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Nuestro verdadero Amigo 2002-06-29 1 Monterrey Nuevo León MX 01:58:28 false true

Muy buenas tardes, ministros, compañeros en la etapa de la Edad de la Piedra Angular; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión. Bueno, es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para esta ocasión leemos en San Juan, capítulo 15, versos 9 en adelante (del capítulo 15 de San Juan), dice:

“Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.

Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.

Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.

Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.

Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.

No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.

Esto os mando: Que os améis unos a otros”.

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema es: “NUESTRO VERDADERO AMIGO HOY”. [P]

Y por cuanto Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre, nuestro amigo hoy es el que fue amigo de Adán, fue amigo de Abraham, fue amigo de todos los profetas, y fue amigo de los apóstoles, fue amigo de Juan el Bautista, porque Juan el Bautista habla también acerca de Jesús. En San Juan, capítulo 3, verso 26 en adelante, dice:

“Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él.

Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo (o sea, que el hombre Jesús no podía, no podía recibir nada si no le fuere dado del Cielo; por lo tanto, todas aquellas cosas que estaba recibiendo y haciendo, le habían venido, ¿de dónde? Del Cielo).

Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.

El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido.

Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe”.

Y ahora, Juan el Bautista aquí se coloca como el amigo del esposo, el cual oye la voz del esposo y se goza. Pero dice: “Pero el que tiene la esposa”, no el precursor, es el esposo, el precursor solamente es el amigo del esposo, que oye la voz del esposo y se goza, oye la voz del esposo hablándole a la esposa, y se goza.

Y ahora, ¿saben ustedes que esa es la posición de Juan el Bautista, el precursor? Y si la posición de Juan el Bautista, el precursor, fue ser el amigo del Esposo, el amigo de aquél al cual él le estaba preparando el camino, ¿qué será entonces el precursor de la Segunda Venida de Cristo? El amigo del Esposo, el amigo de aquél al cual él le estuvo preparando el camino.

Ahora, Juan el Bautista tuvo muchos amigos, pero el principal de todos fue aquél al cual él le preparó el camino, el cual dijo que él no conocía; aunque eran primos según la carne, pero no lo conocía, no sabía que su primo era el Mesías. Sin embargo cuando estuvo en el vientre de Elisabet, él al escuchar la voz de María, brincó de gozo en el vientre de Elisabet. Y Elisabet fue llena del Espíritu Santo y por consiguiente ahí Juan el Bautista fue lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre.

Ahora, el precursor de la Segunda Venida de Cristo tiene, ha tenido muchos amigos, los cuales también hasta fueron de cacería con él, y también de pesca; pero vean, Juan el Bautista tenía un amigo muy grande, el cual él no conocía, y el cual era primero que Él; pero después lo conoció.

Ahora, vamos a ver aquí en la página 60, párrafo 527, dice:

527 - “Eran como las tres de la mañana, yo supongo. Yo me había levantado, y yo miré hacia el frente de mí, y yo venía para abajo hacia el Jordán (o sea, se encuentra en una visión ahí). Parecía como que yo estaba parado en el mapa de Palestina (o sea, de la tierra de Israel)… Parecía como que yo estaba parado en el mapa de Palestina, y yo venía para abajo hacia el Jordán. Y parecía como que yo podía oír el canto: Yo voy para abajo hacia el Jordán. Alguien lo estaba cantando. Y como me acercaba al río yo miré para atrás y vi por cuál vía yo había venido, y ya había caminado dos tercios por la vía hacia el Jordán (o sea, que le faltaba un tercio, una tercera parte), yo miré al otro lado del Jordán y dije, ¡Oh, alabado sea Dios! Al otro lado es donde están colocadas todas las promesas. Toda promesa está colocada en la tierra Prometida! y entonces yo vine a mí mismo (o sea, volví en mí.) Entonces cuando entré dentro de la visión otra vez (¿ve? Volvió luego y entró de nuevo en visión)… Entonces cuando entré dentro de la visión otra vez parecía que yo fui levantado hacia arriba y sentado en una carretera angosta, con un hermano. Yo nunca supe quién era el hermano”.

Fue colocado en esa carretera angosta, y recuerden que Cristo dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Y también Él dijo: “Entrad por la Puerta angosta, porque angosta es la Puerta, estrecha es la Puerta y angosto el Camino que lleva a la Vida (a la vida eterna)”. Eso está en San Mateo, capítulo 7, verso 13 al 14, y en San Lucas, capítulo 13, versos 22 al 27.

Ahora, vean que él fue colocado en ese camino angosto, en esa carretera angosta con un hermano que él no conocía. Por lo tanto no era ninguno de los americanos que él conocía, no era ninguno de los amigos o hermanos que él conocía.

527 - “Yo nunca supe quién era el hermano. Yo miré alrededor y dije: Ahora yo estoy seguro y sé que esta es visión (o sea, que esta es una visión); el Señor Dios está aquí. Y parecía como que todos tenían miedo. Yo dije: Qué cosa es lo que todos temen tanto? Y vino una voz y dijo: Hay tal peligro en estos días. Hay una gran cosa horrenda, que es muerte, cuando ella te pega. Y yo oí las hierbas siendo machacadas (como cuando uno pasa por encima del pasto de hojarasca, que se escuchan los pasos) y yo miré y aquí viene una víbora enorme y monstruosa arrastrándose a través de las hierbas. Yo pensé ahora, sabiendo que esta es visión (o sea, sabiendo que esta es una visión), entonces yo veré lo que este animal o esta bestia es. Y ella se arrastró para arriba en la carretera y tan pronto como yo tomé vista de ella yo sabía que era una mumba. (Miguel después es bueno conseguir toda la especificación del diccionario de lo que es, para que la tengan también, la explicación). Y la víbora, por supuesto, representa pecado, muerte. Así que yo miré hacia ello y ella miraba enojada hacia mí y lamía su lengua y aquí viene”.

Ustedes saben que las serpientes cuando van caminando están sacando y metiendo la lengua, como si fuera para que no se les seque.

527 - “Pero cuando llegó muy cerca de mí, la serpiente corría recio hacia enfrente y entonces alguna cosa la detenía a una distancia; no me podía morder. Y se volteaba alrededor en el otro lado y hacía por acercarse por este lado. La serpiente se hacía hacia atrás y tomaba un arranque y se retorcía directamente hacia mí. Su velocidad se iba acabando hasta que por fin llegaba a un alto total. Entonces el monstruo se sacudía, y así, y se movía para atrás; pero no me podía amagar. Entonces volteó y miró a mi amigo”.

Y ahora le dice: “Mi amigo”. Al que él no conocía le dice: “Mi amigo”. Y dice que era un hermano, o sea, es un creyente en Cristo con el cual él aparece en la visión y él no lo conocía.

Hay otro lugar donde él dice también que él no sabe, no conoce a cierta persona. ¿Será el mismo? Tendría que ser, para hablar acerca de esa persona que él no conoce, sería: “El hermano no conocido por el hermano Branham”. Página 474 del libro de Los Sellos, dice:

“[173]. Yo únicamente les estoy diciendo lo que vi y las cosas que me han sido dichas. Usted haga lo que guste. Yo no sé quién será (aquí habla de alguien que él no sabe quién será), ni qué va a suceder. ¡No sé! Solamente sé que esos Siete Truenos contienen el misterio por cuya razón hubo silencio en el Cielo. ¿Todos entienden?

174. Quizás sea ahora el tiempo y la hora cuando aparezca esta gran persona que hemos estado esperando. Quizás este ministerio por el cual he tratado de convertir la gente a la Palabra, ha servido de fundamento. Si así es, entonces les estaré dejando para siempre. No habrá dos aquí al mismo tiempo. Y aun si así fuera, él crecerá y yo menguaré”.

Lo mismo que dijo Juan el Bautista acerca de Aquel al cual le preparó el camino: él se identificó como amigo de Cristo. Y ahora, dice también: “A Él le conviene crecer y a mí menguar”.

Y ahora, el precursor de la Segunda Venida de Cristo hablando aquí de alguien que vendrá después de él, dice: “Yo no sé quién será, ni qué va a acontecer. Pero estamos esperando que aparezca esta gran persona. Quizás este ministerio por el cual he tratado de convertir la gente a la Palabra de Dios, ha servido de fundamento”.

Ahora, cuando se pone el fundamento, se puede edificar sobre ese fundamento, porque es para edificar. Pero el edificio lo hace el que viene después; pero el fundamento, vean, lo coloca el que viene preparándole el camino.

En otro lugar el reverendo William Branham dice… Vamos a tomarle prestado aquí - algo por aquí a Miguel. Página… es como la 157 o 162… 157, dice, párrafo 1407 [Citas]:

1407 - “Estoy solamente edificando. La hora está cerca a la mano cuando Uds. van a ver pasar algo, cuando algo va a tener lugar y todo este fundamento, aquí sólo ha sido colocando una base para un corto mensaje rápido que sacudirá toda la nación”.

Ahora, podemos ver que aun el Mensaje que trae el reverendo William Branham, con el cual precursa la Segunda Venida de Cristo, es el fundamento para lo que va a suceder; y tiene que suceder en forma progresiva, de acuerdo a como fue profetizado.

Por lo tanto, quedará enmarcado, todo lo que va a suceder, sobre y dentro de lo que ya fue hablado.

Y ahora vean, el precursor del que vendrá después del reverendo William Branham…, vean lo que dice el reverendo William Branham [Los Sellos, pág. 474]:

“[174]. No habrá dos aquí al mismo tiempo”.

Vamos un poquito antes:

“174. Quizás sea ahora el tiempo y la hora cuando aparezca esta gran persona que hemos estado esperando. Quizás este ministerio, por el cual he tratado de convertir a la gente a la Palabra, ha servido de fundamento. Si así es, entonces les estaré dejando para siempre”.

Como Juan, que después que fue a la cárcel, lo decapitaron, dejó al pueblo para siempre, a sus seguidores; y no apareció hasta que Cristo completó Su ministerio, y Cristo murió y resucitó, y entonces fue que resucitaron los santos del Antiguo Testamento.

Y el precursor de la Segunda Venida de Cristo dijo: “Si así es, entonces les estaré dejando para siempre”. Por lo tanto, en el cuerpo de carne que él tuvo, nunca más aparecerá. Cuando aparezca de nuevo será en la resurrección, en un cuerpo glorificado y jovencito.

“[174]. No habrá dos aquí al mismo tiempo. Y aun si así fuera, él crecerá y yo menguaré. ¡Yo no sé! Pero Dios me ha dado el privilegio de mirar y ver lo que es; lo vi abrirse hasta donde lo vi”.

Así que él estuvo viendo muchas cosas.

Ahora, ahí podemos ver que él no sabe quién será; y aquí tampoco él sabe quién es ese amigo que está con él en esa carretera angosta [Citas, pág. 60, párr. 527]. Y recuerden que en el camino angosto es que se cumplirá la Gran Victoria en el Amor Divino.

Página 54, párrafo 464, dice… esto fue cuando se levantó una persona y comenzó a profetizar en francés, pero allí estaba un intérprete de las naciones unidas, intérprete de francés, y también hubo otras personas que sabían en francés y escucharon lo que fue profetizado, hablado acerca del hermano Branham; y cada uno de los que sabía francés escribió la interpretación, lo que fue dicho en francés lo escribieron luego en inglés y se lo entregaron al reverendo William Branham; y lo que le dieron las diferentes personas que sabían francés y escribieron lo que fue dicho en francés, lo escribieron pues en inglés, para que el hermano Branham supiera; y concordaba lo que entendió uno con lo que entendió el otro.

Y ahora, aquí está, página 54, párrafo 464, dice:

464 - “Porque tú has escogido la senda angosta”.

Y ahora, en la visión se encuentra ¿dónde? En una senda angosta, ahí en la página 60 con otra persona que él no conoce.

464 - “Porque tú has escogido la senda angosta, la vía más dura; tú has andado en tu propio escogimiento. Ahora mire. Ahora este hombre… ahora cuiden como está escrito. Ustedes ven que está escrito en unas palabras extranjeras. Tú has escogido la decisión correcta y precisa y ella es mi vía (o sea, mi camino). Bendito Dios. Ella es mi vía. Él dijo: Por causa de esta decisión tan importante, una porción enorme del cielo te espera. Él nunca había oído acerca de la visión, ¿ven ustedes?”.

Acerca de la visión donde él fue al Paraíso y vio millones de personas de las cuales le fue dicho: “Son tu pueblo. Todos los que tú has amado y todos los que te han amado, Dios te los ha dado o te los dará”.

464 - “Ustedes recuerdan la visión. Una porción enorme del cielo te espera. Qué decisión tan gloriosa has hecho tú. ¿Ven? Esto en sí mismo. Ahora aquí está, de aquí en adelante yo no entiendo. Esto en sí mismo es eso”. Paréntesis grandes alrededor de ello (o sea, él no entendía quizás lo que le colocaron así entre paréntesis)… Paréntesis grandes alrededor de ello. Lo cual dará y hará venir a pasar la victoria tremenda en el Amor Divino”.

Y la Gran Victoria en el Amor Divino está prometida para este tiempo final, después de las siete edades de la Iglesia. Continuemos, dice [Citas]:

464 - “Yo no sé qué quiere decir eso: Esto vendrá a suceder. Tal vez en la carpa pequeña uno de estos días, puesta allá atrás, Él lo hará notorio”.

Está ligado, todo esto de la Gran Victoria en el Amor Divino, a la Tercera Etapa; y está ligado al cuarto pequeño allá, en esa Carpa grande, donde habrá un cuarto pequeño; o sea, un lugar pequeño de madera, al cual entrarán las personas que irán por sanidad divina, y saldrán por la otra puerta ya libres, sanadas.

Cuando él tuvo la Visión de la Carpa, él no entendía por qué en aquel cuartito, y no públicamente, se estaban llevando a cabo todas esas maravillas. Y el Ángel, siendo bien escritural, le dijo: “¿No dice la Escritura…?, ¿no dice nuestro Señor: Cuando tú ores entra en tu cámara secreta?”[Citas, pág. 13, párr. 98].

Por lo tanto, ese lugar será la cámara secreta de alguien.

Y no será un espectáculo público. Dice: “Cuando ores, entra en tu cámara secreta y ora en secreto a tu Padre, que te escucha, que te ve y te escucha; y Él te recompensará en público”[San Mateo 6:6]. Por lo tanto, las personas no tendrán que ver cuando él esté orando por los enfermos, sino que verán los resultados públicamente.

Y ahora, ¿ven que por la Escritura es interpretada esa visión?, y el Ángel lo lleva a la Escritura.

Y eso, nadie en la historia ha llevado a cabo un ministerio en esa forma tan reservada. Aunque muchas veces los apóstoles y los ángeles mensajeros han orado en privado con algunas personas; pero llevar a cabo el ministerio en forma privada, y llevar a cabo la ministración de sanidad divina para las personas, llevarla a cabo en forma así, nunca en la historia ha sucedido.

Pero está prometido para suceder. Y la base está: “Cuando oras, entra en tu cámara secreta; y tu Padre, que te ve, te recompensará en público. Él te va a escuchar, te va a ver y te va a escuchar ahí en secreto”.

No tiene que estar en público. Y todo eso es ¿para qué? Para que no haya una demostración pública, una exhibición pública, y no vayan a levantarse los imitadores.

Por eso el hermano Branham dice: “De esto no habrá imitación”. Porque el enemigo no sabe lo que es, no sabe cómo funciona; porque no habrá nadie que vea cómo estará funcionando todo ese ministerio.

Y aun la gente que entrará, al salir daban testimonio, le preguntaban: “¿Cómo sucedió todo?”, o sea, ¿cómo fue que todo eso sucedió? La gente decía: “No sé cómo sucedió, lo que sé es que sucedió. Recibí la sanidad pero no sé cómo fue”.

Y esta Gran Victoria en el Amor Divino… Vean ustedes, dice el hermano Branham, dice [Citas]:

464 - “‘… lo cual dará y hará venir a pasar la Victoria tremenda en el Amor Divino. Yo no sé qué quiere decir eso: Esto vendrá a suceder. Tal vez en la carpa pequeña uno de estos días, puesta allá atrás, Él lo hará notorio”.

Y ahora, vean que también cuando él tuvo la Visión de la Carpa, él vio que las cosas sucedían y no era él el que estaba ministrando. Y aun se hizo llamamiento al altar, y no era él el que lo hizo; y hasta vio una persona (dice) de hablar suave, y él no lo conocía.

Ahora, podemos ver que algo grande está señalado, y por lo tanto es una profecía para ser cumplida.

Y en la Visión de la Carpa… Vean, cuando él lo explica en el libro de Los Sellos, cuando él explica la Tercera Etapa, dice que la Tercera Etapa es la Espada en la mano; dice también que la Tercera Etapa es también lo que él vio en la Visión de la Carpa. Todo eso es la Tercera Etapa.

Y los Truenos revelan el misterio del Séptimo Sello. Toda la Tercera Etapa está bajo el Séptimo Sello.

Vamos a ver si lo conseguimos aquí rápido.

Él dice en una ocasión, orando dice [Los Sellos, pág. 479]:

“[188]. Luego, cuando me llegue el tiempo de descanso, cuando llegue allá al río y me lleguen las olas, oh Dios, concede que pueda entregar esta Espada a otro que sea honrado y lleve la verdad”.

Y le llegó el tiempo, las olas, le llegó el tiempo de su partida; por lo tanto, la Espada del Rey, que es la Palabra, en algún sitio tiene que estar. Él dijo:

“[188]. … concede que pueda entregar esta Espada a otro que sea honrado y lleve la verdad”.

Y quien haya recibido esa Espada estará dándole al pueblo la Verdad. Y el que haya recibido esa Espada será el instrumento de Cristo. Y bajo el ministerio de ese instrumento se cumplirá la Tercera Etapa y se cumplirá la Visión de la Carpa.

Dice, página… Les leí la página 479. Y ahora la página 481, dice, del libro de Los Sellos, dice:

“193. Ahora, noten que la apertura del Séptimo Sello también es en un misterio triple. Les he dicho que es el misterio de los Siete Truenos. Los Siete Truenos en el Cielo abrirán este misterio. Será en la mera Venida del Señor Jesucristo, porque Él dijo que nadie sabría cuándo Él iba a volver”.

Y más abajo dice:

“[193]. Todo fue silencio, nada aconteció en ese tiempo. Ni los ángeles ni nadie sabe cuándo Él viene. Pero habrá las siete voces de los Siete Truenos que darán a conocer esa gran revelación en ese tiempo”.

Y ahora, pasamos a la página 471, donde dice… está ahí teniendo la Visión de la Carpa o explicando la Visión de la Carpa, dice:

“[161]. En eso la Voz me dijo: No puedes enseñarles las cosas sobrenaturales a los bebés pentecostales. ¡Déjalos! Entonces me alzó y me colocó en un lugar muy elevado donde había una reunión, y parecía una carpa o una especie de catedral. Yo miré, y así a un lado parecía que había una cajita, un lugar pequeño. Y esa luz que ustedes ven sobre la fotografía estaba hablando con alguien más arriba de donde yo estaba. Se fue volando de donde yo estaba, y se fue a posar sobre la carpa, y dijo: Te encontraré allí. Esto será la tercera etapa, y no se lo dirás a nadie.

162. Y allá en el Cañón Sabino, Él me dijo: Esta es la tercera etapa. Hay tres cosas muy grandes que acompañan la tercera etapa”.

O sea, allá en el Cañón Sabino fue cuando le cayó la Espada en la mano en la página 470 de este mismo libro de Los Sellos. Aquí él nos habla acerca de la Espada cayéndole en su mano.

Dice:

“[162]. Esta es la tercera etapa. Hay tres cosas muy grandes que acompañan la tercera etapa. Una de ellas se abrió ayer, otra hoy, y queda una cosa que no puedo interpretar, porque está en un idioma desconocido”.

Por lo tanto, las personas que quieran escuchar directamente tendrán que aprender ese idioma, o si no tener intérprete o que le sea interpretada. El hermano Branham escuchó en otro idioma y no pudo entender porque estaba en otro idioma.

Yo sé de un idioma que él le gustaba mucho y algunas veces hablaba algunas palabras; y se fue acercando a esa región donde también hablaban ese idioma muchas personas; pero no era el idioma inglés. ¿Saben lo que dice? Si todavía está la misma puerta en la casa de Tucson, Arizona, si todavía está esa puerta allí, tiene un Águila ¿es? Y dice: “Nido de águilas”. ¿Y cómo dice nido de águilas allí? En español.

Ahora, vamos a continuar aquí, dice:

“[162]. …y queda una cosa que no puedo interpretar, porque está en un idioma desconocido. Pero estuve allí parado, y lo miré directamente (él hasta escuchó); y esta es la tercera etapa, lo que viene. Y el Espíritu Santo de Dios”.

Y tenemos la promesa que el Espíritu Santo se hará carne; así que recuerde que siempre ha sido una obra del Espíritu Santo, la Obra que Dios ha llevado a cabo, tanto en el Antiguo Testamento, como en el Nuevo Testamento.

Vamos a ver de esto aquí en la página 466. Ya les dije que la que estuvimos leyendo fue la 471.

Ahora la 466, dice hablando acerca de la revelación del Séptimo Sello, lo cual él dice: “El Séptimo Sello no ha sido revelado, no está abierto”. Dice:

“143. Pero tan cierto como yo estoy parado aquí en la plataforma esta noche, tuve la revelación que lo reveló, y es en una manera triple. Y ahora con la ayuda de Dios quiero hablarles de una parte de eso. Entonces ustedes… Primeramente veamos esto. Aquí está la revelación para dar comienzo porque quiero decirles lo que es. Lo que sucedió es: aquellos Siete Truenos que él escuchó y que le fue prohibido escribir, ese es el misterio detrás de esos Siete Truenos consecutivos que salieron.

144. Ahora, ¿por qué? Prosigamos a probarlo: Este es el secreto que ninguno conoce. A Juan le fue prohibido escribirlo y aun de conocer un símbolo. ¿Por qué? Aquí está: No había ninguna actividad en el Cielo, porque de otra manera podría revelar el secreto. ¿Ahora lo ven? Si es tan tremendo, pues tiene que ser incluido, porque tiene que suceder, pero cuando sonaron los siete truenos… Ahora noten bien: Cuando vinieron los siete ángeles para tocar sus trompetas, entonces hubo un trueno; cuando Israel fue juntado, hubo una trompeta; cuando el tiempo no será más, entonces será la última trompeta, un trueno. Pero aquí tenemos siete truenos, uno tras otro; uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete; un número perfecto. Siete truenos, uno tras otro, sonaron así rápidamente: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, pero sin que se entendiera. Luego, los Cielos no lo pudieron escribir”.

Y recuerden que los Siete Truenos es la Voz de Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo y clama como cuando un león ruge y siete truenos emiten sus voces. Es Cristo hablando a Su Iglesia, pero en forma consecutiva. A través de las siete edades habló por medio de un mensajero, Cristo en Espíritu Santo, y después hubo un paréntesis, hasta que… y murió el mensajero y un paréntesis hasta que apareció el otro mensajero de Dios y surgió una nueva edad.

Pero aquí con los Siete Truenos Cristo habla en forma consecutiva en una misma etapa de la Iglesia, en una misma edad, que es la Edad de la Piedra Angular. Y tendrá que tener un instrumento a través del cual hablarle a Su Iglesia y revelarle el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo. Y eso es lo que le da la fe para ser transformados y raptados todos los escogidos de Dios del Día Postrero.

Así como la revelación de la Primera Venida de Cristo nos da la revelación, la fe, para recibir a Cristo, ser bautizados en agua en Su Nombre, y recibir el Espíritu Santo y obtener nuevo nacimiento, y obtener el cuerpo angelical; y para obtener el cuerpo físico glorificado, la fe para eso está en el Séptimo Sello; y los Truenos nos revelan el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo; porque la Segunda Venida de Cristo es para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos; o sea, para darnos el cuerpo glorificado. Sin la revelación del Séptimo Sello ninguna persona que esté viva podrá ser transformada.

Y ahora, los muertos en Cristo, pues ellos están seguros, y en este tiempo final van a ser transformados, resucitados en cuerpos glorificados. Pero para ser transformados sin ver muerte, los escogidos tendrán la revelación del Séptimo Sello, porque estarán escuchando la Voz de Cristo en Espíritu Santo clamando como cuando ruge un león, y siete truenos emitiendo sus voces, y revelando el misterio del Séptimo Sello.

Dice:

“No había ninguna actividad en el Cielo, porque de otra manera podría revelar el secreto. ¿Ahora lo ven? Si es tan tremendo, pues tiene que ser incluido, porque tiene que suceder, pero cuando sonaron los siete truenos… Ahora noten bien: Cuando vinieron los siete ángeles para tocar sus trompetas, entonces hubo un trueno; cuando Israel fue juntado, hubo una trompeta; cuando el tiempo no será más, entonces será la última trompeta, un trueno. Pero aquí tenemos siete truenos, uno tras otro (ya les leí todo esto)”.

Ahora, sigue diciendo:

“[144]. Pero aquí tenemos siete truenos, uno tras otro; uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete; un número perfecto. Siete truenos, uno tras otro, sonaron así rápidamente: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, pero sin que se entendiera. Luego, los Cielos no lo pudieron escribir, porque no lo conocen. Ninguna otra cosa tampoco lo conoce, porque no hay en qué basarse; es un tiempo de reposo. Fue tan tremendo que hasta a los Ángeles no les fue dado a conocer. Ahora, ¿por qué? Si Satanás lograra conocer esto, quizás haría gran daño. Y esa es una cosa que él no sabe. Él puede interpretar lo que quiera y personificar cualquier don (ojalá estén aprendiendo), pero él no puede conocer esto, porque ni está escrito en la Palabra. Es un secreto por completo. Los Ángeles y todos se callaron. Si ellos hubieran hecho algún movimiento, quizás eso hubiera servido para revelar algo, por eso se callaron y no se movieron.

145. Siete es el número perfecto de Dios y hubo estos siete truenos consecutivos uno tras otro. Estos siete truenos sonaron así rápidamente, como si estuvieran deletreando algo. Ahora noten pues que en ese tiempo, Juan comenzó a escribir y le fue dicho: No lo escribas. Jesús nunca habló de esto; Juan no lo podía escribir; los ángeles no sabían nada de esto. Entonces, ¿qué es? Es aquello de lo cual dijo Jesús que ni los ángeles en el Cielo lo conocían. Ni Jesús mismo lo conocía, porque Él dijo que solamente Dios lo conocía. Pero nos dijo que cuando comenzáramos a ver estas señales aparecer… ¿Ahora están entendiendo mejor? Podemos ver las señales.

146. Ahora, si Satanás pudiese agarrarse de esto… Por ejemplo: Si usted quiere que algo suceda (ahora tendrán que creerme solamente por mis palabras), pero si yo tengo planes para hacer cierta cosa, yo sé que no puedo decírselo a nadie. No es que esa persona lo andaría contando, pero la cosa es que Satanás lo oiría. Pero él no puede entrar en mi corazón, por cuanto Dios lo tiene sellado con el Espíritu Santo. Entonces la cosa es entre Dios y yo. El diablo no sabe nada hasta que Ud. lo habla, y en eso él lo oye. Yo he tratado, le he dicho a la gente que tengo planes para hacer esto o aquello, y de allí en adelante puedo ver al diablo poniéndome estorbo tras estorbo para él poder llegar antes. Pero si yo obtengo la revelación de Dios y no digo nada, entonces eso es muy distinto.

147. ¡RECUERDEN: Satanás tratará de personificar! Él tratará de copiar todo lo que hace la iglesia. Así ha obrado en el pasado, pues lo vemos claramente en el anticristo. Pero esta es una cosa en particular que él no podrá personificar”.

“Pero esta es una cosa en particular que él no podrá personificar (como personificaron lo que Dios hizo a través de nuestro hermano Branham en la Primera y Segunda Etapa)”.

La Tercera Etapa no puede ser personificada. Ninguna persona logrará hacer una personificación, ¿por qué? Porque no saben lo que es.

Por lo tanto, se cumplirá como está prometido, y no habrá imitadores. Personificadores son imitadores.

“[147]. Él tratará de copiar todo lo que hace la Iglesia. Así ha obrado en el pasado, pues lo vemos claramente en el anticristo. Pero esta es una cosa en particular que él no podrá personificar. Acerca de esto no habrá copiadores. Y así será porque él no lo sabe (porque el diablo no lo sabe; por lo tanto no puede levantar personas haciendo copia de algo que el diablo no conoce), ni hay manera que lo llegue a conocer tampoco. Esta es la Tercera Etapa, y él no sabe nada en cuanto a eso, no lo entiende. Pero hay un secreto debajo de eso… ¡GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS! Yo nunca podré pensar igual como antes por más años que viva, después de haber visto… Ahora yo sé cuál es el próximo paso, pero no sé cómo interpretar eso. Pero ya no falta mucho”.

Él sabía cuál era el próximo paso; por lo cual, él estaba poniendo el fundamento, preparando el camino, para lo que vendría después de él. Lo que viene después del precursor pues es el próximo paso, el próximo paso de Dios.

“148. Tengo escrito aquí… Si cuando esto sucede, ustedes pudieran ver mi libreta: ¡PÁRATE, NO PROSIGAS!’”.

Ahora, en la libreta de notas, de apuntes, tiene que estar ahí algo muy pero que muy importante relacionado a la Tercera Etapa.

Y aquí: “¡PÁRATE, NO PROSIGAS!”. Aquí, por lo que se ve, el Espíritu de Dios está hablando a través de él esto. Dice:

“[148]. Ahora, yo no tengo la costumbre de ser fanático, les estoy diciendo la verdad. Pero RECUERDEN aquel zapatito que siempre he tratado de explicar, cómo decía que el alma estaba próxima a esto y todo aquello otro, etc., y todo eso sirvió solamente para producir los impostores que vinieron después (o sea, los imitadores). Tal como era de tomar la mano de la persona y llegaban las vibraciones, entonces todo mundo tenía sus vibraciones en la mano (o sea, aparecieron otros también con vibraciones en la mano), entonces todo mundo tenía sus vibraciones en la mano. Pero acuérdese de cuando Él me elevó y me dijo: Esto es la Tercera Etapa y nadie lo conocerá. ¿Se acuerdan? Las visiones nunca fallan, más bien son perfectamente la verdad”.

Y toda visión tiene que estar de acuerdo a la Palabra, tiene que estar de acuerdo a lo que Dios ha prometido para el tiempo donde alguna visión es dada para ser cumplida.

Aquí en el mensaje: “Señores, ¿es este tiempo?”, página 32; dice en el párrafo 176, y la 175 también dice:

“Ni una visión jamás, jamás esas visiones han fallado”.

Ni una visión de las que Dios le dio al hermano Branham, ni una de ellas falló.

“Ahora, voy a tomar las Escrituras por un momento. Si ustedes notan, en el capítulo 10 de Apocalipsis… Ahora, permítanme decir esto: Si la visión es Escritural, solamente puede ser interpretada por la Escritura”.

Por ejemplo, cuando Billy Paul tuvo un sueño que vio una montaña y una piedra salir de la montaña, siendo ese un sueño de Dios, entonces la interpretación está aquí en la Palabra, donde dice que de la montaña fue cortada una piedra no con manos, en el capítulo 2 de Daniel. ¿Ven? Estaba viendo en sueños Billy Paul la Segunda Venida de Cristo. Y hubo un silencio, dice: “Como de muerte”. Era el silencio de media hora cuando es abierto el Séptimo Sello. ¿Ven? Es un sueño de Dios, por lo tanto, es un sueño escritural, y aquí está en la Escritura la interpretación; vio la Segunda Venida de Cristo, en la forma de una piedra cortada de la montaña.

Y ahora, vean ustedes cómo la Tercera Etapa, que está bajo el Séptimo Sello es revelada por los Siete Truenos a la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, todo esto va ligado a lo que él estuvo viendo en esa visión.

Ahora vean, les dije, les cité que nuestro hermano Branham dice que si la visión es Escritural, es interpretada o tiene que ser interpretada por la Escritura, porque no puede haber contradicción entre una visión dada por Dios y lo que dice la Escritura. Tiene que estar en consonancia la visión con la Escritura. O sea, que la visión está sujeta a la Escritura.

Vamos a ver aquí… y ahora vamos a la página 60, el párrafo 527, que fue con lo que comenzamos. Dice:

527 - “Y la víbora, por supuesto, representa pecado, muerte… Así que yo miré hacia ello y ella miraba enojada hacia mí y lamía su lengua y aquí viene. Pero cuando llegó muy cerca de mí… la serpiente corría recio hacia enfrente y entonces alguna cosa la detenía a una distancia; no me podía morder. Y se volteaba alrededor en el otro lado y hacía por acercarse por este lado. La serpiente se hacía para atrás y tomaba un arranque y se retorcía directamente hacia mí. Su velocidad se iba acabando hasta que por fin llegaba a un alto total. Entonces el monstruo se sacudía, y así, y se movía para atrás; pero no me podía amagar. Entonces volteó y miró a mi amigo. Y yo vi a mi amigo brincando muy alto en el aire, y la cosa estaba amagándolo (o sea, la serpiente estaba amagándolo, tratando de morderlo). Yo pensé: ¡Oh!, si alguna vez le pega será muerte instantánea. No es extraño que todos estaban asustados, porque cuando esta cosa te pega es una muerte instantánea. Y ella estaba amagando hacia él, así, y yo lancé mis manos hacia arriba. Yo dije: Oh Dios, ten misericordia de mi hermano”.

Vean, antes de irse nuestro hermano Branham, ya aquí en el 61, cuando él cuenta esta visión, ya está orando por su hermano, su amigo desconocido; y su oración, vean, en favor de su amigo y hermano fue hecha desde aquél tiempo, y cuántas veces más oraría nuestro hermano Branham por su hermano y amigo desconocido; pero que sabía que era su hermano, sabía que era un redimido por la Sangre de Cristo.

527 - “Yo dije: Si esa serpiente le pega alguna vez ella le matará. Y a ese momento la serpiente volteó hacia mí cuando yo dije eso y me miró otra vez, y una voz vino de sobre mí y dijo: Te han dado poder para atarlo. Los peores están dentro de él. Y yo dije: Oh Dios, han dado poder para atarlo. Los peores están dentro de él. Y yo dije: Oh Dios, ¿Qué debo hacer yo? Él dijo: Hay una cosa que debes hacer: tú tienes que ser más sincero. Yo dije: Oh Dios, perdóname por mi insinceridad y déjame tener sinceridad. Y cuando yo alcé mis manos arriba hacia El (hacia Dios)… Hacia Él otra vez allí hubo alguna gran cosa que vino sobre mí, me levantó para arriba (o sea, vino algo bueno de parte de Dios sobre nuestro hermano Branham y lo levantó); parecía como que mi cuerpo entero fue cargado con alguna cosa (o sea, cargado con el poder de Dios, con la presencia de Dios, algo de parte de Dios). Y yo miré a la serpiente”.

Dice:

527 - “Mi cuerpo entero fue cargado con alguna cosa (fue levantado y cargado, cargado pues en dos formas: levantado y cargado, pues como cuando recibe uno una energía)… fue cargado con alguna cosa. Y yo miré a la serpiente, y entonces ella comenzó hacia mí y podía hacerlo todavía. Y yo dije: Satanás, en el Nombre del Señor Jesucristo yo te ato. Y la serpiente, un humo azul voló fuera de él y Satanás se rizó e hizo una señal como una S, S mayúscula hecha al revés, una señal de Y. (O sea, i, griega, que es la Y) Y (o sea, Y) quiere decir ata a este o cualquier cosa debajo de él, porque él era el peor. Humo azul cayó fuera de él y su cola sofocó a muerte a sí mismo alrededor de su cabeza (o sea, se enrolló su cola en su cabeza y lo sofocó a muerte)… y su cola sofocó a muerte a sí mismo (o sea, lo sofocó a sí mismo a muerte) alrededor de su cabeza; cuando él hizo esto. Es al revés, esa y señal (como una conjunción, ven). La sofocó a muerte y el hermano estaba libre. Y yo fui y la machaqué; yo dije: Ahora yo tengo que descubrir acerca de esto porque es una visión. Y yo pegué sobre la cosa y ella volteó así, parecía como un mango, en un mango de vidrio en un jarro”.

Como el jarro, ya sea de agua o de alguna cosa que tienen un mango, que uno los agarra por él… algo así.

527 - “…Como en un mango de vidrio en un jarro, y hecho cristal sólido. Y yo dije: Piensa de eso: que pronto ese humo azul era vida y ello es tornado en vidrio. Y precisamente enseguida una voz vino y dijo: Tú puedes desatarlo también. (Ahí tenemos el poder de atar y de desatar) Así que yo dije: Entonces Satanás, para conocerte, yo te desato. Y cuando lo hizo comenzó a venir a vida otra vez, meneándose. Y yo dije: Yo te ato para atrás en el Nombre de Jesucristo. Y cuando él lo hizo el humo voló fuera de él otra vez y se sofocó a sí mismo directamente para atrás otra vez y se tornó en cristal. Y entonces cuando él hizo eso, esa voz dijo: Ahora tú tienes que ser más sincero que lo que eres para hacer esto. Y entonces me dejó. Años pasados cuando yo vi la Biblia venir hacia abajo (o sea, en un sueño o en una visión). Lo tengo escrito aquí mismo y leí los primeros nueve versos y paré allí. Que Josué vino a través del desierto pero nunca… él estaba listo; cuando él se acercó al Jordán Dios lo llamó fuera, dijo: Este día yo comenzaré a engrandecerte ante la gente. Y entonces él llevó a los hijos de Israel al otro lado del Jordán a la tierra que el Señor les dio, les dividió la Tierra Prometida”.

Ahora, ¿qué relación hay con esa visión que tuvo de la serpiente persiguiendo un amigo de él y también tratando de hacerle daño a nuestro hermano Branham, y él hablando la Palabra, atándolo, después desatándolo y luego atándolo de nuevo?, ¿qué relación tiene con Josué entrando a la tierra prometida? La serpiente representa pecado, y pecado es muerte; y trae la muerte, y el Jordán representa muerte también.

Y Josué es tipo del Espíritu Santo, y el Espíritu Santo ungiendo a un hombre en el Día Postrero estará como Josué, será nuestro Josué, el Espíritu Santo manifestado en un hombre en el Día Postrero.

En el libro de Las Edades, El reverendo William Branham dice que Josué representa al Mensajero del Día Postrero, al Mensajero del Día Postrero, y el Día Postrero es el Séptimo Milenio. Aunque fue tipificado en cada mensajero de cada edad de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ahora, estas dos visiones: la de la Biblia descendiendo del Cielo abierta y la visión donde se encuentra nuestro hermano Branham con un hermano en un camino angosto, en donde aparece una serpiente y en donde también hay muchas personas, vean ustedes, al ser visiones escriturales, tienen que ser interpretadas por la Escritura.

¿Y dónde vamos a ver una serpiente, un monstruo, una serpiente? En Apocalipsis, capítulo 12, aparece la serpiente antigua que es el diablo y Satanás. Ahí tenemos la lucha, la batalla que habrá, y luego en Apocalipsis, capítulo 17, encontramos a la bestia que recibe la autoridad y poder de los diez reyes, y luego se levanta en contra de Cristo y los que vienen con Él. Pero Cristo, el Cordero, los vencerá, porque Él es Rey, Señor de señores y Rey de reyes.

Y en Apocalipsis, capítulo 19, también Cristo, el Jinete del caballo blanco que viene con Su Iglesia, tendrá el enfrentamiento en contra de la bestia, y la bestia es esa serpiente, la serpiente antigua manifestada (la serpiente antigua) en el Día Postrero a través del hombre de pecado.

Ahora, la serpiente antigua, vean ustedes, la serpiente representa pecado.

Y ahora, el diablo en el hombre de pecado habrá de llevar a cabo una persecución en contra de los hijos de Dios; comenzará primero como una apretura.

Y ahora, vean ustedes, todo eso viene a ser esa etapa donde el hermano Branham ve a la serpiente tratando de hacerle daño a su hermano y amigo, y trató de hacerle daño también a nuestro hermano Branham.

Ahora, recuerden que es el Espíritu de Cristo en nuestro hermano Branham, y es el Espíritu de Cristo en el amigo del hermano Branham.

Y ahora, ¿cómo será atada la serpiente? Apocalipsis, capítulo 20, verso 1 en adelante, dice:

“Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.

Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años;

y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo”.

¿Ven? Fue atado, pero va a ser desatado luego de los mil años del Reino de Cristo.

Y en el capítulo mismo 20, verso 7 en adelante, dice:

“Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,

y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.

Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.

Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”.

Y ahí quedó atado de nuevo, echado en el lago de fuego, donde será su final. ¿Ven? Y ahí tenemos cómo fue reflejado todo en esa visión que tuvo nuestro hermano Branham. Eso es la interpretación por la Escritura, por la Palabra. La interpretación más segura es la interpretación por la Palabra, porque eso nos lleva al campo profético, y nos muestra lo que está prometido para acontecer.

Y ahora, para este tiempo final encontramos que Dios va a estar dándonos la interpretación de todo sueño, visión y profecía, que Él ha dado a Sus santos profetas, a Sus siervos, y nos va dar la interpretación de las cosas que no ha dado todavía la interpretación de ellas, y nos va a abrir esas Escrituras, y esa interpretación será por Su Palabra. Escrito está, y ahí nos abrirá las Escrituras el Espíritu Santo, y nos dará la interpretación por Su Palabra.

Y ahora, el amigo de Juan era Jesús, y el amigo de Jesús era Juan; aunque Jesús tuvo más amigos, como Sus discípulos, a los cuales dice: “Vosotros sois mis amigos”. No os llamaré siervos, sino que os llamaré amigos, porque el siervo no sabe lo que hace Su Señor. Yo os he llamado amigos porque todas las cosas que oí del Padre se las he hecho saber a ustedes”. Ustedes saben que los amigos se cuentan siempre las cosas.

Y ahora, Cristo llama amigos a los creyentes en Él.

Y ahora, nuestro hermano Branham tenía un amigo que él no conocía; él lo conocía por la Escritura, porque está prometido en la Escritura, y lo conocía por visiones, pero el decir que lo conocía personalmente y que él personalmente había estado hablando con él, no podía decir así; pero él oró por su amigo, como también encontramos que Cristo oró por sus amigos, oró por sus discípulos. Y vean ustedes, todos los creyentes en Cristo son los amigos de Jesucristo, por lo tanto todos somos amigos de Jesucristo, y Él es nuestro amigo mayor. Por eso Él de edad en edad ha estado dándole a conocer a Sus hijos, a Sus amigos, a Su Iglesia, las cosas que el Padre le ha dado a conocer a Él. Y para este tiempo final, Él dice en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1 con esa Voz de Trompeta:

“Sube acá, y yo te mostraré las cosas que deben las cosas que sucederán después de estas”.

¿A quién Él está llamando a subir? A Sus amigos, porque Él le va a dar a conocer las cosas que el Padre le ha revelado a Él. La revelación apocalíptica es para los amigos de Jesucristo.

Y ahora, ¿cómo va a darnos a conocer estas cosas que han de suceder pronto? Dice Apocalipsis 22, verso 6:

“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”.

¿Cómo vamos a conocer las cosas que deben suceder pronto, si solamente Dios las sabe y las revela a Cristo? ¿Cómo Cristo va a darnos a conocer esas cosas? Por medio de Su Ángel. Por eso Cristo dice en San Juan, capítulo 13, verso 20, dice:

“De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió”.

Y ahora, así como en el Antiguo Testamento Dios por medio de Su Ángel, el Ángel de Jehová, vino de etapa en etapa manifestado en medio del pueblo de Dios, a través del profeta mensajero correspondiente a cada tiempo, y luego se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo y fue conocido por el nombre de Jesús, y allí estaba el Padre en Jesús, y allí estaba el Espíritu Santo en Jesús, la plenitud de la divinidad habitando en un cuerpo de carne, la plenitud de la divinidad corporalmente.

Por lo tanto, allí estaba el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en la persona de Jesús, y por consiguiente el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y ahora, el que podía ver a Jesús estaba viendo al Padre, el cual estaba en Él, habitando en Él, porque Jesucristo, el Velo de carne es el Templo humano de Dios. Y Jesucristo es el Templo humano de Dios, en el cual Dios habitó en toda Su plenitud.

Y ahora, encontramos que los que estaban recibiendo a Cristo y viendo a Cristo, estaban recibiendo al Padre y viendo al Padre, porque el Padre estaba en Jesús. Cuando Él dice: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre, ¿cómo pues dices tú Felipe: Muéstranos al Padre y nos basta? Tanto tiempo hace que estoy con vosotros Felipe, ¿y no me has conocido? ¿No crees que yo estoy en el padre y el padre está en mí?, y el que me ha visto a mí, ha visto al Padre”.

Y ahora, Cristo en Espíritu Santo luego de ascender al Cielo, ha descendido desde el Día de Pentecostés en adelante, y está en Su Iglesia en Espíritu Santo manifestándose de etapa en etapa, de edad en edad, a través de los apóstoles y a través de los siete ángeles mensajeros; y para el Día Postrero a través del Ángel de Jesucristo está prometido que se manifestará. Y el que ha recibido al mensajero de su edad, por consiguiente ha recibido a Jesucristo que ha estado en Espíritu Santo en ese mensajero, y por consiguiente ha recibido al Padre también”. Porque el que recibe al que yo enviare, a mí me recibe; y el que a mí recibe, recibe al que me envió, al Padre”.

Y ahora, para este tiempo final, Cristo para darnos a conocer las cosas que deben suceder pronto en Espíritu Santo estando en Su Iglesia, como ha hecho en edades pasadas, y ha hablado por medio de Sus mensajeros, y ha dado a conocer lo que tenían que conocer en cada tiempo; porque es el Espíritu Santo el que tiene la misión de dar a conocer las cosas que han de suceder y también las cosas que sucedieron, recordarlas al pueblo de Dios.

Vean, capítulo 14, verso 16 de San Juan, dice:

“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.

Viene para recordar y también viene para enseñar, y en el capítulo 15, verso 26 de San Juan, también dice:

“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.

Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio”.

Y en San Juan, capítulo 16, versos 7 en adelante, dice:

“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.

Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

De pecado, por cuanto no creen en mí;

de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;

y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.

Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.

¿Quién es el que da a conocer las cosas que habrán de venir? El Espíritu Santo, el cual ha sido comisionado para esa labor, y para recordar las cosas que ya han sucedido, recordar todas las cosas que ya han transcurrido. “Y os recordará todo lo que yo os he dicho”. Y recordar todo lo que Cristo habló, enseñó. Él dice:

“…y os hará saber las cosas que habrán de venir.

El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”.

Y ahora, el Espíritu Santo ha estado dando testimonio de etapa en etapa, de edad en edad, a través de esos mensajeros, de todas las cosas que Jesús habló, y también de las cosas que habrán de venir; porque por medio, por ejemplo: de San Pedro y de San Pablo, el Espíritu Santo ha profetizado, y ha profetizado de acuerdo a las profecías del Antiguo Testamento también; o sea, que no son contrarias esas profecías y revelaciones que han traído San Pablo y San Pedro, a lo que ya fue hablado por los profetas del Antiguo Testamento, sino que ha sido más luz de lo que ya Dios dijo en el Antiguo Testamento.

Y ahora, para el Día Postrero el Espíritu Santo está prometido para estar en la Iglesia del Señor Jesucristo, dándonos a conocer todas estas cosas que han de suceder en el tiempo final, y también recordándonos todas las cosas que Jesucristo dijo cuando estuvo en carne en la Tierra, y también las que dijo cuando estaba en Su cuerpo angelical antes de Su Primera Venida, lo que dijo a través de los profetas del Antiguo Testamento, y también lo que Él ha dicho a través de los apóstoles y a través de los ángeles mensajeros de cada edad.

Nos estará recordando todas esas cosas, o sea, que estará dándonos historia de todo lo que Cristo, el Ángel de Jehová, ha hecho en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento, y de todo lo que Él ha hablado; y estará dándonos a conocer las cosas que han de suceder, las cosas que han de suceder después de las que ya han sucedido durante las edades pasadas.

Para lo cual dice el reverendo William Branham en la página 134 del libro de Los Sellos:

“142. Y noten ustedes cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio ahora mismo en la forma del Espíritu Santo, cuando Él llegue a ser encarnado en la Persona de Jesucristo, entonces nosotros le coronaremos como Rey de Reyes y Señor de Señores”.

Es el mismo Jesucristo pero en Espíritu Santo, manifestándose a través de carne humana en el Día Postrero, en Su Ángel; y por medio de Su Ángel dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Eso será el Espíritu Santo encarnándose en el Día Postrero, así como se manifestó a través de carne humana en los apóstoles y en los siete ángeles mensajeros.

En el reverendo William Branham tuvo la manifestación más grande, el Espíritu Santo, y después de esa manifestación hay una manifestación mayor prometida en la Escritura.

Y ahora, veamos lo que dice en la página 146 del libro de Los Sellos, dice último párrafo, y al final de ese último párrafo, dice:

“[192]. Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre”.

Luego en la página 352, dice el reverendo William Branham:

“[107]. Y sucederá que al tiempo cuando el anticristo venga en su plenitud, Dios también vendrá en Su plenitud para redimirnos”.

Para redimirnos, esto es para transformarnos a nosotros los que vivimos; porque la redención es nuestra transformación, la redención del cuerpo. Hemos recibido redención espiritual y hemos obtenido el nuevo nacimiento, y hemos obtenido el cuerpo angelical; pero nos falta la redención física, que es nuestra transformación, donde obtendremos el cuerpo físico glorificado, y eso es para el Día de la Redención.

Y el Día de la Redención es el tiempo final, es el Séptimo Milenio de Adán hacia acá, y es también el año cincuenta; porque en el año cincuenta, el año cincuenta es el año de la redención, en donde cada persona regresaba a su tierra y a su familia, a su herencia. También cada siete años en medio del pueblo hebreo, el año séptimo era año también de descanso para la Tierra; por lo tanto era un año también de redención.

Ahora, todo eso señalando al Día de Redención prometido para la Iglesia del Señor Jesucristo, en donde la Tierra regresará a las manos de sus verdaderos herederos, que son los hijos e hijas de Dios, y por consiguiente regresarán (regresará la Tierra con todos sus habitantes) a Dios, y el Reino de Dios será establecido en el planeta Tierra.

Ahora, podemos ver que este tiempo en el cual nosotros vivimos es el tiempo más grande y glorioso de todos los tiempos, es el tiempo en donde Cristo, nuestro Amigo fiel, en Espíritu Santo estará en medio de Su Iglesia, así como estuvo en edades pasadas; y Cristo en medio de Su Iglesia estará dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, ¿cómo? Pues Cristo en Espíritu Santo a través de Su instrumento, del cual dice:

“Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas ha enviado Su Ángel, para mostrar a Sus siervos las cosas que sucederán, las cosas que deben suceder pronto”.

Y luego en Apocalipsis 22… eso es Apocalipsis 22, verso 6, y Apocalipsis 22, verso 16, dice:

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”.

Ese es el enviado de Jesucristo, para Cristo estar en Él en Espíritu Santo manifestado, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Pero ese Ángel no es el Señor Jesucristo, por eso no aceptó la adoración que Juan quiso ofrecerle. Ese Ángel del Señor Jesucristo dice el reverendo William Branham que es un profeta, y si es un profeta, tiene que aparecer manifestado en carne humana en la Tierra en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, en medio del cristianismo; así como apareció Cristo, el Ángel de Jehová, el cual estuvo en Espíritu Santo en medio del pueblo hebreo; luego apareció en carne humana.

Este Ángel del Señor Jesucristo lo vemos en el tiempo de Juan, dándole la revelación al apóstol San Juan.

Ahora, bajo el ministerio de este Ángel está el misterio de este Ángel. El misterio de este Ángel es tan grande que algún día Dios nos permitirá abrir el misterio de este Ángel. Pero todavía no está abierto plenamente. Pero hasta donde Dios nos ha abierto el misterio de ese Ángel, podemos comprender claramente que una bendición grande Dios envía a través de ese Ángel a Su Iglesia en este tiempo final.

Y es por medio de ese Ángel que Cristo en Espíritu Santo estará manifestado en el Día Postrero abriéndonos las Escrituras y mostrándonos todas las cosas que han de suceder pronto en este tiempo final, y así dándonos la fe, la revelación para ser transformados y raptados en este tiempo final, y ser llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Sin la revelación del Espíritu Santo a través de ese Ángel, ninguna persona tendrá la fe, la revelación que trae Cristo en Espíritu Santo a través de ese Ángel es la fe, la revelación del Séptimo Sello. Fuera de ese Ángel, Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, la Columna de Fuego, estará hablándonos y siete truenos estarán emitiendo Sus voces, y estará hablándonos en forma consecutiva.

Por consiguiente en la Edad de la Piedra Angular se recorrerán siete etapas importantes, como se recorrieron siete etapas o siete edades durante las etapas que han transcurrido de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, cada etapa allá tuvo sus revelaciones divinas del Espíritu Santo a través de los mensajeros que Él envió, tuvo el llamado correspondiente a cada edad, y tuvo los escogidos de cada edad.

Por lo tanto, en nuestra edad perfecta habrá escogidos para la primera etapa de esa edad, para la tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima; pero no sabemos cuándo será que estemos en la séptima etapa de la Edad de la Piedra Angular. Y ojalá y sea ahora, sea este tiempo; porque así cuando terminó la séptima edad, cuando la Iglesia pasó por siete edades, luego vino la Edad de la Piedra Angular, donde subió; y cuando termine la séptima parte o etapa de la Edad de la Piedra Angular, entonces subiremos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Así que vean dónde nos encontramos con Jesucristo nuestro amigo.

Cristo es nuestro amigo, Él es el amigo de Su Iglesia, y amigo de cada miembro de Su Iglesia. Y Jesucristo nuestro amigo ha estado en Su Iglesia, con Su Iglesia amiga, y con cada miembro de Su Iglesia, que son sus amigos. y ha estado cuidando Sus amigos, dio Su vida por Sus amigos cuando vino en carne humana, y nos reconcilió delante de Dios.

¿Quién tiene un amigo más grande que Jesucristo nuestro amigo? Nadie.

Y ahora, nosotros somos amigos los unos de los otros, y los mensajeros de Jesucristo en cada edad han sido los instrumentos a través de los cuales Cristo, nuestro amigo mayor se ha manifestado. Por eso los mensajeros han sido amigos de los escogidos de Dios, de la edad en que Dios los envió. Y a través de los mensajeros los miembros de la Iglesia de Jesucristo han visto a Jesucristo, nuestro amigo mayor. A través de un amigo terrenal, el mensajero de cada edad, los escogidos han visto al amigo mayor celestial, Jesucristo nuestro Salvador.

Para el Día Postrero estará Cristo en Espíritu Santo, nuestro amigo mayor, manifestándose por medio de uno de Sus amigos, y se estará manifestando a Sus amigos, que son los miembros de Su Iglesia en este tiempo final; y les estará mostrando, revelando, todas las cosas que el Padre le ha revelado; todas las cosas que ha escuchado del Padre, él las estará dando a conocer a Sus amigos. Cristo en Espíritu Santo, nuestro amigo mayor, estará revelándonos todas esas cosas a través del instrumento prometido, llamado el Ángel de Jesucristo, a través del cual Él estará manifestado, y estará dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Y así podremos conocer mejor, más ampliamente, a nuestro amigo mayor, Jesucristo nuestro Salvador, a nuestro verdadero amigo, el cual puso su vida por todos nosotros.

Y ahora, agradecemos a Jesucristo nuestro verdadero amigo, todas las bendiciones que Él nos ha dado, agradecemos a Cristo que Él puso su vida por nosotros, agradecemos la redención que Él ha realizado en favor de todos nosotros, y le agradecemos todas las revelaciones divinas que Él le ha dado a Su Iglesia de edad en edad, y la que Él está dándonos en este tiempo final.

Podemos decir: “No hay amigo como Cristo”. Porque no lo hay. No hay amigo como Cristo. Cristo es nuestro verdadero Amigo. Él nunca ha fallado a Sus amigos, y nunca fallará. Él ha prometido llamar y juntar a Sus escogidos, y lo ha estado haciendo de edad en edad. Y Él ha prometido en este tiempo llamar y juntar Sus escogidos, y lo está haciendo en este tiempo; y Él ha prometido que nos transformará a los que vivimos, luego que resucite a los muertos creyentes en Él, y Él lo hará también.

Él ha prometido resucitar a los creyentes en Él que han partido y algunos que partan de nuestro tiempo, y los resucitará también, porque Él lo ha prometido, Él es nuestro verdadero Amigo fiel, y Él cumple lo que Él prometió. Y nosotros siendo Sus amigos, seamos fieles a Él y cumplamos Su voluntad.

El verdadero amigo, dice Cristo que es aquél que hace o cumple o guarda Su Palabra, y se aman los unos a los otros; en esto son conocidos los amigos de Jesucristo nuestro Salvador. Somos los amigos de Jesucristo. Jesucristo es nuestro verdadero Amigo.

“NUESTRO VERDADERO AMIGO”.

Y nosotros, los unos con los otros somos verdaderos amigos, unos para con los otros. Considerémonos los unos a los otros como verdaderos amigos, como Cristo nos ha considerado a todos nosotros.

“NUESTRO VERDADERO AMIGO”.

Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: “JESUCRISTO, NUESTRO VERDADERO AMIGO”.

No sabía yo cómo comenzar, y ustedes vieron cómo comencé, comencé sin siquiera decirles que se sentaran, y comencé leyendo un pasaje que humanamente, pues uno no comienza así, pero así comenzamos y hemos estado más de 15 minutos, ¿verdad Miguel? ¿Cuánto? El tiempo se nos fue volando.

Abraham fue llamado amigo de Dios, porque Abraham creyó a Dios, ¿ven? Los creyentes son los verdaderos amigos que creen en Dios, creen en Jesucristo nuestro Salvador. Por eso es que para este tiempo final Él no nos va a encubrir lo que Él va a hacer en cuanto al juicio divino para las naciones, sino que nos estará revelando el juicio divino que va a venir, juicio divino de la gran tribulación, pero lo da a conocer a nosotros antes que caiga, y somos preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. “Porque no hará nada el Señor, sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos, Sus profetas”.

Por lo tanto, Él tendrá un profeta dispensacional: el Ángel Señor Jesucristo, para revelarle estas cosas, y por medio de Él revelarlas a Su Iglesia. Y Él cumplirá todo lo que Él ha prometido para este tiempo final. O sea, que a ese ministerio le acompañará el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo, y todas las Escrituras correspondientes a este tiempo final.

Y Dios confirmará a Su Iglesia todas las promesas que Él ha hecho para este tiempo final, ¿cómo? Abriéndolas y cumpliéndolas en este tiempo final; los resultados o el resultado será el cumplimiento de lo que Dios ha prometido para Su Iglesia.

El reverendo William Branham dice: “Primero la Palabra”. Hay que traer primero la Palabra, y después los resultados vienen solos, porque Dios respaldará Su Palabra, Dios dice: “No volverá a mí vacía, sino que hará aquello para lo cual yo la envíe”. Por lo tanto, podemos ver cuál es el secreto de los resultados que obtenemos: el secreto está en la Palabra, que es la simiente original que produce esos resultados.

Bueno, ya tenemos el postre Miguel. Vamos a pedir a Miguel pase por aquí, él tenía algo más para explicar acerca de Abraham, el amigo de Dios, y todo esto que ya hemos visto a través de la Biblia. Miguel tenía algo más para decirnos, y es bueno que Miguel pase para hablarnos un poquito más todo lo que Dios ponga en su corazón.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde, y con nosotros nuestro hermano y amigo Miguel Bermúdez Marín.

“NUESTRO VERDADERO AMIGO”.