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Dios caminando sobre las aguas 2003-05-05 1 Topochico Monterrey Nuevo León MX 00:00:00 false

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes. Reciban saludos de mi esposa Erica, y también los niños reciban saludos de mis niñas América y Yahannah Gabriela. Es para mí un privilegio y bendición grande estar con ustedes en esta noche, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Leemos en el libro del Génesis, capítulo 1, verso 1 al 2:

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas

Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.”

Nuestro tema es: “DIOS CAMINANDO SOBRE LAS AGUAS.” Tomado de este pasaje: “...y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”

Dios en el principio creó los Cielos y la Tierra, y la Tierra estaba desordenada y vacía. Y dice: “Y el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas.”

Ahora, ¿cómo fue que Dios creó los Cielos y la Tierra? Dice la Escritura en San Juan, capítulo 1, verso 1 en adelante:

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Este era en el principio con Dios.

Todas las cosas por él fueron hechas...”

¿Por medio de quién, Dios hizo todas las cosas? Por medio del Verbo. Dios por medio de Su Espíritu Santo creó todas las cosas. Dios manifestado en el principio trajo a existencia todas las cosas.

... y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.”

Encontramos que la Tierra estaba desordenada y vacía, y las aguas estaban en la Tierra (cubriendo la Tierra), y por lo tanto hubo oscuridad y tinieblas, pero allí estaba el Espíritu de Dios moviéndose sobre las aguas; y aquí dice que fue por medio del Verbo que Dios creó todas las cosas.

Sigue diciendo en el mismo capítulo 1, verso 9 en adelante:

Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.

En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.”

Y ahora, fue por medio del Verbo que Dios creó todas las cosas.

A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros...”

El Verbo que era con Dios y era Dios, y creó toda las cosas, se hizo carne y habitó en medio de la raza humana, en medio de nosotros, y fue conocido por el nombre de Jesús.

...(y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”

Y ahora, el Verbo se encarnó y fue visto en forma de hombre en medio del pueblo hebreo, para llevar a cabo la Obra de Redención, y así traer a existencia una Nueva Creación, una Nueva Raza con vida eterna.

Dice Primera de Juan, capítulo 1, verso 1 al 2:

Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida

(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó).”

Eso fue la manifestación de la Vida Eterna en carne humana, la manifestación... Eso fue la manifestación de la Vida Eterna. Dios es la Vida Eterna, y cuando se hizo hombre, se hizo carne, fue Jesucristo. Por eso Él dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida; y nadie viene al Padre, sino por mí.”

Ahora, encontramos que allá en el Génesis, en el capítulo 1, el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas, para, así como la gallina tiene los huevos bajo ella, ¿y qué hace ella cuando a ella (a la gallina), le colocan una docena o más de huevos para que tenga pollitos? Ella está calentándolos y está empollando ahí para que nazcan muchos pollitos. Y el Espíritu de Dios estaba sobre las aguas, porque él iba a traer a vista, a existencia, una Creación.

Ahora, encontramos que luego habló y surgió la Creación; porque todas las cosas Dios las ha creado por medio de Su Espíritu, por medio del Verbo que era con Dios y era Dios, el cual es Cristo en Su cuerpo angelical, Su cuerpo teofánico, llamado en el Antiguo Testamento el Ángel de Jehová, el cual le apareció al Profeta Moisés y el cual envió a Moisés, lo usó, y lo usó en la liberación del pueblo hebreo.

Moisés no hizo de sí mismo ningún milagro, todos los hizo Dios por medio de Su Ángel, el Ángel de Jehová, el cual se manifestó a través del Profeta Moisés. Por eso Moisés escuchaba al Ángel de Jehová diciéndole: “Ve y dí tal cosa.” Y Moisés lo decía, y las cosas venían a existencia; porque el Ángel de Jehová se encargaba de cumplir, de hacer eso que le dijo a Moisés que dijera que iba a suceder.

Un Mensajero es el que trae un Mensaje del que lo envió. Por lo tanto, todo lo que Dios iba a hacer con y contra el pueblo egipcio, Dios se lo revelaría al Profeta Moisés; y lo que iba a hacer con el pueblo hebreo, se lo revelaría al Profeta Moisés también, y el Profeta Moisés se lo diría al pueblo hebreo. ¿Y quién lo haría? El Ángel de Jehová, Dios por medio de Su Ángel, el Ángel de Jehová, que es Cristo, el Señor nuestro, Jesucristo en Su cuerpo angelical.

Por eso Cristo podía decir: “Antes que Abraham fuese, yo soy. Abraham... (dijo) Abraham, vuestro padre, deseó ver mi día, y lo vio y se gozó.” Le dijeron los judíos: “Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?” Cristo les dice: “Antes que Abraham fuese, yo soy.”

Vean la pre-existencia de Cristo: antes de Él tener Su cuerpo de carne, ya tenía Su cuerpo angelical, Su cuerpo teofánico, y en ese cuerpo angelical, cuerpo teofánico, es que Dios se manifestó en el Antiguo Testamento; y por medio de ese cuerpo angelical, que es también el Verbo que era con Dios y era Dios, Él creó los Cielos y la Tierra.

En Hebreos, capítulo 1, verso 1 en adelante, dice:

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,

en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”

¿Por medio de quién, Dios hizo el Universo? Por medio de Su Hijo Jesucristo, el cual antes de tener Su cuerpo de carne tenía Su cuerpo angelical teofánico, llamado el Ángel de Jehová.

Ahora, vean:

... a quien constituyó heredero de todo...”

¿Quién es el Heredero de toda la Creación? Jesucristo.

... y por quien asimismo hizo el universo.”

¿Quién creó el Universo? Jesucristo. En palabras más claras: Dios en Jesucristo creó los Cielos y la Tierra.

Esto también lo vemos aquí. Vean, Dios hablaba por medio de Su Espíritu a los Profetas, y a través de los Profetas al pueblo hebreo. En Zacarías, capítulo 7, verso 11 al 12, nos habla que Dios habló al pueblo hebreo y ellos no quisieron escuchar. Dice:

Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oir;

y pusieron su corazón como diamante, para no oir la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.”

Dios por medio de Su Espíritu habló a los Profetas, y habló a través de los Profetas al pueblo hebreo, así como habló al Profeta Moisés y a través del Profeta Moisés le habló al pueblo hebreo, y le habló también a Egipto acerca de las plagas que vendrían sobre Egipto. Dios por medio de Su Espíritu Santo, Dios por medio del Ángel de Jehová; porque el cuerpo angelical es un cuerpo angelical, es un cuerpo de otra dimensión. Ese Ángel de Jehová, es nada menos que Cristo en Su cuerpo angelical.

Ahora, en Ezequiel, capítulo 9, verso 1 en adelante, encontramos lo siguiente:

Clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir.

Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lino, el cual traía a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce.

Y la gloria del Dios de Israel se elevó de encima del querubín, sobre el cual había estado, al umbral de la casa; y llamó Jehová al varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano,

y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella.

Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia.

Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo.”

Esta profecía, encontramos que nos muestra aquí seis varones, y un varón vestido de lino con un tintero de escribano en su cintura. Ese Varón es el Espíritu Santo, es el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, el cual el Día de Pentecostés comenzó a sellar: selló ciento veinte con el Bautismo del Espíritu Santo, y luego ese mismo día recibieron el Evangelio como tres mil personas, y continuó sellando personas que recibieron a Cristo como su Salvador; y así continuó llamando y sellando seres humanos con el Bautismo del Espíritu Santo.

Y en el año 70 fue rodeada Jerusalén por el ejército del general romano Tito. Pero Cristo ya había dicho a Sus discípulos: “Cuando ustedes vean a Jerusalén cercada de ejércitos, llegó su fin. Por lo tanto, el que esté en Jerusalén, salga de ella, el que esté fuera no regrese a Jerusalén.”

Era la señal de que Jerusalén iba ser destruida, conforme a las profecías de Cristo cuando dijo que no quedaría piedra sobre piedra que no fuera destruida, hablando del templo y de los demás edificios del templo. ¿Por qué? Porque no habían conocido el tiempo de la Visitación de Dios en Cristo al pueblo hebreo y a la ciudad de Jerusalén.

Por rechazar al Mesías, a Cristo, el cual traía la bendición para Israel, al rechazarlo, rechazaron toda la bendición de Dios; y por consiguiente lo que queda para toda persona que rechaza la bendición y Misericordia de Dios, lo que queda es entonces el juicio divino.

Jerusalén fue destruida, el templo de Jerusalén también fue destruido, y murieron tantas personas, y fueron crucificadas tantas personas que llenaron las murallas de Jerusalén de cruces, a tal grado que ya no cabían más cruces con personas crucificadas en las murallas de Jerusalén. Y fue destruida Jerusalén, fue destruido el templo, y así por el estilo, conforme a las profecías.

Y ahora, el Varón vestido de lino con el tintero en su cintura, es el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo, llamando juntando y sellando Sus escogidos. Así hizo en aquel tiempo y así ha estado haciendo de edad en edad.

De edad en edad ha estado el Espíritu de Dios, Cristo en Espíritu Santo, moviéndose sobre las aguas de pueblos, naciones y lenguas, empollando, o sea, calentando las aguas y la Tierra con la predicación del Evangelio, y ahí produciendo una Nueva Creación de y con personas que reciben a Cristo como su Salvador personal.

Y así Cristo está realizando una Nueva Creación, está produciendo Cristo una Nueva Raza con vida eterna. No es asunto de fanatismo, sino que es la Obra del Espíritu Santo moviéndose sobre las aguas de pueblos, naciones y lenguas, llevando a cabo una Nueva Creación de seres humanos con vida eterna.

Así como Cristo, antes de venir a la Tierra en el cuerpo físico que nació en Belén de Judea a través de la virgen María, ya Cristo tenía Su cuerpo angelical, llamado en el Antiguo Testamento el Ángel de Jehová. Fue el Ángel de Jehová el mismo Cristo, pero no con el cuerpo de carne, sino con Su cuerpo angelical.

Y ahora, encontramos que Cristo es la Persona por medio del cual Dios creó todas las cosas; y por medio de Él es que ha continuado Dios obrando.

En Colosenses, capítulo 1, verso 12 en adelante, dice:

...Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,

en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.”

Ninguna persona puede recibir el perdón de pecados ni puede ser limpio de todo pecado, excepto a través de Jesucristo nuestro Salvador. Él es nuestra única solución.

... El es la imagen del Dios invisible.”

Cristo es la imagen del Dios invisible. La imagen del Dios invisible es el cuerpo angelical de Dios, llamado en el Antiguo Testamento el Ángel de Jehová; es ese Varón con el tintero de escribano en Su cintura, es un Hombre de otra dimensión: de la sexta dimensión.

El Profeta Moisés vio Sus espaldas en una ocasión. El gran patriarca Abraham, el Padre de la Fe, en dos ocasiones lo vio: en una ocasión lo vio como Melquisedec, y le dio pan y vino a Abraham. Abraham pasó a Él los diezmos de todo. (En otra ocasión...) Eso fue en el capítulo 14 del Génesis.

Luego en el capítulo 18 y 19 del Génesis, el día antes de la destrucción de Sodoma y de Gomorra, encontramos que le aparecieron a Abraham tres varones, los cuales eran: Elohim y los Arcángeles Gabriel y Miguel. Dios creó del polvo de la tierra un cuerpo para cada uno de ellos, y apareció en forma visible, como hombres, y comieron con Abraham una ternera que Abraham les preparó con todo lo que va con una buena comida como esa: panes y leche también, y quesos, y todas esas cosas.

Luego, dos de ellos, que son los Arcángeles Gabriel y Miguel, se fueron a Sodoma y allá aparecieron en la plaza, y allí Lot los vio ya en la tarde, y les dijo: “Vengan conmigo a mi casa, no se vayan a quedar aquí durante la noche. Vengan y acá están con mi familia y comerán, les prepararé una cena, y dormirán bajo mi techado (o sea, en mi hogar).”

Ellos no querían; pero Lot insistió, y ellos fueron con Lot. Lot les preparó comida, comieron; y a cierta hora, por cuanto los hombres de la ciudad habían visto que dos varones que no eran de Sodoma, habían acompañado a Lot hasta su hogar, quisieron que Lot los sacara fuera (ya era de noche), y Lot no quiso.

Ahora, ellos le dijeron a Lot: “Hemos venido para destruir la ciudad; el clamor del pecado de la ciudad ha subido hasta Dios.” Ya Dios había determinado que iba destruir la cuidad. Y la última señal de maldad de la gente de Sodoma y Gomorra fue en esa ocasión, ya con esa señal ya el juicio tenía que venir sin oportunidad de salvación para la gente de Sodoma y Gomorra, excepto Lot y su familia; por los cuales Abraham había orado a Dios, porque Dios se había quedado con Abraham, y los Ángeles Gabriel y Miguel habían descendido a Sodoma, y allá Abraham está rogando por Lot.

Y luego Dios ordenó que sacaran a Lot de la ciudad con su familia, pero eran muy perezosos, eran demasiado perezosos; y vean ustedes, no eran madrugadores (parece), porque ya siendo hora de estar fuera de la ciudad, todavía estaban reteniéndose mucho; y los Ángeles los tomaron por las manos y los sacaron, porque tenían que destruir la ciudad de Sodoma y de Gomorra y las ciudades cercanas.

Esos Arcángeles son de juicio y de bendición también. Son de bendición para los que aman a Dios, y de juicio para los que no aman a Dios.

Ahora, encontramos que esos Ángeles tenían una comisión de parte de Dios. Esa fue una destrucción atómica.

Ahora, Lot, ya rayando el alba, ya casi para rayar el alba, fue que llegó, cuando rayó el alba, estaba saliendo el sol cuando llegó a Zoar.

Vean, es bueno ser madrugador para buscar las bendiciones de Dios. Madrugando es bueno buscar las bendiciones de Dios.

Ahora, continuamos leyendo aquí en Colosenses, capítulo 1, dice:

El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.”

Recuerden que les dije que la imagen de Dios es Jesucristo en Su cuerpo angelical, es el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, a quien Abraham vio como Melquisedec y luego lo vio como Elohim.

También encontramos que Jacob luchó con el Ángel hasta que recibió la bendición del Ángel; no lo soltó hasta que el Ángel lo bendijo y le cambió el nombre de Jacob a Israel. Ése es el Ángel de Jehová, ése es Cristo en Su cuerpo angelical.

Luego Manoa, el padre de Sansón, cuando el Ángel de Jehová le hizo la promesa a Manoa y su esposa de que habrían de tener un hijo. Ese Ángel de Jehová apareció en forma visible a la esposa de Manoa (o sea, a la señora Manoa), y después también a la señora Manoa y a Manoa (el esposo de ella), y le dio la buena noticia de que tendrían un hijo.

Ahora, hubo otras ocasiones también en que este Ángel de Jehová fue visto. Por ejemplo, en el capítulo 5 de Josué, encontramos aquí al Ángel de Jehová apareciéndole a Josué. Vamos a ver lo que dice aquí: Capítulo 5, verso 13 en adelante, dice, de Josué:

Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?

El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?

Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.”

Ese Varón con esa espada en la mano, es el Ángel de Jehová, es Cristo en Su cuerpo angelical, es el mismo que también apareció con la espada en Su mano para impedirle el paso a Balaam, aquel profeta que fue solicitado por el rey Balac para que echara una maldición sobre el pueblo hebreo.

También es el mismo Ángel que vio el rey David en Jerusalén con la espada en su mano, el cual estaba trayendo juicio sobre Jerusalén. Pero nosotros queremos que traiga bendición a todos nosotros.

¿Y cómo Él trae bendición a nosotros? Ya sabemos que Él es Jesucristo; y la bendición viene cuando la persona recibe a Cristo como su Salvador personal; así viene toda la bendición del Ángel de Jehová, de Jesucristo, para nuestra alma y para todo nuestro ser; y nos da el perdón, nos perdona y nos limpia con Su Sangre de todo pecado, y nos bautiza con Su Espíritu Santo y Fuego, y nos da un cuerpo angelical igual a Su cuerpo angelical; y así lleva a cabo una Creación en usted, una Nueva Creación, dándole un cuerpo angelical teofánico de la sexta dimensión; y luego le dará a usted y a mí también, un nuevo cuerpo físico, inmortal, incorruptible y glorificado, igual a Su cuerpo glorificado.

Y entonces todos seremos una Nueva Raza, una Nueva Creación con vida eterna, con cuerpos eternos, inmortales y glorificados, igual al Cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo.

Ese es el Programa de la Nueva Creación que Cristo en Espíritu Santo está llevando a cabo al estar moviéndose, caminando, sobre las aguas de pueblos, naciones y lenguas; porque aguas representa pueblos, naciones y lenguas.

Y ahora, veamos a continuación... Ya les mostré aquí en Colosenses. Vamos a ver también (y luego continuamos aquí con Colosenses) lo que dice acerca de Cristo como la imagen del Dios invisible. Dice en Hebreos, capítulo 1, verso 3:

El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”

Y ahora, Cristo efectuó la purificación de nuestros pecados, nos ha limpiado con Su Sangre preciosa y se ha sentado en el Trono de Dios en el Cielo, en la Majestad Divina. Él está allá a la Diestra de Dios, y está como Sumo Sacerdote haciendo Intercesión por cada persona que tiene su nombre escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, para llamarlo y juntarlo en Su Cuerpo Místico de creyentes (que es Su Iglesia), y limpiarlo de todo pecado con Su Sangre preciosa, y bautizarlo con Espíritu Santo y Fuego.

Él es la imagen del Dios invisible. Cristo en Su cuerpo angelical es la imagen del Dios invisible, es el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, un Hombre de otra dimensión, el cual creó los Cielos y la Tierra. Dios en ese Hombre y a través de ese Hombre creó los Cielos y la Tierra. Él es el que libertó también al pueblo hebreo.

Porque en él fueron creadas...”

Ahora continuamos con Colosenses, en el capítulo 1, continuamos en el verso 16.

Porque en él fueron creadas todas las cosas (en Cristo fueron creadas todas las cosas), las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”

Todo fue creado por medio de Él y para Él. Ahora, nos dice que en Él fueron creadas todas las cosas, y luego por medio de Él fueron creadas todas las cosas; son dos cosas diferentes.

Encontramos que cuando Dios creó los árboles, y así todas las cosas... Vean, en la semilla está la vida, y por consiguiente usted siembra una semilla de trigo, o de aguacate, y por cuanto ahí está la vida, la simiente, la simiente que Dios colocó, la siembra, ahí está todo: está el árbol de aguacate con todos los aguacates que va tener, todo está ahí creado, fue creado por Dios así.

Cualquier persona puede mirar y decir: Yo no veo ningún árbol de aguacate. Físicamente nadie lo ve, pero el que sabe que en la semilla está la vida, y que hay una Ley de Siembra y Cosecha, sabe que está ahí un árbol con muchos aguacates, y lo que hay que hacer es someter esa semilla a la Ley de Siembra y Cosecha, sembrar la semilla, y va a nacer un árbol de aguacate, y luego va a tener muchos árboles de aguacate.

También así es con una semilla de trigo. Pero si usted se queda con esa semilla de trigo o de aguacate, pues usted nunca va a tener un árbol de aguacate o una planta de trigo, y nunca va tener muchos granos de trigo o muchos aguacates.

Cristo dijo: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, él solo queda; pero si cae en tierra y muere, mucho fruto lleva (o sea, muchos granos de trigo).” Pero para poder tener muchos granos de trigo tenía que morir y nacer en la forma de una planta de trigo; y esa Planta de trigo es la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual tendría muchos granos de trigo, o sea, muchos hijos e hijas de Dios.

Es en la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual es la Planta de trigo, donde nacen, por medio del nuevo nacimiento, los hijos e hijas de Dios.

Y ahora, podemos ver porqué es que la Planta de Trigo, que es la Iglesia, lleva muchos Granos de Trigo, muchos hijos e hijas de Dios: porque Ella es el producto del Grano de Trigo, Jesucristo; y por consiguiente, la Vida del Grano de Trigo, que es el Espíritu Santo, está en la Planta de Trigo, la Iglesia del Señor Jesucristo, reproduciéndose en muchos Granos de Trigo, en muchos hijos e hijas de Dios.

Por eso encontramos que Él ordenó a Sus discípulos a predicar el Evangelio en todo el mundo, y dijo [San Marcos 16:15-16]:

Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

Toda persona quiere ser salva y quiere vivir eternamente en el Reino de Dios con nuestro amado Señor Jesucristo. Por lo tanto, lo que toda persona está llamada a hacer, si quiere vivir eternamente, es: creer en nuestro amado Señor Jesucristo, arrepentido se sus pecados confesarlos a Cristo, Cristo lo perdonará y lo limpiará con Su Sangre preciosa, será bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautizará con Espíritu Santo y Fuego; y así habrá obtenido el nuevo nacimiento y habrá nacido en el Reino de Dios.

Cristo dijo: “El que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios.” Dijo estas palabras a Nicodemo en el capítulo 3 de San Juan, verso 1 al 6.

Ahora, se requiere que toda persona nazca de nuevo para así entrar al Reino de Dios; entra al Reino de Dios por medio del nuevo nacimiento, así como entramos a este mundo y a esta dimensión terrenal, ¿por medio de qué? Por medio del nacimiento físico a través de nuestros padres terrenales. Y a través del nacimiento espiritual usted entra al Reino de Dios.

¿Cómo hay que hacer para obtener el nuevo nacimiento y entrar al Reino de Dios? Nacer del Agua y del Espíritu, escuchar la predicación del Evangelio y creer con toda su alma en Jesucristo como nuestro Salvador, y arrepentido de sus pecados confesarlos a Cristo; y Cristo lo perdonará, lo limpiará con Su Sangre preciosa, y será bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautizará con Espíritu Santo y fuego; y así habrá nacido del Agua y del Espíritu, y así habrá entrando al Reino de Dios, al glorioso Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.

Y así usted ha venido a ser un grano de trigo nacido en la Planta de Trigo, la Iglesia del Señor Jesucristo; así usted viene a ser un hijo o una hija de Dios, nacido en el Reino de Dios, en la Iglesia del Señor Jesucristo. Ese es el único Reino que permanecerá para siempre.

El reino de este mundo, el reino de las tinieblas, no permanecerá para siempre. Y cuando las personas saben que un reino no va permanecer para siempre, lo mejor es salir de ese reino e ir a un reino que vaya a permanecer para siempre. Por lo tanto, el reino que permanecerá para toda la eternidad será el Reino de nuestro amado Señor Jesucristo; por lo tanto, ése es el Reino al cual todos tenemos que entrar.

Por eso se predica el Evangelio, para que así sea posible que millones de seres humanos entren al Reino de Dios: nazcan del Agua y del Espíritu, y así nazcan en el Reino de Cristo, y así tengan vida eterna, obtengan el cuerpo angelical teofánico primero, y después obtengan el cuerpo físico glorificado; y entonces seamos almas vivientes en cuerpos angelicales eternos, y cuerpos físicos glorificados eternos; y así se complete la Creación Nueva que el Espíritu de Dios está llevando a cabo.

Primero lleva a cabo la parte espiritual y después llevará a cabo la parte física, que será nuestra transformación, será el cuerpo nuevo que Él nos dará.

Todo eso está bajo el Programa de la Nueva Creación que el Espíritu de Dios, el Espíritu de Cristo, está realizando.

¿Quiénes serán transformados y tendrán el cuerpo nuevo? Todos nosotros. Porque primero hemos recibido a Cristo como nuestro Salvador, hemos lavado nuestros pecados en Su Sangre, hemos sido bautizados en agua en Su Nombre, y hemos recibido Su Espíritu Santo, y hemos obtenido el nuevo nacimiento, hemos nacido como Granos de Trigo, como hijos e hijas de Dios en la Planta de Trigo, la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, Cristo caminando sobre las aguas, lo encontramos también en aquella ocasión en que los discípulos iban en la barca y hubo una tempestad. Eso fue luego de Cristo (durante el día) haber hecho el milagro de los panes y los peces, y todos comieron; y luego durante la noche, fueron los discípulos en la barca y se levantó una tempestad, pero Cristo se había quedado orando en el monte, y luego apareció a ellos caminando sobre las aguas, sobre el mar. Y ellos estaban muy asustados y pensaban que era un fantasma, pero era nuestro amado Señor Jesucristo caminando sobre las aguas.

Y ahora, Cristo les dice: “No teman, Yo soy.” Y Pedro le dice: “Si eres tú, Señor, di que yo vaya a ti caminando sobre las aguas.” Y Cristo le dice: “Ven.” Y Pedro salió de la embarcación y siguió caminando sobre las aguas, pero cuando iba hacia Jesús, vio las grandes olas y el viento fuerte, y tuvo miedo y se hundió, y clamó a Cristo: “Señor, sálvame, sálvame.” O sea: “Sálvame, que perezco.” Y Cristo extiende Su mano y lo toma de la mano y lo saca y le dice: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste? ¿Por qué dudaste?” ¿Ven?

El miedo es causa de la duda. Si usted no tiene duda no tiene miedo.

Ahora, Cristo caminado sobre las aguas allí, tipifica a Cristo caminando sobre las aguas durante la Dispensación de la Gracia, y la barca representa a la Iglesia del Señor Jesucristo con cada Mensajero de Dios de cada tiempo; y con todos los hijos de Dios.

Y ahora, encontramos que las aguas tipifican pueblos, naciones y lenguas. También en esas aguas allá, estaban los peces; y peces representa hijos e hijas de Dios.

Encontramos que la Era de Piscis, o sea, la Era de Peces es la Era de la Dispensación de la Gracia, la Dispensación del Cristianismo. El cristianismo está representado en peces. Por eso Cristo dijo a Sus discípulos: “Venid en pos de mí, y yo os haré pescadores de hombres.”

Para poder pescar los peces, hay que buscarlos ¿dónde? En las aguas, para que luego sean pescados; y para eso hay que viajar por las aguas de pueblos, naciones y lenguas.

Y el Espíritu de Dios va con nosotros caminando sobre las aguas de pueblos naciones y lenguas, para llamar y juntar los peces, los hijos e hijas de Dios; para así producir una Nueva Creación con vida eterna, una Nueva Creación de hijos e hijas de Dios con vida eterna, los cuales primero obtienen el cuerpo angelical; o sea, obtienen la parte espiritual primero y después obtendrán la parte física, que será el cuerpo nuevo, el cuerpo glorificado, el cuerpo eterno, igual al cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo.

Todo esto está en el Programa de Dios caminando sobre las aguas.

Dios a través del Ángel de Jehová, que es Cristo en Su cuerpo angelical, caminó sobre las aguas allá, y Dios por medio de Cristo en Espíritu Santo en medio de pueblos, naciones y lenguas, está caminando sobre pueblos, naciones y lenguas para realizar la Nueva Raza, la Nueva Creación.

Ya faltan muy pocos para completarse esa Creación en el campo espiritual; y luego vendrá la parte física, que será la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos físicos glorificados, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo, y luego vendrá también la transformación nuestra, en donde obtendremos un nuevo cuerpo inmortal, incorruptible y glorificado, igual al cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo. Y entonces todos seremos jóvenes, representando de 18 a 21 años de edad; y eso será para toda la eternidad.

Por eso es que el Día de Pentecostés, San Pedro predicando, en el capítulo 2 del libro de los Hechos, versos 36 en adelante, dice:

Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.

Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.”

Ahora, podemos ver porqué es que se predica el Evangelio y porqué se llama al pueblo, a la gente, para que vengan arrepentidos de sus pecados, reciban a Cristo como su Salvador, y Cristo los perdone, los limpie con Su Sangre preciosa, y sean bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo; y luego Cristo los bautice con Espíritu Santo y fuego, y obtengan así el nuevo nacimiento, y nazcan en el Reino de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo con vida eterna, nazcan como una nueva criatura en Cristo.

“Si alguno está en Cristo, nueva criatura es,” pertenece a la Nueva Raza, la Nueva Raza con vida eterna, que es la Iglesia de Jesucristo, compuesta por todos los creyentes en Cristo nacidos de nuevo.

Todo esto ha estado sucediendo de etapa en etapa: Cristo llamando y juntando Sus hijos, Sus escogidos; eso es Cristo reproduciéndose a través de Su Iglesia, y eso es Dios a través de Jesucristo, el Ángel del Pacto, caminando sobre las aguas.

Por eso en Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 en adelante, también el Ángel Fuerte que desciende del Cielo coloca Su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra; y eso es Cristo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová; eso es Dios en Cristo poniendo un pie, el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra. Ahí lo tenemos caminando de nuevo sobre el mar y también sobre la tierra, porque tiene un pie en tierra también.

Ahora, eso es Cristo en este tiempo final en pueblos, naciones y lenguas; esto es para llamar y juntar Sus escogidos en este tiempo final.

Ahora, hemos visto que esto también se cumplirá más adelante en una forma plena: cuando Cristo se haya levantado del Trono, haya tomado el Título de Propiedad, que es el Libro de los Siete Sellos, lo haya abierto en el Cielo y haya hecho Su Obra de Reclamo. Él trae ese Título de Propiedad en Su mano y lo entrega a un hombre, ¿para qué? Para que así ese Título de Propiedad, estando en medio de la raza humana en un hombre, pase también a todos los demás que pertenecen al Cuerpo Místico de Cristo, y todos podamos obtener nuestra redención física, que será nuestra transformación.

Así que hemos visto a “DIOS CAMINANDO SOBRE LAS AGUAS,” Dios por medio de Su Espíritu Santo. Por lo tanto, esta noche, Dios por medio de Su Espíritu Santo, está caminando sobre las aguas de pueblos, naciones y lenguas, para producir el llamado, recogimiento y nuevo nacimiento de todas las personas que faltan por llegar al Reino de Dios, a la Iglesia del Señor Jesucristo.

Él está con nosotros en esta noche para llamar los escogidos que faltan por llegar. De los escogidos que faltan por llegar, en esta noche, hay personas que están aquí que son escogidos y que todavía no han recibido a Cristo como su Salvador personal, y esta noche es su oportunidad para hacerlo.

Por lo tanto, en esta noche, esta oportunidad que Cristo le da es para producir en usted el nuevo nacimiento, para producir en usted la Creación que Él ha prometido, una Nueva Creación, para que usted así entre al Reino de Cristo y venga a ser un miembro del Reino de Jesucristo, nuestro Salvador.

Por lo tanto, en esta noche estaré dejando al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para que ore por todas las personas que levantarán sus manos para recibir a Cristo como su Salvador; para que Cristo les reciba, les perdone y les coloque en Su Reino.

Así que nuestro tema ha sido: “DIOS CAMINANDO SOBRE LAS AGUAS.” Dios por medio de Su Espíritu Santo caminando sobre pueblos, naciones y lenguas, llamando y juntando Sus escogidos y produciendo el nuevo nacimiento en todas esas personas.

Eso es Dios por medio de Su Espíritu Santo buscando los peces que le pertenecen a Él, que representa a Sus escogidos. Eso es Dios produciendo por medio del Grano de Trigo que fue sembrado en tierra, y que nació en la forma de una Planta de Trigo, que es la Iglesia, produciendo muchos Granos de Trigo, muchos hijos e hijas de Dios. Eso es lo que está haciendo Dios por medio de Su Espíritu Santo al estar caminando sobre las aguas de muchos pueblos, naciones y lenguas.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de nuestro tema: “DIOS CAMINANDO SOBRE LAS AGUAS.”

Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes; y dejo nuevamente con ustedes al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para orar por todas las personas que levantarán sus manos para recibir a Cristo como su Salvador, para que Cristo extienda Su Amor y Misericordia sobre ustedes.

¿Cuántos ya han recibido a Cristo como su Salvador? Ustedes tienen vida eterna. Ustedes han hecho lo que tenían que hacer. Ustedes han hecho aquello para lo cual ustedes han venido a este planeta Tierra: Todo ser humano ha venido a este planeta Tierra para recibir a Cristo como su Salvador, y al usted hacerlo, ustedes han hecho la Voluntad de Dios, ustedes han hecho aquello para lo cual ustedes existen en este planeta Tierra, y yo también.

Dejo al Rvdo, Miguel Bermúdez Marín para orar por las personas que levantarán sus manos en esta noche para que oren por ustedes.

Que Dios les bendiga, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.

Con nosotros el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín.

DIOS CAMINANDO SOBRE LAS AGUAS.”