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Resumiendo los misterios de Dios 2004-10-23 1 São Paulo São Paulo BR 01:39:40 false true

Muy buenas noches, ministros, compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Iglesia del Señor Jesucristo; es una bendición grande para mí estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios.

Leemos en Colosenses, capítulo 1, versos 14 en adelante, donde nos dice San Pablo:

...en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.

Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.

Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;

y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;

por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,

y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.

Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado

en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él.”

Tomamos el verso 16, donde dice:

Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”

Nuestro tema es: “RESUMIENDO LOS MISTERIOS DE DIOS.”

El misterio de la Creación fue resumido en Jesucristo. Dios resume todos Sus misterios en Jesucristo. Vean, el misterio de la Creación estaba en Jesucristo en Su cuerpo angelical, y por medio de Él Dios trajo a existencia todas las cosas: el mundo invisible primero y luego el mundo visible, y también todas las demás cosas; o sea, Ángeles, querubines, serafines, y así por el estilo; potestades, principados, y así por el estilo.

Todo fue creado por medio de Jesucristo, Dios creó todas las cosas por medio de Jesucristo y para Jesucristo. Por lo tanto, todo está resumido en Cristo; el misterio de Dios y todos los misterios de Dios están resumidos en Jesucristo.

Vean ustedes cómo el misterio divino, el misterio de Dios mismo, en San Juan, capítulo 1, verso 18, nos dice:

A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”

El misterio del Padre está resumido en Jesucristo. San Pablo decía en Colosenses, capítulo 2, verso 2 al 3:

...para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,

en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.”

Todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento están escondidos en Jesucristo, están *resumidos en Jesucristo. Todo está concentrado en una persona: en nuestro amado Señor Jesucristo.

Por lo tanto, todos los misterios de Dios solamente son dados a conocer a través de esa persona donde están concentrados todos los misterios de Dios, son dados a conocer exclusivamente por aquel donde están todos los misterios de Dios concentrados. Por lo tanto, están resumidos [La palabra era: “Resumidos.” Yo había usado: “Consumidos.”] Pero están resumidos, y luego se consuman en y a través de Jesucristo. El misterio de Dios es consumado en Cristo.

Ahora, el misterio de Dios, todo el Programa Divino de la Creación, está en Cristo, estaba en Cristo, en Él fueron creadas todas las cosas; como en un grano de trigo está creada una planta de trigo con muchos granos de trigo, aunque usted solamente vea un grano de trigo. Pero potencialmente en ese grano de trigo está una planta de trigo con muchos granos de trigo; y también muchas otras plantas de trigo, con muchos granos de trigo también.

Y Cristo dijo: “Si el grano de trigo no cae en Tierra y muere, él solo queda; pero si cae en Tierra y muere, mucho fruto lleva.” Cristo es el Grano de Trigo, el Hijo de Dios, que moriría para reproducirse en muchos hijos e hijas de Dios, a través de la planta de trigo, que es Su Iglesia. ¿Ven lo sencillo que es todo? Porque en Jesucristo Dios resumió todas las cosas.

Por lo tanto, es a través de Jesucristo que viene a existencia toda la Creación de Dios; y a través de Jesucristo Dios sustenta toda la Creación, y a través de Jesucristo es que Dios obró, obra y obrará eternamente; porque Jesucristo es la imagen del Dios viviente, Él es el cuerpo angelical de Dios, Él es el Ángel del Pacto a través del cual Dios obra y obrará siempre a través de Su Ángel, el Ángel de Jehová, que es Cristo en Su cuerpo angelical.

Pero Cristo en Espíritu Santo obra a través de seres humanos. Ya Cristo fue glorificado, y ahora Él usa velos de carne en medio de la raza humana. Pero sigue siendo Jesucristo en quien están resumidos todos los misterios de Dios. Y luego cada misterio de Dios de cada cosa del Programa Divino, Cristo es el que lo lleva a cabo, y eso es Dios por medio de Cristo en Espíritu Santo, en medio de Su pueblo obrando y utilizando velos de carne, como los Apóstoles y como los diferentes Ángeles Mensajeros de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Encontramos en el Antiguo Testamento que Dios estableció para el pueblo hebreo la construcción de un tabernáculo, y en ese tabernáculo estaba reflejado el Templo Celestial y todo lo que contiene el Templo Celestial.

Luego también Salomón construyó un templo, el cual también es tipo y figura del templo celestial; y ambos templos: el que construyó Salomón, como el tabernáculo que construyó Moisés, son tipo y figura de Cristo. Cristo dijo en San Juan, capítulo 2, verso 19 en adelante:

Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.”

Las personas dijeron: “En cuarenta y seis años fue construido este templo, y ahora Tú dices que en tres días lo levantarás.” Pero Jesús hablaba, no del templo físico que estaba allí, sino de Su cuerpo; porque Su cuerpo es el Templo de Dios donde Dios moró en toda Su plenitud, donde moró la plenitud de la Deidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. También el tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó el rey Salomón, son tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo, porque la Iglesia del Señor Jesucristo es el mismo Cristo en la forma de Su Iglesia.

Así como Eva estaba en Adán, y cuando Adán caminaba, ahí estaba su compañera dentro de él. Y luego cuando Dios colocó sueño sobre Adán, y sacó de su costado una costilla, y le hizo una compañera, y colocó el espíritu femenino que estaba en Adán, lo colocó en ese cuerpo femenino que formó para que fuera la compañera de Adán.

Ahora, podemos ver que Eva es parte de Adán, era la parte femenina de Adán. Y la Iglesia del Señor Jesucristo, ¿de dónde salió? De Cristo cuando fue herido en la Cruz del Calvario, y salió Sangre y Agua; y el Día de Pentecostés despertó, el Día de Pentecostés nació la Iglesia del Señor Jesucristo. Por esa causa la Iglesia es parte de Cristo, es la segunda Eva del Segundo Adán, para tener hijos e hijas de Dios. El Segundo Adán a través de la segunda Eva, por medio de la Palabra creadora siendo hablada de etapa en etapa.

Cuando Pedro predicó, aquello era la Palabra creadora siendo hablada. Por lo tanto, luego los Apóstoles predicando, eso era la Palabra creadora siendo hablada, para traer hijos e hijas de Dios, que nacerían del agua, de la Palabra creadora siendo hablada, del Evangelio de Cristo, y del Espíritu de Cristo. Y así ha sido desde el Día de Pentecostés en adelante, ha sido la Palabra creadora de Dios siendo colocada en la boca y el corazón de cada uno de los Mensajeros, para producir hijos e hijas de Dios.

Cualquier cosa contraria a ese Programa Divino, no produce hijos e hijas de Dios por Creación divina. Por lo tanto, para nuestro tiempo también Cristo tiene que hablar por medio de Su Espíritu Santo, Su Palabra creadora para este tiempo final, para producir por Creación divina hijos e hijas de Dios, en esa fase espiritual, en donde se encuentra la Iglesia del Señor Jesucristo, y en donde se encuentran todos los miembros de la Iglesia de Jesucristo.

Para luego que se complete esa fase o etapa, Cristo crear el cuerpo nuevo que Él nos dará a todos nosotros, será por Creación divina, por Creación divina vendrá el cuerpo nuevo para los muertos en Cristo y para nosotros los que vivimos, si permanecemos vivos, obtendremos la transformación, y eso será una Obra de Creación divina de Jesucristo nuestro Salvador. Por eso dice que será a la final Trompeta, porque será tocada la Trompeta y los muertos en Cristo resucitarán primero, y nosotros los que vivimos seremos transformados, porque esa final Trompeta o gran Voz de Trompeta es la Palabra creadora de Cristo en medio de Su Iglesia.

Y eso es la gran Voz de Trompeta, la Trompeta de Dios, la Voz de Arcángel, que es la Voz de Cristo hablando a Su Iglesia y en medio de Su Iglesia, para darnos la fe, la revelación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Por lo tanto, el misterio de la resurrección de los muertos en Cristo y de la transformación de nosotros los que vivimos está resumido en Jesucristo nuestro Salvador.

Por lo tanto, será Jesucristo el que llevará a cabo esa Obra, aún llevará a cabo el juicio de los Ángeles Mensajeros en la sexta dimensión, donde lo están esperando. También por cuanto el juicio de Dios comienza por la Casa de Dios, habrá una etapa en que en medio de la Iglesia de Jesucristo, habrá un juicio como lo hubo en el tiempo de San Pedro.

Vean ustedes, ahí será donde se va a repetir lo de Ananías y Safira, y otros casos que hubo en aquellos tiempos. Eso será la tercera etapa que mencionó el Reverendo William Branham. En esa etapa de Adopción, en esa etapa en donde Dios adoptará al Mensajero que Él tendrá en la Tierra en este tiempo final, y también adoptará a todos los escogidos de este tiempo final, a ministros, y también a los hermanos que hayan recibido la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Por lo tanto, es muy importante comprender que todos los misterios de Dios están resumidos en Cristo, y a través de Cristo manifestado en cada tiempo, los misterios de Dios para cada tiempo han sido cumplidos, han sido revelados, y por consiguiente en el Mensajero de cada tiempo, en el cual estuvo Cristo, estaba el misterio de Dios para esa edad, y por consiguiente estaba velado ese misterio divino que Dios puso en Cristo, luego fue velado en carne humana en el Mensajero de cada edad.

Y ahora, para el Día Postrero, así como todos los Profetas, en quienes estuvo el Espíritu Santo en el Antiguo Testamento, y todos los Mensajes que ellos dieron, todo luego fue resumido en Jesucristo. Jesucristo era la plenitud de la Deidad, de la cual tomaron todos los Profetas, y luego cuando apareció Cristo, todo estaba resumido en Jesucristo.

Por eso algunos decían, cuando Él preguntó: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” Unos dijeron: “Unos dicen que Tú eres Elías, otros dicen que eres Jeremías, y otros dicen que eres alguno de los Profetas, que eres algún Profeta de los del pasado.” También algunas personas pensaban que Jesús era Juan el Bautista que había resucitado. Pero Cristo pregunta: “¿Y ustedes? ¿Quién dicen ustedes que es el Hijo del Hombre?” Pedro dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”

Pedro tenía la revelación de quién era Jesucristo. Pero vean, todo estaba resumido en Cristo, el Templo estaba resumido en Cristo, y luego es resumido en la Iglesia del Señor Jesucristo. Los sacrificios del Antiguo Testamento todos fueron resumidos en el Sacrificio de Jesucristo en la Cruz del Calvario; todos los tipos y figuras, José, el hijo de Jacob, como también Isaac, el abuelo de José, como también Jacob, como también los demás Profetas, como también el rey David, que dijo: “Horadaron mis manos y mis pies.” Todo eso era Cristo reflejado en esos hombres de Dios.

Pero ahora cuando viene Cristo, todo lo que fue reflejado en José, en Moisés, en los demás Profetas, en el rey David, en Salomón también.

Ahora todo eso está resumido en Jesucristo, el Hijo de David, ahora no es Salomón, es Jesucristo; y ahora el José que estaba allá en Egipto, ahora es Jesucristo nuestro José. Todo quedó resumido en Jesucristo.

Y ahora. el sacrificio de la pascua, el cordero pascual quedó resumido en Jesucristo. Y el macho cabrío de la expiación que era sacrificado, y el macho cabrío que no era sacrificado, sobre el cual el sumo sacerdote colocaba sus manos sobre la cabeza de ese macho cabrio que era por Azazel, y confesaba los pecados del pueblo, con las manos puestas sobre el macho cabrío, sobre la cabeza del macho cabrío, y luego enviaban ese macho cabrío al desierto, lejos, llevando los pecados del pueblo. Todo eso fue resumido en Jesucristo, nuestro Salvador.

Cristo es el Macho Cabrío de la Expiación por Jehová y el Macho Cabrío por Azazel, porque todo fue resumido en Jesucristo.

Y ahora, podemos ver cómo en Cristo está todo resumido, y luego se ha reflejado en las diferentes formas, en los sacrificios, y también en los Profetas que Él envió.

Y ahora, por cuanto todo está resumido en Cristo, la Obra de Dios entonces viene a ser una manifestación de todo lo que está resumido en Cristo, sale de Cristo, se manifiesta y se hace realidad en esta Tierra en medio de la raza humana.

En el Nuevo Testamento encontramos que todo está resumido en Jesucristo. Todos los misterios de Dios están resumidos en Jesucristo, y por medio de Jesucristo son llevados a cabo todos esos misterios divinos, y es el mismo Jesucristo el que abre Sus misterios para que comprendamos el misterio de Dios para ese tiempo, que es manifestado a través de Jesucristo; porque Dios obró, obra y obrará eternamente a través de Jesucristo.

Por eso Dios ha resumido todos los misterios en Jesucristo, y a través de Jesucristo los manifiesta en los diferentes tiempos, diferentes etapas, diferentes dispensaciones y diferentes edades; y usa diferentes instrumentos para cumplir esos misterios divinos.

Y ahora, encontramos que así como los misterios de Dios del Antiguo Testamento, todos fueron resumidos en Cristo, y cuando apareció en carne humana Jesucristo, ahí estaban todos los misterios de Dios.

Y ahora, con el Sacrificio de Cristo se hizo perfecto el ser humano, es para que el ser humano sea hecho perfecto; con los tipos y figuras el ser humano no era hecho perfecto; pero con el Sacrificio de Cristo somos hechos perfectos, y por eso al recibir a Cristo obtenemos el perdón de nuestros pecados, somos bautizados en agua en Su Nombre, Él nos bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y produce el nuevo nacimiento en nosotros, y nacemos a la Vida eterna, y por consiguiente nacemos a la perfección, a algo perfecto. Aún, y en un cuerpo perfecto, angelical, el cual Él nos da, y luego nos va a dar la perfección física también, que será el cuerpo físico glorificado.

Y todo esto, que es un misterio, todo eso está resumido en Jesucristo, y así como Jesucristo tiene un cuerpo glorificado, yo voy a tener un cuerpo glorificado también. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también; porque es para todos nosotros, es para todos los creyentes en Cristo. Así como Él tiene un cuerpo angelical, perfecto, llamado el Ángel de Jehová, también yo tengo un cuerpo angelical perfecto. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también.

Por eso es que de Jesucristo salen todos esos misterios de Dios para ser cumplidos y para llevarse a cabo todo el Programa Divino, que es un misterio que es manifestado cada etapa de Su Programa en cada tiempo. Lo que corresponde a un siglo, no se cumple en el siglo anterior, ni se cumple en el siglo posterior, se cumple en el siglo para el cual fue determinado por Dios; y en la dispensación determinada por Dios, y en la edad determinada por Dios.

Por lo tanto, comprendemos que todos los misterios de Dios están resumidos en Jesucristo.

Y ahora, en la Primera Venida de Cristo y la Segunda Venida de Cristo están resumidos todos los misterios de Dios, todo el misterio de Dios está resumido en Jesucristo. “A Dios nadie le vio jamás, el Unigénito Hijo que está en el Seno del Padre, Él le declaró.” [San Juan 1:18] Por lo tanto, es a través de Jesucristo que Dios se revela, y Cristo, que es el Ángel del Pacto en Espíritu Santo, en medio de Su Iglesia, se manifiesta, se revela y usa diferentes instrumentos de edad en edad; y ahí está el misterio de Dios para cada etapa del Programa Divino.

En el libro del Apocalipsis, encontramos en símbolos todo el Programa Divino que Jesucristo llevaría a cabo en medio de Su Iglesia, en la Dispensación de la Gracia y también todo el Programa Divino que llevará a cabo en la Dispensación del Reino, y todo el Programa Divino que llevará a cabo después del Reino Milenial.

Por lo tanto, el libro del Apocalipsis es la revelación de Jesucristo, ahí está toda la revelación de Jesucristo, ahí está toda la forma en que Jesucristo se revelaría en medio de Su Iglesia, se revelaría en este planeta Tierra, se revelaría en el Cielo, y en todo lugar. Ahí está todo lo que Jesucristo estará haciendo, y eso será Dios por medio de Jesucristo.

Por lo tanto, todo lo que Dios estará haciendo en la Dispensación de la Gracia y en la Dispensación del Reino y en la eternidad, después del Reino Milenial, todo está mostrado en estos símbolos Apocalípticos.

Por eso la revelación de Jesucristo que Dios le dio a Juan, vean ustedes, la dio por medio de Su Ángel, por medio del Ángel del Señor Jesucristo fue que la revelación de Jesucristo fue dada a Juan en símbolos, de todas las cosas que Cristo haría, de todo lo que sucedería, de la forma en que Cristo estaría revelado en medio de Su Iglesia. Todo eso está en el libro del Apocalipsis, y fue dado a Juan por el Ángel del Señor Jesucristo, del cual el Reverendo William Branham en el libro de “Los Sellos,” en español, página 301 y 302; y también en el libro de “Las Edades,” página 15, el libro de “Las Edades sin editar,” en español, dice que el Ángel del Señor Jesucristo es un Profeta, si es un Profeta tiene que aparecer en la Tierra en carne humana en algún momento de la historia de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Así como el Ángel de Jehová en el Antiguo Testamento estuvo en medio del pueblo hebreo en espíritu, en cuerpo angelical, pero luego al final apareció en carne humana, fue al Ángel de Jehová que Juan el Bautista le preparó el camino, y ahí en el cumplimiento de esa promesa quedó todo resumido en Jesucristo.

Y ahora, encontramos que en la misma forma en que el Ángel de Jehová daba la revelación a los Profetas: Abraham, a Isaac, a Jacob, a José, a Moisés, y a los demás Profetas, como también la dio a Noé, y como la dio a Adán.

Y ahora, cuando aparecen en carne humana, ahí está el que había dado las revelaciones a todos los Profetas.

Por lo tanto, Él conocía el significado de todas esas revelaciones y profecías que le había dado a los Profetas del Antiguo Testamento; todo lo que ellos escribieron no era de ellos, era de Dios a través de Su Ángel, del Ángel de Jehová.

Por lo tanto, cuando vino el Ángel de Jehová en carne humana, Él podía tomar cualquier Escritura, cualquier profecía y decir el significado, y de mostrar el cumplimiento de esas profecías, porque Él mismo las había dado a los Profetas del Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento, así como Dios en el Antiguo Testamento dice: “He aquí Yo envío mi Ángel delante de ti.” Vamos a leerlo en el Éxodo, capítulo 23, verso 20 en adelante:

He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.

Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.”

Por esa causa cuando el Ángel de Jehová le apareció a Moisés en el capítulo 3, cuando Moisés le preguntó cuál era Su Nombre, le dijo: “Yo Soy el que Soy; y dirás al pueblo: Yo Soy me envió a vosotros.”

Y ahora, el Ángel de Jehová está diciendo que Él es Yo Soy. En inglés: I am. Y esas son cuatro consonantes, las cuales son la Y (i, griega), la H, la W y la H.

Y ahora, ¿por qué el Ángel de Jehová le dice el Nombre? Porque Dios colocó Su Nombre en Su Ángel, el Ángel de Jehová; por esa causa el Ángel de Jehová le da Su Nombre, que es el Nombre de Dios. Pero es Dios en Su Ángel el que está hablando a través de Su Ángel. Por eso Moisés tuvo miedo de mirar a Dios, y Moisés cubrió su rostro.

Pero vean, a Dios nadie le vio jamás. Pero Dios estaba velado en Su Ángel, el Ángel de Jehová, en ese cuerpo angelical que le apareció en forma de Luz a Moisés, pero que también Moisés lo vio en diferentes ocasiones en forma de hombre, en forma de un varón de otra dimensión; o sea, en un cuerpo angelical.

Y ahora, el Nombre de Dios está en Su Ángel.

Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.”

¿Por qué el pueblo tenía que escuchar la Voz del Ángel? Porque Dios estaba en Su Ángel, y hablaba exclusivamente a través de Su Ángel, donde estaba el Nombre de Dios. Y ese Ángel es Cristo en Su cuerpo angelical.

Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.”

Y ahora, así como Dios escribió Su Nombre, colocó Su Nombre en Su Ángel, ahora Cristo promete escribir Su Nombre sobre el Vencedor. Así como el que venció fue el Ángel de Jehová. Y Dios colocó Su Nombre en Su Ángel, el Ángel de Jehová, ahora Cristo en la misma forma en que le fue dado a Él el Nombre de Dios, ahora vean lo que nos dice en Apocalipsis, capítulo 3, verso 12, vamos a leerlo, capítulo 3, verso 12:

Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios.”

En la Iglesia del Señor Jesucristo será una persona importate ese Vencedor.

...y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios...”

Y ahora, el Nombre de Dios que estaba en el Ángel de Jehová, en Cristo, cuando Cristo vino en carne humana, dijo: “Yo he venido en Nombre de mi Padre.” Y ahora Cristo va a escribir sobre el Vencedor el Nombre de nuestro Dios.

...y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios...”

Y ahora, por cuanto Cristo o Dios por medio de Cristo va a escribir Su Nombre, el Nombre de Dios sobre el Vencedor, va a escribir el Nombre de la Ciudad, porque el Nombre de la Ciudad es el mismo Nombre de Dios.

...y mi Nombre Nuevo.”

Y ahora, Cristo nos muestra que Él tiene un Nombre Nuevo, y lo va a escribir sobre el Vencedor. Por lo tanto, de todos los vencedores habrá un Vencedor que va a recibir la bendición prometida aquí, y va Cristo a manifestar ese misterio del Nombre de Dios, de la Ciudad de nuestro Dios, y Nombre Nuevo del Señor Jesucristo; todo eso que está resumido en Él, lo va a manifestar en el Vencedor.

Y vamos a ver en el capítulo 3, verso 20 al 21, dice:

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”

La Puerta es Cristo, y aquí la Puerta de la Segunda Venida de Cristo es abierta, y Cristo entrará a esa edad donde esté abierta esa puerta.

Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.”

En la misma forma que el Padre hizo con Jesús y puso Su Nombre en Jesús, en el Ángel de Jehová, luego Jesucristo promete hacer en la misma forma con el Vencedor. Dios sentó en Su Trono a Cristo, cuando ascendió victorioso al Cielo. En Él está el Nombre de Dios, se sentó con el Padre en el Trono el que tenía el Nombre de Dios: el Ángel de Jehová, se sentó con Dios en Su Trono, Jesucristo, el Ángel del Pacto.

Y ahora, Cristo en la misma forma en que el Padre hizo con Él, sentándolo en el Trono Celestial del Reino Celestial, ahora Cristo en Su Trono terrenal, que es el trono de David, en el reino terrenal, en el reino de David, que será restaurado, porque ese reino es el Reino de Dios en la Tierra, y ese trono de David es el Trono de Dios terrenal, en donde se reflejarán todas las cosas del Reino Celestial y del Trono Celestial.

Por esa causa dice la Escritura que Jerusalén será llamada: Trono de Dios, Trono de Jehová; porque el trono terrenal de Dios estará en Jerusalén, y es el trono de David; y el reino de David es el Reino de Dios terrenal; por consiguiente en ese Reino el Rey tiene que reinar, no para sí mismo, sino para Dios.

Ahora, veamos en Apocalipsis, capítulo 2, verso 26 en adelante (26 al 29), dice:

Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones.”

¿Y cuál es el ministerio que va a tener autoridad sobre todas las naciones en este tiempo final? El ministerio de los dos Olivos. En la Tercera Etapa en toda su plenitud, cuando esté cumpliéndose la Visión de la Carpa, de la cual habló el Reverendo William Branham, ahí estará esa autoridad manifestada.

...y las regirá con vara de hierro, y serán quebrantadas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre.”

Cristo dijo: “Todo poder, toda autoridad, me es dada en el Cielo y en la Tierra.” Todo poder le fue dado en el Cielo y en la Tierra, y Cristo promete dar al Vencedor autoridad sobre todas las naciones. Esa autoridad que ha recibido Cristo en la Tierra, como en el Cielo, ahora por cuanto somos herederos de Dios y coherederos con Cristo, Cristo va a compartir esa autoridad y poder con el Vencedor; y por consiguiente va a sentarse con Cristo en Su Trono, y va a utilizar esa autoridad sobre las naciones.

...así como yo la he recibido de mi Padre.”

Podemos ver que Jesús nos habla de cómo el Padre le dio autoridad, cómo el Padre le dio que se sentara en el Trono Celestial con el Padre, y en esa misma forma Cristo hace en medio de Su Iglesia. Pero veamos aquí algo más. En el capítulo 2, verso 17 de Apocalipsis, dice:

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.”

Aquí tenemos la Piedrecita Blanca con un Nombre Nuevo. Esto es también lo mismo que dice el verso 29 ó 28:

...y le daré la estrella de la mañana.”

Y en Apocalipsis, capítulo 22, verso 16, dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”

Y Cristo ha prometido darle la Estrella de la Mañana al Vencedor, la Estrella de la Mañana es Cristo, Cristo en Espíritu Santo viniendo al Vencedor, y el Vencedor recibiendo a Cristo en Espíritu Santo en el Día Postrero, recibe así el Sello del Dios vivo, recibe la Estrella de la Mañana; y esa Estrella de la Mañana tiene un Nombre Nuevo.

Vean ustedes, Cristo es la Estrella de la Mañana.

Ahora, encontramos que también Cristo es la Estrella de la Tarde; como la estrella de la tarde tiene un nombre: La estrella del atardecer. Y en la mañana: La estrella de la mañana; la estrella vespertina y la estrella matutina.

Y ahora, Cristo viene con un Nombre Nuevo. Esa Piedrecita Blanca que viene con un Nombre Nuevo, que es otorgada al Vencedor, vean ustedes, la recibe el Vencedor. Y nadie conoce ese Nombre sino aquel que lo recibe, es el mismo Nombre del Jinete de Apocalipsis, capítulo 19, el cual es llamado el Verbo de Dios; tiene un Nombre que ninguno conoce, sino Él mismo. Apocalipsis, capítulo 19. Vamos a ver cómo lo dice aquí. Capítulo 19, verso 11 en adelante del Apocalipsis, dice:

Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.

Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.

Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.

Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.”

Ese Ejército Celestial es la Iglesia del Señor Jesucristo, los muertos en Cristo que van a resucitar en cuerpos glorificados, y nosotros los que vivimos que vamos a ser transformados, ése es el poderoso Ejército de Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores.

De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso (y ahí lo tenemos manifestando el poder).

Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”

Porque Él viene como Rey de reyes y Señor de señores. Es Cristo en quien están resumidos todos los misterios de Dios, y Él los va manifestando de etapa en etapa en medio de Su Iglesia, en la Dispensación de la Gracia; y los otros misterios los manifestará en la Dispensación del Reino.

Por lo tanto, todos los misterios de Dios están resumidos en Jesucristo, y en esta tarde hemos resumido los misterios de Dios en Cristo; y a través de Cristo es que son manifestados los misterios de Dios, el misterio de Dios será consumado, como Él lo anunció a Sus Siervos, Sus Profetas.

En Su Segunda Venida el misterio de Su Segunda Venida será cumplido y se realizará todo el Programa Divino correspondiente a Su Segunda Venida; y entonces se consumará el misterio de Dios, todos los escogidos conocerán el misterio de Dios, que será consumado en este tiempo final. Todos los misterios de Dios están resumidos en Jesucristo, y por consiguiente en Su Primera y Segunda Venida de Cristo, son manifestados esos misterios divinos.

Es Cristo el que consuma el misterio de Dios, y lo revela a Su pueblo, a Su Iglesia, y luego al pueblo hebreo, y nos da la fe para ser transformados en este tiempo final, con el misterio de la Primera Venida de Cristo, que fue consumado, se abrió la Dispensación de la Gracia y fue dada la fe, la revelación del misterio de la Primera Venida de Cristo y fue dado a conocer todo lo que sucedió en la Primera Venida de Cristo, y se mostró el misterio de la muerte de Cristo en la Cruz del Calvario, no como una desgracia, sino como el Sacrificio de la Expiación por el pecado del ser humano, de todas las personas que están escritas en el Cielo, en el Libro de la Vida.

Y para el Día Postrero se consumará el misterio de la Segunda Venida de Cristo y será dado a conocer ese misterio, y la revelación de ese misterio será la fe de transformación y Rapto, y ese misterio estará abierto en el Mensaje del Evangelio del Reino, así como el misterio de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención está abierto en el Evangelio de la Gracia, el Evangelio de Cristo.

Fuera del Evangelio de Cristo no hay misterio abierto de la Primera Venida de Cristo, es en el Evangelio de Cristo; y no hay misterio abierto de la Segunda Venida de Cristo, excepto en el Mensaje del Evangelio del Reino. Por eso el Reverendo William Branham dijo que su Mensaje era el fundamento para un Mensaje que vendría y sacudiría la nación, y también Él dijo que Él estaba colocando la plataforma para que otra persona subiera a ella, a esa plataforma, se parara en esa plataforma.

Por lo tanto, habrá una persona ungida por el Espíritu de Cristo, a través del cual Cristo estará velado y revelado hablándonos todos estos misterios, abriéndonos todos estos misterios correspondientes al Séptimo Sello, correspondientes a la Segunda Venida de Cristo; habrá un hombre en el cual Cristo en Espíritu Santo estará manifestado como estuvo manifestado en los Apóstoles y en los diferentes Mensajeros de las siete edades de la Iglesia.

En ese hombre Cristo estará resumiendo todos los misterios. Por lo tanto, todo lo que vimos en los diferentes Mensajeros, estará en toda su plenitud en ese Mensajero que Cristo tendrá en el Día Postrero.

RESUMIENDO LOS MISTERIOS DE DIOS.”

Eso es lo que Cristo estará haciendo en este tiempo final. Todos estos misterios de Dios que están en tipos y figuras, en sueños y en profecías correspondientes a este tiempo final, serán resumidos en el cumplimiento de esos misterios correspondientes a este tiempo final.

Por ejemplo, el Reverendo William Branham habló de un jinete en un Caballo Blanco militar, eso estará resumido en la manifestación que Cristo tendrá en este tiempo final, en carne humana, en un Mensajero, en un Profeta dispensacional que será el Ángel del Señor Jesucristo, el cual tendrá la bendición de ser manifestado en medio de la Iglesia de Jesucristo en carne humana, y de ser la persona sobre la cual Cristo escribirá Su Nombre Nuevo, el Nombre de nuestro Dios y Nombre de la Ciudad de nuestro Dios. Y todos nosotros estaremos vivos palpando el cumplimiento de esas profecías.

También Elías sobre la cumbre del monte, eso es Elías sobre la cumbre del Monte de Sion, la Iglesia del Señor Jesucristo, Elías sobre la cubre del Monte, eso es el ministerio de Elías en la Edad de la Piedra Angular; así como estuvo en la séptima edad de la Iglesia, y así como estuvo en el Atrio, en Juan el Bautista y en Elías Tisbita, y en Eliseo también.

Y ahora, para nuestro tiempo estará en el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, que es la Edad de la Piedra Angular. En otro lugar no será visto el ministerio de Elías ni el ministerio de Moisés tampoco.

Vean ustedes, Moisés en la cumbre del monte Sinaí, aquel monte tipifica la Iglesia del Señor Jesucristo, y así estará Moisés también en la cumbre del Monte de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo; y Cristo estuvo en el monte Sinaí, o sea, en el Monte de la Transfiguración. En San Mateo, capítulo 17, verso 1 al 9, y con Él estaban Moisés a un lado y Elías al otro lado.

Y así estarán también los ministerios de Jesús, de Moisés y de Elías en el Monte de la Transfiguración, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, y en la etapa de la Edad de la Piedra Angular es que vendrá la transfiguración, nuestra transfiguración, o sea, nuestra Adopción; seremos transformados, nuestra transformación, así como fue visto Cristo glorificado, transformado, y así recibiremos el cuerpo glorificado en la parte alta del Monte de Dios, representado en la parte alta del monte Sinaí, donde estuvo Elías Tisbita y donde estuvo también Moisés, y también tipificado en el Monte Carmelo, donde estuvo Elías, y también tipificado en el Monte de la Transfiguración, donde estuvo Elías y también Moisés, y también Jesús.

Y ahora, es en el Monte de Dios donde estará el ministerio de Jesús, de Moisés y de Elías, ahí es donde lo verán los escogidos de Dios, los miembros de la Iglesia de Jesucristo, y donde también lo verán los hebreos, ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, ahí es la manifestación de Jesucristo para este tiempo final, y ahí es donde la Tercera Etapa se cumplirá en toda su plenitud, y ahí será donde Cristo transformará a los vivos creyentes en Él y resucitará a los muertos creyentes en Él.

No hubo una resurrección en las edades pasadas de los creyentes en Cristo, porque esa resurrección es para la etapa de la Edad de la Piedra Angular, la etapa del Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, donde Cristo resume todo Su Programa. Todo estará resumido en la Edad de la Piedra Angular, que es el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Jesucristo.

RESUMIENDO LOS MISTERIOS DE DIOS.”

Ahí es donde estarán todos los misterios de Dios abiertos, y a medida que van siendo abiertos los que faltan por ser abiertos, Cristo continúa obrando en medio de Su Iglesia, y llevando a cabo cada etapa correspondiente a la Edad de la Piedra Angular.

El Séptimo Sello es como un cohete que es lanzado al aire, hace una explosión bajito, y más arriba hace otra explosión: dos explosiones importantes, y luego de esa segunda explosión salen cinco estrellas que explotan, o sea, surgen cinco estrellas en esa explosión, y una de esas estrellas explota, de esa estrella surgen cinco estrellas más, y una estrella... vamos a ver cómo lo dice el Reverendo William Branham. Eso está en la página 465, del libro de “Los Sellos,” 464 y 465, dice:

Al final de este séptimo Sello es el fin de la edad de la iglesia, es el fin del Séptimo Sello...”

Si es el fin de la edad de la Iglesia es porque la Iglesia tuvo un comienzo, eso fue en el Día de Pentecostés; y si el Séptimo Sello tiene un final, entonces tuvo un comienzo, y el Reverendo William Branham dice en la página 472: “Cuando el Séptimo Sello comience será un secreto por completo.” ¿Ven? Su comienzo será un secreto. Pero luego tendrá un final.

...el fin del séptimo Sello; es el fin de las Trompetas; es el fin de las Copas y aun es el fin de la entrada al Milenio. Todo eso es contenido en el séptimo Sello (miren todos esos misterios contenidos en el misterio del Séptimo Sello, contenido en el misterio de la Segunda Venida de Cristo; o sea, que hay muchos misterios resumidos en la Segunda Venida de Cristo).

Es como disparar un cohete al aire. Este cohete hace una explosión por aquí cerca (o sea, algo, diríamos, local, ¿verdad, Miguel? Local para un país o para un continente. Pero después hace una explosión más arriba) y luego mucho más alto hace otra explosión y de allí salen cinco estrellas. Una de esas cinco hace una explosión y de allí salen otras cinco estrellas; y una de esas estrellas explota y de allí salen otras cinco estrellas...”

Hay dos grupos de cinco estrellas, por lo tanto son quince estrellas, pero solamente de esas quince estrellas del primer grupo de las cinco estrellas explota una y salen de esa estrella cinco estrellas más; y de ese segundo grupo explota una estrella y salen cinco estrellas más. Y de ahí en adelante no dice que de esas cinco últimas estrellas una de ellas explota, ahí se detuvo.

...y después desaparece gradualmente. Así es el séptimo Sello.”

Así es el Séptimo Sello. Por lo tanto, el Séptimo Sello tiene diferentes etapas, y nosotros estaremos disfrutando cada una de esas etapas. ¿Por dónde estaremos? Eso es buena pregunta. Pero lo importante es estar en cada una de esas etapa del Séptimo Sello.

Así es el Séptimo Sello. Allí termina el tiempo para el mundo.”

O sea, que al final del Séptimo Sello termina el tiempo para el mundo: para los reinos de esta Tierra se les acaba el tiempo, vean, todo depende del Séptimo Sello en este tiempo final. Por eso el Reverendo William Branham dice que la única esperanza que hay para la Iglesia es la Venida del Señor. No hay otra esperanza.

Así es el Séptimo Sello. Allí termina el tiempo para el mundo. Es el fin del tiempo para esto y aquello y todas las cosas. Todo termina con el séptimo Sello. Ahora, ¿cómo lo va a hacer Dios? Eso es lo que no sabemos, no lo sabemos. En esto será el tiempo para todas estas cosas y la entrada del Milenio.”

Hasta el Milenio depende del Séptimo Sello, la entrada al Milenio depende del Séptimo Sello. Todo depende del Séptimo Sello, todo el Programa Divino para este tiempo final depende del Séptimo Sello.

Y ahora vean, fue dicho que cuando el Séptimo Sello comience, será un secreto por completo; como sucedió cuando Cristo estuvo en la Tierra, nació en Belén de Judea, y todo eso fue un secreto, hasta que comenzó Su ministerio cuando tenía cerca de 30 años, allí se dio a conocer al mundo como el Mesías prometido, pero antes de eso fue un secreto completamente, excepto para dos o tres personas: José y María, Zacarías el sacerdote y Elisabet su esposa, Simeón y Ana, y quizás algunas otras personas que supieron, o por boca del sacerdote Zacarías o por boca de Elisabet, o por boca de José, por boca de María difícilmente, porque ella guardaba todo en el corazón.

Pero después, ya cuando se escriben los Evangelios, de seguro la información de la Venida del Ángel Gabriel con las noticias de que tendría un hijo María y sería el Hijo de Dios, y el nacimiento de Jesús en Belén de Judea, y toda esa historia de Jesús, de seguro fue María la que se la contó a los diferentes escritores de los diferentes Evangelios.

También José pudo haber hablado algo, pero ya cuando se habla del ministerio de Jesús, no se habla de José, porque hasta donde se entiende ya José había muerto físicamente, y de que José había muerto físicamente... Antes de la muerte de Cristo y antes del misterio de Cristo, coloca a José como uno de los santos del Antiguo Testamento. De seguro cuando resucitó Jesús, resucitó José también, y de seguro estuvo hablando con sus hijos, los cuales cuando Cristo tuvo Su ministerio terrenal, ellos no creían en Jesús, dice la Escritura que muchos de los santos resucitaron y aparecieron a muchos en la ciudad; o sea, a muchos de sus familiares.

Por lo tanto, no es de extrañar que así como Jesús apareció a Sus discípulos, José también apareciera a su familia, y de seguro Jesús también le apareció a Sus hermanos, a Su familia: María también estaba entre aquellas personas que vieron a Jesús.

Así que podemos ver que hubo algo grande y glorioso en aquel tiempo, porque Dios resumió todo, todos sus misterios, el misterio de la Creación fue resumido en Cristo, el misterio de la Redención fue resumido en Cristo. Y todos estos misterios divinos, todos están resumidos en Cristo. Para un misterio de Dios ser cumplido y ser revelado, tiene que intervenir aquel en quien están resumidos todos los misterios de Dios, tiene que intervenir Jesucristo.

Y ahora, Jesucristo lo encontramos interviniendo por medio de Su Ángel, al cual y a través del cual la revelación de Jesucristo vino a Juan el Apóstol y por consiguiente vino a la Iglesia del Señor Jesucristo. Toda la Obra que Cristo haría en medio de Su Iglesia está en el libro del Apocalipsis en esas profecías apocalípticas, con esos símbolos apocalípticos. Toda la forma en que Cristo se manifestaría, todo está resumido en un libro, en el libro del Apocalipsis.

Y la revelación de Jesucristo está resumida en el Ángel del Señor Jesucristo que se le dio a Juan el Apóstol. Pero algún día ese Ángel de Jesucristo estará con la Iglesia de Jesucristo en carne humana, y tendrá el conocimiento de todo lo que le dio a Juan en símbolos, por lo tanto, podrá hablarnos de todos esos símbolos y profecías apocalípticas, y darnos a conocer el significado de todas esas revelaciones apocalípticas.

Cristo estará en Su Ángel, y en Su Ángel Cristo colocará Su Nombre Nuevo, el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y Su Nombre Nuevo, y colocará Su poder y Su autoridad, y lo sentará con Él en Su Trono. Así como el Padre sentó a Su Ángel en Su Trono, y le dio autoridad, poder en el Cielo y en la Tierra; porque el poder está en el Trono y en el que está sentado en el Trono; y el que está sentado en el Trono es el que tiene el poder de ese Reino, que es gobernado por ese Trono.

RESUMIENDO LOS MISTERIOS DE DIOS.”

En los misterios de Dios para nuestro tiempo están sucediendo grandes cosas. Por eso ustedes ven que se predica en forma sencilla el Evangelio del Cristo, se hace el llamamiento para pasar a los pies de Cristo, recibir a Cristo como su Salvador, venir a Cristo, y la gente viene a Cristo. Eso no es una obra humana, es la Obra de Jesucristo en Espíritu Santo, en medio de Su Iglesia.

Y todo eso va a ser cumplido totalmente conforme a como está programado, y no se sabe si eso está en la primera explosión del Séptimo Sello o en la segunda explosión o en la explosión de la primera estrella que explota; cada estrella tiene una función, o sea, que en alguna parte del Séptimo Sello está lo que está sucediendo en nuestro tiempo, porque el Séptimo Sello es el Sello del tiempo final, el Séptimo Sello es el Sello que corresponde a nuestro tiempo y a la Edad de la Piedra Angular.

El Mensaje del tiempo final es el Mensaje del Séptimo Sello. Así como el Mensaje de la Dispensación de la Gracia es el Mensaje de la Primera Venida de Cristo, el Mensaje del tiempo final es el Mensaje del Séptimo Sello, y por consiguiente gira alrededor del Séptimo Sello, alrededor de la Segunda Venida de Cristo, y por consiguiente está ligado a lo que dice aquí en la página 469.

Vean ustedes, el Mensaje de la Primera Venida está ligado a un Ángel, al Ángel de Jehová, donde está el Nombre de Dios, el cual se hizo carne.

Ahora, vean aquí página 469 de “Los Sellos,” en español:

¿Y notaron que dije que uno de esos Ángeles era muy raro? Me pareció muy distinto a los demás. Estaban en una constelación con tres a cada lado y uno arriba; y el que estaba a mi lado, contando desde la izquierda hacia la derecha, ese sería el séptimo ángel. Él era más brillante y significaba más para mí que los demás. Les dije que tenía el pecho así robusto y estaba volando hacia el oriente. Les dije también que: Me levantó, me alzó. ¿Se acuerdan?

Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el séptimo Sello, lo cual he mantenido como una pregunta en mi mente toda mi vida.”

El Ángel que era diferente a los demás es el Ángel que tiene el Séptimo Sello. Así como el misterio de la Primera Venida de Cristo lo tenía el Ángel de Jehová.

Por lo tanto, el Séptimo Sello y la revelación del Séptimo Sello, que es el Evangelio del Reino, estará girando alrededor del Séptimo Sello y por consiguiente estará ligado al Ángel que tiene el Séptimo Sello. Y ahí lo vamos a dejar, porque así como Dios resumió en Su Ángel, el Ángel de Jehová, el misterio de la Primera Venida de Cristo, el misterio de Cristo como Redentor, como Redentor para llevar a cabo la Obra de Redención.

Cristo está resumiendo el misterio del Séptimo Sello en la manifestación del Ángel que era diferente a los demás, el Ángel que tiene el Séptimo Sello.

Por lo tanto, no podemos desligar el misterio del Séptimo Sello del Ángel que era diferente a los demás, el Ángel que volaba de Oeste a Este, y el Ángel que era el más sobresaliente.

Por lo tanto, el misterio del Séptimo Sello estará ligado al Ángel que era diferente a los demás, y por consiguiente Cristo resumirá el misterio del Séptimo Sello en el Ángel que era diferente a los demás.

RESUMIENDO LOS MISTERIOS DE DIOS.”

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de nuestro tema: “RESUMIENDO LOS MISTERIOS DE DIOS.”

Los misterios de Dios son resumidos en Cristo. Resumiendo los misterio de Dios en Cristo.

Que Dios les bendiga y les guarde a todos y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final, y que mañana en la mañana Cristo se manifieste poderosamente, derrame Sus bendiciones sobre el pueblo, traiga a todas las personas que deben estar presentes, y nos abra las Escrituras y nos enseñe las Escrituras, nos enseñe los misterios divinos y nos hable directamente a nuestra alma, y nos edifique y nos confirme en Cristo; y a los que todavía no han recibido a Cristo les hable directamente a sus almas, y los llame directamente en sus almas, y los traiga a los pies de Jesucristo. En el Nombre del Señor Jesucristo, y les dé el bautismo del Espíritu Santo luego que sean bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y produzca en ellos el nuevo nacimiento, y sean añadidos a la Iglesia del Señor Jesucristo. En el Nombre del Señor Jesucristo.

Y a los misioneros que van a viajar hacia el África, que comenzarán a viajar desde el domingo, desde mañana en adelante, a nuestro amigo y hermano, el Reverendo Miguel Bermúdez Marín, y a los que irán con él, y a los que irán más adelante en los otros días de la semana, y de los días de este mes: que Dios les use a todos grandemente allá en el África, y que Cristo con Su Mensaje de este Día Postrero llame y junte a los escogidos que hay en África; y que Cristo obre en medio de todos los grupos religiosos, y les hable directamente al alma de todos.

Y que Cristo también les hable a todos los grupos de todas las denominaciones, porque está la promesa que el Mensaje va a ir a las denominaciones, el mundo denominacional, para escuchar y recibir el Mensaje. Que así sea, que así se cumpla conforme está prometido. En el Nombre del Señor Jesucristo.

Y que Cristo proteja a todos estos misioneros que van hacia el África. Señor Jesucristo, cuídales de todo peligro, bendícelos grandemente, y úsalos grandemente en este viaje misionero al África, y en todos los demás viajes misioneros también. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y pasen todos muy buenas noches. Con nosotros el misionero, Reverendo Miguel Bermúdez Marín para continuar. Y nos veremos mañana Dios mediante. Oren mucho por la actividad de mañana, para que Dios se manifieste, se glorifique.

Con nosotros nuestro amigo y hermano, el Reverendo Miguel Bermúdez Marín. Dios les bendiga.

RESUMIENDO LOS MISTERIOS DE DIOS.”