada dispensación, eso es un espíritu ministrador con la Palabra verdadera de Dios, para manifestarse en un cuerpo de carne y traer la Palabra de Dios revelada para esa edad o para esa dispensación; es un Espíritu de verdad.

Dios dice así en Hebreos, capítulo 1, verso 7, dice San Pablo:

“Ciertamente de los ángeles dice:

El que hace a sus ángeles espíritus,

Y a sus ministros llama de fuego.”

Por lo tanto, cuando envía un ministro, un Mensajero en cada edad o en cada dispensación, ése es un Mensajero de Luz, es un Ángel Mensajero enviado por Dios.

Y ahora, para la Iglesia del Señor Jesucristo, para sus siete edades o siete etapas; y aún desde antes, vean ustedes, para el tiempo de Juan el Bautista luego Dios envió a Jesús, y ése era un Espíritu de verdad, un Espíritu ministrador, era el Ángel de Jehová; y el Ángel de Jehová es el Espíritu Santo, el Espíritu de verdad que vino en carne humana ministrando la Palabra y realizando todo el Programa de Dios correspondiente a aquel tiempo; y realizó el Sacrificio de la Expiación por nuestros pecados en la Cruz del Calvario.

Luego vino el Espíritu Santo el Día de Pentecostés, y como llamas de fuego, como lenguas de fuego, fueron sobre cada creyente como ciento veinte creyentes y recibieron el Espíritu Santo, y luego hablaban las maravillas de Dios en los diferentes idiomas de las personas que allí estaban presentes.

Y luego a través de San Pedro el Espíritu Santo, el Espíritu de Verdad, del cual Cristo dijo que enviaría el Espíritu de Verdad, el Espíritu Santo predicó a través de San Pedro.

San Pedro ya habiendo nacido de nuevo y por consiguiente teniendo el cuerpo angelical, vean, ese cuerpo angelical encontramos que estaba allí presente; y el Espíritu Santo estaba allí hablando a través de San Pedro, era el Espíritu de verdad, el Espíritu Santo profetizando y hablando el Evangelio y abriendo la Puerta del Reino de los Cielos el Día de Pentecostés.

Por cuanto es el Espíritu de verdad, habla ¿qué? La verdad, trae la verdad a los herederos de salvación.

Luego en Apocalipsis, capítulo 1, verso 4, dice:

“Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono.”

Y aquí estos siete espíritus que están delante de Su Trono, aparecen más adelante en el capítulo 4 del Apocalipsis, capítulo 4, verso 4 al 5, dice:

“Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.

Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.”

Y aquí tenemos los siete espíritus de Dios, que son las siete lámparas de fuego que están delante de Dios o delante del Trono.

Y en Apocalipsis, capítulo 5, verso 6, dice:

“Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.”

Y aquí tenemos los siete espíritus de Dios ahora ¿dónde? En los siete cuernos; esos siete espíritus de Dios son los siete ojos que están en los siete cuernos, los siete cuernos son las siete edades de la Iglesia, las siete etapas de la Iglesia, las siete edades de la Iglesia del Cordero.

Y ahora, esos siete espíritus de Dios enviados por toda la Tierra, aparecen en medio de la Iglesia de Jesucristo en carne humana manifestados trayendo la Palabra revelada para cada edad.

Esos son Espíritus de verdad, esos son espíritus ministradores enviados por Dios a los que serán herederos de salvación; esos vienen a la Iglesia del Señor Jesucristo trayendo la Palabra revelada para cada edad, esos son Espíritus de verdad con el Espíritu Santo para el día en que son enviados.

Y por medio de esos Mensajeros, vean lo que Dios realiza en cada ocasión en que Él envía un Espíritu del Cielo, de delante de la presencia de Dios, un Espíritu de verdad a Su pueblo. En el libro de “Las Edades,” página 265 dice el Reverendo William Branham:

“Y le daré la estrella de la mañana.’

‘Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana. (Apocalipsis 22:16).’

‘...hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. (2 Pedro 1:19).’

Según estos versículos, Jesús es la Estrella de la Mañana. El Espíritu está haciendo una promesa a los escogidos de las Edades del Oscurantismo en relación a Sí mismo, y luego a las edades por venir.

Como ya hemos mencionado, Jesús se identifica con el mensajero de cada edad. Ellos reciben de El la revelación de la Palabra para cada edad.”

¿Cómo viene la revelación de la Palabra para cada edad? Por medio del Mensajero enviado de Dios para cada edad. Eellos son espíritus ministradores que ministran la verdad, la Palabra revelada para cada edad.

“Esta revelación de la Palabra saca del mundo a los escogidos de Dios y los coloca en unión completa con Cristo Jesús.”

Vean cómo es que son llamados y juntados los escogidos en cada edad: por medio de la Obra de Dios, por medio de Su Espíritu Santo enviando un espíritu ministrador en cada edad, un Ángel Mensajero en cada edad representado en las siete lámparas que están delante de Dios, del Trono de Dios, y los siete Ojos que están en los siete cuernos del Cordero.

Si están los siete cuernos, pues tienen que estar en las siete edades, que son las edades donde tienen que aparecer esos Mensajeros para traer la Palabra verdadera revelada; para con esa Palabra Creadora, crear Dios esa edad en el Templo Espiritual Suyo, y ser construida esa parte del Templo Espiritual.

Esos Mensajeros son espíritus ministradores enviados a los herederos de salvación para traerles la Palabra pura, traerles la verdad.

“Esta revelación de la Palabra saca del mundo a los escogidos de Dios.”

O sea, los saca del reino de las tinieblas, de donde quiera que estén, de cualquier lugar del reino de las tinieblas; ya sea de los bares, ya sea de las religiones paganas o diferentes grupos religiosos que pertenezcan al reino de las tinieblas, los saca del mundo, y los coloca ¿dónde? En unión completa con Cristo, ¿dónde? En Su Cuerpo Místico de creyentes.

Y Su Cuerpo Místico de creyentes que es Su Iglesia no pertenece al reino de las tinieblas, sino que pertenece al Reino de Dios, al Reino de Luz:

“Estos mensajeros son llamados estrellas porque brillan con una Luz prestada o reflejada, la Luz del Hijo, Jesús. También son llamados estrellas porque son ‘portadores de luz’ en la noche. Así que en la oscuridad del pecado, ellos traen la Luz de Dios a Su pueblo.”

Y ahora, hemos visto estos espíritus ministradores, estas siete lámparas y siete ojos que son los siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra. Por lo tanto, tienen que aparecer en la Tierra manifestados en carne humana.

Y ahora, en la página 168 y 169, dice:

“Ahora, hemos estado diciendo constantemente que la verdadera evidencia de haber sido bautizado con el Espíritu Santo es que el creyente reciba la Palabra para la edad en que vive.”

Más abajo dice:

“Note aquí que Jesús (por el Espíritu) en cada edad se dirige a solamente UNA persona en relación a la Palabra para esa edad. Solo UN Mensajero en cada edad recibe lo que el Espíritu tiene que decir a esa edad, y aquel Mensajero es el Mensajero a la Iglesia Verdadera. Él habla por Dios por revelación a las ‘iglesias,’ tanto a la verdadera y a la falsa. Así que el Mensaje es transmitido a todos.

Pero aunque es transmitido para todos los que están al alcance del Mensaje, el Mensaje es recibido individualmente solo por un cierto grupo calificado y de una cierta manera. Cada individuo en aquel grupo es uno que tiene la habilidad para oír lo que el Espíritu está diciendo por medio del Mensajero. Aquellos que lo están oyendo no están recibiendo su propia revelación, ni tampoco están (el grupo) recibiendo su revelación colectiva, pero cada persona está oyendo y recibiendo lo que el Mensajero ya ha recibido de Dios.”

O sea, que la persona no dice: “Yo me voy a ir a orar, o me voy al monte para estudiar la Biblia para que Dios me dé la revelación.” No, la revelación viene al Mensajero; por lo tanto, eso lo hace el Mensajero ya sea en su casa o en el monte, o en algún lugar donde quiera orar para buscar la revelación de Dios, porque solamente a los Profetas viene la Palabra revelada. Toda revelación viene siempre a un Profeta.

“Porque no hará nada el Señor Jehová, sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos los Profetas.” [Amós 3:7] Por lo tanto ese Profeta está conectado con Dios porque tiene las dos conciencias juntas, y los que oyen lo que el espíritu dice a través de ese Profeta, están conectados con ese Profeta, son parte del grupo de esa edad.

Por lo tanto, la parte difícil le toca al Mensajero y la parte fácil le toca al pueblo que está conectado con ese Mensajero que Dios le simplifica todo, y le da la revelación a través de ese Mensajero, la pasa.

Es como por ejemplo: usted toma un Mensaje que está grabado en audio, y lo tiene, pero las personas a las cuales les va a hacer llegar ese Mensaje no oyen. ¿Cómo van ellos a entender si no pueden oír? Pero usted lo pasa por imprenta y se lo lleva, y como tienen vista y pueden leer, leen. ¿Ven?

Solamente los Profetas pueden hablar directamente con Dios y escuchar de Dios, y recibir la revelación divina de parte de Dios para su edad, porque tienen las dos conciencias juntas; luego el pueblo y los colaboradores que Dios le da a ese Mensajero, escuchan la Voz de Dios a través de ese Mensajero. Esa es la forma establecida por Dios. No hay otra forma.

Si las personas tratan de buscar otra forma y dicen: “No, si ese hombre puede oír de Dios y obtener la revelación de Dios, yo me voy a ir al monte o a otro lugar para que Dios me hable también.” Pues viene un espíritu de error y se manifiesta a esa persona y le pone pensamientos equivocados en contra del Programa Divino, y la persona cree que está recibiendo la revelación de Dios; pero por cuanto no es el Profeta para ese tiempo, lo que está recibiendo es ¿qué? Una revelación falsa de un espíritu de error.

Por lo tanto, vean ustedes, lo más sencillo es lo que le toca al pueblo, no tiene que irse a un monte ni irse a otro lugar a buscar revelación, sino la forma de buscar la revelación es: ¿Cuántos folletos hay hechos? ¿Cuántas cintas ya están grabadas? ¿Cuántos videos ya están listos? Quiero la revelación de Dios, quiero recibirla, dame acá, dame tantos videos y dame tantas cintas magnetofónicas y dame tantos folletos.”

Ahí tiene la revelación de Dios, y entonces: “Ahora Señor, permíteme comprender, ábreme el entendimiento y el corazón, para escuchar y creer todo esto que voy a estar leyendo.” ¿Ven? Pues ya ahí la tiene, ya llegó del Cielo a la Tierra y está al alcance de todos los colaboradores y de todo el pueblo. Tan simple como eso.

Pero cada persona está oyendo y recibiendo lo que el Mensajero ya ha recibido de Dios; y no se le pueden adelantar; porque si se tratan de adelantar las personas, los agarra un espíritu de error y los mete en una confusión y después no saben ni cómo salir.

Y ahora, pasamos a la página 169, donde dice:

“En cada edad tenemos exactamente la misma norma. Por eso es que la luz viene a través de algún mensajero levantado por Dios en cierto lugar.

Tiene que estar en cierto lugar en el planeta Tierra, y después de aquel Mensajero la luz se difunde por medio del ministerio de otros que han sido fielmente instruidos. Pero desde luego, todos aquellos que salen no siempre comprenden cuán necesario es decir SOLAMENTE lo que el Mensajero ha dicho. Recuerde, Pablo advirtió a la gente que dijeran solamente lo que él dijo:

Qué, ¿ha salido de vosotros la palabra de Dios? ¿ó a vosotros solos ha llegado?

Si alguno a su parecer, es profeta, ó espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Señor. (Primera de Corintios 14:36-37) (sigue diciendo).

Le agregan aquí o le quitan allá, y dentro de poco tiempo el Mensaje ya no es puro y el avivamiento se muere.”

Y si muere el avivamiento, el Espíritu de Dios se ha ido. ¿Y qué sucede? Vienen entonces los espíritus de error y hacen que formen grupos, denominaciones, y estonces esos espíritus de error controlan a esa gente y a esos grupos y a esos sistemas humanos.

Recuerden que el avivamiento solamente puede permanecer en una edad o en una dispensación si mantienen la Palabra pura para esa edad; si vienen y le agregan en un lado y le quitan en otro, y hacen llegar eso a la gente, el avivamiento se va y el Espíritu de Dios se contrista y se va, y entonces vienen los espíritu de error, espíritus malignos, y entonces meten en el reino de las tinieblas a todas esas gentes.

Así que, vean ustedes, lo mismo que quisieron hacer aquellos líderes religiosos que salieron con Moisés, y también políticos que querían hacer regresar al pueblo hebreo, ¿a dónde? A Egipto. ¿Ven? Esos son espíritus de error que tratan de hacer que el pueblo se desvíe del Programa Divino y regrese al reino de las tinieblas. Sigue diciendo:

“Cuanto cuidado debemos tener al oír UNA Voz, porque el Espíritu solamente tiene una Voz, la cual es la Voz de Dios.”

Y la Voz de Dios es la Voz de Dios por medio de Su Espíritu Santo en y a través del Mensajero que Él tiene para ese tiempo:

“Pablo les advirtió que dijeran solamente lo que él dijo, como también lo hizo Pedro. Él les advirtió que ni aún él (Pablo) podía cambiar ni una palabra de lo que había dado por revelación. Oh, ¡cuán importante es oír la Voz de Dios por medio de Sus Mensajeros, y luego decir lo que les ha sido dado a ellos para a la iglesias!”

Y ahora, en nuestro tiempo Dios ha simplificado todo, no podemos tener todo lo que San Pedro dijo, ni lo que San Pablo dijo, ni lo que dijo Ireneo, Martín, Colombo, Lutero, Wesley, o el Reverendo William Branham; aunque del Reverendo William Branham tenemos bastante, pero no todo lo que él dijo, pero tenemos bastante.

Y para nuestro tiempo tenemos voz, e imagen y también tenemos letra. Por lo tanto, tenemos todo lo que necesitamos para este tiempo, todo viene en voz e imagen, y luego es impreso en letra, para que la Palabra que Dios da en este tiempo permanezca pura; y la podemos pasar al pueblo tal y como es dada, y podemos decir al pueblo: “Aquí tienen la Palabra de Dios para nuestro tiempo, tal y como vino de parte de Dios; no le he quitado ni le he añadido.”

Pues claro, la está dando o en folleto, o en cinta magnetofónica o en un video, ahí está tal y como vino. Esa Palabra hará aquello para lo cual Dios la envió, porque ése es el propósito: Dios hacer Su Obra para ese tiempo en que Él da Su Palabra, y lo hace por medio de Su Palabra.

No puede hacerlo por medio de otra cosa, porque Él todo lo ha llevado a cabo por medio de Su Palabra creadora, hablando Su Palabra. En el principio creó Dios los Cielos y la Tierra.” Y después dice. “Y dijo Dios: ‘Sea la luz.” ¿Ven? Habló y fue la luz.

Y ahora, pasemos a la página 227, donde dice:

“El Mensaje a cada edad individual, tiene un incentivo para el creyente, animándole a ser un vencedor y así ser recompensado por el Señor. En esta edad, el Espíritu está prometiendo el maná escondido y un nombre escrito en una piedrecita blanca.

Ahora, siendo que cada uno de estos Mensajes es dirigido al ‘ángel’ (Mensajero humano), su porción es una grande responsabilidad como también un privilegio maravilloso. A estos hombres Dios hace promesas especiales, como en el caso de los doce apóstoles estando sentados en doce tronos juzgando las doce tribus de Israel.”

¿Ven? Así como Dios le prometió a los Apóstoles, Cristo le prometió a los Apóstoles sentarlos sobre doce tronos, estos Mensajeros de las diferentes edades de la Iglesia también tienen una recompensa y una promesa similar.

Por lo tanto, esos Mensajeros tienen que ver con el Reino de Cristo entre los gentiles en el Reino Milenial; pero los Apóstoles tienen que ver con el Reino de Cristo en medio del pueblo hebreo.

Y por eso es que al último Mensajero también le toca la bendición de Apocalipsis, capítulo 3, verso 21 (20 al 21), donde dice: “Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi Voz y abre la puerta...” Vamos a ver cómo es que lo dice aquí:

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él (es una promesa: entraré ¿a quién? A él), y cenaré con él, y él conmigo.

Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”

Y ahora vean, Cristo prometió doce tronos a los doce Apóstoles, porque los otros doce tronos corresponden a los doce patriarcas; pero ahora promete sentar en Su Trono al Vencedor, que será el último Profeta Mensajero que serán un Profeta dispensacional, que será un Profeta Mensajero para la Iglesia de Jesucristo y después para el pueblo hebreo.

Así como Cristo, el Ángel del Pacto se sentó en el Trono del Padre, el Ángel de Jesucristo se sentará con Cristo en Su Trono: el Trono de David; y ese Trono de David, pues gobernará sobre hebreos y sobre gentiles. ¿Ven? Tiene una bendición doble el Mensajero del Día Postrero.

Y los Mensajeros de cada una de las siete edades también tiene una bendición grande: ellos tienen que ver con el Reino de Cristo entre los gentiles; aunque todo se administrará desde Jerusalén, pero ellos tienen que ver con los gentiles, porque su ministerio fue con los gentiles.

Pero el ministerio del Ángel del Señor Jesucristo para el Día Postrero, será con los gentiles y con los hebreos; por lo tanto será con la Iglesia de Jesucristo y con el pueblo hebreo, y por lo tanto en el Reino Milenial tendrá que ver con los hebreos y con los gentiles.

Y el único trono que tiene que ver con hebreos y gentiles es ¿el Trono de quién? El Trono de David al cual Cristo es heredero. Y por consiguiente ese es el Trono más importante; el Trono más importante no es ninguno de los veinticuatro tronos, el Trono más importante es el Trono de David, el Trono de Cristo. Pero esos otros tronos estarán sujetos al Trono de David, al Trono de Cristo, al cual Cristo es heredero; o sea, que ellos son representantes de la Corona Real.

Recuerden cómo en el tiempo de la colonización española, cuando se establecía una nación aparecía un representante de España, de la corona española, y era colocado como un virrey, era, estaba bajo la corona española.

Y todos los que estarán en tronos: los Apóstoles y los Ángeles Mensajeros de cada edad, que son los líderes principales en la Iglesia, estarán bajo la Corona de Cristo, bajo la Corona de Cristo y el Trono de Cristo: el Trono de David. Por lo tanto, son como virreyes en el Reino de Cristo; no serán reyes ni reinos independientes del Reino de Cristo, sino, serán dependientes del Reino de Cristo y estarán bajo el gobierno de Cristo.

Es como en una nación: hay gobernadores pero hay un presidente, y hay un distrito federal, y todos los gobernadores y todas las ciudades, y las ciudades y los estados están bajo la dirección del distrito federal con el presidente y con todo el sistema administrativo de ese presidente. Por lo tanto, así va a ser en el Reino Milenial de Cristo. Todo va a estar gobernado por Cristo y Su Reino, y todos pertenecemos al gabinete de Cristo.

¿Ven? Así que hay una grande bendición para todos los Mensajeros, y para todos los colaboradores que Dios le ha dado a esos Mensajeros correspondientes a cada etapa de Su Iglesia. Y yo soy bienaventurado también este tiempo final. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también.

Sigue diciendo el Reverendo William Branham:

“Luego, acuérdese de Pablo, a quien se le fue dada una promesa especial: la promesa de presentar a Jesús a la gente de la Novia de su día.

‘Pues que os celo con celo de Dios; porque os he desposado a un marido, para presentaros como una virgen pura a Cristo.’ (2a de Corintios 11:2).

Así será con cada Mensajero que ha permanecido fiel a la Palabra de su hora y de su edad. “

¿Ven? Cada Mensajero será el líder que presentará el grupo de su edad a Cristo.

“Así será en el último día. Así será la misma recompensa especial que fue dada a Pablo. Creo que usted recuerda que les dije que siempre había tenido miedo de morir porque fuese que al encontrarme con el Señor y Él no estuviera agradado conmigo por las tantas veces que le he fallado.”

Y ahí comienza a ver ahí todos los que están en el Paraíso, ahí es donde... y miren aquí, él va al Paraíso, y ahora dice:

“Todos parecían estar tan jóvenes - de 18 a 21 años de edad. Entre ellos no había ni uno con canas, arrugas, ni deformaciones. Todas las jóvenes tenían cabello hasta la cintura y los jóvenes eran tan varoniles y fuertes. Oh, cómo me dieron la bienvenida. Me abrazaron y me dijeron precioso hermano, y me decían repetidamente que estaban contentos de verme. Mientras trataba de razonar quienes eran estas gentes, uno que estaba a mi lado dijo, ‘Son tu pueblo.’

Estuve tan sorprendido. Pregunté, ‘¿Son todos estos Branham?’

Él dijo: ‘No, ellos son tus convertidos.”

Vean, ése que estaba al lado es muy importante:

“Entonces él señaló a una dama en particular y dijo, ‘¿Ves esa joven que estabas admirando hace un ratito? Ella tenía 90 años cuando la guiaste al Señor.’

Dije: ‘¡Ay, ay, e imaginarme que a esto era lo que yo temía!’

El hombre dijo: ‘Aquí estamos reposando mientras esperamos la Venida del Señor.”

O sea, que por el Paraíso va a pasar el Señor.

“Respondí: Quiero verle ahora.’

Él dijo: ‘Todavía no Lo puedes ver; pero Él viene muy pronto, y cuando venga, vendrá a ti primero y tú serás juzgado según el Evangelio que has predicado y nosotros seremos tus súbditos.”

Ellos allí se presentan como los súbditos del que los visitó; y por consiguiente en un país o en una nación los súbditos de un hombre, pues son los súbditos del rey.

Por lo tanto, estos Mensajeros estarán en tronos reinando con Cristo en ese Reino Milenial de Cristo, y tendrán sus súbditos, su reino, su gente, el pueblo de su edad; y tendrán también los colaboradores que tuvo cada Mensajero, tendrán una posición muy importante en el gobierno de ese reino que estará sujeto también a la Corona Real de Cristo, al Trono de Cristo. ¿Ven? Así que todo estará bien distribuido:

“Dije: ¿usted me quiere decir que yo soy responsable por todos estos?

Él dijo: ‘Todos. Tú naciste un líder.”

Así que el líder de cada grupo, de cada edad, es el Mensajero de cada edad, tendrá una posición muy importante en el Reino de Cristo.

Y ahora, en la página 254, dice:

“Ahora, Dios no solamente siguió levantando a los Mensajeros para cada edad, sino también levantó a unos maravillosos ayudantes para aquellos Mensajeros. Él dio a cada edad maravillosos hombres de Dios.”

Ahora, podemos ver que no solamente Dios envía un Mensajero en cada edad, sino que Él envía también, lo envía con un gabinete de trabajo, lo envía con un grupo de maravillosos ayudantes para trabajar en la Obra de Cristo en esa edad.

Y ellos se identifican con el Mensajero y con el Mensaje de ese Mensajero, ellos reconocen la edad que les ha tocado vivir, al Mensajero y el Mensaje, y la Obra que tienen que hacer junto a ese Mensajero, Obra que el Mensajero mostrará, y todos juntos con el Mensajero la llevarán a cabo.

Y ahora, hemos visto que bajo la Obra de Dios, Dios envía espíritus ministradores, son esos Mensajeros correspondientes a cada edad, a cada etapa de la Iglesia del Señor Jesucristo en el Nuevo Testamento y del pueblo hebreo en el Antiguo Testamento.

Y ahora, vamos a ver lo que nos dice el Reverendo William Branham aquí en el Mensaje: “Compendio,” cómo podemos reconocer esos espíritus ministradores enviados por Dios para cada edad, porque ellos traen la Palabra pura, ministran la Palabra correspondiente a la edad en que Dios los envía, porque ellos la reciben de Dios y la pasan al pueblo tal y como Dios se la dio, sin añadirle y sin quitarle.

Ellos no traen su propio pensamiento, traen el pensamiento de Dios expresado en forma de Mensaje, y ese es el Mensaje para ese tiempo. Esos espíritus ministradores para cada edad son los que traen la Palabra revelada para cada edad.

Para cada edad de la Iglesia, encontramos para el tiempo de los Apóstoles tenemos a San Pedro; para el tiempo de las siete edades tenemos los siete Ángeles Mensajeros; y para el Día Postrero tenemos los dos Ungidos que están delante de la presencia de Dios, enviados para ministrar la Palabra correspondiente al tiempo final, a la Iglesia del Jesucristo y después al pueblo hebreo.

Fuera de eso no hay otra cosa prometida para la Iglesia y para el pueblo hebreo, solamente los dos ungidos representados en los dos árboles de olivo y las dos ramas de olivo, una a cada lado del candelero o candelabro.

El candelabro representa la Iglesia del Señor Jesucristo en el Nuevo Testamento, y para el Antiguo Testamento representa al pueblo hebreo; y los dos Olivos allá en el Antiguo Testamento en los días de Zorobabel y el sacerdote Josué, pues representaban esos dos Olivos al sumo sacerdote Josué y a Zorobabel (el rey o príncipe), ellos eran los dos ungidos de aquel tiempo, los dos olivos de aquel tiempo, tipo y figura de los dos Olivos del Día Postrero de Apocalipsis 11, verso 3 en adelante.

Por lo tanto, Dios por medio de Su Ángel estaba con Josué (el sumo sacerdote) y con Zorobabel para la restauración del Templo de Dios. Y en la restauración del Templo de Dios, de la Iglesia del Señor Jesucristo como Templo Espiritual y de la raza humana como Templo de Dios, encontramos que los dos ungidos también están prometidos para la labor correspondiente en ese Templo Espiritual.

Y ahora, veamos aquí en el libro “Compendio,” página 23 en un extracto, un extracto del mensaje: “La Más Grande Batalla Jamás Peleada,” predicado en el año 1962 (esto es o el mes tres o el mes once, dice 62-03-11, no sé si ponen aquí primero el mes o el día); pero vamos a leer lo que dice:

“Ahora, la Biblia lo dice aquí mismo, de nuevo, que Dios envía Ángeles. ¡Gloria! ¿Qué son? Espíritus ministradores. ¡Gloria! Espíritus ministradores enviados (¿de dónde?) desde la presencia de Dios. ¿Con qué fin? Para ministrar Su Palabra. Amén.

Usted no debe ministrar alguna clase de teología de ningún grupo denominacional, sino Su Palabra, esos son Sus espíritus ministradores que son enviados.

¿Cómo sabemos que es así? La Biblia dice que la Palabra del Señor viene a los Profetas. Correcto. Estos Ángeles ministran Su Palabra a través de Su Espíritu, y el Espíritu de la Palabra vinieron a los creyentes, y los Profetas tenían la Palabra de Dios, y por eso es que pudieron hacer los milagros que hicieron. No era el hombre, era el Espíritu de Dios en el hombre, el Espíritu de Cristo en el hombre.”

Y ahora, ahí tenemos la forma establecida para venir la Palabra y ser ministrada a la Iglesia y luego al pueblo hebreo también; como fue ministrada al pueblo hebreo y es ministrada a la Iglesia, le será ministrada al pueblo hebreo: por medio de los Ángeles enviados desde la presencia de Dios, que son los Mensajeros que Él envía, son espíritus ministradores, espíritus de Profetas que vienen a la Tierra en carne humana para traer la Palabra de Dios, porque a ellos llega la Palabra de Dios.

Y ahora, hemos visto lo que son los espíritus ministradores enviados de parte de Dios, y lo que son los espíritus mentirosos o de mentira, del mal, del maligno, que vienen a la tierra por permisión de Dios, han venido al pueblo hebreo en diferentes ocasiones y han venido también a la Iglesia, al cristianismo.

Y son esos mismos espíritus que han traído esas religiones paganas, y le han colocado en la mente de sus líderes inventarse todas esas religiones paganas. Todo eso ha sido por medio de espíritus de mentira, demonios que han venido a las naciones.

Pero ahora, lo importante es que hay un Espíritu de Verdad, el Espíritu de Cristo enviando a Sus diferentes Mensajeros de edad en edad, para traer la verdad revelada a la Iglesia del Señor Jesucristo y después al pueblo hebreo, y ése es el Espíritu de verdad que tenemos en nuestro tiempo, como lo tuvo la Iglesia en edades pasadas y en el tiempo de los Apóstoles.

Vean aquí, en San Juan, capítulo 15; y capítulo 16 nos habla Cristo diciéndonos... capítulo 16, verso 12 en adelante:

“Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”

Por eso es que el Ángel del Señor Jesucristo viene dando testimonio de las cosas que han de venir, porque viene con el Espíritu de verdad, con el Sello del Dios Vivo, con el Espíritu Santo en Él hablándole a Su Iglesia las cosas que han de suceder después de las que ya han sucedido en edades pasadas.

“El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.”

También en San Juan, capítulo 14, verso 26, dice:

“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Es el Espíritu de Verdad, el Espíritu Santo el que ha estado de edad en edad enseñando a Su Iglesia por medio de los Mensajeros que Él ha enviado; y también en el tiempo de los Apóstoles, San Pedro y demás Apóstoles allá en la Tierra de Israel. En el capítulo 15 de San Juan, verso 26, dice:

“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.”

¿Ven? El Espíritu de Verdad, por lo tanto estará ¿qué? La verdad. Por eso el Espíritu de Verdad en Su Ángel, en Apocalipsis, capítulo 19 dice, versos 9 en adelante, dice:

“Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.”

¿Por qué? Porque en él está el Espíritu de verdad hablando la verdad.

“Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.”

Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, dice:

“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas.”

Es el Espíritu de Verdad, el Espíritu Santo en Su Ángel hablando, y por consiguiente son palabras fieles y verdaderas de Dios:

“Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”

Ahí tenemos palabras fieles y verdaderas. Si Él dice que ha enviado a Su Ángel, pues lo ha enviado. Por lo tanto, eso es un Espíritu que trae la Verdad, un espíritu ministrador enviado de parte de Dios, de la presencia de Dios, para traer la Palabra revelada a Su pueblo, a Su Iglesia, y después al pueblo hebreo.

Por lo tanto: “PROBAD LOS ESPÍRITUS.”

Al hacerle la prueba de la Palabra a los espíritus que se manifiestan a través de diferentes personas, podemos ver cuál es espíritu de error y cuál es Espíritu de Verdad.

Siempre el Espíritu Santo en cada Mensajero es el Espíritu de verdad trayendo la revelación divina para cada edad y también lo es en este tiempo; y el espíritu de error es todo espíritu contrario a Dios y Su Programa, que combate la Obra de Dios, que Dios lleva a cabo por medio del Mensajero correspondiente a cada edad.

Sobre Babilonia Dios dice en el capítulo 16 y 18, que ha sido hecha habitación de todo espíritu inmundo. Vamos a verlo aquí...

Por lo tanto, el reino de los gentiles que comenzó en Babilonia y luego pasó a la otra etapa en Media y Persia, y luego pasó la tercera etapa en Grecia, y después a la cuarta etapa allá en Roma. Vean, ese imperio babilónico que ha ido pasando de etapa, ha sido hecho habitación de toda ave inmunda.

Y vamos a ver en el capítulo 16 y el capítulo 18. Capítulo 18, verso 1, dice:

“Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria.

Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.”

Por lo tanto, espíritu del reino de las tinieblas son los que han entrado a Babilonia, ese reino babilónico, imperio babilónico e imperio de los gentiles que ha ido pasando de la etapa babilónica a la etapa Medopersa, y de la etapa Medopersa a la etapa de Grecia, y de la etapa de Grecia a la etapa romana; y han estado espíritus malignos, inmundos metidos en ese imperio, ha sido hecha guarida, guarida, albergue de todo espíritu inmundo, habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.

Ahora, podemos ver dónde están y desde dónde se mueven esos espíritus inmundos: en medio de la raza humana.

También en el capítulo 16, verso 13, dice [Apocalipsis]:

“Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas;

pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.”

Ahora, podemos ver que en el reino de las tinieblas hay una manifestación en medio del reino de los gentiles, de lo cual no vamos a explicar mucho; pero ya sabemos que son espíritus de demonios, espíritus inmundos que han hecho habitación y guarida en el imperio de los gentiles, en la etapa de los pies de hierro, y la etapa de los pies de hierro y de barro cocido.

Y ya estamos en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido. Por lo tanto, estamos viviendo en un tiempo muy importante.

Y ahora, lo importante de todo esto es que el Espíritu de Verdad por medio de Sus diferentes Mensajeros, que son espíritus administradores enviados a los que serán herederos de salvación y Vida eterna, los que serán herederos de la inmortalidad, herederos de un cuerpo glorificado y de un cuerpo angelical, y que serán Reyes y Sacerdotes con Cristo en Su Reino, a ellos les ha sido enviado el Espíritu de Verdad, para tener la Verdad en cada edad por medio de cada Ángel Mensajero, el cual también cada Ángel Mensajero es un espíritu ministrador enviado en carne humana para ministrar la Palabra, la revelación divina de cada edad a los escogidos de cada edad en la Iglesia del Señor Jesucristo.

“PROBAD LOS ESPÍRITUS.”

Y al ver cuál es el Espíritu de Verdad, el Espíritu de Cristo manifestado en el tiempo que le toca vivir a la persona, entonces oíd lo que ese espíritu, el Espíritu de Cristo por medio de ese Ángel Ministrador trae a Su Iglesia; porque es la Voz de Dios lo que habla, lo que es hablado, es el Mensaje de Dios para ese tiempo. “Y el que es de Dios, la Voz de Dios oye.”

Ya hemos visto cómo es que la Voz de Dios viene a la Iglesia, y a los colaboradores que Dios ha enviado para trabajar junto al Mensajero de cada edad: les envía un Espíritu de Verdad, un Mensajero con el Espíritu Santo, para por medio de ese Mensajero hablar el Espíritu Santo la Palabra prometida para esa edad, y crear esa edad y crear esa parte del Templo Espiritual de Cristo.

Y ahora, está creando ¿qué? Ya creó la primera edad, la primera etapa, la segunda, la tercera, o sea, ya hizo también el Atrio, ya hizo el Lugar Santo y ahora está en la construcción del Lugar Santísimo, con piedras vivas, con seres humanos, conforme a Primera de Pedro, capítulo 2, verso 4 al 10.

Por lo tanto, adelante trabajando en la Obra de Cristo en este tiempo final en el cual nos ha tocado vivir, trabajando y siguiendo, escuchando y trabajando con el Espíritu de Verdad. El Espíritu de Verdad pasa la prueba siempre, porque se prueba con la Palabra de Dios, y tiene que estar en línea con toda la Palabra de Dios desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

Por lo tanto, adelante trabajando con el Espíritu de Verdad, el Espíritu Santo a través de Su manifestación de este tiempo final. Escuchando Su Voz conforme al Orden establecido por Dios.

Dios por medio de Su Espíritu le habla al Mensajero, y el Mensajero le habla al pueblo, y el pueblo recibe la revelación divina a través de ese Mensajero; ése es el orden divino.

La parte más fácil le ha tocado a los colaboradores maravillosos que Dios le da a cada Mensajero y al pueblo completo, porque los Mensajeros le llevan el mensaje al pueblo, el mensaje que Dios da por medio de ese Mensajero; y vean, por eso Pablo decía, enviaba cartas y decía: “Lean esta carta.” ¿Ven?

Pero ahora tenemos los videos, tenemos las cintas magnetofónicas, tenemos los folletos también; y también tenemos actividades especiales donde se transmiten esas actividades por internet y por satélite también.

Así que Dios continúa dándonos Su Palabra revelada para nuestro tiempo, y hay abundancia de Palabra revelada, hay un monte de Pan Espiritual, de Palabra de Dios. “Porque no solamente de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios.” Y está saliendo mucha Palabra de Dios para nosotros, mucho Alimento Espiritual para nuestra alma.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de nuestro tema en esta ocasión.

Nuestro tema ha sido: “PROBAD LOS ESPÍRITUS.”

Son probados los espíritus para ver si son de Dios, por lo tanto, nuestro tema ha sido: “PROBAD LOS ESPÍRITUS.”

Y con lo que hemos hablado ya hemos probado todos los espíritus religiosos que hay en el mundo, y hemos descubierto que solamente hay un Espíritu de Verdad, y es el Espíritu de Cristo en Su Iglesia de edad en edad, revelado, hablándonos a través de cada Ángel Mensajero; y así es para la Edad de la Piedra Angular.

Por lo tanto, que Dios les bendiga y les guarde, y que nos continúe guiando Dios por medio de Su Espíritu Santo, del Espíritu de Verdad, a través del instrumento que Él ha establecido para este tiempo final, a través del Ángel Ministrador del Día Postrero: el Ángel del Señor Jesucristo. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Muchas gracias por vuestra amable atención, y será hasta mañana Dios mediante en que estaremos todos reunidos en el otro auditorio, para alabar a Dios y escuchar Su Voz.

Lleven invitados también, y que vuestras congregaciones, los hermanos de vuestras congregaciones también lleven a sus familiares y lleven más invitados para que escuchen la Palabra de Dios. “Porque el que es de Dios, la Voz de Dios oye.” Y así Dios los llamará y los colocará en Su Reino.

Para poder que Dios llame a las personas y vienen a recibir a Cristo, pues hay que llevar las personas, los invitados para que Dios obre con ellos, y nazca la fe de Cristo en sus corazones a medida que escuchan la Palabra de Dios revelada para nuestro tiempo; así como fue en tiempos pasados. Dios abra el corazón como hizo con Lidia (Lidia la vendedora de púrpura): mientras Pablo predicaba Dios le abrió el corazón y creyó.

Ése es el milagro que Dios hace mientras se predica la Palabra, y por eso es que luego vienen a los Pies de Cristo. Y quizás algunas personas dicen: “¿Cuál es el misterio que tienen para que reciban a Cristo tantas personas y sean bautizados en agua?”

Es que se predica la Palabra del Evangelio de Cristo correspondiente a nuestro tiempo, y Cristo abre el corazón de las personas que escuchan y creen, porque la fe viene por el oír; y creen de todo corazón, porque con el corazón, con el alma es que se cree, porque el alma tiene libre albedrío, el sentido del alma, para creer o para dudar; y por cuanto la fe viene por el oír, al oír entonces no duda sino que cree, y luego dan testimonio público de su fe en Cristo recibiéndolo como su único y suficiente Salvador.

En vuestras congregaciones también cuando colocan los videos, ahí también en la mayor parte de los videos está el llamamiento; y si no está, ustedes lo hacen al terminar el video. Y si Dios ha hablado al corazón de las personas y hay personas nuevas, los va a traer también.

Y tengan los bautisterios siempre listos, porque en el momento que crean y luego se ore por ellos, el próximo paso es ser bautizados, para que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ellos el nuevo nacimiento y queden añadidos a la Iglesia del Señor Jesucristo; porque nadie puede ser añadido a la Iglesia de Jesucristo si no nace del Agua y del Espíritu, de la predicación del Evangelio de Cristo y del Espíritu Santo. ¿Ven?

Bueno, ha sido para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de nuestro tema: “PROBAD LOS ESPÍRITUS.”

Ya hemos visto cómo probarlos, y hemos visto que todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne es de Dios; todo espíritu que confiesa que Jesucristo no ha venido en carne no es de Dios.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, y con nosotros el Reverendo Andrés Cruz Gallego para continuar.

Oren mucho por mí para que mañana Dios me dé todo lo que yo debo hablar mañana. Vamos a esperar por aquí al reverendo Andrés Cruz Gallego para continuar.

Dios les bendiga y les guarde a todos. Oren mucho por la actividad de mañana Dios mediante, que la gloria de Dios sea manifestada en esa actividad.

Vamos a orar por nuestro hermano Bermúdez y por los misioneros que andan con él, o que están en ese viaje misionero, para que Dios les cuide, les acompañe y les use grandemente en este recorrido.

Vamos a inclinar nuestros rostros:

Padre nuestro que estás en el Cielo, venga Tu Reino, hágase Tu voluntad como en el Cielo también en la Tierra, el Pan nuestro de cada día danoslo hoy; y perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonados a nuestros deudores.

Padre Celestial, en el Nombre del Señor Jesucristo vengo a Ti juntamente con todos estos ministros.

Y, Padre Celestial, Te alabamos y Te glorificamos y Te damos gracias por todas Tus bendiciones, bendito Tu Nombre para siempre, ¡oh, Dios eterno!

Dios Eterno, en el Nombre del Señor Jesucristo Te presentamos a nuestro hermano y amigo, el Reverendo y misionero Miguel Bermúdez Marín y a los misioneros que andan con él en ese viaje; aunque estén separados de él en otros lugares allá en ese viaje al África.

Señor, sé con nuestro hermano Miguel Bermúdez Marín y con los que andan con él en ese viaje misionero, y cuídales de todo peligro, úsalos grandemente en Tu Obra, bendíceles abundantemente.

Y, Señor, ábreles el entendimiento a los ministros que estarán con él, del África, para escuchar todo lo que Dios está dándonos en este tiempo.

Y, Señor, úsalos a todos ellos grandemente allá en el África, y que cada ministro allá con su congregación trabajen arduamente en Tu Obra allá en el África.

Y a nuestro hermano Miguel Bermúdez Marín regrésalo con salud y en perfectas condiciones; y también a cada uno de los que han viajado a este viaje misionero a diferentes partes del África.

En el Nombre del Señor Jesucristo Te lo ruego, juntamente con el ruego y petición de cada uno de estos ministros que están aquí presentes en esta noche. En el Nombre del Señor Jesucristo Te lo ruego, ¡oh, Padre Celestial! Para quien sea la gloria y la honra por los siglos de los siglos. Amén y amén.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos.

“PROBAD LOS ESPÍRITUS.”