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title: 'El Libro Misterioso'
date: 2004-10-16
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city: Goiânia
state: Goiás
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Muy buenas noches, amados amigos y hermanos, y ministros compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo; es una bendición grande para mí estar con todos ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios. Para lo cual leemos en Apocalipsis, capítulo 5, verso 1 al 10, dice de la siguiente manera:
“*Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.*
*Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?*
*Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.*
*Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.*
*Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.*
*Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.*
*Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.*
*Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;*
*y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;*
*y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.”*
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema para esta ocasión es: **“EL LIBRO MISTERIOSO.”**
Este Libro Misterioso es el Libro de la Vida del Cordero, y por consiguiente están escritos ahí los nombres de todos los escogidos de Dios, de todas las personas que vivirán eternamente, de todas las personas que serían redimidas por la Sangre de Cristo.
Por lo tanto, es el Libro más importante en el Cielo, a tal grado que ha permanecido en la mano de Dios, en la Diestra de Dios ese Título de Propiedad, había sido dado por Dios a Adán, y Adán lo perdió, cuando aceptó la sabiduría humana, y pecó contra Dios cuando Eva también pecó contra Dios.
Si Adán permanecía con ese Título de Propiedad, sin haber pecado contra Dios, continuaba viviendo eternamente, y los hijos que él traería a la Tierra, serían los que están escritos en ese Libro de los Siete Sellos, vendría esa descendencia divina a través de Adán y de Eva. Pero por cuanto Adán y Eva pecaron, entonces perdió la Vida eterna y el Título de Propiedad de la Vida eterna le fue quitado, y ha permanecido en la Diestra de Dios, hasta que Cristo haya redimido hasta la última persona escrita en ese Libro.
Y cuando Él complete Su Iglesia, con las personas escritas en ese Libro, entonces se levantará del Trono del Padre porque habrá traído a existencia en el mundo espiritual, en el Reino de Dios, en el Reino de los Cielos, en la Iglesia del Señor Jesucristo, habrá traído a Vida eterna a todas esas personas escritas en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, habrá producido en ellos el nuevo nacimiento, y habrá traído a existencia una nueva Raza con Vida eterna. Pero estará todavía esa Raza con Vida eterna en la sexta dimensión, porque tendrán sus cuerpos angelicales y eternos de la sexta dimensión.
Pero todavía no tendrán sus cuerpos físicos eternos. Pero Cristo por cuanto es el Segundo Adán, es el instrumento de Dios a través del cual Dios trae a Vida eterna en el Programa de una Nueva Creación, hijos e hijas de Dios con Vida eterna, por medio del nuevo nacimiento; y luego les dará el cuerpo físico glorificado. Eso será cuando Cristo complete Su Iglesia. Él no puede salir del Trono de Intercesión, hasta que haya redimido hasta el último escogido de Dios.
Por eso el Reverendo William Branham dice que la apertura, la toma y apertura del Libro de los Siete Sellos, está en el futuro todavía. Él entonces está hablando de las cosas que hay en ese Libro de los Siete Sellos. Pero todavía está en la Diestra de Dios.
Por lo tanto, Dios está reflejando en el Reverendo William Branham, el Séptimo Ángel Mensajero de la séptima edad de la Iglesia del Señor Jesucristo, lo que va a hacer más adelante; pues cuando ese Título de Propiedad sea tomado de la Diestra de Dios por Jesucristo, será cuando se completa la Iglesia del Señor Jesucristo, y entonces Cristo tomará ese Título de Propiedad, lo abrirá en el Cielo, y lo traerá a la Tierra, al Ángel Mensajero que estará sobre la Tierra, teniendo el ministerio del Día Postrero, el último ministerio que está en el Programa de Dios.
Y por cuanto ése será el séptimo Mensajero dispensacional, que es el Ángel del Señor Jesucristo, fue reflejado en el Séptimo Ángel Mensajero de la séptima edad de la Iglesia del Señor Jesucristo. En un Mensajero de una edad, de la edad séptima de la Iglesia, Dios reflejó lo que va a hacer con el séptimo Profeta dispensacional cuando Él lo tenga en la Tierra en medio de Su Iglesia, y cuando Cristo complete Su Iglesia, entonces le dará el Título de Propiedad para la restauración de todas las cosas, la restauración de cada hijo de Dios a la Vida eterna física.
Por esa causa para ese tiempo Cristo resucitará a todos los creyentes en Él que han partido que han muerto físicamente, los resucitará, los resucitará en un cuerpo físico glorificado y eterno, y a nosotros los que vivimos nos transformará, si permanecemos vivos hasta ese momento; y entonces estaremos restaurados a la Vida eterna, a la Vida eterna física.
Ya tenemos Vida eterna espiritual, nuestra alma tiene Vida eterna y tenemos un cuerpo angelical con Vida eterna, pero nos falta el cuerpo físico glorificado para tener Vida eterna física también, y tener así un cuerpo glorificado y eterno como el cuerpo físico glorificado de Jesucristo nuestro Salvador, con el cual Él está haciendo Intercesión en el Cielo como Sumo Sacerdote, porque Él es el Sumo Sacerdote según el Orden de Melquisedec, Él es el mismo Melquisedec que le apareció a Abraham en el capítulo 14 del Génesis.
Pero allí no tenía el cuerpo físico de carne, ese cuerpo lo tendría más adelante; y ya lo tiene el cuerpo físico de Jesús, el cual está glorificado, es el cuerpo físico de Melquisedec; porque Cristo es el Melquisedec que le apareció a Abraham. Y ahora está con Su cuerpo físico glorificado, como Sumo Sacerdote en el Templo Celestial.
En las ocasiones anteriores a Él tener el cuerpo físico glorificado, Él estaba en el Cielo como Sumo Sacerdote, pero no tenía el cuerpo físico, y ya tiene el cuerpo físico glorificado, que es el cuerpo de Jesús, el cual está glorificado.
Y ahora, esa es la clase de cuerpo que hemos de tener nosotros también: un cuerpo físico glorificado. Somos Sacerdotes y Reyes, no de un orden terrenal, sino del Orden Celestial de Melquisedec. Por lo tanto, para reinar literalmente en esta Tierra, tenemos que tener el cuerpo físico glorificado, para con Cristo en esta Tierra reinar en ese glorioso Reino Milenial, y luego por toda la eternidad; serán Reyes según el Orden de Melquisedec, y Sacerdotes según el Orden de Melquisedec, y Jueces según el Orden de Melquisedec; porque los santos juzgarán al mundo, y aun a los Ángeles.
Es ese Orden de Melquisedec Celestial, al cual yo pertenezco. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también. Para eso fue que vino Jesucristo y fue sacrificado en la Cruz del Calvario, fue realizado el Sacrificio por todos los Sacerdotes del Orden Celestial de Melquisedec.
Y ahora, el Título de Propiedad contiene nombres, los nombres de los escogidos de Dios, los nombres de todas las personas pertenecientes al Orden de Melquisedec. Recuerden que el sumo sacerdote en la Tierra efectuaba el sacrificio por sí mismo, y por todos los sacerdotes.
Y ahora, Cristo ha efectuado ya el Sacrificio por todos los Sacerdotes Celestiales. Por eso San Pablo dijo en el capítulo 9 de Hebreos, que las cosas celestiales mismas serían purificadas con mejores sacrificios que los sacrificios de los animalitos que se sacrificaban en el Antiguo Testamento, con un Sacrificio mejor que el sacrificio que Moisés efectuó, y la sangre de ese sacrificio, él la llevó al lugar santísimo, y esparció con su dedo siete veces sobre el propiciatorio; y también luego sobre todos los vasos del templo, sobre todo el tabernáculo, y sobre el pueblo también.
Y ahora, la Sangre de Jesucristo es la única que tiene valor, desde que fue sacrificado Cristo en la Cruz del Calvario. Ya no hay sacrificios de animalitos que tengan valor delante de Dios, ninguno es aceptado, solamente el Sacrificio de Jesucristo nuestro Salvador. Por eso Juan el Bautista dijo: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.”
Por lo tanto, es la Sangre de Jesucristo la que ha purificado las cosas celestiales, ha purificado todo ese Orden Celestial, ha purificado a los Sacerdotes según el Orden de Melquisedec; porque a ese Orden Sacerdotal es que todos pertenecemos; y todo el Orden Celestial va a ser establecido en este planeta Tierra en el Reino Milenial de Jesucristo nuestro Salvador; y ahí estaremos como Reyes, como Sacerdotes, y como Jueces también.
Ahora, hablando del Libro Misterioso de los Siete Sellos, encontramos que es el Libro más misterioso de todos los libros. Y cuando Cristo apareció para tomar ese Libro, el anciano dijo: “He aquí el León de la Tribu de Judá, el cual ha prevalecido para tomar el libro y abrir sus sellos.”
“*He aquí el León de la Tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.”* \[Apocalipsis 5:5\] Y luego cuando Juan mira, vio un Cordero ensangrentado.
Vean, la Sangre del Sacrificio estaba sobre Cristo, el Sumo Sacerdote, y esa es la misma Sangre que está sobre nosotros, y la cual nos ha purificado, nos ha limpiado de todo pecado.
Y ahora, Jesucristo, el Sumo Sacerdote, recuerden, cambia de Sumo Sacerdote a Rey.
Cuando el sumo sacerdote concluía sus labores sacerdotales haciendo la expiación por los pecados del pueblo y llevando la sangre al lugar santísimo, luego que él terminaba sus labores en el lugar santísimo, donde él entraba unas cuantas veces durante ese día. Luego él se quitaba las vestiduras sacerdotales que él usaba para entrar al lugar santísimo, y luego se colocaba las vestiduras de oro, las vestiduras que tenían oro, y entonces aparecía como el novio.
Y así es con Cristo: Cristo cambiará de Sumo Sacerdote a Rey. Él es el Novio de Su Iglesia, Su Iglesia y Su Novia. Por lo tanto, Él va a tener ese cambio, todavía no lo ha tenido, porque todavía está como Sumo Sacerdote.
Vean, el Reverendo William Branham hablándonos de ese Libro Misterioso y de Cristo tomando ese Libro, él dice: “Eso está en el futuro.” Por lo tanto, Dios está anticipando lo que va a suceder cuando Cristo complete Su Iglesia. Para aquél tiempo todavía estaba en el futuro, y todavía está en el futuro, porque Cristo está llamando y juntando a Sus escogidos de Su Iglesia de este tiempo final.
Vean en la página 89 del libro de *“Los Sellos,”* en español, dice:
“*Ahora todo esto queda todavía en el futuro. Esta noche El todavía es un mediador, pero esto le queda en el futuro.”*
Y ahora, veamos algo más en la página 102 del libro de *“Los Sellos,”* y 103, dice:
“*Ahora el Cordero durante el tiempo de intercesión conoce los que tienen sus nombres en el Libro de la Vida desde antes de la fundación del mundo* (aunque no está abierto el libro todavía, Él conoce los nombres de todas las personas que están escritos allí)*, y hasta que no vengan todos ellos a ser manifestados en esta tierra, Él no puede dejar ese lugar.”*
Vean el porqué Él ha permanecido en el Lugar Santísimo haciendo Intercesión con Su propia Sangre, por toda persona escrita en el Libro de la Vida del Cordero, en ese Libro de los Siete Sellos. Por eso es que predicamos el Evangelio de Cristo, para que todo aquel que escucha y cree y lo recibe como Salvador, y es bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en la persona el nuevo nacimiento, y así sea añadido a la Iglesia del Señor Jesucristo esa persona. También presentamos los niños a Cristo, para que Cristo les reciba en Su Reino.
Por lo tanto, todavía Cristo está como Sumo Sacerdote en el Cielo. Sigue diciendo esta página:
“*¿Entienden? Allí está perfectamente la predestinación, Él tenía que quedarse allí porque el vino a morir por todos aquellos que Dios había ordenado para Vida Eterna.”*
Toda persona que vivirá eternamente está ordenado para Vida eterna, está escrito en el Libro de los Siete Sellos.
“*Él los vio por Su conocimiento previo, no por Su propia voluntad, porque la voluntad es que no se pierda ninguno, pero por Su conocimiento anticipado, Él sabía quién sería salvo y quién perecería. Entonces mientras faltara un solo nombre por ser declarado en la tierra, Cristo tendría que quedarse allí como intercesor para redimir ese individuo; pero tan pronto como ese último nombre haya sido echado al cloro, entonces los días de intercesión terminan.”*
Por eso continuamos evangelizando: para que Cristo continúe llamando y juntando Sus escogidos en este tiempo final. Juan lloraba mucho, porque no aparecía ninguna persona digna para tomar ese Título de Propiedad: el Libro de los Siete Sellos. Y Juan no sabía que después de las Siete Edades de la Iglesia vendría un tiempo en que todavía faltarían escogidos de ser llamados y colocados en el Cuerpo Místico de Cristo.
Pero Cristo habló de esto en la parábola de la gran fiesta de boda que el padre preparó para su hijo, y los convidados no quisieron venir; y entonces mandó el padre de familia a su siervo, que fuera por los caminos y por los vallados a buscar a los cojos, a los mancos, a los pobres, a todas las personas, y los colocaran dentro de la casa. Y eso es el Siervo, el Espíritu Santo buscando por todos los lugares las personas que formarían la Iglesia del Señor Jesucristo, colocándolos en la Casa de Dios, en la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y por cuanto la Iglesia del Señor Jesucristo es el Templo Espiritual de Jesucristo, vean ustedes, desde los días de los Apóstoles han estado siendo colocados dentro del Templo Espiritual de Cristo, la Casa de Dios, las personas que han sido traídas de los caminos, de los vallados y de todos los lugares, los cuales han sido llamados para entrar a esa gran Fiesta de Boda.
Encontramos que durante las Siete Edades y el tiempo de los Apóstoles, todo eso ha estado sucediendo. El Espíritu Santo por medio de cada Mensajero, como también de San Pedro, estuvo llamando a la Cena, a esa Gran Fiesta, y colocándolos dentro de la Casa, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.
Por eso esos Mensajeros son Siervos fieles y prudentes, en los cuales el Siervo, el Espíritu Santo ha estado buscando y llamando a través de esos Mensajeros a los que estarían en la Gran Fiesta de las Cena de las Bodas del Cordero.
Pero vean que el Siervo, que es el Espíritu Santo, luego de haber colocado dentro de la Casa de Dios, a las personas que fueron buscados por los caminos, y por los vallados, luego dice: “He hecho como dijiste, y todavía hay lugar en el Templo Espiritual de Cristo, que es la Casa de Dios, luego de tener el Lugar Santo, donde fueron colocados todos los escogidos de las diferentes edades del tiempo de los Apóstoles y de las Siete Edades de la Iglesia, luego en el Templo de Cristo, hay todavía lugar, hay un lugar: el Lugar Santísimo. ¿Ven?
Y para ser llamados y juntados los escogidos de Dios en el Lugar Santísimo, Cristo envía para el Día Postrero a Su Ángel con la gran Voz de Trompeta dando testimonio de estas cosas en las Iglesias. Y con ese Mensaje son llamados y juntados los escogidos de Dios de este tiempo final en la Iglesia del Señor Jesucristo, que es Su Templo Espiritual. ¿Pero en qué lugar? En el Lugar Santísimo.
Ese lugar no estaba lleno, nadie estaba dentro de ese lugar, estaba vacío, todavía hay lugar en la Casa de Dios, es en el Lugar Santísimo. Ya las demás edades cubrieron la parte correspondiente a cada edad.
Pero ahora los escogidos son llamados y colocados en la Iglesia de Jesucristo en el Templo Espiritual de Jesucristo; no en la primera edad, ni en la segunda, ni la tercera, ni la cuarta, ni la quinta, \*ni la sexta, ni la séptima, sino en la Edad de la Piedra Angular, la Edad eterna de la Iglesia de Jesucristo. Las otras edades fueron temporales o temporeras.
Pero ahora hemos llegado a la Edad eterna de la Iglesia del Señor Jesucristo, donde Cristo está llamando y juntando Sus escogidos escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, en el Libro de los Siete Sellos. Juan lloraba mucho, porque Cristo se detenía, no aparecía para tomar el Título de Propiedad. Es que están siendo llamados y juntados los escogidos correspondientes al Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo.
Y por esa causa hubo un lapso de tiempo en que Juan se desesperó, porque si no aparecía una persona digna de tomar ese Título de Propiedad, todo estaba perdido, y todo regresaría a como era antes de la Creación.
Juan sabía lo que significaba que no apareciera una persona digna de tomar ese Libro, abrirlo, y hacer la Obra de Reclamo.
Por lo tanto, ese Libro es el más misterioso de todos los libros, y contienen los nombres de todos los escogidos de Dios.
Y ahora, Cristo es el único que puede tomar ese Libro, lo toma en el Cielo, en Apocalipsis, capítulo 5, lo abre en el Cielo en Apocalipsis, capítulo 6 y capítulo 8, y luego lo trae a la Tierra en el capítulo 10 del Apocalipsis, el Libro Misterioso que ningún hombre lo había comido. Ni aún Jesucristo se lo comió.
Jesucristo lo toma en el Cielo, lo abre en el Cielo y en Apocalipsis 10, lo trae abierto en Su mano y se lo entrega a un hombre para que se lo coma, porque Él reclama para la raza humana, para Su Iglesia, lo entrega a un hombre y le dice: “Tómalo y cómelo, será dulce en tu boca, pero en tu vientre será amargo.” Ese hombre se lo come, es dulce en su boca, pero amargo en su vientre, y le es ordenado profetizar sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y pueblos.
El único ministerio que tiene esa encomienda, que tiene esa visión es el ministerio de los dos Olivos, es el ministerio de Moisés y Elías. Por eso luego en el capítulo 11, que es el capítulo que le sigue, aparecen los dos Olivos allá en el Templo, y profetizan por tres años y medio, y vean ustedes, ése es el ministerio que a nivel mundial tiene el Mensaje profético para dar a conocer las cosas que deben suceder pronto, en este planeta Tierra; y será ese ministerio manifestado en favor del pueblo hebreo, en favor de ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, y ese ministerio cuando se torne al pueblo hebreo, eso será como los ministerios de Pedro y Pablo trayendo el Evangelio a los gentiles.
Y ahora, dice el Reverendo William Branham: “Como los hebreos trajeron el Evangelio a los gentiles, los gentiles lo llevarán a los hebreos, a los judíos.” Y dice que será Moisés y Elías.
Y vean ustedes, para el regreso del Evangelio a los judíos, los ministerios de Moisés y Elías serán los que tendrán esa labor. La página 30 del libro de *“Las Edades,”* de *“Las Siete Edades,”* en español, dice:
“*Ahora, ¿cuándo volverá el Evangelio a los judíos? Cuando se haya terminado la dispensación de los gentiles. El Evangelio está listo para volver a los judíos. Oh, si tan sólo les pudiera decir algo que está a punto de suceder hoy, en este nuestro día. Esta gran cosa que va a suceder recorrerá hasta Apocalipsis 11; y aquellos dos testigos, aquellos dos profetas, Moisés y Elías, trayendo el Evangelio de nuevo a los judíos.”*
El ministerio que llevará el Evangelio a los judíos es el ministerio de Moisés y Elías, el ministerio de los dos Olivos.
“*Estamos listos. Todo está en orden. Igual como los judíos trajeron el Evangelio a los gentiles, así también los gentiles se lo llevarán de regreso a los judíos, y el Rapto sucederá.”*
**¿Entonces dónde estarán Moisés y Elías?** Entre los gentiles, para llevar de entre los gentiles el Evangelio a los judíos. Por lo tanto, conocerán el Evangelio, tanto de la Gracia como el Evangelio del Reino. Y ése será el ministerio único que conocerá el misterio del Evangelio de la Gracia y del Evangelio del Reino; los otros Ángeles Mensajeros conocieron el misterio del Evangelio de la Gracia, pero no conocieron el misterio del Evangelio del Reino.
El Evangelio de la Gracia es la Lluvia Temprana; el Evangelio del Reino es la Lluvia Tardía, para este tiempo final la promesa es que habrá un grupo que tendrá la Lluvia Tardía y la Lluvia Temprana; ambas lluvias. Y ese grupo es el grupo del Día Postrero que es llamado y juntado en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, que es el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo. Ahí es donde estará la bendición de Cristo para este tiempo final, y también los ministerios de los dos Olivos.
**¿Dónde estaban los dos querubines de oro, sobre el propiciatorio?** En el lugar santísimo.
**¿Dónde estaban los dos querubines de madera de olivo cubiertos de oro?** En el lugar santísimo.
Por lo tanto, es en la etapa, la Edad eterna del Lugar Santísimo de la Edad de la Piedra Angular donde estos ministerios son enviados con la gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino, llamando y juntando a los escogidos de Dios, hablándoles de acuerdo al contenido del Libro Misterioso, hablándoles de acuerdo a lo que está escrito en el Libro de los Siete Sellos.
Por eso, los ministerios de Moisés y Elías serán reconocidos fácilmente: porque estarán hablando del contenido del Libro de los Siete Sellos, del Libro de la Vida del Cordero, estarán hablando de las cosas que deben suceder pronto, después de las Siete Edades de la Iglesia. Y también estarán dándonos un repaso de las cosas que ya sucedieron en edades pasadas, como parte del contenido del Libro de los Siete Sellos.
Todo eso fue reflejado en el Séptimo Ángel Mensajero de la Séptima edad de la Iglesia gentil, todo fue reflejado en el Reverendo William Branham, que es el Séptimo Ángel Mensajero de la séptima edad de la Iglesia.
Por lo tanto, como fue reflejado, así Cristo estará haciendo, porque un reflejo lo que muestra es que hay una realidad; y como el reflejo muestra, así es la realidad; si en el reflejo usted ve en una sombra, el relejo es una sombra de lo que ha de venir, de algo real que va a venir. Y si usted en una sombra ve una mano con cinco dedos, cuando aparezca lo que formó esa sombra, no puede tener seis dedos, ni puede tener tres dedos, tiene que tener cinco dedos.
Por lo tanto, así tiene que ser el cumplimiento de lo que está prometido para este tiempo final.
Vean ustedes, a través del ministerio del precursor de la Segunda Venida de Cristo, Dios mostró la sombra de lo que ha de venir para este tiempo final. Por eso él quiso ir a Israel, y todo eso está reflejando que lo que se está reflejando en él, la realidad irá a Israel. Tiene que ver con el pueblo hebreo. De alguna forma él tenía que ver con el pueblo hebreo, ¿en qué forma? En el tipo y figura. Pero la realidad corresponde a otra persona.
Ahora, podemos ver que también le fue dicho al hermano Branham por un hermano que tuvo un sueño, que él había hecho como Moisés. ¿Ven? Y luego también en otros sueños fue visto como Elías reflejándose lo que ha de venir más adelante.
Ahora, encontramos que también Cristo se reflejó en él, el ministerio de Cristo estuvo manifestado en él, mostrando que más adelante el ministerio de Cristo estará manifestado en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo: los ministerios de Jesús, de Moisés y de Elías. Esos son los ministerios prometidos para ser manifestados en el Templo Espiritual de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular.
Y esos son los ministerios que fueron reflejados en el tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó el rey Salomón. Por eso están los dos Olivos cubiertos de oro, esos dos querubines de madera de olivo en el templo que construyó Salomón; y también está la presencia de Dios sobre el arca del pacto, sobre el propiciatorio.
Por lo tanto, allí está Cristo, el Ángel del Pacto, en la Columna de Fuego; y a cada lado los dos querubines de oro. Y también los dos querubines de madera de olivo cubiertos de oro; y en el Monte de la Transfiguración también aparece Jesucristo transfigurado, y a cada lado de Jesucristo encontramos a Moisés y a Elías; y ése es el Orden de la Segunda Venida de Cristo. Ese es el Orden establecido y conforme a ese Orden será cumplido lo que ha sido prometido.
Hemos visto que todo esto tiene que ver con el contenido del Libro de los Siete Sellos.
Ahora, siendo que ese Libro de los Siete Sellos contiene los nombres de todos los escogidos de Dios.
Veamos por un momento algo muy importante, que fue mostrado en Apocalipsis 10, Cristo trae el Libro abierto, el Libro de los Siete Sellos, y lo entrega a un hombre que se lo coma para que luego profetice a todo pueblo, nación y lengua, y va a profetizar de acuerdo al contenido de ese Libro.
Y ahora, vean ustedes, en el libro de *“Los Siete Sellos,”* en español, predicado por el Reverendo William Branham en la página 380, dice:
“*Ahora quiero relatarles un sueño que tuve. Nunca lo he anunciado así públicamente. Como un mes después de esta conversación con mi esposa, soñé que estaba parado allí en esa gran ocasión cuando cada quien estaba recibiendo su corona.*
*Había un gran trono, y Jesús y el Ángel que recogía los datos estaban parados allí. Y había unos escalones de marfil blanco y formaban como un círculo, una cosa panorámica alrededor. Y de esa manera la gran multitud que estaba al frente podía ver todo lo que sucedía.*
*Yo estaba parado muy atrás hacia un lado. Y estaba muy tranquilo, nunca pensando que tendría que subir esos escalones blancos. Oí al Ángel llamar cierto nombre.”*
Cristo por cuanto le ha dado el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos, que es el Libro de la Vida del Cordero, que contiene los nombres de todos los escogidos, vean ustedes, ahora el Libro está en la mano de un hombre, de un Ángel, de un Ángel Mensajero, del Ángel de Jesús. Dice:
“*Oí al Ángel llamar cierto nombre, y era un nombre que yo conocía. Miraba por toda la multitud y luego veía al hermano o la hermana que iba caminando. El Ángel estaba al lado de Cristo, y se fijaba bien para ver si cada nombre estaba escrito en el Libro de la Vida* (es el Libro de la Vida, y es el mismo Libro de los Siete Sellos)*; entonces Cristo veía a cada uno cuando se presentaba* (vean, Cristo veía la persona; el Ángel veía el Libro y veía el nombre que estaba ahí, y llamaba y la persona pasaba. Y el Ángel se fijaba bien, para ver si ese nombre estaba ahí escrito; entonces Cristo veía a cada uno cuando pasaba) *y les decía: Bien, buen siervo y fiel, entra en el gozo de tu Señor, preparado para ti desde antes de la fundación del mundo.*
*Y yo miré para ver a donde llegaban, y era un nuevo mundo lleno de gozo. Y pensé: ¡Cuán maravilloso es, cómo entran por allí, y de aquel lado se encuentran, y allá están regocijándose y subiendo grandes cerros y lugares tan hermosos! Pensé: ¡Cuán hermoso! ¡GLORIA! ¡Aleluya! Y yo estaba saltando de puro gozo.*
*Luego oía que llamaban otro nombre que yo conocía, y yo decía: Yo lo conozco; allí va.*
*Y el Señor le decía: Entra en el gozo de tu Señor, buen siervo y fiel.”*
Ahora, vamos a pasar a otra página... o continuamos aquí, dice:
“*Exclamé: ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!*
*Y era tan real como por ejemplo si dijeran: Orman Neville. Es nuestro hermano Neville. Y yo dijera regocijado: Allí está. Él saldría de entre la congregación y subiría, y Cristo le diría: Entra en el gozo del Señor que ha sido preparado para ti desde antes de la fundación del mundo. Entra. Y en eso el hermano Neville comenzó a cambiar y entró a ese lugar gritando y alabando a Dios. Y yo estaba también gozoso y gritando, y dije: ¡GLORIA A DIOS! Y estaba así a un lado regocijándome al ver a cada hermano entrar. Entonces este Ángel del Libro se paró y dijo: William Branham.*
*Nunca pensé que me tocaría a mí subir allí. Y en eso me sobrevino un temor tremendo, y pensé: ¿En verdad tendré que hacer esto? Y comencé a caminar. Y todos me estaban abrazando mientras pasaba, y me decían: Dios le bendiga, hermano Branham. Estaba pasando por una multitud de gente y todos me estrechaban la mano saludándome. Y yo decía: Muchas gracias. Muchas gracias, Dios les bendiga. Era como cuando salgo de alguna campaña y trato de llegar al carro.*
*Y al llegar a los escalones blancos, levanté el pie para dar el primer paso para subir y pensé: Quiero verlo bien desde aquí. Y estando parado allí sentí que algo me tomó del brazo; era el brazo de otra persona. Me volví para ver, y allí estaba Esperanza con sus ojos oscuros y su cabello largo y negro que le caía por toda la espalda, estaba vestida con una vestidura blanca, y me estaba mirando. Dije: ¡Esperanza! Y en eso sentí algo que tomó mi otro brazo; me volví, y allí estaba Meda con esos ojos oscuros y su cabello tan largo y negro cayéndole por la espalda, y también estaba vestida de blanco. Dije: ¡Meda! Ellas entonces se miraron la una a la otra. Las tenía a ambas de mis brazos, y así seguimos caminando Juntos.*
*Entonces desperté; me levanté y me senté en la silla, y lloré. Pensé: Oh Dios, ojalá eso suceda así. Ambas tuvieron que ver conmigo en esta vida, y tuvimos hijos; y ahora allí estábamos entrando juntos al nuevo mundo donde solamente existirá la perfección.”*
Ahora, vean que ese Libro Misterioso ahora aparece en la mano de un Ángel que está al lado de Cristo. Ese Ángel siempre ha estado con Cristo. Ese es el Ángel del Señor Jesucristo. Así como el Ángel de Jehová siempre ha estado con Dios.
Y ahora, el Ángel de Cristo siempre ha estado con Cristo, ése es el Ángel que recibirá ese Libro Misterioso. Cuando Cristo se levante del Trono del Padre, lo tome y se lo entregue a ese Ángel.
Hemos visto hasta donde hemos podido hablar el misterio del Libro Misterioso, del Libro de los Siete Sellos. En ese Libro está todo el misterio de Dios, en ese Libro están escritos todos los escogidos de Dios; y ese Libro para este tiempo final va a ser reclamado, va a ser tomado por Cristo en el Cielo, abierto en el Cielo, y traído a la Tierra por el mismo Cristo, y entregado a un hombre para que se lo coma, y será la primera ocasión en que una persona se come ese Título de Propiedad.
Ya el Reverendo William Branham dijo que el Ángel del Señor Jesucristo es un Profeta, y ése será el que estará en la Tierra en carne humana en este tiempo final, y recibirá la piedrecita blanca con el Nombre Nuevo, y recibirá también el Título de Propiedad, porque Cristo hace el Reclamo, y toma el Libro y hace el Reclamo, y reclama para Su Iglesia; y trae el Título de Propiedad a Su Iglesia, entregándoselo a un hombre, que es el Ángel del Señor Jesucristo.
Dice el Reverendo William Branham en el libro de *“Los Sellos,”* página 83 y 84, 83 al final, dice:
“*Ahora Él tiene el Acta del Título de la Redención en la mano. La mediación ha cesado* (o sea, la Intercesión)*. Recuerde, por todo este tiempo ha estado en la mano de Dios* (o sea, el Título de Propiedad)*, pero ahora está en la mano del Cordero. Fíjense bien: El Título de la Redención de toda la Creación está en Su mano y Él ahora ha venido para reclamarlo todo para la raza humana; no lo reclama para los ángeles, sino para los humanos, a quienes fue dado originalmente, para volverlos a ser hijos e hijas de Dios, volviéndolos al Huerto de Edén y todo lo que perdieron.”*
Y luego en la página 86, en los últimos dos párrafos, dice... por la mitad del tercer párrafo, dice:
“*El Cordero abrió los sellos y se los reveló a Su Iglesia para así recoger sus súbditos para Su reino, Su Novia.”*
Y ahora, la revelación de los Siete Sellos es para la Iglesia del Señor Jesucristo, para recoger a Sus súbditos, a Sus miembros, los miembros de Su Iglesia.
“*¿Ve usted? ¡Oh, mire! Él ahora quiere traer Sus súbditos a Sí mismo. ¿Cómo lo hará? Del polvo de la tierra, de las profundidades de la mar, de los abismos y de todas partes donde fueron colocados, de las regiones de tinieblas, del paraíso y dondequiera que se encuentren; Él llamará y ellos responderán. ¡AMÉN Y AMÉN! Él llamará y ellos responderán.*
*Él viene para llevarse sus súbditos. Él reveló Sus secretos y ellos lo reconocieron, luego para ese tiempo, el tiempo no será más, ya se acabó...”*
El tiempo de Redención ya se habrá terminado, el tiempo en donde Cristo está como Intercesor ya se habrá terminado; y Cristo es el que dice que el tiempo se habrá terminado. Pero todavía el tiempo de la Redención no se ha terminado, todavía está en el futuro. Pero no en el futuro lejano, en el futuro inmediato. En el tiempo de Juan estaba en el futuro lejano; en el tiempo de los Apóstoles estaba en el futuro lejano; en el tiempo de los Ángeles Mensajeros estaba en el futuro lejano, pero cada vez que apareció un nuevo Mensajero se iba acercando; y luego en este tiempo está en el futuro inmediato, el futuro más cercano. Sigue diciendo:
“*Bien, ahora, Él deja el trono donde ha estado como Cordero intercesor, para ser el León, un Rey para traer el mundo a juicio, el cual ha rechazado Su Mensaje.”*
Y ahora, Cristo cuando concluya Su Obra de Intercesión traerá el mundo a juicio, y a toda persona que ha rechazado el Evangelio de Cristo. Ya se habrá terminado el tiempo para la humanidad, el tiempo de salvación.
“*El ya no es Mediador* (o sea, cuando esto suceda ya Él no será un mediador)*. Recuerde la enseñanza del Antiguo Testamento: Cuando la sangre se apartaba del propiciatorio ¿qué sucedía? Su convertía en tribunal de juicio* (el propiciatorio se convertía en tribunal de juicio; y el propiciatorio es el Trono de Dios en el Cielo, tipificado en el propiciatorio del templo o tabernáculo que construyó Moisés; aquel propiciatorio que estaba sobre el arca del pacto)*. Y ahora cuando el Cordero inmolado salió de la eternidad, del trono del Padre, y tomó Sus derechos, fue entonces un tribunal de juicio.”*
El Trono Celestial se convierte en un tribunal de Juicio, ¿para qué? Para traer el juicio divino y salir el juicio divino desde el Trono de Dios para la humanidad.
“*...y Él entonces ya no es un Cordero sino un León, el Rey, y clama por Su Reina que venga a pararse a Su lado.”*
Ahora, podemos ver que la humanidad se está acercando a una etapa, en donde la Sangre de la Expiación no estará en el Trono de Dios; y por consiguiente la raza humana se tendrá que enfrentar a un Trono de Juicio, del cual saldrá el Juicio Divino sobre la raza humana. Pero los escogidos ya estarán llamados y juntados y colocados en el Cuerpo Místico de Cristo, y serán transformados y escaparemos de los juicios divinos que han de venir sobre la raza humana.
“**EL LIBRO MISTERIOSO.”**
Aun con todo lo que hemos hablado, todavía todos los misterios contenidos en ese Libro no están abiertos públicamente, y sobre todo el misterio del Séptimo Sello.
Por lo tanto, estamos esperando que Cristo complete Su Iglesia.
**¿Y cómo completará Su Iglesia?** Llamando y juntando a Sus escogidos, y para eso, pues continuamos evangelizando y llevando el Mensaje por todos los lugares, para que Cristo llame y junte a Sus escogidos del Día Postrero; y el Mensaje con el cual llama y junta a Sus escogidos es el Mensaje de la gran Voz de Trompeta. Ese Mensaje está contenido en el Libro de los Siete Sellos, como está contenido también el Mensaje que predicaron los diferentes Ángeles Mensajeros de las Siete Edades de la Iglesia.
Por eso tuvieron éxito y fueron llamados y juntados los escogidos de Dios de cada tiempo; y por eso es el éxito de este tiempo, porque el Mensaje está contenido en el Libro de los Siete Sellos, y por eso es que en el Mensaje de este tiempo final se habla de ese Libro de los Siete Sellos y de su contenido.
Por lo tanto, el Mensaje ha tenido, tiene y tendrá éxito; y nosotros llevando ese Mensaje tendremos éxito también; y la Iglesia del Señor Jesucristo tendrá éxito llevando el Mensaje de este tiempo final.
Algunas personas se preguntan: “¿Pero y por qué tienen éxito?” No saben que es a causa de que es el contenido del Título de Propiedad, el Mensaje está contenido en ese Libro de los Siete Sellos. Luego cuando todo termine, y ya estemos transformados, comprenderemos la historia de nuestra edad: la Edad de la Piedra Angular, y de los escogidos, y del ministerio de la Edad de la Piedra Angular; y de todo lo que está contenido en el Libro de los Siete Sellos para nuestra edad; comprenderemos la historia de lo que Dios está haciendo en este tiempo final en Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular.
Ya Dios no está obrando con edades pasadas, está obrando en Su Iglesia, en la Edad de la Piedra Angular, en el Lugar Santísimo de Su Templo Espiritual.
Por lo tanto, éste es el tiempo más glorioso de todos los tiempos. Dios ha estado transfiriendo las cosas de Su Templo Celestial al Templo Espiritual de Cristo, se han estado materializando en la Iglesia del Señor Jesucristo. Y eso significa que para nuestro tiempo, en la Edad de la Piedra Angular, que es la Edad del Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, Dios estará transfiriendo y reflejando en la Iglesia de Jesucristo en el Lugar Santísimo todo lo que tiene en Su Trono, en el Lugar Santísimo del Templo Celestial.
Y ahí nos vamos a detener, porque tendríamos que comenzar otro Mensaje, en donde veríamos cómo lo que está en el Templo Celestial, en el Lugar Santísimo, Cristo lo estaría haciendo una realidad y reflejando en el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo.
La representación del Templo Celestial ya no es el tabernáculo que construyó Moisés, eso fue en un tiempo; tampoco es el templo de Salomón, lo fue en el tiempo correspondiente; pero actualmente la representación del Templo Celestial de Dios es la Iglesia del Señor Jesucristo. La parte del Lugar Santo corresponde a las Siete Edades, y la parte del Lugar Santísimo corresponde a la Edad de la Piedra Angular. ¿Ven lo sencillo que es todo?
**¿Dónde estaba el lugar santísimo en el tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó el rey Salomón?** En el Oeste.
**¿Dónde está la Edad de la Piedra Angular, que es el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo?** En el Oeste del planeta Tierra, en América Latina y el Caribe.
Y lo más cerca al Lugar Santísimo fue la séptima edad que se cumplió en Norteamérica. Pero la séptima edad no era el Lugar Santísimo, la Edad de la Piedra Angular es el Lugar Santísimo de la Iglesia del Señor Jesucristo, del Templo Espiritual de Cristo; y ahí es donde hay lugar y en donde Dios llama y junta a Sus escogidos en este tiempo final, donde el Siervo, el Espíritu Santo, está llamando y juntando a los escogidos bajo el ministerio del Día Postrero, el ministerio correspondiente al Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo.
“**EL LIBRO MISTERIOSO.”** Ese ha sido nuestro tema para esta ocasión.
Ese Libro Misterioso es el Libro de los Siete Sellos, de Apocalipsis, capítulo 5, ése es el Libro de la Vida del Cordero, el Libro de la Vida, el Título de Propiedad de la Vida eterna, el Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de: **“EL LIBRO MISTERIOSO.”**
Que Dios les bendiga y les guarde, y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final, recordando que estamos haciendo historia, estamos haciendo historia en la Iglesia de Jesucristo, en el Cuerpo Místico de Cristo, en la parte del Lugar Santísimo.
***Que vuestra historia sea maravillosa y agradable a Dios, y sea recompensado usted por todo lo que haga en la Obra del Señor Jesucristo; y yo también. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.***
Muchas gracias por vuestra amable atención, y dejo con nosotros nuevamente al Reverendo Miguel Bermúdez Marín para continuar, y nos veremos mañana Dios mediante en la actividad de la mañana, en el lugar para el cual está asignada la actividad de mañana.
Oren mucho por la actividad de mañana para que Dios obre en la actividad de mañana; *y nos abra las Escrituras y llame y junte los escogidos que faltan por ser llamados y juntados; y a los que ya están los confirme en la Palabra de Dios, y en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.*
Con nosotros el Reverendo Miguel Bermúdez Marín para continuar.
Dios les bendiga, y pasen todos muy buenas noches.
“**EL LIBRO MISTERIOSO.”**