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La Trayectoria del Sol 2004-12-26 1 Cayey PR 00:00:00 false

Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes aquí en Cayey, Puerto Rico, y también todos los que están a través de internet y también del satélite y demás medios de comunicación; y también para ti Erica, y para ustedes también: América y Yahannah Gabriela, que Dios les bendiga grandemente y les use también grandemente en Su obra.

Erica, muchas gracias por el saludo que diste aquí, a través de la pantalla, a todos aquí en Puerto Rico y para mí también, muchas gracias por ese saludo y también por el cántico que tuviste junto a América. Que Dios las bendiga grandemente.

Aquí todos estamos muy contentos al verte a través de la pantalla aquí, y le agradecemos a Cristo las bendiciones que te ha dado a ti, y a América y a Yahannah Gabriela.

Para esta ocasión vamos a tener la lectura... Estaba por aquí, parece, Erica y América y Yahannah [Nota- El Hno. William señala la pantalla].

Vamos a tener la lectura en el Salmo 19, versos 1 en adelante, donde dice:

Los cielos cuentan la gloria de Dios,

Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.

Un día emite palabra a otro día,

Y una noche a otra noche declara sabiduría.

No hay lenguaje, ni palabras,

Ni es oída su voz.

Por toda la tierra salió su voz,

Y hasta el extremo del mundo sus palabras.

En ellos puso tabernáculo para el sol;

Y éste, como esposo que sale de su tálamo,

Se alegra cual gigante para correr el camino.

De un extremo de los cielos es su salida,

Y su curso hasta el término de ellos;

Y nada hay que se esconda de su calor.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema para esta ocasión es: “LA TRAYECTORIA DEL SOL.” El cual sale de un extremo del cielo, y tiene su recorrido hasta el otro extremo. O sea, sale por el Este y lleva su recorrido de Este a Oeste para terminar su recorrido en el Oeste, donde se esconde, donde llega a la tarde, y ahí termina su recorrido; y luego regresa de Oeste a Este, para volver a salir en un nuevo día.

Por cuanto los cielos cuentan la gloria de Dios, y la expansión denuncia la Obra de Sus manos, Dios en el cielo refleja todo Su Programa.

El cielo, el firmamento, es la primera Biblia. Por eso encontramos que los antiguos miraban al cielo y veían el Programa Divino. Por eso cuando ellos todavía no tenían una Biblia escrita, ellos miraban al cielo y veían la Biblia de Dios, la Primera Biblia que Dios escribió.

Por eso es que a través de la Biblia encontramos los símbolos de las cosas que Dios hará, los encontramos como estrellas, como la luna y como el sol.

Recuerden ustedes aquella ocasión en que José el hijo de Jacob, tuvo un sueño, un sueño de Dios; y en ese sueño que Dios le dio él vio al sol, a la luna y a las estrellas postrándose delante de él, lo cual representaba a Jacob como el sol, a su madre como la luna, y a sus hermanos como las once estrellas que se postraron delante de él.

Eso fue un sueño que él tuvo y lo contó a sus hermanos, y sus hermanos le aborrecieron porque pensaban que era presunción suya todos estos sueños, soñando cosas así raras en donde todo estaba a favor de él; pero no eran cosas de él, sino que era Dios mostrándole lo que sería su vida, su trayectoria, porque José tipifica a Cristo, y José es el tipo y figura más perfecto de Cristo.

Ahora, vean ustedes aquí el sueño que tuvo José, en el capítulo 37 del Génesis, versos 8 en adelante, dice:

Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus sueños y sus palabras.”

Esto fue cuando había contado los sueños anteriores, pero ahora les va a contar otro sueño:

Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí.

Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?

Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.”

Ahora vean, estos sueños que tenía este joven José, eran dados por Dios, y estos sueños iban a cumplirse en la vida de José.

Ahora, veamos aquí cómo este sueño se cumplió en la vida de José. Veamos en el capítulo 45, versos... Capítulo 45, vamos a ver aquí cómo se cumplió todo esto en la vida de José, porque eran sueños dados por Dios. En el capítulo 45... Aún un poco antes, dice: “Porque...” 44, verso 34 dice:

Porque ¿cómo volveré yo a mi padre sin el joven?”

Ya habían llevado a Benjamín a Egipto para que José lo conociera, pero todavía José no se había revelado a sus hermanos. Y ahora:

Porque ¿cómo volveré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no ver el mal que sobrevendrá a mi padre.”

Y ya en el capítulo 45, verso 1 en adelante, dice:

No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Haced salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José a sus hermanos.

Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de Faraón.

Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él.

Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto.

Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.”

Ahora, ya anteriormente ellos se habían postrado delante de José cuando vinieron a comprar trigo a Egipto, y ahora aquí José se da a conocer a sus hermanos.

Encontramos que aquí ya se había cumplido el postrarse ellos delante de José; pero ahora, por cuanto todo esto está reflejando que toda rodilla se doblará, se postrará delante de Cristo, del Mesías... Vean, en Génesis, capítulo 41, dice, versos 38 en adelante dice:

...Y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?

Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú.

Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo (fue colocado como gobernador de Egipto); solamente en el trono seré yo mayor que tú.

Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.

Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello.

y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto.

Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto.”

¿Ven? Aquí ya faraón ordenó. Dice:

Y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto.”

Cuando José pasaba todas las personas tenían que doblar su rodilla (o sea, arrodillarse delante de él). Esto es tipo y figura de lo que Dios ha establecido para que todo ser humano haga (Filipenses, capítulo 2), toda persona haga delante de Cristo. Dice capítulo 2, versos 5 en adelante, dice:

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,

el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,

para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;

y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”

Aquí podemos ver cómo ya en José el hijo de Jacob, se reflejó Cristo y se reflejó lo que sucedería en la vida de Cristo, y para lo cual Dios envió a Cristo, y para lo cual Dios le dio un Nombre que es sobre todo nombre: para que toda lengua confiese a Cristo y toda rodilla se doble a los Pies de Cristo; no solamente de los seres humanos, sino de los Ángeles también, de todas las huestes celestiales.

Por lo tanto, Cristo siendo la persona más importante que Dios tiene en los Cielos y en la Tierra, toda rodilla tiene que doblarse ante Jesucristo nuestro Salvador.

Y ahora, siendo que nuestro tema es: “LA TRAYECTORIA DEL SOL,” que sale del Este y se oculta en el Oeste, su trayectoria es de Este a Oeste.

Cristo dijo en una ocasión: “Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida.” Por lo tanto, Jesucristo es el Sol de Justicia.

Y por consiguiente, en la trayectoria del sol físico, vemos la trayectoria de Cristo de Este a Oeste. Salió en el Este, donde nació en Belén de Judea Su cuerpo de carne, y allí se manifestó y cumplió el Programa Divino de la Obra de Redención llevada a cabo en la Cruz del Calvario, y luego ascendió al cielo (luego de resucitado) y permanece en el Cielo como Sumo Sacerdote.

Pero el Día de Pentecostés Él cumplió la promesa que Él hizo de enviar Su Espíritu, el Espíritu Santo; y vino el Espíritu Santo en el Nombre del Señor Jesucristo.

Y ahora, Cristo en Espíritu Santo está en medio de Su Iglesia recorriendo Su camino de Este a Oeste. Comenzó Su trayectoria en el Este: la tierra de Israel, que está en el Medio Oriente, y pasó de la tierra de Israel a Asia Menor bajo el ministerio de San Pablo; fue Cristo en San Pablo.

Por eso fue que cuando Pablo o Saulo de Tarso perseguía a la Iglesia del Señor Jesucristo, le apareció, como a eso del mediodía, una luz más fuerte que el sol; y Pablo quedó ciego y cayó de su caballo; y luego pregunta, o esa Voz le dice: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”

Vamos a escuchar su testimonio, de la aparición de esta Luz a Saulo: Capítulo 26 del libro de los Hechos, Pablo dando testimonio ante el rey, dice... dice San Pablo, verso 8:

¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?

Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret;

lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto.

Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras.

Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes,

cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo.

Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.

Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.

Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti,

librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío,

para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.

Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial.”

Aquí San Pablo nos muestra cómo le apareció Cristo y le habló: le apareció en esa luz más fuerte que el sol, en la misma luz que le había aparecido a Moisés y había libertado al pueblo hebreo y había guiado el pueblo hebreo por el desierto; y de noche les alumbraba el camino, y de día era una nube que les protegía del sol; y nunca se apartó la Columna de Fuego de noche, y la nube de día, del pueblo hebreo en su trayectoria desde Egipto hasta la tierra prometida.

Era la Columna de Fuego, era nada menos que Cristo, el Ángel del Pacto, en esa luz, la misma luz que le apareció luego a Saulo de Tarso; porque Cristo es la imagen del Dios Viviente, Él es el resplandor de la gloria de Dios, y por consiguiente Él es esa Luz, Él es el Sol de Justicia, Él es la Luz que alumbra a todo hombre.

“Y aquella Luz venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por Él fue hecho; pero el mundo no le conoció.” San Juan, capítulo 1, verso 9. Pero luego dice:

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros.” San Juan, capítulo 1, verso 14. Aquel Verbo, aquella Luz verdadera que alumbra a todo hombre, se hizo hombre, se hizo carne entre los seres humanos.

Y ahora, estando en carne humana, dice: “Yo soy la Luz del mundo.” Y también dijo: “Antes que Abraham fuese, yo soy.” San Juan, capítulo 8, verso 12, y San Juan, capítulo 8, verso 56 al 58.

Por lo tanto, Jesucristo es el Sol de Justicia, Jesucristo es la Luz del mundo, Jesucristo es aquella Columna de Fuego que guió al pueblo hebreo por el desierto.

Y ahora, encontramos aquí, en Malaquías, capítulo 4, verso 1 en adelante, donde nos dice:

Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.”

Eso es la gran tribulación, donde el juicio divino, la ira de Dios, será derramada sobre la raza humana en este tiempo final, luego que Cristo complete Su Iglesia, resucite a los muertos creyentes en Él en cuerpos glorificados y nos transforme a nosotros los que vivimos, y luego nos lleve con Él a la Cena de las Bodas del Cordero al Cielo, a la Casa de nuestro Padre Celestial.

Luego vendrá la ira de Dios sobre la raza humana durante el tiempo llamado la gran tribulación, que durará tres años y medio desde su comienzo hasta su final; pero después de eso, o durante ese tiempo los escogidos, los creyentes en Cristo, estarán con Cristo en el Cielo, en la gran Cena de las Bodas del Cordero, la Fiesta más importante que se haya llevado a cabo en el Cielo; pero luego regresaremos a la Tierra con Cristo para comenzar con Cristo el Reino Milenial, en donde Cristo estará como Rey, sentado sobre el Trono de David. Sigue diciendo:

Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.”

Aquí podemos ver que hay una bendición grande para todos los creyentes en Cristo: Es la bendición de la Venida del Sol de Justicia, es la bendición de la Venida de Cristo, y en Sus Alas traerá salvación. Sus Alas son los Dos Ungidos, los Dos Olivos, que están delante de la presencia de Dios.

En San Mateo, capítulo 16, verso 26 al 28 Cristo hablándonos de la Venida del Hijo del Hombre dice:

Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras (según sus obras).”

¿Ven? Aquí Cristo nos habla de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles; eso es la Venida del Sol de Justicia, trayendo salud, ¿dónde? En Sus Alas.

Y ahora, en el Monte de la Transfiguración Cristo subió en el capítulo 17 de San Mateo con Pedro, Jacobo y Juan, y se transfiguró delante de ellos y Su rostro resplandeció como el sol, y aparecieron a cada lado del Señor dos personajes (uno a cada lado) que eran Moisés y Elías; porque ese es el Orden de la Venida del Hijo del Hombre para este tiempo final.

La Venida del Hijo del Hombre será con Sus Ángeles, será con Moisés y Elías. Estos Ministerios de Moisés y Elías estarán en la Venida del Hijo del Hombre siendo manifestados por el Espíritu Santo.

Por lo tanto, ese es el Orden de la Venida del Hijo del Hombre para el Día Postrero, el cual como el relámpago que sale del Oriente y se muestra en el Occidente, Cristo dice: “Así será la Venida del Hijo del Hombre, así será el día en que el Hijo del Hombre se manifestará, se revelará.”

Esto está por aquí en San Mateo, capítulo 24, verso 27:

Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.”

Cristo, el Sol de Justicia, salió, se levantó en el Este, la tierra de Israel que está en el Medio Oriente, y ha estado recorriendo la tierra en Espíritu Santo, de etapa en etapa, de edad en edad, a través de sus diferentes etapas de Su Iglesia, y ha estado en medio de Su Iglesia todo el tiempo, manifestándose y dándole luz, reflejando Su Luz a través de sus diferentes Mensajeros, los cuales están representados en siete estrellas.

Y ahora, Cristo ha estado en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia, de Su pueblo. Él dijo en San Mateo, capítulo 28, versos 18 en adelante:

Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

¿Y cómo está Cristo en medio de Su Iglesia? En Espíritu Santo. Como estuvo en el Antiguo Testamento en medio del pueblo hebreo: en Espíritu Santo, pues Cristo es el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová.

Y ahora, Cristo ha estado en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia, la cual está bajo el Nuevo Pacto, cubierto con la Sangre del Nuevo Pacto, la Sangre de Jesucristo nuestro Salvador.

Y ahora, Cristo ha estado recorriendo la Tierra de Este a Oeste, y ha estado hablando por medio de Sus diferentes Mensajeros: a través de San Pedro el Día de Pentecostés; y continuó hablando a través de San Pedro todos los días de la vida de San Pedro, y a través de otros apóstoles también. Y luego a través de San Pablo entre los gentiles, y también habló para los hebreos a través de San Pablo.

Y luego, en la trayectoria o recorrido de Cristo, el Sol de Justicia, desde el Este hasta el Oeste, ha venido manifestándose y dando Luz a través de Sus diferentes Mensajeros: Desde la tierra de Israel a través de San Pedro y demás apóstoles, y luego a través de San Pablo entre los gentiles en Asia Menor, y luego a través de Ireneo en Francia, y luego a través de Martin, y luego a través de Colombo, y luego a través de Lutero, y luego a través de Wesley en Europa, y luego en Norteamérica a través del Rvdo. William Branham.

Fue Cristo en Espíritu Santo en esos Mensajeros dando Luz, Su Luz alumbrando el alma y el entendimiento de los seres humanos por medio de la Palabra, del Evangelio de Cristo, siendo predicada por esos Mensajeros.

Y junto a esos Mensajeros Dios colocó maravillosos ayudantes, ministros, que estuvieron trabajando en la Obra de Cristo todo el tiempo, y llevando el Mensaje de Cristo para todos los seres humanos.

Y ahora, de Norteamérica Cristo en Espíritu Santo ha pasado a la América Latina y el Caribe para alumbrarnos con Su Palabra, con Su Evangelio, alumbrarnos el alma y el entendimiento para poder comprender el Programa Divino y recibir a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador, y arrepentidos de nuestros pecados ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo bautizarnos con Espíritu Santo y Fuego y producir en nosotros el nuevo nacimiento; y así producir esa transformación interior; y producir, por consiguiente, ese nacimiento a la Vida eterna en el Reino Eterno de Cristo nuestro Salvador; y así venir a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual está representada en la luna, así como Cristo está representado en el sol.

Y ahora, nos encontramos viviendo en el Occidente, en el Oeste, donde Cristo estaría manifestándose y hablándonos todas estas cosas que deben suceder pronto.

Y luego del Occidente, Su Palabra, Su Mensaje, Su Luz, se extiende para todas las demás naciones, para llamar y juntar todos los escogidos del Día Postrero y completar Su Iglesia.

Es Cristo, el Sol de Justicia en Su trayectoria, alumbrándonos en el Occidente; y esa Luz se extiende al mundo entero. Cristo, la Luz del mundo, el Sol de Justicia, luego regresará a donde comenzó Su trayectoria, regresará al Este, al Medio Oriente, a la tierra de Israel, donde lo están esperando.

Cristo se revelará a Israel muy pronto, conforme a Oseas, capítulo 6, donde dice: Capítulo 6, versos 1 al 3, dice Oseas:

Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.

Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.

Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida.”

¿Ven? “Como el alba,” como en la mañana, está dispuesta su salida. ¿Y qué es lo que hace la mañana? ¿Qué produce la mañana? El sol, el sol naciente, el sol naciendo produce la mañana; y Cristo regresando al pueblo hebreo producirá una mañana de paz, de felicidad y de gozo para el pueblo hebreo:

Como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.”

La Lluvia Temprana es la predicación del Evangelio de la Gracia, que gira alrededor de la Primera Venida de Cristo; y la Lluvia Tardía es la predicación del Evangelio del Reino, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo.

Por consiguiente, con la predicación del Evangelio del Reino y con la predicación del Evangelio de la Gracia, Cristo se revelará al pueblo hebreo.

Para convertir el pueblo hebreo a Cristo, se requiere la predicación del Evangelio del Reino y la predicación del Evangelio de la Gracia, se requiere la predicación del misterio revelado de la Primera Venida de Cristo y Su muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de la Expiación por nuestros pecados, y la predicación de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Para poder convertir el pueblo hebreo a Cristo se requiere la predicación del Evangelio de la Gracia y del Evangelio del Reino. Por eso es que nadie ha podido convertir el pueblo hebreo a Cristo, ni aún los apóstoles; aunque muchos hebreos han creído, millones de hebreos han creído en Cristo, pero como individuos; pero la nación hebrea como nación no tiene a Cristo y al cristianismo como la religión del Estado; pero la va a tener, va a tener a Cristo como Su Líder religioso máximo, y el cristianismo como la religión del Estado.

Eso va a ser así porque el judaísmo es el reflejo del cristianismo, por eso se ve la similitud que hay entre el judaísmo y el cristianismo. Ahora, veamos... El judaísmo es la sombra del cristianismo.

Ahora veamos aquí lo que nos dice el Salmo 80. Ese es el clamor del corazón de Israel como nación, y de cada hebreo:

Oh Pastor de Israel, escucha;

Tú que pastoreas como a ovejas a José,

Que estás entre querubines, resplandece.

Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,

Y ven a salvarnos.

Oh Dios, restáuranos.”

Están clamando aquí por la restauración, este es el clamor de este Salmo.

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.”

Y ahora: “Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.” ¿Cómo va a obtener la salvación el pueblo hebreo? Dios resplandeciendo Su rostro. El verso 7 también dice:

Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.”

Y luego el verso 19 también dice:

¡Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos!

Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.”

¿Ven? Y ahora, ¿cómo será que va a resplandecer el rostro de Dios? En el Monte de la Transfiguración está ahí representado. Capítulo 17 dice, de San Mateo, versos 1 en adelante, dice: “Seis días después...” Aún el verso 28 del capítulo 16 de San Mateo, dice:

De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.”

Y luego el capítulo 17 de San Mateo, verso 1 en adelante, dice:

Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;

y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol...”

Ahí está, Cristo está mostrando ahí Su Programa correspondiente a Su Segunda Venida, en donde será visto con Su rostro resplandeciendo como el sol:

...y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.

Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.”

Aquí está el Orden de la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles, aquí está el Orden Divino que está esperando el pueblo hebreo sea manifestado, para ver a Dios resplandeciendo para salvación y Vida eterna del pueblo hebreo.

Veamos también en Apocalipsis, capítulo 1, verso 12 en adelante, dice:

Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,

y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.”

Por cuanto tiene el cinto de oro sobre el pecho, ya no está como Sumo Sacerdote, sino como Juez y Rey.

Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;

y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.

Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.”

¿Ven? Aquí tenemos a Cristo, el Hijo del Hombre, con Su rostro como el sol resplandeciendo, y como el sol cuando está a la hora más fuerte, la hora del mediodía.

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;

y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.”

Aquí podemos ver a Cristo, el Mesías, resplandeciendo Su rostro como el sol. Eso es lo que el pueblo hebreo verá y creerá: verá el cumplimiento de esta visión que fue dada por Cristo a Sus apóstoles Pedro, Jacobo y Juan en el Monte de la Transfiguración.

Allí vieron ellos la Segunda Venida de Cristo representada, vieron la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles mostrada en visión.

Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 en adelante, dice:

Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol.”

Es el mismo Cristo que aparece en Apocalipsis, capítulo 1, verso 12 en adelante, ahora lo vemos aquí en el capítulo 10 descendiendo del Cielo.

...envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;

y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces.”

Aquí tenemos la Segunda Venida de Cristo. Cristo viniendo a Su Iglesia; Cristo, el Ángel del Pacto, viniendo en el Día Postrero como el Sol de Justicia; por eso Su rostro resplandece como el sol.

Eso es lo que verá el pueblo hebreo y creerá, porque eso es lo que está prometido para el pueblo hebreo, pero también para la Iglesia del Señor Jesucristo.

Por lo tanto, en la Trayectoria del Sol, que es Cristo o que tipifica a Cristo, podemos ver que ya Él en Su Primera Venida estuvo en medio del pueblo hebreo y dijo: “Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la Luz de la vida.” [San Juan 8:12]

El que sigue a Cristo no se perderá, el que sigue a Cristo tiene la Luz de la Vida eterna, el que tiene a Cristo tiene la Vida eterna, porque Él es la Luz que alumbra a todo hombre, Él es la Luz de la Vida.

Por lo tanto, toda persona que quiere vivir eternamente necesita ver a Cristo como La Luz de la Vida eterna para que le alumbre y le dé la Vida eterna:

Haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, y seremos salvos,” dice el Salmo que hemos leído.

Por lo tanto, todos necesitamos a Cristo, el Sol de Justicia, resplandeciendo en nuestra alma y en nuestra mente y en todo nuestro ser, para obtener la salvación y Vida eterna, y obtener, por consiguiente, la inmortalidad, la inmortalidad del alma, la inmortalidad de nuestra alma, para que podamos recibir un cuerpo nuevo, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado como el cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador, para vivir físicamente en ese cuerpo glorificado con Cristo en Su Reino por toda la eternidad.

Ahora, hemos llegado al tiempo en que la promesa de Malaquías, capítulo 4, verso 2, tiene que cumplirse para la Iglesia de Jesucristo y luego para el pueblo hebreo:

Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación.”

Por lo tanto, todo creyente en Cristo está esperando ver a Cristo resplandeciendo como el sol y dándonos la transformación.

Él apóstol Juan estando en la Isla de Patmos vio a Cristo descender del Cielo y colocar Su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la Tierra, y lo vio envuelto en una nube y con un arco iris alrededor de Su cabeza, y lo vio con Su rostro como el sol, y lo vio con Sus ojos como llama de fuego, y lo vio con Sus pies como Columnas de Fuego.

Él tuvo la visión de la Segunda Venida de Cristo con el Título de Propiedad en Su mano, lo vio con un Librito abierto en su mano: el Libro de los Siete Sellos que tomó en Apocalipsis, capítulo 5, allá en el Cielo, de la Diestra de Dios; lo tomó, lo abrió en el Cielo, y luego desciende en Apocalipsis 10 y lo trae a la Tierra, y lo entrega a un hombre, el cual fue tipificado, representado, en Juan el Apóstol; y le da ese Título de Propiedad, ese Libro, para que se lo coma, para que así el contenido de ese Libro se haga carne en él, para que así el Profeta y la Palabra se hagan uno.

Ese Libro es el Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra, es el Libro de la Redención, es el Libro de la Vida del Cordero, donde está escrito mi nombre. ¿Y el nombre de quién más? El nombre de cada uno de ustedes también.

Por lo tanto, en la Trayectoria del Sol, que es Cristo, el Sol de Justicia, podemos ver que es en el Oeste donde Él traerá la bendición grande para la Iglesia del Señor Jesucristo, y después de ahí se tornará al pueblo hebreo para traerle la bendición para el pueblo hebreo.

El Sol de Justicia es Cristo, es el Ángel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10, es Cristo nuestro amado Salvador, el cual Él ha estado recorriendo de Este a Oeste en medio de Su Iglesia, que ha estado llamando y juntando a todos Sus escogidos de edad en edad, alumbrándoles el alma, el corazón y la mente, para que así tomen el camino de la Vida eterna, que es Cristo nuestro Salvador, entrando por la puerta angosta que es Cristo, el cual dijo: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo.” [San Juan 10:9]

Y Cristo también dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” [San Juan 14:6]

Por lo tanto, Cristo es el Camino y también Él es la Puerta, y Él es la Vida eterna, y Él es la Verdad, la única Verdad.

Por lo tanto, la única verdad de la Vida eterna es Cristo, es a través de Cristo que el ser humano puede obtener la Vida eterna; fuera de Cristo no hay Vida eterna ni oportunidad para obtener la Vida eterna. Por lo tanto, recibir a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador significa salvación y Vida eterna para nosotros.

LA TRAYECTORIA DEL SOL.”

Hemos estado viendo la trayectoria del sol literal, como nace en el Este y luego se esconde en el Oeste. Su trayectoria, entonces, es de Este a Oeste; y la trayectoria de Cristo, el Ángel del Pacto, ha sido de Este a Oeste. Cristo el Ángel del Pacto, ha estado en medio de Su Iglesia en Su trayectoria, en Su recorrido de edad en edad, alumbrando el alma, el corazón y el entendimiento de los seres humanos, manifestándose Cristo en Espíritu Santo por medio de Sus diferentes Mensajeros.

Y Cristo, el Ángel del Pacto, en Su trayectoria en la actualidad se encuentra en Espíritu Santo en Su manifestación final, en medio de Su Iglesia, que corresponde al Oeste, al Occidente.

“Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.” [San Mateo 24:27]

Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifestará, se revelará; y esos días serían como en los días de Noé y como en los días de Lot.

Por lo tanto, estamos viviendo en esos días, estamos viviendo en el tiempo correspondiente a la manifestación final del Sol de Justicia, de Cristo en Su trayectoria de Este a Oeste.

También el Evangelio de Cristo, el Evangelio de la Gracia, ha venido de Este a Oeste, ha venido de la tierra de Israel, pasando de la tierra de Israel a Asia Menor, de Asia Menor a Europa, de Europa a Norteamérica, y de Norteamérica a la América Latina y el Caribe; porque al Sol de Justicia, a Cristo en Espíritu Santo, en Su trayectoria le acompaña Su Evangelio, el Evangelio de la Gracia, el Evangelio de Cristo.

Y ahora, el Occidente tiene la promesa también de la Segunda Venida de Cristo, es en el Occidente donde la Segunda Venida de Cristo será cumplida; y luego, de ahí pasará esa bendición al pueblo hebreo; y será - y le acompañará el Mensaje de Oeste a Este, que es el Mensaje del Evangelio del Reino, el Mensaje de la Dispensación del Reino, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo.

Es un Mensaje de Oeste a Este, es un Mensaje que en Su trayectoria irá de Oeste a Este hasta llegar a la tierra de Israel. Y en esa trayectoria de ese Mensaje de Oeste a Este, en la trayectoria del Mensaje del Evangelio del Reino, estará Cristo, el Ángel del Pacto, manifestándose en Su trayectoria de Oeste a Este para regresar al pueblo hebreo.

Pero mientras tanto disfrutamos la bendición de Cristo, el Sol de Justicia, en el Oeste, alumbrándonos nuestra alma, nuestro espíritu y todo nuestro ser.

El sol literal tipifica a Cristo. El sol literal, vean ustedes, conforme al calendario hebreo los días terminan en la tarde, y por esa causa es que desde la caída del sol, para el pueblo hebreo ha terminado el día y ha comenzado otro día, por eso el pueblo hebreo ya el día viernes en la tarde comienza el sábado para ellos, el día de reposo, y termina en la tarde del otro día.

Ahora, encontramos que al caer el sol, ya cuando no se ve el sol pero que todavía hay luz, ya es un nuevo día; y por consiguiente, la luz del sol que se está viendo es la luz de un nuevo día, es la luz, por consiguiente, la Luz de Cristo, el Sol de Justicia, en el tiempo de la tarde. Cuando ya terminan las edades, las siete edades, ya cae el sol, pero la luz que se sigue viendo corresponde a un nuevo Día dispensacional, a la Dispensación del Reino; y por consiguiente, el Mensaje que trae es el Mensaje del Evangelio del Reino, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo, para que así Cristo el Sol de Justicia, resplandezca para todo ser humano, y todo ser humano vea a Cristo resplandeciendo en el Día Postrero, todos puedan ver el rostro de Cristo resplandeciendo.

La petición fue: “Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.” ¿Ven?

Y ahora, para el Día Postrero Cristo estará resplandeciendo, y estará con ese resplandor trayéndonos Su bendición; pero para el anticristo, con el resplandor de Su Venida morirá; pero para los escogidos, Cristo resplandeciendo traerá la bendición de la transformación de nuestro cuerpo y de la resurrección de los muertos en Cristo.

Cristo el Ángel Fuerte, resplandeciendo Su rostro, trae las bendiciones contenidas en el Título de Propiedad, en el Libro de la Vida del Cordero, en el Libro de los Siete Sellos de Apocalipsis, capítulo 5 y capítulo 10.

Por lo tanto, en la Trayectoria del Sol, que tipifica a Cristo, estamos viendo las grandes bendiciones que hay para este tiempo final en el Occidente; y de ahí se extenderán a todos los seres humanos en todos los países.

Por lo tanto, este es el tiempo más importante de la historia de la Iglesia del Señor Jesucristo. Es el tiempo más importante en el cual, los que estamos vivos y permanezcamos hasta ver la Segunda Venida de Cristo y Su rostro resplandeciendo como el Sol, seremos transformados sin ver muerte, y los muertos en Cristo serán resucitados en cuerpos glorificados.

Estamos en el tiempo en que de un momento a otro Cristo completará Su Iglesia; y entonces se levantará del Trono del Padre, tomará el Título de Propiedad, lo abrirá en el Cielo y hará Su Obra de Reclamo, en donde estará resplandeciendo como el Sol; y resucitará a los muertos creyentes en Él en cuerpos glorificados y eternos, y a nosotros nos transformará y nos dará el cuerpo nuevo y eterno; y así nos dará la inmortalidad física, y así nos dará la salvación física, que será nuestra transformación.

Porque ya tenemos la salvación espiritual, tenemos la redención interior, la redención espiritual, la adopción espiritual; pero nos falta la redención física, que será nuestra transformación, en donde nos dará la Vida eterna física. Y esto será al ver a Cristo resplandeciendo como el Sol en el Oeste; y de ahí se extenderá Su resplandor para el mundo entero. Por eso en Isaías, capítulo 60, dice:

Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz (y ahora, Cristo es nuestra Luz) y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.

Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová.”

¿Ve? Lo mismo que dijo Oseas, capítulo 6, verso 1 al 3. Ahora aquí nos habla de un amanecer, un amanecer en Dios.

...mas sobre ti amanecerá Jehová...”

Por lo tanto, la Luz de Dios producirá ese amanecer para todo el pueblo de Dios, para los escogidos de la Iglesia de Jesucristo y para los escogidos del pueblo hebreo.

...y sobre ti será vista su gloria.

Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.”

Esta es la promesa para todo el pueblo de Dios. Por eso en Efesios, capítulo 5, verso 14, San Pablo dice:

Despiértate, tú que duermes,

Y levántate de los muertos,

Y te alumbrará Cristo.”

Porque Cristo es el Sol de Justicia, Cristo es nuestro Sol, Cristo es la Luz del mundo, la Luz de Vida eterna; así como el sol le da vida física a la humanidad, vida temporal, y a toda la vegetación y a los animales, Cristo el Sol de Justicia nos da Vida eterna.

Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 21, versos 22 al 27, dice, hablándonos de la Nueva Jerusalén, la cual estará en la Tierra después del Reino Milenial, cuando se entre ya a eternidad en este planeta Tierra después del Juicio Final, vean, dice:

Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.”

Así como el pueblo hebreo estuvo viajando de Egipto hasta la tierra prometida, viajando por el desierto por cuarenta años, y de noche tenía luz propia, la Columna de Fuego les alumbraba, y de día la nube les protegía del sol, ese era Cristo, el Ángel del Pacto con ellos manifestado en esa forma de luz de noche y en esa forma de nube de día; era la gloria de Dios en medio del pueblo de Dios, era nada menos que Dios manifestado en la Columna de Fuego en medio del pueblo hebreo; y vean, les alumbraba a todos, alumbraba sobre cerca de dos millones de personas, y era guiándolos hacia la tierra prometida.

Ahora, aquí esta ciudad: la Nueva Jerusalén, tendrá luz propia; y será la Luz de Dios alumbrando en la Nueva Jerusalén. Así es que se acabará el pago de facturas, ya no habrá aumento en el costo de la electricidad, porque tendremos luz propia allí. Dice:

...porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.”

Ni siquiera habrá necesidad de la luz del sol ni de la luz de la luna, o sea, que será una ciudad que estará las 24 horas con luz, no habrá oscuridad allí, no habrá noche allí. Sigue diciendo:

Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.”

Vean, es una Ciudad Eterna con luz eterna que nunca se apagará. Y en el cuerpo nuevo no tendremos necesidad de dormir, porque es un cuerpo inmortal, incorruptible y glorificado como el cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador.

Si los santos que están en el Paraíso le dijeron al Rvdo. William Branham: “Aquí nosotros no comemos ni dormimos tampoco.” Si en el Paraíso, en el cuerpo angelical, no hay que dormir y es de día siempre, cómo será con el cuerpo glorificado, tampoco tendremos necesidad de dormir, aunque sí podemos comer.

Ahora, vean, Cristo pudo comer luego que resucitó glorificado, pero desde que ascendió al Cielo Él no ha dormido; aún desde que resucitó Él no ha dormido. ¿Por qué? Porque en el cuerpo glorificado no hay necesidad de dormir para reponer las energías, porque es un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible con Vida eterna.

Cristo no ha dormido, las 24 horas del día ha estado en el Cielo haciendo intercesión por toda persona que lo recibe como su único y suficiente Salvador.

Si Cristo tuviera que dormir, tuviera necesidad de dormir estando en Su cuerpo glorificado, entonces el Espíritu Santo por medio de los apóstoles tenía que decir a qué hora podíamos orar a Dios en el Nombre de Cristo, para que Cristo hiciera intercesión por nosotros y nos concediera las peticiones.

¿Ven? Tendríamos entonces que saber a qué hora estaría despierto Cristo. Pero las 24 horas del día Cristo está despierto y ha estado despierto siempre como Sumo Sacerdote haciendo intercesión con Su propia Sangre por cada persona que lo recibe como su único y suficiente Salvador, y también por toda persona que ya es un creyente en Cristo, pero que comete algún error, falta o pecado, y lo confiesa a Cristo y le pide perdón a Cristo, Cristo intercede por él y con Su Sangre lo limpia de todo pecado, luego de perdonarlo. Está Cristo las 24 horas disponible para mí ¿y para quién más? para cada uno de ustedes también.

Por lo tanto, en el nuevo cuerpo, por cuanto no se duerme, no hay necesidad de dormir... porque dormimos en este cuerpo físico porque tenemos necesidad de dormir para recuperar la energía; pero la energía del cuerpo glorificado no se le acaba.

Por lo tanto, la Ciudad Eterna: la Nueva Jerusalén, estará con luz las 24 horas del día. Allí nadie va a dormir, los que vivirán allí vivirán en cuerpos eternos, y por consiguiente nunca se dormirán.

Así que esta Ciudad es la Ciudad a la cual irán los creyentes en Cristo, los que han recibido a Cristo, el Sol de Justicia, como su único y suficiente Salvador.

Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.

Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.

No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.”

¿Quiénes entrarán a esa Ciudad? Los que están inscritos en el Libro de la Vida del Cordero. ¿Desde cuándo? Desde antes de la fundación del mundo. Esos son los que han sido redimidos con la Sangre del Cordero, con la Sangre de Jesucristo nuestro Salvador; y esos son los que verían a Cristo con Su Rostro como el Sol, esos son los que estarán viendo a Cristo el Sol de Justicia, en el Día Postrero, viniendo con Sus Ángeles, viniendo para traer salvación, salud, para traer la salvación física, la Adopción; la Adopción, que es la redención del cuerpo.

Por lo tanto, todos los que van a ser transformados verán la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, verán Su rostro resplandeciendo como el sol, y a cada lado Moisés y Elías, lo que fue visto en el Monte de la Transfiguración.

Allí vimos todos los tipos y figuras que estarán siendo cumplidos en este tiempo final, en donde Cristo en Su Trayectoria ha llegado hasta el Occidente para cumplir Sus promesas correspondientes a este tiempo final en el Occidente.

Por lo tanto, la bendición de Cristo es para el Occidente en este tiempo final; y de ahí se extenderá hacia otras naciones y hacia el pueblo hebreo también.

Por lo tanto, en la Trayectoria del Sol hemos visto reflejado a Cristo en Su Trayectoria en medio de Su Iglesia, desde la tierra de Israel hasta el continente americano.

Toda persona que en el tiempo que le ha tocado vivir ha escuchado la predicación del Evangelio de Cristo y ha recibido a Cristo como su Salvador: ha recibido a Cristo en Su Trayectoria en el tiempo que le ha tocado vivir a la persona, y ha recibido la bendición de la salvación y Vida eterna.

Y en este tiempo yo lo he recibido como mi único y suficiente Salvador, y Él me ha perdonado y con Su Sangre me ha limpiado de todo pecado, he sido bautizado en agua en Su Nombre y Él me ha bautizado con Espíritu Santo y Fuego, y me ha dado el nuevo nacimiento, y me ha dado la salvación y Vida eterna.

Y ahora tengo Vida eterna acá en mi alma y en mi espíritu; pero me falta todavía la Vida eterna física, que será en un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado que Él me dará a mí, y ¿a quién más? A cada uno de ustedes también, porque han escuchado la predicación del Evangelio de Cristo y han creído en Cristo como vuestro único y suficiente Salvador.

Si alguno todavía no ha recibido a Cristo como Su Salvador, no tiene Vida eterna, pero puede recibir Vida eterna hoy mismo recibiendo a Cristo como su único y suficiente Salvador; por lo cual, puede levantar su mano en señal de que da testimonio público de su fe en Cristo y puede venir acá al frente para recibir a Cristo como su único y suficiente Salvador dando testimonio público de vuestra fe en Cristo.

Vamos a dar algunos minutos en lo que los aquí presentes que todavía no han recibido a Cristo como Salvador pueden hacerlo en esta ocasión; y los niños de diez años en adelante también lo pueden hacer, pueden recibir a Cristo como vuestro único y suficiente Salvador, puedan dar testimonio público de vuestra fe en Cristo.

Y los que están allá también en otros países y otros continentes, los que están allá en el Brasil, en Argentina, en Chile, en Uruguay, en Paraguay, en Bolivia, en Perú, en Ecuador, en Colombia, en la República Dominicana y en las diferentes Islas del Caribe, y demás lugares de la América Latina y el Caribe, y allá también en Centroamérica, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, y también allá en la República Mexicana, y también en Europa y también en el África, y en todos los demás países y continentes que están escuchando esta conferencia y viendo esta actividad:

También ustedes allá, que han escuchado y todavía no habían recibido a Cristo como vuestro Salvador, pueden hacerlo en esta ocasión para dar testimonio público de vuestra fe en Cristo, viniendo a los Pies de Cristo, pasando al frente para dar testimonio público de vuestra fe en Cristo y recibirlo como vuestro único y suficiente Salvador.

Pueden también ustedes en otras naciones venir a los Pies de Cristo dando testimonio público de vuestra fe en Cristo. Pueden pasar al frente también para que queden incluídos en esta oración que haré dentro de algunos minutos por todos los que hayan recibido a Cristo como su único y suficiente Salvador.

Vamos a estar puestos en pie en estos momentos; y los que todavía no han dado testimonio público de su fe en Cristo, pueden hacerlo en esta ocasión pasando al frente y dando testimonio público de vuestra fe en Cristo. Cristo dijo:

Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

Tan simple como eso. Es un asunto de creer en Cristo para obtener la salvación y Vida eterna, y es un asunto de no creer en Cristo para ser condenada la persona y ser echada en el lago de fuego. Cristo dijo en San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16, lo que les cité:

Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

Y también en San Mateo, capítulo 10, verso 32 al 33, Cristo dijo:”El que me confesare delante de los hombre, yo le confesaré delante de mi padre.”

A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.

Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.”

Nadie quiere que Cristo lo vaya a negar delante de nuestro Padre Celestial que está en el Cielo. Todos queremos que Cristo nos confiese delante del Padre Celestial como creyentes en Él, para lo cual la persona escucha la predicación del Evangelio de Cristo y nace la fe de Cristo en su alma, en su corazón; y con el corazón cree para justicia; porque “la fe viene por el oír la Palabra de Dios” y “con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”

Por lo tanto, la persona luego de escuchar la predicación del Evangelio de Cristo, nace la fe de Cristo en su alma, cree en Cristo de todo corazón y luego confiesa públicamente a Cristo como su único y suficiente Salvador recibiéndolo como su único y suficiente Salvador.

Para lo cual estamos dando unos minutos en lo que toda persona que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador, lo pueda hacer para obtener el perdón de sus pecados, ser limpio de todo pecado por Cristo con Su Sangre (con la Sangre de Cristo), ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo bautizarlo con Espíritu Santo y Fuego, y producir el nuevo nacimiento en usted, y así usted nacer a la Vida eterna en el Reino Eterno de Jesucristo nuestro Salvador.

Es un asunto de Vida eterna recibir a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador. Lo más importante que hay para el ser humano es una sola cosa: la Vida eterna, y esta vida está en Jesucristo, para lo cual recibimos a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador.

Toda persona que quiere vivir eternamente necesita recibir a Cristo como su único y suficiente Salvador. Es Vida eterna lo que la persona recibe al recibir a Cristo como su único y suficiente Salvador.

Dios nos ha dado Vida eterna, y esta vida está en Su Hijo, en Jesucristo. El que tiene al Hijo (a Jesucristo) tiene la Vida, la Vida eterna. El que no tiene el Hijo de Dios no tiene la Vida, no tiene la Vida eterna; lo que tiene es una vida temporal que se le va terminar y después no tiene con qué continuar viviendo por toda la eternidad.

Por lo tanto, todos necesitamos a Cristo. Cristo es el Sol de Justicia que alumbra nuestra alma y le da la Vida eterna. Cristo es el Verbo que alumbra a todo hombre. Cristo es la Luz que alumbra a todo hombre y le da la Vida eterna.

Si falta alguna otra persona por venir a los Pies de Cristo puede hacerlo en estos momentos, para que quede incluido en esta oración que haré por todas las personas que vengan a los Pies de Cristo dando testimonio de su fe en Cristo y recibiéndolo como su único y suficiente Salvador.

Pueden continuar pasando también al frente para recibir a Cristo como vuestro Salvador, pueden venir al frente también en otros países para que queden incluidos en esta oración que estaré haciendo.

Vamos ya a orar por las personas que han pasado al frente, que han venido a los Pies de Cristo; y los que están en otras naciones también estarán incluidos en esta oración.

Vamos a estar listos ya para orar, todos en pie también en los diferentes países. Vamos ya a orar. Vamos a levantar nuestras manos al Cielo, a Cristo, en señal de que estamos rendidos a Cristo; y repitan conmigo esta oración las personas que han pasado al frente, que han venido a los Pies de Cristo dando testimonio público de su fe en Cristo. Repitan conmigo esta oración:

Señor Jesucristo, vengo a Ti en estos momentos dando testimonio público de mi fe en Ti. He escuchado la predicación de Tu Evangelio, y he creído en Ti de todo corazón. Ha nacido Tu fe en mi corazón, y creo en Ti de todo corazón, y doy testimonio público de mi fe en Ti creyendo en Tu Sacrificio en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de la Expiación por mis pecados.

Señor Jesucristo, reconozco que soy pecador, pero que Tú eres el único Salvador, y que no hay otro Nombre bajo el Cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Por lo tanto, doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi único y suficiente Salvador.

Señor Jesucristo, Te ruego perdones mis pecados y Te ruego me limpies de todo pecado con Tu Sangre preciosa, y Te ruego me bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre. En el Nombre Eterno y Glorioso Tuyo, oh Señor Jesucristo, Te lo ruego. En Tu Nombre Eterno y Glorioso, Señor Jesucristo, Te lo ruego. Amén y amén.

Y ahora, todos con nuestras manos levantadas a Cristo decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado!

Cristo les ha perdonado y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado por cuanto han creído en Cristo como vuestro único y suficiente Salvador.

Aquí el joven que ha recibido a Cristo, y también los que están a través de internet y del satélite, que han recibido a Cristo como vuestro único y suficiente Salvador, a ustedes también Cristo les ha recibido en Su Reino, les ha perdonado y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado.

Ustedes me dirán “Todavía me falta una cosa. Él dijo: El que creyere y fuere bautizado, será salvo. Me falta ser bautizado en agua en Su Nombre todavía. ¿Cuándo me pueden bautizar? Porque quiero ser bautizado en agua, en el Nombre del Señor Jesucristo, lo más pronto posible.”

Por cuanto han creído de todo corazón en Cristo, bien pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo hoy mismo.

Para lo cual, los ministros que estarán a cargo de los bautismos ya están listos en los diferentes países, y también los bautisterios están listos, y las ropas bautismales también están listas, y los cambiadores de ropas están listos, y personas que les ayudarán también a ustedes, están listos para ayudarles, para que sean bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.

Dejaré a los ministros de cada país frente a vuestras congregaciones para que les indiquen a las personas que han recibido a Cristo como Salvador en las diferentes naciones hacia dónde caminar para ser cambiados de ropas, cambiarse de ropas, colocarse las ropas bautismales y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.

Y que Cristo les bautice a todos con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, y así nazcan en el Reino Eterno de Cristo a la Vida eterna, y Cristo les acompañe todos los días de vuestra vida; y a vuestros familiares Cristo los traiga y les dé la salvación y Vida eterna, para que estén con ustedes eternamente en Su Reino Eterno. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y Amén.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión dándoles testimonio de nuestro tema: “LA TRAYECTORIA DEL SOL.” Y el sol tipifica a Cristo. Por lo cual, vimos en la trayectoria del sol físico lo que sería la trayectoria de Jesucristo desde la tierra de Israel pasando por Asia, luego pasando a Europa, pasando luego a Norteamérica y luego pasando a la América Latina y el Caribe; y de la América Latina y el Caribe extendiéndose Su Luz al mundo entero.

Muchas gracias por vuestra amable atención, y continúen pasando una tarde llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.

Tendremos los bautismos en agua y luego tendremos un receso para que coman algo, y luego regresaremos para la Santa Cena que ya está preparada, ya está todo listo.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y oren mucho también por la actividad del viernes. Ese es el día de despedida de año. La actividad comenzará ¿a qué hora? A las 7:00 de la noche, porque habrá trasmisión vía satélite y también vía internet, y hay diferencia de horarios con Brasil y con el África también; por lo tanto, comenzaremos, se comenzará aquí a las 7:00 de la noche y así tendremos el Mensaje y la trasmisión, todo lo tendremos temprano y no tendremos horario, en esa actividad no habrá horario de terminar.

Así que esperamos que Cristo nos bendiga grandemente el 31 de diciembre y primero de enero; y luego también el domingo próximo esperamos grandes bendiciones de parte de Dios.

Vamos a tener ya al Reverendo Benjamín Pérez para continuar y llevar a cabo también el bautismo en agua y luego despedir la congregación en un receso, para un receso, y luego regresar para la Santa Cena.

Ya la trasmisión del 31 de diciembre será de Brasil hacia acá, y hacia toda la América Latina y el Caribe, y hacia el África, hacia Europa, y hacia todos los demás países.

Ha sido una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión dándoles testimonio de la Trayectoria de Cristo representada en la Trayectoria del Sol.

Que Dios les bendiga y les guarde a todos, y continúen pasando un día lleno de las bendiciones de Jesucristo y pasando una feliz navidad y prospero año nuevo.

Ya el día de navidad fue el 25, ya pues estamos ya todavía en navidades (le llamamos), pero ya el día de navidad fue el 25, pero todavía estamos (para nosotros) en navidades, y todavía nos falta el año viejo y año nuevo, en donde esperamos grandes bendiciones de Dios.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos y tengan un próspero y feliz año 2005.

Con nosotros nuevamente el Reverendo José Benjamín Pérez para continuar.

El viernes estén pendientes a la trasmisión, porque por ahí en esa trasmisión habrá, pueden haber sorpresas, así que estén pendientes a esa trasmisión, estén a tiempo aquí porque se estará haciendo esa trasmisión en donde esperamos grandes bendiciones.

Hoy tuvimos la sorpresa de tener a Erica, a América y a Yahannah Gabriela. Ya para la próxima esperamos que Yahannah esté más sueltecita y nos pueda hablar algo; y ahí pues van a ver de nuevo a Erica, a América y a Yahannah Gabriela, y yo voy a estar con ellas también en esa actividad, en esa trasmisión de despedida de año; pero comenzaremos allá a cierta hora, pero hay dos horas de diferencia; por lo tanto, acá comenzará la actividad más temprano para que puedan tener así la trasmisión en vivo.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos y les guarde a todos. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Bueno, con nosotros ya el Reverendo José Benjamín Pérez.

LA TRAYECTORIA DEL SOL.”