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Dios no puede cambiar 2003-07-10 1 Santiago de Cali Valle del Cauca CO 01:36:12 false true

Muy buenas noches, ministros compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia de Jesucristo en este tiempo final, en la etapa de la Edad de la Piedra Angular; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para esta ocasión leemos en Malaquías, capítulo 3, verso 6 en adelante, donde dice:

Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.

Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?

¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.

Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.

Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Tomando el verso 6:

Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.”

DIOS NO PUEDE CAMBIAR.”

Ése es nuestro tema para esta ocasión. Dios creador de los Cielos y de la Tierra es el Dios eterno y es incambiable. Él no puede cambiar, y Él tiene un Programa desde antes de la fundación del mundo para llevar a cabo, y Él ha estado llevando a cabo Su Programa, el Dios incambiable ha estado llevando a cabo Su Programa. Y como Él obra la primera vez, sigue obrando siempre. Por ejemplo, cuando Él dio el primer día al planeta Tierra, cuando le dio el primer día como sol, vean, salió el sol, caminó, viajó, y se puso en el Oeste. Encontramos que eso es lo que ha continuado sucediendo. Un día es igual al otro día que ya pasó, y el otro día que va a venir es igual al día que ya pasó, aunque le coloquen nombres como: domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado; con todo y eso es igual, Dios va repitiendo lo mismo que hizo en el primer día.

Luego encontramos también las horas del día: encontramos las seis de la mañana, cuando el sol ya está saliendo en algunos lugares, y en otros lugares cuando el sol ya está por salir. Y no encontramos las 6:00 de la mañana en la hora que en el otro día eran las 3:00 de la tarde. En cada país las 6:00 de la mañana es por la mañana.

Ahora, encontramos que lo que fue vuelve a ser y vuelve más adelante a repetirse. Dice Dios por medio del predicador aquí en Eclesiastés, capítulo 3, verso 14:

He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.

Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.”

Hemos visto que cada día es una restauración. El ser humano vive la realidad de cada día, siendo esa realidad una restauración de lo que ya pasó. Así ha venido sucediendo de edad en edad, de año en año, de siglo en siglo. También en Eclesiastés el predicador Salomón, aquí nos dice en el capítulo 1, verso 9 en adelante:

¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido

hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.

¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.

No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.”

Aquí podemos ver que el rey Salomón, el predicador, aquí nos muestra que todo lo que fue en el pasado se repite más adelante; o sea, todas esas cosas se van repitiendo en nuevas generaciones y nuevas personas.

Por lo tanto, en el pasado está representado lo que Dios estará haciendo en el presente, y lo que Dios estará haciendo en el futuro también, porque Dios no puede cambiar.

Así que podemos ver que por cuanto Dios no puede cambiar, Dios ha ido restaurando lo que pasó. Encontramos por ejemplo el pueblo de Dios: el pueblo de Dios como pueblo hebreo en el Antiguo Testamento recibió la Ley Divina en el Monte Sinaí. Luego en el Nuevo Testamento el pueblo de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, que es el Israel Celestial, pasa por las mismas etapas por las cuales pasó el pueblo hebreo. El pueblo hebreo fue libertado de la esclavitud en Egipto donde allí habitó por 430 años, y eso fue con el Israel terrenal, el pueblo de Dios terrenal, la descendencia terrenal de Abraham.

Y ahora, con la descendencia celestial de Abraham, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, encontramos que Dios por medio del Ángel de Jehová, el cual es Cristo, el mismo que libertó al pueblo hebreo a través del Profeta Moisés ahora ha libertado al Israel Celestial del reino, del imperio del maligno, del diablo, ese imperio de las tinieblas. Como nos dice San Pablo en Colosenses, capítulo 1, verso 12 en adelante, San Pablo aquí dice:

Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,

en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.”

Y ahora vean, Cristo nos ha librado de la potestad de las tinieblas y nos ha trasladado a Su Reino. Dios por medio de Cristo ha hecho esa Obra de Redención, y eso es el Segundo Éxodo.

Por eso cada persona que recibe a Cristo como su Salvador, lava sus pecados en la Sangre de Cristo, es bautizado en agua en Su Nombre y recibe el Espíritu Santo, esa persona ha sido libertada, se materializa en la persona esa liberación, se materializa en la persona ese Segundo Éxodo, y es sacado del reino de las tinieblas, porque toda persona que nace en esta Tierra, nace en el Reino de las tinieblas.

Pero cuando la persona recibe el nuevo nacimiento, nace en el Reino de Cristo, es sacada del reino de las tinieblas y colocada en el Reino de Jesucristo nuestro Salvador. ¿Ven? Dios obrando en la misma forma que obró en el Primer Éxodo.

Para el Primer Éxodo tuvo un velo de carne llamado Moisés, para el Segundo Éxodo tuvo un velo de carne llamado Jesús; porque así como se manifestó Dios por medio de Su Ángel, el Ángel de Jehová a través del Profeta Moisés, a través de carne humana, luego se manifestó Dios por medio de Su Ángel, el Ángel de Jehová en carne humana, en el cuerpo que nació de la virgen María; y ya ése es el cuerpo de Dios, el cuerpo humano de Dios, el cual ya está glorificado.

Y ahora, para este tiempo final la promesa es que Dios llevaría a cabo un Tercer Éxodo. El Primer Éxodo sacó de una condición física al pueblo hebreo, y los llevó a la Tierra prometida, y los estableció como una nación, como pueblo de Dios. El único pueblo físico, la única nación creada por Dios. Las demás naciones han sido fundadas por diferentes hombres, pero la única nación creada por Dios ha sido el pueblo hebreo.

Ahora, la nación celestial creada por Dios es la Iglesia del Señor Jesucristo, ése es el Israel Celestial, y por eso es que nuestros nombres están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, y por eso es que somos ciudadanos celestiales.

Y ahora, encontramos que en lo que Dios hizo se ha reflejado lo que Dios estaría haciendo; y lo que Dios hará ya está también reflejado en lo que ya Él hizo, porque Él no puede cambiar.

Por lo tanto, en el Tercer Éxodo prometido, encontramos que suceden las mismas cosas.

Vean, para el Segundo Éxodo encontramos que así como había venido el Espíritu de Dios, el Ángel del Pacto, y le apareció a Moisés, y Moisés fue ungido con la Columna de Fuego. Luego para el Segundo Éxodo Jesucristo fue ungido con la Columna de Fuego, porque es la Columna de Fuego el que lleva a cabo cada uno de esos Éxodos, porque Dios está en esa Columna de Fuego.

Ahora, para el Tercer Éxodo también el mismo Programa se lleva a cabo.

Ahora vean, para el tiempo en que Dios envió el velo de carne a través del cual llevaría a cabo el Segundo Éxodo, envió primero un precursor: Juan el Bautista preparándole el camino.

Encontramos que para este tiempo final, para el Tercer Éxodo, en donde nosotros recibiremos el cuerpo físico glorificado, eterno, inmortal, incorruptible, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo, ya Dios envió un precursor, como envió a Juan el Bautista con el Espíritu y Virtud de Elías, envió al Rvdo. William Branham con el Espíritu y Virtud de Elías precursando la Segunda Venida de Cristo.

Y luego el mismo precursor dice que el Mensaje y el Mensajero son una misma cosa. Por eso Él dice: “Aunque Yo no esté presente aquí en la Tierra en el tiempo de Su Venida, este Mensaje introducirá a Cristo al mundo.” Por lo tanto, el Mensaje del Rvdo. William Branham estará dando testimonio de lo que Dios estará cumpliendo, estará haciendo en este tiempo final, para que se realice físicamente el Tercer Éxodo, se realice nuestra transformación, yasí nosotros salgamos de esta condición humana, mortal, corruptible y temporal, y entremos a la condición eterna en el cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado.

Ahora, ha habido un Éxodo en el campo espiritual, el cual es lo que reúne, saca de los diferentes grupos denominacionales a los escogidos de Dios, y los saca del mundo como siempre Él ha hecho; porque todo sistema denominacional está ¿dónde? En el mundo.

Ahora vean, pertenece al mundo, vean lo que Dios hace... en el libro de “Las Edades,” página 265, dice, por la mitad, por el centro, dice:

Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana. (Apocalipsis 22:16).

...hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. (2 Pedro 1:19).

Según estos versículos, Jesús es la Estrella de la Mañana. El Espíritu está haciendo una promesa a los escogidos de las Edades del Oscurantismo en relación a Sí mismo, y luego a las edades por venir.

Como ya hemos mencionado, Jesús se identifica con el Mensajero de cada edad. Ellos reciben de Él la revelación de la Palabra para cada edad. Esta revelación de la Palabra saca del mundo a los escogidos de Dios y los coloca en unión completa con Cristo.”

¿Cómo es que Dios saca del mundo a los escogidos de Dios? Por medio del Mensajero al cual le da la revelación para ese tiempo, y ese Mensajero ungido con el Espíritu Santo habla, predica, proclama esa revelación divina que ha recibido de Dios, y llega hasta los oídos y el corazón de los escogidos de Dios, y ellos escuchan la Voz de Cristo, la Voz del Espíritu Santo, y son llamados, juntados, reunidos en el Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, así son unidos a Cristo y con Cristo en cada edad.

Y para este tiempo Él ha estado llamando y juntando Sus escogidos de este tiempo final. Por lo cual tiene que tener un Mensaje, tiene que tener una edad: La Edad de la Piedra Angular; tiene que tener un Mensaje: el Mensaje de la Lluvia Tardía juntamente con la Lluvia Temprana, el Evangelio del Reino siendo predicado juntamente con el Mensaje del Evangelio de la Gracia siendo predicado también.

Y son llamados con ese Mensaje y esa Lluvia Tardía y Temprana cayendo sobre el pueblo, la Iglesia de Jesucristo, son llamados y juntados todos los escogidos de Dios este tiempo final. Y eso causa un Éxodo, en donde se ven personas escuchando el Mensaje y recibiendo el Mensaje, y viniendo a formar parte del Cuerpo Místico de Cristo en la Edad correspondiente a este tiempo. Los ven saliendo de diferentes grupos, hasta donde les llega la Voz de Cristo. Y algunas personas que no entienden pueden pensar que algo malo está sucediendo, cuando lo que está sucediendo es algo bueno que Dios ha prometido para este tiempo final.

Por ejemplo, cuando estaba Juan el Bautista y Jesús sobre la Tierra, veían los sacerdotes y el sumo sacerdote y los demás sumos sacerdotes que quedaban vivos pero que ya habían terminado su labor, y también los saduceos y los fariseos veían la gente saliendo de los grupos denominacionales de aquel tiempo para escuchar el Mensaje de Juan y luego para escuchar a Jesús y para seguir a Jesús, y decían: “Este hombre se va a llevar toda la gente, vean, si lo dejamos que siga como va, todos le van a seguir.” Pensaban que era una plaga, que era un problema. Pero era la bendición de Dios que estaba siendo manifestada y estaban siendo llamados en el Segundo Éxodo, para entrar a la tierra prometida del bautismo del Espíritu Santo.

Y para entrar a la tierra prometida del cuerpo nuevo y eterno, en este tiempo final se lleva a cabo un Tercer Éxodo; y luego para entrar, luego, a la tierra prometida del glorioso Reino Milenial.

Ahora, o sea, que el Éxodo de este tiempo incluye entrar a la Tierra prometida del cuerpo nuevo, y entrar a la Tierra prometida del glorioso Reino Milenial, y también entrar a la Tierra prometida de una nueva edad y una nueva dispensación.

Ahora, para este tiempo final cuando las personas vieron bajo el ministerio del precursor a gentes saliendo de las denominaciones para recibir el Mensaje que trajo Dios por medio del Rvdo. William Branham, se levantaron contra él, y pensaban y decían que era un falso Profeta, y que era algo malo lo que estaba haciendo, lo que estaba sucediendo. Pero era algo bueno, era lo que Dios tenía para ese momento en donde estaba el precursor de la Segunda Venida de Cristo.

Y ese movimiento de parte del Espíritu de Dios tenía que continuar, porque tiene que llegar a la culminación del recogimiento de todos los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, y ser resucitados los muertos en Cristo y nosotros los que vivimos ser transformados. Estamos en la etapa de la Edad de la Piedra Angular, la Edad del Grano de Trigo. Ya no estamos en la edad del tallo, no estamos en las edades luterana, wesleyana o pentecostal. Por eso ustedes pueden ver que aunque la justificación, la santificación, el bautismo del Espíritu Santo, está en nuestra edad - porque en nuestra edad está todo lo que ellos tuvieron; pasó por esas edades hasta llegar a la Edad de la Piedra Angular.

Ahora, no somos luteranos, no somos wesleyanos, y no somos pentecostales, porque no somos tallo, ni rama, ni hojas, ni la florescencia o la borla o la cáscara, que representa la edad pentecostal también, no somos nada de eso; somos el grano de trigo que ha estado madurando para ser cosechado, ser transformado y llevado con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Vean, esto está... el Rvdo. William Branham hablándonos de esto, nos dice en la página 160, dice (párrafo 1423):

La cosa que pasa con el Mensaje hoy es, los que lo obtienen en sus corazones tienen que permanecer en la presencia del Hijo para madurar. ¿Ven? Uds. pueden coger el Mensaje, y entonces dejar que el Hijo madure todo lo verde fuera de Uds. (¿Ven?), les haga Cristianos maduros. ¿Ven lo que quiero decir? Dios viene para recibir Su Iglesia, y tenemos que tener ese tipo de Cristianos para que Él reciba (o sea, lo reciba). El trigo tiene que madurar.” Vamos a ver la página 148, que nos habla también de esto.

Vamos a ver lo que nos dice aquí , párrafo 1317:

Yo ciertamente respeto a los Luteranos por su posición en su día, a los Metodistas por santificación en su día, y a los Pentecostales por su posición en su día, pero vivimos en otro día. Estamos viviendo cuando ha habido tallo, borla, cáscara... casi como el trigo, pero el trigo está dentro de la cáscara. La cáscara

sólo ha sostenido el trigo, guardó el sol caliente de quemarlo (o sea, que lo guardó del sol, lo guardó de que fuera quemado; porque mientras está demasiado de tierno dentro de la cáscara, si el sol le da, lo quema)... La cáscara sólo ha sostenido el trigo, guardó el sol caliente de quemarlo, y ahora la denominación está sacándose ( está sacándose: también puede ser apartándose) de él para que él pueda reposar en la presencia del Hijo para madurar.”

Ahora, tenemos también, vamos a ver otro lugar que nos habla de estas cosas. Recuerden que en la misma naturaleza se refleja toda la Obra de Dios. O sea, que como Dios obra con el ser humano, también obra con la naturaleza, y tiene las mismas etapas, porque Dios no puede cambiar; o sea, que la misma forma o mismo plano que usa para el ser humano, para la Iglesia también, y es lo mismo que usa para la naturaleza aplicada a la naturaleza.

Por eso en la parábola del trigo y de la cizaña, Cristo representa ahí a los hijos del Reino, hijos de Dios, en el trigo, y a los hijos del maligno en la cizaña. En la página 32, dice párrafo 267:

Y entonces, cuando la gente de Dios empiece a reunirse otra vez juntos, allí hay unidad, hay poder. ¿Ve? Y cuando la gente de Dios se acoja completamente juntos, yo creo, la resurrección tomará lugar entonces. Habrá un tiempo de Rapto cuando el Espíritu Santo comience a juntarlos arriba. Ellos será en la minoría, desde luego, pero allí habrá un gran recogimiento.”

Y ahora, en el párrafo 273 de esta misma página 32, dice:

En los últimos días habría una lluvia tardía, y la lluvia temprana y tardía estarían juntas. La primera lluvia fue en el Este; la lluvia tardía es en el oeste.”

Y ahora vean la Lluvia Tardía, que es la Lluvia Tardía de la Enseñanza de la Segunda Venida de Cristo, la Enseñanza del Séptimo Sello es para el Oeste. Por lo tanto, las personas del Oeste del mundo, del continente americano, serán las personas sobre las cuales estará cayendo la Lluvia Tardía. Y por cuanto la séptima edad se cumplió en la parte Norte del continente Americano, ya entonces queda la parte de la América Latina y el Caribe, para la etapa de la Edad de la Piedra Angular, donde la Lluvia Tardía de la Enseñanza del Séptimo Sello, la enseñanza de la Segunda Venida de Cristo, estará cayendo sobre el pueblo de Dios, y será una Lluvia de bendición para todos nosotros, porque es la que nos da la fe, la revelación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

La primera Lluvia, dice el Rvdo. William Branham, cayó ¿dónde? En el Este. La Lluvia Tardía cae ¿dónde? En el Oeste. Ahora, también encontramos que en el tiempo de la Lluvia Temprana es más frío, y en el tiempo de la Lluvia Tardía es un tiempo más caliente. Así también encontramos que está señalado para que así sea.

Ahora, vamos a ver algo más:

Y en la lluvia tardía ambas lluvias temprana y tardía estarán juntas.”

Vean, la Lluvia Temprana y Tardía estarán ¿cómo? Juntas. Por cuanto Dios no puede cambiar, encontramos que no puede Él eliminar la predicación del Evangelio de la Gracia, y no tener ninguna conexión el Evangelio del Reino con el Evangelio de la Gracia.

Por ejemplo, cuando vino Cristo en Su Primera Venida, vean, estuvo conectado con la Dispensación de la Ley, y de ahí en una forma progresiva, aparece un nuevo Mensaje y una nueva dispensación se abre. El Programa de Dios se va siempre entrelazando. No puede ser de otra forma.

Ahora, también veremos los Mensajeros, los cuales están conectados, aunque estén en un tiempo lejos del tiempo en que un Mensajero vino; en algunas ocasiones tardó un tiempo de un Mensajero a otro Mensajero, pero estaban conectados en la Iglesia del Señor Jesucristo.

Es como en una carrera de relevo, en unas competencias. Vean, cada corredor está conectado con el corredor que va a salir; el primero que sale le entrega el bastón o el cetro al otro, ya ése lo había tomado; y luego sigue corriendo el otro y se lo entrega a otro. Así es la revelación divina en la Iglesia de Jesucristo, así es el Programa de Dios en la Iglesia del Señor Jesucristo. Y lo que fue vuelve a ser en otro Mensajero y en otra edad, y así se da un paso de avance en el Programa de Dios, va todo en una forma progresiva, Dios no puede cambiar, Dios lo que hace es que va dando más Luz de etapa en etapa, de edad en edad, sobre las mismas cosas que fueron dadas al comienzo.

Por ejemplo, cuando Dios habló de la simiente de la mujer, el cual es el Mesías, Él allí no dijo mucho, dijo que la simiente de la mujer heriría en la cabeza al diablo, a la serpiente, y la simiente de la serpiente, la serpiente, pues en su simiente heriría en el calcañar al hijo o simiente de la mujer.

Pero, vean ustedes, nadie sabía en qué país se iba a cumplir eso, y qué persona. Pero luego Dios fue dando más y más Luz. Ya cuando le habla a Abraham, ya ahí está identificado el hombre y la descendencia a través de la cual vendrá la simiente de la mujer, y por consiguiente vendrá una mujer. Por eso dice luego en Isaías: “Porque la virgen concebirá y dará a luz un hijo.” Y así sigue explicando acerca de ese niño, el cual será Emanuel, lo cual significa: “Dios con nosotros.”

Y ahora da más Luz a través del Profeta Isaías.

Y ahora, ya se sabe que será en medio del pueblo hebreo allá en el Este. Pero eso en el Génesis no se sabía. Pero todo eso estaba ahí en esa Palabra original que fue dada, ahí estaba todo, pero no abierto todavía. Pero a medida que fue pasando el tiempo, Dios fue dando más Luz acerca de aquella revelación del hijo o simiente de la mujer que iba a herir a la serpiente en la cabeza.

Luego, a través de los demás Profetas Dios fue dando más y más Luz, fue añadiendo más revelación divina, acerca de la misma revelación original que había sido dada. O sea, no podía luego Dios cambiar y decir: “Ya no voy a enviar una simiente de la mujer, voy a hacerlo de otra forma.” No. Luego ya cuando está por Isaías el tiempo, ya no puede decir: “No lo voy a hacer ya a través de la descendencia de Abraham, me voy a buscar allá los descendientes chinos, y a través de los chinos voy a traer ese hijo, esa simiente de la mujer.” No lo podía hacer, pues ya, aunque ya todo estaba en el Programa de Dios hablado, cuando fue dicho allá en Génesis, capítulo 3, verso 15.

Pero vean ustedes, ya cuando es hablado a Abraham y después a través de Isaías, ya queda identificado el territorio y la gente en medio de los cuales Dios va a cumplir esa profecía. Y cuando se va llegando el tiempo Dios no puede decir: “Voy a cambiar, estos hebreos no quieren escuchar mi Voz, voy a cambiar, voy a buscar los chinos y voy a cumplir esa profecía a través de los chinos.” No, todo tiene que ser como Dios ya lo programó.

Dios va añadiendo más y más Luz, dando más y más Luz; como cada día: va surgiendo la luz por el Este, y va aumentando a medida que el sol se va moviendo hasta que el día es perfecto y entonces se siente el calor del sol. Pero en la mañanita ni se siente el calor del sol, y tampoco hay mucha luz, mucha claridad. Pero ya cuando se ve el sol, ya hay luz completa y ya comienza a alumbrar todo su territorio, su recorrido, y comienza a dar luz y calor.

Ahora, encontramos que así es la forma en que Cristo, el Ángel del Pacto, hace de etapa en etapa en su recorrido, porque Él es la Luz del mundo, Él es el Sol de Justicia. Va dando más y más Luz, va en una forma progresiva, hasta que el Día es perfecto.

Ahora, veamos algo más aquí. Vamos a ver en qué página la tenemos... vimos que la Lluvia Tardía fue en el Este - la Lluvia Temprana fue en el Este y la Tardía sería ¿dónde? En el Oeste. Y en el Oeste estarían ambas lluvias, porque la Lluvia Temprana llega hasta el Oeste, y ahí también cae la Tardía, y entonces en el Oeste se tienen ambas lluvias. En el Este no tuvieron ambas lluvias, en Asia Menor tampoco, en Europa tampoco, en Norteamérica tampoco. Pero en la parte de la América Latina y el Caribe ambas lluvias caen a la vez, o sea, que está lloviendo la Lluvia Temprana de la predicación del Evangelio de la Gracia, pero está también cayendo la Lluvia del Evangelio del Reino a la misma vez.

Ahora, veamos en la página 69, verso o párrafo 593, dice:

Vendrá una Luz, se levantará. ¿Dónde vendrá? ¿Allá en Jerusalén? No, señor. Las luces de la tarde no se levantarán en Jerusalén. Las luces de la tarde ¿van para dónde? ¡En el Oeste!

Ellos tuvieron su día y lo rechazaron, pero la Luz de la tarde se levantará en el Oeste. ¿Para qué? Para brillar sobre la Palabra.

¿Qué? Para madurar la fruta, traer hacia adelante el Árbol Novia con las mismas señales, maravillas, y frutos que ellos tenían en el principio.”

¿Y en dónde? ¿Para qué territorio es que está prometido todo esto? Para el Oeste. Y acá en la página 68, párrafo 591, dice:

¿Lo captaron ustedes? Amén. Pues Dios dijo: Yo lo restauraré. Él lo va a restaurar ¿cómo? Por cuatro mensajeros de muerte lo mataron (está hablando del Árbol Novia, y esta profecía es aplicada al pueblo hebreo y aplicada a la Iglesia de Jesucristo, porque el pueblo hebreo es el Israel terrenal y la Iglesia es el Israel Celestial); entonces cuatro mensajeros de vida lo restaurarán. ¿Qué era el primero? Martín Lutero: Justificación.

¿Qué era el segundo? Juan Wesley por santificación. ¿Qué era el tercero? Pentecostés con la restauración de los dones, el Espíritu Santo, Bautismo del Espíritu Santo. ¿Qué era el cuarto? La Palabra. ¿Qué? La Palabra. Hubo cuatro grandes profetas. Uno de ellos, Martín Lutero, él comenzó a brillar una Luz. Ella era una Luz pequeña, solamente una fuerza muy pequeña de justificación. A lo largo vino Wesley. Wesley, más fuerte (santificación). Después vino el Espíritu Santo en otro profeta.”

Para la séptima edad vino el Espíritu Santo, el cual había venido en Lutero y después en Wesley, vino en el Rvdo. William Branham.

...el Bautismo del Espíritu Santo en otro profeta. ¿Ven? Pero en los últimos días de Malaquías 4, Elías ha de venir con la mera Palabra.”

Sigue diciendo el párrafo 592:

Profetiza. ¿Pueden estos huesos vivir? Tengo las cuatro etapas de esa venida hacia adelante de esa Iglesia.”

Y ahora aplica esas etapas que habla Dios por medio del Profeta Joel, lo aplica también a la Iglesia del Señor Jesucristo.

¿Qué son las cuatro etapas de la venida hacia adelante de los huesos secos de Ezequiel? Pero la vida vino, no cuando la piel de

fibra estaba en ellos, pero cuando el aire sopló sobre ellos. Eso es cuando ello vino para atrás, ese cuarto Mensaje de Vida fue traído para atrás. Yo restauraré, dice el Señor. ¡Aleluya! ¡Gloria!

¡Alaben a Dios! La cuarta luz ha de venir, la cual traerá las mismas señales. ¡Miren! Justificación trajo para atrás la pulpa. Santificación trajo para atrás la corteza, doctrina de santidad.

¿Qué trajo para atrás la hoja? Pentecostales. ¿Qué es ello? Pentecostales, hojas, palmear sus manos, la Palabra hecha carne (ahora pasamos a la cuarta)... la Palabra hecha carne, frutas de fruto de la señal de resurrección que Cristo por fin ha, después de justificación siendo plantada, santificación siendo plantada, Bautismo del Espíritu Santo. Organizaciones se murieron, y Cristo otra vez se ha colocado en el centro de Sí mismo como ese tope de la pirámide.”

Algunos piensan que después de la séptima edad todo había terminado. Todo sí terminó, pero para esas edades pasadas y para los sistemas denominacionales. Pero para la Iglesia de Jesucristo no había terminado todo, porque Dios tenía una edad eterna, la Edad de la Piedra Angular.

...y Cristo otra vez se ha colocado en el centro de Sí mismo como ese tope de la pirámide. Primera línea, justificación, santificación, Bautismo del Espíritu Santo, entonces la venida de ese tope. ¿Qué es ello? Ese grupo del Espíritu Santo siendo refinados, para que pueda encajar con la misma clase de ministerio que Él tenía cuando Él se fue para que cuando Él venga para atrás ello cogerá la cosa entera en el Rapto, donde ellos son justificados, santificados, y el Bautismo del Espíritu Santo. Esa pirámide se parará otra vez.”

Ahora, hemos visto nuestra etapa ahí señalada. También, ahora la vemos aquí en la página 165, donde dice en el párrafo 1469, dice:

Y recuerden, caerá en uno o el otro lado, hasta que baje algún tiempo como una navaja afilada entre la diferencia de lo cierto y lo erróneo. Tiene que ser cada Palabra de Dios; no sólo casi cada Palabra, ¡sino cada Palabra! Y ha bajado hoy, no a Luteranos, ni a Metodistas, ni a Pentecostales, sino a esa edad afilada, en esta edad donde el ungimiento del anticristo es tan perfectamente, engañaría los mismos Elegidos, caerán en el lado erróneo si no lo miran, como una cuña. ¡Miren! ¡Tengan cuidado! No vivimos en una edad Pentecostal ahora. Hemos pasado esa edad, exactamente lo mismo como ha pasado Luterano, y pasó... ¿Ven? (o sea, wesleyanos también, así también ya pasó la edad Pentecostal).

Y ahora estamos en la edad afilada. Recuerden que el anticristo en cada edad del pasado también obró en contra de Cristo y Su Iglesia, e hizo sus imitaciones para tratar de hacerse pasar el anticristo con Su pueblo como la verdadera Iglesia del Señor, y como el verdadero grupo de Dios.

Ahora, en la edad afilada, que es la Edad de la Piedra Angular, por un lado el diablo estará con los suyos y llegará el momento en que el diablo se encarnará plenamente en el hombre de pecado, en el anticristo y será la bestia. Pero por otro lado Cristo ha prometido algo muy importante aquí, y vamos a leerlo.

La página 352 del libro de “Los Sellos,” dice:

Y sucederá que al tiempo cuando el anticristo venga en su plenitud, Dios también vendrá en Su plenitud para redimirnos. Siempre corren paralelos. Caín y Abel, el cuervo y la paloma en el arca, Judas y Jesús.”

Y ahora, veamos también la página 146 del libro de “Los Sellos,” donde también nos habla de esto mismo y nos dice de la siguiente manera, el último párrafo dice:

Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre.”

Y ahora, en el grupo de la cizaña, los hijos del malo, el diablo se encarnará en un hombre, y ese hombre será el hombre de pecado, el falso profeta, el anticristo, y vendrá a ser la bestia, el diablo encarnado en un hombre, que será ese hombre la cabeza de la cizaña, o sea, la cabeza del pueblo de la cizaña, la cabeza de los hijos del maligno. Pero el Espíritu Santo está prometido para ser encarnado en el Día Postrero también. Y dice la lectura que tuvimos:

Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre.”

O sea, que habrá dos hombres en la Tierra en este tiempo final, en los cuales se encarnarán los dos espíritus mayores: en uno se encarnará el diablo y en el otro se encarnará el Espíritu Santo.

También en la página 134 del libro de “Los Sellos,” dice:

Y noten Uds.: Cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio ahora mismo en la forma del Espíritu Santo, cuando Él llegue a ser encarnado en la Persona de Jesucristo, entonces nosotros le coronaremos como Rey de Reyes y Señor de Señores.”

Y ahora, veamos en la página 256. Recuerden que si se va a encarnar, pues tiene que ser en un cuerpo de carne; y si se va a encarnar tiene que ser en un hombre. Página 256, dice, por el centro de la página dice:

Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emanuel - la Palabra de Dios encarnada en un hombre.”

Y en la página 131 dice primer párrafo, primer párrafo dice:

Y ahora Jesús: Su Nombre sobre la tierra fue Jesús el Redentor, porque fue el Redentor cuando estuvo sobre la tierra; pero cuando conquistó el infierno y la muerte; los venció y ascendió, entonces recibió un nuevo Nombre. Por esa razón es que gritan y hacen tanto ruido y no reciben nada. Será revelado en los Truenos.

Fíjense en el misterio. Él viene cabalgando. Tiene que haber algo para cambiar esta iglesia. Uds. saben eso. ¡Tiene que venir algo!

Ahora noten: Nadie entendía ese nombre, sino Él mismo.

Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre: y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS.

Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio.

Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella las

gentes; y él los regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso.

Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. (Apocalipsis 19:13-16).

Allí viene el Mesías, allí es donde está.”

Y ahora, viene el Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19 con una espada y viene para regir. Ahí en esa lectura dice: “Y los regirá con vara de hierro.”

Y ahora, hemos visto que el Rvdo. William Branham es el precursor de Aquél al cual él le está preparando el camino.

Y ahora, él dice que ese pasaje: Cristo viniendo sobre un caballo blanco, será la Venida del Verbo, la Palabra encarnada en un hombre.

Y ahora, en un hombre será vista entonces la Espada, la Espada, que es la Palabra, la Espada que sale de Su boca. El Rvdo. William Branham hablando en el libro de “Los Sellos,” página 479, dice, orando dice:

Ruego que me ayudes y me concedas ser sincero, honesto y verdadero para que así pueda llevar el Mensaje hasta donde me es ordenado llevarlo. Luego, cuando me llegue el tiempo de descanso, cuando llegue allá al río y me lleguen las olas, oh Dios, concede que pueda entregar esta Espada a otro que sea honrado y que lleve la verdad.”

Y ahora, veamos en Apocalipsis, capítulo 2, verso 26 en adelante, dice:

Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones,

y las regirá con vara de hierro...”

¿Y no era el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis el que con la Espada que sale de Su boca hará esas cosas? Es que esta Espada será otorgada al Vencedor.

...y las regirá con vara de hierro, y serán quebrantadas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre.” Y ahora, estas profecías, vean ustedes, luego para su cumplimiento tienen que hacerse carne y entonces estaremos viendo el cumplimiento de esas profecías. La Palabra tiene que hacerse carne, y eso será el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, el Verbo, el Verbo, la Palabra hecha carne en un hombre. Y luego también dice:

Le daré la estrella de la mañana.”

La estrella de la mañana es Cristo, el cual en Apocalipsis 22, verso 16, dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”

Cristo le va a dar la Estrella de la mañana, o sea, que ese Vencedor va a recibir a Cristo en Su Segunda Venida, y Cristo se va a manifestar a través de él, él va a tener la Estrella resplandeciente de la mañana, y a través de él Cristo va a manifestar Su poder. A través de él la Espada de dos filos de la Palabra estará siendo manifestada. Esto es así porque Dios no puede cambiar.

Si estuvo la Palabra en la boca de San Pablo y de cada uno de los Ángeles Mensajeros hasta el Rvdo. William Branham. Ahora el Rvdo. William Branham dice: “Concédeme ser honesto, sincero y verdadero, y llevar el Mensaje hasta donde debo llevarlo, y luego cuando me lleguen las olas, permíteme entregar esta Espada a otro que lleve el Mensaje.” ¿

Pero el que la entrega es Cristo, el Espíritu Santo, el cual la había entregado a cada Mensajero, ha ido pasando de Mensajero en Mensajero; y para este tiempo final estará en aquel Mensajero que Cristo tendrá en Su Iglesia en la etapa de la Edad de la Piedra Angular, la etapa gloriosa de la Iglesia de Jesucristo, la Edad de Oro.

El Reino de los gentiles vino descendiendo de la cabeza de oro hasta llegar a los pies de hierro y de barro cocido. La Iglesia de Jesucristo ha venido subiendo de la etapa de los pies hacia arriba, hasta llegar a la Edad de la Cabeza de Oro del Reino de Cristo, la Edad de la Cabeza, que es la Edad de la Piedra Angular.

Y ahora, hemos visto que todas estas cosas han sido profetizadas

que serían de esta manera, porque Dios no puede cambiar. Vean ustedes, en las plantaciones del trigo y otros árboles, comienza a crecer de abajo, de los pies, de las raíces, hacia arriba, el árbol o la planta de trigo; y luego se llega a la etapa que echa el fruto y madura el fruto que le pega el sol. El fruto al cual le pega el sol, ese fruto madura rápidamente.

Y los escogidos de Dios del Día Postrero son los granos de trigo productos de Cristo, el grano de trigo, el Hijo del Hombre, que fue sembrado en Tierra, para reproducirse en muchos hijos e hijas de Dios, muchos granos de trigo que en este tiempo final madurarán, a medida que reciben la Luz y el Calor de Cristo, el Sol de Justicia, revelándonos Su Palabra, para hacernos cristianos maduros y ser llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, ser transformados, por supuesto, los muertos en Cristo resucitados, y ser llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Ninguna de las edades pasadas vivió para recibir la transformación, porque ya esas edades pasaron. Pero ahora la Iglesia de Jesucristo todavía está existiendo, está viva, ha pasado a una edad de una Iglesia Novia jovencita, ha sido rejuvenecida. Es una Iglesia rejuvenecida.

Cuando el Rvdo. William Branham vio la Iglesia pasar en la visión que tuvo de la Iglesia Novia, la vio jovencita pasando al principio, y después vio otras mujeres pasando que representaban las diferentes edades ya denominacionalizadas, hasta que vio la séptima edad denominacionalizada pasando, la cual era una mujer con un aspecto feo, y luego él lloraba porque decía: “Señor, ¿esto es lo único que nosotros hemos podido producir? O sea, después de tanto esfuerzo y tanta predicación y amonestación.” Pero le fue dicho: “Ahora va a pasar la Novia, la Novia va a pasar de nuevo.” Ya eso es una Iglesia restaurada a como era la Iglesia que nació el Día de Pentecostés.

Y cuando pasó no era un grupo de mujeres maduras o ancianas, sino un grupo de jovencitas, una Iglesia joven. Así es la Iglesia del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular.

¿Recuerdan el Mensaje: “Señores, ¿es este el tiempo?”? En ese

Mensaje tuvo un sueño o una visión de una persona, y fue a contárselo al hermano Branham, en donde la persona iba caminando por cierto lugar, y vio, vio al hermano Branham, y el hermano Branham le dice: “Vas a encontrarte en el camino una señora (o sea, una señora mayor), no te detengas ahí; vas a encontrar luego a otra señora anciana, no te detengas ahí; y luego vas a encontrar a mi esposa, ahí detente.” Mujeres representan iglesias.

Así que iba a encontrarse con una mujer que representaba, digamos, a la etapa o edad luterana, y también otra que representaba la etapa o edad wesleyana, y así por el estilo; pero luego se iba a encontrar con la esposa del hermano Branham que representaba el grupo de aquel tiempo, que estaba bajo el ministerio del Rvdo. William Branham, y le dijo: “Ahí te detienes.”

Ahora, podemos ver que Dios refleja todas estas cosas en esa forma sencilla.

Y ahora, no nos vamos a detener ni en la quinta edad, la edad luterana; ni en la sexta edad, la edad wesleyana; ni en la séptima edad, la edad pentecostal. Nos detenemos ¿dónde? En la Edad de la Piedra Angular, porque ésa es la edad correspondiente a este tiempo final.

Ahora vean, cada edad sale de una edad que ha llegado a su fin. Como las diferentes partes de la planta de trigo, vean, va saliendo una etapa de otra etapa. Y el trigo también sale de la misma planta de trigo, de una etapa de la planta de trigo, de ahí surge el trigo.

Ahora vean, en la página 167 del libro de “Citas,” página 167, párrafo 1489, dice:

La muerte del Pentecostés (o sea, de los pentecostales) produce el arrebatamiento de la Novia. ¿Ven? La muerte de Lutero produjo a Wesley. ¿Ven? La muerte de Wesley produjo Pentecostés. La muerte de Pentecostés produce el Mensaje de la hora.”

Y luego el otro párrafo 1490, dice:

Y Uds. tienen que morir a la edad Pentecostal, no dejar nada

de ello sobrado, quemarlo con fuego, porque va a ser quemado como el tallo de donde salió el trigo. El tallo, la denominación, tiene que ser quemada. Por eso, no lleven su denominación al Mensaje nuevo. Esta es la Palabra.”

Ahora, hemos visto cómo de una etapa cuando muere, cuando se denominacionaliza, luego sale otra etapa, y así por el estilo. Luego esas etapas que luego se denominacionalizan serán quemadas, pero los escogidos que hubo en esas etapas, esos serán resucitados cuando Cristo complete Su Iglesia, porque la vida estaba pasando por esas etapas, y tuvo trigo, hijos e hijas de Dios que potencialmente no estaban manifestados como estarían manifestados en este tiempo final.

Pero ahí estaban potencialmente, ahí estaba el trigo potencialmente; aunque no se veían como trigo, pero ahí estaba el trigo potencialmente, iba subiendo hasta llegar a la etapa o edad del trigo manifestado como trigo.

Por lo tanto, no somos tallo, aunque por el tallo pasó la vida, por la edad luterana pasó la Vida, pasó el Espíritu Santo, pero no se detuvo allí, siguió hacia adelante.

Por lo tanto, ni somos tallo ni somos hojas, ni somos la borla ni nada de eso, ni la cáscara tampoco; somos el grano de trigo manifestados en la Edad de la Piedra Angular, recibiendo la Luz del Sol para pronto ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Todo esto es así porque Dios no puede cambiar.

En la misma forma que está en la naturaleza, en la planta de trigo y en los demás árboles, así también es en la Iglesia del Señor Jesucristo, el Árbol Novia, la planta de trigo, producto de Cristo, el grano de trigo.

La Iglesia fue representada en la planta de trigo y Cristo en el grano de trigo que fue sembrado en Tierra, y nosotros en el fruto de la planta de trigo, hijos e hijas de Dios. Todo esto es así porque Dios no puede cambiar. Todo Él lo ha hecho desde antes de la fundación del mundo, lo ha diseñado en esa forma, y no puede cambiar la forma que Él estableció para Él hacer las cosas. Él tiene que hacer las cosas como Él las estableció desde el principio.

DIOS NO PUEDE CAMBIAR.”

Veamos Isaías, capítulo 45, versos 21 en adelante, dice:

Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta;

¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí.

Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.

Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada.”

¿Ven? Porque Dios no puede cambiar, por lo tanto no puede ser revocada.

Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.

Y se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados.

En Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.”

Y ahora, encontramos que esta Palabra dicha aquí: “Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.” Y dice que no será revocada la Palabra de Su juramento. Vean, tiene entonces que Dios estar en Cristo para que se doble toda rodilla delante de Dios. Es a Dios que se doblará toda rodilla.

Y ahora, Dios en Cristo es el que verá esa manifestación de toda rodilla doblándose a Dios, a través de Jesucristo. Es a través de Jesucristo que toda rodilla se dobla ante Dios, es a través de Jesucristo que toda persona adora a Dios, es a través de Jesucristo que toda persona canta a Dios, es a través de Jesucristo que toda persona ora a Dios y pide a Dios, hace sus peticiones, porque Jesucristo es el Sumo Sacerdote que escucha y recibe nuestras oraciones, y Él es el que ruega al Padre como Sumo Sacerdote, para que sean concedidas las peticiones de nuestro corazón.

Y toda adoración que presentamos a Dios, la hacemos, la presentamos a través de Cristo, porque Cristo es el Sumo Sacerdote; el cual, así como el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo, Cristo entró al Lugar Santísimo del Templo Celestial. Por lo tanto, Él es el que presenta a Dios nuestros sacrificios de alabanzas que de todo corazón hacemos para Dios. Y así es como todos los adoradores que busca el Padre para que le adoren, le adoran en Espíritu y en Verdad.

Por lo tanto, tenemos un Sumo Sacerdote que hace llegar a Dios todas nuestras oraciones y todas nuestras alabanzas. Y nos postramos ante Dios a través de Jesucristo.

Ahora, hemos visto, también para el Milenio, también será así en el Reino Milenial. Toda rodilla se doblará ante Dios, que estará manifestado en el Reino Milenial en Cristo.

Por lo tanto, también el pueblo hebreo en la Segunda Venida de Cristo se postrará ante Dios al postrarse frente a Cristo.

Así ha sido establecido y Dios no puede cambiar. Por lo tanto, tiene que ser que toda rodilla se postre, se doble, ante Dios. Y para eso pues Dios tiene que estar ahí presente. Por eso es que Cristo aceptaba la adoración que le ofrecían, pero era Dios en Cristo recibiendo esa adoración.

Así que vean, Dios no cambia. Por lo tanto, no puede ser algo independiente a Dios, tiene que ser Dios estando ahí presente para obtener esa adoración, en donde toda rodilla se doblará ante Dios.

Bueno, hemos visto que esto es así porque Dios no cambia, no puede cambiar. Por lo tanto, no cambia Su Programa.

Y ahora, de edad en edad Dios ha obrado a través de cada Mensajero que Él ha enviado. Y si Él tiene que obrar en este tiempo, pues tiene que tener un Mensajero, tiene que tener un pueblo, tiene que tener un Mensaje, y el Espíritu Santo tiene que estar presente en ese instrumento, para Dios por medio de Su Espíritu Santo obrar a través de ese Mensajero. Esto es así porque Dios no puede cambiar. Toda revelación siempre ha venido por medio de Dios, por medio de Su Espíritu Santo, a través de un Mensajero, ha venido a un Mensajero, a un Profeta, y de ese Mensajero ha venido al pueblo.

DIOS NO PUEDE CAMBIAR.”

Toda revelación prometida para venir en este tiempo final tiene que venir en la misma forma, porque Dios no puede cambiar.

Por lo tanto, la revelación del Séptimo Sello, ¿cómo tiene que venir? Por medio, la revelación de Dios del Séptimo Sello tiene que venir por medio de Su Espíritu Santo a través de un Profeta. No puede ser en otra forma. Y ahí está el secreto para obtener la revelación, la fe para ser transformados y raptados. Página 302 del libro de “Los Sellos,” dice:

Ahora, el Libro era tan importante, y es la Palabra de Dios (hablando del libro del Apocalipsis y del Ángel que le dio a Juan la revelación del Apocalipsis). ¡Cuidado! Cuando la Palabra de Dios es revelada, tiene que ser traída por el profeta porque solamente a él llega la Palabra de Dios.”

Y si cuando la Palabra de Dios es revelada, tiene que venir por medio del Profeta, del Profeta que Dios tenga para ese tiempo, entonces nadie puede estar esperando recibir la revelación para el Rapto, la fe de Rapto, a menos que sea por medio de un Profeta. No hay otra forma.

Y cuando el Rvdo. William Branham habla del Ángel del Señor Jesucristo dice que ése es un Profeta. Para el tiempo final ese Profeta estará presente para darnos la revelación del Séptimo Sello, darnos así la revelación, la fe de Rapto, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo. Muchas personas pueden reunirse y decir: “Yo voy a poner el rompecabezas en la forma correcta.” Y cuando piensan que lo han montado ya, dice el Rvdo. William Branham hablando de eso, dice: “Algunos tienen la vaca comiendo en la copa del árbol (o sea, en la parte alta del árbol).”

Porque para poner el rompecabezas en cada edad en su sitio, tiene Dios que enviar un Profeta, un Mensajero, a través del cual Dios en Espíritu Santo se manifieste y se revele, revele la Palabra a ese Profeta, y ese Profeta la hable al pueblo, y Dios respalda esa Palabra, y hace aquello para lo cual Dios ha enviado esa Palabra en ese Mensajero; forma, crea, una nueva edad en la Iglesia de Jesucristo, llamando y juntando los escogidos de esa edad, y colocándolos en unión completa con Cristo.

Y si así ha hecho de edad en edad y Dios no puede cambiar,

¿cómo serán llamados los escogidos del Día Postrero? “Y enviará Sus Ángeles con gran Voz de Trompeta y juntarán a Sus escogidos.” Son los ministerios de Moisés y Elías en un hombre del Día Postrero. Página 399 del libro de “Los Sellos,” cuando le preguntan a él acerca de Elías, vean lo que dice (es la pregunta número 11), dice:

11. El Elías que viene a predicar a los judíos, ¿es el verdadero Elías que estuvo en los días de Acab, o será solamente el espíritu de Elías en otro hombre?

(La contestación fue:) Yo he pensado que será un hombre de este tiempo ungido con ese espíritu; porque allá, cuando Elías ya había subido y Eliseo se encontró con los hijos de los profetas, ellos dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Es que Eliseo obró igual a Elías.”

En la página 408 del libro de “Los Sellos,” también le preguntan, la pregunta número 17 es:

17. Hermano Branham, ¿es el séptimo ángel con el espíritu de Elías, el mismo Elías enviado a los ciento cuarenta y cuatro mil Judíos durante los tres años y medio de la tribulación después del Rapto? Algunos estamos enredados con esta enseñanza.

No. No es el mismo.”

Y si no es el mismo, pues no es el mismo, es otro Mensajero. Página 449 del libro de “Los Sellos,” dice:

Y hay una sola persona quien podría dar cumplimiento a esa promesa. El único Espíritu que ha estado sobre la tierra, que yo sepa, tendría que ser Elías, como fue en su tiempo; y así fue predicho que sería, porque su Espíritu fue nada menos que el Espíritu de Cristo. Cuando Cristo vino, Él fue la plenitud, fue el Dios de los profetas.”

Y ahora, el Espíritu de Cristo estuvo en los diferentes Profetas. Eso también San Pablo lo dice, que Dios habló por medio de los Profetas en otro tiempo a los Padres. “Pero en estos postreros días nos ha hablado por Su Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien así mismo hizo el Universo.” Por quien llevó a cabo la

Creación del Universo. Eso está en Hebreos, capítulo 1, verso 1 al 2.

Y en Zacarías, capítulo 7, verso 11, también nos habla y nos muestra la forma en que Dios le hablaba al pueblo hebreo. Ahí está la mecánica usada por Dios para hablar al pueblo hebreo. Capítulo 7, verso 11 al 12, dice:

Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;

y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.”

Y ahora, Dios hablaba al pueblo hebreo por medio de Su Espíritu a través de los Profetas. Dios hablaba al pueblo hebreo por medio del Ángel de Jehová, que es el cuerpo angelical de Dios, el cual es Cristo en Su cuerpo angelical. Por eso San Pedro nos dice en Primera de Pedro, capítulo 1, verso 10 en adelante:

Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los

sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.”

Y ahora, el Espíritu de Cristo era el que estaba en ellos anunciando las cosas que iban a suceder, y ha sido el Espíritu de Cristo que estuvo en los Profetas, el que vino en carne humana y fue conocido en Su manifestación en carne humana como Jesús, pero en las manifestaciones anteriores que había tenido, fue conocido por el nombre de cada Profeta que apareció, aunque venía sellado el Nombre del Ángel de Jehová, venía sellado en esa manifestación.

Pero cuando se manifestó en carne humana en el cuerpo que Él se creó, entonces ahí colocó Su Nombre. Y el mismo Espíritu Santo que ha estado en medio de la Iglesia de edad en edad en los Apóstoles y los Ángeles Mensajeros, en este tiempo final es el que está prometido para venir en carne humana.

Cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio ahora mismo...”

¿Ven? El mismo Espíritu Santo que ha estado de edad en edad en cada Mensajero y ha estado en medio de la Iglesia de Jesucristo dándole el Mensaje de cada edad. Para este tiempo final estará en medio de la Iglesia de Jesucristo manifestado en un velo de carne, conforme a la promesa divina. Por lo tanto, estará revelándonos todas estas cosas que deben suceder pronto, porque el Espíritu Santo fue enviado para revelar todas las cosas que habrán de venir. “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis

sobrellevar.

Pero cuando venga el Espíritu de verdad (o sea, el Espíritu Santo), él os enseñará todas las cosas, él os revelará todas las cosas.”

Ésa es la promesa. El único que ha estado enseñando a la Iglesia es uno sólo: Dios por medio del Espíritu Santo, usando instrumentos de carne como San Pedro y los otros Apóstoles, San Pablo y los otros Ángeles Mensajeros, hasta llegar al Rvdo. William Branham; y después estará enseñándonos todas las cosas que han de suceder en este tiempo final, luego de las que ya han sucedido en las siete edades de la Iglesia, y estará en carne humana también. Él tendrá un Mensajero para este tiempo final, y a través de ese Mensajero nos enseñará todas las cosas que deben suceder en este tiempo.

Por lo tanto, nos enseñará el misterio del Séptimo Sello, nos enseñará lo que los truenos han hablado, nos enseñará todos estos misterios que quedaron sin abrir, porque el Séptimo Sello no fue abierto, sería abierto más adelante.

Por lo tanto, el Espíritu Santo viniendo en este tiempo final en carne humana, estará abriéndonos el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Venida del Señor, la Venida del Ángel Fuerte que desciende del Cielo; porque Dios no puede cambiar. Si Él por medio de velo de carne habló al pueblo y reveló para cada edad Su Palabra, vino la Palabra velada y revelada en cada uno de esos Mensajeros del Antiguo Testamento y del Nuevo, la Palabra para

nuestro tiempo tiene que venir velada y revelada en este tiempo final, para así ser dada a conocer al pueblo de Dios, y nosotros recibir la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Esto es así porque Dios no puede cambiar.

Ha sido para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de nuestro tema: “DIOS NO PUEDE CAMBIAR.” Como Él hizo en el pasado tiene que hacer en nuestro tiempo también.

Ha sido una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, dejaremos otras cosas para otra ocasión, para que así podamos más adelante ver la continuación a nuestro tema; porque por cuanto Dios no puede cambiar, vean, hubo un precursor para la Primera Venida de Cristo y un precursado, y Dios envió un precursor para la Segunda Venida de Cristo y tiene que haber un precursado. Para la Primera Venida de Cristo hubo una virgen, para la Segunda Venida de Cristo tiene que haber una virgen: la Iglesia virgen del Señor Jesucristo. Y ahí lo vamos a dejar, el resto lo pueden buscar en el Mensaje: “Shalom.” Y después hablaremos en otra ocasión. El Mensaje: “Shalom,” página 14, 15, 16 y 20, y otras páginas más. Y también en el Mensaje: “Divorcio y Casamiento,” u otro Mensaje, hay otros Mensajes donde dice que Apocalipsis 10 lo da a luz la Iglesia Novia del Señor. Y eso ahí lo vamos a dejar quietecito, pues es la Iglesia la que tiene esa promesa, la Iglesia

Novia del Señor Jesucristo.

Bueno, que Dios les bendiga, que Dios les guarde, y dejo nuevamente el Rvdo. Mauricio Vivas con nosotros, y nos veremos mañana Dios mediante en la actividad de mañana.

Oren mucho por la actividad de mañana, para que Dios nos dé Su Palabra y nos hable al alma, nos abra el entendimiento y nos abra las Escrituras, y también les hable a las personas que todavía no han recibido a Cristo como su Salvador personal, para que vengan a los pies de Jesucristo nuestro Salvador.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, ya tenemos al Rvdo. Mauricio Vivas por aquí para continuar.

Que Dios les bendiga y les guarde, y que Dios te bendiga y te guarde, y te use grandemente en Su Obra, Mauricio. Amén.

DIOS NO PUEDE CAMBIAR.”