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La Trayectoria de Jesucristo 2004-01-04 1 Cayey PR 00:00:00 false

Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes; es una bendición grande estar con ustedes en este nuevo año 2004, en esta tercera actividad o culto con ustedes, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios, bajo el tema: “LA TRAYECTORIA DE JESUCRISTO.”

A todas las personas que están de visita con nosotros, son bienvenidos, y que Dios los bendiga grandemente a todos, y les abra el entendimiento y el corazón, para entender y recibir la Palabra en sus corazones.

Para esta ocasión leemos en Hebreos, capítulo 1, verso 1 al 3, donde dice:

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,

en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;

el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Nuestro tema es: “LA TRAYECTORIA DE JESUCRISTO.”

A través de la historia bíblica, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento, veremos la trayectoria de Jesucristo nuestro Salvador.

Siendo que esta Escritura que leímos de San Pablo, dice que Dios... dice:

En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo.” El Heredero de toda la Creación es el Señor Jesucristo, “...y por quien asimismo hizo el universo.” Y ahora este otro pasaje dice que fue por medio de Jesucristo que Dios hizo el Universo.

Por lo tanto, la trayectoria del Señor Jesucristo es desde la eternidad, y ha pasado por esta dimensión de luz, tiempo y materia, y ha sido conocido en Sus manifestaciones que ha tenido tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento.

Conforme a esta lectura que tuvimos, Jesucristo es eterno; por lo tanto es un personaje de la eternidad que nos visitó en carne humana para llevar a cabo un propósito divino, y por consiguiente es la persona que en un cuerpo de carne ha pisado este planeta Tierra, la persona más importante que ha pisado este planeta Tierra.

El mismo Apóstol San Pablo en Colosenses, capítulo 1 (hablando de Cristo), dice:

Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.”

Aquí nos muestra que hemos sido librados, libertados de la potestad de las tinieblas, y hemos sido colocados en el Reino del Hijo de Dios: Jesucristo nuestro Salvador. Si Él tiene un Reino, Él es Rey, Él es el Rey de reyes y Señor de señores, en quien tenemos Redención por Su Sangre.

La Redención es por medio de Jesucristo y Su Sangre derramada en la Cruz del Calvario. No hay otro Redentor, hay solamente un Salvador, y hay solamente un Nombre de salvación. “Porque no hay otro nombre dado a los hombres en que podamos ser salvos.” No hay otro nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos, solamente hay un nombre, y ese Nombre es SEÑOR JESUCRISTO.

En el libro de los Hechos, capítulo 4, verso 11 al 12 es que San Pedro dice que no hay otro nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos.

El Nombre Jesús significa: “Salvador, Redentor,” el Nombre tiene que ver con la obra que Él llevaría a cabo, ese es el Nombre de Dios para salvación, por consiguiente ese es el Nombre dado a los hombres en que podemos ser salvos:

En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.”

Nadie puede obtener el perdón de pecados, a menos que sea por Jesucristo, y la limpieza de sus pecados por medio de la Sangre de Jesucristo:

El es la imagen del Dios invisible.”

¿Qué es la imagen del Dios invisible? Hemos visto que es Jesucristo. ¿Pero qué es en realidad la imagen de Dios? Es el cuerpo angelical de Dios llamado el Ángel de Jehová en el Antiguo Testamento.

Por eso el Ángel de Jehová que le apareció a Adán, a Set, también a Enoc, a Noé, a Abraham, a Isaac, a Jacob. Con Jacob... Jacob luchó con el Ángel de Jehová y el Ángel lo bendijo, y fue ya al amanecer que recibió la bendición del Ángel de Jehová pero estuvo toda la noche (el Ángel de Jehová) con Jacob, y él agarrado del Ángel de Jehová; tipo y figura tanto del pueblo hebreo con el cual el Ángel de Jehová estuvo en todo el Antiguo Testamento y luego se hizo carne en medio del pueblo hebreo y fue llamado Jesús, Su cuerpo de carne fue llamado Jesús, porque ese es el Nombre de Salvación.

En Malaquías, capítulo 3, dice, verso 1:

He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.”

Aquí tenemos la profecía de la venida del precursor de la Primera Venida de Cristo y de la Venida del precursado: el Mesías, que sería el Señor, el Ángel del Pacto, el cual se haría carne y aparecería en medio del pueblo hebreo.

El pueblo hebreo por cuanto es el tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo, del Israel Celestial, en medio del pueblo hebreo tuvo que cumplirse la Primera Venida de Cristo como Redentor, porque para el Día Postrero en el Israel Celestial se cumplirá la Segunda Venida de Cristo como Reclamador, como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, y luego se revelará al pueblo hebreo.

Ahora, hemos visto que el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, es el que vendría en medio del pueblo hebreo en carne humana, y Juan el Bautista le prepararía el camino. Ese Ángel de Jehová o Ángel del Pacto, es el Ángel (que como les dije anteriormente) le apareció a Adán, porque ese era el Ángel con el cual Adán hablaba todos los días en... dice aquí, vamos a ver la Escritura:

Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles.” [Nota - Génesis 3:8]

En esta forma siempre Dios aparecía a Adán y a Eva, era Dios viniendo en esa Columna de Fuego, donde estaba Su cuerpo angelical, y le aparecía a Adán; Adán podía ver al Ángel de Jehová, ya sea en forma de Columna de Fuego o en la forma de un hombre, porque Adán era un Profeta, y un Profeta dispensacional, el cual tenía las dos conciencias juntas y podía ver en otras dimensiones. Dios siempre le aparecía cada día en esa forma a Adán.

Ahora, ese mismo Ángel del Pacto, el cual es el mismo Dios en Su cuerpo angelical, por lo cual hay ocasiones en que el Ángel de Jehová aparece, y la Escritura dice que el Ángel de Jehová le habló, otras veces dice que fue Jehová el que le habló a Moisés; pero es que la forma de Dios hablar es a través de Su Ángel, el Ángel de Jehová que es la imagen del Dios Viviente, que es Jesucristo en Su cuerpo angelical.

También encontramos que le habló a los diferentes Profetas de las diferentes etapas de la raza humana, de esa descendencia de Adán, Set, y así por el estilo. Luego encontramos que ese Ángel de Jehová, el cual es Cristo en Su cuerpo angelical, el cual es la imagen del Dios Viviente, encontramos que aparecía, no solamente apareció a estos Profetas, sino que le apareció también a Manoa y a su esposa (padres de Sansón).

Este Ángel de Jehová también en otra ocasión le apareció a otra persona, y estuvo esperando por esa persona. Vean, algunas veces le pedían que esperara hasta que preparara alguna cosa y Él esperaba; algunas veces esperaba hasta que prepara el sacrificio, el cual sería dedicado a Dios.

Ahora, todo esto es un misterio divino, es el misterio de Dios. Por eso en Colosenses, capítulo 2, verso 2 en adelante, dice:

Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,

en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.”

Y ahora, conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, es obtener el conocimiento de quién es Dios y quién es Jesucristo, y el misterio de Dios es Cristo. En Cristo está el misterio de Dios, porque el misterio de Dios en Cristo es que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo mismo al mundo.

¿Y entonces quién es Cristo para Dios? ¿Cuál es el misterio de Cristo y cuál es el misterio de Dios? Que así como usted y yo tenemos cuerpo físico, tenemos un cuerpo espiritual llamado el espíritu, el cual es un cuerpo parecido a nuestro cuerpo físico pero de otra dimensión, y tenemos alma también. Dios en Cristo está en toda Su plenitud, y por consiguiente el misterio de Dios en Cristo es que Jesucristo en Su cuerpo físico es el cuerpo físico de Dios, y Jesucristo en Su cuerpo angelical es el cuerpo angelical de Dios, y Dios el Padre, es el Alma.

Alma, espíritu y cuerpo de Dios, lo encontramos manifestado en toda Su plenitud en la persona de Jesucristo nuestro Salvador, ahí está el misterio de Dios, está en Jesucristo velado y revelado; y aún con todo lo que les dije, aún todavía hay algo que no les puedo decir por el momento.

Ahora, algún día les diré y quedará completamente abierto el misterio de Dios. Todavía hay cosas que no les puedo decir por el momento para no interrumpir el Programa que Él está llevando a cabo en este tiempo final.

Pero vean, cualquier persona puede decir: “Ya el misterio de Dios fue revelado en Cristo.” Revelado y manifestado en Cristo, pero no comprendido plenamente por los seres humanos.

Dios escondió estas cosas de los sabios y de los entendidos, o sea, de los doctores en teología, en divinidad, del pueblo hebreo y también del cristianismo. Vean ustedes, en Apocalipsis, capítulo 10. No quiere decir que no conozcan acerca del misterio de Dios, sí, los teólogos del cristianismo conocen, pero no conocen todo el misterio de Dios.

Vean, en Apocalipsis, capítulo 10, verso 7, dice:

Sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.”

Por lo tanto, se completará la revelación del misterio de Dios, se consumará y por consiguiente el pueblo de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo, conocerá el misterio de Dios; así como el ser humano es un misterio, y podríamos decir: el segundo o tercer misterio, porque el ser humano es alma, espíritu y cuerpo, y eso es un misterio que aún la ciencia todavía no ha podido comprender completamente, sabe algo pero no todo.

Así también el misterio de Dios en Cristo, la ciencia religiosa, que es la teología, no lo ha podido comprender completamente, no ha podido comprender que Dios en Jesucristo es alma, espíritu y cuerpo, como el ser humano es alma, espíritu y cuerpo. Dios creó al ser humano a Su imagen (cuerpo angelical) y a Su semejanza. La semejanza física de Dios es el cuerpo de Jesucristo, el cual ya está glorificado; y la imagen de Dios es el cuerpo angelical de Jesucristo, por eso San Pablo dice que Jesucristo es la imagen del Dios Viviente.

Ahora, eso es un misterio, pero todo es sencillo, usted camina con el misterio suyo, con el misterio de usted mismo, usted camina con alma, espíritu y cuerpo, aunque no haya comprendido ese misterio que está en usted.

Y Dios es Alma, Espíritu y Cuerpo en la persona de Jesucristo nuestro Salvador. Cristo dijo: “El Padre que mora en mí, Él hace las obras.” Ahí tenemos a Dios el Padre: alma. Y también Jesucristo dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí.” Ahí tenemos el cuerpo angelical. Así que en Jesucristo tenemos a Dios en Alma, Espíritu y Cuerpo.

Y ahora, este es un misterio muy grande, y en la trayectoria de Jesucristo lo encontramos manifestado. Desde antes de la fundación del mundo encontramos que de Dios salió Su propio cuerpo angelical, el Verbo que era con Dios y era Dios y estaba en Dios, y ese es el Hijo de Dios en Su cuerpo angelical. Pero luego se vistió de un cuerpo de carne, y allí dentro de ese cuerpo de carne estaba el cuerpo angelical de Dios, que es Cristo, el Ángel de Jehová, y dentro de ese cuerpo angelical estaba Dios el Padre: y eso es la plenitud de la Divinidad en Jesús.

Por eso es que la Escritura dice en la carta de Colosenses, capítulo 1 (estábamos leyendo y tuvimos que hacer una pausa de la lectura de este pasaje, para pasar a otros pasajes bíblicos, ahora continuamos): “El es la imagen del Dios invisible...” verso 15 de Colosenses, capítulo 1, verso 15:

El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.

Porque en él fueron creadas todas las cosas.”

En Él fueron creadas todas las cosas. Es como cuando usted ve un grano de trigo, si usted sabe de la agricultura, usted dice: “Ahí hay una planta de trigo con muchos granos de trigo.” Cristo dijo: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, él solo queda (o queda solo); pero si cae en tierra y muere, mucho fruto lleva.” O sea, muchos hijos e hijas de Dios que están tipificados en el trigo, como Cristo es la semilla, la simiente original que fue sembrada, la simiente, la semilla donde estaban todos los granos de trigo juntamente con la planta de trigo.

La planta de trigo es la Iglesia del Señor Jesucristo, y nosotros somos granos de trigo de esa planta de trigo, y antes estábamos en la semilla de trigo, que es Jesucristo nuestro Salvador.

Así como también una persona cuando ve un huevo de gallina, el cual ha venido por medio de la unión del gallo y de la gallina, la persona puede decir: “Aquí en este huevo que yo estoy viendo, yo veo que hay un pollo.”

Cualquier persona dice: “Tú estás loco, ahí no hay nada de eso.” Pero potencialmente está ahí, ahí está creado ese pollo con plumas y todo lo que va a tener, pero tiene un proceso, hay una mecánica que tiene que ser usada para que aparezca lo que está potencialmente en ese huevo, hay que colocarlo con la gallina, ese huevo y quizás otros más, para que nazcan los pollitos, o en una incubadora. La forma correcta, la natural que Dios dio al ser humano es a través de la gallina.

También una persona puede ver un árbol de estos que se usan para convertirlos en madera, para construir diferentes cosas, casas de madera, construir escritorios y otras cosas de madera: camas y así por el estilo, pues una persona puede ver un árbol y lo que ve es un pedazo de madera que tiene vida, pero no ve nada más; pero un carpintero o un ebanista dice: “Oye, yo estoy viendo que aquí de este árbol pueden salir buenas tablas para una casa.” Otro puede decir: “Pero yo estoy viendo que de este árbol puede salir una buena madera para un escritorio.” Y así por el estilo. Porque en ese árbol está todo lo que se necesita para preparar las tablas para una casa o preparar la madera bien preparada para un escritorio o alguna otra cosa de madera.

Ahora, podemos ver que así también en Cristo, Dios colocó todo, por consiguiente toda la Creación que Dios llevaría a cabo, la colocó en Cristo, de Él sale toda la Creación.

Vean, la Escritura en Génesis, capítulo 1, verso 1, dice:

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”

Pero ahora cuando leímos en Hebreos, capítulo 1, verso 1 en adelante, en donde dijo... Él es el Heredero de todo, por quien también fue creado o creó todas las cosas... vamos a ver:

En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”

Ahora, el misterio de Génesis capítulo 1: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Está en que fue por medio de Jesucristo Su Hijo, el Hijo de Dios, el cual es el Ángel de Jehová, el cual es un hombre de otra dimensión; ese es un Espíritu que apareció en forma de hombre llamado el Ángel de Jehová, el cual luego tendría un cuerpo de carne y aparecería en medio de la raza humana, y ese sería el Segundo Adán. Continuemos aquí, en el verso 16 de Colosenses, capítulo *1, dice:

Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra (todas las cosas), visibles e invisibles (todo lo visible y todo lo invisible); visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”

Esos reinos espirituales (los cuales están en otra dimensión) fueron creados ¿por quién? Por medio de Jesucristo. Dios por medio de Jesucristo creó todas las cosas. Todo fue creado por medio de Él y para Él, porque Él es el Heredero de toda la Creación, y Él es antes de todas las cosas.

Y ahí en la trayectoria de Jesucristo San Pablo nos lleva hasta antes de la Creación. Jesucristo antes de la Creación estaba con el Padre, y antes de aparecer en Su cuerpo angelical estaba dentro del Padre, salió de Dios. Eso lo vamos a ver dentro de unos momentos en San Juan, capítulo 1, verso 1 al 18:

Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.”

El que le da continuación a la Creación es Jesucristo, es por medio de Jesucristo que Dios le da continuidad o continuación a toda la Creación.

Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;

por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,

y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas.”

La reconciliación del ser humano, la reconciliación de las cosas que están en la Tierra y las cosas que están en el Cielo es por medio de Jesucristo.

Y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.

Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado.”

Nadie puede ser reconciliado con Dios, nadie puede ser perdonado y limpiado de todo pecado, y ser bautizado en agua correctamente, y recibir el Espíritu Santo y obtener el nuevo nacimiento a menos que sea por medio de Jesucristo nuestro Salvador. Él es el eslabón entre Dios y el ser humano, el que nos une con Dios. La aparición de Cristo en la Tierra fue una manifestación de Amor Divino.

En Romanos, capítulo 5, verso 6 en adelante, dice:

Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.

Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”

¿Ve? Esa es la muestra de Amor Divino, del Amor de Dios más grande que le ha dado a la raza humana: que envió a Su Hijo Jesucristo para morir por nosotros en la Cruz del Calvario. Su semejanza física murió en la Cruz del Calvario... y no solo esto sino que también... vamos a ver:

Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.”

Es por medio de Jesucristo la reconciliación del ser humano para entrar al pacto de paz y estar en paz con Dios y así ser restaurados a la Vida eterna. No hay otra forma para ser restaurados a la Vida eterna.

Ahora, Cristo mostró que Él antes de aparecer en un cuerpo de carne, Él ya existía. En San Juan, capítulo 8, verso 56 al 58, dice:

Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.

Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?

Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.”

Ya hemos visto cómo era Jesucristo antes de Abraham: Él era el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto. En el capítulo 17 de San Juan, también Cristo hablando, dice:

Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;

como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.

Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.”

Aquí Cristo también muestra que antes que el mundo existiese ya Él existía y estaba con el Padre.

He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.”

Aquí podemos ver también que todas las almas de Dios, las cuales Dios ha colocado para Vida eterna han sido dadas a Jesucristo para que Cristo les dé Vida eterna, y esas son las personas que están tipificadas en las ovejas que el Padre le dio para que les dé Vida eterna. De esas personas es que Cristo habla y dice que son las personas que escucharán Su Voz. En el capítulo 8, de San Juan, verso 47, dice:

El que es de Dios, las palabras de Dios oye.”

Y aquellos que no querían escuchar la Palabra de Dios Él les dijo: “Por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.”

Por lo tanto, hay hijos e hijas de Dios y hay también personas que no son hijos e hijas de Dios. En la parábola del trigo y de la cizaña Él mostró que hay trigo y hay cizaña, Él dice que la cizaña son los hijos del malo, y Él dice que el diablo, que el diablo fue el que sembró la cizaña, o sea, sembró sus hijos en la Tierra; pero dice Cristo que el que sembró el trigo es el Hijo del Hombre, y dice que el trigo son los hijos del Reino.

Ahora, podemos ver que esto es una verdad bíblica que no podemos negar, y que tenemos que ser agradecidos a Dios; que la bendición nos ha tocado, la bendición ha caído sobre nosotros y somos hijos e hijas de Dios representados en el trigo y representados también en las ovejas que el Padre le dio a Cristo para que les dé Vida eterna.

Usted y yo nada hicimos para ser hijos e hijas de Dios, eso lo hizo ¿quién? Dios por medio de Jesucristo nuestro Salvador; por lo tanto no es del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene Misericordia.

Esto es una palabra dura: decir que hay hijos de Dios y que hay hijos del diablo, pero es lo que la Escritura dice. Ningún hijo de Dios se va a molestar, porque Dios diga que hay hijos de Dios representados en el trigo; pero a los que no les gustaría mucho escuchar que hay también cizaña es a la cizaña, porque la cizaña se cree que es trigo, que son hijos de Dios. Pero aquí en San Juan, capítulo 10, verso 24 en adelante, dice:

Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.

Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí.”

Y las obras que Cristo hacía, las hacía en el Nombre de Su Padre, y era el Padre en Él obrando.

Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás.!”

Y no perecerán jamás, o sea, que las ovejas que el Padre le dio a Cristo nunca se perderán, no importa los problemas por los cuales pasen en esta vida, todos pasamos por diferentes problemas, porque todavía estamos en estos cuerpos de carne.

Y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

Yo y el Padre uno somos.”

También encontramos que Cristo dijo, o que dice la Escritura en el capítulo 11, verso 52, 51 al 52: “Esto dijo...” o sea, el sumo sacerdote condenando a Cristo:

Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación;

y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.”

Y son congregados en uno en Cristo y Cristo está en la forma de Su Iglesia. En la forma de la planta de trigo es que el grano de trigo que es sembrado, luego aparece para llevar el fruto: muchos granos de trigo. Y Cristo para llevar mucho fruto, muchos hijos e hijas de Dios a través de la planta de trigo, Su Iglesia, es manifestada.

Y ahora, en el capítulo 14 también, verso 7 en adelante, Cristo dice:

Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.

Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? (¿dónde estaba el Padre? En Él) Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.”

O sea, que era el Padre en Jesús llevando a cabo esas obras, y hablando a través de Jesús; así como no es su cuerpo físico el que hace los trabajos, ni el que habla, aunque las personas ven que son las manos físicas suyas las que trabajan y los pies los que caminan y su boca la que habla, pero es el que está dentro de ese cuerpo de carne; cuando sale el alma y el espíritu de la persona, ahí sigue el cuerpo de carne pero no hace nada ¿por qué? Porque se fue el que obraba a través de ese cuerpo de carne. Así a través del cuerpo de carne llamado Jesús obraba Dios, el Padre, con Su cuerpo angelical, con Su cuerpo angelical que es el Ángel de Jehová.

Y ahora, en San Juan, capítulo 1, verso 1 en adelante, dice:

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Este era en el principio con Dios.”

El Verbo es ese cuerpo angelical, el Logos que salió de Dios.

Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.”

Fue por medio del Verbo, el Logos, el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, Cristo en Su cuerpo angelical que Dios creó todas las cosas. Por medio de Él fueron creadas, hechas todas las cosas, y sin Él nada de lo que fue creado fue hecho.

Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.”

O sea, que no hay nada creado que no haya sido creado por Dios a través de Jesucristo.

En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.” Sigue diciendo el verso 9 y 10:

Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.

En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.”

Y el verso 14 de ese mismo capítulo 1 de San Juan, dice:

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros...”

Habitó en medio de la raza humana allá en medio del pueblo hebreo, el Verbo hecho carne, el Ángel de Jehová con un cuerpo de carne también, y era nada menos que Dios en y con Su Ángel, el Ángel de Jehová, visitando la raza humana en un cuerpo de carne llamado Jesús; eso era la visitación de Dios al pueblo hebreo, el cual estaba bajo la ley; y eso es Jesucristo en Su trayectoria apareciendo en carne humana al pueblo hebreo.

También le había aparecido a Abraham en un cuerpo físico de carne con los Arcángeles Gabriel y Miguel en el capítulo 18 del Génesis, cuando visitó a Abraham el día antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra; tipo y figura de lo que fue dicho por Cristo: “Como fue en los días de Noé, así será la Venida del Hijo del Hombre, así será el día en que el Hijo del Hombre se manifestará.” Eso está en San Mateo, capítulo 24, verso 34 al 39, y en San Lucas, capítulo 17.

Es una promesa para este tiempo final, en que el Hijo del Hombre se manifestará en carne humana, es una promesa divina para este tiempo final antes de la destrucción del reino de los gentiles. Ahí hay también un misterio grande, el cual en alguna ocasión les será dado a conocer porque está ligado al misterio de la Segunda Venida de Cristo, porque el Hijo del Hombre viene con Sus Ángeles, como vino con Sus Ángeles el día antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra.

El verso 18 de ese mismo capítulo 1 de San Juan, dice:

A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”

Dios se revela a través de Su Hijo Jesucristo, aun en el Antiguo Testamento estando en Su cuerpo angelical, toda revelación vino por medio de Jesucristo, toda revelación de Dios y toda la obra de Dios.

Y ahora, en la trayectoria del Señor Jesucristo lo vimos antes de la Creación como el Verbo, el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, el Verbo que era con Dios por medio del cual luego creó todas las cosas.

Lo vimos desde el Génesis en adelante, luego con Adán en el Huerto del Edén, y luego con los demás Profetas de ahí en adelante: con Abraham, con Moisés también, lo vimos con Jacob luchando Jacob con Él para recibir la bendición y lo vimos con todos los demás Profetas hasta Juan el Bautista, a través de los cuales Él se manifestó y le habló al pueblo hebreo, pero todavía no tenía un cuerpo propio de carne, hasta que se creó un cuerpo en el vientre de María el cual nació en Belén de Judea.

Y ahí vemos a Jesucristo en Su trayectoria hecho hombre en medio del pueblo hebreo, para llevar a cabo la Obra de Redención muriendo en la Cruz del Calvario; Él sabía el porqué Él estaba en la Tierra, Sus discípulos no sabían, ellos no sabían que Jesús tenía que morir.

Ahora, encontramos que en Su trayectoria Él tenía que llevar a cabo ese Sacrificio por el pecado el cual llevó a cabo, y luego que murió, fue sepultado, fue en Espíritu, en cuerpo angelical, al infierno y le predicó a las almas encarceladas, a esos espíritus encarcelados que fueron desobedientes en el tiempo de Noé; por lo cual en Su Segunda Venida habrá un misterio que mostrará grandes señales, un misterio que corresponde a la Tercera Etapa, que será para los perdidos, como fue el misterio de Cristo allá en el infierno predicándole a los espíritus encarcelados que fueron desobedientes en el tiempo de Noé.

Y para este tiempo final habrá un misterio que les predicará a los perdidos, y ese es el misterio de Moisés y Elías, de los Dos Olivos, el misterio que mostrará grandes maravillas, y ese es el misterio que estará manifestado en el cumplimiento de la Visión de la Carpa, ese ministerio viene con el Hijo del Hombre, es el ministerio de los Ángeles del Hijo del Hombre. Por lo tanto, en la Tercera Etapa estará el ministerio de Jesús, de Elías y de Moisés operando, operados por el Espíritu Santo para llevar a cabo el cumplimiento de todo lo que fue visto en la Visión de la Carpa, visto por el Rvdo. William Branham.

Ahora, para toda la trayectoria de Jesucristo, encontramos que luego que Cristo murió y predicó a las almas encarceladas, luego resucitó pasando por el Paraíso y trayendo del Paraíso a los santos del Antiguo Testamento, los cuales fueron resucitados cuando Cristo se levantó de entre los muertos y aparecieron a muchos en la ciudad y Cristo a Sus discípulos, y luego cuando Cristo ascendió al Cielo, ascendieron con Él también al Cielo.

Y luego el Día de Pentecostés, por cuanto Cristo se sentó a la diestra de Dios y ha estado como Sumo Sacerdote haciendo intercesión con Su Sangre por todos los que el Padre le dio para que les dé Vida eterna, Cristo envió Su Espíritu a Su Iglesia el Día de Pentecostés. Cristo había dicho en San Juan, capítulo 14, verso 26:

Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Aquí tenemos la promesa de la Venida del Espíritu Santo. En el capítulo 15, verso 26, dice de San Juan: “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre...” en el verso 26 del capítulo 14 dice que el Padre lo enviará en Su Nombre, en el Nombre del Señor Jesucristo, y acá en el capítulo 15, verso 26, dice: “A quien yo enviaré del Padre.” Y ahora Cristo aquí dice que Él lo va a enviar.

El Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.”

Vendrá dando testimonio, y Cristo dijo que el Padre lo enviará ¿en qué Nombre? En Su Nombre, el Nombre del Señor Jesucristo.

Así como vino el Ángel de Jehová en el Antiguo Testamento con y en el Nombre del Señor. Dios dijo: “He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en la tierra que yo he preparado.” Capítulo 23, del Éxodo:

He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.

Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.”

Y ahora, en el Nuevo Testamento el Nombre está en el Espíritu Santo, en el Espíritu Santo enviado por el Padre en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo dijo: “Yo lo enviaré del Padre.”

Y ahora, encontramos que es un misterio la Venida del Espíritu Santo en el Nombre del Señor Jesucristo; por eso en las diferentes ocasiones en que aparece el Espíritu Santo se identifica con el Nombre del Señor Jesucristo.

El Espíritu Santo en Ezequiel, capítulo 9 es un Varón con un tintero de escribano en su cintura, es un hombre de otra dimensión, es el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto allá en Ezequiel, capítulo 9.

Y ahora, en el Nuevo Testamento vino el Espíritu Santo para la formación o creación de la Iglesia del Señor Jesucristo, y Él es el que ha estado llevando a cabo la Obra de Dios que comenzó con Jesucristo en carne humana y ahora, en Espíritu Santo, ha continuado esa obra, y ha estado manifestado el Espíritu Santo en cada ángel Mensajero llevando a cabo la obra correspondiente a cada tiempo.

Por lo tanto, la trayectoria del Señor Jesucristo en el Nuevo Testamento la encontramos en medio de la raza humana en la Iglesia del Señor Jesucristo, velado y revelado en cada Ángel Mensajero, y por consiguiente, velado y revelado en la Iglesia Suya, Su Iglesia, la Iglesia del Señor Jesucristo.

De edad en edad ha estado Jesucristo en medio de Su Iglesia, viajando de edad en edad en Su trayectoria, a través de estos dos mil años que han transcurrido de Cristo hacia acá, y en cada lugar que ha estado la etapa correspondiente a cada edad de la Iglesia y el Mensajero de cada edad, ahí ha estado Jesucristo en Su trayectoria velado y revelado en el Ángel Mensajero de cada edad.

Y luego para el Día Postrero, por cuanto Él ha tenido la trayectoria de Este a Oeste, que estuvo en carne humana en medio del pueblo hebreo en el Este, en el medio Oriente y luego pasó de la tierra de Israel a Asia Menor y se manifestó en el Ángel Mensajero San Pablo.

Y luego pasó a Asia Menor en Su trayectoria en Espíritu Santo, y se manifestó a través de Ireneo en esa segunda etapa de la Iglesia entre los gentiles allá en Francia.

Y después pasó a otra etapa en medio de Su Iglesia, pasó de Francia a Hungría, y ahí tuvo la tercera etapa cubriendo a Hungría y Francia, y se manifestó a través del Mensajero Martín.

Y luego pasó a la cuarta etapa en Irlanda y Escocia y se manifestó a través del Mensajero Colombo.

Y luego pasó a su quinta etapa en Alemania y se manifestó a través del Mensajero Lutero.

Y luego pasó a su sexta etapa en Inglaterra y se manifestó a través de Su Mensajero Wesley.

Y luego pasó a la séptima etapa... sexta etapa fue Wesley en Inglaterra, séptima etapa el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo en Su trayectoria pasó a Norteamérica y se manifestó en esa séptima etapa en el Rvdo. William Branham.

En estos Mensajeros, Cristo en Su trayectoria en medio de Su Iglesia estuvo velado y revelado, velado y revelado en esos Mensajeros en medio de Su Iglesia y por consiguiente estuvo velado y revelado en Su Iglesia, porque cada uno de esos Mensajeros es un miembro de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y luego, ¿dónde está el Dios de Elías? ¿Dónde está el Dios de San Pedro? ¿Dónde está el Dios de San Pablo? ¿Dónde está el Dios de Ireneo? ¿Dónde está el Dios de Martín? ¿Dónde está el Dios de Colombo? ¿Dónde está el Dios de Lutero? ¿Dónde está el Dios de Wesley? ¿Dónde está el Dios de William Branham? Para el Día Postrero luego de esas siete manifestaciones en esos siete Mensajeros en la trayectoria de Cristo en medio de Su Iglesia del Este hasta el Oeste, luego conforme a la promesa divina estará manifestado, velado y revelado en Su Iglesia en el Ángel Suyo, el Ángel del Señor Jesucristo en el Oeste, y el Oeste consta de Norteamérica y de la América Latina y el Caribe.

Por lo tanto, por cuanto estuvo velado y revelado en el Séptimo Ángel Mensajero en Norteamérica donde se cumplió la séptima edad de la Iglesia entre los gentiles, solamente queda la América Latina y el Caribe para la Edad de la Piedra Angular y para Cristo estar en medio de Su Iglesia velado y revelado en Su Ángel Mensajero en la trayectoria del Señor Jesucristo.

Y luego regresará al pueblo hebreo para la restauración del pueblo hebreo, para llamar y juntar ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, y sellarlos con el Sello del Dios Vivo en sus frentes.

Y luego los escogidos también de entre los gentiles ya estarán transformados y serán llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, y continuará la trayectoria de Jesucristo, tanto llevándonos con Él a la séptima dimensión, a la Cena de las Bodas del Cordero, como también en medio del pueblo hebreo y en el Reino Milenial y por toda la eternidad, porque Él es nada menos que el Alfa y Omega, el primero y el último. Apocalipsis, capítulo 1, verso 8, dice:

Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.”

Aquí se está identificando como el Todopoderoso, como se identificó con Abraham. Luego en el capítulo 1, verso 17 al 18, dice, dice Juan:

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;

y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén.”

Por lo tanto, Su trayectoria continuará para el Milenio y para toda la eternidad, y en Su trayectoria nosotros le hemos estado acompañando y le acompañaremos por toda la eternidad. Él dijo en el capítulo 14 de San Juan, unas palabras que nos llenan de gozo, de fe y de esperanza, las cuales no podemos ignorar:

Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” [Nota - San Juan 14:3]

El propósito de Dios por medio de Cristo es que nosotros estemos con Jesucristo por toda la eternidad donde quiera que Él esté; por eso es tan importante escuchar la predicación del Evangelio de Cristo y recibirlo como nuestro Salvador, Él dijo:

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

San Marcos, capítulo 16, verso 15 al 16, y San Pedro el Día de Pentecostés, predicando en el capítulo 2 del libro de los Hechos, dice de la siguiente manera:

Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.”

Por eso es que le llamamos a Jesús SEÑOR JESUCRISTO: porque Dios lo ha hecho Señor y Cristo.

Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.”

Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”

Así es como se nace del Agua y del Espíritu y se obtiene el nuevo nacimiento y se entra en el Reino de Jesucristo nuestro Salvador, y aseguramos nuestro futuro eterno con Jesucristo en Su Reino Eterno para estar con Él todos los días de nuestra vida, y en Su trayectoria siempre acompañarle.

Toda persona que ha recibido a Cristo como su Salvador está en el Reino de Cristo, y por consiguiente (en la trayectoria de Cristo) está acompañando a Jesucristo.

Y ahora, nosotros en este tiempo final somos los que acompañamos a Cristo en Su trayectoria final entre los gentiles.

Por lo tanto, estamos agradecidos a Cristo por permitirnos acompañarle a Él en Su trayectoria final entre los gentiles, y pronto esperamos que Él complete Su Iglesia, resucite a los muertos creyentes en Él y nos transforme a nosotros los que vivimos, y nos lleve con Él a la Cena de las Bodas del Cordero.

Y entonces tendremos el cuerpo eterno y se habrá terminado todo problema, toda lagrima será enjugada, eso es lo que estamos esperando. Lo único que detiene el que Cristo se levante del Trono del Padre, tome el Título de Propiedad, lo abra en el Cielo y haga Su Obra de Reclamo es que no puede levantarse del Trono del Padre hasta que entre hasta el último escogido de Dios.

Ese es el único requisito que tiene que cumplirse para Cristo levantarse del Trono del Padre, y mi deseo es que en este año entre hasta el último escogido de Dios; y antes del último escogido pues entran los que están antes del último escogido de Dios; por lo tanto esperamos una gran cosecha de almas en este año 2004 y en donde nos gustaría que entraran todos los que faltan por entrar, porque estamos deseosos de ser transformados y tener la inmortalidad física e ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Toda persona que todavía no ha recibido a Cristo como su Salvador y está en este día, en esta tarde escuchando aquí o en algún otro país, donde están escuchando esta conferencia, usted está escuchando porque su nombre está escrito en el Cielo, y Dios le ha permitido estar escuchando Su Palabra, para que usted reciba a Cristo como su Salvador, para que así asegure usted su futuro eterno con Cristo en Su Reino.

Por lo tanto, usted como una oveja necesita a Cristo el Buen pastor para que lo reciba, lo perdone y con Su Sangre lo limpie de todo pecado y pueda ser bautizado en agua en Su Nombre, y Cristo lo bautice con Espíritu Santo y Fuego y obtenga el nuevo nacimiento, nazca en el Reino de Jesucristo nuestro Salvador.

Por lo cual puede levantar su mano, si no ha recibido a Cristo como su Salvador antes, lo puede hacer en esta ocasión y yo estaré orando por usted, y también los niños de 12 años en adelante pueden también recibir a Cristo como su Salvador y estaré orando por ustedes también.

Si en esta ocasión hay personas que todavía no han recibido a Cristo pueden hacerlo en esta ocasión, pueden levantar sus manos y estaré orando por usted en esta ocasión, para que Cristo le reciba, le perdone y con Su Sangre le limpie de todo pecado. Pueden levantar su mano y también pueden pasar al frente para orar por ustedes en esta ocasión.

Hemos visto a Jesucristo en Su trayectoria en este tiempo final llamando y juntando Sus escogidos de este tiempo final como lo hizo en otras edades del pasado.

Pueden continuar pasando los que faltan por pasar para que queden incluidos en esta oración que haré por ustedes.

Cristo en Su trayectoria los está llamando a ustedes en este tiempo final.

LA TRAYECTORIA DE JESUCRISTO.”

Es una experiencia muy hermosa uno encontrarse con Cristo en Su trayectoria y recibirlo como su Salvador. Cristo está en medio de Su Iglesia en este tiempo final como estuvo en otras etapas de Su Iglesia, y está llamando y juntando a Sus escogidos en este tiempo final.

Pueden continuar pasando los que falten, daré unos segundos y luego estaré orando por todos en esta ocasión. Si alguno más falta por pasar, puede pasar y ya estaremos orando por todos los que están presentes.

Vamos a estar puestos en pié para orar ya por las personas que han pasado.

Repitan conmigo esta oración los que han pasado al frente, repitan conmigo esta oración, si falta alguno todavía puede pasar... pueden continuar pasando si faltan algunos más. Vamos a inclinar nuestros rostros y vamos a orar, repitan conmigo esta oración.

Señor Jesucristo vengo a Ti reconociendo que soy pecador y reconociendo que Tú eres el Salvador que has venido al mundo y has muerto en la Cruz del Calvario llevando mis pecados.

Señor Jesucristo ten Misericordia de mí; Tú has dicho: “El que me confesare delante de los hombres, Yo le confesaré delante de mi Padre.” Señor Jesucristo, yo Te recibo como mi Salvador, Te confieso públicamente como mi Salvador, creo en Ti, creo en Tu Nombre y creo en Tu Obra de Redención que llevaste a cabo en la Cruz del Calvario, y creo con toda mi alma que Tu eres el único que puedes perdonar mis pecados, y creo con toda mi alma que Tu Sangre es la única que me puede limpiar de todo pecado.

Señor Jesucristo Te recibo como mi Salvador, perdona mis pecados y con Tu Sangre límpiame de todo pecado, y bautízame con Espíritu Santo y Fuego cuando yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y Te ruego produzcas en mí el nuevo nacimiento, deseo nacer en Tu Reino eterno para vivir contigo por toda la eternidad.

En Tus manos encomiendo mi alma. Señor Jesucristo, Te ruego salves mi alma, en Tu Nombre Señor Jesucristo Te lo ruego. Amén y amén.

Repitan conmigo: La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado, la Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado, la Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado.

Cristo les ha recibido, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado. Inclinemos nuestros rostros y oraré a Dios por ustedes, no tienen que repetir esta oración.

Padre nuestro que estás en el Cielo, santificado sea Tu Nombre, venga Tu Reino, hagase Tu voluntad como en el Cielo aquí en la Tierra.

Dios eterno traigo a Ti en el Nombre del Señor Jesucristo Tu Hijo amado a todas estas personas que han recibido a Jesucristo Tu Hijo amado como su Salvador, Te ruego les recibas en Tu Reino eterno y Te ruego les bautices con Espíritu Santo y Fuego cuando ellos sean bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo Tu Hijo amado, recíbeles en Tu Reino ¡Oh Padre Celestial! Te lo ruego en el Nombre del Señor Jesucristo, Tu Hijo amado. Amén.

Y ahora, ustedes preguntarán: “¿Y cuándo puedo ser bautizado? Porque Cristo dijo: El que creyere y fuere bautizado será salvo. Ya yo he creído y me falta ser bautizado en agua en Su Nombre para recibir el Espíritu Santo.” Pueden ser bautizados en agua hoy porque ya han creído de todo corazón. Hay un bautisterio con agua y hay ropas bautismales a la parte de atrás y hay lugar donde cambiarse de ropa, cambiadores de ropa o lugar, vestidores donde pueden cambiarse de ropa para ser bautizados y luego volver a ponerse la ropa de ustedes, seca, y regresar felices, y llenos del gozo del Señor agradeciendo a Dios la bendición de la salvación de vuestra alma.

El bautismo en agua no limpia los pecados, es solamente un simbolismo en el cual usted se identifica con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección.

Cuando la persona es llevada a las aguas bautismales, la persona ha recibido a Cristo y por consiguiente murió al mundo, y al ser sumergida por el ministro, ser sumergida en las aguas bautismales en el Nombre del Señor Jesucristo, representa la sepultura; y cuando es sacado de las aguas representa la resurrección, y por consiguiente la persona murió, fue sepultado el viejo hombre y se levantó, resucitó a una nueva vida, a la Vida eterna.

Por lo tanto, el bautismo en agua corresponde a toda persona que recibe a Cristo como su Salvador. “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

Ha sido para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de nuestro tema: “LA TRAYECTORIA DE JESUCRISTO,” desde la eternidad hasta la eternidad, pasando por esta dimensión de luz, tiempo y materia en donde Él se ha manifestado desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

Muchas gracias por vuestra amable atención y continúen pasando una tarde llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.

Estaré con ustedes nuevamente el viernes próximo y el domingo próximo también. Dejo al Rvdo. José Benjamín Pérez para que continúe y lleve a cabo los bautismos en agua de las personas que han creído.

Que las bendiciones de Jesucristo el Ángel del Pacto sean sobre ustedes, y Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego luego que sean bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo; y que Dios les continúe bendiciendo a todos ustedes también. En el Nombre del Señor Jesucristo Amén y amén.

Con nosotros nuevamente el Rvdo. José Benjamín Pérez para continuar.

LA TRAYECTORIA DE JESUCRISTO.”