obsidian/es/conferencias/2004/11/spa-2004-11-24-1-los_angele...

26 KiB

title date activity place city state country duration public youtube rm translations files
Los Angeles Segadores 2004-11-24 1 Quito EC 00:40:05 false true

Muy buenas tardes, ministros, compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia del Señor Jesucristo; es una bendición grande para mí estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Dice en San Mateo, capítulo 13, versos 36 en adelante:

Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.

Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.

El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo.

El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.

De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.

Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,

y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema es: “LOS ÁNGELES SEGADORES (o sea, los Ángeles cosechadores).”

A través de la Escritura encontramos las profecías bíblicas que hablan del tiempo final, del fin del siglo; y encontramos que en todas hace alusión a la gran Voz de Trompeta y a los Ángeles del Hijo del Hombre. En San Mateo, capítulo 24, verso 30 al 31, nos dice Cristo hablándonos, cuando le preguntaron:

Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” (Capítulo 24, verso 3).

Y luego en el capítulo 24, versos 30 al 31, dice:

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”

Aquí tenemos también la promesa de la señal del Hijo del Hombre en el Cielo, y también de la manifestación del Hijo del Hombre viniendo en las nubes del Cielo, y luego enviando a Sus Ángeles. Dice: “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”

Ahí también podemos ver que el Hijo del Hombre, Cristo, envía Sus Ángeles para llevar a cabo la cosecha, el recogimiento de todos los escogidos. A través de las edades de la Iglesia, de las diferentes etapas de la Iglesia, el trigo, los hijos de Dios, nunca maduraron; porque estaban pasando por diferentes etapas en la Planta de Trigo. Pero tanto el Mensajero de cada edad con los escogidos de cada edad eran el trigo de esa edad, potencialmente eran el trigo, aunque no estaban manifestados como trigo.

Pero en una planta de trigo cuando nace va pasando por sus diferentes etapas esa planta de trigo, y así ha sido las diferentes etapas de la Iglesia del Señor Jesucristo, desde el Día de Pentecostés, donde nació. Por lo tanto, los Apóstoles y todos aquellos que estaban allí, ciento veinte creyentes en Cristo que recibieron el Espíritu Santo, y luego los tres mil, como tres mil personas que creyeron y fueron bautizadas en el Nombre del Señor Jesucristo, todos ellos eran el trigo potencialmente, aunque todavía la Planta de trigo estaba en su primera etapa de nacimiento.

Luego, las diferentes etapas por las cuales ha pasado la Planta de Trigo, encontramos que ha estado el trigo, los hijos de Dios allí, pero han estado potencialmente como trigo, pero es luego que llega la séptima edad de la Iglesia, donde el trigo aparece.

¿Pero dónde aparece? Aparece en el forro, en la séptima edad. Y todavía no se ve cuál es el trigo; pero está dentro del forro, está dentro de la séptima edad. Pero la séptima edad, el forro, se abre. ¿Ven? Y luego sale el trigo.

Después de la séptima edad es que el trigo aparece manifestado, para luego también madurar a medida que el Sol, que es Cristo, nos alumbra, nos da Su Luz, la revelación divina, y maduramos en el Mensaje de nuestro tiempo; porque con la Luz de Su Palabra revelada, de Su Mensaje, Él nos madura y nos hace cristianos maduros, creyentes en Cristo maduros, no fanáticos, no de una edad pasada, sino de la edad correspondiente a nuestro tiempo, que es la Edad de la Piedra Angular.

Y es en este tiempo en donde Cristo saca a la luz el trigo, lo saca del forro. ¿Ven? Y luego en este tiempo final es que Cristo va a recoger de esta Tierra, de este mundo, a recoger el trigo, y se lo va a llevar a la Cena de las Bodas del Cordero. Y todo esto encontramos que está prometido para ser realizado por los Ángeles que el Hijo del Hombre envía.

Será el Espíritu Santo operando esos ministerios en un hombre del Día Postrero, el cual será el Ángel del Señor Jesucristo, a través del cual Cristo estará en Espíritu Santo en él manifestado, y estará obrando a través de él; y por consiguiente ése será el Mensajero del Día Postrero en el cual Cristo por medio de Su Espíritu Santo, estará operando el ministerio de Moisés, el ministerio de Elías y el ministerio de Jesús.

Esos son los tres ministerios claves para este tiempo final. Por eso es que el Reverendo William Branham dice en la página 128 y la página 129, y en la página 130, y la página 149, del libro de “Citas,” que la Séptima Trompeta son dos Profetas, o sea, son Moisés y Elías, los dos Olivos. Y él nos enseña también que el Séptimo Sello es Cristo, Su Segunda Venida, y luego nos dice que es la Séptima Trompeta; y la Séptima Trompeta es Moisés y Elías. Y nos dice: “La Séptima Trompeta y el Séptimo Sello es la Venida del Señor.”

¿Y cómo puede ser la Séptima Trompeta, que es Moisés y Elías, y el Séptimo Sello, que es Jesús, cómo pueden ser la misma cosa? ¿Cómo pueden ser la Venida del Señor? Porque el Hijo del Hombre viene ¿con quién? Con Sus Ángeles, que son los ministerios de Moisés y Elías.

Por lo tanto, el Espíritu Santo en este tiempo final viene a Su Iglesia, operando los ministerios de Jesús, de Moisés y de Elías, para llevar a cabo la Obra correspondiente a este tiempo final. Ahí está el secreto por el cual las profecías bíblicas correspondientes a este tiempo final, las veremos siendo cumplidas, y algunas personas que no comprenderán, dirán: “Algún secreto tienen para que funcionen así las cosas.” El secreto está en lo que ha sido prometido, el secreto está en que es el Espíritu Santo en Su Iglesia, obrando y operando estos ministerios. Es el Espíritu Santo el que estará obrando en este tiempo final.

Vean, en el Mensaje: “La Señal,” aquí tengo un extracto en la página 27 en español, dice... el Reverendo William Branham dice:

El tiempo está a la mano, y la iglesia está allá en el mundo (o sea, el mundo denominacional, pues está en el mundo). Vemos la señal del tiempo del fin, el Espíritu Santo volviendo entre la gente, como fue en los días de Lot. Así como el Espíritu Santo obró por medio de aquel cuerpo, lo cual fue Dios manifestado en carne. Y cómo Dios se manifestaría en Su Novia en este día, mostrando la misma señal. Jesús dijo que sería la misma cosa en los últimos días.”

Vean, la señal del tiempo del fin es el Espíritu Santo en medio de Su Iglesia obrando, y cumpliendo lo que ha sido prometido para este tiempo, manifestándose y realizando la Obra del Día Postrero, operando en el Día Postrero los ministerios de Jesús, de Moisés y de Elías.

También en los días del Reverendo William Branham el Espíritu Santo estuvo allí manifestado en el Reverendo William Branham, y eso fue una señal muy grande, señal que mostraba que se había llegado al tiempo final; porque cuando apareció Juan el Bautista se había llegado al tiempo final de la séptima edad de la Iglesia hebrea bajo la ley, se había llegado a esa etapa final, en donde Juan el Bautista era el Mensajero de esa séptima edad.

Y ahora, en el Nuevo Testamento, en el Israel Celestial, cuando apareció el Reverendo William Branham, la séptima edad de la Iglesia había comenzado hacía unos tres años, porque comenzó en el año ¿qué año fue? 1906. El Reverendo William Branham nació en el 1909. Y luego, vean ustedes, la presencia del Reverendo William Branham, en quien estaba el Espíritu Santo operando el ministerio de Elías por cuarta vez, era la señal allí para esa etapa o esa edad, era la señal de que la Venida del Señor estaba cerca, y de que la Venida del Reino de Dios estaba cerca también.

Porque Juan el Bautista cuando predicó estuvo anunciado también que el Reino de Dios se había acercado. Y también dijo que después de él vendría un varón, del cual él no era digno de desatar la correa de su calzado; o sea, que cuando apareció Juan el Bautista había llegado el tiempo para cumplirse todas esas profecías en medio del pueblo hebreo.

Y cuando apareció el Reverendo William Branham, de ahí en adelante ha llegado el tiempo o llegó el tiempo para cumplir Dios las profecías del Día Postrero, del tiempo final, del fin del siglo. Por lo tanto, es el Espíritu Santo el que estaría en la Tierra en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo siendo la señal del fin del tiempo en Su manifestación final.

Los escogidos verán al Espíritu Santo, pero lo verán velado en carne humana en el Ángel del Señor Jesucristo, así como lo vimos velado en carne humana en el Reverendo William Branham. Y así como Él se manifestó por medio de los diferentes Mensajeros correspondientes a cada edad. Por eso es que el Reverendo William Branham dice que el Espíritu Santo, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre. ¿Ven?

Y ahora, también nos habla que el Espíritu Santo, el cual tenemos en nuestro medio ahora, dice que se hará carne, se encarnará.

Ahora, vean todas esas promesas. Eso está en la página 134 del libro de “Los Sellos,” y 146 del libro de “Los Sellos.”

Ahora, si se va a encarnar, pues tiene que tener un velo de carne para hacerse carne en medio de Su Iglesia.

Ahora, tenemos la promesa que eso será Apocalipsis 19, verso 11 al 21, donde viene Cristo en un Caballo Blanco como la nieve, y será completamente Emanuel, o sea, será de nuevo el Verbo viniendo en medio de Su pueblo. Es la manifestación final de Dios. Y siendo Emanuel, dice el Reverendo William Branham: “Será completamente Emanuel, la Palabra, o sea, el Verbo, la Palabra hecha carne en un hombre.”

Por lo tanto, hay que buscar a ese hombre. ¿Y dónde lo vamos a buscar? En medio de la Iglesia del Señor Jesucristo. ¿Y en qué parte de la Iglesia? No lo va a buscar en la primera edad, porque en la primera edad el Espíritu Santo estaba en San Pablo, y ya tuvo Su manifestación en San Pablo; y no lo va a buscar en ninguno de los siete Ángeles Mensajeros, porque ya ellos tuvieron su ministerio aquí en la Tierra y se fueron, pero el Espíritu Santo estuvo en ellos manifestado en carne humana, en la porción correspondiente a cada edad.

Para este tiempo final tenemos la promesa de que el Espíritu Santo va a venir manifestado en carne humana, se va a encarnar, y por consiguiente estará manifestándose y estará hablándonos todas las cosas que deben suceder pronto, porque es el Espíritu Santo el que Cristo dijo que nos enseñaría todas las cosas y nos recordaría todas las cosas.

Por lo tanto, será el Espíritu Santo obrando, pero obrará a través de un velo de carne, de un hombre, para darnos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Y cuando los escogidos de Dios estén viendo al Espíritu Santo manifestado en carne humana operando los ministerios de Jesús, de Moisés y de Elías, estarán viendo a los Ángeles cosechadores, a los ministerios de Moisés y Elías manifestados en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, y luego también lo verán más adelante en medio del pueblo hebreo.

Ahora miren, vamos a ver aquí San Mateo, capítulo 3. En San Mateo, capítulo 3, verso 10 al 12, dice Juan el Bautista:

Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.”

Y ahora, aquí aparece que es Jesucristo el que va... dice: “Recogerá Su trigo en el granero.” Y Juan dijo que es Jesucristo, y Jesucristo dice que son los Ángeles. ¿Cuál está correcto? Los dos están correctos; porque el Hijo del Hombre, del cual Juan dice que será el que recogerá el trigo, es Jesucristo. Y el Hijo del Hombre, Jesucristo, vendrá con Sus Ángeles.

Por lo tanto, a través de Sus Ángeles, a través de esos ministerios de Moisés y Elías será que Cristo, el Espíritu Santo, recogerá a todos los escogidos de Dios, y nos colocará en la edad correspondiente de la Edad de la Piedra Angular, y nos preparará, nos dará la fe para ser transformados y raptados, para llevarnos Cristo con Él a la Cena de las Bodas del Cordero.

Por lo tanto, esa será la señal del tiempo del fin o del fin del tiempo, son los Ángeles Segadores. Y ya hemos visto quiénes son los Ángeles Segadores: son los ministerios de Moisés y Elías siendo operados por el Espíritu Santo en el último Mensajero que Cristo enviará a Su Iglesia, que es el Ángel del Señor Jesucristo.

A través de ese Ángel Mensajero que aparece también en Apocalipsis, capítulo 7, y ahí aparece uno solo, para llamar y juntar y recoger ciento cuarenta y cuatro mil hebreos. Pero luego en Apocalipsis, capítulo 11 aparecen dos Olivos. Es que los ministerios de los dos Olivos estarán en un Ángel Mensajero, que es el Ángel del Señor Jesucristo.

El Reverendo William Branham dice: “Dios no tiene dos Profetas mayores al mismo tiempo.”

Y ahora, con la promesa del Espíritu Santo viniendo para enviar Sus Ángeles, Cristo, el Hijo del Hombre, enviando Sus Ángeles, aparecen dos ahí, los Ángeles del Hijo del Hombre, que son los ministerios de los dos Olivos; pero por cuanto Dios no tiene dos profetas mayores al mismo tiempo, entonces dentro de un solo Profeta mete el ministerio de Elías, mete el ministerio de Moisés, y mete el ministerio de Jesús; porque el único que tiene ministerios es el Espíritu Santo, y Él opera el ministerio que Él quiera operar en el Mensajero que Él envía.

Por lo tanto, será el Espíritu Santo en el Mensajero del Día Postrero en el Ángel del Señor Jesucristo, operando los ministerios de Moisés, de Elías y de Jesús. Y ahí tenemos claramente el misterio abierto. Es que la Séptima Trompeta y el Séptimo Sello es la Venida del Señor, la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles. ¿Ven lo sencillo que es todo?

No hay nada difícil en la Escritura. Y en las profecías para el Día Postrero no hay nada difícil. Son los hombres los que han complicado todas las profecías bíblicas. Pero ahora es por medio de la revelación del Espíritu Santo que traerá el Espíritu Santo a Su Iglesia, por medio de Su Ángel Mensajero, que todos estos misterios serán abiertos completamente.

San Pablo lleno del Espíritu Santo y por medio del Espíritu Santo abrió muchos misterios, y también cada Mensajero que Dios envió, como también San Pedro el Día de Pentecostés, y en otras ocasiones también. Y también encontramos que el Reverendo William Branham abrió muchos misterios que no estaban abiertos durante las edades de la Iglesia anteriores al tiempo del Reverendo William Branham.

Pero cuando le tocó hablar acerca del Séptimo Sello, dijo: “El Séptimo Sello no ha sido abierto, será abierto más adelante.” Y él dijo que el Séptimo Sello es la Venida del Señor, y que los Siete Truenos son los que tienen el misterio del Séptimo Sello, que los Siete Truenos darán a conocer ese misterio, el misterio del Séptimo Sello. Eso está en la página 128 del libro de “Los Sellos,” y en la página 481, 482, 483 y 484. Y en la página 474 y 475, nos habla de ese misterio del Séptimo Sello, y nos dice: “No habrá dos aquí al mismo tiempo. Y si así fuera, a mí me conviene menguar y a él crecer.” Está hablando de otro que vendrá después de él, del cual en la página 474, él dice: “Yo no sé quién será.” ¿Ven? Está hablando de alguien. Como Juan el Bautista dijo que después de él venía uno, y él dijo: “Yo no le conocía.”

Ahora, también encontramos que en la página 472 del libro de “Los Sellos,” dice: “Cuando el Séptimo Sello comience será un secreto por completo.” ¿Ven? El comienzo del Séptimo Sello.

Pero luego en la página 464 y 465, dice: “Al final del Séptimo Sello...” ¿Ven? Tiene un comienzo y tiene un final. Como la Primera Venida de Cristo tuvo un comienzo naciendo en Belén de Judea, y luego tuvo un final muriendo en la Cruz del Calvario, luego resucitando y ascendiendo al Cielo victorioso.

Y ahora, Él dice que: “Al final del Séptimo Sello es el fin de la Iglesia, es el fin del mundo agitado, es el fin de las trompetas, y es el fin del mismo Séptimo Sello.” Dice: “Todo esto está en el Séptimo Sello, y es el fin también de las plagas, todo.” Vean, el fin de todas las cosas está ¿dónde? En el Séptimo Sello. Al final del Séptimo Sello entonces es el fin para todas las cosas.

Y ahora, encontramos que bajo el misterio del Séptimo Sello también está el misterio de la Séptima Trompeta, de los dos Olivos. Y todo eso está ligado a la Gran Cosecha, al recogimiento de los hijos e hijas de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, en donde somos llamados, juntados y donde Él nos revela las cosas que deben suceder pronto, y nos revela el misterio del Séptimo Sello, y nos prepara así para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Porque esa revelación del Séptimo Sello, que el Espíritu Santo nos da, es la que nos da la fe para ser transformados: la revelación. Sin la revelación del Séptimo Sello, ninguna persona puede ser transformada para ser llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, como sin la revelación de la Primera Venida de Cristo ninguna persona puede obtener el perdón de sus pecados, y ninguna persona puede ser bautizada en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y ninguna persona puede recibir el Espíritu Santo, y ninguna persona puede obtener el nuevo nacimiento, ninguna persona puede obtener esa transformación interior, tiene que tener la revelación de la Primera Venida de Cristo, la cual está contenida en el Evangelio de la Gracia; misterio que abrió San Pedro el Día de Pentecostés.

Y el misterio del Séptimo Sello, ¿está dónde? Es en el Evangelio del Reino. ¿Ven lo sencillo que es? El Evangelio del Reino es identificado por el misterio del Séptimo Sello, porque el Evangelio del Reino gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo, gira alrededor del Séptimo Sello, gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles.

Por lo tanto, bajo la revelación del Evangelio del Reino el misterio de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles es abierto a los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular. Por eso es que los Ángeles Segadores ya entendemos que son los ministerios de los dos Olivos, Moisés y Elías, los ministerios que estarán en el Ángel del Señor Jesucristo, el Ángel que sube de donde sale el sol en Apocalipsis, capítulo 7, verso 2 en adelante, el cual viene para llamar y juntar ciento cuarenta y cuatro mil, doce mil de cada tribu.

Ahora, cuando Cristo llame y junte los escogidos de Su Iglesia, y complete Su Iglesia, pues se completará el Cuerpo Místico de Cristo, y en algún momento también llamará ciento cuarenta y cuatro mil hebreos. Pero primero tienen que llamar y juntar los escogidos de Su Iglesia.

Por lo tanto, esa es la labor para los Ángeles segadores en este tiempo final, para los ministerios de Moisés y Elías, y de Jesús, porque también dice Juan el Bautista que el que vendrá después de él les bautizará con Espíritu Santo y Fuego, y también recogerá el trigo en Su granero. ¿Ven? Por lo tanto, ahí tenemos el misterio de los Ángeles Segadores. Ese misterio ha sido dado a conocer bajo la Lluvia Tardía, bajo la predicación del Evangelio del Reino.

Y ahora, todos sabemos el misterio de los Ángeles Segadores; los cuales también aparecen en Apocalipsis, capítulo 14, versos 14 al 20; tienen que ver con las bendiciones y tienen que ver también con el juicio divino que va a venir sobre la raza humana.

Por lo tanto, le damos gracias a Cristo por los Ángeles Segadores, los Ángeles Cosechadores prometidos para este tiempo final.

Vean, vamos a leer aquí, algo aquí donde lo condensa todo el Reverendo William Branham. Vamos a ver si lo consigo rápido, aquí estaba, lo había visto. Aquí está en “Citas,” página 140 (en el libro que yo tengo aquí está en la 141), el párrafo 1260, dice:

Un Ángel viene para traer la separación, la segregación entre lo cierto y lo erróneo, y nadie puede hacer eso sino el Ángel del Señor (¿ven?). Él es el que va a decir cuál es cierto y cuál es erróneo. Dios dijo que Él enviará Sus Ángeles en el último tiempo; no Ángeles abajo aquí (o sea, no Ángeles abajo en las edades), sino ángeles en el último tiempo (y eso es en la Edad de la Piedra Angular)... sino ángeles en el último tiempo.”

Por eso la señal del último tiempo para la Iglesia es la aparición de los Ángeles del Hijo del Hombre.

...y reuniría. Sabemos que esto es el tiempo venidero de cosecha ahora (¿ven? Eso es para el tiempo de la cosecha). Ahora un Ángel es en realidad interpretado un Mensajero.”

Y ahora, la presencia de los Ángeles del Hijo del Hombre, lo cual será el Ángel del Señor apareciendo en medio de Su Iglesia, es la señal del último tiempo o del tiempo final para la Iglesia, y es la señal de la cosecha, es la señal de que pronto vamos a ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Por lo tanto, esperamos que Cristo continúe obrando y cumpliendo las cosas que Él ha prometido para este tiempo final; y continuamos bien agarrados del Espíritu Santo, así como se agarró Jacob del Ángel de Jehová allá, cuando le apareció y no lo soltó, hasta que lo bendijo.

Por lo tanto, permanecemos bien agarrados de Cristo, el Ángel del Pacto, en este tiempo final.

Ya con todas las cosas que el Espíritu Santo nos ha revelado, nos hemos ido o estamos más adelantados, y nos hemos ido más al frente que los que vivieron en la primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima edad; cosas que ellos no podían comprender, ahora las comprendemos nosotros. ¿Por qué no las podían comprender? Porque estas cosas serían abiertas, reveladas bajo la predicación del Evangelio del Reino, bajo la Lluvia Tardía cayendo, la Lluvia de la Enseñanza cayendo sobre la Iglesia del Señor Jesucristo.

Por lo tanto, bajo la Lluvia Tardía es que serían revelados estos misterios que no habían sido abiertos en edades pasadas, y que el Reverendo William Branham tampoco los abrió, porque no era el tiempo para eso; solamente habló de ellos, pero no pudo identificar el cumplimiento de ellos, porque no era el tiempo todavía para eso.

Pero para nuestro tiempo ha llegado el tiempo para los Ángeles Segadores enviados por el Hijo del Hombre, para estar en la Iglesia del Señor Jesucristo, esos ministerios llamando y juntando a todos los escogidos de Dios del Israel Celestial en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, y luego llamará y juntará ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu.

Por lo tanto, le damos gracias a Dios por los Ángeles Segadores que Él prometió enviar en este tiempo final.

Que Dios les bendiga y les guarde, y muchas gracias por vuestra amable atención, y continúen pasando una tarde llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.

Dejo nuevamente al Reverendo Miguel Bermúdez Marín para finalizar, ya que tenemos que estar ya en el aeropuerto, porque hemos de salir dentro de unos momentos para otro país.

Así que vamos a dejar al Reverendo, misionero Miguel Bermúdez Marín con nosotros para continuar. Y que Dios les bendiga y les guarde, y nos veremos ya muy pronto en el Ecuador nuevamente, y también a través de internet y a través del satélite.

Miguel, sí sabe cuál es el satélite, ¿Miguel? Y cómo conectarse con el satélite, y cómo hacer para... qué equipo tener. Y ya por satélite también pueden recibir los Mensajes. ¿Del satélite sale claro, Miguel? Pues, el de Chile, yo te digo. ¿Sale tan claro como por internet? Pues así, ya los Mensajes pues los graban de ahí mismo también, porque después va a ser las 24 horas, ¿verdad?

Así que Dios nos está bendiciendo grandemente, y vean, si el Evangelio del Reino, porque Cristo dijo: “Y será predicado este Evangelio del Reino por testimonio a todo el mundo, y entonces vendrá el fin.” Pero miren, ahora es tan sencillo predicar el Evangelio a todo el mundo a través de los satélites y a través del internet, que en un solo día se cubre el mundo entero.

Cualquier persona podría pensar: “Oye, predicar el Evangelio en el mundo entero, eso toma miles de años; porque para llegar el Evangelio de Cristo, de la Gracia, por todo el mundo ha tomado cientos de años, más de mil años.”

Y ahora vean, el Evangelio del Reino tiene todas las facilidades para llegar al mundo entero, porque Cristo dijo: “Y será predicado este Evangelio del Reino por testimonio a todo el mundo.” ¿Ven? Pues por lo tanto Dios iba a proveer las facilidades para que tuviéramos las facilidades para que pudiera llegar por el mundo entero.

Bueno, el Mensaje es echado por el aire también. Y vamos a dejarlo ahí quietecito.

Que Dios les bendiga y les guarde, y con nosotros el Reverendo Miguel Bermúdez Marín.

LOS ÁNGELES SEGADORES.”