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Los Misterios de Dios resumidos 2004-10-26 3 Asunción Asunción PY 00:57:03 false true

Muy buenas noches, ministros, compañeros en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para esta ocasión reciban también saludos de nuestro hermano Miguel Bermúdez Marín, quien se encuentra en el África en la Obra Misionera.

Leemos en el libro del Apocalipsis en el capítulo 4, versos 1 en adelante, donde nos dice Dios:

Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.

Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.

Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.

Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.

Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios. ”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema es: “LOS MISTERIOS DE DIOS RESUMIDOS.”

En el libro del Apocalipsis encontramos en el capítulo 1, verso 1 al 3, lo siguiente, dice:

La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,

que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.”

Aquí en la revelación de Jesucristo... la revelación de Jesucristo ha sido dada a Juan a través del Ángel del Señor Jesucristo. La revelación de Jesucristo para Su Iglesia, la revelación de Jesucristo en Su Iglesia y la forma en que Cristo estaría revelado en Su Iglesia, todo eso fue dado a Juan, manifestado a Juan por medio del Ángel del Señor Jesucristo, que es el que tiene la revelación de Jesucristo, y dio a conocer a Juan todo lo que iba a suceder en la Iglesia del Señor Jesucristo a través de sus diferentes edades, y para este tiempo final todo lo que iba a suceder, y para el Reino Milenial y para la eternidad.

El portador de la revelación de Jesucristo es el Ángel del Señor Jesucristo, y por medio del Ángel del Señor Jesucristo es que Cristo se reveló a Juan y le reveló a Juan todo lo que iba a suceder. Por eso:

La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan.”

Vean, ahora la revelación de Jesucristo fue resumida en el Ángel del Señor Jesucristo, y del Ángel del Señor Jesucristo fue dada a Juan el Apóstol, y Él escribió todo lo que iba a suceder, cómo Cristo iba a estar velado y revelado en medio de Su Iglesia de edad en edad. Todo eso está contenido en la revelación de Jesucristo que le fue dada a Juan a través del Ángel del Señor Jesucristo, luego de edad en edad Cristo en Espíritu Santo estuvo velado y revelado en cada Ángel Mensajero correspondiente a cada edad, por consiguiente el misterio de Dios correspondiente a cada estuvo resumido en el Ángel del Señor Jesucristo correspondiente a cada edad.

Y a través de ese Ángel correspondiente a cada edad, Cristo se reveló a Su Iglesia y en Su Iglesia, y le habló a Su Iglesia en cada edad correspondiente, y esa fue la revelación de Jesucristo en cada edad. Cristo velado y revelado a través de cada Ángel Mensajero, y fue abierto un misterio divino, un misterio de Cristo en cada edad, y el misterio estaba resumido en el Ángel correspondiente a cada edad.

Y ahora, para este tiempo final, encontramos que tenemos la promesa de la revelación de Jesucristo.

Ahora, vamos a ver aquí en la página 103 del libro de “Los Sellos,” dice, a la mitad dice (en español):

Aquí está el plan: La primera cosa que sucede es un anuncio en el Cielo. ¿Qué sucede? Un sello fue abierto. ¿Qué es ese sello? Un misterio es dado a conocer. Cuando un misterio es revelado, entonces suena una trompeta declarando una guerra; una plaga cae a la tierra, y se abre una edad de la iglesia.

Ahora ¿para qué es la guerra? El ángel de la iglesia capta el misterio de Dios aun no revelado completamente todavía, y cuando lo capta él sale ante el pueblo después que le es dado el misterio; ¿y qué hace? Él comienza a proclamar ese mensaje; ¿y qué sucede? Comienza una guerra, una guerra espiritual; entonces Dios toma Su Mensajero juntamente con los elegidos de esa edad, y los pone a descansar (o sea, se lleva el Mensajero y se lleva el grupo, a cada uno de los de ese grupo; o sea, parten de esta dimensión terrenal, mueren sus cuerpos físicos)... y los pone a descansar; luego deja caer la plaga sobre todos aquellos que rechazaron, un juicio temporal.

Después de esto la cosa continúa y de la obra de aquel hombre forman una denominación, como hicieron con Wesley y los demás. Luego todo llega a una condición tan mezclada, y Dios manda otro misterio, ¿y qué sucede? Llega otro Mensajero para otra edad de la iglesia. Y cuando él llega, la trompeta suena y se declara la guerra. Luego ¿qué sucede? Dios lo llama y empiezan a caer las plagas para destruirlos, la muerte espiritual cae sobre la iglesia, y el grupo que rechazó se queda sin esperanza. Y así continúa por las demás edades.

Es un plan magnífico hasta que llega al último ángel.”

Ahora, podemos ver cómo es que todo funciona. Hemos visto que un misterio es abierto, un Mensaje es dado a un Mensajero, él lo proclama, Dios llama a Sus escogidos de esa edad, y luego que termina el plan de esa edad, se los lleva Dios, los pone a descansar, o sea, mueren físicamente, el Mensajero Dios se lo lleva, y ya esa edad se queda sin Luz; porque esa edad, ese candelero con esa mecha encendida se apaga, y ya es quitado del lugar; ese candelero ya dejó de funcionar para esa edad, y entonces viene otro candelero, es encendido, y viene la Luz para esa nueva edad, el Mensaje divino a través del Espíritu Santo en el Mensajero correspondiente a esa edad.

Y eso es un misterio divino que se abre en el Cielo, es dada la revelación de Cristo al Mensajero, y él la proclama, y ese es el Programa de Dios para esa edad que está resumido en el Mensajero de esa edad, y luego en el grupo que lo recibe. Así ha sido de edad en edad.

Vean aquí también en la página 113 del libro de “Los Sellos,” dice:

Esas son las Trompetas que suenan. Ahora cuando lleguemos a las Trompetas veremos en detalles cada una de esas guerras para mostrarles que cada guerra siguió una edad de la iglesia, y también siguen estos Sellos. Entonces la trompeta significa disturbios políticos, mientras que los Sellos significan disturbios religiosos. ¿Ve usted? Se abre un Sello y es depositado un mensaje.”

¿Dónde es depositado un Mensaje? En un Mensajero, y ese Mensajero lo proclama y así deposita ese Mensaje en la Iglesia de Jesucristo en la edad a la cual es enviado; se abre una edad, y en esa edad él coloca ese Mensaje. Por ejemplo, Wesley no podía colocar su Mensaje en la edad luterana ni lo podía colocar en la edad pentecostal, lo tenía que colocar en la edad para la cual él fue enviado. Así es para cada Mensajero con el Mensaje que Dios le da.

Se abre un Sello y es depositado un Mensaje. Luego siendo que la iglesia ha estado tan bien formada en sus sistemas formas políticas; entonces cuando el Mensaje es entregado, el Mensajero sale y les da una buena sacudida. Correcto. Entonces resulta un disturbio religioso cuando se abre un Sello. Esto es lo que ha sucedido. Todavía la iglesia está reposando en Sión (sigue diciendo); se acomoda bien y dice: Todo está bien. Como por ejemplo la iglesia de Inglaterra estaba bien acomodada. La iglesia católica estaba bien acomodada cuando llegó Lutero, y entonces hubo un disturbio religioso. Sí señor. La iglesia siguió pues con Zwinglio y de allí pasó a distintos líderes como Calvino. Luego la iglesia Anglicana se acomodó y estaba reposando cuando llegó Wesley, y entonces hubo un disturbio religioso. Correcto. Siempre causa un disturbio religioso.”

O sea, que cuando se abre un Sello causa un disturbio religioso, porque un Mensaje es entregado a un Mensajero que Dios levanta en ese tiempo, él proclama ese Mensaje y surge un disturbio religioso, porque la verdad divina, la revelación divina para esa edad surge a través del Espíritu Santo en un Mensajero correspondiente a ese tiempo. Y Dios tiene un solo Mensajero para cada edad y un solo Mensajero para cada dispensación.

Ahora, podemos ver que es un plan perfecto que hay en el Programa Divino, en donde los misterios de Dios son resumidos en los Mensajeros que Dios envía para cada edad. Y si usted quiere ver esos misterios más resumidos, pues los resume en el Ángel del Señor Jesucristo, todos los misterios de todas las edades. Y si lo quiere ver más resumido, lo resume en Cristo, y ahí tiene todo ya super condensado, super resumido.

Ahora, los misterios de Dios han estado siendo manifestados en el Cielo, abiertos en el Cielo, y manifestados en la Tierra; porque la Voz de Dios, la revelación divina viene del Cielo y luego es abierta esta revelación divina en la Tierra por medio del Espíritu Santo, a través del Mensajero correspondiente a cada edad.

Así es también para nuestro tiempo, luego de las siete etapas o edades de la Iglesia, los misterios de Dios correspondientes a este tiempo, el misterio de Dios correspondiente a este tiempo es colocado, dado al Mensajero del Día Postrero, al Ángel del Señor Jesucristo, y por medio del Ángel del Señor Jesucristo revelado, dado a conocer a la Iglesia del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular, no en la edad pentecostal ni en la edad wesleyana ni en la edad luterana sino en la Edad de la Piedra Angular.

Esa es la Edad para el misterio de Dios correspondiente a nuestro tiempo ser revelado, dado a conocer a la Iglesia del Señor Jesucristo. Y ese misterio es dado desde el Cielo, abierto desde el Cielo y dado al Ángel del Señor Jesucristo y él lo proclama en la Tierra en la Iglesia de Jesucristo, y ahí viene la bendición de Cristo para la Iglesia del Señor Jesucristo.

Toda revelación divina para cada edad tuvo que venir a través del Espíritu Santo en el Ángel Mensajero correspondiente a cada edad, porque toda revelación divina tiene que venir por medio de un Profeta. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus Siervos Sus Profetas.”

Por lo tanto, podemos comprender lo que entonces nos habla el Reverendo William Branham en la página 301 y 302, del libro de “Los Sellos,” dice la 301, y luego pasamos a la 302, dice:

Noten bien: En el tiempo cuando Dios iba a librar al mundo antes del diluvio, El mandó un águila. Cuando decidió librar a Israel, también mandó un águila (esto es ¿qué? Un Profeta. Y estos son Profeta dispensacionales: Noé y Moisés). ¿No cree usted que cuando Juan estaba en la Isla de Patmos, este mensaje era tan perfecto que aun no podía ser confiado a un Ángel? Ahora, un ángel es un mensajero, pero ¿sabía usted que aquel mensajero era un profeta? ¿Lo creen? Vamos a probarlo. Veamos Apocalipsis 22:9 para ver si no fue un águila. El era un ángel, un mensajero, pero era un profeta, el cual reveló a Juan completamente este libro de Apocalipsis. Ahora veamos lo que Juan vio:

Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que hube oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.

Y él (el ángel) me dijo: Mira que no lo hagas (ningún verdadero profeta recibiría adoración, o mensajero alguno): porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios. (Apocalipsis 22:8-9).

Ahora, el Libro era tan importante, y es la Palabra de Dios. ¡Cuidado! Cuando la Palabra de Dios es revelada, tiene que ser traída por el profeta porque solamente a él llega la Palabra de Dios.”

Y cuando el pueblo ha estado esperando la revelación de los Siete Truenos, ha estado esperando ¿qué? Que aparezca un Profeta en la escena, al cual venga la Palabra de Dios para revelarla a la Iglesia del Señor Jesucristo. No hay otra forma para venir la revelación de la Palabra Divina a la Iglesia del Señor Jesucristo, como tampoco hay otra forma para que venga la Palabra revelada al pueblo hebreo, excepto a través de un Profeta.

Y vean ustedes, por esa causa es que luego de las siete etapas o edades de la Iglesia, donde tuvimos el candelabro con las siete lámparas, las cuales fueron encendidas cada una en su tiempo, luego que han transcurrido esas edades, ahora en Apocalipsis, capítulo 11, nos dice del verso 3 en adelante... y si leemos aun antes, del 1 en adelante, encontraremos todo este panorama en el Templo de Dios:

Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él.

Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.

Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.

Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.”

Y ahora, para después de las siete edades tenemos los dos Olivos y los dos Candeleros, y esos dos Candeleros estarán ¿cómo? Encendidos alumbrando en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo. Y esos dos Olivos, que son los ministerios de Moisés y Elías, estarán en la Iglesia del Señor Jesucristo y después en medio del pueblo hebreo. Sigue diciendo:

Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.”

Y ahora, dice que son los dos Olivos y los dos Candeleros que están en pie delante del Dios de la Tierra. Y en Zacarías, nos dice en el capítulo 4, verso 11 al 14:

Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos; a la derecha del candelabro y a su izquierda?

Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro?

Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no.

Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.”

Y ahora, aquí los dos Ungidos son los dos Olivos y son las dos ramas de olivo, son los ministerios de Moisés y Elías en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo y después en medio del pueblo hebreo.

Ahora, podemos ver este gran misterio divino correspondiente al tiempo final. A través del ministerio de los siete Ángeles de la Iglesia del Señor Jesucristo, Cristo estuvo velado y revelado trayendo la revelación divina correspondiente a cada edad, que es la revelación de Cristo para cada edad. La revelación de Cristo, o sea, Cristo revelado, velado y revelado en cada Ángel Mensajero.

Cristo se reveló, se veló y se reveló a través del Mensajero de cada edad. Esa fue la revelación de Cristo para Su Iglesia en cada edad, fue en el Mensajero de cada edad y a través del Mensajero vino el Mensaje que dio a conocer esa revelación y que dio a conocer la labor correspondiente a cada tiempo, y llevó a cabo la obra correspondiente a cada tiempo, fue Cristo en Espíritu Santo velado y revelado en el Mensajero de cada edad haciendo la Obra correspondiente a cada edad.

Y esa fue la revelación de Cristo, Cristo revelado en el Mensajero correspondiente a cada edad, y allí estaba el misterio de Dios resumido en un hombre, que fue el Mensajero de cada edad. Y para el Día Postrero todo el misterio y todos los misterios de Dios correspondientes a este tiempo final están resumidos en un Ángel Mensajero de Cristo, el Ángel del Señor Jesucristo para a través de ese Ángel Cristo velarse y revelarse a Su pueblo y hablar a Su pueblo y darle a conocer todos los misterios de Dios correspondientes de este tiempo final, darle a conocer todas las cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Por eso cuando nos dice en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1:

Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”

Luego para darnos a conocer las cosas que deben suceder después de las que ya han sucedido en las siete edades de la Iglesia, vean en Apocalipsis 22, verso 6, dice la forma en que Él va a darnos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”

Y ahora, el Dios de los Espíritus de los Profetas, ¿a quién ha enviado? A Su Ángel, ¿para qué? Para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. Así como envió a Su Ángel para mostrarle a Juan las cosas que iban a suceder durante la Dispensación de la Gracia, y después durante la Dispensación del Reino y en la eternidad, para este tiempo final Cristo envía a Su Ángel a Su Iglesia para darle a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto; y será Cristo en Espíritu Santo en un hombre, en Su Ángel, dándole y colocando en él Su Mensaje, Su misterio correspondiente al tiempo final; y a través de ese Ángel Cristo en Espíritu Santo hablándole a Su Iglesia y abriéndole el misterio correspondiente a este tiempo final.

Y Cristo por medio de ese Ángel llevando a cabo la Obra correspondiente a este tiempo final, cumpliendo el misterio del Día Postrero, cumpliendo el misterio de Cristo correspondiente a este tiempo final, y así el misterio de Cristo estará resumido en Su Ángel Mensajero correspondiente a este tiempo final; y así es como los misterios de Dios son resumidos, y queda resumido el misterio de Cristo en la Iglesia del Señor Jesucristo del Día Postrero. Así como fue en cada edad pasada.

Hemos visto lo sencillo que es todo.

Ahora vean, tenemos una Puerta abierta en el Cielo en Apocalipsis, capítulo 4, y esto nos habla de Cristo, que es la Puerta por donde entran todas las ovejas en el Redil del Señor. Juan vio esa Puerta abierta en el Cielo, o sea, que vio a Cristo.

Y ahora, encontramos también que Juan escuchó una Voz como de Trompeta, es la Voz de Cristo hablando y diciéndole que suba.

Ahora, en el Cuerpo Místico de Cristo los escogidos han estado subiendo de una edad a otra edad; cada vez que viene un grupo de escogidos con un Mensajero sube a una edad más alta.

Y ahora, subimos a la edad más alta, que es la Edad de la Piedra Angular, la Edad de la Adopción, para escuchar la Voz de Cristo como la gran Voz de Trompeta de Apocalipsis, capítulo 1, verso 10 al 11, la Voz que Juan escuchó en el Día del Señor como una gran Voz de Trompeta, que le dijo: “Yo Soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin.” Y Jesucristo es el Alfa y Omega, el principio y el fin. Esa misma voz es la Voz de Apocalipsis, capítulo 4, verso 1; y es la misma Voz de Primera de Corintios, capítulo 15, versos 49 al 58, es la Voz de la Trompeta final, la Voz de la gran Voz de Trompeta de San Mateo, capítulo 24, verso 31:

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos.”

Es la misma gran Voz de Trompeta y Voz de Dios y Voz de Arcángel de Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, verso 12 al 17; es la Voz de Arcángel y Trompeta de Dios.

Por lo tanto, siendo la Voz de Arcángel, que es la Voz de Cristo, ahí tendrá la revelación divina para la Iglesia del Señor Jesucristo del misterio del Séptimo Sello, con el cual le da la fe para ser transformados y raptados a los escogidos del Día Postrero.

Por lo tanto, todo misterio correspondiente a este tiempo final tiene que ser dado a un Profeta, y revelado por el Espíritu Santo a través de un Profeta a la Iglesia del Señor Jesucristo.

¿Cuándo el pueblo está esperando la revelación de los Siete Truenos, que es la revelación que da a conocer el misterio del Séptimo Sello? Pues tiene que estar esperando la aparición de un Profeta al cual venga la revelación de la Palabra de Dios para nuestro tiempo, sino no puede venir ninguna revelación de Dios, porque toda revelación de Dios viene del Cielo y solamente los Profetas tienen las dos conciencias juntas para escuchar la Voz de Dios desde el Cielo, y luego dar a conocer ese misterio, que es revelado a él, a la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y así es como Dios ha obrado siempre, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus Siervos Sus Profetas.” Dice Amós, capítulo 3, verso 7. Y en Deuteronomio, capítulo 18, verso 15 al 19, también nos dice Moisés: “Profeta como yo os levantará el Señor, vuestro Dios, a él oíd.”

¿Por qué él dice que escuchen a ese Profeta? Porque la Voz de Dios es colocada en ese Profeta, porque toda revelación viene de Dios al Profeta y el Profeta la habla al pueblo, pero el Profeta ungido con el Espíritu Santo y por consiguiente es el Espíritu Santo hablando a través de un hombre a Su pueblo; porque Dios coloca Su Palabra en la boca de ese Profeta. Por eso Moisés también dijo: “Profeta...” Vamos a leerlo aquí en Deuteronomio, capítulo 18, verso 18 al 19, dice:

Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú (o sea, le dice a Moisés)...

Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú (o sea, como Moisés); y pondré mis palabras en su boca...”

¿Dónde Dios coloca Sus Palabras? En la boca del Profeta que Él envía. Toda persona que quiere escuchar la Voz de Dios tiene que entender que la Voz de Dios, la puede escuchar a través de labios humanos, a través de un Profeta donde Dios ha colocado Su Palabra.

...y él les hablará todo lo que yo le mandare.

Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.”

Ahora, podemos ver que cada persona tiene una responsabilidad, y es de buscar y encontrar al Profeta que Dios tiene para ese tiempo y escuchar la Voz de Dios a través de ese Profeta. En Zacarías, capítulo 7, verso 11 al 12, dice (hablando del pueblo hebreo que no quiso escuchar la Voz de Dios por medio de los Profetas, sino que se conformó con escuchar las enseñanzas de los sumos sacerdotes, de los escribas, de los fariseos, de los saduceos, y así por el estilo; pero no prestó atención a la Voz de Dios a través de los Profetas). Vean lo que sucedió aquí:

Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;

y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.”

Y ahora, Dios por medio de Su Espíritu Santo habló a través de los Profetas y al no querer escuchar a los Profetas, pues no quisieron escuchar a Dios, que era el que estaba en los Profetas y estaba hablando a través de los Profetas. Dios estaba en Espíritu Santo en los Profetas del Antiguo Testamento. El Espíritu de Criso que estaba en los Profetas era el que profetizaba, dice San Pedro en Primera de Pedro, capítulo 1, versos 12 en adelante... veamos cómo nos dice el Apóstol Pedro: capítulo 1, verso 10 en adelante, dice de Primera de Pedro:

Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación,

escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos...”

¿Qué espíritu era el que estaba en los Profetas del Antiguo Testamento? El Espíritu de Cristo, el Espíritu Santo

...el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.

A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.”

Y ahora, en el Nuevo Testamento el Espíritu Santo vino el Día de Pentecostés y estuvo hablando a través de San Pedro y luego habló a través de los demás Apóstoles y a través de los diferentes Ángeles Mensajeros, y para este tiempo final la promesa es en el libro de “Los Sellos,” en la página 134, la siguiente:

Y noten ustedes: Cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio ahora mismo en la forma del Espíritu Santo, cuando Él llegue a ser encarnado en la Persona de Jesucristo, entonces nosotros le coronaremos como Rey de Reyes y Señor de Señores.”

Y también en la página 146 dice, del libro de “Los Sellos:”

Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre.”

Ahora, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre. Veamos también en la página 352, dice:

Y sucederá que al tiempo cuando el anticristo venga en su plenitud, Dios también vendrá en Su plenitud para redimirnos. Siempre corren paralelos. Caín y Abel, el cuervo y la paloma en el arca, Judas y Jesús, etc.”

Y ahora, vean ustedes, el Espíritu Santo sube a la Edad de la Piedra Angular, porque el Espíritu Santo ha estado de edad en edad subiendo de una edad a otra, donde coloca el Mensajero y donde habla a través de ese Mensajero; y ahora sube de la séptima edad donde estuvo manifestado en el Reverendo William Branham, sube a una edad más alta, a la Edad de la Piedra Angular, para ser manifestado en otro Mensajero, venir manifestado en carne humana, así como se manifestó en carne humana en cada uno de los Mensajeros pasados.

Y ahora, hemos visto que éste es el misterio correspondiente al Día Postrero, y así es como Cristo toma Sus misterios correspondientes a este Día Postrero y los coloca en un hombre, en el Día Postrero, y así quedan resumidos los misterios de Dios correspondientes a este Día Postrero en un hombre, en un Mensajero, en el Ángel del Señor Jesucristo.

Pero si quiere verlos más claro, y resumidos, están en el Espíritu Santo resumidos todos los misterios de Dios, por medio de Cristo. Pero para manifestarlos tiene que tener un instrumento de carne en cada tiempo, para manifestar el misterio correspondiente a cada tiempo y cumplir ese misterio, cumplir el Programa de Dios, que es un misterio para cada edad, y luego queda el pueblo sellado, el pueblo de esa edad queda sellada con el Espíritu Santo, ese pueblo de esa edad, y luego Dios se lleva al Mensajero y al pueblo de esa edad, y luego comienza otra edad, hasta llegar a nuestro tiempo.

Y en nuestro tiempo es que Cristo va a despertar a los muertos creyentes en Él, porque eso es para la final Trompeta, la Trompeta Séptima de Apocalipsis, capítulo 11, versos 15 en adelante; y el que toca esa Trompeta es Moisés y Elías, los dos Olivos, los dos Candeleros que están delante de Dios.

Por lo tanto, es para este tiempo en que Él nos llevará, pero nos llevará siendo transformados, sin ver muerte a los escogidos que han sido predestinados para no ver muerte, sino para ser transformados. Pero algunos de los nuestros tiene que irse adelante, para que cuando regresen resucitados sean testigos de la resurrección.

Miren, cuando Cristo resucitó, resucitaron con Él los santos del Antiguo Testamento.

Pero vean ustedes, ellos fueron testigos de la resurrección del Antiguo Testamento, de los santos del Antiguo Testamento. Pero el testigo grande de la resurrección fue nuestro amado Señor Jesucristo, porque era un testigo que había estado con los discípulos.

Si alguna persona se presentaba y le decía a los discípulos de Jesucristo: “Yo soy Abraham.” Pues ellos no habían conocido a Abraham personalmente, ni a los demás santos del Antiguo Testamento. Pero al aparecer Jesús, vean, era el que había estado con ellos. Pero aunque él resucitó en cuerpo glorificado, vean, por esa causa ni lo conocían; porque en la resurrección la persona resucita con una apariencia de 18 a 21 años de edad; ya ese misterio está abierto para todos nosotros.

Ya podemos ver porqué no le conocieron, aunque habían estado con Jesucristo y amaban a Jesucristo y Jesucristo los amaba a ellos, con todo y eso no lo conocieron.

Ahora, cuando aparezcan los santos del Nuevo Testamento, ustedes no conocían a los Apóstoles, por lo tanto, si alguien se presenta y dice: “Yo soy San Pedro.” Usted dirá “Pero yo no conocí a San Pedro, no sé cómo era.” O San Pablo, o así por el estilo.

Pero si aparece un familiar suyo o un hermano nuestro de nuestro grupo, de nuestra edad, si usted sabe que vendrán en cuerpos glorificados y jóvenes, si le aparece hablando con usted, le hablará de cosas que usted recuerda, de cosas que sucedieron, y usted dirá: “Verdaderamente éste es fulano de tal o es fulana de tal, o es mi abuela o es mi abuelo, o es mi hermano, o es mi papá o es mi mamá, porque solamente él o ella, sabían estas cosas, y solamente ellos habían hablado conmigo sobre estas cosas, o yo le había dicho ciertas cosas.”

Y vean ustedes, Cristo cuando resucitó, Él les dijo: “Estas son las cosas que yo les había dicho a ustedes.” ¿Ven? Les está recordando las conversaciones que Él había tenido con ellos. Y también cuando partió el pan, dando gracias partió el pan allá con los caminantes de Emaús, cuando partió el pan en la misma forma que Él partía el pan con ellos siempre, y oraba y daba gracias por el pan, vean, hizo todo en la misma forma y se dieron cuenta que era Jesús. Pero no se dieron cuenta por la apariencia de Él, ¿por qué? Porque el cuerpo glorificado es joven, que representa de 18 a 21 años de edad, y es un cuerpo interdimensional, puede pasar de una dimensión a otra.

Por eso luego que partió el pan y dando gracias partió el pan, lo conocieron y se desapareció de en medio de ellos; por eso era que pensaban que era un espíritu. Pero no era un espíritu, es la clase de cuerpo más glorioso que hay: el cuerpo glorificado.

Por eso luego les aparecía a ellos, a los Apóstoles en diferentes ocasiones, aun teniendo ellos las puertas cerradas en donde estaban reunidos por miedo a los judíos, y Jesús no tenía que tocar a la puerta, ya estaba glorificado, por lo tanto entraba sin abrir puertas, pasaba a través de las paredes, ¿cómo? De una dimensión pasaba a otra, y en esa dimensión viajaba y luego llegaba al sitio y luego pasaba a la dimensión visible y ahí aparecía. Luego pasaba de esa dimensión visible a la dimensión invisible y se desaparecía de en medio de ellos. Sencillo, para Jesús, y sencillo para nosotros cuando tengamos el nuevo cuerpo también.

Pero por ahora tenemos que tocar a la puerta para que nos abran la puerta, porque sino nos quedamos afuera.

Ahora, hablando de puerta, vean en Apocalipsis, capítulo 3, verso 20 al 21, dice:

...yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”

Está hablando de la cena, por lo tanto, está hablando del tiempo de la tarde, del tiempo final. Alguien abrirá la puerta en este tiempo final. Ya la puerta de la séptima edad se la cerraron en la cara a Jesucristo.

Pero ahora la puerta que se abre para Cristo entrar a Su Iglesia es la puerta de una nueva edad, la puerta de la Edad de la Piedra Angular, y la Puerta es Cristo.

Por lo tanto, se abre la revelación de Jesucristo para la Edad de la Piedra Angular, que es la Puerta, y por esa puerta entran a la Piedra Angular todos los escogidos de Dios. Y esa es una Puerta Celestial abierta en el Cielo, que en la Iglesia de Jesucristo es la Puerta de la Edad de la Piedra Angular y la Puerta es Cristo.

Cristo dijo: “Yo Soy la Puerta, el que por mí entrare, será salvo.” (San Juan, capítulo 10, verso 9).

Por lo tanto, el que le toca abrir la puerta tiene que ser un Mensajero para que Cristo entre a una nueva edad y nos dé la Cena, nos dé el Alimento Espiritual correspondiente a este tiempo final, en donde estamos en el tiempo de la tarde, para luego el mundo entrar en tinieblas, pero nosotros ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, e Israel tener un amanecer, en donde Cristo resplandecerá como el Sol de justicia, naciendo como el Sol de justicia para el pueblo hebreo.

La misma luz que alumbra en la tarde, luego de la caída del sol, corresponde a un nuevo día, y la Luz que alumbra en nuestro tiempo luego de la Luz que alumbró en la séptima edad de la Iglesia, ahora la Luz que alumbra en nuestro tiempo corresponde a un nuevo día, a una nueva edad y a un nuevo día dispensacional; a la Dispensación del Reino y a una nueva edad: la Edad de la Piedra Angular; y esa es la luz que va a salir por el Este para el pueblo hebreo, y va a alumbrar el corazón y el entendimiento de los hebreos.

Y eso será el cumplimiento de la profecía: “A los que temen mi Nombre nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salud, salvación.” Esa es la promesa de la Venida de la Luz para el Día Postrero.

Por lo tanto, los misterios de Dios serán resumidos en el Día Postrero, en el Ángel del Señor Jesucristo ungido con el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el que tiene los misterios de Dios y los va a resumir en Su manifestación final, en un hombre, en donde estará el Espíritu Santo encarnado manifestado por medio de carne humana en medio de Su Iglesia, dándonos a conocer todos estos misterios divinos, y dándonos a conocer por consiguiente todas las cosas que deben suceder pronto.

No habrá intervención humana de explicaciones humanas, sino que será el mismo Espíritu Santo velado y revelado, dándonos a conocer todos estos misterios divinos que Él tendrá resumidos en Su Ángel Mensajero; y por medio de Su Ángel Mensajero estará llevando a cabo la Obra del Día Postrero. Pero no será la obra de un hombre sino la Obra del Espíritu Santo, de Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia.

Hemos visto que todo es sencillo, y todo continuará sencillo para las personas sencillas que esperan en Dios y que esperan la revelación divina de parte de Dios.

LOS MISTERIOS DE DIOS RESUMIDOS.”

Hemos visto cómo Dios resume todos los misterios correspondientes a cada edad, y sobre todo el misterio correspondiente a cada edad y bajo ese misterio están todos los misterios de esa edad.

Y ahora, para nuestro tiempo todos los misterios de este tiempo estarán en el misterio del Día Postrero, que será el misterio de Cristo en Espíritu Santo velándose y revelándose a través de carne humana en Su Ángel Mensajero, donde tendrá todos los misterios resumidos en Su Ángel Mensajero.

LOS MISTERIOS DE DIOS RESUMIDOS.”

Recuerden que es Cristo el que tiene todos los misterios de Dios. Pero luego Él, vean, los tiene Cristo en Su Espíritu, Su Espíritu Santo, y luego los coloca en el Mensajero correspondiente a cada tiempo; y para nuestro tiempo hemos visto que serán resumidos en el Ángel del Señor Jesucristo, es Cristo el que resume los misterios, Cristo por medio de Su Espíritu Santo.

Pero tiene que tener un velo de carne en cada tiempo, para resumir el misterio correspondiente a cada tiempo en ese Mensajero, y a través de ese Mensajero cumplir el misterio correspondiente a ese tiempo, y llevar a cabo por medio de ese Mensajero y ese misterio velado en ese Mensajero, y proclamado por ese Mensajero, llevar a cabo la Obra correspondiente a ese tiempo.

Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, nuestro Salvador, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también, y nos abra los misterios divinos correspondientes a este tiempo final. En el Nombre del Señor Jesucristo; y nos dé el entendimiento, la capacidad total para al escuchar, creer y entender los misterios de Dios que estarán resumidos en el misterio de Dios correspondiente a este tiempo. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Y en el misterio de Dios todos estamos ahí dentro, como parte del misterio de Dios y de los misterios de Dios correspondientes a este tiempo final.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y dejo nuevamente al Reverendo Nino, al Reverendo Tilleria para continuar.

Como les dije ayer en la noche, como conocemos a Nino más por... ¿Apodo le llaman acá? Por el apodo, que por su nombre. Por eso es que yo le llamo también así cariñosamente: Nino. Cada persona pues tiene un nombre o apodo que tiene que ver con el nombre que tiene, y por eso pues, es que casi todo el mundo le llama: “Nino.”

Así que, Dios les continúe bendiciendo a todos, y también a ti te bendiga y te use grandemente en Su Obra, y a mí también, y a nuestro hermano Bermúdez también allá en el África, y en todo lugar donde él vaya llevando el Mensaje de Dios correspondiente a este tiempo, y a todos los que están en este viaje misionero con nuestro hermano Miguel Bermúdez Marín en toda esta obra misionera que están llevando a cabo en el África en estos días. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Bueno, ya tenemos por aquí al Reverendo Tilleria para continuar. Que Dios les bendiga y les guarde a todos.

LOS MISTERIOS DE DIOS RESUMIDOS.”